EL FISCAL PATRIOTICO
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EL FISCAL PATRIOTICO
DE ESPAÑA.


OBRA PERIÓDICA
PUBLICADA


. LOS LUNES Y VIERNES DE CADA SEMANA.


SU AUTOR


D. JOSEF MANUEL JECEBÉK.




N.° 1.


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA. °o


Lel líales I I de octubre de 8 1 3.1


-r-


p.


Tan necesario es el Fiscal en toda causa, que sin
él son pocas, las que segun nuestra legislacion , pue-
den substanciarse conforme á derecho. Esta idea me
hace echar de ver, que entre los que se han pro-
puesto ilustrarnos con sus escritos, no haya habido uno
que hasta ahora elija el oficio Fiscal para 'hacer la
parte de la Justicia , con la propiedad y energia eine
le es inherente. Por lo mismo , y por que la Nacion
.en la crisis politica que experimenta no carezca de
este tan necesario oficio, me he propuesto egereerle; y
aunque mis luces no sean tan claras, que me lisongce
de desempeñar dignamente tamaña empresa, la buena
intencion que me conduce es el verdadero sacrificio,
que desde luego ofrezco á mi amada Patria, en cuyo
obsequio quisiera poder egercirar eón fruto, quantos
_conocimientos alcance mi cortedad. Empero me cabe
la satisfaccion de que asido á la robusta roca de la
Justicia no debo temer el ímpetu de quantas olas se me
presenten en el proceloso mar á que me entrego , con
la solemne protexta de no ser mi ánimo criticar á
ninguno , ni menos ofender á nadie , si solamente ha-
cer la parte de . la Justicia con imparcialidad y sin ad-
hesion á otro objeto que á la Justicia misma.


Mucho se ha escrito y mucho se escribe : buenos
conceptos se hallan entre los diferentes periódicos que


a
.0


: f a


1 A. 1.1


.&=




2
circulan, pero como por desgracia no se adoptan, vie-
nen á incidir los autores en el vicio de criticarse re-.
ciprócamente , cuyo sistéma si se continúa será el bor-
ron de nuestra historia literaria.


Para conseguir nuestra felicidad ''nacional , solo
nos falta la union , de que estamos muy distantes, no
porque no hayamos tenido , tan á nuestra costa, el
exemplo que debieramos imitar. Buenos deseos nos
acompañan, no carecemos de ilustrados talentos, nues-
tros medios y recursos , aunque disminuidos, pueden
ser suficientes; ¿pues qué hacernos que no se aprove-
chan estos medios en nuestro propio beneficio ? Te-.
nemos un enemigo , no tan temible por sus fuerzas,
como por su discurso en dirigirlas, ¿pues de qué mo-
do le combatirémos , si como él no nos dedicamos á
saber combatirle ? Ojalá, que conforme se le imita en
lo malo , nos sirviera de modelo para lo bueno. Sa -
lió el ,exéreito enemigo de esta capital quatro me -
ses hace , y en verdad que su salida, dejando á todo
satisfechos, despertó en el pueblo , mas que nunca
las lisongeras esperanzas de que antes estaba imbui-
do ; pero muy pronto decayó su ánimo , observan •
do una lentitud, que no puede mirar con indiferencia


Esta experiencia, y la que tiene el pueblo del si s
tema , método y direccion del enemigo, ¿ qué pue
den producir sino una fundada desconfianza? de és
ta debemos huir rnmo una peste política , que dis
minuye nuestras fuerzas con la desunion , y acre
eienta las del enemigo.


