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EDICIÓN POPi7LAs"i,'


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APROBADP


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ÚNTPI f3E610T1A DEL PRIÑC


1918




Este librito ha sido escrito en colaboración por los sein
res Vizconde de Campo Grande, D.. Ceferino Alonso (El Ce
bita) y D.. José González, Registrador déla Propiedad.


Se ha seguido, en parte, el orden y'distribución' de mat
terias del .«Compendio de la doctrina Catalanista', de Prat
la Riva y Montanyola, por su carácter práctico, adecuados


r nuestros fines.


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FEGIONALISjVjO


Doctrina Rturianista
I


La Patria
, P. ;Cual es el deber politico mas fundamental'?


It. Amar a la Patria.
P. es lee Patria de los asturianos?
li. As •ruuuns y por extensión Es1'A&I A, que es la


continuación histórico ;eogrófica y politica del ESTA-
DO ASTULIIANO, al cual debe el sir.


P. ¿l:ntunees ASTURIAS l 'uó Un ESTADO!
H. Cuando encarnó la personalidad total de le Na-


ción espaiuota, rnó un 1?sTAno SOBERANO EN A I:sOLL TO;
nueis • tarde por la onmilnoda libcrlad e independencia,
facultades 1' atribuciones de que gozó, vino a ser de
hecho r N IES' I A no DEN • rlm nl:I,orrtofil;I'E Inu.


II
Asturias


P. ¿(.:ouIu Iza de comprenderse hoy día lo que es
As• 1 • I; uns?


H. Como una ltu•:GIóx habitada por la larga cadena




2
de generaciones unidas nor la comunidad de afectos,
historia, tradiciones, dialecto, topografía del territo-
rio. condiciones ele raza, costumbres, hábitos, acele-
ra, que nos distinguen del resto de los españoles.


P. i,Que particularidad ofrecen sus limites geo-
gráficos?


R. La de ser la Región que tiene sus fronteras na-
turales mejor definidas, pues limita al N. con el mar
(;antlibeico; al S. con la cordillera que nos sepan) de
León; al C. con la antigua Cantabria de la que la se-
para el río lleva, y al O. con Galicia, formando la linea
divisoria el río Lo.


P ¿Cuál es la BANDERA de A^runlAs?
R. Es de color azul; trae pintada la Cuuz nr•, I.A


VICTORIA con, las letras griegas Ai,i • n A y O i r•.cn (prin-
cipio i , /in), v los lemas IN IrOC SIGNO VI':CITIiR, IN IrOC
SIGNCi it;cTÜn PIUS, cuyas características son la nibión
las propias del ESCUDO asturiano.


P. ¡.í)uó representa esta BANDERA?
R. 'Podo lo cuas grande y santo de la Región: vida,


hogar, historia, tradiciones, intereses y e: perauzaS.
P. i,Debe ser por lo mismo honrada


y
l;resperla?


R. Sin duda: debiera rendirsele homenaje y ser
ostentada en los edificios públicos en todas las solem-
nidades de este carácter•, y principalmente en las de
significación regional.


IlI
Lengua regional


balde
P. El DALIA: eS idioma o dialecto?
.R. Dialecto; pos- tiene ;rail importancia. siendo,


en su origen, mas antiguo que el idioma impropia-
mente llamado castellano; esta dotado da raíces de
lengua c atice y contiene vocablos tan expresivos que
en el idioma español no existen en ocasiones palabras
que con igual fidelidad expresen ciertas ideas.


— s


P. yudo el ItAni.i; haber llegado a ser una lengua?
R Indudablemente, si se le hubiera cultivado con


-tur fins apropós.to para hacer de el un lenguaje lite-
rario; pero cirennslancias liistdricas y políticas hicie-
ron que fues^


abandonado para tales fines, quedando
.por ello oscurecido y relegado a lugar secundario, lo
.cual no obsta para que atill pueda ostentar la riqueza
y sonoridad d•+ su lidcico, y no debemos los asturianos
.delarquc se extinga.


P. ;Poclria citarse algl'in ejemplo?
R. i: lo cine sucede con el gallego y el portugubs


que son casi aufilogos; este último por haber llegado
a ser lengua oficial de un Estado independiente, llegó
a convertirse en idioma; pero el gallego que no gozó
de tal posición favorable, n pase) ele dialecto. A uno
se le cultivó y al c1U •o nó; de ahí la diferencia entre
ellos quo realitI o nLo sólo en eso estriba. Por lo mismo
el RAMA: cultivado hubiera podido hallarse eu las mis-
mas condiciones, y aun llegar a ser una lengua per-
tecla.


P. (;Que.
medios serian adecuados para conseguir


este perfeccionamiento del b cble?
• lt. Uno de los mas prácticos seria la creación de


una AeAor;>tln, idea quey I insinuó lovelianos y ex-
puso despue'.s mas concretamente 1.averde y Ruiz,
con las bases de sil organización y I'uucionaini,+nto,
Drirner) ele acadóinicos t21), etc. etc.


P. ;Quia otras cosas podrian hacerse para fomen-
tar y depurar el Duro.:?


R. Establecer concursos y certámenes literarios,
ofreciendo premios a los mejores trabajos sobre el
asunto, a las traducciones de obras clásicas, ele ; fun-
ciones estas las itiós propias del carácter de is ACA-
D I;> I In.


P. ;Que es lo clac principalmente caracteriza al
untad•:?


R. La dulzura, la sonoridad, la concisión y la
mayor f:•acilidad en la expresión do ciertas ideas que
el castellano usual, pues asisten en el hable ciertas




— U —


palabras que aquél no tiene para expresar algunas
ideas con igual 1 nitidez, v. g. ;


amainar (andar de pri-
sa), xorocear tilover, nevar, granizar y ventear, todo•junto); metanos (allí mismo), roruga,. (mover muy
despacio), etc., ele.


P. ;Qué circunslancia demuestra la importancia
del nA nth?


lt. La preferenle atención que le dedican los sa-
bios filólogos y lingüistas extranjeros como el ilustre
Mun 11)0, catedrallc•o de la Universidad de Upsala (No-
ruega), que vino r Asturias con el objeto de estudiar-
lo sobre el terreno, publicando al regresar a su país
un erudito v corlen anudo libro sobre el dialecto de una
coi,rarcc/ riel Occidente de Al sturirr.', (Upsala 1887), pro-
fundo y eicntilico Iinba ,jode filología


P. ;Se acomoda bien el 11AuLE a lodos los estilos y
modalidad«s literrrias?


R. laude 11 ego. llasla para probad lo el hecho de
que, a pan le dé los escritos originales de reconocido
mérito que en 'l existen, ha y lanll,ic'l( ti aducciones
diversas que no desmerecen de aquellos como la del
Evangelio de S. Maleo, editada en Londres, las de al-
gunas odas ele ciertos clúsicos latinos, (• Dalo llorado
y las versiones igualmente estimables de diferentes
poesias c astellanas y catalanas, que en I n leslro dia-
lecto conservan 0l mismo vigor y la nlisula tuerza ex-
presiva que en los modelos.


P. Que demuestra lodo Oslo?
lt. La falsedad de la gratuita afirmación hecha


por algunos, que, conociendo al IsAlll r. sólo de un mo-
do superficial, creen que nuestro dialecto Ii1lica 111(1111'
se prestan para escribir en estilo jocoso.


P. ,.Existe alrlin vocabulario completo d el Isnut.i:'
lt. Ilay varios U tltlajos níet•itisimos, aunque in-


cotnpletos y dcsf 1'digados:.lovellan<IS ya itlsilllló la
id.'8 de la t,cccs lOal(1 d0 cc 11( 1) 1 1101' nn l)il.cionario. La-
verde Huís, y Ibn.biull Caveda hicieron bastante en


sus estudios léxico-griticos, y por Ultimo Hato puibli-
c1i nn Diccionario. que aunque deficiente es tina bue-
na base para una obra más completa. Preciso es, por
tanto, que los II Hallte de ASTURIAS l/t •esten la debida
atención a reanudar, continuar y alentar estos traba-
,j oS para evitar que cl IIAIII..t•: llegue a extinguirse.


