I-IISTORIA DE LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA DE ESPAÑA. I-IISTORIA...
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I-IISTORIA
DE LA


GUERRA DE LA INDEPENDENCIA


DE ESPAÑA.






I-IISTORIA
POLÍTICA Y MILlT AR


DE LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA
--DE ESPANA


CONTRA


NAPOLEON BONAPARTE
DESDE 1808 ,\ 1814,


E5C'lITA SOBR.E LOS DOCUl\lENTOS AUTÉNTICOS DEL GOBIER.NO


POR


, --EL DR. D. JOSE l\IU:\OZ l\fALDONADO.,
DEL CO:'lSEJO DE S. M. , MINISTRO HONOR ARIO DEL RE AT, Y SU1'RE:\1O
DE CASTILLA, SECRETAHlO DEL REY N. S. CON EJEl\CICIO DE DE-
CRETOS, CAIULLEl\O I'ENSIOXADO DE LA REAL Y DISTI'IGUIDA OHDEN
ESrA~O],A DE CAl\LOS lII, EX-CATEDR_\TICO DE Jl::JISl'H1:DEJ;CIA
CIYIL DE LA RE_~L UXIYI'RSlDAD DE ,UCAL_~ DE lIEN,IRES, ,~JlO­
GADO !lE LOS REALES CO:'lSEJOS, INDII'IDUO DE VAmOS EST,IIlLE-
CI~!IENTOS LITERARIOS, Y OFICIAL ~UYOR DE LA SECRETARIA PE
ESTADO Y DEL DESPACHO UNIVERSAL DE GRACIA Y JllSTICU.


1'~",LIC¡\D¡\ DE OUDEN DEL REY N. S.
>


TO\\lO 11.


MADRID, Junio de 1833.
Imprenta de D. JoSf: PALACIOS, calle del Factor.




Nulla enim nobis societas cum 1'yrannis.
(ele. de O.fjiciis.)




(5 )


,


CAPITULO l.


Napo\eou multiplica los metlios para dominar la Espalla. -
Número de sus tropas eH Id Pcníllsala. - Eutrevista de
Napoleoll y Alejandro en El'furt. - Negociaciones para
la paz general. - N apoleon vuelve á París. - Proclama á
su ejército. - Se pOlle á su cabeza. - Posiciones de 1
ejército fl'ances en Espaiia. - Accion de Alfaro en la
Rioja. - Operacioncs del r.júcito de Galicia. - Accion
de Bilbao. - Accion de Frias y Oüa. - Segunda accion de
Bilbao. - Accioll de Zornosa. - Segunda accion de Zor-
nosa. - Entrada de l\apoleon en Espaüa.- Su prodi-
giosa activi.dad en cRta CampaIla. - Organiza los ejérci-
tos franceses. - Accioll de Valm;lseda. - Accion de San
Pedro de Gucüez y Sotlnpe. - Batalla de Espinosa. -
Hábil retirada de Bbcke.


La insurreccion general ele las provincias de
Espaüa, y la humillacion que las armas imperiales,
]lasta entonces invencibles, habían esperimentado
en Valencia, Bailen y Zaragoza hasta tener que re-
concentrarse fugilivas en la orilla izquierda del
Ebro J hicieron COllocer á Napolcon que se habia
equivocado acerca del carácter espaüol. En efecto,
diversas veces lo manifestó asi esle hombre esLraor.
dinario en los momentos ele la espansion involun.
taria de su dolor por los reveses ele sus armas. Godoy
y Jfurat me han cngra/ado (decía): la Nadan espa-
ñola manifiesta una energía que IO no esperaba;
mas valiera haber declarado la guerra francamen-
te á su Be]', J' entonces huúiera tenido que comba-


1808.




(6)
181;8. ti,. con tropas reunidas poco nllmerosas J fiíciles de


'vencer)" dijlciles de reclutar; al paso que si la lu-
cha cOlltillÚr[ como ha empezado, COIl sus predica--
ciolles J cruces)" estandartes los curas)" los frailes
lwníll marchar contra mis ejércitos hasta el último
espa¡iol. N a polcon estaba comprometido de un
modo demasiado serio para Jesisllr de la con-
quista ele la EspaiIa, y se propuso apagnr con ar-
royos de sangre el illceudio que el paLriolismo y
el amor á la independencia habian levantado por
todas partes, y demostrar á la Europa qne sabia
vencer la causa de los pueblos, asi como la dc los
Reyes. Con el fin de aumcntar 1;18 fucrzas del
cj~rcito fl'ances en Espaüa, aun cuando le constaba
que el Austria se aprestaba en seCl'eto á comha-
tir contra {>l, dió órdenes á sus ejércitos victo-
riosos en Prusia, para que evacuando el territorio
de ¡¡r{lwlla nacían, se pusiesen en marcha inme-
diatamente para Espufla. Desde las orillas del
Nicmen, del Oder y ddUlar Báltico vinieron á
Francia estas tropas, y la atravesaron por entre
arcos triunfales y en medio de las felicitaciones
de los ma gistrados , ue las aclamaciones púbhcas
y de los banquetes con q!le se les obsequia/¡a por
todas parles. ClIal(iuicra creeria quc su tl':1nsito
110 era otra cosa que una marcha triunfal por
medio de la nacían francesa, <¡U e veia con la ma-
yor admíracion á estos soldaoos tanlas veces co-
ronados por la victoria. Muy lejos estaba de COIl-
tempLu q\lC estos va]ielltes gucLTcros eran otras
tantas víctimas que la imprevision sacriGcaba á
la muerte.




(7)
Pusiéronse al mismo tiempo en movimiento 1808.


los contillgentes de la Confedcracion del Rhin, y
un senado-consulto onlenó el apresto de una
conscripcion dc lGO.OOO hombres.


Desde el t5 al 30 de Setiembre entraron en
Españn los J\1:lI·jscales del Imperio Ney y Victor
dcsde Alemania con 46.000 hom!Jres , el Mariscal
Lefebre con 23.000; á mediados tIc Octubre Sebas~
tiani desue Italia con 9.600; 6.000 de tropas ho-
landesas; en Noviembre Soult y MorLÍer con
46.000; Saint Cyl' con 30.000 por Cataluüa, y
los restos del ejército de Junot (lue acababan de
desembarcar en las inmediaciones de Bayona de
vuelta de su desgraciada espedicion de Portugal,
entraron tambicll por a(Iuc] lado de la frontel'a;
cuyas fllerzas reunidas <Í. 50.000 que existían en
Navarra y provincias vascongadas, y á 15.000
que ocupaban á Catalnüa , compusieron un total
de 241.600 hombres, á cuya cabeza iba á ponerse
el mismo Emperador. Napoleon, para asegurarse
de las intenciones del Emperador de Rusia, hizo
pedir á este una entrevista en Erfllrt; entrevista
concertada ya en la ptlZ de Tilslt, pero sin fijar
entonces época ni lugar. EL Jia 12 de Octubre se
reunieron mnbos Emperadores en Erfurt con las
demostraciones y seüales de la mas Íntima amis-
tad. El gran Duque Constantino, que acompaüaba
á su hermano el Em pCl'adol' UC Rusia, comió este
día con los Emperudores, y en medio de las fies-
tas que servian para celebrar tan imponente reu-
nion" arreglaron por si mismos los dos Empera-
Jures sus mútuos intereses. Casi todo el tiempo




(8)
1803. f¡Ue duró est~ entrevista comieron ¡'untos es-


, , ,


ccpto algun dia qne lo impedía alguna grave
ocupacion. Los Reyes ele Sajonia, Baviera, Wur-
temberg, Wcstfalia, el Principe Primado, los
Príncipes de Hanau, de Cohourgo, de Wcímar, de
Dal'lllstau, Baden y N assall, .Y otros deJa Confe_
deracíon germánica, vinieron á prc:3tar sus ho-
men3ges á los Emperadores. El Rey de Prusia
no asistió, pero se hnlbba representado por su
hermnno el Príncipe Gllillermo: tampoco asis-
tió ni tuvo representante el Empernelor de Aus-
tl'ia; mas como bs di,'poslcioncs que este iba to-
malldo, y los armamentos y preparalivos que ha-
cia para la guerra no eslab~n concluidos, pal'q
acallar las recbmaciol1cs ele 1<1 Fruncla, comisio-
nó al 13aro11 de VÍuccnt, Tenienle general de sus
ejél'citos, para que hiciese presente á Napoleoll
en Erfurt la seguridad invariable de los senti-
mientos de amislad del Austria.


En estas conferencias prometió Alejandro po-
sitivamente no oponerse al establecimiento de
José en España, y reunirse á la Francia en el
caso de <pIe el AllcLl'l:l y la Prusia se coligasen
otra vez con la l!lglalcrra para comenzar la guer-
ra en Alemallia, apl'oveel¡anJo la oClIpacion de
las tropas francesas eula guerra oc Espaila.


La cooperacion, aUllclue I1n poco tardía, de las
tropas rusas en la campaüa de los franceses con-
tra el Austria en 1809, Y la continuacion de la
guerra con la Gran Brctaüa J confirmClll La since~
rillau ele esle convenio por pnrle de la Husia.


Si <Í esta reunÍon en Erful'L hubiera cOllcurri-




(9)
do un representante de la Gran Bretai13, quizá la fijOS.
guerra de la Ellropa no hubiera vuelto á encen-
derse, y se hubieran c,'itado los trastornos terri-
bies, que despues han sobrevenido. Concluidas
las conferencias de Erfurt,y antes de separarse los
dos Emperadores, llirigieron en 12 de Octubre al
Rey de Illg!aterTa una carla del tenor siguiente:


(cSeüür: Las circunstallcias actuales de la Euro.
pa nos han l'elluillo en Errurl: nuestro primer pen-
samiento es cedel' al volo general y á las necesi-
dades de todos los pueblos, procurando por una
pronta pacificacioll con V. M. el remedio mas
eficaz á las desgracias (lne aHigen <\ todas las
naciol1l~s. Tal es nuestro sincero deseo, y el
manifestarlo {l V. M. es el objelo de nuestra car-
ta. La gllcrra larga y s:mgl'ieuta qlJe destrozaba
al contjnellte, está terminada sin que sea ya ja-
mas posible el renovarla: mllchas mudanzas ha
llilbido en Europa, muchos estados han sido des-
truidos; la C3usa está en el estado de agitacion y
de desgracias en fjllC la cesacion del comercio
marítimo ha colocado ¡i los grandes pueblos; aun
puede hahcl' mas mudanzas y mas contrarias á la
polític:l de )a uacion inglesa. La paz, pues, es in-
teresante .í los pucl,los del contillcnte y ;í los de
la Gl'an IlreLaila. N os reunimos para suplicar á
V. M. escuche la voz de la humanidad haciendo
callal' la ele las pasiones, y procllramlo Con sin-
ceridad conciliar todos los interl'ses y garantir
por este medio todas las potencias que existen,
asegurar la felicidad de toda la Enropa y de la
~encraCLOn "' cuya cabeza nos ha colocnoo la


"0\10 11. 2




( 10)
1803. providencia, = Napoleon. = Alejandro. = Er-


furt 12 de Octubre de 1808,))
A esta C31'ta el MillisLerio inglés contestó por


una nota diplom¡ilica, con fecha 28 del mismo
mes, firmada por MI', Canning) en que manifesta-
ba que el Hey de Inglaterra deseaba constante-
lllente la paz, que est.aha displlcSlO Ú cnU'al' en
negociaciones para una paz general sobre hases
conformes á lo que cxi~iese el honor de su co-
ro:¡a, la fidelidad ;í sus ohligaciones, y el repo-
so dUl'atlcro dI! la EUl'Opa; y aiwdia que, aun
cuando S. M. B. no estaba ulJido á la Espaüa
por ningllll pacto formal, tenia contraído con
esta nacíon á la faz del universo un ernpeilO no
menos sag¡'ado que en la opinion de S. M. ohli-
gaba tanto corno los lllas solcll1lwS tralado;;, y
(Iue S. M. TI. suponia que proponí(~l1dose nego-
ciaciones pura la paz general, y subsistiendo las
¡'elaciones cntre él y el Monarca espailOl, cslas
deberian ser lomadas en cOllsidcrncion, cnten-
diélldose que el gobiel'l1o establecido á nomhre
de Fernando VIl fOl'rnal'iJ. parte (le lns ncgocia-
cíone;; á que se invitaba concurriese S. 1\1. B.
Mas en 28 de N ovÍernb¡'e el CO!ltle (b fiomanzow,
Ministro de negocios estl'angel'os del Emperador
de llusia, contestó al Secretario de csl<Hlo de
la Gran Bretaüa diciéndole, que la aJmision
de los Heyes aliados de la Inglaterra al Congl'eso
de Erful't no presenlaba ninguna dilicultad, y
que la Rusia y la Francia cOllsenlÍan en ello; pe.
1'0 (lile este principio no se estel1clia .t admitir los
plenipotenciarios de los insurgentes de Espaüaj




(11 )
que la RU!iia habia reconociJo por Rpy de es- 180a
ta nacion á José Napoll!on, y flue uniJa con la
Francia, tanto para la paz como para la guerra,
estaba resuelto el Empera¡lo,' á no separar sus
intereses ele los del Emperador Napoleon, de-
sca11l10 ambos concluil' la paz, con tal que esta
fuese jusla y honrosa ,J amhas naciones,


Napoleol1 volvió ,¡ París acompaiwdo del Ge-
neral Soult, que habia permanecido á Sl! lado to-
do cl ticmpo (lile duró ]a elltrevista de Erfurl, y
cnyas tropas habian march,II10 h;ícia Espaila; y,
pasando rc\,i3ta en el patio del palacio de las 'fu-
llerías ,í tOllas las que se hallaban reunidas en
aquella capital, se dispuso á marchar, animando
á los soldado.s y oficiales, que hizo ,'cunir en 1.orno
de su persona, de esta manera: = Solllados: des-
pues ele haber triunfado sobre las orillas del Da-
nuhio y dd Vístul<l, habeis atravesaJo la Ale-
mania .t marchas forzadas , y sin. daros un ins-
tant.e de reposo, os hago atravesal' tambien la
Francia. Soldados: tengo necesidad de vosotros:
la tétrica presencia del Leopardo hueHa los con-
tinentes (le Espaiw y de Portugal; que ú vuestro
aspecto flllJa aterl'é1Jo: llevemos nuestras .í gui-
las triunfantes hasta las columnas de lIércules;
allí tambíem tenemos Illtrages quc vengar. Sol-
dados: habeis sobrepujado la fama dc los ejérci-
tos modernos, é igualado la gloria de los de Ro-
ma, que triunfaban sobre el Rhill y sobl'e el Eufra.
tes en I1na misma campaúa , sobre la Iliria y so-
bre el Tajo. Una larga paz, una prosperidarl du-
radera ser" el premio de vuestl'os trabajos: \111




(12)
1808. verdadero frances no debe ent,'egarse al Je!lcan-


so hasta que los mares senn francos y libres
para todas las naciones. Soldndos: tOtlo lo que
habeis hecho, y todo lo que hagais aun por la fe-
licidad del pueLlo frances, eslal'á eternamente
grabado en mi coraZOn.


Abrió la.'> sesiones del cuerpo legislativo, yen
el disclIrso de coslumbl'e en semejantes ocasiones
se esplicó en estos términos: « El Empera(lor de
.Rusia, mi ilustre aliéllJo,y yo, estamos unidos pnra
la paz y la guerra. Marcho Con confianza á l'clluir·
me á mi ej ércilOj mlItuamente 110S necesitamos, y
cuento con su coopcracion.) Estc discurso prueba
las recíprocas lwomcsas y los proyectos concehi.
dos en Erfurt. Napolcoll conlaba sL'gllr~1l11ellte con
una paz duradera en Alcmauia.


Cu:;i todos los cuerpos llamados :t formar el
ejército de España, hahian pasado el Vidasoa ó se
encontraban cuca de las fronteras, Napoleún los
siguió bien pronto, llegando el 3 de N ovicmbl'c
al castillo de Marrac cerca de Bayona, Aqui es·
tahleció su cuartel general, y desde él es pidió las
órdenes convenientes para activut, las hostilida-
des eu las orillas del Ebro.


Los esparlOles, dcspucs de la cOllcentl'acion
sobre este río, hahían sacado algunas ventajas
de la especie de tregua que sobrevino, recibiell.
do en este intermedio el cOllside,'uble refuerzo
de las tropas espailOlas que al malldo del Mar ..
qués de la Romana habían pasado como auxilia-
res de la Francia al Norte de Europa,


, Hemos refel'id() las posiciOries que ocupaban




(13)
los españoles. Los franceses al mando de José 1809_
se hallaban antes (te la entrada de su hermnno
Napolcon divididos en tres cuerpos de ejército:
el de la derecha~ al mando del Mariscal N ey, ocu-
Faba á "Bilbao: d del centro, á las órdenes del
Mariscal J3essieres, estaba en Vitoria ~ y el de la
izquierda, mandado por MOllcey, se apoyaba en
Pum pIona.


Dcspues de levantado el sitio de la inmortal
Zaragoza) entraron en esta ciudad 13.000 infan-
tes y 400 caballos al mando del Conde de Mon-
tija, compuestos de las divisiones de Saint-March,
Versage y Lazan; y habiendo permanecido alli
unos días, se dirigieron á Tudela con el objeto
de ¡¡Iacal,la fuerte posicion del Milagl'o, que ocu-
paha d enemigo con 10.000 hombres. El Gene-
ral Lefehl'e que Con 400 caballos venia hacien-
do un reconocimiento, se encontró con b arti-
llería de la division de Lazan, que adelantada
iba por divet·so camino de la vanguardia, y á
medía legua de Alfaro se apoderó de ella el dia
27 de Agosto, y acuchilló á los que la condu.
cian. Sabiuo este acontecimiento en la cabeza de
la columna, el Comandante de dragones dd Rey
con solo ciell cLtballos voló al ellCUCl1tro del ene-
migo, le ]Jalió, y recuperó parte de la artillerÍa.


El ejt'!I'cilO de Galicia que, como 'ya llevamos
indicado, iha marchando hácia el nacimiento del
Ebro, se hallaba en Reinosa el 6 de Setiembre,
yen los dias del 12 a116 pasó aquel río y se es-
tahleció en Villarcayo. La cuarta division, al
ruando del Maqués dd Portazgo J se dirigió so·




(H)
1808. bre Bilbao ~ punto ocupaúo .í la sazan por corta,


fucl'za enemiga, qlle lo evacuó al acercarse los es ...
paiioles, sosteniendo ell retirada un fuego de
tres horas" y deteniéndose en Durango. El 20
ocupaba á Bilbao el ejército de Galieia, y su de~
l'ccha se cstendia hasta Oüa y Frias. El Mariscal
B~ssieres, al reCOBcen Iril rse en el pilrlido de la
13urcva cerCa de Cascajares, cncontró el mismo
dia las guerrillas cspaüolas sobre Oña, y conven-
cido de la proximidad del grueso del ejército es-
pallOl, despues de un fuerLe reconocimiento que
verificó el 2l, tomó el parlido de retirarse. De'
resultas de habel' ocupado á Bilbao la division
del Marqués del 'Portazgo, el Mariscal N ey que
se hallaba en I~ogrollO, hizo un movimiento so-
hl'c Sil derecha, obligando por la superiori.
dad de sus fuerzas ,i evacuar á Bilbao, ,í donde
en 27 del mismo mes entró el General Mel,lin.
A pocos días reunido el resto del ejército espailOl
de la izquiet'da sobre Valmaseda , y amenazando
á Bilbao al paso que Sil vangna,ldia pasaba la rÍa
pOI' Porlugaletc en la noche del 1l al 12 de Oc-
ttlbrc, obligó al enemigo á evacuar lle nuevo a Bil·
hao, donde entl'aron los espaflOlcs dicho dia 12.
Ocupaban aun los franceses á lomosa el 24 de
Octubre, en cuyo dia, dividido el ejército de la
izquierda en tres columnas, atacó por izquier-
da, derecha, y centro, y su vanguardia, desalojó
al enemigo de sus puestos avanzados, y le hizo
replegal'se á su posicioll principal detras del pue-
hlo, con pérdida de 120 muertos, al paso que
los españoles solo tuvieron 35.




(15)
Los cuerpos primcl"O y cuarto del ejército 1808.


frances, U13tHlados pOI' los Mariscales Viclor y
LefeLre, (IlIC acabaLan de ent.rar en Espai"Ja, vicn-
do quc los espaiJoles habian rechazado :~ los
franceses en Zornosa, atacaron en 3i de Octu-
hre la ucreclla de nuestro ejército que ocupaba
á J3ilhno) 10 desalojaron de la posicion, y genera-
liz,ímlose la accion en todos los puntos de la li.
nea, los cspailOles, des pues de una obstinada y
tenaz resistencia) tuvieron que ceder al Húmero
de los enemigos que maniobraban á favor de una
densa niellla, y sc retiraron :Í Valmaseda.


El dia 4 de Noviembre al medio dia entró en
Espaüa Napoleon, hizo noche en Irlln , y el 5 se
reunió con su hCl'mano en Vitoria, donde puso
su cnarlel genera1. La presencia de Nopoleon
llevaba consigo la activida¡l: en todas sus cam,..
pailas lwhia sido esta prodigiosa; pero en este
ailo negó á su admiracion ofreciendo el singular
cuadro de eslar en el mes de Enero en Venecia
rodeado de los homenages de todas las Cortes y
I>ríncipes de la Italia; en el mes tle Ahl'il en Bayo-
na arrancando la corona de Espaüa de la (linas-
tía legítima) y ('rigiéndose en juez de sus disen ..
siones dOn1l'sticas; en el mes de Octubre en Er-
furt combinando con el Alltócrata de las Unsias
los medios de gozar tranquilo de la Corona de Fer-
nanao; y á principios de Noviemhre se hallaba
en la península cspaüola para dirigir por sí mis-
mo los ejércitos, y consolidar la usurpacion de
este Reino. Napo]con o"ganizó su ejército en
ocho cuerpos y UIlO de reserva, mandados por




(16)
1808. nueve Mariscales del Imperio y mas de cient.o


cincuenta Generales, tanto de division como de
brigada; el Mariscal Berthier le acompañaba en
calidad de Mayol' general, y como segundo el
Mariscal Jourdan, El primer cuerpo se pliSO al
mando del Mariscal Victor, Duque de Belluno;
el segundo al del Mariscal SO[¡J{) DI/(Ille de
Dalmacia; el tercero al del Mariscal MOllcey,
Duque de COl1egliano; el cuarto al del Mariscal
Lefebre, Duque de Danlzik; el quinto al del
Mariscal Mortiel', Duque de Treviso; el sépli~
mo al del Coronel General Saint-Cyr, cuyo ejér.
cito fllC destinado á Calalulla; el octavo al del
Coronel General Jnnot, Duque de AOl'antes; y
la caballería á las del Comandante general Ma~
riscal Bcssicrcs, Duquc de Istria. El ejército de
res<'l'va en Bayona á las órdenes del Mariscal
Kell t'l'l11a n , Duque de Valmy.


Los cuerpos de Victor y Lcfebre, formando
la <lerccha del ejército fl'ances, debían operar
contra el ejército de]a izquierda, el qne cono-
ciendo la supcI'iori(lad del enemigo) tuvo que
l·ctirnrse; mas en la retirada quedó cortada del
cuerpo del ejército español la divisio/1 del Gcuc-
1'al Don Vicente María Acevcdo, ([L1e ya en el dia
3 bahia sostenido una accion en el puehlo de Me-
nagaray. El General Blacke dispuso que todas las
divisiones de Sil mando hiciesen un movimiento
\'I~tl'ógallo con el objeto de libertnl' la de Acevedo,
y ue rpsultas de él la cuarta dívision al 111an-
,"


[lo del Brigadiel' Don José Maria Carvajal en·
contró cerca df! Va ImnsccJa ;Í 7.000 frr.nceses




( 17)
mantlados por el General Villate; y l1abiéndolos 1808.
atacado en 5 de Noviembre con el mayor arrojo,
los desalojó de la villa, y los pel'siguió mas de
una legua, apoderándose oe un cailon y otros
efectos de campaüa. La division de Acevedo,


. apl'ovec1uindosc de la retirada de los franceses,
se illcOI"pol'Ó con el ejército, el cual salió el 7
de Valrnascda, al mismo tiempo que el cuarto
cuerpo cnemigo, al mando del Mariscal Lefe-
bl'c, se adelautaba desde Bilbao, con objeto de
cOl'lade la retirada; y eucontrándose en Güc-
flCS J se traba uua ac~ion sangrienta, especial ..
mente por la primera division espailOla al man:-
do del Brigadier Don Genaro Figueroa, que se
mantuvo firme, mientras que la vanguardia á las
órdenes del J31'igadier Don Gahriel de Mcndi-
zabal, que avanzaba por Tonlejucla á Sodupe,
se balia con fuerzas enemigas muy superiores;
y teniendo por fin que ceder al número, volvió
el ejército :l entrar eH Valulaseoa, oe donde
salió el 8 en retirada dirigiéudose una division á
Santander, y situándose otra en Villarcayo á su
derecha. Atacada de nuevo su v;ugual'dia ellO
al medio día, se reunió todo el ejército en Espi-
nosa, U} nlllllCl'O de 18.000 hombres y 6 piezas
de al'tiJlt~ría. Lefehre habia ocupado á Valmase-
da .. 1 8 pOI' la noche, y el Mariscal Victor atacó
en la tartle del 10 la posiciol1 de las tropas es~
paüolas J sin consegnÍl' ventaja alg!lna por la vi~
gorosa resistencia que le opusieron; mas reforzado
por la nuche con parte de las tropas de Lefebre,
:.c repitió el ataque aJ siguiente dia, y como á


TOllO 11. 3




(16 )
1808. cosa de las 8 de la mañana contra la jZ<juierda


del ejército español, la que fue desalojada de sus
posiciones, logranuo no obstante retirarse en
buen órden hasta. Reinosa. El ejército espaiIOl
pertlió en e"ta memorable batalla á los cuatro
valientes Genel'ales de divisioll Acevedo, Qllirós,
San Roman, y Ri:{uclmc, muertos en el campo
del honor COn un número considerable de solda-
dos y oficiales. Esta campaih hace mucho ho-
nor al General Blackc, que supo salvar su ejérci-
to con una retirada larga y dilicil, y disputando
á palmos el terreno á un enemigo muy superio/'
en fuerzas, causándole mucha pérdida,




(19 )


CAPITULO 11.


El ej¡;rcito <le Estremadnra se dirige á MarlrilL - DC'posi-
cio'] de! Ce'leral ('.allllzo. - .EI General Belvcllel' toma
1'llllalldo. - Siln;¡cioll de lltll'gos, - Elltran los espa-
Iloles ell esta eilldad. - Balalla de Bur;;os. - Desastro-
sa retil'a(1a cl(~l cj(frcito español. - Operaciones del ej(rr_
cito esp¡¡,¡ol del centro y rescI'V;¡. -- Accioll de Lcrin.-
Accioll de Sallg¡iesa, - Plall dc los C'j¡:rcitos reunidos
de CastaliOS y Palafox.. - Batalla de Tllllela. - Hábil
retira¡la rIel ejército tle Castaños. - Palafox. se ellcierra
con 5U ej(:rcito en Zaragoza. - Se declara la epidemia
en ac¡ueHa cim\al\.


El cuerpo de Soult, á (JllÍen seguia Napoleoll 1808.
con su Guardia Impcrial, y José con la suya,
COl11plll'~ta de cuatro mil franceses vcnidos de
Nápolcs, se diri~ió pOI' el centro sobre la cillllad
de Burgos, cn dOlllle se hallaba situado el ejér-
cito de Esl.I'cmad lira. Este ej{'rcilo llabia salido
de 'BaJaioz el 7 de Octubre al mando de su Ge-
Jlcr:t! en g\·f(~ Don José Gallnzo , y llegado á Ma-
orid el lG dd mismo, donde descansó algllnos
di;¡s hasta ¡¡he por di"'posicion de la Junta cen-
tra 1 se dirigió ,í Burgos en nlImero de 8.535
lJOrtlbres, 958 caballos y 14 piezas de artille-
ría. En este in\.el'medio flle separado por ór-
den de <Iql1ella dd mando (le este ejército el
General Gallllzo, por llabcr con la mayor fir-
meza reclamado capotes y zapatos para sus
desnudos soldados. El mando se encargó al




(20 )
1806. Conde de Belveder, ¡uven activo, y que habia


manifestado el mayor entusiasmo por la In-
dependencia nacional, ín!cl'in que se presentaba
á tomar poscsion el Mariscal de cnmpo Don José
Heredia que se hallaba mandando uua Jivision
del ejército .del centro, ;í r¡nien se llahia conferi.
do. Duranle los días 29 y 3l de Octllhre y pri-
mero de Noviembl"e se vcrilicó sil salida de Ma-
drid en tres divisiones ,y el 3 recibil) el ConJe
de Belveder en Buitrago ór(len tl'nllinnnte del
gobierno, para que acelerase la marcha de !a~
tropas á Burgos. Inmediat:llnente se aprestó .í
obedecer esta órden, no obstante que Sil ej('.r-
cito se hallaba ralto de touo , y sin descansar un
momento dió las disposiciones mas Ilrgcntes en
el crítico estado en que se hallaba. El 4 snpo en
AI'amIa de Duero que los franceses se aproxima-
ban á Burgos en número de ocho mil caba-
llos, hallándose en Bt'iviesca mil á las órde-
nes del General Lasalle. Con esta noticia hi-
zo reunir las tres divisiones de su ejército, man-
dadas la primera por el Brigadier Don José Ma-
ría Alas, la segund;¡ por el Mal'iscnl de cam-
po Don Juan de HCllestrosa, y la tercera del
Mariscal de campo Don Francisco Trias, el que
se quedó en Lcrma, y despachando un oficial
de ingenieros para que adquiriese noticias po-
sitivas acerca de la posicioll y mímero de 105
enemigos, avanzó hasta Lel'ma en donde entró
el 6, y alli encontró ya varios emigrados proce-
dentes de Burgos, y un tren de cuato piezas de
at'tillería perteneciente al ejército de la izquierda,




(21 )
al mnndo del Teniente Coronel Don Enrique 180ft
Canseco. En vista de todo, el General Bel veder
ordenó (lile la tropa sin mas descanso que el pre-
ciso se pusiese en marcha para Burgos, á donde
llegó al dia siguiente. Aquella misma tarde 103
puestos avnnzndos que se enviaron á reconocer
el campo, avistaron á los enemigos con quie-
nes se tiroLearon. Belvedcr pensó eu fortificarse
en Burgos para poder oponerse mejor á los ene-
migos, y se puso en comulIicacion con los Gene-
rales C:Jstaños y Moorc, que se hallaban el prime-
ro en las inmediaciones de Logroilo, y el scgun-
do en Salamanca; vero ni Castailos pudo auxiliar.
le por hallarse amagauo de un prOXlOlO ataque,
ni Maore pon¡uc aun no lenia reunido su ejér-
cito.


La ciudad de Burgos está colocada en la 111.1r-
gen del N. del Arl:1nzon, sobre cuyo rio tiene
tres puentes que la facilitan la comunicacion can
los arrahales y márgen opuesta que estos ocu-
pan. A la parte del O. de la ciudad se halla so·
bre una eminencia su antiguo castillo, muy de-
teriorado ~ eminencia (Iue se une á otra llamada
de San Miguel J que la domina, y ,í continuacion
de esta sigue una reunion de varias colinas, que
corriéndose ldcia la parte del E., forman una
curva qne cierra el llano por esla parte. Por la
l11árgen del N. del rio sale con direccion al E.
un bosque que va á perderse en las nltul'as de
aquella parte, y entre este y las anteriores se
estiendc el llano de Gamonal, llamado asi por
el pl1chlo del mismo nombre que allí se encuen-




(22)
1808. tra, y que tiene mas de una legua de longitud,


y casi media de latitud, atl'ave~ado en su centro
por el camino real de FrancIa, que pa~a por
nwdio Jd citado pUL'hlo de Gamollal, de corld
poLlacion, distante un cual'locle legua de Burgos.
A un tiro de cailOll de esta, al E., se halla el
bosque titulado de la ciudad, en Jil'eccion transo
versa·l con el camino real. A tiro de fusil de este
bosque, á la parte del N. , y próximo á las altu-
ras que rematan en el castillo, esLí cllllgar de
Viliruor, y entre este y el camino real hay otro
pcqueiJo bosque. La llanura termina por el E.
con el lago ,le Villafria, Je donde arrancan las
alturas y qniebras del tl~l'l'ellO. La márgen del S.
del rio pslá poblada de lJos(Illes, y sohre ella
se halla la Ca¡-tuja y d pueblo de Cal'tesaltas,
no lejos nno de otro. Por la pélrLe del O. de la
cilll.t:d sale el carnino ¡'eal (pie conduce á Valla-
dolid, y por la del N. O. cun alguua inclina-
eion el de Sa nta 11 rIel'.


Al amanecer del tija 8 de Novie!1l],re los ene-
migos empezaron á tirotearse con las avanzadas
t'spnflOlas ~ y viendo que crecia el número de
élr¡uellos, se puso todo el cjúrcilo espaüol sobre
las armas. Todo era nuevo para el jóven Belvc-
del:; pues habiendo llegado al anochecer del día
nnkl'ior, no tenia el menor conocimiento del ter-
reno, que hizo reConocer al B rigad jer de Ingenieros
Don Manuel Zapino; pero manifestó una serenidad.
y conocimientos dignos de lln antiguo militar. Los
enemigos se presentaron á ¡ira de caf;OIl dd bo.,;-
(lile de la ciudad, delante del pueblo de Villafria,




(23 )
en nÚl1lt1rO de 800 caballos, con algunas guerri- 180;:;.
11a5 avanzadas: á la vista de este destacamento el
at;dor de las tropas españolas no las permitió es-
perar á ser atacadas; y a(,l'ojándose sohre él, le
obligaron á replegarse al lugur de Villafria, de
donde en segui(Ia fue desalojado. El General,
obsen'alHlo que el terreno empezaba á cerrarse
por las altllras, receloso de algulla emboscada',
y convencido de que al cabo seria forzoso aban-
donar cuanto se avanzase, ordenó la retirada~
que se verificó con el mayor órden , tlt'spues de
lHlber dejallo algunos enemigos tendidos en el
campo, y apoderádose de los ranchos que halla-
ron lwevenidos en Villafl'ia. Entretanto jas avan-
zadas enemigas se dejaban ver por todas partes:
los 800 caballos de que acaLamos de hablar, for-
maban la vauguardia del numeroso cuerpo de
tropas que al mando del mariscal Bcssieres, ve-
nia marchando )¡¡ícia la ciudad. El General en
gefe esparlOl se hallaba en la ignorancia mas ab-
soluta del m'lIuero de los francf'ses, y ni aun
presumía que el rnismo Emperador pudiese venir
á su cabeza. Era la una de la mañana del 10 cuan-
do los enemigos en cortas partid,ls comenzaron
á tirotearse con nuestras avanzadas, á cuya ho-
ra pasaron:í. situarse en Gamonal las dos divisio-
nes esparlOlas c¡ue habia en Burgos, y el Maris-
cal de campo Heneslrosa á las tres de la mi.'l-
ma mañana los atacó, y desalojántlolos del bos-
que, se hizo ducüo de él. El Corregidor de Bur-
gos, por mandado del General espaiIol, publicó
un bando para que los vecinos de la ciudad se




('24 )
180S. presentasen en las alturas del castillo, en las de


S::m Miguel y en las tlernas que dominan la lla-
nllra de G.amonnl J á fin de quC¡Í la salida del
sol, la muchcdulUb['e dc gente que descubriesen
impusiese á los franceses; filas nada de esto bas-
tó para cOlllenel" á estos, y á Ins siete de la ma-
ñana desnlojaron ,1 los españoles del bosque, ha-
ciéndolos retirar sobre Gamonal, cuyo pueblo,
atacndo por 14.000 franceses á las órdenes de
Soult y de Bessieres, fue tomado, lcuiendo los
espuÍloles que abandonado y retil'éll'Se con la ma-
yor precipitacion á Burgos. La cahallel'Ía fran-
cesa, <l galope sostenido) cargó sobre los fllgiti-
vos, á los cuales, infrucluosam.ente, inlentó con·
tener su Gen(~ral) Hwndanclo colocar en los puen-
tes á los gef.:s priucipdes para fIlie impusiesen
con Sll presencia á la tropa. Esta no alendia á
voces ni amenazas: la caballería cOl'l"iaá escape,
atropellando cuanto se la ponia por tlclante, los
mozos lLd tren de artillería huiall con esta, y los
carros dc municiones hacían otro tanto. El pai-
sanagc que salia fugitivo de la ciuuad, mezclado
con la infantería, aumentaba la confuslon yel ter.
rol'. DdvcLlcr tuvo quecclter á este lorrcutci mas
queriendo detenerle y hacer alto en la posicion
de Tej,ll"eS, le fue imposible, y tuvo que retirar-
se con la misma lwecipitacion á Le1'I11a , en don-
de existia ::.lglllla tropa de la segunda division.
Los enemigos signiet'on el alcance de los espaüo-
les por espacio de tres leguas en todas direccio-
nes, é hicieron mnchos prisioneros, A la elltrada
del cjórcilo espajlO! en 1.e1'111a se h:.¡1!aha en a\[ud




(~5 )
pueblo con su division el Mariscal de campo Don 1S0t),
Francisco de Trias, y con estus tropas trató Bcl-
veder de verificar su retirada, desesperanzado de
poder contener el escandaloso desórden que se
habia introducido en su ejército. En Aranda
quiso cambiar de direccion y marchar á Valla-
dolid; pero noticioso de la in vasion de los ene-
migos por ar/uel lado, señaló para punto de reu-
nion á Segovia, á donde fue llegando el resto del
ejército disperso en el mayor desórden en los
dias 15, 16 Y 17.


El Conde de Belveder, á pesar del desgracia-
do éxito de esta batalla, se condujo como buen
mililar, y Como escelente. espaiJol, llUbienJo
sido el único de nuestros· Generales que en el
transcllrso de esta gloriosa guerra ha combatid n
contra un ejército mandado en persona por el
primer soldado de su siglo. A cualquiera hubie-
ra arredrado, con un ejército lleno de fatigas y
falto de todo, hacer frente á N apoleon Bonaparte,
cuya sola presencia equivalía á un numeroso ejér-
cito. Belveder no titubeó un mumento, y arrostró
impávido todos los peligros.


El Gencnd Trias, que con su division se ha.
bia detenido y tomarlo posiciones en los alrede.,
dores de Aranda de Duero, viéndose atacado sin
cesar por el enemigo, y conociendo que su situa·
cion cada dia era mas crítica por las pocas fuer Q
zas que mandaba, por la escasez de vi veres y
municiones, y la superioridad del enemigo, se
}'cplegó sobre Somosierra con el objeto de defen-
del' aquel paso, é impedir que el ent!U11go pent'-


TOllO 11. 4




('26 )
1808. trase hasta Madrid. Con igual ohjeto tomaron po-
~icion en aquellas montailas á pocos dias las re-
liquias dI:!! ejército de Estl'emauura, reunidas en
Segovia.


Los cuerpos de los Mariscales Moncf'y, Ney
y Mortier fueron elllpleauos contra los elércitos
de Andalucía y de Aragol1, á 1:1s órdenes de los
Generales CustailOs y Palafox. El cuerpo de Mon-
cey, acantonado ~obl'e la izquierua del Ehro, po-
ni~l1dose en movimiento, ueslacó la division del
General Graugeunt para que atacase á Lerin, en
donde se lwllaba el balallon de Tiradores de Cá-
diz, á las órdenes del COI'one! DOII Juall Cruz
MOlll'geon con 40 caballos; y l¡abiellllo hecho lo~
espaüules lwodigios ue valor, durante los dias 25,
26 Y 27 que duró el alaqlle, apllrado.'i del todo
sus víveres y I1llluicjones, se rindieron al enemi-
go, m\ly superiur en nÍImero, hajo una honrosa
capitlJlaeioll, Esta acciull fue tan heróica, que
el Consejo de R"gencia de Espafla, para prcmiar
á los Olici .. les del bl'nemérito balHiIOJl de Tira ..
dores de Cádiz, les concedió en 23 ti e J IIlio de 18 U
ulIa Cruz ue distincion, semeiante á la ue Mal-
ta, con flores (le lis clltre sus hrazos, y en el
centru de ella IIn Lean sujetando Jos dos globos, y
debaio la inscripcion JI! Lei'i1l1808, y al rededor
25, 2G Y 27 de OCltll;.'e, usá ndose con cinla ve,'de.


COIllO uno.~ 401) hombres del cuerpo (le Mon-
cey, con dos pieza$ dc 3.,tillería, se habian reu-
nido en Nan!ues con el objeto de atacar la posi-
cion que el General Oueill hahia tomado en San-
güesa, y saquear el puehlo de Aibar, El 24 por




('27 )
la mañana se presentaron en cinco columnas, y 1808.
soslenido el fucgo por espncio de tl'es horas p01'
lalS nvanzauas espnilolas, tuvieron estas al fin que
replegarse á Aibal', en cuyo pucblo se hallaba
toda la division de Oncill, igual casi eu fuerzas
á la del enemigo; cllya cil'cuuslancia hizo t{ue
es[e General eH aquella mÍs;l1a lal'de, despues
de varias maniobras, se comprometiese en una
reilida accion, que se trabó cerca del bos(!ue
de Olast, y cuyo resultado fue que los enemi-
gos, temiendo ser envuelLos verj(jcasl~n su reti-
rada en 24 Jp Octubre á Monreal, abandonando
d pueblo de Nal'dnes. La posicioll de Sangüesa
era falsisima rOl' todos sus puntos: conociólo
Oneill desdé que 13 vió; pero las súplicas de su
vecindario J ([lIe diariamente tenia qne aprontar
raciones para 8.000 enemigos acampados en sus
inmediaciones, le obligaron á permanecer en
ella, pero con la 11l3yOI' vigilancia, siendo casi
contíuuos los reconocimil!lllos qne practicaba
por la caüalla que dirige á Aibal', que se halla
á la caida de la mOlltalHl en que estaba el cam·
pamento enemigo. El 17 se ernpcfló un pequeño
choque en que las tropas espaüolas J batiéndose
con la mayor bizarría J reclwzaroll al enemigo
hasta su campo con alguna pérJida.


El plan de los ejércitos reunidos de Castaños
y Palafox era por entonces el de Latil' por su de-
recha á los franceses, apoderarse del paso de
Roncesva])es, y evilar de este modo el tdllsita
de los refuerzos qne recibian por aqnel punto.
La divisian de Oneilll'ecibió órden el 12 de No-




('28 )
I SUB, viembre de correrse por la izquierda abajo dd


Aragon, en cuya noche, reunida en la Oliva ...
se le incorporó la divisiol1 de Saint-Marc, yen':
trando el 14 en Caparrosa, hallaron abandonado
por el enemigo en la madrugada de aquel día el
}lUente que tenia este fortificado. Allí permane-
cieron las divisiones hasta el 22) sufricndo mu-
cho por las conLÍuuas lluvias, y manifestando
la tropa mucho descontento por el tiempo que se
perdia sin batir á un enemigo, que desde su sa-
lida de Zarati'0za no habia osado aguardados.


El ejército del centrolenla su cuartel gene-
ral en TudeJa) y el de reserva se hallaba en Za-
ra~oza. Las comunicaciones entre arnbos eran


o


activas j pero la noticia de la entrada de Napo-
leon en Burgos, .Y la poca armonía de sus Gene-
rales , teuia casi paralizadas del todo sus opera-
ciones. Con tiempo pudo emprenderse ulla orde-
nada retirada) ó acorda¡' el plan de recibir al
enemigo en la posicion de Tudela , ó en otra mas
conveniente. Pudo sin ahallllonarse á Zuragoza
conservarse el ejército para mejor ocas ion , y
no comprometerle en la gloriosa y desgl'uciada
batalla de Tudela : batalla gloriosa para el cjér-
cito de reserva, compuesto de las tropas arago-
nesas y valencianas) é infausta para los dos ejér-
citos y para la nacion entera. A las onCe de la
noche llegó el ejército de Aragon ;Í las inmedia-
ciones de Tude la) la ca ba llerÍa en tró en el pue-
blo, en donde se hallaba parte del cjército del
centro con los cuarteles generales de entram-
has. En ·arruella noche fatal huho juntas, h¡:bo




(29)
choques y hubo todo mCllOS llnn proviJcllcla ca- 1HG8,
paz de salvar los ej('Tcitos. La noche se pasó en
una contÍnua alarma; y aunrJllC llegaban l'(~ite-
radas avisos (iue anunciaban la proximidad del
enemigo, las varias partidas (Lue se habian envia-
do hácia Alfaro y aemas pUtitos en observacíon
y cscucha, los espailOles fueron sorprendidos cn
la madrugada del 23. Entrando estaIJan ya por
las calles de Tudda las guerrillas del cllel'po de
~loncey, cuya aproximacíon se sabía con c¡:t'¡(~-
za J cuando ni una sola proviJcllcia se 1w]Ji.., lu-
rnado, ni para dar ni para evital" la batalla. La
infantería de Al'agon había pasado el 1'10 en la
misma madrugada, y casi toda se halbLa dentro
del pl1chlo; lodo fllc conf!lslol1 en 11(l1ld momen-
to. Los [rnnceses lwbiall alravc~:ltlo el Elll'ü por
Logroño y Lodosa, al mando de :\loncey ; y De-
solles inJicnba lwccr la misma o¡wrac!o n pOl'
AgreJa. Sabedor de estos movimientos C:ISt:1liO~,
Yilriando la posicion paralela ,,1 EGrü de los
ejércitos cspaüoles) mandó que tomasen 01 ra
perpendicular, cnya clerec11u se apoyase CIJ TlI-
dcla) y ln izquicrda cn el "loncay o. Asc{~lHl¡an
á mas de 35.000 Ilol1lbrcs las troptis cspnll,>las


J


(Ine en el 23 de Noviembre fueron alacadas por
los Mariscales Lannl's y l\1011cey, por ceu! ro y
dpl'eclw, mienlrns ([llC el Gcn~r::d Lagr:,nge con
10.000 hombres eOlllcnin 10:, esfuerzos de ]a iz-
(jllicrda. El cncmj~;o ocupó unas allllras illm"dialas
á la poúcion oc 'l'mlc1n í pero una vigol'osa carga
de ,'arios Latallones espailoles le desalojó de ellas
con Lastante pérdida. Al fin fue rota por los fran-




(30)
18ú~. ceses la derecha de la posiciol1 española, des-


pues de una gra n resis tClleia , en 1 a tIlle la arti-
lleria, mandada por su Comandallte DOll Angel
Ulloa, el Capitau Don Francisco Nebot, y el
Teniente de infante.ría agregado á ella Don Nico.
las Corona, en el tlia tojos Oliciales gCllcr;.¡!cs,
dirigió sus fuegos con tan Luen acierto, que causó
1\ los enemigos muchísin10 darlO; y en tal estado
tuvieron los espai101es gue retirarse, ejecuLÍndolo.
las tropas del ejército Jcl centro hácia Borja, y las
del de Al'agon hácia Zaragoza. Las fuerzas ene-
migas con rruicnes habian combatido, ascendían
" 3G.000 iufantes y 6.000 caballos. La divisíOll
mandada por el Geueral Lapeila se habia resis-
tido con la mayor brillantez cn Cascante. En sU
l'etirada trataron los enemigos de perseguir á los
esrafwles en lllÍmero muy superior, acrecentado
COl1 los veL1cedores de Belveder en Burgos. Esta
relirada fue honrosa, cubriendo la del ejórcito
de CasLaüos con toda felicidad la division de V c-
llcgas. Pala1'ox con sus tropas se dirigió á Zara-
goza, en cuyo punto se lc l'el1l1ieron los desla-
camentos que quedaron sobre las miÍrgenes del
Aragon, encerr~lndose en aquella capital 30,000
infantes y 1.000 caballos, número escesivo l)ara
hacer su dd'ensa con el sistema y entnsjusrno
que se habia desplegado en Sil primer sitio, y su·
mamente peligro~o para conservar la ~anidad de
la poblacion y del ejército, que desde Jos pri-
meros días de su estancia en tan estrecho recin-
to principió á presentar síntomas de la epitlcmia
que tanto estrago causó luego. No se ocultaron
semejantes consecuencias al General Palafox,
quien desde luego manifestó la idea de haccr sa-
lir de la plaza 16.000 hombres de infantería y
toda la caballería para situarsc en la izc¡uiel'lla
del Ebro, é incomodar al campo del enemigo,
que por aquel lado sitiase á Zara goza, COUSCl'-




(31 )
vando espeditas sus cOlUunicnciones con el alto 1808.
Arngon. Mas este plan que ta1llos males lJtlbie-
ra evitaJo, y que tanlo Imuiera haber retar-
dado la pérdida de Zaragozn, no llegó á poner-
se en ejeeucion. A poco de presentarse los ene-
migos á la vista de Zaragoza, se prepararon los
dos ejércitos á ]a terl'ihle lucha en que iban á
el11perlarse. El 21 de Diciembre Maute Torrero
y el arrabal fueron atacados :.tI mismo tiempo,
y tomado el primero con solo maniobras y mo-
vimientos; mas el segundo fue defendido con
la mayor bizarría} cosLallllo al enemigo cerca
de 3.000 hombres los tres infructuosos alaques
que empeiló. Desde este dia puede contarse el
segundo sitio de la inmortal Zaragoza, en donde
la epidemia continuaba tomando incremento.




( 32)


CAPITULO 111.


Entrarla del ejércitá inglés en España. - Soult pereigue el
ejército de Galicia. - Es l'eemplazatlo por Victor. - Na-
poleon se dirige sab1'(~ :\J:Hlt'id, - Accian de Somosicr-
ra. - La tlivisian espaiíola de Hel'edia ocupa á G-nadar-
rama. -InsLlhordinacion de estas tropas. -Obligan al
General á marchal' á Madritl. - Su dispersion. - Dispo-
siciones de la Junta central para la d(!fcnsa d(! Madritl.-
Su traslacion á Estrcmadllra. - '\Talhid toma una acti-
tml hostil. - EstaldE:cesp una Jllnta dl~ dr.fensa, - Ascsi-
nato del ;\Ial'llLH:s dc Pel'ales. -lntilllacion de los fl'an-
C(!SCS. - Ataque de la puerta de Fuencarral. - Segulllla
intimacion. -Contestacion. - El Duque del IlIfantado
sale á huscar tropas. - Ataque general. -Los fI';¡nceses
toman el Retiro. - Penetran en :\ladr'id. - Tercera in-
timacian. - .'Ylorla trata la capitulacian. - Indignacion
del puehlo. - Salida de la gnal'll icion. - Capitulaeion.-
Los frauceses se posesionan de Madrid. - N apolcon en
Chamartin. - El rey Jose! en cl Panlo. - Pr'illlcras dis-
posiciones de los frallceses. - N o se ohserva la capitula-
cion. - Ras;o tle amor filial de la Condesa de San S imon.
- Resu ltados de la defensa hcróica de Malhid, - Decre-
tos (te X :Ipoleoll. - S u proclama. - Obl¡ ga ;Í cIlIe se le
presente una diputacion del vecindario. ~Sll recepcion
en Chamartin.


180B. Dcspues de 13 batalla de Espinosa destinó el
Emperador á los Generales Soult y Junot para
observar un cuerpo inglés, que de~(le Portugal
l1abia vellido á EspulJa al m~mdo del Gl'IH'rd
Moore, y tl11~ estaba dividido en cualro colllm-




(33)
nns, mandadas por los Gellerales Horpe, Paget, iROS.
BCl'csford y Fraser. Reunidas en Yelves las dos
m<lnd<lJas por Hoppe y Paget J hahia tom<ldo la
del primero la direccion de Madrid, y la del se-
gundo en dos hrigadas la de Alcántara. La de Be.
resford en dos brigadas tambien se habia dirigido
por Coimb¡'a ú Almeida .. mienl¡'as la de Fraser
en tres hrigadas pOl' ALrantes caminaba hácia el
mismo plinto. Paget, Beresford y Fraser se in-
corporaron el 13 de Noviembre en Salamanca,
en lanto ql!e Hoppe seguia con direccion á Ma~
drid. Baidr, (Iue á fines de Octuhre habia desem-
barcado en la Cornila con 20,000 hombres) se
inclinaba 4;'\cia ASlorga ~ y debía reunirse con
Moore en Valladolid.


El Mariscal Sou!t, persiguiendo siem}we ]05
restos del ejército de Galicia, entró en la pro-
vincia de Santander, y despues del reconoci-


y
miento que hizo por las montaiias para dispersar
las reuniones que habia en ellas, se dedicó al
desarme de los habitantes de aquella provincia.
á {in de que en mucho tiempo no pudiesen hos-
tilizar al ejé,'cito fl'ancés, y empleó al mismo
tiempo para sOl1letedos la pCl'suasion.


Víctor reemplazó á Soult en el mando dd
centro, y destinanuo Napoleon los cne¡'pos de
Moncey y Morticr para conquistar el Aragon, se
puso en movimiento con su guardia, la de José
y los cuerpos de Víctor J I.efebre J Ney y la ca-
ballería de Bcssieres. Una parte de estas tro-
pas marchaba por Valladolid á Guadarramu J y
oLl'a por Burgos á Somosierra, y de todas era


TOllO H. 5




(34 )
1308. el punto de reunion la Cr,pital de Espaiia.


La Junta centr¡d halJia disjluesto <file el Gene-
ral San J llall con 7.0nu hombres de tropas espa-
floJas ... procedentes de Caslilla, Eslremilllura y
And,dllcía, se silllnse en el puerto tle SUlUosiclTa,
adelantando su va nguardia <{ Sepúl VCt\;¡. El Ge-
llcral francés L;¡salll~ Jlizo el 20 de N o\'iemJH'e
un fuerte reCOllocilllielllo suhre las posiciones uc
los espallOles, que sostuvi(Ton 1111 fuego de 4 ho-
ras sin otro resultado. El 30 el .Mariscal Victor,
á la presencia del mismo Emperadur, atacó de
nuevo estas posiciones, y COIl lus regimientos 9
y 24 cargó sob!"c los Ha:lCOfi, lI1i'~·ut.l'as que el Ge-
neral Senarmont con ti pieza.s de artillería y sos,",
tenido por la caballería del General MOlllhrull,
atacaba por el camillo l·.~aI. Si eslas elevada .... 1"11011-
taüas se huhieran forlificado con iuteligencia de
ante ma no, y de rendirlo coa st~r[!Hitl;}d, h n biera n si-
<.lo qniz;l Ínespllgllablcs ¡í C:-lusa de las ventajas del
ten'ello; pero J:,ltalldo uno y otro, las tropas es-
pañolas cedieron el campo, vi'~ndose por prirne-
ravcz ,\ un cuerpo de caballnía de lanceros po-
lacos suhir al galope una rnol1taih escarpada pero
siguiendo ¡í los espailUIl's, <¡'le se dispersaroll
]Jl'ccipitadamente, aDal1dolJautlo sus handcras,
artill::rÍa y cajas ele gw'~rra. Siguió Sil alcuncc el
General l .. efebl'c Desfloueltes hasta mas all.í de'
Buitrago, pueblo situado en la ribera llcl'l'cha del
Lozoya, que atraviesa el camillo real de Mallriel.


El Geucral Hcredia, que l'nSq;ovia se habia
puesto á la cabeza del desgraciado ejército lle Es.
tl'emauura, salió el día 30 de N.oviemul'c de dicha




(35 )
ciudad parn tomar posICIOnes en el pl1l"rLo de 180ft
GlIadarrama , d(~¡ando en aquella ciuda(l á Trias
con ulla divisioll de 3.00U hombres, y ónlcn de
que si los enemigos se apros ¡maban, se rcti¡'asc
á ocupar el PUCl'to de NavacPITada.


En G!ladarrama 5111'0 ya Hercdia que el cjél'.
cilo de San JU:lll llabia sitLo lJatido, la posicion
de Somosierra forzada, y que Triasltahí" tenido
qne :Joal1(lonar ,í Segovia. En tal estado, pr~rslla­
dido de que los enemigos, ducüos ya de S0I110-
sierra, podrían alac;¡r á su cí(~rt:ito por frente,
espalda y flanco, mandó t:O!lvocar un consejo de
gllcna tic Oficiales generales, en el cuat se acOt'·
dó, "ue las tropas rellniuas con la artillería' que
[¡cahaba de ]legar de Navacerra(la y Fuenfria, se
trasladaselJ :11 Escorial, ell dOllde se creiae I1COI1-
fral' slIbsisleut:ias, que ya del todo faltaban en
GlIadarrama.


COIl el mal ejemplo de la dispersion de las
tropas de San .TlI:lll, (Jlj(~ habian ahandonado ¡t sU
Genel'al, las del l'¡['l'cito tle Estn~maduru l11Jni.
festahan sílllomas ele igual insubordinacion é in-
disciplina ~ y clarnahan fl voces que se las condu-
jese al SOcorro de l\1adriJ. El General Hcr\~dia
arellgó á sus sol<la(los, y manifest;índoles que
habia envia¡lo ,í. l\lallrid uno ele sus Ayudantes
pa-ra sabt~r ~i esta Capital se habia sometido ¡í. los
francpsrs, ]os :lcallú por tle pronto espc,'undo no-
ticias positi vas; 111:1S la 11'0 pa vol v íú de nuevo á.
desorJenarse de tln modo escandaloso, y decla-
rclllllosc en un est¡¡do cornpleto ele: insurreccioll,
gritaba sin respetar autoridad alguna, que no de ..




( 36)
'808. Lía obedecerse á Generales ni ;\ Gefe ninguno de


sargento arriba. HereJia, á duras penas, pudo
aun calmar esta nueva agitacion de sus tropas,
disponiendo su marcha para Madrid J y llegan-
do á la puerta de Segovia como á las 3 de la
mai'¡ana del dia 4 de Diciembre. Ya llegaban sus
descubiel'tas á la Plaza mayor y pllerta del Sol,
cuando uu Ayudante del General Moda se pre-
sentó al General en gefe manifestálldole q uc aquel,
se hallaba á la sazon en el cuartel gencral fran~
cés de Chamartin capitulando con el Emperador
de los franceses, que con venia en perdonar á los
]wlJi~antes de Múdrid y conservarlcs sus hacien-
das, siempre que su eiército no entrase en la Co\'.
te; por cuyo motivo le mandaha en nombre de
su General, (JLIe el ejército de su mando se diri.
giese á la provincia de EsLremadura. Hizo Here-
dia repetir al Oficial esta órdcn al frente de los
batallones, y en seguida mandó á su ejército se
retirase en buen órden, como lo ejecutó en un
principio por el camino de Estremadura; pero á
poco rato se empezaron á desbandar los soldados
y á desordenarse, de modo que en breve quedó
enteramente dispersado el ejúl'cito, y en la ma-
yor confusion se dirigió á Talavera de la Reina,
oí tiempo que se hanaba ya alli el General Gallu-
zo, nornbr3do de nuevo por la Junta central para
el mando de este ejército.


I.a Junta central, apenas supo que los enemi.
gos habían forzado el paso de Somosierra, y el
peligro que tan de cerca amenazaba á Madrid,
cuanllo dispuso precipitauamcnte que las troprL)




(j?)
que se halla}):)n en sus inmediaciones, se pusiesen 18(18.
I~n movimiento para socorrer la Capital, cuyo aro
mamento habia ella misma entorpecido. Tambien
di!'puso en esta crisis enviar á las provincias di-
ferentes de sus vocales para que en calidad de
comisarios procurasen exaltar de nuevo el espí-
ritu JníLlico para elevarlo it la altura á que habia
subidu el peligro, in (lamar el celo de las J unLas
provinciales, levantar nuevas tropas y buscar
cuantos medios y recursos fuesen imaginables pa.
ra la sal vacion de ]a patria. Determinó igualmen.
te la Junta central su traslacion á punto mas se-
guro, sacrificando á su seguridad })ersonal no
solo su uecoro , sino tambien la conveniencia plí.
blica, que c_'ügia que el Gobierno residiese en el
punto mas cercano al tcalro de la guerra. Fueron
acaloradas las discusiones que se tuvieron pm'a
acordar el punto á donde deberia refugiarse la
Junta: unos estaban por Toledo: otros por Cór.
doba, Sevilla y Cadizj y olros por Badajoz, cuyo
punlo fue por {in el e.scogido. Dclermil1óse que
l>a1'a facilitar el viage y causal' el menOl' gl'avá-
men posible á los pueblos del tráusito, se divi-
Jjesen en taudas, marchando inmediatamente
las primeras con di1'eccion á Toledo. Para dcspa.
chal' los negocios mas urgentes durante el viage,
se nombró una comision, compuesta del Presiden.
te Conde de Floridablanca, del vice-Presidcllttl
Marqués de Astol'ga , del Bailio Don Antonio Val •
• tés, del Conde de! Contamina, de Don l\fartin de
Gal'ay, de Don Gaspar Me1chor de Jovellano~
con el Ministro Don Ft'ancisco Saavcdra, y con




(38 )
1808. el Sccl'ctnrio general. Esta comision dehia mar-


char siempre en última tanda, y resolver dnran-
te el viage todo lo urgenLe, mienlras la Junta no
estuviese en disposicion de reunirse. Ea esta for-
ma abandonó la CCllLralla Capit;,l él. Sil peligl'o,
y corrió (l buscal' ,t puntos )'t'muIos Sil salV;lcion.
Antes de Sil mnl'cha hnbienrlo bs aVéIllZ,¡das (le
SomosiclTn sorprendido ,í. un paisano con tres
Carlas diri3idas) una al Conde de Floridablanca,
otra al Decano del Consejo Heal y otra al Corre-
gidol' (le Madl'id, escritas tlesrk H!'l'gos con fl'cha
(lr~ 17 de Noviembre, y firmadas por DOll.José.
Mi3ud l1e A~allza, Don Gonzalo Of:IlTil , Don
Maullel Homero, Don Mariano Luis de Urquijo,
Don Pablo Arrib<ls y el Conde de Ca],nlTIÍs) in vi.
tan(lo á estas autoridades qlle ab3I1dOll<lSCIl el pal'.
tillo de la fidelidad y del honor, sometiéndose á
la obediencia lld llSlll'pndol', cuyas fuerzas SllpO-
nian irresistibles, decretó que estos infall1es es-
crit.os, en los fllle con dolor se veian cslarnpadas
fil'mas esp::,i'lOIas, se quemasen por lllallO del ver ...
,111go, y sus autores, abanuonados á la exeCl'aCiOll
pública, fuesen tenidos por infidentt's ~ desleales,
indignos del nombre espalJOl y tl,;¡idorl's ;Í la He-
lision, ;í. la Patria y al Est.ado; previlliendo que
In Sab de Corte, como tribunal orrlinnrio ele 1l:~OS
hombres desaforados, (leclarados indignos de to-
elo privilegio y exencion, l(~s fOl'mase callsa y 103
juzgase en rehcldín, supliendo los tl',ímitcs y fór-
mulas que con la dilacion perjmLic:1ll al castigo
de tales ct'Ímenes y al escarmiento público .


. Apenas el vecindario de Madrid., engañndo




( 39)
por los pomposos p;¡l'te~ (~ue pnblicaba la Junta
central, \'ió clllrar los Jispersos Jel ejército Je
SOlllosicrra T)(~r:i('buitlos muy de cerca por los
franceses, quedó eslraordinariarnente sorprendi-
do, porque jusLamente e11 la noche antel'iOl' se ha4
l)ia pllhlica(lo pOI' el Gobierno la noticia de ha-
1)cl' sido rce/,azado y v!;lJe~do en SeplÍlvella el
ejército cJletlJi¡.;o, Los !J,dJitantcs de Madrid, te-
llÍendo ya easi .¡ tiro dI! las débiles tapias que la
circundan, la~; :I\'anzadas [raucesas, desde sus mis-
mos lechos vuellos de su sorpresa y sin saber qué
hacer J pOl'que nadie se presentaba á mandar, se
pusieron en movimiento, y preparándose á tlua
defensa fuerte V vi"orosa abrieron }ll'ofundas


... u ,


zanjas J lev¡llllal'On para peLOS , y colocalldo Late-
rías en los pUJllos milS eln"ados y eu algtllia:'i de
sus calles prillcip:dt's, dr~sr!t'gal'oll una serenidad
y un cnlllsi:ISlllO impt)tlder"bles. El Teniente ge-
neral Moda ftlc el comisionado por la Junta cen-
tral para la defellsa de Madrid; y en la casa de
Correos se formó tina Junta militar, prcsidida por
el Duquc del Infantado, para ocurrir de pronto
á los· apuros que dcbian sobrevcuir en la defellsa.
Repal'ti:'rúlIse al paisanage los fllsiles que se ha-
llaban almacellados cn d Hetil'o y en San GCl'Ó4
nimo, y formado ca cOll1pailias marchó á ocupar
y defender los pllcstos llIas convcnientes. Entre-
tanto las l11uge!'cs y los lIiüos trabajaban con el
mayor ardor en dcscl11pt:dl':lr las catles, escaval'
la tierra y con ella terraplellar las ]luertas y los
portillos. Durnnle torla la lloche tld primero de
Diciembre coutinuó la Junta. reunida en sesion


1808.




(40 )
fS()3. permanente en la casa de COrl'{'os, yel pueblo la


('mpleó sin descansar en preparar los medios de
defensa. Distribuyél'onse al pueblo una multitud
dp. ch uzos, que ha bia ma nelado fa brica r el Duque
del Infantado, y se repartieron muchas de las
armas custodiadas como una curiosidad en la Ar-
mería Real, las cuales en otro tiempo habian ser-
vido para purgar el tenitorio español de la domi.
nacÍon de los árabes. Se dispuso y previno ál ve-
cindario que las campanas de las parro(!uias Con
sus toques anunciarían los ataques del enemigo y
pnntos de peligl'o, para que acudiesen á defen-
derlos los patriotas. Con el objeto de precaver
las consecuencias del fuego de los siliadores, se
mandó á todos los vecinos tuviesen rthiertos los
portales de sus casas, para que ]05 que transi-
tasen por las calles encontrasen asilo en cual ..
qllÍer caso.


Hallabanse á la sazon (lentro del recinto de
Madrid una guarnicion de 4.000 soldados y mas
de 40.000 paisanos mal ó bien armados, todos
resuellos á resistil' al enemigo hasta el último e:-;.
tremo.


El Mariscal Bessicl'es envió de órdcn del Em-
perador uno de sus Edecanes á la Capital, inti-
mando á sus Autoridades abriesen sus puertas al
ejército francés; mas era tal la exaltacion del
paisanage que defendia la })uerta de AlcaLí, en
donde se presentó el parlamental'Ío , que costó
mucho trabajo el salvarle la vida. Un ca1'l1iccl'o
que se hallaba en la defensa de esta puerla, llegó
á exigir en esta ocasion·que el mismo Duque de




,( 41 )
Istria COn Jos ojos venuados; se presentase en la.ª
lHlcrlas de l\bJrid ¡í pedir la capilUlaciol1. •.


La JUllta militar com.i~ionó á UII Oficial vara
llevar la contestarion á la intimacíon del Empc.
)'(1(101', pOI' la que se le hizo entender que la~ viJl~
de Ma¡hi¡l estaba resuelta á sepullal'se bajo sus
rlJÍnas primero que consentir en la entrada de:
los frallceses, Crecia en tauto la exalulcion del
pueblo al ll1¡lS alto punto, y como eulOllces SI!
encontrasell algunos cartuchos llellos en parle de
tierra, con el objeto sin eluda de inutilizal'la oc-.
feílsa, y se oifundiesecol1 estudio esta noticia en
momentos tan difíciles, unilla á las sospechas qUfl
tl'a{! consigo situacíon tan alnrmantc, el puchlo
se precipitó irreflexivo á quitar la vida al ~lar~
gués de Perales) que era el corni.siolwclo para la
distribucion de cal'tl1chos. Asi pereció cste P(~)'~
sOllage, á pesar del grande ascendiente que tcni,!
sobre las clases polJl'es, por la franqueza de su
car:lctcr, por la familiarillad con que tralaha á
sus individuos, y VOl' su generosidad. El pueblo
saCl'iticú esta víctima inocente, pero sin ensaüar-
se con el cadáver. Todos los cartuchos se rehi-
cieron de lluevo} y á esta opel'<Jcion se dedicaron
})rincipalrnente los frailes :1 las mugeres y los
mños.


El Emperador empleó todo el día primero eq
reconocer los alrededores de Machid y en dar
sus disposiciones para el ataque. Una de las <1i-
,'isiones del General Victol', á las órdenes del
General 1\1aison, se dirigió cant'ra la puerta de
Fllcnc3nal, al mismo tiempo ([ue el General


'rOMO ¡l. ()


tBOS.




(42)
1006. La~ll·iston, su Ayudante de Campo, sostenia y


protegia este ataque Con algunos escuadrones y
cuatro piezas de artillería ligera de]a guardia im-
perial. No fue menesLel' mas que el auullcio para
que con la mayor celeridad acudiese al punto
atacado un inmenso número uc paisanos, que re-
forzando á los que estaban eucargados de su de-
fensa á las órdenes del Marqués de San Simon,
rompieron un vivo fuego contra el enemigo. La
inf~llltería fl'a ncesa se a podnó ue ] as casas de las
afueras y del cClnenterio, situado á COI'la distan-
cia de la puerta. La l'esislcllcia fue obstinada, y
los franceses desistieron de su intento de pene-
trar por ('utOnces en Madl'iJ. Duranle la noche
el ¡'esto ue las tropas del cuerpo de Victor lomó
po~iciones, y fueron gl1arllecidos con artillería
todos los puntos desit:,llados por el Emperador.
A las l2 de la noche el Ma) 01' General l~erlhier,
Priucipe de Ncuch3tel, envió á la plaza un Te-
niente Coronel de arlillerÍa espallOl hecho prisio-
nero en SOlllosierra, con UU3 c3rta para el Mar-
qués de Caslel3l', del tenor siguiente: lIllbielldo
conducido las circunstancias de la guerra III ejér-
cito ,fi'(l/lCés hastd las pllertas de ill(ulrid., )" estan-
do tomadas todas las disposiciones para apoderarse
de ella tÍ viva /llerZ(le> creo conveniente I COl!for•
me al uso de lodas las naciolles intimar ti Y. E'e>
Seíior General., que 1/0 debei.}· esponer tan impor-
tallte pu!Jlacwfl á los horrores de lUZ asalto, hacicn-
do 'victimas tÍ tanto pacífico habitante de los males
de la guerra,. y no queriendo omitir ninguno de los
medios de _haceros conocer vucstra 'verdadera si.




(43 )
tUl1cion .. os envio la presente intimacion por lUlO de 180&
vuestros oficiales hecho prisionero en Sumosierra ..
á quien se han manijestado los medios de que el ejér-
cito francés puede disponer para someter á j}{adrid.


Aquella misma noche habilitaron las bate-
rías que á la mañana siguiente debian batir las
débiles tapias del RClü'O; y prevalidos de la os-
curidad se dirigieron en gl'an nLÍmero á sor-
prender los puestos elevados de la montaÍla Llcl
Príncipe Pio, y despues de algunas tentalivas en
que fueron vigorosamente rechazados con bastan-
te pérdida, desistieron de su intento.


En aquella misma noche el Duque del Inf:m-
tado, Con autorizucion de la J unla de defen~a, sa-
lió de la capital Con el objeto de ponerse al freno
te de las tropas que se habian salvado del ataque
de Somosierra , ó de pedil' auxilio á las del Ge-
neral CastaflOs, á quien se suponia no lejos de
dla, y se dit'igió por el camino de Guauala.
jara.


El dia 3 á las nueve de la mafwna el Marqués
de Castelar contestó por el referido parlamenta-
rio á la intimacion que se le habia hecho ]a no-
che antes .. en los términos siguientes: = ¡)füllse-
líor: Antes de responder categoricamente tÍ V. A.
no puedo dispensarme de consultar d las autorida-
des constituidas de esta Villa .. y conocer las disposi_
ciones del pueblo, d{lndole aviso de las circltlls.
tancias presentes. A este fin suplico tÍ V. A. me
conceda este dit;J. de suspension para cumplir con
estos deberes .. ofreciéndole que mailana muy tem-
prano ó esta misma noche enviaré mi respuesta á




(44 )
ítlOS. V. A. por 1m Oficial general. -.:... Elll1arqués de


Caste/ar.
En el momento. mismo fJl1C se recibióesla'


respuesla, las carIlpanas hicieron la seiJal dc un
ataqu~ general por los puntos de la l11011laüa.Jcl
Príncipe Pío, puntas del Conde Duque y Sc-
ininario de Nobles, Je Fuelle:!!'l'al, los Pozos;
Santa BárlJara, Recoletos, Alcalá y Ilelil;o has-
ta la puerta de Atocha. Treinta lJiezas de ar p '
tiUerÍa rompieron el fuego conlra las enue..,'
hIes tapias dd Retiro, en cuyo pllllto, tal vez
el mas importante, la imprevisioll no 11<Jbia co..,
loca do üi' siquiera una pieza de artillería. Bien
pronto la del enemigo. ah rió una hreclta pl'acti.'
cable, por la que con el m¡¡yor denupd-o };enetró~
la division d"l General Vilbue compuesta de al.
gUtlOS batallones, é inmediatamente se inundó to.:.
do aClne] recinto de soldados franceses c¡üc abu-
yen t a rOn á .. sJlsder(!ns.or~s luícia el i 11 tCl,ior de la
poblacion. Estc funesto acontecimiento produjo
la l'ctiratla de los patriotas que combatían en la
puerta de Alcalá, y el enemigo aoe1nntó enton-
ces sus tropas hasta el paseo del Prauo. Las ca-
lles tle Alcalá y de la carrera de San Gerúnimo
que principian en el mismo pnseo, estaban de-
fenuHlas por corLaouras y pnrapetos. El paisana-
ge )lizo un fuego muy sostcuido desde las ven-
tanas y portales de las casas que se hallan á la
entrada de las mismas calles, particularmente
desde la casa del Duque de Medinaceli, la
cual tomada ;~ viva fuerza por los enemigos, fue
saclueada, pasando á cuchillo ámucho.sdc los




(45 )
que la ocnpaklll. En esta refriega fue lllllP.l'to j¡~08.
el GCllcral Lillll'ier ~ qlle marchaba éí la cilbc-
za de su J'tt;iL11icuto n.O 3 de infantería ligna,
por un babzo Jisparadú de una de las ventanas
de aquella casa.


No se ahaliapa\' estos contratiempos el enlu-
5ia:i1110 dd pais:Ju;¡gc, y renovando la memoria
sangrienta y alevosa del 2 de 1\13yo) y émulo de
las glorias de la inmortal Zaragoza, se disponia
á sacl'iJicarse· por la defensa de la capitell; pero
á pesar de tan favorables disposiciones el Gene-
ral Castda¡', vielldo la imposibilidad de poder re-
sistil', salió en la noche del 3 de la capital, diri-
giéndose con la tropa de su mando hácia Estre-
mauura. A las once de la maüana de aquel día
babia recibido Castelar otra intimacion de :Ber-
tlúer, red Llcida ,i que la defensa de Madrid era
contraria á Jos prindpios de la guerra; é inhu-
malla para SllS lwbitantes; que autorizado de
nuevo pOI' el Emperador para esta tercera inti-
macion, le hacia saber que una artillería inmellsa
se hallaba en baterías dispuesta á romper el fue-
go, y que se lll'cparaban minas para volar sus
principales edilicios; que ya diversas colllmnas
francesas se hallaban en posesion de las princi-
pales enlradas de la villa; mas que el Enlpera-
dol', generoso siempre en el curso de sus victo-
rias, suspendía el ataque por Jos horas; que
contase con la seguridad de los hahit<ll1tes paci-
ficos, del cuILa y de sus ministros, y con un olvi-
do general de todo lo pasado. EIl({r~()lad un pa-
bellon blanco.J, conclui~) antes de dos horas,yen-




180l'jo
(46)


'viad comisionados para tratar de la rcmlicion de la
capital.


A las cinco de aquella misma tarde el Gene-
ral MorIa, sin contar con el pueblo, marchó al
cuartel general de Chamartin, acompañado del
parlamentario fnlllces, despues de haber persua-
dido á la Junta á autoriza,' este paso, deseosa de
sahar á Madrid de los horrores de un asalto.


T,oaslució el pueblo que se trataba de capitu-
lacíon , y rehusando someterse á ella, acudió al
vale¡'oso Vizconde de Gante, que tenia á su car-
go la d~fellsa de las pllertas ele Segovia y de la
Vegn, y uo le elejnron hasta que les prometió
continuat' en la defensa y mOl'Íl' por ella, con lo
que se continuó et fuego con viveza en touos los
pnntos en que habia enemigos al alcance: falLa- o
han ya metralla y tacos para los cailones: mas
los vecinos á por[la, despl'endit~ndose de todos los
utensilios tle hietTO de sus cocinas, proveyeron
en tanta abundancia y con tan gene,'oso despren.
dimiento, que á la entrada del enemigo se en-
contraban aun hacinados por las calles.


El dia 4 á las seis de la mailana el General
Morla y el Mariscal de campo Gobel'l13clor de Ma.
drid Don Fernando de la Vera, que le habia
acornpallndo, volvieron dd campo fnmces, y
anunciaron al público haber concluido una capi-
tulacion, por la que se entregilba á los francesc~
la capital, garantiendo estos la seguridad de las
personas y bienes de sus heróicos habitadores.


A las lO de aquella misma maüana entró en
Madrid el General Augusto Bcliard) nombrado su




(4' )
Gobernador, é inmediatamente fueron ocupados ltlO8.
todos los puestos por la tropa francesa. Esta per-
maneció largo tiempo formada, y aun des pues
que parte de ella se acuarteló) sc mantuvo tan alero
ta y recelosa como si estuviese á la presencia uel
enemigo, y con los caballos ensillados.


El EmperaJol' uo (¡uiso entrar en Madrid, y
permancció acampado con su guardia en el
pueblecito de Chall1artin, á una l egua de distan-
cia. Alli continuó dando sus disposiciones; el G
decretó el desarme general del vecindario, pero
solo por un anuncio y no de casa en casa como
se habia efectuado el 3 de Mayo. Ocupadas las
puertas 1101' los franceses, no dejaban salir á na-
die sin pasaporte, y los habitantes de los pue-
blos cirCUIlVCCÜlOS que haLían acudido á la de-
fensa de ]a capital, liacian aparecer maJar su
poblacion. El rt'y José tampoco entró en la ca-
pital y se mantuvo situndo en el Pardo.


A pesar de la capitulacion Napoleon llizo ar-
restar al Decauo del Consejo de Castilla Don Arias
Mon y Ve!ilrJe , que conducido á Francia murió
mas adelante en uno de los hospitales de París,
lllcrecit'l1(!o este cspajlOl por su inalterable cons-
tancia ser declarado bellemérito de la Patria por
las Córtes espailolas. Inual arreslo sufrieron
otros varios Cunst'jeros, y los diguos Fiscales de
este tribunal Don Gregorio Diez y Don .Nicolás
Sierra.


El Marqués de San Simon, antiguo emigrado
frauees que con tanto valor babia dirigido la de-
fensa de la puerta de Fuellcarral, fue manuado




(48)
ltlOo. juzgar por unn comisiotl milital' franccsa, y con:"


uel1ado pOI' esta á la pena capital, hubiera sido
i11l1udablemente sacrificada Sil vida, si su hija,
modelo ejemplar de piedad lilial, '.lropellando
pOI' todo, no se hubiera pl'esclllaclo PIl Chamartin
y enternecido con sus Lígl'imas al Emperador.
Concedo, la dijo este cedielldo ;í SIIS 1'lJ(~g()S, el
perdoll ti 'vuestro padre .. y le aúaTlfluno á ·/os re-
mordimiefltos de huber tomado las armas COl/tra su
patria.


Tampoco la capitulacion tllVO efeclo en ór-
dcn al respeto y cOl1sen'acion de las propieda-
des: fonnóse una junta d(~ S('cllcsII'OS para COIl-
fiscal' los Licncs de ciertos particulares y Gran-
des de Espaüa.


La defensa de Maclric! J a1l11111C realmente no
opuso mas que tres días de l'esistl'llcia á las llUes-
tes del uSlll'padol', p¡'olllljO reslllLallos admira-
bles y de la mayor cOilst'cucllcia. En los tres
días que el eprcito lllllnel'OSO de Napoleon se
detuvo delante de sus d(~sIJl'ecii\blcs tapias, ganó
tiempo el ejórcito auxilial' inglés, se reunieron <i
sus Lalldel'as los dispersos de la accion tic S0I110-
sierra, se alejó la gUil¡'lliciotl dc ;\l;¡Jrúl para in-
corporarse con sus eOltlpaÜl~I'oS de armas, y se
puso en salvo la JLlIlla central, único l"'ülJierno
legítimo de Espaüa; y cna\l(lo NallOl(~on recordó,
y su ejúl'CilO estuvo en disposicioll de seguír
marcltanrlo adelante, ni le file pü~;ihlc persq,uir
de eerca y balil' á 13s tropas allxilial'cs, ni tras-
tornar y descollcertal' al gobiel'lIo, cl1ya existen-
cia y unidud era tan necesaria á la lH,ClOn} es-




(49 )
pecialmcnte en época tan crítica y desastrosa. 1808.


La oCllpncíon de la Capital de las Espail3s no
produjo el efccto que se habia propuesto Napo-
leon; pues lejos de apresUl'arse las provincias á
enviar su sumision, trataron de hacer nuevos es-
fuerzos por cOll<{uistar su independencia. Hemos
hablado de varios decretos dados por Napoleon
desde su campo imperial de Chamartin, Por uno
·del 4 de Diciembre declaró á los individuos del
Consejo de Castilla destituidos de SllS magi:>tra-
tu ras, como cobardes é indignos de pertenecer á
la N acion espaüola, disponiendo que su Presi-
dente y Fiscales fuescn arrestados como rehcnes,
y los demas Conseieros detenidos en sus casas¡
sopena de ser perseguidos y tratados como trai ...
dores, esceptlJiínJose de esta disposicioll los (Plf~
no hubiesen firmado la declaracion dC 11 de
Agosto, tan deshonrosa á la dignidad del Empe~
r:Jflor.


Por otro decreto de igual fecha mandó que
inmediatamente se organizase el tribunal de rc-
posicion , creado por el título 11 de la Constitu-
cían de Eayona; y por otro del mismo dja de-
claró suprimido como atentatorio á la soberanía y
á la autoridad civil el tribunal de la IUtjtlisicion,
y aplicó sus bienes para la amortizacion de la
deuda de España. Decretó igualmcnte que lIn
mismo indivilluo no pudiese poseer sino una SO~
la encomienda, la reduccioll de los convento,
de Espaüa á una tCI'cera parte de los existentes,
prohibiendo la aclmision de no\'icios, y dando li-
herfad para seculari~arse á cuantos lo quisiesen,


'l'UJW 'lo 'J




(50)
t80S. asign,índoles para su manutencion de los fondos do


los respectivos conventos una pequeüa pensionj
abolió los derechos feudales, y toda carga perso.
nal, todos los derechos esclusivos de pesca, de
almadrabas y otros de la misma naturaleza en
rios grandes y peqlleüos ; todos los del'cchos so-
hre hornos, molinos y posadas, permitiendo á
todos dar la mas libre estension á su industria;
y suprimió las aduanas y registros existentes do
provincia á provincia, dejando solo las establecí ..
das en las fronteras.


En 7 ue Diciembre cspidió la siguiente pro ..
·clama. = ClEspaüüles : Habeis sido perdidos por
hombres pérüdos que os han empellado en una
lucha insensata, y os han obligado á correr ,¡ las.
armas. ¿ Hay alguno cutre vosotros que l'eflexio-
11ando un momento lo que ncaba de sllccderos,
no se halle convencido de que habeis sido el ju-
guete de los enemigos perpetuos del continente,
que se gozan de vel' vertida la sangre e.'>pailOla y
francesa 1 ¿ Cuál pudiera ser el resultado aún
del suceso ue algunas campailas? U na guerra de
tierra sin fin, y una larga incerLioumbl'c sohre la
suerte de Vllcstr3s propiedades y vucsll'u existcn-
cia. En pocos meses os habeis entregado á las
agonías de las facciones populares. Algunas mar-
chas han bastado para la ruina de vuestros ejér-
citos. l-:l.e entrado en :Madl'id : los (lel'cchos de la
guerra me aut.orizaban á llar un grallrle ejemplo


,y á lavar con sangre los ultrages hechos á mí y
H mi nacion. Solo he escuchado la clemencia.
A1311110S hombres, autores de todos vuestros mu.




(51 ).
les, serán solamente castigados. Bien pronto i808.
arrojaré de la península cse ejército inglés, en-
viado á España, no para sOCOI'reros sino para ins-
piraros \lIla falsa confianza para perderos. Os
habia di.cho cn mi proclama de 2 Je Junio que
qneria ser vuestro regenerador; pero os haceis
sordos ;Í mis ~'occs )'csistíCntlo ií mi~ fuerzas, que-
riendo que yo os malldase,no por vuestra volun-
tad y cOllsculimicnto, sino pOI' los dcrechos de la
guerra. Nada sin embargo a ltcrar<! mis disposi-
ciones. Quiero aun alabar lo quc haya podido ha;-
ber de generoso en vuestros esfuerzos: quiero
reconocer CJue se os han ocultado Vllcstros venIa-
dCl'os intereses; qne se os ha disimulado el ver-
dadero cstado de las cosas.


» Espaiiolc.·) , VIlc6tro destino está en mis mrl-
nos. Dcsechad los vencnos q1lC los ingleses han
derramado entre vosotros, QllC vuesll'O Jley esté
seguro de vuestro amor y v ucslra confianza, y
screis .mas poderosos, mas felices que no .10 lw-
beis sitlo hasLl aquí. He destruido cuanto se opo-
nia ,í vuestra pr,)speridacl y grandeza; he roto
lhs trahas que pesaban sobre el pueblo. Con el
Rey fIlIC JO os do.y J tC!ldreis tina monarquía dul-
ce, suave y liberal, y nadie tendr,í ~11ytivos pa-
ra (lllejarse de ~;n gobicl'1lo : solo depende dc vo-
sotros de gozal' de este insigne ,)e.n~{icio (lile os
pl'opOrCiollLlrá la Constitucion de BaJona que se
ha formado COll tanta prudencia y sabiduría.


»Pero si mis esfllcrzos son inúr¡lcs, si no cor-
respondeis á mí cOllfianza., 110 me ,reslal'áotro
arbilt:loque el de trataros .c.onlQlp'·ovincias COn-




(52 )
1 SOS. quistadas,y colocar á mi Hemlano en otro trono.


Ceüú'án entonces mis sienes la corona de Espafla,J
y sabré hacer que los malvados me respeten; pues
Dios me ha dado la voluntad y fuerza necesarias
para superar todos los obstáculos. En nuestro
t!ampo imperial de Madrid á 7 de Diciembre de
1808. = Firmado Napoleon. = Por el Empera-
dar, el Ministro Secretario de Estado, Hugues B.
Mareto.


Habiendo manifestado el Emperador por me-
dio del Corregidor de la villa de Madrid, que que.
l'ia que esta, representada por diputados de loJa9
sus clases, fues~ á implorar su cl.!mencia, y;Í pe-
dide que restituyese al trono de Espaila á su
bermano José, el dia 9 de Diciembre se le pre-
sentaron el COl'l"cgidor de Madritl Don Pedro de
1\101'a y 1,0mas, los Regidores Don .J uall de Casta_
fl,Hlo y Don J lliln Jaramillo , los Diputados del
cornun Don Matias Bayo, Don Juan José de
Dringas y Don Mateo Norzagaray, Ulla diputa-
cíon de dos Abades en representacioll del Estado
eclesiélstico regular, dos Curas párrocos del se-
cular, otra diputacioll del cuerpo colegiado de
la Nobleza compuesta de dos individuos, otra
de los cinco Gremios mayores compuesta de
otros dos, otra ue diez.en reprcsclltacion de las
64 Diplltaciones de los Barrios que comprendcll
los diez Cuarteles, y otra de cuatro por el cuerpo
de vecinos honrados de las parroquias de Ma ..
eh·id.


El Corregidor de Madrid, puesto á la caLeza
de es la gran Díputacioll, hólbló al Emperador




( 53) .
d:índole gl'ncias por la benignidad con que en la 1808.
conquisla de sus triunfantes armas habia mira-
du por la salvacion y felicidad de la Capit¡¡I,
dignándose concederla la benéfica y honros;! CH-
pilulacion, que miraba como la sal va guardia de
cuanlo habia pasado en la 3 uscncia de su her-
DlallO el rey JOS(~: le suplicó á l10mbre de lus
difvrclltvs cuerpos ú quicnc3 reprcsentaba la di.
putacion, que se dignase concederles la gracia de
ver d~ lluevo en Madrid á su rey, para tiue man-
dán .. loles, disfrutase la capital y los pueblos de su
inmediata jurisllicciol1, y á su tiempo la Espaüa
toda, de la tranquilidad y bicnes que csperaban lle
su dulce carácter, y concluyó rogando al Empe-
rador dispensase su gracia á los que por miedo
de los estragos dv la gUCITJ hahian salido de la
Villa y dejado sus casas abandouadas, é igual-
mente á los vecinos de los pueblos iurnediatos J y
tambien á todos los paisanos que habian lonHlao
las armas, no dudando de que se dignaria reen4
~argar las mas rigurosas órdenes á las tropas, pa-
ra que se respetasen las propiedades, los santos
templos y comunidades religiosas.


El Empcl'adol' contestó á este discurso en es-
tos términos:


«Apruebo los sentimientos de la villa de Ma-
drid. Siento los males que Ila espel'imcntado, y
tengo á particular dicha el haber podido en estas·
circunstancias salvada y ahorrarla mayores ma-
les. .


nMe he apresurado á dar las disposicion~~
que tranquilicen á lodas las clases de ciudadanos;


\




( 54)
1S08. no ignorando cuán penosa es la inccrtidurúbre á


todos los pueblos y á todos -los hombres.
» He conservado los órdenes religiosos, cerceo


nando el nlÍmero de los frailes. N o hay hOmhre
sensato que no conozca que era demasiado ere ~
cido su número. Los que han sido llamados por
lln~ vocacion que viene (le Dios, permanecerán
en sus conventos. Por lo que hace ,í los demas,
cuya vocacion era poco sólida y determinada
por consideraciones mundanas, ya les he asegu-
rado su existencia en el estado eclesiásLico se-
cular. De lo sobrante tle los bienes de los con ..
ventos he proveido ya paril acudir ,í bs nece-
sidades de los curas de esta clase, que es la mas
interesante, y la mns úlil del clero. »


» He abolido ese tribuna], contra el cual es-
taba reclamando el siglo y la Europa. Los sacer-
dotes dehen. guiar las conciencias J pero no de-
he n e j ereer j Ilrisdiccion ninguna esterior y cor-
poral sobre los ciudadanos.


») He satisfecho it lo que debia ;1 mí 'Y á mi
naüion: la parte de la venganza est:í ya hecha;
lla rccai(lo sobre diez de los vrincipales deliü-
eLÍclItes; para todos los dcmas el penloll es enle·
2'0 y absolllto.


II He suprimido los derechos usurpados por
los seüores en el tiempo de las guerra.,; civiles,
en el cllal S8 vieron 103 Hcyes muy á melludo fol'·
zadós á abandonar sus derechos para comprar
su tl'Jllcl'lilidad y el reposo de los plldJ]os.


») He suprimido los del'echo5 fendales J y
cualquiera podrá establecer y poner posudas,


"




( 55~
hornos J molinos, ,3 lmadl'abas , pe8querías, y dar f!;lOS.
un vuelo libre ,1 :m induslria, con tal que observe
las leyes y los reglamcntos de la policía. El
cgoismo; la riqueza y la pl'osperidad de un
corlo número de hombres acarreaba mas da-
ños á vucstra agricultura que los calores de la
canícula.


)} Asi como no hay mas que un solo Dio~,
tampoco debe habcl' en un estado mas que una
sola jllsticia. Todas las justicias particulares ha-
bian siuo uSLll'pndas, y eran contrarias á los de-
rechos de 1<1 N acion.


)} Yo las he destruido.
)} TamLien he hecho entender á cada uno en


particular lo (lue l)ouia tener que temer, lo que
tenia que esperar'.


»..1 los c~jérciLos inglcses Yo los lanzaré Jea
la península.


» Zaragoza, Valencia, Sevilla, serán some-
tidas, ó por la pcrsuasion, ó por la fuerza de mis
armas.


»No hay obstáculo ninguno cnpnz de retardar
por mucho tiempo la ejec\lcion de mi voluutad.


)}Pero 10 qlle es superior;Í mi poder, es el
constituir á los cspaiJo]('s en lJacioll Laja las ór-
denes del Hey, si continuan imbuidos en los
principios de divisiol1 y de odio h¡ícia la Francia,
que los partidario;.; de los jngleses y los enemi-
gos del continente han esparcido e11 el seno de
Espaü;¡. Yo no puedo establecer una nacion, un
rey y la dependellcia de los espaüolcs, 51 esto
rey no está seguro de. su lealtad.




( 56)
taos, » Bien fácil me sería, y estaría obligado á go-


hCl'nal' la EspafIa, nombl'an(lo para ella otros
tantos vil'cyes cuan las son sus provincias. Sin
embargo, no me niego á cedcr mis dercchos de
conquista al Rey, y á establecerlo en Madrid
cuando los 30.000 cilldadanos que encierra esta
capital, eclesi,ísticos, nobles, negociantes y juris~
consultas hayan manifestado sus sentimientos
y su fidelidad, cuando lJ3yan dado el ejemplo á
las provincias, ilustrado al pueblo, y hecho co-
nocer á la nacion, que su existencia y su felici-
dad penden de un Rey y de nna COlIstitucion lihe-
ral, favorable á los pueblos y contr:Il,ja línicamcn.
te al egoismo 1 á las pasiones orgullosas de los
grandes.


\) Si tales son los sentimientos de los habitan-
tes de la villa de Madrid, juntcnse sus 30.000
ciudadanos en las iglesias, hagan delante del
Santísimo Sacramento un juramento que salga no
solamente de la haca sino del corazon) y que sea
lJin restriccion jesuítica: juren apoyo, amor y 6:.
delidad al rey; inculquen al pueblo estos senti-
mientos los sacerdotes en el confesonario y en
el púlpito, los negocinutes en su corresponden-
cia J los jurisconsultos Pll sus escritos y en sus
disclll'sos. Entonces me clcsprenderl~ del dere-
cho de conquista, y colocaré al Rey sobre el
Trono, y será para mí muy lisongcro el portar-
me con los españoles como un fiel amigo. La
~E'n,:racion actual podrá varia¡' en sus opinio-
nes: demasiadas pasiones se han manejado para
esb); pero vuestros descendientes me bcnut'cirán




(57 )
, d' l' como a vuest.ro regenera 01': contaran en e nu-


mero de los (]ias memorables eslos en que he pa-
recido en vuestra presencia, y uesde estos dias
será la data de la prosperiuad de España.


»Ahi teneis, Señor Corregidor, ailadió el Em-
perador, mi moclo de pensar todo entero. Con~
suItaJ á vuestros cindadanos, y ved el partido
que tencis que lomar. Pero cualquiera que sea,
ahrazadlo francamente; no me manifesteis sino
disposiciones sinceras y verdaderas.»


El 12 de Diciembl'e publicó otros dos decre-
tos, mandando por el primero, que todos los
individuos que estuviesen en posesíon de gozar
alguna porcion de contribuciones civiles ó ecle-
siásticas, cesasen de percibil'las; y por el segun-
do abolió toda jurisdiccion señorial en EspafIa,
decla rando que no habia mas j urisdiccion que
la del Rey.


'rOMO 11.


19(16.




( 58)


,


CAPITUJ.JO IV.


Operaciones del ejército del centro. - Su retinda. - Ac-
cíon de Rllhierca. - CastúlOs depuesto del 1lJ:!ll :.10.- Sen-
timiento (le Sll cjircito. - Toma el lIlando el GellCl'al
La¡;elía. - El Duque del Infantado se reune á este ejér-
cito. - Noticia (le la capitlllaeion (le Madrid. - Sahlc-
vacion del ejército. - El General LapeiJa deja ellllando.
- El ejército proclallla por su GeCc á lnfantado.-Cas-
tigo del autor dc la sublc\·acioll. - J)is;lO~;iciollcs !lc In-
falltarlo. - La divisioll de V:dcllcia se sep:lra del ej(rrci-
too - CastalIos e3 cOI¡flllatlo por la Junta céntral. - Se
le forma causa. - Su inocencia. - lnjnslicia con quc se
le trala. - El ej(~J cito (lc lllfa;Il:1I1o Ilega:í Cuenca. -
Accioll de Tarancon. - Accion dc Ucl;rs. - Devastacion
de este puchlo pOI' los franccses. -.El ejército de Infau-
tallo se rcLira á Valcllcia.


1808. Despues (le la desgraciaua aCClOn de TudeIa,
el ejército llel cculro tuvo que n;lll'arse) como
ya llevamos m;¡nifc~laJo, ldcia Baria y Castilla
la llueva) acelerando su nlal'cha con el objeto
de prol c:gel' á r,L:d .'id amenazada pOI' los enemi-
gos. P¡1ra cubrirla relirada formó el General
Castaños una Jivision de seis batallones Je línea,
tres de ligeros y cuat¡·o escuadrones al mando
del General Venegas. Los enemigos alcanzaron :i
esLa columna en CalutaJud el 25 Je Noviembre;
pero Venegas los contuvo sin C'l1lpeüar jamas una
accion formal hasta el Jia 29 en que nuestras
tropas, en p.o~icion á la entrada de Bubierca) fuc-




( 59)
ron avistaaas por mas de 8.000 franceses al ama- 1808.
necer, los cuales, despnes de varios reconoci-
mientos de nuestra posicion, la atacaron vigoro-
samente entre nueve y diez de la mañana; pero
fueron rechazados con la mayor bizarría. En.)O
de Mayo de 1816 premió S. M. el sobresaliente
mérüo de e.~ [ns tropas con una Cruz de distin-
clon, compuesta de cuatro brazos igu3les en for-
ma de aspa) y cada uno de ellos de figura seme-
jante á la de un clarín, esmaltados de blanco
rOl' su medio sobrueute: en el centro del aspa
lwy una elipse de oro, en que está grabado el
lema: Por FCl'llalldo VII; Y en el exergo so-
bre carnpo l)lanco se lee en letras l'ojas En Bu-
bierca.> 29 de Noviembre de 1808. Rodea la elipse
una rama de encina, y en la parte superior de
ella licne una corona !leal de oro. Se lleva pen-
diente de una cinta dornda.


En Arcos, lL1gnr del tl'<Ínsito de Cnlatnyud á.
Sigiicnza) el General Castaños recibió órJen de
la Junta central para qnc inmediatamente entrega-
lle el mando al Mariscal de campo Conde de Car-
taojal nüentras venia á encargarse de él el Marques
dela Romana, GCllcral en gefe del ejército de la iz-
quipl'da, á quien se le habia nombrado igualmen_
te del del centro. CastalIOs, bajo el pretesto de
pasar á desempeñar la plaza de Presidente de la
J unLa militar general recientemente creada á las
inmediaciones de la Central, era separado de un
ejército que había conducido á la victoria ysos-
tenido con valor en los l'eveses de la guerra. Don
l'rancillCO Palafox) individuo de la Junta centra],




(60)
1:308. que se hallal¡a el! comision cerca del ejército del


centro, fue quien hizo presente á la misma la nc-
cesidau ue privar á CastalJOS del mando por su
inactividad, total abandono de hospitalcs y de-
mas recursos necesarlos para la conservacion y
marcha de un ejército. Cnstaños, siempre abe-
(liente, entregó ~n 30 de Noviembre en Sigiien-
za el maudo al General Don Manuel de Lapeüa,
á quien pOI' nueVil ónlen se le habia rnandatlo lo
veriGcasc. Caslaüos se separó de un cj,'TciIO ciue
le idolatraba, y su sucesor Lapeüa, siglli~nclo en
un todo los planes quc arlud lJULia trazaJo, Jil'i~
gió Sil marcha á Guadalajara, donde cull'ó ~l dia
2 dc Diciembre con toda la artillería y la mayor
llarte de la caLallería. En esta ciudad. encontró
¿II Duque dclln[¡¡ntaclo, quC', como liemos dicho,
habia salido de I~iadrid en busca ue eslas tropas,
y le instruyó de que el eneruigo se hallaba bao
ticlHlo ¡¡(lucHa capital, y ue que el camino ue
Alcalá uc llenares se hallaba interceptado por
las muchas tropas francesas clue estaban apos~
tauas en observacíon. En consecuencia de esto
se adoptó el mudar de direccion; y cuando el


o, o 1 1 l' o "\:T 011 o _1 SI' l'Jercllo murc lLllJ3 lUCIa Y 1 ::1I°eJo ue a vallcs,
se recibió la noticia de la capilulacion de Ma.
drid, por lo que fue preciso reLÍrarse hácia Cuen-
ca para eviltlr un encuentro con las fuerzas ene-
nligas , :\nfinitamente superiores.


Las marchas y contramarchas disgustaron á
las tropas, fatigadas á lo sumo, y exhaustas de
todo. En la villa de Mondejat' é Illana estalló
una sublevaciOll general en el ejército espaüol,




(61 )
que hizo temer las mas graves consecuencias. 1S0tj.
Para contcncl' esle desorden el General Lapeüa
ofreció <1bJical' el ma ndo y depositarlo en quien
fuese mas del agnHlo y salisfaccion de los solda-
dos. He unidos elltollces los generales y gefes lld
eié1'cito, 110rubraron por General en Gefe al Du-
que del Infantado, cuya cleccion fue aplauJida
por todos los soldados; y oc este modo se des-
hizo la terrible insurreccioll que amenazaba la
tolal disolucion de aquel ejército. Don José San-
tiago, graduado de Teniente coronel, cuya am-
bician aspiraba al mando en gefe} principal au-
tor de esta insurreccion, fue pasado por las ar-
mas e11 Cuenca en 12 de Enero siguiente.


El Ducllle dd Infantado, lleno de amor por
la causa de su Palria, y con una integridad y rec-
titud sin ejemplo, tenia dadas pruebas inequí-
vocas en todos tiempos de sus deseos del bien
general. Inmediatamente se dedicó con el mayor
aÜlIl á remontar la caballerÍa que se hallaba en
el estado mas miserable, sin monluras y sin her-
rages, y puso la infantería en el mejor pie de
guerra; de modo que á los pocos dias de su nom-
bramiento se habia cambiado del todo el aspecto
de ague! ejército, que cont;.¡ha con 18.000 hom-
bres de ladas armas, sin la di v ision de Valen-
cia, que bajo las órJenes del General Caro se
retiró á esta capital} no queriendo servir á las
órdenes de IuLll1tado, ni esponerse á los reve-
ses de la guerra fuera de los límites de su pro-
" mela.


Castailos cn tanto se dirigió á ]Hlscar la resi-




(G2 )
1808. dencía de la Junta central, que hostigada en to-


dos los pueblos por donde transilaba por el cla-
mor de todos los es paüoles, á (1 uie IlCS s II falsa
poI Ílíca habia te nido en ga üa dos, os tenta lldo mc-
nor el peligro, y publicando pomposas procla-
mas, en fIue apal'ccian como vencidas las tropas
de Napoleon, casi en el momento mismo en que
este invadia la capital, al llegar á Tl'ujillo, des-
pues de serias deliberaciones, acordó su traslacíon
á Sevilla. A la llegada de Castaüos á Salltiponcc,
pueblo poco distante de esta capilal, fuc manda-
do delener allí por órdcn de la J untá central,
y de allí ~í. pocos días se le confi:ló en el cOlIven-
to de San Isidro del Campo. CastailOs conoció
que el gobierno supremo, dirigido por una ma-
no oculta, trataba de su pCI'Jicioll ; en vano in-
tentó manifestar á la faz de la nacion su nunCa
desmentida fidelidad y honor, y su ¡rreprensible
conducta; la Central despl'eció sus reclamacio-
nes, y únicamente pudo conseguil' el (Ille su con-
finamiento fuese en Algecil'as, á donde se tras-
ladó. Comisionóse para presentarle los cargos en
un principio al Coronel Don José de Ve\asco,
y para la sustanciacion y fOl'!lIacion de causa
al Ministro del Consejo de la g!ll'rra :,larrluós de
de la Cuilacla-T)'l'r'y; Y ha\¡il~ndule l¡echo di-
versos cal'gos, contestó á ellos con documentos
irrcfl'agables, é hizo vel' fInc los clesasll'cs que
querían atribuírsele, eran obra de su aCllsaclol'.
rarecia qlle la juslicia exigia no se l1rgase á Cas-
taüos el beneficio que aseguran las lCj'csal úl-
timo delincuente; mas esta causa en que estaba




(63 )
interesado el honor del primer General de la Es- 1808.
paña J file se p ulta cla en el silencio J deso y élldose
los clamores del supuesto reo J y sofocando la
voz de la jnsticia al impulso de las pasiones.


El eit'>rcito del centro, al mando del Ducllle
del -Infantado, he1110s indicado que llt'gó ;í la
ciudad dc Cllcnca en 13 tIc Diciembre. Los fran-
ceses en llIíLllfTO de 800 cabullos se hallaban si-
tuados en Tarflncon, á doce leguas de distancia
de aquella ciudad, haciendo correrías, y exi-
gien(lo contribuciones en toda a(¡uclla comarca.
El General en gefe dispuso que la division de
vanguardia, situada en el pueblo de Jabaga, á
las óruenes del Mariscal de campo Venegas , sa-
liese á desalojar al enernigo de Tarancon, y á
liberl<l l' los p ueL1 os circ \l n vecinos [Iue tenia es te
oprilllidos COIl continuas cX~lcciol1cs. En efecto,
en la 110che del 19 de Diciembre dicha vanguar-
dia compucsta de 7.000 hombres se puso enmar-
clla, y el 22 llcgó á Uclés) de donde despues de
practicado un reconocimiento) salió Venegas
el 24 con dos columnas) mandada la primera
pOI' él mismo, y la segunda por el Brigadier Don
1)e(/ro Agll~Lin Giron. Esta debía marchar en de.
rcchura sobre Tal'ancon, mientras ;Hluclla, ro-
dcantio dicho pueblo, se interponia en el camino
de Santa Cruz para impedir la fuga del enemigo,
si, como era de presumir, intentaba la retira-
da en aquella dil'eccion, huyendo de fuerzas tan
superiores. A pesar del frio, lluvia y granizo de
3(tuclla noche, no pararon los españoles de an-
dar en toda ella hasta el amanecer del 25) que




(64 )
1808. llegaron nI monte que esL,í por la izr¡llicrda de


Tarancon, á tres cuarlos de leglla de Santa Cruz
de la Zarza, cuya dista licia UlI'{]¡¡ron en andar
cerca de dos horas por los l1111chus arroyos fIue
habia que all'ave.'>:lI", J la natural aspereza del ter-
reno. A las 9 y cuarto de la l11aiwna, al Slllil" des-
de el monte al camino real, eul re Tarancon y
Santa CI'IIZ, casi desesperauzados los cspaüoles
de conseguir su intento j pllCS no se oia tiro al.
guno que indicase el arribo de la segllllda colum-
na, que debia alacar pOI' el pUlIlO eLé! Tarancon,
para atraer al enellligo h;lcia él, Y hatide des-
plles en rctirada, de repellte se avi.starün los
franceses. Un batallon de Guardias espaflOlas, al
mando de) Brigadier Don Andres llerrasli, des-
plegó inmelliatamente en hatalla, y se prep;¡ró
á recibir la columna en masa de la caballería
fl"anCesa. La espesa niebla no dejaba ver á seis pa-
sos de distancia los objetos; una descarga cer-
rada bastó para contener la carga de a'lflella, que
retrocedió precipitadamente; mas no hahian pa-
sado cinco minulos, cuallllo rehecha de nuevo
volvió á dar otra carga por el nanco izquierdo,
y recibida con la mayor screuid'HI, y Jej,índo·
la avanzar lHlsta cerca de las bayonetas, se la
llÍzo otra segunda descal'ga cerrada qne la puso
en tan precipitada fllga, que corria dispersa á
torla bl'ida, dejando sembrado de cad¡íveres y he-
ridos el frente de la líneacspallOla. Nuestra caba-
llería 01 mando del Vizconde de Zolima , Coro.
né! del regimiento de Santiago, persiguió á la
francesa por espacio de mas de una legua, sin




(65)
poJerla dar alcance j pues huía á .cscape, y no
paró hasla Ocaua, nueve leguas distante del Cam-
po de batalla, en el que dejó el cJH~rnigo 330
muertos. Los espaiioles qlledal"On Jueilos de to-
da aquella comarca, cntral'OIl al medio dia en
Tarancon, de1tJe dOIli.le el 27 pasal'on á Uclés,
en cuyo puulO lomaron posicioues. Esta brillan-
te aceion fue recompensad<l por la Junta central,
usccnJicnuo á Mariscal Je campo al Brigadier
Hcrrasti J y condecorando ¡í los individuos del
primer batallon de Heales Guardias de infantel'Ía
de Sil mando que se hallaron en la accion, con
un escudo con dos palmas entretejidas, en alu-
sion :Í los dos rechazos dados á los enemigos, y
1111 lema en el centl"O r¡ue decia: ¡/!.¡;11ltcl'Ía in-
'Vencible ell T({rallco/l en 25 de Diciembre de 1808.


Sii!lado d Gf'neral Veuegas en Tarancon y
Santa Cruz con las tropas de su mando, tf'llia
destacada en Bdinchon la caballerla al mando
del COIlde de Bocarlle. Los enemigos maniobra-
Lall rellnll'l1do tropas sobl'c el Tajo; y el dia 8
de Enero ocuparon <Í Santa Cl'UZ, evacuada por
los espaiwles <le antemano. El 1t amenazaron á
TIdillcllOlI, po!' lo (¡lIe Venegas se ),l'liró á Uclés,
dejalldo en Tribaldos á Bocarnc y á Ramirez de
Al'clLll1O con 700 c<lballos y alguna infulltería.
El t2 hicieron los fl'anc('s,~s un movimiento, de
<Jlw resultó un corto tirot(~o; y el 13 <i las siete
de la rnaiJanél el lVbriscal Vic[ul' , á la cabeza de
i6.00(l Itolldm's, illClllsos 2.000 cahallos, atacó
)a posicioll del t-jl'rcilo (':'>pailOl (,Il Uc1és, em-
pn:nllclo 1101' el puuto avallzado de TribaIdos, del


1'0\10(1, 9


1308,




(66 )
1808. que los españoles se retiruron en buen órden. En


seguida trató de romper la derecha y centro de
nuestro ejército por medio de varias maniobras,
dirigiendo el principal alaque contra aquella, que
nI fin consiguió batir y desburatar; de modo que
dispersadas totalmente las tropas cspaiiolas, se
hizo cllleiIo en muy corto tiempo del pueblo de
Uclés, y de las alturas inmediatas, cogiendo
tanto número de prisioneros, que fue muy poca
la infantería que logró salvarse. La cahallerÍa
pudo abril"se paso, espada en mano, huyendo á
todo escape en direccion (le las P6J3S de San
Pedro. El General Duque uelll1fantJuo acabaLa
de entrar en Carrascosa cuando recibió la noti-
cia de este desastre, é inmediatamente dictó las
providencias convenientes, á fin de eviL:lr, en
cuanto fllese posible, que los franceses siguiesen
el alcance de los fugitivos.


El vecindario de U clés habia tomado parte
en el alaque y defensa de aquella poblucion, Lien
ageno de tan desastroso resullado. Los franceses
se entregaron á cuantos desórdenes son imagi-
nables luego quc entraron en aquella villa; sa-
quearon todas sus casas y el Il13gllÍfico convento
de Santiago, escarneciendo á los conventuales
que hallal"ol1 en l:l, Y quil::llHlo inhumanamente
la vida ¡í. setenta y naeve habitantes de los mas
iluslres y conocidos, entre ellos tres conven-
tuales; llegando su barbarie y brutal insulto á
violar algunas religiosas, y la mayor parte de
las mugeres que encontraron cn su desgraciado
recinto.




(67 )
Infantado) que en los momentos mas críti- 1808.


cos haLía tomado el mando del ejército, y que
vió, il pesar de sus acertadas providencias, frus-
trados lodos sus proyectos, conoció la imposibi-
dad de permanecer en Carrascosa; y en su conse-
cuencia resol vió retirarse á Cuenca J en cuya ciu-
dad entró el 14 de cnero , poniéndose en marcha
al siglliente diá para Albacele, Chinchilla y ElIio,
con la idea de cubrir el reino de Murcia 1 yevi-
tar la in vasion de Valencia, sin perder de vis-
ta los movimientos de los franceses en la
Mancha.




(68 )


CAPITULO V.


Operaciones del ejército de la derecha en C.llalniia. - Ac-
cion tle Llobrcgat. - Accioll de Salita Cn!olJJa. - Ac-
cion de San Co!gat. - Estado de Catalut-' a. - ;\1archan
tropas lle otras pl'OV ineias a su socorro. - Euh'a \lB Ilue-
YO ejército francés en CataluiJ:l. - Saint C)"l' sitia á Ro-
sas. - Accion del lIallo de Barcelona. - Accioll del Flu-
',·iá. - Segunda accion del llano de Barcelona. - Ataque,
de San Andrés de l~al()lIlar, y hateríJs ¡Je l\lolljuÍ._
Rendicion de la plaza dc Rosas. - Se fuga su gllarnicioll.
- Saillt Cyr vuelve á Barcelona. - Acciolltle Llinas. _
Accioll de Sa1'l'iá. - Accion de Molills ,le Rey. -Retira-
da llel cjé¡'cito espaüol. - Su desconteuto, - Deposicioll
del Geueral Vives. -Le slIcedeRediuf). -Vejan los cs-
pañoles la ofellsiva , y toman la defensiva.


180~. Mientras ]as provincias del centro de la Es-
paÍla combatian COn mas v¡¡lor quc suceso por la
defensa de su libertad, CatalufJa las sobrepu ja-
ba en celo presentando mas unidad y energia en
sus alaques, y fOI'LificantÍo su constélIlcia en vez
de abatirla los mismos descalabros (IlIC esperi-
mentaba. La linea que los espaüoles ocupaban
en la orilla derecha dd Llohrcgat .. se estcndia
desde el puente fortificado de Molins de Rey has-
ta mas abajo de San Boy. Los franceses atacaron
esta línea el dia 2 de Setiembre. El Genpral Mi-
losewik , sostenido por Sc!JW,lI'l Z con 4.000 hom-
bres, desalojó á las tropas espaflOlas de sus posi-
ciones en dicha orilla derecha por la parte de San




(69 )
Boy, mientras su cahallería mandada por el Ge- 1808.
ncral de brigada Bcssieres, hermano del Mariscal
Duque de Istria, in! enló forzar eOIl 2.000 hom-
1Jres el puente de Molins de !ley, de donde fue re-
chazallo. Entretanto, reforzada la derecha de los
esp3i'1OIes, 01,1 igó :í Milosewik á retirarse, reco-
brando las posiciones de (lile acababa de ser des-
alojndo.


El Coronel Don Francisco Milans , que se ha-
llaba con un cuerpo de migueletes en Santa Co-
loma cerca de Barcelona, fue atacado el 22 de
Setiemhre Lí las 6 de la mailana por 2.500 infan-
tes y 200 caballos, á los que rcclJazaudo con el
mayol' uenueuo, cargó en seguida y batió comple-
tamente, pcrsiglli!'~I1dolos hasta bajo el fuego de
Ja misma artillería de aquella })!aza, con l)érdida
de mas de 40 l11UI'rtos.


Reunidas el 12 de Octubre en San Colgat,
pueblo no muy distante de Barcelona, dos pe-
queilas columnas francesas, mandadas la una por
el General Milosewik, y la otra por el Ayudante
Comandante Deveaux, fueron at.acadaspol· el Ge.·
lleral espúlol Ca]dagu{~s á la cabeza de 3.150 in:"
fantes, 220 caballos y 6 piezas de al,tíllerÍa. Las
tropas italianas, de que se componía una de las
columnas enemigas, viéndose am(~naiadas por la
caballería de húsares espaj'¡oles, formaron el cua-
dro, y, á pesar de su serenidad, fIJe tan tClTi-
ble la carga, que roto y destrozado completa-
mente, tuvieron que retirarse con la mayor pre ...
?ipitacion á Barcelona, espcrimeutando una gran
pérdida.




(70)
fMS. Toda la Cataluña se hallaba á la sazon sobre


las armas: por la parle del Norte n umcrosos so-
matenes interceptaban las comunicaciones de 108
enemigos, y se apoueraball de los convoyes des-
tinados á la fortaleza de Figueras, y las escoltas
de est05 eran sin remedio pasadas á cuchillo) y
sus cadá veres mutilados cubrían los caminos.
E] General Reylle, que manuaba en esta parte
de la provincia J no habia podido disipar estas
reuniones, y los terribles migueletes catalanes
con sus sangrientas incul'siones llevaban el te1'-
rol' hasta dentro de las fronteras de la nnsma
Francia.