Dos objetos de primera necesidad tenemos en e
dia : El uno el armamento y manutencion del exérci
to , y el otro la pura administracion de las rentas d
la Nacion. Es tan íntima la union de estos dos obj
tos , que sin el segundo no puede existir el primer c
á no ser que se eche mano de otros recursos, que siein
pre son mal recibidos, porque bajo qualquier título qu
se exijan serán nuevos gravámenes, y como tal odioso


3
etrrnadenoddaer


los mejores sentimientos,
lleno de qiluuisstirearcaiosnin


y
pen r


duda
de eEl Gobierno


de un todo feliz á la Nacion en un momento ; pero
de un golpe todos los abusos antiguos para hacer


s con lograr por grados lozas , y nos contentar
esta empresa tan árdua no es dada á las humanas fuer-


co t t íamos
que intentamos de repente.


Restablecer en todos los puntos un órden entera-
mente correcto, es obra muy digna, pero solo puede e :In-
prenderse , guando no llame la atencion otro objeto
mas perentorio, qual es la defensa de la Pátria; de
consiguiente todo nuevo plan por ahora no conviene,
v bastaria seguir los adoptados , hasta que libre la
nacion de enemigos en su suelo , pudiera dedicarse
á enmendar abusos , que con maduréz llegarian á
extinguirse , y cortados en el dia son semejantes ' á
la hvdra.


Para tratar con distincion de todos y cada uno
de los particulares que deben merecer nuestra aten-
cion , tanto en lo moral , como en lo político , se-
ria necesario un gran volumen ; pero sin embargo
aunque el de este papel , y el de mis conocimientos
no permiten demasiada extension , me prometo dar á
mis lectores el gusto de ver si no mis elevados con-
ceptos, sí mis sanas y patrióticas idéas.


Por mas victorias que el Todopoderoso nos con-
ceda , por mas auxilios que nos presten nuestros alia-
dos, por mas decaído que se nos pinte á nuestro
enemigo , no debemos considerarnos triunfantes , si
mas y mas no redoblamos nuestros esfuerzos ; v si
bmafinas o y
nndimeros del esetzrooíssmáonimquoesmades ndoesprerue


'haystnaosahaocar;ha sido norte de nuestras idéas.
Patriotismo, se repite; ¿pero d', o dónde está ese patrio-


tismo ? no faltará


•ra quien esté poseido de él con ver-
dad , pero es la lástima que hay muy pocos que
entiendan la voz patriotismo , porque ya entre no--


a 2




sotros se ha hecho un axioma aplicable á todos •loí
vicios dominantes de los hombres.


Patriotismo, es vengar uno sus particulares senti-
mientos contra otro: patriotismo, es abandonar la es-
posa , y la inocente familia con infraccion del nu-
do nupcial, y ofensa de un sacramento elevado á
tal por el mismo Dios: patriotismo, es el desprecio
de la , grey de Jesuchristo encomendada á un 'Das-.
rar. : patriotismo es la usura , el robo, la hypocre-
sia , y.... tal es el patriotismo segun quieren los
fingidos patriotas; pero mal que les pese , debe lle-
gar el tiempo en que el patriotismo no sea el en-
cubridor de todo género de maldades.


Esta desgracia, que no es la menor que nos
se mira con tanta indcferencia, que llega á des-


lumbrarsehasta el extremo de no ser conocida y
por lo mismo no buscamos los medios de evitarla, si-
guiéndose por consecuencia otros muchos males que
nos van insensiblemente afligiendo, y llegarán á cau-
sar nuestra ruina.


La serie de calamidades que tanto tiempo hace.
nos aflige , la postracion de fuerzas en que se ha-
lla el cuerpo político , y los combates con que la
suerte nos ha perseguido, exigen. la mayor energía
para que se levante la Nacion del abismo en que se vé
sumergida.


Ya hace tiempo que deseaban los sensatos sa-
cudir el servil yugo del pérfido favorito , y guan-
do tuvo principio esta grande empresa , ha. si-
do seguida de tantos incidentes , que no pudié-
ron menos de renacer unas Ideas mas vastas, y que
no podian ser seguidas de buenas consecuencias.