P. En vista de esto bpoIlentos los asturianos Ila-
blar el castellano, sin desdoro ni mengua?


B. Si, porque como ya dijimos el castellano, al
menos en sus o r íUeltes deriva principalmente del I1A—
ut.e, y desde cierto punto de vista y en parte, aquella
lengua puede considerarse como Ili .j del mismo, por-
que es incuestionable que los prima+ros documentos
:romanceados aparecieron en Asturias.


IV


El. Derecho Asturiano
I'. ,• 'tuvo Asturias trua legislación • propia, distin-


ta do la general de Castilla?
lt. Si; no sólo en materia civil y administrativa en


que 1)0 y aún ha y
manifestaciones de la legislación


consuetudinaria, sinó laminen cu el Orden político.
P. ,Cuáles son aquellas manifestaciones?
H. En el orden de la propiedad Familiar, aitn exis-


te en ciertas comarcas muy extensas un sistema com-
pleto y origjualísinlo ele aquella, en cnnlllinación.con
las sucesiones y herencias, análoga a la de las regio-
nes f'oralescomo Aragón, y;Mil loas particular que la
de éste, porque otorga a la mujer una situación privi-
legiada en la sociedad resultante. casi identica a la
que allí se denomina coNsouc:lo FORAL. Existe cierta
libertad do testar. escogiendo el padre a u nid de sus.
hijos por heredero y legandole los nos


•rr:ac:tos del ha-
ber familiar, para que continúe coco la personalidad.
dula familia, dotado de gobierno y autoridad para su•
régimen y resolviendo los conflictos que ocu rran en-.
,lee todos sus miembros.


i




— 6 ---
P.: territorios son aquellos en que se conser-


va vivo este derecho familiar- .
R. Todos • los comprendidos en la zona occidental.


de Asturias desde los concejos de Tineo, Canas de
Tinco Salas, Belmonte, Castropol, etc hasta Íos de•
Ibias,.Degañá, Leitariegos, etc. Como se vé, su arrai-
go es grande y se extiende a la mayor parte de la Re-
gión asturiana. '


P. ^Reconeció el Código Civil nuestro DERECHO,
privativo, corno lo hizo con el de otras Regiones?


R. N6, quizá sus redactores lo desconocían, o fue
ello debido al aislamiento reconcentrado en sí de As-
turias respecto al resto de España, lo cuál no obsta pa-
ra que a pesar de todo y en contra del Derecho común
siga subsistiendo actualmente.


P. ..Qué otras manifestaciones de nuestro Dere-
cito existen en el orden civil?


R. Los FOROS,- sistema especial de la propiedad,.
que asegura al forero el goce permanente de las tin-
cas; el contrato de MAMPOS




rERIA, tan semejante al lla-
mado RAI3ASSA MORTA en Cataluña, para la plantación y
disfrute del manzano en Villaviciosa y Colunga; el dis-
frute de las tierras A MONTE Y VILLA, ARRO'rO Y 'POR
ARROMPER, verdadera comunidad dividida en porcio-
nes ideales llamadas VARAS que son propiedad del
pueblo en común, pudiendo ser cedidas a los que no
son vecinos; las formas •especiales del .


contrato de
APARCERiA O COMUÑAS, cuyas dos variedades principa-
les son las llamadas A ARMÚN Y A LA GANANCIA etc.


P. Hay algo característico en la parte referente
a los contratos para transmitir la propiedad?


R. Sí, el contrato llamado EMPEÑO o EMPEÑA, muy
usado en el Occidente de Asturias, mediante el cual,
el dueño o poseedor de un inmueblelo tcansmitea otra
persona, reservándoseel .derecho de . recuperarlo,
cuando devuelve al adquiriente el dinero u otra cosa
fungible que éste le prestó. Tiene de común con el re-
tracto convencional el que su eficacia se halla pen-
diente de condición resolutoria y se distingue en que •


— ? -
-no tiene plazo. Participa de la naturaleza de la hipote-
ea y anticresis en lo de servir de garantía, pero difie-
re en todo lo demás, siendo en suma, y en la in-
tención de las partes, un derecho real imnominado
que garantiza el cumplimiento de una obligación.


P. En el orden administrativo, atenemos también
algunas diferencias notables de la legislación cymún?


R. Sí; no solamente desde el punto de vista muni-
cipal o cte cada concejo, sinó también desde. el propio
de la Región . entera .


P Qué es lo que caracteriza a esta legislación
propia de cada Municipio?


R Su espíritu eminentemente popular y el arrai-
go que tiene en la entraña misma del pueblo que por
ella se rige.


P.—Cuáles son las principales manifestaciones de
este Derecho municipal?


R. La existencia en la mayoría de los concejos de
antiguas ORDENANZAS con arreglo a las cuales se ri-
gen los vecinos para el aprovechamiento común de
montes y pastos, manteniendo las mi-mas su autori-
dad enfrente de la ley, y apareciendo como intérpre-
te de ellas los llamados Hoiunes VIF.IOS, que en cier-
to modo hacen el oficio de Jueces y legisladores.


P. ¢,A qué se llama derecho de FACERIA?
II. Al que tienen a veces los pueblos próximos


para el disfrute de determinados productos de la tie-
rra y pastos comunes, y al sistema por el que se rigen
para ello, que recibe los nombres de a palo en cuello y
a reja vuelta.


P. ¿No existe todavía 'alguna otra particularidad?
H. Sí; la ANDECIIA O trabajo corporativo, que con-


siste en la reunión de personas, hombres y mujeres,
para trabajar en común y ayudarse mutuamente, con
especialidad si se trata de viudas y huérfanos que por
sí no puedan hacerlo; la costumbre de las DERROTAS
en Amieva y Ponga, por la cual se hacen comunes
para el pasto todas las tierras, prados y fincas de las
erias y valles,—que no estén cerradas sobre sí, —du-


•s.




-8-


rante - el invierno; otras costumbres también muy cu-
riosas en Sobrescobio y Caso, y adn ciertos derechos
confirmados por Ordenanzas Reales de (Felipe 11); y
finalmente en la inmensa mayoría de los concejos
existen particularidades jurídicas peculiares y carne-.
terísticas cuya enumeración no es propia ele este lu-
gar. porque ocuparía cientos de páginas.


P. Sin embargo, ¿,se pueden aportar algunos datos
acerca del carácter popular de nuestras \-1c NICIPALI
DAD ES?


R. Ciertamente: en las JUNTAS convocadas a son
de campana en muchos pueblos bajo la presidencia
de un PIEL REOIDOE o PROCURADOR, aparece este carác-
ter de un modo predominante.


1'. ;.Qué cosas son objeto de la deliberación de las
JUNTAS?


R. Todas aquellas que son de interés común de la
localidad, tales como el régimen de los ríos, juegos,
instrucción primaria, reparto de contribuciones, de-
terminación du la vecindad. etc.


P. „Quó otra institución existeen muchos pueblos?
R. Un CONSEJO DE TRES VECINOS COri las atrihucio-•


nes siguientes: velar por el cumplimiento de las OR
DENANZAS, inspecciona los actos de los FIELES REGIDO-
RES, imponer multaspor la no asistencia a las UNTAS,
dictar reglas para el aprovechamiento de los terrenos
comunes y fomento de la ganadería y agricultura se-
ñalando las épocas en que debe subir el ganado a los
collados, establecer limitaciones al aprovechamiento
de leñas en los bosques comunes, autorizar la rotura-.
.ción de terrenos o prohibirla en las vegas acotadas
por los vecinos, quedando después abiertos aquellos
para el aprovechamiento coman, etc etc. En general
la .JUNTA resuelve sobre todas las cuestiones de índo-
le municipal.


Qué podemos decir, en resumen, como nota.
característica del régimen jurídico ele nuestros Con-
cejos?


— 9 —


R. Que se desvía notablemente del patrón general
español, y exige una Ley de gobierne y admfnistrac-
eión local, especial y privativa, sui generis, muy=
distinta de la Ley Municipal vigente en la actualidad
en España.


1'' 0-lay también algunas particularidades relati-
vas al l)er'cho minero?