En este tiempo la Junta central, para 80ste ...
ner los esfuerzos del Principado, dispuso enviar
á él toda especie de municiones de guerra I
comisionó oficiales de línea para organizar la
gente armada del pais , é hizo marchar á Catalu.
¡la, como tenemos ya indicado, una divisioll de
tropas aragonesas al mando del Marqués de La-
zan, que llegó á L~rida en el mes de Octubre,
al mismo tiempo que Dtra, compuesta de los gra-
naderos provinciales de la di vision de Carrafa,
procedente de Lisboa, desembarcó en el mes de
Noviembre er. número de 8,000 hombres en las
inmediaciones de Tarragona, y otra de 13.000, que
al mando del General Reding se habia destacado
del ejército de Andalucía, despues ele haber coope-
rado de una manera tan eficaz al éxito de la memo-
rable batalla y capituJacioll de Bailen.


Las plazas de Rosas, Gerona, Hostalrich,
Tarragona) Lérida, Cardona, Tortosa y el fuer.




(7\ )
te de Balagner fueron pueslas en estado de de-
fensa.


El General Duhesme) perseguido vivamente
en todos los puntos que se presentaba, se vió al
fin en la necesiual\ de encerrarse en Barcelona,
en donde fue bloqueado por los espoüoles, sin
atrevel'se á Jwcer una salida, como luego vere-
mos. El General espaüol Vivcs, á quien se encar-
gó el mondo del ejército de la derecha, procuró
en tol estado enlablal' comunicaciones con el Ge-
neral Lechi, Gobcruador de la ciudad y fucrtes
de Barcelona, á (Iuien en vano ofreció un millon
de duros, y un osilo pcrpétuo cn España ó en
América ... si cnLrcgoba la plaza.


Tal era la situacion de Catalufla, cuando en
principios de Noviembre un cucrpo fnmcús de
iG.OOO hombrcs, quc se habia rcunido sohre la
frontera de los Pirineos orientales durante el mes
de Setiemhre, entró en territorio cspaüol. El Ge.
neral Gouvion de Sainl eyr fue colocodo ;í la ca-
beza ue este cuerpo, compuesto de tres divisiones)
al mando la prim~ra del General Sohnon, de
ocho batallones de infantería y un regimiento de
dragones; la scgllnda al del General Pino) com-
puesta de 4 regimientos italianos, y la tercera al
del General ehavet de tropas napolitanos saca-
das ud ejército quc el Príncipe Eugcnio manda_
ba en Italia. La primera OPl'I'ucion del General
Saillt eyr se dirigió contra la plaza de Hosas, des-
tacando al efecto la divisiol1 de) General ReyIle,
que enconlró ocantonada eu los oll'cdeuores de
Figueras 1 'J la Ji visioll italiana del General Pino.


1808.




(72)
1808. Estas fuerzas reunidas llegaron á la vista de Bo-


sas el 6 de Noviembre, y tomando posiciones
circundaron en el mismo dia el fuerte y la pobla-
cion. El 12 la gnarnicion, pOI' medio de una salio
da, desalojó á los enemigos de las alturas de
Agllilas y Pllig-Hom, sitll,índosc los espai101es en
la última, y pl""[Jancci'~lldo allí llasta el 15 en
que fueron desalojados de ella por lo!> franceses,
que estrechando eutollces el cerco lograron pe-
netrar en la viila, ]a S;¡fl'li'arOlJ, y atacaIJdo á cosa
de las 8 el fllel'te po\' dos vcecs, flleron rechaza-
dos con estraol'diuóll'io valor por la corla fuerza
que lo defendia. El 18 principiaron ;í formalizar
el sitio abl,ielldo trincheras, y siguielluo cn. un
todo el rlan del (le 1795.


Entre tanto el Gcuf'l'al Vives, qlle l¡ahÍa tras.·
ladado Sil cuartel general desde Villafranca de
Panadés ,í Marlorell el 3 de Novielllbre, di\.-iclien-
do sus tropas que componian UIl tolal (le 13.000
hombl'es en cinco columnas, marchó por diferen-
tes puntos al encuculro (le! enemigo en la nocllC
del 7, que por hallel' sillo en estl'ClllO lluviosa,
embarazó mucho esta operacion. Mas con todo el
8 por la mallana ataCl) á los ellemigos, los desalo-
jó de sus posiciones dclllano de Dal'cclona, y los
persiguió hasta bajo los fllegos de la plaza; pero
la cOlltinuacion del ll1al tiempo, 'lile entre 011'05
incollvenient(~s prollujo el de h inculllllllicncioll
de las columnas, decidiEron al GCBeral espaüol
á mandar la retirada ;í los lJ!lIlíos de sus antiguas


1 <


posiciones. La pt:rdida rilO los espailolcs consistió
en 2 Oficiales y 45 soldados entre mucrlos, IlCri-




(73 )
dos y prisioneros, ascentliendo la del enemigo á 1.8Uo.
mas de tiO, pOI' confesion de ellos mismos.


Por entonces el General francés Sohuan con
6.000 hombres ocupaba los pueblos de Navata y
Pontós de Armadas con intento de contener la
vanguardia del ejército español, que al mando
del General Alva-rez se hallaba situada sobre el
paso del Flllvicí, no lejos de Gerona, para estar á
la vista é impedi¡' el paso de nuevas tropas fran-
cesas. El 24 de Noviembre Al varez vadeó el río
Con unos 3.500 hombres, y desalojó ¡í los enemi-
gos de las alturas de Ponlós, obligándolos á rcple-
g;]rse; mas conociendo la superioridad de estos,
y habiendo esperimentado alguna pérdida, repa-
só durante la noche el Fluviá.


El 26 de Noviembre, reforzado Vives con lag
tropas de la divÍsion de Granada, al manila de
Reding ~ repilió el ataque contra las posiciones
que ocupaban los franceses en el llano de Barce-
lona, y habiéndolos desalojado de ellas, los hizo
encerrar en la ciudad y sus fuertes que guarne-
cieron con 8:000 hombres. En su consecuen-
cia trasladó su cuartel general á San Feliu de
Llobregat, haciendo prisionera la guarnicion del
fucrte de San Pedro mártir, que se rindió á
discrecion.


Despues de la accion del 26 de Noviembre
habian resuelto los franceses ocupar el lugar de
San Andl'ós al N. de Barcelona, y habian situado
algunas baterías en la falda de Monjuí para flan-
quear y protcger su puesto de la Cruz cubierta.
El General Vives les atacó todos estos puntos el


TOMO 11. 10




(74 )
i8G8. 5 de Dicieml)('e y les desalojó; pero poco despues


8ostcnidos los enemigos por la plaza recobraron
la Cruz cubierta, y las baterías dc Monjuí.


En tanto el sÍLio de Rosas proseguia con el
mayor vigor. En la noche del 26 al 27 los france-
ses atacaron la villa, cuya defensa estaba confiada
al Coronel Baget, con 500 miglleletes y 50 hom-
bres de tropa de linea, y habiéutlolos rechazado
vol vieron al amanecer al ataque con el mayor es·
fuerzo, y á pesar de la tenaz resistencia de sus
defensores fueron estos desalojados, quedando he-
rido f;U Comandante.


El 2 de Diciembre hicieron los espaüoles una
vigorosa salida con el fin de retardar los trabalos
del enemigo, pero en vano. El 4 rompieron los
enemigos el fuego de caüon, y el 6 la brecha se
hallaba ya practicable, por lo que se trató dc ca-
pitulacion. Mientras esta se estaba negociando,
las pocas trop;:¡s que guarnecian el castillo de la
Trinidad, volaron los almacenes, y se embarca-
ron en los buques ingleses, protegidos por los
fuegos de los mismos. Estos, al mando de Lord
Cochrane, situados en la rada de Rosas hicieron
cuantos esfuerzos pudieron para conservar á ]a
España este punto tan importanLe por su situa-
cion; pcro agotados ya todos los medios de de-
ferisa , despues de 18 dias de trinchera abierta,
no fue posible prolongar m;:¡s la defensa. En 2 de
Mayo de 1821 concedió el Rey N. S. una cruz
de distiucion para premiar el valor y constancia
de las tropas de]a gual'l1icion de esta plaza, cn
su vigorosa defensa verificada en 1808. Se com-




(7 tí)
pone de cuatro aspas iguales, esmaltadas de co- 1~()tl.
101' de rosa, con los cualro lados estel'iorcs de
ellas curvos, cuyos ocho ángulos mistilíneos re-
mata n en globitos pequeflOs de oro, y sobre el
aspa superior una corona de laurel: dichas aspas
concurren en una superficie circular, en cuyo cen-
tro se figura esmaltaJa la plaza de Rosas, y en
su contorno y en letras de oro se lee: Con brecha
me defendí. En el reverso sobre carnpo azul celes-
te tiene esmaltadas tres rosas, y alrededor en cam.
po blanco y lelras de oro la inscripcion: A los
defensores de Rosas por Fernando VIl. La cinta
qnc se usa para llevarla pendiente del ojal de Ll
caS<lca, es verde con cantos de color de rosa.


Asi que la plaza de Rosas capituló, el Gene-
ral Saint Cyr se preparó á n:nrchnr sobre Barce-
lona, quc reclamaba con urgcncia su socorro, pOI·
l1allarse bloqueada estrechamente por los espa-
ñole.~. Los Generales Vives y Hcding, sabcdol":s
de este movimicnto, salieron á su encuentro con
11.000 hombres además de 3.000 que tenia á
5U mando el Coronel Milans. El 16 de Diciem.
bre entre Cardedeu y I,1inas se trabó una reüida
accion cntre estas tropas y el ejército frances,
que superior en número hizo inútil el valor con
que pcIearon los españoles. Envueltos algunos
cuerpos de estos por su izquierda, se desbanda-
ron, aunque lograron retirarse en ó\,c]en 3.000
hombres con dos piezas de artillería. Ni Milans
que estaba sobre la derecl13 de los espafIoles con
su division, ni el Marqués de Lazan con la Slly~,
pudieron tomar parte en la aCCIOno La division




(76)
1008. de Lazan que dUl'ante el sitio de Rosas se hallaha


de guarnieioll en Gerona) detuvo el ímpetu
de otra enemiga de 6.000 hombres) que des-
pues de la rendicÍon de afluella plaza destacó
Saint Cyr contra Gerona, y la desalojó de las
alturas de Costa-rocha y San Juliun de Bamís,
que habia tomado COI1 el objeto de apoderarse ae
la misma plaza) haciéndola retirar de su vista con
})astante pérdida) en los dias 11 y 12 con (1ircc~
cion al pueblo de Lnhishal, en donde se reunió
al grueso del ejército de Saint Cyr , que 111:1rc11a-
ha al socorro de Barceloua. Lazan saliendo de
Gerona el dia 13 con su division ele 3.000 in-
fantes , cuatro piez<ls de artillería y doscientos
caballos, fue siguiendo al cjl:rcito fr:1nces, y pi-
cando siempre su retagunrdia, entró a'lucJ dia
en los pueblos de la Casa de Selva, en el que se de-
tuvo el 14 en Innlo que el enemigo pasaba á vis-
ta sllya por el pueLlo de Llagoste!'a ; y siguió su
rula por ViJrel'as , Sili, las Mallorquinas, Mas-
sanas, alturas de Gl'iOllS y Gaserans J por el
frcnte de la plaza de Hostalrich, San Ccloni y
camino renl de Barcelona. En su tránsito se ll!
reunieron la division de Don Juan Clarós y mas
de 1.000 somatenes al mando del Marqués del Tor-
rente. ;La dislanciaá que marchaba del enernigo,
era como de cinco á seis leguas, pero sin atacar-
le, porque tenia órden espl'esa Jel General en gc-
fe para no hacerlo hasta que este por su frente
no le hubiese batido. En esta marchn de observa-
cion hizo prisioneros como unos 400 franceses
de los fIue se ihan quedanuo rezagados, y cogió




(77 )
unas cien vacas dd convoy que nevaIJan para 1t:Otl.
Barcelona. El dia 18 supo Lazan la llesgraciada
accioll de Llinas y Cardedeu, y faltando ya el
objeto principal de su marcha á la vista de la
reta guardia enemi ga , retrocedió con su di visioll
á la plaza de Hostalrich, de donde salió el 20
despues de lJabcrse ¿lgrcg¡¡do á su tropa el se-
gundo batallon del regimiento de Baza, que de
resultas de la aceion de Llin¡¡s habia quedado
separado lid cuerpo principal del ejército por la
parte de las montañas que miran á la costa de
Mataró. Las alturas de Hoslalrich quedaron por
disposicion de Lazan guarnecidas con las tropas
de Milans , y en seguida se dirigió aquel con su
division á Gerona con el objeto de impedit· la en-
trada de mas tropas francesas por el Ampurclan.


El General Saint Cyr despues de la aceion de
Cardedeu avanzó á Granollers, en donde entró el
mismo dia y á la maiwna siguiente en Barce]ona.


La guarnieion de esta plaza, deseosa de co-
operar eon las tropas que venian á hacer levan·
tal' su bloqueo, viendo dilinlinuidas considera-
hlemente las fuerzas espailolas que lo formaban
por la mnrcha de las dos divisiones que acompa-
liaron al General en gefe, atacó en el momento
que se e¡;taha dando la desgraciada accion de Lli-
Has, por medio de una salida general, los puntos
de Sal'riá , del Hospitalet y de Esplugas. La ac-
cion fue sumarncnle tenaz y reilida; pero al fin
los franceses tuvieron que retirarse á ]a plaza al
:ll1ocheeer sin haber obtenido ventaja a]gul1:t.
l\1clS no bien supieron los sitiadores la catástl'olc




(78 )
1H03. de la hatalla. dl~ Cardedeu , cuando tuvieron qll~


replegarse sobre la orilla derecha del Llobregat :i
las mismas posiciones que ocupaban al prin-
CIpIO.


El General Saint Cyr, despues de 11abcl' dado
dos dias de descanso á su tropa y reforzádose
con la division de Chabl'an que hacia parIr de ]a
guarnicion de Barcelona, salió de esta ciudad e120
de Diciembre y se dirigió sobre el LloLregat con
el objeto de atacar la posicion de los españoles.
El 21 al amanecer empezó su ataque contra la
derecha de esta, y vadeando simultúneamente
el Llobrí'gat las divisiones de SolnHll1 .Y Pino pa-
ra envolverla, mientras que el General Chabran
atacaba de frente y cañoneaha vivamente la ca-
}¡"za del puente de Molins de Rey, lograron en
efecto los primeros hacerse dueños de las altu-
ras que dominaban la posicion de los espafloles,
y despues de cinco horas de un obstinado com-
bate tuvieron que abandonar eslos la orilla dere-
ella del Llobregat, retirándose precipitadamente
11;Ícia Tarragona con pérdida de mas de 400
hombres, y del General gefe del Estado mayor
Conde de Caldagu{'s, fJllC fuc hecllo prisionero en
la villa del Veuelrell. Persigl1ió Saint Cyr á los
esparlOles hasta los mismos lllUl'OS de Tarragona,
y á la llegada á esta ciudad del ejh'cilO español
derrotado, soldados y paisanos levautaroll un
clamor genITal contra sn gefe Vives, el que fue
depuesto del mando y arrestado inmedial:lmcn-
te. Los unos le aCllsabau de imp('['icia, y lo~
otros de traiciono El General Reclino' que en su




(79)
reti,'ada á Tarragona con su brigada suiza se 1Ia- lO08.
Lia visto espueslo ,í. los mayores peligros y dado
las mas relevantes pruebas de talellto, valor y
perseverancia, considerado ya anteriormellte
como el principal venceuo!' de Dupont en los
campos de "Bailen, fue nombrauo General en
gefe por los votos unánimes del pueblo y. de la
tropa.


Esta mudanza sola bastó para calmar la irri-
tacion de la tropa y del paisanage, y la activi-
dad que Reding desplegó para la organizacion
del ejército, acreditó el acierto de su eleccion.
Los ingleses suministraban armas, víveres y mu-
niciones de toda especie; y el General Saint Cyr"
conocienuo los elementos con que tenia que
combatir, juzgó sus tropas insuficientes para de-
tenerse delante de una plaza dispuesta á defen-
derse largo tiempo, á pesar del mal estado en que
se hallaba en aquena época, é hizo acantonar su
gente entre Tarragona y :Barcelona, esLendién-
dose hasta Villanueva de Sitges en las orillas uel
mar. La falta ue víveres en un pais devastado,
la imposibilidad de sacarlos de :Barcelona, el de-
fecto de los medios de transporte, y la dificultad
eH las comunicaciones aun entre aquella ciudad
y Villafranca, adonue situó su cuartel general,
le determinaron á mantenerse sobre la defensiva.




(80)


CAPITULO VI.


Operaciones «el ejército inglés. - Napoleon marcha, á ~u
encuentro. - Paso del Guadarrallla. - Reunion del
ejército inglés y cspallO[. - Los ingleses cOllliellzan SIl
retirada. - i\ccioll de Benavcnte. - Los espallOlcs cm-
prenden Sil retirada. - Accion de Mansilla de las mulas.
- l\oticia de la guerra de Austria - N apoleoll yuelve
á Valladolid. - Proyecto de reullir la España á la Fran-
cia. - Prepara el restahlecer á José en el trollo.-
Spgnn(!a entra(1a de este en la capital. - Srmlt P(:rsisue
á [os ingleses. - S II desastrosa retirarla. -Dcsorganiza-
cion del ejército inglr5s. - Batalla de la Corulla. -Muer-
te del General Mool'e. - Embarque de los ingleses. -
Consideraciones sohre esta espe(licion. - Capitulacion
de la COl'uña.- Napoleon marcha á Paris. - Capitula-
cion del Ferro!. - Toma de Vigo.


1808. Ellínico ejército que quedaba intacto en la
Península era el que mandaba Moore J cuya mar-
cha lenta y algunas circunstancias políticas im-
pidieron que cooperase en el alto Ebro con los
españoles apostados en sus márgenes. Su presen-
cia en Espaila fue por lo tanto c<1si inutil, de-
biónJose únicamente la import'lllc.ia de sus ope-
raciones á la actividad que Napnlcon puso en su
pCl'sccllcion. Hemos dicho ya que Sir Juhl1 Moore
llpgó el 27 de Octubre á Salamanca) en donde
permaneció cerca de un mes. La entrada de Na-
poleon en España con un ejército numeroso y
<Iguerrido) las victorias que este acababa de cou-




(81 )
seguir en Burgos y en Tlldela, hicieron á Moore' f808.
clisponel' que Sil' David Baircl, que con 14.00U
hombres hahía desembarcado en la Coruila y se
dirigia á incorporarse con él, relrogradase con
el fin \le intemarse en Portugal, á C\1yo reino se
dirigiria él mismo, luego que se le reuniese el
GCllcral Horpe, para estal' en disposicion todos
de embarcarse. Esta úrden de l'etirada hizo mur.
mural' al ejúrcito inglés, y en vista de la agita-
cion que reinaba en sus soldados, no se decidió
á Comenzar el movimiento l'etrógl'ado; engañado
}Jor otro lado con las falsas relaciones que publi.
caba la Junta central acerca de la defensa de la ca.
pital, é insta(lo al misrno tiempo por esta y por
MI'. Frerc) Embajador inglés cerca del gobier.
no espaiíoJ, para que marchase con sus tl'opas
,,1 SOCOlTO de Madl'id, cuyos habitantes estaban
resueltos á sepultarse bajo sus ruinas antes que
rendi¡'se, y en donde la abundancia de comesti-
hlcs prometía garantir mucho tierripo la subsis-
tencia de su ejército. Cediendo Moore á estas ins-
tancias, y considerando que á su frente no habia
mas tropas francesas que las que al mando del
.Mariscal SOlllt oCllpaban á Can'ion, determinó,
marchar Contl'3 ellas, batidas, y dirigirscdespucs
sobre Burgos. Por este movimiento arriesgado se
cortaba la reti¡!ada á los franceses que se habian ade.:
l~ntado sobre Madrid, ó al menos se les forzaba
i; abandonar este })Illlto céntrico de la ESÍ)aiw.'


Napoleoll . en Sil cuartel imperial de' Cha-
márt'Ín permanecía con la 111ayorimpaciencia'
rOl', igQ(}l'ur;los ,movimientos de los ingleses'"


11
1


TlilllO 11.




(82)
1808. Y asi inmediatamente que llegó á su noticia el


que trataba de ejecutar el General Moore, dió
las órdenes correspondientes el 23 dc Diciembre
para que en el mismo dia se dirigiesen sus tropas
á atravesar las montaüas que separan la provin-
cia de Madrid de la de Segovia, y pasasen el
puel'to de Guadarrama. Al dja siguiente el Em-
perador partió en la misma clircccion, y á pesar
de hallarse el puerto tan célTado ue nieve y rei-
nar tan terrible viento, (JllC parccia impracticable
el paso, el EmperaLlor, á quien no detenia el
tiempo ni la oscuridau de la noche, se colocó
á la cabeza de la columna Con el regimiento de
cazadores de la Guardia, y lle\'ando de la brida
los caballos, empezó á subir á pie el puerto, lIe.
gando durante la misma nocllC <JI Espinar, pueblo
situado del otro lado á la caida de las muntaüas.
Val'jos soldados perecieron de frio; pero el
ejemplo del Emperador hizo atravesar á su ejér-
cito por aquel desfiladero en una sola noche,
cuando en cualquiera otra ocasioll hubiera nece-
sitado dos (lias. El cuerpo del Mariscal N ey y la ca.
hallerÍa del Mariscal Bessiercs siguieron al Empe-
rador en la dircccion de Valladolid, y una órden
del elia anunció á los franceses, que era ya llegado,
eIl11om'ento, en que el Leopardo iba á ponerse en
fuga delante de tas águilas frances.as. El 25 si-
tuó su cuartel general en Tordesillas, en donde
supo que el ejército inglés, al mando de Moore,
habia salido de Salamanca el 12 de Diciembre
pasando el Duero por Zamora, y tomando su di.
rcccj(jn hácia el reino' de Leon. Su objetó e~a, '




(133 )
reunirse con el Generol l3aird, qu~ se halla}ja en t808.
Astorga desde 28 de Noviembre, y con el Mar-
qués de la Romana, que habia ya tomado el
mando del ejército de la izquierda despues de la
batalla de Espinosa, corno hemos indicado, y
reorganizado los resto~ de este ejército en Leon,
reuJliendo lJasla 2S.IJ()O horn])res. El General
Grallam fue enviado por Moore cerca del Mar-
qués de Ja Romalla, bajo el pretesto de comuni-
carle el plan del general inglés; pero en la rea-
lidad con el objeto de observa¡' el estado del
ejél'cito espailOl, y calc.ular lo que se podria es-
perar de él. El 20 se reunieron en Astorga lo~
dos cuerpos ingleses de MOOl'C y l3aird, cuyo to-
tal ascemlia á 23,000 infantes y 3.000 cahallos .•
Los illgleses p:¡sando el Duero por Tordesillas,
1legaron COIl su vanguardia á dar vista á Valla-
dolid; mas retl'Oc\:'dicron desde "lIi al punto de
reunion en Mayorga, adonde debia concurrir
igualmente ]a Romana, quien no se adelantó mas
que hasta Man:;illa, conl.enLíndose con enviar un
destacamento de 5.000 hombres á dicho punto
de Mayorga, á los fIlIC mandó d!~spues replegar-
SC. El 21 se hall,,1>a en Salwglll1 la vangu<lnlia
inglesa, y ;í su Visl;) se l'eplegú sobre CarrÍon
Ulla hrigada de caballería francesa, en cuyo pun-
to sc hallab" el grueso de su ejército. Un pliego
que interceptó el General Moore, ]e puso al Cor-
riente de la rendicíon de Madrid) de la mar-
cha del Emperaclor Napoleon en su busca, de la
inutilidad y riesgo de su marcha á Vallado-
lid, Y en su consecuencia renunció en cl acto á




(84 )
1808. I!U brillante proyecto, y abandonando su posj-


cion ,dejó al Marqués de la Romana delante de la.
trop<ls de Soult, y salió de Sahagull el 26, diri-
giéndose hácia Benavcnte COn el objeto tic to.
mar el camiflo real de Galicia, é hizo volar dos
arcos del puente del Ezla, rio que las lluvias ha~
hial1 hecho caudaloso. Las tropas fruncc!ius, diri-
gidas por el mismo Napoleol1, forzando sus mar-
chas, alcanzaron e129, dcspues de vadear el Ezb,
á la retaguardia británica en Bellavente. La van-
g~lardia francesa) COm¡Hwsta de caz<lflores de la
Guardia al mando del General Lefcbre Dcsnouet-
tes, atacó á los ingleses, y los hizo replegar has-
ta Bel1avente, villa situada á 40ü toesas del puen-
te; pero habiéndolos perse~uido Con demasiado
anta!', y rdorzados con una brjgada de caballe-
l'ia al mUlldo del Lord Pagel) tuvieron que reti-
rarse) y al repasar el rio el General Lefehre, clue
quiso ser el l-.Itimo para protegcl' la retirada de
su tropa, quedó herido y prisionero. Moore con·
tiuurJ su movimiento rctrógado sobre Vil1afl'an-
ca, despues de haber rolo los puentes del Ol'Ligo.


El Gencl'alla Romana, viéndose espuesto al
Ím¡H'Lll de los enemigos potO el al¡ilndono de la,<;
posiciones del ejércilo inglés, cuyo General tal
"t:Z se propuso con esta operacioll forzarle á se-
guir SU3 movimientos, y cllbrir asi su rel:¡guar-
elia, tomó las sierras de Siles, con dil'cccion á
O1'ensc, y evitó el peligro y falsa posicion en
'{ue habia quedado por efecto de aquel aban-
dono.


El 30 de Dicicmnre, despues de I'Ppul'?do el




(85 )
puente, entró el1 Benavente el Emperador, y Or-jHC!:I.
llenó al l\hriscal Bessieres continuase la perse-
cucion del ejército inglés, mientras el Mariscal
SOlllt se dirigi<l sobre Astol'ga, hácia UOllde el
Marqués de la Romana se retiraba precipitada-
mente con su ejército. En el mismo dia e] Ge-
neral Francescl¡i, comandante de la vanguardia
df: Soult, alcanzó á la retaguardia espailola en
d pueblo de Mansilla; y despues de un ohsli-
llado combate la puso en derrota con pérditla de
dos banderas y 2.500 prisioneros, y entró en la
ciudatl de Leoll, en la que el Marqués de la Ro-
mana habia dejado un gran número de heridos
y enfermos, y destruido una gran parte de sus
nlllIHClOncs.


EH 1.0 de Enero dI' 1809, Napoleoll, que con 18C9.
algunos escuadrones de su grwrdia hllLia seguido
los movimientos del General _Bessieres , s;¡liú lit!
Bellavente, y estableció su cuartel general en
Astorga, en cuyo pueblo no se detuvo el cjl'l'ci.
to inglés. Allí se le reunió el cuerpo del Maris-
cal Soult, siendo tanta su impaciencia por al.
canzar- á 3flucl, que desde su salida de BCllavcll-
te mal'cllaba .í gran galope. En el camino que
media entre Bcnavcute y Astorga , HU Oficial
que habia salido del primer punto pocos iustan-
tes despues que el Emperador, le participó que
un correo procedente de París venia en su bus-
ca J con cuya noticia se detuvo, echó pie á tier-
ra, é hizo estahlecer un vivac en l11cllio del ca-
mino, en donde, á pesar de hallarse (odo eu-
bi(~rto de nieve 'J permaneció hasla la llegada dd




(86)
1809. correo; y abierta la balija que este conducía por


el Mariscal l3crthier, Príncipe de Nellfchatel,
que iba en Sil compaüía, le enLregó los pliegos
que venia n para él , Y contilluó su nuu'cha á
Astorga, en donde ya no habló de perseguir á
los ingleses hasl.a la Coruila, sino que dispuso
precipitadamente su vuelta á Valladolícl. Los
pliegos eran tIl,l Ministro tIc Et,taLlo de Francia
Champagni, y una cal'ta dd Rey de Baviera en
que le participaba que el Emperauol' de Austria
se disponía, por todos los medios que le era
posible, á empezar inmediatamente las hostili-
dades. Antes de parLil' de Astorga para Vallado-
lid el Empel'atlol', encargó el manLlo del ejérci-
to á Soult, prcviuiémlole persiguiese á los ingle-
ses sin dejarlos rCSpil'ill'; y ¡(i,..,puso (pIe el sesto
cuerpo, ,í las órdenes dd J\briscal N ~>y , pel'ma-
neciese en el reino uc Leon , protegiendo, en casó
de necesidad, bs 01H'l'ncioa~s oe Soult. En se-
guida se puso en ea:uino , y en IIn solo Jia llegó
á Valladolid, llevaUllo cou:-;iv-0 la Guardia impe_
rial de infantería y caLalleria. Dispuso que el
Mariscal Launes fuese á ponerse ,í la cabeza del
ejército sitialloe de Zaragoza, y tomó :lilcmas
varias 1l12ditlas para la seglll'iJad de su ejército,
y celeridad de sus operaciones.


Napolcon, que despucs de la rendicion de
Madr~d no habia tp18rido colocar desde lllego á
su h,~nllauo en el trono de Espaila, hahia con-
cebido la idea de agregue esLa hermosa Monar-
quía á su vasto Imperio. Semejante á Saturno,
que devoraba sus hijos en el instante de nacer,




(87 )
1I1imentaba la idea de devorar la Espaila, y di- iS09.
'Vidiéndola en tanlos vircinatos como proviucias,
haccrla presa de su desmesurada ambiciono Así
10 habia dejado entrever. en el discurso con que
conlestó en su campo imperial de ChamarLin á
la .diputacion (IUC se le presentó en representa-
cíon de la villa de Madrid. Durante su perma-
uencía en Valladolid hablaba de conLinuo con los
Generales dc su comitiva de lo peligroso (pIe cra
para Fr<lncia un estado vecino tan poderoso, de
la independencia que su Soberano podria alimen.
tal' ¡¡lgun dia) y de la tendencia natural de la
Espaüa á aliarse con la Inglatcrra, como único
medio (le navcgar libremente por los nlé11'es, y
de conservar sus colonias, en que consistia su
priucipal riqueza. Sin contar mas con los Reyes
de Espaila de su dinastía que con los de la anti-
gua., y convencido dc (lue 1 asi unos como otros.J
se aprovecharían de la primera ocasion para ha-
cerse independientes, como lo intentaron los He.
yes de Holanda y de N~poles que le debian el
Trono, pensaba cOlltÍnuamente en el estableci-
miento de cinco vireinatos, y los' sucesos poste.
riOl'cs ba11 probado (iue esta .idea no se borró en-
teramente de su áuimo; debiéndose considerar
como una preparacion para este plan la division
de gohie.rnos militares que han regido la~ pro-
VIncias de Espaila durante muchos aüos. Sin em-
hargo, aun no se creia en el Caso de faltar abier.
tamente á la condicion que hahia servido de hase
á las renuncias y tratados recientes, que era la
de que no se desmembrase este reino I ni en una'




(88 )
t809. ~olu nldea j y como por ott'o lado la pl'oxlma


gucrra Jel Austria le oLligaba á ausentarse de Es.
paña, se detcrminó á consentir en que su her.
mano José volviese á subir nuevamente al trono.
De resultas de las insinuaciones que hizo en la
conteslacion al Corregidor de Madrid, de qua
hemos hecho mérito, se abrieron registros en
cada una de lus 64 alcaldías de ~arrio de esta ca.
pital para el juramento voluntario, sincero y sin
re,~tricciol1 , de fidelidad y obediencia, segull hu
mismas espresiones de Napoleon) y se celebró
una Misa solemne, en qne á presencia del San-
tísimo Sacramento sc oblig(j ,1105 honrados ha_
bitaat<'s de Madrid á prestal' un juramento que
repl1gnaba su corazon, y que el'a contrario oí su
alHor patrio y ,11'1 Heligion. A pesar del riesgo á
qU{! se esponjan) hubo, no obstante, vecinos de
M:ulrid, de car,;cter tan decidido, que no qui-
sieron prestarse .. l inscribirse en los libros de re·
gistro,' en donde aparecieron 28.600 firmas. Da-
dos estos pasos se obligó á la villa Madrid á que
nombrase una comisioll que la l'cpresentase, la
cual se componia de dos Regidores, un Diputado
de la nobleza, otro del estado eclesiástico secular,'
otro del reguli1r, otro de los vecinos de las par-
roquias , otro de las. Dipulaciones de bU1Tio, y
otro por los cinco Gremios mayores. El Conse-
jo de Est,lLto nombró en su representacion al
Conde de Montal'co : el de Indias á sus cuatro in-o
dividuos Don Bernardo Iriul'te, Don José Auto-'
nío de Urriza, Don Fulgencio de la Riba y el·
Conde ,de Torremuzquiz. :. el de Hacienda á su,




(89 )
dos .Mi:¡isli'OS Don Manuel de Valcnzucla y Don 1809.
Fl'aucisco Javier Carrasco: por el de la guerra se
nOll1urú al MarcÍués de las Amarillas y Marqués del
Norte: por elclel almirantazgo á Don José Justo
Salcedo y Lí.Don José Espinosa Telloj y por la Junta
de comercio y moneda á Don Manuel Sixto Espi-
nosa y áDoll Domingo Gal'cia F'ernandcz: elCon-
sejo de Ordenes nombró ¡í Don Cristóval IIilarraza
y á Don Cárlos Simon Montero j y la Sala (le Al-
caldes de Corte á sus tres in,11 viuuos Don Luis Ma r-
eclino Pereira> Don Manuel María de Junco y Don
Angel Alonso Noreña, Esta gran comitiva partió
para Valladolid el dia 1t de Enero, llevando
co-usigo los lihros de registro, en donde estaba
consignauo el voto forzado de los habitantes de
Madrid; y presentándose al Emperador el dia 16,
le suplicó (lue aC,cediese al volo de la capital, y
colocase de n nevo en el trono á su hermano José.
El E 111 pera dar, que, com o hemos visto) ha bia
pyeparado de antemano esta farsa, preguntó á la
Diputaciol1 si este paso era libre y exento de Lo-
tla insinuacíon , añadiendo, que si esta mision no
era á consecucncia de un movimiento sincero no
la admitía, y quedaban en libertad; mas la di-
put;:¡CiOll llomurada con la aprobu.cion dc José,
manifestó que su mision era libre y espontánea.
Entonces el Emperador les dijo: Si deseais tener
UIl Re.r entre 'vosotros para ilustrar á 1.lllestros
compatriotas .r e"itar una guerra civil, para ser-
virle como buenos espaíioles ~ y no como los que
despucs de haberle prestado juramento de fidelidad
en Ba)'ona , le han abandonado á la menor apa-


TOlllO 11, . 12




(90)
1809. riencia de peligro -' consiento en que entre en vues-


tra capital; pero entonces, Se;¿0r.es, me respon-
dereis todos personalmente de su seguridad. Si al
contrario -' no me pedís el Rey mas que corno Wl
medio de sustraeros á las cargas inseparables d~
la presencia del numeroso ejército frallces -' quiero
desengatiaros: todo lo que sufrís lo siento tanto
mas-, cuanto que yo queria eFitarlo-, haciéndoos ha-
cer ti vosotros mismos las mudanzas que me veo
precisado á apoyar con las armas. La presencia
del Rey en iWadrid no mudarlÍ en nada esta po-
siclon , á menos que no os apresureú ti reuniros tÍ
él todos los hombres sensatos de 'vuestra Patria.,
los que pronunciados una vez -' probttreis bien pron-
to una. gran mudanza que restablecerá la calma.,
sin la que IZO es posible COllSel'Far el úl'den en las
ciudades entregadas el las agitaciones y tí la anar-
quía. Riflexionadlo bien -' y no' os espongais á re.
sultados desagradables.J si no teneis la firme re-
solucion de servir tÍ '1.1ltestro Rey".


Los individuos de la Diplltacion manifesta-
ron que jamas tomarian parte directa en las agi-
taciones políticas del país; y el Emperador les
respondió que fiaba en su palabra J y podian vol-
ver al Pardo á ver al Hey, á quien iba á es-
cribir, manifestándole que no oponía obstáculo
ninguno á su vuelta á Madrid. Efectivamente,
esta se verificó el dia 22 de Enero, anunciando
este acto cíen cañonazos. El Rey José, acom-
pañado del Mayor General, Mariscal Jourdan,
y de Belliard, Gobernador de Madrid, de De-
soulles 1 General de reserva, con mas Oc 10.000




(91 )
hombre~ de todas armas de la Guardia Imperial, 1809.
~ubió por el paseo de las Delicias, puerta de Ato-
cha J Prado, calle de Alcalá y de Carretas, has-
ta San Isidro, con un aparato, hasta entonces
d.esusado, con el objeto d.e imponer á la capi-
tal. Precedia la marcha la caballería de la guar-
nÍcion , un escuadron de ]a Guardia Real, los
Edecanes, los Secretarios de Estado, los Mayor-
domos, Gentiles-hombres, los Caballerizos, el
Superintendente general, el Gran Maestro de ce-
remonias, el Mayordomo y Camarero mayor, el
Mayor general y el Montero mayor. En seguida
marchaba el Rey á caballo, seguido del Ca-
pitan general, de las Guardias de servicio, el
Caballerizo mayor, los Grandes de España
que eran de su partido, con un escuadron
de la Guardia. Seguían en coche los Conseje-
ros de Estado, el Consejo de la Guerra y de
Marina, el de Indias, el de las Ordenes, el de
lIacienda, el Ministro decano de la sala de Al-
caldes de Corte, con otro Alcalde en represen-
tacion de todo el tribunal) cerrando el acom-
paií:ullil'nto un escuadran de caballería de la guar-
nicion. Luego que entró en el templo de San
Isidro, colocado en el trono, y á presencia del
Santísimo Sacramento, habló en estos términos:
((Antes· de dar gracias nI árbitro de todos los des-
«tinos por mi vuelta á la capital dd Reino que
{(ha confiado á mi cuidado, quiero correspon-
«der al recibimiento afectuoso, declarando á los
«pies del mismo Dios vivo que recibió vuestro
Hjuramento de fidelidad á mi persona, nus ma~




1809,
(92)


«sinceros sentimientos. Protesto delante de Dio5 ..
¡¡que conoce el corazon de todos, que solo el
«deber de mi conciencia, y no las razones pri-
«vadas me lleva al Trono Je Espaila. Estoy
(epronta á sacrificar mi feliciJad, pOl'flue pienso
eeque neccsitais de mí para hacer la vuestra. La
¡eunidad de nuestra .sallta ReJigioll, la ind.:pen-
((dcncia de la MonarflllÍa, la integridad de su te1'-
'fritario y la libertad de sus ciudadanos, son las
{(condiciones con que 1l(~ ac('pLado la Corona. :\0
((se en vileced svLrc mi cabeza; y si los d(;seos
"de la Nacion concspoucleu, como no lo dudo,
(cal desvelo de su Hey, no tardaré en ser el mas
(cfeliz de toJos, porque lo sereis vosotros.»


Así por un sacrilegio intcntaba el intruso legi.
timar SlI IlsLH·pacion.


Concluido un SOll:'lllne Te Deum, que se can-
t/) en accion de gracias por su vuelta al trono,
marclló á palacio si.n que se oyese C11 el tránsito
mas aclamaciou que la ele alg.uuas miserable.~
mugcl'es, pagadas al intento por los franceses.


Inmediatamente se dedicó á la reorgunizucion
df~ su gobierno, d<.!ndo diferent(~s d·~crelos al
efecto, )" entre ellos el d(' la crencion de Ull tri-
bunal criminal, ,í. clIyo frente puso al Ministro
ti.e policía Don PaLIo Arribas, (ille era de carác-
tCl'flCVerO; y cómo se ha})ia declaraJo por 105
fnll1ceses, mas inclinado á la crlle!tLtd contra los
verdaderos pal rietas y Jerl~IlS0res del fiey de lo
que peJia la justicia y la humallidad. I~os que tu-
vieroillu· desgracia de caer en sus manos, halla-
ron mas consuelo, humanid,lll y jnsticia ea d




(93)'- .
Gobernador francés de esta Capital Augusto Hc- 18ü9.
liard, (lue en este tribunal sanguinario.


En tanlo que el rey José entraba en Madrid,
el General Soult perseguía vivamente al ejércilo
inglés, que desde Astorga marchaba á POllferra-
da con dirpccion á Villafranca~ Hay dos caminos
que couducen á e.sta ciudad) el uno el real, y el
otro el antiguo, mas recto, pero mas monluoso y
dificil. Los ingleses eligieron el primero, y por
el otro se retiraron los csp<llloles. En seguimien-
to de estos marchaba por órden de Soull el Ge-.
neral Franceschi, sin perderlos de vista ~ y en el
de los ingleses el mismo Soult con el grueso de
su ejército. Los ingleses en su marcha precipita-
da ab¡;nuonaban los enfermos, cortaban las cor-
vas á los caballos qlle no podian seguir, y des-
truían gran parte de sus Lagages y municiones.
El 3 de Enero, á pesar de la precipitacion de su
retirada, las cabezas de las columnas francesas
alcanzaron su retaguardia en los desfiladeros de
Cacabelos, y aunque la posicion de los ingleses
era ventajosisima , la infantería francesa los des-
alojó de ella, y perdieron 300 hombres entre
muerto ... J' prisioneros, y fueron perseguidos
hasta cerea de Villafl'anca. El General francés
Augusto Colbert, que se ¡Jabia adelantado con su
brigada de caballería ligera en el momento de la
accion, recibió un balazo en la frente que le der-
ribó del caballo, y murió á pocos minutos. En
Villafral1ca se reunen el nuevo y el antiguo ca-
mino de la Cornila, y allí fue donde se incorpo-
raron los esp;;ilOles ó ingleses i mas siendo derna-




( 94)
1809. siados en número para atravesar juntos el desfi-


ladero de Villafranca, se convinieron en separar-
se de nuevo, tomando los españoles por el Valle
de Ol'es, cuya direccion siguieron igualmente
4.000 ingleses con objeto de embarcarse en Vigo,
y Moore con los demas continuó su retirada por
el camino de la Coruúa. La derrota de la reta"
guardia inglesa hizo perder la subordinacÍon á
estas tropas, que á su entrada en Villafranca se
entregaron á todo género de desórdenes, tanto
que hicieron temer la pronta disolucion de este
ejército. Ni la voz de los gefes, ni la entereza de
los oficiales bastaba ya á contener losescesos del
soldado, ni á hacerle entrar en su deber.


Franceschi tambien se reunió con SouIt el dia
5 en Villafranca, despues de haber perseguido á
los espaflOles desde Astorga, haciéndoles algunos
prisioneros, y matándoles alguna gente. Soult
dispuso que N ey hiciese segui!' al Marqués de la
Romana con una division de caballería.


Moore con su ejército corrió en 48 horas las
25 leguas que dista Villa franca de Lugo, en don-
de entró el 5 por la noche, habiendo abandonado
en marcha tan rápida gran parte de su tesoro,
bagage, cailOncs y un; gran cantidad de mu-
lllClOnes.


Las colLlmnas francesas, {¡ pesar de su empe-ño
y actividad en la persecllcioll del ejército inglés,
tenian que retardarse alglln tanto en su mal'cha
por los mismos obstáculos que habian desorgani-
zado las filas del ejército británico, pues no en-
contraban viveres ni ['CCllrSO alguno. Los habitan-




(95 )
tes de los pueblos del tránsito, atemorizados con la 1809.
conducta odiosa del ejército aliado) y temiendo
mayores escesos por parte de sus enemigos, aban-
donaban á la llegada de estos sus casas, y se refu-
giaban á los montes llevando consigo sus subsis-
tencias. Los caminos presentaban el aspecto mas
lamentable: pueblos desiertos J fusiles hecllOs pe~
dazos, cañones inutilizados) caballos muerlos Ó
mutilados por sus propios ginetes, y cadá ver es
con el uniforme inglés cubrian la ruta de una
manera aterradora.


El mismo dia que los ingleses entraron eR
Lugo, la vanguardia de Soult alcanzó á uno de
sus destacamentos, que se ocupaba en preparar
la voladura del puente que hay sobre el pequeño
rio que corre por delante de aquella ciudad. El
General Lausase cargando al enemigo con su ca-
ballería) le obligó á retirarse J y lo mismo suce-
dió á los que trabajaban en la cortadura del puen-
te de Berceira. En Zenezal, continuando sin
descanso la persecucion, se apoderaron los fran-
ceses de un millon de reales que los conductores
habian dejado abandonado, cortando los tiros de
los carros y marchándose Con ellos. La vanguar-
dia francesa adelantándose hasta Constantina,
hizo replegarse á los ingleses sobre una fuerte
posicion en que habian hecho aILo, á una media
legua al frente de Lugo. El General Moore cono-
ció la necesidad de dar descanso á sus tropas.
Desorganizadas estas en gran parte de resultas de
su precipitada retirada, mas desastrosa que la
pérdida de una batalla, creyó indispensable de ..




(96 )
1809. tenerse dos dias antes de continuar su movimien-


to sobre la CoruiIa J tanto para restablecer un
poco la disciplina J como para ensayar si por me-
aio de una dcmostracion inesperada, podia dete-
ner las tropas francesas, que tan de cerca y Con
tanta tenacidad le perseguian. Tambi,m queria
asi dar tiempo para quc Jos barcos de tratlsporte
ingleses que se h<lll<lban en Vigo, se trasladasen
á la Corui'Ia, con lo que ganaba tres dias de mar-
cha, ventaja de grande importancia en tan fatal
retirada. Al efecto espidió órdenes á Sir Ilood á
Vigo, para que dispusiese la marcha (le los trans-
portes á la Coruiia.


El ejército inglés, en la posicion que hemos
dicho, apoyaba su derecha en el Miño, rio no
vadeable, y la izrluiel'Lla en unas montaüas ele-
vadas. El Marisca] Soult llegó en la nocbe del 6
á Quinte1a de Corbella, en donde estahleció .su
cuartel general; y no dlJ(bnuo de que los ingle-
ses trataban de aventurar la suerte de una ha-
t~lla, dió sus disposiciones para ella. Sin embar-
go, el General inglés, penetrado de (lue su der-
rota era casi inevitable si se empei'Iaba en mante-
ner su posicion, se (lecidiÓ;l continuar su rc¡il'ada
sobre la Coruila, de 1[1 que aun distaba 15 leguas
por el camino mas corLo. Para ocultar su movi-
miento al enemigo ,. hizo encenclcl' en la noche
del 8 grandes hogueras, que llni(!as al ruido pro-
longado del movimiento de n~tjrada, engaüa-
ron <1 los franceses, haciéndoles creer que se pre-
paraban á recibir la batalla. Al dia siguiente, co-
nociendo el ardid, entró el ei{'I'cito francés en




(97 )
Lugo, en donde se apoderó de 18 piezas de ca- 18W.
ñon, 100 carros de municiones inglesas de"tina-
das para el ejército de la Romana, y 400 caballos
que los ingleses habian dejado muertos. -


Al momento hizo Soult que saliese una de SU!!
divisiones en }lersecllcion del ejército inglés; pe-
ro éste llevaba ya 10 horas de ventaja, por lo
que no fue posihle ya alcanzarle completamente:
sin embargo, la vanguardia llegó á tiempo de im-
11edir que destruyese el puente s0bre el LacIr-a,
llaciendo en este pequeiio eilCUel1tro un buen mÍ-
mero de ingleses prisioneros, los cuales por fal..:
ta de medios para destruir los puentes) no podian
oponer ni aun este obstáculo á la persecucion de
los franceses, tan activa como su retira'da. La
caballería de estos forzó el 9 el p:lSO del puente
sobre el Mendeo, y llegó hasta Montefalq~liero.
Los ingleses, para detener la marcha del ejército
fl'ancés , concibieron el horrible proyecto de VO~
lar la ciudad de Betanzos , Cl1yos habilantes aca-
haban de recibirlos como aliados j pero no pudie-
ron. poner en ejecucion su intento, porque los
franceses, tenaces en su persecucion, se apodera-
ron de la Cil/(lad, y en ella de un considerable
almacen de harina J y de 8.000 fusiles encajona-
dos aun, adcmas de 7 cañones que los ingleses
arrojaron al rio, y de una gran cantidad de mu-
niciones de guerra que destruyeron. El General
Moore, para romper con mas cderitlad el puente
de Castl'o-Burgo, le hizo cortar, protegido de
una retaguardia de 2.000 hornhres, que se dirigió
en seguida á Vigo para embarcarse con la divi·


T(U:O 11. -13




(98 )
HlO9. sion que se retiró, como hemos dicho, con las


tropas del Marqués de la Romana. Al llegar los
franceses al Burgo se hallaron con el puente que
hay sobre el rio 1\1e¡'o, cortado, y dispuestos los
ingleses á impedir su recornposicion. Franceschi
siguiendo la orilla del río, se dirigió á Cambra,
en donde encontró tambicn cortado el puente;
pero prosiguiendo su marcha pasó el rio media
legua mas arriba, por el puente de Cela, y mar-
chó sobre el camino de Santiago á la Coruña, y
durante esta marcha hizo prisionera una compa-
ñía inglesa del regimiento 60. La ocupacion de la
ribera izquierda del Mero por Franceschi facili.
tó el restablecimiento del puente de Castro-Bur-
go, que estuvo practicable el 13 para la infante-
ría, y el 14 para la artillería.


En fin, despucs de fatigas inauditas el cjércí.
to inglés llegó al término de todos sus esfuerzos,
y al divisar el 11 de Enero su vanguardia los
muros de la Coruña, dió un grito de alegría. En
aquel dia todas sus tropas en número de 15.000
hombrcs se ha11al'on reunidas. La division, que
al mando del General Baidr se habia dirigido á
Vigo, llegó á su destino sin haberla podido dar
alcance el enemigo, y habiéndose embarcado para
la Coruila, entró el14 en este puerto con el convoy
de barcos de transporte que debian servil' para
embarca¡' las tropas inglesas. Los preparativos
para esta operacion exigian algunos dias .• y el
General Moore, viendo ya asegul'atlos los medios
de reti¡'ada, creyó conveniente al honor de las
armas británicas no abandonar el contiuente sin




(99 )
combatir; pues aunque en su retiraua habia per- W09.
dido toda la caballería, lo montuoso y dificil del
pais hacian casi inútil esta arma. Resolviósc, pues,
á combatir con solo la infantería.


Durante el dia 13 se volaron por su disposi-
cion dos almacenes de pólvora, situados sobre la
altura de l\:Tnrgnrita, á media legua de la Coruña,
y su detonacion fue tan terrible, que se oyó á seis
leguns de distancia.


El grucso del ejército de Soult pasó el 14 el
puente de Castro-Burgo, y siguiendo el camino
de la Coruila, avistó la vanguardia inglesa colo-
CGua delante de la aldea de Palavia, y el ejército
todo desplegatlo en batalla detras de ella sobre
dos líneas. La primera, compuesta de las divisio-
nes de Sir David Baielr y del General Hoppe, te-
nia apoyada su izquierda en la orilla escrtrpada
del rio Mero, y su derecha en la pcqueüa aldea
de Elvina, situada en el cstrcmo de la cadena de
colinas, en cuyo frente se hallabrt formado el
ejército. La segunda línea, compuesta de la divi-
sion de Lord Paget, estaba de tras del General
Hopre, ocupando desde la aldea de Airis hasta
la emhocadura del Mero. La division del General
Frcre qlJedó de reserva en la Caruüa.


El 16 á las 3 de la tarde los franceses en nú-
mero de 20.000 hombres, con una caballería nu-
merosa, atacaron con el mDyor denuedo las li-
neas inglesas; pero fueron rechazados, y com-
pletamente brttidos por diferentes veces. Moore,
y¡endo que el ataque ele los franceses se dirigia
contra la aldea de Elvina) corrió á sostener esta




(100 )
180~J. pOSIClon, en la que recibió un balazo, de cuyas


resultas murió inmediatamente. Sir David Baidr.,
que reemplazó al General Moore en el mando,
acudió tambien á socorrer la derecha, y logró
que esta se sostuviese hasla la noche, que estaba
ya próxima; pero este segundo General en gefe
fue tambien herido mortalmente en un brazo, y
entró á sucederle el General Hoppe. I~a noche
puso fin á esta obstinada refriega, y ella impidió
al General SoulL sacar todo el partido de su vic-
toria. Esta circunstancia, la de no haber podido
maniobrar la caballería francesa por la desigual-
dad del terreno, y la esperanza de }Joderse em-
barcar combatiendo aun algunos instantes, con.,
tribuyeron sobremanera á que el ejército inglés
mantuviese su última posicion á costa de los ma-
yores esfuerzos y sacrificios. A fa VOl' de la oscu-
ridad de la noche ocultó su retirada, y rnarchó
con la mayor precipitacion á los sitios destinados
de antemano para su embarque, que se verificó
en la misrna noche del 16 al 17 en el arsenal de
Paliosa, en el puerto de la Coruüa. Para encu-
brir esta operacion se encendieron en el campa-
mento inglés gratules hogueras, yel General Be-
resford quedó encargaclo de entretener al enemi-
go. Esta retirada. se efectuó con tanto órden y
silencio, que á pesar de su gran proximidad, los
franceses permanecieron en la incertidumbre has-
ta la maÍlana siguiente, en 'jue el General Soult
hizo penetrar algunos batallones de infantería li-
gera en los arrabales de la Coruüa, colocando
venlajosamen~e una baterÍa, (lue comenzó á hacer




(101 )
fuego sobre la flota inglesa, que levando au- 1809.
clas, se hizo á ]a vela. La retaguardia inglesa, que
quedó para sostenel' el embarque, prolegiJa por
la fragata de 74 caüones Queen Charlotte y otras
4 mas en la Coruña, verificó el suyo al mediodia
en barcos dispuestos al efecto.


La pérdida de los ingleses fue muy considera-
ble; pues ademas Jcl General en gefe murieron
otros dos Generales de division en el campo de
batalla, y un gran número de oficiales y solda-
dos. El General Soult, al recorrer el campo de
batalla, hizo grabar para memoria de ella sobre la
misma roca en que pereció el General Moore) la
siguiente inscripcion :


mc CECIDIT JOANNES MOORE, DUX EXERCITVS


ni PUGNA JAXUARII XVI. 1809.
CONTRA GALLOS A DUCE DALIUATIAE DUCTOS.


Aqui pereció Juan Moore ~ General en geft del
ejército J en la batalla de 16 de Enero de 1809 ~ da-
da contra los franceses dirigidos por el Duque de
Dalmacia.


Asi terminó una espedicion de que los ingle-
ses se prometian otro resultado. De 30.000 hom-
bres que habian entrado en Espaila, apenas pu-
dieron reembarcarse 20.000: 6.000 fueron he-
ellos prisioneros, y el resto sucumbió de fatiga y
de miseria. La espedicion al Norte Je Espaüa
fue perfectamente concebida, pero mal ejecutada.
Si las tropas inglesas hubieran desembarcado en-




( 102)
1809. fre Jijon y Santanaer, y reunídose allí en los pri-


meros tEas de Noviembre, hubieran podido ser.
Vil' dc reserva á los ejércitos de Blacke y la Ro·
mana intactos touavia.


El movimiento contra Soult del ejército in·
glés, aunque incompleto, forzó á Napoleon á di-
ferir la ejecucion de sus proyectos contra la An-
dalucía y d Portugal. No habia entonces ni un
solo soldado para defcnder las gal'gantas de Sicr-
ramorena J y cn el Portugal quedaban muy IJOCOS
ingleses. Si hubiera conocido Napoleoll la situa-
cion vcrcladera del cj~rcito inglés y del cucrpo
de la Romana, huhiel'a dejado á Lcfebre en Ma-
drid, hubiera enviado á Victor á Andalucía, á
Ney á Portugal, y él hubiera marchado con la
caballería ele Beaúel'cs y el cuerpo de Junot sola-
mente para amcnaZar la derecha del General Moo-
re. A este error dc Bonaparte y á la sagacidad
de aquel debieron sin (lucIa su sal vacion en aque-
lla época Valencia, Sevilla y Lisboa. Moore es
criticado con razon por no haberse aprovechado
de la coopel'acion del Marqués de la Romana pa-
ra atacar á Soult. Efectivamente lo hubiera padi-
lla veriricar sin compromiso alguno crÍ Jos dias
que mediaron (lL'>cle el 18 al 22 de Diciembre, y
si entonces hubiera obtenido la victoria que la
superio"irlad de fuerzas prometía, dejflnJo en la
prrsecuciol1 del cncrniGo algullos cuerpos de ca-
hallerÍa espaiiola, hubiera podido avanzar rúpi-
damente po!' su derecha }¡;!cia TIellaventc para
haccr frente á las tropas qnc venían de Madrd
conducidas por Napoleon j (l11C sorl'rendido de




(103 )
verse atacar con vigor por un ejército que creia 1809.
fugitivo, se hubiera vi:;to obligado á replegarse
con gran pérdida, En la can'era, asi la llamaba
Napoleon, del cjérciLo inglés desde Bcnavcnte á
la Corulia , el obse rvador im pa rcial COIl vendrá
siempre en la audacia de BonaparLe y en la habi-
lidad de sus mauiobras para destruil' á los ingle-
ses; pero tambien conccJent que Sir John Moore
y el ejército británico rivalizaron en pericia y en
valentía con su enemigo, cuyos sucesos no fue-
ron debidos sino á la superioridad numérica. Lo
que es á la verdad dificil de concebir es por qué
el General inglés se decidió á huir delante de las
águilas francesas ganando tan penosamente el
puerto de la CoruiHI, cuando podia verificarlo so-
hre el Portugal bajando por la orilla derecha del
Ezla y ganando ]a provincia de Tras los montes,
en donue debia suponer que el General Bercs-
ford, Comandante de las tropas inglesas en Por-
tugal, hubiera hecho los mayores esfuerzos para
apoyar sus movimientos.


El 18 por la mañana hizy Soult intimar á la
plaza de la Coruña la rendicion : la escuadra in-
glesa habia salido ya del puerto, y no quedaba
pOI' lo tanto pretcsto algnno para prolongar una
resistencia que hubiera sido inutil; mas pcrma-
neciendo encerrados en la plaza dos regimientos
espar.oles, se vió Soult en la necesidad de hacer
una dCl110stracion de ataque á viva fuerza, para
obligar al General Alcedo que los mandaba, á ca-
pitular, como se verificó el dia 19. Por la capitu-
lacíon, que consta de trece artículos, se estipuló




(104)
1809. la entrega de la plaza con toda su artill('rÍa, mu-


niciones y demas pertrechos de guerra, y el ju-
ramento de fidelidad de las autoridades al rey
José. Con la entra!la de los franceses en la Co-
ruña lograron su libertad el Consul de su na-
'cion Fourcroy , 350 prisioneros, en cuyo número
se hallaba el General Quesnel, su Estado mayor
y el Consejero de estado Taboureau. Se enCon-
traron en la plaza 200 cailones, 20.000 fnsiles,
600.000 cartuchos, gran cantidad de pólvora,
almacenes de víveres, y otros pertrechos milita;'
res con cerca de 500 caballos vivos J pero corta;.
das las corvas.


El Emperador recibió en Valladolid la noti-
cia de la derrota de los ingleses, y de la entl'ad~
de su hermano José en]a Capital de España, y des-
pues de haber dado sus instrucciones para las
operaciones militares en Catalulla y Aragon, y
organizado un ejército movible que hizo situar
en Burgos, salió de Valladolid á galope tendido
para Burgos, donde llegó en siete horas, y des-
de esta ciudad tomó }.ma silla de posta, y llegó á
"Sayona sin descansar un solo instante, y perma;.
ueciendo ulla nUI [¡ana en esta ciuclad, llegó el 29
de Enero á Pal'Ís, Cll;lI1rlO ninguno le esperaba, y
sin poder ser seguido de nadie en tan rápida
marcha.


El Mariscal Soult,clueiio de la Corniw, se (les.;.
tacó con parte de sus tropas sobre el Ferrol para
some~er esta p]nzn marítima (lile dista algunas le-
guas de la Corulla ,y que estaba tlefendida por
fuertes y UIl muelle guarnecido de artillería. Las




( 105 )
alltol'idnde~ civiles empezaron á pnrbmcntnr 1809.
desde el 23 de Enrro} lllnnifl'~t~ndose dispucsttlS
á rendirse; pero el pueblo se sublevó, y cesaron
en su consecuencia las negociaciones, Sonlt tra-
t.ó enlonces de someter por la fucrza este intere-
sante pllclJlo; pero tlcspucs ele un pce!l¡elIo tiro-
teo que sostuvo 1:1 derecha de las tropas es-
pao(,]as b[liO 1:1 pl'oteccion dc los LII(IlIes de
guerra surtos en el punto, aterr;:do el vecinda-
rio por 1:1s olJl'us y lll(~dios de ataque (PlC se prG-
par;;!¡:l11 por el eilemigo, 11';:¡tó de C::Jpilulal' en-
vjando al cll¡¡rld (Y('lIeral de Sonll ]a Junta del


e'
Fnrol tres pal'lam(~:¡L;ll'ios con plenos poderes
al efcelo, El 2G se firmó la capiLlllucion, que fue
]u misma que b d(~ la CorlliJa con ciertas aclara-
cioncs, como la de 110 po(ler obli;.;ar ,í. ningull
d{~C~I1S01' de la p]r¡,,:¡ á scrvir cOlltra sus p;;isauos,
('tl caso tl~ lwcCl' resistencia algnll pueblo ele Ga-
lici;¡, y olras relativas it la escuadra y arsenal.
J-Jos franc('srs OCl:p:lI'Oll en la maüana del 27 la
plaza, l: illmediatamente decrct,n'on el desarme
general (h~ tOd0S sus habitantes. En el puerto
cncon\.r:won lres huques de guerra de 112 caüo-
11('S, dos de ?-JO, llllO de 74 y otros menores,'y cn
el arsenal mllc1ws caClO11ns y una gran cautitind
de per[rr'chos de toda especie.


El p¡¡erto de Vigo fue ocupado pOI' dos c:\-
CUilUI'OneS <1(; cahallcrÍ;¡ francesa, y b poscsion
de esta pl;¡z<l completó la conquista de GaJi-
cía, cny;\ conserv,lcioll se encargó á Ncy, mien-
tras que SUlllt clllllplielldo con bs j¡lstruccio-
r:es ele Kapolcoll .. se dirigi1 contra el Port\.lgnl.


'fO:dO 11, 14




(106 )
1809. Antes de entrar en los detalles de esta segun-


da espedicion á este reino, que no fue mas feliz
que la de J unot , haLlal'émos de los sucesos que
al mismo tiempo ocurrieron en lo interior de
Espafla.




(107 )


• CAPITUJ.JO VII.


Los restos tlel cj(;reitn ele Estrematlura se reunen en TaIa-
,"era. _ Asesil,af.o del Gelleral San Juan. - Ataque del
pue1lte delllrzohis;Jo. - At;J(¡ue del puente del Conde.
_ Aeci(-t1l del puente de }·tI'llaraz. - Retirada del ejér-
cito esp~IJol. - Su dispcrsion.


De los restos del ejército de Estremadura, que 1 H09.
dejamos march:ll1do deso;¡ndados y en completo
desorden desde Madrid ll:lcia aquella provincia,
se dirigieron, como por un instinto natural, todos
3quellos que·aunqne dispersos conservaron cier-
ta somhra de cJrden, ,i Talavera de la Reina,
dondc se hallaba ya d General Galluzo, á quicn
l1lleVamente se h,lbia encal'g;lllo del mando de es-
te eil~rcito. Hennidos alli ~ y como para cohones-
tar su ignominia y díspel'sion, cundió la voz do
que en el paso U(~ SOl11osierra habían sido vendi-
dos por el General Don Benito San Juan, y dán-
dose por cierta esta calumnia, asesinaron en 7
de Diciembre ,i este ]¡cnclII('rilo General co]gán-
dole de un <lrbol, y dispar:índole lma porcion de
tiros tan indigna como cobal'llcmcnte. Su pérdi-
da fue irr(~pa]'ab]c para el arma de la caballería
en (P1C ]Jahia servitlo, pues se "ió privada de uno
de ~lIS oficiales mns disting-Ilidos é inlelj<Yentes.


v t:l


No fdtó lI1ucho para que esperímentasen
igual s!\('rlc los Generales Castclar, Heredía,
Galluzo y el Vizcol1Llc de Gante.




(108 )
1809, Ii.l::5tal)lt~ciclo algun tanto el ól'dcn y la cr.!-


111 a , el General Gallllzo dispuso qlle b caballería
quecIase en Talavera y sus illltlcdi,¡cionc!',y tras-
ladó su cunrtel gcneral ;t A Idea IlliCY<l ccrea del
puente de Almaraz en la izquierda del Tajo, cn
donde tomó sus disposicioncs para reorg:lI1izar
el ejército y corlar los p!!c¡ílc!i (lUC lwJ' sobre es-
te rio, ¡í saLe!': el del Arzo])i~po, del (~al'llcllal,
del Conde y de Almaraz. Para la defensa de estc
se envió toda lu lrop:¡ (lile se hdlLl}¡a anllada, y
en 15 de Dicicm]lre partió con 1.00!) homlJl'1'3
para el dcll\rzohispo el General Trias, <¡!le Lll\'O
(¡UC retroceder {¡ tomar posicion en las ¡\lesas de
Ibo1', por estar ya 3(luel en poder dc los frau-
ceses, Por la parte del puente de Al'hwl'az se ~IJC­
bnlaron partidas lIc csplol'adol't:s J que al Ilegal' á
I"Iavalmoral encontraron de improviso al enemi-
go, y tuvieron que rctl'occclf'l'. El día 19 se pre-
sentó este delante ele la posicion de Almaraz sin
que pOI' entonces intentase opCl'aCiOll alsull:l con-
tra cll<l.


El General Galluzo, dedicado inccs:1lltf.'mcnte á
la reo"ganizacion de Sil ej{~rcito, nombró su es-
tajo m;1)'o1', compuesto del Cnartel maestre I3ri-
g2(Ecl' de ingenieros Don Manuel Za pino, del
~,l¡I)'or gellcr<Jl de infantería Coronel Don Anto~
llío Fenl1in Percz, y del Mayor gencrnl de caba-
llería Don Vicente Iglesias.


El 24 IIna di\'isioll enemiga, man,lada por el
General Sebastiani, pasó el pl1ClltC dd ArzoLis-
]):), y ntacó :i Trias por Sil centro y flanco dcn'~
eho con fucl'.lJS tan silpcriorcs} (pJ(~ aUnpH? trn-




(109 )
tó de sostenerse, h1\bo de ceder ñ ell;¡s) reljI'BI1- 1809.
llosa ,í Ibo1' por el camino del Ca~taüar y la Sierra.


En In tarde de este mismo dia un destacamen-
to de 300 fl'allcese~ de infanlería y cabnlleria
atacó cll1llcnte del Conde, defenJido por el Sub-
teniente Don Pahlo Morillo que se sosluvo con
b mi/yor hizarría hasla la cnl;'aua de la noclH",
en qnc se retiró para no ser cortado.


Ducüos ya los clll'migos de los puentes del
Arzobispo y del COllllc, se. adt'lal1taron hasta el
11lg'11' de Y"l(lebscasas; y ¡t su aproximacian la
divisioll cspaiwla que estaba en el puente u<: Al-
maraz J se rcliró :'1 Jaraicejo, dejando dos batallo-
Des lIara cuhl'irle con las lliezas de artillería (iUC
guarnecian la balería de la izcJllierda, pues las
restan tes se re t i I'~!ron igllalmente. El elia 25) c ualldo
sc estaha efectuando esta retirada, la vangu:lJ'dia
del ejl~rcito f¡,anel's que malicIaba el Duque de Dant.
zik, atacó el los dos batallones cjlle quedaron en
)a defensa cId puente, los cuales despues de ha-
berse sostenido con el mayor valor por espacio
dc trcs cnarlos de hora, se encontraron sin mu-
niciones, porque ltal)i{~lHlosc dispuesto (Ille los cnr-
1'05 C¡Ui: las cO!J(ll1eÍall se pusiesen á cubierto tIc
las gr:H1GcL:s enemigas cldras de uu barranco un
poco disl¡llIte, los conductores asi que se vieron
fuera de la ,'is:3 de los geres, cortaron los ti.
railtes y hllyeron con los tiros. Inutilizada por
este imprevisto incidente la artillería cspaiíoIa,
no quedó mas recurso á la inf4i1tcría que el rcli-
I'arse, no pudiendo resistir pOI' mas tiempo al im.
petuoso ata<luc de los enemigos, y dejando (~n Jlo-




(110)
1809. dcr de estos algunos prisioneros, y en el campo


nlgunos mucrtos.
En a q ucl mismo dia tallo el c ¡ érci lo se puso cn


mnrcha para Tl'ujillo; p(!ro ya fuese por la illcomo-
didad de la copiosisima y continua llavia (Iue ca-
yó durante toda aquella tarde y lloche) ó por la.
voz que se esparció (le que los eJlemigos cortaban
la retirada del ('j(~rcjto eSI)31101 antes de llegar <cÍo
Trujillo, este se desoru(!nó completamente. El
General con a]gunns tropas en dispersioll llegó á
Trlljillo aquella misma no cite lid 25 ;í cosa de
las 9, é inmediatamente celebró 1111 consejo de
gucrra para resol ver lo que deheria hacerse. Asis-
tieron ,í. él, aclemas de los generales y gefes de
varios cuerpos, dos vocales de la .Junta suprema
de ESlremadll:'a, f[lle fueron cll\I;¡r(pj(~s de C;¡sa~
mena y el Cal1úJtigo Don Mateo Jara; y (l plura-
lidad de votos se aconló que el (j{'fcíto se l:eli-
rase á las fronteras de Andalncía ~ no pareciendo
eonvenienLc encert'arlo en Ballajoz por no pre-
licntar aquel punto la mejor disposicion para re-
organizarlo, prefijando el pti(~hlo de Zalamea
para c] punto de reunion. El :lG :l las 4 de la ma-
urugaJa salieron en esta tl.irecciOIl sin órden ni
formaclon, y lnezclados con los vecillo,') que
l1Uian atemorizados con la pro,imidad del ene-
migo, todos los soldado~ existentes en Trujillo.
De las 17 piezas dc artillería (IIlC con~poni;¡n á la.
sazon el tren del ejércilo, once se dispuso pasnscll
á Baclajoz, y las e restantes siguic'roll á Zalamc:l,
ndonde llegó el 27 el General en gefe, y en los
inmediatos los varios cuerpos del cjérciLo, ya




( 111 )
reunidos, ya dispersos: tristes efectos dellrastür· 1809.
no general y de la indisciplina. TamLien se in-
corporó en a(juel cuartel gel1cralla divisioll del
General Trias, que saliendo el 25 ucI Castaüar
de lbor para Fresneda, y habiendo avistndo á
un cuarto (le legua (le esta poblacion las avanza-
das cnernigns cercn del pueblo, conoció que se
lwhi,w apodern,Jo 'ya dd puenLe de AIl11~Il'az, por
lo que retrocediendo al Castaitar, se dirigió á
Jaraiccjo, y sin tocar en Trujillo, ocupado por los
enemigos, llegó á Zalamea con una fuerza de
1.200 hombres,


No es facil detallar los desórdenes :1 que ¡Jes~
graciauamentc se entregaron los cspaüoles en su
marcha (lesde Tl'Ujillo á Zalamea. Sin reconocer
freno ni d eJ) ('1' alguno, arrojaban los fusiles ó los
velldian, <ltropeIlab<ll1 las casas de los infelices
labradores, roLaban sus ganados _' menages y ro-
pas, lo saql\cahrm todo, pretendiendo encubrir
tan tlescllfrellada conducta con la voz, tant:Js ve-
ces repetida y siempre infundada, de que toJos
los gefes eran traidores y los tenían vendidos.




1i,109.


( 112)


CAI)ÍTULO VIII.


Segundo sitio dl~ Zangoz:1. _ Proyidenci:1s de Palarox. -
Ataquc de Monte TOlTen). - At:ltflll' del arr:l]).]!. -
Intilllaciotl de ]05 fl'allccses. _ Conlcsl.acion de Pala-
fos:o - Salidas de los sitiados. _ Ataquc del convcnto
de Sal! Jose:. - Se declara la cpidcmia en la cilld;¡rl.-
tos pachlos circunvccinos protcgen ;í Zar:l;nza. - Lan-
1les toma el llH\ndo del sitio. _ ;Uorl.:¡;r disp:>r.,a ja!J
tropas qne se 1¡allahan flter:l de Zaragoza. - .!'rrl'ara-
tivos para el asalto. _ Disposiciones tl~ los si!ia,lof,. -
A;~alt() del convento de Sallla Ellgracia. - Scp\lltla in-
timaeion dc Latines. - Estilllo cn lluC Sl~ lnlh Zarago~
za. - Asalto del COllVClllo <le San Asw;till. - l\l!lrllles
{L calie en Cil He , y de casa en C;¡S;I. - A taq He <Id Co!]-
vento de J enlsalcll. - Tmlla del cokgio dc Escuelas
1)j",. - At;ltIl.le del convento lle Sall Francisco. - Sc
llc,;~cha la idea d(~ eapitnlar. - Ata(lllc de la l]niyer-
sic1ad. - Ataque del arra!>J!. - Toma del eOllvenlo de
la Trinidad. - Palafox. enlermo. - IlcndieioIlllc Zara-
goza. - Premio de SllS herúieos defensores. - Re!Hli-
CiOll de Jaca. - Estado ae la ~aeion dcspucs de la pl:r-
tlida ac Zaragoza. - Tl'atildo de ~liallza COIl Jl1g1al.(~r­
r:~. - Dc1ntcs en el Parlamento Dl'ilinico sobre la sncr·
l'a pClliasu!¡:u'.


II . 1" d 1 cmos llHdca, O (IUC e tercer cuerpo á la~
('ll'{LenCS élc1 l\bl'i~cal Moncey <lynnzaba ron di-
rrecioa :í Z:lrnfjoza , h,ícia cuya ciutl,Hl) dcspllrs
,]e la balalla de 'fudela, se retiri) precipitada-
m~ntc el ejér::ito espuílOl de Arngol1) que rcu-




(113 )
nido COn los dispersos del de Andalucía y Va- 1809.
lencia ascemlia á 19.000 hombres, entre los que
se contaban 7.000 veteranos, 1.500 caballos,
.igllal número de artilleros, 800 zapadores, y
los demas, soldados de nueva leva. 1.os france-
ses, en número de 15.000 hombres, se detuvie-
ron en Alagon para acopiar víveres, esperar re-
fuerzos J y reunir el tren de sitio.


Muchos han criticado altamente el que Pa-
lafox de un pueblo abierto é indefenso hubiese
hecho una plaza de armas J atrayendo sobre Za-
ragoza los horrores de un sitio; pero la historia
mirará siempre como heróica la voluntad de sus
habitantes, á quienes se aseguraba de este modo
las ventajas de una capitulacion. Los que tildan
de imprudente este paso, nunca podrán negar
que Zaragoza fue mirada como un punto mili-
tar de la mayor importancia por el mismo Napo_
leon , que puso el mayor empeño en apoderar_
se de él, como lo demuestran sus preparativos
y apreslos milit.ares. Por otro lado el ejército es-
pailOl no tenia probabilidad de obtener ventajas
en campo raso, presentando una batalla deci-
si\'iI J cuamlo parapetado detras de las tapias
de arluclla ciutlau , poelia contener por algun
tiempo los progresos del enemigo, é impedir que
este se apoderase de 105 diferentes estableci_
mielltos militares que en ella existian, apro-
vechando la crudeza de la estacion como un po-
deroso auxiliar pa('a la destruccion del ejército
francés, aunque este cálculo sobre la coopera-
cion de los elementos salio fallido, porque los


'I'O\IO 11. 15




( 114)
1809. meses de Enero y Febrero, que ordinari<lmente


suelen ser todos los aüos lluviosos, en aquel
fueron secos y bastante templndos. Esta circuns-
tancia, tan favorable á los sitiadores, contribuyó
á propagar entre los sitiados una espantosa epi-
demia.


Palafox se aprovechó del tiempo que se de-
tuvieron los franceses en Alagon para reunir y
org<lnizar sus tropas vencidas, y reanimar el es-
píritu y energía de los aragoneses. En primeros
de Setiembre se h<lbian empezado los [rahajos de
la fortificacion de Zaragoza) y al mismo tiempo
se reunían allí los jóvenes de todo el reino de
Aragon, se regimentaban, se vestían y armaban,
y se les enviaba al ejército p;,ra completar su
instruccion y disciplina.


La artillería de Zaragoza se componía de 170
piezas, (le las Cllales tan solo habia 80 de 16 ar-
riba,8 Ó 10 morteros de 12 pulgadas, que se em-
pleaban como pedreros por falta de municiones
huecas. Para evitar la catástrofe de otra esplo-
sion como la que se hahia esperimcntado en el
primer sitio, se dispuso no fabricar mas pólvora
que la necc5aria para el cOllsumo diario. Cada
habitante ó soldado se hallaba armaJo. con un
fusil inglés ~ que proporcionó nna remesa hecha
por el gencral Doyle: la plaza cstaba provista
de trigo -' vino, a guardi ente) ]e g 1IIl1bl"í~s secas,
aceite y bacalao: no habia carne sa la(la, y muy
poca fresca) la que se reservó para los hospita-
les, y desapareció bien pronto. Ademas) cada
vecino habia provisto su casa Como si tuviese




(115 )
que sostener en ella un sltlO, y en especial los 1809.
conventos contenian almacenes considerables.
La cebada faltó á muy poco tiempo.


En el 1'io Ebro habia unas lanchas cailOne-
l'aS, mandadas por Oficiales de marina y mari-
neros veniJos del departarnento .de Cartagena.


Palafox estableció de los hahitantes mas ilus-
{res un cuerpo escogido, que denominó de AI-
lllogaLeres, y le vistió á ]a antigua española.


Un gran número de habitantes del campo se
refugiaron á la plaza, huyendo del enemigo, y
esta concurrencia contribuyó á fomentar en ella
la epidemia.


El General Saint-Marc con unos 6.000 hom-
bres fue encargado de la defensa del Monte-
Torrero J y el General Manso, de Guardias Es-
paüolas J COI) un número próximamente igual, de
la ue los arrabales. La defensa de la ciudad cor-
ria á cargo Je oficiales superiores y de un cierto
número Je tropa que tenia caJa punto asigna-
do, y los paisanos, sin estar sujetos á nin-
gun servicio en particular, se reunian inmedia-
tamente al toque de la campana de la torre nue-
va ) y marcll1lhan á Jos puntos atacados. Poco
tiernpo antes de flue los franceses el1lbistiesenfor-
malmcnte la plaza) salieron de esta varios des.
tacamentos á forrngear; pero la mayor p3rte fue-
ron cortados por el enemigo, y no volvieron á
cnt!'nr en ella.


El 19 de.Diciembre llegaron á Alagon dos di.
,'isiones del 5. () cuerpo, al mando del Mariscal
:\lortier, con cuya llegada ascendia ya aquel




(116 )
1809. ejército francés á 31.000 homhres COn 60 piezas


de artillería, 6 compañías de esta arma, 8 de za-
padores y 3 de minadores, con 40 Oficiales de
ingenieros. El 20 embistieron la ciudad por la
derecha del Ebro; y en la noche de este al 21
levantaron una batería contra Monte Torrero,
que rompió luego el fuego, y la division Gazan
amenazó esta posicion por su frente, mientras
la brigada del General Habert pasó el canal por
un acueducto de que se había posesionado la vís-
pera, y atacó las obras por su gola. Una colum-
na de la division del General Morlot , siglliendo
el cáuce de la Iluerva.J pasó el canal por deba-
jo del acueducto que cruza este rio, y tomó por
la espalda la cabeza del puente ele las gl'andes
esclusas, en cuyas obras se apoderaron de cinco
piezas y de un centenar de prisioneros. El des-
órden que esta desgracia introdujo en los defen-
sores del importante punto de Torrero) facili-
tó al enemigo su conquista, que se verificó en
seguida. En el mismo dia el General Gazan, sa-
liendo de Cuera y Villanueva, se dirigió hácia el
arrabal, enconlraudo en su marcha unos 4.000
suizos que le disputaron el paso en los olivares
y huertas inmediatas, aUll(luc fueron rcchaza-
dos al fin hasta las fortificaciones dc aquel, ha-
biendo sido hechos prisioneros como lll10S 300,
qua COll su coronel Fleuri se encerraron en Ulla
casa aislada, llamada la Torre del Arzohispo.
Tenia órden Gazan de tomar brllscamente el ar-
rabal, al mismo ticm po que las otras tropas fran-
cesas se apoderaban del ~lonte TOl'l'ero; pero lle-




(117 )
garon tarde: sin embargo, por tres veces atacó 1H{)9.
denodadamente á la bayoneta las baterías; pero
otras tantas fue rechazado can pérdida de 900 á
1. 000 hombres.


El 25 el General Oneill hizo con 4.000 hom-
bres una salida por el arrabal contra las tI'opas
que habian sido rechazadas el~ el ataque anterior,
y el22 fueron arrojados los franceses hasta las
altllras de San Gregorio perdiendo mucna gente.


Mientras que el enemigo emprcndia todos es-
los ataques, y se preparaba para otros mas for-
males aun, en Zaragoza se construian blinda-
ges, se ponian los almacenes á prueba, y se ha-
cian cortaduras y espaldares en las calles en to-
das direcciones. En este estado, y teniendo
Moncey para el tlía 30 hastante adelantadas las
obras de ataque conlra el edificio de San José,
hizo á Palafox una intimacion en que empezaba
ponderando los triunfos del Emperadol' en Es-
paña , y la capitlllaciol1 de Madrid, y concluía
intimándole la rendicion. Palafox le contestó que
Madrid habia sido vendido, tlue sus fortificacio-
ncs se hallaban aun intactas, y que aUll cuando
estuvjescll ya todas por el sucio, los habitantes
de Zaragoza y U estalJan todos decididos el sc-
p ulta rse ha i o sus ruinas antes qu e re ndi rse. El
dia 31 hizo la gnal'l1icion otra salida al manflo
del General Butron, para retardar los trabajos
del enemigo, dirigidos contra el convento for-
tificado de San José; mas prevenidos contra este
atacllle, prcsentaron fuerzas tan superiol'e!>, qllf'
aunque la lucha fue sangrienta y gloriosa para




(118 )
1809. los espailOles, los esfuerzos de estos fueron inú-


tiles é infructuosos, y tuvieron que retirarse sin
conseguir el objeto.


Aunque para el di .. 30 de Diciembre se halla-
ba ya todo dispuesto para la abertura de las trin-
clIeras, los espaüoles hicieron el 2 de Enero una
salida tan impetuosa, que obligaron á los enemi-
gos á clavar las piezas de dos haterías que diri.
gian contra San José. Con todo, continuaron
sus trabajos aquellos con el mayor tesan y acti-
vidad, favorecidos de la oscuridad de b noche
y nieblas de la mañana. Una linea de contra-
aproches para nivelar los ziczaes de alu(lue del
centro, que se empezó el 4, obligó al enernigo
á prolongar sus trabnjos para 110 ser inquietado
de nuevo. Hasta el 9 no hubo novedad alguna
de consideracion; los franceses establecieron
ocho baterías, y ellO á las ocho de b maüana
rompieron el fuego con 32 piezas de grueso cali-
bre contra el espresado convento de San José,
y contra la cabeza del puente de la Hllerva, y
empezaron al mismo tiempo á boruhardear la
ciudad, cuyas baterías conteslaron con un fuego
vivÍsimo. En la noche (Iel ti se retll'l) la artille-
ría del convento de San José, j" aUÍ\S de aban-
donar esle edificio se. hizo una saliaa Con 200
llOmbres, que tlesde él marcharon conlra la La-
tería de los franceses pOI' el camino cubierto,
ignorando que á la dCl'eclla de la s!'gllncla pal'a-
lela habia dos piezas que le flanqueaban; y sor-
pff~ntlidos por el fuego de estas, se retiraron con
pérdida de 50 á 60 hombres.




( 119)
En la mañana del 11 las baterías francesas 1809.


rompieron el fuego contra los frentes atacados,
y habiendo abierto brecha y destrozado los para-
petos y casi todo el convento de San José, se
dispuso por el enemigo el asalto de este para las
cuatro de la tarde; pero como la batería de la
derecha) por estar mas distante no hubiese he-
cho tanto efecto en las obras de defensa de la ca-
heza de~ puente, difirieron aquel, haciendo no
obstante demostraciones para engailar.


El dia 12 empezó el atague : dos piezas de ar-
tillería de campafta, sostenidas por cuatro COl11-
paüías de infantería, dirigidas por el Tenieilte
coronel de ingenieros Acso, se colocaron cerca
de la confluencia de la Huerva , y enfilaron el ca-
nal izquierdo sobre el camino cubierto de San
José) defen(li.do por los espafloles. Amedrenta-
dos estos por el fuego abrasador que se les hacia,
abandonaron su posicion, y pasaron la Huerva
en gran desórclen. En este rnomento el gefe de
batallon francés Stal, á la cabeza de algunas
compañías de cazadores, se arrojó desde la segun-
da paralc!a sobre el fuerte; pero se halló deteni-
do por una contra-escarpa de 18 pies de altura.
Entretanto el capitall Dagnenet, aprovechándo_
se de un puente levadizo que los espaüoles no
habian cuidado de levantar, entró en el fuerte
por la gola, haciendo 100 prisioneros, enlre
el10s un coronel; y ducüos ya de este interesan-
te punto los enemigos) se alojaron en dicha gola,
y coronarOn la cresta del barranco de la Hllerva.
Sin embargo, su establecimiento no estaba aUIl




( 1'20 )
1809. asegurado, pOl'r¡ue la cabeza del puente se defen-


dia todavía batiendo la derecha á San José, co-
mo asimismo otras ocho piezas del recinto de la
plaza. A pesar de qne Ins obras de la cabeza del
puente no se componian mas llue de ladrillo re-
vestido con lodo, los franceses tuvieron que es-
tablecer el 15 una I111C\'a batería de cillco obuses,
con cuyo auxilio, y hallándose ya posesionados
de la cresta de la contra-escarpa, obligaron á
sus defensores á abandonar la cabeza del puente
voUndole .


• Perdidas ya entonces todas las obras estcl'io-
res de la plaza, y no quedando mas que su re-
cinto que defender, los sitiados redoblaron su
actividad ySUB pl'epal'alivos para llevar adelante
la defensa.


La necesidad de encerrarse en los sótanos,
siempre mal sanos, para libertarse de los efectos
de las bombas, la corrupcion de la atmósfera por
los cadáveres que la infestaban, la aglomcracion
de individuos en todas p:utcs J el con! ínuo alum-
brado que era necesario manlener, la escasez y
mala calidad de los alimentos, la falta de ejer-
cicio, ysohre todo el miedo y las conLínuas emo-
ciones violentas, todo l'culliclo contribllYó á fIne
se llesurrollase en Zlll'agoza uua fiebre maligua,
que bien pronto degeneró en una epidemia J fIue
dcvo,'aba sin cesar al soldado y al paisanage.


Los sitiadorcs proseguian cstableciendo nue-
vas baterías para abril' el muro, y contrabatir
las obr'as de defensa. Levantaron una tercera pa-
ralela que abrazase en sus ataqnes al convento




(1'21)
de Santa Engracia, con cuyo auxilio se propo- 1809.
Ilial1 penclral' por dos partes y á la vez en la
ciudad. Ochenta voluntarios, á las órdenes del
intrépido Don Mariano Galindo, tuvieron el ar-
rojo de hacer una salida con el objeto de clavar
la batería que amenazaba á Santa Engracia; pero
aunr[ue lograron sorprender lagllardia de la se-
gunda para lela, y llegaron hasta la primera con
UIJa temeridad inaudita, fueron allí detenidos,
rechazados y cortados por las compañías de rc-
sena que guar(JaLan las lricheras, y tuvieron
que renuirse prisioneros.


En esta fia 1 ida pereció, como un valiente, el
jóvell Don Nicolns Maldonado, Teniente coro~
ncl de Voluntarios de Aragon, el cual guiado solo
de su p;¡ll'iotisi11o , se precipitó sobre los enemi-
gos, privando con su tcmprnna muerte á la Pa-
tria de las fundadas espel'anzas que prometían su
intr(pido valor, asidua aplicacion y sobresnlien-
t.e talento. Zaragoza tolla sintió esla desgracia,
y Pa]afox honró la memol'ia de este jóven héroe,
á quien dispensaba su anüstad, manift!stando' pÚo
hlicamente su sentimiento.


Las la'nc]¡as caüoneras , que, como hemos di-
cho, se situaron en el Ebro) subieron por él
para incomodar al enemigo; pero el fuego de las
})atcrías de este las obligó á retiral'se.


La epidemia que se habia manifestado en Za-
ragoza, y la illsurreccion del pais circunscriLían
y estrechaban al sitiador. El General Batiel', des.
tacado en Fuentes desde el principio del sitio
con 1.200 infantes y 600 caballos) derrotó en Bel.


T0.\10 (l. 16




( 1 '2'2 )
1809. chile un cuerpo de 4 á 5.000 paisanos, á los que


persiguió hasta Hijar, adelantándose en seguida
hasta Alcañiz, de cuyo puehlo se apoderó des-
pues de un ataque bastante vivo, permaneciendo
allí hasta el fin del sitio. Mas no bastó esto para
contener la insurreccion de los demas pueblos;
pues se formaron partidas en la sierra de ]a Mue-
la , en Epila y montañas de Soria, las quc ame-
nazaban y atacaban sin cesar los establecimicn·
tos militares, hospitales y almacenes de los fran-
ceses en Aragon y otros pllntos. Esto dió motivo
á destacar del ejército siliadol' 700 hombres para
guarnecer á Tudela, Caparrosa y Tafalla.


En la orilla izquierda del Ebro, el Marqués de
Lazan y Don Francisco Palafox, ambos hermanos
del que mandaba enZaragaza, atl'aÍ;1I1 ;Í sus bande-
ras las tropas de Calaluüa y de Valencia, insur-
reccionaban y armaban al paisanage, é intercep-
taban los convoyes al enemigo, haciendo sentil'
á los franceses tal escasez, que muchos dias sus
soldados estuvie¡'on á media raciono


La lentitud del sitio de Zaragoza, y el deseo
de verle concluido prontamente, determinaron,
segun llevamos indicado, á Napoleol1 á emplear
en él al General Lauues, que á la mas rara in-
trepidez reunia gra.ndes conocimientos y muclJa
serenidad. Junot, celoso de complacer al Empe-
radar, había perdido mucha gente multiplicanllo
sus ataques casi diariamente, y á la llegada de
La n Bes) r¡ u e tornó el mando del 3.1) y 5. o cuerpos
el 22 de Enero, continuó sirviendo b;-¡jo las ór-
denes ele este. El Mariscal Morticr con la llivisioll




(123 )
del Ceneral SUCllct, recibió órdpl1 de pasar 111- 1809,
wediatamcnte á la izquierda del Ebro, y lllcall-
zando en Perdiguera la vanguardia de Don Fran-
cisco Palafox, la obligó á replegarse sohre el
cuerpo del ejército, que reunido aguardó al ene-
luigo en nuestra Señora de Vagallon, mas arri~
ha de Leciüena, donde fue hatido con pérdida
de 1.000 hombres. El Ayudante Comandante
Gasc¡uet, gcfe del Estado mayor del Gener;¡]
Gazan, se dirigió inmediatamente sobre Zucra,
de cuyo ¡)HeLIo se apoderó, dispersando una
rellnion de 2 á 3.000 hombres, y cogiéndoles
1il1 cailon. El General Mortier puso en seguida
destacamentos sobre Huesca, Sallgarena y Epi!a,
á fin de completar la dispersion del ejército es-
paiJol. El General Stlchet con ulJa parte de su di.
"Ísion continuó empleado, durante el sitio, en
mantener libre la campiüa de las partidas que in-
quietaban al ejército sitiador, é interceptaban
sus convoyes. Con estas dislwslciones el sitio pu-
do continuarse con mas actividad; y el enemi-
go, que se hallaba dueüo de la orilla de 111. Hne¡'-
va, y á quien no faltaha mas que raS;¡r el barran~
co y asalr.ar la brecha ql1c 50 pit;zas de baLir le
blJian abierto, trabajó en Jos dias 23, 2/1 Y 2:')
en construir dos puentes y form;¡r dos plazas de
¡¡¡,mas sobre la orilla izquierda para reunir en
e]las la tropa que debia de subir al asalto. Entre.
tanto, dentro de la plaza se perfeccionaban los
atrinclH:ramielltos á espaldas ele la brecha, y se
defendían los pueslos eslcl'iores. La posesion de
s010 llnatapia de un jardin costó á los fl'ance-




(124 )
1809. ses tres ataques consecutivos. El 26 redoblaron


estos el fuego contra los puntos atacados, y fue-
ron contestados por la plaza vigorosamente, y
careciendo los artilleros de esta de merlones,
su único resguardo eran ya las SJcas de lann.
El 27 continuó el fuego con mucha energía, y
en la noche anterior los franceses se habian apo-
dCi':Hlo, despues de un pequeüo asalto, de un
molino de aceite, inmediato y aislado, que les
servia ,le plaza de armas. Al medio dia, eslando
ya practicables las tres brechas frelltc á San
José, y casi destruido el convento de Snula Ell-
gracia, se determinó el asalto. l~os espaüoles ha-
bian construido al pie de ellas dos fogatas, y de-
tras un buen atrinch~ramiento. El enemigo avan-
za con impnvidez, la voladura de bs fog:ltas ú
llOl'nillos tna solo le detienen un momento; si-
gue adelante, pel'O un diluvio de balas y grana-
Jas arrojadas de los atl'inchernmientos y casas
inmediatas le detiencn y obliGa á retirarse, y el
llec{ueüo númcro que sobrevive á la tentativa,
aprovechándose del hoyo que clciaron las foga-
tas, se aloja al pie de la brecha. ror frcnte d
San José penetra i3u::¡11l1ente el enemigo por la
Lrecha, se apodera de ella, de la casa dd 1'ren-
t e y de las de la derecha llasta una poterna que
ofreció nueva entrada en la pbza; y por ]a iz-
quierda llegó hasta la primera calle trnnsvcrsal.
Cuatro compaüías francesas atacan la casa ai:;la-
da que ocupaba á la derecha de todos los ataques,
la que fue por dos veces tomuda , y otras tanLas
I'cl'didn) á costa de la yida ue muchos yaliuJL.:s.




(125 )
Por el centro el primer regimiento del Vístula 100:1.
asaltó el convenIo de Santa Engl'acía, y lo to-
mó, y pasando de él al de las Descalzas) que
está casi reunido, Latieron desde él en reVl~s ulla
gran parle del recinto hasta la puerta del C(¡rmell,
que los defensores se vieron obligados á abando-
nar. Los fr ... nceses entonces quisieron penetrar
en la cíuc.brl por esta puerta; pero fucron recha-
zados, y obligados á perder todo el recinto flll!~
eu ella ocupaban, menos el convento de Capu-
chinos, de que se haLían apoderado) yen el que
quedaron establecidos, á pesar de los esfuerzos
que hicieron los sitiados para arrojarlos de allí.
En la noche del 28 los españoles atacaron in-
fructuosamente el convento de Santa Engracia,
muriendo en la lJaterÍa de Palafox el Coman-
dante de Ingenieros de Zaragoza, Coronel San
Genís.


Siempre que el sitiador intentaba hacer llue-
vos progresos, la campana hacia la señal de alar-
ma, y la tropa y el paisanage corrían al punto
amenazado, consiguiendo de este IllOdo muchas
veces desalojar al enemigo de sus nuevas COll-
quistas.


El resultado del asalto fue apoderarse el ene-
migo de los dos conventos de Santa Engracia y
Capuchinos, y establecerse en estos dos puntos
dentro (le la ciudad, tomar 15 piezas de caüon y
:WO prisioneros; pero estas ventajas le coslaron
llcnlcr mucllÍsimél gente. Don Francisco Palafox
hizo por este tiempo varios movimientos para so-
correr á ZarG30z11) pero todos fueron en vano.




( 12fi)
HI09. El :\'lal'iscal Lannes , bien penetrado del invenci.


ble valor de los defensores de esta ciudad, les
hizo una nueva inLÍmacion, nnunciándoles el re-
embnl'co de los ingleses, y In casi tolnl sumision
de Espafla desde el Océano hasta los Pirineos, y
hasln Sierl'amorena.


Sentíase ya entonces en la plaza h mayor es-
casez) el bombardeo llevaba ya tres semanas, y
la epidemia se estendia tan rápidnl11ente, que
morian 350 personas diariamente, sin contar las
vIclimas de los azares de la guerra. Los medica-
mentos faltaban, y no habia ni colchones, ni car-
ne para los enfermos; cnyas cil'cllllslallcias uni-
das al aiee irllpUl'o que se respiraba, hacian que
con facilidad se gangeenasen las heridas. Ni aun
tielTa para enterrar los mue¡'tos se encontraba:
yacian estos hacinados en grandes fosos en las ca-
lles, en los patios, y delante de las iglesias, cu-
hiertos con sábanas~ los cllales ,1 veces destroza-
dos y esparcidos por la esplosion de las bombas)
ofl'ccian el mas horroroso espectáculo. Parecia
))aherse heeho ya cuanto exigianlas leyes cIel ho-
nor: se habi<lll sostenido diversos asaltos; el ene-
migo f'staDa ya establecido en varios plintos dentro
ele la poblaciou, y 110 habia e~p('nllza algllu:\ de
SOCOlTO. Las balas y. granadas inutilizaban y ~.1'­
ruinaban todas las defeusas, y aleal1zaban ;i todo
el ámbito de la ciudad; las millas car~'l'.hs e~la­
han á pllnto de poderse dar ftlf'go y dcrribar las
casas, y la epidemia tenia su foco en los únicos
a~ilos qlle ~e IHllL.ban á cubierto de los estragos
de la guerra. Tal era el lamentable ('~taclo de la




(127 )
capital de Aragon j pero ni su guarmclOn, ni sus HlO9.
habitantes se consternaron por esto: inflexibles
siempre, si alguna vez paraban su imagillacion en
su miserable suerte, era para acrecentar su va-
lor y desesperucion; y aunque viesen su ruina
inevitable, no juzgaban satisfecho su honor, ni
cumplido el jnramcllto, que con el mayor enlu-
siasmo habían prestauo de sepultarse bajo las rui-
nas de su uesgraciada patria. Despreciaron, pues,
todas las ofertas de capitulacion, y con una reso-
lucion tan noble como uniÍnime, hicieron ver al
mundo cu,ín estrechos son los límites que se han
fijado á la defensa de las plazas, y hasta elónde
puede prolongarlos una enérgica resolucion de
morir antcs que rendirse. Firme en ella el ¡me-
110 de Zar::lgoza se habia hecho algo receloso y
desconfiado, y algunos de quienes sospechó ó co-
bardía ó traicion, fueron víctimas, casi sin prue-
bas, elel furor ciego del paisanage.


Continuando por espacio de 6 dias el fuego la
artillería enemiga contra el convento de San
Agustin, se hallaban ya practicables las brechas,
verificando los franceses el asalto de este ediLI-
cio el 29; mas fucron rechazados con el mayor
valor, dejando sembrado el frente de cauá-
veres.


Con igual obstinacion se disputó la posesion
de una manzana de casas inmediata á Santa El1-
gr:lcia: batianse sitiados y sitiadores, primero en
los patios y cuartos Lajos; renovúbase la lucha
en el primer piso; sosteníasfl en las boardillas; y
por último, venia á rematar en los sótanos; has-




(123 )
1tl09. fa que el enemigo, viendo que no le era posible


eslablecerse en ellas, las voló y se eslahleció en
sus escombros. Con igual furor se disputó el mis-
mo dia 29 una casa de dos pisos aislada, que era
la única que f<liLaba al enemigo para llegar á la
puerta Quemada: por metEo de un petardo pene-
tró éste en su cocina; pero sus defensores abrie-
ron aspilleras en el comedor, y por ellas hacian
fuego con sus fusiles, y (les de lo alto del cailon
de la chimenea art'ojaban granadas sobre el ene-
migo; hasta qlle pOI' último, unos y otros se di-
rigi'eron al sótano Con el inLento de construir
llOrnillos para volada. Por últ~mo, el día 31 los
espailoles, despues de dos dias del mas tenaz ata-
que, quedaron dueños de ella.


Mientras los franceses asaltaban la brecha que
l1abian ya abicl'to en el convento de Santa Móni-
ca, los espallOles displlsiel'on una mina desde
San Agustin para volar este edificio; pero habién-
dolo advertido los franceses se anticiparon J y
prendieron fuego á la mina.


En la calle de Santa Engracia, por evitar los
alaques, á viva fuerza volaron los fr~nccscs va,-
l'ias casas á derecha é iZ(Iuiel'da, pero sin qlle
produjesen la me:101' conslernacioncn losara3one.
ses, (¡ue PI1 vez ele abandonar los edifIcios destroza-
dos por las esplosiones por medio de IIn viro fue-
go, impedian á los franceses aloj;¡rse en sus ruinas.


Desde el castillo hati:ll1 los c8paüolcs la cara
izquierda del convento de Capuchinos, atnc,ín-
dole en la noche del 31 con la mayor rcsolucion.
N o pudiendo penetrar porla brecha, acudieron á




(129)
la ptH'rta tIc la iglesia, querompicl'on ,i bachnzo,q; fSO!).
milS como no pudiesen uerribar el espalclon de
sacos de tierra, lo¡!raron al fin penetrar por un
portillo que hicieron. U II callUchiuo con uu cru-
cifijo en una mano y un sable en la olra los ani-
maba, y las mismas mugercs, en medio de una
lluvia de lJalas y granadas, cscitaban su valor, y
les repartian carlnclJOs, aUlIque la ellcrgía de los
sitiallos estaba en todo su colmo, y no necesita.-
hall estos estímulos para defender con el rnayOl'
llcroismo su libertad y religion.


En priil1t?l'o de Fehrero un hornillo enemigo
voló la pared de medianía entre los conventos de
San Agllstin y Santa M.ónica, é inmediatamente
una colllmna francesa se introdujo por la brecha,
y sorprcndió por la cspalda todas las cortaduras
y atrincheramientos que tenían dispuest{)s los es.
l,ailoles, los que no esperando semejante sorpre-
f;a, desampararon con facilidatl sus puestos; y
aunque vueltos en sí intentaron desalojar al ene-
migo, ya no pudieron conseguirlo.


Los franceses atacaron al mismo tiempo las
casas de la calle de puerta Quemada, apodedn-
close al pronto de varias; pero tomando la ofen-
siva los espaiíoles antes que los franceses se lltl-
bicsen establecido en ellas, se empeüó una accion
tan reüida , que no solo las reconquistaron, sino
cuatro mas de que en los días anteriores se ha-
Lian hecho dueiios los enemigos, que dejaron en
ellas mas de 80 cad~veres.


A derecha é izquierda de Santa F.ngrncia el
rllemi;-o voló (los hornillos, y se apoderó de d03


1'u:.¡o 11. 17




(130 )
i809. casas; mas en el asalto que dieron p:ll'a tomarb'i


los polacos) 11lllrió el General de IlIgcnieros La-
coste, que lUal'chaha á su clbeza I recmp\;¡z;j 11-
dole en su dC$tíno de Ingeniero en ¡;d'L' del ~itit}
el Coronel Hogniat.


El 2. de Febrero los franceses (lirigieron tres
galerías de mina contra el C¡JIIVCIlIO dL! monj:!s
de JCl'lIsalen J y por anticiparse ,í los espallOlcs.
prendieron fuego prematuramente ¡'t lino de los.
tres ramales, qlle cansó la mllerte á Un Oficial y
15 soldados de aquellos, y que obligó á empezar-
de nuevo la contramina.


Ya hemos insinllado y repetirnos ahora que:
cada casa, cada e(li(icio costaba tres ata(llH's for-
males, uno para aproxill1al'~e, otro para jioscsio-
11arsc del interior, y el otro, que era casisil!J11pre
el IlIas obstinado y ditlcil J para es.lablecers(~ en las
rllinas. Con el (in de lograr e:;te eslablecimiento,.
los ingeni8l'OS franceses calcularon carsal' lus
]:lOrnillos de modo qne al votarse ahriesen lJ!'e.
clla J y el edificio queJase sin derribar; mas los
espaiJoles frustraban su intento, jllcerl(li.~11l101os
Con alquitran J resina y olros combustibles <lntes
de abandoll<ldos J y de este modo conseguían de-
tener al enemibo basta que telllan lJreparada su
llueva d('fl'l1Sa en la casa iumediata.


Desde la casa de la Miscricol'llia dirigieron lo~
cspaüolcs una milla hasta la TrilJidall {);ira volar
este edilicio; pel'o cuando llegó el caso de cilrgar
los hornillos) faltó póhera, por(juc,C011l0 hemos
(!icho, las f,íbricas proveian solo para el consu-
mo diario.




(13' )
Prolol1g~hal1se ya á]a sazon los franceses ¿í 10 1809.


largo de la calle Qucmad¡¡, y cruzándola con tres
galerías para volar la acera de en [\'cnLe , una de
ellas fue (l dar ;\ una cueva desocupalla, por la
cual subi(~ndosc los enerlligos, se posesiouaroll de
una gran pnrlc de aquella manzana, y alravesan-
do la eal le del medio por un espahloll doble, se
f~s[:lbJeei('ron sobre una casa arruinnda, que daba
!"ohrc la dd Coso; pero el fuego de una haterla
ucs:dojó de dla á los polacos.


Tall1bien alacú el enemigo las casas inmedia-
tas á las Escl!elas~pías, defendidas eon d mayor
teson por los cspailolcs, los cll<llcs aunque al fin
tuvil'l'on cluC abandonarlas é incendiarlas, impi-
(lierOll al cllcmi~,o fill cSlublec,imiento en las rlli.


,"


JWS. E:;le dirigió dos g;¡lerías contra el colegio de
LIS Escuchs-pías, y antes de que cargase los hor-
llillos fue ~b,llldoll:llIo por los siti:ldos, que le in-
cendj;:ron, y con cst:) se retardú su ocupacion.
Mas ¡í pesar del incendio de bs Escuelas-pías y
<le la6 casas lrlluediatas) los franceses atravesan-
do por entre las llamas, tomaron el convento de
bs monjas de Jcrl1salcn, y d\'sde él empezaron
dos r,aJeri;:Js (!e mina contra el inmellso edificio
.dd Hospil<ll; }H'l"0 por alltjcjp~lr:3C ,í los minado-
l'es espailOlcs , dinoo fllego apreslll'udarnentc á
los hornillos c.argaclos con 1.500 libras d'e púlvo.
fa cada uno, y Ú peS:ll' de qlle Sil csplosioll pro-
dlljo el efeClO 'llle era de esperar, no pudiel'on
})oscsiorwl'se m;lS que lle 1<;s dos terceras partes
{lel ('(lificio , el cu,ll Jesrle el prime¡' silio 110 pl'C-
sCi1t~ba ya mus que un monton <le ruinas. Desdll




(13'2)
i809. los sótanM (Ll Hospital Jirigip,'on ll'csg;¡lcl'Íai


contra San Francisco; pero los p:.isanos y lo"
suizos que le (L~felldial1, les hici;;I'Ull a1Jandoaar
varias veces los sótanos y el alaqDe, y 110 Pl'lHlu-
cienJo la homina dirigida conLra lEcho convento
el efecto que se prometia el enemigo, tuvo que
verificar el asalto, empleando cn él los ingellie-
ros y zapadores qne ocupaban el convento de Ca.
puchinos, eu cuyo punto ya no eran inqllict'Hlus.


Las instancias (IUC desde el principio Labia
hecho el General Lacoste para que se atacasc~ en
regla el arrabal, habian teniJo efecto por últil!1o,
y tles(le la noche del primero ele Febrero se h;l-
Lían abierto trincheras, y construido pal'a\plas y
baterías, las cuales con 20 piezas dc Latir, el 7
por la maüana J'ompil'ron el fuego contra el ais-
lado convento de J('SllS, el cualllo estando l'e8-
¡;tJ:mJado ni sosteuido con ninguna obra de tier-
ra, {l las dos horas estL! vo ya eH disposiciOl1 ele
ser asaltado. Cuatl'ocicnlos cspaüoles tiue lo .le-
fendian fueron arrojados de su recinto; m,L'i iu ..
tentando los sitiadores penetrar en el anabal,
sufrieron tal carga, que tuvieron cíllc COtlccllll'ar.
se en el convento, donde se fvrtifiearull y '~sta­
blecleroIl paralelas ú df~l'{'cha {~ iz'.¡uierda.


Ea los dias 8, 9)' 10 los enemigos trabajaron
en estahlecer por la calle dd Medio un ¡íllglllo
para atravesar la callc del Coso; pero :Ilaeados
con illtl'et,idez por los españoles, se "i('ron pre-
cisado5 á retroceder con gl'<1Il pf:rdicln, desalo.
j:ínrlülos al mismo tiempo de algultns C3~3S.


En el ataque del centro se Jió:pUl.aLa i¡.;l.I:¡}.




(133)
menle el terreno con clmayor encarnizarllicllto: mog.
C:Hla piso, cada puerta de casa costaba una refrie-
g,i) Y los oficinles lijaban su honol' en no abando-
ll::tí") sin combatir hasta el estrcmo, la pared lll<lg
dt-~prcciablc. Por dos veces fue volada por los
!'tallceses una casa conLigna al Ho~pital, y por
otras Inntas fi!el'oJl rechazados en el asalto, }¡a¡;ta
({!le ,í la tercera voladura consiguieron poscsio-
lJ:U'SC de sus escombros. La oLsL1n;¡cion llcg:iLa
f, tauto, que era 'preciso matar á los defcusúr~;s
para vencerlos.


I1(jJ¡icntlo logl'ado al fin los sitiadores condu-
cir ulla galería des(1.~ los sóLanos del Hospitd
hasta cerca de San Francisco, como sintics"l1
Irte el miuadol' espnilOl se flcercaha contraminau.
do, c;lrgatOlJ prcci¡!iLndanwnte la hornilla C~Jll
3.()()() libras de púlv:lra, y 11llbiel1do atraido ¡í
mucLos PE'pailülcs a] ¡¡lcance de su esfer<.l de ac~
lividad, haciCl~do dcmostr<1cioncs de un al:H¡Ul',
la prendieron fuego, y ¡í fa \'01' de esta ]10!'l'Cntla
csplosiolJ, fiHe voló 1111<1 gnlH parle del convento,
S{~ apoderaron de d los fr'\llccscS; mas aquella
misrna noche los e~pailOles les arri1ncal'OU t'",la
cO/Hl¡¡;sta) OC:ljHIt](!O primero d cnmpalJ:ll'io, ¡[t'S-
de ¡(uude con gr:lurllbs les obligaron á eVnCl:<Il' la
iglesia, con pérdida cutre otros dc Jos capilallu
de insenicl'ü:i. Para dat' una i(lea del teson obsti-
Ilaclo Con (¡!le se disputaron bs ruinas de un con-
vento illcelllliado ya en el primer sitio, y destrui-
do por Ilna enorme mina en el seguudo, Lastará
decir que en los (lias 11 y 12 per(lieron en (:1 los
c:;paüolcs 10 hombres con 3 ú1icjul~s) y lus fr.1114




(134 )
1809. ceses GO homhres y 5 oficiales; haiJlemlo sido rew


conquistada su iglesia ¡í. la hayolleta, capilla por
capilla.


Los cspaiioles) que se habian apoderado del
ángulo de la calle de Otela, se vieron precisados
á auandouarlc, pegándole antcs fueGo.


El enemigo se aprovechó dc una ¡merla que
no estaba condenada para penctrar en la última
fila de casas junto á la"puerta del Sol, y al V01<I1·
una casa inmediata al Cuso, la esccsiva cantidad
de pólvora cmpleada la destruyó ¡le tal mOllo,
(jlle los franceses no pouiall á cld)ierto p;¡sar á
atacar la inmediata que fonl1:.tba el ,íllonlo de la
calle.) la cual defendían los espafloles con su-
ma ohstinacíou, pOl'f!llC cubria uno de 1>llS trave-
ses en d Coso.


Dos hornillos con 500 libras de púlvora cada
lJl10, dirigi,los cOlltr;¡ el cdificio de la Universi-
dad, por ser cortos los ramal(!;;, no surtieron to-
do el efecto fIlie ('speraba el cnel11j!~o; y habién-
dose presentado para su osaIto cn el momenlo de
la voladura una colllmna, fue rechazada con pér-
dit1;¡ Je 40 hombres.


Ua lluevo ataque contra el convento de San
Fraucisco propol'ciolló ;Í los franceses la ocnpa·
cíon del campan;¡rio, desde dOllde barrienuo el
Co:.o, se apo(lcraron del rcsto clc1 Hospital.


Continuaba en podel' (le los cspaüolc:> la últi-
ma casa (L~ qllc hemos ya ha1Jlado, (IlIe formaba
el {ll1gulo eld Coso: esta habi;l sido muc]¡:¡s veccs
n!:leada coa gran pértliua, y Latjcla por lJltimo
Con un caüon de ¡í 12, era tal ya el desalicnto




( t 35)
fltlC el horroroso número de muerlos habia itlflll1- 1809.
diLlo P/l las lilas enemigas 1 y tales los oost,icnlos
quc Sf~ pr('sclltahan para Sil oCtlpacion, que el
M:¡riscaL Launes luvo q~le reanimar á sus solda-
dos, piatcíndoles la situacion apurarla en que se
11311ab:1ll ya los CSp~lilOlcs. En efecto, In epidemia
1l:!cia pOi' entonces los mas horrorosos eslragos;
las ('~d!('s y las c¡¡sas (~slaLan alCSl:ldas de cadáve-
res, y no parecía sino qlle Jos comhatientes dis-
putaban la posesion de un gl'an cementerio.


1\. pesar (le tan horrible espect,ículo, In idea
de capitlllar no se l'resenl.:dJ3 á nillguno de lo~
dcnollndus defensores de Zaragoza; y así cra ql1e
el COl1sei') Je gllcrr<l> compuesto de los (ieres de
Ir. gllal'!lÍcioll, conociendo la firme resolucion de
¿¡CIlIcllo$, ibllal CH un lorIo ú la del General en
r;Crt~, se SllS!Il\'O siempre inflamado del fuego pa-
triútico del mal03"rado COl'oael de ingenieros. San
Gcnis J que tenia dicho mil veces; no me llamen
nunca ti capitular.> porque .ro j(IIW1S seré de opi-
,¡ion de ql{(: fa no nos podemos dlfcllder.


Los minadores franceses atravesaron la calle
de las Arcadas pOI' una galería, y abrieron hre-
cl:a eH la nwnZCllJa larga y angosta que conduce
desde S:lll Agllstin á la puerta del SoL Lo,,> espa-
llOles la picrde:t y recuperan v[lrias veces, rue-
dan bombas y gl·auadas de unas habitaciones en
oll'as, y una de ellas en sn csplosion derriba to ...
dos los piso~ de ulla casa hasta la Clleva, adon-
de bajaron coa cuerdas los polacos Ilura llegar
al enemigo.


Una mina que se constt'uyó en la cdlle mll-




(13G)
1809. yor por el sitiflrlor, no surtió efcr.to, y tuvo que


hntir la manzana con piezas de ;Í 12, obstruyen_
do la hrr,cha los escombros, pOI" 10 cJlw luvo que
replegarse ¡í lo último de .la cLllle Con gran pél'-
dieIa, en donde posesionándose de una casa, fllC
Juego estemliéndose á las dcrrws ~;ill tanta difi-
cultad. DucfIos ya los f1'31]CeSeS de !lna acera de
la calte del Coso, quisieron atravesarla por tres
galerías, de las cuales una fue cOlltl'amiwHla y
destruida por 105 cspaüole.c;) en la otra file car;ado
el hornillo precipitadamente antes de llegar á la3
casas del lado opuesto, y en la l '~rcel'a ,~e en-
contraron los minadores de una y otra parte, y
emprendieron Iln ata<luc suhtcrr:\Il\'o con sable y
}'1 voncta , cuvo resultado fue se!' rec!¡¡lzados los
~ "


fi':lnCCSes y oblig;¡dos <Í destruir la mina.
El día 18 los fi'ancesefl colocaron un obus f~n


las ruin;¡s de San Fr<\!Icisco, fIIIC cufilaba al Coso,
y olros dos en las del Hospital, enfilando la calle
<18 San Gil, Y tu,áeron los cS1Jailo]es (PW aball-
d,'u:w el Jardin bOUtnico que se baLía en revés
desde la caBe mayor.


Dos nuevas minas hicieron dos anc11as bre-
ellas el1 el edificio de la UUlve!'sid:d ~ (l11e fue
;l.,;~dfa(lo por dos veces 1'01' el enemigo, siendo
i'2clwzado este en la primera POi- el paisannge y
los suizo.~, que tuvieron qne cede!' en la segunda
con considerable ph-lliJa ae amb,)5 p;¡l'l.es.


El ll1i:mlO dia 18 asaltar011 los (.'1l'~mi605 el
Ilrrahal. U:l!1S c:is:tas miserables y algunos 1'C-
(111CtOS de campalu fueron atacados tan C,l re·.
(;13 J Con Uwt<: circ,mslwccioD, COtTW pl¡(lj'~ra




(137 )
serlo el mas hermoso frente de fortificacion. 1809.


Al cabo de ~1 dias de trinchera abierta, 50
piezas de Latir, puestas en batería á derecha é iz-
quierda del convento de Jesus, rompieron á la
madrugada un fuego infernal, batiendo al mismo
tiempo el arrabal y el puente. Al medio dia, ha-
Iláudosc ya practicable ]a brecha del convento
ue San Lázuro, el Mariscal Lanncs hizo dar el
asalto en el momento oportuno, apouerállllo,-;c
de las casas y despues del convento. La poses ion
de este punto capital le hizo dueño del puen-
te, y deci.dió la de todo el arraLul. Consternados
sus defensores al ver cortada su retirada, se reu-
nieron en pelotones, y costeando por el Ebro ar-
riba, trataron de escapar de las manos del ene-
migo J pero perseguidos por su caballería tuvie-
ron que rendir las armas.