Es pues opuesto á lograr un fin todo aquello que.
dilata su consecucion. Necesitamos unir nuestras vo-
luntades , separarnos de todo espíritu de parciali-
dad , y ajustar la paz unos con otros para decla-
rar juntos la guerra al que á todos . nos, la hace.


5


fueelmfaeslizsieresultadom pre serldie masuestir.oa-s


Dbuést:
es te myocinoiasnuseesgturarso


pudiéndose decir con verdad que nos


n


operaciones,
duc patriotismo , siempre que por un verda-con
zelo del interés de la Patria , pospongamos á


él nuestros honores, nuestras conveniencias , nuestras
utilidades 1 y nuestros vicios. Tal es lo que se llama
verdadero patriotismo.


El espíritu de partido tan perjudicial en' todos
los casos, es uno.de los efectos de la saña , con que
á las veces un sagáz enemigo debilita y desarma á
su ribal , hasta conseguir verle á sus pies postra-
do. Por tanto , sino se cierra esta puerta , de po-
co sirven qualesquiera esfuerzos , porque ellos no
serán capaces de reparar los daños que de allí se
originan. Por el contrario , abandonado el espíritu
de partido y subrogado en una verdadera union
de voluntades , buscarémos el acierto , y le hallare-
mos 9 porque no somos tan infelices , que haya des-
aparecido de entre nosotros ; prevalecerá la Justicia:
volverémos á ver en nuestro orizonte la clara an-
torcha de la sencilla fe , obscurecida tanto tiempo
hace con las densas nubes de la maldad : nivelare-
mos nuestras operaciones con la prudencia ; medi-
tarémos nuestras decisiones con la equidad , y pro-
nunciarémos nuestros fallos con la energía , lleván-
dolos á su efecto con el rigor , y en tal caso nos
harémos terribles á nuestros enemigos, respetables á
nuestros amigos , y dignos á la faz del universo.


Las historias antiguas y modernas nos han sub-
ministrado una idéa bastante clara de los periodos
que guarda una Nacion en los tiempos de su deca-
dencia, y los trámites de su elevacion guando aspi-
ra á un sublime grado de gloria, del que por ne-
cesidad cae progresivamente hasta exterminarse y ver-
se envuelta en la mayor ignominia. Tal fue la suer-
te de los Romanos , Atenienses y otros, y tal debe




6
ser por necesidad la de la Francia. De aquí se deduce
ce bien legítimamente, que para conservarse una Na
don en el estado de felicidad que sea duradera , de..
be modificar el genio emprendedor, y limitarse para
adquirir por grados una gloria que pueda poseer.
con mayor seguridad sin estimular la envidia de.
otras naciones que por ese hecho se prometan ases-
tarla.


No es decir que estemos en el caso que los Ro-
manos y Atenienses , ni que como ellos , pensemos
conquistar provincias y reynos estralos ; pero si e
reflexionar para persuadir á algunos que se figuran
que podemos imponer leyes á otros , guando entre
nosotros mismos es tan necesaria su observancia ; y
darles á conocer que si incidiesemos en semejante de
lirio , seria cierta nuestra completa destruccion.


Baste de indicacion , sin perjuicio de producir
sobre cada uno de los particulares las reflexiones que
parezcan conformes á Justicia y equidad y terminan-
tes al bien general , para que vengamos á deducir con -
propiedad el punto en que consiste la verdadera feli-
cidad y conservacion de una Nación, y á conocer (luan
engañosas y perjudiciales son á un pueblo las lison-
jas de algunos que por falta de talentos, y con bue-
na intencion , le pintan en gigantescas figuras , y
como presente, una futura y aspirante felicidad , pa-
ra cuya consecucion es necesario tiempo y diligencias'
bien meditadas.


Asi como es una de las propiedades de la filosofía.
conocer' las causas por los efectos , asi es un axioma
de esta misma ciencia generalmente recibido , que
no puede ser bueno el fin, guando para lograrle no
se emplean buenos medios; y aplicando esta hipótesis
á nuestra situacion política ¿ qué fin nos hemos pro
puesto? Y para conseguirle ¿qué medios empleamos,
y de qué medios nos debieramos valer?