R. Dada le importancia de la producción minera
en Asturias, no podia menos de laaeer también en es-
te orden algunas costumbres jurídicas para regular
su disfrute y aprovecha mien to.


P. • ¡r Y cuáles son éstas?
R. Las que reconocen el derecho de hacer perfec-


tamente compatible con la . más libérrima disposición
del propietario sobre la concesión, lis utilizaciones
que se denominan cltiq uilelcs o montoras, carboneros,
explotación de macisos, aprovechamientos en las es-
combreras, o lo que es lo mismo, le consagración del


fas ttsus i„nncui, modificando prácticamente el con-
cepto del derecho de propiedad: y las llamadas opcio-
nes decotnpra y arriendo con peculiares modalidades
que aseguran los derechos e imprimen un carácter
equilativo a dichos contratos.


P. y en lo que atañe a la legislación regional,
¿queda algún resto de nuestra autonomía?


R Si: los arbitrios provinciales, así llamados
por los centralistas, o el impuesto que satisfacen a las
Aduanas de Asturias, o al pasar la frontera,—coiuo
dicen los castellanos refiriendose a nuestra Región.
—el vino, el aguardiente y la sal. impuesto que cons-
tituye la niI'is importante base de le es ingresos de la
actual nipiitacióu provincial, libra a los asturianos cíe
onerosas exacciones que sufren los habitantes de las
demás itegiones españolas.


«Cosa rara,—decía el sabio Costa ;
—porque no sue-


len darse en España manifestaciones como esta de au-
tonomía administrativa regional, fuera de las provin-
cias de los fueros».


1'.
•Y' cómo se explica esto:'




— 10 —


R. Porque ASTunins es una Rsnióx foral,- en el
sentido de tener un régimen jurídico propio, no como.


,Duera opi4vilegio, según entienden esta denominación
los cenrralistas, del propio modo que Vasconia, Ara-
gón, Cataluña y Navarra; pero era desconocida en el
resto de Espana por causas que no son de exponer
ahora.


-


P. Y ese r'tinieo derecho privativo que conserva-
mos en materia tributaria, lfué por expontánea vo-
luntad del Estado?


R De ningún modo; fue por exigencia unánime
de los asturianos cuando en mal hora hicieron deja-
ción de sus preciados derechos, y aún, hoy, sin tener
en cuenta tamaño sacrificio, trata el Estado de arre-
batarnos esa franquicia.


P. aCabe, pues, legislar para Asturias como para
las demás Regiones españolas?


R. No; en verdad. Al pasar el fajares tocho cam-
bia: cielo y tierra, clima y carácter, producciones y
costumbres. Las necesidades son diversas y hasta
contrapuestas, las de allá con las de acá.


P. Es absurdo, pues, el aplicar a Asturias la
misma legislación que a las temas Regiones?


R. Evidentemente; algunas leyes no son a p lica-
bles a este país y ollas son abiertamente contrarias a
sus intereses, v. g- las trigueras, las de aguas,—rie-
mos,- etc. ydiasta el mismo Código Civil se hizo con
desconocimiento absoluto de nuestra manera de ser
peculiar, al no respetar la legislación consuetudina-
ria aquí existente.


P. 4E1 Derecho consuetudinario asturiano es un
derecho foral?


R. NO, si se entiende que esta palabra fuero sig-
nifica exención o privilegio; por el contrario nuestro
Derecho privativo nació a impulsos de las necesida-
des y carácter de la Región, acaso mucho antes de
que la legislación común hubiese aparecido, y no
puede considerarse, como privilegio o cono sión de
esta, puesto que quizá es anterior a ella y vivió para-



11 —


]clamen+e a la misma, con vida propia, siglos y siglos..
P. Por tanto, ¿el Derecho asturiano es una va-


riedad del Derecho común?
11. NO; es nn Derecho independiente y exclusivo,


que radica en ta misma entraña de la raza ' se man-
tiene vivo todavia en las mayorías de las comarcas
asturianas. como hemos visto


P. ,.Cuál es la característica del Derecho astu-
riano?


R. La autoridad atribuida a la costumbre por-la
cual el pueblo cola hora directamente a la formación
del Derecho; a pesar de toda la legislación escrita,
aun subsiste en gran mayoria de comarcas una liber-
tad ele testar bastante amplia, que con la sólida rorga-
nización de la familia, descansa sobre la base de una
autoridad paternal robusta y de un patrimonio fami-
liar permanente.


P. ¿(,)uien debe cuidarse, pues, de la con ervación
y perfeccionamiento de nuestra legislación consuetu-
dinaria?


R. Unicamente los asturianos, que por ser tales
lo sienten y están poseidos de su espiritu. El descono-
cimiento en que se nos ha tenido, la mayor facilidad
de cornrinicaciones y la complejidad de la vida mo-
derna han hecho que se vaya olvidando poco a poco,
lo cual debemos evitar, reanimándole, perfeccionán-
dole y dándole nuevo impulso, en cuanto sea compa-
tible con las necesidades y carácter de ésta última.


V


Lee Fueros
La Junta general del Princit ado


P. Y ahora, pasando a : orden politico, Alegó As-
turias a legislar?


11. Indudablemente; por medio de la Junta gene-
ral del Principado, que era la Representación astu-
riana o las Cortes de Asturias.




— 12 —


P.Qué carácter tuvo esta Institución?
H. Fue alma de la Región, baluarte de sus fue-


ros; Franquicias 'y libertades, dechado de patriotismo
escudo de la Religión y gloria de la Patria, durante
los siete siglos en que asumió la personalidad Instó-
ricay jurídico-política de Asturias.


P. ¿Cuándo se creó y en que época dejó de existir
la Junta?


H. Con certeza es imposible precisar su origen,
pero hay fundamento para creer qu, fue en el siglo
XII, aunque algunos dicen Ttemucho antes, y dejó de
funcionar ya bien entrado el XIX, ahogada por el
absurdo centralismo.


P. ¿Por qué, pues, los asturia nos sedejarouarreba-
tar sus Fueros?.


11. Por que algunos de ellos eminentes, influidos
por las ideas del centralismo francés, infiltraron en
nuestros paisanos las nuevas y perniciosas teorías,
t.ttic extinguieron el afina asturiana, y no supieron
mantener sus derechos, corno lo hicieron vascos y
navarros.


P. ',Es deber de todo asturiano reivindicar esos
fueros y libertades


H. Sin duda alguna; debe Asturias regirse por si
misma: asi lo exige el vital interés moral y material
de sus pobladores, que de este modo saldrim enorme-
mente beneficiados, no sólo colectiva, sin() particular-
mente.


1'. ¿Cuando alcanzó la Junta el mayor itpogeo de
sus atribuciones como organismo de gobierno?


It. Desde los tiempos de .luan 1 al crear el Prin-
-cipado de Asturias, hasta el entronizamiento de la
Ca: a de Horbó t.


P. ;,Qué hecho corroboré en tiempos de Enrique
IV le importancia y aut,t ridad de la Junta'?


H. El juramento que prestó dicho Rey en ma-
'nos de un Delegado, asturiano . comprometiéndose
t n no nbre propio, en el del Principe y en el de los


— 13


sucesores tie ambos, a no inmiscuirse jamás en .ostia
tos ele gobierno privativos del Principado.


P. ¡..Se ve todavía mes claramente en época pos-
terior esta absoluta soberanía?


R. Robustecida por la voluntad de los pueblos y
respetada por los Reyes, pueden las ati ibuciones de
la Junta en el siglo .X' I reputarse ilimitadas. Media
su poder cc n el de los Reyes; sus disposiciones y man-
datos tenian enorme Fuerza y eficacia, del propio mo-
do que si lut se independiente el territorio asturiano.
- P. Cuáles fueron sus más Famosas Ordenanzas?


R. Las de Hernando de la Vega en tiempo de los-
Heyes . Católicos, las de Duarte de Acuita en la época
de Felipe II, que son !asirias notables, y las de San
tos de San Pedro en el reinado de Felipe IV.


1'. ,•,Cuál era la constitución in tena de la Junta
general?