Por medio de un petardo consiguieron los
franceses penetrar en la Trinidad, y posesio-
nándose en seguida de todo el convento, y per-
siguíenJo á su guarnicion, llegaron hasta la subi-
da de la calle del Sepulcro, donde tomaron dos
piezas, y por el foso de la batería cruzaron la
calle abI'i(~udüse po\' medio de otro petardo en-
trada en la manzana de enfrente. 11 u puüado eJe
cspallOles atacó la izcluienla del Sepulcro y re-
conquistó una ue las casas (ine habian perdido la
Vlsperu.


ToJas las casas estcl'iores del malecoll caye-
ron en poder del euemigo , el cual en su ataque
del centro voló el 19 de Febrero un hornillo
cargado con 1.600 libras de polvora por debajo


TOMO 11.11)




( 138)
1809. de las casas de las torres, cuya mitacl vino ahajo


con un estrépito espantoso, y sepultó en sus rui-
nas dos Coroneles con mas de) 50 hombres, cu-
ya desgracia hizo que toda la manzana ílueJase
en poder del enemigo.


Hallábase hacia ya mas de un mes el Gene.
ral Palafox cstenuado de fatiga y atacado del
contagio, y no salia de su ca~a. El General Oneill,
su sebundo, habia perecido víctima de él. SaÍnt
March, en quien habia ¡'ecáido el maúdo, se hallaba
tambien doliente y postrado por la fiebre. La Junta
de Zaragoza, despues de haher esta ciudad sosteni-
do en el corto espacio de 8 meses 124 dias de trin-
chera, noventa choques sangrientos y 23 dias de
una lucha casi indiviclual de calle en calle y de
caS3 en casa, despncs que los fuegos subterrá-
llCOS, ayudados Jel de 82 piezas de grueso calibre,
habían plllVi'l'izado la tercera parte de sus edil1-
cios, despues que la epidemia y la guerra habiall
devorado la mitad de sus defensores, despue~
que el hambre y la fatiga habian enervado á los
restantes, y cuando su Capitan general postrado
en 11na cama 110 daba esperanzas de vida, envió
el 20 á 135 cllatro de la tarde una diplIlacion al
Ma['iscal Lannes para tratar ele la capitulacion
de la ciudad. El fuego cesó al instante de una y
otra rarte ; mas el Mariscal rehusó una capitula-
cion á hombres tan valientes, clIyo heroismo,
comparable al de N 11l1lancia y de 5agunto, se ha-
hia ya hecho memorahle en el primer sitio, y en
el segundo sohrepujado á cuanto pueden presen-
tarnos ele estraordinario las antiguas y modernas




(139)
historias. Zaragoza tuvo que entregarse á discrc- 1809.
cÍon, y el pueblo murmuró altamente de esta reno
dicion, á pesar de (lue los franceses se hallaban
en afluel momento e5tendidos ya por toda la
manzana que ocuparon la víspera en ]a subida
del Sepulcro, y por la que hay detras de esta ca~
lle J y de (lile las seÍs galerías de mina que atra-
vesaban el Coso por su centro, ll<'gaban ya á los
cimientos de las aceras del frente) y se empeza-
han ya á cargar sus hornillos con 3.000 libras
de pólvora, cuya voladura hubiera sido horro-
rosa.


La guarnicion, en número de 12.000 hombres J
salió ue la plaza el 21, Y rindió las arma5, 11a-
hiendo perecido dLlrante el sitio cerca de sus dos
terceras parles y la mitad de sus moradores.


La pérdida del enemigo ascendió á mas de
3.000 hombres, entre ellos 300 ingeuieros con
27 oficiales de los mismos.


En la ciudad se encontraron 107 piezas de
eallon, de las cuales mas de 60 habían sido to-
madas al cuemigo durante el sitio.


Zaragoza presentaba á la saZon el aspecto
mas lamenlable; montones de escombros y de
r\linas humeantes aun, cadáveres en estallo de
plILl'cfaceion aglomerados en las curvas, en las
escaleras y meJio ocultos en las ruinas) el aire
infecto, y el hambre y la miseria, compañeras in-
~eparahles de las privaciones de tan largo y pe-
noso sitio) pintadas al vivo en unos cuantos ha-
hitantes pálidos y descarnados que se veían dis-
currir ('rranle. cutre las ruinas y cadáveres íu-




(140 )
1809. sepultos, moribundos y próximos á sucumbir.


Estos hombres, ó mas bien estos espectros
eran no obstante los que acababan de detener
por tanto tiempo el curso victorioso de las ar-
mas francesas, escitalldo COn su heroísmo la ad-
miracion del mundo.


Lannes J á pesar de sus ofertas tIc amnistía y
de paz, hizo sacrificar inhumanamente al P. Basi-
lio de Santiago y al Presbítero Saz, ~í. quienes es-
trajeron los enemigos por la puerta del Angel, y
despues de muertos á bayonetazos los arrojaron
al Ebro. El General Palafox, que permanecia en-
fermo en su casa, fue custodiado por una guar-
dia que pusieron en ella, y restablecido de su
enfermedad fue conducido prisionero á Fran-
cia, y encerrado en un castillo.


Napoleol1 no supo honrar el mérito y l'e8pe-
tal' la desgracia de un enemigo vencido despues
de tantos esfuerzos de heroismo.


El 24 hizo Sil entrada en Zaragoza el Maris-
cal Lannes desde su cnartel general de las Es-
c1usas, acompaüado dd Mariscal Mortier, y se
dirigió á la Iglesia de Nuestra Sellora del Pilar,
en donde presenció el j llJ'amento de lidelidrl¡} al
rey José de las alltol'idlldes de la ciudad, y se
cantó un so1emne Te DClUll en accion de gracias
por la vit:\.oria que los franceses acababan de con-
seguir sobre sus inmortales defensores.


El Marqués de Lazan envió un parlamentario
al Mariscal Lannes, recomendándole tratase á
su hermano Don José Palafox con aqnellas con-
sideraciones que le habian ad{{llil'ido su concIlle-




(141 )
la y su lJcroismo, que no podian mCllOS de mel'C- 1809.
cer el aprecio de un vencedor generoso.


La caida tle Zaragoza, aunque consternó el
ánimo de los espaflOlcs, fue mirada como mo-
delo de 11croismo. La Junta central cspidió en
9 de Marzo una alocllcion invitando á todos los
pueblos de la Monarquía á imilar tan glorioso
ejemplo, y declaró á sus habitantes y gllarni-
clon beneméritos de la patria en grado heróico
j' eminente, concedió un grado á todos los ofi-
ciales que se habian hallado en el sitio, y á los
soldados la graduacion y sueldo de sargentos;
ordenó la reedificacion de los edificios }1úblicos
á costa del Estado, y la ereccion de Un monumen-
Lo para perpetuar el valor y heroismo de sus ha-
bitantes; mandó que en todas las plazas de las
ciudades del Reino se colocasen inscripciones
que recordasen las circunstancias mas notahles
de amhos sitios; que se acuñasen medallas en su
honor, y se escitase á los poetas y oradores es-
pailoles á emplear sus talentos en tan sublime
asunto, ofreciéndoles premios. Las Córtes en 22
de Agosto de 1813 confirmaron este decreto, y
estahlecieron qlle fllesen preferidos los defenso-
res de Zaragoza para la ohlencion ele toda clase
de destinos. El Monarca mismo, vuelto apenas al
trono de sus mayores, concedió en 24 de Octu-
bre de 1814 á los defensores del inmortal scglln-
do sitio de Zaragoza una Crllz de dislincion,
compuesta de una corona mura] y cuatro brazos
.~emeiantes ¡í. la de San Juan, con la diferencia de
ser estos de color ue sangre, y de que las estre-




(142 )
1809. midadcs rematan en línea recta; el centro de


ella es un óvalo blanco, en el que hay una Vír-
gen del Pilat' en oro, circuida de una rama de
laurel. En el reverso tiene esta inscripcion : El
Rey tÍ los defensores de Zaragoza, Se lleva pen-
diente de una cinta pajiza con las cuatro barras
de Aragon de color encarnado.


Algunos dias uespues de la rendicion de Za-
ragoza, el 5. 0 cuerpo francés á las órdenes de
Mortier, marchó á Castilla para sostener las ope-
raciones de los otros cuerpos del ejército en el
mediodia de la Espaüa y sobre las fronteras de
Portugal. El General Sllchet reeml)lazó á Junot
en el mando del tercer cuerpo, y quedó en Ara-
gon para acabar de someter la provincia, y el
Mariscal Lannes marchó á Francia para Iier em-
pleado en la guerra contra et Austria.


Para aprovechar el terror y abatimiento que
la caida de Zaragoza habia esparcido en todo el
pais, el General Suchet destinó al Ayudante Fa-
Ll'e, gefe de su Estado mayor, para que se apode-
rase de la plaza de Jaca. La guarnicion de esta
constaba de poco mas de 400 hombrc3 J pue.'!
habia dos compaüÍas <lestacaJas y muchos indi-
viuuos con licencia. Los franceses se aproxima-
ron á Jaca, y el dia 20 á las 1t de la noche sa-
lió para contenerlos una columna de 350 hom-
l,res del batallon de VolunLarios Lealps, <IUC-
dando en la plaza la compaüia de Doyle y la
artilkría ... y en la ciudad las Jos compaüias urba-
nas. lJa columna española fue batida y dispersada,
l"('gl'csando á Jaca solo unos 100 hombres. El 11




(143 )
los enemigos, en nlÍmero de 2.500 con cuatro 1809.
piezas de artillería, se presentaron delante de la
ciudad é intimaron la reudicion. La plaza capi-
tuló, y los franceses tomaron posesion de ella el
dia 22 de Marzo á las 8 de la maüana, siendo
una de las cOl1lliciones que sus defensores pudie-
sen volver á sus casas, escepto los oficiales; pero
t'stos aprovechándose de la oscuridad de la no-
che, se l'ugaron la mayor parte.


En el mismo mes, la brigada del General Gi-
l'ard desalojó al enemigo de la orilla izquierda
del Cinca .. y ocupó el fuerte de Monzon.


Si en alguna época de la guerra los esfuerzos
de la península han podido considerarse como
desesperados, fue al fin de esta segunda campaña.
Nada parccla que podia resistir al ímpetu de los
franceses; pues estos no solo habian destruido
todos los ejércitos que se les habian opuesto, si-
no que con la ocupacion de la inmortal Zarago-
za habían llenado de terror los animas de los
espaüoles. Felizmente estos no se dejal'on aba.ir
por los reveses de la guerra, ni el gobierno brítá ~
nico participó del desaliento y del terror. El 14
de Enero, cuando parcela que toda esperanza de
salvacion habia desaparecido, se concluyó en
Lóndres un tratado de paz entre S. M. el Rey
Fernando VII, Y en su nombre la Junta cen-
tral gllbcmativa tlcl lleino, y el Rey Jorge III,
por medio de los plenipolenciarios Don J uau
Ruiz de Apodaca, gefe de escuadra, y MI'. Can-
ning 1 Secretario de negocios estrangeros de la Gran
Brctaíla.Por este tratado solemne, se obligaba




(144 )
1t!09. el Rey Jorge á no reconocer jamas mas Soberano


en España que á Fernando VII, sus hel'cJeros y
sucesores lq;üill1os, y la España se obligaba por
d mismo acto á no ceder á la Francia ninguna
J)orcion de su territorio.


La totalidad de la nacion inglesa sostenia lo~
ci>fuel'zos de SlI gobierno, y á la n P(~rtu ni dd Par-
lamento brit,ínico, que se verificó c119 de Enero,
se agitaron vivas discusiones con motivo de los
socorros infructuosos concedidos á la Suecia en
el año anterior, sobre la espedicion de Portugal,
la capitu!acion de Cintra, los desastres de la Es-
paila, y el bill del Congreso americano, prohi-
biendo á los buques ingleses, franceses y de los
paises sometidos á la inl1uencia ele estos dos go-
biernos) que navegaseu hajo las restricciones im.
puestas por los decretos de los mismos) la entra-
da en Jos puertos ele los Estados-Unidos.


Los mas illLeres,1lltcs debates fl/Cl'an relati-
vos á los negocios de Portugal y de Espafw. En
la Cámara de los Lores, los Lores S. Vincent,
l\1oira y Grenwilt haLlaron contra el proyecto
,le cuviar un ejército á Portugal, mientras la EIi-
paila se hallase en Iln peligro tan inminente. El
])I'illl(~ro 11izo obscr'var CILI(' era iInsorio haeer un
desl'mbarco en la estremidau meridional de la
pcnÍa,sllla) cllan(lo se trataba de llevar sus fLler-
zas al :S,) en donde era rnas Ilr,Sf'llte el socorro pa-
ra los españoles. El Lord .\loira dCl11o~lrú (Ille
]a iwlepcnuencia de la Inglaterra,. amenazada por
Napolcon, debia decidirse en España, J' que la
caila de esta última potencia uehía infaliblemen-




( 1'15)
te arrastrar consigo la de la Gran Brctaila; J en 1809.
fin, que si el Ministerio inglés hubiese enviado Un
negociador hábil para concertarse con la Nacion
española y esplicar francamente los proyectos de
la Gran Bretaila, los españoles no hubieran ja-
mas dudado de la eficacia de los socorros que
tan larde se les ofrecieron.


I"ord Grcl1wille sostuvo, que solo en el N. de
Espaiw y sobre las fronteras de los Pirineos hu-
hiera podido ser útil un ejército inglés, <¡ue reu-
nido á las tropas españolas despucs de la retirada
de los franceses al Ebro, hubic"a hecho á estos
repasar el Vidasoa, y aun abrir .ílos españoles las
puertas ue Francia.


Mr. Ponsomby habló en el mismo sentido en
la C:1mara de los Comunes. El Ministerio rc~­
l'0ndió por el órgano de los Lores Kawkesburg J
Gastellreag, que enviando un ejt~rcito á Portngal
masbicl1 que á Espaila, habia obrado el Ministe-
rio conformc al deseo manifestado por diversas
Juntas españolas. MI'. Canning atl'ihuyó el desas-.
tre de la espeuicion inglesa á la tardanza con que
se instaló la Junta central gubernativa de Espa--
iía, manifestando que ;Í esLa tardanza en la COll--·
centrac~on del gobierno espafwl debia atrihuir-
se la lentitud de la marcha de Sir John Moore
def.de Lisboa.


19




(146 )


CAPITULO IX.


Napoleon proyecta invatlir á llortugal. - Cuesta es pro-
clamado Capitan gcneral de Eslrcmadura. - Reorgani-
zacion del ejército de esta provincia. - TOUla la ofclI-
siva. - Ataque llel puente de Almaraz. - Ataque del
l\Ionasterio de Gnadalupe. - Accioll de las Mesas ..le
lbor. - Retirada del ejército cspailol. - Accion de
Miajadas. - llatalla de Medellill. - El Conde de Carta-
ojal opera en la Mancba. - Accion de 1\1ora. - Aeeíollde
Ciudad Real. - Sc retira á SielTalllorena. - Dq)O-;i-
cion del Conde de Cartaojal. - Vcncgas es lIomlH'ado
Capitan' general. - Desaliento general dc los egpailOles.
- La Junta central imita al Senado Romano.- .Pre-
!uio de los que combaticl'Oll CIl l\lcdellin.


1;';09. Despucs del reenlbarco de los illgleses en la
Coruña, formó Napoleon el plan tle illvauir el
Portugal destinando al efecto dos ejércitos. El
UllO á las órdenes del Mariscal Victor , dehia pe-
uetrar en aquel Heino descendiendo por el Tajo,
y atravesando la EstremaduJ'a; y el olro, á las ór-
denes del ;\1ariscal Soult, dchía pasar el Miño
(,'n Tuy, y adelantarse hasta el interior de.Portu-
¡;al por Braga y Oporto; pero las cil'cumtancias
de la gllel'l'a impidieron la cooperacion del ejér-
cito de Víctor. Est!:', que ha})ia permauccido acan-
tonado en la provincia de la M:lI1cha todo elmcs
de Febrero, rccibió la órdcn de marchar á Portu-
gal. El General Sebastiani, f]1I~ hahía sneedido al
i\Lu'i.scal Lefebre) D1II!lle lle Dantziek) en el mrtn-




(147 )
do elel cuarto ejército) recibio la órden de diri- 1809.
gírse bácia la Estremadura, para reemplazar á
las tropas del primer cuerpo que se adelantaron
i'obl'e Talavera de la Reina, puente del Arzobís-
1)0 y de Almaraz, para acabar de destruir al ejér_
cito español de Estrel1.ladura, que hemos dicho
ya J fJlle se vió obligado á retinfrse á Zalamea, de
resultas de haber sido batido por el Mariscal Le-
fehre.


Este ejé~rcilo español dehió su nueva organi~
zarion ¡t la actividad del General Cuesta. Hallá-
hase este á la aproximacion dd ejército france!»
á Madrid, despues de forzado el paso de 80mo-
sierra, al lado de la Junta central en Aranj uez, y
tuvo que tomar) siguiendo á esta, el camino de
Eslremadura. En los cuatro días de detencion de
la Junta en Trujillo recibió varios mensages del
pllcblo y paisanage que habia acudido ele las in-
mediaciones, pidiélHlole Sil consentimiento para
"elarnarle Capilan general de Estremadura,y Ge-
neral en gcfe de las tropas que suponian habia reu-
nidas en Talavcra de la Heina des pues de la disper-
sion de Burgos, Somosierra y Glladarrama. Cuesta
I'Cl111S(í COllstanlcmcnte este mnndo; pero al llc--
gar la Junta cClltrnI á Méricla) dos Diputados de
}'1 de Trujillo y la Junta particular ele aquella
cil1llad instaron nuevamente para que se encar-
gase del mando. l .. a diputacion se presentó al
Presidente de la Junta central) pidiendo en
nombre del pneblo y de la provincia por Capif:m
general de ella y de sus fucrzas á Don Gregorio
de la ClIesta. No se habia esploraJo para es: a




(148 )
1809. acl<imaciou d voto de la Junta superior de E~­


tremadura, y .'lulo se habia consulLndo para elb
el estado en (me se encontt'aban las fUl'rZ<lS mili-
tares de la provincia, para cuya reorg:lI1ihacion
y arreglo se juzgaban necesarios los tCilcntos, el
espíritu, la energía y la opinion de Cuesta. El
I)residente de la Central respondió á la diput<l-
cion que á nada podia procederse sin prévio co-
nocimiento y cooperacion de la Junta de BatL-
joz; pero ésta apoyó tambien la propuesta, apro-
bándose al fin por la Cenleal la elecclull <lel nue-
vo Capitan general) y deponiendo á Galluzo ,t
poco tiempo de su llegada á Zalamea, y mallJ,1n.
dole comparecEr en Sevilla.


El General Cuesta tomó inmediatamente el
mando de]a proriucia, y dispuso que las rdiqllias
{lel ej(~rcito acantonado en Zalamea se trasl<lda-
seu á Badajoz, dOlllle se estableció el cuartel gc-
nel'al, y dOlllle con el gran tll'lllwro (le dispersos
1111e se pre.-;entaball, se propuso reullil' lodas las
fuerzas posibles para resistir al enemigo. Dedica-
do incesantemente á reorganizar el ejúrcilo , dis-
puso Giles!:! que el Mariscal Je campo Don .fIlan
de HellCSlI'osa se trasli1dase <i DaJajoz para reCl1l-
phzat' las innumerables bajas que tenia de t;cnlp,
Y":ituflt'io y armamento. Aumentó el ejército con
lllilS de G.OOO hombres de Jos dispersos y l'ecogi-
dus en ]a proviu('jfl; y noticioso de que el elle-
migo yolvia á Tal<ivera y sobre los plH~lltes de
Almaraz y dd Arzobi"po, hizo marchar d dia U
(l., Ellcro una vanguardia de cerca de 5.000 hom-
hrcs de lo(lus armas hácia Trujillo, ,11 mando ae




(149 )
dicho Helle5trosa, con árden de atac3rll~ (!n llca- 1809.
11<' le encontrase para dar tiempo oí. que se orga-
nizasen las demas divisiones que debian sostener
esta vallgual'llia. Sabiendo Henestrosa á su llega-
I\a :í Trujillo que los enemigos estaban ya en JIl-
raieejo., y sus avanzadas en el Carrascal, á clos le-
gnasde dicha ciudad, los atacó é hizo replegar
h<Ícia el puerto de Miravete.


Eutre tanto ClI('~ta infatigable tr<lLajaha eH la
ul'gnnizacion del cjlTcilo con tan feliz éxiLo y Cr.'-
lcritlad, que habiendo reunido 7.000 hOI"111>rcs" sa-
]i0 el. 23 de Enero de su cuartel general, dejando
unos 3.000 para la guarnicion de Badajoz. Al di.!
siguienle hizo noche en Mia j¡¡das, d :;spues de ha bl'l'
~lIldado diez y siete leguas con su pequeño ejór-
cito, compuesto de ¡Jos tlivisiolles, con las fillC
entró el 25 en TrujiJIo.


En este ti('111[10 , por disposiciol1 ele la Junta
central, el General ValJenebro con algunas tro-
pas habia ocupado el paso de Santa 01a11a, cu-
tre Monasterio y Sevilla, y se previno }H1r la
misma al General Cuesta, (lue en caso de serIe
adversa la suerte de las armas, se replegase h,i-
cia este pllnto.


Apoyada la vangllardi;¡ tic! General llen',;-
trosa, y preparado el ataqlle de Jaraiccjo y ckl
puerto de Mil'avete, los enemigos, dcspucs de h,l-
l¡er sostenido algunas escaramuzas hastante vivas
elltre las avanzadas y guerrillas, se retirarOll
ecrca del puente de Almaraz, hasta donde se les
p¡,rsiguió; y h3cicndo pasar por mCllio J,; 1111
largo y penoso rodeo una divisioll de ill'¡jih'na




(150)
ft!09. Jigera á situarse so1)re las alturas que dominan


el puente, se dió principio al ataque por la van-
guardia con tan buen éxito, que á las dos horas
no quedaba ya ningun enemigo á la margen iz-
quierda del Tajo, habiendo muerto muchos por
el fuego de la artillería en el paso del puente,
paso que no era fácil á causa de la cortadura
que el General Galluzo habia empezado á hacer
en él para destruirle.


Dueños otra vez los españoles del importante
punto del puente de Almaraz J situaron alli su
,<anguardia con las avanzadas en Navalmoral) y
su cuartel general en Jaraicejo, en donde per-
maneció hasta mediados de Febrero, en cuya
~poca, aumentadas considerablemente las fuerzas
francesas elitre Almaraz y e] puente del Arzo-
hi:;po J all1cnnzal'on pnsnr este último, por lo quc
se trasladó el cuartel general de Cuesta á Delci-
I ,'sa, como punto mas proporcionado para los
dos puentes. Entre tanto se haLia tralJajado con
In mayor actividad en la cortadura total del de
"Imaraz, cuyo arco principal fue preciso des-
carn:n' ti pico y baneno por no haber surtido
('feclo los hornilhs para volar]e. En esta opera-
('i{l!! perecieron desgraci~r1amcntc el Oficial de
ingenieros que la dirigia, y 26 tl'ab:.tjadorcs, que
fuuon arrebatados en su caida por la impruden-
cia (1(' mantenerse demasiado enca al despren-
derse,


El General Trias con una di,'isio!l de cuatro
mil hombres<;c situó en el pueblo de Valdelaca-
,;¡j; ~ dos lec'uas el,?l puente del Arzobi"po ~ rara




(151 )
o1Jservar los movimientos del enemigo por su de- 1809.'
recha, y antes del dia 20 de Febrero tuvo que re-
litarse á Fresnedoso ,pueblo distante tres leguas,
por haber pasado los franceses dicho puente COll
IIllOS 12.000 infantes y 2.000 caballos, estendién .
• lose por el Villar á Pedroso J Valdelacasa , Cal'.
rascalejo hélsta Moedas y la \renta de los Du-
raZnos.


Cuesta, con el objeto de cubrir el rico san4
11lario de Guadalupe, y preservarlo de la rapa-
cidad del enemigo, hizo situar en el estrecho
paso que ofrece el hospital del Obispo, al Tenien.
le Coronel Balanzat , haciendo marchar al efec-
to desde Santa Ola11a dos batallones de la di \' i-
,>ion del General Odonell.


Luego que llegó á aquella posicion Ba-
Janzat con dos compañías del regimiento de
Mallorca, iuutilízó la única vereda que habia en
sus inmediaciones, por donde podia ser atacado;
pero el enemigo, conociendo la imposibilidad
de pasar el rio por la cortadura del puente, tre-
VÓ por lo áspero de la montaüa, y amenazó la
espalda de Balanzat, que se vió precisado á ce-
der á tan crecidas y desproporcionadas funz;¡s
enemigas, con pérdida de 3 oficiales y 40 mIH'r-
tos, heridos y prisioneros.


Dueños los franceses del paso de] hospital
del Rey, djstante tres leguas de Guadalupe, se
Jirigian ya á este santuario, cuando sus avanza.
(las se encontraron sobre un camino fragoso con
los dos batallones que veinan de Santa Olalla Con
,'lohjeto de cubrirle j y desrucs de Ul11igero at:l-




( 152)
Id09~ que retrocedieron los enemigos, abandonando


la posicion del hospital del Obispo, que tanto
les habia costado, y repasaron con todas sus
fuerzas el puente del Arzobispo, cometicndo en
Navalcan y Arenas de la vega de Plasencia las
mayorcs atrocidades, saquea nao estos infelices
pueblos para vengar la muerte de 15 dragones
(pIe algunos días antes habian sido muertos en
pIlos.


Reforzado considerablemente el Mariscal Vic-
tor por el ejército de la Mancha, penetró el dia
16 de Marzo por el puente del Arzobispo con
13.000 infantes y 800 caballos, bien que moles-
l:l(!OS sin cesar por guerrillas espai'lOlas , hacien-
do noche el 17 en Peraleda de GarbillO. El 18 al
nmanecer, divididas esLas tropas enemigas en dos
trozos, el principal compuesto de 9.000 hombres
se dirigió á la Mesa de Ibol", y el otro á cortar
la c0111unicacion entrc este punto y Fresnedoso,
;í donde se habia retirado el Gelleral Trías con
una division de 2.000 españoles. El Teniente ge-
neral Duque del Parque cuhría la .Mcsa de Ibor
eon 5.000 hombres de todas armas y 6 piezas de
artillería, conducidas a}Ji desde Deleitosa por
(,;1)11in05 impracticables. El mismo dia 18 se ve-
¡,ifiel! el ataque de Ibor, el (Ine fue tan impetuo-
so y obstinado, que despues de rechazados unas
\Teces, y otras contenidos los franceses, no fue
posible ,í. los (lefcnsores sostener el puesto, aun-
ll~c el DnqlH~ del Parque disputó palmo á paLno
el terreno, relirá miose hasta el Campillo, PI!
donde (le mw,-o "c trabó la ,!ccion con 1:1 mismrJ




(153 )
oh,sl inacioIl y fllror, y des pues de ocho horas de 1809.
comhates y fatigas, dispuso el DU(lue su retira.
d,J ;í. Deleitosa con bastante órden, llevándose
5010 una pieza de campaüa, despues de precipi.
tadas las restantes, por falta de caballerías para
i'iU conduccion J en barrancos, de donde no po-
dian ser sacadas por el enemigo. I~as Guardia~
EspallOlas y 'Valonas se distin guieron Como siem-
pre eH esLe dja , y el regimiento de infantería dC'
Jaen , á bs órdenes de Don José Zayas, desple-
gó la mayor disciplina y valor. La pérdida de
los c3paüoles fue de 600 hombres, y la de los
enemi30s, segun un papel interceptado, de 900,
t;lltrc ellos U11 General de brigada.


La divi,ion del Gel1Pral Trins no pudo reu-
nirse á la del Duque dd Parque en ]a Mesa de
loor, y lo verificó la misma noche del 18 en
Deleitosa, clesde donde despues de algunas horas
ele descallso marcharon rClluielos al PUt'l'to de
Mil'avcte, en cuyo punto se fijó el cuartel gene·
ral, Con oL¡eto de impedir al enemigo el paso
oel puente de Almal'az -' en el que se hallaban
prepari1do~ dos pnentes volanlt:s con ocho ú diez
h'll'cas.


Los franceses, despllcs de la accion de Ihor
ocuparon el Cnmpillo,· y se dirigieron, unos por
Deleitosa, y otros por Valdecañas; estos ame9
nazaudo cortar por ]a espalda la vanguardia es.
paüo]a, y aquellos al cjl~rcito , situándose en Ja-
raicejo, ó pasando ,í. Trujillo, con cllyomovi-
miento y maniobra quedaba en efecto cortada la
comllnicacioll del clórcito csparlOl con el reglo


'fO-"O 11. 20




(154 )
1809. de la provincia, y sin recursos para subsistir ni


aun dos dias.
El General Henestrosa, luego que t.uvo not.i-


cia de la aproximacion del enemigo por la orilla
izquierda del Tajo, se retiró con su vanguardia
al puerto de l\1iravete, situando su caballeria en
medio de la cuesta y frenle de las casas de dicllU
puerto. Las divisiones tlel Duque del Pat'qlle y
del General Trias, trasladándose dt'sde Deleito-
sa á aquel punto, se reunieron con la de Ilenes-
trosa, con lo que quedó concentrado sobre el
puel'to de Mil'avetc todo el ejército espaüol : mas
el General Cuesta juzgó muy espuesto el aguar-
dar al enemigo en aquella posiciun, y á las 1t de
la noche del mismo dia 18 emprendió su retira-
da, cubriendo su retaguardia la cahallerÍa de He-
llestrosa, que salió una hora dcspues que el cuer-
po del ejército. Despues del amanecer llegó Cues.
ta al Carrascal, 4 leguas distante del puerto, y
2 de Trujillo, descansando alli alguuas horns, y
á la.o; 1l del 19 entró el ejército en Tl'ujillo, con-
servando la formacion con que habia salido de
l\Iiravete, y sin haberse separado de ella ni un solo
soldado. El 20 los franceses, adelautando hácia
el Guadíana, se presentaron delante de aquella
ciudad, en cuyo término, aunque lleno de aspe-
rezas, no creyó el General cspailOl poderse sos-
tener; por lo que, dcspues de haber permaneci-
do allí cinco horas, y de recogidos todos los en-
fermos y heridos, y algunas provisiones, dirigió
su retirada hácia Santa Cruz del Puerto , adonde
llegó aquella misma noche, situándose las tropas




( 165 )
cn las posiciones que aulcriormente habian sido 1809.
designadas por ingellieros, y en disposicion de
recibíl' al enemigo. La vanguardia del Géneral
lIeueslrosa habia quedado á las inmediaciones
de Trujillo, para proteger la retirada del ejército
por el desfiladero del Berrocal,· que tiene la es-
tensioll de una legua en el camino de Santa Cruz
hasta el primer puente y molino, adonde se reti-
ró Henestrosa huyendo de toda la caballería de
la vanguardia enemiga, (Ille habia salido del Car-
rascal, y trataba de atacarle. Una guerrilla, enm-
puesta de 40 carabineros del escuadron de Estre-
madura, fue alcanzada por el enemigo en el mismo
desfiladero y destrozada; pero habiendo hecho
alto JIeuestl'osa en la llanura que hay de la otra
parte del puente, atacó al enemigo, rechazándo-
le y pel'siguiéndole hasta Tl'lljillo, Con pérdida
áe 80 110m hres,


El 21 á las 6 de la maiiana , casi á la vista tIel
enemigo, prosiguió su rd.il'ada el ejército espa-
üol hácia el puente de Medcllin, para atravesar
el Guarliana; y luego qnc los franceses aclvirLie-
ron I'~I e movimicnto destacaron su vallgllardia
en seguimiento de J[clleslrosa, que marchando al
paso n'gular, autes (l(~ llegar ~í lo alto del puerto
de SLiula Cruz, S(~ "itÍ acomeliclo.por los tiradores
frallceses, que se habían adelantado al abrigo de
Sll cahallería i mas haciéndoles frenle con la su-
ya, se sostuvo en esta ditmosieion por todo el dia
hnst:t las 4 de la tarde, en ellya hora habiendo
])('ga(10 el cjtl'cito á la ll:Hlura de ~1iajadas, hizo
alto para descansar, y continua,r su retirada so-




(156 )
H:l09. bre Medellin. La vanguardia enemiga se rres~lltú


en las alturas inmediatas, en obscrvacíon (le )¡¡-;
fuerzas y movimientos del ejl'rcito cspaiJOl i y
formado éste en batalla, se destacaron por dispo-
sicion del General en gefe los regimientos de
caballería del Infante y de Almansa) qne se ha-
llaban mas inmediatos; y avanzando por dereeJ¡;¡
é izquierda contra el enemigo, con el ohjcto de
~nvolver sus avanzadas, como estas 110 tratasen
de esperar, Jos solJaJos espafIoles corrit;!udo ¡t
escape por un terreno mlly áspero y pedregoso,
sin que los oficiales pudiesen contener ni ordellar
este movimiento espontáneo y acelerado, logra-
ron por fin alcanzar á lps enemigos, matándoles
126 hombres con sns oficiale,~, del regimiento de
caballería ligera nlÍmero 10, recogiendo todos SllS
despojos, y rechazando despues al enemigo. Con.
tenido éste por esta demostracion de nrrojo, I'i
ejército espaüol continuó al anochecer de aqlJd
mismo dia su retirada al puente de Meddliu,
que atravesó á las 10 de la noche, permanecien-
do en esta ciudad todo el dia 23 sin scr molestado
por los franceses.


En este punto recibió d G¡'nernl Cuesta la
noticia de que el Duque de Alburqncrrlue, que
se habia destac&,.clo del ejército de la Mancha con
una di vis ion para venil' en auxilio del de Esfl'l~­
madura, se hallaba ya. en Snzeruela; por 10 qlle
resolvió evitar el ataque hasta que se \'erilica~(~
la reunion de este refuerzo. Para OCl! llar a 1 ene-
migo esta marcha, y facilital' ]a incorporaciou,
'le tomó en la apariencia un camino de:sviariu dt:




( 1 5'7 )
dla, dirigít'!J1dose primero de Medellin á Campa- 1¡'¡r)~;.
nario por Villanueva de la Serena, y de alli a la
Higuera por Quintanar, como si se tuviese inten-.
cíon de salir al camino real, que va de Mérida ,l
Sevilla. Esta marcha retrógrada, ejecutal}a con el
mayor órdcn, produjo el efecto qu~ se deseaba;
}lue:; los enemigos dividieron Sl'.S fuerzas, desti-
nando una mitad á Medellil\ J la otra á Mérida.


El 27 el Duque de AI~Jllrqllerque, con arreglo á
las instrucciones qtv¿ habia recibido de Cuesta, se
dirigió á Villall U'~va de la Serena conlos 4.000 hom-
bres uesu division, y verificó sn reunion con el ejér-
cito (ll~ E.stren1adura. Inmediatamente el General
C~ .. csta se dirigió desde Villanueva de la Serena á
Medc lIin, (IUC habían ya ocupado los enemigos ,yen
donde reunian gJ'alldes fuerzas, resuelto á huscar-
los, y á presenLarles la batalla en Jugar oportuno.


Los franceses, en número de 20.000 infantes
y 1.000 caballos, se hallaban colocados delante
de Medellin , en una posicion que presentaba un
arco cerrado entre el Guadiana y una. rambla
plantada de árboles y de viñas, que se estiende
desde Mcdellin hasta Mengabril.


El Mariscal Victor silllÓ b division del Gene-
ral Lasalle con su caballería en el ala JZCJuierda,
formó su centro con la division del General Le-
val, y su ala derecha con la division de dragones
del General Latour-Maubourg, dejando de re-
serva en segunda línea las divisiones de Villat-
te y nuflin. Numerosos destacamentos de ca-
ballería (le la divisioll alcrnana del General Le-
val se hnllalJan destinados á retaguardia para




1809.
(158 )


cubrÍt' las cOlUunicaciones del ejército francés.
El espaiíol, compuesto de cerea d(~ veinte


mil hombres, se hallaba distribuido de esta ma-
nera: la vanguardia al mando del Mariscal de
campo HCllestrosa, con la prirnera division, á las
órdenes del Duc¡ue del Parque, formaban el pri-
mer cuerpo de la jZlluicnla lLe la líllea de hatalla,
al mando del General en gefe Cuesta: la segun-
da division, á las órdenes del Marisca] de campo
Trias, ocupaba el centro; y la tercera division,
al mando del Mariscal de campo Man¡ués del
Portazgo, con las tropas del Duque de Albllr<pwr-
que, forri1aban el cuerpo de la derecha, á las órde-
nes del Teniente general Don Francisco Eguia. La
cahallería se situó sobre el flanco izquierdo, que
era en el que mayor fuerza presenlaha el enemigo,
y la artillería se hallaba correspondientemente
colocada al frente de caila di vision, para seguít>
los movimientos de ataque, segun conviniese.


Los franceses establecieron {) baLerías de ;1 4
piezas, y el General Leval, apoyado en su movi-
micnto por la caballería de Latour-Maubourg,
se adelantó contra el centro de los cspailOles. La
infantería de estos, sin que la arredrase el fonni-
dable flH'f'o de metralla de las baterías cucrnj<>as 1:) b ,
ni las ll1auiobras con que su caballería amenaza-
1J:I envolverla y cargarla, marchaba con él mayor
órdcn.r denuedo: ya la retirada de mucllOs cuer-
pos enemigos anunciaba la victoria, y todas las
columnas espaiiolas de izquierda, centro y dere-
cha marchahan adelante con el mayor entusias-
mo] llevando á su cabeza los respectivos gdes y




( 159)
Generales, y ya el aja izcluierda l1egaha á medio H'lo9.
tiro de pistola de la primera batería enemiga, y
avanzando con el mayor arrojo á la bayoneta pa-
ra tomarla J lograha hacer huir y abandonarla á
los que la defendian , cuando una fuerte division
de caballería enemiga, prot.egida de otra de in-
fanterÍa, cargó para recobrarla. La infantería es-
paüola no se detuvo por esto, y se guia su marcha
á paso de ataque, cuando los regimientos de ca-
ballería de Almansa y del Infante, y dos escua-
drones del del Imperial de Toledo, flaquearon,
y en Tez de cargar á la columna enemiga) se re-
tiraron al galope, y dejaron espuesta á la infan-
tería al ataque de los franceses en todas direccio-
ncs. En vano el Gencral Cuesta quiso contener
esta fuga: la infantería espaüola, rodeada por to-
das partes de enemigos, se vió forzada á retirarse;
y á pesar de la bizarría con que comba tia , fue
acuchillada terriblemente por aquellos, hasta po-
nerla en completa dispersion. El mismo General
Cuesta, y los gefes y oficiales enviados para con.
tener este desórden, fueron envueltos por los fu-
gitivos, y estuvieron para perecer. Cuesta fue
derribado de su caballo, y se halló entre los ene-
migos, que en su carga pasaron del parage en
que quedaba herido en un pie y bastante maltra-
tado, y hubiera caido prisionero de guerra, si
ayudado de Jos de sus Edecanes no hubiera mon-
tado y salvádose en otro caballo. Dispersa el ala
izquierda española, aun continuaba el ataque la
derecha y cen t1'O con la mayor valentía é intre-
pidez; mas el enemigo destacando un cuerpo de




( 160)
lii09. caballería bastante fuerte para la pcrsecllcÍon


de los fugitivos, cargó COn el resto de sus tropas
oí los españoles, qtIe con su ataque imponente y
vigoroso habian logr·ado ya arrojal' cOlltra l\Ie-
dellin las columnas de su frente de la infantería
enemiga; y de este modo, flallqUl>ado su costa-
do iZfJuierdo, consiguieron los franceses batít·
progresi vamente el ce n tro y la derecha del ejér-
cito espai'tol, las cuales, por lo muy avanzada.')
que se hallaban hácia Mcdellin, uo pudieron cor-
regir su posicion demasiado espuesta y peligrosa ..
por el inesperado acontecimiento del aLafluc por
Sil flanco izquierdo. Rotos, pues, pOl' la caballe-
ría enemiga, aun continuaban el fuego alguno.')
batallones de los que se mantenían en fOl'rnacion,
á pesar del terrible estrago que hacia en ellos la
al,tillerÍa enemiga; hasta que al fin se pusieron
I"n precipitada retirada, con una gr'an pérdida.
El número de gefes y oficiales muertos, lwrido.')
y prisioneros ascendió en su totalidad ;t 160 de
infantería y 10 de caballería; y entre los heridos
lo fue el Mariscal de campo, Comandante de la
segnnda divisíon y gefe del centro Don Francis-
co Tl'i::¡s ; y de soldados se contaron hasta 6.000
muertos y heridos, y otros 6.000 prisioneros, per-
diéndose 19 piezas de artilleria, y un gran nú.
mero de banderas. La pérdida del enemigo fue
de 4.000 muertos) y un número considerable de
heridos.


Dada la batana, como si hasta los elementos
ie hubiesen conjurado contra el valor español ..
sé halló envuelto el General Cuesta en un violen-




(161 )
fa temporal que sobrevino en nn m(m,cnto, y l¿'¡('(J,
herido y estropeado, se retiró con las l'eliqllW.S
de su ejército ,1 Monasterio, último pueblo de
Estremadura sobre el camino real de Sevilla,
donde se mantuvo, esteullicndo sus avanzadas
Lasta Fuente de Cantos, en cbservacion del clie-
migo, y se dedicó inmediatamente á organizar
de n11C'-O el ejército, sin (íue el M:Jriscal Victor)
que !.Í fines de Abril engruesó sus tropas con la
divisioIl del GeIlcral Lapisse) procedente Je Sa-
lalllanca, se atreviese ~t perturbar sus opera-
cIOnes.


La víspera de la batalla de Medellin, es dcci r,
d 27 de Marzo, sufrieron los espaüoles olra der-
rola 110 mellaS considerable.


El ejército cspaiJol de la Mancha, al mando
del Conde de Cartaojal, se hallaba en posicion
I~n Santa Cruz de Mudela. Disminuiuas las fuer-
zas francesas que alli había, mandddas, por ausen,
cía del Mariscal Victor , por el General Sebastia-
ni, el General espailOl dispuso hacer un moví.
miento sobre Toledo para llamar la atencion del
enemigo, y el 24 de Marzo se dirigió sobre Y é-
hencs el Brigauiel' Don Juan Bernlly cou un des-
tacamento, y atacó con elmaYOl' denuedo al re-
gimiento número 1. o de lanceros polacos, ohlig,t!J-
dolos á retirarse por el camino de Orgaz, donue
~ncontl'ándosc con el Vizconde de Zolina, que
se hallaba situado alli, fueron b;¡tidos, dejando
en poder de los españoles 98 prisioneros con 3
oficiales. Mas durante esta accion, el PrÍncipe de
Allglona, que se hallaba apostado en el camino


1'DJ.!O 11. 21




(16'2)
1809. de jlol'a, fue nttlcado por 6.000 infantes y 600 ca-


ballos enemigos J que marclLab:ll1 al socorro de
los polacos de Y ébencs; )' no plldit~ndo conlr<l-
restar fuerzas tan superiores, se dirigió cn reti·
rada á Ciudad-Real. Reunido en esta ciudad todo
el ejército espailol, llispuso el Gencral en gefe,
que parte de la caballería pasasc en la noche del
25 {l los acantonamientos de Daymicl, Can'ion y
contornos, y en la madn¡gada dd siguiente dia
pensaba él mismo marchar á Va[Jqlcilas. E126 se
presentaron los franceses al frcnte de Ciudad-
Iteal, y despues de habel' arrollado la" gl'andes
guardias y pasado el Guadiana, tuvieron quc rc-
pasarlo por el denuedo de la caballería española;
qucdando á la vista las tropas unas dc otras, y
durando el fuego de callOll y de las gucl'I'illas to-
do el dia. El 27 volvieron con fuerzas superiores
lus francesc:>, y consiguieron p:1sal' drio y al'l'o-
llar, como el dia anterior, las grandes guardias de
infantería y caballel'Ía que cubrían los pucnte.';.
Desdc luego conoció el Conde de Cal'taojal <¡ue
le era imposible sostencrse en la posicion en que
se hallaba, y dispuso su retirada (¡ los puntos de
Si(~l'I';¡1l101'{!1H1; mas csta se ejecutó con ud prcci-
pl1acion y dcsól'den, que mas de 3.500 caballos
huian á loclo esc;¡peá la visla de un pcquellO des-
tacamento (ll~ polacos, que los persiguió hasta el
Viso y Visillo; y lJllhiera pasallo mas :Hl(~lante si
el Marqués del VadilJo, con lllla pCflueiJa division
de infantería y algunos caballos, no los hubiera
obligado á retroceder.


Los españoles) que estaban p¡;rsuaditlos dt: [a




(163 )
inferioridad del ejército de Sebastiani, y cOllfia- 1H09.
han en la superioridad de sus fuerzas, al ver en
un instante disuclLas todas sus masas sin precc~
del' accion alguna general, manifestaron la ma-
yor il1dignaciol1 , y depusieron á su General en
gefe Cartaojal, el que juzgado despues en un con~
scjo de guerra, asi corno el Mariscal de campo
Don Antonio Moreno, y el Brigadier Don Fran-
cisco Javier Abadía, flleron absueltos de toda
culpabilidau, atendiendo á que la mayor parte
de] ejército estaba desarmada, y era inferior al
enemIgo.


Dc¡;pues de tan fnnesto acontecimiento, se
confirió el nundo de este ejército al General Ve-
negas} que procuró organizarle, y proveerle de
todos aquellos artículos que escaseahan, y de
(lue no podia surtir el estéril país de Sierramore-
na, disponiendo que se internasen en la Mancha
algunas guerrillas para proteger la provision de
Vlveres.


La batalla de Mcdcllin , y la derrota de Ciu-
dad-Real, esparcieron el terror por toda la Pe-
nínsula; mas sin embargo el General Cuesta con.
tinuaba o"g[lIlizando su ejército á vista del ene-
migo; y la Junta central, refugiada en Sevilla,
tan lejos de desmayar por estos desastres, imi-
tando en esta ocasion la conducta del Senado
romano, cuando despucs de la infausta y deci-
siva hat~lla de Caonas, dió gracias al Cónsul
Varron por no haher desesper::tdo de ]a sal va-
cion de la República, dió gracias tambien, y
colmó de elogios al General y tropas del ejército




(164)
1t-(í9. d~ E",tremndura, declarando por uu decl'e!o de


primero de Abril, beneméritos de la patria al mi~­
mo Generaly dernas individuos de a!lud, que com-
ponían los cuerpos que tan gloriosamente SR sos~
tuvieroll en la batalla de Medellin. Ascendió ,í.
eapitan general á Cuesta, y concedió un grado
mas á todos los oGciales, que á juicio de éste se
hubiesen distillguido en la accion, condecoran-
do con un Escudo de distincioll á toJos los cuc,'-
pos que Jicroll pruehas en ella de serenidad y
disciplina, concediéndoles adcllws doble paga por
un mes, contado desde el dia de la batalla, y
ofreciendo pensiones {t las viudas y huérfanos lit:
Los que perecieron en el campo del honor. De es-
te lnotb la Junta central recompensó á estas tro-
pas como :,i hubiesen conSeguido la yictoria; y
asi fue corno su política mantuvo en España la
e,m!1anza ti..; pudelo resistir á la domillllcion fr;.¡n-
ces:!, é impuso de tal modo la opinioa pl'lblica"
'lllC á meJia(los de Abril d ej{~l'cito de E . ;l¡'ema-
dura, compuesto de 11l11'YOS l'CcllltLlS, y de I.JS
dispersos que se le reUnie¡Oll, COnl(J con sulicicn_
te uúmero para volver ,t combati., con éxito,


El Geller . ll Victor pt~I·Il¡allCC.iÓ en Estl'emadu-
I'a, entre el Tajo y el GllaJian3, j' d General
Sc~hasliallj nu ::il' GL1'e\-ió á pasar de Santa Cruz de
~lut!l'h J pll..;blo situa.Jo a! 1';(' ¡!r, la,; ~ai';allta~
de Siernnncrcua.




(1 Gj)


CAPITIJLO X.


Ei 'Ltri~cal Soult emprende la cOIll{uista dH Portugal. -
Accion de Fece.<. - AtarpIC de CiHlves. - Asesinato fld
i ~p.llera! Fn!ire. - TOUla de C huyes. - Los poduglle-
,e$ rCCO\1fplistan á Chuves. - Toma y saqueo de 0P"I'-
l{l. - TIen'sforrl orgalliza el ejército rortugul~S. - Lo'-
illgleses socorren á PortugaL - Soult se retira ~o¡'re
Galicia. - \Vellesley toma la ofensiva. - Eneuacioll
de Oporto. - Accion de Peüaflel. - Desastrosa ]'(~t iralt.
de Soult. - Entra en Orense. - Los ingleses rdro,!!'-
den á Lisboa. - Operaciones (le! ejétcito de la Roma;:"
en Galicja. - Accioll de Villafranca delllierzo. - Los
espaiíoles tomiln á Vigo. - Los frallceses OCUP;¡lI :í A~­
turias. - Los espaiioles ataCiltI :í Lugo. - IlCUlIioll d ...
los Mariscales Soult y ~ey. - Soult se replega á C3.,I;-
\la. - Acc ion de Santiago. - Accion tlel puente de S;llI
Payo. - Ney eVilcua:í Galieja. -Operaciones fle If's
Jlariscalr~s Mort.ier y Victor. - Accioll de Aldnt.ara. -
Los francescs se retiran :í la orilla iZfluicnla del Tajo.


Despues ue haber hecho reembarcar :í los 111-- ; ~:I~'_
gles¡;s, el General Soult dejó encoJUclIdadll PI
cuidado de conservar el re1110 de Galicia al 'b-
riscal Ney, el que cun los cuerpos de su eji:r-
cito ocupó sucesivamente á Lugo , la Coruila, el
Fcrrol y Santiago, El Mariscal Soult concentró
sus tropas sobre Vigo, y se dedicó á hacer 100S
preparativos para la espedicion dc POl'tugal. Si-
tuó su cuartel general en Tuy, por donde St) Pl'\)-
pOlli~ vel'incar el paso del Miiio ; pero la diiicllJ ...




(166 )
1609. lad de reunir las barcas necesarias, y aun mas


que todo el peligro de esta operacion bajo el ca-
ilon de la fortaleza portuguesa de Valencia, si-
tuada enfrente de Tuy, en la rihera jzquierda
del rio, hicieron que Soult suhiese el Miüo hasta
Orense para proporcionarse por este último pun-
to un paso menos espuesto y peligroso, el que
empezó á verificar en 17 de Febrero.


El Marqués de la Romana, dcspues de haber
evitado el encucntro con las tropas francesas,
abandonando á los ingleses el camino real de la
Coruña, se habia dit'igido hácia Orensc , con cu-
yo movimiento atrevido se habia libertado de
la persecucion del Mariscal Soult, y puesto en
estado de rcorganizar su ejército, y llamar la
atcncion del Mariscal Ney , impidiendo que este
prestase socorro alguno á Soult en la campaila
tlificil que iba á emprender contt'a el PorlugaL
Una reunion considerable de gallegos quiso en
el pueblo de Maurinlan disputar al ejército de
Soult el paso del rio; pero fueron arrollados, y
apoderándose del puente, atravesó el Miño sin
obstáculo el dia 4 de Marzo. Informado el Már-
'}ués de la llomana de los movimientos del Ma-
riscal Soult, ocupó las alturas de Orsulla, cer-
ca de Monterey, de las que fue desalojado por
los franceses despues de un mediano combate,
siendo perseguido por estos hasta Sanabl'ia y
Puebla, desde donde los espailOles se cesbanda-
ron por las montailas. Al dia siguiente de esta
accion llegó Soult á la aldea de Verin , desde la
cual comienza un desfiladero que conduce á la




(167 )
provincia portuguesa de Tras los Montes J en el 1809.
cual tuvo (IUC vencer á un cuerpo de portllgueses
que intenLó displltarle el paso, y que fue recha-
zado hasta el pu~blo dc San Cipriano J que ocu-
paron los franceses el 7 de Marzo, vivaqueando
;t la vista de Villardo J sobre la frontera de Por-
tugal, y apodcr;ílldose de este punlo por haber-
lo abandonado las tropas que lo defendian.


EllO de Marzo la vanguardia francesa se puso
en movimiento, y desalojó cerca de la villa de
Feces de abajo, íiobre la ribera izquierda del
Tamega un destacamento del eJército portugn('s
que el General Freire habia reunido en la pru-
vincia de Tras los Montes. Luego que las tropa.~
francesas pasaron el Tán1C'ga , olro destacamen-
to de 3.0UU hombres de la gLl<ll'uicion portugue-
sa de GIl a ves se :.Hl e la n tú co !llra ellas; mas le
hicieroll replq;ar hasta los muros de esla plaza.


Los Generales iugleses habian encargado al
General Frcire no a venlurase imprudentemente
accion alguna, retidl1(lose con lentitud delante
Jel Mariscal Soult , basta cllle reunido á otro
cuerpo de ejército f{lle cubría á Oporto, pudiese
de concierto con él ddencr los progresos lId
ejércilo franees; pero los porlllgncses) especial-
mente los de las pro\' ineias frontel izas de GaJi-
cía y Leon) no conociun la (lisciplina, y fiados
únicamente en su fuerza numérica) se creian se-
guros de la victoria, y re 11 usa ua tl ced el' el terre-
no sin comualir. A esto debe alribuirse el haber
sÍ(lo balidos en los Ilesflladeros de Verin y Fe-
ces de Abajo. En Chaves quisieron defender In




(168 )
18ú~i. fortaleza, y se amotinaron contra el General


Silveira , que mandó la e\'3cuacion al saber que
se aproximaban los frauceses. EllO de Marzo
intimó Soult la rendicion á esta plaza; pero los
portugueses desde lo alto de los muros respon.
flicron con amenazas á las intimaciones de paz}
.y amenazaron no dar cuartel á cuantos enemi-
gos cayesen en sus manos. El 11 Soult dispuso
todos los medios de ataque, los que lejos de in-
timidar á la guarnicion , 110 hicieron mas que au-
mentar su exasperacion. El populacho se hallaba
en la mayor cxaltacion, y el Gobernador se vió
en el mayor conflicto para salvar la vida á un
Oficial del estado mayor frances, parlamentario,
(lile llevó una intimacion del Mariscal Soult,
ilrnenazando á los habitantes y á la guarnicion
con el asalto, y con pasarlos á cuchilio, si el 12
;t las seis de la maÍlana no hubiesen pedido capi-
tnlacion. El mismo dia 12 abrió Chavcs sus puer-
tas, despues de haber salido la noche anterior
una gran parte de su guarniciono El Mariscal
Soult desarmó á las tropas que habían pcrmanc-
cido en la plaza, y tambien á sus habitantes; y
(il!spuf's de haber descansado en ella tres dias , y
establecido un hospital, se dirigió sobre Braga.
El 1:)' por la noche vivaquearon los fl'unceses en
S:lltollras, sobre la cresta de las montailas, al O.
de Chaves; y el 17 tomaron posicion en las al-
turas de Cal'valho, desde donde ayistaron al ejél'~
eilo pOl'tugucs formado en batalla soJ¡n' las mOD.
Ulilas qne cstan delante d(~ IJraga.


El General Freire, qUf~ mandaha pstf' f'j:-rci ..




( 169)
to portllgucs, conaneglo á las instrucciones que- 1809.
babia re Libido, dió las órdenes convenientes para
levantar el campo, y retirarse sobre Oporto; pe-
ro los paisanos, que componian la mayor fuer-
za de su ejérciLo, se amotinaron, pidiendo á gri-
tos que se les condujese al combate. Viendo que-
el General comenzaba su retirada con las tropas
de línea, los mas atrevidos se lanzan contra él,
y ]e quitan la vida, vociferando que tal seria ]a
suerte de todos los gefes que hiciesen traicion á
la caUS::l de la Patria. Despues de este atentad(}
ofrecieron el mando á un oficial hannov'el'iano,
llamado el Baron de Heben , el quien obligaron,
ha jo pena de la vida, á aceptar este peligroso en-
cargo. El nuevo General en gefe., aterrado por
el funesto fin de Sil antecesor, cedió á los de-
seos de la multilud ilmotinacla , y dispuso atacal'
al enemigo. El 20 de Marzo á las siete de la ma-
Iwna comcllzó la accion , en ]a que los portu-
gueses se baLieron con el mayor va]or; pero al
fin tuvieron que ceder ¡í la superioridad de la tác-
tica del ejército francés, y retirarse perseguidos
vlvilmcnte por la caballería francesa, que hizo
en ellos Ulla terriLle carniccría. Los fnmcescs
entr!lron envueltos con los fllQ-Üj,·os en Bn¡O'[I


<, 1:> .J


atravesaron las calles de la ciudad, y continua-
ron su persecucion hasta dos leguas de la misma;
de suerte, que la caballería francesa auduvo al
galope cU;llro Jeguas sin dejar respirar á los ])01'-
tugueses. La pérdida de eslos fue considerable.


El General Soull fijó Sil cllnrlel gellcral en
Braga, y el 26 se apoderaron sus tropas de los
TO~IO 11. 22




(170)
1809. pueblos de Barcelos y Guimaraens despues de un


pequeño combate, en que perdió la vida el Ge~
neral Cardo n , uno de los Illas intrépidos y an-
tiguos oliciales del ejército francés .


. AI mismo tiempo que los- franceses iban
avanzando hácia Oporto, el Brigadier Silveira
tomó pOl'" asalto la plaza de Chaves, haciendo
en ella 200 prisioneros, y matando mas de
300 enemigos. Asedió el fuerte, y despues de
haber esperimentado alguna pérdida durante el
sitio, capituló su guarnicioll, quedando prisio-
nera de guerra, y estipulando varios artículos
ventajosos. En esta plaza se encontraron doce
piezas de artillería, armas y municiones, y se
hicieron 749 prisioneros.


El 27 se presentó Soult á la vista de la ciudad
de Oporto, la cual, despues de la de Lisboa, es
la mas importante de PorLugal. La guarnicion
ascendía á 3.000 hombres de tropa reglada, y
algunas milicias formadas del paisannge, que te-
uían que atender á la defensa de una línea de le-
gua y media de estension. En el mismo día el
Mariscal Soult con los cazadores dispuso el ala-
que contra esta linea; pero fue recllnzado cons-
tantemente. El 28 intentó de nuevo el ataque,
pero fue igualmente repelido, hasta que en la
madrugada del 29 , repitiendo los ataques, y lo-
grando forzar algunos puntos de la linea, entró
en la ciudad de Oporto, en la que reinaba el ma-
yor desórden y cOl1fusion; pues los paisanos ar-
mados I no queriendo someterse á ninguna dis-
cipliua y suhordinacion, y desconociendo la voz




( t 71 )
de sus gefes, rehusaron relÍl'arse ,permanecien- 1809.
do combatiendo en las calles de la ciudad, hasta
que los franceses triunfaron por todas partes de
su resistencia. El furor y la animosidad de los
soldados franceses, exasperados por tan obstina-
da resistencia, hicieron que se entregasen á los
mayores desórdenes, y la ciudad fue completa-
mente saqueada,


El General Soult destacó al General Caulin-
court con una hrigada de dragones el 31 de Mar-
7.0, p<lra que se estableciese en Peñafiel; pero los
paisanos portugueses le obligaron á abandonar
este punto, teniendo que replegarse hasta el mis-
mo Oporto, en donde el Mariscal Soult se yjó
preci.-;ado á permanecer, porque el General Sil.
,-eira, despucs de Jlauer evacuado á Chaves, se di-
rigió con Sil division á las montañas que separan
el reino de Galicia de la pt'ovincia portuguesa
de Tras los Montes, y aumentando considerable-
mente sus fuerzas habia ocupado sucesivamente
á Braga y á Guimaraens, á medida que el grueso
del ejército francés las habia evacuado, obligan-
do á llls gual'lliciones que habia dcjado para su
conscrvacion y defensa, á rendirse prisioneras.


El General Sil veira, que no cesó de perse-
guir la retaguardia francesa desde su entrada en
Portugal, se hallaba siLuado en el puente de Ama-
ranle., sobre la orilla iZfJuícrda del Támega, en
donde permaneció hasta el 2 de Mayo. Fucl'on
repetidos los ataques <¡ue desde el 18 de Abril
hasta este dia dieron los franceses á esta posi-
cion, mandados por los Generales Delaborde y


.




(172 )
1809. LOlSOll; pero en todos fueron recLazados) á pe-


sar de haber tiitlo reforzados por el General Hou.
saie con dos brigadas, mandadas por los Gene-
rales Sarrat y l\1arisi, y de haber intentado el paso
el 29 en tres columnas, de las cuales dos de-
hian pasar los vados, sostenidas por lG piezas de
cañon. A favor de una densa niebla lograron por
fin el 2 de 1\1ayo apoderarse de la cabeza del
puente, de donde se retiró Sil veira con las mili-
cias del pais y cuatro piezas á 1n provincia de
Entre-Duero y Mit'ío.


El General Soult, á quien f,dtó la coopera-
cion del ejército de Victor , que aguardó durante
todo el mes de Abril en Oporto, renunció al
proyecto de marcbar sobre LislJOa, cIue se ha-
llaba ocupada por los ingleses.


El genera] Deresford se habia dedicado ¡í. reor-
ganizar el ejército portllglles, y con el consenti·
miento del gabiucte bl'iL¡ínico flle nombrado en
el mes de Febrero General en gefe del mismo, y
empleó como Coroneles y gefl~s de los regimien-
tos port.ugueses á varios oficiales ingleses. Estas
medidas hicieron carnbiar prontamente el aspec-
to dc arIuel ejél'cito, y un sistema seguido de
disciplina y subOl'dinacion le pusicl'on bajo un
pie formidable.


Los ingleses, apenas supieron la invasion de
Soult, cllando como por medida de precaucioll
situaron un cuerpo de 7.000 hombres en Abran-
tes, reuniendo la masa priucipal del ejército en
Leiria, y los cucrpos portugueses en Tomara. En
el mes de Abril fueron reforzados por una tlivi-




(ln)
sion á las órdenes de Sir Arturo Wellesley.J cuyo 1809.
General desde luego empezó .l tomar la ofensiva.
El 6 de Mayo pasó revista á sus tropas en Coim-
bra, y ellO su vanguardia pasó el Vouga, yen-
contrándose con un destacamento francés, le obli.
gó á tomar la huida. El 11 avistó á la vanguardia
francesa) que ocupaba una fuerte posicion sobre
las alturas al norte de Guijon : el ataque fue len-
to, pero vigoroso, y los franceses tuvieron clue
retirarse. Soult habia enviado á esta columna ór-
den para replegarse sobre el cuerpo principal de
su ejército; pero el Oficial conductor de esta
órdell fue muerto por los 11aisanos.


En la noche Jel H al 12 hi1..o Soult replegar
todas sus fuerzas sobre la ribera derecha Jel
Duero) é inutilizó el puente de barcas estableci-
do sobre estc río. El General Deresford fuc des-
tinado por Wellesley á amenazar la izquierda
francesa pasando el Duero cerca de Lamego, Con
órden de marchar rápidamente sobre Cha ves por
Villapouca , á fin de cortar el paso y retirada de
Soult á Galicia. Para apoyar las operaciones de
Deresford era esencial atacar al ejército francés á
fin de detener en este punto la mayor parte de
sus fuerzas. El 12 \Vellesley pasó el Ducro pro-
tegido de la artillería que habia situado sobre las
alturas de Villanueva casi enfrente de Oporto.
Soult se habia retirado á esta ciudad para dispo-
ner la retirada que queria efectuar á la entrada
de la noche, y pl'esumicndo que Wellcsley, drs-
Fues de haber pasa¡lo el Duero, tomaria posicio-
nes y no emprenderia el ataque general hastn el




f809.
(174 )


día siguiente, se habia puesto á comer en esta
confianza con su Estado mayor, cuando los tiros
de fusil de las guerrillas inglesas que se batian
ya en las calles de Oporto, le hicieron conocer
el inminente riesgo en ql\e estaba de caer prisio-
nero. Montó ~ caballo, y snble en l11nno se abrió
paso) seguido de su Estado l11<1yOl' , y dcspues de
haber reunido algllnos regimientos, intentó atacar
á los ingleses y volver á entrar en Oporto) pero
fue reclwzado.


Al mismo tiempo W ellesle y recibió el refner-
zo del General Munay, que habia pasado el Due-
ro una legua mas ahajo de Oporto, y Soult, per-
seguido en el centro por el General Hill, en la
derecha por el General Sehcbrok, .Y en In izquier-
da por el General Murray, se retiró sobre el puen-
te de Amarante, en donde se hallnba con su di vi-
sion el General Loisol1; pero esta habia sido ata-
cada, al mismo tiempo que los inglpses se <Ipode-
raban de Oporto, por la division del General Be-
resford, y se habia visto precisada á ahandonar su
posicion y á replegarse. Enterauo Sonlt de este
nuevo contratiempo al pnsar por 'Peil"licl, dió la
ónlen de rctinlrsc sobre Braga. La pérdida de
los franceses el1 la evacllacion de Oporto fue
considerable, y los ingleses tuvieron herido gra-
vemente en un brazo al Loru Paget, á quien
reemplnzó en el mando el Genel'al Sil' Rouland
Ha!. Al llegar Soult á Peilafiel abandonó una
parte de su artillería, que le cllIbar:JZaLa In mar-
ella, y se dirigió sobre Braga por Guimaraens.
En esta ciudad supo que el General Beresford




(175 )
habia recibido órden para dirigirse á marchas 1809.
forzadas sobre Chaves, á fin de perseguir su ejér-
cito y cortarle este punto de comunicacion con
Galicia. Soult, que tan vívarnente se veia perse-
guido, no encontró mas medio de libertarse de la
crítica situacion en que se hallaba colocado por
la insurreccioll general del Portugal, que acele-
rar su retirada.J por lo que ahandonó los bagages
y el resto de su artillería despues del cho(lue
que su retaguardia tuvo que sostener el 16 en Sa-
lamonde contra una columna mandada por el
General Sehelembrok. Los franceses dejando á
Chaves sobre su derecha, se di"igieron sobl'c
Orense por Montealegre , habiendo tenido flue re-
Correr caminos casi impracticables, en cuya
marcha bandas de paisanos armados que seguían
Jos flancos de su ejército, los obligaban á desta-
car guerrillas casi contÍnuas, y á batirse de roca
en roca con pérdida de muchos de sus soldados.
El 18 por la mai13na el ejército francés entró en
las fronteras de Galicia con direccion á Orense
por la aldea de Santiago de Rubias. La alegría
de las tropas francesas al pisar el territorio de
Galicia fue comparable solo á la que se siente
al volver á pisar el suelo de la patria; sentimien-
to bien natural, pues que lwbian logrado ponerse
en comunicacion con los demas cuerpos de su
ejército de España, y recibir noticias de Fran-
cia, de que se hallaban privados por el largo es-
pacio de siete meses.


Soult había verificado su entrada en pOI·tugal
en Febrero de 1809 con 23.000 hombres, y él los




(176)
1809. tres meses tuvo que abandonar aquel reino con


solo 16.000 sin equipages ni artillería: espedi-
cion infructuosa que costó <l la Francia 7.000 sol-
dados, la mayor parte muertos por los portllgne-
ses, otros en los encuentros con el ejército in-
gIl:,.:; , Y otros en los hospitales de Oporto.


El ejército francés llegó el 20 ;í Orense, en
donde por primera vez desplles de su penosa I'e-
I.irilda encontró subsistencias prepnl'ndas. El
J\briscal SOllit dispuso que el 21 descansasen las
tropas, haciendo marchar al mismo tiempo la
vanguardia con direccion .i Lugo , á fin de libcr-
t~ll' <l la gnarnicion de esta cindaJ, bloqucada por
1m cuerpo del ejército del Mal'qu{~s de la Roma.'
na , á las órdenes del General Mahi.


El General Wellesley llegó á Montenlegrc el
18 de Mayo, y no juzgó conveniente perseguir á
los frnncescs fuera de bs fl'Onterns de VortngaL
El General Silveira permaneció en el norte so-
bre las fronteras de Galicia, y el ejl~rcito inglés
retrocedió i Lisboa por Oporto, siendo en todas
partes recibido con el mayor entusiasmo, y no
presentando la marcha de 'Wellesley ,á quien por,
~eguncla vez proclamaba Portugal por S1l salvador,
sino una serie continuada de fiestas y un verdade-
ro trillnfo.
~lientras los franceses invadian el Portugal,


d reino de C;'alicia er<l el teatro en donde se
de~rlegaba con la mayor energía la maravi.
llosa constancia y valor del cal',¡ctcr espnilol.
1.:1:> tropas crlsi desnudas y deSal'mallns f[Ue el
~Lll'qllés de la Uomana habia salvado en 1::1 úpoca




(177)
de la retirada de los inglesc:i á la Coruña, aguar- 1809.
daban el momenLo favorable para arrojar' á sus
invason:s del reino de Galicia. Luego que Ney
se quedó solo en ,él con su cuerpo de ejército,
empezaron á obrar los españoles, y los pueblos
levantados en masa se precipitaron conll'a los
franceses. El Mariscal Ney se aprovechó de esto
para hacer saquear y quemar Illas de cien pue-
hlos bajo el prctesto de babel' muerto en ellos á
.. oldados franceses. Esta conducta fomentó la in-
liurreccion, é hizo que se formasen numerosos
cuerpos ue. patriotas. La vanguardia del ejército
español de la izquierda, mandada por el Briga-
dier l\1endizabal y reforzada por algunos cuerpos
de la primera division del mismo ejército, atacó
el 18 de Marzo al enemigo en Villafranca del
Vierzo, en donde estaban fortificados un bata-
llan de granaderos y otro de cazadores pcrtene-
cientes al euerpo del Mariscal Ney, y despuea
de cuatro horas de un vivo fuego tuvieron que
rendirse á discrecion.


Eu 13 de Marzo de 1Sl? se concedió una
cruz de distÍncion á estas bizarras tropas, la que
consiste en cuatro brazos rectangulares esma hados
de blanco, que se cruzan en án gu !o recto, debiendo
tener cada .UlIO de ellos un globito de oro en el
medio de su lado esteriol' ; en el centro hay un
círculo azul, del cual salen cuatro flores de lis
del mismo meLal en los állgU los formados por
las direcciones de los brazos. El círculo del exer-
go presenta las al'mas de Villarl'anca, que son un
Leon saliendo de una montaña,y en los cuatro 1>ra.
T(')~O (J. 2J




(178)
1809. zos se lee: Toma de Villtifranc(l del Vierzo el dia


J.9 de Marzo de 1809; Y en el círculo del reverso
las armas de la ciudad de Ll1go, que son un cáliz
de oro con su hostia, y el lema de Batallas de
Lugo de 18)" 19 de Ma)"o de 1809. Sobre el brazo
superior tiene una corona rea] , y se lleva pen-
diente de una cinta dividida en tres partes igua-
I es, siendo blanca la del centro y verdes -las d~
los estremos.


Un cuerpo de paii'>anos á las órdenes del Ca-
pitan Morillo, junto CCl1 las tropas portuguesas qu~
atravesaban el Miño ,se dirigió á Vigo, en don-
de el Mariscal Soult antes de marchar á Oporto
habia dejado una guarnicion de 2.000 hombres.
A principios de Marzo se empezó el bloqueo dI'!
esta plaza, que fue tomada á viva fuerza el 28 de
Marzo por el paisanage, teniendo que refugiarse
los franceses que la glwl'lH'cian, en el castillo.
Mas los espaüoles, ayudados de ulla fragata ingle-
sa que se hallaba en el puerto, obligaron á capi-
tular la gllarnicion del castillo, con la condiciOll
de ser entregada á los ingleses que habia en el
puerto, dejando en poder de los cspaüoles vein-
te piezas de artillería y los equipagcs del ejérci.
to de SQult. A la mañana signiente los españo-
les pasaron á cuchillo un balallon francés pro-
cedente de Tuy, que ignorante de los sucesos de
la víspera, se aproximaba con toda seguridad á
la plaza.


El. Marqués de la Romana, que se habia reti.
rada á Sanabria en el momento eu que Sal! lt se
intern.ó en el Portugal, volvió á atacar al Mari.,-




(179)
elll Ney, y con una 501a pieza de artilleria obli- 1809.
gó á rendirse el 17 de Abril á dos batallones que
intentaron defenderse en el castillo del Duque
de Alba en Villafranca.


El 20 de Abril salió bruscamente de Galicia
el Marqués de la Romana, y marchó á Asturias,
en donde disolvió la Junta superior de aquel
Principado reunida en Oviedo , á pretesto de que
con sus divisiones intestinas entorpecía la mar-
cha de las operaciones militares, y nombró otra
Junta.


Al saber el Mariscal Ney el movimiento del
Marqués de la Romana, se concertó con el Ge-
nel'al Kellermltn, que se hallaba con un cuerpo de
tropas en el norte del reino de Leon, para que
marchando al mismo tiempo cada uno de por sí
sobre el principado de Asturias, el éjército de la
Romana que á la sazon se hallaba concentrado en
Oviedo, fuese envuelto y deshecho por sus tropas.
En consecuencia de este plan, el Mariscal Ney
salió de Lugo á principios de Mayo, dejando en
este punto un destacamento á las órdenes del
Gener,d Fourniel', al que encargó conservase su
posicion hasta el último estremo, y se dirigió con
el grueso de sus fllerzas sobre Oviedo por la par-
1e occidental dE' Asturias, mientras que el Gene-
ral Kellcl'man atravesaba por las montañas que
separan al principado del rcino de Leon. El 18
de Mayo tres dest.acamentos franceses entraron
en OvieJo por diferentes caminos, y el Marqués
de la Homana, á la vista de las imponentes fuer-
zas que le amenazaban, evacuó sus posiciones y




(180 )
1809. se retiró á Gijon, en cuyo puerto se embarcó co IJ


algunas de sus tropas y volvió á Galicia 1 y los
fl'anceses vieron cou dolol' la salvacioll de unas
tropas que con tanto empeño perseguian.


Los gallegos se aprovecharon de la corta au-
sencia de Ney ó hicieron un esfuerzopara recobrar
su libertad, U na di vision ~ las órdenes del Genera t
Mahi, que quedó mandando el ejército de la izquier.
da en ausencia del Marquús de la Romnna, se pre-
sentó con cerca de 7.000 hombres al frente d~
Lugo, donde se hallaba el General FOllrnier con
3.000 del cuerpo de Ney. En el dia 19 de '\ia,)'o
y en los dos siguientes ocurrieron varias acciones
cutre ]as tropas de ]a gnarnicion de Lugo y di-
cha di vision espaiJOla, la flup se vió forzada á
abandonar la cmprf'sa de resulta!'! de la entrada
en Galicia del ejército df~ Soult. Este se presentó
el 22 de MaJO á la "ista Jc los espaüolcs, habien-
do salido de Orense el 21, Y despues de un ligero
choque que obligó á retirarse á aquellos, entró
en Lugo, libertando á Fournier y su gente que,
agotados todos los rrcursos y medios de subsis-
tencia, se hallaba ya en estado de capitular. l.a
intrepidez que las tropas de la division del Gene-
ral Muhí manifestaron en el ataque que hicieron
contra Lugo, se recompensó con igual cruz de
disliucion que la concedida á los valientes ({tiC
comhatieron en Villafranca del Vicrzo, por cllya
razon 3cluella cOllflecoracioll lleva tambien la~
armas de Lugo.


El ejército de Soult al regreso de Portugal se
Abandonó á. un espíritu de venganza ~ y qllemal-l-




(18 t )
Jo las ald<>::!s y maltratando al pais3nage, solo 1809.
consiguió que al acercarse las columnas francesas
á los pueblos, sus habitantes huyesen á los mon-
tes J aument.ándose con esto considerahlemente
las dificultades para la subsistencia. Asi es que á
la llegada á la vista de Lugo del ejército de Soult,
Jespucs de Ja de~astrosa retirada de Portugal,
presentaba tal aspecto de miseria y desnudez, que
los franceses de la guarnicion creyeron al pronto
que era una reunion de espaüolcs,


Soult puso en Lugo sus tropas en cll3rtcles de
invierno, y aguardó alli la vuelta del Mariscal
Ney, el que de}ando á Kellerman en Asturias
para contener á sus l1abitantes J entró de nuevo
en Galicia, y el 30 de Mayo se reunió en Lugo
con el Mariscal Souh.


Aqui concertaron :llnLos Mariscales un movi·
miento general de sus tropas para destruir todas
las fuerzas espaüolas (Iue ocupaban el reino de
Galicia, y subyugar á este enteramente. El Gene-
ral Soult empezó el 2 de Junio la persecucion
de las tropas de la Romana que recorrian el pais,
á la cabeza de 18.000 hombres, y despues de ha-
berIas peri'eglliJo vivamente por Monforte, Vi-
llafrar.ca y Viana) viendo constantemente su re-
taguardia salir de los pueblos donde entraba ~in
lograr jamas darla alcance en el espacio de mas
de tres semanas que duró esta retirada, fatigado
por las mólrchas y contramarchas de los espaüo.
les, y molestados sus flancos sin cesar por el pai.
<¡anage, que á su ap,'oximacion á los pueblos se
I't'JugialJ;t á lo" montes J desistió al cabo de un




(182)
1809, género de guerra de que no podia sacar ventaja


alguna, y se dirigió por la puebla de Sanabria y
Bena vente á Zamora, en doude debia encontrar
la artillería, dinero y medios suficientes para re*
parar el vestuario y equipo de su ejército, y po-
nerle en disposicion de entrar nuevamente en
campaña.


No fue mas afortunado el Mariscal Ney en su
espedicion. El General Marchand ocupaba á San-
tiago con 3.000 infantes, 80 cahallos y 14 piezas
del ejército de aquel; cuando el Brigadier Don
Martin la Carrera con la di vision española del
Miño, compuesta de 14.000 homhres, la mayor
parte sin armas, 140 caballos y 10 piezas de ar-
tillería, se dirigíó contra aquella ciudad; mas
noticioso el General Marchand de esta espedi-
cion, salió el 23 de Mayo á su encuentro, y ;i. las
dos de la Larde la avistó en el campo de la Estre-
lla á legua y media de distancia de Santiago. La
Carrera, á pesar de no contar con nus de 3.000
hombres armados y útiles, atacó á Marchand y
le desalojó de la posicion que ocupaba, y de otra
que tomó en seguida, entrando de sus resultas en
Santiago. La pérdida de los franceses fue gran-
de: pasaron de 200 los prisioneros, y sus almace-
nes y muchos de sus equipages cayeron en poder
de los espailoles.


Sabedor N cy de estos desastres, se apresuró á
reunir fuerzas en la Coruila, y trató de vengar el
ultrage que habian recibido las armas francesas
con la derrota del General Marchand. Con este
objeto marchó contra los españoles con una fucr-




(183 )
za de 12.000 infantes, 1.200 caLallos y 2l piezas 1809.
de artillería. Noticioso de este movimiento el
Brigadier la Carrera, se replegó con direccion á
Vigo, y se reunió Con el General Conde de No.
roña, que hahia tomado el mando de la di vision
española del Miño. Este dispuso que la tropa IiC
retirase á la jzquierda de la ría que va de Vigo á
Caldas, y que se apostase frente del destruido
puente de San Payo. A las 7 de la mañana del dia
7 de Junio se presentó Ney en la orilla de esta
ria, y empezó por una y otra parle un vivo fue-
go de artillería que duró hasta las 7 de la noche.
El General Conde N oroña envió una columna
de infantería ligera, mandada por el Coronel Don
Ambrosio de]a Cuadra, al puente de Caldas á dos
leguas sobre la derecha de la posicion para impe-
dir el paso ¡í los franceses que habian destacado en
aquella direceion Ulla porcioll de sus fuerzas. Al
amanecer del dia 8 continuó el fuego entre am-
bos ejércitos con mas firmeza que el dia anterior,
y dos fuertes columnas de caballería con infan-
tería á la grupa que intentaron pasar la ria, fueron
rechazadas. POI' la noche cesó el combate, y
los franceses se retiraron con una pérdida de
mas de 700 hombres: la de los españoles no lle-
gó á 200.


El cuerpo del ejército de Ney se vió final-
mente obligado á evacuar el Reino de Galícia ,
e ltizo su retirada soLre el de Leon.


Al mismo tiempo el Mariscal Mortier, Duque
de Treviso, que despues de la toma de Zaragoza
\ iJW con su di visioll á Castilla para apoyal' )a8




(184)
1!309. operaciones del ejército francés en Portugal, se


adelantó hasta Valladolid, y se puso en eomunÍ-
cacioll Con el Ma r iseal N e y.


El Mariscal Víctor, contenido por la presen-
cia del ejército de Cuesta, despues de la batalla
de Medellin, se situó en los pueblos de la tierra
ue Barros,que estan á la izquierda del Guadiana,
donde permaneció mes y rnedio sin conseguir ven-
taja alguna decisiva, y sin mas cItle tener que sos-
tener dial'lamenLe escaramuzas con la vanguar-
dia española, que se JIUJ1alJa siluada en l\1eLlina
de las Torres. El 14 de Mayo Viclor hizo atacar
con una columna de 12.000 hombres y 12 pie_
zas de artillería el punto de Alcántara, donde
se hallaba el Coronel Maine con la Legion leal
Lusitana, un regimiento de milicias portugue-
sas, 6 piezas de artillería y 50 caballos; en lOUO
1.800 hombres Je todas armas. Los portugueses
defendieron el puenle de esta ciudad con la ma.
yor obsl.Íllacion, y despncs ele un alaque de seis ho~
ras, vencidos por el número tuvieron que reti-
rarse) conduciendo su artillería hácia ltosmanin-
hal con alguna pérJiJJ, perseguidos por un grue-
so cuerpo de caballería francesa. Este destacó al.
gunas partidas á Portugal; pero Victor, que se
hallaba flanqueado en su izquierda por el ejérci-
to de Cuesta, tuvo que mandar retrogradar sus
tropas.


El General Cuesta habia recibido ól'dcn es-
presa de la Junta central para no intentar opera-
cion alguna importante, hasta que el ejército in-
glés se le reuniese; lo que habia indicado We-




( 185 )
llesley ~p vCl'ificaria tan pronto como lograse 1 H09.
lilllznr á los franceses del Portugal.


En lal est<luo permaneció el ejército español
durante el último tercio de Mayo y la mitad de
Jllnio, sin ocurrir otra cosa digna de referirse, sino
que hall(¡nJose el Brigadier Zayas en Calamonte
e1l obscrvilcion de los pasos del Glladiana, SI'
propuso sorprender ]os pueblos de Aljncen y
Mirilndilla, el primero ocupado por 400 caballos
enemigos, y el segundo pOI' GOO. Pnl'a esta ope-
racion destinó 800 caballos españoles, que manio.
braron toda la noche para colocarse oportllua-
mente á espaldas de las posiciones enemigas y
ocultar su movimiento; J en efecto, á las 8 de la
maií,1lla dd primero de Junio) se logró sorpren-
eler y destruir el cuerpo enemigo de Aljncen, y
¡;c hubiera veri(Jcado lo mismo con el de Miran-
dilla, si no se hubiese marchado casualmente de
¡j;lw~l punto,


En cuanto el Gencl'al Víctor supo la retÍ-
rada de Soult, y que Wellcslcy se hallaba en
Abrantes, en donde hacia preparalivos para pe-
netrar en la Estremadura espaüola, temeroso de la
rapidez de sus movimientos, reunió sus tropas, J
haciendo desfilar cautillUcnte su artillería grue~a
y bagajes con alguna anticipacion, emprendió su
retirada al otro bdo del Tajo por Trujillo y Al-
lUar<lZ, cubri¿'udola con su numerosa caballería,
por 10 que el Brigadier Zayas no pudo perseguir-
le muy (11' ceJ'ca, ni la di vis ion de caballeria del Du.
qlll' de Albul',¡llcrque ni la de infantería del Maris-
cal de campo Hassf'coul't lue habia salido de Medc-


TO)lO {l. ~




(ISG)
1809. llin cortando en dcrechura á Trujillo. Así fue que


Victor atravesó el Tajo con poca pérdida, y se es-
tableció en la orilla opllesí.a, acümpándose el ejér-
cito español en la iZ(luicrcla del mismo rio can pi
cuartel general en las casas del puerto, donde se si-
tuó el dia 20. El resultado de est.a retirada del ene-
migo á la orilla izcluiercb del Tajo fue [dejarse
y no amenazar tan de cerca las provincias me.
ridionales y el Portugal, en lo que se haJhba suma_
mente intel'esauo el General '\'eI1esley, por ser la
defensa de aquel Reino su primitivo encargo.
Este General envió al cuartel gcneral de Cuesta
al Coronel Bourke) para que tratase de los me-
dios convenientes á su cooperacion, y se cercio-
rase del estado del ejército español.




(187 )


,


CAPITUJ ... O XI.


Reorganiza Reding el ejército de Catalui13. - Accion de"
Castellon de Ampurias. - Accíon de Igualada. - Bata-
lla de Val/s. - l\'fucrte de Red'ng. - Torna el mando
Coupigni. - Ocupan los franceses á VicIl. - Estado de
Cal.aluiia. - Se sitia á Gcrona. - Blacke es nombrado
succsor de Reuing. - Forma el segundo ejército de jo¿
derecha. - S e dirige á Zaragoza. - Aeeion ue Cinca. -
TIalalla de Alcailiz. - Retirada de los franceses sobre
Zaragoza. - Blacke intenta tomar á Zaragoza. - Accion
de l\lucl. - Accion de Maria. - Retirada de lag espa-
llOles. - Accion de Belchite. - Disolucion del segundo
ejército de la derecha. - Suchctvuclvc vencedor á Za-
ra goza.


Entretanto el ejército francés de Cataluña, á 1¿;09.
las órdenes del General Gouvion de Saint Cyr,
que como hemos dicho, se hallaba acantonado
entre Tarragona y Barcelona, se veia acosado ROl'
1 a falta de vi veres, y para proporcionarselos te-
nia que estenderse por las montai"las que estan al
N. E. defr-litoral de CaLaluña entre aquellas dos
plazas, costándole pérdidas considerables cada
una de sus incursiones.


El General en gefe rspañol Reding, dcspues
de haberse dedicado á la reorganizacion del ejér-
cito, no queriendo esponerse á la suerte de una
batalla decisiva, se propuso entorpecer las comu-
nicaciones del ejército francés, é interceptar sus
convoyes, situando destacamentos en todos los




(188 )
18W. J..:sfiluderos J á fin de multiplicar los ohst,lculo5


y embarazar mas al enemigo. De este modo alen-
taba sus tropas y desilnimaoa las de los conlra-
rios. Cerciorado de que en el campo de eslos. rei-
naba la mayor escasez,' hizo acampar un regi-
miento suizo en el Coil de Santa Cristina, para
cenar el paso del llano de Valls y campo J.:
Tarragona.


El Mal'qllés de l.azan atacó á Castellon de .1\01·
I>urÍas con el objeto de apoderarse de los almacene~
J~ los franceses, lo que consiguió el dia primero de
Enero J destruyendo las tropas de estos J ellCal'ga p
das de su custodia, Al día siguiente fue atacado
por 3.000 infantes, 150 cahallos y 6 piezas de
artillería, á los que batió, obligándolos á encer-
l'arse en la plaza de Figlwras.


El Geueral Reding, colocado desd~ eJBl'llch
11asta Tarragona, incomodaba el flanco del Ci~l"
cito enemigo, de cuyas resullas el General Saint
Cyr reconcentró un poco sus fuerzas. Deding in-
tentó amenazarle, y dirigió una ~l'an rcunion dt'
sus tropas á Igualada, y SainL eyr se dil'igió há-
cia esta vi1la el 15 de Febreru, y Jespues de tl'e,~
dias de obstinados y sallgriljlll.;,,~ cllo(~cS lo.sró
penetrar en ella} y batir y divi,lir las tropas es~
paüolas, 'il1C perseguidas por el enemigo, se re-
tiraron húcia Télrrv.;onu.., El Genera] Hcding sa-
lió de esta pluza en su auxilio con ulla division J
y de8pues de algmlÜs dias pudo rcuuirLs I:Jl bs
jnmediaciones de Monlblancll. S;,illí Cyl' se pro-
puso impedir la eornullicacion (Id ejt:l'cito espa-
üol con TarragOl1a , yeon este oh i "Lo hizo g'uar-




( 189)
dar los pasos precisos; mas Redín!; fol'zU unO de 1809.
ellos, llamado el Coll de Riba, en donde se 11<1-
llaba d(~ observacion la division del GellPral
Souhan. El plan de Reding era destruir esl J di-
vision, apoderarse de Valls, y marchar r.ipicla.
mente sobre la division italiana, que á las órde-
nes del General Pino venia marchando por el
Coll de Sauta Cristina, renovando de este modo
la accion de Bailen, eu que tanta gloria snpo ad.
qUlflr¡¡e.


A. las 6 de la mañana de125 de Fébrero las tro.
pas espailOlas empezaron el ataque á las inmedia-
ciones de Valls contra la division Souhan,
80bre la que obtuvieron ventajas l)arciales) ~lIS­
teniendo con el mayor valor muchas cargas .JP.
cisivas del enemigo J qlle fue rechazado con nl':HI
j'l'l'dida, y herido gl'a vemente el Coronel de dra-
gones Delort; pero habiendo llegado oí las 3 de
la tarde el General Saint Cyr con las divisiones
Pino y Chabot, y flanqueando la iZ'luit'nla ue
los espailOles, tuvieron estos que ceuer por últi~
mo y retirarse á Tarl'agona, en cuya relil'ada fue-
ron perseguitlos vivarnente por la caballería frall~
cesa J y uno de sus dragones hirió grav;emente
de un sablazo al General Reding , que recibió en
esta sangrienta accion cinco heridas. La pérdi-
da de ambas parles fue muy consiueraLlc, en cs-
pecial la ue los espaüoles , que tuvieron muchos
prisioneros. El GelJeral Heding, que con tanta
Lizarría se habia distinguiuo en esta ocasion, mu-
rió de rcsullas de sus heridas en Tal'rngona el ¡Iia
:!3 tle Marzo, call:wndo el mayor dolor al ejércí-




(190)
1 RO!), to cspaflolla pérdida de este intrépido y valiente


General, que tan memorable se habia hecho des-
de la rendicion del ejército de Dupont.


El Hey en 27 de Abril de 1815 instituyó una
cruz ele distincion para perpetuar la memoria de
c~sta batalla, en la que con las armas de Cataluña
(:n campo rojo se Ice esta inscripcion: El Re)'
al 'valor esforzado; y en el reverso Falls, y al
defredor 25 de Febrero de 1809. = Se lleva pen-
diente de cinta blanca con cuatro listas rojas,
(lile eqlli\'alcn d las barras del escudo.


El General Coupigni tomó interinamente el
mando del ejército espaüol de Cataluña, y Sainl
Cyr, despues ele esta victoria, hizo ocupar la vi-
lla de Reus, en donde los franceses apenas pu-
dieron permanecer un mes) porque se hallaban
illterceptadas sus comunicaciones, 110 solo con
Fl'nncia" sino Con Barcelona. Antes de abando-
nar el enemigo á Reus y Valls, p3ra volver á
ocupar sus acantonamientos en las inmediacio-
lIes de Barcelona ~ el General Saint eyr conclu-
yó un convenio con el General eoupigni~ por el
cIue los enfermos y heridos que no estuviesen en
estado de seguir los ejércitos, quedaban b:ljo la
proteccion ele las tropas que primero ocupasen el
pais, y confiados <1. la mlíllla generosidad, sin po-
{le,' ser' considerados prisioneros de guerra; y es-
t.e convenio fue exactamente observado en lo su-
cesivo por ambas partes.


Un gran número de paisanos se hahia aprove-
dlaclo de la ausencia clcl ejército francés para blo-
r¡ uear seguu(la vez la plaza clcBarcelona, situándo-




(191 )
se varios somatenes en el puente de ;,\lu1i11s de Rey, 1B09.
y en el CoU de Ordal) de donde fueron desaloja-
dos por e] General Devcaux. Este recibió órdcll
de hacer un reconocimiento sobre Moulscrrat,
y adelantándose hasta la cumbre de la montaña)
se apoderó del monasterio de este nOl1lbre ; }1ero
los somatenes corrieron á socorrer e'ste célebre
santuario, y gual'llecicmlo los desfil:ideros, cor-
taron la retirada al deslacamenlo franc,~s, del
cual lograron 11111y pocos escaparse, (Iueclando
la mayor parte muertos ó prisioneros.


A principios de Abril el ejército fl'anet's ql!(!
se hallaha acantonallo en Barcelona, Sabadell y
Tarrasa, se puso en marcha para Vich. El Gene-
ral Saint Cyr dirigió las divisiones de Pino y de
Souhan al través de];¡s allas monlailas de Caldas,
San Fcliu de Codillas ] Centelles, para cubrir el
ucsfilauero de la Garriga y de Aiguafreda. A la
enlrada de los franceses en Vich huyeron todos
sus hahitantes, permaneciendo únicamente en
aquella poblacion su Obispo, hombre respetable,
que recibió á los enemigos I y llevado del cejo de
su ministerio, les hizo ver los males á qlle se es-
ponían con su injusta invasion, y el infa1ible su-
ceso que Dios concedia <Í las armas esp~rlÜlas.
Despues de dos meses de ocupacion, y cuando
ya habian apurado los recursos que ofrecia el va-
lle ele Vich, evacuaron los franceses esta ciudad,
dejándola en el estado mas miserable, plles las
mieses con (Iue contaha ('~te país, habian siJo co-
gidas en verde, para alimentar á los caballos; y
el azote terrible del hambre se aüadia á las cala-




(192 )
¡,-:11!1. mid¡¡cks (le la guerra. ~1as los c:ltalall~s soporh-


ban todos los males con admirnhle rcsignacíon;
y así al volver esta poblacion espatriada á sus ho-
gares J solo atendió á mantener inlacto el honor,
la gloria J 5US derechos y la independencia na-
cional. El respetable Obispo de Vich, que solo
hahía sabido hacer frente al ejército francés á su
entrada en ar¡llclla cilluad, im.pidió que el paisa-
l!agf' quitase la vida á una multitud de heridos y
pnfcrmos que: los franceses dejaron abandonados
/'11 Sil retir¡;da, y los hizo rcuuir en una sala de
Sil palacio, para responder, no solamente dc.e.u
5egllrid;¡d, sino para que fuesf'n traUl(los con el
~!lid¡.do qne reclamaba la caridad cristiana) y la
Hdigion.


La escasez de víveres que por todas partes
acosaba al ejército francés, rJ!)ligaba :í éste á di·
s('minarse por diversos puntos para encontrar
subsistencias, las que no oblenia sino á precio
de su misma s::wgre; pues las bandas de pai:iunos
catalanes los combatian sin cesar, y estos atalnes
reiterados llegaron á Jebilítat' considerablemente
Jos batallones franceses. La insurreccion contra
estos era tan general en todos los pUi'bJos del
Princjpa~10, que desde el mes de Noviembre de
1808 no habian podido es pedir ni recibit, correo
alguno, sin r¡ue cayese cn manos de los somate-
ues; por lo que el General Sail1t Cyr tuvo que
~tloptar) pura establecer sus comunicaciones con
Fr,mcia, el métoJo de conGal' la corresponden-
cia á. Ullas lanchas, que tenian que pasar al tra-
Y\'~S de los cruceros l.U'll'ítimos ingleses y espaüo-




(lD3 )
les; y para nsegurnr b vllelta de uno 118 sus Ede. 1809.
c~mes, portador de los primeros pliegos al Mayor
general Berthier, fue necesario dirigir al encuen-
tl'O de este Ü(i.cial hasta las mismas fronteras de
Francia un cuerpo de 3.000 hombres.


Saint Cyr conoció en tal situacion, que una
de sus principales operaciones· dehia sel' el sitio
de la plaza de Gel'olla; y asi, no tanto por esto,
como pOI' la falta de víveres, partió de Vich, co-
mo llemos mrlnifestnllo, y pasando por los desfi-
laderos de San Hilario, estableció su cuerpo de
ejél'cito en las llanuras del Tel', tomando despues
una posicion mas concentrada alrededor de For-
nells, en donde fijó su cuartel general, y se pu·
so en situaciol1 de obrar sobre todos los puntos
pOI' donde Jos espafIoles pu(liesen intentnr el so-
corro de Gerona. El 16 de Mayo se presentaron
las tropas fl'éJl1ces<)s delante de esta plaza, y des-
de este dia puede contarse el sitio de esta inmor.
1al ciudad, que eclipsó las glorias de 1',-umancia
y de Sagulllo.


Despues de haber "ucumbido la inmortal Za-
ragoza, y de haber sido ocupada por los frnnce-
ses, el GeIlCI':J! Lannes marchó á Francia, como
ya hemos dicho, para hacer la guerra en Au~tria,
.y el General l\1oncey fue reemplnzado pOI' el Ge-
neral de division Sllchet en el mando del tel'ce!'
cuerpo, suprll11ióllclose el oct!1VO que mandaba
.TUllot, cuyas tropas se distribuyeron entre los
cuerpos de Yiclor'y Scbastiélni, que se hallaban
sobre el Tajo. El General Sllchet quedó encar-
gado de contener todo el Beillo de Aragr)U, á cu-


TO)!O 11. 25




(194 )
1809. yo efeclo diseminó sus tropas por los puntos mas


importantes.
El General Blacke, que por la muerte de Re.


ding habia sido nombrado en el mes de Abril
General en gefe del ejét'cito de la derecha J se
presentó en Morella el 19 de Mayo, en donde,
incorporándosele la division aragonesa del Gene-
ral Lazan, formó uu nuevo ejército con la deno-
minacion de segundo de la derecha, y costeando
el Ebro, se dirigió con él hácia Zaragoza. La ciu-
dad de Morella auxilió á este nuevo ejército des-
prendiéndose de cuantas provisiones tenia aco-
piadas para su defensa particular.


El General Habert, que se hallaba con 3.000
franceses hácia Monzon, se obstinó en pasar el
dia 20 de Mayo el río Cinca por una barca J en
ocasion que éste crecía por momentos. Con este
motivo quedó completamente inutilizada la bar-
ca, y cortados en la orilla izquierda del rio los
granaderos y cazadores que componian la van-
guardia; los que despues de vagar por el pais,
perseguidos por el paisanage y por las tropas de
los Coroneles Perena J Baget y Rodriguez, se rin-
dieron á estos en número de 800. La pérdida de
estas tropas abatió sobremanera al ejército fran-
cés de Aragon.


El General Suchet en 21 de Mayo se puso á
la cabeza de este ejército, y dejando en Zarago-
za una corta guarnicion para mantener el órden,
guardar los parques y asegurar sus comuni.cacio-
nes, salió de esta ciudad, y el 23 por la mañana
llegó á la vista del General Blacke", delante de




( 195)
Alcañiz, en donde el ejército de éste había to- 1809.
mado posicion; y con el intento de desalojarle
de ella, atacó á los españoles con 14.000 infan-
tes, 800 caballos y 12 piezas de artillería. El ejér-
cito español, ademas de componerse la mayor
parte de soldados bisoños, era inferior en núme-
ro, y no tenia mas que 350 caballos. Atacada la
vanguardia de éste en la posícion avanzada que
ocupaba en la mafIana del mismo dia 23, tuvo
que ceder á la superioridad de las fuerzas enemi_
gas, dejando 30 hombres prisioneros. Dos ataques
vigorosos que emprendió en seguida el enemigo
contra la derecha de la posicion principal, fue-
1'on recllazados con estraordinario valor, y con
un fuego de los ma~ terribles y sostenidos. Su-
chet entonces hizo formar una col umna de 2.000
hombres con su correspondiente artillería, é in-
tentó otro ataque de los mas violentos contra el
centro; pero la tenaz y heróica resistencia de la
infanlería española, y el singular esfuerzo de su
artillería, frustraron esta desesperada tentativa,
destrozando completamente la columna enemi-
ga J que conH'nzó á replegarse en el mayor desór-
den. Suchet suspendió la accian, reunió sus tro-
pas á corta distancia de las españolas, sobre la
misma línea que habia formado antes del ataque,
y permaneció algun tiempo en esta posicion, has_
ta que á favor de la noche emprendió su retirada
hácia Samper J despucs de haber perdido mas de
2.000 hombres entre muertos, heridos y prisio-
neros. La pérdida de esta batalla para los france.
ses fue un rcves de tanta consecuencia, y sus




( 19/J )
1809. tropas quedaron tan illlimidadas)quC' mc(lialldo tlll


intervalo de cuatro leguas entre espatlOles y fran-
ceses) repentinamente Ull terror pánico se apo-
deró de la primera di vision de estos, que mar-
chaba á la cabeza; y creyendo que veian ya á los
espailOles que venia n en su segnirniento) no bien
entral'on l,'IS tinieLlas de la noche, cuaudo cre-
ciendo rápidamente ia alarma, se hicieron fuego
unos á otros) y tOlllaron la huiela en el mayor
desórden. Hombres) cabaltos) furgones) equipa-
ges, todo marchaba confllsam.(~l1le, y revueltos
y sin órden entraron en la villa de Samper, en
donde Suchet, herido levemente en un pie, fiió
su calnro. 1 .. <\ venida (le1 dia disipó las fantasmas
<.le la noche; y viendo el General enemigo que
su ej(~rcito se hallaba en el mas completo estado
de desllloralizacioll, despues de haber aguardado
dos dias á IDs cspailOles delante de la Puebla de
Hijar, continuó su movimiento de re/il'atIa hasta
Zaragoza, en donde tomó posicion el 30 de Ma-
yo, seis dias des pues de la derrota de Alcai,¡iz.


El Bey en 14 de Mayo de 1815 cDncedió á las
tropas de Blacke) cIue tanto se habian distingui-
Jo en esta batalla, ulla cruz de dislillcion con el
nombre de Alcwli::., la que se lleva pendiente de
cinta roja.


Si despues de esta hubiera l11acke marchado
rápidamellte en persecucion de los franceses sin
dejarlos el tiempo necesario para reorganizarse,
los hubiera indudablemente obligado á evacuar
el At'agon; mas este General, por demasiada
precullcion, nO (JlÚSO con1promctcl'se en un .')11-




(197 )
ceso que debía mirar (~OlllO seguro, y se detuvo
seis dias en AlcaiJiz. El 30 de Mayo llegó á Cas-
pe con su ejército, é hizo (pJe formado este en
dos líneas en una llanura, á media legua de la
villa, celebrase con la pompa y solemnidad que
permilia n las circunstancias de campaña los dias
del Monarca adorado, por cuya libertad comba-
tian los ejércitos, y reuniendo á todos los gcfes
y oficiales los exhol'tó al sufrimiento de los trn-
bajos, estimulando sus deseos de gloria. Las tro-
pas desfilaron con el mayor entusiasmo, llcY¡m-
do en las armas y en los chacós ramas verdes
de árl)oles en señal de la victoria que acababan
de conseguir. A principios de Junio llegaron á
Samper los l'egirnientos de Saboya , Cazadol'c3 de
Valencia, Zapadores y Cazadores de OliveIlcia
que habian salido el 29 de Mayo de Valencia pnra
rdorzar el ejército de Aragon.


Suchet, habiendo reorganizado su ejército,
concentró toJas sus fuerzas sobre Zaragoza, re-
paró las fortificaciones de esta ciudad, hizo mar-
char á :Pamplona los enfermos y los heridos) y
el parque y los bagages inútiles, á fin de fIue el
ejército (Iued<lse espedíto para maniobrar y com-
batir. Así, pues, quince dias de dilacíon en el
General Blacke dieron tiempo á Suchet para res-
tablecer la disciplina y confianza en su eil~rcito.


Blacke, en lugar de adelnntarse á lo largo del
Ebro por Fuentes, se dirigió por el lado de Bcl-
chite, juzgando que las tropas venciJas en Al-
caüiz no aceptarian la batalla) y seguro de (J11e
aproximándose al valle de la Huerva , y cami-


/809.




(198 )
1309. nando hácia Alagon, obligaria á los franceses á


retirarse sobre Tudela. Mas Suchet habia deter-
minado conservar á toda costa la ciudad de Za-
ragoza, á la que sus dos sitios habían hecho tan
cidelH"e en Europa, y cuya pérdida hubiera des-
animado á todo el ejército frances. El ejército es-
paflOl constaba á la sazon de 15.000 infantes,
700 caha Hos y 20 piezas de artillería; pero la
mayor parte de sus soldados eran, como hemos
indicado, quintos, y jamas habían disparado un
tiro.


El llia 13 de Junio hubo una accion entre
:1.200 franceses con dos cañones, mandados por
el General de brigada Fabre, que iba á Zaragoza,
y la vanguardia del General Areizaga, que des-
de el Quinto marchaba hácía BotolTita , y les
cortó la retirada. El choque fue sobre Muel, sien-
do batidos y dispersados los enemigos, que aban-
donaron los víveres que conducían á la capital.
Mas el 14 , la divisioll del mismo General Fabre
atacó la vangnardia de los españoles, á la que
hizo repasar el Huerva; y cuando se disponía á
perseguirla con iutencion de apoderarse de Bo-
tOlTita, el General Blacke, que con el grueso
de su ejército venia sobre Muel, le obligó á reti-
rarse despues de tres. horas de un vivo fuego.


El Genel'al Suchet, conociendo que]a bata-
lla iba á darse, por decirlo aSÍ, delante de 105
mismos muros de Zaragoza, encargó la defensa
de esta ciudad al Coronel de ingeniel'os Axo con
las tropas de su arma, y 1.000 hombres de in-
fantería. El 15 el General Blacke desplegó su




( 199)
ejército en batalla delante del rio que atraviesa 1809.
el camino real por un puente, cerca de la aldea
de María, yapoyó su derecha en la Huerva, ocu.
pando sus dos orillas, y prolongando su centro
é izquierda sobre las alturas que guarneció de in.
fanterÍa y artillería. Suchet, que trataba de ga-
nar tiempo COn el objeto de que pudiese llegar
el refuerzo de los destacamentos que tenia apos·
tados en varios puntos, no se apresuró á em-
prender la acciono Hizo situar al General Leval
con dos regimientos sobre el monle Torrero,
que el rio Huerva separaba del campo de batalla,
y consideró esta fuerza como un cuerpo de obser.
vacíon del camino de Fuentes, y el punto que
ocupaban como de la mayor importancia para la
seguridad de su ejército, porque si llegaba á caer
en poder de los españoles, la presencia de estos
hubiera bastado para insurreccionar la ciudad de
Zaragoza, cuyos habitantes habian manifestado
de un modo positivo los deseos que tenia n de sa-
cudir el yugo de sus opresores. Al amanecer del
citado dia 15 principió el fuego en los puestos
avanzados, el que se fue luego generalizando.
Areizaga quedó en Botorrita con 4.000 españoles
y 6 piezas de artillería. La accion fue obstinada,
y la caballería espaiiola Con cuatro piezas de ca.
ñon fue batida despues de haber hecho los ma-
yores esfuerzos. La infantería se retiró en órden
de altura en altura, flanqueada por la caballería
enemiga hasta Botorrita J sobre cuyo pueblo se
reunió el ejército espaüol} permaneciendo en
esta posicioll al frente del enemigo hasta el día




(200 )
~;j09. sigüientc al anochecer. Suchet dispuso que el


General Laval, que durante la accÍon hahía ocu-
pado el monte Torrero, marchase sobre Torre-
cilla por la llanura de FlIeutes para amenazar la
rélngual'dia de los espai101es. Hlacke , que habia
conservarlo todo el día anterior su posicion de
Buforrita, levantó eLcampo, jT 110 pudo IH~r alcan-
zado por (~l pl1emigo hasta Torrecilln, (~n donde
huho un ]1e<lU6l0 tiroteo enlre Sil retaguardia y
las trop;Js riel Gellcl'al Lnval) rrlle le hicieron nl-
gUl10s prj~ioneros, y cogieron algunos equipnges.
El· Gl'l\cnil $uchct marchaba tambíen en perse-
cueion de Blacke , y el 17 Uegó ,í la Puebla de
Aí borloll .• Las tropas españolas padecían infinito
cnesla retiracila , p(lrque bs lluvias, unidas á la
lohreguez ,de la .noche, la fatíga y cal1~ancio del
soldado COn las marchas de los dias anteriores,
el escaso nlimento á qlw se veía I'ednciuo , y lo
pesado del terrcno por Jos lodos, lodo contri-
buia á que se quedasen UIlOS rendidos del suci'lo
por los caminos, y á que otros equivocadamente
sc desviasen de la ruta que llevahan. El l7 por
]a maüana llegaron los espaüoles {¡ Bdchite en
truzos, y como si durante la noche hubiesen su.
frido una nueva derrota. Era estremado su dcs-
:Ilicnto: pero rellnidos por fin los cuerpos, aun·
(lile mlly disminuidos en número, tomaron posi-
ciones, yel 18 por la maüana se Jwllal'on de
JllICVO Jos dos Pj{:rcitos en presencia linO de otro;
mas su siluacion resppctiva llabia camhiado en-
leramente. El de Blacke hahia perdiela la mayor
rarlc de su artiilerÍa, y renunciando á la con'-




(201 )
~llli:-,ta de Zaragoza, tCllia tple batirse para a.segu- 1809.
rar su retirada; y el de Suchet, reuniendo la
totalidad de sus fuerzas, compuesta de 22 bata-
llones, se hullaba entnsiasmado por su reciente
"ictoria, y aspiraba á dispersar enteramente á los
espailoles para completar la total conquista y
uominacion del reino de Aragon. La derecha de
los csi)ailoles en su posicion delante de Be1chitc
ocupaba la ahura del Calvario, teniendo delante
su caballería en la direccion del camino de Zara-
goza, su ceutro se apoyaba en la villa y en el
convento de Santa Bárbara, y la izquierda se pro-
longaba por las alturas hácia la ermita del Poyo,
sobre muchas líneas, con reservas á retaguardia y
alguua artillería en posiciono Los franceses di-
rigieron su "aUl(luC contra la jzquierda de ]os es-
paiíoles con una columna y dos piezas de artille-
ría) y rompiendo el fuego abandonó aquella la
ermita dd Poyo, y se replegó y c0ncentró sobre
BclclJite y convento de Santa Bárbara. Entonces
la artillería francesa diri~ió un vivisimo fuego
contrJ el parque de los españoles con tal aciel·to,
(Jlw logró volal' un carro de municiones, cuya
VUlndIH';¡ ocasiolló algunas desgracias y la disper-
sioll de un regimiento de infanterÍa (lile se halla-
1)(1 iumediato. Las dos alas, al ejemplo del cen-
tro, corrieron precipitadas ,í. entrar en Belchite,
y sin detenerse tomaron la fuga en desórden, di-
rigiéndose unos á Alcaüiz, y otros á CaIanda , y
continuando así hasta Morclla y delante de Tor-
tosa. El regimiento primero de Valenci;¡, qne
fue el l'lI1ico que logró reunirse ;í dos leguas deJ


'1' o:.¡ o ((. 26




(202)
1809. campo de hatalla, fue acuchillado por la caballería


francesa. La pérdida de 9 piezas de caüon , ql1e
eran las últimas que conservaDa el ejército español,
una bandera, muchos bagages y fusiles, flleron
el resulLado de esta accion, que concluyú tan
pronto como principió. Era talla consternacion
que sobrevino en la tropa espaüola, 'lile 1l111cho~
soldados visoüos de caballería, ape,índose de su.;
caballos, se qlliLH'on los paulalones, y (l1Jed;íu-
Jos e en zaragüelles, fhiban lllas de sus piernas
que de las de sus caballos.


BJacke llegó con su plana mayor á Calanda
el mismo dia 18 LÍ la una de la tarde, y allí dis-
puso que el General Roca se trasladase á San Ma-
teo, en el reino de V,,!el1cia J ]1:11'a reunir y re-
hacer en a{¡lld punto bs tropas val(,l1cianJs, y
'Iue el BriS·HE.'!' _\ndriani pasase á MoreHa de
üchcl'l1aLlol'. En seguida se traslad() á Tortosa,
dan,lo sus diJpo~icioncs para el cstaldecimicnlo
de la línea del Algcis con las tropas aragonesas.


El General Suchet ocupó el 19 á Calanda,
Alcaüiz y Caspe, en donde encontró muchos
víveres, y disponi"illlo la pcrsecucioll d" los ftl-
gitivos 1)01' cnatro columllas, de las cuales llBa
entró en I\Ior:dla, puehlo del reino de Valencia,
y la olrn se apl'cximó á Torlosa, atravesó d
mismo el Ebro por Caspc el dia 23 de Junio; y
hacicn.lo na reconocimiento clllaS iUlllf'JiaciOlh'S
de Mequi1Wl1Za, m:ll'chó sobl'e Fr!lga, rasó el
Cinca, y se apod,-,,'ó del fllerte de MOllzon. Dl~­
puso que el General Habcrt permalleciese apos.
tado en dicho rio Cinca, y con la tl~rcera dil'i.-




(203 )
sian volvió ;1 Zaragoza, en donde para imponer 1809.
á sus habitantes hizo coloca¡' en la calle dd Coso,
custodiados pOI' centinelas, los cañones oel ejér-
cito de Blac ke , como trofeo de las ha la ¡las de
María y de Belchite, juzgando que su vista seria
capaz de intimidar el exaILado pat,·jotismo de los
zaragozanos, á quienes ohligó á concurrir al mag-
nífico templo de la Vírgell del Pilar ;í relldir gra-
cias por la destruccion de sus mismos hermanos.


El General Blacke permaneció en Tortosa todo
el resto del mes de Junio j yen Jlllio, con par-
te de los restos del ejército de Araban) pasó á
Cataluita con el objeto de socorrer la pl<1za de
Gerona_ Los p<1isanos que habian acompallado á
fllacke en su espedicion, y que se encontraban
sin puntos de reunion, se dispersaron por las
montaltas) y reunidos en partidas no ces<1ban de
molestar al enemigo.


Asi, pues, los españoles, casi siempre ven-
cidos , y jamas sometidos, con un v¡¡!or iu¡¡lte-
rabie, y un patriotismo sin ejemplo, opusieron
á los franceses en toda la penlnsula, pero prin-
cipalmente en Aragan y en Catalulla, la lIlisma
resistencia que sus indomables abu('los habian
opuest.o eu otro tiempo á los cal·tagilles('s, á los
romanos, á los godos, á los árabes, á Cado
Magno y á 1,uis XIV.




(204 )


CAPITULO XII.


Guerra de Austria con Francia. - Lo~ illgles()5 se ,Ieei-
den á operar con los españoles. - Reullioll de los ej,fl'-
citos. - Sorpresa de Torralha. - Accioll de Gamo-
nal. - Batalla de Talavera. - Premio de Sil" i\rtul'll
Wellesley. - Accion de Aranjuez. - Inaccion del ejér-
cito ingh5s despues de la victoria. - Cansas á r{ue det)f~
atrihuirse. - Retil'ada del ejército illgh5s. - Re! iratla
de los españoles. - Accion del Pucnt() (Iel Ar¡;obis-
po. - Cuesta deja el maLHlo. - Le sucede Eguía. -
Venegas da la batalla de Almonacid. - Su retiratla.-
Espediciones de \;¡ Illglaterra durante la guerra .Ie
Austria.


1609. El AustI'ia había Jeclal'aJo la gllAlTa á la
Francia en 9 de Abril, ellO principiaron las hos-
tilidades, y el 11 salió Napolcon de París para
ponerse á la cabeza de su ejército; negó sin de-
tenerse á Stl'ashourgo, pasó el Rhin, f>e avistó
en Dilingen sobre el Danubio con el Rey de Ba-
viera, é hizo reunir el19 de Abril las tropas dt~
esta nacion á las del ejército frances, que mall-
Jaba el Mariscal Davoux , dió las batallas de
Tanll y de Abensherg, tomó á Landshut) ganó
la batalla de Eckmulh, tomó la plaza de na,i~­
bona, en cuyo asalto fue herido en 1111 pie) dcr-
rotó á los austriacos en Ehcrsbel'g, sitió y bom-
bardeó á Viena, cuya capital ocupó por capitnJa-
clon cl12 (le Mayo; hizo pasar el Danubio <Í ulla




(2.05 )
d .,. l t . 180( '. gran parte e su elcrcllo; pero os aus nacos -'


batieron en Esling á los franceses en los dias 22
y 23 de Mayo, y despues de haber perecido el
~Iariscal Lannes y el General Saint l-lilaire, hu-
biera indudablemente sido destruido todo el ejér-
cito, si el intrépido Mariscal Massena no lo
hubiese salvado COn una de las mas hábiles re-
tiradas que refieren los anales militares; por lo
que le concedió el Emperador el título de Prín-
cipe de Esling.