Notorio es que á. mi primera pregunta contes..


7
tarán hasta los párbulos, que el fin propuesto es sa-
cudir el yugo de un ambicioso conquistador , ven-
gar las injurias hechas á la Nacion : Restablecer al
Soberano legítimo en su trono : conservar la religion
católica , y.... Pero aun hay otro objeto entre estos
no menos interesante que cada uno de ellos, y es
sostener la integridad de la Justicia, único y principal
cimiento en que puede fundarse la prosperidad de
una Nacion.


En quanto á los medios, oigo tantas contestacio-
nes, que á la verdad, se me acumulan sin dejarme
satisfecho. Unos me responden, que grandes Exercitos...
bueno. Otros, que grande cautela... mejor. Otros, que
muchos caudales... esto es mas que todo si se emplean
dignamente : y otros , por último, varían en sus opi-
niones, siendo pocos los que digan qual es el ver-
dadero medio de conseguir tan digno fin. ¿Y quál
es éste? La Union y la Justicia.


MADRED:
IMPRENTA DE VILLALPANDO.




N.° 2,,
9


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


Del viernes i 5 de octubre de 1813.


Sentámos en el núm.° I.° que para conseguir nues-
tra • felicidad nacional solo nos falta la Union de que es-
tamos muy distantes; y para distinguir esta proposi-
cien es necesario que antes convengamos en que la fe-
licidad nacional consiste principalmente en el buen ór-
den de la sociedad, que nace de la recta administra-
clon de Justicia.


No es otra cosa la union en sentido filosófico que
una conformidad de voluntades , y ésta me dirán
que la hay, porque no existe un español , que no di-
ga , que desea la felicidad de la Nacion ; pero no
es ésta la union que yo busco , y si me recuerda el
concepto de cierta mística pluma , que hablando de
los proterbos pecadores dice : No hay uno aun de
los mas derramados que no diga deseo y espero gozar
del Reyno de Dios ; z pero qucíles son sus diligencias para
conseguirlo? es decir : que la conformidad de volun-
tades que advertimos , es terminante solo á conse-
guir cada qual lo que para sí le convenga ; y ya
se vé que este sistema dista mucho de lo que se lla-
ma union nacional , bien que es uno de los acon-
tecimientos mas propios del tiempo de revolucion.
De esta verdad nos dán un testimonio irrefragable
los muchos que han emigrado de sus hogares en el
tiempo de la invasion enemiga , de los quales son


b




/ o
muy pocos los .que han hecho el servicio á la pa
tria, de que todos están tan pomposamente inves
tidos. He aqui en ellos un claro espejo de la cla
se de union que reyna entre nosotros; en el hecho
solo de emigrar . todos , parece que estaban confor-
mes ; pero veamos el rumbo de cada uno en par-
ticular : despues de salir del pueblo de su residen-.
cia , los unos á buscar la continuacion de sus des-
tinos, los otros á solicitar nuevas dignidades, y co-
misiones con que lucrarse , y algunos muy pocos
á incorporarse en las partidas para abandonar el
servicio guando les acomodase , de que hay egem-
plar. Esta es la union que hasta ahora advertimos
aún en aquellos que intentan dar la ley del pa-
triotismo.