It.. Chinponíase dolos Procuradores o Diputados
de todos los Concejos de Asturias presididos segun
los tiempos por :os Adelantados o Merinos mayores,
lijos del pais coatunmente, por los Corregidores to-
gados y por el Regente o Decano de la Heal Audien-
eia.


P. ¿Qué otro organismo suplía a la Junta cuando•
ésta cesaba'?


R. La Diputación, que era nombrada por la mis-
ma Junta, eligiendo de entre sus miembros a los Vo-
cales que hablan de constituirla, en número de seis
coin numen to.


P. ¡Rabia algún oficio de carécler relevante den
tro do le Junta?


R. El de Diputado en Corte, enviado por aquella
cerca. de los 'leyes o de los diversos Ministerios o
Consejos, cuando se pretendía vulnerar los fueros as-
turianos o los negocios pendientes lo reclamaban.


P. ¡Porqué dejar(' n los Concejos de Asturias de
enviar sus procuradores a las Cortes de Castilla?


11. Porque lodo cuanto se trataba ten ellas de in te-




— 14 —


Tés para el Principado era comunicado a la Junta ge-
meral.


P. .¡Cuándo empezó a atentarse contra las atribu-
•ciones de ésta?


11. Al subir al trono la Casa de Borbón, rin g
impor-tó el cen t ralismo francés. •mos t r<indose sus lleves po-


co respetuosos y basta agresivos con los I
• 'ueros de


las Regiones, que protesta ron vi Himen te---:ii il,asape-
lando a las armas. contra estas inge-•ene•is.


P. Y a pesar ele todo Acontinuaron inuriScuyen-
-dose en nuestros asuutc ?


R. Sí; con lo que poco a poco fu-ron d'•leznandose
• las facultades y atr ibuc,ones (lela Junta asturiana, no
-obstante sus enérgicas ',vote- las.


I'. Sin embargo. ¿rouú facultades conservaba toda-
vía en la postrer etapa de su actuación?


R. -Aún bastantes: la de ofrecer a los R ;ves, .. los
cuales no podían exigírselo.—en circunstancias criti-
cas, hombres y dine o; la de conceder o denegar los
auxilios extraor,l narios que pudieran pedirse: nego-.
ciar empréstitos; imponer cierta clase de arbitrios;
rep>trtir los subsidios entre los habitantes, escogí tan-
do los medios para cubrir sit cuantía; entender en lo
.referente a los bienes comunes y,baldíos y en lo rela-tivo a los depi'opio.; en el arreglo y ilistribncirin depastos, -u uso y aprovechamiento; en la construcción
de muelles, diques de los puertos, puentes, caminos y
-en general en toda clase de obras publicas, rerr,atan-dolas y


distribuyendo luego la exacción de su impor-
te; proveía a la defensa de las costas; examinaba y
aprobaba las cuentas; atendía al fomento de las sali-
nas, creando fuerza armada para su defensa: compo-
nía o arreglaba las Ordenanzas de los concejos, ins-
peccionaba la administración de justicia; lijaba los
los aranceles para los .lueces y Escribanos; ocupábase
de todo lo referente a la Agricultura, a la industria y
a la ganadería; er,teudia en los pesos y medidas y en
lin, sus facultades abarcaban chanto se relacionaba
con la pública prosperidad, siendo el primero de


— 15


todos sus deberes la defensa de los Fueros eneldo
algún Poder, o las leyes del lte.ino los dañasen, ama-


dida.
gando con su oposición o Veto, caso de no ser aten-


P. Esa facultad de oponer el Veto sera el llamado
Pase foral?


11. I' xactamente.
P. i,Que formula se empleaba?
R. Aquella que decía: Se obedece, pero no se


.cumple, tan enérg ca como respetuosa.
P. •,Cual fué el tilIinro acto glorioso v memorable


de la Junta, rememorando la plenitud de sus faculta •
tades soberanas?


R. AI estallar la guerra ele la Independencia, pro-
testa airada de a sangro inocente vertida por Mural;
se pone al frente del movimiento contra el invasor,
erigiéndose en Soberana, y declara solemnemente
la guerra a Napoleón, sin poder cnnt.ar con el auxi-
lio ageno, aislada p r completo del resto de España,
en absoluto independiente.


P ¿Qi a ' hizo luego la Junta?
11. Designó los altos cargos militares, nombró


los ministros de Estado, Guerra, Hacienda y Gra-
cia y Justicia, y ordenó el lev •at miento en masa de
todo el .país.


P. ¿' ornó alguna otra resolución importante?
R. Sí: transcendental. Envió E•nba ,ladores a In-


glaterra p n,rr pedirle apoyo, dejando asombrada a la
Gran Brotan-,, que calificó de extremadamente lie-
rúica la conduct de los as uri nos.


¡,Qué resultados tuvo esta Entba•jad-•?
it. Concertóse un tratado de :dializa entre Astu-


rias y el Rey de Inglaterra. •
P. ¿:Cuales fueron las consecuencias de la actua-


ción de la Junta durante laguert•a?
R. Invadida la Región por el enemigo basta cua-


tro veces. desde 1809 hasta 181 .2, otras tantas fué ex-
pulsa •o de• 'ert• ito • io astur, q ,cedan lo de sde esta últ--
ma f,,nlia dt iinitivament .i I bre d: inva sere , in entras




— 11; —


• que en el resto de España no terminó la lucha has-
ta 1814.




P. ¿Pa • aron desapercibidos los méritos excepcio-
nales ce lo- asilo irr o duran e Ir t• uetre?


R. I` 0. Feri ando VII moi.ti ose : gradecido e ins-
tituyó un: Cruz de distinción pare honre • 1 br-i-
humano esfut-rz• ele los asturianos y de su Junta su-


. prema. La 'enero ostenta las armas del Princip- do y
y los lemas Asturias nunca vencida en el exergo y
Ejército asturiano.-1808, en el rcve so


i . Terminaos le guerra, ¿se rt stituyó la Junta a
sus antiguas 1'uncir nes?


R. Si; ce . ntinuóen el ejercicio de ellas algún tiem-
po, en conformidad con 'as antiguas prácticas y con
las limitadas facultades que c ouservaba, t•recip tán-
dose su decadencia y quedancb a merced del Gobierno
de Madrid, porque las nue• as ideas importadas del
extrae jero favorecían una absorvente y corruptora
centralización.


P. ¿1'rodújose algún movimiento politico en Astu-
riai- a la caída de nuestros Fueros y de la Junta ge-
neral?


R Se dividió la Región en dos bandos: los defen-
sores de les Fueros o Regionalistas y los que a ellos
renuncian o ce;tfralislas; y después de enconadas lu-
chas, ayudad, s 1


or el P, de r central, triur,larcn estosúltimos, abandonan,
• o lo que sus n•ayores habían de-


fendido con ta; to a hinco durante siglos, porque in-fluyeran, I ara ello ademes;
interesadas declamaciones


favores idas t or el engaño, la pasión y la ignorancia.
P. ¿En q' é fecha, pues, dejó de funcionar la Jun -


ta y fu Diputación?
R El 8 de Diciembre del año 1835, consumándose


ente rices .1 inicuo y bochornoso despojo. ^ i fenecie-
ron las libsr ades de Asturias, aquel Estado fuerte,
independiente dentro de otro más elevado, del qu : fué
sostén y al que die vida.


— 17 —


VI


La personalidad de A( aturias


Diversos puntos de vista .
I'. ¿Qu.é particularidad ofrece nuestro Regiona-


lismo e» rden al i cal religioso?
H. E! reconocimiento pleno y absoluto de que el


ideal católico debe informar fundamentalmente todo
progra:, a t olitico o s sial.


P ¿Quiere esto decir que los a dver sarios de aquél
quedan excluidos de nuestro Regionalismo?


R. De uingítn modo, pues es tan amplio, que den-
tro de él caben toda clase de uniones y alianzas par-
ciales y circunstanciales, aún con dichos elementos,
para la realización de otras aspiraciones comunes,
que en general pueden serlo todas las de carácter po-
lítico y económico, tales como la autonomía, la des-
centralización, la libertad regional y municipal, la
guerra al caciquismo, etc. •


P. Y en el orden eclesiástico, ¿tenemos alguna
característica que haga resaltar viga osamente la
personalidad de Asturias?