Este imprevisto revés obligó á N apoleon á re-
pasar con su ejército el Danubio, y muchas fuer-
zas de las que estaban ocupadas en la guerra de
España, tuvieron orden de marchará reforzarle.
La noticia de los desastres del ejército francés
en las orillas (lel Danubio, se recibieron en Es-
paña sobre ellO de junio, y entonces los ingle-
ses, que, como hcmos visto, habian permanecido
en la mayor inaccion despues que arrojaron á los
franceses del Portugal, trataron de auxiliar de
un modo dicaz á la España. Sir Arturo Welles-
ley recibió instrucciones de MI'. Canning para
que sondease el ánimo de la Junta central, á fin
de que las ,ropas espaüolas se confiasen al man-
do del General en gefe del ejército británico J y
sobre consentir que las tropas de este ocupasen
á C,ídiz, cuya plaza manifestaron los ingleses el
mayor empeño en poseer durante todo el discur-
so de la guerra. La Junta central,con toda la no-
bleza propia de españoles, desechó ambas in-
sinuaciones, y aceptó tan solo los sOCorros de
la Inglaterra) en cuanto únicamente tuviesen




(206)
1809. por objeto directo y positivo la cspulsion de los


franceses del territorio es pa ¡lO 1 sin ven! aja per-
sonal para el ej~~rcilo británico. Así, á pesar de
todos sus esfuerzos, Sir Arturo vVellesley no pudo
conseguir sus pretensiones, y los españoles que-
daron haciendo el principal papel en una guerra
que habian osado emprender por sí solos; y aquel
General en gcfe de las fuerzas anglo-portuguesas
tuvo que disimular su descontento, y manifes-
tarse dispuest.o á proteger la causa de ia indepen-
dencia. Al efecto se pu.,:o de acuerdo con el Ge-
neral Cuesta por medio del Coronel inglés Bour-
ke, y despues de haber formado varios planes de
campaña y de coopcracion, se convinieron en
uno que debel'ia producir la reconquista de Ma-
drid. El ei~rcito de Cuesta, compnesto de 30.000
lJOmbres di) infantería y 6.000 d(~ caballería) reu-
nido al ingll~s en número de 19.000 hombres) de.
hía adelantal'se por la orilla derecha del Tajo,
arrollando los ohst<ículos que se opu!>iesen á SIl
marcha, al mismo tiempo que el General Vene.
gas con 14.000 debia, apoderándose de Toledo,
dirigirse sobre Madrid. Ademas, fuertes destaca-
mentos debian sitllarse en Perales .l' en DafIos
para corlal' la comunieacion por estos pUlItos en-
tre las tropas francesas de los Generales Soult y
N ey) que se ha llaban en el reino de Leon, y las
del Mariscal Víctor, que debían ser atacadas.
Por último, el ejército porlug"ues, á las órdenes
del General Deresfonl, dehia concurrir á la con-
servacion de estas importantes posicicnes. La
di vis ion lusitana, á las órdenes de Sil' Roberto




(207 )
\Yilsoll , en número de 5.000 homLl'es -' con al- 1 HOY.
glll10S batallones de tropas ligeras espaüolas, se
destinó á obnll' independientemente sobre los
llallcos Ó retaguarclia del C'llcmigo, en caso de que
reuniéndose en lllasa tratase de hacer resistencia
al S. ue Madrid.


En consecuencia de este plan, el General
Wellesley, que se habia detenido en Abranles
hasta el 16 de Julio, se puso en movimiento pOl'
Salvatierra y Plasencia, y el 20 se reunió con el
General Cuesta e11 Orüpc~a ) quien haLia pasado
d Tajo por los puentes de Almaraz y del Arzo-
bispo.


El General Venegas, que se hallaba á la falda
de Sierramorena reorganizando el ejército dis-
per:,ado en Ciudad-Real, se retiraba de su posi~
cion sobre el rio Grij uela, por haber sabido que
el rey JOS(~, acompaüado de los Generales Ofar-
ril y Negrete, habia entrado en Toledo el dia 23
de Julio á las tres de la tarde con siete coches,
y que el 24 á las siete de la matiana habia salido
con los mismos á caballo para Mora con 4.000
infantes y 2.000 caballos, en donde debian reu-
nÍrscle 3.000 hombres mas de infantería, con
los cuales debia salir para "!\bdridejos, en cllyo
punto csperaha la incol'poracion de la division
riel General Laval, compuesta de 8.000 l10111Lres
enlre infantería y caballerÍil ; C011 cuyo total de
fuerzas se proponia d~stroz:Jr el ejército espailo]
de Andalucía, y caer de,~pucs sobre el de Es-
trcmadllra.


El Brigadier TJacy con 2,000 hombres de iu-




(208)
1809. fanlerÍa y caballería se encargó de molestar al


enemigo, y observar de cerca sus movimien-
tos. Estando en Almagro el 28 de Juuio SlIpO (lue
en Torrulba, distante una legua, se habian reu-
nido cinco regimientos de caballería francesa con
dos piezas de artillería, é inmediatamente se
puso en marcha para atacarlos, y ocupando un
gran llano inmediato á Torralba, dió en él con
la mayor bizarría á las nueve de]a noche una
accion que fue sumamente gloriosa á los españo-
les, atendida la hora, la superioridad del eue-
migo, y las posiciones que ocupaba. El campo
quedó sembrado de cadáveres enemigos y de gran
número de heridos, sin que por parte de los es-
pañoles hubiese descalabro alguno. .


Noticioso el rey José del movimiento del
ejército aliado, marchó sobre el Alberche, y se
reunió el 25 de Julio á las tTopas del General
Victor, con la clivision del Gcneral Desol1es, yel
cuerpo del General Sebasliani, dejando libre á
la Mancha de tropas franccsas, y ducüo entera-
mente de ella al General Vellcgas. Con la reu-
nion de las fuerzas que habian acompañado á J o-
sé, presentaba el ejército francés un total de
40.000 hombrcs, 3.000 habian quedado en Tole-
do pal'a guardar el puente sobre el Tajo, yobli-
gar al General Venegas á bajar hasta Aranjuez,
para pasa!' el Tajo, con lo que se retardaba su
marcha por lo menos tres dias.


En la mañana del 21 de Julio se presentaron
los franceses con tropas (le infantería ligera y
2.000 hombres de caballeria sobre el pueblo de




(209)
Gamonal, en el cual y en el de V cL:rla bullían 1509.
pasado la noche anterior al vivac nuestras tropas,
estendielluo ¡¡US avanzadas hasla Cazara, y rom-
piendo un vivo fuego contra la vanguardia espa-
ñola , y sosteniéndose esta por largo tiempo dió
lugar á que adelantándose las de mas tropas car-
gasen al enemigo con tanto ímpetu, que se vró fol'.
zado á retirarse, entrando en Talavel'a precipilada-
mente, y siendo perseguido hasta el Albcrche
con pérdida de consiJeracÍon. Durante este dia
se vcrificó en Talavera la reunion de los dos
e,jércilos espaüol é inglés que en la noche, ante-
rior hahian salido de Oropesa.


Sil' Arturo Wellesley estaba dispuesto á co-
menzar el atarlue el 23 por la malJann; perod
General Cuesta rehusó obrar hasta el día si-
guiente. Ell\Jal'iscal Victor) sabcdol' de que Wil.
/ion venia por Escalona sobre su retaguardia, S{1
retiró durante la noche á Torrijos. Cuesta cnton~
ces quiso perseguir al cuerpo que hahia rehusa-
do antes atacar, y pUso sus tropas en movimiento;'
mas Well~sley se negó. á cooperar avanzando
con los espaiJoles) en razon de la grande t'SClISCz;
de vi \'eres'y de transportes que esperimcn1.aha.
Al efectuar Cucsta su movimiento se encolllrf'~
con que lo.s franceses avanzaban dc nuevo h¡ícia.
él, Y evil<') su ueslruccion retirándose á la el'pnlda
dd Albcrche, en donde fue socorrido por los in-
gle.se~. El 27 coutillllfll'On los francf'srs avanz:lll-
do, y el ej"l'eito (le Cuesta, rrforza(lo por llIi
cuerpo de infantería y cahallería bl'it;inll~a, se re ...
tiró en buen órdcll al campo de batalla r}lH' Sir


'j'OMO 11. 27 .-




(210 )
H~09. Arturo Wellesley llabia elegido por sí mismo pll~


I'a los dos ejércitos. Apenas habian estos acabado
de formar su línea, se presentnron los france-
ses á las 5 de la tarde Con una fuerza de 40.(JOO
hombres, entre ellos 5.000 caballos, mandados por
José Napolcon en persona, teniendo á sus órdenes á
los Mariscales Jourdan, Victor y Mortiel', y al
General SebastÍani.


La vanguardia inglesa, á las órdenes del Ge-
neral Makencie , fue atacada con vigor, y se vió
obligada á replegarse sobre la ízquie,'da del ejér-
cito aliado, lo que ejecutó con el mayor ól'den.
A poco rato se generalizó el ataque, dirigiéndose
]a principal fuerza enemiga contra la izqllierda
que ocupaban los ingleses, con állimo de flan-
quear al ejército combinado. La iufantf'rÍa espa-
ilOla que defendía la derecha, rechazó COII teson
á la caballerÍn francesa, y hasta las ocho y me-
día de la noche que duró la accion} fueron tan
obstinados los dos ataques que intentaron, como
brillante la defens3, llegando á la bayoneta, 1
siendo siempre rechazados los franceses con
gran pérdida.


Al amanecer del 28 se renovó el ataque, di-
rigiéndose principalmente J como en el dia ante-
rior, contra el ejército inglés. Dos divisiones de
infanterÍa francesa se adelantaron con la mayor
intrepidez para desalojar las tropas del General
Hill silU31}as en una altura; pero apenas empe-
zaron á l>ubir1n, cuando fllcroil cargadas á la ba-
yoneta y repelidas con una horrible nlortandad.
P'I1'a impedil' que se repitiese semejante tentati-




('211 )
va, Jos cuerpos considerables de caballería cspa- 1809.
ílOla é inglesa se colocaron en la llanura, y una
divisioll de 3.000 infantes españoles protegió este
movimiento. Hiciéronse de una y otra parte pro-
digios (te valor, hasta que á las once de la ma-
ñana los fl'unceses suspendieron los ataques para
ciar descanso á sus tropas que se hallaban abun-
dantemente provistas, al paso que las españolas é
inglesas sufrian mucha escasez y privaciones.
A las dos y media de la tarde en medio de
un terrible fuego de ]a artillería, la infantería
fl'ancesa formada en masa se disponia á un ata-
que general, mientras que un numeroso cuerpo
de caballería se preparaba á maniobrar á reta-
gll:Jnjia para completar la victoria que se prome-
lÍan de e.'ita irresistihle carga. En menos de una
hora todo estaLa en movimiento; la furmidable
columna de infanteria y caballería euemiga mar-
chaba á lo largo de la llanura) flanqueada por
numerosos cuerpos de tropas ligeras colocados
:sobre las alturas que dominan la posiciono El
General inglés Amson , á la cabeza de un regi-
miento de dragones y de otro de hílsares, dió una
carga con el maJor arrojo á las formidables ma-
sa.~ enemigas. Los primeros, haLicndo atravesado
por entre dos columnas de infantería, arrollaron
un regimiento de cazadores; pero encontrándose
envueltos por el enemigo, fuerou casi todos des-
truidos. Sin embargo, esta brillanle carga sor-
prendió de tal suerte á los franceses, que hicieron
hacer alto á sus columnas.


La division espailola, á las órdenes dd Gene-




(212)
'1 R09. ral Basseconrt, se adelantó pllra contener los pl'O-


gresos del enemigo, y el movillli(~Jlto imponen-
te de los franceses que amenazaba á este, no
produjo resultado alguno.


La brigada al mando del Brigadier General
Alejandro Cam pbell y dos batallones espaüoles
rechazaron al enemigo á la bayoneta, y le persi-
guieron despues de haberle puesto en desorden.


Las columnas francesas) dirigidas contra el
centl'O de los ingleses, se desplegaron antes de
subir á la posícion, y avanzaron de una manera
tan firme y regular, que parecia iban á apoderar-
se de ella; pero el Teniente general Sherbrooke,
(lue ya de antemano tenia bien preparada Sl1 tro-
pa, recibió al enemigo con una descarga que le
obligó á detenerse, y cargándole en seguida á la
bayoneta con toda su division, fue re:1Clido con
Ulla horrible mortandad.


La brigada i!lglesa de guardias, que en el ar-
dor del cornbate se auelantó hasta fuera de la lí-
nea, sufrió una carga de una reserva del enemi-
go, que amenazaba destruirla, cuando Sir Artu-
ro Wellesley la cubrió con un batallan que hizo
adelantar á su socorro, y con la caballería mau-
dada por el General Cotton) logrando por fin
volver á ocupar su puesto en la linea.


Duraron hasta las 7 de la noche estos san-
grientos ataques J hasta que por fin el enemigo,
rechazado en todos ellos J y habiendo perdido
10.000 hombres entre muertos y heridos, repasó
el Alberche, dejando en podel' de los vencedo-
res 20 piezas decañon.




(213 )
La pérdida de los ingleses fue de 700 muertos 1809.


y 4.000 heridos, y la de los espaüoles de 1.200.
Entusiasmada la Inglaterra con la victoria


conseguida por su General, las dos Cámaras vo-
taron, á pesar de la opo~icion, una accion de
gracias á Sir Arturo Wellesley, y una renta de
2.000 libras esterlinas. El !ley le elevó á la dig-
nidad de Par con el título de Lord Vizconde de
Wellington, y la J llnta central le ofreció el grado
de Capitan general de los ejércitos espaüoles) 10
que rehusó.


La Regencia del Reino concedió en 8 de Di-
ciembre de 1810 una cruz de disLÍncion á las tro-
pas que se habían hallado en esta sangrienta
batalla. En ella se lee: Tala~lera 28 de Julio de
1809; y se lleva pendiente de una cinta dividida
en dos fajas iguales, la una encarnada y la otra
negra.


El rey José supo durante la batalla, que Ve-
negas con el ejército espaüol de la Mancha, com-
puesto de 30.000 hombres, habia llegado sobre
el Tajo, que bornbardeaba á Toledo, y que sus
avanzadas J pasando aquel rio por Aranjuez, se
llallaball ya á cuatro leguas de Madrid. En su con-
secuencia djó órdenes á Sebastiani para que mar-
chase inmediataIl1ente al socorro de Toledo, re-
plegándose con Victor sobre Santa 01a11a.


La victoria había coronado los esfucrzos del
ejército aliado; pero en esta ocasion, como en
otras varias, se perdió el fruto de este triuufo. La
fucl'za de aquel antcs de las acciones de los djas
26, 27 Y 28 era de 60.000 hombres ... y su pérdi-




(2.14 )
1809. da en ellas no esceclia de 10.000. El General in-


glés Crawfurt acababa de llegar en la tarde del
28 á Talavera con un cuerpo de artillería de á ca-
hallo y 3.000 hombres de infantería. Venegas con
30.000 hombres se hallaba, como acabamos de
manifestar, sobt'e el Tajo, de modo que en 1.0
de Agosto la fllerza total ele los aliados sobre
este ,'io podia reputarse en 80.000 horllbres; y
José porIría reunir á lo mas 40.000.


La sangrienta batalla ele Talavera habia des-
animado al ejército ft'ancés, y en Madrid se hi-
cieron de sus resultas todos los preparativos para
la cvacuacion. El movimiento de Soult sobre
Plasencia no fue mas que un ardi<l militar, ha-
llándose el cuerpo de Ney ocupado en mantener
la comunicacion entre Zamora y Plasencia. Ni
las tropas de S0I11t, ni las de Mortier poJian in-
quirtar á Wellesley, aun en el caso improbahle
de qlle éste no lograse apoderarse de la capital
de España; pues aunque Soult hubiera continua-
do su movimiento sobre Talavcra, la retirada del
General inglés estaba asegurada, ó bien por Mu-
driclejos á Siel'ramorena, ó bien h;lcia Estrema-
dura por la Mancha, siguiendo la ribera izquier-
da del Glladiana ; pero ni aun apariencia fuuda-
da habia de que Soult, que dos meses antes habia
huiflo delante de 18.000 ingleses, ballál1Llosc pro-
tegido contra sus ataques por el Duero, se hu-
biera espuesto á medir sus fuerzas COIl un ejérci-
to victorioso de 80.000 hombres, Penliósc enton-
ces todo el fruto de la victoria de Oporto, por
haber pefluanecido inmóvil Wellesley en Abran-




(215)
tes, sin querer continual' la persecucion de los 1809.
franceses en Galicia, donde Con el auxilio de los
españoles hubieran sido aniquilados infalible-
mente; y se perdió tambien en esta ocasion el
fruto de la de Talavel'a, porque en lugar de mar-
char el General inglés á Madrid reforzando al
General VCllegas , á cuyo ejército en nada se hi.
zo contribuir para la victoria de Talavera J no
quiso ceder á las reiteradas instancias de Cuesta ...
que quería avanzar, y los ejércitos victoriosos se
retiraron como si hubieran sido batiJos, Welles.
ley repasó el Tajo el 3 de Agosto, y Cuesta el 4,
á pretcsto de la venida de Soult por el puerto de
Baños; siendo así que este General no emprendió
este movimiento desde Zamora, donde se halla-
ha, hasta el dja antes de ]a batalla de Talavera.
De aqui las discnsiones entre Cuesta y WellE~s]ey;
disensiones sobre que la posteridad fi jará su opi-
nion, pues la razon de la falta de tral'lSportes y
de medios de subsistencia alegada por Wel1esley
110 es escusa suficiente, siendo en nuestro con.
cepto las verdaderas causas de este movimiento
retrógrado: pl'imero, una escesiva prudencia de
parte tIel caudillo inglés, quien aun antes de dar
la ha talla , pcnsaba ya en su retirada, decidién-
dose á conservar la posicion de Talavera~ porque
con ella se proporcionaba la facilidad de poner
en cualquier evento el Tajo entre su ejército y
el de los enemigos: en segundo lugar, la noticia
que acababa de recibir de haber ganado las tro-
pas imperiales de N apoleon el dia 6 de Julio la
célehre batalla de Wagran, con la que comple-




(2IG)
ío09. tanJo lu sllmisioll del Austria, podia disponer de


sus tropas para venir á Espaila; y por último, de~
he atribuirse mas que todo al resentimiento del
Ministerio inglús, pOI' la resistencia que el de
Espaüa habia opuesto á consenÜl' que el ejército
hritánico ocupase á Cadiz en una época en que
las Andalucías estabau libres del enerlligo, y el
teatro de la guerra eran solo Galicia, Asturias,
Estremadul'a y Cataluí"la.


Asi, pues, los espaüoles se vieron por segun-
da vez ahandonados en la lucha; y Venegas, que
por momentos espe¡·aba la incorporacion del ejér-
cito aliado victorioso, se vió comprometido por
la intempestiva retirada de éste, á dar ó recibir
una accion sobre el Tajo j y al efecto principió á
tomar las medidas convenientes,


El ¡'ey José, no dejando sobre el Albel'che
mas tropas que las del Mariscal Victor, se dil·i~
gió á toda prisa sobre Toledo con el cuerpo del
General SehasLiani, la guardia y la diviúon de
reserva del General Desolles.


Los hahitantes de Madrid, contando con la
aproximacioll del ejército aliado, yen vista del.
corto llúrnero de tropas enemigas, que á las ór-
denes del General Delliard componían su gual'-
nicioll, se prcparabancon las mayores muestr<lS
(le regocijo á acoger como libertadores á~us com-
patriotas; y al ver encerrarse cn el Heliro los tres
hatallones f¡'ilncescs que ocupaban la Capital, ya
les pal'ccia divisa¡' á los vcnced.ores de Talavel'a;
pero tan halagüeñas esperanzas se desvanecieron
con la incspcratla retirada dc los inglcses,




('21' )
El d¡a 5 de Agosto por la tarde se prc!'!entó el Hl09.


enemigo en el puente largo sobre el Jarama, en
donde se hallaba situada la vanguardia del ejér-
cito de Venegas, y esta tuvo que replegarse hácia
Aranjuez. Los franceses continuaron avanzando
hácia l!icho punto por la oriUa derecha del Tajo,
é inlealaron con repetidos y obstinados ataques
vencer el paso que defendiilll tres Jivisiones al
maudo del General Giron, quien habia hecho
cortar auticipadamente el pucnte de la Reina. La
serenidad y el ....-alor de las tropns españolas de
todas arUlas qlle defendian esta posicion, hicic-
ron inútiles lodas las tcntativas del enemigo, pOI"
cuyo motivo ucsistió éste de su empeüo.


El I1cy concedió para Pl'emiar la bizal'l'ía de
estas tropas, Ulla Cl'lIZ Je distillcion, en la que se
lee la cifra Llel Monarca Fer71(lfulo l/II en cam·
po blanco; y 1m letras rojas Accion de Aran;uc7,
.5 de Agosto de 1809. Se lleva pendiente de una
cinta celeste con filetes amal'illos.


El ejército inglés, despues Je su retirada ;Í la
lZ(luierJa ltel Tajo, conlinuó internilndose en Es-
tremadura, y el espailOl permaneció guarnecien-
do las tones y la caheza iu¡ulcrua del puente del
Arzobispo con la (luiula divisioll al rnando dd
General Bassecourl. Los vados y pllente de ma-
dera de Talavera estahan llefendidos pOI' la se-
gunda division de caballería, á las ól'lbnes del
DU(lue de Alburr¡uerr¡ue, situada cn A.zutan. El
día 7 de Agosto salió el grueso del ejército espa-
ñol para Ihor, por la escasez de vível'cs. Los ene-
migos Con 800 homhrcs de caballería pasaron el


TOMO 11. 28




(218)
1809. Tajo por un vado inmediato al ·puente, á pesar


ele la resistencia que les OpllSO el regimiento de
husares de Estl'emadlll''', y la divi.~iotl ¡le Bassc-
court; por lo que esta tllVO (pie retirarse al mon-
te inmediato para no ser atacada por la espalda,
pidiendo socorro para prott~g('r su relir;¡da, á cu-
yo fin quedaroll eH Peral,'(b la primera divj~ion
de caballeríil, al ll1illldo de Ibnestrosa, y la van ..
guardia de Zayas. La division (le BasseCDurl salió
Con prccipitacion, dirigiéndose parle,i GIJadalu-
pe, y parte ,i Valdelacasa, y otros di~persos por
varios c3millos marcharon segun su antojo) per-
diendo 4 piezas de artilleria, y r;ran parle de sus
equipages, que qlledaron en el pup.h\o de Azutan.


Llegaba á tal eslremo en aC111ella crítica oca-
sion la escasez (le víveres, que aun en el mismo
cuartel geucral c:ipañol, dlll'aule cuatro ó cinco
dias, se careció de i'Llciones de toda eSlwcic, Y
hubo arriero (!ue se presentó ,í vende!' p:m, y co-
bró á cinco y ocho re¡¡les por libra. L;¡ tropa es-
tuvo diez días á CU<lrteron , y aun para propor-
cionar tan escaso alimento el'a pi'~ciso enviar co-
misionados con fuerza armada á los pueblos cir-
CUll VCCll1OS.


El día 7 por la mañana el ej['rcilo llegó á las in-
mediaciont's de !as Mesa:; de lbor, y tomó las po-
siciones con veníentes para hacer freute li lus fran-
ceses, si conLinuaban persi;'~[Jicn¡}o á b rel;1guar-
Jia; pero no pasaron de la Peraleda ¡,ino ;;]gllW1S
guerrillas. Dicha posicion era á propósito paru re-
chazar al enemigo, ya intelltase pr,S;1l' 11:1cia el
¡Hlenlede Almaraz , ó ya hácia Ddeilosa y Tl"u-




(219)
jillo; y en ella se conservó el ejércitó hasta el tBü9.
12, á pesar tIe qlle segllia la absoluta escasez de
,'ívercs, dando en esta ocasion ulla nueva prue.
ba ]a tropa espailOla de la constancia y del su-
frimiento, que la eleva sobre todas L.ls de Eu-
ropa.


EII esle punto el Gencral Cuesta, agobiado
de las f~llig¡IS que le habia originado esta cam-
paila, y de bs enfermedades consiguientes á su
edad, cnlrlé'gó el mando á su segundo el Tenien-
te g(;nera! Don Francisco Eguía, y desde allí se
dirigió {t DeleiLosa, y despues á Trlljillo, dando
parte de su tlimision á la Junta cent.ral.


Poco tiempo dcspues de haber tomado el
mando Egllía , dispuso entre otras medidas, que
quedando el DIHI,re de AlIJUrr¡ucl'que con un
cucrpo de 10.000 bombees sobre la ribera derecha
del Tajo, el resto de su ejército, que ascendía á
20.000 bomhres, se dirigiese h~cia Sierra morena
con el objeto de rcunil'se con el de Venegas.


El General Beresfol'd con los portugueses
guardaba las fronteras tiel reino desde el Tajo
JHlsla Almeida.


El General Vcncgfls, que se habia visto pre-
cisado á retirarse d"splles de ]a accion de Aran-
juez, previó qllc 110 deja;ia de cargade el ene-
migo por la pn rLe de Toledo, con el objeto de
envolver su ejército, que se hallaba á la sazon
cllbrienflo el Tajo, y conociendo que 27 á 30.000
franceses, atacando en relirada á los 22.000 es-
pañoles que componían su ejércitD, los vence-
flan Slll gran dificultad, y teniendo presente el




(220)
18(19. bl'c'ln desaliento que infundiría en 5U5 tropa~ y


en los pueblos todos de la Mancha el volver la~
espaldas al enemigo sin pelear, abrazó el parti.
do mas honroso que le dictaban las circuns-
tancias , y fue á buscar al encmigo, aun antes
que este le atacase, llegalHlo Clln ludo .!>1I pjér-
cito á Almonacid el dia II de Agosto. Resuclto á
dar la accion al dia sií)'llicnLc, el enemigo trató
de anticiparse para no dar descanso ;í las tropas
espaflolas; y en efecto) afIIle! mismo dia cargó
sobre toda la líuca, auxiliado por 40 pi{~zas de
artillería; pero fue l'ccibitio con la mayor s(~re­
nielad y Lizarría. El verdadero ataque del ene-
migo se dirigió contra la izquierda de los espa-
ñoles; hubo muchas y acertadas malliobl'as por
ambas pal'tes , y la resistencia era igllal por ludo
el frente de la línea cspailOla; mas la slIperio.
ridad numérica proporciollaba al ellcmigo dohhl'
la línea de batalla, y fue preciso rIllIJl"~J1/I(T la
retirada hácia el intcrior de la provincia de la
:Mancha, y esta se efectuó t>iu que los franceses
pudiesen gloriarse de haber vencido. Las tropas
españolas desde Almollacid se replegaron á Sicr-
ramorena, cn donde tomaron posiciono


E127 se l'ecibió allí Ulla orden, por la que el
Teniente general Do~ Francisco Veurgas era
nombrado segundo del Gellcral Blucke ('11 Cata-
luña, en lugal' del t\LH'qués de Coupiglli, á fpúcn
se le habia conferido el cargo de Vocal de la
Junta gcueral militar, y deLia por lo tauLo tras-
ladarse á Sevilla.


En 30 de Mayo de t8lG concedió el Rc.'r- para




('2'.!1 )
premiar el valor de los que hnbian comb,¡jiJó ('U 11:~O~,
AlmonaciJ, una cruz de distincion, en que se
lec sobre fOlldo verde con caracteres de oro:
Por Ferlllll/do VII; Y en su contorno con L~tra3
rojas En AlmOl/(lcid, U de Agosto de l80Y. Se lle-
va penuienre de cinta ver,le con filetes hlancos.


La Inglaterra, casi al mismo tiempo que Sa-
p011:'011 , se hallaba con todas sus fuerzas en el
A !Istria, inlcntú dos espedieiones con el ohjeto
de aumentar el compromiso en que se cncolllra ..
h:lI1 los ejércitos franceses en las guerras de Es.
p~liül y Ausll'ia, llamando su atencion {¡ puntos
distantes del teatro (le la guerra.


El General SlW'll't, que manJaba las tropas
que d gabillelc ,le S:llI Jam(~s conservaba en Si-
cilia, tanto para la defclIsa de esta i"la como ('on
Ja apari¡'llcla de recolHluistar el reino de Nrípo-
h's, di~l'llSO una invasion sobre este Reino, y
f~ll 12 d·.; JuniD llegó á la vista de Nápoles, sin
que el resllllallo d(~ esta espcdicion fu{~se otro que
la ocupacion de las islas de Prócida é Ischia , y el
permanecer la escuadra inglesa delante de Ná-
pol(~s hasta el 22 de Julio .. en que, desesperanza-
do SI \Var! del ¡ogro de su empresa J se retiró de
la ú~la de a(llldla con Jirecc.ion á Sicilia.


Al mismo tiempo que esta espedicion se tel'-
mÍnaba sin resultado alguno, otra nllnH~\'osa cs-
cuaJra inglesa $(' dirigió al Esc.alda con el objeto
de apoderarse del importante puerto de Ambe.
res. COlllponiase oc 22 navíos de línea, con 120
hllques mas de gllelTa, y 400 transportes que con-
ducían á su bordo 35.000 hombres de dcsemLar-




(222)
1809. ca, i las órdenes ele Lord Clwltam, hermano ma-


yor del famoso Ministro Pin. El Almil'allte Stra-
kan mandaba las flJerzas navales; y~ habiendo
llegado felizmente á su deslino, CC:C!llÓ SIl des-
embarco la espedicion en el puerto de Valche-
ren el dia 30 de J uljo , y el 15 de A~osto se apo-
<1('I'aron las tropns britcínic;¡s del importante pun-
to de Flesingfl, cuy;¡ sn;¡j'uicioll se rindió pri-
sionera de gllcrrn , y fue conducida ,í Ing!n!erra,
En seguida d ejército JJl'jLíllico iulf'lltó apode-
I';¡rse de A lllbcres; mas habiéndose frustrado 1,0-
d;¡s ~U:; tenlalivns, In espediciotl tuvo quc klcel'.
se á la vela el 24 de Setic~mhre, ubandonantlo á
Flesinga, y destruyendo 11asta los cimientos de
sus fortificaciones, sin dejar' ni aun vl'stigios de
su existencia, é incendiando el arsenal d(~ mari-
na. Tal fue el triste reslll:aclo tic ulla espeuiciOll)
de que los i1131cses se promcl ian el mayor 1'1'111.0.


Si esta cspediciol1 hubicsc sido dirigida al N.
de la Península, coiucidiendo con la aceiuJ] de
Talavera, la suc¡'te de la Espalln se hubiera de.
r.idido indudablemente :l fa\'or de sus gloriosos
defensores, y en este caso José con su gUflrdia
y los cuerpos de ejl:rcilo de Victor y SelJa~liani
no hnbieran podiJo contcner á los ejércitos de
Cuesta, Wellesley y Venegas I'['uniuos, al paso
que las fuerzas enemigas de Soul!, Morlicl' y Ney
se hubieran visto precisadas á 0pera¡' cOllll'a la
espedicion británica, que auxiliada en breve,
y engruesada con las tropas de Galicia al mando
del Marqués de la Romana, y Con las que el
Duque de) Parque reunia en Ciudad-Hodrigo,




('2'23 )
los hubiera in(111¡}ablemeute arl'ojatlo dd terri. 1809.
torio espnilOl. 1\las se perdió esta ocasion favara-
hL!, Y por consigllicute fueron infl'ucLIlOsos los
triulIfus y sacril¡cios de esta gloriosa caa! paila.


La C~mara ue los Comunes del Parlamento
ing1és, penelrada d(' estas mismas reflexiones,
decretó la aCtlsacion del ministerio británico, .v
nombró una cOlllision para examinar su conuuc-
ta con respecto ,í dicta espc,:icion. El partido Ué
la oposicioll ecltó en cara á los ministros, prin-
cipalmente el h,dler prolollgado inútilmente la
ocnpacion de V,Jlclleren, en cuya conscrvacioll
perecieron muchos illt;lcscs; y les llizo respoll-
sables <le la sangre vcrlirla infructuosamente.


Esta acusacion ILlrcció tan grave y tan birll
fundada) qlll' nlTi:sL¡;) la Hl:lyoría de votos, dr'-
cidiúllt!-:¡SI: (Jlle el ministerio dcUa ser responsa-
ble pOI' hnbcl' conservado tanto tiempo y tan sin
utilidad :í. VdclJcren , por una mayoría de 275
votos coutra 2:24. Acordóse en seguida que al
Lord Chullam se le exigiese igual respons .. Lilidad
por su irresolucion é impericia, á las que se atl'i-
\)ula e\ no "h:ú)cr:;c apo(lcl'::\(\o sus tl'opa¡; de la"pta-
za de Am]¡l'l'cs .. principal objeto de su espcdi-
cion, cClll ro y plna de :ll'l1las del sistellla de de-
fensa del Escalda.




('224 )


,


CAPITlJLO XIII.


f:! DU'}lle del Parque reemplaza á la Romana en el manuo
del ejército de Galicia. - Bablla de 'famallles. - Paz.
de Austria con Francia. -Disposiciones de 1 .. Junta cen·
tral para reconquistar á l\lad,·id. - Desastro~a ];ata!!J
d!' Ocaiía. - Accion de J\1edinn del Campo. - Aeelon
de Alha tic Tormes. - Nne\'as disposiciones .le la Jun-
ta central. - Manifiesto del MarclLlés ¡le la Itolllalla. -
~e eonyocall las Córtes. - Proyectan los frallcese~ la.
~nlf({U;sta de :a Andalucía.


1Bn9. El mes de Setiembre se pasó sin que ocurrie-
se suceso alguno de importancia en EspaiIa. El
Duque del Parque, (¡UC habia reemplazado al
Marqués de la Homalla en el mando d"j ejl~rcito
de la izqnierda, por l1abcr sido es!c clet;ido Vo-
cal de la Junta suprema c(~ntral, con una fllf'l'Za
de 13.000 infantes, :!.OOO caballos y 30 piezas de
urtiflerÍa , habia bajado de Galicia á la pro\,in-
cía de Salamanca, y tomado posicion en Tama-
mes. El dia 18 de Octuhre fue alaeado en este
punto por el sesto CUfl'PO , mandado en ausen-
cia de Nfy por el General1\Lrchnnd, con 12.000
infantes, lllas de 500 cabullos, y 9 piezas de ar-
tillería.


El ataque pri:1Cir" 1 se dirigió contra la iz-
quierda, que formaba la vallguardia , dando la.
cahallería enemIga á la española una fuer'te car·




(215)
ga en el acto de estar una de sus brigadas ma- 1 .. :'109.
niobrando para mejorar su posicion; y rehecha
por su General el Príncipe de Anglona, al tiem-
po mismo que una columna de 5.000 franceses
era rechazada por la izquierda espailOla, refor-
zada con dos batallones de la. reserva, se decla-
ró la victoria por los espaüoles, que hatieron al
('nernigo en todos los puntos de la línea, per-
Sigll.iI'·UJule hasla la villa de Medina del Campo,
y causándole una pérdida de 2.000 hombres, t{ue
quedaron fuera de cOlllbate , un caüon de á do-
ce , ulla b"uJtra y otros varios efectos militares.
IJa de los espaf101cs fue de 120 muertos, 470 he-
ridos j' contusos, y 122 eslraviados. Esta bri-
llante victoria fIle recompensada pOI' el Rey en
J de Jolio de 1815 con una medalla de forma
elíptica, cornnada de laurel, y su campo ama-
rillo. Del lado izquierdo sale un brazo vestido
de aZld lUl'lJui, con vuelta encarnada y sable en
~rUlllO ; :' ell el exergo tiene un lema que dice:
Ve71l'íiJ en l'(IIIIG/JIeS. Octubre 18 de 180~) : se usa
con cinto azul lurqul con dos filetes encar-
11 ado~


La JIJlJta centnd recibió en Sevilla, donde re-
:,;iJia, la nolici3 de haberse concluido la paz de
Austria. Bonapal'te habia batido al Príncipe Car-
la.; en 6' de Julio en los llanos de Wagram. Un
ilrmisticiü concluido en 12 (lel mismo mes fue el
}H'eluc1io de la paz que se firmó entre Francia y
.\ustl'ia en 14 de Octubre.


Al ver entonces Napoleon que los ingleses
a]¡:i1HlonaLan el Escalda,' dirigió la mayor parte


1'())] () 11. 29




(226)
1809. de sus fuerzas á España, y mllchos batallones, (lue


habian llegado á SLrasburgo para reunirse al gran-
de ejél'cito de Alemania, recibieron órdclI (1.: re-
trogradar y marchar á la Península. Estos movi-
mientos se ejecuLaron en ~etiei11bre y Octubre,
pudiéndose valuar en 40.000 hombres los refuer-
zos que entraron en España en los crwtro ¡'¡!limns
meses de 1809. La conclusion de la paz con el
Austria, (lue algunos observadores a!.rilJlJyen, tal
vez con raZOll, mellos á las victorias ue Bonapal'-
te sobre el Archiduque Carlos, qne ;t la influen-
cia de su política con el Emperador Francisco 1,
desanimó á aquella clase de gentes, qne en Es-
paila, como en todo" los dcma~ paises, :lgu:lrdan
para decidirse alguna ocasion p'2rentoria. El
partido de José se :llltllcntó cOllciiderablernenle
con los indiferentes; auufl'lC los verdaderos {>s-
pailoles se manifestarou mas firmC5 y const:ml{''s
en la heróica resolucion de defciHler ;¡Il -'lonar-
ca y la independencia nacionul.


La Junta central, instada vivamente por el
clamor de la Nacioll, resolvió hacer una se-
gunda tentativa para ocupar á Madrid antps 'lDe
llegasen los considerubles refucrzos que aguar.
daba el ejército francés. Las tropas espal10las se
habian batido con honor en los campos de Tala.
Vt~ra, Aranjuez, Almonacid y Tamames; pero la
,·ictoría no ha}lia coronado sicm prp, el (~X ito de
las armas españolas, aunque estas habian vendi-
do caro el triunfo á sus enemigos.


Los cuerpos del ejército de Estremadura, al
mando del General Eguia, menos la diviiiou Je




(227)
Albul'querque, se reuuieron al ejército de la Man. 1Sq9.
clla , y se formó entonces el ejército mas nume-
roso y brillante que jamas haya tenido la Espaila.
Contaba 50.000 hombres efectivos, entre ellos
mas de 7.000 caballos, todos perfectamente ar-
mndos y eq!1ipados con los fusiles, municiones
y demas pertrechos de gllf'IT¡) (pie el Gabinete de
San James habia suministrado y remitido á la
Jllntn central; pero esteej(;I'CiIO, tan respetahle
por su nlÍmero.) se componía la mayor parte de
reclutas, aunque todos estaban ya fogueados.


El mando de este ejército, en que fiaba su sal-
vacion el Gobiel'l1o y la Patria, se confió al Ge-
IInal Don Juan Carlos Al'cizaga, perRona que
ll1 iljl~Il'l!l:'ll! e no ('ra conocida sillo como un hi-
ZriJTO Coronel, qlle I¡abia ma¡jltldo ulla cJivision
,í ji\~ órdulcs de Blacke en las batallas lIc Alca-
j¡jz y de Bdchitc; pero era )'('pntatlo como ern-
prcliflcdor y valiente, cnaJidarles (l11e necf:si-
Ipha el pnrtido dominanle en la Junta central.
Este Gcnrral marchó rápidamentc Con el ejér-
cito á principios de N oyiemlJl'c desde la Caro-
lina; y) habiendo lenido con la caballería, du-
rant(~ Sfl marcha) dos ó tres hrillantes accio-
Iles de vanguardi:" llegó al Tajo; y J)abiendo
('chado un puente frente de Santa Cruz de la
Znrz;¡, una de SllS (livisionrs pasó el rio; pero
fuerles lluvl;¡s que sohrrvinit'ron de improviso,
paralizuron el movimiento del ejército espailOl.,
mientras que los frnnccscs; dllCüos de los cami-
nos reales y de los puentes, se prepararon y reu-
nieron para la llcfcnsa.




(228 )
1809. Areízaga no juzgó conveniente sr.guír la ruta


que se habia propuesto, ni tampoco el retirarse
con dircccion á Cuenca y Valencia, con lo f¡lIe
hubiera evitado un encuentl'o desventajoso) /¡¡¡_
ciendo avanzar al mismo tiempo por Talavera la
division de Alburquerque, y el ejército dd DIl~
que del Parque por Castilla la vieja; con cny(H
movimientos era probable que los franceses se
hubieran visto obligados á abandonar ;Í :\ladrid.
Mas, bien lejos Areizaga de tomar ninguna de C~­
tas di"posiciones, lleno de la ma'yor cOllflanz¡¡~
se dirigió á Ocaña para tomar el camino rr:al de
Andalucía. El Mariscal SOlllt, habiendo reunido
las tropas de diferentes puntos, mi(~ntl'as que los
espaüole8 permanecieron en Santa Cruz de la
Zarza, y pasado el T~ljo por los puentes de Tole-
Jo y Al'anjllez, llegó á Ocaüa con su ejército casi
al mismo tiempo que Areizaga con el SllJO. Arru-
jada la vanguardia francesa dc~dc el 6 hasta el 8
de Noviembre de los pueblos de Consl1~gra, Md-
dridejos y Camuñas por la caLallcria espaüola
mandada por el General Frcire , fue perseguido
el enemigo hasta OcalJa, y dcspues rctroccJicron
los espalJoles hasta la Guardia. El Gellcr~¡J Fl'ci-
re, reforz3do con la vanguardia espailOla y cuar-
ta division de infalltcria, avanzó de nuevo ellO;
y los franceses, que se habían adelantado hasta
Dos-Barrios, tuvieron que retirarse á OC3iJa,
donde tenían 2.000 caballos y 4.000 inf:Hltes con
artillcl'Ía. La caballería española de las alas los
cargó, jugando su artillería al mismo tiempo; re-
ro habiendo llegado tarde la infantería, se di¡l"j,',




(2'29 )
el ataque hasta el dia siguiente, habiendo queda- ítiU:.1"
do de resultas abandoJlado el pueblo por el ene-
migo. Por parte de los españoles hubo alglina
pérdida en este encuentro.


El dia 19 ue Noviembre se encontral'Oil los
(~jércilos español y francés en Ocafla y SIlS inme-
diaciones; y, IlaLiendo el Mariscal Souh hecho
atacar el ala derecha de los espallOlcs) y recha-
zado estos completamente con el maJor d('nuello
á lus franceses, tomaron la ofl'nsiva, J arrojaron
de SIlS posiciones ,í la divisioll Laval, (¡ur forma-
tIa la iz\\uicrua de Soult. An:izaga cr.rlJ(~lió enlOll-
ces la imprudencia de hacer p"sar un barranco
qUI' se hallaba entre su línea y la del enemigo, y
dcsol'deIl,índose con este motjyo las tropas espa-
Dolas, llJ]U di..-ision que llegó de refresco al ene-
migo, se aprovechó de este desórden para ata-
carlas, y ú pesar ele llabcr formado varias veces
la infantería de Areizaga el cua(lro, se vió obli-
gada á batirse en relira(la, y siendo vivamelltl:
}lt;rseguida, la cabnller1a frallccsa, mandada por
Scbasliani, se precipitó solJl"e nuestros batallo-
nes, (lue empezálHlose á dispersar, no pudieron
tiOstcHcr su carga. La caballería espaüola, que
habia sido cortada en un terreno desventajoso, SP,
"ió precisa(la {¡ abandollar á la infantería, y á lo-
mar la hlljd~. Algullos regimientos espaiJolcs for-
maron el cuailro, y se retiraron cn buen órden
por espacio de mas d0 ulla leglla; mas en cuanto
sucedieron las tinieblns de la noche, se dcsban-
dal'on, y la retirada se convil'tíó en una denota
eo.ruplda, dirigiéudose los fugitivos ,í Turull3-




(230 )
1809. que y Daimiel;y posteriormente á Sierl'amOl'ena.


Este ejército, en que la Nacían y su Gohierno
fundaba) como ya hemos illdicado, todas sus e~­
peranzas) fuc derrotado en pocas horas, pcnlÍen-
do mas dc 15.000 prisioneros) casi toda la arti-
llería, municiones, equipages y almacenes in-
mensos de víveres, quc (Iuedaron en POdL'1' del
enemigo, logrando solo salvarse la division del
Gen€ral Vigodet, y una partida de caballería del
General Freire J (!ue llt'garon en buen órdl~n á la
Carolina, La dispersioll fue tan completa, que
Ilos meses dcspues de la batalla apenas se habian
vodiJo reunir 25.000 hombres en Sierra morena;
y si los franceses, nprovechándose de dla, hu-
bieran avanzado, 110 habrían encontrado obstá-
culo alguno hasta Cadjz; mas estos se detuvieron
sin duda por no tencr fuerzas de reserva suficien-
tes para cubrir el inmenso pais que tenia n que
dejnr á la espalda.
J~os españoles dt'jal'oll en ~l campo de batalla


mas (le 10.000 muertos, sicndo para ellos tanto
mas lt'rril)le y funesto este golpe, cuanto era tal
su confianza, que la Junta central tenia ya nomo
brados Capitnn general, Gobcl'l1ador y Corregi-
dor Lle Madrid, con dos Consejeros que debian
~f'l'vjl' (h~ asesores al primno; y adcmas una co-
mision compuesta de sus vncah~s Don Rodrigo de
Hic¡ut'lme y Don Gaspar de J ovdlanos, pLlra ar-
reglar el plan de la, proviclencias qlle se hahian
de dictar en Madrid para asegur:Jr el buen órden
y tranquilillad de aql1el gran pueblo, en medio
del primer alborozo de su libertad.




(231 )
Nueve días despucs de la infausta batalla de lt;09.


Ocafla el General Kellennan consie-llió una ven-
u


1 a j a no m ellOS considerable en la pl'OV in cía de
Salamanca cerca de Alba de Tormes. Ya hemos
Jicho que el ejército del Duque del Parque ha-
bia arrojado al enemigo del pueblo de Alba de
'formes; mas reunido desplles este en Medilla
del Campo en número de 10.000 infantes y 2.000
caballos con artillería} tomó l)osiciol1 en el Cal'~
pio, y desde alli} con una vanguarJia de 600 ca-
halios y dos piezas de artillería} empezó á Latil'~
se con los espafloles} hasta que, puest.o en mo\~i­
miento todo el ejército de estos en 23 de No-
viembre J adelantó hasla Medina del Campo, en
donde reconcentradas toclas bs fuerzas enemigas
esperaron á los espailOles, y se trabó una aceiou,
en la que ar1l1que al priucipio la caballería del
ala derecha de estos perdió algun terreno} sin
embargo lograron arrollar y batir al enemigo
hasta que la noche puso fiu al combate, y las
guerrillas espaüolas ocuparon al siguiente dia á
Medina del Campo; habicudo tenido en este en~
cuentro mayor pérdida el enemigo que el Duque
del Parque.


En consecuencia de la noticia de la dcrrota
de Ocafla , el ejército de este se retiraba hácia
Salamanca, y al llegar el 28 á Alba de Tormes
fue alcanzado por las tropas del General Kelln-
man, que se habia rnesto en movimiento desde
las inmediaciones de Valladolid, y que había
tenido un pequeño choque con la retaguardia es-
pañola el 26 en el Carpio. En cste estado el ejér-




(~32)
ISW. cito espaúol :;alió al encuentro del enemigo;


mas como la caballería retrocediese al tiempo
de alnea:' ;í este J la primtTa divisioll de Ja infan-
tería espailOla fue aCllchillalla. Pero la vangllar-
día y parte de la segunda, rechazado el primer
alaque de la cahallería enemiga, formaron el
cuadro Cjlle no illlcliel'on absollltamente romper
los franceses J por mas c¡lle]o intentaron repeti-
das vcccs , así como tampoco el qlJe se rindiesen
prisioneras. La noche srp;lró ~i los combalientes,
y alcam>;;¡dos en Sil retirada los espaflOll:s al día
signieute, se dispersaron en gt'an partt~ reftlgi:í.n-
«lose á la Sierra de Francia. Esta desgraciada
aCClOn costó á los e~pailoles 2.000 hombres
muertos, otros 2.000 prisioneros, Vi carlOnes y
Oll'OS efectos de gllerrn. En el mismo día entra-
ron en Salnmanca los franceses, despucs de ha-
ber sido evacuada cut erUllIentc por las lropas
del Dnquc del Parque.


La Jnllta central, ngohinda con el pp-w de
tantos y tnn terrihles rev('srs, se dirigió al Mar-
qll(~s dI: Wdlesley, h~rmann de I~ord Welillgton,
(l!le de.,rle el mes de Ago'.l¡o se hallaba CCl'ca de
I·lla con 1'1 cadeler tI,' Em 1¡ajadol' ele la Gran
Bl'elaiü., pidi{~l1dolr eficazmente dúpusiese que
las trollas inglesas, ql\f' (]C,;pllCS de la hatalla de
Ta1a\-na se lInllaban r::lit'adas en Badajoz en la
mayor iflaccion, avallzasell de Il!WVO para defen-
der él 1n Espaüa ; pero t~stas nL'rtas de coop~~ra­
cion no fUl~ron acogidas sino bajo la COllllicion
de que los ej~rcitos españoles se sometiesen al
mando de UIl General in gl¡:~s ,y ¡le que se pCl'-




(213 )
mitiese que la plaza de C¡¡di", f[¡ese ocnpada por HlV9.
tropas de su naciol1. La Junta ccntral, aun en
111l'dio de tan desgracíaua y crítica sÍlllacion,
prefirió ]WCC1' frente por sí sola á las calami-
dades de la guen'a antes que ceder á unas condi.
ciones tan degradantes del carácter nacional.
Mas esta coqlOracioll, á (luicl1 las desgracias su-
cedidas durante el liempo de su gobierno ha-
bían hecho odiosa á la nacían, principió á recibir
diariamente alaqLLes de parte de todas las autori-
dades. El i\1al'CILLés de la llomana, miembro de la
misma, con fecha 4 de Octubre publicó un ma-
lliliesto, en que pouia en duda la legalidad de
sus poderes, la echaba en cara su incapacidad y
dcl)jijLbd) ,y p('clia]a fonnacioll de un Consejo
de Hcgencia hasta que las Cortes se cOllvocasell,
10 cll:d, seglln ól, debia vL~riíjcarse lo filas pronto
posihle. Este manifiesto, (]Lle circuló libremente
en Espaüa sin que la Junta tllviese suficiente
fuerza para i,npedirlo, contrihuyó en gran parte á
Sil descrl~dilo. El ?lJarc¡nés de la H.omana conocía
Como toda la nacion la neccsi<.bd de una l1l11Jan-
za de gobierllu ; mas no por eso el patriotismo
ilu,;trildo de eSll! Ilcn;ico esp3ñol se dejó aJTas-
tl'<1r de los COIl5~'jOS de muchos (111(; le animaban
á fin de que disol vi(?sc la Junta central con la!.
armas; y ('11 vez de dal' este P¡¡SO, que pudiera
haber sllmido á la nacian en el abismo de la


. '1 ' 1 ' anarC¡llla, se contento con .lacer ,"el' a a naClOn
su modu de pensar ncerca de la nC'cesidad de
tilla mudanza, El l'esultado fue que la Junta cen-
tral cspidió un decl''-óto convocauclo á Córles, y


TO.uO 11. 30




(234 )
180!l. seilalando para la reunían de estas el dia 1.0 de


Marzo de 18to.
El rey José, que veía consolidarse su trono


por la famosa derrota de los espaí'loles en Ocaña,
concibió el proyecto de someter las ricas provin-
cias del Slll'; y, disponiendo que se hiciesen lo-
dos los preparativos al efecto, confirió el mando
y direccion de esta importante espedicion al
Mariscal Soult. Mas, no siendo posible la llegarla
de los refuerzos de tropas (lile agllardaha de Fran-
cia en alluella ocasion, que era sin duda la mas
oportllna por el desorden en que se ha lIaban los
españoles por la derrota de Ocaña, difirió el for-
zar las gargantas de Sierramorena para prinCl-
pios del ailo de 1810.




(235)


CAPITULO XIV.


s itio de Gerona. - Disposiciones de su Gobernador Alv'a-
rezo - Junta guhernativa de la ciudad. - Ataques con-
tra el castillo de Monjuí. - Htróica defensa de su guar-
nicion. - Entrada de un convoyen la plaza. - Auge-
rea u es nOlllbrado para dirigir las operaciones del sitio.-
Asalto rechazado (le Gerona. - Elltrada de un segun-
do convoy. - Salida de Gerona del Brigadier Odonell.
- Accion de S anta Coloma del Farnés. - B1of!UeO de
c.erona. - Falta de recursos en la plaza. - Hamhre ter-
rihle flue se espcrimenta. - Accion de Baiiolas. - Ac-
cion de Bilscano. - Intima Augcl'eall la rcndicion illlíJ.il-
mcnte. - Lamcntable estaclo ele los hahitantes de Gero-
l1J. -El Gohel'nador i\h'arez cae enfermo. - Capitu-
laeíon de la plaza. - Heroísmo de sus defensores. -
Falta de cumplimiento de la eapitulacion. - Asesinato
del Gohernarlor Alvarez. - HOllores concedidos :i Sil
memoria, y á los gerundenses. - Fin de la scgull(la
Ca!il jla ¡<la. - Observaciones. - Si~tellla de guenillas.
- Su grande utiliLlad en esta guerra.


J,a plaza de Geronn, á la que despllc~ de las 1809.
derrotas de Llillns, Molins de Rey y Valls }w-
Lja puesto sitio el pj ército francés almando del Ge-
lIeral SainL Cyr, se rindió el 11 de Dicieml)J'e des-
pues de una resistencia heróica flue inmortalizar,i á
sus habitantes j' gl1nrnicion, y recordará Con cntu-
sla3tl1o 13 posLeridad. El 6 de Mayo se presenta-
ron los enemigos delante de aquella plaza, que
con la toma de la ermita de los Angeles quedó




(236 )
1809. completamente embestida el 31 por la division


westfaliana á las órdenes del General Moria, y la
italiana de Lechi J 1'eforza<.13s por la divisioll ale~
mana del General Pino.


Para desaninHlt' á los defensores de Gerona
habian IJTopalado diestramente los espías [rance-
8es la voz de r¡ue la plaza no tardaría en rendirse,
por tenerla vendida sus gdes; mas su Gobernallor
Al vnrez J para preca verlos fUllestos efectos de seme-
jante falsedad, publicó un bando en L o de 1\layo,
imponiendo la pena de muerte á cualquiera que osa-
be proferir las pa labras de capitulaciou Ó rCllcIicion.


El corto número de soldados que componían
la guarnicion, era insuficiente para cubrir los
muchos fuertes, por lo que todo.~ sus habitantes
y lus forasteros refugiados en la ciudad huyendo
del enemigo J se alistaron voluntariamentc en ha-
tallones, y alternaron en el scrvicio con la tro-
pa; organizándose ad(~m:ls una reserva con el
título de Cruzada gel'lllldense, en la que empu.
ñaron las armas como simples soldados los indi-
viduos del clero l'egular y secular. Hasta el sexo
débil dió pruebas de heroísmo) y las belbs mora-
doras de esla ciudad manifestaron á su GobcrnaJor
los deseos de organizarse en compailÍas, para
marchar á los puntos atacados, y cuidal' de los
]leridos J y llevar municiones y refrescos á sus
defensores. En efccto, formarousc compailías de
estas intrépidas Amazonas, que se divi(Iieron en
cllatro esclladras, teniendo sus comanJallta" ele.
gidas por las mismas, toman Jo la denorninacion
de compaüías de Santa B{ll'bara J y di~tillguiéll-




('237 )
dose con un lazo encarnado que llevaban en el l!:\()<J.
brazo derecho.


El 1. 0 oe Junio cortó el enemigo el agua de
la acequia oe los molinos) cuya falta causó gran-
des perjuicios á la ciudad.


El8 de Junio empezaron los trabajos oe trin-
chera en la altura de Tramen; y cl14al amane-
cer se rompió el fuego.


La Junla gubernativa de Gerona, compues-
ta oel DiputaJo de la Junta supremrl dd Prin-
cipado Don Anorés Oller, en el oia Decano de la
Sala oc Alcaldes oe Corte: del Teniente de la plaza
Don Julia n Bolivar, Presidente: Don J ulian Cufi,
Don José Planeyal, Canónigos de la Catetlrnl :
Don I~llis Marlinez de la Valeta, Abad de San
Feliu: Don Juan Vila, Don Francisco Fagés, Don
Ignacio Aorich, Abogados: Don José Carrnani,
Don Carlos Rich, Don Carlos Ametller, Don
llamon Fnnalleras, Don José de la Valeta J veci-
nos de la ciudad; y Secretario Don Francisco Puig,
Escribano, viendo que los enfermos y heridos que
resultaban de las diarias escaramuzas con el ene-
migo, carecian de camas y utensilios en los hospi-
tales qu~ provisionalmente se habian formado, ape.
ló á la generosidnd de los vecinos, los que á por-
fia se desprenJierol1 gratuitamente de sus camas,
colchones., gergones y de cuanto tenian, para
colocar á los intrépidos defensores de su patria.


El 22 de Junio llegó á la vista de la plaza con
el resto de su ejército el Géneral Saint Cyr, á fin
de cubrir el sitio, cuyas operaciones eran tant1.)
mas seguras, cuanto la di!'persion ,de Bclchite y




('238 )
18U9. la derrota de Valls hacían imposible que los ejér-


citos de Aragon y Cataluña pudiesen socorrer á
Gerona, que habia jurado defenderse hasta el úl-
timo estl"enlO.


Los mayol"eS esfuerzos del sitiador se dirigie-
ron contra el castillo de Monjuí, que es un cua-
drado fortificado. B3tióle con 34 piezas desde el
13 de J llli O; y, á pesar del horroroso fllego, del
gr"an número de tropas empleadas en su ataque y
de los reiterados asaltos, este peqlleiío fllcrte se
sostuvo lleróicamente, sin embargo de haber espe-
J"imentado, pOI' un descuido, e131 de Jl\lio la des-
gracia de ha uerse volado las torres de San J uaD y
de San Luis por una bomba arrojada por el enemi-
go, cuyo incidente causó un dalla terrible.


Entretanto el ataque contra la pInza continua-
ha con suma lentitud, sin duda porque el enemi-
go contaba con que no se prolongaría tanto la de-
fen¡;a del castillo. Continuó éste rcsisli(~ndose con
tina tenacidad sin ejemplo hasta ellO de Agosto,
en cuyo dia, des pues de haber sufridndul"antc la
mailana un terrible fuego, el Teniente Coronel
n(ln BIas FOtl 1"11 á s , considerando que no era ya
mas que un monton de ruinas y de escombros,
con vacó un Consejo de guerra, en el que por
Iluanimidad se acoruó abal1uonar el castillo, pe.
gatO fllego al almacen de pólvora y municiones,
claYal~ su a¡,tillerÍa, y retirarsc á la ciudad, co~
mo lo verífical'on á las seis de la tarde del día 11
de Agosto. La cntraua de su denodada gllarnicion
en la plaza fue un verdadero triunfo en medio ue
las Lombas, que con el mayor furor arrojaba el




('239 )
sitiador, al vel' replegarse por una retirada tan
dificil como gloriosa, y de las mas heróicas que
se refieren en los fastos mililares á estos bizar-
ros campeones.


De este modo se posesionaron los franceses
del castillo de Monjuí, al que Saint Cyr llamaba
el terror del Imperio, ó por mejor decir, ocupa-
ron un monton de escombros absolutamente in-
defendibles, que transmitirán á la posteridad la
memoria del mas ]¡eróico valor, y del mas con s-
t:mte sufrimiento. Perecieron en su defensa 18
oficiales y 5U soldados españoles, y quedaron
heridos 26 de los primeros, y 406 de los últimos;
costando al enemigo mas tiempo, mas gente y
mas recursos que la toma de una plaza fuerte de
primer órden. Por tres meses prolongó su defen-
sa este despreciable castillo; por treinta y siete
dias se sostuvo con brecha abierta, y llegó á te-
ner hasta cuatro, y rechazó dos asaltos. Veinte
baterías hicieron const:)ntemente fuego contra él~
arrojando 3.100 granadas, 2.600 bombas, y un
sinnúmero de balas, piedras, cascos y fuegos ar-
tificiales.


Es un axioma militar que el ejército de ope-
raciones que cubre el sitio de una plaza, deLe
de alejar siempre lo mas que pueda al ejército
contrario, que intente socorrerla, alargando su
línea de operaciones, para que éste no obre por
los flancos y retaguardia. Como los franceses no
tenían la plaza de Hostalrich, y necesitaban re-
forzar al ejército sitiador por las pérdidas que
sufria diariamente, el General Saint Cyr no 11u-


1809.




('240)
1 ~O~, do imp~Jir que el Gcncr<ll espal'!ol Blacke reu-


niese cerca de Gerona la mayor parte de sus fuer-
zas, con el objeto de obligarle á di.'itraer del si-
tio una parte de sus tropas, y proteger la entrada
de un convoy considerable, al ruando del Gene-
ral Don Jaime GarcÍa Conde. En efecto, el éxito
por parte de los cspailoles fue feliz, pues logra-
ron la cntrncla en la plaza en 1.0 de Setiembre
d,~ UIl convoy de LI00 acémilas cargadas de vi-
Vf'l'es y municiones, procedclItes de Olol, eseol.
tndo con mas de 3.000 hombres. El Gobernadol'
de Gerona, cOllsidel'anuo que la pCI'mallcllcia de
estos en la plaza serviría solo para acelerar el
consumo devl veces, dispuso que el General Gar-
da Conde, que manuaba esla divi$ion, saliese de
f'lln, como lo verificó con -la mayo!' bizarría el
día 3 por la noche, ar'['ollando al enemigo, yalra p
vpsando su línea, sin mas p(:rdida que la de una
pc'{ueíw parte de las ncémilas fIue I'c3rcsahan
con él.


I_a introollccion de este socorro en Gerona
fllerniradapor Nnpoleon como una falta de las
mayores que pueden corueterse contra las reglas
de] arte militar, y resentido de esto con Suint
Cyr, le sepa!'ó d,,) maudo, nombrando para reem·
plazarle al Mariscal AlIgel'eau, Duque de CasLi-
glione.


El General Gohernador de Gerona Al varez
no solo sc negó á admitir diversos parlamenta-
rios del enemigo, sino que dió órden para qne
fuesen recibidos á canonazos, Para dar una idea
del carác"ter y entereza de este intl'épiJo militar,




(241 ,
Laste decir, que habieudo logrado el dia lG de 1309,
Setiembre uno de estos parlamentarios persuadir
á las tl'opas avanzadas que el Gobernador le re,;.
ciLil'ia, acudió con este motivo al alojamiento de
éste una lllnlLitllu inmensa de pueblo deseoso de
saber el ¡~xito; mas el Gobernadol' se negó á re-
ciLir al parlamentario, disponiendo que inmedia-
tamenle se fijase en la puerta de Sil casa unO de
los ejemplnres del bando de 1. o de Mayo, en que
se imponía pena de la vida al ([ll(~ hablase de ca-
pítulacion, Esta providencia escitó el entusiasmo
de lOS defensores lle Gel'ona, para quienes fue un
día brillante el t9 de Setiemhre, en que facilita-
das por el fuego ud sitinelo\" las ti'es brechas de
Santa I .. ucía, Santa Cristina y Alemanes en el
cuerpo de la plaza, el General SaiHt Cyr dí~.;pus()
el asa Ita j y dirigiendo falsos a taq 1I es COIl esca In s
sobre v1trios puntos de las mur'allas, mientt'as
!fue él mismo á la cabeza de 6.000 hornbres mar.
chaha para penetrar en la brecha, logró 1'11 el
primer ímpetu hacer retirar á los espai'toles; pe-
ro cargando á la bayoneta la reserva de estos á la
voz de 'uiva .Fernando VII, la gttarnicion y el ve-
cindario oCllparon Sil" pues!¡,s) y rccha7.aron al
enemigo, fiue por tres ó cuatro veces volvió á la
c3l'ga, hasta que al OH abandonó su empresa, con
una pérdida de 800 hombres muertos ~ y mayor
número de heridos, El fuerte del· Calvario fuc'
ign1>Imcntc atacado por la brecha, yel enemigo
rcc'hnz<ldo tan' complelamel1te, que' tuvo que
abandonar hasta his ésralas; Nose veían 'en este,
Jia I11emol'abl'e en l"s callcs.delainmortaIGcro-


TOl\ll) 11, 3l




(24'2 )
1809. na J mas que reservas y cañones de batalla desti.


uados para la defensa itlterior. Estos fueron du-
rante el asalto conducidos á las inmediaciones
de los puntos asaltados por ulla parte de los he-
róicos habitantes de Gerona, mientras que los
artilleros y el resto del vecindario resistian el
primer choque del enemigo.


En este ataque terrible perdieron los defenso.
res de Gel'ona cinco oficiales, y sesenta y siete
soldados mucl'tos, diez de Jos I'l'imel'os .v ciento
treinta y uno de los segundos hel'idos, y la com-
pailÍa de mugeres de Santa Bárbara, una muger
muerta y otra herida. Cubrió de luto á Gerona ]a
muerte ocurrida en este dia de los intrépidos ge-
fes Don Rodlllfo Marchal y Don Rodrigo ~Iacar­
ti. El primero, al recibir el golpe mortal en la
brecha de Santa Lucía J cuya defensa corria :í ~ll
cargo, con el mayor hCl'oismo y moribundo ya
encargó á los que le rodeaban que Jjjesell al Go.
bernador de la plaza, que recibia gllstoso Ja 1IIlHT·
te por la defensa de esta, y po,' servir bajo las
órdenes dell1layo,' General de Europa, y que se
sepulLase primero en sus ruinas) que renuirse al
enemigo.


Despues del formidable asalto de1 19 de Se-
tiembre, los franceses se ciüeron casi al bloqueo
de la plaza, la que empl>zó á sufl'ir todos los es-
tragos del hambre, despues de haber pauecido
todos los horrores de la guerra.


El Gobernador tuvo medio de hacer lle-
gar 'hasla el cUUl'tel general de Blacke un Ofi-
cial, por cuyo conducto le hizo conocer la




(243 )
necesidad de socorrer de nuevo la plaza; y resuel~ t809.
to éste á tentar ]a entrada de un nuevo convoy,
encar~ó esta operacion al General Wimpffen, y la
int.roduccion al Brigadier Don Emique Odoncll,
quien la verificó en 26 de Setiembre, aUl1f]ue no
tan completanll!lnle como la primera, porque ha-
biendo sido Wimpffel1 acometido y estrechado por
el enemigo Con el mns decidido empeño, se per·
dió una gran pal'te de] convoy, entrando solo en
Gerona 17$ machos cal'gaJos de harina y galleta.
La corta divisiol1 al mando de Odonell que le
custodiaba, volvió á salir de ]a plaza el 14 de
Octubre, acompailuda de varias familias que qui.
siel'on libertarse de las fatigas del sitio; mas co-
mo el enemigo tuviese á la sazon muy estrecha-
da la plaza, J' mas particularmente guardados los
puestos escabrosos; conociendo OJonell la difi-
cultad de atravesal' estos, acometió por el llano
en la noche del 14 de Octubre, y arrollando has-
ta 25 pllcslos enemigos, penetró por medio del
cuartel general de Sohuan, que huyó deslIudo,
¡lhandolHlI1do entcramente su campo, y un rico
botin que no se (letuvieron á retirar los españo-
les pOI' la prccipitacion con que, despucs de ha-
ber pucsto flll~ra de combate mas de 200 caballos
enemigos .. se dirigicron á tomar po sic ion al ama-
necer en las alturas de Santa Coloma, en donde,
reunido Odollell con el Coronel Milans, rechazó
á 2.000 infantes y 200 caballos que venian en su
seguimiento, y le (ltacaron.


El esll'ccho bloqueo de la plaza de Gerona
iba haciendo sentir calla día mas á sus defenso-




('24'1)
:bü9. res los horrores del hambre desoladora, y á..


pesar de que conscl'valJan una heróica sel'cnidad
y alegría, lIluchos de ellos, en especial los foras-
teros J }lerecian de necesidad en los sopor¡¡¡)es de
las casas é iglesias; los hospitales estaban llenos,
no habia en ellos suficientes call1t*, y empezaban
á faltar las medicillas. En solo el mes de Octu-
bre perecieron 7S13 hombres dc la guarl1icion, filW
diariamcnte se disminuia por el considerable uú.
mero de mucrtos, hrTldos y enfermos; por lo
(lue el Gobernador dlspuw que todos los ofi-
ciales, menos los geres y ayudantes, se arma-
sen con fu.'Siles, é hiciesen el mismo servicio qUI:
los soldados.


Para dilatar la defensa todo lo posible ~ vien-
do (Ille ya no se encontraba carne de ninguna es-
pecie, se reservó la poca que habia para los hos-
pitales, y se dispuso que desde l.0 de OClubr<'
se diese á la tI'opa y Oficiales un cual'leroll d(~
pan, ocho onzas de trigo, y cinco onzas de acei-
te para condimcntal' esle por cada veinte plazas¡
mas como sc notase en los defensores cierta dc-
bilidad general por la f;¡lta de alimento de la
carne, se dió orden para matal' los caballos dI)
los Oficüdes y de los vecinos, y JcspU(~s de COIl-
sumidos estos se dctcl'minfÍ continuar m;¡landl)
las caballel'Ías de carga y tiro, empezando por
los 178 machos del segundo convoy, y conclu-
yendo con las acémilas destinadas á los acarreos
de defensa .


. El 18 de Octubre se concluyó el tabaco, gP.-
ncro de los mas llcces:lrios para el soldad o) y




('2-15)
({Ile ahví~ tanto sus fatigas como d mismó al1- 1dO!I,
mento. COtlc]lIyóse igualmente el carbon y la
leila, y por falta del primero tuvieron que cesar
los trabajos (le los cuerpos de artillería é inge-
nieros, cuyas labores estaban en una incesante
acti\'idaJ_ 'Por fah., de leila cocia la tropa sus
ranchos eOIl las vigas y madedmen que estrai"
de las casas arruiuadas por las bombas, llegan-
do á carecer aun de este recurso luego ql1e eesl~
el bombardeo, y uo pudiendo por lo tanto pI'.··
servarsc del frio en la rígida eslacioll en que (~Jl­
traban.


El Mariscal Augereau, nombraul.l para SIl--
ceder á Saint Cyr, tomó el mando del ejército d._~
CaUduila) y llegó delanfe de Gerona el 12 de o~­
tubre, regresando este úlLimo á Frallcia. Auge-
real!, como torlos los Generales que empiezan
operaciones, quiso distiuguirse á fin de pOJI;¡'
anunciar al Emperador su llegada, al mismo tiem,
po que una victoria que le dejase satisfecho df'
la eleccion que habia hecho en él como de UIlO
de sus mas famosos Tenienles. En consecuencia,
el dia H) de Octuhre alaco á Blacke en Bañoln8~
en donde se hallaba situada la division dcll\:b-
riscal de campo Don Martin de Loigorri, com-
puesta de 5.000 hombres; mas en el reconoci~
miento que intentaron 6.000 franceses, fueron ¡"e-
chazu(los sin cOllsegur el objeto. El 20 en núme-
1'0 de 3,000 infantes v 200 de caballería volvie-


"
ron al alar¡ue; mas fueron batidos comp1etamen o.:.,
te por las guerrillas espailolas, quenlaado Sil
campamento, y ocupando los cspaüoh:s áS;m




(246)
1809. Martin de las Esposas y Santa Colomn de Farnés,


dcsde donde su vanguardia, mandada llor el
Brigadier Don Enrique Odonell, se adelantó á
hacer Ull reconocimiento, y cncontrándose en
Bascara COll los enemigos el 21 , fue cargado, y
se reti¡'ó , aunque despllcs de logrado el objeto.


El dia l.0 de Noviembre quiso Augereau re-
petir la intimacion á la plaza por medio de tres
soldados cspailoles, hechos prisioncros el dia ano
tes cn la accion de Buscara; pero no [ucl'on re-
cibidos, asi como tampoco un Oficial f¡'ancés
que vino á exigir la respuesta del anterior mcn-
sage.l y al C]ue se intimó la orden de retirarse.


Eran ya á la sazon tan estremadas en Gero-
na el hambre y la miseria, que aun los auimales
mas inmundos se deseaban y compraLan á un
precio exorbitante, y no tan solo se reputaban
como un plato delicioso las carnes de las caba-
llerías, gatos, perros y ratones, sino qlle hasta
los animales muertos de enfermedad, en vez de
arrojarse al campo para podrirse, eran devora-
rlos con ansia, llegando hasta el tcrrible caso de
comer la carne cruda y .sin condimento pOI' ca-
recer dc este y de leila.


En lan desesperada silllacion crecia elllLIme-
ro de víctimas, y á la gual'l1iciOll solo se le pa-
s3ba ya un poco de trigo y un cuartero n de pan,
que á veces servía para dos dias. Algunos gefes
de la tropa de la guarnicion, deseando evitar ]a
terrible muerte dd hambre, sugeri<lll á los sol-
dados la idea de abril'se paso rompiendo la línea
tnemiga , l' perecer primero que ser víctimas




(247 )
del hambre y de la miseria. Mas esta efavescen. 1809.
cia ~que amenazaba la pérdida de la disciplina
militar, fue contenida por las sábias disposicio-
nes del Gobernador, quien hizo convocar una
junta militar para tratar de este negocio, y la
esperiencia posterior demostró que los promoto-
res de esta idea entre la tropa no llevaban mas
mira que la de salvar cobardemente su vida, co·
mo lo verificaron á pocos dias pasándose al cam-
po enemigo.


Pal'a colmo de miserias al hambre se reunió
la mas terrible desnudez, que, unida á la falta de
leña para calentarse, arrebató la vida á muchos
soldallos , y no hubo uus medio para resgual'-
dudos algun tanto de la intemperie, que el de
recoge,., como se }lÍZO pOI' orden de la J unta, los
pafios y bayetas que se encontraron en las tien.
das. Faltó tambien el calzado y los materiales
de que se fOI'ma, y para 5uplido se l.icieron
aLarcas á la tropa de las pieles de los animales
muertos.


A pesar de todas estas medidas, dictadas por
la sabiduría de la Junta gubernativa, y ejecuta.
das pOI' el celo y patriotismo de los habitautes,
los efl'ctos de la necesidad crecian visiblemente,
y cn 15 de Noviembre fue preciso dcjar de su-
ministrar ya á la tropa la poca carne que se la
daba dos veces á la semana, para reservar la de
las pocascilballerÍas que restaban, para el susten-
lo de ]os enfermos.


El Mariscill Augereau hizo por entonces inti-
mar otra vez la rcndicion á la plaza; mal; los par.




('248 )
tdr)~, larnentarios fueron allUyentados á cañonazQ~.


El ha 111 Ore iha en illllll en to, y era ta 1 la de-
hilidad física, quc muchos soldados morían en
.Ios hospitales J y aun algunos en los mismos
Gual'Leles sin enfcrmedad alguna. La guardia que
plarnecia la brecha, tenia, cuando se mudaLa,
'lue descansar en el camino, J lomar alicuto en
la calle que sube á la catedral .. y toda la gual'lli-
eion se hallaba acometida de 1I)]a terrible disCH-
t\~ria, efecto del trigo cocido con solo agua, de
que se alimentaba.


En la noche del 2 al 3 de Diciembre hizo el
Mariscal Augcreau romper un vivo fuego contra
la plaza, y se.apoderó á viva fuerza de las obras
'~stel'iores, á pesa¡' de la vigorosa resistcllcia de
hs siliaoús. En la tarde del 7 se vol vió á intim¡¡ r
¡lor última vez la I'endiciou por mellio de un Ofi-
i;Í,¡l francés, ofreciendo una honrosa capililla-
GÍOll, y arnenazando con los rigores de UH asalto
~¡ no se accedía á ella: El General Alv&l'ez yada
('0,¡tra¡}o en una cama, víctima tambicll, dc la
)¡ecesidad, que alcanz1ba á todos los habilantes
ele Gerona, y se agravó su mal en términos que
fue preciso administrarle el Santo Viático y cn-
c~ll'gat' el mando de la illmortal Gerona ;Í su Tc-
tueute uc Rey Don Jl~\ian Boli'lal'. En los tlias 8
y 9 continuó el bombardeo, y el 10 rompió el
sitiador un terrible fuego con todas sus LallTía".
Sus efectos, y; los repetidos putes de que iban
cayendo en poder del cuemigo los arrab,,1'~3 ,le
h plaza, obligaron á que se tratase ya de cilpi-
llll<!cion por la Junta. guhernativa. Concluicjus




(249)
absolt:ülme n le todos los víveres, perdida toda 1809.
esperanza de socorro, sin tropas suficientes para
guarnecer las brechas, postrado en una cama
d inmorlal Alvarez, (lue daba impulso y vida á
tan gloriosa defensa .. llenas todas las calles de
desgraciados, que con sus lamentos traspasaban
l(1s cor;¡~ones sensibles que 110 podian auxiliar-
los. \' los veian morir desfallecidos de necesidad,


/ ,


.' cubiertas de uiüos desamparados que habian
perdido á sus padres durante el sitio, eomhatien-
do por la liberlad de su patria, y que llevaban
pintada en su fisonomía pálida y desfigurada la
imagen de la muerte, de que iban á ser presa.
L;, desgraciada situacion presente, la angus-
tia de lo futllro, los tlloribullclos y los muer-
tos c!üe no padian ser enterrados mas 'fue en
los patios de las casas, infestaron el aire, y
.nncnaznban con ulla terrihle epidemia á 105
que habian podido sobrevivil' ¡í tantos y tan re-
petidos átaque5, y al rigur de tantas priva-
cIOnes.


COllvocél,los los geft'!'i militare_~, l¡:¡~ corpora-
ciones de la ciudad., los sllperiores de las reli-
giones, el Obispo, los pro-hombres de lo . , gre-
mios y demas autoridad.es, la Junta de gohierno
les Lizo presente la imposibilidad de continual'
la defensa, ni aun por veinte y cuatro horas, y
por consiguiente la necesidad de una pronla ca-
pitubcion, si querían evitar la destrllccion total.
EntollCi:S se dieron plenos poderes al Teniente
Coronel Don BIas Fournás, quien pasando al
cuartel general oe Allgereall, concluyó una capi-


1'0,10 Il. 32




(250 )
1 .... fl9. l' h uv tu aClOn sumamente onrosa) por la que ~c COtl-


cedieron á la guarnicion los honores de la guer-
ra ) quedando prisionera, y drbiclldo sel' Ca!l-
geada en uno de los puertos de Francia; se ofre-
ció respetar las propiedades y habitantes, y pro-
teger la Religion, fij;índosc cn ella el modo con
que se había de hacer la cntrega de ]a plaz.:1 al
dia siguiente 11 de Diciembre) en que en efecto
tomaron posesion de ella los enemigos, En la
noche del 10 al II como unos 300 soltlndos y al-
gunos oficiales de la guarnicion, temiendo que
no se cumpliese la capitulacion , intentaron eva-
dirse de la plaza; mas descubiertos por los si.
tiadores, que ya estahan alerta de antemano
contra esta tentativa que recelaban, se VlCron
precisados á retirarse, ellLregámlose como los
demas.


Esta biz~l'ra guarnicíoll., l'ctlllcida <Í linos
4.000 hombres, pasó á Francia sin q!l;~ tllV ¡ese
el consuelo de ser cangeada, con <lrreglo á la ca-
pitulacion, para poder continuar derramantlo su
sangre por el C:1nlivo Monarca, y fall(~ci~ndo
t1i~ resll1t<lS de los trabajos y pellalidacL>s 1>11-
frirlns en la plaza, en los hospitales '} ¡{l'¡j(j~i­
los (le Francia un gran uúmero de SLlS i.ndi\i-
ell1os.


ESl I'I'~no file el dolor tle estos \'nliellles al ~c­
p;¡rarse (le los ilustres habitantes de Geroua, CUll
quienes tantas \'{~ccs habían compartido el SlJ:i-
tenlo, los trabajos y los peligros de todo gl'nero,
y llevando el desconsuelo de dejar en podpr dI:
los enemigos á su inmortal Ge)hCI'I1::ulor y Cl'lle-




(251 )
l'al Ilon :\Lnianú -"lvarez, héroe de caracter io. 1809.
llc_ .. illle J {l quien en los mayores apuros y COIl-
nielos no conmovieron nunca las amenazas de
los clIPrni30s, el horroroso bombardeo, la rui-
lIa de la ciudad y la epidemia que reinó en
tila, pues na sllperior á todo la grandeza de su
,11 lIla.
A~, i S llCU111 hió Gerona df~S pues de haber a go-
t~ido todos los ]'f:Cllrsos, de haberse sostenido mas
tiempo que la guelTa de Auslria .Y su armisticio,
y de llaber hecho la defensa militar mas glo-
riosa de los tiempos modernos; justificando
arpa·l dic.ho de Carnot, de que en la defensa de
',le; plazas el valor y la industria no bastan el
11110 sill la 01 ra; pero que reunidos lo pueden
ludo.


Cuatro dias despucs de In capitnlacion se pel'.
mitiú s;¡]ir de Gerona para el cuartel general del
cj( rcito e~pañol de operaCiOlll'S al Capilan del
ns;n¡;,>1110 de Borbon Don Carlos Mesia con los
(·q,ulos dd númcro de la tropa y oficialidad que
comp(.nia la guarnicion de la plaza, y con la
copia de la capitulacion. Halló al eji~rcito en las
inmediacjones de Vich, cn el pueblo de San Ju-
lian (le las Ollas, y entregó los papeles al Mar-
q¡I(~S ele Portazgo, (Iue habia reemplazado en el
TlI:¡~)(lo ft D1acke, ([ue se habia retirado de Catalu.
lla ; y c\-acua(la su comision, en cumplimiento
(l<. la prdahl'a dc hOllor que habia dado, regresó
cllal 01 ro H{~g111o ,i Gerona pnra seguir la sner-
\(. de los delllas compaüeros de armas prisio-
11('1'0.' •




(252)
1309. El illmortál Alvarez de Castro, á quien la


enfermedad hizo no tener la menor parte en la
inevitable pél'diila de la plaza, recibió una guar-
dia de honor con el objeto de asegurar Sil ¡Jl'r-
sona, llegallllo <JI estl'cmo de ponerle un c!mli-
nela de vista.


POI' un artículo de la capitulacioll tod'JS lü~
eclesiásticosdebian ser comprenditlos en la st\l~r­
te de los demas habitantes; pcro como 10') con-
ventos habían servido de cuarteles para la tropa
durante el sitio, y Jos franceses al tiempo ut',
ocuparlos habían hallado en ellos algunas armas
y municiones, se aprovecharon de esta circuns-
tancia para acriminarlos, Supo!lü~ndo qlle tenian
ocultas aquellas con el designiu (le armarse de
nuevo en el caso J(~ acercarse ,i la plaza el Cjf~l'­
cito espailOl. Con este pretesto lodos los reli¡;io-
sos fueron encerrados en la iglc:;ia de Sau «'nn-
cisco de Asís con utla lltlBlCl'QSa guardia tle ar-
tillería á la plwl'la; y el 21 ue Diciembre) {¡ cosa
de la media noche, fueron sacados de la ciuuad
COIl ulla numerosn (~scolta de infantería y c.'1ha-
Hería pnra ser cond1lcidos á Perpiüan, (odus ,í
pi'! á esccpciotl de algullos :\l1Ci¡¡U~iS y enf::!'lIlOS,
á (1ui'.:11es se trallsportó CI1 Cdrros dcscubi';rl\)s.
En la misma noche del 21 de Diciembre hici.'-
ron snlir los cuemigils para el mismo destino al
General Alvarez, <Í pcsa¡' ila h;:dlars(~ allll lJll:;-
trado en cama, metiéndole eH uu Hlal coche C\)II
su Secretario, un criarlo y un Ofleial fral1ces qllc
respondi.a ch, é1. "\si (lue llegaron ,t Pcrpiil:ln ';c
les rellnió con los uemas prisioucro~ eH la ,'iil-




(253 )
Jadda, sin comunicacion, hasta que en 9 dl~ Euc- !tiO~1.
ro de 1810 partieron con destino á la ciuuad de
Emhrun, en el DeHinado, escitando. por los
pueblos del tninsito, en que murieron muchos
de enfermedades y de escesivo frio, la mayor
co.mpasion y lástima.


El General Alvarez á su llcgada á Narhouó'l
fue encerrado. en la carcel militar , y en la no-
che del 10 al 11, cuando creia ser internado en
Francia y puesto, aunque indignamente, en ulla
fortaleza, como el hcróico defensor de Zaragoza,
se halló sorprendido en estremo al intimarle el
dia U la orden para volver á Figucras solo; pues
su secretario y los religio.sos debian seguir ade-
lante á Embl'lJl1. No dudó ya de la trágica suerte
que le amenazaba; pero s II constancia igualaba
á su fortaleza y valor, y sin la menor muestra de
dolor rcgn;só á Figucras, en donde encerrado en
en un oscuro calabozo se le halló muerto el 22
de Enero. Es sensible no haber podido saberse
la causa cierta de la muerte de este inmortal
héroe; pero casi no queda duda de que fue en-
vencuado de orden del feroz Bonaparte. En la
misma maüaua dd 22 fue sepultado su cadáver
con la corta pompa que pcrmitian las circulls-
tancias.


La gloriosa defensa de Gerona, cscitando la
admil'acioll .Y t:l asombro de toda la Enropa, hi-
ZO que la patria reconocida por medio de la Junt.a
central rna nifestase su a gradecimiento á ilUS heróicos
defensores, quc yacian diseminados en los depósitos
y pri:-;ione:i lle Franciaj y po.r un real decreto de 3




(254 )
1809. de Enero de l8lO declaró Lelleml~rit.os de la p~i­


Iria en gl'aJo heróico y eminente á los hahitan-
les y guarnicion de Gerona, digna ele todo ho-
1101' y alaLallza la memoria del intrépido DOll
Mariano Alvarez, concediendo á la faluilia lle
este los honores debidos á su invicta cOllslancia
:f ardiente patriotismo: ascendió con un grado á
todos los oficiales que se habían hallado cn el si-
tio, y se concedió á los soldados la grarluaeion
de sal'gentos : fueron declarados nobles personaL
mente todos los defensores de Gerona, sus \'('ei-
nos y sucesores, y se acordaron pensiones y so-
corros porporcionauos á las circunstancias para
las viudas y huérfanos llc los que hubiesen prre-
cido en la defensa de:! la plaza: se declaró exenta
la ciudad del pago de contribuciones pOI' diez
años contados desde el dia en que se hiciese la
paz, y se Lletermin0 que los e!lificios públi-
cos destrlli(los por el bombardeo se reedificasen
Con toda magnificencia :1 costa del estado, eri-
giéndose en su plaza mayor un monumento para
eterna memoria del valol' de sus habitantes y de
su gloriosa <l,'fensa : se mandil que en las e Ipi-
tales del Heino se pusiese des,le luego una ins-
cripcion qlle contuviese las circlll1slancias mas
hcróieas ¡le este inmortal sitio, aCU113nJose una
medalla en su honor, como testimonio de gratitud
nacional por t.an emincnte servicio. Aun se
creyó corto premio ,í tanto m(~rito esta solemne
declaracion, y asi la JlInla central resolvió al
mismo ticmpo , que luego cfue se reuniese la I'e-
pl'csentacion del pueblo espai"lol en las C("rles




('255 )
flue estaban ya m<lndadas convocar.J se presenta- 1¡'¡O~i.
sp una esposicion fiel (lel principio y progresos
d(~ este memorable sitio, para que el Congreso
con la solemnidad debida acordase ]a digna y
esll'aordinaria recompensa de aquella insignc
ciudad, la cual fuesc como la .corona cívica (lile
.~c ponia sohre las sienes de Gerona.


En 14 de Setiembre de 1810 la Rl'gellCi<l de
Espaj¡a para premiar el patriotismo y constaucia
de sus ilustres defellsores , concedió á todos los
que se hallaron en tan memorable sitio, el uso
de una cruz, en cuyo centro se leia : sitio de Ge-
/'Olla de 18m); y la patria al 'valor J- el la COl/S-
tandll.


Xo fue lUenos honrada en particular la me-
moria del ilustre caudilIo de los valientes de Ge-
rona. A.l restituirse el Monarca español al trono
de sus mayores despues de su largo cautiverio,
hizo exhumar los huesos del General Alvarez en
:') de Julio de 1814, Y deposita dos solemnemen-
te en la capilla del castillo de San Fernando de
Figllcras. Trasladáronse mas adelante COn toda
wlemniJad ;Í Barcelona, en donde se celebraron
en Sil hOllo!' unas magníficas exequias, y despues
fnCl'Oll C011l111cidos los restos mortales de este
ltc'!roc á la ca pilla de San ~ aI'ciso de Gerona, en
donde se colocó en 30 de Octubre una lápida
con la siguiente inscripcion :


,QUAUDUS lIle JACET ALVAREZ
::-IUNC I,UML'iE PP,lVUS,


HIC .~n fORTIS CU)l TULlT ARMA fUIT:




(256 )
1-:1i),l. Hlf: \lR, HIt E:-;T HEROS NULLU:1f .'\IORITU1HiS IN _~y{}y¡,


CUI SCELERATA FIDES CEltTA VENENA DEDIT:


:l:'I'ERNUM VIVET NOnIS, FASTISQUE GEfl(iNllA'::
eUM JUSSU REGIS TOLLlTUR AR_\ PL\:


HOC !'i"UNQUACII POTERIT TEMPUS RETICERE SEl'llLCllO,
t-AMA MF:MOR A':VIS NON PERITURA eANET.


!\f.o.eeC.XVI.


Aqui desclinsan las cenizas de Al~'arez J terror
de los enemigos cUflndo empltll f ) la espada: este
file el hombre grande J el héroe que debía ser inl/lor-
tal .. ,Y qu,e murió de un veneno, que le preparó la
perfidia del ellemigo : su memoriu pasará á lus si-
glos venideros; Gerona la celebrará en sas fastos;
)" para perpetuarla mandó el Re)' erigir este sepul-
cro , que respetani el tiempo voraz;)' la ¡lIllla re-
cordará ti los siglos los hechos de tan benemérito
General. Aiio de 1.816.


El Capitan general Don Francisco Javier
Castalios, General en gcfc del ejército de la de-
rcella, hizo limpiar el calabozo donrle murió A1-
var('z, .v cerrarle con una verja de hi(~ITO, colo-
cando alli la siguiente insc¡'ipcion : ftlltriu asesi-
nado en esta estancia el dia 22 de Ellero ele l8l0 ..
1,íctima de la iniquidad del tirano de la Ji'randa, el
Gobernador de Gerona Don jJfariano A lvarcz de
Castro ~ Cll}'OS heruicos hedws ,t'ivirtÍn eternamen-
te en la memoria de todos los buenos. j)lando co-
Zocar esta lápida el Excmo. Sellor DOIl .Prancisco
Javier Casta/íos .. Capitan general del ejército de la
derecha ~ año de .1815.




(257 )
La p{~rdjda tle Gerona no ucsnnimó á los ca- lb09.


talanes, y el bloqueo de Barcelona fue reforzado,
y las guerrillas destinadas á interceptar las co-
municaciones del enemigo se multiplicaron, y
redoblaron su actividad.


Los ingleses por el mar ayudaban por cuan-
tos medios estaban á su alcance los esfuerzos de
los españoles. Lord Collingwood dispersó UI1
convoy ({ue había salido de Tolon con destino á
Barcelona; y el 25 de Octub~'e la escolta de este,
compuesta de tres navíos de línea y dos fragatas,
hahia siJo forzada á arrojarse en la costa, escepto
una fragata (lue ganó el puerto de Marsella. El
convoy, que se habia acogido ;i las playas de Ro-
sas y fue destrnitlo y tomado en parte en la no-
che del 31 por uu destacameuto de la escumlra
illslesa.


De este moclo, tan desgraciado para los cspa-
j¡oles, terminó la segunda campaüa; cuawlo de
la cvacllacion de Galicia J de la victoria de Tala-
vera y de los triunfo~ del ejército de la Romana
contra las tropas de Ney, debía esperarse uu re-
,sultado el mas Cavorahle á la causa de la patria.
1\1 u;; J paralizado el celo espaüol y los generosos
esfllcrzos de su poderosa aliada, una inaccion
terrible hizo inútil tanta sangre preciosa, vertida
con eterna gloria por la independencia de la pe-
nínsula. Lord Wellington se hallaba en Badajoz
en la época de la sangrienta batalla de Ocaña
con un ejército de cerca de 25.000 illglt'ses, que
anhelaba por comQutir; Beresford y Albllrqul'l'-
que bastaban para contener á los enemigos, tIlle


T(}MQ .r. 33




('258 )
1809. quedaban sobl'e Ja orilla derecha del Tajo; y si


por una marcha rápida, que su posicion le pro-
porcionaba ocultar el tiempo suficiente para lo-
grar su objeto, Welington subiendo por el Gua-
diana) se hubiera reunido con V cnegas en Con-
suegra, y hubiera atacado á José con los 80.000
guerreros que componian ambos ejércitos, es
incontestable que hubiera obtenido una comple-
ta victol'ia, y sus operaciones hubieran entonces
reparado las graves faltas cometidas en esta
campaña. A una maniobra semej:mte debieron
los romanos la victoria conseguida por los Cón-
s llles Li vio Sa linator y Cla udio N eron sobre As-
(Irubal, que conducia un ejército numeroso pa-
ra reforzar el de su hermano Annibal por el aüo
547 de la fundacion de noma. Claudio salió
de su campo, que ocupaba una posicion en-
frente del de Aunibal, tomó 10.000 hom-
bres escogidos y se reunió COIl Livio, sin que
bastase á detenede la falta absoluta de trans-
portes; pues segun refiere Tilo Li vio, Claudia-
nus exercitus nihil firme prreter arma secum i"
expeditionem tu/erat. El ejército de Claudio no LLe-
vaba casi mas bagages que sus a1'mas. Asdrubal pe~
reció con todo su ejército compuesto de 60.000
combatientcs,que fueron vencidos por solo 30.000
romanos. La histol'Ía moderna nos ofrece gran-
des ejemplos de esta actividad que acrecien-
ta las fuerzas de los ej ércitos, pudiéndose citar
infinitos rasgos de las primeras campañas de Eo-
naparte en la Italia, que nos harán convenir en
que ni el objeto generoso de la Inglaterra) ni las




('2~9 )
miras patl'lotlC3s de los espailOles, se tuvieron 1809.
en cuenta en esta infructuosa campaila. Desde el
mes de Agosto hasta el de Diciembre permane-
ció el cuartel general inglés en Badajoz, y los
ejércitos españoles de Venegas y de Areizaga
habían sido derrotados en épocas en que ni un
solo fraucés habia delante de los ingleses y por-
tugueses.


Por "aquel tiempo hizo Lord Welington un
viage á Cadiz para visitar á su hermano el Mar-
qués de Wellesley que vol via á Inglaterra; y re-
gresó á su ejército en 12 de Noviembre, eva-
cnnndo dcItodo la España para trasladarse á AI-
meitla con todas sus tropas, no quedando para
L o de Enel'o de 1810 ningun soldado inglés en
tClTitorio espaiiol.


El Marqués de Wellesley, como representan_
te de la Gran Bretaiia, aprobó las diposicio-
nes de su hermano, y concurrió con este á to-
mar la desastrosa medida de internar el ejército
i/lgl~s en Portugal por Almeida, donde su presen-
cia era iuutil; pues esta parte de la fror.tera se
hallaba defellLlida por dos plazas fuertes, por la
dilfisioIl del General BeresEord, y por el ejérci-
to dd Mal'f{ués dc la llomana á las órdencs dcl
Duque del Pal'que.


Mientl'as {IllC las principale~ fuerzas fnlnce-
sas estaban ocupadas en Portugal y en la Man-
cha, el sistema de guerrillas adquiria mayor
incremento en el interior de Espaiw. Convencido
el Gobierno central de quc no era tan facil al
!~jórcito espailol adoptal' las maniohras francesas




(260 )
1809. para los movimientos en masa y cargas á la hayo~


neta, y sobre todo el famoso sistema concéntri-
co tan victoriosamente seguido por el Empera-
dor Napoleon, adoptó el método de batir á los
franceses molesta n do los flancos de sus e j (~¡'ci tos; i n-
terceptando los vÍ veres y comunicaciones. De este
modo, si bien por de pronto no sepudiese uetel1c r del
todo el Ímpetu y progresos de las masas enemigas,
al menos se inutilizarianslls victorias, 'Iue vendri;lll
á costarles al cabo mas caras qlle á los vencidos.
A este efecto se autorizó á todos los espaüoles
para la fOl'macion de cuerpos francos, que hajo
la denominacion de partidas, dehian obrar con
independencia de los e i ércitos; y se publicó en
28 de Diciembre del aüo de 1808 un reglamento pa-
ra su formacion, comp¡'ensivo de 34 at·tículos,
eH donde se fijó el nÍlmero de individuos de que
deberian componerse, la subordinacion con que
deberian estar sujetos á los principales gcfes de
provincia, que debian dejarlos obrar con liber-
tao., proporcionándoles cuantos auxilios necesi-
tasen, y se detallaron los principales objetos de
su formacion. Destinnronse comisarios á toda~
las pl'ovincias del Reino, sin esceptuar las oCllpa-
das por el enemigo) á fin de fom(~ntar la organi-
zacion de esta clase de milicia) la que se verifi-
có con una rapidez estraordinaria, alistándose en
estas partidas, sin mas móvil que el de su patrio-
tismo, una porcion de hombres ohscuros J que á
fuerza de hechos gloriosos supieron elevarse á los
primero~ grados de la milicia, siendo aun en el
dia 11110 de sus mas helIos ornamentos. Enardecí·




(261 )
dos estos }lOmbres con los diarios triunfos (Iue con- i809.
sebuian sobre el enemigo, llegaron á tener una in-
fluencia ilimitada sobre sus compañe\'Os de ar-
mas. Entregatlos á sus solas inclinaciones, tlueños
de la eleccion del campo de batalla, del g(~nero de
ataque y de resistencia, sin una Líctica fija, mo-
lestaban contÍnuamcllte, y no dejaban descansar
al enemigo. Como no llevaban uniforme ni dis-
tiu tí vo a Igu no J los fl'anceses, confuntliendo á tan
decididos defensores de su pall'in con los faci-
nerosos y ladrones, y denomimíndolos como á ta-
les brigrlluls, castigaron en un principio con un pati-
bulo á cuantos cogian con las armas en la mano,
hasta que uno ele los principales gefes, como llle-
go diremos, de estas partidas, Don Juan Martin,
conociLlo por el Empecinado, y despues el Go-
bierno español, contuvieron este desorden, pu-
blicando que tres franceses por via de represalia
perderian la vida por cada guerrillero que fuese
condcnado á muerte.


En el mes de Marzo se dejó ver en la Higue-
ra ele las Dueñas, lu gar de la provincia de Tole-
do) confinante con la de Estremadura, el Presbíte-
ro Don Miguel de Quero, que con un puüado de
paisanos esforzados que se le reunieron, acome-
ti6 denodadamente á 46 franceses que se diri-
gian sobre Escalona, mató á 13 , é hizo 32 prisio-
neros, que presentó á la Junta provincial de Ba-
dajoz. Reunida esta partida por disposicion del
Gobierno á Don .TOSl~ JoaC{Uill Aycsleran, y á Don
Francisco Longedo, alarmaron los pueblos de
Estremadura, reuniendo hasta 600 infantes y 100




(262)
1::l09. caballos, titulándose Voluntarios de la Crl1zada


del 'fietar los primeros, y los segundos LancerolJ
del mismo nombre, y Lajo este pie principiaron
á hacer sus correrías. En 29 de Junio batió esta
partida en Menga de Castilla á una division del
General HllgO, y enardecida con la victoria,
atacó el puente del TieLar, arrolló un cuerpo de
caballel'Ía francesa, y se apoderó de dos fuertes
convoyes. El General Cuesta agregó á su ejército
esta esfol'zaJa partida, y dándola un luga¡' prefe-
rente en su vanguardia, se distingllió en la batalla
de Talavera.


En la provincia de la Mancha, Don Isidoro
Mit·, Escrihano, con solo ocho hombres decidi-
dos entró en el mes de Marzo en la villa de
Consuegra, sorprendió 18 dl'agones franceses, é
hi zo re troce del' á 60 soldados de in fa 11 te l'Ía, que
conducian dos millones de reales para el Gene_
ral SeLastiani, cuyo rico convoy salvarolllluyen-
do precipitadamente hácia Ol'gaz.


En la villa de las Peüas de San Pedro se for-
mó, á las órdenes del Capitan retirado de mi-
licias Don Pedro Antonio l,amola, un cuerpo
franco en 1809, el que desplles de equipado
completamente á costa del vecindario, mar-
chó á reunirse al ejprcito del centro, com-
haliú con honor en Tudela, y pereció todo
"loriosamente en el segundo illmortal sitio de tl
Zaragoza.


En la villa de Mora formó Don Ventura Jime-
nez, con el ohjeto de hostilizar al enemigo, una
partida, (lue denominó de observacion de la íz-




(263 )
quierda del Tajo, la que se halló en la accion de 1809.
Mora, y de Y ébenes.


En Agudo se formó una partida compues-
ta de 6 dependientes del resguardo, denomi-
nada húsares de Ciudad- Real, á las órdenes del
Cabo primero del mismo Don Alejandro Fer-
nandez.


En Almodóvar Don Francisco Laso llegó á
levantar una partida de 80 caballos.


Don Francisco Sanchez levantó en Camuñas
la partida denominada de Francisquete, com-
puesta de 30 caballos, la que situada en el cami-
no real desde Madridejos á Despcñaperros, cogió
27 COrreos franceses, matando y haciendo lwisio-
neros á cuanlos los escoltaban.


En Castilla la vieja el Presbítero Don Gcró-
nimo Merino, Cura párroco de Villobiado, en el
Arzobispado de Burgos, inflamado de amor pa-
trio, apareció á la cabeza de una partida, com-
lmesta la mayor parte de feligreses suyos, y des-
pues de interceptar correos de suma importancia,
se apoderó en el camino real de BurgQs á Lerma
de dos carros de pólvora) escoltados por 40 france-
ses, que pasó á cuchillo, apoderándose en seguida
de la villa de Lerma. El mismo con solos 40 hom-
bres reconquistó en principios de Julio una car-
retería de trigo, que habian robado los enemigos
en el Quintanar de la Sierra; y á principios de
Agosto se apoderó junto á Quintana de la Puen-
te de 128 carros de pertrechos de gue1'l'a, J>3san-
do por las armas á 60 soldados enemigos Con su
Comandante, que los conducian. Este infatigable




('2G4 )
180Y. partidario batió á los franceses en otras distintas


ocasiones, interceptando correos sumamente in-
teresantes.


Fray José AI'mengol recorrió con una corta
pero intrépida partida, el territorio de Alba de
Tormes.


Don Juan Diaz Porli~r, llamado el Marquesi-
to, sobrino del Marqués de la Homana, levantó
en la villa de Currion , y en la de San Ccbrian de
Campos, en 15 de Enero de 1809, UIla parlida de
60 hombres, operando en el partido de Carrion,
SaldaÍla, Aguilar, Sahagun, y las montañns de
Guardo y Cel'vera, sorprendiendo en Paredes de
Nava á 26 franceses que conducian prisione-
ros á 40 ingleses, á los que dirron lihertad,
y llegando despues de varias y distinguidas ac-
ciones á acrecental'se de tnl modo, que en el
mes de Agosto cOllstaba ya de cerca de 3,000
hombres.


En Marzo de 1809 se formó en el lllgar de
Encinilla i á las ól,denes de Don Francisco 1.0-
pez y Don Juan GarcÍa, una partida denomi-
nada de húsares francos de Avila, compuesta
de 3,1 hombres, la que causó en diversas par-
ciales acciones una pérdida considerable al cnc-
Imgo.


En tierra de Salamanca Don GerÓllimo Saor-
nil salió al campo con 80 caballos, y se dirigió
desde Ledesma á Fuente del Sallcó, donde hizo
prisionero un destacamento frallcés, que condujo
á Ciudad-Rodrigo.


Don J ulian Sanchez se hallaba en las inme-




('265 )
diaciones de esta ciudad, batiéndose continua- 1809.
mente con gruesos destacamentos enemigos, J
causándoles los mayores estragos con su intrepi-
dez, arrojo y denuedo, tanto que el General
francés Marchand, poniendo precio á su cabeza,
dió las mas enérgicas disposiciones para el ester-
minio de esla partida.


En las márgenes del Duero se dejó ver el P.
Fr. Julian de Derica, capuchino, que con 70 cas-
tellanos hizo prisionero al General Franceschi,
y á un Edecan de Kellerman, á quien condujo á
Fuenteguinaldo con caballerías, equipages y mu-
ellas alhaias.


En el reino de Valencia se organizaron en
1809 en todos los pueblos partidas honradas de
guerrilla.J compuestas de paisanos de sus respec-
tivos pueblos, de conocida honradez, bajo un re-
glamento, para defender el Heino siempre que
fuese invadido por los enemigos, cuidar de la
tranquilidad, y perseguir los malhechores en su
territorio; los que se mantenían y se armaban á
su costa, escepto los jornaleros, á quienes se da-
ban 5 ¡'eales diarios por los pueblos desde el dia
de su salida hasta el de su regreso.


El Empecinado fue uno de los que mas se dis-
tinguieron en esta guerra: simple jornalero, sin
mas conocimientos que los limitados de su clase,
reunía la mayor dureza, acti vidad, vi gilancia y es-
fuerzo, é infatigable, tenia en contínuo movimien-
to al ejército francés del centro) sin dejarle sose-
gar ni de noche ni de dia. Puesto despues por h
Junta provincial de Guadalajara á la cabeza de


TOMO 11. 34




(266 )
1809, las tropas que se reunieron en aquella provincia


de las diferentes partidas que se fueron levantan-
do, y que separadas y sin ól'Clen Illas contrihuian
á la destruccion del pais, que á su defensa, hos-
tilizó á los enemigos incesantemente. En 20 de
Setiembre se dirigió contra una partida f¡'ancesa
de 120 infantes y 18 caballos, que se ocupaba en
recoger ganado junto al monasterio de Sopetran,
y batiéndola completamente la llizo encerrarse
en Guadalajara. El sobresalto de los franceses. en
esta ciudad fue tal, que acampándose aquella no-
che fuera de las murallas, enviaron á pedir con
la mayol' urgencia socorro á Madrid, persua-
didos de que los 125 caballos que mandaba Don
Juan Martin, era un numeroso ejército que venia
sobre ellos. Mil infantes y 200 cahallos con 2
caftones salieron precipitadamente de la capital
para auxiliar á los de Guadalajal'a; pero retroce-
dieron al saber que toda aquella formidable alar-
ma la habian. causado unos cuantos partidarios
espafloles. Al siguiente dia 2 t, 300 caballos fran-
ceses marcharon en busca del Empecinado, el
que encontrándose con ellos en Fontanar y 1\1ar-
chamalo, despucs de un reñido combate) los hi-
Zo hui¡' vergonzosamente, apoderándose de mu-
chos despojos de los vencidos.


El Empecinado, despues de haher sido sor-
prendido el 29 de Setiembre con alguna pérdida,
se retiró á reforzar su partida al pueLlo de la
Junquera, habiendo sostenido por espacio de
ocho dias vivos y con.tÍnuos ataques y reenCuen-
tros. Las proezas y valentía de este intrúpido par-




(267)
tidario hicieron que una multitud de jóvenes 1809.
que deseaban inscribirse en las banderas de la
patria, corriesen á alistarse á .sus filas, y entre
ellos es digno de citarse el ejemplo de Don Ca-
simiro de Gregory Dávila, que con 120 infan-
tes y 32 caballos, equipados y vestidos á su costa,
se reu nió á esta di vision, infundiendo en ella
tan estraordinario aliento y valor, que en 14 de
Octubre atacó y batió completamente á los ene-
migas, f{ue ocupaban la villa de Alvarez. La
Junta de Guadalajara, residente por entonces en
Sigüenza, dió las órdenes convenientes para la
manutencion y equipo de esta esforzada y nume-
rosa partida.


En la villa de Villaluenga de ]a Sagra, ape-
nas llegó la noticia del 2 de Mayo de 1808, cuan-
do se reunieron varios vecinos para interceptar
lacomunicacion de la Corte con Toledo) siguie-
ron algunos hostilizando á los franceses en el ca-
mino real de ambas Capitales, y en la ribera iz-
quierda del Taio, teniendo á su frente á Don
Juan Palarea, Médico titular f{ue era á la sazon
de dicha vilh, pero sin formar todaviacuel'po
organizado, subsistiendo en sus casas, y salien-
do únicamente cuando encontraban ocasion opor-
tUlla, procurando ocultar SlIS operaciones, que
no cbstante llamaron la atencion del Mariscal
Victor, por los muchos oficiales y tropa que se
echarn!1 menos., prillcipalmpnte en mediados de
Dicil'mbrc del mismo ailO. Asi continuaron hasta
pILo de Julio de 1809, que habiendo renuncia-
do solemnemente su partido el citado Don Juan




(268 )
1809. Palarea, salió al frente de seis hombres, que á


los dias siguientes se aumentaron hasta el nú-
mero de once, montados y mantenidos á su costa,
armados en la mayor parte con las armas de los
franceses muertos, abandonando voluntariamen-
te su casa, acomodo y bienes, despreciando to-
dos los peligros, y el mayor de todos el de mo·
l'ir en un patíbulo si caía vivo en poder de los
enemigos, y titulándose Comandante de la partí.
da de corsarios terrestres de su nombre, á canse.
cuencia de la real órden de la suprema Junta
central del 6 de Abril anterior, dando muchas é
importantes acciones.


Este valiente patriota reunia al esfuerzo de
los demas partidarios, un carácter mas humano
y político; y el buen trato que dió á los france-
ses que cayeron en su poder, fue causa de que
el General Gobernadol' de Madrid BelIiard eIo·
giase su conducta generosa con los vencidos.


En el Reino de Aragon se presentaron con
partidas Don Miguel Sarasa, el Beneficiado de
Laguares, y Don Francisco Vinós, en el Conda-
do de Ribagorza.


Habiéndose presentado á guarnecer el punto
del Almaden Don Tomás de Zeraill, Mariscal de
campo de los reales ej ércitos, con la quinta dí-
vision del ejército del centro, trajo órden de la
Junta superior de Córdoba para formar un cuer-
po de caballería, siendo su Comandante Don
Juan Ve lasco y Negrillo; y en efecto se formó
con 160 hombres, para los que este vecindario
suministró 50 caballos todos de marca, ensilla-




(269)
dos y dispuestos para montar, viniendo el resto, 1809.
vestuario y armas de Córdoba. Fueron sostenidos
por la referida villa de Almaden y pueblos de sus
inmediaciones hasta fines de Junio del mismo
año) que avanzó la division á la Mancha, se agre-
gó al ejército y no se volvió a tener noticia del
referido escuadro n , el cual se formó de paisanos
y soldados dispersos.


En la Rioja se formó una partida de curas y
frailes, bajo la der.lOrninacion de Cruzada de
Rioi a.


Cuevillas, niltural de Cervera del rio Alhama,
ejercitado antes en la peligrosa ,car,rera del con-
trabando..> el Monge Lemardo de Herrera, el Cura
Tapia y otros varios decididos patriotas recorrian
la Castilla, Rioia y montailas de Santander.


'En la provincia de Alava apareció la partida
de Longa , el cual abandonando los instrumentos
propios del oficio de herrero que ejercia, empu-
ñó la espada, y batiendo á los franceses en dife-
rentes ocasiones, descubrió un talento militar
uada comun, llegando á mandar una division de
6 á 8.000 110mbres con la habilidad de un táctico
consumado.


En Asturias se apareció igualmente la partida
de Bárcenas; en Castilla la nueva, la del Pas-
tor; en Vizcaya, la de Mendizabal; en Cata-
luña, las de Rovira y Clarós, y en otros puntos
otras muchas, que compuestas al principio de
un puñado de hombres, llicieron prodigios de
valor, aprovechando los recursos que les ofrccia
y prestaba la buena disposicion de los habitan-




(270 )
180~1. tes) y la misma configuracion del territorio es-


pañol, cortado por multitud de ríos, arroyos y,
montañas.


Estas partidas ~ informadas con tiempo de, Lo-
dos los movimientos ,de los enemigos y de su nú-
mero, se separaban Ó reunian con la mayor faci-
lidad; y seguras de la fe inviolable de suscom-
patriotas, y protegidas de estos, burlaban la es-
quisita vigilancia de los franceses, y permane-
cían ocultas dias enteros aun en las mismas puer-
tas de las cíud::Hles ocupadas por estos, acechan ....
do Con ansia el momento de atacarlos y sorpren-
derlos cbn fuerz.a.s superiores, sin darles el tiem-
po nécesario pára ponerse en defensa contra su
primer Ímpetu. Nada eslaba al abrigo de la acti-
vidad, audacia y esfuerzos de los gefes de partida,
y ya obrasen aisladamente -' ó en pequeños cuer-
pos, incluietaban tan sin cesar á los ejércitos
franceses, que estos se veian forzados á redoblar
el servicio, y á estar perpétuamente, sobre la de-
fensiva. Semejanle género de guerra, aun cuando
inmediatamente no pudiese traer. decisivos re-
sultados, seguido con constancia, y sobre todo
con valor, llegó á debilitar considerahlemente al
ejército enernigo. Atacados y destruidos sus des-
tacamentos pequeños y cortas gu~rniciones, in-
tel'ceptallos sus convoyes, COlTeos" equipages y
viveres, llegaron á verse ]os franceses en el cs-
tremo de no atreverse á viajar aun por los mismos
caminos reales, sino en cara vanas, y escoltados
por algunos miles de soldados.


Eslas guerrillas hicieron un gran número de




('271 )
prisioneros, y entre eslos se cuentan el General 1R09.
Franccschi, cogido, como hen10s indicado, por el
Capuchino; el Coronel Antoine, sobrino de José,
y Ayudante de campo de Berlhier; el Coronel
Banks, que llevaba á Madrid la noticia de la paz
de Francia con Austria; el Coronel portugués al
servicio de Francia Conde de Sabugal; el correo
que conducía á Soult el despacho de Mayor gene-
ral, y el que el Ministro de José, Azanza, espi-
dió de Paris, comunicando oficialmente que Na-
poleon trataba de reunir á su imperio la España,
y otros varios correos con. correspondencias su-
mamente importantes, y cuyo contenido sirvió al
Gobierno español para tomar enérgicas providen-
cias para la defensa de la patria.




('272)


CAPITULO XV.


Mala inteligencia entre los gefes ingleses y españoles.-
El ejércitn francés invade la Andalucía.-Paso de Sier-
ramorena. - Accion de Alcalá la Real. _ Toma de Gra-
nada. - Defensa y ocupacion de Málaga. - José Napo-
leon en Córdoba. - Entra en Scvilla. - Proclama al
ejército francés. - La Junta central desde Sevilla se
traslada á Cadiz. - S us disposiciones. - Odio violento
del puehlo á la Junta central. - March.a el Duque de AI-
burquerque á Cadiz con su ejército. - Formacion de una
Junta parasu defensa. -Salva á esta plaza. - Se aumen-
ta el odio contra la Central. - COl1vocacion de las Cor-
tes. - Creacion de una Regcncia. - Cesa en el gobierno
la J uuta ccntral. - Contestacinncs del Duquc de Albur-
querrlue con la Junta de Cadiz. - Sonlt intima á Albur-
querquc la rcndicion. -Mensage dcl rcy José á la Jun-
ta de Cadiz. - LacólIica y enérgica contcstacion. - El
Duque de Alburqnerque separado del mando del ejérci-
to. - Su muerte en Inglaterra. - Premio de sus ser-
vicios.


1810. El fin de la campaña de 1809 no había sido
nada favorable á los españoles, y la maja inteli-
gencia que reinaba entre el Lord Wellington y los
generales españoles, causaba la mayor alegría á
N apoleon Bonaparte, que conocia todo el fruto
que po(lia sacar de tan funesta clesllnion. El Du.
que del Infantado, Castaüos) Cuesta, Venegas y
otros varios generales españoles manifestaban
abiertamente la indignacion que les inspiraba el
proceder de los aliados. Lord Wellington por su




(273)
parte alrihuía la pérdida del frulo de la batalla 1810.
de Talavera.J y el na haber conseguida la ocupa-
cion de Madrid, á la incapacidau de las tropas
del General Cuesta, á la [alta de medios de trans-
porte, y á la escasez de ví ve1'I:'$. Ya hemos dicho
que el General inglés abandonó uel todo el ter-
ritorio espailOl, y qnc para ¡wincipios de Enero
de 1810 habia hecho internar todas las tropas de
su mando C'H Portugal J dejando aislados de este
modo los ejércitos espaüoles J y Ji!l1it.~{ndose á
cuLrir alplella parte de la Península que los in-
gleses han mil'ado siempre como una di' SIlS mas
I)reciosas posesiones. El Porlngal eslaba á la SlI-
zon enteramente som(~tido á las disposiciones del
Lonl "\Vdlin;;lon, y la Regencia establecitla en
Lisboa no era sino la sombra de Ilnu alltoridad
Hue se doblaba Lcilmente á las insilllJaciones de


J


los generales ingleses) pudi(~ndo considerarse
,rellington en Portugal corno cn una de nqncllas
\Jstas provincias de la India, en que la voluntad
de los rajas y navadcs se halla sometida á las de-
cisiones ue un simple 9apitan ingl/:s.


El cadeter espaÍlol, inuel)cndicnte y altivo,
habia rehusado, aun en medio (le las mas peli-
srosas crisis, la proposicioll gue se había hecho
repetidas veces por los ingleses, y que se reno-
vó en principios de este ailO, para que sr les per-
mitiese guarnecer el importante punto de Cadiz,
situado en la estremidnrl meridional de la PenÍIl •
.liuIa en una posicion ínespllguable. Neg,)se cons-
tantemente el Gobierno esp¡¡fw} ;Í las reiteradas
instancias del Gabinde in g l{·s, p l'~testando que


TOMO 11. j~




('274)
1810. se veía en la necesidad de respetar la opínion pú-


blica, que miraba como la base de su autoridad.
MI'. Frcre, con arreglo á las instrucciones de


lIiU gobierno, insistia sobre la necesidad de tener
alguna fuerte posicion en las orillas del mar, á
fin de poder recibir refuerzos de Inglaterra, ó ase-
gurar la retirada de los ejércitos de esla uacíon
en la Península, declarando que si los espaüo-
les no consentian en la admision de tropas in-
glesas en CiÍ.diz, S. 1\1. B. 110 formaria ele esta
resolucion un objeto de queja COnll'a el gobiel'-
no español; pero que si este continuaba mos-
trándose insensible á 10 que parecía tan útil á sus
mas esenciales iutercses, y á los del ejército in-
glés en Espaüa, S. 1\1, n., sin dcjflr de cumplir
los pactos que habia contr:1ldo, tCl1clria por de
pronto que abandonar la lllcha á los esfuerzo.:>
solos de los espaüoll~s. Se citaba para convencer
al gobierno espaiíol el ejemplo del POl'lugal)
que no habia dudado en admitir las tropas in-
glesas , y en que ('stas ocupasen sus fortalezas,
y un puerto que aseguras~~ su retirada y embar-
que, aüadicndo que este mismo ejército, unido
al de los portugueses, se hallaba en estado ~ no
solo de pl'oteger el Portugal, sino de cubrir en
circunstancias mas favorablrs las provincias de
Espaiw limítrofes de a(ple1 Reino, l\bs la Junta
central fue inacc/!sible á Lan rcÍler:Hlos at3<111f'S,
y solo permitió 'il](~ en los Jias en quC' la cluda(!
d,~ C:ldiz se vió ¡:¡mcnazacla por los fl'allc(,sc~,
entrasen en a r¡ IIP,) puerto dos regimil'utos ingle-
ses i pero sin que ocupasen fULrte; algu:w J y de~




(275 )
hiendo rccihir diariamente los víveres para su 1810.
subsistencia. Esta desconfianza fue llevada tan á
mal por los ingleses, que permanecieron pasi-
\,1)5 en e] momento en que su cooperacíon era
U1ClS necesana.


Napoleon, que sahia aprovecharse oportuna-
mente de tOllo, no bien supo la retirada de 'Ve-
l1ington <t Portugal, mandó inmediatamente á su
hermano José que se aprovechase de este movi-
miento retrógauo, por el que se le entregaban
indudablemente las llaves de la Andalucía y de las
ciudades de Córdoba, Granada, Sevilla, y aun
de Cádiz; y seguramente, si N apoleon se hubie-
se hallado presente en este ejército, y si la indo-
lencia de José no hubiera impedido al Mariscal
Soult llevar á ('[ccto las intenciones ele su amo,
las tropas francesas hubieran ocupado hasta la
misrna plaza de Cádiz.


Soult, en virtud tIc las órdenes de Bonaparle,
dió sus disposiciones para penetrar por las gar-
gantas de Sierra morena , defendidas tan solo por
20.000 espaiJoles, conslernados auu por Jo¡ der-
rota de Ocaüa. El ejército francés, reforzado
por las tropas que o{'spues (le terminada la guer-
ra del Austria, habia en viado N apoleon á Espa-
üa, se dirigió en 11límero de 50.000 hombres á
tomar posesion de las Andalucías , creyendo que
era ya llegado el momento de dar fin á la con-
quista de la Península, aprovechando la rcunion
tan oportuna de circunslallcins que se pl'esenla-
ha. En efecto, las desgracias de OcaiJa y de Alba
de Tormcs, la rna1a inteligencia (ine reinaba "ll-




(~76)
1810. tre los aliados, la ventajosa paz terminada en el


Danubio, y la poca confianza que se tenia en la
Junta central, todo parecia estar conviJimdo
para esta cspedicion, á cllya cabeza se deciJió
;\ ponerse d misn:!O José Nnpoleoll; y saliendo
di>' Madrid COII toda la Cortc á principios tle Ene ..
ro, marchó Con dircccion [1 Sicl'l'all1orena al
frente del cj¡,rcito franet,s, y lIcv:lndo á sus ór-
denes á los :\Ial'iscalcs Victor y Morticr, á los
Generales Spbastialli .r DesulJes, .Y por Mayor
General á Süult. Lleg;;dos al pie (h~ Sicrramore-
na) los franceses maniobraron sobre la izquier-
da y derecha de la línea espailOla en Almaden
y Montizon, con el ohíl~to de Ilebilitar el centro.
El 19 ocuparon el Viso) el Visillo, Almedina y
Juan-Abad. El 20 el General Desoll('s forzó el
puerto del Rey, .Y se dirigió sobre In Carolina.
Uua brigada del cli~rpo de Mortier trepó por ~l
puerto del Ml1l'~daI , y flcilitó el paso del cami-
flI) real al resto de este cuerpo.


SeLastiani cntrpt:1l1to penetró por Montl'ZO\l
y San Estévall á vi\'a fuerza, despllrs ue vencer
la t(~naz resistencia que se le opuso. La divisi01l
cspailOla al mando del General Caslejol1 (juedó
fl;-¡r:;qucada en este (lia,:i al siguiente 2t, cuan-
do iha va en retirada, fue Macada en Arquillos,
cerca del Guaualill1ar , por Ul1a dd cuerpo del
General Seuasti,mi, que la hiz.o tolla prisionera.


La pt'TdiJa de Jos espnilOlcs e11 es/as dos jor-
nadns asccnltió ,1 2 Genendes, muchos Oficiales,
y 6.000 hombres prisioneros, habiendo nhando-
uado al enelm30 cuanto cUllstitUj'C un ejí'rcilo




('2i, )
en campal!:] J de almacenes, pal'fJucs )' hospila- HI'Cl.
les. Forzado el paso de Sierramorena, los fra 11-
ceses marcharon sin obstáculo h{lcia Granada y
Sevilla.


El 27 el Mariscal Soult, que en ausencia dI')
rey José n13lHl;¡ba este ejército J dispuso que el
General Sebasliaui marchnse con su division des-
de Jaen á Granada. Las n'líguias del ejército es-
pallO] <Joe se habían salvado de Ocalla y del ata-
que de SierJ'al11orcna) reunílla:> en nlÍmero Ile
7.000 hombres, á las órdenes de los Generales
Areizaga y Freire, y que se ibnn repll'gando S~)­
lH'e Granada, fueron alcanzadas por el cuarto
cuerpo, al mando de Sebastiani , el 28 de Enl'l'o
en Alcalá la !leal) donde se dió un choque sau-
gricnto) perdi{'l1dose y gallándose repetillas Vf1-
ces el pu(·blo, hasta (l11C eH 'lisIa de la esccsi,·a
superiori(lad cId enemigo., los españoles se reti-
raroll sobre Gllaclix, :;]¡auélolHll1do el parque de
artillería en Iznalloz J y retirándose Areizaga á
Murcia cen algunos cab:lllos que pudieron se-
guirle. El General COpOllS se retiró Con una diví-
sion al con d a do de N ¡cbla.


Aterl'nrla la ciudad de Granada cou tan l'l'-
pen!jna.~ derrotas, abrió sus puertas á Sdlastia-
ni en 30 de Enero, y ocupando este la ciudad,
dispuso que todos los funcionarios 11l'lblicos ;
personas notables por su rango y }'ir¡llrZas. , preso
tasen el juramento de fidelícl.ad al rey Jos(·. En
Granada se hallaba un batallon de 1.000 hom-
bres , compuesto de suizos, que despues de ha-
ber pertenecido al ejército de Dupont, se 11:1bióln




(278 )
1810. :llislado en las banderas de los cspailOles, los que


fueron perdonados por el enemigo, que les obli-
gó á jurar de nuevo fidelidad al Emperador, exi-
giendo por escrito á la oficialidad el juramento,
afirmado adcmas con la palabra de honor. Due-
110 Sebastiani de Granada y de los abundantes al.
luacenes de provisiones que allí tenia n los espa-
¡lOles) dispuso, (jUC para asegUl'ar la tranquili.
dad se fortificase la Alhambra, que hizo guarne-
cer con 6,000 hombrcs, y abastccer devívercs
para SeIS meses.


En seguida, cumpliendo con las órdenes que
habia recibido de marchar á ocupar á Málaga, se
puso en rnarcha para esta ciudad, en la que la
uoticia del paso de Sierramorena produjo una
conmocion popular, de la que se valieron Cllgunos
Sllgetos, mas patriotas que prudentes, para escitar
nI pueblo á una vig"orosa defensa, y deponiendo
LiS autoridades, promovieron un levantamiento
en masa, que no supieron organizar ni dirigir.
Colocóse á la cabeza del pueblo un f['aile capu-
chino; y entregándose á la mayor efervescencia
del patriotismo, se distribuyeron las armas en-
tre los habitantes que se alistaban á porfia en esta
eruzada contra el enemigo, que predicaban por
las calles y pOI' las plazas los curas y los frailes,


El General Sebastiani salió de Anteqllera el
:> de Febrero) y á la cabeza de su vanguardia
encontró en su marcha y arrolló á los pntrÍolas,
que se retiraron en el mayor desorden. U 11 des-
tacamento de caballería y un tren considerable
<in artillería intentó resistir con d mayor arro-




(279)
,0 el fuego de la artillería y fusilería enemiga; 1810.
}ero una carga de caballería los puso completa-
mente en denota. La mala dü'cccion de los ge-
fes dcllcvanLamiento de Málaga no trató <le po-
ner á cubierto ni al pueblo ni al castillo de HU
golpe de malla, y asi fue que la caballería frn 11-
cesa enlró mezclada con los fugitivos cn la ciu-
dad, en donde, á pesar de la resistencia que se
hizo en las calles y casas, penetró el enemigo,
y se poscsionó de ella en 3 de FeLrero, hacicn-
do pereccr en un patíbulo á los corifeos del le-
vantamiento. En Málaga encontraron los france-
les una cantiuad considerable de municiones,
143 piezas de arlillería, y una gran porcion de
géneros ingleses) que fueron inmediatamente
secuestrados con un'ugIo al decrcto de Berlín.
Los habitantes que nO quisieron pe¡'manecer en
la ciudad y someterse al gobierno intruso, se em-
harcaron en tres buques de guerra ingleses qu~
se hallaban en su puerto.


El rey José, en lugar de hacer marchar di-
rectamente sus tropas sobre Cádiz, se detuvo en
Córdoba el 27 , en donde en una pomposa prl)-
clama anunció á los españoles que la guerra de
España, cuyo éxito jamas habia sido incierto)
tocaba á su un; que los habitantes de CÓ1'doba
no aeu.ian de ver en lo~ soldados franceses sino
amigos dispuestos <Í. ucfender!os. Lenguagc que
no es facil concebirse cómo pudo usarse por el
usurpador en una ciudad que en 1808 habia su-
frido el saqueo mas horroroso por los franceses,
y que habia visto pasar prisionero un cuerpo de




(280)
l;~H}. 20.000 de esto:j, al tiempo mismo que el propio


J osébllscaba á toda prisa un asilo del otro la-
do del Ebro, por no caer en las manos de Cas-
taüos.


El28 del mismo Enero el cnerro de Víctor llegó
¡í Carmolla) y el de Mortier á Ecija, y el 31 José y
Soultse adelantaron hasta la primera ciudad. El29
se presentó Victor con su vanguardia ¡leIante de
Sevilla; y esta ciudad, en ~lIj'o alrededor se ha-
llian levantado fortificaciones de una e:,tension
i1!mensa, y que exigían para su defensa un ejér-
cito de mas de 60.000 hombres, envió el 31 dos
parlamentarios, ofl'ecielldo su sumision, yexigien-
do que s~ convocasen las Córtes para establecer
las leyes del Heino) anulando la Constitucion de
Bayona. El General Victor prometió por escrito
únicamente proteccion, olvido de lo pasado, y
exencion de las contribuciones ilegales; que los
oíiciales solos sel,ian alojados en las cusas p;Jl'(í-
cularcs, y los soldados en los conventos y cuar-
I des. Se dejó á las tropas de la guarnicion en li-
hcrtad de continuar al servicio de José, ó de re-
lil'arsc á sus hogares dcspues de haber rendido
las armas. Scvilla abrió sus puertas el Jia 1. o de
Febrero á las diez de la mañana) y el rey José
se dirigió inmediatamente al Alcazar. Doscien-
105 piezas de artillcría y uu inmenso número de
armas y municiones tiuedaron en poder de los
franceses. José creyó que con la ocupncion de
Sevilla qucdaba termina Ja la conquista de las
Andalucías, y así lo manifestó al ejércilo en una
}I,)mposa proclama que dirigió á los soldados en




(281 )
f'\ rnl~n1O di" ele sn cntnHla en a'ludla p0pulüsa HlHJ.
cimLtd, y c~taha concehida en estos tórtnillos:


« SddaJos: ]a gllCtTil <¡ae el Emperador <len·-
" ha de termi!lal" LliI Sl,)riosamcntc COIl el AlIs-
dría, hahia reanima.lo bs esperanzas dd gallillc-
J) le brit:tnico. Sll~ ejf I'cilos marchaban á la COH-
1) (lllisl a ele ~J a l1 ri, I , e l'(~'yc lldo '(L~L ¡litado ele j é r-
1) ciLO francés por la diversion del DannLio, mal
II ill:,trilidos dcl po.ln del gr:llHle Imperio. L'13
ntropas de la iasLIIT:~eci()ll) aLl!\donaJas por sus
»pcetclHlillos aliado~) han hcch,) su t'!l¡ill1o es-
lli'lIerZO en el nl0ilH~llt() eLl que la paz se lil'mJ-
)lLa en Viena. Ocaila ha COnfU!lllido sus proycc-
)Jto~ iasrnsatosj no h.lb::is visto en sus filas mas
¡¡({ill> illl~os ;í (]Ilit:nes el Clll'llligo comun ha con-
))llucicl .. ) ¡iÍ p!'éeipiciu: (Iuisisteis s:llvados, y 10$
» he rl'cilJillu como :l hijos. Las barreras culoca-
ndas pOI' la llatul'aleza entre el norte yel llIC'tlio-
) día de Espa:ia, hall caído á vuestra presencia.
))No hab~i~ encontrado al olro lado di.! Sit'l'ra-
llmorena mas f[uc amigos. Jaen, Córdoba, Gra-
» na da y Se\' illa han abiert.o sus puertas J y ha-
))bl'is atravesarlo estas provincias con vuestro
)j valol' acostumhrado, ól'llen y discjplina, y en
» todas parles babcis hallaclo la paz, la abuudan-
))eía y una buena acogida. Soldados franceses:
») ¿cómo manifcstaros mi reconocimiento? El El!I-
llperador sabd. vllestra condllcta, y es la vollln-
» taL! del Hey de E~[H1Üa que ('n medio de las dÜ1i
)) columnas (le II(Tcldes se t~rija una tercera
)) dcstillfHla á transmitir <Í la posteridad mas remo-
))ta, y á hacer conoccr á los navecrantes, el nom-


" . ~1'()l1U 11. 36




(282 )
1810. nbre de los gcnernlcs y regimientos francese~


.»(Jne 11:m cOllquistado la ESp~li¡a.»
Este era el esLilo de las proclalllas del Empe-


rador Napoleon; mas este no 10 cflll'leuLa iarna~
sino despues de las victorias decisivas.


El Mnriscal Victor recibió órdl~ll de mar-
chal' con el primel' cucrpo sobre Ccídiz; mas ha-
bienoo el cil~reito cspnilol de la izquierda sabido
la illva~ion de las Alld:dllcías, b:'jó por d pncr-
to de 13:11105 ;1 Estremadllra 7 e!l duude el ~lar­
qués d(~ la Romann volvió (¡ tumar el mando.


El Ducpe de T¡'cviso, Morticr, fue J~slacado
de observacion) dcjal1l1o una brifrll1a en Sevilla,
y la oiyi~ioll de Desolles CIL1cdó en el reino de
Jaen y de Cónloba.


La Junta central que residia en Sevilla 7 lue-
go qllC supo la aproximacioll de los franceses al
GUiHb1111ivir, deterl1lilló S!l traslacioll ;í la hila
de Leon. Esta corporacian, cOtll)luesta de Su juuí-
viduos, se habia hecho poplllar, suprimicllllo los
impuestos mas odiosos; pero jdl1laS pose'yó la
confianza ni el aprecío de la n¡¡cion. La mayor
parte de las provincias desobedeciall sus órdenes,
y retcnían la administracían de las renlas; y sin
autoridad suficiente para disponer y eOllcentrar
los recursos del Reino, uo représcnLaba ni al Rey,
ni :í la aristocracia, ni al pueblo: era una reu.
nion demasiado numerosa para fiue hubiese uni-
dad eu sus ueliberaciollc,~ y prolltillltl en su cje-
eueion, y era ucmasiado lill1ital[o su número pa-
ra mir¡¡rse como la l'cpl'c.o;ellLJcion nacional. Des-
de un principio uo reparó eu ui.stribuir entre su~




(283)
vocales títulos y condecoracionc'l, asign;ímloles
crpcidos 8u('I[10s; y un espíritu de parcialidad
dirioió lllln "1':111 parle de sus disposiciones, por n tJ
lo respectivo (1 In guerra; mas sin embnrgo, sus
descos ernn los mejores, y brillabn en la mnyor
parte tle sus vocales cImas puro patriotismo.


El. estc ('staclo la Junta acol'dü el 11ec,'clo de 13
de Enero, por el qlle anunciaba al público, que la
Jllntn dl~bia lI:lIlal'se reullida en la Isla de Leon
pnl'n el L °de F'elJrero, resilliclldo cntre tanto en
Sevilla el competente lllÍmcro dc sus vocales pa-
ra atender al Ilespacho de los negocios, y dispo-
l1ir'ntlo que lIinguno de SllS individuos pudiese
ausentarse hasta el dia 20 de Enero. En la maila-
ua dd 24, [le.~plles de habcl· pennancciJo en se·
siOJl lJasl:l las 11 de la noche del 23, empezó la
salida de los vocales de la Junta J lIllOS en car-
ruagcs por tierra, y otros embarcados por el río
hasla San Lucar, llegando el 25 al puerto de
Santa María. C,'úan los franceses que la Junta
central se dirigía á Cádiz con el objcto de capitu-
lar Llesue alli; y esta especie que cundió rápi.da-
mente entre los espalloles, asi como la de que
tratah1 aqllella oc abandonar el continent.e espa-
flol para refugiarse á América, alarmó á todos
los pueblos de tal modo ... qu e los (IlIe m:lJ'chahan
por tierra, se vieron á riesgo ele perder SIlS "idas.
El Presidente Arzobispo de Laodic,'a J el Secre-
tario general Don PcJI'O Rib~'l'o, VaJdés, el cx-
Ministro de Marina, y Ova!lp, lino de los Diputa-
dos de Estrcmadura, fueron acometiJos pOI' el
populacho de Jerez de la Frontera, sin que 1as-


,


1810.




(284 )
1810. tasen á ponerlos á cubierlo su condecoracion y


sagr;,dú cadctel' , ni al vice-Presidente, el digno
y respetable Conde de Altalllira, su ilustre y
f1crisolad3 conducta; y apel1i(J,ílldolos jllíi"l,'~
y trni¡lores, solo debieron su salvacion y (,1 no
ser sacrificados pOI' el puüal de los asesinos, ;í
los rucgos de algunas personas (¡He ejcrcinn in-
f!l¡encja en la multilud, y qlle pudieroll COII';c311ir
quP fuesen ellcenados en un convento como pr,>-
:-:os de cslndo. Al primc!' aviso de estos CSCCS05
y J,'S,¡C;¡l0S el General C;¡slafios, que se llallaha
en la i:-.la de Leon, y á quien la Jlll1La cClltral
habia tratndo tan indignamente) olvillanllü todo
l'eSClllil1lienlO, que se ahriga solo en almas cn11111-
IH'S, rlió las di~pusiciunes necesarins, J de C."lt~
ll)()\!;) libertó ;Í lvs presos, lus que lograrull "al-
'<Irse y reullirse á todos sus COlllpaüeros eH lu 1:--
la de Leon.


Call¡z hubiera sido facilmcnte sorprclldidn y
ocupada ... ateudiclo el estado de alarma eH (lue se
lwilaba, si los franceses se hubiesen dil'iSi,lo sin
p¡'~l'(!ida de tiempo Ít ella; y se hubiera pcr(lido
indllrlalAcmeule esle impollanll' punto, destinaelo
por la Providencia para ser el Lduarlc de b in-
dependencia cSjlaiwb.


El DllqllC de Alb:lI'tluerqUi: (l11e mandaba el
ej'~rcito de Eslr8madill'il, recilJi~) únIcn de la Jlln·
ta ccnti'al CH los dias (PIe los ['l'anct's~s pc:ncLI':¡-
ron ca AtllLd.llGÍa, para (¡'Je dejando IIU pc'p;"-
- l' . 1 " l 1 1 .' . . 1 llÜ euerpo l \; OiJSt:,'v;,t.:ion a lren e (e Cj"TClll.' ".<:
Victur, que se h;dbba en el camino Ha<lHlllo d~'
b Plata, y l'l'fHiú.'udo su arlillnia per S.¡¡¡t;¡




(285 )
Ol,:tlla, marchRse 1tál;ia la sierra tle Córdoh;¡, y 18!O.
di('sc aviso de este movimiento, para que se le
illcorpora~c, á la di"ision elc Copons. Pero
el G p l1cr<ll CastalIOs, que so,"pecklha de 1a 1111-
pericia de algunos miemhros de 1<1 Junla , (lile
las disposiciones '¡Ile tomaria no serian las mas
oportunas, C'l1\:ió una (,~lrlacollfillCllcial al Dn-
qtH: de Alburquprc{llP, 1113nifest;1ndoJc el peli-
gro que corria la Isla de Lcan , y rogándolt:
quC' con la mayor rapidez pasasC' á ocupar es-
te illter·,"~anle punto. En CfL'Cto, si el Duclue
de .\lbl1nlurrr¡l1e hubiese seguido las instruc-
ciones de la Junta, marchando en la uin~c-
cion que esla le indicaba en aquel momento de
crisis, hllbiera sido el éxito fatal á su e¡torcijo y
;i la C,llIS3 de la pa! ria. l\las Ilahic11Llo sabido Cj IH~
los cnclllígos h;,bian ocupado ya á Córdoha, d('-
jando su cjl'l("jlu el! posicion, se adl'l:mlf1 á ¡"C"-
nocedas lJasla Ecija, y cerciorado de In superiGri-
dad de Sil número, detcrminó seguir los con~e~
lOS ue CastailO,;) y lT!cJiante á haher salido ya
ue Sevilla la J 1I11l a cenl 1'al) marclnll' h:1cia C,ld ílé
para cubrir é!<luel punto con tanta oportunidad,
(ille los ellemigos llegaron á alcalizar su rf'tagw.ll·.
di;: en 1'111'; 'o He;¡l d 5 de Febrero) haci/'lld'J-
le ~~ soldados de c:lballerÍn prisioneros, Lf.! fllt 1'-
za con que eníró en la Isla no llegaba á ;'.VO¡J
hombres -' por lla]¡t'!' dl'jndo las divisiones d~ :\le-
nacho y Contr"r:ls para gllarnccel" á Bad¡¡joz, en ed-
so de que los enemigos se diriSicscll ¡í atacar J(l Ut-
lb plaza. A la llc¡;ada ,í la 15 la del D 1IC¡ ue) a pellas ha-
hia ('11 tola ('~la 1 000 hombres para cubrir su




(286)
1810. inmensa Jí nea de defensa, a unque el terror que


habían causado allí la oalalla de aCalla, el paso
de Sierra morena J la ocupacion por el enemigo
de las Andalucías y la huida dd Gobierno de la
cillllad de Sevilla J se habían ido gradualmente
calmando J y el patl'iotisL1lo, el ól'den y la ener-
gía se manifestaban en su ma:yor vigol', En Cá-
diz se ali:itaron pal'a tomar las armas lodos los
hombres dc::.de la edad de 18 á 60 ailOs, y se
formaron con cllos cuerpos de voluntarios, To-
das las clases de la poblacion, el allo clero, los
gefes militares á la cabeza de sus respectivas cor-
po raciones , los ricos y los polH'es, los jóvenes
y los flncianos trahajaban á porfía en las trinche-
ras. El Gobernador de Cádiz tomó t.ortas las me-
didas convenientes para que no faltasen las pro-
visiones en la ciudad, y estableció almacenes y
hospitales.


Avanznl'on á la rada estcrior, y estuvieron
rlispuestos á aparejar todos los buqlles disponi-
hles. Los que se encontraban en el Ferrol antes
de la retirada del General Moore J lwbian sido
crluipados á la ligera por los ingleses y espedidos
á Cadiz J ele modo que la escuadra espnilola con-
taba con 20 buques de guerra, (JlIe á bs órdenes
dd Almirante Parris se incorporaron con los 5
navios iugleses que este manclaba: 4.000 hombres
de tropas brit,inicas fueron recibidos en la Isla
de Leon J y una guarnicion de 200 ingleses fue
adrnitida en Ceuta, á fin de concurrir á su defen-
sa con la guarnicion espailola que era poco mas
numerosa.




('287 )
El mal aspecto de los negocios y los reveses 1810.


sufridos en los aiJOs anterion:s) habian hecho
conocer la necesidad (le un gobierno vigol'oso y
que acelerase la reuníun de las CÓl'tes, por las
rlue suspiraba el puehlo espaüol , y cuya convo-
cacion el mismo Monarca habia indic:Hlo desde
Bayona.


El pueblo de Cadiz puso en libertad al Conde
de MOlltijo y ú Don Francisco Palafúx, que se
hallaban presos ell ;Jquella cil!(lall por alribuil'-
Bcles un proyecto de conspil'Jcion contra el Go-
bierno, y formó una Junta compuesta de algu-
nos de sus principales habitanles, para filie enten-
diese esclusivull1ente en proporcionar los medius
de dcfellsa de aquel punto.


Crecia la exasperacion general al ver que la
Central trataba de perpetuarse en el mando, y
el pueblo pedía á voces el nombramiento inme-
diato de una Hegencia ,acusando á la Junta de
haber vendido la patria abandonando el paso de
Sierra morena á los frnuccses , y de haberse refu-
giado en Cadir. con el objeto de huir con el di-
nero á América. Conleutóse por entonces la
Central con admitir á Monlijo y Palafox. en el
número de sus miembros; mas conociendo por fin
que no poclia continuar pOl' mas tiempo siendo
la depositaria de una autoridad tan perseguida y
tan rodeada de peligros, acordó casi unúailllcmen.
te resignar el mando sin pretender otra recompen.
sa que la ha masa dislincioll del ministerio que
habia ejercido, y dispuso que se anlll1ciasc por
un edicto la re~olllcion tle nombrar una Regen-




IHlO. cí:: de cinco intlivitluos, de lo~ cuale:; UllO d.l'lH
representar la AmlTica , prolJibienrlo que uingu-
110 de los ccntrales pudiese ser llolllinallo para
(;omponer el nuevo g(lbit~['no, para el <lIle se fer-
ll1Ó un reglamento arreglando l..t f('¡rmula del jll-
1 nlUento (Ille debcl'iall prestar los Ht'gcllles antes
J¡; instalarse. Al misU10 ticmpo es pidió la JlIn~a
('cutral un decreto para la reuuion de las CÓl'tcs,
por el que se estableci:l que inllw,¡ial,,¡¡~cllte ,W
t'spi(li,~scll las COI1\'OCil' l'r!:;s ;Í los G;'i1IH~C:S y Pre-
lados del Beillo, '.lcter<i,ínando la ful'luU eJl tll'C
(lebian haccrse las cli.;cciones de los Dipul~,Ju:l
:;lIl'lcnU~s, asi por 10 CO~lccl'¡¡iclllc á Ultramar, co-
mo á las provinciJ:; OCll¡la.!as por el cncllli.;o;
¡;1'1;álldus(~ una Dipulacioll Lle CJrtcs para 'i\lC sub-
I'ogada en V(!z; de la comisioll (Iue lwsta entonces
hal..ia f' n lelHI ido en t' 1 pa rtic uL.:r , cOlllin llase los
trélbajos que <I'lue11a habja promovido bajo la au-
tOl,i.(lad de la J ul1la c(;ntral, scüalando las fuu-
ci:mcs que deberia eierccl', y confirmando la
existencia y cOlltiU:¡;k:l0:l de las jillltas auxilia-
res, y dió ademas todas bs disposiciones nccc-
sarius para la apertura, iusLalaeio/1 y Ol'galllzacion
Je las proximas Córtes generales y esLr<¡ordina-
rías. Este decreto, [eeh" 29 de Enero, fue 1<1 últi-
ma obra de la J u n ter ceutral.


Casi por unanimidad fue el nombramiento
que hizo esta de los individuos de la Hegenc.ia
por lo perLcn('ci;·t1~c á Espaüa. El venerable
obispo de 01'cn"e fue llamado á la presidellcia
d,d llllt!VO gobicl'llo por la alLa opinion de sus
yi)'~u"L::s apostólieus) su sabiduría} 3U patriotismo




(289)
Y su firmeza de carácter. Don Francisco de San- 1810.
ved!'a, Pl'esillcnte ele la Junta provincial de Sevi-
lIa, fue otro de los clegiJos por sus vastos cono-
cimientos políticos, económicos y milit;]res, y
por su inalLerahle y acrisolado amor á la N;]cion.
El Gener;]l Cast;]l1os, que habia permanecido obs.
curecido y cOllfinado en un mOI1;]sterio por el
resentimiento Je la Junl;] central, fue elevado
por la misma ;]1 puesto (pIe reclamaban sus ta-
le 11 tos mi I ita res, .5 II pI' uJeucÍa, s ti política y la
distinguirla opinion ,í. que se h;]bia hecho tan
acreedor por la gloriosa campaña de Bailen,
opinion tan cl'Llelmcnte perseguida como modes-
tamenle viL1LlicaJa. Don Antonio Escailo, conoci-
úo por Sil constante zelo y probidad, y por sus
grandes conocimientos marítimos, fue nombrado
en c[wrlo lng<ir par;] indiviltuo ele la Regencia.
Vacil~se ;]lglln tanlo en cuanto á la eleccion


de.! quinto individuo que debia entrar en rcprc-
sentacion de la Amól'íca, no estando acordes los
centrales acerca de las cualidades que debian
concurrir en el que se nombrase. Algunos in-
dividlJos ill(licaron á Don Estévan Fernaudez
de Leon, CUl1ulllol' general de Indias y Mi-
nist.ro distingllido, q!le <Jul1lIue no nacido en
Am(~l'ic3, IluDía residido en ella una gran parte
dc .'iU villa, era de una familia ilustre, habia des-
empci'tado con el mayo!' honor varios cargos del
Eslaclo; ¿~ inelinándose á su f;]vol' en vista de sus
n~eomcndablcs prendas la mayoría de la Junta,
queJó nombrado para la nueva Regencia.


El día 2 de Febrero fue el señalado por la Jun-
TO}¡O 11. 37




(290 )
1810. ta central, en su decreto del 22 de Enero, para


entregar las riendas del mando al nllevo gobier-
no; mas á medida que se aumcnlaball los peli-
gros por parle de los enemigos estcriorcs, la
agitacion interio,', la desconfianza con que se
miraba á la Central) y el odio que Id pueblo la
profesaba, la arrancaron antes de la i~poca fijada
el gobierno; y en sesioll celebrada por úlLima vez
en la Hoche del 31 de Enero, reunidos todos Jos
CCII~ralcs que se hallaban en la Isla, y los tres
individuos que se ha!bban preselltes de los nomo
brados para la Regencia, se insLaló esla, pr(~ce­
dicmlo la lectura del decreto de Sll creacioll, y
del reglamento, y la pl'cstacion eu [11:11105 del
Presidente de la Central, Arzobispo de Laodicea,
d"l jlll'i1t\1ento de fidelidad ul Soberano Fernando
VII y á la Patria,


Los Urgentes Don Francisco de Saavedra,
Don Fl'31lcisc0 Javier Casta/-los, Don Antonio
EscailO y Don. Estevall Fernandez de Lcon, que
se hallaban presentes, fllcron p\lestos en poscsion.
de su lluevo cnc;¡rgo, y dl~splles de leido 1111 bre-
ve y elocuente discurso de despc(lida, compues-
to por Don l\brLÍn de Garay, :í Hombre de la
J unta central, dejó esta resiglJad:! en manos del
nuevo Gobierno toda la autori(lad que haSla en-
tonces babia ejercido con tanto celo como ues-
graCia.


Esta Regencia se insLaló no sin algllna resis-
tencia po,' parte de la Junta de Cadir., compucsta
principalmente de comerciantcR. El gohierno po-
lítico y militar de esta plaza se confió á esta J Ull-




(291 )
ia, presUmit~lldose con razon qlle este cuerpo, tan 18/0.
interesado en su defensa, no dejaria de adoptar
todas las 1I1('di(las necesarias para su seguridad'.
Se embargaron todos los DUI'COS que hubía en el
puerto, para transportar á la orilla opuesta y á.
otros pllntos ulla parte consiclerable de los hu-
bilantes qlle quisieron evucllar'la plazu. La po-
hlacion de esta se habia aumentado en tales tér-
minos con la lIeg:lda de los fugitivos que aban-
donaban SIIS llOgarcs pOI' temo)' de la aproxima-
cion de los fl anceses , que se calculó qlle en me-
nos de 24 lloras entl'aron en Crtuíz 60.000 foras-
teros, siendo tal la multitud de estos que se di-
rigia á este punlo, que fue preciso cerrar las
puertas de la cilldad. Las autoridades ohligaron
á ulla gT<l1l parte de estos refugiados á salir de
Cadiz y (le la Isla de Leon, dirigiéndose un nú.
mero consiJ.erable á Gibraltar.


El DIHIlle de Alburquerque fue elegido Go-
hCI'II:ldol' (le la plaza de Cadiz) recayendo en él
el empleo de Presi<lcnte de la Junta de la misma,
á pesar de que reiteradas veces hizo presente que
110 podia ocuparse en desempeilar las funciones
de tal, pOl'qlle el cuidado del ejército llamaba
del toJo su atencion. En vista de sus repelidas
illstnncias el Consejo de Regencia nombró &1 fin
pOI' su segundo en la presidencia de]a Junta, y
para que ¡¡iciese las veces de Gobernador de Ca-
djz, á Don Pedro Lopez de S::lgastizabal.


El ejól'cito de Alburquerque, que tan glorio-
tJamenle había salvado á Cadiz, se hallaba ex-
hausto de todo recurso) en la 111ayor desnudez é




(292)
1810. illdigencia, y la corta fuerza dc sus batallones


obligaba el redoblar el s{','vicio; y no pudiendo
resistir tanta fLltiga, enfermaban muchos sol\la-
dos, no pOlEa aJ1llliril' illstl'tlccioll y Jisciplina,
ni mcnos hacer salidas contra el enemigo ~ill de.
jar desguarnecidos puntos (llIC llO debian aventu-
rarse. El Duque de Albul'qll(']'(Fle pidió á la JlIuta
de Cadiz vestuario para el soldado, y que se hi-
ciese un reemplazo de las bajas de Sil ej('l'cito
con el inmenso Ilúnwro de kd);t;lIltes de C"djz y
la Isla de Leon, intÍtil en SI an parle en aClllelh1s
circunstancias; pero la Junta, <lllc desde lllego
adquirió el lolal malicio de los caullales p\'¡\¡licos
con la intencion de gozar mas influcncia, y de
asegurar el m2dio de reintegrar los adelantos (111e
se llaoiaa hecho para la defensa dc la plazn, se
desentendió de los justos clamorcs dd DUl[ue,
q\lien desespcranzaJo de adc1allLar por medios
indirectos y amistosos) y \,jCll¡{O (lile fa C:!llsa
pública paJecia, y que el ejércilo, <lllc le idola-
traha, se ha1laba, con harto dolor suyo, snfric!l-
do las mayores pCI1JliJades, acmlió ,1 b llegcllciJ,
la que habiendo sido d~gidn. cn circIIIlstnaciJ3
tan desgraciadas, estaLa en cierto modo esclari-
zuda por la Junta de Cadiz; y no lwlialldo ;;co-
gida tampoco en la llegcnciJ, C~l:lIÍ:\(lo lle repre-
sentaciones y oficios, llamó la alencioll <Id pú-
blico en favor de la causa ele la paLria. 1",1 Jllnta
conoció lo fllndado de sus qucjns) y rccd:tndo
que el pueLlo y la tl'Opa la ccllas:~ll en cara su
descuido, dió pnLonccs órdenes aClivas pai'a la
cOl1strucciOIl de vesluarios. Los efectos mG~tra-




(293)
ron que no obstante la prcocupacion del pueblo 1810.
gaditano por SlI Junta, las quejas del Duque
exaILaron Sil cdo, ele modo que no hubo familia
qlle no se empci¡rlse con el mayor nrdor en con-
trihuir p:1l'<I el ('i'~l'cito. La Junta de Cadiz hubie-
ra desatendi(lo Sill dULla las reclamaciones del
Duque si solo hllbiese r{'cibillo reales órdenes;
pero lell1iú perder el concepto 11l'lblico, de don-
de recihia toda Sil autoridad, y siguió el ingénuo
y patriótico c(']o del pueblo, afectando ser ella
quien le ('scilaba.


Et Mariscal Sou1t llegó delante de la isla de
Leon CI1:111(10 ya no era tiempo, y escribió des-
de CllicLna en lO llc Febrero al Duque de Al-
bnr'lIlCI''llle, iuviLíndole á recibir á las tropas
fl'~llICCSi1S en la i~la Gadilolln, proponiéndole al
mismo tit'mllO llna conferencia para arreglar las
condiciones de h capitllbcion. El DucIue le res-
pOlldió con LI ll1ayor t1nneza, que la Silu<1cion
de Cadiz y la hla era lal, que no tenia naJa que
temer, ui al1n (le UIl ejército de iOO.OOD hom-
bres, no habiendo ni;lgulla comparacion entre
s II c~; 1:J tI o ;( e I ti <1 1 de d (' re I1sa , con el (1 u e ten ia
pocos di,l:; ,In{cs : (Ill!; !enia en su mano los n1C-
dios m:,s a!)lllllhnll's p11'<1 la defensa, y qnc los.
e~pailol(',;, lW tan solo flltlJabull ya su coníh.n-
za en la,; allli:;l~<IS fortificr¡ciones, sino en otl'as
mOlll'rll:ls, sllpcrion.:s á las primeras, y en b,~
l1UCVrlS q¡IC se estaban levanl:mJo, .Y (Ine se mul-
tiplic;¡lnn Lasta lo Sllpl',rnUO: fine los espailOlcs,
fides ,í FernallJo YH, y <lpoy,l(los por la Inglater-
ra, no (t~poI1l1ri¡¡1l las armas Jinsla ver rccohr~1I1os




(294)
1810. sus justos derechos, y arrojados de su suelo á


todos los estrangel'os enemigos suyos 1 y que no
estahan intimidados pOI' la invasion de los fl'3.n-
ceses; pues estos solo el'an dlleilOs del SllelO que
pisaban, y que la Regellcia que actualmente go-
bernaba en Es paila, llHll1te nía una estrecha cor-
respondencia con todos los puerlos de la costa y
provincias del Reino, y se organizaban eu todas
partes ejél'citos espailOles; concluyendo COIl acon-
sejar al Duque de Dalmacia, (fiJe en obseqllio del
interes que manifestaba pOI' la felicidad de los es-
pañoles residentes en Cadiz y la Isla, renunciase
á la idea de sacrificar inlÍtilmente sus tl'opas,
bien penetrado de las ventajas que tenia el ejéro
cito espailOl, no solamente pOI' la posicion que
ocupaba, sino por la uníon y patriotismo que le
animaba para sobrellevar todo género tIe servi-
cio en union con los ingleses, SllS íntimos alia.
dos; y que creia de su Jeber hat:erle conocer
que la nacion britáuica, no mellos gr.nerosa que
magnánima, no tenia designio algullo de apOLle.
rarse de Cadiz, como insilJ na ha, y q II e los pri-
sioneros franceses scrian tl'ataLlos como corres-
pondia en una nacion civilizada, bien lejos tIc
imitar la ll:Íl'bara conducta (lllC se seguía Con Jos
prisioneros espailOles, (!ue ¡t lítulo de insnrgen-
tes eran unos asesinados cl'uclmenle, y fusila-
dos otros, que abrllmados de faliga y cansancio
no podian SP.gUil' las marchas; y {ilIalmente} que
dilataba la confel'encia (]lH! le illdicaha pal'a
cuando reintegrado Fernando VII á Espaila, y
espelidos sus enemigos fuera del territorio espa-




(295)
ñol, se encontrase e.1J siLuacion de admitir la 1i- 1810.
Bonjera cntrevista Con el Mariscal Soult.


El! 1G <le Febl'cro la Junta de Cadiz recibió por
medio de un parlamentario un mensage escrito de
manodell'eyJos{~,en que estem<lnifestaba hallar-
se dispuesto ú perdOn<ll' y olviJar las ofcnsas : pin-
taba las consccllcncias )'uinosas de la guerra, y
peclia que los principales habitantes de Cadiz fue-
sen á t !'atm' con id aCl'rca Je la seguridad de la
esclladra eSIJailOla, Este nH'llsage fue dirigido á
los tres principales miembl'Os de la Junta, y la
respuesta dI' esta file la siguiente: « La ciudad de
Clídiz .J fiel fÍ sus principios.J no reconoce mas
Re.r que tÍ Fernandu VII.»


Seguia en estas críticas cil'cunslancias la Jun.
ta en oJlosicion milllÜicsta con su Presidente el
Duque ue A 1l11lrqlll'!'q\1e; pues el !'('curso Cjuc este
habia hecllo al pueblo, manifestando el lastimo.
so estado Je Sil ejército, lo reputó aquella COi'-
poracion como un gravl' delito, ostent.ando mali-
ciosamente fll1e.llabia sido una temeridad descubrir
los sigilosos pasos de un gobierno, espionado por
los 11.];IS astlllos enemigos que existian en las
opuestas riberas del mar, y aun dentro de los
mismos mlll'OS de la plaza, calificando este paso
como un mal que podia dcvorar á la nacíon.


El e~t:1clo del ejército no era realmente un
secreto para los esplas, que suponia la Juuta en
tanto lIlÍmf'l'o y con tanlo intercs en observarle.
Si los fra Ilceses no acometieron, no flle pOl'l{ue
se figurasen que el ejército se hallaba en un esta-
do bri.llante, sino pOl'clue sabian que los espa-




('296 )
f810. ñoles pelean con valor, especialmente en de-


fensa de puestos, aun cual1l1o se llallen desnudos
y muertos de hambre. La Heg(~ncia, con el oh-
jeto de contemporizar COn la J unLa de Cadiz,
quiló repentinamente el mando al Dllqlle de Al-
burquerque, confiriéndosde al General Blacke; y
micntt'as que este, (lile se hallaba á la sazon re-
cogiendo los restos del ei~rciLo de Areizaga, se
presentaba en Cadiz, se confió provisionalmente
el mando al General CastailOs. La Itegencia nom.
bró al DIH]IIC por Embajador de Espaita en la
corte de Lóndres, mision que 110 era mas (J1le
Un destierro honroso.


Olvidada la Junta de CaJiz con la mas ne-
gra ingratitud del seitalaJo servicio que el Du-
que la habia prestado, cllando ,í pesar de toda
su actividad llegó á la isla de Lean doce hOl'as
antes solo CIue el ejército de Victor, se desen-
tendió de que ;.t sus tlisposiciol1cs ll:Íbilcs J' á SllS
enérgicas medidas era dell(lora de potlt'l' per-
manecer fiel á Fernando VII J. Y lib,'e de las
contribuciones y vejaciones que lleva cOllsigo el
yllgo terrible de un enemigo vencc(lor, Este hom-
hre, cuyo celo y talentos po(lian ser tan lltilc~
á la causa de la Patria en la Península, file sn·
crificado al capricho de algunos comerciantes,
enviándole ,í Lóndl'cs,


En 12 de Diciembre de 18tO, cerca de nueve
meses despues de estas fnHestas CO!llinndas, y
cuando los peligros (I"C habían amenazado :, Ca-
diz se habian disiparlo algnn lanto, se puhlicó
en Cadillo unmaniGestodel DU'luesohresllcündllc-




(297 )
ta durante su permanencia en ar:l1el1a plaza, en H-l10.
que se (¡tu'jaba alllarsameulc de la JllIILa, a quien
aCllsa\¡;¡ dl~ pnfidia y venaliJad. Esta conLcstó acr!.
mil~"lldo al DlII(llC 1'1l una carta fcc!la 12 lle Ene-
ro, firmada illdi v iJualmente por tOllas sus miem-
bros, y tr;¡lúllt!olc de impuélentc y calumnia-
dOlo v de cllcll1i n o del J¡il~n !Hílllico oc su Pa-


, .! :">


tria. En esla carta mallifestaba la misma JUllla
(FIe se cüutl'uL;¡\J;¡ COll cilar al DU<jue anle el
COll!,:rcso ll;¡ciullal. En efecto, las C~)l'tcs, J¡a~


'-


bicllllo tOluado esle asuulo CH cOl1sidl'r;lcion,
se deci!lil~ron en favor llel Dur[llC, y en 14 de
Enero de 1812 dieron un decreto, declaran-
tlo al mismo y :Ji ejército de su mal1l10 benemé.
ritos ae la Patria, principalmente por haber cu-
1iel'to COII talelllo J' prc,"ision los pLlntos aCce-
sildl's de la Isla y de CaJiz) Jcclar<llldo qne la
intcllcion ll~ LIS Córtcs era que el Duque fuese
llamado ,í E:;p"iJa, y empleado por la llcgencia.
Estn 110 difirió un Illomc>nto el comullicar al Du-
que OnlCll p,ll'a (;\le viuiese tí. Galicia .i tomar el
mando oe tooo el N. de Espaüa, en lugar del
General Dbc1u~, (]ue fue lJombrado para man-
dar en Murcia. Si. estos despachos hubiesen He-
g3do á UD 1l1i~l1lo tiempo) es probable que la
sellsaciol1 (PlC hubiera cans:ldo <11 Duque la Con-
ducta de las Cúrtes , huhiera templado el disgus_
to quc le ocasionó la carta injuriosa de la Junta
de Cadiz; pero no file asi, y el tardío nOl1lbra-
miento para aquel 1111\'\,O mando no pudo horrar
de su espírilll !)l¡lldol1oroso 1<1 impresion que le
J¡izo aquella funesta carta; y contra el parecer


TO:UO 11. :;$8




(298 )
1010. de las personas que le aconsejaban que los in-


sultos que contenía eran dignos cIel desprecio, pn-
só tres elias con sus noches sin tomar c;¡.~i ¡di-
mento, trabajando para contf'i>tar, y nI (¡nelo
fue atacado de una terrible fiebre que le arrcbil-
tó en tres dias. Asi pereció ,í. la cdad de 11';~i:1ta
y siete aüos un gucrt'ci'o p:Jlriota, orgullo y C5-
peranza de la España. Sus funerales se hicieron
en Londres con toda pompa, asistié'ndo;í ellos
los Príncipes de Francia, flue despllcs hnn ocu-
pado el Trono de esta nacion con los nombrps
de Luis XVIII Y Carlos X. Los restos mortal,~s
del Duque 5e depositaron en ]a Abadía de Wcst-
minster, en la capilla ele Enrique VII, (lcsde
donde despues fueron traslnd;¡(los á su Patria. Sil
elogio fue pronunciado en la C;;mal'a {le los Pa-
res por el Marques de Welleslpy.




(299)


CAPITULO XVI.


,. ietor bloquea ~í C:ídiz. - Disposiciones para la defensa.-
Recio temporal en la hahía de Cádiz. - Defensa del
castillo de Matagonb. - Contínuan las operaciones del
sitio. - El :'Ifarisc;,J ~Iol'tier se dirige sobre Badajuz.-
OCl'pacion de Zafi'a. - Intíma la rendicion de Bada-
joz. - Aecíon de Zalarnea la Real. - Accioll de Val-
verde.


Victor empezó innumerables trahajos para el 1810.
hloqueo de la isla de Leon y bahia de Cadiz, mo-
ltstat!o continuamente por las tropas cspaüolas é
inglesas que defendian su recinto -' y principal-
mente por el continuo y acertado fuego de las
flotillas oe las dos naciones. El enemigo estable-
ció baterías en Ho!a, en Salita Catalina, Puerto
de Santa María, Trocadcro, Puerto Heal, y so-
bre toda la línea del rio Sancti Petti, costándole
estas operaciones b:lstnllte gente. Entre tanto los
eSjlaüolcs tl'!¡bajalJall sin cesar en levantar reduc-
tos y baterías en sn línca, y en multiplicar los
medios de defensa de esta, recibiendo contínuos
socorros d(~ dinero, víveres y refuerzos de tro-
pa. Las colonias españolas contribuian con su-
mas consider,¡))les , y Jos buques de los Estados-
Unidos tIc Amc'l'ica tl'aian ;1 Cadiz grandes canti-
dades de harina. La plaza de Cacliz mantenia una
constante coml1nicacion con los puertos lnme-




( ~OO)
1Hl0. diatos por medio de buqucs ligeros, destinados


á este servicio. Enl11cdio de los prcp:1I'ativos de
dcfcnsa los dementas ocasional'o!) IIlJ:! gr;¡n pér-
dida á los espaüoles; y el dia 8 (k Mnrm lln
fllerte temporal arrojó cOlltra la costa ocupaJa
por los ellcllligos I1H1S dc 20 embarcaciones rncr-
canLes y varios buques de guerra, entre ellos el
navío COllcepcion, de 1tO cailOl1es, el Münlaüe:1,
el San Homan) otro (le línea por[ ll~inés) una
Jragata y un hergantín ingleses. I_o:> clI(:migos
€blalJlecieroll iumcdiatarnente Latní:ls contra
ellos can bala roja, sacaron toJos los efectos que
pudieron, y el 12 fueron aball(lonac!os l~ inccn-
diaJos por los enemig03 iíl1e hicieron 250 prisio-
neros Je los n,íu fragoso


A unes Je Febrero se pnso en insurrec-
cion tOtla la sel'l'anía de Ronda, y el pais
<"{ue quedaha á retnguardia del ej,'TcilO francés
6itiauor (le la isla gadi[ana, cuyo inclck:1!c oca-


::;ionaba á este pérdidas diarias. En las monlaüas
de las inmediaciones de Tarifa se reunieron mas
de 1.000 patriotas, aunque fueron LatiJos con
bastante pérdida en la Torre (}e la Pella el día
14 Je Marzo. Pero t.odo el pJis de los alrededo-
res rlc Cadiz se hallaba en pOller Jd enemigo. El
rey intruso José,ql1e mandaba en gefe yen per-
sona el ejército sitiador, sentó su cuartel gene-
ral en el Puerto de Santa l\1arÍa, que se halla si-
tuado al [rente de C'¡diz, y como era de este
punto de donde esta gran ciuduu S(~ surtía de agua,
su ocupacíon hubiera sido muy funesta á los si-
tiados, si la Pro'{idencia, que se declaraha por




(301)
1011 ucstinos de Espaila, no huhiese hecho que S~ 1810.
descubriese clIl,l mismo CaLE? 1111 manantial que
surtió nbu11l1"ntel11ellte ;í SllS habitantes. Las
fucl'zns eplC los franceses truian , ya en la línea
del Llo(l1lco, ya en los ucstacamentos qtle se co-
municabnn COI! e lla~ , ascendian ¡Í 50.000 hom-
bres, y bs dl' los siliaJos nopasahan ele 21.700,
á sabe!') IG.OUO espaJlOles, 4.oUO ingleses, y lo 700
portuglleses.


El primer ;¡[oqllc cOlltra Cac1i?: deLia hacerse
por la p;H[C dt' tierra por 1a isla elc 1.coI1, que
está separada del eonlillellle po!' un istmo muy
estrecho ele cerca llc un cuarto ele legua de au-
ellO. La forma de la isla ~'S irregular: su longi-
tud es Je ccrca de diez milla.~, y sn latitud en
1l.1g¡¡l1a~ p;¡l'lcs apcn;lS llega ;1 Ires. Se cntra en la
isla pOI' un camino mllJ' estrecho, q!W cstaba dc-
[cuclillo entonces por amhos hdos por baterías
,te ocho callones de ;; 12 c~([h una, y en este ca.
mino klilia vari:.ls cortaduras ll~nas de agua alle-
mas Jc lOIl [osos " cncontrj nL10sc U111. de doscien-
tos pies de ancho antes de llegar al puente de
SlIazo) que se halJia tlestrl1ido para impedir el
paso, y en donde ];:¡]\ia c:.:m:;truidas dos hatcría~
de vc·illle piezas (1(! Ú 32.


Estos obsLíClllos y otros i11Uc1lOS tenían qlle
81lpCrar los franceses nnles de aproximarse ¡í Ca-
diz por lierra. El ej~rcÍlo csp:!!101, los ingleses
y portugueses f:slahan acantonados ell la isla de
Leon, y la gnarnicion de Cadiz se componia Je
reclutas y ue paisanos voluntnl'ios. l\1anclaba las
tropa¡¡ au-xiliares el Mayor General Graham; y




( 302)
iSla. en cuanto á las operaciones d~} slllo, Victor


obraba en combinaciou con el General S(~bastia­
ni, que con una parte de sus tropas ocupaba á
Antequera, Málaga y MOlril , y mantenia comu-
nicaciones con las lropas de ~líluel Mariscal, si-
tuadas en nontla y Marbella.


Hecha completamente por los franceses la
embestidura de la Isla Gaditana, y estal)lccidas
sus comunicaciones en la forma (lile se acaLa de
manif("slar, dirigieron todos sus esfuerzos contra
el casLillo de IHalagmda, siluado a la emboca-
dura del caúo del Trocadero, crnpezando con el
establecimirnto de baterías contra el mar, entre
el río de Sancti Pctri y el pllenre dd Trocadel'o.
1'01' medio de bala roja ub¡¡s,¡roB:t <Jlcial's(~ á los
buc!ues qlle esl;.¡ban acoder.ldns cId castillo para
pl'otC'gerle; y valiéndose (le los muchos alma-
cenes qne llabia en el Tror:adero, trah:ljaron en
armar baterÍas oCllllas, ~:ne J10 dCScll]Jl'ierOll has-
ta ,¡ue estuvieron en estado, nu solo de imponer
silencio ai castillo J sino de i'cJucirlo á polvo.
Con decto) el Jia 21 de Abril J al rayar el Jia,
ti nicuJo ya prontas 36 piezas, rompieron el
flJiógO contra él, Y lo continuaron sin inter-
misio n hasta 1:l noche, arruillau(lo mucha par-
te J(~ sus merlones V !1ar;¡netos. El castillo C011-


• I


testó con vigor en un principio; pero al anoche-
cer de ac¡ncl día ya su fuego era milS débil y
lento; y al dia siguicnte22, reparadasalgull tanto
las ruinas, principió á contestar con igual vigor;
1)['1'0 habiendo caído una bomba eH el aImacen de
}Jólvora , los espailoles se vieron forzados á cva-




(303 )
cunrll' ~ las dirz de la m;¡j¡:ma, d¡,spucS de 11al)('r 1H10.
volado tojos SI1S parapetos. La toma de este fLH'l'te
pll~O en poJel' de los franceses 1.500 prisione-
ros dd c¡{Tcito elc Dupont, entre los cuales se
contaban 600 oficialcs. En la nochc del 15 al 16
de 1\I8JO, cerca de 2.000 de los misrnos prisionc-
ros se csc~pa['on de <Í horda (Ic! ponton la Casti.-
lla, en donde se hallaban, cortando los cahles,
y tomando velltaja con la marea y un viento fa-
vorable, con cu.yo auxilio lograron dirigirse al
N. E. de ~btagorda, apollU'LÍndosc de ]a escolta
espaüola y de los marineros, que se vieron for-
~ados á dirigir la maniobra, salvándosc, y des-
cmh.lrcnndo cn el Trocadcro casi todos, á pesar
del vivo furgo quc sc les hacia por mar y por
tierra, y de hahcrse inccnclial]O por tres veces el
pOllton) y apagado otras tantas, hasta Cine una
Lomb3, dirigida desde el fuerte ele Puntales, ca-
yendo soL re su puente lo consumió clIterarnente,
C)n pérdida de los que aun no haLian podido
d~.3emL]rcar.


Sin emhargo , el silio dc Cadiz marchaba con
lClll i¡mI, y el sitiador est:Jba mal provisto de ví-
V2[CS .r de municiones, porque sus convoy':s
se vci;:¡n ¡;~Pllf~stos á los COlltÍllUOS ataqups de las
guerrillas del interior) y no podian marchar con
seguridad si no iban protegidos y escoltados por
fuertes destacamentos.


Los franceses levant:Jron ssbrc el arruinado
c~-i:1b de ~lal¡Jgorda) si! uado como á cerca de
"' .... , l ;::"sas de Catliz , en tierra firme, y enfren-


¡ "rte rle Puntales, lluevas oDras, desde




(304 )
1810. las cuales incomodaban 10 interior de In bahia


de CaJiz, y las cOJllilllicaClOll('S Illarítimas con
la isla, sosteni\:ndo lln fllego contílltlO cOlltra el
fuertc de PUlllales, y particlILlrllli'llte contra las
lancJws caÜOlleras espailolas ú illl)ll:sas, que con
el suyo illU:1'I'1lillpian inecsalltl'lllellLe los traba-
jos J y mole.'>t:lLan Jos puC'stos q:!l: tellian ell la
orilla dld mar. La di..¡l;llH:ia entre el castillo de
l\1ata::;orda, 'l!Il~ se halla ,Ji;S. del C[I1LlJ, y el de
Plllltalcs, que esLí al S., e,o; solo de dus millas.
Los marineros qne (:11 el VI'raIlO J,~ l8íJ:) sirvieron
á NJpole:on en el paso Jet Danubio, fueroll en-
yiaJos ¡} E"pail;¡ para servir en las operaciones
del sit.i.o tlt: C;¡Jiz;.


El Mariscal 1\1ol'li(:r, Dllq'lC (le: Treviso, se
dirigió, como dejamos manifestado, sobre la Es-
trcmadl!ra baja para someter esta provincia, y
tratar de apoderarse de la importante plaza de
BaLhjoz) con orden de ponerse en cOllllltlicilclon
COl1 el si'gundú cuerpo, qlle anleriormcnte se
hallaba á las órdenes dd Mariscal SOlllt, y que
á la sazon mandalJa el (:;t.:l1eral Hegnicl'. El 9 de
Fl:brel'o lo~ rl'ancc~cs se ap()J(~raron de Zafra, y
!!'¡:S dias despllcs iutil!larOll la renrlicioll ;Í la pla-
Z;í d,~ Batlajoz, ellyo Gobel'uaJor se negó con la
l11ilyor firmeza .í la rcullicioll; y cll\1a!'i~cal Mor-
tier, clue por entonces no tenia la artillería IlC-
lIPs:¡ria p;ua cmprel1l1cr el sitlo, aca!llonó sus
Iropa~ cntre los pw:Llos de Llcreu;¡ :l Almcndra-
lt'jo, y cstahleció su cuartel general eH el (le lo!>
Santos. El (lia 15 de Abril el Gen,~ral lhllcsleros
quiso defender el paso del rio Tinlo, cerca de




( 305)
Zalamea, á una parte del ejército de Morticr j pe- 1810.
ro Sil division fue completamente balidr. yobli-
gada :l retirarse. Varias columnas móviles del
enemigo disiparon otras pequeñas reuniones de
cspaüolcs en los pueblos tIe Jerez de los Caballe.
ros y de Val verde, en clIyo último punto perdie-
rOn los franceses al General Beauregard, que re-
cibió un balazo en el corazon en el momento de
dirigir un ataque de caballería.


'rOJo( Il (r.




(306 )


Intenta N ey el sitio de Ciudad-no(lrigo. -Accion de Bar-
ha del Pucrco. - Operaeiollcs 11e hegllier CII Estrrmu-
dura; - Accioll de Arroyo del PUC1TO. - Aceioll de la.
Itoca. - Arcion de Ptonllnillo. - Accion de Aracena.-
El Gene¡,;¡J [¡'anel:'" Bond ]¡;Ice llllJ. illclll'Sion CII Astu-
rias. -AcciuII Je Ovil~do y tic! PII"lIle de Colloto.-
¡unol sitia ;í Astorga. - I!cr()ieil ¡lcCl:lIsa lte su Goherua-
do!' Salltocilde~. - Capitula tlcspucs de apurarlos los
medios de resistrncia. - Sa'lllco de la cillllad. - Grall-
,des preparativos de l'\apoleoll pJ.r¡¡ invauir por tercera
vez á Porlu~al.


1810. El Mariscal N ey , que haoia VUelto ele Paris y
tomado el mando del G. o cucrpo acantonado
siernpl'e en la provincia de Salamanca, hizo un
movimiento sobre Ciu(laJ-Rodl'igo, ell ellya pla-
za -comcnzó ií m'rojar el en,~ll1ibo en 11 de Febre-
ro algunas granaJas, é intimó á sn Gohernador
el Brigadier Don Amlres Herrasli la rl'l1LllciOllj
vcro este CO¡ltc'st6 con la mayor íirmeza, que no
se rendiria hasta el último e:;lrcmo (lcspncs de
un sitio en resla. Xc}', "leudo frustradas sns es-
peranzas, replegó sus tropas, y se ncnntonó cn-
tre Ci'.Jdad-l1oclrigo y Salamanca, L:;sta reunir
los medios de obrar mas eficazmenle.


Para adquirir llolicias cxac!;¡s ~0brc la ~itua­
cion y movimientos cid cj;rcilo i:l:;L',s (pIe cu-
bria aquella frontera dc Por! ll:;:ll, NCJ displl~~o
un reconocimiento sobre los ¡mestos aYJ!lzaLlos




(307 )
ingleses que se hallaban en Barba de Puerco so- 1S10.
hl'e la orilla del Agne(la. La brigada del General
Ferrey fue la encargada tIc hacerle; pcro habien-
do sido recihida COll la mayor bizarría por cuatro
compaüias inglesas que cabl'jan aquel punto, tu-
vo que replq;arse con bastante pérdida.


En esta misma ¿~poca el Genc¡'al Regnier que
ocupaba con su cuerpo la Estremadura alta) di-
5cmiJló sus tropas por la orilla derccha del Gua-
diana, á fin de llcs<11ojar de ella las varias par-
tirlas de cspailOles que disc1ll'rian á lo largo de
este rio. Una division de estos, al mando de Don
Carlos Odonell, se adelantó hácia Cáceres, y en
COllLl'LlI1UO el 12 de Marzo á los franceses en el
puente del Salol', los obligó á retirarse y con-
centrar SllS fllc:rzas sobl'e el Guadiana.


El General Foy, sabiendo que un cuerpo de
2.000 c::paüoles acabaha de ocupar el pueblo de
Arroyo del Puerco, marchó dpidamente á su
cncnenlro, y los atJcó de improviso, haci{;ndo-
les cspcrimcntar una pérdida considerahle. El
Coronel inol(~s Grant al servlcio ele Portngal) que
c,l.;¡ba comisionado por LOl'J \Vellington para
esplorar la situ:,cion de 11 Eslremadur::t, se en-
cOlllr"kl CH Arru,Y0 (Id Puerco en el momento
del al<l'\llC, y apenas t11VO tiempo para snlval'se,
Jej:; lHlu al h uil' en poJcr de los en cm; gas sus
cakdlos, erectos y i.npdes, entre lo~ que cnCon-
!r:¡ron sll;:~)r:'cspol1dcnci~, con el Lord \Velling-
ton, con el Getleral Hill, CO:lHtlHiante (td ala
clcr¡;ch::t del ej(~l'cjlo anglo-portugués, y con el
l\1Jriscal TIercs[úrd.




(308 )
1810. La retaguardia de la division del GCll('ral Con-


íreras, de vuelta de una iucursion <lllc haLia he-
cho h<Ícill Mérida, fue alcnnzaua por la brignua
de dragones del Gencral Dycoo el 17 de Ahril,
y la hizo algullos prisioneros.


El General O,lol1ell, r¡ue con su clivision aca~
baba de hace.' una cspedi,{:ion sobre C;!ceres, ¡la-
bia Jejndo al Bri:;-adiel' Don Carlos España con
la relagnal'llia, cOllllJUcslu de las cO/llpaiiÍas de
preferencia de los I'cgi,nienlo8 de Caslilla, Zamo-
ra, Navarra,. Volllntarios de Sevilla, y un escua-
drolllle Borbon en el pueblo de la Roca,cl1ya fllCI'-
za total era lle L500 infanles y 80 caballos·, y 11a-
]}iellllo sirlo atncados el 20 de Abril po.' dos Lri-
gnrlas lle cal)alll'l'Ía lllalllladns po., los Generales
Soult y La,HolIsnye, y por dos divi,¡iones de in-
f¡¡alería, ele las cuales solo enlraron en aecion
algunas compa:JíilS <le cazadorcs, deSplll'S ele ha-
berse hal iJo con basUlllle denuedo] verificaron
su retirada á A!hurqucrqlle.


El General F'o)' , que se 11abia llirigi!10 sohre
C,íce!'es] fue :lcomelido en este pllnlo por una
col llBll1él csrnilf!l:i ,,1 llIimdo del referido General
Odoncll, y se ril) ollligado ,1 rctil';¡r~e ,í Mi~l'ida ;
111as coma LHvi"s('n los fnlllCL'SeS <¡He andar el es-
pacio de nlleve lr'gllDs hasln gan3l' el prime!' PUI'S-
to ocnpado por las tropas del sq~llndo cuerpo de
Sil !'¡::rci!o, .Y el tl'l'l'!'flO (¡!le l.clli:lll quc :!lrave-
¡w r pOI· ln s in I'a el (: C;ícc res fll esc cn!1l pu C!ito tI e
colinas cónicas, c1cslll:das y llccesiidcs para la
cahallel'ía, el General frill1cés se vió [0I"z:\(10 á
.formar varias veces el cu¡¡dro, ava:1zunuo ele es-




( 309)
te modo de cresta. en cresta J perseguido viva- 810.
mente por los espauoles, y andando en cinco ho-
ras seis leguas dc camino, hasta que los espailo-
les dejaron de seguidos en el pueblo de Aldea
del Cano, situado ;1 Cuatro leguas de C,ícercs.


El GCllcral ·Ballesleros ) que se hallaba en
Andalucí,l, reunió su divi:;ion con la primel'a del
ei{~rcito J(~ Eslremaollra en Cula, marchó sobre
San/:! OLdla) j' de allí 50hre el Ronr¡uillo, donde
trauó acciOll d día 27 de l\1;¡rzo con una clivision
francesa, corl.lptle~jta de 2.500 inf'untes y 500 ca-
ballos perlcnecicnles al cllerpo Je Mortier, te-
niendo al fin que retirarse sobre Sevilla.


Se hallaba el General Ballesteros con su U1-
vision en Arilccna) j' el 26 de Mayo se presentó
el GeJleral Giranl con G.OOO hombres de infan-
tería y GOU cabaBas, atacó las avanzadas, cluC
hizo rCI)lega!'.> Y tambicll á las lI'opus que fucron
á contellerlús, aUllfIlle con bastante pérdida. Ata.
caron los fl'anCe,H~s la linea espaiIoln por espacio
de cuat.ro horas con varios sucesos; pero habién-
dose presentado una columna enemiga que venia
por la parte de Carboncras á sorprelldel' la reta-
guardia <le los espailoles, el G::ncral Ballesteros
Re pnso en retirada.


El General Bonnet, que se hallaba ocupando
¡í S,1lltalHlcl', se puso en mo\'imicllto á principios
de Enero con dil'ecciol1 ,l Asturiils, y habiendo
cnconlr"do en posicioll á ]a orilla Lid rio Dcva
las tropas cspaiIolas del General Llano-Ponte ...
en nlÍmero de 4.000 llOmbrcs con 9 piezas de al'·
tillería, las acometió y arrolló el óa 24 de Ene-




(310)
1810. ro, haciéndolas 75 prlSloncros con 9 oficiales.


Inmcdiatarnente pcnetró hasta OviFdo, donde
sentó su c ua rtel gencral; pe 1'0 h os 1 i ga llo sin cesar
por el ejérciLo espaüol tIe Galicia, y por Ilume-
rosas partidas ele paisanos que se halJiélD. levanta,"
do en el pais, B0l111et sc encolllró en la mas cri-
tica siLuacion, rodeado por tOllaS p:lrLcs dc espa-
flOles al nuncIo de Porlier el l\]arrll1esito, Lla-
no-Ponte, y tIel Gohernallor de Lla!los; .Y en su
consecuencia reconcentró sus fuer,;:¡s) y cvaclló
á OVledo, que ocuparon los CSpzlllOles en 12 de
Febrcro; mas el 14 volvió Bonnct sobrc ellos, )03
atacó en la misma ciuJacl y cn cl pucnlc del Co-
11oto) y los alTolló completamente) cogi('ndoles
mas tIc 30 oficiales y GUO soldados prisioneros.


A fines tIe Fehrero el 8. () ClH'l'pJ, qn!! al man-
do de JllllOt, Duque de AbranLcs, habia vuelto
dcl Austria con direccion al N. de Espaila, se
habia aJclalltaclo hasta el reino (L! I.(~(l11) á fin
de protegerle contra el ejército espaiíoi de Ga-
licia.


Con la ocupacion de Aslorga los cspal101es
mantenian espedita la C0ll1l111icaeion COl! Ull I1U-
nlrroso cuerpo de an~lo~pol'il!gu('sCs, (IlIe ocu-
paba las orillas .Id Ezla y toda aqllC'lb p:¡rLC de
la frontera del Porlugal. La pe'l\l('!lQ ejurLd de


1 - . 1 l' . 1 Aslorga, que en e ano anlcnor ,a,)la i;¡i l) ocu-
pada itHlislil1la y sl1ccsiva:n(~!1Le por los ('Vr;~i!os
beligerantes, se hallaba fUi'ti!lcae{:¡ alcl:ll ta'llo,
aunque no podia considcrul'sc co:no ulIa plaza
fuerte. EL Coronel dd regimiento (l(~ Sa:Jti;,g'J,
Don José de SantocilcIes, se enCélrgu Ü~ ::u de-




(311 )
fensa con cerca de 2.000 hombres) compuestos 1810.
de los regimientos de Santingo, de Lugo y desta-
camentos d(~ otros. El ejército de Junot, que en
21 de l\1arzo embistió á Astorga, constaba de
34.000 soldados, entre ellos 8.000 caballos. Este
ej ército pri n ci pi ó el sitio aLr ienuo varias trin-
cheras) apoder;íllJose ue los arrabales de Santo
Domingo y San Amlrés, y Jirigienuo su princi-
pal ati1(Jue contra la puerta ud 1\ey al N., Y
contra el arrDbal (le Hectivia al N. E. Los sitia-
dos hicieron varias saliuas, con las que causaron
mucho dalla al enemigo: éste empezó en 18 de
Anril sus tr~,haios para las baterías de brecha, á
40 toesas de la puerta de Hierro, y el 20 rompió
el fLlego con 9 jliczns de grueso cnlibre y otrns 10
menores. J:l r;;¡~a conLcsLn]Ja pausadamente por-
que se ib,m cOl1cluyendo las municiones. Ln bre-
cha se 1!:lIJó rr~lclicaJJle el 21 pnra 25 ó 30 Lom-
bres de frcnt(~, y en el mismo (ha el enemigo
emprcl1l1ió el asalto, al mando del Gcfe ele es-
cuadron Lagl'2<vc, uno de los Edecanes elel Ge-
neral .Tunol. El atarplc duró desde las r.los de la
tnrd" h:1:[:I L:i seis y media) siendo rcch:Jzados
les [rancu:,:s yigorosamente) y muertos ó heri-
dos e,lnFles ,nontGl'Ol1 la brecha, por el fuego
fjll'c h;zo el :,i~irluo desde las cortaduras abi2rtas
en In i!J I é rio:' p~ra la df~fensa. En visln de tan
oL:;:lll:¡¡h r~':i¡,clclJeia los franceses nlloptnron el
lnj¡;O rcc;1,":~1 (ple le3 (luebaba, de formar por
mc .. lio de b ;:apa una comunicacion con el pie
de la bl'cch:l) y alojarse en esta) como lo con si-
gt,iGon dur~\l1te a/ludia misma noche. COllc1uí-




1810.
(312)


das todas las municiones de artillerÍ:!, y no que.
dando mas que muy pocos cal'tucllOs por plaza
á los defensores, la prudencia exigi;l el no aven-
turar las vidas de estos al éxito incierto de un nue-
vo asalto; y por lo tanto el Gobernador de As-
torga en 22 de Abril en\'ió uno ue sus oficiales al
campo enemigo para parlamentar) traLaudo de
exigir condiciones.sumamente velltaiosas, las que
no fueron admitidas, con la amenaza de que si
á las cuatro de b tarde del mismo dia 22 no so
rendían los espailOlcs, se daría otro lluevo asalto,
y se pasaria á cuchillo á toda la guarniciono En
respuesta de esla exigente intimacion se disparó
de la plaza un cañonazo, perfectamente enfilado
sobre el sitio de la trillcllcra en <¡ue el Oueial
parlamentario habia sido reciGido por el General
en gefe enemigo, en medio de su Es Lado ma}'or,
ron el que aun se hallaba en el mismo sitio. Esto
cañonazo hirió á algunus oficiales; y pUl' es!e so~
lo rasgo puede venirse en cOl1ocimicnLo dd gra-
do de exasperacion en que se hallaban lo;; espa_
ñoles. El enemigo intentó un scgll!lOO asalto; pe-
ro h;¡bicndo sitio igualmente rechazado, se con-
tl'nLó con permanecer alojatlo cn la brecha, dcs-
pucs de haber perdido en menos de lInil hora mas
dt~ 300 hombres. Cpn todo, conociell(lo SJnLo-
cilJes que era inevitable la dcstrllccioll de la ciu-
dad, convocó á todos los gefes militares de la
guarnieion y á los principales vecinos, les hizo
presente la peligrosa situacion en rp¡e se halla-
ban, y de acuerdo eOll ellos envió en la nndru-
gada del 22 un Oficial, proponienuo al GClHTal




(313 )
frnnc('s que la guarJ1ll:lOn se rendiria priSIOnera 1810,
dp. guerr<l siempre (lIJe se la concediesen los ho-
llares militares, que se conservasen las espadas á
los oficiales, las mochilas á los soldados, y se
respetasen las pCl'SOllitS y propiedades de los ve-
cinos, im poniendo la pena de ser pasado por las
armas á tOtlo soldado francés que infringiese cua'l-
(púera de estas condiciones, JUllOt se con vino, y
apculJÓ esta cnpitulacion, por la que ellO de
Abril lomó posesion con su ejército de Aslor-
ga, despues de quince días de triuchera abierta,
y de haber perdido en el sitio cerca de 3,000
h Ú ll1bres,


El ei~rcito espailOl de Galicia, situado en Vi-
lIafl'anca, quiso hacer nll movimiento para so-
correr ;; ASlorg;¡; pero file contenido por el Ge-
neral Clausel, (Ille mandaba Ulla division del 8. a
cuerpo del ejército francés.


Lllego que JUi10t se halló en posesíon de As-
torga, en vez de respetar el l1e1'Oi81110 con que su
vecilld;¡rio había contribuido oÍ. la defensa, per-
miti('J que sus tropas se entregasen á los mayores
escesos, y que saflllcascn varias casas; y dispnso
que fllcs:~n conducitlos ,í Francia prisioneros al-
gunos eclesi;ísticos de los fllli~ mas halúan influido
en la Conserva cío n dd cspÍril u público,


COIl la toma de Astol'ga se facilitaba soLrc~
manera la invasion del POl'tug::ll) por ser esla
ciud¡jJ uno de los puntos y ["J,';OS mas importan-
tes para malltener la com,lllicacioll cun el N. de
a<Juel reíno, y rl'ot.cgel' lus i!lCUl'5ione5 en las
provincias de Lean y de Aslllrias.


TO:.lO 11. -lO




(314)
1810. Para formarse una illea de la importancia


que NapoleOIl Jaha á la reconquista delPurlu-
gal, Lastar,í considerar ]a illlllcnsidad de medio!!
que empleó. Segul"O casi tle no teJlcr liada f¡Ue
teme¡' en Espaiw ~ Lloquc¡lda yn ]a Isla gadilana,
y tomada la c¿.Jebre plaza de Gerona, el domi-
nador de Europa JiSpIISO, que el pri:nel' cuerpo,
mandado por d Mariscal Y.iclor, y el qllinto, :1
las órdenes de MOI,tiPI', fJUl~ llabiau acolll¡niwuo
á su hermano José de.~de Madrid á Sevilla, per-
maneciesen ucupalldo desde esta última ciudad
hasta Chiclann, delante de la Isla de Lean: que
el cuerpo de Sebastiani continuase entre Grana-
da y Málaga: que el del Genl!l'al Regnicl', aposta-
do sobre el Tajo; el del Mariscal Nl'y, que ocu-
paba á Castilla la vieja, con la divisiou del Ge-
neral Kellerl11an; y el de J Ul1ot, que Hca!J¡¡}Ja de
npoderarse de Astorga ~ se preparasen á illvadir
por tercera vez el l~ol'tugal pOI' el N. Y d 1::.,
despues de establecer de antemano almacenes y
depósitos en la~ plazas fronterizas. Para el éxito
completo de esta espeJicion el cuerpo de 'lictor
que sitiaLa á Cadiz, addaulaba destacamentos
hasta Ayamonle, y el de Sebastialli, dcsrues de
contener los reinos de Granada y de :VIurcia,
avanzaba con sus .con·crias hasta Gibraltar. To~
dos estos numerosos ejércitos se hallaban en co-
municacion, no formando realmente rnas que
una soja linca de operacioues combinadas.




(315)


t:APÍ'fIJLO XVIII.
OJ"ncll es llo1ll1)['a,lo General en gefe del ejército de Ca.


til,I!;]. -Accioll del puellte de J\lolills (le Rey.-Ac.
cion de Moya y Co!lslls;linil. - Recollocillliellto sohre
Vieh - :\ccion de Santa l'prptftlla y 'Iullet. - n:.talla
de Vich. - Accioll dI' V¡¡I~r".lIIea .t,~ Pallatl,!,.-Accion
,le E~paITasnel'a. - Ite~ i"ó\tLt (IL~ lo; f .. ancpses á 1l;¡I't~elo·
lB. - nlolpH~o y defensa (Iel castillo de Ho,tah·ich.-
Toman los fl'allceses las islas Medas. - Ell\Ial'iscall\lac-
,lonaltl. reelllplaza á Augereau, - Accion ue (hta.


Habiendo llamado la Junta c('lllral al Gene. 18/0.
ral Blacke para residir en su illmediacioll, Cl'cyÓ
que no podría cOllfiar el manJo (lel ejército oc
Catalnüa, ni la dircccion tic las op~~raciolles mi-
LIares ele esta parte d" la Peníllsula, que era clon-
de l/asta entollces habia sufrido menos la causa
de la independencia, ;1 otro mas á PI'opósito 'lile
al Brigadier Don EI1\'ii'lue OJoncll, cuya reputa-
cion Se h¡¡bia aumclllauo esLraordinariarnenl:C des-
Ut~ su salida de Gl'l'Ona por medio del ejército
si Liad UI', ailudiendo esta pl'ucoa mas á las muchas
de audacia y actividad que han caracterizado á
este Olieial general.


Las tropas .v somatenes r¡ne formaban la linea
del Llobregat atacaJ'on los des! aeam('nLos C'nemi-
gos Jc San Justo, Esplllgas, (:;"llTl)r~T y Gnrne-
llá, Y los obligaron ,{ replegarse á Barcelona el
dia 3 de Enero. Al Jia siguiente salieron los fl'an-




(316)
1810. ceses refnfzados de aquella plaza con tres pieza~


ele artillería, y trataron de forzar las posicioucs
de los eSllañoles sobre la derecha del Llobl'crrat 1') ,
camino de Villafr:mca de PanaJés) que defcn-
Jicl'on bizarramente.


El General Sohuan, que á Ilnes de Diciem-
bre del ailO anterior quedó acantona<lo en las
inmediaciones de Olot, no permaneció alli largo
tiempo, pues reforzado con la division itllli:lll<l
del G(~!1cl'al Pino, recibió ó¡,tlw de dirigirse
sobre VieJ.. Los somaten(~s aClldir!ron con una
celeridad increible, con el objeLo de detener á los
franceses en los desfiladeros que separan á 010t
ele Vich; mas eslos en número de lll:1S de IO.Oro
homhres lograron penetrar hasta esl:l l'lltima ciu-
dad, desde donde intentaron pasar hasta MOyi!,
flanqueando el <.lesfiladero de Collsllspina. La di·
yj5ion espailOla de Porla file atacada el 12 de
Enero, cuando se dirigia á incorporarse con la
(lel General Odonell, (file se hallaba situado en
el indicado paso; mas reunidas y formando un
todo <l(~ 2.200 hombrcs, acomeLieron bizarrnmcn.
te ,l los enemigos, que se ViCl'Oll precisados /1 re·
tirarse con gran pérdida. El 13 volvieron á jn-
1 ¡'uta!' el paso por la pnrle de la izquierda, 10-
gnllulo penetral' su caballería hasta Moya por el
camino renl, y disputadas las altnras inmedial[l~
durante lodo aqu(11 elia) los espniio1"s se rctira-
ron sohr.: Cdh~nt y pllentp di! Cahriann. El 14 Io.~
francf'ses l'ctrocedi~ron hasta Tona,'y elllllt'VO
Gl'1l101'al Otlonell, para eSl:ita!' el al'dor de 103
sollLdos, peleaha á su c:lbcza como un simple




(317 )
granadero, hncientlo por sí mismo pi'l5JOIll'rOS 1810.
tres oficiales franceses, á quienes trató con la ma-
yor consideracíon.


La division de Odonell se hallnba el Vi de
Enero en CalJ.es, y la de Porta en Moya. Odo-
ncH , tan activo corno emprendc(lor, espiaba
todas l~s ocasiones de batir ~l ellemi;;-o. El dja
21 de Enero dispuso que el Mal'C¡ués de Campo-o
vel'dc atacase en:) Sil (tivision ,1400 enemigos qllc
se hallaban en San!a Pcrp"'llld, <le los (FlC sulo
se salvaron dos; y !legando á este li~rnro la di-
vision al manllo (lel Brigadier Porla, cayó sobre
una columna (L~ 1.200 franceses, que ocupaba á
Mollet con dos piezas de artillería, la que fue ha-
lida'y JeMrui(la tan completamente, gue despucs
de perdida S11 artillería, solo Plldieron sal vat\~e
dI") 200 á 300 homllres. Los prisioneros cOGido!'
en esta accio!l, precedidos de los dos c<JfJCl!I!'S
Con inscripciones, }' cuhiertos de guirnald'is Je
laurel, fllcron pasearlos en trillnfo pOI' medio del
ejército; y esta especie de pompa triunfal exaltó
hast!l. el último cstremo el cspíl'illl ele los solda-
dos) y borró algtll1 tanlo la funesta il1lpresifHl
que habia hecho la caída de la inmortal plaza (tú
hp¡,ona. El GÚDcnl Allgcl>eau, dCS¡lllCS de la to-
lln de esla, se diri~ió á Barcelona, en donde hi-
zo Sil entrach trilwLl, revestido, entre otras dl~
sus mlJcha~ condccoracionrs, Con la gran Cruz
de Carlos 111, .v COII el título de Gohernador de
Catall1üa: sc alojó en el magnifico pnlacio del go-
bierno, donde hacia treinla años CInc él mismo,
en clase <lc simple guardia w3lo11 , al servicio de




( 318)
ni 10. Espaila, hahia montado la guardia, ofreciendo asi


un nuevo ejemplo de las vicisitudes humanas.
Una de SIlS pl'illH~l'as I'I'ovi(lellcias file la .::Ieposi_
cioll del General DIIII!~sme, á quien cuvió ,í Fran-
cia, prelestan(lo el malll'ato y dureza que habia
usado cou los calalaues; y este acto ,le scveridad
hizo concebi .. tina 0l'illioll favoraulc de este nue-
vo gefe enemigo. Tan Cil'l'to es (Iue en el bom-
bre revestido de altas digni(lades y (leposital'io
del p()Llcr, la equill<ld es el líuico medío de con-
ciliarse el afecto, y de hacer respetar la aulo-
rilla d.


El ejército fl':lIlcés no podia permanecer lar-
~o tiempo en los alretledores de Barcelona, don-
de consumia lIuas subsistencias pI'eeiosas, y don-
de, por hallarse el Fais eutel':tl1lenle devastado,
co.;taba mllcho SIl lIlanuteucion á la Francia,
Au¡;-creall, sigllienJo la m,íxillla ue Napoleon ue
cTue la guerra Ud.H~ alimentar ,í la gllcrra, marclló
inmediatamentc ¡í GCl'Ona, llcjando al paso algu o
nos batallones sobre las alturas tIc Masanet, para
hloqucar el fuerte de Hostalrich, y ver si porlia
rendirlo pOi' hambre. La division de Sohuall fue
d:'s,iniida para :!(lelanlarse hasta Vich, y pasó,
c:lsi sin resisl(~lIci1 , los Jcsfilallcros de la Garri-
ga, por JOlde va el único camino transitaLle
para cart'lw,:;es 'f arl.illCI'ía, pues pOI' los ucmas
que cordllcen ;l aql1ella ciuuad, los transportes
ticuen ([tiC ir :1 lO!lIo. Los somatencs entretanto
OC\lparon todas las montalJas de los alretleuores
de Vich, y tenian á los franceses casi en esta-
fl'j d,~ bloLIueo en sus mismos acantonamientos.




( 319)
Odonel1, ¡~ imitacioll tle Honapartc, seguia una 1810.
marcha diametralmente opuesta ;í sus prctlecesoo
res, y recompensaba sobre el mismo campo de
bnt,!lla las acciones brillanles, ya Jaudo graJos ..
ya prodigando ulab:Hlzas que electrizaban al sol.
dado, y no atelldiendo en la llistrihllciull d,~ pre-
mios, ni al nacimiellto, ni á los títulos, ui á las
recomcllllaciollt's, sillo al ¡,delito j al valor y á
Jos servicio,.;. Esu~ Gene!';]l; á quien sos espc(Ji-
ciones de Gcroll:l y de J\lujlct habian adquirido
una gran reputacion, y gnnauo la confianza del
solda(lo, reunió en este último puehlo todas las
fuerzas de 'Ille rodia disponer. Estas asc?l1derinl1
como á 12.000 hombres de infantería y á 1.2UO
calúJl I o,.; J eOIl los cl1ales, divididos €Il tres co-
IUlllnas, y ayudados de 11n cOlIsi,lerable nt'tn1tTO
de somatenes, desemhocó en la llanura de Vich.
Los francf'ses ocupahan esta, los p11ntos dp Por-
tona, Collespina y Cenfüras J con las alt.u!'<.ts
que pOI' el occillente dominan dicba llanura. Pm·.
te de la última tropa espaüola atacó ,í Gurp, ocu-
pado por un balallon francés, el que se retiró
ordenadamente, y á poco tiempo el fuego se ge-
neralizó por foda la linea, y quedó empeilada uua
accíon grll('ral. El General OJonell trató sucesi-
vamente Jc envolv~'l' el naneo izquierdo, de rOnl-
per el centro, y de doblar amhos costados; pero
naJa pudo realizar, y las lropas francesas se sos-
tllvieron frustra I1do todos sus planes. En seguida
mandó OJonelL desfilnr pOI' su derecha una co-
lumna de infantería sostenida por la caballert¡¡;
pero una britlanle carga de la de los franees{'s




(320)
13tO. derrotó la caballería española, y deshizo á la in-


fantería, declarándose desde este momento com-
pleta la victoria por parte del enemigo J (Iue per-
.siguió hasta Tona á los espaüoles, matando á
muchos, y haciendo un gran número de prisio-
neros. El campo querló cubierto de muertos y
de hcridos, y el ejército derrotado buscó su sal-
vacion en las montañas.


Al mismo tiempo que Sohuan se batia con
Odoncll, las tropas italianas que formaban el
b!OC]lWO del castillo de Hostall'ich eran atacadas
por una multitud de somatenes, que fueron bien
prouto dispersados con bastante pérdida.


Un cuerpo de L.OOO infantes y 200 célbélllos
cspaüoles, mandados por un Co¡,ond suizo, atacó
pUl' entonces á los franceses acantonados en la
v illa de Bcsalú j pero fucron repelidos vigorosa-
mente por el Gun~l':tl Verdier, y obli¡;:Hlos á Jis-
per.~arse, aú como la J un [a provincial que se 11<1-
hia instalado nuevamente en Arenys de Mar con
el fin de acti\'ar la insurrecciol1 general delPrin-
cip2.do. El Mariscal Duque de Castigliolw (lile
permanecia trancluilo "en la alta Cataluiw, como
llcvu,nos dicho, creyó sel' llegado el momento
de atldanLal'se r:las allá de Bal'Cldolla para apo-
yar, con arreglo á las ónlcncs que habia recibido,
lus movilU;e'llos del General Suchet que se prc-
paralJa rara siLiar 1.1 plaza de L(~l'iJa. El Mariscal
se puso en marcha con su ejércilo á principios
de Marzo, dejarlllo cerca de 3.000 hombres delan-
te de Hoslalrich para continuar el hlor¡lleo. La
Jivision de Sohuan, que por haber sido hcriJú




(:121 )
este en la batalla ele Vich y l'etirádose á F,'ancia, 18~O.
se hallaba malHla(la por el Gfmcral AugerC'au,
sobrino del ;Hariscal ele este n0l1'10rC, se di!'!-
Fió pOI' CoUespina y por Mauresa, y 1a di vi-
sion italiana á las órdenes del General Severoli
n13rchó por San Celolli y Gl'anollers, y ambas se
reunieron sobre el Llobrcgat y puente de Molins
de Rey, Los italianQs en su ruta no encontraron
oposicion ni obsl,tclllo alguno; mas la. ttivision
francesa tuvo que pelear con 2.000 cspailoles en
Jicho punto tIc Collcspina, á los que obligó á
replegarse. La poblacion de l\1anresa huyó toda
pl'ecipltadarnentc al aproximarse los enemigos, y
las tropas españolas que se hallaban sobre el
eoIl de Ordal, se retira-ron tambien sobre Téll'fa-
gona. Las dos Jivisiones francesas entraron cn
Villafranca, y penetraron por el Col! de Santa
Cr.i:.;tina hasta el campo de Tarragona , dcj~nrlo
libre la ~arl'ctera real de Barcelona. Sabedor de
esto deslacó Odoncll Uila division al mando Lld
General Don .T uan Cal'o para ho.s.tilizar sus co-
municacic)l1es con Barcelona, y en efecto en 30.
de .\larzo atacó Caro la guarnicion de 640 hom-
b!'2s (fue el cllcmigo hahia dej:ldo en VillafrancaJ
y la biza prisionera, quedando cortada (te este
mOllu la comnnicacioil entre las uos divilúones que
oCllpaban el campo de Tarra3ona, y cll\1al'iscal
D Uf{ ue dt! CasI i;;lione , 1ue creyó con venicntc 1'('1'-
manccer en Barcelona como punto centraltle sus
o[lc:raciont's. Las dos divisionrs enemigas se aC31J~
tonaron en Reus , mas allá deTal'l'agona , habicn-
do ilej;do antes una guarnicion en Manresa, r.lyU


TO.I1G !l. 41




(322)
18.0. suerte no fue mas feliz (Ille la de Villafranca.


Heriuo el Gen!'ral Caro en la nccion de Vi.
ll'afranca, recayó d mando Je su colnmnaen el
Brigadier Gasea, el que continuó Sil marcha con
direccion á Manresacon el objeto de apoderar-
se de los franceses que la ocupahan; pero al lle-
gar á ESpatTaguera, se encontró 1::0n {licha guar-
nicion ,compuesta de la brigada del General
Schwartz, la atacó, y arrolLímlola {Iejó fuel'a de
combate mas de 4UO J hizQ 500 prisioneros, y solo
300 pudieron salvarse, liiendo persl'guillos á la bao
yoneta hasta los mismos reJuctos del !lUenle d-~
Molins de Rey.


Estos dos 'reveses ponian al Mal'iscalDuque
de Castiglione en la mas crítica situaciou; pues
se hallaban in terrum pitIas sus -com 11 nicaciunes
'Con las Jivisiones 'estacionadas -en Reus, que com~
ponian la mayor parte de su .ejército, yademas
las partidas que á suarLilrio saliande Tarragona,
plazasíLuaJaen el camino ,¡'ealde Barcelona á
Valencía, interceptaban por 'cuantos ;pu utos se
proponian las mismas -comunicaciones. Un cor-
reo que el Mariscill se aventuró a enviar por mar,
y que pudo 'escaparse á la vigilancia de los in-
llumerablesct'uceros de ]a costa, llevó orden á
los Generales "franceses .sit uadosen Uells para
abandonal' snposicion , y en la -misma lloche, á
cosa de las Sen que lal'ec'-ibieroll, ycon oel obje-
to debudal' la vigilancia de Jos e."pai'loles, tra.
t.1ron de ponel'se en retirada; mas concertaron
tan mal su movimiento retl'ograuo, y era tal la
cOllfusioll CQn que se preparaban á emprenderla,




(323 )
que al amanecer del dia siguiente las columnas 1810.
apenas habian sa lido de RellS. Percibido este des-
orden d('sd~ 1'1 campo de Tal'l'agona-, los espa-
fwles salieron de la plaza y sus aca-ntonamicnlos,
y rellnidos con varios somatenes sobl'e e] cami-
110, incolllot.blron COllstantcnwnte ]a marcha del
enemigo, A su ll!'gada á Viilafranca Odone11
intentó molestarle mas tIe cerca por haber hecho
allí el primer alto; mas fue I'cchazacla su van-
guardia hasta el plleldo ,le A 1'1 JO S , en donde ha-
biendo tomado posicion los espailOles, se sostu-
Tieron brillantemente conll'a el Ímpetu del ene-
migo, cuya l'etirada á Bat'celona no pudo impe-,
dil'se.


Luego q11e entraron en esta plaza las dos di-
visiout's, el Mariscal dispuso marchar á Gerona~
y colocar sus tropas de moJo que se asegurase la
cOlllunicaciün con Francia, y se impidiese el so-
corrode Hoslalric)¡, cuya posesion era tanto mas
interesante ¡í los [I'anceses, cuanto era imposible
alelHlcr á la subsistencia de la capital de Catalu-
fia si los víveres no venian de Francia.


El castillo de Hostalrich, defendido con 42
piezas de artillería, está en una roca que domi-
na las montaiJas de dificil acceso, que por to-
das partes le rodean, y no puede ser tomado
sillo por hambre, La guarnicion hacia frecuen-
tes salidas, el tiroteo era contÍllllo, y disral'aLa á
menlldo bOlllbas que causaban bastante estrago.


En <1 de Marzo el Teniente Coronel Villamil
introdllio en el castillo un convoy de víveres,
desplles de haber batido á los sitiadores, Estos




(324 )
~810. se continuaron accrcando á Jas muraBas, y ('s-


cascando de nuevo los víveres, un gran número
de sornatencs, sosteI1ilios de alguna tropa regla-
da J intentaron introducir olros dos convoyes en
la noche dcl3 al ,1 de Mayo, 10 que no pudieron
consegui\' por las disposiciones tomadas por el
General Scvcroni, salvándose no obstante los
-dos convoyes por el cuidado que tuvieron los
f!'spaiJoles de no aventurarlos hasLa teller espeJ.i-
to y libre el paso p,n'a su inLroduccioll.


La guarnicion de Hostalrich , viendo por úl-
timo consumidos todos sus víveres, y no espe-
ranllo SOCOITO , tOIl1Ó, por disposiciol1 de su Go-
}Jernador el General Estrada, el arrojado par-
tido de ahandonarel ensUllo, y de abrirse
paso por l<ls líneas enemigas, como lo verificó
cn la noche <.lcl12 de Mayo á favor de una espe-
sa humareda, degollando á un centinela italia-
no (iue ellconlró; mas alarmadas hs tropas ene-
migas del bloqueo, y corrienuo á las armas, per·
iiguierol1 á los espaüolcs, los enales , vencicill:O
l1H1chos y grandes obstáculos, puJieron reulIirse
d ejército, no sin alguna pér<lida.


En los momentos mismos en que Holtalrich
era ab:ll1tlonaJo, el. Mariscal DilC¡llC de Ca'sli-
glione preparaba el atarIl1e <.le la posicioll d.c las
i\leuas (islotes), situadas al S. tIc una de las PUll-
tas Jel golfo de Rosas, cerca de la em!;oc::¡J.llra
delrio Ter. La posesion <le estas islas era il11pol'~
tanle, porque aseguraba el cnLotage en la l'j!l-
gituu de toda'aquclla costa, y quitaba á los hll-
quesin.gleses un asilo marítimo. l,os franceses




(125 )
se apoderaron de estas islas por un golpe de 1810.
mano.


Los re,'cses que el1\Iariscal Augereau espc-
rimcnló en Villafranca y Manresa, le hicieron
caer en desgracia de Bonaparte, é ignalmen.
te <lue su retirada de Reus, que comprome-
tia las operaciones del sitio de Lérida, abando-
nando al General Odonell los desfiladeros de
MonthIanch, por donde atraviesa el Ílnico cami-
110 suscepLihle (Id paso de ar~illería , por donde
padia socorrer dicha plaza. En su con:;ecucncia,
Bonaparlc nombró para rcemplazarle en el man-
-{lo en los últimos clias del mes de Mayo a11\1a-
rjscal :\bctlonald, Duque de Tarento, en pre-
mio de sus antiguos servicios y de su brillante
cooperacicn en La mcmorable bat¡¡lb de '''agram.
El manlto de CaLaluila y la di.rcccion de sus ope-
raciones I:1il ¡lares había costado la opiuion y
desgracia el" dos Generales afamados que no ha-
bían 11c11<)(lo las inlenciones ele K apolcon, por
lo que este' nomlmunicnlo era para l\lacdonald
una prueba de confianza de las mas lisongeras, y
q{)C lll<lS dchia estimularle. Sin embargo, el valol'
de Jos Cal~¡la!1(:s cl(:lnvo tambien su marcha vic-
tOl'iosa, como la (le sus pI'cdecesores, oponiendo
o]¡~;t~culos insuperahles la surnision de un pa16,
cuyos hahitantes b<lbian jurudo morir antes (lue
pcnler su independencia.


Despllcs de la loma de Geroni'i, el ?fIarise-al
Allg(~l'eall, sin embargo de las protestas que hizo
d\~ tr~tar con benignidad á los espaüolcs, y de
aseGurar que deponia {¡ su antecesor Duhcsmc _por




(326 )
fS!O~ el rigor que habia empleado, llabia tratado de


establecer un sistema de la maYOl' severidad para
~ometer el país; y todos los paisanos cogidos con
las armas ell la mano eran ahorcados irremisible.
mente, á cuyo efecto se colocaron de su orden
horcas de trecho en trecho en el camino real que
conduce de Gel'ona á Figucras; mas estos medios
en ve~ de aterra¡' el ánimo de los catalanes, los
incitó mas á la defensa.


El Duque de Tarento adoptó IIn rllmbo dis-
tinto, y adoptando el ICllguage de la persuasion,
trató de concilia¡'se el afcclo de los habitantes,
por med[o de pOmposas proclamas, en que res-
piraba intenciones l«'ales y pací!1ca.~; pel'o los ca-
talanes COn las armas en la mallo despreciaron
sus proclamas, y frllst¡',lI'on des¡}(! lllego la pri-
mera espedieion que elllpl'endió el DlIqUf~, inter-
ceptando los convoyes <]tIC n'lIian á Barcelona.


Desde principios del a¡1O dl! 1810 el General
Suchet se hallaba casi enLt'¡'alHl'nle dueilO de Ara-
gon, y se preparaba á sitiar a Léri(la, plaza fuer-
te, situada sohre las fl'Outeras tIe ,uJlwl reino) en
el principado de Calalllila.


El Coronel GarcÍa Nav;¡rro oCllpaba la dere-
cha del.'io Algas COI; cinco batallolll's; y los fran.
ceses procedentes (le Calallda , Caspe y Alca¡üz,
reuniendo fuerzas slIlH'riol'('s en lus pueblos de
Valderobles y Macll:., solm: la lI1.írgen iZ(lUicl'-
da del mismo río, f.,rzaroll el lO de Febrcro el
paso pOI' enfrente cid pll ·!Jlo dl~ Oda; mas las
tropas espnliolas , di~l'lILílldllles el tcrreno, les
oponen una l'csislcncia obstinada, contient:n á




(327)
los enemigos, y siguen su retirada hasta la posi- 1810
cion ventajosa de Pral de Conté) sin ser perse-
guidos. Despues de la accion de Orta, noticioso
GarcÍa Navarro ae que los enemigos se dirigian
POl' el camino .de Bot, se puso en marcha con
sus tropas, y alcanzó su retaguardia en las altu-
ras de este pueblo, los desalojó de ellas, y per-
seguidos por las guerrillas españolas" repasaron
el mencionado rio Algas.




(328)


CAPITULO XIX.


Operaciones del jóven :Mina en NavarrlL - Suchet le per-
sigue activamente. - Espedicion de Suchet á V.Jh:n-
cia. - Combate de Alventosa. - Entusiasmo de los de-
feusores de Valencia. - Retirada deSnchet. '-"- Opera...;
ciunes del General espailOl Yillac:llllpa. - :\Tina el jóven
es hecho prisionero. - Suchet sitia á Lérida, - E.sta-
'do de la plaza. -Salidas de sus defensores. - Uatalla de
l\Ial'g¡¡lef. - Horroroso asalto de I~éritla. - RCll(liciun
de la plaza. - Operaciones de los somatenes. - Defensa
y rcndicion de l\1erluillellza.


1810. La provincia de Nava.rra ~ por donde el ejér-
cito de Suchet mantenia sus comunicaciones con
Madrid y París, habia permanecido en 1111<1 com-
plela calma y tranquilidad durante la primera
campaüa, en tales términos, que los caminos
se hallaban tan enteramente libres, qne los trans-
portes y la artillcl'Ía COIl que se hizo el sitio de
Zaragoza, vinieron desde Pamplona sin escolta,
y sin temor alguno de parte de los habitanles del
pais; pero este reino, sin plazas fuertes, sin de-
pósitos, sin apoyo conocido, fue luego uno de
los paises que mas dieron que hacer á los fran-
ceses, por(lue se lc\'antaron en él una porcioll
de partidas que iulcrccptaban los correos, in-
comodaban los convoyes, llegando á tal cstre-
mo, (pie puede asegnrurse que hubo ocasiones




(329 )
('11 f¡lIe la ;1uloriJad t!e1 gubierno franees nCi 05(:
(·.~tellfiia mas q\le al glacis de la capital. Un jó-
ven csllllliante) llamado Javier Mina, que 11ab'lu
.~ali(lo de esta, era ei alma y autor de todos estos
llIovimientos. Puesto á la cabeza de algunos hom-
bres atrevidos, obtuvo algunas ligeras ventajas,
t~ hiw varios prisioneros que condujo á la plaza
de L{~rida. En vista de su actividad y celo) el Go-
hernador de esta le proporcionó armas, municiu-
nes y recursos, y á poco tiempo despues UIIH
bandera que recibió de la Junta de Sevilla) le
Ilirvió para organizar su gente en tropa regla da,
y continuar inquietando álos enemigos, evitan-
do lodo choque sério, y no atacando jamas sin
la ccr[iJlllnbre de conse¡!,llir ventaja) bien por
la lwsicion ) ó hien por el m'lInero. Con tan pl'U-
dente conducta se vió d poco tiempo en estado
de comb:üil' con gruesas destacarnclltos cnemi-
bOS, y de apoderarse de todos sus convoyes. Sll
acLividad, su energia y la sC\TeriJad cruel con
qne castigaba á los españoles convictos ó acma-
uos de haber hecho de grado ó por fuerza el me-
nor servicio á las tropas francesas, le hicieron
formidable, y le aseguraron el secreto de toua~
lIl1S operaciones. Ya se emboscase en el Carras-
cal} bosque inaccesible entre Tafalla y Pamplo.
na, desde donde salia muchas veces rarJ atacar
al enemigo, ya marchase rápidamente á sor-
prender los puestos de este, ya se retirase pa-
1'a evitar su persecllcion; e11 lodos los pueblo5
era recibirlo) temido y ohedécido, sin que ja-
mas habitante alguno vendiese ni descubriese


'fOMO 11. 42


1810.




(330 )
1810. á ningullo de sus parciales, Dominaba ya aL! lol


suene el pais en el mes de Enero ae l8tO , (ple
el Gobernador frances de ~"avarra creyó pod{~r
cntral' eOIl él, como con un General de eiército,
en negociaciones relativas al cange de prisiolle.
¡'OS, Y aun ad mitió en Pa m p lona en clase de par-
lamentarios ,t los oficiales que comisionaba al efec-
to, Estos progresos en una provincia fronteriza á
Francia entorpecian las operaciones del tercer
cuerpo del ejército frances, que mandaba el Gene-
ral Suchet, y la deslruccion de una partida tan
terrible fue mirada 1101' este como indispensable
preliminar para las operaciones que pensaba em-
prender. Autorizado con plenos poderes p<lra suje-
tará Navarra, destacó al Geuel"alAl'ispe p;'rta per-
seguir á Mina. Arispe se dirigió en los primeros
dias de Enero á las Ciuco-Villas, y marchó al
PJlcuentro de Milla, (Iue ocupaba á Sangüesa)
mientras que 400 polacos desde Tudela C<ll1lína-
ban en igual direccion, y una columna de 800
llombrcs partía de Pamplona para cooperar al
lugro de este movimiento, Temiendo el enemigo
(lUl~ Mina se inclinase, como lo habia hecho ya
alguna vez en ocasiones semejantes, hácia las
fronteras de Cataluüa , se dirigieron dos batallo-
nes franceses hácia i\lusa y Mediano, con ordell
ae atacarle y acosarle por todas partes donde
apnreciese, interceptándole á todo trance el paso
del Cinca. El General en g-cfe Suchet se trasladó
en persona á Huesca p3ra asegurar la eiecucioll
de estas medidas, (lue fueron todas infrllctuosas é
inútiles, pOl'que Mina, rehusando el combate, sule




(331 )
¡](' S;lllgLipsa ,y pOI' medio de una marchalan r;í- HJ1I).
pila, corno Jiestral11ente dirigida, en vez de huir
de! encmjoo con l.OüO hombres deinfantería V 200 D ~
Je cahallería cac sobre Tafalla en el momento
en <lue alli menos se le aguardaba, ocupa el pue-
blo, y la guarnicion francesa se refugia á un
cuartel, en el que se mantuvo encerrada durante
todo un tIja que permaneció alli Mina, dueño de
la línea de comunicaciones del enemigo, A vista
de tan osada tentativa redobló esta la actividad
en la persecucion; pero el sagaz caudillo espa-
üol) conociendo que le era ilnposible permane-
CPI' constantemente en las montañas por el rigor
de la estacion , ordenó la ocultacíon de las armas
de Sil gente, y despidicudo la mayor parte de
esta, y errante de pueblo en pucLlo pudo esca-
parse por entonces á las pesr¡ujsas de sus enc-
1111g0S.


Por un rasgo de aULlacia , propia de su ca¡';íc-
ter, durando aun csta pcrsecucjon', se presentó
vestillo de paisano entre un grupo de estos en
el camino real, cerca de Olite , y estuvo víendo
pa:;<lr al General Sllchet cuando marchaba de Za-
ragoza á Pal1111loll<l con el olJjeto de inspeccio-
nar por si mismo el estado de arfuclla plazil, y
disponer el desarme de sus habitantes, aunque
otros aseguran que el verdadero rnotivo secreto
de su viagc era el de inspeccionar los parques, y
acopiar las provisiones necesarias pal'a los sitios
que pensaba emprender.


Suchct depuso las autoridades civiles de Pam-
pIona, eligió otras, y se retiró á Aragon, y se




1810.
( 332)


preparaba á cjecntal' nuevas operaciones, cllando
en 5 de .FI~bl'ero recibió en Zaragoza la orJeH,
(tue con f,;cha 27 de Enero le comunicaba el rey
José para marchar inmediatamente sobre Valnl-
cia en dos columnas; la una por Teruel y Se-
gorbe J y la otra por Morella, Sa n Mateo y cust<J
dd mar, añadiéndose cn dichil orden que el ejér-
ciLo del mecho dia destacaría una divisioll );obl't'
Murcia para cooperar á este movimiento, y <tllUII-
ciando con fundadas espcr;¡nzas que Valencia
abriría sus puertas al ejército frances. Marchó
en efecto Suchet en dos divisiones sobrc Valen-
cia, la una por MorcHa , y la otra con el cllartel
general por Alventosa, y el1COnll'allUO eH este
l'llLimo pueblo la vanguardia Jd ('ji~l'cilo de Ya-
lellcia, 1~ derrotó con bastante p"~l'llida , y prusi-
Sllio su marcha hácia la capital; y ocupando COIl
una de sus divisiones el 5 de Marzo el harrio el"
r.Illl'vie<.lro J él la izquierda dd Guadalaviar) se
presentó delante de Valencia, conGado en
que una conspiracíon le ahriría sus puerlas.
Cinco días permaneció al frente de esta ca-
pital; pero no se manifl'slú en ella el mo-
vimiento rdvorable qlle aguardaba, y Sll (';'0-
bernadol' desechó cu;:¡nlas intimaciones y pro-
puestas ~e le hicieron. La efervescencia popular
estalló de 1111 modo terrible entre sus habitan-
Les al saher que los franceses cuntaban COlI
uua conspiracíon interior para apotlcrarse de
ella; mucllos sugelos sospechosos de favore-
cer las miras de los franceses, fueron a!'res-
lados, y hJ.h!énd0SC puesLo en medio de h pIna




(:H3)
p:¡ra alerrar ,~ lo,; I raidores una horca, f!Jf' n il1~1 j. '!i:liO.
ciado en ella uu Coronel, á quien se aCLislI
por tal.


El mismo espíritu que en la capital se mani-
festó en los pueblos de sus contornos, y asi el
General Suchet determinó su retirada á Aragon;
prro antes quiso disipnl' algunas reuniones de cs-
paiioles que se formaban sobre sus flancos, que-
úcudu conservar U!la aclilud de fucr7.a y poder
en medio ele uu IléJis encmiCfo, El Coronel lIen-


u


riot fue destacauo sub¡'e Liria para someter aqnc-
lla poLbcion j y el General 13ousal't en 8 ele Mar-
zo con 200 coraceros y 300 infantes escogidos se
dirigió á Castelloll de la Plana, y encontrnll-
do 2.0()() paisauos armados en el puente de Villa
Real, clctras del Mijarcs) los derrotó y puso
en fuga.


A principios de la noclle del lO de :\larzo (,1
ejército francés levantó el campo, y reunido en
una sola columna tomó el camino de Segorbe
y Teruel , que se hallaba amenazado ya por par-
tidas de espailoles. El 7 de Marzo el General Vi-
]/:¡cumpa, jl1zgan<lo 'lile la allsencia del ej?'rcilo
frances le proporciona ba la ocasion mas fLl rora-
ble para pcnelral' en Teruel, entró cuesta ciudad)
!! hizo encerrar á Sll gllurnicion, compllPsta de
400 hombres, mandados por el Coronel Plirlllc,
en el SCllliuarÍo Conciliar.


Instruido elmilllo Vil1acampa de que un des-
tacamento de 150 hombres, escoltando cllatro
piezas de montaüa y varias cajas dc municio-
nes, habia salido de Daroca con dil'eccioll al




(334 )
1810. t:jército, se dirigió contra él, Y rodeándole en


ulla gran llanura á una legua de Terucl, se apo-
deró de él. Poco dcspues el mismo General hizo
alacar á una compaüía de polacos que se halla-
ha situada en Al ventosa, y la hizo toda pri.sio.
llera.


A este tiempo la gllarnicion francesa de Te-
ruel que permanecia estrechamente bloqueada
en el Seminario, se hallaba en bastante apuro.
En defecto de cañones) los espaiioles la batian
con un contÍnuo fuego de fusilería, y la procu-
rahan intimidar con demostraciones de un ata-
que subterráneo: emprendieron varias ohras para
volar la iglesia, y convenir el sitio en bloqueo;
]lera el 12 de Marzo, habiendo divisado la van-
guardia del ejército de Suchet, que regresaba de
Yalencia, tuvieron que retirarse. El General Su-
ch;~t marchó ~í Zaragoza, y el ejército á acanto-
nurse en sus respectivas antiguas posiciones.


El BrigaJier Percna , aprovechándose ue esta
ocasion, en que la línea del Cinca estaba des-
guarnecida, intentó apoderarse uc Monzon ; mas
no tuvo efecto su tentativa por haber sido recha-
zado por el General Verges.


La retirada sucesiva de las tropas francesas
de Naval'rtl hizo que Mina se presentase nueva-
mente en campaña) y auelantanuo SllS escursio-
l1es, pC'n:'tra,;c hasta Aragon, ocupando las Ciu-
~o-Villas. Suchet volvió á deslac<ll' de nuevo
contra él al GelJeral Arispe, y dispuso al mismo
tiempo que 2.000 hombres saliesen de Jaca para
cortarle la retirada. El General DlIfour, sucesor




( 335)
del General Regnier, ocupó con Sl1 Ji vision todos li'310.
los pasos y puntos ue retirada, y :Mina hoslig[ulo
1101' todas parles, cayó en poder ue los franceses
en primeros de Abril, y fue conuuciuo prisionero
á Francia. Este mismo jóven algunos aüos des-
pues de la guerra marchó á Alllérica, en donde
percciú por haber intentauo sublevar a(iuellas re-
glOliCS.


Apngada por alglln tiempo la insurreccion de
Navarra con la prision de esle partidario, se ha-
lló libre el ejército francés de este cuidado; mas
hien pronto un tío del mismo Don Francisco
Espoz y Mina le sllceuió en el mando, y tomó g¡'a-
dualmente, como luego veremos ~ un incremcn-
to mayor que el del jóven estudiante su sobrillo.


El General Suchet, que ya habia hecho desde
antes de su marcha intempestiva á Valencia los
preparativos para el sitio de Lérida, quiso bo\'-
rar las funestas impresiones fIue pLldiera causar
á su reputacion mililar esta infructuosa tenluliva
que desaprobó N apo] con, y fue únicarnente ell'e-
sultado de las ól'Jenes terminantes de su herma-
no José.


I.a pIna de Léri¡Ja, situada sobre la del'echa
del Segre ell medio de un vasto llano despojado
casi del todo de árboles, no tiene mas defensa
en su circunferencia que la de una simple mura-
lla; pero el Segre, bastante aucho y de rápida
corriente, la ueficnJe casi enteramente en toda
su longitud de N. á S. EsLa plaza, cuyo nombre
solo trae consigo una porcion de recuerdos Gon-
sagrados por las hislorias de las guelTas :lnli-




(~36 )
1HIO. gllas y moclernas, se distinguió ya bLtjo el nomhre
d\~ Illcl'da en la segunda guerra púnica, y al prin-
cipio de la gllerra civil de César, este sÍliú en ella
;Í Jos dos Leuientes de Pompeyo, Afranio y Petre-
yo, queconcinco legiones serindieron prisioueros.
Eulos tiempos mouemos, y hácia el año de 1644,
Oou Felipe de Sil va atacó á Lél'iua, defendida
pD1' 3.GOO franceses y 2.000 paisanos catalanes,
.Y dcspues de un bloljueo de mas de dos meses la
l'iudió mas Lien por hambre (Iue pOI' fuerza. En
1616, los franceses, mandados por el Conue de
lIarcourt, intentaron apoJel'arse de Lérida por
harulJre; pero los espai'loles forzaron su línea, y
}:'s hicieron alzar el bloqueo. Al ailO siguicllte
el gran Con dé abrió la trinchera en el costado
dd N. del castillo; pero al cabo de veinte dias
d ej(~l'cito español Ljne se aproximó para socor-
rer la pIna, le hizo h~\7allLal' el sitio. Durante
la Q"uerra de sucr:sion y eH el ¡¡ilO de 1707, el DIl-
(Iue de Orleans, dueño de Valencia y de Al'agon
J.espues de la batalla de Alrnansa, vino á sitiada
PU presencia del ejército de Lord Gal1oway, y
embestida la plaza en 13 ue SCLiembre, y pl'iu-
cipiada la trinchera en la noche del 2 al 3 de
Octubre, al cabo ue veinte y cinco (lias de aLier'~
ta, se apoJcró ellO de Noviembre de esta plaza,
cuyo Goberna(]ol' era el Príncipe de Dal'lllstadt.