IL Si; también en este punto aparece nuestra Re-
gión revelándose al través de los siglos con enérgicos
rasgos de independencia, pues fue hasta el Concorda-to de 1851 una de las Jurisdicciones exentas, que no
dependia directamente de ninguna otra autoridad ecle-
siástica, sino de la misma Roma, por intermedio de la
Nunciatura desde que se estableció este alto Tribunal,
que era su superior jerárquico, sin estar sujeta a nin-
gtírt Metropolitano, ni a otras autoridades eclesiásti-
cas, interpuestas entre nuestra Diócesis y los supre-
mos Consejos de la nuria romana.


P. Pasando al orden artístico. ¿qué puede decirse
respecto a las construcciones existentes en Asturias?




— 18


R. Existen, aunque escasos, monumentos anterio-
res a la historia escrita,. y


vense en algunos puntos li-
geros vestigios de obras de fábrica de cierta importan-
cia, dólmenes célticos grutas notabilísimas con pin-
turas rupestres, inscripciones antiquísimas y diferen-
tes objetos prehistóricos muy curiosos.


P. ¿,Puede también Asturias vanagloriarse de te-
ner una arquitectura propia?


R. Bien lo demuestran numerosos monumentos
que existen en ella pertenecientes al siglo IX, sin que
haya en España otros que a ellos puedan compararse,
tales como las iglesias de Sta. María de Naranco, San
Miguel de Lillo. Sta. Cristina de Lena, San Julián de
los Prados, San Salvador-de Valdedios y otros varios
de aquellos tiempos en que el Estado asturiano era
tina potecccia naciente que disputaba el suelo a la mo-
risma, y cuyos Reyes erigieron dichos monumentos
en testimonio de su religiosidad acendrada.


P. Y en épocas posteriores. ¿,cual es el estilo que
predomina?


R. El románico o romano-bizantino'y luego el oji-
val; el primero abunda más en Asturias que en ningu-
na otra Región, pues son infinitas las parroquias que


-tienen iglesias :!e aquellas épocas (siglos X al XIII);
existen también puentes, edificios


.y otras construc-
ciones muy caracteristicas. •


P: ajeno tambien algún carácter propio la músi-
ca popular, cantos, danza y bailes de Asturias?R. Un carácter originalísimo muy enarcado, que
se revela enérgicamente en la danza prima; que se
remonta a la época de los celtas y era remedo de un
verdadero combate; los cantares populares c úe se
entonan en fiestas y esfoyazas, son dulces y melancó-
licos, no tienen semejante ni rival en España, llevando
'envuelta en su dejo el alma de nuestra tierra; los bai-
les, como las jotas. giraldillas, pericote, etc, son tam-
tién en extremo part.cularisimos.


— 19 —


P. ¡,Podría V. citar algunos detalles dela .danza
prima?


R. En la mayoría de las parroquias tienen letra
propia. adecuada a los cantos característicos de esa
danza legendaria, grave y pausada, a la que concu-
rrían en remotos tiempos los hombres armados de
lanzas, teniendo en el centro una hoguera encendida,
y a veces también alumbrandose con teas; y con sus
cantos de guerra y el grito celta ¡Ixuxú!, excitábanse
al combate y a la matanza.
• P. ¿Y alguna de las canciones populares asturia-
nas


Infinitas pudiéramos citar, pues son variadisi-
mas en cada comarca. Son de las más típicas las titu
ladas el garapiellu, ayeri vite na fonte, las vaqueí-
radas, panderadas , gastada, añada etc.


P. Por lo que hace a la indumentaria ¿los trajes
de los astures tienen también carácter propio?


11. Son de lo s más originales, bellos y artísticos de
España, siendo lastiríloso que vayan desapareciendo,
cosa que debieran procurar los amantes del país no
sucediese, perdiéndose tan hermoso rasgo distintivo
-de la Region asturiana.


P. ¿.Cuales son las características de la raza astur?
R. Aunque ésta ha perdido mucho de sus primiti-


vos rasgos, min existan comarcas en que se conser-
van éstos en toda su pureza. Hombres de elevada es-
tatura y corpulencia, músculos de acero, brazos lar-
gos, cuello alto y erguido y cabeza mas bien pequeña,
los montañeses astures, calzados de abarcas y vesti-
dos con el traje típico, causan admiración por su arro-
gante apostura.


cuáles son las notas distintivas de su ca-
.rácter?


11. Los naturales de este país son perspicaces, al-
tivos, joviales, sobrios, en extremo amantes de su
hogar, amigos del trabajo, constantes en las empre-




-20-


sas, honrados, leales y de un talento natural 'y espí-
ritu investigador, que no suelen tener los de otras Re-


•dones. También se advierte en ellos brillante imagi-
nación y aptitudes para las ciencias y las artes.


P. Además, ¿no les distingue especialisimamente
el genio mercantil?


R. Sí; en lejanas tierras, allende los mares, han
dado claras muestras de su genio industrial y comer-
cial, creando con su honrado trabajo poderosas fortu-
nas, que en gran parte han venido después a engran-
decer y dar prosperidad a nuestra tíe


-ira. Amantes delprogreso son también expansivos, y las Instituciones
fundadas por ellos en América son las primeras entre
todas las que allí existen.


P. ¿En qué otra cosa se revelé también esta acti-
vidad, fuente de riqueza y de progreso?


R. En las grandiosas explotaciones industriales
aquí establecidas, con fabricas diveras, como las ele
Mieros, Trubia, Felguera, Manjoya, Lugones, Arnao,
etc., además de las de Oviedo y Gijón éste uno de los
primeros centros fabriles del Reino, -que hacen ele
Asturias la segunda Región de España en este orden;
en las riquísimas cuencas mineras, de hierro ahun-
dantísimo; manganeso y sobre todo el carbón, siendo
tal el valor del mineral que encierra el suelo, que se
eleva según calcules cien tificos a un número asom-
broso de miles de millones, con cuyo venero ele rique-
za puede decirse que Asturias tiene en su mano-el
porvenir de España.


P. ¿Cómo se explica esto?
R. Porque. mientras que la Nación' toda precisa


'no sólo de los proauctos de dichas eibricas, sinó prin-
cipalmente los mineros, y sobre todo el carbón,—cuya
falta seria la muerte de las demás Regiones,—hasta el
punto de que bastaría que Asturias no le diese salida •
para poner a España en el trance gravísimo de la pa-
ralización absoluta de toda su vida, en cambio nuestra
Región se halla en condiciones ele subsistir por sí




-- 21 —


sola, sin :fue. para ello le sea necesario el concurso de
las (lesnas.


P. Pero, ¿no necesitaríamos del centro de Espa-
ña, por ejemplo, el trigo para la panificación?


R. Muy al contrario; por nuestros puertos del
Cantábrico lo recibíamos del extranjero mucho mes
barato que el de Castilla; y para que ésta no se arrui-
nase perdiendo el mercado asturiano, fue preciso que
el Gobierno elevara considerablemente los aranceles
en las Aduanas de dichos puertos, con lo qu C , viniendo
el precio a duplicarse, nos vemos obligados a recurrir
a los mercados de León y Castilla en busca de las ha-
rinas, y comiendo el pan más coro.


I' l ii que otr:•s ramos de riqueza se distingue
Asturias por modo espe- ial?


B. En casi todos, pudiendo decirse que desde el
punto de vista industrial, hoy por hoy, sólo la supra
Barce'ona; teoemos ademas una riqueza ium.'nsa en
ganadería, siendo en ella nuestra Región 1. primera
del Reino, casando con mucho de un millón de cabe-
zas las existentes, y llegando a ciento veinte mil el
número de las excedentes para el consumo anual de
la población.


P De modo que en todas las manifestaciones de•
riqueza he sido rapidísim o el progreso de Asturias?


B. Asombroso e in.alculable en todos los órdenes
como hemos visto, a pesar do las absurdas trabas im-
puestas muchas veces por los Gobiernos, que con su
gestaran e innsomprensible desconocianiento de la vida
de Asturias, entorpecen las ini iativas más merito-
riasy ligan con cadenas de servidumbre que es for-
zoso romper.