Léricla se halla situada sobre c1 camino real
de Aragon y Catalulla, á 25 leguas de Zaragoza
y otras tantas Lle Barcelona) á las orillas del Se-
gre, como bemos ya indicado, con un puente de
piedra ¡Í corta distancia, y tanto por su poblacioll




(337 )
de 15 :l 18.000 <lImas, como por su posicion que 18tO.
domina :1 lo lejos el contorno, ('jcrce en el pais
bastante illfluellcia. El General Stlchet empren-
dió este sitio, contando con la coo\wrac¡oll del
ejl~l'Cito fl'ancés J(~ CatalulJa, flrlC con alTeglo á
las órdplIl's (le su GolJlerno, debía dest1e Reus y
campo dl~ Tal'l'agollll apoy<ll' sUs ppel'aciones de
sitio, illlpidil~1Il1o q1le las tropas dd General Odo.
l1elJ illtelllasen mol(~star á los sitiado.res; mas
esta cooptTólcioll Jll) pudo t!;'ller ('f(,Clo, por cuan.
lo, Sl'gllll he\U:)s ya dicho, Augl'l"l'au se vió pre.
cisado ,1 retirarse (1 U'lrcelon<l. SucheL pl'incipió
á pl'Ppar:H' las operaciones del sitio de Lél'ida,
pos('~iOIl:llldose de autl'mano de F.'aga y de Mou.
zon, avellillas llIas principales lb! aqllella plaza.
En Fraga COllstrt1yÓ el f'1It'migo ¡¡Iojamientos pa.
1'a su tropa, a¡lll11lalando el pu('n~e de madera
pnl'<l pod,~1' pa~al' In :,rlillel'Ía, y recompollieudo
.Y allll1ClllallJo 1<lS ohras del 1)('(¡neiJo fucrte d2
Monzoll, para que le sil'vil~sc\l de punto de apoyo.


La divisioll. cspailOla del Scgl'e y de) Cinca,
líl! q\le formaba p,'l'te la 31l<ll'uicion de Lérida,
Clllor¡JI'ció cllanlo le f¡le posible las opcracione·s
del cJlcmigo; Jlero <lni(¡uilaJa por las continuas
falif:;as, y pOI' el gran IlLlmerO de bajns que rc-
s\llla!Jnu de los sangrientos choques que casi dia-
riamente sostt'nia ... no parEa contrastnl' vigorosa-
mente los ])l'!;yectos (le Sllchet. Sin embargo,
cuallJo éste marchú con su ejército á la espcdi-
ciutl de Valencia, los cspailOles redllj(>ron á ce-
nizas el puenle de Fraga, quedando libres al
menos por esta parle.


TOllO [I, 43




(338 )
18lO. El enemigo se presenló el 12 de Abril delan-


te de la plaza de Lériua J cuando ninguna de las
obras proyectaJas para su dcf,~nsa se hahian con-
cluiuo. Estas eran un grande ]lornabeqne con
enormes fosos sohre el frente Llcl fuerte de Gar-
den, que mira al 11"no <Id mismo nombre, un
parapeto con vari;:¡s troneras sobre el rio Scgre
en el llano llamado la Carretera, un baluarte en
la punta ue San Anlouio, y finalnwnle 1111 ca-
mino cubierto para COll1Ullicarse desde Gartlen á
la plaza. ToJas estas ohras se hallahan casi en
bosquejo, porque el número de trahajadores era
C01'lísimo, y la Junta corregimcnlal, tan lfjos
ttc proporcionar los calHlales necesarios, COIl Sl1
oposicion, y disputas con los ingenieros, obstruía
los pro 3 resos de los (raba jos.


La gnarnicion de Lél'illa se componía al prin-
cipio Jd sitio ¡lG 3.GOO iUf.lllt(:S (le los rcgimien-
tos de Bursea) Seceion catalana, S¡'gU!l(!o !J:lt<l-
Hon de Santa Fé, tir~lllor('s de ~lurcia -' suizos de
Kayser, un Dat;:¡lloll de I'crnalHlo VII y alg;lnos
quintos, con uu escualll'on incompleto y ell n'lal
estlluo del regimiento tIc Olivenci;:¡, 'lO za¡x\flo-
res, 100 <ll'Lillcros veteranos, y }¡;:¡sta IIll0S 25ü
de bs comp;lüías dc Lél'ida , si!l vcsllwrio ni illS'
tl'llcclon, y sin ninguna tic afluelbs cllal1(lad!,s
cjl1e constituyen un solJado de esta arma. E,ta
cOl'tagl13rnicion, insuficiente para cubrir los cas-
tillos, los reJllctos J el hornabeque y toJo el re-
einlo de la cilldad, se etl1pleaba dlal'iall1cllll~ en
el servicio, sin poJer proporcionar el mas lig{,~·lI
dcscaaso al solJ3.uo. Las 106 piezas tIc artillería




· ( 339)
no podian ser scrviJas con su competentc oot3- 18:0.
cion, y solo correspondian dos hombres y ;Í lo
mas tresá cada pieza. A pesar de la poca instruc-
Clon de los. artilleros, y aun de algunos tic los cfi-
ciales, que aunquc dotados de escelentt's deseos,
corno hechos de repente en Lérida, carecian de
la teórica y práctica que constitujen un oficial
facnltativo, la artillcria fUe:! servida en ocasiones
con ud acierto, bajo la llireccion de los oficiales
y soldados veteranos, (lile se obtuvieron resulta-
dus de importancia. Con tan corta gnarnicio1J,
aUll clwlHlo las obras toJas de fortificacion pro-
Jt'cladas se hubiesl~n concluido, hubieran tenido
al cabo que abandonarse. Las munici.ones no fal-
taban, cscepto las 11 llecas, de que habia escasez,
asi como de <1gua,'y el castillo tenia víveres para
tres meses. La ciuLtau. no quiso contribuir en na-
da para el estahlecimiento de un laboratorio de
la maestranza y ele hospitales; y asi es que 110
hu L,ia ni tina bala de ilull1illacion, y el cureüage
J' d armamento necesilaban recomposicion, y lo
(inc era mas lasLill1oso, se veian pcrect:r en el
suelo lLls heridos por falta de camas, y aun de
Ine:Jicinas.


Este era el esLn(h rniserable en que ~c lwlla-
bu lu plaza cuando los franceses en 12 lle Abril
I'e apnn.illwron á ella, y eslablecieron desde lue-
go sus pri!lcipales baterías contra el Carmen, co-
mo parte mas d~bil J Y algllnas otras contra los
fllcr.tcs, no ~in oposicion de los destacamentos
de la guarllicion, que les disputaron el terreno,
caus:\lJJoL·s Lastante pérdida, aunllue tuvieron




(340)
-lUlO. 'que ccdérse]e al fin, retir~nHlosc con algun<ls des.


-gracias. Aquel misHlOdia los franceses se apode-
raron de cu;¡n{;¡"s cns;¡s, torres y hos(!lIcS habia
en las inmediaciolles, y circuuv:daroll Ja plaza,
situando \'nrios destacamentos fn'lIlc del Car-
men, puerla de la COl1cepeion, rCllucto de G~r­
den, y 11110 de mllc!Ja considl'l'acioll de J;¡ otra
par-te dI'! Segre, qlle recorriendo todo el frente,
impC'dia la salida del pllente, y i1ddanLaba sus
pa"tiJas al abrigo -de las acequia,; que ablllld<lR
en a q u e I te .. reuo. El 13 hu 1>0 ulla <lCC iou Lasta n-
te viv-a, que mandó el Brigadier DOII José Be-
~uc .. ) en (lile las gllcTrillas sostllvieron el fUl'g()
Qunmte todo el di;¡, tOlll,índose y perdiénduse
l'qYctid;¡s veces por amh;¡s parles varias casas de
las :d1lcr<ls de la plaza, hast;¡ que rdonados los
enemigos, tu vieron los espallOles que -replf'garsc
eOIl alguna I'l~rdida. El17 hi·zo la -guarnicioll una
salidn; peTO HO COH la rese/'viI (l{l!~ l'xig('11 scmc-
iaules operaciones, lo flue file causa de que pre-
venido el enemigo la rechazase vigol'OSa:1H:ntc,
despues de haber siJo heridos y OHlcrlos mas de
60 cspaf101es , la mnyor plH'te "sill Iwtil'se.


La noche de este mislllo dia 17 (~llIp('zaI'OIl los
franceses áClIhl'ir' sus trincheras frenle á los re-
duclos de GaTllen, aunque :las'oul'asql1e empren-
dieron "cont.¡·a estos no lCfliall tallta eslension ni
importn!1cia, como la que construyeron despucll
.coulra el Carmen, por cllyo lado estaUecian las
lJaterias de brecha. Desde el 17 al 2:! se llicj.(·roll
varias salidas pUl' los espailOles, ya con el objeto
,dedeSlUontUl' algunos Los(lues que favorecían a~




(341 )
enemigo, ya para cortar algun forrage para ma,n. 1810.
tener el g;,.nad0 )'la .caballerÍa; pero puede ase·
gurarse COII y.('rd'H111Ile cuda tronco que se cortó,
costó ;t los sitiatlos (los hombres heril!os Ó muer.
tos, y los poco,; IClJOs ciue se lograron introulIcir
en la plaza aun fu('ron displltíHlos á la entrada
por los pai~allos, que los reClamaban á pretesto
de ser dlleiJOs de los árboles.


Todo se hallaba d.ispucslo para abrir la trin ..
chera cOlltra la [.daz!l de LériJa, cuando el Ge.
n~l'al Odoudl J ¡íclllien, corno hemos .manifesta-
do, noconteuia ya el ejército del Mariscal Auge.
I'cau por haberse visto precisado 4 I'cpleg:II'se á
Barce!ona,colleihió el atrevjde lH'oyccto de ha·
cer le\'HIl(,II' .í Suchet el sitio con el resto de tro·
pas qUl! J¡abin pUllido reBnir deS?lIeS Je la derro.
ta de Vicll. El General D,lonell se promelia que
la suarllicioll de Lérida favorecería Sil designio
COII ulla vigorosa sa lida, y llan13rÍa asi la aten_
cion á la mayor parle de las fuerzas de Suchct,
li:wnge,íllllotic qlle podria sorpl'endcl' á éste por
Olcdiotle Hila marcha rápida, y ,dcl'rolal' sus
av'Hlzad!ls subre la ribcra derecha de Segre; pero
sill prever', qlJe nO prcsentanuo el tcncno por
dO¡Hle dirigia Sil marcha nillgun apoyo á sus tro-
vas, esta circulIstancia favorecia considerable.
meu!e ;Í las agtlerridas del enemigo, que acoian
inlercepl;lrle el }laso. Ouonell salió de Tarra-
gona el 22 de Abril con un cuerpo de 15 • .000
110m 11I"~S, a Ira vesó r.í pida mente los desfiladeros
de MOlllblanch, y ni aja siguiente, corno á las
dos ue la tón'ue, desembocó en el llano de Lérida~




(342)
18iO. la infantería formada en columna de ataque, y la


caballería cubriendo sus flancos. Iha este cuerpo
en tres divisiones, la primera, al mando del ~b,.
riscal dI! campo Don Miguel de lGarrola; la se-
gunda, al de igual gracluacion Pil'ez, componien-
do la tercera la caballería. La primera, compues-
ta de Uila brigada de infantería de línea y olra
ligera, asccndia á lII10S 4.000, Y la segunda á
3.000. Encontró Odondl en Vinaxa á ambns di-
visiones el 22, y alli recibió llna carla dd Go-
bernadol' de Léri(la, en qlle le parLicipaba que
la mayal' parte ele la cabaileria enemiga se habia
alejado de la plaza, sin haber 'lueelauo al frente
de esta mas que 300 caballos, y con este aviso
OJonell resolvió aprovechar la ocasioll que se le
ofl'(~cia, y el 23 conLinuó su marcha con sus di-
visiones y 250 caballos de la Maestranza y hlt~:.t­
res de Gratl1da, y llegó á las 10 de la nnll:wa á
Juned:l, dOllcle hizo alLo Ilasta el mediodia, y
dejando en este punto la division dc Pircz, se
adelantó con la de ILarrola, y al llegar ccrc;:¡ d\!
l\!;:lI'3ulef la formó en tres columnas; compuestas
la prilll~rJ de la infantería ligcra y COlllpaüia d\!
COl'aCel'OS, la cIue mat'chaba ,Í, la cabeza sohrc el
camino real, y las dos rc:;latlLes s(~g\lial1 sohre
los íla !lCOS nllly atraso Las gllt'rriUas esp::¡iiuLlj
encontraron la vanguardia francesa, (pIe sc re-
pJ(~gaha I¡;íci'l las inmediaciones ele Lí~rida. A es-
la sazon se pCL'cibió ulla gran poI varc(ta sobre la
derecha; y á poco li.:'lllPO Odondl, (lue haLia
p:~!'!naneci.d.o en una casa de ca!upo cercana, Jiri
á su Ll'opa la>lcll J\! retirarse. Ei(~CUlÓSC turne.




(343 )
diülamcntc; mas como las dos columnas de los 18;0.
flancos cstuvicseu muy atras, su movimiento de
retir<lcla fue ll1'18 pronto, y se pusieron en batalla
protegiJos á derecha é iZ(luicl'lla por la caballe-
ria, y un obus eH cada laelo. Los coraceros fran-
ceses se formaron al frente de la línea española,
sufrieron a1g11l1aS de:icargas de fusilería, al paso
que la tropa cspallOla era 1l101estaela con un vivÍ-
simo fueGO de ;¡rlillcría. A este tiempo llegó la
infüntcría cSF"¡-Wl:1 :! rO!';ll:) una columna de ala-
que :lpoyando Sl1 cabeza sobre In derecha j mas
la C;d1Jl1erÍa franc~'sa atacó con tal Ímpetu á la
cspailola) ([ne h puso en completa derrota, y
ésta en Sil lllli,Ja atropelló á toda la division, que
BO plldicll(lo ('11 c:;tc e,;ta(lo resistir ;Í b carga ele
los coraC(T():-; fr:l:Jcc:;cs) fue cl!vuelta y dcrrct;J-
da compklarncnlc, c'Jtllinuando los enemigos la
persecucio:l hrl:;ta J lIllcda J en donde fueron Con-
tenidos ]¡(JI' la <livi-:i;l:l Ll(" Pircz, fILIe aun perma-
necia alE. Los e;p;¡~ld,:s perdieroll tres callones,
una hantLT:l, trc=, c;lallJ;¡rleS, y tL'jaroB en po-
der de los VCllCé;JOrc~; 5.6i7 prisioneros, ellt¡'(~
108 rll](~ s:: conl;¡]Jall el Grneral Dllpl1y, 8 coro-


1 C)- , (,. I ~. ., 1 . ,. Be es y _/1 U.1Cl'11:'.". ".Lí! trTl1l1110 e aCl~go (Wl
23 J dur:llllc (1 en:,l la 3uarllicion de L(riJ;¡,
vi('ndo 1<1" I ¡Ur;;'> Ik Od~)~ldl tan pró~im:Js ;í sus
nwr:¡]Ll~))' (pericnJ,) ;:provechar l;n mUll1(~ll!O
tau lLeisl\'o) ¡jec;;tó una salida. El Cli"WH Je la
plaza bwi:t un VIvo L¡ego) tO<l,¡8 las C:llllp~1l3S de
la ciulJad tce~d);lil :í ¡,(Lato, y trcrnoLtLa la h;¡n-
JI:l'a espaliDh en lodus los fllcrtcs. Al'Jian todus
en deseos ll(; COJ11Dalir, el cntusiusmo tocaba ;¡ Stl




(344)
t~1O. colmo, y ya un batallon de la gua.rlllclOn llega-


ha á la cabeza del puente, cuando I'l~chazado obs-
tinaJamente por el enemigo, se vj(') f'orzil(lo á re-
plegarse á la plaza Con pérdida considcrablc,
y su gual'nicion tuvo qlJe pel'LllaUeCPl' pasiva es-
pecladora de la entera derrota dd ejército (¡tle
)13bia tl'atado de socorl'el'la. En la ¡{lisllla noche
del 23, orgullosos los cnemigos COII estas Vt'nta-
jas, asaltaron lo~ reductos del Pilar y d.e San Fer-
nando, tornaron el primero,.r .'11 ('1 S('gllllllo fUC4
ron rechaza(los con una jllll'(~pi(L~z sin '~iemplo
por el subteniente Don Juan Pui);, ~ll'Jando mu-
chos muertos y heriJos, a.lclll.ls .l., los muchos
que retiraron durante la noche. Estos reductos,
que los enemigos atacaron COIl 400 hombres, no
tenian mas que 30 de gual'uicion; lus fusos eran
8Umal11Cnte pCiIlleilOs, y sus parapeto.~ solo tenian
de tres á c()all'o pies de alto, pareeiellllo mas
bien ulla pared de cerca, CjUL' paral'cfos,


El dia 24 pOI' la maitana envió el enemigo un
Oficial parlamentat'io ~ y para recihirlo convoCÓ
el General ,í. la Junta y al GOIH'I'U:·lcLlll', Esle Ofi-
cial iutimó la rcndicion de la plaza, anllnciando
de parLc de Sllchet, que ya no q,,(~daba ,í los S1-
tiallos cspCt'anza alg!lna de socorro, porque el
ejércilo espaüol acababa de set' ('nteramcntc der-
rotaJo, proponiendo que si ((ucriall COllllll'ooarlo
comisionasen (los oficiales y un il\(li \,jt!uo de la
Junta, para que en su compailÍa recorriesen el
campo de batalla de Margalcf, y el Cllartel gene-
ral, á fin de contar los muertos, los heridos y
Jos prisiop.eros.




(345 )
La respuesta fue lacónica', y pinta el caractcl' 1810,


de la nacion española, que en todo es grande y
el e vad,/'


«Lél'ida 21 (le Abril de 1310. =S1'. General:
»csla plnza jamas ha contado para Sll defensa con
nSOcorro nl"llTlo de [llern. =TenQo el honor de


:J "
lJsalndal' ,í V. E. con la lllas alta consideracioll.
= Firmado. =JniLl1¡~ García Conde.)I


f'i I().~ h('chos posteriorcs hubiesen correspon-
di¡lo <í la clll.el'('za y dignidall lle! leuguage d¡~
esta conteslacioll, la l1istoria citarin este rasgo al
1;:110 d(~ las respueslas notable" de los generulcs
dl~ HO!ll<l y Esparta, ([Ile ha transmitido á la ad-
lllÍnlci.on d~ la posttrÍllad.


El ::!6 de "\.bril llizo SlIcheL des(i};¡l' por delan-
te de LéríJa) y por la orilla derccha del Scgre,
las columnas dl~ los prisioneros hechos en I\Inl'-
galef, y tanto en este dia como en los siguientes
hasta el 2~} cou/inllaron lus :;i:iarloI'Cs aproxi-
mando SU:-l l'all1:.des ;i la plaza, construyendo COIl
una cdel'idad estraordinaria sus baterías, y COll
tanta mas st'gllrillad, cuanto que la plaza apenas
les 1¡a:.:i:1 fllego J sin duda por haber perdido 8lJS
mejores ollclales y t1'oF3 en las salidas y a!aqcps
aulel'iorcs.


En la noche del 29 al 30 quedó aLiel'ta la
trinchera y primera paralela á 1 '10 toe~us dell'<~­
cinto de la piaza , y el 7 de l\1~i'y() descuhrieron
los franc(~s('s cinco haterÍui-I que hicieron 11n es-
palltosn {'llego, la n hl!~lI contestado por la aI'l1l ¡c-
ría dj~ los sitiados, que ~~l allochec¡~l' eran muy
raros los caüones (;,ue les quedaban en batní'L


1'{i.\liI ! l. '1'1




( 346)
1810. La guarnícion padecía grandes pérdidas por no


hnber espaldones ni Llindages donde se refugiase
dentro de la plaza, y por las voladuras fiue oca-
sionaba e~ta misma falta.


El 9 por la noche quedó concluida por el
enemigo la segunua paralela, con otras dos bate-
rías) que unidas á las anteriores que repuso, con-
tinuaron el fuego por espacio de cinco aias, 10-
gratulo abrir dos brechas pOt' el Carmen, de cu-
yas resultas tuvo que retirarse ú las calles la
artillería de aq1lella parle de la plaza. Desde el
12 t'mpezaron á batir con treinta y dos piezas, y
se voló en el castillo un repuesto de bombas,
tomando pOI' la noche los sitiadores lre::i reduc-
tos.


El dia 13 la brecha abierta en el fuerte oe la
Magcblena era bastan le practicable, y SuclH!t
dió las órdenes oportunas para el asalto, reunien-
do <llas siete de la tarde eH las zanj:1s <Iue ]¡ahia
hecho hasta el pie (le la muralla todas sus fuer-
za$, En efecto, vel'illcóse el asalto por el enemigo,
qllien atacó ,,1 mi:~mo ti~mpo con una dirision la
cabeza del puenle.


La tropa esp:1l101a de los regimientos de Hues-
ca, Suizos y ele Calaluüa que cubrian los puntos
atacados, hicieron en los sitiadores una horrihlu
carnicería; pero logralldo al fin penetrar por las
brechas hasta unos G.OOO hombres, sucesiva-
mente se apoderaron de la calle Mayor, llegaron
;\ la plaza J entraron pOI' la puerla del Puenle, y
cogiendo por la esp21da á la tropa cspailOla flue
tan Lizarramente se defc;lllia cOlltra los (lile la




(347 )
:lineaban de frente, se vió envuelta entre dos 1810.
fllegos, y batiéndose entonces desesperadamente
;1 la bayol1eta pereció casi tOlla gloriosamente.


La artillería del puente continuaba disparan-
do á metralla en todas direcciones, hasta que no
bastando el 11 úmero de los que sobrevivian para el
servicio de las piezas, los unos se abren paso por el
puente, y los otros se arrojan al rio. La tropa que
se hallaba formada en la muralla, se ve repenti-
namente rodead:l de enemigos, y se traba un
combate en cada calle y en cada cuerpo de guar-
dia, logrando unos romper y abrirse camino
}lnra el castillo, otros salir del pueblo, y pere-
ciclulo un gran número, y cayendo otros prisio-
neros, el reslo se dispersa por las casas, el ter-
ror se difunde por tOlla la ciudad, los (lue no hu-
yen son asesinados illhuruanamente por los ene-
migos, y todos los habitantes, hombres) muge·
res, ancianos y niüos, temerosos de ser víctimas
del furor Jel asalto) corren en todas dil'ecciones
hácia el castillo, cuyos fosos se llenan Je seis á
siete mil personas, El enemigo entre tanto se
entrega al saepleo mas horroroso, y á cuantos es,
cesos pucden im;Jgillarse : la noclle aumenta los
horrores de este t(~rrible asalto, y los míseros
/'ioldados Jispcrsos en el pueblo intentan pene-
trar hasta el castillo; mas á caJa paso que ¡J;¡n
oyen el quien ~L'ú'e de los enemigos) y :lllnc{Ue ba-
tidos y sin esperallza, responden con firmeza Es-
pafia hasta la muerte) y ]Iacen fllego. Algunos lo-
gran subir hasta el cast.illo, olros mueren pe-
lealldo) y solo del batallon de Hllesca se cnCOI1-




(348)
1810. tl'aron muertos, en las callt's al dia siguiente mas


de 400 hombres, con 10 oliciales, incluso su Co-
Tll11111antc Don Hafael Arcas. Si era espanloso el
desorden í¡Ue reinaha el! la cludall (lnraute aqne-
lla tenible noche, no el'a menor el que habia
dentro del mismo castillo y sus contornos. l_o!\
l)uenles levadizos no S(~ lcnmlaron lu:sLa larde"
y esta opcraciou causó bastantes desgracias, ea-
.yendo muchos sobre la ... picas y b/lzas de los
acobardarlos pais;¡nos que c.-;l;d)!lll en los fosos.
El enemigo, que uhservaba es!;¡ cOll[u:iion, arro-
jaba sin cesar una mullitud de bomoas y gra-
nadas sobre este recinto, y haciendo un fuego
contínuo de fusilería hácia el d:1cis del ea~ti!l!).


u '


hizo perecer ¡í un gran llllmcro dp lo~; rd':¡giados
alE.


El GobernaJor {luclnaha en la terrihlc al-
ternativa de despedir y negar 1:1 entraJa ,j los
que acudían al ca:;tillo; esponil"wlolos ,í p(~l'll('r
la vida, ó de salvarlos por medio de una c~lpi­
tulacion. En este estado vió Hl11aUCCCr el Jia 1.4,
y contemplando que por efecto de la imprcvi-
sion ardía la cilldad por sus cuatro ángulo,,, .. f¡tIe
el enemigo con sus fuegos forzaba al vccin-
J:lrio á gallar el castillo, mientras que este le
obligaba á retroceder, que no oÍJ,St:1l1tc esto l'0l'
la falsabraga se iban in! rouuciclldo mllchos en
él, de los cuales aJguuo~ esponian qlle Suchct
amenazaba conlinllar no ¿hll1do Cllarfe! en la
ciudad si no se rendia el castillo inmediatanH'Il-
te; J observando quc para llevar <Hlchnle el
proyecto de sOI'prender d castillo, l1u:cho3 de




(349 )
1.) s soldauos franceses fingian querer enlregarse, 1SID.
aparentando romper sus anl1as en ademan lL!
pasarse; que se hacia subir á un pastor con 400
C?hczas de g'1l1ado \'acuno hácia el glacis, éjCOlU-
palJ:1l1o con un oficial prisionero en la ciudad,
á fin dl~ poder, en el aClo de recibirlo, ilitl'lldll-
cirse delltro las varias colurnúas ellei11i;.;a~ ([IH'
se ocultaban en las calles y casas inrucdi,lfas t
c:lyl~ndo repentinamente sobre los fosos, J' fur-
zanclo la poterna; el Gobernador <lió las disjlo-
siciones cOllvenientes para que no se l"va:¡laseu
los rastrillos, con lo que se fruslraron por eu-
tone",'; los anides empleados por el enemigo.


V.l baLlllOIl de Ml1rcia , (lne guarnecía el fuer-
tl: de Carden, se hallia reforzado con 100 hom-
bres <le Fc!'uaudo VII) Y un pequeflo desl.aCil-
mento de suizos; y la restante tropa había sido
muerta ó prisionera durante el asaiLo de la ciu-
¡Lid.


El fuego del enemigo era incesante; y ade-
mas de los estragos (PlC este hacia, percci<1u de
seJ. algunos soldados y paisanos, habiendo ejem-
plar de quedarse muertos de ella en los brazos
ele sus madres los niños. Ni 11aLia vendas) ni tiua
hila, ni una OllZ;1 de medicina, J' los herido;:;
morian sin socorro algll11o. A vista de tan terri-
hle espccLículo, el Gobernador parecia entrega-
do á la moyor descsperacion J y sin s;.¡ber qué ha-
cerse, no oyendo lll<1S que lamentos, sin atinar
con el remedio á tanlos males, convocó á los
Gefes militares facI11tativo~, y :í los Coroneles ¡le
los cuerpos) y couferenció con ellos y COll los




(350)
1810. dos únicos individuos que a1lí se lwllaban de los


treinta de que se componía la Junta corregimcn-
tal, los cuales, aunquc sc csplicaron como unos
numantinos, rehusaron encargarse de hacer en-
trar en su deber al paisanagc, que se hallaba
dentro de la fortaleza, para que trabajase y auxi-
liase á la tropa.


El Gencral Suchet intimó dc nuevo la rcndi-
cion.) amenazando con que continuaría el incen-
dio y el bombardeo, y acabaría con el vecinda-
rio ; y no hahiólJ(lose contestado á este mensa-
gc, prosiguió arrojando bomhas, qllC dirigidas
h,ícia el estrecho espacio en donde se hallaban
agrupados los paisanos, aumentaban la mortan-
dad, confllsion y dcsorden. Desal'l1lábase el de-
llUllado esfuerzo del Gobernador y dcmas mili-
tares con la vista de las llIugeres , lliuos) ancia-
nos y paisanos indefensos, que desde el mas al-
10 grado de furor popllIUI' habían caido en el
amilanamiento mas completo, y temor de la
muerte, y sin determinarse nada en el Consejo de
Generales, y noticioso el Gobernador de qlle al-
gunos soldauos tratahan de fllgarse del castillo,
saltando la estacada ~ sin que el rigor de los Ofi-
ciales }lastase á contenerlos en b disciplilla) man-
dó el Gobernador poner bandera parlamen-
taria, y á corto rato bajó el Brigadier Don José
Begucr á la ciuda(l, y concluyó con el Coronel
francés) gefc del estado mayor Sl. C)'r-:Nugues,
una capitulacion, por la ('lIle se concedió á la
guarnicion los 1lonores de la guerra_


El fuerte de Ganlcn permaneció sin enlre-




(351 )
garsc hasla las seis de la tarde en que lo veri!i- tStO.
có, despllcs de ocupado el castillo y fuerte prin-
cipal por los enemigos. Las guarniciones de am-
bos des!ilaron por la brecha, y rindiendo sus
armas (l'lCdaron prisioneras.


La cOllfluista de Lérida pnsoen podcr de los
franceses 136 caüones, un millon de cartuchos,
iO.OOO fusiles, 10 banderas y muchos almace-
nes, llabieJlrlo libertado á 33 oficiales de su
(~iérciLo , hechos prisioneros en l\lollct. Perdió
la gual'l1icion durante el sitio cerca de 1.200
hombres.


Tal fue la defensa y rendicion de la plaza ..le
L{~ri(la J de la que se uebieron sin duda aguar-
d;¡r ll1ayores csfnerzos. Su gll;¡rnicion se sacri-
ficó, (laudo pruebas de un valor sin igual, y si
Lérilla no se sostuvo todo el tiempo que conve-
nia .i su gloria y ¡í su patriotismo, no fue la cul-
pa dd soldildo ni de sus gefes; pues unos y
otros cumplieron con morir, obedcciendo las
órdenes dc sus supcriores. La Junta corregimcll-
tal de Lúrida no atendió cual correspondía á la
defensa dc esla importante plaza, y su impre-
vision fue c:l!lsa de que no se inmortalizase imi-
tando los glurioso3 ejemplos de Zarilgoza, Ge-
rona y Astorga. Las circunstancias que concur-
rieron para la caida de la plaza de Lérida) pro-
dujeron en todo el reino la opiniol1 nws desfa vo·
raLle á sus clcfl!nSOrcs.


Mientras que los fl'<ll1ceSeS se hallaban ocnpa-
dos en el sitio de esta ciudad) una porcioll de
partidas cSl'aüolas los incomodaban en dif\'l'cn-




( 35'2)
H:lJO. tes puntos: 800 mic¡ueletes nUI'charon sobre Be-


nasque, de donde fueron recllazauos y persegui-
dos hasta el valle de Aran.


Ulla multitud de somatenes ocupó ¡t Talal'Il
y las monlallas de Llimiana; mas habiéndose di-
rigido contra ellos los franceses rápidamcntp,
los :ltacaron en el puente de Tremp) cuyo prisa
ftll'ZarOl1, haciélluolos huir con consillerable pér-
dida de b;lgages y municiones.


El 'larcplcs de J.azan, hermano dd General
Palafox, se apolleró en los primeros dias de
,uayo de Alcaüiz, y bloqueó estrechamente el
~asLÍllo, cuya guarnicion se sostuvo con valor,
hasla que socorrida á tiempo, tuvieroll los espa-
floles que retirarse.


El U de Mayo Villacampa atacó en los desfi-
blkros del Frasllo al Comal1tlanlc de hata}lon
Pdit, qlle COn 1.000 110mbres se dirigia con un
COllvoy de víveres .i Zaragoza, y cargálluolc con
Sl¡ genle en columna cerrada, le hiho huir preci-
pitadamente, y abandonar el convoy compuesto
de t rcscien las caba Herí a s) sin dejad e de persp.-
gllíe y acosar por ladas parles, haciendo Ulla por-
CiUll (le prisi011eros al enemigo, y mat.ínclole en-
tl'e otros al referido Coma;¡dante Pdit.


El General polaco Clopiuski partió de Daroca
en se;uimiclllo de Villacampa, y uejando Sil ar-
tillería e11 Cariüena con el objeto de aligerar la
marcha) HeSt') al FeasllO d 1/1 eu la maü,ma si-
p;uiellle al combate, y como Vi!lacJmpa se hu-
biese ya retil'allo, resolvió pel's('gu.idc cun el ma·
'(JI' vigo!") di~puso (ille UIla columlla se (1irigicse




( 353 )
sobre Calatayud y C('!ina, y marchó él mistno 1810.
sobre Jaraba con dos rcgimicnlcs de coraceros,
si;\ illfanlerÍ:1, porque esta no pUCIO seguirle. Al-
canzó e1l efecto á uua pequeüa rel[¡guardia de cs-
paüolcs, y despups de un lige1\) combate la hizo
algunos prisionl'l'os. El 17 de Mayo marchó sohre
Campillo, despnes sobre Moliü;1, y últimamente
con direccion á Cuellca, halliélHlo!c siJo imposi.
}¡le alcanzar el grueso l1e las tropas Je Vil1a-
campa.


Al mi.smo tiempo por Nav;¡rl'a 40 gendarmes,
siluudos en Ayeroe, y encal'g,ados de mantener
1<1 co:nunic<lcion sobre las dos ori.llas del Ebro,
fueron a!:.leados de improviso pOl' 3íJO espaiío·
les J' oLlig:nlos ;Í CIlCCT/\1,'Se en su cuartel; pe-
ro habi{!n,lole preuJidu fUf'go les espaüoles, se
rrtiraroll á un PCcltl,~j¡o ClJ:ll'lo del mismo que se
hallaba aisbJo, y alE s,~ dcr('ndit~ron con una
constancj;] ínVt'llciLlt: cual ",i l~ubil~e sido en un
reducto.


El General Sllchl't dps(!c el tlia signiente Je
~1l entrada el) Lérilla hizo sali.¡' una Jivisioll al
mando tlL 1 Geucrul ~\111~nil'r :-:oLl'e MeqnÍnem;a, en
la oríH,l iz ¡uicrda lId S('g;e. El sitio de esta pla-
za e~taha de t~:l sucrt'.~ enlazada con d de ]a de
Lérich, que <1')5 meses anles el Gobierno fran..,.
cés había displH'SlO 'jue se crnprendiese á Hn
mIsmo tiempo. De ól'llen de Suchet se hizo sa-, .
ber al Gu] ,'I"n:lclor tic l\lc f :ulllt'nza la caida de
Li'l'ida, inlim;íucL'¡c (PlC se rindiese, y que se
le cOllccucian las mas ventajosas condiciones
si cnritu1aha i pero aquel gcfe eópaüol desechó


TO.UU II. 45




( 354)
f810. toda proposlclon, sin embargo de que conocía


que ningun socorro podia recibir ue parte al-
guna.


La villa de Mequinenza' se llalla sÍluada en la
confluencia del Segre y del Ebro, en medio de
un vasto terreno desierto y montaüoso, está cu-
bierta por su espalda de una roca de 600 pies, de
nlto, y de tal suerLe escul'pada, que a penas pre-
senta camino suficiente para marchar á pie de
Mequinenza á Fraga J Peiíalba. La pohlacion se
llalla defendida por antiguas mnrallas del tiempo
de los moros, las cuales descienuen desde los
contraflH.!rtes hasta las uos orillas, y no se in-
tefl'umpen sino por los ll'OZOS UC roca que caen
perpendiculares. Roueada por touas partes de las
aguas del Ebro y del Segl'e, y por la fragosa roca
de que acabamos de hablar, la pequeña villa de
Mequinenza forma una especie de puerto sobre el
Ebro, que sin ser ninguna línea de C0111!lllicacion
por tierra, es la llave del Ebro hasta Tortosa yel
mar. La principal defensa de esta plaza es un
fuerte construido sobre una roca accesible lÍnica-
mente por una llanura prolongada hácia el O. E,
en una latitud de 1.300 toeS¡ls. Este cs el solo
punto susceptible tIe un atarj1lc rcgular, el cual
~e ha11a defendido con varios reuuelos, con
una muralla de fábrica, un foso ahierto en la
roca vi va, y un camino cubierto con cmpali-
zada.


La importancia de esta posicion es tan anti-
gua, que ya César en sus comentarios habla de
ella bajo el nombre de Octogesa .. y ha repl'e5ell~




(355)
tado siempre en las guerras de España un papel 1810.
dis Lin guido.


A los obstáculos de su fortaleza que llemos
manifestado, se agregaba, segun queda dicho,
el no llaber camino practicable para la arti1lerÍa
y carruages desde Fraga hasta Mequinenza; mas
Suchet mandó á sus ingenieros abriesen uno al
través de las rocas, laque verificaron con una
celeridad increihle.


El 20 de Mayo fue embestida Mequinenza por
la division del General l\Iusnier, y el 25 se pre-
sentó para completar la crnhestidura por la dere-
cha del Ebro el General Montmarie, que desde
Alcañiz se lwbia destacado al efecto con otra di.
visiono El 30 del mismo el General de ingenieros
Rogniat, que acababa de llegar de Francia con
una brigada de oficiales de su arma, dos compa-
üÍas de zapadores y un tren de ingenieros, se en-
cargó de la clil'cccion del sitio. En el propio dia
los franceses hicieron replegarse á la plaza los
puestos avanzados de los españoles, establecién-
dose en unconvellto á 300 toesas de los reductos
que defienden el llano.


En la noche tiel 2 al 3 de Junio empezaron
los franceses á abrir las trincherus á 100 toesas
del recinto de las murallas; pero el ruido de las
herramientas sobre la roca indicó á los espaflo.
les el sitio de los trahajos, y dirigiendo hácia él
un vivo fuego de metralla) hirieron al enemigo
mas de cincuenta hombres. En aquella misma
noche atacó aquel por tres di versos puntos la vi-
lla con el objeto de penetrar en ella; mas fue re.




(356 )
1810. cll:lZaUO vigorosamente por los espnñoles, que hi-


cieron salit' al mismo tiempo once barcas que
hajaroH po!' el El,ro con lal rapidez, lille no pu-
dieron sc\' Jeteni(i as por los franceses, sa!v,índo-
se en dlas una rlndtiluu de habitantes que con
todos sus cfectos cn(:'aron etl Tl'/'loS'I, libertán-
dose l[e este moJo Jt~ 1<IS c¡,i¡¡miclad,~s del t.itio.


Al amanecer (Id 3 algunos punlos (le ltl para-
lela de comu"licacion en (Iue se h;,Li'l cllconlr:¡Jo
roc~! viva, (jUCddl'OIl sin c¡,hrit por los frtillCC~;eSj
nl<l.', ccnlinlltil'otl sus trabajt:s cun la n:.ayor ncli-
-vidad pOl' la Hoche, á pesar ue qu~ la t.'LillcrÍa
española Jispar;¡])a sin c('~ar sobre el terrClIo di-
ficil en que traLajab1ll para el csf:¡l>l('cit1liej)~o de
las '_l'lncheras. En la llorte dc~ 4 al :; el General
Rngniat llispuso cscabr Jos muros de L. villa) qne
1111 tcni'1H W.1S quc ocho pies ¡j(. altura; J de'p:Jes
cJ • un vivo ;¡ L.1clilr;) verificad,) ,í las 9 de la noche,
lus t'sl,allOks se retiraron al ci\:,l;J!;) y ;,L,~jlltlO!la­
rOIi la villa con 8 piezas de arliEel'ia) 40') fu~'il::s
y gran canti,!ad tle mlllJici')IlCSo
Du~flo el ellcmj!~O de P't'(Il1illC:llZ;¡, se dió pri-


LI j J


sa á fenu:l1lz,uo el sillC (id casLi :10) y Cl' la nc-ch0
{ld r.; al (j ;¡dela:ltó sus ohras cOHtru ('"le á (ÜSL:lll-
~:ia de 50 tOf'sas del gl::,;1;.


El 7 poJ' la ma!.aJl<1 llC'gó al campo fr:mcús el
(;cJlel'nl en ¡jefe Suchet , y en la 'luche dc:l 7 al8
rnmpiet':)u el fllego conlra el fllertr~ 16 ¡:il'zas de
artillería cll!'nli¿'as; y aillH!OC 105 e3p~¡-IO¡CS CJ:t-
testaron con J;¡ mayor clll:rgí;¡ y lU~',r:H"Hl des-
,-lIcnLH' tres c;¡üones franceses) c~l(1S P1'Osii~llieron
batiendo sin cesar las murallas dd fu'~r¡c, !u"r;w-




(357)
do (lcstruirlas en gran p~rte, y haciendo con las 1810.
bomk:5 el1 su estrecho recinto terribles estragos ..


El 8 ~ las lO de la maÍlana, cOllHncidos los
espnilolcs eJe la imposibilidad dc continuar resís.
tiendo por mas tiempo, tocaron llamada, enar-
bolaron handcra blanca, y entrando en confe-
l'cnciJs para la capitulacion, la gnarnicion obtu-
vo por Úllico arlículo de esta, el honor ue desfi.
lar pOI' delallt(~ de la division dd General Mnsnier,
como lo vc¡,ificó, ri nrlicndo sus arnws sobre el
g1ácis, y siendo 1ueso conducida á Francia como
prisionera de guerra.


La gua,'uiciol1 cspailOla se componia de 1.400
Ilon~bres, entre ellos 78 oficiales, 45 cariones , y
un gl'iln nLÍmero de q;¡int:Jlcs UC púl vora, de
hieno y dl: \l11l11iciol1es.
I~a caida ue Meflllincnzn cC'mrlct~) la roscsion


de totlGS los puntos fUl'li[¡caJos del Ueino de
ArnS-0l1 po:, el ejército frnnc¿s; y Suchet, q\lericn-
uo aprovedlar los mon1l'ntos de desnlicllto Cjue
n ce csaria rneu te de bia ill fu n dir la noticia de la
rClltlicion de Me(luincllza, ordenó á las dos horas
de haber ocupado el fuet'te, que el General Mont-
mal'ie, rcuuicudo la Ll'i;¡¡da (Ille es:nba á sus in,
mediatas ()rdcm"s, penell'asc en el Reino de Va-
lencia, y se apoderase de Morella.




(358)


"


CAPITULO XX.


Napoleonnomhra ;1 1\Iasena para cOIl(¡nistar el PortugaI._
Disposi{:ioncs de \V cllington para Sil def~IHa. -Sitio de
qudad-Rodl'iso,-Reunioll de Jos e)úrcilo,5 franceses df'
N ey, Junot y l\Iasena.- Heróiea defensa de Ciudau-Ro-
drigo.-Sll rendicioll. - Acciou de Jerez de los Cahallc-
ros.-Posiciones de los ¡us/eses en Porllq;aL-Heeonoei-
miento del fuerte de la Concepeion. - Empie7,an los in-
gleses su rctiraLla á Lishoa. - nefellsa y rendicion de
Almcida. - Los pueblos sigucn la I'l'tiratla ele los in-
gleses. - Batalla de Bu saco. - Tomnn los franceses á
Coimhra - Ocupan los ingleses las líueas illespuglla-
bIes de Torrcs-Vedras. - El .i\Tanlucs de la Romana
con una divisioll marcha á unirsc á los ill¡;lcscs. -Sis-
tema de inaccion de \V clJillgloll C1l esta gllelTa. - El
ejército francés reduciuo á la lilas cspaulosa lIliócl'ia.


1810. Napoleon hizo los últimos esfllerzos para
la conquista del }"lortugal , cuya cmpresa con-
fió al primero y mas ltáLil de sus Generales,
al mas antiguo de SIlS compaüeros de armas, á
aquel que á la cabeza siempre dc Sil vanguardia
en la campaüa de Italia babia abierto campo ;Í su
inmensa fortuna, al que pOI' SIL constante dicha
denominaba hijo predileclo d(~ la victoria, al mis-
mo que con su presencia de cspírilll le llabia sal·
vado poco tiempoautes en las orillas del Danu-
bio, en una palabra, al Mariscal Masena, Dllque
de r~ivoli y Pl'Íncipe de Esliuo' A lali ordenes de




( 359)
este puso Napoleon los cuelpos 2_0 , 6. o y 8. o del 1810.
ejército francés que mandaban el Mariscal Ney,
Duque de Elchingen, el General J unot, Duque
de Abrahantes, y el General B.egnier; compo·
niendo cntre los tres un total de 82.000 horo ..
bres.


El Mariscal Soult, que tenia á sus órdenes otrO~
tres cuerpos de ejército en el S. de España, re-
cihió órdenes pnra cooperar con diversiones al
éxito de ]a importante conquista del Portugal, y
otro cueq)o con la denominacion de 9." se re-
unió en Vallauoliu para' reforzar y sostener en
caso de necesiuad al ejército invasor ue aquel
Reino.


Jamas se hahían desplegado mas medios .. ni
becho tanLos preparativos en las úlLimas guerras
de la Francia con el Austria, la Prusia y la Ru-
SIa.


El ejército que mandaba el General inglés
Lord Welligton, y que ocupaba el Portugal des-
cIelas funesLas desavenencias suscitadas despues
de la victoria de Talavcra, se componia de35.000
ingleses, y 40.000 portugueses, y estos últimos
se hallabnn organizados por batallones, manda-
dos la mayor parte por oficiales y gefes ingleses.


ExisLÍa adema:; en Portugal una milicia com-
puesta de todos los habitantes útiles, aunque ar-
mada del modo que les habia sido posible, una
parte con fusiles, otra con picas y otl'a con chu-
zos. Esta milicia, divitlilla en distriLos) recono-
cía por gcfe á un Ca pitan lIamallo Mol', al que
toJos los paisanos uebían obedecer pena de la




1810.
(350)


vida. Estas milicias debian hacer en Portugal un
servicio semejante al que prcstaban en Espaüa
las guerrillas, molestando los flaucos del ejército
enemigo, iuterceplando sus cOll1l1nÍcaciotJes, y
reduciéndole en cuanto estuviese de su 11arle á
la necesidad, apoderándose ú deslruyendo sus
convoyes de vÍvU'cs.


Las tropas portuguesas organiz:adas se k¡}la-
b.ln divididas en tres cuerpos ([¿ 10 á 12.000
hombres cada nuo. El prjnH'!'o estaLa ;í las órde-
nes del Corollcl Trant) el segundo á las del Ge-
neral portugués Silvcira, y el tercero á las del
General inglés' Hoberlo '.ViJson.


DuraBte su larga inaccíol1 y pcrmnuencia en
Portugal, los ingleses habían forlilicado las a ve-
nidas de Lisboa> y jll'cpara(lo un método de guer-
ra défGlIsiva) con el (lile se propollian inutilizar
compldanH'I!te 105 esflll'j 7.0S de Jos fl'a nceses.
'Velliugton ten ia adoptadas la:) llIcdjd¡¡s ll~CCba­
l'¡as para pl'ivür dl~ toJa ('speci(~ (le n~Ctlrsos al
ejército francés si pClletraba en PortlJ3al; y sea
por ef(~ctu de un verdadero patric¡lisillO, ósea
rol' temo!', los pOl'tugllesl's lo'naron lod.:;s las [11'-
nIaS,' y sigui,'l'ol1 enleramenle, y con el mnyol' ri-
gor, las iuslrllcclOilcs dadas por el Gen!'!'nl illoli~5.


Las parli,las de pai~atlOS pOl'tug¡:cses llicieron
al enemigo lUtlcho mal, mientras ct.lmbaliall en
las gargall(¡;s dt.· las moutallaS, cn dUllclc Jl(~Vaball
siempre la slJp(~!'ioriJ.ld por ei CUllociillienlo pr;Íc-
tico del ten'ello, allllquc eran inúliles fnera de
e:-;t.os si!.ios; y es la fue una de bs raZOlh~S por (Iué
el ejíTcito co¡nLin ado de T.ord W cllingl 011 no se




( 361 )
determinó ,~ salir dc la frontera de Portugal, ni 1810.
á maniobrar fuera ele la línca de defensa que ocu-
paba al N. y al S. del Tajo. El General iuglós te-
mía comprometer su ejércitu allrancede Ulla lJa-
talla decisiva fuera de sus posiciones.


Desde que Masena procedente de París llegó
á Salamanca y pasó revista al 6. 0 y 8.° cl1('rpo~ á
las órdenes de Ney y Junot, en número de G5.000
llOmbres, se trató de apoderarse de la plazn de
Cillllad-RoJrigo. Es[a plaza, situada en el Rei-
no de Leon, en Castilla la Vieja, ,í las márge-
nes del rio Agueda, á 46 leguas al O. E. de Ma-
drid, 16 de Salamanca y 5 de ·las frontel'Js de
Portugal, es de las de tercer ól'll¡~n , y su fortifi-
eneion baslante alltig·ua, defectuosa é íncguIul':
est~ cirCllill;¡ de posiciones (lile fucilitan su ala-
que, y di¡icullan su Jefensa, tales como el Teso ó
altura de S:lI1 Fr;¡ncisco, que domina cntcr:Huen-
te las mllrallas por Sll iZiplil~r{l<l) los das al'I'aba-
les de San Fra!lcisco y del Puente, el convento
de Santa Crllz, que lilllb con el gJ~cis de la plaza,
y varias hOl!llonac1as y barrancos (¡lIe }Jt'l'mitcll
aproxÍrnal'sc á la plaza por n1l1e11as pal't('~ oculta-
mente hnsta tiro de pistola: las huertas llnnladas
de Sarnal1icgo por el lado Í2;iFlicnlo, y las de
C~,[)C(ks por el Jcr\:cho, qne pl'oporcionn n Ilna
segura crnb05cada al slliallor : las canteras J el
convento bajo de San Agllstin, los molillos de
Barragan y de los Caüizos, y difc'rentes alamedas
antigll;¡S y crecidas. Todos estos siLlas eran olros
ta1ltos puntos de abrigo al enemigo pnra plHlel'
dirigir éÍ cubierto sus aLucIues, sin que la ucfcma
TO.~O ". 46




(362)
1810. de sus muchos puestos esteriores pudiese hacerse


sin pérdida de mucha gente.
En el año de 1706 la plaza de Ciudad-Rodrigo


fue tomada por los portugueses y sus aliados en
cuatro dias, á pesar de que en aquel siglo no se
hallaba tan adelantada como en el presente la
ciencia militar.


Dejamos ya dicho anteriormente que su Go-
hernador Don Andres Herrasti se habia negado
á rendirla cuando en 10 de Fchrcl'o fue intimado
por el Mariscal N ey, y en su consecuencia rc-
sueIta por Masena la ocupacion de esta plaza ano
tes de emprender la conquista de Portugal, fue
embestida en 25 de Abril por 10.000 hombres,
al mando del Mariscal N ey, que formaba la van-
guardia del ejército francés. La gual'l1icion de la
misma se componia de unos 4.000 espaüoles, Li.
SOrlOS la rnayor parte, pero llenos de un ardor y
de un entusiasmo sin igual) que conlril>Llia á sos-
tener la aproxírnacion del ejército espaüol {t las
órdencs de la Romana y del de Lord 'Vellillgton.
Nada se adelantó en el sitio en los meses tlc
Abril y Mayo, durante los cuales hizo la guarni-
cíon varias salidas, casi siempre con ventaja; mas
11aLiellllo á fines del último llegado Masena con
nuevas tropas destinadas ya para el sitio, ya para
observar á los cuerpos de vVellington y la Carre-
ra, que se hallaban en Fucnte-Guinaldo y SIlS in-
mediaciones, el Mariscal Ney reunió en los pri-
meros dias de Junio la artillería y municiones
necesarias para el sitio, y e16. o cuerpo, compues-
to de tres divisiones de infantería, fue el encar-




(363)
gado de su fOl"m3Cion, destinándose el sobranle 1810.
de este á completar el sitio soLre la izquierda del
Agueda.


El cuerpo del General Reguier que se 11allaba
en Estremauura, se aproximó á Coria, y el del
Duque de Abrahantes se estableció entre San Fe.
lix. el chico y el grande. Estos dos cuerpos cu-
hrian las operaciones del ejército sitiador, de-
biendo rcuuirse con este en el caso de que el
ejército an glo-portu gu és in tc n tas e socorre r la
plaza, como se promeLÍan los espaüoles y espe-
raban los mismos franceses.


La vanguaruia de Lord Wellington se hallaba
á la sazon en el Carpio, su cuartel general en
Visco, y el grueso de su ejército en las inmedia-
ciones de Almeida.


E18 de Junio el Mariscal Ney embistió com-
pletamente la plaza, cuya guarnicion defendió
con el mayor valor sus puestos avanzados. El
enemigo principió Sl1S trabajos en el teso ue San
Francisco, y los continuó, no sil! dificultad, has-
ta que en la noche del 15 al lG lograron abrir la
trinchera desde el principio de la cima del teso
ue San Francisco) por frente del misrno conven-
to hasta la casa principal de la huerta de Sama-
niego. Adelantaba al 1'nisrno tiempo el sl[j¡¡(lor
sus posiciones por la dcrccha y frcnte dc la pla-
za, desde el 11101illo de los Caüizos, por la l1Uer-
ta llamada dc C(~spe(les, la C:lll[Cra y San Agus-
tin el viejo; pero tl1VO que ir ganando palmo á
}lalmo todos estos siLios á costa tIe mucha sangre.


El 22 de Junio habia ya el sitiatlor avallzaqo




(:~64 )
HlíO. SUs líneas considerablcmente, y situado gran nú-


mero de emplazamientos y apostaderos hasta tiro
de pistola de la plaza; y ceñida ya esta por todas
parles, no podia la caballerÍa dc su guarnicion
salir á [orrageat', ni ser en ella de utilidad nin-
guna. Escaseaban ademas las subsistencias para
mantenerla, y en una palabra, iba á perecer sin
fruto dentro de la plaza una fuerza que fuera de
ella po<lia ser tan útil á la causa de la patria. En
su consecucncia el Gohernador, de acuerdo con
la Junla de gcfes militares y autoridades de la
plaza, dispuso quc el Coronel Don Julian Sancbcz,
que con su famosa partida de lanceros habia soste-
nido con el mayor tesan los puestos avanzados,
rompiendo por las líneas enemigas, marchase ,í. in.
corporarse con la division del mando delGGnel'al
la Carrera> que se hallaba entonces en la Alameda
y Marliago. Asi 10 ejecutó con su acostumbrada
intrepioez y resolucion aflncl valiente c~adillo,
saliendo de la plaza á las U de la noc11e de arp.wl
mismo dia por la dehesa de l\Ial'li-Ilel'llantlo,
sorprendiendo con el mayor arrojo las centinelas
y puestos avanzados del enemigo -' forzanoo sus
tres líneas, y matanoo y arrollando « Cllantos se
le pusieron por delante, hasta 10gr:11' la incorpo-
raeion con las tropas esparlOlas.


El 23 las vigías I'stableciclas en la torre Jc la
Catedral dieron aviso de que en el campo ene-
migo se ohservaban movimientos eSlraordinarios,
}' que desde sus trincheras se preparaban al ataque.
En f\r1uplla misma noche, ~ cosa d(~ las doce y media
.los fuertes columnas de infantería, sostenidas por




(365 )
otra de caballería por su centro acometieron ni 1810.
arrabal de San Francisco por derecll3 é izquierda,
Jirigiéndose sobre los conventos de Santo Do-
111i11g0 y Santa Clara; pero estos que se hallaban
guarnecidos por los espafloles, contestaron con
un vivo fuego que, sostenido por la artillería de
la plaza que d{',~cargal)a á metralla sobre ]os si-
tiadores, bastó }1a1'a rechazarlos completamente,
y para ]J3cerlos desistir de Su intento. Una co-
lumna de 300 llOI1I}¡res se dirigió al mismo liem-
po {t atacar el anabal; pero fue rechazada pron-
tamente, y desde luego se conoció que era una
llamada falsa para distraer la atencion del yer-
dadero a laque, que con tres numerosas columnas
verificó el enemigo contra el convento de Santa
Cruz, (PlC incendió por todos lados, escalando
sus tarias, y volaulo con barrilES de pólvora su
puerta Frincipal, lwsta introducirse Con el ma-
yor arrojo en In iglesia, á la que pusieron fuego
con camisas embreadas, tratando de asaltar en
seguida el resto (Iel edilicio, defendido por 100
soldados espaüo1es del regimiento de yoluntarios
de infantería de Avila , los cuales no solo resis-
tieron y rcc1lazaron ]os Jifer!'ntes asaltos que dió
el enemigo, sino que lwbiendo formado de ante-
mano, á prevcncion, una cortadura En la esca-
lera de subida, cuLierta Con tablones, quitaron
estos en el momento que pasaba por ('!leima una
compañía lIe gr::maderos franceses, conducida
por un oficial, que con el mayor denuedo los
mandaha, con el saLle en una mano, y una lUI-
eha de viento en la otra, y cayendo precipi¡;¡r!{,S,




(366)
f810. fueron muertos por los defensores que, rodeados


de llamas por todas partes, pues la voracidad
del fuego consumia enteramente la iglesia, se
mantuvieron firmes con la maJor serenidad .. has-
ta que despues de dos horas y media, viendo el
enemigo que no podia penetrar ni forzar el pues-
to, y que habia perdido en los repetidos y obsti.
nados ataques mucha gente, desistió de su em-
peño y se retiró llevándose multitud de cadáve-
res, y dejando regado el campo de batalla con
su sangre, al paso que la guarnicion española
solo tuvo cinco soldados y un sargento muertos,
y cuatro oficiales y 18 soldados heridos. Al ama-
necer los sitiados volvieron á ocupar sus posi-
ciones anteriores, llenos de orgullo por haber
rechazado tan terrible ataque, y por haber hecho
pagar tan cara su osada tentativa á los enemigos
que tan solo lograron incendiar los edificios del
arrabal, del puente y convento de Santa Cruz,
mas sin conseguil' la ocupacion de ninguno de
los puntos atacados.


Redoblaron los sitiadores su actividail á vista
de tan obstinada defensa, ocultando su artillería
gruesa hasta que en la noche del 25 descubrieron
siete baterías Con 46 piezas entrt~ caüones, mor-
teros y obuses, colocadas de modo que cubrial1
toda la línea, desde el teso hasta el jardin de
Sama niego ; y al amanecer de dicho dia rOJI1-
pieron un fuego general contra la jdaza, arrojan-
do balas rasas, bombas y granadas cOlltra los
edificios de la ciudad, con lanta furia, que en
las seis horas primeras dispararon mas de 3.000




(367)
tiros. La plaza respondió inmediatamente con su 1810.
artillería, y toda la poblacion se l)USO en movi-
miento, acudiendo unos al servicio de las bom-
bas para apagar los incendios:1 otros á conducir
heridos á los hospitales, y otros á llevar muni-
ciones á las baterías; en cuyo servicio se señala-
ron las mugeres, y hasta los niños de corta edad,
que estimulados con el patriótico ejemplo de sus
padres, acompañaban á estos hasta las murallas.
Los gefes y autoridades animaban á los defenso-
res con su ejemplo; y la plaza contrarrestaba con
el mayor teson y fruto los fuegos enemigos, que
durante todo aquel dia se dirigieron sin interrup-
cion sobre la ciudad, sin duda para consternar á
su vecindario. Durante aquella noche menudea.
ron de tal suerte las bomhas y granadas reales,
que se repitieron los incendios, causando tales
destrozos:1 (lue en pocas horas no presentaba la
ciudad sino un monton de ruinas.


El 26 Y el 27 empezó el sitiador á batir en
hrecl1a el Torreon del Rey, logrando al fin dCl'l'i-
barle cornpletamenle. En la maüana del 28, con.
tinuando la plaza sus fuegos, sicmpre activos,
consiguió causar al enemigo varios daños, y en-
tre otros la volad lira de cinco repuestos de mu.
niciones de sus baterías, cuya ellplosiol1 fue muy
considerable, principalmente en uno de ellos que
qUC(tó Jestruido enterarnente; pero no por eso
cesaha el enemigo en sus tl'ahajos y fuego contra
la brecha, interpolando los tiros á esta, con los
que disparaba contra la ciuuad y todo su recinto.
Al amanecer del 28 batieron con mayor teson el




(368 )
HllO. punto <le la brecha; y aunque no lograron por


entonces ponerla accesible, constcrnaron bastan-
te la ciudad, y á las dos y media de la tarde
suspendiendo el fuego, enviaron un parlamenta-
rio á la plaza con una carta del Mariscal Ney, en
la que, á nombre ue Masena, iutimaba al Gober-
nador la renuicion, aüadie ndo de palabra el Ede-
can francés, al entregar la carta, que su General
permitiria se despachase un correo al General en
gefe iuglés para cerciorarse ele (1',c la plaza no
tenia que aguardar ser socorrida por su eiército,
á pesar de la proxirnidad en que se hallaba. La
contestacion á esta intimacion) dada al instante
por el Gobernador de la plaza, pinta el carácter
de fidclidaJ y de honradez (iue disLingue á los
gcfes militares españoles; y crcemos deberla con-
signat· á la posteridad como un documento del
mas alto intcr<!s para la ¡listoría.


« SellOr Mariscal: Despues ele cuarcnta y nue-
»ve aüos que llevo de servicios, sé las leyes de
» la guerra y mis tleb;c:res miliUl\'cs. La plaza de
)) Ciudad-Hodl'igo no C."Ll en estado de c~IlJitlllar,
» ni tiene hrecha formada fIlIC obli.;:;~¡e :'l hacerlo.
»En consecuencia, all/l(llle debiera (lccil' i( V. E.
» decididamente sigllie..,;e sus operaciOllCs contra
») ella, pues sabria rally bien, en con~idel'acion y
» rcspeto á la }¡ Lll11anidad, si las Cil'CIl!lsl:1l1cia,'f
j) me obJi3";ncn á hacerlo, pedir la capítlllacion
"por mí cllismo, dcspues dc dejarsah'o mi honor,
II que aprecio lllas que la ,,-ida; hahiendo indicallo
),) el Edecan de V. E. tendria la conJesccudcnc ia
!) (le convenir en que se despache un correo al




( 369)
l) Gcneral ingles T~ord Wellington: acepto este 1810_
Ilparlirlo, y podl'[\Il cluedar en slispension las hos-
)) Lilidatlcs, )' Lodas las cosas ill slatn quo hasta Sil
11 vuelta, en que, segun la conteslacion que trai-
Hga, daré á V. E. la que corresponda.»


Esta respuesta irriló de tal moJo al Mariscal
Ncy, que mandó rompcr itlll1cLliatamcnte el mas
horroroso fuego Jt~ tOllas armas, el que á pesar
de la sOt'IH'csa, no causó mtlchas desgracias, Al
punto conlcsLú la arlilIeria ele la plaza, y conti-
nllÓ el ala que con el maJor encarllizamicnto,
Ae¡ 1I,·lIa misma noche trataron los sitiadores de
aJela!1tar sus haterías, para lo que emprendieron
sus trabajos por la zapa volante, hasta situar á
scscuta toesas ele la muralla Ctlillro baterías, las
que callsaron cn clh gl'<!jl(lc cstr;Jgo, volnudo la
contra escarpa y la falsabraga, y corol1nnclo á
esln, quedó la brecha mil}' p\'nclicable. 1.05 cs-
pallOlcs por Sil parte seguían trdba jaudo por las
noches ('n sus defensas interiores ~ y los france-
ses todos los tiias amaga han atncar por diferentes
puntos para apo(lerarse del arrabal de San Fran-
cisco, 1'('1'0 sictll pre sin [ruto llasta el dla 2 de
Julio en CIlle, eslalHlo ya la brecha mtly adelanta~
da,y conociendo claran1l'nte que Sil Yl'reLaderoata-
(lne se dil'igin por arlt1ella parle, tuvieroll los si-
tiadores (I'w retirar la tropa qlle guarnecia dicho
arrabal para reforzar la gU<Hllicioll de la plaza)
dej¡ll1do solo cn él (le obscr\'ncion unn partida d~
50 hombres con dos oficiales.-


A pesnr de este abandono, no ocupó el enc-
mi¡.;"o el arrabal sino á bastante costa en la noche


TOMO 11. "17




( 370)
1810, siguiente del 3, habiendo pegado fuego, no Liell


se apotie,'aron de él, al edificio del hospicio,
Cada dia que transcllrria dt'sd~ que el sitiador


principió á batil' la plaza, al paso que acrecenta-
ba la glol'ia de sn gllarniciou) y la encendia en
el empeilO de cOlltinnarla, debilitaba las esperan-
zns que el paisanagc tenia formadas, de que la
plaza seria soc01'l'ida por el ej('~rCilo de Welling-
ton y del '\1al'rlués de la Romana. POI' un laJlcero
de Don Jlllian Sanchez, que disfrazado de pas-
tor pUllo it1trodllcir~e en la plaza el dia 9 de Ju-
lio, se supo que el ejército inglés se hnbia reti-
rallo de las posicioues inmeditltas que ocupaba
desde Gallegos, y tornado otras, para cstar á la
defensi va, entre Almeitla y el fuerle de la Con~
cepclOn.


Los franceses continuaban dispnl'ando sobre
la brecha) la que abrieron y ensancllaron hasta
veinte toesas, batiendo todo el frente de la forti-
ficacion y edificios contiguos, en térrninos que
no habia parage donde situarse, ni por donde
transitar; siendo necesario en la mailana del 9
replegar sobre su derecha é iZ(luierda las compa.
¡¡ias de granaderos, y delllas tropa qne gual'l1e-
cian la brecha, por no ser posible sostenerse en
aqncl punto, pOl' el diluvio de balazos de toda
eSlwcie, bombas y granadas que caían sobrc
él, .Y le enfilaban pOl' todas partes, sin dejar
libre el espacio necesario para colocar un solo
hombi'e, sin que estuviese espuesto á perecer,
tanto que en las cuatro llOras pl'imeras desde
el amaneCel' perdió la guarnicion cerca de 200




(371 )
hombres y siete oficiales entre muertos y he- i810.
rielo.'!.


La plaza se hallaha en la mayor consterna-
cion; a\)('I1<1S qnedaban ví veres para tres dias, y
los herirlos, C¡lH~ progresivamente se iban aumen·
tando con f'sceso, no tenian donde gnarecerse,
porque el palacio tlel Obispo, dontle se lJabian
colocado, por haber silla destruidos ]05 hospita-
les provi"iona}es, Sp l!alIaba atestndo de ellos.
Las columnas f'llcmigas se preparaban para el
asalto elllia 10, Y E-11 tan critica situacion, con-
sideralldu el Gobernador t¡ue si se daba lugar al
fl11'or desenfl'cuado de un asalto, pereceria el ve.
ciuJario; y viendo el nillgnn frnto que se iba á
sacar de dila¿al' por algunas horas la rendicion ó
de morir ll1atando, ¡lesecl¡;¡da por otro lado por
la oposiciol1 del vecindario la idea (le ahrirse pa-
50 la gll:Jrnicion por entre las líneas enemigas ..
convocó \lila Jl1llla de alllOl'ida¡les militares, eele-
~iáslicas y civiles, {¡\le se celebró á las 10 de la
mauana, y se acordó en ella que luego que los
enemigos indicasen con sus movimientos tratar
de as:dtar, se cnarhoL1SC bandera parlamentaria,
redimicndo al pllC·ldo del sacrificio (lue le ame-
nazaba. Asi se verificó ,í las seis de a(luella mis-
ma tarJe, enviando al campo francés un Oficial
!¡arlamental'io, el (IUC volvió á poco rato á anlln-
ciar al Gobernador de la plaza, que el l\lariscal
Ncy le esperaba en persona al pie de la brc.cha,
para 1 ralar sobre la capitulacion. El Gobernador
se trasladó á aquel punto, y en efecto encontró
t'n ~I al Mariscal .. que con todo Sil estado mayor




( 372)
1~1O, Y dernas gef(~s de su ejército, le recil)ió con las


mayores demosl raciones tic cOllsideraClon, tribu-
tando elogios á los defensores de la plaza, y aüa-
dielldo que nada teuia que hablarse (JIl órden á
la capitlllaciüll, pues lodas cuanlas honoríficas
condiciones se conceden en semejantes casos,
las acordaha al acreditado valor de la gllarnicion,
asi como al tino racional é inteligente de haber
cspel'ado á capitular en el l110l1H'llto último y
preciso en que aun podia [eller lllgar segun las
leyes de la gllcrra, despucs de haber hec1lO cuan-
to exigian las del honor y la fiddicla(l.


Esta capitulacion verbal fue garanLida por la
palabra de honor del Mariscal Ney, que la dió
públicamente, al mismo liempo que la lIlallO al
Gobernador españul.


En su consecuencia las tropas francesas ocu-
}1arOn las puertas <le la ciudad, y la gllarnicion
española se retiró á sus ClIarldl's ]wsla el dia si-
guiente 11, en que despues de drsfUar y rendir
sus armas con los honores de gllen'a, ernprendió ..
como prisionera) su marL:ha á Bayona en tres di-
visiones, de las cuales la una partió ('11 aquel
mismo dia ) la otra al siguiente y la otra con el
Gobernador y estarlo mayo\' al inmediato 13.
Perdieron los españoles durante este memorable
sitio 1.400 llOmbrl's: la plaza se sostuvo selellla
y siete dias, (Lesde el 25 de Ahril hasta el 10 de
Jlllio de 181.0: file embestida y atacada por tres
cuerpos del ei¡'~rcito fraucés) en número de
82.000 hombres: fue homba,'deada y cañoneada
sin interrllpcíoll en todas Jirecciones por espacio




(373 )
de diez y SCl:> dias por 46 bocas de fuego) que lS10.
abrieron una brecha de 18 á 2H toesas, tan e~,p;¡-
eiosa y practicable que el Gobcrnador y su csta-
do mayor bajaron por ella.l capilular, y por ella
volvieron á subir, Encontraron ell la plaza lo~
francfscs 86 caÍlones, 200 millares de pólvora y
120.()()O c:ntuchos.


El Hey, qncriendo prcminr esta }]('róicn de-
fcnsa, cOllceflió á t:ln valientes guerreros en 6 de
Diciembrc de lB1/! una cruz Ile di'iliucion, quc
consta de cUiltro hrazos iglw}¡'s, COIllO 1;1 de Snn
Juan, terminaJos en líncas cóncavas, los hrazos
de oro con tildes azules, y las puntas con globi-
tos de oro: en el celllro lleva un escudo ovalado,
dond(~, f:n campo rojo, hay un castillo de oro,
rodeado de unn orla hLlnca, Sobre el brazo supo·
rior tieue corona mural de oro. En el reverso tie-
ne csln inscripcion: Falor acreditado en CÚl-
dad-Rodrigo. Y se lleva pendiente ele cillta mo-
rada.


El J\!nriscnl Masena creyó deher dptpncrsc en
los alred!'dores de Ciuclnd- Hodrigo hasla tanto
que el Gellcral f{egnicr, ,í la cabeza dc;l spgundo
cuerpo dd ej<'Tcito frallcó", hubiese repasado el
Tajo. Estp" para cnvol Hi' al Corollel Mllrillo,
que se hallaba en Hurguillos, y atacar al Bl'iga.
dierlmnz, que cstaba en Jerez de los Cahalleros,
se puso eu llIal'chn con tl.OOO homl¡¡'ps desde
Mérida y Almelldralcjo. El dia 5 ele Julio al ama-
necer se a"istnron las ITopas francesas en HlIr-
guillos. J\lmillo emprendió entonces Sil retirada
h¡ícia Jerez, despues de haber causado bastante




(3i4 )
1810. Pl'nlj(la al enemigo. A las ollce J' media de la


maiíalla dd mísn10 dia elllpezó Hc'gllí!'1' el ataqtlc
contra Jcn'z, dirigiendo SIlS opcrilciollcs y ata-
ques contra lorla la línea; pero en todas llilJ'lcs
fue rechazallu con firmeza. No pudiendo Imaz
sostenerse en 1HIuel punlo con solo 3.600 hom-
bres 'lue tcnia, resolvió retirarse para reunirse nI
General Bdllcstero .. , dirigiél1dose hácia Encilla-
sola, dcsptws de haber contenido al eJlemigo ~ d
cual pndi(í 800 hombres eJltre 111 natos y heri-
dos, siendo fUuy corla la de los españoles.


Despues de esla accion paso Rf'gnier á J:¡ de-
recha del Tajo, y entró en Portugal, marchando
sobre Castel-branco á amenazal' el flanco dere-
cho del ejército illglés. Este se concenlró todo
sobre AI!l1eiLla el 25 de Junio, estal¡leciéndose
allj su cuartel general. Se componia de cinco di-
visiones, de las cn,des la primera estalla ,i las ór-
denes Jel General S¡lPl1cel') yen 1Il'lInerO de 6.nOO
hombres ocupaha á Cdorico, puehlo distante ca.
si 20 millas del grueso (lel t~jércilo francés. La
segtllHla, flue matHlaba el General Hill, y se com-
pOllia de 8.000 homhres, se hallaba colocada co-
nFJ cuerpo central, sobre las montaiias de Porl-
al~'gre, entre el Tajo y el Glladi:ma, (lesde don-
de observaba las fronteras de EspaiJa. La tercera
division, mallrlada por el Gel)(~l'al Cox, en nú-
mero de lO.OOO homhres , se l¡allaha situada en
Guarda, fIue era la principal posicion, distante
20 millas de las líneas francesas. La cuarta en
número de 4.000 hombres, á las órrlencs del Ge-
neral PictOll, ocupaba el}lllf'blo de Pinhel; y h




(375 )
quinta, mandada por el General Crawfurd, sc lBIO.
hallaba colocada á la mitad del caruino, cntre el
cuerpo IJI'incipal del ejército inglés de la Guarda
y el ejército francés que ocupaba:l Ciudad-Ro-
drigo, es (lecil', á cerca de diez millas de uno y
otro punto; pero esta l'tltima. divi~ion no estaba
fija, y ~Ivallzaba á veces hasla San Felices de los
Gallegos, ó retrocedia, segun lo exigiall las cir-
cunslancins. El Cllnl'tel general de Lord Wellillg-
ton se bal1abn en Visco. Lns tropa" P0l'lllgllf'sas,
mandadas pOI' Pi ;\lal'iscal Bc,:esford, se rcunie-
ron al DlIque de We\\ington en Julio, y des-
de este mOll1euto com(~nzó éste á poner en eíecu-
cion el sistema de defensa que habia profunda-
menl:e comhin:ldo y cOllcertado durante Sil per-
manencia en S(~vilJ;¡ en d invierno ele 180!) con
Sil hel'mano el Marqués (le 'Vl:'lll"sley: plan que
fue sf'gllido con la mayol' perscverallcia por el
Gobierno ingl¿,s, por la Rq~('ncia de Portugal y
por el mismo General en gefe.


Para conocer mejor la invasion de las pro-
vincias s('ptcntrionalps del Porlllf!;al, y las ope-
raciones dcfcl1si vas de Lord Wellington, es in-
dis pensa ble d;¡ r al gll n os tl et a 11 es to po gr;í t1 cos,
que illdi(plen las posiciones respectivas de 10:>
ei{~rcitos.


Entre 1a posicion principal del ejército inglés
en la Guarda y la ciudad de Lisboa media una
distancia de 190 millas, es decir, casi 20 días
de marcha. Tres caminos reales guían desde T .. is-
Lon 6. las fronteras de Esparta, el primero por
Abl'ahantes, el segundo por Yelves, y el tercero




(376)
l~IO. por Coimbra. El ejército íllglés adclanlanllo há-


cía el N., si3uió el cami";J de Abrahanles, y el
primel' punLo importallle que se encuentra en es-
te camino es Santarcll, plaz:) (lisLanle 40 millas
de Lisboa, fIllc pUl' su silu3cion elevada es suma-
mentc fuerte, y dOlllinando el camino real por
el E.., fOl'llla la primera defensa de Lisboa contra
cual'luicl' euemigo t¡lle illtt'nte penetrar basta ella
pOI' el camino de Esp"üa. EsLl flanc¡ue3lla al S. E.
por el Tajo, J' :d N. E. pOI' sierras muy escarpa-
das, cslando adL'llWS r(~fOl'zada con furliticacio-
nes, cuyo objeto es cerrar el camino cutre las ¿¡1-
tUl'as y el rio.


El srglllltlo puesto que siguiendo rl camiuo
re::11 del E. hay lllas importante al,l1 que Salllaren,
es Abrallatltes, qlle dista 30 milLls de Lisboa, y
i20 de Guarda. Esta ciudad, sil llalla muy Cf'l'ca
del Tajo, fllp. un campo [llili!;II' rllm<lJ]O, circulls-
tancia que indica baslallle ,"11 fuerza uaturul, á la
l[lH' darle nada h<Joia alladido.


Villa-bella es lamhiea otra posicioll militar
y campamento romano sobre el paso del Tajo,
C(1)0 rio corre al través de las rnontaüas Cjuc la
Cil'('llndan.


Castd-bl'anco, que sirvió tamhicn de campo
romano, está situ;illa al csll'Cl1lO de otro dcsfij;¡-
clero, y el país que la rod(~a ofrece posicioncs
tan 1neslH1L!naLlcs ,¡11!~ Tll]('d(~ con~jdcrarse como


l' i


UI1 gran campanli'llfO furtificado. Su ciuJa(lcla y
mUl'allas se hallaban arruinadas y en cslauo d"
no poder so~lencJ' un sitio.


Ala lllilalJ del camino de Castel-branco .t




(377 )
Guarda se enCIlPntra Cobill¡a ,y desde este punto 'SHt.
empiezn el pai~ ;Í ser mas montuusO y ;Í furlllarse
las sit'l'l'as llamadas de E61 rella, en las que hay
innwdiata á Cobilha lll1i\ eminencia elevada G.OOO
pies soure el nivel del mar. Esta ciudad, situada
en una p05icion tan escarpada) era en caso d~
retir~d;¡ sumamente veutajosa para oponerse d
los progresos del (·nemigo. Desde Cubilha ~igl¡e de
montaitil ell lllOIlL;:¡I1U eL:Viíndose el len't:'lIo hasta
Guarda, que esLí sir llada ~()br(' Iltlil dl~ la~ mUllla-
ñas de la sierra de la ESll'dla, eerca dd uaci-
lllit'llto del Monuego, y de modo C¡Ut~ al divisnrse
d" lejos parece un simple c;¡mpnllario colu('ado
!!olH'c la cima de una montaña. Los camillos <¡ue
cOlldllcell á t'sta ciu(bcl cstatl abit'l'los pOI' ml·dio
u(' las rncas y rodeados de abismos, siendo por
lo tanto una dc las plazas mas l'¡It~l'tes del POl'ln-
g~ll. "\~i es que Lord -W..11in gtOll pl'l'lllanCClO,
miel! [¡-,lS pudo pl'opOrCiU1I3l'Se las sllbsisLcnci~D
necl:s:ll'ias, trall'\uilo eu esta posicioll , y seguro
de po¡}l'r llL'~a!i,lr en dla ¡\ tuda el poder de la
['ra llci,~. rksct¡~ Cuanla ú Ciudad-Hodrigu, <'11 Jon-
d<.; el ";I;:l'i;cal ~Lt:;nl<l fijó por 11I11cllO ti<'l:lPO su
C1U¡t,! ~;:'lIl!rill, nél 1.21' rr:f!S (¡ue 25 milbs, <1l1n-
~ J ./


I(!l(' a¡íd~()i '~i:;i'ci:o;: tcnian n1suI1us de sus Jivi-
"iOlles lall r1\'a!i;::ldns, que estaban :i la vi"ta, y
lu~; ln~!l";('~ IL'slie b::; alLuras (lc Pinlu·l, Cl'Ici'Í.
ru y GILld;¡ v,i;,n todos los dias las lílll''':; de;
ej{rc;lo fr;llIc:::i ('l! les llanos de CilJ(¡J(L!'¡¡dri~o.


u


l~n (,slH~ci~.l !'l c;¡~:;~!leria cninbi~lha á :':r¡d~i l-~~\./~
'1' -',"ll) d,' \' v""-'''l:';,--l y ¡1-··,!·(,11,,11~ t"", ""í""'() ,,1, •
•• - ¡ ~ - ~'-'- J_, .. u _l~._(. _.l-~>:J_.\ . .... ',~-




(378 )
HijO. contraron sus partidas en los llanos de Ciudad-


Rodrigo, y hubo escaramuzas con diverso éxito.
Las posiciones del ejército inglés estaban to-


madas de modo, que si este tuviese que relirarse
en el Curso de la campaüa hácia Lisboa, lo pu-
diese ejecutar sin ser cortado.


Las posiciones ordinarias del ejército france~
eran en las llanuras que eslan á la faILla de las
montai'ias en que se hallaba acampado el ejt~l'cito
an¡;lo-pol'l ugnés; llanul'ns eu que se hallan situa-
das las ciudatlcs ele Daebjoz, Ciudad-Hodrigo, y
algo mas distante Aldntara; y aunque no todas
las divisiones francesas se hallaban estacionadas
en el llano, su (;Qloeacion era tal, (pIe les era fá-
cil reunirse tod::s anles de poJer ser obligadas á
una accion general.


El 21 dc Julio mandó Masena al Mariscal Ney
hiciese un reconocimiento sobre el fucrte de la
Concepcion) y dcspucs de haber ¡c!liJo un ligero
encuentro con la caballería del General Craw-
furd J tuvo este que abandonar el fllcrte y volar-
lo. Crawfurd, no obstante, continuó ocupando
una posicion cerca ele Almcida, estentlic!1tlo su
derecha hácia Zuma con una columna de (res bao
tallones ingleses, dos portugueses de inranterÍa
ligera, y algunos escuadrones de cahallerÍa; pero
al amanecer del 24 fue atacado en esta posicion
por un cuerpo enemigo de 7.000 hombres de in-
fantería 'i 3.000 de caballería; y tlespucs de ha-
herse defendido con el mayor teson, vencido,por
el núrncro, se retiró por el puente del Coa) en
donde tomando posicion , hizo una terrible cal'-




(379)
nicería en los franceses que intentaron por trei 1810.
veces forzar el puenle, siendo rechazados otras
tantas: mas habiendo despues creido convenien-
te aban¡lonar las márgenes ucl Coa, Crawfurcl se
replegó con sn uivision sobre Cobilha.


Siguiendo Lord Wellington imperturbable
el plan de campaña que se habia trazado.> habia
retirado su infantería al v:llle de Mondego, no
dejando en Guarda mas que una division y al-
guna caballería avanzada para vigil:Jr sobre los
movimientos del enemigo sobre el Coa.


Mientras Wellington estuvo ocupado en .!'Iolo
hacer demostraciones sobre };¡s fronteras de Es-
p:Jua, habia hecho construir Lres líneas de atrin-
cheramientos delante de Lisboa, las que rodeando
la capital y sus inmediaciones en mas de doce
leguas se estendian desde el mar hasta el Tajo.
A estas triucheras, casi inaccesibles, habia pro-
yectaclo Wellington reLirarse, y aprovcchar en
ellas los recursos del pais, y recibir los refuerzos
procedentes oe Inglaterra.


El 21 de Julio embistieron los franceses la
plaza de Almeida, que es una de las principales
de Portugal, situada sobre la cumbre de una alta
moulaüa, ó mas bien sobre un plano muy eleva-
do á 1t3 millas al N. E. de Lisboa. Defendiala
el Gencral inglés Cox, y su fortificacion estaba
en muy buen estado. En la noche del 15 de Agos-
to los franceses, al ahrigo de un falso ataque,
;;¡brieron la primera paralela, que sin embargo
del fuego de la plaza se hallaba concluida el 19;
y dtsde el 20 al 25 construyeron once baterías,




(380 )
H110. l1abiendo ahierto el :]4 lIlJa segunda paralela á


mellas de 150 toesas. Al amanecer lle! 26 sesenta
y cinco piezas de <11'1 i11t'ría r0l111)]cron el fllego
contra la plaz.a, que contestó con viveza hasta
las Cual ro de la Un'dt' , en cuya hora prillcipió á
disminuÍ.', y á las si, le se voló C.l ella por una
bomha un almacen de pólvora <¡l\(' cau~ó estra-
gos de mucha considcl'aciún. Intimada en este
estado la rendicíon d" la plaza por el Mariscal
Masen .. , esta capitlll() al dja "jg"icllte, oCL1[l,índo.
la en seguida lrls tropas francesas, de las cuales
la mayor parte perll'necian al G. o cuerpo del
mando del Mariscal Se)'. La gllarnieion quedó
prisionera) d\~sfJland() con todos los honores de
la guerra J y rindiendo sus armas sobre el glacis.
Noventa y ocho ¡¡it'zas de <lnilleria de plaza y
siete de campa ila caj'I'l'ol1 en poda de los fran-
ceses, con tl'e~ciel1las mi! r;¡cioncs de g;dlcta,
cien mil de pescado salado, j' gran c,llltidad de'
toda especie de víveres. Mil y doscielltos milicia-
nos portuglleses, y algunos sol(L.do~ dd rf'gi-
miento ele la misma nacion númno :14 dI' lílll~a,
se pasaron en esta ocasion ;í las fila, j' s"rvi(~io
de los vencedores, l' hicieron causa C01l1111l con
estos contra su patria. ¡\dlllirado j' receloso (le
esta conducta, escri!Jia el l\lari~cal !\1;¡SI'IHl CI1 30
de Agosto al Príncipe de NCllchatd, (¡lIe por
desconliar de estas tropas, no las empleaba sino
en servicios poco illljJorlantes J haciéll(lulas vigi.
lar con toda severidad.


El 5 de Setiembre el ei¡'~rcito de Massell~~:l­
lió de Almeida y entró en Guarda, y clcsllc CH-




(381 )
tonces pnclle decirse filIe comenzó el movimien- f810.
to de illva~iOIl dt'l Porl ugal pOI' el valle de Mon-
dego, En Sil consecuencia, el ejércilo inglés co-
meuz[. á ('fl'clllar su retirada lentanlt'ule y con
buclJ orden) ClIllccntl'audo poco á poco lus cuer-
pos (~1H' Il'1lia destacados. Al n'tirarse habían
destruidu los illglt'~es todos los puentes y moli.
nos l'sta\¡leclllos sobrl' el Cua.


llJln djvi~ioll de milicias portuguesas) mallcla-
das por el Gt'ncr.d ¡\JIIJIe.,) ocupó la forlaleza de
Chavl's: olra á las órdllll's de Sílvl'ira se colo.
CÓ l'il>hre la orilla sl'\)lcl1trional del Duero, y
otra " las dd Coronel Tr;¡nt se situó en San Juan
de P('~q'l<ira. ]}e c~te modo, si los franceses
Qvallz,d¡;¡u 1'01' Viseo) como se espl'l'aba) dcbe-
rían ~;¡'r n.uleslados por e~los cuerpos de milicias
portu gUI'sas.


Estos lIIovimjclJlos !Tfrógraclos del cj{'rcito
inglt'-s fllí'I'l)ll (ll'lCI·didus dl~ /lIJa pl'oclama de
Lord '\V, 1lillgtOll, l'l'eLa 1 lIr> Agosto, en la que
despul's de prl'Sl'lltal' el cl/adru horroroso de las
calall1idadl's I:lll~ ('~pl'l'illl('lItaban los pueblos de
Ls fl'()Il[IT:IS dd Portllgal, Cjll!' clPJ(,ndo de bue-
na {'e ];IS pro III l' ~:;¡ S d,~ 1 I 1," ha!l Cl' se s no se ]¡¡¡bi;1l1
movido lit.: SIIS ¡]olllicillOS J y ('stab"lJ slHIIl'lidos
á su gol,il'l'lIo, (Ir'clarall;] ~í todus los hal,iiautcs
de a~¡I/I'J rtillo {lI'C IJO klbia salvaciun pnl'a ellos
ni otro lllcdlO dl' illlpcdil' los progl't':-o:-; tI,·] Cllee
migo qlle d d/~ ;1dl 1plal' la vi;':('l'osa y funte mee
dil\" de q¡~il¡¡rlc ClI'llllo.'i n'Ctl!'SO~; .Y mt'dios FU-
lliesen s~l'I'irle par,\ facililal' Sil m,lrch" al j,v: ..
I ¡or: que sus solJauos prolegn13tl ~(1 uelL: por-




(382 )
18/0. cion de territorio que pudiesen; pero que el pue-


blo solo podia pl'cservar sus propicclaues y li-
bertarias de la rapacidad encmiga, lwy-cndo y
retirán.dolas consigo: que sus deberes para con
el Príncipe llcgente de Portl1gal y para con la
nacíon porLug'uesa le irnpelian á hacer uso del
poder y autoridad de (lile estaha revestido para
ohligar á adoptar este partido á las personas que
se mallifestasen apáticas en hacer los esfuerzos
necesarios para salvürse ;Í si mismas ele los l1eli-
gros inminentes que les arnenazahan , y preser-
var su pais de una ruina inevitable. En conse-
cuencia, mandaba que los I"nagistrados yemplea-
dos del gobierno que se qucebsell en las pobla-
ciones despues de babel' recibido órdelles para
salir de ellas de los comanuantes militares, y las
personas de cualquier clase que manluviesen co·
municaciones con el enemigo ó le all',iliasen Je
cual(luier modo, fuesen consider;.¡uos por trai-
dores, y juzgados y castigados como tales, se-
gun las leyes del país.


El General inglés que lo habia previsto torlo
para el caso dclmovimicnto reLrógrado, dió ór-
denes las mas terminantes para que todo el pais
,por donde debia pasar el enemigo, fuese evacua-
do por todos los habitantes, y clltonces se ,,,ió
por un movimiento heróico tan poco frecuente
en las historias de los imperios, bs poblaciones
enteras retirarse á la vista del enemi.go que ve-
nia á esclavizarlas.


Estos leales y deciuiJos patriotas al tlesam-
parar sus casas l1evaLan consigo sus penates, al!




(383 )
honor, y la certiclurnbre de arruinar por este 1810.
medio ásu enemigo, mereciendo el aprecio y
admiracion, no solo de sus aliados sino del nUlll-
do entero. El éxito coronó sus ltcróicos sacrifi-
cios, pues abandonadas las ciudades y aldeas de
la alta 13eyra, y destruidos cuantos efectos úti-
les no pudieron rctil'flrSe :> Y ocupada por el ene-
migo, se halló esle como en un verdadero de-
sierto ~ cOl'l~llbs sus corl1unicaciones con Esp;\tia
por las milicias portllguesas y por las partidas
de paisanos arruados:> conocidos bajo el nombre
de Ordeuanzas. Una division de esta gente, man-
dada por el Coronel Trant, atacó la escolta de
la ¡¡rLillería de reserva del enemigo y de su caja
militar, y le hizo muchos prisioneros.


El Mariscal Massena hahia empezado á mar-
char por el camino de lJonto-de-Marcelha sobre
la ribera izquierda uel Mondego. Todas las po-
siciones vel1tajosas de este camino se haJIaban
fortificadas, y particularmente las que se en-
cuentran en la embocadura del Alba. Masscna,
queriendo salvarlas, pasó por el puente ele For-
nos 7 sohre la orilla derecha del Mondego, y
tornó el camino de Visco á Coimbra. El estado
en que ellconlraba el rais , y las dificultades de
los caminos para el transporte ele su artillería y
equipages, le hizo perder muchos días por la gran
distanci,'l á (1',e se hallaban sus almacenes, mien-
tras que Lord 'Vellington cra acompaüado en su
retirada por toda la poblacion con los mas pre-
ciosos y necesarios efectos.


Entretanto el General Reguier llegó á Sabu-




(384 )
1810. gal y á Alfayates ell2 y 13 dc Setiembre, y to-


do el ejprcito frances se puso en movimientu el
15 po,r las villas de Guarda y de Ce!orico, pasó
rápidamente las alturas, y desCelldu') al valle
del MOl1dego. Una fuerte culumna elllcllliga atra-
yesó las montailas de Aloerca, que forman la
iZ'llJierda de la sierra de Guarda y de Ma) al de
Chevas. El 16 la caba llería inglesa, á las órdc·
nes d~ Sir StapleLOIl ColLon, se rcliró de Cdori-
co, y se dirigió al valle dd l\1oJldq,o. Lord
Wellillgton IJabi¡¡ preveuido al Gelleral Hill,
acantonado en Yelves , observase las op"racio-
nes de Hegnier, é hiciese un movi'lliclllo subre
la orilla derecha d,-l Tajo para cubrir el camino
di; Castel-branco á LisL,ua. En cUIISt·t'IIf'llcia este
Gcneral, que había organizado tamili.ll 1111 cut'r-
po de reserva bajo las órdenes (ld G"ll"ra l Lt'y-
te, en vista dd lllovimi(~nto qlle acallaha de La-
ce!' Hcgnicr sobre 1.1 derccllOl dd Tajo jlara co-
operar eficazmente con el Malisca! i\Lsst:i1a, lli·
zo otro CIl("rcspondi"uLf' sobre la IllislI1<1 (Orilla;
y coloc,íJltlose eH Purla!;'gl'c cll!,ria desde f'~le
puuto importaute SllS c():llllllicacio!l('s con 'Vd-
li 11 gion y I a ti l'l'eclw dd "i ('!'ciLo itl g I ,''s. El ¡¡la n
de Ma,'lst'l1<1 el',) fJalJ'lu(':lr la iZllllinda de óstc,
y cOl1oci¡"ndoio Lord WdliJl~lulI, l'lllprcw!i/.,
como ít"jamos dicho, su rl'tli'ada pUl' el valle
d,! :\lnnd"go, y di'llllsO ,¡¡¡e lus G('lIt'nll's í~dl y
Ley te marchasell :1 l'('lllIÍr:icJc ('11 la fUCi';f~ posi-
cíOIl del pueBle J::; .\Lrc('lh:1 , .~obrL' el l. :~):', eH
donde estaha resuelto á (¡i,~p¡¡la!' el 1:'




(385 )
bió de dircccioll, como t:nnhien queda mnnifes- 1S:0.
tado; y tomando el C:!l11ino (lne conduce de Vi-
sco {l Coimbra marchó á esta llltirna ciudad con ,
el fin de aprovecharse de los recursos (ille es-
peraba hallar en ella y sus inmediaciones, y
continuar adelantando háeia Lisboa. Para COIl-
t1'arest31' este nuevo movimicnto del General
Massena ,trató Lord Wellington de cubrir á
COlmbra, no con la intencion de permanecc¡' en
esta ciudad ahiel'la, J que no era susceptible
dc una larga defensa, siuo con la icIea de que
sus habitantes puuicsen retirarse con sus efec-
tos, como lo hacian todos los de los demas pue-
hlos invadidos.


El lfJ de Setiembre llc'¡,ó el Marj'ical ~.Iasse.
v


na á Viseo, all'aV~~5alldo !)Qr caminos erizélllos
de rocas, y por un pais que describió, dicielldo
al Mariscal Bessieres : c( N o hemos encontrado
(cmas que horrcudüs precipicios, nO liemos atra-
«vesauo mas que desierlos, en qne no se veia
«un alma, y en que todo habia sido Ó destrui-
colo Ó transport:1l1o POl' los fugitivos. Los ingle-
((ses ]¡an telJido la barbárlc de mandar que los
(habitantes (¡ue no abandonen sus Cflsas , sean
«fusil;J(los. Ancianos, mngt:res y lliflos, todo
((huye á nueslra "proxilUacivn.)


El 21 de Setiembre todo el cjército de Mas-
sena se encolltró cOllcentrado cn Viseo, donde
tuvo necesidad dc permanecer tres dias con el
objeto de dar tiempo para que llegasen los ha-
ga¡;esyel panjucde artillería; yLord Wellington
tomaba al mismo tiempo posicion sobre la sierra


TOMO 11. 49




(3RG)
1810. de Busaco, que se encuentra perpendicular al


curso del 1\1ondego, y cubría así á Coimbra, sin
dejar en Ponto-Mal'celha mas que el cuerpo del
General Hill.


El JUariscal Massena salió ele Visco el 24, Y
el 2G llegó elelante de las posiciones de Busaco,
defendidas por todo el ejércilo anglo-lusitano, á
escepcion tlc la divisíon llc llill.


La sierra ele Busaco es una elevada cadcn~
de monlaüas qne dcsele el ~':londego se estÍenele
al N. , Y sobre cuyo punto mas elevado {\ distan·
cía de cerca de dos rnillas de la en que termina}
se halla situado el con vento de BUSilCO. Esta
sierra por medio de una serie ele pais mon!aüoso
se une con la sierra de Cara-ruu1lla, y con otra
cadena de montafIas semejantes, l1aIllaclas las
sierras de :Marcelha. Todos los caminos que se
dirigen desde Coimbra :,¡l E. cOlH1u~ell ;Í. una ó á
otra lle estas sierras, í;u:fo ra:'1> es Siin::lll1"!lte
dificultoso 1)ara un ejército. Para llegar á la cima
de cada una de ell<.\s ~s lweciw trepar por altu-
ras sumamente escarpadns.


El 27 de Setiembre Massen() intentó alld<1Z-
mente, Ó por mejor decir temerari.amente apo(lc-
rarse de las fuertes posiciones que sobre ellas
l1abia tomado el ejército aliado. Alacóbs (;on el
cuerpo del MariscalNey por su izcIuicnla en
la maüana de aquel dia, mientras que Uegnier
con sus tropas lJacia un esfuerzo semejantc so-
hre la derecha y el centro. TOllos 103 esfllcr~o:'l
fueron sumarnentc vigorosos) y emprendidos
eDil estr2mado furor: una columna francesa 10-




(387 )
gró trepar por la derecha hasta la cumbre de 1810.
una de las cordilleras; pero fue r(;~hazada con
la ma yOt" biza rrÍa por la di v ision del Gencral
Fieton; y los franceses, repdillos por todas par-
tes, intentaron cn vano otro segundo ataque por
un punto inmedialo de la Jerecha. En la izquier_
da tres diviúones enemigas hicieron los mayores
esfuerl.os para ganal' la siena; pero no tuvieron
mas feliz ('xito) lIí fue menor la carnicería (Iue
sufrieron, lldlÚC,U;O perdido el ej¡'~rcito francés
en todos estos ~t~l(illCS, erJtre Illl¡erlOs, heridos
y prisioneros, tl.00ü hombres, entre ellos muchos
oíiciales y 5 gcnei'ales, de cU,yo número fueron los
apellidatlos Sil1WI1 J n(~ndorgc} <¡ue murió de re-
sultas de sus hcritJ;¡s ¡Ji dí:J siguienLe de la batalla.
El 28 permaneció Lord Wellit,gtoli eH SlIS posicio-
nes s1n 5cr amenazauo; mas lemieudo (lUC su iz-
quierda pudiese ser uH'ue1ta por el enemigo que
llacia varios 1I10Vi¡lliculos ]Líci,~ el cnmino de
Oporto, detcrmiuó ahail(lol1~r la sierra (le Busa-
co ,y se colocó :\ la m~rgcn iZ'lliic['(la Llel Mou-
oego. A esta snOB ya el ejército frallces, sal-
vando las posicioncs (le Dusaco, estaba en mar-
cha por un camino cstra\'i"Jo para COÍlllbra;
mas Lord '\Vellillgtoll, marc]¡;lI1do por el camino
recto., llegó antes que 61 á a(luel1a clufL.ld el día
30 de Setiembre; pero como no era una posicion
segura y militar, segun hemos indicado) conti-
nuó al elja siglliente ú m;¡rc]ws furzadas su reti-
rada por POlllbal , Leiria y Alcouaza , sobre las
Íncspugnables pu.';iciones de Torres-vedras, ¡í don-
de Llegó el9 Jc Octubre. La estaucia de los illgle-




(:;88 )
1810. ses en Coimbra fue de corta uuracion; pero bastó


para destruir los almacenes que allí lJabia, aun-
que los pstablecirlos en Figucil'élS en la conflllcn-
cia del J\londego, fine l~ran tle mas camillera-
cion, cayeron el1 poder del enemigo.


Para faciliLar la evacuacion de Coimbra y la
cmigl'¡]cion tIe su; h<:L.iL;llltes con sus mas precio-
sos l~f('ctos, dl'jú \\'cllinglon algullos cuerpos de
c.~ 1;;;]]c\,la scbre la derecha ele! MOlld!'go. El \Te_
cilldario hC¡'óÍco de (\i:" 110'i!llosn cindad al des-


. J.


tl'uir clla,¡lo 110 podia llevarse consigo, invilal)u
á los so1dados ingleses, á (llle ÍllliLrllulo su ejem-
plo arrojasen all\Iondego cuantas lll'ovisiones no
pudiesen salvar. Al ver 10:-; efccLos lle esta con-
dueLa escrihia ele nllevo el i\hri3cal ~!~ss2na al
Príncipe de I\eufchatel en lO de OClllbl'!~ : «El
«enemigo lo ([lH'111a y destruye \0110 á medida
«(que evacna el pais, y rUo!'?él " (OS Lal,jtcmtcs á
«nLandol1tlr sus C8~~~tS n~~~);;, (1\; L1 r ¡d~!, (:(jjlll ...


1


llhr;J, ciudaJ. de 20.000 almas, se kll \:, {le;;;crL~l:
(( n os en con t I'a m os sin Hin ;~lIn;l s Id lS i.-; le 11 ela: el
«(ejército se alimenta de mniz y d'e a1SlllJC3 ve-
«¡;cta1es que no ]wn sido arrancados de 1:1 tierra,)


Ef'ccllVami'lllc-, la emigraeion de Cc,illlbrCl era
tal, que la cil:d"ll (j1~cdó Cl1!crDm('nLI' d,~si('rla,
el camino (]lle dirige á Lisboa se hal!a}w jleno
de gl'nl(s cmi;';l'oulas, lo mismo qU(~ el de Santo
T o lf1 a s y los d (~ J a s d (: lB a s e ~ l' e] a d C' s 1} I! e ,;¡ II (1 1 a
capital, ll<lll}r'lldo principalme!lt(' la all'Jlcion el
}Hltriotismo de lI11!ciJ;:s ¡¡wdres <.lll(~ lleyab'lll con-
iigo el SIIS niños de pecho. El guhierno y los ha-
hitantes de Lisboa, y en cspccid lo~ de la mas




( 389)
alta y Jislinguida clase, acogían á los rrfl1giados 1SW.
con la mayor humanidad, y dnlcillcab:m en p:11'-
te los sacrificios que hacian por 13 causa de la
patria. El Parlamento de la D'lCIOll britúnica tra-
tó tamlliell de socorrer á estos dCb'1enlllrados, y
la Cámara de los comunes yotó al efecto una su-
ma <le cien mil libras esterlinas, y una suscri-
cion voluntaria produjo cn ,;¡(¡ucl pais otra canti·
darf aun lll:¡~ cOllsi(lcndde_


En las ,/jl('l'('n!.é's g1;('i'i';;S de 1'i;1p01('on Bonapar-
te se habia HoLlclo ~i('l'la unifO!'lIlid;:;d (!11 ~L;S opera-
ciones.Y mallio1lras, y advertido que Sl1 prillci['11
máxilllu f'!'a p¡'CjHlra J> e'1 la guerra un punto deci-
si,·o, marcLal' con jmpdl10sidarl y ma:ias superio-
res contra la !'tl('r:~a ')'¡'ill':inaJ del (,11emi"o V si
~ b ... ~..,


no podia '~Il\~I)lvcrl(' ,"c~);¡~'al' SI1S rob.s, ¡1Cllctrrondo
por su c('nLro ) y sobre lodo, sOI']JJ'cndcr con la
celeridad de ~'.lS ',;O\'j;i,jenr os.' si!] es!,er:!!' al cs-


1 1 ., ., . ' 1 ta.)-,~-=CJjl\l(~f tn C.:~ '\ (n~:' r¿:ü()~' A~ ~:,ln SCLurc~nrg~q' su
ejército con ]);:¡Ea¡.';c:; sl!p~ril[loS , y sin uctellcrse
las mas yeces ,~ lom:w bs pLza,~ fuertes (f]lC se
eneu(~ntran en I::.s lineas (l(~ opCr<lCiOllCS, La~~ \'Cll-
tajas de C:~! e .c,í~l('nla d(~ f,'11('!'l'e:1 r se hal)jan pro-
bado por Jo Co!} ;I];~!'l del r'~jlnn('s~)(l() Cll 17~)G,
por In y j el (1)';;1 tl'!' 1;n e n Ahril de 18t}:;, por In ele
Jcna en ~8ii7 J Y po!' Ji! ele ~atisbona c1l1809. ?Ilas-
sena: si;!lJi!'ndo L1J1 sislcm;¡ scnH'j:iJ1te desjllles de
1 1 (,. 1 l" l' , a lOrq;l U(' ' .. l\lC'H ··t~O(d'lgO ) a\ ¡¡nzo COIl la 111a-
yor c(d,'ridad ::' 8in a]¡lJacr:ucs por b provincia
de J3cirEl; Jliíciu bs rillí'r:¡'5 del Tajo. lmaginúba_
se 11:11lar ('11 la EstremaGllra pú]'tugnesa) como en
llalia y AlclLl.1nia) ahundantes prvvi.sionc.,; 1''',':1




1810.
(390)


su ejército; pero el General en gefe del ejército
inglés) llamado el Fabio moderno, le opnso un
sistema de guerra }la re ei uo al <j u e el CÓ I1S nI ro-
mano empleó para destruir ;Í AnuibaI; sistema
de dilaciones r¡¡¡e le mereció de la República ro.
mana el sobrenombre de Clltlctatvr. El ejército
inglés era inferior en HlÍmero, y l¡¡s trollas por-
tuguesas, que al prilH:ip.io de c~t« campaüa se
hallaban en muy lllal es lado é iutlisciplinadas,
adquirieron con esle mótodo de gllerrr. cierla fir-
meza y valor qne ~(,3pll''',lron por rrime··a vez
en las cscarpauas alLuras Jc Busaco, y rruc au-
mentaron la confianza del Gefe del ejército
aliado.


EllO de Octubre ocupó el ejército francés á
Coirnbra en el eslado de toLr,l 3h,lUdollo (PIC llc-
yamos manifestado, y el 12 l\lasscua avanzó con
su vanguardia hasla Comleixa, j' su caballerÍt, li-
gera recibió ónlen tIt; apoderar;,(> d~ Lodos lo.!
caminos rrue van ~ Lis];O<í. De Almcida no bahian
~acado mas vÍvercs (Fl<~ para tres di"s; cn Viseo
habían enconLrado una corta call1iclall de ellos, y
en Coimbl'a se les acahé! el maíz que los solda-
dos llc,<aban en sus mochilas sin moler, porque
los molinos hnbían sido lodos llestrllidos. En es-
ta ciudad deiaron los frances(>s súbl'c 5.0CO en-,
fe1'mos y heridos en üos conventos, cllH·(LllluO
en su custodia 3.5()(j lloltlbl'es solamente, 11IíltlCrO
insuficiente, sc¡;un el nú,..¡rno :\lasscna, (lue con
jactancia c1ecia con este lllOli\"o, que la mejor de.
fensa que pod~a dejarles era el rccllazar nI enemigo
hasta sus navíos surtos en el puerto de Lisboa.




(391 )
Sin a1macenes ni víveres, y con 20.000 horn- 1810.


bres de Inilicias portuguesas á su espalda, cOllti-
l1UÓ Mascna Stl movimiento con todas sus fuer-
zas en seguimiento del ejército aliado, cuya reta-
guardia tenia todos los tlías ligeras escaramuzas
con la caballerÍa fl'anc:csa.


El Coronel Tl'ilnL, que quedaha en las inme-
diaciones de Coirnbra con el objcto de hacer cor-
rerías contra las parlitlas sueltas de los france-
ses, ddcrmilJ/)~()l'l):'e!ldcl' {¡ ;)(ludla ciudad, don-
de no habia p.las gll,p''licion (~llemiga (pIe los
3.500 homhres que arriha indicamos. En efecto)
verificó la'iorpresa de uno ele sus destacamentos
avanz~\I,los, cntré) ~!~ h ciudad con la caballería
á galopr' .• y dCS)llll.'S dI' unn tenaz resistencia que
hicjcroll en Jos eqp ven '0.", n::Lr.iflo.';, en que se
hallaban aCll!1rtelados, hizo prisionera todél la
gnarniciol1 ~on los enfermos y heridos que alli
b.l1;ia.


El 11 de Oetlll¡J'c llegó l\Iasena á la vista de
las línens de Torres~vedras, que era la formida-
ble })osicion 11e1 '2¡(~í'CiLO ¡di~clo; y CünsísLia en
una línea ¡Jf) ahllfas hábilmente fortificadas, y
que se cslcndi;lil r1csdc .AIlj<1l1dra sobre el Tajo,
hasta Torres-vedl'?s, distante cerca de treinta
millas de J,isho<1; y deslle allí á la embocadura
del Fisantl'o: dctras de esta primera línea habia
QLras ,105 de alrincheramientos y l'eduCLos, que
corrían desde Ericeira y 1\1;¡[1'a sobre el mar,
hasta el Tajo. "Gua de es Las líneas, que era la
mas }Jl'ó'\:.ima á la de Torres-vedras, podia defen-
ucrsc felizmente con 20.000 hombres, y la olra




(392)
18/0. que eea la mas cercana á Lisboa, con la mitad


dc este número. Estas lineas se hallaban cl'iza-
(bs de reJuclOs, cOilslruido:i L:vll 1lI11clw arte
pal'a batir de frente y rechazar loJo ala(!uc; pe-
ro en raZOll de su gran estensÍon, eran menos
temibles que bs de Bllsaco.


Fuera de esta triple linea se hahian Cons-
truido alrincheramientos en Peniclle, Ovidos
y otros puntos á propósilo. Las colinas á la iz-
fllliercla de estas pOéilcioncs, y por toda la parte
de Vimiera hasta la emlJUC,Hl!lra del Tajo, esta-
ha guarnecida Con reductos y arLitlería, y sobre
la derecha los puentes (le! Tajo estaban ílanquea-
dos por lanchas callOneras. Se habian adema3
dispuesto minas en diversos plllltos, para volar
el terreno en caso de necesiclad; y en fiu, todo
el pais hasta ell\Iondcgo parecía una inmensa
plaza fortificada eH 1'0 1'111 a ele ltlcdia lUll:1,


EL ejé:l'clto auglo-lusitano.> en lll'l!l1CrO de
70.000 combalicntcs, oClIl1aua las líneas de Tor.
res-vedras, Licayra y Marra, teniendo {t tiUS es-
paldas, y LdjO su protceeiou, todos cuantos efec-
tos hablan sal vallo ell su l'cLirada los ludJilantc3
del pnis ocupado pOl' el cncl11i;;o) y :l Li:;\lO:l
alJllllda~llenlCl1te provista de todo g"'llCl'O ele vl-
veres y Illuniciones, j' SlI puedo cspcdito para
recibir les allxilie)s y- l'cfu¡>rzos qlle viniesen de
Inu];¡tcl't'i!.


u


Las tl'tll,as frDl1cesas, á Gn de 110 carecer de
sllbsislcllCl:tS, y de preservarse dd rigol' (le la
eSlacion, se rerartieroll en Ulla línea c:;leusa de
acantonarnicnlos enfrente del eFrcito uli¡l(lo. Su




(393)
cuartel general se estableció en Alenquer; y en 1810.
donde las distancias de las poblaciones no eran
proporciolladas á las que con venia á la línea de
a.::antonamientos, formaron campamentos con
barracas. Esta línea, que comprendia la fuerte
posicion de Monte-junto, se estendia desde el
mar hasta el Taio; y todas las fuerzas que la
guarnecian se hallaban situadas de rnanera que
podiun n~ullirse en el corto espacio de cuatro
horas. El cuerpo del centt'o oClIpaba á SobraL:s,
el de la derecha á Olta y Villauo,'a) y el de la
izquierda á Villafrancn. TI na divisiol1 estaba des-
tacada en Alcoentre, á fin de cubrir el flanco de-
rcc!JO y preservarle U<c: los ataqu~s de una dlvi-
SiOll de c;:¡balleria ingles<l c5iaLlccida soLre el
Fisantl'O.


Los franceses no pudieron mantener su 1:::-
quin'da en Villa franca á causa de los fuegos lb
13 ílotilla dc lanchas calwneras, 2FosíaJ~ En el
Tajo, á las órdenes del Almirante WilliamJ.


El 1\1:1 riscal M a SClla ha bicudo reconoci do J <)
inespllgnaLle de la posicioll dd ejército aliado,
se Jimitó á rctrincherar la suya) en espe.::i:J! la
de Monte-junto, y á reullir ganados, granos y
legumbres para la subsistencia de su eiér;:;~to,
Es1e era el blanco de todos sus movimientos, es-
trech,índose cada vez mas de día en elja sus 2(&,1-
tonalllicntos sobre el Tajo, por' los conLÍn¡,os ::t2-
c¡ues de las milicias porluguesas. El General 3i1-
veira con su divisÍon oCllpaba el camino de A1-
Illcida, Trollcoso y Guarda, y las guarniciones
portuguesas ue Pcnichc y Ovidos, y la caballed:l


TO",lO tI. 50




(394 )
HitO. inglesa molestaban sin cesar los deslac;Jmentos


que los franceses envi¡¡ban f~n busca de viveres,
pudiéu!lose decir con verdad que el (jército de
Maspna no era dueilO de mas terreno (lile el qne
materialmente ocupaba. En los principios encon-
traron en el pais los franceses trigo, maiz J al-
gunas legumbres.., mas bien prollto agotaron to-
das estas substancias fal'inosas, y en su defecto
tu\,icron qne alimentarse úuicall1cnte de carnes
del ganado que aun cOllservaban. Una de las ma-
yores privaciones que esperimcntaron fue la falta
de sal. Continuando de este múuo hasta fin de
Octubre, 1legaron á consumir del todo las carnes
de los gana(los, y cn los primeros dias de N 0-
viemhl'c comenzaron á comer la de los caballos
y mulas. A la necesida!l, que iba en aumento en
el ejército francés, se agregó la dificultad de re-
parar el calzado y vestlJario deteriorados ,í lo su-
mo, y (IUC hacia insoportable el frio en la cruda
estacion en que entraba 11.


Un cuerpo de 3 á 4.000 hornl'res que el Ma-
riscal Masena habia d¡'jado sohre el l\1ondego, se
vió de tal modo acosado por las milicias porlu-
gnesas, que despues d~ una inútil rl'si.~tl'ncia,
tuvo que entregarse á discrecion, siendo condu-
cio.o prisionero á Oporto, y apoder,indose Jos
yenceJorcs de 1.500 fusiles.


El General frand's, á (IDien la prudencia del
moderllo F¡¡bio obligaba á PPfllHlIlt'C('1' iuactivo
delante de las líneas del ejórcito conlrario, veia
que su posicion era de dia en dia mas ¡lificil, y
que las lluvias abundantes de la estaciol1 conlri-




(395)
buian á hacer aun mas CrItlca su situacion, 1810.
pues el Mondego ha 1113 salido de madre: la arti-
llería gruesa no podia avanza\'; y por decirlo asi,
Masella se veia emoestido y aislado en sus aclua·
les posiciones, no solo por el ejército aliado, si-
no aun pOI' los mismos elementos. No podia ata-
car á a<¡uel, y su retirada hácia el N. era casi
imposible: amenazado del hambre mas estrl~ma-
da y ausoluln, no tenia sino peligros que elegir,
á saber: ó hacer UIl esfuerzo estendiendo sus
acantonamientos para conservar la derecha del
Tajo, ha,~la dar ticmpo para que le llesasen re-
fuerzos d(! llOmbres y víveres, ó al'rojarse á ba-
cer una tenl¡¡tiva dest'slH'rada pnra atravesar
aquel .. io, y susleuel'se en la fértil provincia del
Aleutejo.


El Marqués de la Romana, que se hallaha
m¡ltu!:lIIc!() <..'11 la Estrcmadura esraüola, invitado
por Lor(l Wcllillgton para que concurriese á la
JvfenS3 de la linea (le Torn;s-veJl'as, ínterin re-
cibia los rcfuerzos qlle e~pf'l'aba, y viendo que
l\lllrt i(~r se hahia retirado dl~sde Estremauul'a á
Sevilla, dispuso que la segutlda division y varios
cllcrpos de In primera con la vanguardia de su
('jél'cito marchasen b.ljO SlIS órdenes, desde las
Ú¡IllclJiilciones de Bad¡¡joz el 18 de Octubre, con
dil'ecciün á las espl'l'sadas líneas, adonde llega-
ron á principios de N ovicmbl'e, reforzando el
f'iél'cito aliado con un cuerpo de 7.000 espaüoles.


EI14 de Noviemhre Masena cambió de posi-
cion, y por una maniobra sobre su iZ(luierda
marchó soure el Zezel'a) estahleciendo su cuaI'-




(396)
1iijO~ tel general en Santaren J cuyo punto fortificó Con


tllrincheramienlos é inundacioncs. Su nueva po.
sicion presentaba la figura de un triáugulo, cuya
hase eran Santarcn y el Tajo; el Zczera uno de
sus lados, y una cadena de montañas el otro. En
Pllnhete, punto (lue tamLien estaLa fortificado,
estableció un cuerpo de ejército, y en esla nue-
va posicion sus movimientos eran todos incier·
tos) aU!1IIlle dirigidos todos á proporcion~rse ví·
"·3res y á abrir cOll1unicaciol1 COIl Francia. Mas
e?'~~ tal la vigilancia de las mtlicias portuguesas
crue ocupaban sus espaldas de;;de Pombal hastCl
"r' '1' 1 1 1 (" 1


'1' ¡seo) a as Ol'l enes c.e os OllCla cs portu[jllcsCS
é ingleses SilveirR ~ B3.scellal' , Trant, Mille,
'W'Úson y B,'t.:r1, que el Genernl franc<Js s;~ vci.a
(.' .... , la ~ ~('n:'; -J,- -; Ju (l(ll;,.~t·")('III' Cl'CI'POS de e'j'c;rc¡"
.c... ,.(:; .. ,,-,,.(,,.ll .. " .. " ,,~< . , . .';0


l;'Jf~ e.'collar los correos que d~spachaba pidier>.~
,lo l'cfl'erzos El General Foy.; (Fl(~ flle el portn-
Lhif ele los pl'1mero8 pliegos de Mascna á Paris,
dcspues ele invadido el Portugal, tuvo necesidad
eh una escolta de 3.000 hombres par~ lle~nr con


. '"


E"'3uriclad á Almeida .
. ,'\. esta :,iaZün los 82.000 homhres con C]'ue l\b-
r~:O::G habla penetrado en Portugal, se hallaban'ya
;"sducidQS á 68.000, por las p(~rdidas esperimen-
L~J.as r~n las acciones de Eusaco y de Coimhra)
re¡: lo,> prisioneros que diariarnente lc hacían, y
pí'i!lCipalrnel~te por los que le cogicron en su
Cambio de posiciou, y sobre todo po/' las baja".
cc.utinuas que ocasionaban las en[erml'dadl~s eH·
gendrad<ls por el haElbre, la inaccion y el clima.


Lora Y{elliDgtoll .ienuo que las lluviJS ha·




(397 )
hian inundado los llanos de la nueva posicion to- 18'10.
mada por el ejército francés en Santaren, y pnes-
to Íntrausitables los caminos, se contentó con
esLrechar al enemigo, estableciemlo su cuartel
general en Cartaxo) fortificando la ciudud de
AbranLes sobre la ribera derecha del Tajo, y
guarneciendo la ribera izquierda con una fuerza
capnz de rechazar al enemigo en caso de que in-
tentase penetrar en el Alentejo. La divÍsion del
General lIdI y la caLallC:l'la portuguesa viglIab:::u
por esta parte los movimientos de h ..... frallce.',es,
apoyados en los numerosos aposlade!:'os de !ancle:l:;
caYlOneras y barcos armados dependientes de la
escuadra británica que cubrian el Tajo hasta mas
abajo de Ahrantes. Un cañonazo disparado (~e
una de estas lanchas mató en 12 de Octubre al
General de division Sainte Croix, cuya muerte
fJC una p{;I'Llida muy sensible para el ejército
fnll1cés. Algunos diils despues de este aconteci-
miento fue hericlo en el rostro por un húsar in-
glés el General J unot , Duque oe Abrantes) que
SP. habia aL~elantado hasta Hio.Mayor á hacer tm
reconocimiento en persona.


Desde las alturas de Santaren , en que
se habia fijado el cuartel general dc Masena,
divisaban los franceses la fértil provincia del
Alen/cjo ~ llamada por su abundancia el gra-
nero de Portugal. La vista de sus ricos j' her-
mOsos valles, cubiertos dc los numerosos re~
hartos que los habitantes del pais ocupado ha-
lJian hecho pasar sobre la ribera izquierda dE'l
'Lio, ofrecian un terrible contraste con b




(398)
1810. orilla opuesta, devastada en todos sentirlos por


los ejércitos beligerantes 7 cubierta de soldados,
y exhausta de todo recurso.


Esta vista redoblaba cada día en el 801tla<10 fran-
ces, víctima de toda clase tle pri vaciollcs, el de.
seo de pasar el Tajo, que le separaba de arrue-
lIa tiena, para la de prol11ision , y (Id enemigo;
mas no poJia conseguirlo, pOl't¡tJe fuertes bate.
rías cubrian todos los puntos por dOllde el paso
era acccsible; y para proporcionurse una escasa
subsislencir! se veía retlucitlo á una corta Circun-
ferencia.


Como á mediados de Noviembre aparecicron
sobre las fronteras de Portugal algunas tl'Opas
francesas que se tljrigian á reforzar á ;\:Iasena:
era la divi5iol1 del General Gardalllle , compues-
ta de los destacamentos qne habian qucdado de
guarnicion en Almeida y Ciu(Iad-Bodrigo: mas
su vanouartlia espnimentó el 24 una dl!ITota
por las tropas del General Si\veira. Con todo,
esta division enemiga, da nito una lUeJia vuelta
sobre su izquierJa , marchó dpidalllt'lIte soore
Ceceda, y lleg t ) hasta Carlligos t á tres l('gll~s de
Jos pllesto.~ avanzados elel cjército (le Masena¡
pero d¡;sdc este punto retl'occdió con la mayol'
precipitacion háciala frontera, dl'stJ'lly(~lllILl sus
bagages, con pérdida ele I1n Sl'an número de IlÚm-
bres que sllfl'inOH mucho por un ata'lul! del pai-
sanage; siendo la causa ele tan repentina retira-
da el ~li'dill empleado por el Gobernador fle
Abrahélotes, que ellvió un fingido desertor por-
tugués 1 que eOIl sus falsas relaciones, uniJas á




( 399)
los exagerados (li:;cnrsos y noticias de los habitan- 1810.
tes por Jontle klbia transitado la division, hi-
cieron creer á su General que elcj¿Tcito de l\1a·
seua había sido enteramente destruido.


El nucvo ctlerpo de tropas francesas que di-
jimos anteriormente estarse ,l'euniendo en Valla-
doli(l con la denominacion de 9. 0 cuerpo del
grande ejército á las ól'llenes del General Drouet,
Conde d'El'IOll, habia alTanzado hácia Salamanca,
Cillllad-Hodrigo y Almcida, é incorporado con
lo!> fugitivos de la divisiol1 del General G31'dan-
He, marciló sobre el puerto de Marce1ha, yefec-
tuó su rennion con Masena en 26 de Diciembre,
recibiendo el I'i(~rcito francÉs de Portugal un re-
fuerzo de 20.000 hombres.


En ar¡udla época el pi ércilo aliado se aumen·
taba tambien considerablpmcnte con tropas pro·
cedentes de Inglaterra, de SiciJia, de Cádiz, de
donde partieron la mayal' parte de las tropas
inglesas, de Gibraltar, y de olros puntos del
Mediterráneo.J y aun de la n:leva E~¡cocia.


El entusiasmo de los portuglll'Sl'S se hallaba
en el mas alto grado, todo el pais e.staba so-
bl'e las armas) los soluaclos de marina de la es-
clladl'8 inglesa saltaron ,1 tierra, y tomando á su
cargo la gLlarnicl0n de Lisboa, las tropas que
la compollian p\ldieron marchar á reforzar el
ejército a liado, que á fin de Diciembre ascendia
á 40.000 ingleses, y casi iguallllímero de portu-
gueses , cllya milicia se llacia cada dia mas res-
petable pOI' su número, disciplina, y por d há-
bito de pelear.




(400 )
1810. Lisboa recibía por el Tajo y por el mar pro-


visiones de loda especie, tanto para su antigua
poblacion como para la muchedumbre de refu-
giados que en aquella capital existian. Fue tal la
abundancia con que se apreslll'aron :Í surtida de
víveres desde Europa, Afríca y América, que
fue preciso retiral· algu/los por el bajo precio á
que se pusieron por la gran cOllcurrencia. La
confianza del comercio en la seguridad y 50-
liuez de los pagos del gobicl'llOpOrlllgUCS era
hIn gr;:lHdc J que no hubo jamas ciército alguno
tan bien provisto como el aliado, ni [arl11'oco le
hubo jamas que tuviese lanlo ardor, lnllla COll-
fianza y tanta salud. Jamas hubo soldado lan
estimado y respetado de aliados, á quicHes
prolegiese, como 10 era el soldado hritánico
de la leal poblacion portuguesa, residente ó
refugiada en Lisbo3, que veia armado Sil brazo
por el crúJito de la Granl3relallil para defcll(ler-
la lle lo~ 100.000 b,írbaros ,[ue divisaban sin in-
quieLud á corta distancia de las puerlas de la ca-
pital.


Entretanto estos tocaban el último estremo
de la miseria y (Id ltambre, y este fue el mo-
mento decisivo (¡¡Je desde el principio de esta
campailil llabia previsto Lord Welling[on. Este
Cenend, {irme en sus posiciones, hizo corlar
Con una doLie línea de trincheras guarnecida
de arlillería de grueso calibre, y de 1111 cuerpo
(le 3.0()() mal'lueros , la pecIue/la lHlhía de 1\loila,
CU'C'f¡ de Aldea G.dlega, sobre cl1\'jc, y la (le
S.ill L:J('.'; j Cilfú;ill(~ de Setllbal, impidiendo de




(101 )
esta m:mcra el que los franceses pudiesen avan- 1810.
zar sobre Almada, al frente de Lisboa, proyecto
que hubiera podido llevarse á cabo por el Ma-
riscal Masena. Situaronse sobre la 'orilla meri.
dional del Tajo los cuerpos de los Generales
Hin y Bercsford, permaneciendo Lord Welling-
ton en su cuartel general de Cal'taxo, al frente
de la gran línea de Torres-vedras; y por cual-
quicr parLe que el ejército frances atacase, la es-
cuadra inglcsa se hallaba en disposicion de pro-
porcionar refuerzos, llevándolos al punto ata-
cado.


Tal era la situacion de los ejércitos beligeran.
tes en Portugal á fines del a¡lO de 1810. Lord Wel.
tinglon con su sistema constante de inaccion y
dilaciones supo fatigar y vencer á Masena , que
ya en las alturas de Eusaco habia perdido el nom-
bre de lujo predilecto de la victoria.


TOllO 1'. 51




( 402)


CAPITULO XXI.


Sitio ¡le Cádiz. - Se cOllYicrte en lJloqueo. - Tnsurrec-
cíon de la sierra ele Ronda y de las J\lpnjarras. - Freí-
re reorganiza en Murcia el (~j,~rcito del centro. - El Ge-
Ileral frances Sehastíalli hacc una incursion en el reino
de Murcia. - TIlacke toma el mando del ejl:rcito de Mur-
cia. - Accioil de Lorca. - Rctil',¡da de SciJastiani. -
Blacke destaca una division á la Mancha. - Accion de
Roda. -Se malliíiesta la epiclelllia en Murcia. -Es-
pedicioll del General Lacy al condado de Niebla. - Ata-
fJne de J\Ioguer. - Su vuclta á C,í'¡i~. - I~spcdicion ma-
lograda dcl Lord mallCy. - El cVrcito de Ilbckc torna
la ofensiva. _ Batalla de Baza. - lJlacke es nombrado
Rcgcnte. - T ollla de Marbella.


HHO. Los franceses eran duciíos de cflsi todas las
AndalucÍas J á escepcion de la Isla Gaditana,
cuyo sitio se habia encargfldo al Duque de Be-
Huno.> Victor, por el Mariscal Duque de Dalma-
cía, Soult, como ya hemos anLeriormente ma-
nifestado , asi como la ocupacion del fnerte (le
Matagorda por las tropas francesas en 23 de
Abril.


Los franceses est.ahlecieron baterías en todo
10 largo de su estema línea de ataque, y en el
estremo del caüo del Trocallcro levantaron unas
de morteros de apIDen de nllc\'a inn'nciOtl que
alcanzaban basta Cádiz, distante L~OO loesas.


Allimados varios prisioneros franceses c¡ne se
hallaban en el pouton denominado el Arfjuflllllta,




(403 )
que servía de hospital, por el buen suceso de sus 1810.
compañeros escapados de á bordo del titulado
Castilla, intentaron en número de 650 igual ope-
racíon; y en efecto, en la noche del 26 al 27 de
Mayo varal'on cerca de Mata gorda , cortando los
cables; y á pesar del vivo fuego que se les hizo,
lograron saltnr á tierra.


En la noche del 28 al 29 de Setiembre los
espní10les hicieron una salida de la isla, yataca-
ron la lÍllca enemiga con 4.000 hombres que
desembocaron por el puente de Suazo, sosteni-
dos por mucll3.s lanchas cañoneras que hacían
fuego desde los cailOs de Fusaclue, AguiIar y la
Cruz. Hetirárollse las avanzadas de los sitiadores
á las ohrns (Iue tcuian ;í Sil espalda, y sus Latallo-
lJes de reserva, tonwlIllo iUl11eJiatamente las ar-
Olas, marclwron contra los cspaüoles, que des.
pues de causar tina gran p(~rdída al ellrmigo y de
de.'itl'uir alguuas de sus obras) se replt'gnrün ~ la
Isla.


Conociendo Víctor q tiC no pOllia emprender
ni!l~llna operacion ofensiva contra una plaza tan
hil'lI fortificarla, y casi in(~spugtl¡]IJle por natura-
leza, se (lt~djcó á activar las obras para cmLe:;11r
la Lahía y el frente de In isla de Lean.


ena flutilla llUll1erOSa que pudieron arm3r
los franceses en el Puerto ele Sartla I\bríH) San-
lúcul' dc Bal'l'all1cda, Hota, PUf'rto·Hc..I y Cl,i-
dau:l, fue atac:H1a pUl' lus bl1qut's inglcses en la
uocllí.' de 31 dc OC[ ubre) cutlsisuicIHlo soLrc ella
vClllajas de COI1:',1l1cl'<1C1011.


A pesar uc todo no era fácil prever cuál se.




( 404)
1810. ria el fin de esta lucha, y los franceses por en-


tonces se limitaron á est¡'cchar el bloqueo de la
Isla Gadita na.


No era tan solo la defensa de esta la que ocu-
paba la atencion del gobierno español y de los
ingleses. Por disposicion suya se sublevaron los
habitantes de la~ montañas que median entre
Marhella y Cadiz, y el General Blacke, que
estaba oCllpado en reorganizar las re1i(lllias del
ejército de Areizaga, insul"I'ccciouó las Alpu-
jarras, cuyos hahitantes tomaron las armas,
auxiliados de una columna de tropas flue des-
tacó desde Almería sobre Adra, TOl'biscol1 y
Motril.


1.::Is A.lpujarras son un distrito montañoso del
Reino de Gralla(b, de cerca de 17 ruillas de longi-
tud en la direccion tlel E. al O., sobre 11 de la-
titud de N. á S. Son tan elevadas estas montañas
(Iue sus cim;¡s se a lc;¡nzan á n-r IJO solo de Gi-
braltar, sino de la costa de Africn, siluaua al
frente entre Ceuta y Tánger.


A la aproximacion ue los cspaiioles á };¡ yilla
de Motril, un batallon franc(~s <¡ue se hallaba
destacarlo en aquel pUlIto se retiró sol)l'c Velez-
J.\Lílag;¡, abandonando una gran canti(bd de ar-
mas, vLveres y mUI1lClOncs.
D(~sptlcS (le la df~sastrosa rc~liral1a del ('j<'Tcito


espailOl de SIIS posiciones de Sicrramo¡,cna, una
de sus divisiones al mando (Iel (~('lH'l'al CUpOllS
se replegó al Combdo de Niebla (~n d H('il1o de
Sevilla, en el mes tIc Febrero) y el re"lo de!
ejército ucl Centro se Jirigió á reorgarllz:~l'Se en




(405)
Murcia y fronteras dd Reino de Granada, bajo HIlO.
las órdenes del Gen(~ral Blacke.


El General Frcire que con tanto valor se
babia batillo en Alcalá la Real, tomó el 6 ele
Abril el mando del mismo ejército, y fueron tan
acertadas y enérgicas sus disposiciones, que en
elmcs dc :\byo pudo destacar para Cadiz una de
sus divisiones mandada por el GC'neral Vigodet,
que se embnrcó en Carlagcna y llegó á su desti-
no cn el mes de J ullio. Este ejército conslaba eu
principios ue Agosto de 14.040 infantes y 2.618
caballos, con t4 piezas de artillería de difcl'f'n-
tes calibres, y dos compaüías de zapadores. La
iufanlcria se halbba reparti(la en tres divisiones
y en dos h caballería) y tenia ademas el ejército
un depósito lln ((ululos y otro de caballos.


Estas eran las fuerzas con que el General
Freire ocupaha el Reino de Murcia, cuando el
General SdJr!s¡i<llli penclró con un ejército ene-
migo por las fronteras dd de Granada. lJas posi-
ciones qlle t(~nian los espailÜl(~s eran las siguien-
tes: En Elche estaDa toda sn artillería con el
cuartel general de la 1. a division al mando del
General Gl'imarcst) cllJas tropas guarnccian la
pLza de Cmta;cna y la ciudad de Murcia. En
Orihucla residía el cuartel general de la 3. a divi-
sion al mando del Brigadier Don José .-\ntonio
Sauz; y el (le la 5. a, mandada por el C,)\,onel DOll
José Ruiz. rlion, en Alic,llIte, halLinc!ose en oh-
servacion del enemiGO h:':cia el Belno de Granada
la mayor parle de las tropas de que se cOUlpouia,
y el dcpúsito de cahallería se hallaLa siLuado en




(406)
1810. Monfol'te, y el de quintos en San Juan de Alicante.


Las dos divisiones de caballería estaban mano
dadas por el Brigadier Don Manuel Ladron de
Gucvara, y el de igual clase Don Vicente Oso-
rio. El primero tenia su cuarlel general en I ... orca
y ocupaba el puerlo de Lumbreras, y el segundo
]0 tenia en Mula. Las guerrillas se hallaban á las
órdenes del Coronel graduado Don José Villa-
lobos.


Tales eran las posiciones del ejército de Mur-
cia á la llegada de su General en gefe Don Joa-
quin Blacke en 3 de Agosto. Inmediatamente dis-
puso este que todas las tropas estuviesen prontas
á marchar al primer aviso, y fijando su cuartel
general en Murcia, hizo ocupar los puntos de
AIgezares, AIIJel'ca y ll1gar de Don Juan. El
mando de las dos divi"iones de caballería se en-
carbó al General Freirc, y el de la primera ele
infantería al Mariscal de campo Don Francisco
Javier Elío. El General Freire hizo un reconoci.
miento de loLlo el pais) y dispuso las posiciones
que debiall ocupar sus tropas en caso de alarma;
y sahiendo que los enemigos se reullían en Uaza,
~stabl~ció dos avanzada,; sobre las avenidas (lel
riu y de Lumbreras, Al mismo lieml'0 el cuartel
genl'r~ll se trashltló á Alcnntarilla con la 5." di"i.
sion compIH'.~la (le 2.422 hornbres, y la reserva
permancció en Murcia.


El General Elío <pIe se hallaba con su divi-
sion en Cara vaca , Sl1pO (IUC Jos (·tlcmigos, rel1ni.
das SIlS fut'rzas, tralahan de :llneade, y en su
eonseeuencia se H~liró á 'rolana, fluedanLlo en




(407 )
Lorca el General Frcire con las fuerzas de caba- 1810.
Hería, á las que se incorporó el escuadran que
cubria el puerlo de Lumbreras. Habiéndose reti-
rado en seguida Je Lorca la 1. a di "ision de ll1fuu-
teda al mando de Elío, que 10 habia verificado
igualmente á Alcantarilla, salió de este punto
para el Illgar de Don Juan, y la 3.:l. division se
situó desde dicho lugar hasta el de Nora, de
suerte que el lugar Je Don J Dan formaba la iz-
quierda de la líllC;¡, y por esto se fortificó su po-
sicion cerrando sus calles, habilitando las tapias
eSleriores, y abriendo una cortadura queunia la
aeequia de Turrlebal con el malecon. La Lit di.
"ision OCllpaba 1'1 centro de la línea sobre Alcan-
tarilla y el camino real de- Lorcél, y la 5. a con su
cuartel general en la Nora guarnecia á Jabali-
Vicio y los eh'mas puntos circunvecinos Je algu-
na importancia.


1,a élrlillerÍa, que consistia en seis piez:¡s de
varios calibres, se situó sobre la ahura de la casa
llamada de los CarLones, y se cubrieron las ave.
nielas á derecha é izquierda de la barca, enCer-
dudase un regimiento en el convento de San Ge-
rónimo, edificio fuerte por sí, y cercano á las
tropas.


Co]ocauas de esta suerte las divisiones) el
General en gc[e se restituyó con su estado mayor
á Murcia y donde, sC'glln liemos ya indicado; per-
manecía la reserva e1el ejército.


La caballcria espallOla oCllP;:¡ba á Lorca, y los
franceses, duellOS ya del punto de Lumbreras y
de Velez-Rubio, alacaron por el camino real á




(408 )
1810. nuestras descubiertas, haciéndolas retroceder


hasta el puente de una ac(~qllia distante media
legna escasa de af(uella ciudad, donde Ulla gran
gual'dia, unida á las gnel'l'illas y sostenida de un
esclladl'on de Carabineros Reales, los rechazó
]lasta que se reunieron con el grueso de sus co·
Jllmnas qne vellian en alcance de Jos espaüolcs.
La caballería al mando del Gent'l'al Freire salió
de Lorca, y á la saljda de los oli vares Jel cami-
no de Totana formó en escalolles. 1.os elJemigos
avanzaban con recelo y siempre contenidos VOl'
nuestras guerrillas, hasta que á la entralla en
Lorca se arl'ojaron sable en mano sobre ellas y
las hicieron retroceder; mn s al 11 p¡;a r al rio se
encontraron con una Ji !lea de tiradores que les
di.sputaron el paso, y los conlu vicron hasta que
llegando el grueso de sus columnas, rompieron é
hi.cieron replegar á los tiradores hasta los oliva-
res donde ernpezahau lus escalones. La retirada
se efectuó con todo ór,len , y los franceses no
pasaron de los olivares de Lurca. Las guerrillas
y gran guardia de Carabineros Healcs hicieron en
t~st(' dia prodigios de valor.


Eutrctallfo el General Blncke que con su
ctl<lrtd ge:)cral pcnnauccia en MlIrcia, for/.ilicaba
esta ciudad con reductos y algunas otras obras
ligeras que permitia la premura del tiempo,
disponía partidas y retenes de paisanos que
cooJwrascu armados á la defensa de la capital,
guardasen sus puertas, y coopl'raseu al 8051"l'n
lle los puntos atacados. Empezóse á inundar
la huerta, re",ervando solo los caminos preci-




(409)
sos para lú comUl1lCaClOl1 de las tropas C.'p3- 1810.
üolas.


El General [lío practic(') un prolijo reconoci-
miento sobre la posicion de la ace(luia mayor, y
escogió los puestos mas convenientes para recibir
al enclnigo. La 5. a division que se hallaba en
Don Juan, se siLuó tambien oportunamente á este
fin, uejando á retaguardia el hospital y repues-
tos.


En la noche <1('1 4 de Agosto llegó escol-
tada con un escuadron de caballería la artillería
que estaba en Totana, y se colocó junto •• la 5. a
division, hasta (lue replegada esta por órden del
General Blacke, se retiraron cuatro piezas, que-
dando las dos restantes en la altura de la casa de
los Cal'hones, COll prevcllclon de que si los ene-
migos fonaban aquel punto, se retirasen al con-
vento mencionado lle San GerólIlruo, d('ft~I1Jido
por 1111 regimiento, y abastecido COl! municiunes
de boca y guerra para 15 dias) y fortificado con
reductos y dcmas obras que permitieron las cir-
cunstancias.


La caballería espailOla permanecía en Tota-
na) y al amanecer del día 5 Jos cll~l1Iigos rom-
pieron el fuego contra las avanzallas que te-
nía ;t media legua de ~1l1uel plleblo en el camillo
de Larca, y siguieron d pidarnente en su alcan-
ce. Tres ci>cuadroues espaúolcs que se hallaban
furmados en escalunes ;[ la salida de Tulana, é
igual número cerca de Albama) emprendieron su
retirada. Los sucesos de este <ha fncl'on vario:" y
retirán<lúse unas veces los cspatlOles y otrns ala-


TOMO II. 52




(410 )
1810. Cillll1o, llegaron á la rambla de Algezares cerca


de Lebrilb ~ en cuya orilla 1zrlllicnla se presenl0
forma(la la 3. a divisioll de caballería con cuatro
piezas volantes que hubieran contenido al ene-
migo si hubiera intentallo pasar la rambla. Mus
hizo aIlo, y retrocediendo ocupó aCluel1a noche
á Alhama) quedando nuestra caballería en Lebri-
lIa. Al siguiente dia 6 al amanecer estahan for-
mad;:¡s las tres divisiones de infantería cspaiíOJa
en sus respecLi vas posiciones de Don Juan, Al.-
C3ntarilla y Nora) prontas á recibir al enemigo
que al parecer se disponia á alacar la huerta. En
efecto al salir el sol se descubrieron sus colum-
nas que se acercaban á Lebrilla. Las gll(,lTilla~
espaüolas procuraron contener al enemigo; pero
en vano, porque este sin hacer fuego las arrolló
con su caballería sable en mano, lleguwlo ~í Le-
brilla casi mezclado con ellas. El Brig;¡c1ic[' Oso-
l'io (lUC formaba el último cscdol1, (ll'~pl:'~;ó tan
oportunamente, que COBtuvo á los enemigos,
alentó las guerrillas, y siguiendo dcspues su re-
til'aua, sosteniuo por estas, defendió tO(!c,s los
pasos y desfiladeros hasta Alcantarilla, donde se
hallaba la 1. a division de infantería) y donde se
lliCierol1 de nuevo firmes los cspnilOles. Esta di-
vlsion estaba fonnaua en tres colnrnnas ccrrallas,
y por los intervalos de estas avanzaha la artille-
ría, micllt ras q nc otras partidas parilpctaLlas en
las tapias, y 01 ras emboscacla~ (,JI las q\liebras del
terreno y maizales, cubri:m el campo hasta Voz-
Negra. Luego 'lile pnsó la cabdlería, la infanti:-
ría se retiró de las accrplias de r'llndc"al y Bar-




( 411 )
n,ra) clejanc10 un LaU.illol1 que formado cn mas:.! 1(;:0.
cubria la calle priJlcipal ud pueblo.


Los cllemigos, (lile ea 1l1'1l11CrO de 500 ,í 800
calJallos, seguian de cerca las parLidas cspaüolas,
se dejaron ver en las alLuras iumecliaLas á Alcan-
tarilla, y haciendo alto, avanzaron sus guerri-
llas, que escarmcnlallas con el fllego vivo de la
tropa espaüola, retrocedieron y fucron persegui-
dos ]nlsla sus columnas.


Mielllras quc pasaba lodo esto en el campo,
la cavital se disponia para una obstinada defen-
sa. Luego que desde las torres de sus azoteas se
avistaron las hucstes francesas, y se descubrió
que sus 1110vimicutos se eucarnimlDall á la Al-
cantarilla) se formó la tropa, se COllVOCÓ el
raisanage) y todos corrieron á ocupar sus pues-
tos.


Una hora larga estuvieron los enemigos al
frente de aijuel pll(~b!o haciendo l'cconocil1lil'U.
tos, y despues de haberse escaramuceado sin frn-
to por las orillas del ca!llitlo, se retiraron á Le-
brilla, y en srgllida la caballería esrailo!a sc S1-
1lU) en Espinanlo) las guerrillas ;Í las órdenes
del Corollcl Villalohos ocuparon á Mulilla, y Ull
cscl1<lllron d(~ caLallnía defcndia el paso de Ube-
I'a. Un regimiento de los que esta1Jan en Alcan-
brilla lomó posicion ddras de la Barr('ra , como
poco all[es lo lJ<111ia11 11('cho los clcmas cuerpos,
} rcccnocic'~¡j(lo.'ic d c"lnpo, se [Jllvirlió (lue á
poca lli';!~;n('ia dell'l,l'IJlo p(,1'll1an[~ci3 un currpo
de C~! tallCl' ía l'nCmi~;;l de 600 G¡];a \1 os ) que d cs-
lac,ímlosc en tlos columnas, marchó la una con-




(412 )
1810. tra los cspailolcs, cuyas avanzad;¡s arrolló; mas


ncerC<ÍJHlose al pueblo, fue rcehDZ:¡ch por el vivo
fuego de cuatro compaüías (ilie perlllanccian el1
t~l. Esla escaramuza duró media llora) en cuyo
tiempo varios oficiales franceses recollocieron
prolijamentc el campo, repleg,lndosc en fin á Le-
brilla) siempre seguidos y carg;¡dos por bs guer-
rillas e~p;¡üolas. La infantcrí;¡ cspallflla se man-
tUYO ('11 sus f1Osicioncs; mas lo cak¡Jlería OellplJ dI:
llllevo ft Lebrilla aJ¡an(lo11adól po!' los li'anceses.
Estos al amanecer del 8 atacaron nuevamente las
avanzadas de los españoles, que se mantuvieron
firmes por espacio de dos horas J al cabo de las
cuales se replegaron los enemigos. Durante el
resto de aquel dia cesaron de una y otra parle
las hostilicladcs, ,í C<lnsa de llaber p<:sado un Ofi~
cial espaüol con pliegos al c;¡mpo cllemigo, para
lwccr saber á su General qlle a~i el cVrcilo co-
mo el paisallage de l\lllrc¡~l cst,lbaJl l'f'sueltos á
ucfcllderse hasta el último esLl'cmo, prirnero ciue
aeponer las armas.


Al amanecer del 9 los franceses atacaron
otra vez con el mayor Ímpetu, y arrollan-
do it las partidas avanzadas cspaftoL-ts, entraron
mezclados con ellas en l;¡ rambla (·le Algezarf's,
en donde fueron c.ontcnillos por el fuego lle Jos
tiradores esplll101es, aunque contestando ,í ól con
la mayor dveza. La cab:"dll'l'la cSjlnüo!n, situada
en I .. cllrilla y Alc:lntal'illa J se rcplc~;\), y los cne-
migos, refurzadn su vauguardi;¡ COIl lOO cal)allo~,
ntran'sarOll la rambla, envol ViCtlllo, sa1J]c en
mano) á las partidas eS11uüI)1~~,; P0]'0 este "taeFe




( 413)
no tuvo mas resultado que los anteriores, y los ~S¡o.
franceses, vientlo la imposihilidau de addaütal'
nada en el reino de .Murcia, emprel1llicron for-
malmeute su retirada ldcia Alhama, perseguidos
por la cahallerÍa espaüola hasta Totana, cuyo
pueblo abandonaron los enemigos aquella misma
tarde. El General Freire, al amanecer del clia
siguiente, continuó molest,ínllolos en su retira-
da, .Y los fl'auccses, llespues de evacuar á Lor-
ca, se enCamillal'OIl h:lcia Lumbreras y Almería.
N o se puede asegurar con cerleza la fuerza d(~
caballería con que los franceses verificaron esta
escursion, por los grandes intervalos que media-
ban entre sus coltHTlllas; pero segun los datos
sacados ele los dOClll1lClltos mismos del enemigo,
ascendia á 2.000, de los Cllales 800 con 3 piezas
de arlilleria fueron los que ay01nZarCll. En su re-
tirada dejaron, segun su hárbal'<l costumhre, o1so-
laJos todos los puchlos del tr;;nsilO, dal1ilo prue-
bas inequí vocas de su crueluall con robos) incen-
dios, estupros y asesinatos.


Tal fue el resultado de esta espedicion, cuyo
total c!(~ fllcl'zas no L:ljaba tic 10.0(}() infantes,
2.000 caha llos y 19 pie zns de a rtillcl'Ía, I enielJ(lo
el General SeJ);jsliaui qllC abandonar vergonzosa-
mente la empresa de sujetar el reino tle 1\1 ul'cia,
por el valor cId ci(~l'cito espaüol que le defe!~dia,
y por la COllstallcia y patriotjsmo (Id paisallage,
que á porfia bl'lwló con sus socorros para tan
heróica defensa.


DC'¡PllCS cl,~ la rctiralla del ej(~rci[o francés de
~.lurcia) el General Bbckc dispnso clllc el Dl'iga-




(414)
1t11O. diel' Don Vicente Osario marchase ,~ la Mancha


con 300 caballos, dirigiéndose por AIbacete, con
el fin (le estraer de aqlH'lla provincia todos los
granos ({ne pudiese para la rnanutencion del ejér-
cito; y se destinó al mismo tiempo un batallan
de infantería con un destacamento ele 30 á 40 ca-
ballos, para recorrer el espacio que media desde
Alcaraz hasta las Peüas de San Pedro, con el
objeto de proteger ar¡llella operncion. La colum-
na ele Osario se tras!:Hló desde Albacete á la Gi-
neta y la Roda, empezanrlo á efectuar la estrac-
cion de granos; y concluida la operacion en es-
tos pueblos, se dirigió al campo ele Criptana y
Aldzar de San Juan. En aquella :;a7.0n em-
pezaron á rnaniCestarse síntomas de contagio en
Carta¡:;ena y pueblos inmediatos á '\Illl'cia; pe-
l'O las accrU\(las providencias del General BIac-
ke lograron preservar al ejército de esta fat::tli-
dad.


Al llegar O~orjo á la Hoela el 23 de Octubre
di' vl1e1ta llc Alc;ízar rlc San Jl1an, campo de
Criplnna y Mllln (ld Cuervo, se prr>sentlJ 1111::\ co-
lllmna ele 50!) inf;1!1tes .Y 500 cnha]]o~ fl'nnccses
con dos piczns ele :lrtillerÍfl, y atac<l!l(lo ,1 la 11'0-
pu que venia cuhriendo y protq;i('l1clo un convoy
tic granos, soslnvo 'con S11 cClhallería trcs 11Ora8
d(~ IItI vivísilllo fllq~O, <laido de este Ill0tlo lngnr
¡í que el convoy entrase en Alhilcele antes de
finaliz3rs(~ la acciono A la ma!lélnn signicnte se
pre~enlaj'()n lo,~ enemigos ddante (L~ Alhnce1.c'y
."uliel'on las guerrillas ¡í contenerlos, Ínlerin flue
la tropa y el convoy se 110nian en relirada) r¡ne




(415)
se verificó por escalones de escuadrono Otras 1810.
tres horas duraron en este día los ataques de
guerrilla, hasta que las espailolas se l'cplcgaroll
para reunirse ú sus escuadrones. El 25 entraron
los franceses en Albacele, mas se retiraron al
dia siguiente sin haber rodido lograr su objeto,
y Osorio se incorporó con su tropa al ejército,
cuyo cuarLel general se hallaba en Mula, á 7 lc-
guas de distancia de Murcia.


Mientras qnc el General Dlacke reclwzaba ,1
Sebastiani en Murcia, se dispuso en Cadiz con el
mayor sigilo una espedicion, que salió de su
puerto, á las órdenes del General Lacy, en la no-
che del 22 de Agosto, C0111 puesta de ocho com-
paiJÍas de Guardias espaüolas, UBa de cada Lata-
llon de los regimientos de Murcia, Cnnal'ias) Vo-
luntarios de Valencia, Campomayor, Provincia-
les de CitHlad-Heal) y de dos escl1aurillas. El 23
por la noche desembarcó esta tropa en la costa
de Huelva. El General enemigo Duque de Al'em-
berg se hallaba en Moguer con 1. HJO hombres, la
mayor parte de caballería, y la artillería corres-
pondiente. El 24 el General Lacy tlispuso tIue las
tropas espediciollarias de su mando se dirigiesen
c0Dtra el enemigo que guarnecia dicho pueblo,
sítu::do CD la confluencia de los 1'105 Huelva y
Tinto. L,,:; í:bs cscéH'drillas, flue se hallaban ;i
las órdenes del Capitan ingl<'>s LOl'll Cockburn,
prolegieroll esta marcha.> haÍ;iétlclo.~e apostado
en la boca del 1'io Tin[o. Los espaüoles, dCSpllCS
de 113her atr<lvc[,<lllo un hrazo del HlIelva, avan-
zaron ha~la Jlogner por medio de Ulla marclla




( 416)
1810_ st:l11amente penosa) y arrollando á los franceses


flue quisieron disputarles la entrada) penetraron
en 24 de Agosto en la poblacíon) de donde hu-
yeron precipitadamente los enemigos.


Al (lia siguiente una divisioll ue Lacy se apode-
ró de la villa de Niebla, distante tres leguas de Mo.
guer. Aremberg, despues de reunir todas las tro-
llaS que pudo) atacó varias veces á los españoles;
mas fue siempre rechazado por estos) teniendo
por úllirno (Iue retirarse, con pénlida de 300
11Ombrcs) siendo la de los españoles de solo 36.
Mas noticioso el General Lacy de que los france-
ses hacian avanzar contra él desde Sevilla fuer-
,,_as considerables, uC3pues de haber destruido
todos sus almacenes y baterías) y clavado los
callOnes) se reembarcó con sus tropas) y entró
felizmente en Callizo


ena flotilla de chalupas cailOl1eraS inglesas
desll'llyó por entonces algunas baterías y reduc-
tos ellernigos del puerto de Santa María~ y de
algunos otros puntos de la balda de Cacliz.


A principios de Octubre se preparó €Jl Gibral.
lar otra espedicion, cuyo éxito !lO ftlc tan di-
choso como el ac la de Lac)'. El rlia II del mis-
mo mes se hizo á la yela, á las órdenes del
Teniente Coronel Lord Blanpy, esta espedicion,
que en el mismo dia llegó á Centa ~ y recihió á
bordo el regimiento ele infantería española Im-
perial de Toledo, que con un cuerpo de cstl'an-
"eros forll1~,do cn Gibraltar v el reoimiento in-~ J b
gl\:s número 89 , se dirigió sobre la costa ele
Málaga) con el objeto de apoderarse del casti-




(~17 )
110 dc: la Fongirola, á fin de llamar sobre aquel 1810.
punto la alcncion de los franceses, disminuir la
guarniciol1 de l\1:ílaga, y en seguida reembarcar-
se para capr sobre este puerlo , destruir las obras
de los franceses) y alejar de Málaga, apresar ó
incendiar los muchos corsarios refugiados alli.


El 12 :í las cualro de ]a larde se hizo á la
vela la espe(licioll con rumbo al Mediterráneo, y
el 1:1 á las doce (lel dia dió fondo en la cala de
la Torre del ;\lo!';¡}) y al momento desembarca-
ron las tropas. El cuerpo (le esll'nngeros Lomó
la vangllardia, y siguieron los españoles hasta
tomar la alLura lid Perdigon, donde desplega.
ron e11 batnlla. Los ingleses emprendieron in-
mediatamente el alar{ue contra el castillo; mas
habiendo correspolltlitlo éste COll el fllego de una
pieza de 24 y otras ele 111"1108 calihre, Lord
DlaIH'Y, f1112 h:¡]li:l csper;¡¿lo desde luego (Iue es-
t.e fuerte se le rendiria, y que ni tenia escalas
ni p:'l'lrechos de sitio, oispuso sin embargo, á
l)C'~ar de la lllivia que sobrevino (lurante la noche
dí:! 14) construir dos balerías provisionales con
eL.; s caüu¡¡cs de ;i ti y un ohus de á 4 (lue se
dcsl'mL~:!'cJrOll d(~ liJS !Jpqucs, y rompieron el
fll~'[;o al am:lnecer de] t5) allu:¡Ue se suspendió
á bs 10 (L~ la rn;¡fwna por t:I poco efeclo fIne
causaba en la muralla del castillo, sin cllIharao / b
ue que las caüoneras se aproximaron á medio
tiro ~ é hici(:roll un yivo fuego. En la noche del
14 Iln" compaLJía de espniloles y dos del cuerpo
estrangcro marcharon al pueblo de l\1ijas con
el fin oe apoderarse de 60 franceses que habia


TO.\fO !l. 53




(418 )
1!:liO. en el mismo; pero al tiempo de amanecer, y


al ír á entral' en dicha poblacion llelYó un ba-
, 1)


tallon enemigo con 60 hombres de caballería de
refuerzo, que en vol vieron ,í los espn flOles en las
calles) y tomándoles al propio tiempo la retira-
da, tuvieron que huir Con precipitacion, logran-
do á costa de infinitos trabajos, y socorridos por
el patriotismo de los habitantes) llegar á Marbe-
11a, aunque Sllmnm(~nte estropeados y disminuÍ-
dos en 14 ó 15 l1Omln'es <¡Ile perecieron.


Los franceses) que se habían hatillo en la vi-
11a de Mijas) se (lirigieron hácia el caslillo de la
Fongirola) y Lord TIlaney mandó entonces á los
espaüoles marchasen hácia la playa) en donde
encontrarían una bandera, seüal de la posiciou
que deberian tOI11<1r. La gllarnicioll del castillo
hizo uoa vigorosa salidil, el! la que arrollando él
las tropas inglesas) logró jl0.'i('SiOllarse de la bate.
ría que estas defendian; pero illmediatamcnte el
J~ord Blancy, poniéncl()~c á la cabeza de las
tropas dispersas, ];¡ r('conquistó. Contilll1Ó el
fuego en seguida; pero los franceses, au\:ilia-
dos con un refuerzo ele 1.200 hOl\1bres que ve-
nian (le ~Lílaga) se npodcrarol1 llllevamellte de
la batería) y los iugluics huyeron, abandonan-
do á su General, q\le habiendo sido herilIo, fue
hecho prisionero de guerra. El regimiento espa-
¡lO 1 , unido con algunos cortos destacamentos
del 89 inglés, venia desde la playa á sostener las
tropas inglesas de la batería; pero advi.,tiendo
qlle estas se dirigian precipitadamente á la playa
para reembarcarse, desplegaron en batalla para




(419 )
contener á los franceses que se iban aproximan- 1810.
do con la mayor osaJía) y toda la cspedicion
hubiera siu dllda caido en su poder sin la sere-
nidad de los españolt:s) que á pcsar del vivo fue-
go de los enemigos se fOrrtlal'on tres veces en
columna cerrada para tomar la altura de la tor-
re vigia inmeuiata al castillo por la parle ue Mar-
l)clla, damlo de este modo el tiempo suficiente á
los illgksl's para verificar su reembarco sin Jcs-
gr,]cia. Los li-allccses illlclJlarüll desalojar ele su
posicion á los espai"lolcs por el frente y costados;
pero los contuvo de tal modo la bizarría de es-
tos, que hatidos se alejaron á bastante distan':
cia, y entonces fue cuando su comandante Don
Pedro Dá valos, viendo ya emharcados á los in.
gleses, ordenó el ({ue su gente 10 verificase
por compaüías con la maJor calma y serenidad.
Asi se llizo, y al anoc]J('ccr de a(lllel mismo dia
15 la espedicion se diú á la vehl, y des pues ue
haber navegado con distintos rumbos en u(lue-
Has aguas durante tres clias, fondeó á las doce
tl d 1 <) (' n la ha h í a de G i h l' a ] t H l' •


T:d file el {;.;ilo desgraciado de esta espeJi-
cion, Ctl}O gefe 1,01'<1 nJallP'y fllc comlllcido pri-
sionCl'o ,i Francia, donde permaneció hasta la
conclllsioll de la guerra, y su suerte hubiera sitIo
ÚllluJablemenle la ue toda su tropa, si el valor
é intrepidez de los cspaüolcs no la hubiera sal-
vauo.


E] General B1acke , (IlIC como hemos dicho
lwhia llegado á reorganizar un ejercito en el rei-
no de l\lurcia) tomó la ofensiva, y trató de ba-




(420)
1SW. tir las tropas enemigas del mando del General


Sebastiani. Ocupaba el pjército español los pue-
blos de Velez-Hubio j' Velcz-Dlnnco; y el pri-
mero de Noviemhl't~ se puso en movimiento con
direccion ,i Raza. El dia 3 las gtlerrillas españo-
las se cncontrilron COIl las francesas como ,i
media legua autcs llel rio de B:lzn, y los enemi-
gos se replegaron iUlllcJiaLamente á los uesfila-
lleros que hay sobre el mismo rio, de los que
fueron desalojados por 1n c;¡l¡illlcI'Í,¡ cSIJaiJola , Y
unos 400 lLOlllorcs de iufantería. U na division
del ejército espaüol se hnhia qucctallo en Cullar,
y las demas tomaron posicion en las alturas del
frente del río. La cahallerÍa frallcesa en número
de 1.000 hombres) al m:lmlo del General l\lill-
haud) se hallaba formada ,í la derecha, y su in-
fanterÍ:l cntre el rio y Baza. Toda la maüana dc
aquel dia se sostuvu el [llego entre ¡[lS avan-
zadas, y como á las trcs de la larde el Gener:d
Blacke dispuso que una Jivisioll oe sus tropas
bajase al llano para apotlcl'arse de UBa altura tille
ocupaba el enemigo, a v311z;1ll(lu ;:<1 mismo tiem-
po otra division (ll~ la mism.a arma, b artillería
y la caballería. Esta se adelantó héi~ta la misma
ciudad de Baza) Jcspu('~ tIc ltaber hecho reple-
gar al enemigo. El fuego de la arLillería era muy
vivo, y la calnllería francesa) llIlly superior en
número, l1w¡úolm}Jil par,,? en vul ver <Í la cspaiíoJa,
cuya re Lirada dispuso muy oportunamenle el Ge.
neraL Freire. El enemigo la cargó entonces por
frente y flanco, y consiguió desordenarla. La in-
fantería. española de la tercera division, á las ór-




(421 )
dc\H's cId nrig~¡]i21' Don JOS(~ Antonio Sanz, fue 1f"10.
acucllilh(la, fl"t'clnnclo en poder del enemigo cin-
co piezas de artillería, cuatro cajas de glH:rra y
dos banderas. La primera division, al mando dd
General Elío, contuvo el ímpetu de los france-
ses, hasta (lue llegada la. noche continuó el
ejército espailol su retirada hácia Cullar., y des-
de alli á Velez-Rubio.


El General Blacke mandó seguir su retirada
á CuIlar, dirigiz"ndose sobre Lorca para trasla-
darse á Murcia. Durante esta marcha recibió la
noticia de su nornbramienlo para incli,icll1o de
la Uegencia de EspallLl; pero resolvió no aban-
donar el ('j¡':reito inlerin se hallase en tan criLica
siLuacion. La ciudad (le Mllrcia se preparó á la
defensa con las mismas disposiciolles que: se ha-
bían tornado en el mes de Agoslo. Se inundó la
huerta) y 10,10 el pai:iaunge se pllS0 'iobl'e las ar-
mas. Los fl',llJCCSeS C(JII[inllaI'Oll en s('gllimiento
de los e~pailOlcs hasta Lorea, donde clltraron en
la tard(~ del 8 'iin encontrar en estn poblacion
mas que llllOS treinta vecillos; pues los demas la
]whiall ;¡l)ilndon'lílo. ¡\clllí s(: detuvo d cuerni"o 1) ,
exigiendo ruJ;¡ [¡¡CrIC C')ll[ribllcicll.


El GelL'j',ll Schils!i<llli mal'cllÓ el 3 de Diciem-
hre Con 2.000 homhres y ciiJCO piezas de arti-
llería h:lcia :\Lrh,~lla con el objeto de apoderarse
de Sil casÜl1u. Inmediatamente trató de formar
Laterías, pero d fllego del castillo se lo impidió
duranLe el dia; mas ('11 la lloche del 3 al 4 C'ita-
hleció dos que elllpezaro11 á batir las murallas, y
lograron desmontar su artillería) continuando en




( 4'2'2)
1810. hostili1;urle hasta el 8, en cuya noche el Gober-


nadol' espaüol y la guarnicion abandonaron el
fuerte por no ser posible sostenerse mas J embar-
candose todos con el mayor orden en buques
ingleses.




(4'23)


• CAPITUJ ... O XXII.


El Rey José regresa á JlIadrid. - Operaciones de las guer-
ríllas. - Accion de Allllazan. - Aecion de Retortillo. -
Accion lle Cifuentes. - Accioll de Cogollurlo. - Accion
de Fucntc-Sauco. - Toma del castillo de la Puebla de
Sanahria. - Espeuicioll de I>orlier á Jijon. - Espedi-
cion contra ,santoüa.


En el mes de Marzo regresó el Rey José á 1810.
Madrid, dejando encargado al Mariscal Soult del
mando del ejército francés de Andalucía; y de
las tropas que guarnecian las Castillas formó el
ejército del centro, que dependia inmediata-
mente de sus órdenes.


Las guerrillas, fuerza única que los esrafIo-
les tenia n en estas provincias interiores, se reu-
nieron sobre el Duero) en Almazan, pueblo de
la provincia de Soria. El Gobernador frances de
la capital tIc este nombre, liaste, Coronel Co-
mandante de la rnarina de la G llardia imperial,
se puso e11 marcha desde diclla ciudad el 10 de
Julio por la mallana con uua columna de 1.100
hombres, y atacó á estas fuerzas españolas 1'eu-
niJas; mas habiendo sido rechnado despues de
eiete horas de un vivo fllrgo,pitlió por medio de
un parlamenlouna sllspcllsion de armas, que ob-
tuvo; pero faltando á su palabra, y durando aun
el armisticio, atacó, resuelto á ocupar á todo




(421 )
1810. trance la villa de Almazan, con la mayor intre-


pidez el pucnLe, y cÚllsigllió entrar en ella des-
pues lll~ babel' sufriclo una morLanda(i horrorosa.
El Cl1ra :\1er1no fue uno ele los partidarios que
se hallaron en esta accion con 200 cahallos.


UnJ columna francesa que se hallaba emplea-
da en 113cer exacciones en la misma provincia
de Soria ) fue alcanzada por el Ernppcinado en
29 de Agosto en Retortillo, y derrotada comple-
lamente) siendo muy pocos los cuewigos <lile
lograron sal varse.


El Empecinado con la mayor parte ele sn gen-
te, despues de esta accion, se concentró en Ci-
fucntes, en cuyo punto fuc alacad o el 14 de Se-
tiembre por el General Hugo, que desde J3l'ihuc-
ga se dirigió contra a con una columlla móvil de
1.000 hombres (le infantería y 400 caballos. El
fllego de las g¡F?l'rillas C[lle se enC()!J[r~l'on en[re
SoLl!1illusy Gargolillos, se sos[uvo con el mayor
tesoD por una y otra parte, siendo rechazauos
los fr~:mces('s, hasta 0¡\H~ reforzarlos en gran nú-
mero obligaron á los i:sp,.üoles :1 replegarse hasLa
Cif1l8nles,


Ell las inmcLliaciol1cs rl(~ este pueblo se cm-
peiló una accioIl muy rc:¡ida entre lns llos divi-
SiOl\(~S) y todos losesl'ucl'zOS del enemigo no fuc-
nu bastantes pnra desordenar á los espaüoles,
qne sostl1vieron UIl \'i\'o feIC::::O desde bs dos de la


J v


ta:'de hasta dcsp{l('s de anochecido. El General
}-luao hiz.o noche en Cifu(;n!.es, V el Empecinado u v
en Call1'cdonclo; y no ql1erienrJo el primero es-
perJI" el ataque f}uc lne; españoles le preparaban




( 4'25 )
p~ra el día siguícnlc, se retiré, al amanecer de HilO.
este) entregando sin piedad á las llamas a(lueHa
pobbcioll) y maltratando á varios de sus inde-
fensos veciuos.


El lG de Octubrc 1.200 hombres perlcnecien-
tes á las misllHls gucrrillas atacaron la escolla
Je un convoy enemigo que marchaba con direc-
cion á TOl'iia; l)ero habiendo acuuido fuerzas su-
periores francesns , tuvieron que desistir de su
intento y rdir;¡rse.


En principios ele D.iciemIJre partió el Empe_
cinaJo desde CogolluJo á auxiliar á la divislon
Soriana; mas sabedor, durante su marclla, de
CJue el General Hugo con fuerzas superiores ve-
nia en SlI busca deseaudo vengar sus anteriures
derrotas, relrocedió ií dicha villa, y el 9 se tra-
bó en sus inrneJiaciolles u na accion sa Il gl'ie n ta,
en la fIue al fin el v::llor de los espaiwlcs luvo
que cedel' <Í la slIpcrioridüd liel enel~.;go.


Los restos de varias partirlas de guclTlllas nr-
rojatlos á las múntaüas de SCJria por mas l~e 30.000
franceses que atravesaron el territorio c.';laÜoJ
}lara euf rnI' en Francia pOI' Navarra, habiail ad-
quirido alli U;] nulable incl'crnc¡lio en los prime-
ros elias de Suviemhrc. Parle de sus [ucr:¿as se
aproximó ~. Lu¿rüflo, y el Ge!1I.:Tdl Hoguet J fIne
fue el (~llcargallu de su p2l'secucioll y cstenuinio
con 2.üOU IWlllbres de infauterÍa ele la Gu;)rtlia
imperial y .')1)0 cab~¡llüs, emr1"ó vcinte días en
'pellosas marcJ¡¡\s y conlnm:ll'clws, y en inú-
tiles iuvcs~igacioaes, alcanzando al iin á Sil Yall-
¡;uanlia en V dorauo. Los espaüoles se balieron


'1'0.\10 H. 54




(426 )
1810. por alglln tiempo; pero cargados 1)01' fuerzas ma-


yores se desbandaron para volverse á reunir en
})untos distantes, logrando de este modo cansar
y ani<luilar las tropas destinadas á su pcrsecll-
ClOno


El 18 de N oviembre la partida del mando de
Amor se apoderó de uno de los arrabales de San-
to Domingo de la Calzada.


Entretanto otras partidas que se hahían le-
vantado en la provincia de Valladolid y en el
reino de Leon, se reunieron en Sahagun, y sos·
tuvieron en los dias 22 , 23 Y 21 de Febrero va-
rios choques con una columna enemiga á las ór ...
denes del Coronel Pinteville, sin que este pu-
diese obtener ventaja alguna decisiva, por cuan.
to, aunque se dispersaron como acostumbraban
en el momento del peligro, volvieron á apare-
cer y reproducirse inmediatamente.


El partidario Don Julian Sanchcz con SIl gen-
te se apoderó el 20 de Noviclubre de la villa de
Fuente del Sauco, situada en el camino de
Toro á Salamanca. Cincuenta suizos france-
ses que la guarnecian, se hicieron fuertes en
una casa, y rehusaron rendirse á pesar de las in-
timaciones de Sanchez. Este intentó en ¡::mo in-


.1' 1 d' fi ' b 1 1" t Cenul<lr e e 1 lClO en que esta an; y na,)lelllO"
los tenido sitiados los dias 21 y 22 , tuvo al cabo
que retirarse por la llegada de un gran refuerzo
enemlgo.


Conociendo este lo importante que era apode-
rarse del castillo de la Puebla de Sanabria para
sostener y apoyar su cspedicion contra Portu-




(427)
gal, destacó con este objeto al Gencral Serras 1810.
con fuerzas mny cOllsiderables, y logró hacerse
dueüo de esle fuerte, en que encont¡'ó hasta 20
piezas de artillería, con víveres para 3.000 hom.
Lres durante 6 meses. Los franceses dejaron en
él de guarnicion un hatallon de suizos; mas á los
tres dias de haberse retirado el General Serras
con el resto de sus tropas, las espaüolas y portu-
guesas, ~í Jas órdenes de Gil de Taboada y Silvei-
ra, se prescntaron delante del castillo, le estre-
charon, y despues de haberle batido, y abierto
brecha en sus muros, la guarnicion enemiga ca-
pituló ellO de Agosto, rindiénuose con la Con-
dicion de qne seria conducida á Suiza, y ue <lue
no tomaria las armas contra las pOLcucias alia-
das.


El General Bonet, que continuaba ocupando
á Asturias, ~r:,:;i1lenia siempre su cuartel general
en Ovicdo) ,t ,;~;~cI'L<JS sus comunicaciones con San-
tander y Lean; dc moclo que le era fácil lll<JI'Ch,ll'-
rápidamentc á cualquiera punto de estas provin-
cias que necesit.ase de su socorro.


Porlier, conocido comunmcnte por el ~lar­
<¡uesito, sobrino dcll\larqaes de la !tomana, re-
uuió en Potes algunas LH~L~as , contra las cuales
llwrchó el General Serras, sin que pudiese darlas
alcance, porque Porlier juzgó conveniente inter.
narse en Asturias, donde esperaba ata~ar con buen
éxito al General Bonel en "In ~~,lsm3 capital; mas
noticioso este oc su apl'oximacion, se adelantó al
ellcuentro de los espaüoles que por medio de la
habilidau de sus maniobras burlaron la superio-




(128 )
1BtO. rielad del enemigo, y:-le dispc:rs~rol1 con alguna


pérJiJa. PerscgniJo Porlicr constn iltcmente pOl'
las tropas dd General BOllet, trilló de apo(lcrarse
ele1 puerto de Gijoll, combinéíndosc al intento con
el BriGadier Renovales) que deberia descrnbarc:lr
con algunas tropas en el mismo pllnLo. En efecto,
la division de Porlier se presentó ellG de Octubre
delante de Gijon) y habiendo reconocido las fuer-
zas elel enemigo, y no avistando la espediciol1 11la-
rítima de lleno vales, se dispuso {¡ ahalHlollur las po-
siciones qlle haLia tomado; pero al dia siguiente
apareció á la vista la escuadrilla, y despues de un
pequeüo choque con la guarnicion enemiga de
Gijon, esta evacuó la ciudad; y al dia siguiente
desembarcó la espedicion por el pllnlo de Arnao,
protegida por el ataque que con clm<ls decidido
valor empremlió PorEer contra los puestos uel
enemigo, y por el fuego de un hergantÍn de guer-
ra inglés. Los franceses se replegaron sobre las
alturas de Puga, perseguidos constantcmellic por
las tropas espaüolas. Renovales con su gente ocu-
pó á Gijon, y Porlia, y Castañon, otro de los
principales partidarios de Asturius> se situaron
con las suyas en las alturas circunvecinas; mas
habiéndose presentauo e119 de Octubre el Ge-
neral Bonet con elgrueso de su ejél'cito á la vis-
ta ue Gijon, se vieron los espailoles precisauos á
retirarse por mar y por tierra.


Un cuerpo ele 5.000 gallegos atacó el 20 del
111isrno mes á la Lrigada francesa del malldo <Iel
General Vallrtaux, que se hallaba apostada en
los puehlos del Fresno y Grado, y despucs de




(429)
haberla hecho esperimentar una pérdida conside- j 810.
rabIe, se retiró hácia los puntos de uonde habí,lll
venido.


La espedicion que había evacuado el puC'r-
to de Gijon, sc componía de cuatro fragatas,
una de ellas cspaüola J tres hriks , dos goletas,
cuatro lanchas caüoneras, y otros buques hasta
el número de 43. Con ella se trató de sorprender
por un golpe de mano el importante punto de
Santoüa oCl1pado por los franceses; mas habiendo
cambiado el viento el 24 Y el 25, una tempestad
quc sobrevino arrojó á la fragata espaüola contra
las rocas de la costa dc Laredo , en dondc cspe-
rimenló algunas averías. El 27, á "pesar ue este
contratiempo) se intentó el desembarco; mas la
resistencia que opuso el enemigo, unida al tem-
poral quc aun seguia reinando, frustró del todo
esta tentativa, y la escuadrilla tuvo que retirarse
de las aguas de Santoiía.


".




(430)


r


CAPITt"LO XXIII.


Preparativos de los franceses para el sitio dc Tortosa.-
Sitio de esta plaza. - Salidas de los sitiados. -moquean
Jos españoles á Morella. - Accion de GranoJlers. - Ac-
cion dc Falset. - Defensa de Torfosa. - Sorpresa de
Flix.-Operaciones en la Jíllea dd Llohrcg.1t.-OdonelI
logra ellCerrar á los franceses en el campo de Tarrago-
na. -Rctiratla de los francescs.- Atucine lle Falset.-
Las tropas españolas de Valencia intentan socorrer á
Tortosa.-Sll retirada. -ReunÍon de Macdonald y Su-
chet. - Aecion de Cenera. - Accion del Ahisval. -
Accion de Sallayosa en la Cerdalla francesa.-Operacio-
!les (le varios befes del ejército de Cataluüa. - Campo-
verde toma el mando en befe. - Toma de Solsolla.-
Illcendio de Sll C;¡te(lral. - Accion de Dal'llins. - Ac-
cion de Lladri. - SeGundo esfllerzo de las tl'Op~, dc "a-
¡encia en Ú1YOr (lc Tortosa. -Aceioll de Ultdccolla.-
Aeeion de Villel. -Estallo de iusnneceioll dc tOlla la
Catala:la. - Aceioll de los Mol'sos. -Accioll (le Caslell.
I"ollit. - Sorpresa (le yal'íos desl al'aIl1~lItos fraIH.:e,es en
pI eillllpo ¡le Urgcl. -Continúa cl silio de Tortosa.-
Su rClIllícion. - Fllllcsta illlpresíon (lIle causa. - Con-
sitleraciullCs sohre esta tercera cJmpaJ¡a. - Nueva 01'-
¡;allizacioll de los ej¡r¡·eitos.


1810. Dcspues de la rcndicion de la plaza de :\Ie-
quinenza) el I'F'rciLo del Gener<ll Suchet recibió
ónlcn ele Napoleon para marchar á ponel' sitio á
la de Tortosa, situada cerca del camino real, no
lejos de la embocadura del Ebro, puulo suma-
mente importante por servir de "poyo á las co-




(431 )
municacioncs de los ejércitos españoles de Va- 1810.
lencia y Cataluña. El enemigo dispuso inmedia-
tamente un gran parque de sitio, y estableció su
principal depósito en Mequinenza, desde donde
las comunicaciones con Tortosa por el Ebro son
mas fáciles que por tierra, por ser un pais mon-
tañoso, cuyas desigualdades se aumentan á me-
dida que se adelanta de Caspe ó Mequinenza hél-
cia Favara, Batea, Gandesa y Mora; y desde aUi
á Pincll, las Armas, Gerla y Tortosa.


Los franceses tuvieron que deJicarse á abrir
un camino sobre los vestigios que aun se conser-
vaban del que habilitó, durante la guerra de su-
cesion , el Duque de OrIeans, y los soldados
dejaron los fusiles para manejar los picos y aza-
dones. El General Suchet estableció asimismo
en Alcañiz y Caspe depósitos de suma impor-
tancia, para subvenir á las necesidades del ejér-
cito durante el sitio, y :::mfiriendo el mando del
Reino de Aragon al General Musnier , dispuso
que ademas de las guarniciones de Lérida, Me-
quinenza, Jaca y Monzon, se situase una linea
de puestos fortificados sobre los caminos, para
proteger los correos, convoyes y toJa clase de
comunicaciones. Dicha línea ahrazaba estas en
todas direcciones desde el centro á la circunfe-
rencia, y sobre la derecha del Ebro comprendia
los pueblos de Alagan, Mallen, TLltle1a, Borja,
Tarazana, Epila, Almunia, María, Villa de Mue!,
Cariñena, Fuentes, CeiJa, S¡¡mper, Alcañiz; y
sobre la orilla izquierda Pina, Bujaraloz, Canda,..
mos, Fraga, Zucra, Ayerhe, Anzánigo, Camp-




(432)
1810. frane, y algunos pueblos del partido de las Cin-


co-villas.
Tomadas todas estas disposiciones, se puso


Suchet en movimiento con su ejército, y se diri-
gió sobre Tortosa en los primeros dias de J nlio
en dos divisiones por ambas orillas del Ebro. La
de la derecha) compuesta de 8.000 infantes y
1. 000 caballos, se estendió hasta VIl decona y Vi-
naroz, para proporcionarse víveres con mas facÍ-
lidad. La de la izquierda, que se c0l111Jonia de
3.500 infantes y 500 caballos, tomó posicion en.
las Masas de Mora, Rasquera, Tivenys y Tibisa,
no teniendo mas comunicacion con la dereéha
que la de la barca de Mora.


El General Laval ~ que era el encargado de
dirigll' el sitio, avanzó con su cahallería por las
orillas del Ebro hasta tan cerca de TOl'losa, que
hizo algunos prisioneros de los espaüoles aposta-
dos en SllS inmcdiacioncs) ohligando al resto á
encerrarse en la plaza por la cabeza del puente
de ([UC se npoc\eró. El 3 de J lllio cornplcló la
embestidura de la mismn por la parte uc la ribera
derecha del Ebro; yel 4 prolongó esta línea has·
ta All1posta, y se apoderó Llel camino real de Bar-
celona {\ Valencia; y llabienJo situado en Gerta
su iZr¡llicrda, colocó avanz:Hlos varios destélc3-
lllcnLos para precaver c¡¡;¡l'luiera golpe de mano
(Ille PU(li;:;SCll inlentar las tropas del ej(~rc.ito es-
paüot de V .. dellcía.


El General Suchet estableció su cuartel gene~
ra 1 en Mora; y Laval, aunque no tenia reunidos
todos los perLrechos necesarios para el silLO de




(433 )
Tortosa, empezó desde luego á formar la prime. 1810.
ra paralela; Illas los sitiados llicicron uos vigoro-
sas salidas que paralizaron por entOLlces las opc-
ral:iones Jd enemigo, y tenían por principal ob-
jeto lLHual' la atcncion ue este, mientras (lue las
tropas espaüulas, procedentes de Tarragona y de
Valencia, lwcian demostraciones y maniobraban
vara iUlluictarle en direcciones opuestas. Suchet
dispuso que se ensanchase la cabeza del pljenle
que senia de comuuicacion con la orilla derecha
del Ebro, poniéndula eu es tildo de contener mu-
chos Latallones.


Las tl'opas espaüolas de Valencia, á las óf(le-
lle~ del Grneral Odonojú, se aproximaron á Mo-
rclla y la !Jloqllcal'on; pero habiendo acutlido á
reforza r la g lla l' nicion fra nccsa una ftl erte col um.
na enemiga, tuvieron que levantar el bloquco.


El eFl'cilo español de CaLaluña, á las órtlencs
del infatignble Dou Euri(iue OJoucll, se hallaba
di~l\'ibuido cn varios puutos. La 1. a division con
800 caballos y tres piezas de artillería volante
ocupaba la línea del Llubregat para observar la
gULlI'lJiciou de Barcelona, iwpedir sus correl'Í;¡s,
y la il1troJllccion de convoyes en aliuellaplaza.
El Mariscal MacJonalJ telJia situado su ejército
entre: Hostalrich y Gerona) y el18 de Julio cOllla
mayor parte de sus fucrzns intentó marchar h<Ícia
Barcelona COll el ohjt'to de introducir en ella un
COIIVOy, cuya operacion dió lugar á una accjon
Illuy l'cllida qtle se dió en las inmediaciones de
Gl anollers, rnandaJ3 por el Baran de Eroles. El
CIH'IlJigo perdió en ella mas de 1.500 hombres


'rOli o 11. 55




( 434)
1S10. entre muertos y heridos, y la victoria se decidió


por los cspailoles; mas durante la accion el con-
voy continuó desfilando por la espalda, y consi.
guió ent,'ar en Barcdona, JlacdonalJ dejó en es-
ta plaza lIBOS 6,000 hombres de guarnicion, y con
el resto de slIstropas volvió á ocupar SIlS anti-
guas posiciones entre Hoslall'ich y Gerona.


Odone1l dirigió la 2. a Jivision de su ejército
11ácia Falset, para observar las tropas de Suchct
y dificultar la navegacion dd Ebro. Era ventajo-
sa la situaeion de estas tropas cspailolas, porque
tellian cubiertas sus espaldas por el carupo de
Tarragona y priorato de Poblet J y ohligaban al
enemigo á destacar en Sil observacion una parte
de las tropas destinadas al sitio de Tortosa, y á
empIcar un cuerpo considerable en los ll:mos de
Mora para mantener espeditas sus comunicacio-
nes. Uua parte de la reserva del ejército cspnüol
de Cal.<l]uila se colocó en el coll del Alba, inme.
diato á Tortosa, y amenazaba las espaldas del
enemigo en el caso de que este intentase p<lsar el
Ebro por mns abajo de Tivenys. El reslo de la
reserva se situó en Arheca y Borjas.hlancas para
proteger la recoleccioll de la cosecha, é imponer
freno ;( la guarnicion enemiga d,~ Lé,icla si intcn-
taba talar los fértiles campos de Urgel.


Creá,'onse arlemas en todos los corregimien-
tos del Principado compaüías de tiradores, que
colocados en diferentes puntos incomorlaban
sin cesar al cnemigo.
I~os espailo1es, apostados en la posicion de


Falset , atacaron el 29 á los franceses situarlos en




(435 )
Tivisa, y los arrollaron y persiguieron ]lasla las 1810.
orillas del Ebro; pero habiendo llegado en su so-
corro el mismo Suchet con 2.000 hombres, tu-
vieron cIlle replegarse, tlespues de haber hecho
csperimenlar al enemigo la pt:rJida de un Coro-
nd J un Comandante, y bastantes soldados. Esta
tenlal iva hizo conocn al ellell1igo cuán impor-
tante le era la conservacíon del punto de Mora
y de los Masos, y por lo mismo la reforzaron
considerablemente con mas tropas y tres piezas de
artillería.


OJonell, desplles de la accion del 29 del mes
anterior en Faiset, de que hemos hecho mencion,
se introclujo J con una pefJucña division, en Tor-
tosa, y el 3 de Agosto, formadas en pn'sencia de
la pohlacion columnas de tropa escogida J las
arengó con el fin ue exaltar su entusiasmo, y
marchando :í su frente J salió de la cabeza dd
puellle ií las tres de la tarde, y avanzó derecho
á la bayoneta J si n tlis pa ra r un tiro, a 1 ca m pa-
menlo francés, arrolló su línea, destruyó los cs-
p:dJo~cs tille el enemigo hahia construido, y con
s010 800 hombres Causó á éste un daño ronside-
rahié, y sin el imprudente valor de un Coman-
dante del regimienlo de Soria, que se adelantó
en una direccion contraria á la qlle le fue illclica-
da, se hllbiera verificado esta operacion sin pér-
dida alguna de los españoles, aunque esta fue
siempre corta.


La division espailola qne con el General
en gere entró en Tortosa á las órdenes del Bri-
gadier Garda Navarro, emprendió dOi ala.




( 436)
1810. qllCS sobre Tivenys contra la cabeza del puente


y atrincheramientos r¡ue los enemigos construían
enfrente de Gerla , y aUllf[UC ni una ni otra ten-
tativa tuvieron un éxilo compldo, cansaron baso
tante darlO al enemigo, y le obli¡;aron á mante-
ner fuerzas sobre a.[uella parle tId rio.


EllO de Agosto el l\Iaqllés ele Campovcr¡le
infenló sorprender con su divi,íon un cuerpo de
300 hombres qlle tenia el cl1l'migo ell Flix para
protege¡' la navegacion dd Ebro) y Jo logró tan
completamente, que solo treint.a se escaparon,
cogiendo adClllUS un considerable bol in, yechan-
do á pic¡ue todas las barcas que tenia reunidas
en [leplel punto.


El Brigadi[~r español Georgel protegía entre-
tanto el llano de Urgel, é impc!lia á la guarni-
cion de Ll~riLla, con sus frecllcnles escaramllzas,
el acopio de v¡~'ercs; y at;¡c;](lo en 3 de Agos-
to por a111ella decididamente J no solo COllSCl'VÓ
sus posi'..:iones, sino que escarmentó bizarramen-
te al enemigo.


En la línea del Llobl'c¡;ut .;;osleninn tojos los
dias Il)s espaiwlcs encuentros con la guul'ui-
cíon de lhl'celona; y mientras por tOllas parLes
se hacia esta guerra activa dI" partidas, el J\Ial'is-
cal Macdonald l'CU ni!) s II e j é t'Cito, corn puesto de
1·1.000 iufantes, 1.200 caballos y 14 pic:z<ls de
artillería, y penetró COn un con voy hasta Barce-
lona. Las tropas espnilOlas, COldC:llbs en la línea
de I .. JoLl'egat, cuya fllf'rZa nu llegaba á la mit<1d
de la uel enemigo) mantuvo sus posiciones llasta
que las manivLras de éste demostrarúu el l!1tcu-




(437 )
tü que tenia de pasar 3l1elante, Elltonces se rc- 1810.
plegaron ,í VilLt franca, dejando guarneciJas las
gargantíls de Vullirulla y Orda1 con tropas lige-
ras y so:-natcncs, que detuvieron por tres dias la
mareha de los franceses, callsiíndoles mucho da-
llo, hasla que c{~{lieron al fin sus posiciones á la
sllperioridnd del enemigo en los dias 1l y 12.
OLlonell, cuya activiLlau era inesplicable, pasó
elltonces ,í ponerse á la caheza de estas tt'Opas, y
tomó posicioll en jas alturas de San Ql1intÍ, guar-
neciendo la monlaila lle ;\lontserrat para impedü·
el pílSO de nna division enemiga que se dirigía
por Martorcll y Esparraguera. Este movimiento
hizo tÜuJ¡car al enemigo, que al cabo se deter-
minó ,t marchar reunido por ArLos y el coll de
S:.lnta CristillJ á Valh, en cuya marcha se detu.
vo treinta y seis horas pnru recomponer el cami.
no, que se halhba lleno de corladuras y casi im-
practicaLIl'; PC!'O 110 hiclI la retaguardia enemiga
habia cvacuaJo á Villafranca, cuallllo fue atacada)
sufriendo grall mortall(lad, y ({lwdandu intercep~
tada StI cOIUll!1icacion con Harcdona, Amenaza-
do por este movil1liento del enemigo el Marqués
de Campovcrde eH su posiciun de Falset) se 1'C-
tiró COll el mayol' ónlel1 á Tal'l'agona ... y se acam-
pó en las altur3s del Olivo, dejullLlo solo algllnas
tropa:; ll~(:ras y somatenes en las montai'las de
Porl'l~ra.


Odoncll se adelantó con la (~jvl,ion del Ma-
riscal de c¡¡mpo Dou Migud lb<l!'rola hasta el
Veudrdl, mas ac,'l de Villafranca, y el Coronel
Dun PeJro Sars!itld] con una cohullua Yolaut,~'J




(438 )
1810. ocupó el co11 de Santa Cristina no bien lo pasa-


ron los enemigos, á los que 110 perdió l1unC3 de
vista, persiguiéndolos con el mayor teson , y
causándoles gran daiJo, ademas de proteger Sll
desercion.


El dia 18 ocuparon los franceses en hilen or-
den á Rcuf¡ y su campiri:J.; y con el fin de hacer
un reconocimiento sobre Tarragona -' ataeal'on el
2L á las guerrillas y puestos avanzauos espaiíoles,
que protegidos oportunamente pOI' la gllarnicion
de esta plaza los ['ec!lazaron con Lustante pér·
dida, contribuyendo en gran [l1anera á esta ven-
taja dos fragatas de guerra illgLsils, que acode-
radas en 1a costa molestaron con su acertado
flH'gO el flanco dcrecho del enemigo.


Presumiendo OJondl que eslc rt'pe!iria igna-
les tentativas, y deseando escarmeJltarle, hizo
venir desde el VellclrdI á la divisloll dí~ Ibarro-
la , Y la acampó jl/nto ;í la venta de la Serafina]
so!Jre el camino real ele Tortosa , ;1 nw(!ia l('glla
de Tal'ragona, dispuso que Sadi¡-}(l se mantuvie-
se en Valls inquictanllo sin cpsar al enemigo por
su retaguardia y flanco, y que GI>orgd, COII su
gente se colucase eu ('1 ,~oll de Riha; (ltlcdandu
de este modo enccnado en el llano de T;¡rrago-
na el ejercito cncflligo, y sin poder provcprse
de víveres mas que pOI' la partf' del Ebro ó de
Aragon. Tan peuosa y crítica sitllaciull illllncia
á sospechat· (lile no seria brga SlI IWl'rnan"llcia
~n Rens. El objeto de este movimiento de M~c.
donald no era otro que el de avislal'5e con Su-
chct , y poncl':ic ue acuerdo sobre el plan para




(439)
la conquista de Tortosa, qlle deberia efectuarse 1810.
al mismo tiempo que la de Tarragona , facili.
tando de este modo la de Valencia.


Mas viendo ~\'bcl]onald lo inespugnable de
las posiciones de los espaüoles, y tratando
de salil' del encierro en que se hallaba, don.
de sin Juua hubiera encontrado su total estermi.
nio y sepulcro, hizo en la noche del 24 un mo-
vimiento falso hácia el coIl de Balaguer; y con-
tl'anwrclwndo dpidamellte por Villalonga sobre
Alcobcr, abandonó á Reu,> , dejando en los hos-
pilales 700 entre enfermos y heridos. Percibida
esta retirada por los espailoles, se pusieron en
movimic'lllo con tanta actividau y rapidez, que
á las dos horas ya se lwbia trabado una sangrien-
ta escaramuza entre las guerrillas españolas y su
retaguardia, mientras que bs Ji visiones de Geor-
gel y Sarsfield, situadas en Luenas posiciones,
molestaban sus flancos. La resistencia que los
franceses encontraban en los cspalJOles, y las
cortaduras, aspereza y fragosidad del camino
por donde marchaban, los detuvieron largo
tiempo; p('ro como abundaban en fuerzas, tellian
proporcion de estenderse y tlesembarazar el paso
ocupando las altnras, hasta q.ue dieron tiempo
para que la gU31'uicion de Lérida hiciese oportu-
namente UBa salida, .Y amenazando la espalda
de los españoles, se vieron estos precisados á
despejar .el camino, y los enemigos atravesaron
er'tonces el eoIl de la RiLa despucs de treinta y
seis horas de detcncion, y se dirigieron por
MontLlanch y Villaja á Lél'ida, al pie de cuya'l




( 440)
1810. murallas acamparon el 26, sin que por eso deja-


sen nunca de ser pel-spguidos y de sufrir desca-
labros de consideracion, Luego (lue Odonell co-
noció que no podia conseguil' otras venlajas so-
bre el ejl:rcito enemigo por la situ:Jcioll lpIe ocu-
]Hlba , dispuso que su tropa se acampase en los
puntos mas principales, situó su vanguardia en
Vinaja , y la division de Geol'gct en Sallta Colo-
ma de Queralt, para cuLrir el flanco derl~c1lO,


El Brigadier Baron de la Barre J1lnrclJó con
una pcqueila divis.iou de tropas cspailOlas á ar-
rojar de Falset á O\I'a de l.OOO encmigos que ocu-
paba este importanse punto; y en efectu lu COn-
siguió felizmente el dia 29 con su acostumbrada
LizurrÍa y conccimieutos.


Mientras que toJo esto sucedia en el campo
de Tarragona y llano de Urgel, el Baron Je Ero-
les con su divisioll soslcuia fl'ccueull's y casi
Jiarios choques eou ]a glwrl1ú;iull eIlL'llli¡;a de la
plaza Jc Barcelona; y los somatenes, lasparti-
tias corl'cgilllentales y los húsares de Sall ~al'ci-
50 se batian Con la mayor comtauci,t é iulrcpi-
dez en el Alilpllnlan, l1egalHlo ~ pClletl'ar h'l:.la
la mismu villa de Flglleras, que saquearun en
parle_ l\lientras 'lue Mac(lonalll \'erilic .. Jy;; su UlO-
YImienlo sobre Leri(J¡¡, el (j,;lIl'ral Sucllet salia
al encueull'o Jd eil~rcito esparw1., l(Ul: á h~ ó,'-
Jenes J/:'l General Caro venia dL;SJt.: Yaleucia al
SOCOITO de la plaza de Turlosa,


El 14 de Agosto partió pan UlIJecolla, y
como los espaüoles se hallasen eH posicioll cerca
de este put:blo ¡lo:,; pel'sigltió Suchet liasta Vina-




(441 )
('oz. La pOSIClOll del General Caro estaba esco- 1810.
gida con conocimiento, pues su derecha cubría
á BcnicarL'), y Sil izqlliercln á Snll Mateo; y de
este modo era clu('flo de las dos grandes cOllluni-
caciolJ{::s COIl YalclIcia. Suchet se ndelantó por
Cali.\. eDil 10.000 hornbres y 7 piezas de artille-
ría, y al mismo tiempo dispuso su caballería.
A. su aproximacion los espúlO]es sc rctiraron
.'iohn' Alea};! de Chisvert) hasta donde los siguie-
ron Jos franccs('s; y habiéndose aql1cllos forIlla-
do clelantt' d~~ PcüÍscob en dos líucas , sin aguar-
dar al (":,,ilo se retiraron con el mayor órden. A
este tiempo el General Sllchet recibió la noticia
de la llegada de] DU(lllC (le Tal'ento á Lérida, por
lo que partió de Mora el 23, Y pasando por Me-
quinenza se presentó en aquella plaza) donde
eu las varias entrevistas que tuvo con l\1acdo-
nalel, se nrreglal'Oll y convillit'l'on en las medi-
das prillcipales para poncr CJI cjccllcion las ór-
dcnes del Emperador, rcduciJas á la ocupacion
de las plazas de Tarragolla y Tortosa. Mas como
la prlldt~ncia exigía flllP se comenzase primero
(i¡¡'m:¡[llIclIte po!' el sitio de esta líltima) y Mac-
dUilalcl se ludIaba en estarlo de cooperar eficaz-
menle al feliz é"ilo de csta empresa J acordaron
(IlIe Suchet activaria los preparativos delante de
la pInza J y l\lacdonald continuaria ocupando á
Lérida y su tel'l'itorio para asegurar las subsisten-
cias de ambo~ ej(\rcitos. Cedió Suchct al Maris-
cal para la manlltencion del suyo: exhausto de
víveres, todos los recursos que proporcionase el
llano de Urgcl, que es considerado como el gra-


TOMO 11. 50




( 442)
t810. llero de Cataluña. En su consecuencia, ~alió SlI-


chet para Tortosa , y Macrlonalu elJvió en los pri-
meros dias de SetiemDre por su derr'c]¡a é iz_
quierda fucrtes destacamelltos (:'011 el ohjeto de
cubrir sus flancos) y reforzauos (,¡'~SIJlll'S, pene-
tró el lino por Bala¡;lle)' hastn Talarn, de donde
fue rechazado por el p,lis:1llage, reuuido bajo la
direccion del partidilrio Don Francisco Montar-
Jit) y el otro fLle á oCllpar los diferenles pllntos
de la orilla izq L1jen]a LId Ebro, con el objetO
de proteger los transportes y pertrecllÜs que ba.
jasen pal'a el sitio de Torlosa. En seguida trató
Macdonald de reconc(~ntrar sus fuerzas sobre
Cervera, y verifical1rlo este 1ll0VilllÍcnto el dia 5
proporcionó ocasion de distinguirse al peqllcüo
cuerpo de ohservacioll <p.e se hallaba en aque-
lla ciudad á las órdl'lH~s del Brigadier Georget.
La vanguardia enemiga, COJl1pllCS!:l de 20() dra-
gones, fue compleUllllen! e destrllida por el re-
gimiento español de cah;,lIería de Santiago, (lue-
dando en poder de este 8,::' caballos prisioneros,
un Comandante y dos ü¡:ci"lcs, y los restantes
heridos y muertos en el campo de baullla. 1.os
espaüoles tuvil'l'oll, no obstante, que retirarse
iUllledialamente, cargarlos por el grueso del ejér-
cito enemigo, sobre Santa Coloma de Queralt,
,i donde llegaron en el mejor orden, y casÍ sin
pérdida alguna. En aquel mismo dia ocuparon
los franceses á Cervera despues de una corta re-
sistencia por parte del paisallage, que bastó para
~ervirles de pretesto para ejercer en aquella po-
blacion sus acostumbrados rODOS y crueldades.




(443 )
Macdonald estableció en Cervera su cuartel ge- 1810.
neral, acarnpando SlIS tropas en las inmediacio-
nes de ('~t;¡ ciudad, cídebre por la magnilica uni-
vf.'l':--id"d qlle el I~('y Felipe V fundó en ella en
premio l!p la f¡cLJidad in;¡lter;¡ble de que habia
(bdo pruebas en la guerra de Sucesion , cuando
toda la Cat::!ulla hacia una guerra de esterminio
á los eiércilo .... fnlllcescs.


Filtre t;¡tJto CjllC Macdonald con su f'jército se
Lal];¡!¡:¡ ('n esla j!csicion 1;¡n prccal'i;¡, el Gene-
ralOdouen no (llliso pel'lnallccer trallfJuilo es-
pectador de lus acontecimientos, y consideran-
do ql1e la oClIpacioll de Cervera por el enemigo
tenia por objdo penetI'al' por ('1 camino real de
Bal'ccloua) y seguro ele que Sil ej{'rcito se hallaha
en un estado respetable de fuerza, capaz de en-
tretener bast¡¡ute tiempo al ('IH'migo en su mar-
cha, concihió el ;¡ll'cvif!o proyecto de caer sobre
Jos dcstacame!ltos sndlos <¡ue 1('lIia aquel en La-
Lisval y costa Jc Levante, para cuya operacion
conla])a con el ;lIl~ilio y e(icaz coop(~racion de
las f[[f'l'ZaS marítimas (iUC los i"glC'st's mnnlenian
cruzalldo sobre las ;¡~llaS d(~ Calalllüa. Una di vi-


u


l'iUl! de 3.()(jO ]¡o¡:dll·'."s de illf:llltnÍa )' 500 caba-
llos COll el GelL'!'al ('n gl'fe á su cab(~za, despues
de diferentes lI1()\'imil'lllos y (lisposiciol1es usten-
sibles piln oCllltar su verdadera intencioll, mar-
chó con la velocidad del rayo desde S::lll Sadur-
ny á Mataró, y desde este pueblo á Labisval.
Esta marcha fl1(~ dirigida COIl tanto acierto, que
á un mismo tiempo se vieron rodeados, ataca-
dos y rendidos los puntos de San Felill de Gui-




(444 )
11.>10. xols, Palamós, ealollja y LaLisval. Como este


último era el mas distante, así COIllO el cuartel
general, de douue debían salir las órc!ellcs y
refuerzos convenientes para los demas ~ su ocu-
pacion convcnjJ fuese J¡¡ primera ~ J antes que el
enemigo pudiese tener la menor noticia del pro-
.recto de los espailoles. Así fue que el General
en gefe á la cabeza de una gran parle de la caba.
llería, y Con solo 100 hombres de in fa ntería J lJfl-
ciendo Hueve legltas de call1ino CI1 cilleo 11Or"s,
se preseutó y embislió "c{uel pueLlo repentina_
mente el14 de Setiembre> proporciollaBllo de este
modo el tiempo necesario para qnc llegase el res-
to de la division. El Genera 1 enemig,o Scbwartz,
(fue se hallaba en Labisval con 700 lJom-
bres, se Cllcerró en una casa fllel'Le Ó castillo
arruinado, donde se defendió hasta cJlIe llegaron
las tlemas tropas de los espaüolcs) (¡ los cuales
se rindió al fin prisionero de gllclTa con su gente.
La resistencia del enemigo en Palamós y San Fe-
Jiu de Gllixols fue ohstinada; siendo el resultado
de esta brillante operacjon quedar prisioneros
Je guerra el General Schwarlz, su estado mayor,
64 oficiales ~ 1.4UO soltlados) 18 callones) carros,
caballos, equipages y muchos efectos y víveres.
El General OJonell , que sn hal¡ia batido duraue
te la funcion como un simple granadero, recibió
una herida en una pierna, que le puso á las puer-
tas Je la muerte; mas esta desgracia no influyó
nada sobre el espíritu del soltlado~ porque su Ge.
neral, lleuo de ¡inimo y de entusiasmo, aun cuan-
do no podia mandar personalmente el cjércilo,




(415)
~(' reserv() ,,11 direceion, retir.lndose á Tarragolln, 1810.
á cuya ciudad le envió Suc}¡pt 11n pnrlamelllario
ofrecil~ndole su cirujano; pero Odonell no acep-
tó esta of~;rta, manifestándole su recollocil1lien-
to á tan fina alencion. Aunque la herida del Ge-
neral espaüol cortó el proyecto, por el cual qui-
zá hubiera (Iuedauo por aquella parte limpia de
enemigos Cataluüa hasla Figueras, inclusa Ge-
rona, proporcionó á la misma division victorio-
sa que l'egrc!;;¡ha por San Hilario J Vich y Man-
resa á la línea Jel LlobregaL, lIna nueva oca"ion
ele dislinguirse á las órdenes del Marqués de
Cam po verde J q Il e se ha bia e DCa rga do de su
mando. Informados los franceses de que la villa
de PuigccrLLí era el punto por donde se verifica-
La la iulroullccion en su pais de nuestros géne-
l'OS coloniales, proyectaron una sorpresa para
apoderarse de un gran depósito de ellos que creian
existir allí. Al efecto hicieron velJil' de varios
puntos del interior tres batallones de á 500 hom-
hres cada uno, y acompaiwclos de 20 gUilrdas, al
mando de] General de brigada Carean, penetra-
ron lwsta dicho pueblo, de qne se apoderaroll.
La Jivision de Campovcrde recibió á su llegada
á Capcllades orden para marchar á arrojar al ene-
migo (le PuiS'cerrH J y la ejeculó con tantil acti-
vidad y e(]cacia, que en cuatro dias se presentó
dcIaule uel enemigo J que uo (jllÍ...,o esperarla, re-
tirándose á toma r posiciol1 p o da p31'te de Lli v ia;
mas el 29 ele Setiembre, :1} quinto dia de su sa-
lida de Capellacles , Call1povel'(lt~ alacó al enemi-
go en Sallagosa, dentro ya del mismo territorio




( 146)
1810. frallces) é hizo desaparecer sus tres hatallones,


d"jando tendidos en el campo de Latalla 500
hombres, apodr~dl1dose de dos C¡¡[lOnes y de al-
gunos cellt(~nares de prisioneros, exisiendo algu-
ll[lS contribuciones en dinero y víveres, y tra-
yéndose consigo 4.000 cabez3s dr. ganado de di-
ferentes especies. Los paisanos que entraron en
Francia acompañando á la Jivision, se entregaron
á va r¡os escesos, quema n do djfere n lf~s )lllcbJ os
enemigos, ínterin los soldados pCJ'seguian á los
fra n e eses has la la s mis alas 111 uI'alias ele Mont-
luis.


En tanto que esta division se cubria de lau-
reles, no eslahan ociosas las demas del valiente
ejércilo espallUl ele CalalulIa. El Teniente Coro-
nrd Don Mariano Villa, que se hallaba á las órcl~­
nes del 13aron ele la Barre, atacó á un Latallon
enemigo que hahia pasado el Ebro por las inme-
diaciones de Flix, y mauiobró de lal moJo, que
desptlcs de haberle separado de sus barcas y
muerto l111lclw gente, obligó á 225 hombres á
rendir las armas, cntl'~ lus cuales se contahan un
Telliente Coronel, 4 Capitanes, 8 Subalternos y
un cirlljano l11i1j'0r.


El Coronel Don Agustín Sotol11i1yor atacó á
Id bayonda con unas fuerzas muy illfcriorcs IIn
campamento r¡ue teniall los encl11igos en Garcia,
los arrojó de él, Y le '1111'111(') dl'spuCS de habel'se
a¡wuerado de gran call1idad de fusiles, mochilas,
y de 300 cabezas de ganado.


El Coronel Don Jllan CIarós, que mandaba
lJlIa columna espaüola ('11 e1 Ampl1rdan, tuvo




(447 )
UIl;) accion) en la que se :lpodl'ró de un convoy 1tllO.
de mas dl' cinc lienta carros, y de dos CallOnes y
un oous q\l(~ veJlian (le Figneras á Gerona; pero
la indisciplina con que los vellcedores se aban-
donaron al pillage, dió lugfll' á que el enemigo
que lo observaba) aprovech;ll1dose de la confu-
sion y desordpl1 ) recOlulllistase cuanto habia per-
dido, á escepeion de un Teniente Coronel de ar-
tilIerla y 8 soldados prisioneros) que fue el úni-
co frulo del valor y hizarrÍa con que primera-
mente fue atacado y batido el enemigo.


Macdonald eutre tanto permanecia acanto-
nado en envera, T,írJ'f'ga y sus alrededores, me-
nos unn divisioll lte 2.500 hom!Jres c¡ue tenia ues-
tacada sobre la iZ(luicrda del Ebro p;)ra proteger
su nav('gaclül1.


El General espai101 Villacampa, que recor-
ria con su gente diversos pllntos de Ar:lgon, sa-
lió el4 de Setiembre de J\loilrcal del Campo para
Montalhan con el objeto de llamar la atencion
de las tropas de Sllclld que sitiaban á Torlosa.
En Sll marcha luvo ~ivi.'io de que 20() infantes
euemigos IlIarchaban de Mont::dhan 1)(\1''1 Eslel'-
quel; y apresurando Sil marcha COIl un h'1t::dlon
y lOO caballos, llegó á Montaloan el mismo dia
de S11 salida de Momeal. Alli supo que los 200
enemigos se dirigian á Andorra; y vivaqueaudo
en la noche del:) al ti, en el camino de Alcaüiz,
á una legua de AlcaJaz, distante otra de Mon-
taIhan, se encontró en elll1ismo dia con los cne-
mig"os, que tomando posiciones, trataron de abrir-
lit' paso á lodo trance; pero cargados impetuosa-




(448 )
1R1O. mente por los espaüoles, tuvieron que rendirse


tlespues de una obstinada defensa J sin que se
sal yase uno solo.


El :Ylur<lues de Campoverde, que de resultas
de la herida del Gener;]} Odonell) había toma.
do el mando del ejército de Calaluüa, le tenia tan
bien distribuido, que resguardando toda la parte
de levante del Principado, amenazaba el flanco
iz(plÍerdo del enemigo en cualquier avance que
empremliese por el camino de Barcelona. El pri-
mer tercio del lTles de Setiembre se pasó en oh-
servarse rec1procarncnle ambos ejércitos, y las
operaciones del de Macdonald se redujeron á sa-
quear y robar los pueblos en el radio de tres á
cuatro leguas del punto céntrico de qlle no osaban
alejarse los franceses por tcmor de ser alncados
por los espaüoles; pero la falta lle recursos que ya
empe~aba Lt esperimeniar, y la lIC'cesidad de pro.
teger un convoy que deJúa dirigirse ú Barcelona,
y el ,:ue indudablemente sin la vrcsencia de su
ejéróLo iba á caer en poder de los cspaüoles,
comprüllletit~n(lo la cO!lscrvaeion de aquella pla-
za, decidieron ;i Macclouald á emprender su mar-
cha ldcia aquclla ciudall. Causado del estorbo flue
le resultaba de tener siempre sobre su flanco iz.
(luie rdo la di vision.cle Ca m po verde, situada en tre
Sanahuja y Bibelles .. se dirigió con todas sus fuer-
zas, (IlIe eran triplicadas que las de aqllel, con
idea de envolverle, enviando una division por
Pons, otra por Guisona sobre Tona, mienlras que
adelantaba por el centro sobre Sanahuja. Este
movimiento obligó á lo:> espaüolcs á retirarse á




(449)
Solsona; pero habiéndole continuado los enemi- 1810.
gas en el mismo sentido, tuvieron que aproxi-
marse á Cardona, en cuyas inmediaciones toma-
ron posiciones ventajosas, no habiendo tenido en
su marcha retrógada la menor pérdida ni de hom-
bres, ni de víveres. Los enemigos entraron en Sol.
60na el dia 19, Y durante la noche incendiaron su
catedral, cuyas campanas precipitadas desde lo
alto entre iumensas ruinas, causaron un ruido
espantoso.


El 2l de Octullrc las tropas españolas fueron
fitacadas en sus posiciones delante de Cardona
¡)Dr el ej{~l'ci(o enl'migo) que no solo fue recha-
:Z~ldo en los repetidos y vigorosos ataques que in·
trlltó, sino perseguido por el espacio (le mas de
legua y media de distancia, causándole una pér-
dIda considerable, consistiendo íll1icamente la de
los cspailOles en cinco soldados y dos caballos
mucrtos, J' 33 soldados heridos, á pesar de haber
8H10 los enemigos arrojados á la bayoneta de los
apostadcros que protegian sus ataques. El Gene-
nI en gefc cncmigo , yicndo el mal éxito de su
tentatIva, yolvió á Agramunt abandonando á Sol-
hODa, donde cometió las mayores atrocidades; y
Jos espaüolcs le persiguieron constantemente co-
locándose de nucY'O en sus inmediaciones. Desde
entonces los franceses se ocuparon en destacar
diviSIOnes en distintas direcciones, las que ha-
óan volver inmediatamente: movimientos todos
;;"ipdüs á ..:omprc';;""'("r ;¡ l.)~ espaf¡oles en un


1, ,; 1 I,:"':"":"'~' :¡ \Jenti"jas clue de-




(450 )
1810. El General Obispo, situado en la linea del


Llobregnt para conlcucr, estrechar, é incomodar
la guarnicion de Barcelona) hizo un ¡wquciJo reco-
nocimiento el 7 sobre esta plazn COl! sus guerri-
llas, logrando sorprender y hacer prisiclncra la
gran guardia que el enemigo tenia en el punto
llamado la Cruz-cuoierta, compuesta de un Ca-
pitan y 45 hombres, sin contar los 'luC (plcclaroll
tendidos en el campo.


El día 25 ¡'('pi lió la misma [u 11 cioll con i gllal
(~xito, matando cinco hombres, y cogienuo 37
soldados, un Capitan y un tamhor. En el mismo
dia dispuso Obispo qll'~ loda Sll di\ision nvanzase
hasta las faldus de la montal~a cld castillo (le
l\1oniuí, y que formada en b,¡[;¡lb ,1 ia vista de
J3arcdona, y bajo el flleso de} Ca!lOll enemigo,
(Iue dis¡¡urabn sin cc:-ar desde la plaza y castillo,
prestase el solemlle jllr;lIlwlllo de ohcdiellCirt y
fidelidad ,í las Cortes, cuyo acto ~e cclchr,) con
triple s,lha y repelillas áclamaciones al Rey Fer-
nanJo VII) sin C¡1H: el illlllil}('nle pcli¡;ro á (ple
estaba e~pllcslO, Il¡¡Líese alterado cn lu mas mini-
1110 la :Il('sría y el CIÜliSiélSlllO del 50Id'1(10. Dcs-
pues de cOllcluida (',;ta cei'emoui;¡, cdcbra(la de
Illl mo(lo tan milil;]!' J' heníico, la benemérita
divisiolJ de Obi~p() CllI prenuió su retirarla con el
mayor ól'uen, siu (111(; los enemigos atónitos osa-
sen salir en su S('gtl¡I~1i(,lllO,


La divisioll m~;lld,l(!¡¡ pOI' el Baron de 1':1'01c5
alcanzó lIua brillante vicloria ,~ül)re el cn,~migo
el 18 de Octubre, La posicioll ca qllC se kdbha
sohre Darnius) incomudaba sobt'('ll1~ncra á los




(451)
fl'nncescs en ]a conc1uccioll de sus COIH'Oycs; y 1810.
con el {in de dcsalojnrla de ella y de protegel' t;!l
tránsito de un convoy (pIe estaba ya en camino ...
reunieron lodas sus fuerzas, aumentadas COll mas
de 1.000 paisanos roselloneses; pero el Daron,
110Licioso UC e~ta reunian.> los (~ngniió con una re-
tirada falsa que mauuó emprender á Ulln parte de
Sil gente sobre Llorona, mientras qnc él Con una
COlllralll.1rchn se U('jó cner sobre el camino real.
No tardó mucho en prcsclll,lI'se e} COllVOy, del
que se apoderó del todo, des pues ue haller deja-
do en el siLio 5 oficiales enemigos, 250 soldados,
y hecho prisioneros otros dos de lüs primeros y
73 de los segundos, sin mas pérdida que la de
haJ)(~r sido herido de un hnyonctazo el mi~mo
13aron y un soldado. La desproporcioll de muertos
en esta accíon procede de la tenncidarl con que se
defclldieron los enemigos, y tld brio y villor con
que cayeron sobre ellos los ln'lsares tle San Narciso
y demas tropas, no tL11Hloles lugnr á recollocerse.


Este descalabro irritó á los enemigos, y trala-
ron de vengnrse. Al efecto, el GCl}(~ral Collier
reunió en Lladú 2.000 infantes y 100 caballos,
para ataenr al Daron ell Tort.dlá, á donde se habia
retirado dC'~r\lcs de la accioll del 18; mas saDe-
dor este tle tollo, lomó la resolución de prevellir-
se, allllcl'lC ]a milnd inferior en fuerzas, y con el
c~travío adl'll1as (lel Datilllon de los almogahares
(lIle se separú l'11 la marcha forzaJa (lue empren-
d¡~') en la noche tlel ~O al 21 para atacarlos en su
mi"ma posiciono Ko pudo veriucado Con taulo si-
gilo 1ue el enemigo no tuviese conocimiento tle




(452)
1t!10. ello, en términos que cuando llegó á avistarse


con él) le encontró no solo en disposicion de re-
sistirle, sino de atacarle, lo (lue ejecutó por tres
veces; pero fue tanto el brio y valor de los espa.
iIoIes, r¡ue dcspucs de rechazarle, le obligaron á
emprender una vergonzosa fuga, abaudonando
fusiles y mochilas, sin que fuese posible á sus gc.
fes detencr á los fugitivos hasta las mismas mu-
rallas de Figueras.


Irrilauos los espailOlcs de haber visto pasar
por las armas á un paisano, no (tieron cllarlel en
esta ocasion, de modo que solo se hicieron pri-
sioneros un Oficial, 3 sargentos, y 4 solJaJos. El
cansancio de la tropa que en marchas y contra-
marchas habia hecho en 5 días 60 horas de ca-
millo, nO permitió seguir el alcance (lel enemi-
go. Esta gloriosa accion no costó mas (pIe dos
muertos y 7 heridos.


Mientras que el ejércitoespaüol se batía con
tanto hOl1Gr en los diversos puntosqlle oCl1pabn,
unos 200 hombres, á las órJenes del Tellit~nlc
Coronel Oronnan, se embarcaron en las fl'il"atas i?
inglesas la Cambrian y la Voluntaria, y corrien-
Jo las costas de levante deslle Bosas arriba, hi-
cieron varios desembarcos en la Selva, Catlaqu{·s
y Llanza , destruyendo las baterías que habia es-
tablecido el enemigo para proteger su comercio
costanero, y recogicllelo las contrihuciones que
·d.os años lwcia no pagaban aClucllos pueblos, y
adcmas<liferenles artículos Je víveres pertene-
cientes al enemigo.


Entre tanto el General Bassccou!'t, á la ca!;;;·




(453 )
r;a de 7.000 infantes y 500 caballos, avanzó cl13 ltll0.
de Noviembre hasta V 1l1ar-oz con Jesignio de so-
correr á Tortosa. Suchet partió rápidamente el
15 para Ulldecolla con 4.500 hombres; mas á su
aproximacion Bassecourt se replegó sobre PeüÍs-
cola. El 25 se puso .este en. movimiento en tres
columnas: la dd centro, que fue la que llrg¡J Ill'i-
mero á UndcCODa, alac~ á los enemigos DI ama-
necer del 26, á pesar de no haberse presentado
Qun las de la dcrcdw é izquierJa. Los franceses
se vieron arrollados en vario:; puntos dentro tl~
las calles y caseríos de Ulldecona, y el fuego era
vivÍsimo; mas viendo el General espailOl que las
otras Jos culumnas no parecían conforme á lo
dispuesto, mal}(ló que la que se batia se retirase
á Vinaroz; pero mientras se ·hallaba esta descan-
sando en este pueblD, se l)l'escntaron de impro-
viso los enemigos y la pllsicron en completo dC:i-
órden, ret'ugiillldose á PcüÍscola prccipiladol11en-
te. lnterin sllcedia esto en los camjlos de Vinaroz,
20 lanchas cailOl1eraS inglesas vinieron á amena-
z~r la torre de la Rápila, am[Jgando un desem-
barco, con el ohjeto de llamar la atel1cion por la
espalda al ejército sitiador de TOl'tosa. El Gene_
ral Arispe, que por muerte del General Laval se
hallaha encargado del silio, destacó fuerzas con-
siderables con artillería correspondiente pura
oponerse <JI desembarco que no tu vo efectoo


La .r unta de Valencia (}i"pllSO al mismo tÍpm.
po 11ue un cuerpo de ü.()/)(} hO.111L1'e5, á lag.tf'~
lleS de los Generales Villacampa yCarv,,<!~, ".
tenlase una cliversion sobre Zaragoza. El; ~ '/l",>t




( 454)
1810. el General Suchet dió órden al General polaco


Clopiuski pat'a que marchase sobre Terue! con
7.000 hombres .. y los espaüolcs, sorprcudidos en
su marcha, tu vieron que retroceder sobre dicho
pueblo, á donde el 30 de Octubre por la noche
entró Clopinski persiguiendo á Villacampa. El
General Carvajal babia salido de alli ,í las dos de
aquel mismo dia con una division de artillería,
por lo (Iue sin detenerse el enemigo en aqllella
ciudad continuó e11 su alcance :i las 12 de la no-
che. El 3l á las 11 de la mai'lana fueron alcan-
zados los españoles en la rambla dé Alven-
tasa, y despucs de defenderse algun tiempo, tu-
viel'on que cedel' á las repetidas cargas de la ca.-
ballería francesa, abandonando el calUpo al ene-
migo. EL General Clopinski condlljo á Zaragoza
los prisioneros que cogió en esta accion ,y se cm-
peiJó cn persf'gllit· al General Villacampa. El J1
de Noviembre tomó posiciones cn Fuensanla, en
la misma frontcra de Castilla, y el 12 ViUacam~
pa COn su division de 3.000 hombres oCllpaha la
espalJa del pueblo de Villcl, en cuya posicion
fue alaca(lo por el General Clorinski éÍ la cabeza
2.íOO illféllltes y 280 caballos. La accion duró lres
horas, al cabo de las cuales un movimiento qne
hizo el enemigo sobre la izquierda de los espnilO-
les, le proporcionó una gran venlaja, y aqncIlos
se retiraron onLenadamente y sin ser perseguidos.
De este modo cll,echl'on frustrados los esfuerzos
de la Junta de Valencia, que para salvar á Tor-
tosa se propuso llamar la atcncioD del enemigo
llor Valencia y Arabon.




(455 )
El Mariscal Mactlonald, á quien dej:Jl11os en 1810.


Agraml1nl, emprendió con todo su ejército ~ll
marcha ;.Í Barcelona, y continuando h~sta Gero-
lW J entró en esta plaza el lO de Noviembre, donde
dejó descansu!' á sus tropas <Jlgul1oS di¡¡s, que
ocupó en su equipo yen reemplazar' con los cons;
criptas l'ccicnvcnidos de los depósitos de Francia
las muchas baias que habia esperimentado su ejér-
cÍto en las diferentes acciones qne hemos referido;
El 22 se puso en marcha para JJarcelona con !In
convoy consídcraLlc; siendo tal el eslado (i(~ in-
surreecion del pais, que para conducir' y ells[o·-
dial' un convoy era preciso sufrir' 1<1s fa[i¡;;ls mas
cscesivas. Los soldados, agobiados con sus víve-
res J teni¡¡n (lL1e trepar por las lilas ;ísp('J";¡S colinas
para desaloiar al ca[abn (ille le ;lct,c!¡;¡ba y des-
cargaba coutra él un d¡\¡¡yio de l;;d¡¡s) mit'lltras
quc el COlHOy tCllia eple atravesar ¡t'ntamen[e por
estrechos y escarpados dcsl¡b<!('rvs, donde el
vuelco de un cano cualquiera, ti 0[1'0 acci-
dente Lle esta natLlraleza, retardaba la marcha
dias}T noches. Sin embilrgo, el COI1VO\! de fille se


{, L 1 1


habla entró illtacto en Barceloua el 25 de No-
viembre, sin eple los espalwles apostados en
sus inmediaciones hiciesen llinglll1a tentativa,
con t cuidas por la inmensa s II pe rioriJa d del cnc-
mlgo.


Aprovechando los catalanes PI tiempo que
lVhcLlollalcl (~stllVO concentrado en Lérida y Cer-
vera, lo cm¡llC¡¡rOll en estropeai' los caminos 11a-
eicmlo rnnchas corladuras, y lleniÍndolos de es-
combros, de modo tplC el ('j¡"rciln francés enCOll.




(456)
1810. traba en su tránsito á cada paso las mayores diú.


cuh.ades.
Macdonald: que por la IlccesíJad 1] ('gente do


socorrer.la guarnii.:w:, (~e barcelol13 luJ)ia dc¡a-
á.o de cooperar C0h ",uchel al 811.io defonoFt.!j
despttes de renovar la gua:n:íciou de aquella p~~.u
~a , 86 jJUso en movimiento al ie.':nediatc dla d:t
&u entrada en ella, y con marchils., no mcn09
difíciles y peaosas que las precedentes) ;.lravct .. j
el '::'oii de Sania Crisln:¡, y lOE dl:snladcrG .. dt1
LJont.illanc, J pas,muo d~;8de Falset las CSC,H'-
padas montailas, al través de las cuales corre ei
Ebro hasta cerca d~ su embocadura;. vine á ·..;ste.~
Llecer su cuartel general. en Ti ~'er "i:;, .,)b,.'c estH
mÍsmo 1'io, Una P:1l.8 de ir,s l:'O{;~.: de su e¡{'~ Ó~¡,
permaneció con el) llc~ J(.r¡¡ 3e pu~') el le L,JS"üEi~
cion de Suchet para relor.,ar los puesw:; r'v<IU~~
zados que tcuia cOlocados cerer de IH1~'rH,3t.:. :f
contener las lentativas de la;,: trop':.l,"'jiJ:.Jt·:.il,;l
del campo de Tarragona. El grueso::~i e¡ército
de Campoverde siguió los movinücnto~j de í'lac-
donald~ sin tener otro encuentro de considera ..
cion que el que sosluvo una. pegufüa SeCCíi.1!l d{~
la division del General Obispo, á 1;-,s ól'!.lclICS
de! Coronel Sarsfield, junto á los l"-lonjos, dO •. ide
se hallaba con el objeto de contener al ene'llH~;Ü
en su marcha, y de cubrir el movimlell'{\ ,¡e I'Y
do el cj(~rcito. Habiéndose rresentado la Yan~:n
dia enemiga en nlÍmero de 3.000 WfHlltcS) .•
caballos, Sarsficld formó 81'8 ~n'J',I" l;~' ll.'.:.,.
]1ara recibirle, lo epw hasto p' (': "lo 1.
migo, i~u~~~ LvL~ l~ l ~C ~¡ .... Lt~~, ,'~




(457 )
pczó éste el at:lqur con sus gucrrillas. Las tropas ISlO.
de Sarsfit>!cl consistian t'lIliCélmcnte en el regi-
miento de Ultouia, dos cSlladrones de caballería
y varias partidas sueltas de otros cuerpos, por
C!lya cau~a mandó cJlIe se retirasen; pero habien.
do sillo ataca da vi gorosa mcn te s u reta gu ardia
por dos escuadrones d(~ cahallería francesa, fue-
ron tan bien recibirlos por los coraceros españo-
les, ([!le desp!lcs de hnbedr:s hecho sufrir una
gran (!errola, tllvieron (llle retirarse precipitada-
mente, sin atreverse á incomodar mas á los es-
paüolcs.


El ejército esrailol de Cataluila se hallaba á
esta S8ZOll distribuido de este lllO<lO. Una divi-
sion de 8.000 hombres, á las inlllediatas órdenes
de Campovel'lle, estaba (lestinalla á obrar contra
los franceses en la orilla izquierda del Ebro en
union con otra al mando del General Iranzo,
compuesta dc dos batallones Je .illfanle1'1a y 700
caba llos. EsLas tropas) situaclns en V alls, y en
];¡s gnl';;allla., de los pasos que conducen á sus
lLinos, dcbian oponer'se á In bajada de :~\Iacdo­
nalel ai campo de Tat'l'agona, si la intentase, Ó
illlllHLr Irallzo con su cahalleria, en el caso de
qne tslc aballdonase sus posiciones, la llanura
de Urgel, mientras que Campoverde, con el res-
to (le las tropas) marchase sobrc la posicion de
Falsct.


La tercera di vi~ion, ,í las órclell es del Gene-
ral Obispo, que con la dcnominr!c.ion de volante
est~:ba en marcha por el Llobregnt, no debia te-
llt'r plllJlO fijo, silla obral' en cualquiera sentido


TO'10 11. 58




(458 )
1810. que pudiese dar recelos al enemigo, así como in-


comodar á este en todas sus comunicaciones v
, "


oponerse á CUillqniera operacíon que pudiese em-
prender la guarnicion de Barcelona, ó las fuer-
zas francesas del Ampunlan, debiendo ser en
caso de necesidad su punto de relirada l\1onlser-
rat y Cardona.


Tal era el sistema adoptado 1)01' Campoverde,
cuando en 13 dc Diciembre ~Iacclonald COIl tojo sn
ejército tomó la direccion por Prades, Cornudella
y Mansos de Mora á Ginesta, estableciéndose en la
llanura que ~1a'y entl'e esLe úlLimo pueblo y Tivi-
sao Para proteger este movimiento el GCllel':ll Sll-
chet hizo adelantar una di vision sohre Falset J la
que se corría por su derecha á mellida que llega-
ba el otro, con el fin de interceptar la comunica-
cion de los espaüoles con la plaza de Tortosa,
intentando cortar la reliracla á llll destacamento
español de la guaruicion ue aqllella, fIlie se ha-
llaba apostado en el coll (le Alba, el que ataca-
do por el enemigo, supo burlar tOllas las medi-
das, retirándose:': la plaza de~pl1es de una glorio-
sa defensa, que costó á Macdonald mas uc 400
hombres. Mas desde este momento CInceló cerra-
da á los españoles toda comnnicacion con la pla-
za, y dos convoyes de víveres, que estahan en
camino para ella, el uno por mar y el otro por
tierra, tuvieron que retroceder, aunque una pe-
queña parle de este último enlró en Tortosa,
salvándose felizmente la otra parte.


En la misma maüana en quc el ejército de
l\1acdonald abandonó á Mont-blanc) el General




( 459)
Iranzo ocupó dicho pueLlo, y la division de Cam- 1810.
povenle marchó sobre RilHlecols, ocupando con
fuertes avanzadas el coll de Irlas y el de Alforxa.
l\lacdollald, reforzado con una division de 4.000
hombres de las tropas de Suchet, se situó en po-
siciones inatacables, en el terreno que media
desde Ginesta por el coll de Alba hasta el Ebro,
en cuya orilla izquierda se apoyó. Campoverde
n:ltla podia emprender contra é1l)or el corto nú-
luero de sus fuerzas.


El Bafon de Erales, que por entonces ocupa-
lJa á Olot, supo que las tropas enemigas que se
hallahan á las órdenes del Gobernador de Gero-
na I3aragues d'ITilaire, trataban de sorprenderle,
y no pudiendo con el carla llllmero de su gente
uefcuucl'se en su posicion, se retiró á la falda de
la suhida del Grau en la noche deI 5 a16, á ticm-
po que los enemigos, que venían á atacarle, se
lwl1ahan ya á la vista. Sus guerrillas tuvieron
varios encuentros con los franceses) los cuales
permanecieron en Olot hasta la mañana del 8, en
(jUC marcharon á ocupar de nuevo sus antiguas
posicioncs en Besalú. El aviso de esta retirada
ll(~gó al campo del 13a1'on en el acto en que sus
tropas iban á repartir el rancho, el cual abando-
naron; y por un movimiento espontáneo y uni-
versal, marcharon en persecucion del eJlemigo
con tal rapidez, que á pesar de hallarse éste ya
á cinco cuartos de lcgua de distancia, le ulcan-
zaron eH Castellfollit y le atacaron con tal valor,
quc alTollaron su vanguardia poniéndola cn hui-
da. Los cspaüoles slgUleroll el alcancc j pero al




(460 )
HIlO. salir de los pasos escabrosos, se encont.raron COn


el grueso de la division enemiga, que sostcl.1i,la
por su caballería y artillería, bahia totuado posi-
cion en el llano de Poli(;f'. A pesar tle <pIe el f13.
rOn carecia de estas dos armas, pues que solo 20
11úsares de San Narciso hablan pouluo seguirle
en]a celcl'iJad de su marcha, despreciando la
superioridad del enemi¡;o, no vaciló en atacarle
en Sil posicion, y arroj:índole de una en otra, le
persiguió hasta mas allá de TIcsahí, La noche y
el cansancio terminaron esta gloriosa funcion, y
el Baron, contento con haber muerto mas de 300
enemigos, herido 500 y hecho 10 prisioneros, se
restituyó triunfante á Olot á dar el deLido des-
canso á sus tropas, que 50]0 tuvieron la pér-
dida de un Oficial y 24 soldados muertos, 4
Oficiales y 55 soldados heridos. El número de
franceses prisioneros l]llC se hicieron en esta
3ccion fu.e tan corto J PClI'lF1C in¡)JlJidos de (¡ue
no se les daba cuartel, preferían precipitarse
por los barrancos y peitas á enlregarse á tlis-
CreClOn,


La imposibilidad en qne se hallaba á la saZOll
el ejército espai101 de socorrer á Tortosa, cUJo
sitio empezaba Suchet ;Í ndelautar con e1* mayo!'
vigor) y de atacar con buen éxito ,i Macuollalcl,
que le cortaba toda comnnicacion con a(]llclla
plaza, unido á la circunstancia (pJe hemos indi-
cado ya, de haberse tenido que retirar á TaI'I'a-
gona para curarse de su herida el General Odo-
ne11 J depositando el manila en gcfe en el 1\1ar-
(lUÓS de Campoverde, desalentó sobremanera al




( 1(;í )
ej¿'rcilo esp:1iwl uc C"lalllüa. Campover(le, de- 1~10.
seoso de aentar con los medios 'lile en tan crí-
ticas Cil'CllllstallcÍas deberian adoptarse, convocó
un consejo ,te generales, en que se trató tIe 108
mas convenielltes, y en él se acordú la ocupa-
cíon de "C rgcl , y la sorpresa de los destacamen-
tos enemigos que guarnecian ac[uel país. La cje-
cucion de esta arriesgada operacion se encargó
al Brigadier Don Bartolomé Georget, el que en
efeclo ,:;alió de l\1onl-blauch en la noche del 2 al
3 (le Enero, y el pesar Lid tel1lporal de frjo y nie-
ves, sorprendió, al rayar el dia, con ulla colum-
na de 673 caballos y otros tantos infantes, al
enemigo eH el acto de em pezar á formarse; y sin
emhargo de la superioridad numérica de éste,
luvo que ceder al arrojo de los espaüoles, po-
niénuose en precipilada fuga, y dejando en su
poder 200 pri!>ioneros , con muchos muertos en
el campo. Es!a ventaja exaltó de tell suerte el
ánimo de los soldados, que se arrojaron a perse-
guir á los enemigos, sin qnc estos) en dos veces
que lograron formarse, pudiesen conlellcrlos,
siendo siempre deshechos, hasta qu~ á la terce-
ra, reforzados por un trozo de caballería, car-
garon sobre los espailoles, (lU(~ fatigados por lan
larga marcha y reiterados encuentros, tuvieron
que ceder y retirarse, quedando prisionero el
:Brigadier Georget, y rescaLados por el euemigo
los que anteriormenle les hahian cogido los es-
paüoles. Estos tu vieron 7 O caballos muertos J
queJando en medio del enemigo, por la retirada
de la caballería, el batallon ele infantería espe-




(AG2)
1810. dicio'aario con su Comandante Don Juan Orrían


y Maimo, á cuya presencia ~te espíritu se debió
el que, forrnando éste dos sólidos, y protegién-
dose estos alterllatÍvan1cntc, pudiese retirarse sin
mas pérdida 'lue la de cinco prisioneros, ocho
muertos y treinta y ocho heridos, á pesar de ha-
ber sido perseguido vivamente por espacio de
mas de legua y merlín por 70 caballos enemigos.
El dcmasiado ,u'dor de los soldados, y la sobra-
da confianza (lel Gefc que los mandaha~ malogra-
ron esta espedi.cion.