P. Y el amor de los asturianos a la,libertad y a
la independencia ¿se manifestó siempre?


R. Al través de los siglos se hizo p Ipablc. En las
guerras con los romanos, éstos no pudieron sujetar-
los, tuvieron que pactar; posteriormente, al tiempo




— 22 —
de la invasión agarena, Covadonga atestigua el es-
fuerzo y valentía de los •astures; los normandos fue-
ron también rechazados , y en la pasada centuria, nues-tra Región fué la primera en dar el grito de guerra
contra Napoleón. Nunca sufrió extrano yugo; sóloVasconia y Asturias pueden decir que nunca fuerondominadas.


P. ¿Peería citarse algún hecho para probar que la
indómita fiereza astur no se amortiguó jamás con el
transcurso del tiempo?


R. Basta ya con todo lo expuesto' an'eriormente;
pero como un chispazo del alma asturiana lo confir -
ma el fusilamiento de que a poco son víctimas, en
nuestro Campo de San Francisco, los embajadoresfranceses y españoles. que venían insinuandá la ideade pactar con el invasor, y que debieron su salvación
a =a oportuna presencia de un canónigo ovetense, que
con la Hostia consagrada en sus man:2s, evitó aque-lla explosión del furor popular.


P. ¿Qué vicios han desnaturalizado en nuestrosdías el carácter asturiano?
R. El espíritu de rutina, el utilitarismo más des-


.carado, el individualismo, el alcoholismo, engendra-dor del matonismo y otros vicios sociales que es pre-
ciso arrancar de cuajo.


P. ¿De dónde nos vino todo eso?
R. De allende el Pajares.
P. Por todo lo expuesto ¿quién es, pues, el enemi-go de la prosperidad de Asturias?
R. El Estado español, tal como hoy se halla cons-.


tituido.
VII


La Monarquía asturiana
y


La Monarquía española
¿Cual fué el fundameto de la Monarquía espa-


— 23 —
R. Asturias. Un pnñado de valientes, nombrando


su caudillo a D. Pelayo y refugiándose, como es sebi-
do en Covadonga, derroto completamente a los morosinvasores. Allí fué aquel proclamado Rey. Con la vic-
toria cobran los nuestros nuevos bríos v se auwenta
el número de guerreros, hasta quo formándose un po-
deroso ejécito, conquistan a León y otras ciudades,
quedando fundada la Monarquía de Asturias, base de
la que uns tarde fué una gran Nacionalidad, señora
del mundo, el imperio mas colosal que existió en la
tierra


P. ¿Tuvo mucha importancia la Monarquía astu-
riana?R. Muchísima; más de la que generalmente se
cree. Sus doce Reyes, desde D. Pelayo a D. García I,
realizaron homéricas hazañas, llegando en sus batidas
hasta Lisboa, g/nando a los moros importantísimas
batallas comolas de Clavijo y Lutos, y asentando so-
bre firmes bases el naciente Reino.


P ¿Qué ocurrió después de esta ultima batalla,
que prueba una vez mas la entereza y el carácter in-
dón ito de los astures?


R. Que el Rey Alfonso II el Casto, que fué quien
la ganó a los moros envió cmbajrdores y ricos pre-
sentes del botín. cogido en ella, a Carlo-Magno. Creye-
ron los astures, siempre celosos de su independencia,
que el Monarca trataba de h-cer su Reino feuditario
del francés, o nombrar a éste heredero de su Corona;
y privando a D. Alfonso de su autoridad, le encerra-
ron en un castillo, hasta que, pasado al gún tiempo, se
convencieron de que no había tenido tales propositos-


P. ¿Luchó Asturias mas adelante por su indepen-
dencia`?R. En varias ocasiones. Ya desde los tiempos an-
teriores a D ° Urraca la Asturiana, en el reinado de
ésta y en el de su hijo Alfonso VII, hubo lucha por san
cud r el yugo castellano, con otras intentonas poste-
riores hasta la época de D. Juan I; pero en la de aquél
tuvo lugar la más potente, acanillado, por Gonzalo Pe-


P.
ñola?




laéz de Navia. que tenía en su poder los mas y mejo-
res castillos del territorio; oubo d.e venir el propio
Emperador a sofocarla, y a poc > pierde la vida ante
los muros de Proaza.


P. ¿Por que en, la lucha contra el Rey no se mos-
tró . unánime el país?


R. Porque los Municipios y con ellos el estadollano al que representaban, se pusie^on de parte de
aquel, pues sabían quo los nobles alimentaban Sin -
ilos de dominación para esclavizar a los pueblos,
mientras que el Rey respetaba sus libertades.


P. Pero, aína así, ¿no simpatizaban en el fondo
con la idea de la independiencia?


R Evidentemente; lo prueba el hecho de que,
cuando los Reyes trataban de vulnerar los fueros del
país, la Junta, en representación de todos losi Muanici-
ptos, se oponía tenazmente, pero sin atentar a lo inte-
gridad nacional.


P. De suerte, quc si los nobles y el pueblo se hu-
biesen unido para la lucha. ¿.el poder castellano no
hubiera podido dominar en Asturias?


R. Sin duda alguna.
P. • ¿Cuándo llegó España al pináculo de su gloria?
R. [En el siglo XVI.
P. A' tanto en su desarrollo como el llegar a tama-


ñtagrandeza, ¿contribuyó siempre Asturias a ella?
R. En todo momento los hijos de este país contri-


buyeron con su esfuerzo a engrandecerla y sostener-
la. De ello se puede alegar mil palpables muestras:
infinidad de hijos de Asturias con su esfuerzo, con su
inteligencia. con su actividad aportaron su concurso
al expíen loe de España en todos los órdenes La cien-
cia, la milicia, las artes, la industria, el comercio, la
literatura; la filosofía, etc., fueron el cam po. donde se
distinguieron numerosos asturianos, cuyos nombres,
—que la historia nacional consigna, —se destacan conbrillantez, y por tanto huelga el consignarlos aquí.


P. ¿De suerte que España,
nos debe Cambien, engran parte, su grandeza?


—25-
R. Sin duda; los hechos y la historia lo demues-


tran.
VIII


Agravios inferidos a Asturias
P. ?1-Iomos sufrido agravios del Poder central los


asturianos?
II. Muy numerosos, y en su mayor parte ya que-


dan señalados. Pero nos referimos ahora principal-
mente a los que son efecto del ceutralismo.guberrla-
inen tal, cuyos politicos, después de debernos todo lo-
que fue la Nacion española, no quieren reconocerlo
así, fingiendo despreciarnos por envidia o ignorancia.


P. Cómo, legislaron y gobernaron los políticos
centralistas respecto de Asturias?


R. Del modo mnús desastroso para la Región ,
pero... admirablemente cu provecho propio. llevandohacia si Lodos los fondos recandadbs en ella y devol-
viendole sólo una pequeña parlo. y está otorgada por
favor, como una limosna, dcspn, •.s de reiteradas peti-
ciones.


P. ¿Quó sucedió con esta conducta:'
R. Que la Región en lora, —y del propio modo


todos los Municipios,—quedaron sumidos en la indi-
gencia y en la miseria, porque además les desamorti-
zaron sus bienes, --cu yo importe aún adeuda cl Estado
a estos,--que, privados ast de todo recurso, tuvieron
que recurrir como única fuente de tngresgs al opa ioso


,
impuesto de consumos, 'que gravita en^su ma^'or par
te sobre las clases humildes


P. ¿Que, pasa en cambio, con la mayor parte de
los fondos de la Región?R. Que debiendo estos destinarse, salvo la Arte ,,
convenida con el Estado para los fines propios d 'e:é tt;
al progreso y engrandecimiento de la misma, váñ':érc
su totalidad a engrosar las arcas del Tesoro, qué las'
cuadrillas de politicos de turno consumen, recargaa-,




-26-
• do escandalosamente los presupuestos en provecho
de vanidades ate amigos y paniaguados y en perjuicio
del país; en tanto que, agotan todos los recursos de
este con escandaloso despilfarro, llegando en su des-
aprensión a crear el llamado fondo de reptiles.


P. ¿En que consiste éste?
R. -Es una consignación de fondos secrelos del


vfinister.o de la Gobernación, de la cual disponen los
politicos sin que el pals se entere.


P. ¿,De. suerte que Asturias quedó huérfana de
toda pro•ebeión?


H. Tan grande es el abandono que en Oviedo, Gi-
jón y Avilés, ni edificios propios adecuados tiene el
Estado; los unicos que usufructúa son debidos a la
desamortización. La administración centralista fue
perversa, descarada, inmoral; de frutos tan desastro-
sos, que llevada también a las colonias, hubimos de
perderlas.


P.- ¿Cómo Asturias-no se percató entonces; al
despojarla de su autonomía, del agravio que le cau-
saban y de la miseria en que la dejaban sumida?


R. Porque influida, conic las demás Regiones de
Espafa


—excepto, cómo dijimos,Vasconia y Navarra,
más cautas—por las innovaciones políticas extranje-
ras, causa principal de su decadencia, acogió con al-
borozo tales novedades que favorecían en todo un
opresor centralismo, como sabemos; y por otra parto
tuvo entonces la fortuna de contar entre sus lejos a
po ítico eminente-, auque equivocados centralistas,
que consiguieron de los Gobiernos numerosas mejo-
ras p»ra nuestra Región, haciendo que por el momen-
to no se notase la falta, hasta que, anos más tarde, des-
aparecidos ya aquellos políticos asturianos, llegó a
verse, salvo honrosas y muy raras excepciones,
huérfana y desatendida, viendo clara la falta de lo que
en mal hora se había dejado arrebatar.


P ¿Hasta qué punto llegó el olvido del sentimien-
to y del carácter asturiano, desnaturalizado por los
vicios ya mencionados antes?


97


R. Hasta el extremo de que ya nadie parecía pre-
ocuparse de los problemas de la Región, amó sólo de-
los nacionales.


P. ¿Y cómo remediar este mal?
R. Despertrndo do nuevo aquel atrofiado senti-•


miento: haciendo asturianos para hacer Asturias.
P. .Qué conducta hemos de seguir par. lograrlo?
R. La de dirigir nuestros esfue'i zos a la unión de


todos los asturianos sin distinción, exigiendo con dig-
nidad y entereza lo que de derecho nos corresponde.


P. Finalmente, para : intetizar en uno los agra-
vios inferidos a Asturias, &qué cantidad tributa nues-
tra i?eg ón anualmente, y qué misérrima compensa-
ción se le concede en cambio?


R. Según el Anuario Estadislico de lspai a-1916
nuestra k3egión paga cada ano al Esthdo por diversos.
conceptos, cerca de cuarenta millones de pesetas; y
salvo la consignación para ciertos Se , vicios como la
instrucción primaria, millón y medio, y otros de
menor cuantía, que aquel no indica hay silencios
elocuentes --y que a lo sumo llegarán a cuatro o cinco.
millones, sólo nos entregan, como piltrafas, cantida-
des irrisorias, arrancadas por nuestros representan-
tes en Cortes, a costa de mil esfuerzos, cuando debié-
ramos disponer de todo lo que quedase, después de
entregar al Estado la cuota convenida para sus obli-
gaciones geniales.


P. ¿De modo que están invertidos.los términos?
R. Sí; debe ser el Estado quien pida a Asturias;_


no la Región al Gobierno de Madrid.
P P.•r tanto ¿el sistema descentralizador llevaría


aparejada la grandeza y progreso de las Regiones?
R Desde lue go; si no tuviéramos otras razones,


bastaría para probarlo el ejemplo. de lo que sucede en
otros paises adelantados y prósperos, como Suiza,
Alemania y los Estados Unidos, opuestos al absurdo-
cen tralismo. .




— 28 —


Ix
Reivindicaciones de Asturias


• P. ¿Qué frase célebre resume nuestras aspiracio-
nes constituy ndo el lema de nuestra Baud era?


R. Asturias para los asturianos.
P. ¿Qué significa esa frase?
R. Que en Asturias deben gobernar los asturia-


- nos;'v no como hoy los centralistas, políticos a la ma-
drileiia, como si fuéramos menores de edad o no su-
piéramos gobernarnos.


P. ¿.Cómo debemos poner término a esta imposi-
ción afrentosa para nosotros?


R. Estatuyendo que todos los cargos públicos
de Asturias hayan de ser desempeñados por as-
tur ianos, excepto los militares, y con alguna excep-
ción, también, en los judiciales y eclesiásticos, por la
natúraleza especial do estas jurisdicciones.


P. ¿Qué otra prerrogativa debernos reivindicar?
R. El derecho indiscutible de %tsturiasa cons-


tituirse y organizarse según sus necesidades y carác-
ter, y a darse las leyes que estén mas en consonancia
con su manera de ser: en una palabra, a reivindicar
en absoluto la personalidad de Asturias.


P. ;,Cuál es elmnedio conducente para llegar a esas
reivindicaciones?


R. El llevar. al Congreso diputados regionalistas,
que aumentándose cada vez más, lleguen a imponer-
se por la fuerza del número, y después que esto se ha-
ya logrado, comenzar desde luego paulatinatnnnte la
implantación de las reformas que constituyen nuestro
programa


P. ¿Seria eficaz este procedimiento?
R.• Sin duda; Las reformas vendrían naturalmente


por evolución, y la eficacia del mismo sería grandísi-
ma, porque, si hemos visto en la anterior legislatura
que quince diputados regionalistas tuvieron en jaque
al Gobierno y al pais . entero,.¿qué no lograrían ciento


— 911 —


o ciento ciencuenta, por ejamplo? Las justisimas rei-
vindicaciones regionales se impondrían desde luego.


P. ,Cómo se secundaria esta acción de los diputa-
dos en el interior?


B. Llevando también a ltiput ,
ciones y Ayunta-


mientos, hombres honrados, aptos enérgicos, que
vayan imponiendo nuestros ideales como base de la
refo'inn.


P. ¿Qué atribuciones tendria el Poder central en
la organización I egionalista?


R. Las necesarias para mantener las relaciones
internacionales, diplomáticas y mercantiles; las rela-
tivas a intereses comunes a todas las Regiones espa -
ñolas, resolviendo los conllctos que ocurran antro
ellas; la doble relación social y religiosa con la Iglesia
y las relaciones de interdependencia entre as clases
sociales. Y como complenr , nto de todas estas faculta-
rles, los medios de comunicación generales, el poder
coercitivo,—la fuerza,—para amparar el derecho, a
parte de la que exista en la Región,—la defensa inte-
rior y exterior con el Ejército y Armada y los medios
económicos, formados por los recursos propios y la
cuota que le entreguen las Regiones.


P. 7,Y el Poder Eiegional asteriano•?'
R. Tendría todas las domas.
P. ¿corno se formarían las Cortes asturianas
R. Por medio de la Junta o Cortes Regionales y


la Diputación que designe, elegida aquella por RaÍe-
rendum de los Ayuntamientos, en los que existirá la
representación por clases sociales y la . orpi.ra-
tiva o de las sociedades y corporaciones, además de
la representación ind-vidual que hoy existe; con esto,
y con el voto plural a aquellos que por diversos con-
ceptos—oficios, capacidad intelectual, cuota contribu-
tiva, etc.,—puedan tener más de uno, resulta p ian re-
presentados en dichas Coi tes, absolutamente todos
los intereses y derechos de la sociedad.


P. ¿Qué beneficios traerla esto, entre otros?




— 30 —
R. Acabarcon luchas, farsas, personalismosy dis-


^: gustos es erdes que desgastan la energía nacional, y
dar también al traste para siempre con el parlamen-
tarismo, que entrega el Gobierno del Estado a los


• charlatanes de oficio
P. ¿,Ciaálsería la base de la Adeninístraciós as-


turiana?
• R. La descentralización o autonomía administra-
tiva de iras comarcas y municipios, y su consecuencia
la autarquía económica para disponer de los recursosp'ropios, porque seria un insulto afrentoso para todo
asturiano el suponer que no tuviésemos mejor finte-
g:idád. moralidad y honradez adrninistratrativa'que
en Madrid, a parte de que así la fiscalización seria
más estrecha por es'ar los administradores más cerca
de los administrados.