En este mismo dia, y cuando el ejército de Ca.
talurla conservaba aun bastante buen espíritu yen.
tusiasmo, se recibió la no esperarla noticia de la
rendicion de Tortosa, por cuya conservacion sc
habian hecho todos cslos movi.mientos. Esta plaza,
bañada por el Ebro, y colocada en una cadena
de montaiIas, está circundatb por Ull recinto
amurallado, del que una parle descalJsa sohre un
llano, y la otra se eleva sobre colinas de grani-
to de cerca de 200 pies ue alto. La plaza tiene
por re(luctos un antiguo castillo sobre una roca
elevada. Suchet, auxiliado por el ejército de Mac-
donald, embistió formalmente á T01'tosa el 15 de
Diciembre. Abierta la trinchera en la noche del
20 al 21, continuaron los trabajos con la mayor
activirlad á pesar ue las seis salidas r¡ue hizo la
guarnicion para interrumpirlos. El sitiador diri-
gió un ataque falso al fuerte de OrIcans J otro de
la misma clase á la cabeza del puente sobre la
márgen derecha del Ebro J y el verdadero en la
prolongacion de la iZfluierda de este rio al ba-




(463)
luarte del centro. Los pro~l'csos del sitiador fuc- 1810.
ron mny l',í[li¡}o~, logrando coronar el camillo
cuLierlo antes del 29, en cuyo lEa hizo romper
el [llego á diez Laterías contra la plaza, oLligan-
do el 30 ,í. los espailoles á evacual' la cabeza del
puente, desplles de destruida por los fuegos de
la artillería. En la noche del mismo dia se veri-
ficó la hajada y paso del foso en la direccion del
punto principal de atafIue, sin embargo de los
esfuerzos de la gual'l1icion, qne consiguió alguua
vez desalojar á los trabaiadül'es y destruir algll-
nos de sus líliles, teniendo que cedel" al fin á los
esfuerzos del sil iaLlol', cuyos minadores queda-
ron ya aplicados allllllt'O. Los francescsempezaron
á trabajar en la contra-esc:1rpa la batería de brecha,
y bien pronto se hallaron practicables dos bre-
chas} y las minas en disposicion de volarse. Los
sitiadores Lleseaban ¡]nr el asalto; pero un pabe-
lIon Llallco enarholado en la pJaza á las 10 de
la maüana por mandado del Brigadier Conde de
AlacIw) que pOI" indisposicion del de igual clase
Don Manuel Vclasco hacia de Gobernado!"} hizo
que se suspendiese el fuego _' pasando dos Oficia-
les espailOlt~s al campo enemigo á proponer á Sll-
chet á nomhre del Conde de Alacha, ulla sus-
pension de armas pOI" quince dias, al cabo de los
cuales se rendiria la plaza si no fuese socorrida,
y su gnarnicion se retiraria ,i Tarragona con ar-
mas, bagages y cuatro piezas de artillería. Suchet
desechó estas proposiciones, y dispuso que un
Ayudante suyo acompaüase á los parlamentario~
para proponer al Gobernador la rendicion de




(4G1)
1f\10. la pIna, enlreg;í.nrlose la gllarnicion pnSlOnera


de guerra, y siendo condllcida ,i Francia. Al mis-
mo tiempo (Ille se hacian estas proposiciones
rompieron (le nuevo el fuego en la noche del 1
al 2 las baterías de brecha, y en el espacio de
siete horas tenían dos practic<lbles para doce
hombres de frente. Trcs pabellones blan('os fue la
señal (le peJi¡' la plaza segunJa vez capilulacion;
mas Suchct hace cOlltinuar el fuego, y e.\.igc por
preliminar ([UC se le cnll'egue uno de los fuerles,
para evitar Ulla sorpresa y asegurar su viClo-
ria. La confusion, el desórden y la indisciplina
se apoderaron de la guarllicion en estos momen-
tos críticos, é ÍnLerin se Consume el liempo en
contestaciones sin convenirse en capilulacion al-
gun~, el General Suchet, seguido de algunos de
los suyos, se adelanta con direccion :d castillo J
intima ;t las centinelas que le dejen ¡wllctral' en
él, Y manda al Oficial de la guardia le conduzca
:i la presencia del Gobernador. Permílesele la
entratla por un efl?cto sin tllllla lle aturdimiento,
coronan al mismo tiempo las hrechas los grana-
deros frances8s, su General manifiesta la impa-
ciencia ue los solJa(los por el asalto ~ amenaza
con pasar á cuchillo la gual'l1icion de la plaza, y
dicta él mismo una corta capilulacion quc firma
sobre un cnñon, por la quc quctlan rendidos á
tliscrecion 7.000 hombres con su Gobernador
Conde de Alacha. Los olros fucrtes abren igual-
mente sus puertas despl1es de una ligera oposicion
que se manifestó es¡wcialmcnte por parte del co-
mandante del de la Tenaza. Las tropas frances311




(465)
ocuparon la ciudad, y la guarnicioll española, 18tO.
despues de entregadas las armas, evacuó la plaza
diri aiéndose sobre Gerta, desue donde fue con-


o
duciJa á Francia.


Los sitiados tiraron 20.000 cañonazos .en los
seis meses de medio bloqueo, 13 días de sitio,
13 horas de trinchera abierta, y cinco días de
continuo fuego.


Este golpe fue de los mas fllnestos á la causa
ae Espa¡-w J terminándose con él la tercera cam-
paña. Los catalanes espcraban ver renovada en
Tortosa la gloriosa defensa de Hostalrich, y emu-
lada la de la inmortal Gerona; por lo que al ar-
ribo de esta fat.al noticia, el Ma"(!ués de Campo-
verde hizo convocar l~n Tarragona un consejo de
Oficiales generales, el cllal des pues de haber to-
mado en cOllsideracion la conducla del Goberna-
dor de TOl'losa, Brigadicr Conde de Alacha, le
declaró traidor á la patria, y como tal reo de
muerte, la <lue inmediatamente se ejecutó con la
mayor publiciuad en su estátua.


No obstanLe, pasada al]llella primera eferves4
cencia, en que el pueblo generalmeute calificaba
ele traiciones todos los reveses de la fortuna el


I


COliGe de Alacha i lIstifieó plenamente su conduc-
ta, horraudo la nota ele infamia v de traicion


01


afecta á /ill nombre por la decision del consejo de
Gen era I es ce lebra do en Ta na gona.


Con la rentlicion de esta plaza terminó la
tercera campaila, la mas iufallsta, sin duda, de
las siete que la Nacioll espailola sostuvo en esta
memorable guerra. En toda ella los ejércitos es-


TOMO 11. 59




1810.
(466)


pañoles fueron batidos en casi todos los, punto",
por las fuerzas gigantescas con que' los atacaron
los franceses; en ella el ejército anglo-lusitano
se vió reducido á atrincherarse en las inmedia-
ciones de Lisboa J y en ella se perdieron las pla-
zas de Hostalrich , Lél'ida, Mequinenza, Almei-
da, Ciudad-Rodrigo y Tortosa; pero las mismas
victorias del enemjgo puede decirse que contri-
buyeron á su ruina, porque esparciéndose por
la circunferencia de la península; y debilitado
con sus mismos triunfos, presentó á los españoles
muchos, flancos, que atacados sin cesar por los
ej ércitos y partidas de estos, le obligaron á reple-
garse' y concentrarse.


El16 de Diciembre la Regencia de España é
Indias di vidió las tropas espalio,las que militaban
en la península en seis cucrpos de ejército, en
esta forma: El de la derecha ó de Cataluüa al
mando interino del Marqués de CampoverJe ... se
denominó elLo: el 2. 0 se compuso de las tropas
que habia en Aragon y Valencia, y se puso al
mando Jel General Bassecourt: el 3. o que estaba
interinamente á las órdenes del General Freire,
lo formaron las tropas del ejército de Murcia: el
4. o al mando del General Lapcüa, bs tropas
acantonadas en la Isla de Leon, campo ue Gibral.
tar y CondaJo de Niebla: el 5. o á las órdenes del
Marqués de la Romana, las tropas del cj(~rcito de
la iZ(luierda que maniobraban en EstrenuHlura y
se hallaban empleadas en la defensa de las líneas
de Torres-veJras; y finalmente el 6. o ejáciLo, al
mando del General Maby, se formó de las tro-




( 467)
pas del de la izquierda que habian permanecido 1810.
en Asturias y Galicia.


Cada uno de estos ejércitos debiaconstar de
tres divisiones de infantería y una Ó filas de ca.
ballería, con su correspondiente artillería y trans-
portes. SeiJaláronse los distritos de cada uno, y
se mandó que las partidas de guerrilla ,compren-
didas en eUosestu viesen al mando de los res ..
pectiv05 Generales en gefe ; y asi fue :que en ade-
lante la del Empecinado llegó á ser una ,division
del 2. o, la de Don J uEan Sanchez del 5.0 , y las
de Mina -' l,onga y otras vinie,fon íi formar el 7. •
ejército ,creado en Enero de 1811, á las órdenes
del General Meadizabal.




( 468)


CAPITULO XXIV.


COÍlvoeaeion de Codeso - Eleecion de Diputados. - R~­
union de las Cortes. - Su instalaeÍon. - Esposieion de
la Regcncia. - Primeras llledidas de las Cortcs.-Pres-
tan los Regentes el juramenLo de fi(leIÍtl~(l. -Se lij~n
sus atr'ibuciolles, -Establecimiento de l~ lihertid <le jUl-
prell tao - El Obis po de Orellse 110 recollocc la soberanía
de las COJ't(~s. - Medid;" (Ille adop,tan cont,fa él. - Ha-
cen diJllision los Regentes. - NOll1hramiento de una
nueva,Regencia. - Restricciolll:'s que hace al jurar el
Marqués del Palacio. - Su arrésto y cama.-Se decreta
un mOllumento :í JOJ";;e IIJ. - I}royeclo (le forlllar una
COllsLitneio!l,-Opo,ieioll de algllll03 Dipnt<l(los. -Des-
tierro de los individuos de la pl'illlera Regcncia.-l'l'oTI-
!Iencias <lue adopta el gnhicrllo intruso de JUStr.-Convo-
ca Codes.-All1llistía.-DiyisÍon del terrÍtoI'Ío.-Guar-
dla cívica. - Juntas cl'iIJlill;des. - Yalol' dd OIJis¡JO au-
xiliar de Madrid. - Ex.hol'hilantes cOlltribuciones. -
Azall7:a, Emhaja(lor en París. - Estauo de los pueLlos
dominados por los franceses.


1810. Si tantos y tan grandes eran los sacrificios qne
la Espai'Ja hacia pa ra conservar s u in d epen del1cia,
ofreciendo Sil resistencia en la parle militar un
cuadro de los mas brillantes, no era menos gran-
dioso el que presentaba por la parle políLica, re-
Lirada al último confin Jp su territorio J teniendo
al frente un ejército enemigo, sin dinero, desti-
tuida de todo auxi.lio, procllramlo organizar un
gobierno, y convocando las Cortes de la Nacion
en medio de las ruinas y del estrago de la guerra.




(469)
Los eminentes servicios que estas habinu presta- 1810.
do en lodos tiempos á los Soberanos ue EspurIa,
nlovicron al He)' Fernando á dar en Bayona , en
5 de Mayo de 1808, como ya en otra parte deja-
mos indicallo, el decreto para su convocacion en
el parage mas espeJito, para que por de pronto
se ocupasen únicamente en -proporcionar los ar-
bitrios y subsidios necesarios para atendpr á la
defensa del B.eino , quedando permanentes para
lo dvmas que plH!iese ocurrir; y autorizando á la
Junta <le gobierno que haJ)ia Jejatlo en MaJrid,
para que en cuerpo, ó sustituyéndose en uno ó
muchos indivirluos, se trasladase á parage seguro
para hacer la gllcna á los franceses, y á nombre
de S. M. ,y r('presentando su misma persona ejer.
ciese tOlhs las fUlIcioncs de la soberanía. De este
modo el Rey ocurrió sáhiamentc á que no falta-
se á la Espafla una norma fija que seguir en las
operaciones de su gobierno.


La Junla Ceillral pensó tambien en convocar
las Cortes, sea porque (luisiese dar cumplimiento
á la última voluntad del Bey manifestada desde
Bayona, que ya se habia hecho públicll por me-
dio de lailllprenta , ó sea que cediese á los cla-
mores pídl)icos; pero con tanta lentitud, que dió
lugar á llue casi todas las provincias fuesen ocu-
padas por el enemigo, no espidiendo la cil'cular
convocatoria hasta los últimos mOl11enl asde su
existencia política, en 22 de l\layo de 1809, seiJa.
lando para su instalacion el LO de Enero de 1810,
y prolongando despues esta época hasta 1. <> de
l\lal'zo del mismo año. Disuelta la Junta Central




(470)
t8tO. y confiadas las riendas del gobierno al Consejo de


Regencia, este fijó para la reu.nion de las Cortes
generales y estraordinarias el 24 de Setiembre de
t8l0 .en la Isla de Leon. La eleccion de los dipu.
tados se verificó aun en muchas <le las provil1.cias
ocupadas por el enemigo, siendo este uno de los
rasgos mas notables y característicos .del espíritu
público de la nacion, pues en medio de las con.
mociones de la guerra, se vió á muchos pueblos
COn las autoridades á la cabeza marchar á 10íf
puntos de las elecciones, y verificarse estas ínte-
rin se combatía al enemigo en sus inrnediacioncs.


El decreto de la Junta Celltrallle 29 de Enero
de 18tO llamaba á Córtes á todos los Grandes de
España, á los Prelados y á los Procuradores de
las Ciudades, y disponia que los dos ]lrimeros
estamentos deliberasen reunidos, yel último se-
parado, á imitacion de lo que sucede en Ingla-
terra , seiwlando ]os puntos de (fue habían de
tratar las Córtes, el tiempo que habian .de durar,
y las funciones que habian de ejercer. Este de-
creto, lleno de sabiduría y prevision, fue eludido
y estraviado, y 110 se logró que apareciese, á
pesar de haberse formado causa en averiguacion
de su paradero. El pal,tido dominante en Cadiz
logró asique se reuniesen únicamente los Dipu-
tados de las Ciudades y Juntas de provincia, ya
propietarios, ya suplentes, arreglándose la repre-
sentacion nacional por el número de habitantes.
El Consejo de Regeucia, por su decrelo de 4 de
Febrero de 18 LO , contribuyó tambien á una iD·
Jtovacioo no menos funesta, concediendQ re-




(471 )
presentacion en las Cortes- á los naturales de las 1810.
colonias españolas.


Verificóse al fin la instalacion de las Córtes
el 24 de Setiembre de 1810, supliéndose la re-
presentacioll de las provincias subyugadas por
el enemigo, é imposibilitadas de hacer las elec-
ciones, y la de las colonias mas distantes, con
los emigrados naturales de las mismas, residen.
tes en la Isla Gaditana, que fueron nombrados
suplentes 7 aunque con las mismas facultades y
atribuciones que los propietarios. Cuarenta y
ocho fueron los electo!"> de este modo} y Jos res.
tantes hasta ciento y cuatro fueron nombrados
por sus repectivas provincias.


J untos todos en el palacio del Consejo de Re-
gencia en la Isla de Leon, se dirigieron á la igle.
8ia parroquial por medio de la tropa de casa Real,
y del ejército acantonado cn la misma, y que se
l1allaba tendida eH el tránsito, á implorar la asis-
tencia divina por mellio de una misa de Espíritu
Santo que celebró de pontifical el Cardenal de
Scala, arzobispo de Toledo. Con anticipacion
tenia mandado la Regencia, que con el fin de
implorar del Todopoderoso luces para el Con-
grcso Nacional} sc hiciesen solemnes rogativas
por trcs dias. Durante ]a Misa, y despnes del
Evangelio, el V cuerable Ohispo de Orense Don
Pedro Quevedo hizo una Ol'acion exhortatoria,
concluitla la cnal, el Secretario de Estauo y de
Gracia y J usticin , Don Nicolás l\1arín de Sicrra,
pronunció en alta voz la fórmula de juramento,
y todos los Diputados juraron: ((La Santa lleli-




(472)
fStO. «gion católica apostólica romana, sin admitir


«otra alguna en estos reinos: conservar en su
«(integridad la Nacion espClilOla , y no omitir me-
,(dio algl1no Fara libertarla de sus injufltos opre-
«sores: conservar' á su amado Soberano el Señor
t<Don Fernando ViI todos sus dominios, y en su
«defecto á sus legítimos sliGesores , y hacer' cuan-
«tos esfuerzos fuesen posibles para sacarle del
«cautiverio y colocarle en el Trono; y desem-
«peilar fiel y legalmente el encargo qlle la NaciOIl
«había puesto á su cuiJauo, guardando las le-
«yes de España, sin periuicio de alterar, mode-
«rar y variar aquellas que exigiese el bien de la
«Nacion, )


En segllida se entonó con toda solemnidad
el himno de Veni, Sallete .s¡Jiritlls, y un Te lJellln.


COllcl uida esta ceremonia religiosa salieron
de la iglesia los Diputados y ]a Regencia, y pa-
saron al s;¡)ou de las Córtes, en cllJas gnlel'Ías
se hallaban los Embaiadores y demas in(lividuos
del cuerpo diplomático, los Gl'an(les de España,
los Oficiales Generales del ejército, las SeilOras
de Lt primera dislincion, y un inmenso gentío,
(IlIe á la entrada de los Diputados prorlllnpió en
HI'llientes vivas y aclarnaciollcs al Hey FL~rllanJo
y á la ~acio!1. El Consejo de Regencia ocupó los
cinco asientos que habia bajo del Josel, en don-
de se vela el retrato del Monarca, y á su lado
ie sentaron los Jos Secretarios de Estado que le
acompañaban, y reunían en propiedad ó inleri-
naml:'nte los cinco ministerios, á saber: Don
Euselúo de Bardaxí y Azara, Secretario Je Es-




(473)
tndo, é interino de la Guerra, non Nicül~s 1\1a- 1¡)JO.
l'ía de Sierra, 1\1 i nist1'o de Gracia y J uslicía, é
mterino de Haci~l1da y Marina.


Los Dipulado,.; se sentaroll sin preferencia al-
guna; y en seguida el Obispo, Presidente del
Consejo de Hcgcncia, pronunció un breve y elo-
cuente disclll'so en que pintó el estado de altera-
cion, desorganizacíon y confusion que reinaha
al tiempo de inst3larse, los obstáculos, al pare-
cer ilJ ven eiLJcs) q!le prcscllla ba u las circ u ns-
tancias para desempeütlr dignameute y con los
ventajosos efectos que se apetecian un encargo
tan grnvc y peligroso, y concluyó dnndo el tes-
timouio Illas irrefragable de sus sentimientos ge-
nerosos, espresnudo (ple dejaba al nr}¡itrio de
las CÚl'les de la Nacion el nOlllbramiento de Pre-
sidenle y Secretario de las mismas. Finalizado
este acto la Regcllcia se retiró dejando al Con-
greso una esposicioll pOI' escrito, firmada por
su:. cinco vocales, en los términos siguienles:


«(Sellor: los cinco individuos que componen
«el supn~mo Consejo de Hcgencia de España é
<eludias, recibieron este dificil encargo, rcalmen-
«te !-.uperior á Sil mérito y á sus fuerzas, en oca-
((sion (a[, que cllalquicra eSCllsa Ó eliJacíon en
((admitirle hllhiera traido perjuicios á la Patria;
«pero solo lo adrnitiel'on y jural'oll desempeüar-
((le segun SIlS alcances, Ínterin que junto el so-
((lemue Cougreso de las Córtcs establecia un go.
cdJÍerl10 cimcutado sobre el voto general de la
tI \aciun.


«Ha llegado este feliz momento, tan deseado
TUMO 11. 60




(474 )
1H1O. (cde todos los buenos espaiíolcs) y los individuos


((del Consejo de Regencia no pueden ruenos de
((hacerlo presente á la generalidad de sus con-
c(ciudadanos , para que tomándolo en considc-
{(racion se sirvan elegir el gobierno que juzguen
(mas adecuado al crítico estado actLlal de la
«Monarquía, que exige por instantes esta medi-
«da fU!ldamental. Isla ele Leon 21 de Setiembre
((de 1810.= Señor. =Peclro) Obispo de Orensc. =
«Francisco de Saavedra. = J¿l\11Cl' de Casta-
(ilOS. = Antonio Escailo. = Miguel de Lal'lliza-
IChal y Uribe.»


Apenas se instalaron las Córtes y nombraron
]1or su Presidente á Don Ramon Lázaro ele DOIl) y
Secretarios á Don Evaristo Perez de Castro y Don
Manuel Lujan, cuando intentando seguir el ejem-
plo de los que en 1789 concurrieron ;Í los Esta-
dos generales de Francia, y se erigieron en
Asamblea constituyente, proclamaron que la so-
heranÍa residia en las Córtes generales y esl1'ao1'-
dinaria'i que legitimamel1te representaban á la
Nacion, á pesal' de que el mismo Rey y el go-
Lierno interino en su nombre era el que les ha-
hia dado la existencia con objeto determinado.
Descosas de ostentar desde luego la prerogativa
que se habian atribuido, quisieron investir de
nuevo al Rey con el manto y la corona, procla-
mándole Rey de España, y declarando nula la
ccsion de la corona hecha en favor de Napoleon:
establecieron la separacion de los tres poderes
legislativo) ejecutivo y judicial, reservándose
en toda su estcllsion el ejercicio :ld primero) y




(475 )
lHlciendo responsables á la Nacion á los que en 1810.
ausencia del TIf'j' desempeilasen el segundo. Ha-
bilitaron por un decreto especial á la Uegencia,
á quien debían su convocacion, para que inte-
rinamente ejerciese el poder ejecutivo con con-
dicion de que viniese inmediatamente á la sala
de sus sesiones á prestar el juramento de fideli-
dad á las Córtes , con cuyo objeto se declararon
en sesion permanente, enviándola un mensage
á las doce de la noche para que estuviese preve-
nida para verificarlo. Confirmaron por entonces
todos los tribunales de justicia establecidos, y
todas las autoridades civiles y militares, y aun
hubo Diputado que pidió que esta confirmacion
se hiciese estensiva á las autoridades eclesiéls-
ticas.


Declararon igualmente la inviolabilidad de
los .Diputados , y acordaron que la Regencia re-
sidiese en donde l!ls Córtes celebrasen sus sesio.
nes y que sin permiso de las mismas no pudiese
ninguno de SllS individuos alejarse mas de una
legua. Entre doce y una de la noche se presen-
taron todos los Regentes, escepto el Presidente,
á prest:lr el juramento de fidelidad y reconoci.
miento á las Curtes.


Estas se decretaron en su segunda sesion
tlel 25 el tratamiento de Magestad con to-
dos los honores anejos á la dignidad Real; es-
tableciendo rpIC los cuerpos de Casa Real las
lliciesen el servicio, y concediendo á la actual
Urgencia y á todos los que hasta la venida del
Rey ejerciesen el poder ejecutivo, el tratamiento




(476 )
1810. de Alteza, q'le se hizo estcllsivo ignalmcnte á los


Tribunales supremos.
Se declaró como ley flluLlamcntéll la conscr-


"!lcion de la Religion católica, apostólica roma-
na, y se declararon parte integrante de la Na-
cion española todas las posesiones ulLramarinas,
haciéndolas bajo este supuesto varias concesio-
nes.


En los días sucesivos recibieron las Córtes el
homenage de la Junta de Carliz por medio de
una Diputacion, y esta corporacioll que tanto in-
flujo ejercia en el gobierno, renunció ante las
mismas sus poderes.


El Teniente General Don Mauuel de la PeiHl,
acomparHlrlo de los Generales y Gefes de los cuer-
pos reunidos en Isla de Leon, se presentó en
la barra á felicitar al Congreso; y como Capitan
General de AlldétlllcÍa prestó el j urarnento de fide-
lidad all te el llúsmo) yen la orden del dia an IIIl-
ció á su e)ército que las Córles eran la única au~
toriuad soberana en Espaüa.


El Consejo de Regencia, viendo el procede!"
de las Córtes, acordó pregllntar á estas cuáles
cran las facultades dd podcr ejecutivo que se lc
habia conferido, exigió que se demarcasen los
límites de este poder, y que se espresase la res-
ponsabilidall que se imponía al gobierno en el de-
Cl'cto del 24, Las Córlcs reunidas el 29 á las nue-
ve de la noche para fijar estas importanLes cues-
tiones, estuvieron hasta las dos de la misma en
contínuos debates, y acordaron, que Ínteriu fc.,¡,-
mahan el reglamento para el poder cjecutivo,




(477 )
usase la Regencia del poder neccsnrio p:1r:l la Je- 1t; lO,
fensa, segul'itlad y administracion uel H{'ino en
las criticas circunstancias del di;], Y (IlIe la rcs-
ponsabiliJall iUlpuesta por su decreto escluia úuj.
camente la inviolabilidad absoluta, propia de la
sagrada persona del Rey, mas no de otro ;]1-
guno.


En la sesion del 27 el Diputado Don Agustín
de Al'güelles propuso á las CÓl'tes, como un ob-
jeto de la maJor importancia, y que consideraba
preliminar á la sal vacíon de la Patria, la libertad
política de la imprenta, y propuso, que sobre
punto tan árduo 110 se ueliberase desde luego,
sino que se nombrase Ulla comision para su exá-
meno En efecto, se nombró una de once indivi-
duos, y habiendo opinado pOI' d establecimien-
to de la liberta(l de ill1prentLl, las Córtes , á pe-
iar de la oposieion de varios Diputados que le
combatieron, aprob:1ron el diclam~n, escppl uán-
uose los libelos difamatorios, los subversivos de
las leyes fundarncLtalt's de la Monarquía, y los
contrarios á la decencia y buenas costumbres.
Para entender en la censura de los escritos de-
nunciados por el poder ejecutivo, se establecia
una Junta suprema de censura de llUe\'e indivi-
duos, y otras subalternas de cinco en cada ca-
pital, debiendo dos de estos y tres de los prime-
ros ser eclesiásticos.


Para dar UIla prueba uel dcsinteres que ani.
maba A los representantes de la Nacíon, acorda-
1'011 las CÓl'tes que ninguno de sus individuos pu.
diese solicitar ni aceptar 1)a1'a sí propio ni para




( 478)
1810. olra persona empleo, pension ni condecoracion


del poder ejecutivo, ni de cualquier olro que en
adelante se constituyese, escepto a(luellos fllIe les
correspondiesen por rigorosa antigüedad ó esca-
la, ó por algull servicio eminente á la Patria,
que á juicio de las mismas CÓl'tes mereciese un
premio estraordinario.


La declaracioll de las CÓl'tes, atribuyéndose
la soberanía nacional, alarrlló las conciencias de
muchos eminentes españoles. El Ohispo de Oren-
se, que Con tanta aceptacion habia permanecido
al frente de la Regencia, se escusó á asistir con
los dei1l3s miembros de ella, como ya hemos in-
dicado, al juramento que se les exigió en la no-
che del 24, renunciando en la del 25 la presiden-
cia de la Regencia y el nombramiento de Dipu-
tado pOl' la provincia de Estl'emadura que habia
recaido en él. Las Córtes, que conocian la infle-
xibilidad de este venerable Prclndo) 1101101' del
clero español, que habia en todas ocasiones ha-
blado cllenguagc de la verdad, le admitieron la
renuncia de sus empleos en 27 ele Setiernbl'e. Ell
aquel mismo día marchó el Obispo de Orense
para Cadiz, resuclto á embarcarse para el pucr-
to ele Vigo, y á traslaflar,;e á Sil obispado á cui-
dar de sus diocesanos; mas al propio tiempo pu-
blicó una cnórgica esposicion, en (Iue rehatiendo
la soberanía que se habian abrogac1ü las Córles,
y que únicamente podia residi¡, en el calltivo Mo.
narca ó en el gobierno quc le rcpt'csentaba, de-
mostraba hasta la evidencia la nulidau de seme-
jante acto) y hacia ver la semajanza uel Cougre.




( 479)
so espailOl con la Asamblea constituyente de fran. 1810.
cia , aunque muy inferior á esta, por cuanLo Il0
había, comO ella, cmanaelo su solemlle COllYOCa-
cíon del Trono, ni las elecciones ele sus indivi-
duos eran tan legales y sin lacha. Indignadas las
Córtes con las severas reprensiones del OLispo,
tomaron este asunto en consideracion; mas á
pesar de los proyectos de violencia y de rigor
que anunciaron algunos de sus vocales, temie-
ron comprometerse por el concepto general de
virtud y de integridad del OLisjJO, y se limitaron
á prevenir en 18 de Octubre que prestase el ju-
ramento de reconocimiento y fidelidad á las Cór-
tes en concepLo de Obispo, y en manos del Ar-
zobispo de Toledo, previniéndole que en lo su-
cesivo se abstuviese de espresal' por escrito ó de
palabra especies ofensivas á la Nacion, repre-
sentada ]10r sus Diputados, á ]a que debia amar
y respetar. El Ohispo, que por 110 prestar el ju-
ramento ni reconocer la soberanía de las Córtcs,
habia renunciado ]a presidencia de la Regencia
y el cargo de Diputado, persuadido de la obli-
gacion, que como Príncipe de la Iglesia tenia de
hablar con libertad, y de sostener con constan-
cia y firmeza apostólica lo que su conciencia le
dictaba, declaró que estaba dispuesto á sufrir
todo género de sacrificios antes que prestar el jll-
ramento en los términos que exigian las Córtes;
á cuyo efecto acompañaba un papel en que espli-
caba y desenvolvia con la mayor claridad sus
ideas, reducidas á no perjudicar ni reconocer
por Soberano mas que al Rey. En su vista las




( 480)
1810. Cortes 3co1'llaron ]a det.encion del Obispo y que


se le formase causa, JanJo comision al decto al
Ministro del Consejo Carvajal; aUlltllIe cOllocien-
do despues las Cortes que en las actuaciolles ju-
diciales no podria menos de resalta!' la inocencia
de este anciano Prelado, se conformaron con que
bajo las interpretaciones y restricciones que él
mismo hahia propuesto, jurase el Obispo ante
las mismas, pronunciando la fórmula dd j ura-
mento lisa y llanamente, como se verificó en la
sesían de.3 de Febrero de 1811.


Sí "las ideas del Presidente de la Regencia
eran poco favorables á los planes gue empeza-
ban á desenvolverse en las nuevas Có,'tes espa-
ñolas, no lo eran mellOS las de los otros cuatro
individuos de la misma Saavedl'a, Caslaüüs, Es-
cailO y Lanlizabal, á quien mas alldallle vere-
mos objeto (le su perseeLicion. Los Reg(~lltes, al
considerar el rumho que segllía la rcprcsclltacioll
nacional, se vieron en la precision de hacer di-
misio n de SIlS destinos, y las Córtes se la admi-
tieron desde lllego, tratando tle elegir una nueva
Regencia, compuesta en parte de elementos su-
yos; y en una sesion secreta que duró desde las
siele de la tarde del 26 de Octubre hasta las tres
y mCllia (le la mañana del 27 ) fucl'on nomhrados
Regentes Don Joaquín Blacke, General en gr:fe
del ej(~reito del celltro; Don Gabriel Cisc;]r, Ge-
fe de escuadra y Gohernador de la plaza de Car-
tagcna, y el Capitan de frag;¡ta Don Pl'dl'o Agar,
Director general de la Academi<.l de gu:.tl'uias ma-
rinas; mas como Blacke y Ciscar se hallasen ausen-




(481 )
te,'!, descmpeñan(10 sus respectivos ucstinos, se 1810.
nombraron para suplirlos á Don José María Puig
y al Maqllés ue Palacio. La nne,'a Regencia,
compuesta de estos dos individuos y del propie-
tario Don Pedro Agat' , se presentó el 28 de Oc-
tubre en el salon de las Có,rles para prestar el
juramento prevcniclo. A;;ar le prestó en la fOl'lna
estahlecida; mas el Marqués de Palacio, que le
seguia, dijo que jl1raha y reconocia la soberanía,
sin perjuicio de 108 t1llldlOS juramentos que tenia
prestados al R,~y Don Fernando VII. Illdignados
Jos Diputallos al oir proferir una esprcsioll que
creian tan Ofl:lIsiva á la soberanía que tanlo de-
clamaban, se levantan, exigen que el Marqués
jure y reconozca la soberanía del Congreso pura
y lisamente, se repite la lectnra de la fórmula
del juramento; mas el Marqués con toda sereni-
dad contesta eple el asunto es delicado}' (le con-
ciencia,}' q!le él no se negaha á prestar el jura-
mento; mas que pal'a trancluilizar la suya le pa-
recia indispensable ]¡aCCl' arfuella alllpliacion.
Enlonces muchos Diputados, dirigidos por Argüc-
lles, pillen la slIspel1sion del acto, hacen salir al
l\Iarcllli>s á la burra, pide éste la palabra para jus-
tificarse, se le niega, y en seguida presLa Puig
el juramento segun la fórmula, y toma lugar bao
jo del sólio con el Presidente del Congreso yel
Uegente Agar. En vano el Marqués de Palacio
intenta desde la barra justiflcal' su restriccion,
apenas se le deja continuar; acord,indose, casi
por unanimidad, que se le escluyese del COllgre-
so: el ~1ar(Iués insiste en fiue se le permita ha-


TOMO 11. 61




( 482)
1810. Llar; pero el Presidente de las CÓl'tes le contesta


en eslos términos: « S. M. no tiene á bien oir
l¡ mas al Mal"f[ués de Pa laeio) y le manda (¡ue se
" retire. » Apenas habia salido dd Congreso, el
Diputado Capmani hace presente que conviene
asegurar su persona, se dirise apresuradamen-
te á la puerta para tIlle se le detenga, y se
decreta su arresto por de pronto en el cuerpo
de Guanlias Je Corps del Congreso. Algunos
Diputados piden <lile se declare la SCSÍOIl per-
manente hasta Jetermiuar acerca del Mal'(lués,
y nombrar la persona que le rce111 plazase; pe-
ro como la sesioll habia durado desde las diez
de la mañana hasLa las seis de la tarde, se S1IS-
peudió para continuarla á las nueve de aquella
misma noche. En ella, despnes de grandes de-
bales en (lue alguuos Diputados que pintahan
al l\far<lués como reo de lesa-Nacion J profirie-
ron los discULiOS mas veIH'l11cntcs J se declaró
que el Marqués de Palacio habia perdiJo la con-
fianza ele la Nacion, y que en su consecuencia
debia inmediatamente nombrarse otro para ocu-
palo interinamente la plaza de J{pgc;lle. El Mar-
qués, que desde el principio de la seslcn habia
sido colocado en un aposento húmedo, obtuvo á
ruego de algunos Dipulaclos el ser trasladado á
su casa y permanecer en ella bajo palabra de 110-
nor, y con centinela de vista. En aquella misma
noche las C()rtes en sesion secreta nOlllbraron
por He gente interinu, hasta la llegada de D\;'¡cke,
:.11 M<trqués de Castelar, quien despucs de ha-
ber prestaJo el juramento prescrito por las mis-




(483 )
mas, fue puesto en poscsion de Sil deslino. 1810.


Las Cortes, que creían vulnerada 511 sobe-
ranía COIl la reslriccion del Marqués de Pa-
lacio, dccre!arOll que éste había penlido iguill-
mente la confianza de la Nacion para ('jercer el
cargo de Capitan gpneral del Reino de Aragon
que se le habia conferitlo.


En 3 de N ovicmbl'e se nombró en sesion se-
creta una Junta de nueve Ministros de los Con-
sejos supremos y alglllJos cclcsi:isticos, para qne
entendiesen en la formacioll de causa al Jlar({ués,
0,)'c11(10 al Fiscal del Consejo de Castilla, y con-
sultando COIl lus Cortes la sentencia.


Los Hegentcs, (lile habian entregado las rien-
das del poder por uo ser de la misma opinion
que el Congreso, fueron altamente :1criminados
en las Córtes , en las que despues de muchos de-
bates y discordes pareceres, se acordó que la
RC3cncja pl'cscnlnse á 1.1s mlsmns d{'ntro del tér-
mino de dos meses una esposicion en que diese
cuenta de las operaciones dd tiempo de su aJ-
minisrracion, con la esp(~ci(lcacion uccesaria pa-
ra palIer ser juzgados,


En la se5ion Jd 19 las CÓl'tes, por aclama-
cion, uecl'ct:1ron ]a err>cclon de un monumento
al Bey de InglaLcna Jorge lII, en reconocimien-
to de los socorros que prestaba á la Nacion es-
pailo!a.


En 1. o de Diciembre mandaron se suspendie-
se la pl'ovisioll de todas las piezas eclesiásticas,
y (pie sus rentas se aplicasen al tesoro público.
Al dia siguiente prohibieron con un Jecreto boja




(484 )
1810. pena de nu1idad la prOVlSlOll de todos los em-


pleos civiles, eclesi,ísticos y mililarcs) vacantes
en pais ocupado por el enemigo.


En los dias consecutivos continuaron decre-
taudo otras medidas lp.gislativas, h<lsta que en
la sesion del 8 de Diciembre el Diputado Olive-
ros hizo la pl'oposicion de que sc empezase á Ira-
tal' de la Conslitucion política de la Monarquía.
El Diputado Ostolaza se opuso á que se oCllpase
el tiempo en otra cosa que en gllCl'ra y }¡aeicuda,
objetos indicados por el ll1i~mo cauti.vo Monal'ca:
apoyáronle al gunos Diputados; pero otros varios)
y entre ellos Argüelles, insistieron en la COBve-
nicucia de que se emprendiese la ohra; y en efec-
to, las Córtes nombra rOl: una Comision ele ocho
indivi(luos, para que con presencia ele los Lraba-
jos preparados por la Junta Central, presentase
un lwoyecto ele Constitucion, y ofrecieron lIn
premio al autor de la mejor memoria sohre ('l1a~
señalando para la aumision de estas un plazo
hasta el 19 ele l\brzo ud año próximo.


N omLral'on asimismo uifercntcs comisiones
l)flT'a la reforma de la Legislacion civil y crimi-
nal, para el arreglo ele Hacienda y de la Instruc-
eion pública J y para el fomento elel comercio.


Se mandó pasar á la Comisioll de Constitu-
cion la proposicion que hizo el Dipulado Capma-
ny, reducida á que se elevase {t máxima, (pIe en
los casamientu::; de los Beyes debe tener parte el
hiel). de los súbditos, decretando qlle ningun Rey
de España pudiese contraer matrimonio con per-
¡ona alguna de cualquiera clase} prosapia y coa.




(485 )
Jicion que fuese, sin prévIa noticia, consentí. nno.
miento y aprobacion de 1<1 Nacíon española reu-
niela ~\l Córtes.


EL Dipulallo Villagomez manift'stó ((Ile no
era tiempo de tralar uc COllstitucion; que 110
eran llMn,\(!os para esto; que los c¿digos españo-
les nada dejaban que apetccer en la materia; pc-
1'0 irritados al oirle vari0s Diputados sofocaron
su discurso, y con su rumor é interrupciones le
obligaron á callar.


El General Llamas insistió que rnicntras 110
hubiese dinero, arrnas, hOInhre~ y direccion en
los e¡¿Tcitos, no se debla lomar en consideracion
ol.ra malcria en las Cortes; pero sus reflexiones
fueron igna1mente llesalcll{lidas.


En la ses ion del 10 ele Diciembre se decretó
que en C3(la testamento se e:ügiesen pOI' via de
manda forzosa doce re:.des en E~paÍla y sesenta
en las ludias, para malllcuer á los cspat101es pri-
sioneros en Francia, y á las viudas y huérfanos
de los militares (JlJe huLie~sen perecido en la glo-
riosa lucha en que se hallaba empcüada la Na-
cíon; verificándose asi) que hasta los uwertos pe-
leaban con1ra Napo]eoll.


No se conlentaron las Cortes con ostentar á
handeras <.lesplegadas su sobenmÍa; adoplaron un
tono imperativo y alLanero, multiplicaron deere ...
tos, y aUllllciaron sus deseos de innOVilt'lo todo,
y alterar el anliguo Gobierno de la Monarquía.


Ni quedaron satisfechas con deponer) como
hemos manifestado, á la primera Regencia, ¡¡.
quien debian su existencia, sino que en 19 de




1810.
(486)


Diciembre mandaron que sus beneméritos indi-
viduos saliesen desterrados inmediatamcnte de
la Isla y de Cadíz, donde su preseucia era un
contÍnuo acusador de sus procederes, dejando
'lnicamente á Sil arbitrio la cleccion del punto de
la Península é islas adyacentcs que mas lcs aco-
modase para residir.


Las Córtes terminaron las funciones legislati-
vas de 1810 con la formilcion de un rc"lnmento


" del poder ejecutivo, por el qne se apropiaron la
mayor parte de las prerogalivas de éste. A esta
sazon la tribuna de las Cortes resonaba como la
Asamblea constituyente tle Francia, con discur-
sos llenos de vchcrnencia, que escuchados por
los habitantes de Cadiz, y referlclos por los pe-
riódicos, inflamaron los ánimos de la juvcut 1 d
y de los exaltados, de modo (Iue en los paseos
y en las plazas se veían grupos nlllllerosos, en
donde algunos oradores fascinaban á la muche-
uumbre.


Entretanto que el Gobierno de los españoles
adoptaba semejanLes proviJencias, el rey intruso
José y sus ~1inistros, que se hallaban persuadi-
dos de que la España, á pesar de los soco ITas de
Illglaterra, se sometería á las arm;¡s de Napoleon,
cspeclian bajo este concepto diversos decretos y
providencias. Por uno de ellos ordenó José la
convocacion de Córtes, aunque sin desigllal' épo-
ca, manifesLando (Iue la J ullta Central S(~ burla-
ha de los deseos de la N aciol1, pues al mismo
tiempo que prometía la rClluion de SIlS repre-
sentantes) iba suscitando dilaciones para retener




(487 )
el mando; y concluia diciendo, que la Espaiw se- HilO.
ria deudora de este beneficio á su Bey. En 2 de
Febrero, en olro decrelo public:Hlo en Sevilla,
cOllcc(lió una amnistía general á todos los que
en el término de quince dias le prestasen el j u-
ramento de fidelidad ante las respectivas justicias
de los pueblos.


Por otros, divitlió el Reino para la adminis-
tracion ci.vil en cuarenta y ocho prefecturas, y
para el gobicruo militar en catorce distritos, y
dispuso la orga nizacion de la guardia cívica en
Madrid y demas capitales de provincia. Mas no
habiendo correspondi.do á sus esperanzas el cor-
to número fIlie se alistó.> mandó en su conse-
cuellcia qlle lotlos los vecinos fuesen incluidos á
la fuerza para ]wcer el servicio de cívicos, escep.
to los jorualeros que dependiesen únicamente de
su jornal, lo que asi se verificó; hasta que en
Pebrero de 18l! fueron disueltos estos cuerpos
en virtud de otra órclcn, por los recelos ({ue die.
ron al intruso, á pesar del mal estado en que se
hallahan por la repugnancia con que sus indivi-
duos se preMaban al servicio.


Por una ley declaró á los religiosos capaces
de heredar á sus parientes ó est1'3ií05) y suprimió
los pocos conventos que habian (luedado) incor-
porando sus rentas al tesoro real.


Creó varias Juntas criminales para las ciu-
dades de Castilla y Andalucía, nombrando pa-
ra cada una cinco Jueces y un Fiscal. Es-
tas J un las llena ron de terror á los p ue,bl os ¡
pues conuenaban irremisiblemcnte á mucrte á.




(488 )
1810. los va1ientt"s defensores de la patria que caian en


mnllQS de los fr:mccses.
Declaró vacnntcs las mitras de los Prelados


que habian seguido al Gobierno español, nOt11-
])J';llldo sucesores, que en su admision le hi-
cÍeron espprimcular varias rcpulsns, como Sll-
cedió COIl Don Atanasio Puyal J Obispo auxiliae
ele Madrid, (luíen nombra(lo Obispo de Astorga
en lugar de Don Vicente l\brtinez, que OCllpa-
ha esta dignidad, y forzado á C!llIlplimelltar al
rey intruso, habló á i!ste con una Ol'l11PZa apostó-
lica de los sacrilegios y violencias que comelÍan
los soldados de Napoleon, desechó con la mayor
cOl1stanci:l aquella mitra, y resistió heróicJmen-
te él los megos y amenazas de sus ~1ini.'ilrOs, (lue
IIps~u'on hasta (luererle intimidar con su conu-
nacio11 á Francia.


Con objf'to de llenar las arcas de su t.esoro,
recargó ei intruso con una grau cOIlf.ribllciou á
las provincias ocupadas por las tropas fl'anccsas,
y dispuso que los géneros coloniales que se in-
trodujesen en ellas procetlcntes de las insurrec-
cion<l(}:-¡s) Ó que no obedecian su gobierno, pa-
gasen UlIOS exhorbitanles derechos.


Tratando de seducir á los cspatlOles ) dió un
decreto ordenando que en todas las capitales se
crease una J nnla compuesta del Ohispo y cinco
de los mas principales vecinos, con el objdo de
indagar las Jlccesidades de los pllCblos, y de
que directamente se las hiciesen conocer para
OIcudil' á su remedio.


J o,;é Bona parte, cuyo reino casi puede dccir-




( 489)
se flne estaba limitado á los muros de Madrid, 1B10.
no podia suhsislir sin los socorr9s de ]a Francia,
y asi frecuentemente se los pedía á su hermano;
pero éste, lejos ele proporcionárselos, trató séria-
Dlenle de a"re"ar al Im1)erio la Península españo-


:'l ü


la, y así se lo hizo a n ullciar al rey José: éste enton-
ces hizo rnarchar precipitadamente á París á su Mi-
nistro Azanza, el que puso en movimiento todos los
resortes imaginables á fin de hacer desistir á Na-
poleon de su proyecto, el que logró suspender
por el pronto} y el que impidieron se realizase
las circunstancias posteriores en (lue se halló la
Europa.


Las provincias ue España ocupauas por el ene-
migo presentaban el cuadro mas miserable. Los
Generales francese~, tlespues de haber agotado con
fuertes contribuciones las fortunas de los hom-
bres mn:~ acomodarlos, arrancab:m hasta en las
poblaciones mas infelices, por rC(Iuísicion á ma-
no armada, la subsistencia del soldado; y los
pueblos (fue se veian tratados de esta manera,
comhatían á los franceses, no tanto como á ene-
migos de su Rey, cuanto como á opresores su-
yos; de que era preciso deshacerse á cual(luiera
cost a.


62




\ 190)


,


CAPITULO XXV.


E~tado de la Europa en 10& ailOS HI09 y 1810. -fcCll(1icioll
de la Cayena franccs;¡. -Plcyo]lLcioll de Succia. -1'1'i-
sioll de Gustavo Adolfo] V. - Su allllic3cion. -l'r')c!;¡-
m;¡ciOll del Duque de S llllcnnania, hato el Iwu¡!JI'e de
Cárlos XIIJ.-Dcsticrro de Cllsl:l1ro, SIl. r"",ilia.-!;ucr-
1'a ele Auslri3.-Daralla de .Eslill¡).-De\Va¡;ram .. -Paz
de Austria. -Prision del Papa. - Divorcio de l'\ apolecm.
- Su cas3111iento con una ArchidtHlnc'3 de Austria._
Destierro de los Cardeuales 'pw no Ilui:iil~l'OIl jll'cscllci .. r-
lo. - Alianza de Francia con Suecia. - HCllllioIl dc lo~
estados pontificios á Fl'3:1cia. - Ahdica Lui, DO:l1pade
el trono de Botanaa. -Se rcune al Imperio. - El GCIlC-
1'al Derllarrlottc es nombrado l'rínei pe heredero [le S nc-
cia. -Declara la Sllecia la g'lelTa á Inl;laterra. -Estarlo
de la ¡\lllGl'iea en I ,sOO y jo 1 n.


1 tJ1 0, Mientras que la N acion española hacia los mas
estraordinarios y hcróicos esfuerzos para comba-
tir el podel' colosal de Bonaparlc, la Europa, hu-
millada á los pies (le este usurpador, presentaba
el cuadro de la sumision Illas complc la.


Los espaüolcs de la Am(Tica del Sur, renni-
dos con los portugueses del Brasil, se npoucrnron
en 12 de Enero de 1809 (le b Caycrw y de la
Gllyalla francesa, privando á Napolcon de los ¡'c-
cursos que le proporcionaban cslJS po~csione! ul-
tramarinas.


El Monarca dc Suecia Gustavo Adolfo IV,
qnc habia declarado la gucrra ella Francia, deseen.




(491 )
tlió dcllrono por tln<l conjllracion intestina pro- 1810.
moviU<l por el inl1nio ele N apoleon. El dia 13 de
Marzo, y precisamente cn el mismo momento en


1 ~ ]" , j' d ' que arlue .;lol1:1rca S(~ L lspollla a sa Ir e su capI-
tal para culucarsc al frentc de sus ejércitos que


, 1 1 ,,-
se prcparaLan a emprcuc el' la guerra contra -'-, Il-
polcon, v,lrlos disna!ario3 del l1eino, y el Mayor
general de sus tropas, pcndran en la cámara
mi:,ma ele aClud Soherano, y le intiman, tomando
el llUill ¡JI'e de h 11 aciDn, (1 ¡¡ 2 II o (plcria n combatir
contra la }"rancia.


En vano intenta ser ohedecido, en vano llamn
('11 su socorro ;; su gll<lnlia, 103 conjuraclos se apo-
deran dc su persona, le ellcierran en un cuarto
tL su palnciü, y á las dos de aquella propia no·
LIle le c01111u:en ,\. Drottinshom escoltado por su
misma 311anlia, y las ric11<.1a8 dd cstado se colo-
can, ínterin SOH convocados los Estados genera-
]l:S, en W:1:l0S del DI](¡ llC de SuJcJ'm~nia) fIue re-
llllst. por hrgo tiempo tomar el mando.


El 29 del mismo mes cllegítimo Soberano de
ia SueciJ) ;1 quien SIlS mismos vasallos haLian
p¡lesto cn prisioll, ,:bdicó por sí y por toda su
¡jl:sccndcnciu la corolla que habia heredado de
sus p"tlrcs.


El Dur¡ue de Slldermani.a fue nombrado Regen-
te hastG la reuníon de los órdenes de la nacion
en la Dieta. En 10 de 1\1ayo se declararon libres
de la obediencia fIue debían á Gustavo Adolfo, y
le dc:"tituyeroll )lll'a siempre de la corona; yen
G de Junio el Hegcntc p!'ovi~;iünal de Suecia, Du-
que de Sudcrmania, fue proclamado Rey por la




1810.
( 492)


Dieta, bajo el nombl'e de Cárlos XIII, Y destel'-
rado Gustavo Adolfo de su patria con toda su
descendencia.


El Austria, decaida de su rango en Eul'op:¡,
privada (le su dorninacion en Alemania, humilla-
da continuamente por la arrogancia de su vence-
dor, fonua con la Inglaterra la quinLa coalicion
continental, y presenta en campaüa 550.000 hom-
bres en los campos de Italia y de Alemania. El
Archiduque Cádos, puesto á la caJJC'.z;¡ del !Jl'lU-
cipal cuerpo de estas tropas, declara al Comau-
dante de las tropas estacionadas en naviera, que
marcha adelante, y que tratará como enemigos
á cuantos intenten resistir, y empieza las hostili-
dades, penetrado, sin duda á la vista de la re-
sistencia del pueblo espai1ol, de (lHe no es impo_
sible vencer al coloso del poder milita!'. Casi al
mismo tic 111 po principian las llOstilidades en
Italia, y Napoleon, ¿Í la primer noticia de este
rompimiento, parte de París el 12 de Abril, el
20 ataca en Abesberg al eil~rcito austriaco y lo
destroza, y el 22 en el Mug, haciéndole retirar
detras del D,HlUbio. En cinco tiias solos coufunde
Napoleon la política del Austria, uesvauece sus
falanges, y las reduce á la defensiva sobre su
propio territorio, E123 fue tomada por asalto pOI'
el ejúcito francés la ciudad de RatÍsbona, é in-
cendiado uno de sus cuarteles, en cuya accion
fue herido ligeramente en un pie el Empcradol'.


El Austria que habia coutado con la coopera-
cion de la Husia , acabó de abatirse cuando vió
á esta pOlencia cn 3 de Mayo declararla la gucr-




(493 )
fa y ade1antar un ejército hasta la Gallitzia.


El ejército francés que á las órdenes del Prín-
cipe Eugenio Deauharnais sostenía la guerra ell
ltalia, pasa el Piave, destroza las tropas del Ar-
chiduque Juan, y las oblig~ á abandonar la Ita-
lia, del mismo modo que por la batalla del Mug
habian ahandonado á Baviera las del Archiduque
Cá.-los.


El 13 de Mayo Napoleoll á la cabeza de su
ejército en! 1'a trillnfaule eH la capital dd Austria,
deslJues de un bomLal'llco de 36 horil~, y á los
cuatro dias] desde el palacio de los Césares, en
17 de MaJo, decreta la I'cullion de los estados
pontificio;; al Imperio franc~s, so pretesto de re-
vocar la donaciou que Cado-;\bgno, su prede-
cesor) habia ¡lecho á los Obispos de HOllla, y de-
clara c{uuau imperial y libre á a(lue!Ja capital, tan
célchre por sus recuerdos llistóricos y por los
gl'alldiosos l1IOnUlllentos <¡ue conserva en Sil re-
cinto, los que colocó bajo su proteccion, debien-
do ser conservados y mantctliJos á espensas del
tesoro. La deuda pt'dJ]ica de los mismos estados
fue uecla;'ada deuda del imperio, y se seüalaron
~l Pontíflce de renla dos millones de francos, li-
bres de toda carga. El Papa fulminó en 22 de
J uuio una eSCOIl1 uuioll con tra ~ a palean Donapal' te,
y contra los coolJeradores <Í. la reunÍon de sus es-
tados al Imperio francés.


Napoleoll despues de la oCllpacion de Viena
se vió tan "llUraJo en la célebre hatalla de Esling,
lJue esluvo ,Í, pique de perecer con todo su ejér-
cito, por la repentina subida de las aguas del Da-


Hl'lO.




(494)
1810. nubio, debiendo solo su salvacion ;{ los esfuerzos


y serenillad dell\1ariscal :\lascna, (Iue en recono-
cimiento fue nombrado Príncipe ele Esling. Esta
batalla fue de las mas sallgrientas CplC se }l;m Jado:
el intrépido Mariscal LU1lles fuc herido en ella
mortalmente; tres Generales perdieron la vida, 120
Oliciales y 5.507 soldados; 13 Generalcs, GlC Ofi.
ciales, y 17.:.140 soldados fueron heridos. Los aus-
triacos sufrieron una pérdida poco menos consi-
derable, pues tuvicrou 4.200 muertos y le.OOO
heridos.


Las armas de Napolcon continuaban victorio-
sas en Italia, y el ejército austriaccquc se habia
replegado sobre el Danuhio, fue bnLido cerca (le
Raab en la Hungría, y esta plaza se v ió obligada
á capitular.


Los franceses, rechazados en Esling, triunfa-
ron completamente de los austriacos, m;¡ndadog
por el Archiduque Cárlos, en los campos de ~Wa­
gram, aldea situada á cinco leguas de Viena. Ve-
rificada la reuníon de los ejércitos de los Archi-
duques Cárlos y Juan, y componiendo un total
de 120.000 hombres, se trabó una accion el G de
Julio que duró con el mayor encarnizamiento por
el espacio de 12 horas, hasta que el ejército aus-
triaco abandonó el campo de batalla, con pérdi-
da de 10 banderas, 40 cnllones y 20.000 prisio-
neros) ademas de una multitud de muertos y he.
ridos. Esta accion terriblc, en (lue se decidieron
los destinos del Austria, costó á los ejércitos
franceses mas de 35.000 hombres. Los austriacos
se rctiraron h,tcia Znaim, ciudad de la Moravin ...




(495 )
dj~lanlc 24 leguas del campo tie Wagram J y el 1810.
Emperador Francisco 1 lomó repentinamente
cutonces la rcsolucion de humillarse á implonll'
la clemencia del venceJor, no osando al ver der-
rotados Stlll ejércitos, é invadicla la capital de su
Imperio, imitar la constancia de los españoles
que resistian el yugo francés, sin contar con 1011
grandes recursos que aun quedaban al Emperador
de Austria. En 12 de JulÍo se concluyó un armis-
ticio, y el Archiduque Cárlos elIJe hahía disputa-
do la victoria al enemigo, renunció el mando por
no querer intervenir en la ignominia de la paz.
Napoleon, lletlo ue orgullo, dictó desde el palacio
mismo del Soberano vencido, en ScllOenbrunn,
los artículos de In paz que se firmó definitivamen-
te en 13 de Octubre, por los que el Austria cedió
en favor de los Soberanos de la Confedl:'racion del
Rhin.J á Salsbourg Beq-;tolsgadcn, con una parte
de la alta Austria; y á favor de ~apoll'on á Gori-
ce, Montefalcone, Trieste.> el círculo de Vil1ach
en Carinl.hia, y todos los paises situados á la
derecha de la Salla, hasta la frontera de la
Croacia turca. Cedió al gran DlH[Ue de Varso-
via toda la Gallitzia occiclent.al, asi como el
círculo de Zamosk en la Gallitzia Ol'i:'lllal, y
á la Rusia en la parte mas oriental de la mis-
ma Gallitzia un territorio que cOlltuyicsc una
poblacion de 400.000 almas. El Empcr~ll!or de
Austria se obligó por el mismo tl'alatlo á reco-
nocer todas las mutaciones hechas y por hacer
en Espaila, Portugal é Italia, adhiri{'ndose en
un todo al sistema continental) y cerrando to-




(496)
1810. da relacion de comercio con la Inglaterra.


No podia ser indiferente á Bonaparte el pro·
ceder del Pontífice Pio VII, (Iue no teniendo
ejércitos que oponer para prec3ver el despojo de
sus temporalidades, habia lanzado contra él las
armas del Vaticano. En 6 de J lllio el PontHice es
arrebatado de Roma en las tinieblas de la noche
por órdcl1 de Murat, y eOlllluciclo por el General
Radet al Lrav{~s de los Alpes, no como el sacer-
dote supremo del Eterno, sino como 1m proscri.
to, sin consilleracioll á Sil avanzada edad, y á su
doble dignidad de Sacerdote y Monarca. N apoleon,
semejante á Sabot y á Tamerlan contra Valeriano
y Bayaceto, confinó al Papa á Greno!Jle , deslle
donde despues fue trasladado á Sahona) en CllJO
punto) separado de los Cardenales, y con centi-
nelas de vista, se vió aprisionado por el mismo
sobre cuya cabeza había derram;¡do el óleo san-
to, presentoíndole al mundo como el lfngido del
Seilor.


Al mismo tiempo que el Austria distraía In.'!
principales fuerz;¡s de Napoleon, 17,0(10 ingleses
que formaban la vanguardia de la mas formidahle
espedicion que se haya aprestado jamas en los
puertos de Inglaterra, se presentó en );¡ emboca-
dura del Escalda el 29 de Julio, á !:ls órdenes de
Lord Chattam, y de la que ya hemos hablado en
el capítulo XVIII.


Tal fue el resultado de esta espedicion y de la
guerra de Austria, que no pueden mirarse sino
como una diversion de corta duracion, con res-
pecto á la Península. Si el Austria hubiese resis-




(497 )
fido mas tiempo, y la espedicion inglesa se hu· 1810.
hiese con Gado á U11 gcfe mas esperto, el poder de
Napolcon hubiera tal vez sucumbido á la indig-
l1acÍon universal; pero se allI'mó mas y mas, y
mediLando nuevos medios ele engrandecirniento,
trató de consolidarlo elllazánuose con una de las
dinastías primeras de Europa.


Viendo acrecentado considerablemente su
poder, atormentado COi] la idea de que la falta
de succsion ft la C01'Oilll imperial podia destruir en
Un solo momento la ob,'a que tantos ::¡üos y vic-
torias le haLia costüdo, trató de que esta pasase á
la posteridad J y que su imperio, afirmado fuerte-
nlente sohre sus nlHnerosos triuofos, se transmi-
tiese íntegro á JlU 8lH.:esor dirccto; bien conven-
cido de que las guerras ::ontÍnllas que le suscita-
han los gabinetes europeos, con el designio de
disrniuulr su pOflcr, no tenian otro objeto que su
clcstl'LlCciüll pcrsonrtl, porql1c con ella se venia
abajo todo aquel poderío ({l1€ solo se sostenía por
la energía revolllcionaria. Napoleon hasta en-
tonces habia salido victorioso de todas Ins bata-
llas y conspiraciones; y asi decía con frecuencia
que sus enemigos se haLian citado sobre su
tumba.


Todas estas considpraciones le determinfll'on
é\ ocuparse en la elcccion de sucesor. No tenia
lJijos: la Emperat"lz tenia dos: Eugenio, Vi-
rey de ludia; y Hortensia, Reina de Holanda.
Napolcon dehia á Joscfina el principio de su
forluna; y al tlccidirse á hacer el sacrificio de su
unÍon con esta, le estremccia el paso de intimar-


TOJllO JI. 63




(498 )
11:$10. la tan dolorosa rcsolllcioll. Encargó el darlo al


Príncipe Eugenio, y el prcparar á su madrc para
este gran sacrificio; y esle Príncipc sc condujo
eu esta ocasioll como bucl1 Lijo y como hombre
rcconocido y adiclo á su bienhechor, evit:llH.l.ole
dolorosas esplicaciones.


Napolcon, hahienJo fijado toJo lo relativo á la
futura suerte de la Emperatriz de 11na manera
grande y generosa, apresuró el momcnto de la
disolucion del matrimonio, que entre n y Jo-
sefina no era lilDS (¡He IU vinculo civil, segun
la costumbre del tiempo en que se habia COll-
traido.


r.as leyes habían previsto la disoluclon ele esta
especie de contralos; y á eonsecu~~nci~ de lo dis-
puesto en ellus, el 16 de Dicicm.Lre de 1809 se
reunieron en el cnarto del Emneradol' el Senado ,
Conservador, el Príncipe Arcl}jcr:nciUel' Camba-
ecres, y el J'\líuistro ele EsL'H!O Secrclarlc (lel Es-
taJo civil J.e la Familia Imperial Regnaut tte Saint
J can el' Allgeli ; y hallándose presentes los Heyes
de Holanda, Westfalia y N,ípoles, el PrlucÍpe
Eugenio, Virey uc Italia, la Reina de Espaüa,
muge!' de José Napoleon, y los <lemas individuos
de la Familia Imperial, el Emperadol' hizo en
alta voz la ueclaracion de que estaba resuelto á
romper el matrimonio con Josefina, que se halla-
ba presente, cOllserv,índola el rango y tílulo de
Emperatriz, y Josefina por su parle sollozanuo
hizo igual declaracíon.


Verificada esta ceremonia de divorcio, K a-
polcon pensó uesde luego en una nueva union




(499 )
con una Princesa de algul1 estado poderoso, que 1810.
afirmando los vínculos de una alianza úliI para
la Frallcia, prometiese un heredero que á su fa-
llecimiento evitase el que esLa nacion se sumiese
en disensiones intestinas. No hahia á la sazon sino
tres Princesas (lne esluviesen en edad de contraer
matl'imouio en las familias que reinaban en los
grandes es~ado3 de Europa: la gran Duquesa Ana
de nlJsia~ w1Iy jJ7cn entonces; la Archiduque-
sa de AusU'la ¡¡1,,;[,: Lllisa) y una de sus hermanas.
Napoleon tenia 40 ailos, y aunque la despropor-
cíon de la ctlaJ flles~ bastante, habia muchas
razones quc 1<: ~cc¡(Iiun á sacl'ificar las miras par~
ticulares á la pclitica ó r<izan de estado. Napo-
leo n se inclinaba desde luego á enlazarse con la
Familia Imperial de Husia, con la que, á pesar
de algunos pcqueüGs resentimientos) mantenia
relaciones (le alianza. A fines de Diciembre es-
cribió el rnismo Emperador á su Embajador cn
Rusia, haciéndole entender el proyecto fIne tenia
de concertar su cnlace con la Princesa Aua Pau-
lowlla; pero en lugar ele contestar el Emperador
ele Rusia accediendo ;í. la demanda llcl Elllpera-
dor Napolcon, respondió de una m:ll1cra cV3siya,
manifcstaudo (lue consultaria á la madre de la
Princesa; y las dilaciones que la Rusia presenta-
ha en negociacíon de tanto interés é importancia,
fueron causa de r¡l1e Napo]eon se dirigiese semi-
oficialmente al Príncipe de Schwartzemberg,
Embajador de Austria en París, con el intento
dc sondear cuáles ser1a11 las intenciones dd ga-
binete de Viena" en el caso de a ven lurarsc á pe-




(500)
1810. dh' la mano de la Archiuuquesa. Dicho Embaja-


dor dió una completa seguridau; yen vista de su
contestacion se despachó un correo á Viena, al
mismo tiempo que se aguardaba otro tIe San Pe-
tersburgo. La respuesta de Viena volvió con la
mayor celeridad, y fue del todo satisfactoria; y
entonces Napoleon se encontró entre la negocia~
cion pendiente y dudosa de la Rusia, y la del
Austria, cuya terminacion estaba en su Iuano;
y para salir de este embarazo qlliso consultar á
su Consejo pI'ivado, ¡'euniéndole al efecto en las
TuBerías. En él fue uno de los mas enérgicos
contrarios contra la alianza austriaca el Rey de
Nápoles, oponiéndose á ella igualmente el Ar-
chicanciller Camhacere~, el Architcsorero Ta-
lleyrand y los Ministros; mas Napolcon se de-
cidió por la Archiduquesa María Luisa , cuya
edad le parecia mas proporcionada, á la que
llaLia conociuo en Viena, y ú cuyo enlace se
prestaba gustoso el gabinete austriaco. Tomatla
esta resolucion, se dispuso todo en a(lucl mis-
mo dia, se firmó el contrato por el Emperador,
y se dirigió por un correo estraordiuario á Viena,
por el que al mismo tiempo se hacia la pclicion
en forma de la mano de la Archiduquesa, y se
escribió á Rusia para que se suspendiesen las ne-
gociaciones sobre el matrimonio proyectado con
la Princesa Ana.


Dado este paso, el Emperador dispuso que se
prepar'usen todas las cosas para recibir con la ma-
yor magnificencia á la nueva Soberana) mandó
salir de antemano á esperarla á sus mas antiguos




(501 )
compaileros de armas, y él mismo se adelantó 1810.
hasla Compiegne para recibirla.


El dia 1. o de Abril de 1810, hal1ánJose pre-
sentes las Princesas de la Familia Imperial, In
de Baden, los Dignatarios, Mariscales de Fran-.
cía, el Senado, los Consejeros de Estado, y reuui.
da toda la Corte en SaintClouJ, se verificó la
ceremonia del matrimonio cIvil de Napoleon Bo-
llaparle con la Al'chiduqueBa MarÍa Luisa .dc Aus-
tria. El Archicanciller Cambaceres declaró, en
nombre de la ley y de las institllciones del Impe-
rio, que el E .. npcrador N apoleon y la Archidu-
quesa quedaban llnidos en matrimonio. A la ma-
ñana iguiente toda ]a Corte se trasladó á París
con un lujo imponente y admirable, y en el pa-
lacio de las Tullerías se verillcó la ceremonia del
matrimonIo, segun el rito católico. Celebró la
misa el Cardenal Fesch , dd cuall'ecibieroll los
esposos la J)el1dicion nupcial} y concurrieron á
este acto todos los Obispos que se hallaban en
París; mas los Cardenales que se encontraban en
aquella capital despues que el Papa fue conuuciuo
á Sabona , no quisieron asistir á solemniza/' este
acto, y en castigo fueron desterrados á diver-
sos puntos, distantes 10 lllenos 50 leguas de la
capital.


En 1810 la Suecia, que como hemos mani.
festado, habia depuesto por intrigas y sugestion
de Napoleon á su legítimo Monarca GustavoAdol_
fo, firmó en París en 3 de Enero de 1810 un tra-
tado tic aliallí~a con la Francia. la Pomcrania
sut:ca y la isla tie H.ugCll se devolvieron á la Sue.




(50'2 )
1810. cia J que adhiriéndose enteramente á la política


de la Francia, prohibió la entrada en sus puertos
á los buques ingleses.


En 17 de Febrero un senado-consulta-orgáni-
co sancionó el decreto de 17 de Mayo de 1809,
por el que se ordenaba la incorporacion al Impe-
rio f,'ancés de Roma y estados ponLÍEcios , que
debian formar en adelante dos J.cp~i'tamelltos.
En él se declaraba que lada SOI.::::ULlb eSlnmgera
era incompatible con el ej¿rc;L,io de la pOlc3lacl
espiritual en el interior del Imperio: se exigia
que los Papas, al tiempo de su exa1tacion, pres-
tasen juramento de no hacer nada conlrc: las cua-
tro proposiciones de la Iglesia galicana) determi-
nadas por su clero en 1682; Y se dejaba al Papa
la eleccion de su residencia, conservándole dos
palacios en París y en Roma, con una dotacioll
de dos millones de francos en bienes rurales) li-
bres de toda imp0sÍcíon.


Desde principio de este año de 1810, N apo-
leon hnbia hecho una declaracion contra la ndmi.
uistracion de su hermano Luis, H.cy rle Holanda,
acusado de permitir en su llcillo el desembarco
é introduceion de algunos géneros ingleses. Luis
Bonaparte en efeclo desaprobaba las medidas vio-
lentas y tan poco favOrables al comercio nwríti-
1110 del pais, á cuyo frcnte le habia colocado su
hermano, y eusayó substraerse ele ellas ó ellldir-
las por algull tiempo; pero N"apoleoll) cuya volun.
tad no reconocia obsLlculos ni respetos, mandó que
marchase á ocupal' aquel Reino un cuerpo de Lro·
pas á las órdenes del Mariscal Oudinot, el que se




(503 )
apoueró de Amstcrclam; y Luis entonces abuicó 1810.
en favor ue su hijo; mas no se le admitió esla ab-
dicaeian, y por un uecreto irnperial se (lispusa la
incorporacion de la Holanda al Imperio fl'anct~s,
alcndienuo á que destruida la inuepelldencia de
la Holanda con la reunion á la Frnncia de la Bél-
gica, el sistema oe ac:uel pais debía ser necesa-
l'iam~nte el de la Fr::mcia, como si fuese una de
sus provincias. Asi :acahó Napoleon de arruinar á
lW p"cbI0 digno de mejor suerte, borrándole de
la lista de las naciolles. Jamas la Europa vió mas
detes!.flbles y et:candalosas usurpaciones.


Nav;)eon d,ispuso asimismo que ninguu buque
puJiesc sali,' de lo!.: PUC!'tos franceses con Jcstino
á los e~tr;H1gcros : sin ir aulorizado con una li-
cencia Gnn~da de eu propio puüo. Firme en el
proyect8 (le dc.:tn,úr á la Inglaterra, aislándola de
toe,as 1;:13 ~aci.of!es del continente, obligó á decla-
rar e:' :; de i~ gasto á lo~ E~uHlos-U nidos de Amé-
rica, qu~ los decrelos de Berlín y ue Milan de 11
de NO''l!2mhrc y 17 de Diciembre de 1807 deja-
rÍJl' d~ regir celando el gobierno británico revo-
case sus disposiciones para el bloqueo marítimo
continenta1.


El 21 de Agosto el Mariscal de Francia Juan
BautisLa 13ernnrdotte J Príncipe de Pontecorvo, á
quien Napoleon habia elevado á la primera digni-
dad militar, fue elegido por la Dieta de Suecia para
ser adoptado por el Rey Cárlos XIII, y empuñar
el cetro de los Gustavos. Bernaruotte, natural ue
Bearnais, se alistó muy jóven en la carrera mili-
tal', yen el ai'lo de 1789 era sargento del regl·




( 504)
1R10. miento real de Marina. Fue fiel á la causa del Rey


hasta el momento en que Luis XVI prestó el ju-
ramento á la Constitucion decretada por Ja Asam.
hlea nacional. Desde entonces se mauifestó re-
publicano, sefHllánclose en todos los campos de
batalla donde se encontró.


Ya hemos manifestado que el Duque de Sun-
dermania ocupó el trono, bajo clllombre de Cár-
los XIII, despues de la abJicaciol1 de Gustavo
Adolfo IV. La :::v311zacla edad de este 8obcrano,
y el no tencl' hijos J hizo ciue la Dieta nombrase
para su sucesor, en 14 de Junio de 1809, al Prín-
cipe Cristiano Augusto d'Holstein-Sondersbourg-
Augustembourg, á ({uicn C,irlos XIII adoptó por
hijo. En 18 de Mayo de 1810 , 1Ul terrible ataque
de apoplegía arrebató la vida d PrÍ:1cipe de Au-
gustemboul'g, con CilyO motivo, convocada de
nuevo la nieLa ele Suecia para elegir sucesor del
Príncipe !leal, IlIlOS sc ÍnclilJaoan á un l1CI'~Llall0
ele este,,}' otros estaban pore\ Rey de Dinamarca,
cuya elecciOIl pl'Opol'cionaba la reuuion dr; las tres
Coronas elel Norte Suecia, Noruega y Dinamarca.
El Soberano de este último estado escribió con
esta ocasion á Cftdos XIII, manifestándole que
la nacion sueca podia esperar de él cuantos sa-
crificios exigit'se su felicidad.


La DieLa quiso elegir un hombre de estado
fit'me y resuelto, capaz de manLener el ól'clcn
interior, fUel'ti~Jlll>l1te agiLado por las anteriores
revoluciones, y al mismo tiempo un capitan ca-
paz de defender y de vengar los ultr¡¡ges de la
nacion en caso de necesidad. Dirigió sus miradas




(505)
á los ejércitos frances(~s, en donde florecian á la
sazon tantos J' tan insignes capitanes, J' encon-
trando las cualidades que apetecia en el Príncipe
de Pontecorvo, cuya administracion del Halllló-
ver y Ciudades Anseáticas había merecido el
aprecio J' la admiracion de la Alemania; la Dieta
le dC3pachó un estraordinario , haciéndole conO-
ccr las Luenu!i' disposiciones con que la nacion
sueca se hallaba con respecto á su persona; pero
aqucll)rillcipe juzgó que llO podia disponer de sí
sin el conscntimiento de l'iupo]eon, quien para
mauifeslat' á los ojos de la Europa que no ejercia
ninguna jnflucncia en esta eleccion, hizo que se
retirase á París su MillisLro en Suecia, lleciLido
d consentimiento de Napoleon, se verificó la
elcccion por aclamacion de los repl'csentantui de
Jos cuatro órd"l1es lid Estado en cllllismo dia,
y Cárlos XIII, sacrificando su predileccion por
la casa de Ho;;ltcin J aJoptó por lüjo al elegido por
la Dieta) viéndose en adelante dignamente com-
pensaJo de esta patriótica dcfcl'eucia) por el cui.
dado, respeto .Y piedad verdaderamente filial con
que le correspollllió duranle su vida 13ernardotte.
La Suecia, en virtud del grande influjo que ejer-
cía Napoleon sobre el Príncipe heredero, decla-
ró la guerra en 19 de ~-oviemhre á la Inglaterra.


Al saher en las regiones de la América la in-
vasion que sufrían sus hermanos de la metrópoli,
se esmeraron todos sus habitaules en socorrerlos
por medio de cuantiosos donativos, cooperalldo
de este modo á la defensa COI11UtI contra el tirano
Bona parte. En 1809 la Junta Central, queriendo


TOMO Ir. 04


1810.


..




(506 )
iSW. reunir todos los brazos y los corazones de los


americanos, o.eclaró que las provincias de Ultra-
mar formaban parte integrante de la Monarquía
española, y que tenian derecho á ser representa-
dos en el Congreso general. Todos los gobiernos
provisionales que se sucedieron en Espaila conti-
nuaron en recon0cer en teoría los derechos de las
colonias, haciendo Con estas imprudentes decla-
raciones germinar en aquellas regiones las ideas
de libertad é independencia. Tal era el estado
del go hieruo y la cOlluicion de los americanos,
cuando se recibió en aquellos vastos paises la no-
ticia de la invasion de las AndalucÍas por el ejér-
cito francés, de la dispersion de la Junta Cen-
tral, y de la formacion del nuevo Consejo ele He-
gencia. En los primeros momentos del alzamien-
to de EsparIa contra N apalean, las colonias todas
habian manifestado el mayor celo} habian con-
tinuado obedeciendo too.os los actos del gobierno
de la metrópoli .. y probádole su adhesion por la
liberalidad de sus contribuciones; pero cuando
todos los buques procedentes de Europa que iban
llegando, les anunciaron contestes las derrotas y
desastres de sus hermanos los espailoles, repi-
tieno.o la frecuente acusacion de traicion, se res-
frió el espíritu público; y seo.ucidos por algunos
genios díscolos y ambiciosos, se prepararon los
ánimos á una revolucion que debia privar á la
España de aquellas ricas y vastas regiones. Con-
viniéronse por de pronto en que á fin de evitar
los horrores de la anarquía, seria prudente reco-
nocer la autoridad de la metrópoli, mientras go.




( 507)
hernase á nombre de Fernando VII; pero al sa- 1810.
berse la dispersion de la Junta Central, el temor
de la dominacion fl'ancesa, se acrecentó en los
americanos, y aprovechándose los mal intencio-
nados de estas críticas circunstancias para suble-
var los pl¡eblos, se vieron abandonados los ma-
gistrados, y en Caeacas se fonnó una junta pro-
vincial para dirigir el gobierno de aquel país,
sin romper por entonces los vínculos con la me-
trópoli, y mandando, bajo el principio de fra-
ternidad, amistad y unidad con esta. Casi al mis-
mo tiempo se verificaron iguales revoluciones en
otras provincias, y bajo la misma base y espíritu
que la de Caracas. Esta, Cllmauá, Barinas, Mar-
garita, Barcelona, Mérida y Trujíllo se unieron
corno gobiernos federales, y formaron en 19 de
Abril de HHO la que se tituló Confederacion
americana de Venezuela. Los principales autores
y gcJ'es de la revolucion aspiraban ardientemen_
te á la independencia definitiva, aunque oculta-
ban su proyecto bajo la máscara de partidarios
de Fernando, y hacían enérgicas declaraciones
de adhesion á este como á su legitimo Soberano,
á pesar de que se negaron constantemente las
nueva); juntas á reconocer el gobiérno de la Re-
gencia de Cádiz. Semejante conducta les era
prescrita por ]a necesidad de consultar los sen-
timientos, y de seguir la inclinacion de aque-
llas provincias; pero hien pronto se dió á es-
tos sentimientos una direccion diferente. Pon-
deróse altamente á los americanos los daños
que esperimentaball por las restricciones en su


-
.




( 503)
1810. comercio, y aun en el cultivo de su suelo, pOI'


la csclusion de sus naturales de todos los elll-
pIE'oS lucrativos, dn confianza y de alguna au-
toridad ellla auministraciol1, y por el estado lán-
guido y ruinoso en genE'l'al dd comercio de to-
das las colonias. El Consejo de Hegencia, acce-
diendo á las rE'presentaciones de la Isla de Cuba,
espidi6 en 17 de :\layo un decreto, por el que se
permitia á las colonias hacer con las naciones cs-
trangeras el cornc'rcio de todos Jos artículos de
)a¡; prodllccionc,~ de su suelo; pero este tardío
decreto irritó á los comerciantes de Cauiz , de
quienes en gran parte de pendia la Regencia J y
fue revocado en 16 de JlInio. La impresion que
produjo en el (mimo de los americanos la revo-
cacion de este decreto, estaba aun reciente,
cuanuo se recibió en Caracas la noticia de ha-
ber siJo declarados traidores cuantos hahinn to-
nudo pnrte en los líltimos 1l10Villlipnlos revoll1-
cíonarios de aquel pais, y ueconsiuerarse sus
puertos en estallo de bloqueo, hasta fIlie los ha-
bitantes reconociesen á los miembros dc la He-
gencia de Cauiz) como legítimos y verdaderos
l'epn~scntalltes de Fernando Y II, cuncediéndo-
les, sin embargo, una amnistía, COIl tal de que
en lo sucesivo se mostrasen sumisos yobedien-
tes á su gobierno. Esta ueclaracioLl ineficaz, pues-
to que para sostenerla era necesario una escua-
dra que realizase el bloqueo, y 1111 I1lllTWrOSO ejér-
cito que no habia , flle un acto peligroso de hos-
tilidad, de que el recuerdo de la emancipa cían
de las colouias inglesas de la América sepleuLrio-




( 509)
nal debiera habcr preservado al Gobierno es- 1810..
pailol, y se cometió la misma falta que el mi-
nisterio inglés, sin tener como af{llCl ni ejér-
cito ni escuadra, que en cierto TllOdo la cs-
CllSClSC. Este paso prodlljo las mismas consecuen-
cias, y la gnerra se redujo puramente á escri-
tos.


Los empleados por la Regencia en la isla de
Puerto-Rico fulminaron manifiestos contra los rCd
volucional'iúsd(~ C;¡racas. Estos, para justificar su
condllcta se escudaron en las mismas leyes de Es.
raiia, y sosteni:m que la Junta central no tenia de-
recho pnr;¡ 110mhrar Hegcllcia sin convocar las Cór.
tes, publicando la titl,darla suprema Junta de Ca-
racas en 3 de Mayo de 1810 I1n manificsto en que
asi 10 esprcsaha. EII G de Setiembre el Consejo de
Regencia dirigió a las Indias occidentales un ma-
nifiesto, en que) á nombre de Fernando VII, Y
despucs de tributill' pomposos elogios al entu-
siasmo patriótico y á la constancia y fiuelidad
de los valientes espaüoles americanos, se lamen.-
la de las turbaciones de Caracas, y las atribuye
á la influencia ele individuos turbulentos y ambi·
ciosos, ciegos por las máximas y doctrinas po-
líticas que hablan destruido la Francia, y que
el mismo Napolcon habia tenido que enfrenal'
con Sil brazo de hierro.


Tales eran en 1810 las pretensiones de los di.
sidentes americanos, y al través de las protestas
de adhesion á la COll1un Patria, y de fidelidad al
Rey cautivo, se dejaba conocer claramente el
proyecto de indepcndcncia, y que todos sus es ..




(510 )
1810. fuerzos se dirigían á preparar su emancipacion


de ] a metrópoli.
El rey intruso José dirigió á los habitantes


de la América española con fecha 22 de Marzo
de 1810 en Madrid una proclama invitándolos á
someterse á su gobierno para participar de las
ventajas de los nuevos destinos de la Espaila su-
misa á. él; Y en caso de no estar dispuestos á
esto, añadia: «Yo os aconsejo que nO tenga!:;
«ninguna relacíon con 1a Regencia rebelde y pér-
cdida, asi como tampoco con la Inglaterra; pues no
(desean mas que engañaros y sacrificaros á su rapa-
"cidad y avaricia: declaraos libres é independien.
Cttes de todas las naciones del universo.»


José despachó tambien para los Estados-Uni-
dos agentes secretos con destino á las colonias
españolas, y el Consejo de Regencia, instruido
de esto, espidió á todas las autoridades de aque-
llos dominios órdenes para que no admitiesen
viagero alguno procedente de las fronteras de
los Estados-Unidos.


Las autoridades populares que se establecie-
ron en la América española revolucionada, que
no reconocian al Consejo de Regencia, eran con-
sideradas como rebeldes por los gcfes de los pai-
ses sumisos; y en efecto, aunque l'cconocian la
autoridad de Fcrnando VII, este reconocimiento
no era mas que una fantasma á cuya sombra cn-
cllbrian su ambicio n y siniestras intenciones. El
COllsejo de Regencia envió comisionauos á Puer-
to-Rico, Cuba, Méjico, las Guayanas y Monte·
"iueo con el objelo de hacer conocer sus intcll-




(511 )
ciones de cooperar sinceramente al sosten de la 1810.
Monarquía española; pero la mayor parte de la
América 11leridional apoyó y siguió el ejemplo de
Caracas, y la division de partidos ... que se manifes-
tó Con el título de realistas é independientes, en-
cendió Lien pronto el fuego de la guerra civil.


La Junta de Caracas habia representado su
situacion y sus proyectos al Gobierno inglés de
la Isla de Cllrazao, próxima á la entrada del gol.
fo de Venezuela, solicitando su apoyo y protec-
cion. El Gobernador inglés entabló una corres-
pOlHlcncia amistosa con las autoridades de Cara-
cas; pero en circunstancias tan nuevas y críticas
pidió instrucciones á Inglaterra para arreglar su
conducta.


El Gobierno supremo inglés juzgó conve-
niente hacer una declaracion del sistema que se
proponia seguir con respecto á las colonias espa.
flOJas; y en 29 de Junio de 1810 pasó el Conde
de Liverpool, Secretario entonces de Estado de
la guerra y de las colonias, una Ilota al General
Lidyard, Gobernador de Curazao, manifestán-
dole que el primer objeto de S. M. B. al saber
la revolucion de Espaüa, habia sido secundar los
esfuerzos de un pueblo valiente y leal para la
conservacioll de la :\lonarquía espaüola en todas
las partes del mundo, y conforme á estos senti.
mientos y á las obligaciones de la justicia y bue-
na fe, S. M. B. debia oponerse á todo paso ten-
dente á separar las provincias de Amt:.'ica de la
metrópoli de Europa; que sin embargo, no obs-
tante los deseos de S. M. B. J el Reino de Espafla




( 51'2)
1810. estuviese destinado á someterse al enemigo co-


mun, ya por la fuerza real, ya por una conven-
cion que no le dejase mas (lue la somol'a de in-
dependencia, S. M. creeria de su deber dar toda
especie de socorros á las provincias de América
(PiC se hiciese a independientes de la Espafla
francesa, ofreciendo un asilo á los cspaüo]ps que
rehusasen someterse á sus opresores, y miraria
á la América como á su refugio natural, y COI1-
servaría los restos de la Monarquía ;Í SIl Sob,'I'a-
no Legi·;lado l·, si aJgnll dia llegaba á recobrar
BU libertad: que era muy satisfactorio para S. M.
el saber que lo que habia sucedido en Cnr"cas
habia sido en gran parlc cfecto de la im presion
errónea (¡UC los habitantes habian recibillo ncerca
dd estatlo desesperado de los negocios de Espaüaj
y (]UC disipndos estos temores, era nalural pensar
fllle los habitantes de Cal'acns se dispomirian á
renovar sus relacinnes con la Es!,aDa) cumo parLe
inlegrante de dicho Reino, y á enviar sus Dipu-
tados <t las Cortes generales del !teino.


La Regencia de Cadiz hizo puLlicnresta nota (lue
se insl'rtó en los papeles públicos de aquella época.


Asi, pues, mientras la Península hacia los
lllnyores esfuerzos y sacrificios para conservar su
libertad, la revolucion se desplegaba en las inmen-
sas posesiones de Ultramar, y la privaba de los
recursos con que debiera contar para estermi!Jar
el Tirano de la Europn) reslaunH' el trono y ;1~C9
gurar la independencia llaciouéll.


FIN DEL TOMO ll.




(513 )


INDICE
DE LOS


CAPlTlJLOS QUE CONTIENE ESTE TOMO.


CAPITUI~O 1.
N apolcoll multiplica los m(;dios paré! ,1utJ~illar la E3palJa. -


l'ítÍlllero de sus tropas cn la Peníllsula. - EntI'cvista tLe
N apCJlcon y Alo:.:jall(lro C'[1 Erfm't. - Ncgociaciones para
la pJZ ~clIeraJ. - :'í apoJeon vneh'c á París. - Proclama á
~ll cjú'Citü. - Se pOIlC á su cabeza. - Posicioues del
ejército frauecs C11 EspaT¡¡t. - Accion de Alfaro cn la
1iioja. - Openeiollcs del cj6reitu de Calicia. - Aceio!l
de nill.ao. - Acciollllc Frias y Oüa. - Scsuuda accioll tic
Bilh,lO. - Al'ciotl de ZOl'tlosa. - Seguuda aeciOll de ZOl'-
llOsa, - Enlrada (lc l\apoleoll en Espaila. - Su protli-
giosa activit!a(l en csta campaiia. - Or¡;auiza los ejérci-
tos [r;ItICcscs. - Aceioll de Y:dmasctla. - 1\('('iol1 (le San
PCllrO de Gucücz )' Sodnpe. - Batalla de Espiuosa. _
ILílJil retirada de maeke ........................ p;íg. 5


CAP ITULO JI.


El ej,Fl'cito de EstrClllatlnra se dirige á l\LH1rid. - Dcposi-
cion del General (~al!uzo. - El General Belvctlel' tOUJa
ellllando. - Sil:1l3eion tle Burgos. - Entran lus cSl'''-
itoles en esta ciudad. - Batalla de Burgos. - Desasll'o-
sa retirada del cjlFrcilo español. - Operacioncs del ej':r-
cito cspallOl del cen tro y reserva. - Accioll de Lerill. _
Accion de Sallgücsa. - Plall de los ejércitos rCHl1idos
ele CastalIos y Palafox. - Batalla de Tuuela. - Háhil
retirada (lel ejército de Casl¡¡üos. - PaJaros. se ellcicna
TOMO Il. 65




(514 )
con Sll ej':rcito cn Zaragoza. - Se declal'a la cpi¡lclllia
en a(111e!la ciudad .... , ......................... '" . 19


CAPl TULO IIl.


Eutrada del ej,:reitó iIlSI(:s en Espalla. - SOlllt p('r~í¡;lIc d
ejército tle Galieia. - Es reemplazado ]l0l' Victor. -1\'a-
poleon se dirige sohre lIIHlt'id. - Accion de SOlllosi,~r-
1'3. - La divisioll espaltola de lIeredia OCllpa ;í Cuadar-
rama. - Insuhol'dillacion de estas tropas. - Obligan al
General ;í marchar á :\Iadrid. - Su dispel'sioll. - Dispo-
siciones de la Junta centl'al para la defensa dc ,U"drid.-
Su traslacion á Estrematlnra. -lHadrill toma una acti-
tud hostil. - Estahlécese una J unta de defensa. - Asesi-
nato del i\Iarqués de Perales. -Illtimacion de Jos fran-
ceses. _Ata(plC de la puerta de FIICne'lITal. -Segunda
intimacion. - Contestacion. - El Dl1llue del 1 ¡¡ ['antado
sale á buscar tropas. - Ata(lllC gcneral. - Los fl'anccsC$
toman ellletiro. - Penetran ell :\latll'id. - TCI'cera in-
tilllaeion. -1\1orla trata la caritulaeion. - lndignacion
del puehlo. - Salida de la gllarnieiol!. -Cal'itnlacion.-
Los fl'anceses se posesionan ,le Madrid .. - Sapoleoll ell
Chamartin. -El rey José en el PartIo. -Prim.ens dis-
posiciones de los frallceses. - N o se ohserva la capitula-
cion. - Rasgo de amor filial de la C:ondesa de San S imon.
_ Ptesultados de la defensa heróiea de :\I,¡dril!. - Deerc-
tos de Napoleoll. -.su proclama. - OLliga á tllle se le
presente una diputacioll del vecilHbrio. - Sn rccC'pcion
en Chaulartin................................. .. ... 32


CAPITULO IV.


Operaeio:¡('s del ej(~l'eito (Iel centro. - Su retirada, - .\c-
eion de Bnhierea. -Castai'¡os depuesto dellJl,¡IHlo.-Spn-
timiento de Sil ejército. - Toma el lIlando el Gencral
Lapeüa. - El DIIlluC dcllnfantado se reulIe á cste ejl!r-
cito, _ l'ioticia de la capilulacion de l\Iallt'id. - Suhle-
yaciOll del ejúeito. - El General Lapei'ta deja el manuo.




(515 )
-"El ejército proclama por su Gefe á Infantado.-Cas-
tigo rld autor de la sllhlcvacioll. - Disposiciones de In-
fant.ado. - La divisioll de Valencia se separa del ejérci-
to. - CastalIOS C3 eonfiuado por la Junta central. - Se
le fOl'llla eaUfo;]. - Su illoceneia. - Injusticia con que se
le trata. - El ej(!reito de Infantado llega :i Cuenca. -
Aceion de Taralleon. - Aeeiou de Uclés. -Devastacioll
de esle IHIPhlo por los franceses. -El ejército de Infan-
tado se retira á Y¡¡leneia.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58


CAPITULO V.


Op('rapiones del ejército (le la derecha en Calaluüa. -Ac-
cion de Llobregat. - Aceion de Santa Coloma. - Ac-
cion de San Colgat. - Estado de Cataluiia. - Marchan
tropas de otras prov incias á su socorro. - Entra un nue-
,'0 ejl(rcito francés en Catalllila. - Saint CJr sitia á Ro-
~as. - Aecion del llano de Barceloua. - Accion del Flu-
viá. -Segunda accion del llano de Barcelona. -Ataque
de San AlItln{s de Palomar, y haterías de l\1onjuí.-
Rpndipion de la plaza de Rosas. - Se fllga su guarnieion.
- S<¡illt C.v[' \'lwlve;í Barcelona. - Aeeion lle Llillas. -
Aceion lle Sarri;Í, - Aceion de -:\<Iolins ,le Rey. - Retira-
da del ej¡:rcito {SpallOl. - Su descontento. - Deposiciou
del Gencral Vives. - Le sucede Iteding. - Dejan los es-
paüolcs la ofeusiv;¡, y toman la defellsiva.. . . . . . . . . . . . . 68


CAPITULO VI.


Operaciones del ejército inglés. - Napoleon marcha á ~u
Pllellcntro. - Paso del Guadarrama. - Rellnioll lid
ci (in:ito inglés y cspa 1I o\. - Los ingleses comienzan su
retirada. - Aeeion de Benavente. - Los espaüoles elU-
prelHlen Sil retirada. -Aeeion de l\fansilla de las mulas.
- .i\otieia de la guerra de Austria. - N apoleon vuel \'e
:í Vallatlo\i!\. - Proyecto de reunir la Espaila á la Fran-
ei,l. - Prepara el restahlecer á José en el trOIlO.-
'-;I'~llllda entl'aJa de este en la capital. - Soult persigue




(51 G)
;Í 105 i Ilg1esf's, - S tI desasf ¡'osa retirada. -Dcsorg:\i] iza-
l;ioJl tI!'!( ej(~rcito illgk:s. -Dat:J11a tlc la Corulla. _ ,\Il1er-
te del General Maore. - ElllJ.an[ne de los ill¡.:;kscs.-
Consideraciones sohn~ esla psppdicion. - Capillll~¡('il)ll
de];¡ COI'I1I-la.- i\"apolcoll Illa]'(~ha á Paris. - Capilula-
eion <Id Fenol. - TOllla de Vigo ............ ,...... . 80


CAPITULO VII.


Los restos del ejércilo de Esl¡'emadura se rpull('n en Tala-
vera. - Asesinato del General San Juan, - ,\ta'lIle del
puente del Arzobispo. - l\ta<llle <lId T)fIelil" del r;Oll-
ue. - Accion dd puente tIe Allllal'az. - ltct.irada del
ejúcito cspaiiol. - Su aispersion ..•....•. , . . • . . • . . . • 107


CAPITULO VIII.
Segundo sitio de Zaragoza, - Pra1·ide¡;<';as (le Pala!o:t.-


Ataf'{l1e de MOllte Torrero. - Atar[ue del arr~d);!l. -
Intimaciol1 de los franceses. -- COlltcsl,'lcion de Pala-
l~,,,. - Salidas de los sitiados. - Al;ujllC del cnnvento
dc San Jos,:. - Se dcclai';¡ 'la cpidclliia en la CilllLd.-
Los puchlos circunvecinos protegen:í Zal','l\:)üz,'l. - Lan-
!les toma el mando del sitio. - l\Iorticr tlisrcfsa las
tropas que se hallaban fller~ de Z;¡ra~oza, -Prepara-
tivos para el asalto. - Disposic; .. mcs de los sitiado~. -
A salto del COllyellto de San ta Ellgrae ia, - S e;llllda in-
tilll,¡t'ioll de LanllCS. - Estado en <l\lC se baila Za¡'ago-
l:a. - ¡\qlio del convento de San Agustin. - Ataques
UC calle 1'11 calle, y de casa en casa. - Ata<llle del con-
vento de Jf'rusalcn. - TOllladd colegio de Escuelas
Pias. - At:Jr¡ue del convento de San Francisco. - Se
desecha la idea de capitular. - A taque de la L' niycr-
sitiad. - Ata<fllC del arrabal. - TomO) <lel convellto de
la TJ'illidall. - Palafox. ellferlllo. - TIelHlicioll dc Zara-
goza. - l'J'elll io dc SLtS herúicos defensores. - Plendi-
cion tle Jaca. - Est.ado tIe la ~aciOll despues de la pér-
dida de Za¡·a¡;'Iza. --- Tratado de :J\ianza eOll In¡;later-




(51 í)
ra. _ Dekltp.s en el Padalllcllto bl'iUnico 50hl'e la gllt::r-
ra pelli nsu!.JI' ..................................... .


CAPITULO IX.
Napoleon proyecta invadir á Portugal. - Cuesta es pl'O-


clamado Capitan General (le Estl'€lll~dnra. -Reorgaui-
zaeioll (Iel ej(:¡eito de p.~ta prov iucia. - T nma la ofen-
siva. - At,1l1lle (Iel puente tIc Allllal'az. - .\t~(¡nc cid
1\101laslel'io de GnadalllPe. - Accioll (le las ./Ilesas de
lhor. _ Retirada dd ejr:l'cito cspaltO\. - AccíOI1 de
Miajadas. - ]1;,lalla de ;Uc,I('Jiill. - El COJ\tle tic Cal-ta-
ojal opera en la :\lancha. - "'ccipl1 dI' :\To,'a. - Arcioll
de Cilldad Hea\. - Se rdi!,a ,1 Sierramorena. - lJc['o"i-
cion del Conde ele f:al'taojal. - Veueg:15 es l1Olllbrado
Capitan gellcral. _ De,caiierrto gCllct'al de los cspaliolp.s.
_ La Junta cent.ral imita al S(~lla!lo Tlomano. - Pre-


11~


m io <.le los qne combatieroll eH \ledell in ............ , . 146


CAPITULO X.
El l\r;,rI'i~p.al Soult emprende la conquista rle Portllgal.-


Acciull de F<:ces. - Aliulllr: de CLaves. - }\sesin;lto del
Gencral Freirc. - Toma de C!laves. - Los portugue-
ses rccolHlllist.11l á Ch;n'los. - T(JHl" Y s<lrlueo tlc Opor-
to. - Dcres[on] orsalliza el ejército pOl'lllgll(:S. - Los
iunleses socorren á PortJq:;al. - Soult se rctira sobre
Galieia. - \Vcllesley toma la ofensiva. - Evacuacioll
dr. Oporto. - Aeeioll de Pcllaficl. - DC5astl'OSa relir¡ula
de Soult. - Elltra eu Orellse. - Los inSlcscs retroce-
den á Lishoa. - Operaciollcs del ej(reito de la ROIJlalla
en Galicia. - Aecioll ,le Yilla[rallca del Bierzo. - Los
espallOles toman á Vigo. - Los franceses OCllp;l!l ;í As-
turi;¡s. - Los espú,olp.s atacan á LllgO. - Heullion de
los Mariscales SOlllt y Ne,v. - So"lt se rcplega á Casti-
lla. - Aceioll de SillltiilgO. - ""C('iOll del jluenle ,le San
Payo. - Ncy e"aclla á Galicja. - Operaciones dc los
Mariscales Mort.ier y Victor. -Accioll de Aldntara. _




(518 )
Los fr3ne(~~Cs se retiran ;Í la orilla i7.C{uiCl'lla del Tajo... 165


CAPITULO XI.
R("orgalli1.a nl'ding Pi ejército ~lc Cal:Jlalta. - Aeeion ,le


Castelloll de Am¡lLlrias. - Accioll de Tgllalada. -Bata-
lla de Yalls. - ;\flwrte de Retling. - TOllla clmalldú
Coupigni. - OCllpall los franceses ;í Vich. - Estado de
Catalulta. - Se silia á Gerona. -lllacke es nombrado
~uce50r de ltccling. - Forma el segundo ejúcito de la
derecha. - S e dirige á Zaragoza. - Aecion de C inae. -
Batalla de Alcaüiz. - Retirada de los fl'all('esc.~ sobre
Zat'agoza. - I3lacke iuteuta tomar á Zaragoza. -Accion
de :\Itwl. - Accion de ~Iaria. - Retirada de lar- espa-
floles. - Aeeioll de llelchite. - Disollleion del segundo
ej6rcito de la derecha. - Suchet vuelve vencedor á Za-
ragoza. . • . . . . . • . • . • • . • • . . . . . • . .. ................. 187


CAPITULO xn.
Guerra de Austria con Francia. _ Los ingleses se lleci-


clen á operar con los espaüoles. - [\ellllioll de los cj6r-
citos. - Sorpre,;a de Torralba. - Accíon de Gamo-
nal. -Batalla (le Talavera. - Premio (le Sir Arturo
'\Vellesley. - Aeeioll de Al'alljur.z ... ~- Inaeeion del ejJr-
cito il1gl(:; despnes de la victol'ia. -- Causas ;í ({tIC ¡]r.he
atribuirse. - Retirada del ej('l'cito ingl((s. - nctirada
de los espallOles. - Aeeion del Puente dcl Arzobispo. -
Cuesta deja clmando. - Le sucede Egnía. - V cllegas
da la llatalla de Almonacid. - Su rctira(la. - Espc(lieio~
nes de la Inglaterra durante la guerra de \n,;tria...... 20-1


CAPITULO XIII.


El DlHlue del Parque reemplaza á la reomana en el mando
del ejército de Galicia. - Batalla de Tamames. - Paz.
de Austria con Frallcia. - Disposiciones de la Junta cen-
tral para recoll!luistal' ,í :\la(tl'id. - Dr'sastrosa hatalla




(5J9 )
,le OC;\I'<1. - ;\Cl·ion de '\!ctlin3 del Catllpo. - i\ceion
ti" Alha de TonJles. - Nnevas llisposiciones (le la Jun-
ta ('(,III1':1\. - "\fanífiesto del '\Iarc¡ués de la Romanil. -
Se convocan las Cortes. - Proyectan los franceses la
C01](luista de la Andalucía.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . -122


CAPITULO XIV.
Sitio de Gerona. - Disposil:iollCS de su Gohernador .\ ¡"a-


rezo - Junta [!;ubernaliva de la ciudad. - Ata,]ucs CUIJ-
tra el castillo de Mo\,juí. - II¡'I'úiea defellsa llf~ Sil glla¡'-
uicioll. - E"tnda de nll con\'oy en la pl'lza. - ¡\uge-
reauesnomhraclo para di,';"';)' las "i',;r:lCinlli's ,kl ,itlo,-
Asalt9 rechazaclo <1e ¡,crIJlla, - Entrada lle Ull sC'gulI-
do COIIVOy. - Salida d\: Gerona {Id l1ri¡pelier Odollelt.
_ Accion de Sanla Colollia <lId ]<'11 1'11 ({5. -Bloqueo de
Gerona. - Falta tle reCLlrsos en la plaza. -Hamhre t{~l··
l'iJJle (Iue se \:sperimcllta. - Accioll de llúlO];¡s. - Ac-
cíon de Dascano. -Illtillla '\llgl:l'e~lU la rendicion inútil-
mente. -Lamcutahle est;;t1o de los halJitantes de GCI'O-
na. - El Gobe:'nador '\II'l\rc1. cae CUfel'lllo. - C:apitll-
laciol! de la plaz~l. - Heroislllo elc sus ,1eft'llsores. -
Falta de cumplimiento de la eapillllaeioll, - Asesinato
del Gubernador Alvarcz. - JIOllOl'('S concedidos á SIL
memoria, y :í Jos ¡;crul,de¡¡ses. - ¡.'il} de la se~un(la
caulpail<t. - O]¡,crv¡]ciones. - SislellJa de gucrrillas.
- Su ¡;rande ulilidad en esta gucrra. . . . . . . . . . . . . . . . . 235


CAPITULO XV.


Mala inteligencia clltre los befes i'1g1cses y espaiiolcs.-
El ejércilo frane,:, im'al!\: la All(]¡¡llleía.-Pasu ,le Sier-
ramorena. - AccíOll de Alcalá la Heal. - TOIl';¡ d" Gra-
nada. - Def(;llsa T ocupacíon de MáJ¡¡ga. -- JOS,! l\apo-
)con CII C:t'íl'lloba. - Ent!'a el! Sevilla. - Pro<'lallla al
eje:l'cilo frallceS". - La JIIII!a cClltral desde Sevilla se
tl'asla<la á Cacliz.-.'ius disposicioncs. -Odio violento
del pueLlo á la J lluta central. - Marcha el DllClue de AI-




(520)
lHlrqui'I"l ue ;í Cadiz. COll su eVrcito. -FO¡'lll~cion lle una
J lUlta pal'a su d~fens~. - s:¡! \~a ;¡ r$ ta plna. - S e aumen-
ta el odio contra la Central. -(:ol1voc!lcion tIc las Cor-
les. - Crcacion de ulla Re~enci;¡. - Cesa en el gobierno
la Junta central. - COlltestaciolle~ del D¡HlllC de AlIlllr-
querq ue con la J unla de Callizo - Soult illtitlla á Alhur-
yyerque la r('adicion. --:\Tensage del rc.y JOS(: á la JUll-
ta de Callizo - Lacónica y clléq;,ca contestarion. - El
Duque de AlbUl'l{llerque separado del mando del ejérci-
to. - Su muerte en Inglaterra. - Prclllio de sus ser-
vicio~ ..........•..•....•.... ""., •. ,." .. " .. ,... 272


CAPITULO XVI.
Yictor hloquea á C~diz, - Disposiciones para la defensa.-


Recio temporal en la bahía de Cádiz, -Defensa del
castillo d~ Matagorda. - Continuall las opcrJeiollcs del
sitio. - El l\Ial'iscal "Iodier se di l'ige sobre BJdajoz. _
Ocupacion de Zafra, - Intíma la rendicioll de Bada-
joz. - Accioll de Zalalllea la Real. - Accioll de Val-
verde., , . , . , ..........•. , ...•.. , .. , . . . . . . . . . . . . • . . 299


CAPITULO X VII.


Intenta Ney el silio de CiuJ,ld-Rotlrigo.-Accion <le Bar-
ba elel PlICl·ca. - Operaciones de r~egllier en Estrema-
dura - Accioll de AlTo}o lid Pltl'l'CO. - Aceioll de la
llocn. - Accioll de HOII(Jllillo. - Aeeion tIc Al·¿¡CCna.-
El Genel'al francés 130net hace ulla illClIl'sion en Astu-
rias. - Aceion de Ovicdo y elel Puente de Colloto.-
Junot sitia á Astorga, - IIeróica derensa dl~ ;;u Goherna-
dor Santocildes. - Capitula despllcs de apuraelos los
medios dc resistencil. - Saqueo tIc la ciudad. - Gran-
des preparativos de Napoleoll para invadir por tercera
veL á Portugal. .. : . • • • • • • • . . • • • • • • • . . . . • . . . . . . • • • • • 306




( 521 )
CAPITULO XVIII.


Odonell es nOlllhradu Ceneral en gefe tlei cjr!rcito de Ca-
talulia. -Accion del puente tIc Molins de Rey. - Ac-
CiOH de Muya y Collsuspilla. - I\.cconocimiento 501)re
VieIl. -Aceion de Santa Perpétua y Mollet. - B<1talla
de Vich. _ Aceioll de Villaf'ranca de P auadés. - Accion
(te Esparraguera. - Retirada de los franceses á Barcelo-
na. - Blolplco y clefensa del castillo de Hostah'ich. -
Toll1an los hallccses las islas Medas. - El Mariscal Mac-
don,üd l'CL'''l'laza á Angereau. -Accion de Orta.... . .. 315


CAPITULO AlA.


Operaciones del júvell ;\Iina en Navarra" - Suc11et le per-
sigue aclivamente. - Espedieion de Suchet á Yalen-
cia. - Combate tIe Alvclltosa. - Entusiasmo de !O,; de-
fensores de Valellcia. - Retirada de Sllchet. - Opera-
ciones del Gelleral cspailOl Vi¡¡acampa. - 3Iina el j,íVCll
es hccho prisionero. _ Suchet si! ia á Lúitla. - Esta-
do de la plaza.-Salidas df~ sus deCensol't.'S. - Batallil (le
1\1;I"1:Flo[: - H"'TOl'OSO ;¡s~lto de Léri<la. - Jl.eni]icioll
de la plaza. - C)porao~on.-v.:> ...1.01.00 .c"'ln~lt-.on'()G. --]}cfellsa
y rClldieion de MClpincllza.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 328


CAPITULO XX.


Napolcoll nomJH'a á Masena para COll(luistar el Portngal._
Disposiciones de \\~ e1lington para su cleI'e115 a. -Sitio de
Cilldad-Plodrigo. -B.cullion de los ejércitos fl'allceses de
N ey, J 1l1lOt y lVIasena. - Herúiea ddensa de Ciudad-Ro-
dl'igo.-S u rendiciull.-Accion de Jerez de los Caballe-
ros.-Posiciones (le los ingleses en Portusal.-Rceolloci-
micllLo del fuerte de la COlleepcioll. -EII1 piczall los in-
gleses su retirada (¡ Lisboa. _ DefeJlsa y relldicion de
Almeida. - Los pueblos signen la retirada de los in-
gleses. - llatalia de Dusaco. - Toman los franccses 1Í
TOllO 11. 66




( 522)
Coilllbra. - Ocupan los ingleses las lÍtleas inespugna-
lJles dc Torres-Veuras. - El Marqnes de la Romana
con ulla division mareha;í unirse:i los itlgleses. -Sis-
tema de ¡uaeeíon de \VelliJlgton en esta guerra. - El
ejército francés reducido á la lllas espantosa miseria. . . . 358


CAPITULO XXI.
Sitio de Cádiz. - Se convierte en lJloqueo. - Tllsurrcc-


cion de la sierra de Ronda 'f de las Alpnjarras. - Frci-
re reorganiza en Murcia el ej(;reito del centro. _ El G e-
neral frallees S('hastiani hace una illeursion rll pJ ,.~;",.J
de MUl'"¡''' _ B1acke toma e11l1aud" ,1,.1 Oj'o.;'1CltO dc 1'Ilur-
cia. - Aceíon de Larca. - Retirada de Sebastiani. -
n!acke destaca una divisiol1 á la l\Iancha. - Aeeion de
Roda. - Se manifiesta la epidemia I'n Murcia. - Es-
pedicion del General Laey al condado de ]'íichIa. - Ata-
que de l\Inguer. -Su vuelta:i Cárliz. - Espetlieion ma-
lograda del Lord maney. _ El ejército de Bbcke toma
la ofensiva. _ Batalla de Bnza. _ B!acke es nomhrado
Regente. - Toma de ilIal'hella.. . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . 2.102


CAPITULO XXII.
El Rey José rcgrc3a :í Madrid. - Opcr:¡ci0l1C3 Jc las guer-


rillas. - Aceien de Almélzan. - "1ecion de Jletorl dIo. -
Accion ,le Cirucntcs. - Aeeion dc Cosolludo. - AcciOl1
de Fuenle-Sanco. - Toma del castillo tIc la Puchh de
Sanabria. - LspeJicioll de Portier á JijOll. - Espcdi-
cion contra Sanlol'a...... . . • . . . • . . . . . . . . . • . . . . . . . . • 423


C.APITULO XXIII.
Prej1J.rativo;, de 105 fr:.:neeses para el sitio de Tortosa.-


S itio de esl;¡ plaza. - S alidClS de los sitiallos. - TIlollueall
lo:; espJ.J¡o!eG á i\L)l'clla. - AC('tol1 tic Gra'~() 1]e1<3. - Ac-
cioIl de Fals::t. - Defensa tle TOl'tosa. - Sorpl'csa de
Flix.-OFcrQcicJ:cs eH la línea del Llohrc¡:;at.-Odoncll
logra enccrrar á lo~ franceses en el campo de Tarr,"so-




( 523)
na. -Retirada de los franccscs. - Ataqne de Falset.-
Las tropas espaÍlolas de Valencia intentan socorrer á
Tortosa.-Su retiratla. -Reunjon de Macllonald y Sn-
chet. - Accion de Cervera. - Accjon del Abisval. -
Accion de Sallayosa Cll la Cenblla fl'ancesa.-Operacio-
nes de varios gefcs del ejército de Catalnüa. - Campo-
verde toma el mando en< gcfc. _ Toma de Solsona.-
Incendio de su Catedral. _ Accion de Darnius. - Ac-
cion de Lladó. -Segull(lo esfuerzo de las tropas de Va-
lencia en favor de Tortosa. -Accion de 1711dccona.-
A on;nll de Villel. -Estado de insurreccioll de toda la
Catalniia. --~o";nll de los :\Iol'sos. -Accinn ,1 .. r"oldl-
follit. - Sorprcsa (le varios <\estacamentos franceses en
el campo de Urge!. -Continúa el sitio de Torlosa.-
Su rendicioll. - Funcsta ilJlpresion qne canSa. _ Con-
sidcracioncs sohre esta terccra campaüa. - Nueva 01'-
gauizacioll de los c jérci los .......................... .


CAPITULO XXIV.


Convocaciol1 de Cortes. - Eleeejol1 de Diputados. - Re-
l1n;nn de h, Codc.;. - Sil insl¡¡]acioll. - E:;posicioll ae
la RCgCllCi". - Pl'Íwcras mcdidas de las Corlcs.-Prcs_
tan los HC¡;Cld<cs cl j~¡1;¡1l1cnto tIc fi(lelitlatl. -Se fijan
sus all'ilmcie!lC:i. -E,~t:lhlcc;lllicnto ¡le la liherl~d de iUl-
prcnta. - El Obi,;po (le Orensc no reconoce la suJJcl'anía
de las Cortes. -i\I:~did;¡s rllle ¿[rlopLall contra él. _ Ha-
ccn dimisinn les I'cc:;clltc:;. - KOlllhralllicllto de una
llllCE¡ nr::,cl;:~i:l. - H~csll'icciOllcs (IllC ]¡~ce al jurar el
1\IanF/s dd r::!acio. -,sil arrc<'lo y causa.-Se decreta
un lllcm:lllC¡,to tí Jorl~c IlJ. -l'J'o)celo dc forlllar 11l1a
Constí!;:e;ol1'-0l'o"iciun d8 al,;1l110;1 Dipl¡{adlJS. -Des-
tierro de los i¡¡(li, i¡[¡los !le la pl'iU1Cra Itq;cllcia.-Provi-
dCIlCi:ls (Ille ;:¡do pla el go:;ú: l' llO i IJI ¡<uso dc J 05::-C0I1VO-
ca Corlcs.--AJllili.,tí:l._J);\ ¡,iolJ t1d tcnitul'io.-Gu:u'-
día chic::, - Juntas crilllillules. _ Yalor del Obispo un-
x:ili:lr úe JWalll' id. - L,JJOl'l)i:a ~es CÜlI! [iLuciones. _




(524 )
AZilnza, Emhnja(lor cn París. - Estado de los puehlos
Iluminados por los franccses. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 468


CAPITULO XXV.


Estado de la Enropa en los ailOS 1809 y 1810. -Rendicíon
dc la Caycna franccsa. - P,cvolucioll de S nccia. _ PI' i-
sion de C-ustavo Adolfo IV. -Su ahdicacion. -Procla-
macion elel Duque de S lldeúnania , hajo el nombre de
Cárlos XIII.-Desticrro de Gustavo y su familia.-Guer-
ra de Anstria.-Datalla de Eslinfj.-DevVagram. _ Pa..:
de Austria. -Prisioll del Papa. _ Di\'orcio de ~a¡J(:'" _.
- S u casaUllcnlu '-'VI~ -- .• " •• ~ 1. ; ... llH(~L". ... ,:,.:1- _~..,;;; .n.ustrla. -
Desticrro dc los Cardenales cIue no 'lui<i~rnll preseuciar-
lo. - Alianza de Francia con Suecia. - Reunion de los
estados pontificios á Francia, - Ahdica Luis Donaparte
el trono de Holantla. -5 e rcune al Tmperio. - El G cue-
ral Bcrllal'clotle es llombrado Príncipe heredcro de Sue-
cia. - Declara la SlLccia la gncrra á Inglatcrra. -Estado
de la ,\iuh-ic:.l en1f:109 y 1dIO ............ , .... ,...... 490


L"r ({ obl'a {'S propiedad del Autor, quicn perseguirr¿
como ji'(///(!II!elll'js (o(lus ro,) ejemplal'cs 'lue //0 {(c,'en (Ui
COil! rase/las 1llC en cs!t;¿ cclicioll se /wl!cm.