P. Qué otras consecuencias traería.
este régimen?


R. La supresión de la em leoznai*.ía, porque se
evitarían por innecesarios muchos agentes iilierme-
diarios y del exp <= di,, oteo, grillete de la activad arri-ba y de 1,, iniciativa abajo. Por ot'a paf te el pueblo


'intervendría con su voto por medio del R. Fereuduax


o plebiscito popular, a que sería convocado p ,ra r.•-é: lucion ' s g. •avea, con lo. cual el caciquismo seríabarrido de cuajo.
P. El sistema de contribuciones de la Región,


¿qué materias abarcaría?
R. Las siguientes: 1' contribución de inmuebles,


cultivo y ga-,aderia; 2.° el impuesto de derechos rea-les y trae misión de bienes; 3.° la contribución indus-
trial y comercial; •f. el impuesto de minas; > °, el de
consumos,—mientras no fue ,ze sustituído,—y el de la
sal; 6.°, el de cédulas: 7 o los de transportes, azúcar.
alcohol, gas, electricidad, etc., y 8.° los de carruajes
<le lujo y Círculos dm recreo.


P. De esta manera ¿Asturias obtendría, algúnbeneficio'?
R. Inmenso: porque ademas de quedar aquí mu-4h05 m:ilo<,es, que se destinarían al fornento•de sus


intereses s i r, ir a Madrid, de donde volverían muy
pocos, cada asturiano saldría particularmente bene-
ficiado en su boisillo p op,o•


P. ¿Nuestro presupuesto re lío nal seria enton-
ces mucho mayor? °


R. Natu'•almente; pura convencerse d 4 ello basta
comparar nue-tra situación con la de las Regiones fo-
rales En I9+. .5 el presepuesto de nuest' a Diput..ción
se elevó a 1.891.426 pesetas, mient ra s que Guipúz-
coa, por ejemplo, alcanzó la cifra de 6.7003.7®» pe-
setas, a pesar de el número de sus habit+ntes, es
solo una te cera paf te de lo de Asturias. En igual
proporción debiéramos lene-, por lo menos 20 mi-
llones.


P. Y entonces ¿cómo se Ilenarian las atenciones
del Estado central?


R. Además de atender a ellas con sus recursos pro-
pios, con 11 cuota proporeso nnal que le entregue la -
Región, formando un concertó económico análogo. al
que hoy rige para Las Vascongadas.
. P. ¿Cuáles son aquellos recursos?


R. Bienes propios, monopolios fiscales, (tabaco.
lotería etc.), servicios públicos nacionales, (casa de la •
Moneda, Correos, etc.), recursos"del Tesoro, reden
ción militar y naval, etc.), impuesto de Aduanas y la
parte general del de utilidades. (del trabajo y del ca-
pital etc.)


P. Y la cuota proporcional ¿c • mo• se estable-
-ceria?


R. Por medio de un pacto o convenio, mutuo
acu •rdo de la Regló-, y el Estado, no por imnpo-ición
arbitraria de éste, corno hoy ucede


P. Y toda- las demás reivindicaciones, como nues-
tros Fueros, franquicias y libertades, ¿en qué forma
las habíamos de implantar?


R. Sustancialmente en la misma que tuvieron an-
tes, pero acopladas al carácter y necesidades de la
;poca actual y teniendo en cuenta' los adelantos y la




— 32 —


cultura de la vida moderna. La administración y go-
bierno seria entonces fi e l reflejo de aquella que en
tiempos antiguos puso-tan alto el nombre de la Junta
d..l Principado.


P. ?Cuáles serian aquellas en breve síntesis?
R Pueden deducirse de lo dicho ya. Reconstitu-


ción de la Junta y de la Diputación r glo. al astu-
riana con su L4y propia. facultad de mantener y
perfeccionar nuestro ere, ho y de resolver interior-
mente los peculiares litigio por Tribunales propios;
libertad universitaria y Universidad regi•.nat -des-
centralizada, au+onomia administrativa y .-utzr-
quí4 económica c• q i p, esupu. sto propi»: concierto
con el Estada; deslinde de tributos; facultad de resol-
ver los conflictos en+re fati comarcas, Alunicip os y
clases sociales; pase foral; conservación y perfeccio-
namiento del dialecto y finalmente, atribuciones adio
políticas en el Gobernador conservado de las ad-
ministrativas Únicamente la de velar por el cumpli-
miento de los conciertos


X


¿Triunfaremos?
P Siendo como somos menos en minero los as-


turian+-s ¿,es posible que In iii ternos?
R Es seguro, por( uc Asturias sien te hondamente


el Regionalismo y cl progreso de la idea es grande,
a pesar de que hasta hace poco no ha comenzado a
dar norma a su ideal, que oculto por las corruptelas
políticas nunca cesó de latir en el corazón de los astu-
res. I-Ioy mismo no son l,iert mirados por lirios y tro-
yanos los diputados que no son naturales del país.


P. i..Qué mas ta/unes abonan nuest'
• o t-iunto?


R. Otras muy importantes: porque no estamos
solos en la lucha y {además las corrientes de la época
nos ;on favorables.


P. ¿Con que ayuda puede contar Asturias?


—33 -


R. Con la' de Calaluilla, Vasconia, Navarra y sin
tardar Aragón, Valencia y Galicia. Todas estas Regio-
nes quieren para ellas lo que nosotros queremos para
Asturias.


P. ¿Que otra esperanza nos alienta?
n El desbarajuste gubernamental que ha llegado.


a lo indecible, y estando todo podrido, .deshecho, es
forzosa su caída.


P. Pero, ¿qué enemigo tendremos que combatir?
R. Entre otros el que representan los mismos


Gobiernos del caduco centralismo caciquil, que se
valdrá de todos los medios para dividirnos y sembrar
la cizafia en nuestro campo, azuzando nuestras dife-
rencias políticas.


P. Z,llo qué otra cosa debemos percatarnos?
R. Del muro que formarán en contra nuestra los


intereses creados, la apa g a, la indiferencia, el desco-
nocimiento de nuestro sistema, etc.


Hay que prevenirse contra todo ello.


P ?,Y que sustituiré al régimen actual?
R. El Regionalismo, porque todos los demás


si., temas de gobierno están desacreditados por los
desastrosc.s re:ullados que han producido.


P. ?Pero es cierto que las corrientes actuales nos
son favorables?


R. Lo más eminentes tratadistas de la ciencia po-
lítica moderna,—aun algunos centralistas en la prac-
tico—, desde los positivistas mósexagerados hasta los
más fervorosos católicos, todos combaten los princi-
pios de gobierno hoy establecidos y demuestran en
sus nuevas investigaciones la justicia y conveniencia
de las doctrinas regionalistas. Por otra parte, es noto -
rio el aran de hacer declaraciones regionalistas que
se ha apoderado de muchos políticos, que, no obstan
Le ser naturalmente adversarios del sistema, ven cla-
ramente que es la Idea del porvenir.




P. ¿Qué otro hecho lo demuestra?
R. El auge y preponderancia de la nueva orien-


tación, tanto en Esparta como fuera de ella, en todos




— 34 —
los pueblos de situación parecida a la de Asturias y
el renacimiento que se ha operado aquí en la indus-
tria, en el comercio y en todos los ramo s de la activi-
dad humana.


P. ¡,Que digno remate servirá de corona a este
progreso de Asturias?


R. El renacimiento político, que devolviéndole su
autonomía, haciéndola otra vez señora de sus actos,
producirá la regeneración completa de su vida políti-
ca y administrativa.


.I'. Resumiendo nuestra doctrina, ¿a qué .aspira
Asturias?


R. claramente se deduce de lo expuesto. No es
separatista, por ssr ella misma el fundamento, la en-
traña de la nacionalidad española, sintetizando su ide-
al en esta frase:


Asturias libre, regida por si misma.


.Sl