En todo el tiempo de la invasion enemiga no
han faltado pueblos libres de ella, donde poder e s


-tablecer un sistema de gobierno util á la Nacion, el
qual se estendiese á toda ella conforme se fuese vien-
do libre del yugo enemigo ; pero aunque haya ocu-
pado nuestra atencion esta idéa. , hemos visto cada
vez mas trastornado el órden. de todas las cosas,
tanto que mejor se sigue el método que emprendió
el enemigo , que el que nos es necesario para res-
tablecer la general decadencia que aquel ocasionó
No es ésta una acusacion contra el Gobierno, por-
que estoy bien persuadido de que los diferentes re-
presentantes de la Nacion , han controvertido
con la mayor estension todos los particulares que
pudieran conducir á la felicidad deseada; pero si
es convencer de que si sus largas y penosas ta
réas no han tenido un resultado feliz, á pesar de
su dedicacion , y buenos deseos (de que se les debe
creer adornados) ha sido por falta de union,
la qual nada puede lograrse.


El plan de redimir una Nacion y reformar
dos sus abusos , es tan vasto , que si se toma por'


cl todo , se hallará inaccesible. Por esto es necesa-
rio emprenderle por partes para llevarle á toda su
per feccion.


de es la primera atencion laEn tiempo


qual no puede ha-
a{defensa ; pero no es de meinnoreleigituiad la


ner


eion del órden Justicia,
s


ber fuerzas , ni recursos para defenderse , de que
se deduce que este objeto aun es mas atendible
que aquel.


Mucho tnénos habrian trabajado nuestros repre-
sentantes , si desechando el método de discutir en
particular sobre cada punto propuesto en sus sesio-
nes , hubiesen anulado de una vez las disposiciones
del enemigo , y repuesto las cosas en el mismo ser
y estado que estaban antes de la invasion, sin per-
juicio de innovar lo que pareciese conveniente en
tiempo que con desahogo pudiesen dedicarse á su
exámen individual. Esta disposicion que en todo res-
tituia el órden , estaba cifrada en un decreto de
dos líneas, y encargando su exacta observancia á
sugetos de conocida ciencia y conciencia , en un
momento habriamos visto restablecido en lo posi-
ble el plan á que el pueblo, como acostumbrado,
le tiene menos adversion , qué á las novedades, y
con el tiempo se irian modificando los vicios de
que adoleciese , en términos que vendria á ser el
mas correcto.


De este modo libres nuestros representantes del
cuidado que llamaba su atencion por el interior go-
bierno tan necesario , podrían :haberse dedicado de
lleno á el armamento , y conservacion del exército,
cuyas necesidades, aunque no olvidadas , no han
podido tener el pronto remedio que exigia su pe-
rentoriedad, y por qué? Porque sin recaudacion
de las rentas de la Nacion , no puede haber fon-
dos , y faltando estos es imposible sobstener un
exército.


b 2




1 2
El pueblo observador de las operaciones con


que se le dirige , conoce bastante bien su verda-
dera utilidad , y no ignora los caminos que á ella
pueden conducirle. Mas como quiera que el egoismo
es dado á todo hombre suele cada qual apli.
car á el que le domina los acontecimientos que ad
vierte , y de este modo se hace indiferente el bien
general que tanto nos importa , y que es sin dis,-
puta preferible al individual de que cada uno cuida.


No hay una Nacion en el mundo civilizado que
pueda blasonar como Espada de tener la mas
trada legislacion , y ya que poseemos esta dicha es-.
rá pensionada con la inobservancia de que se infle-,
re que consiste en nosotros mismos nuestra desgra-,
cia, siendo tan fácil de corregir, que con solo ar-
reglarnos á nuestra legislacion nada tendriamos que
desear. i Y quál es el resultado de la inobservancia
de las leyes en una Nacion ? la desorganizacion de.
todos los ramos de la sociedad de que son seguida
necesaria la usura , el robo , el homicidio , y todá,
género de maldades , embruteciéndose el pueblo has-
ta el extremo de dictar cada qual para su gobierno
las leyes que son mas análogas á su vicio dominan-
te. 1Y quál puede ser el remedio de todos estos ma-
les que nos amenazan? la union nacional y la ob-.
servancia de la Justicia. Si, ella sola es capaz en
un momento de hacer la prodigiosa tranformacion
de que todos los hijos de la patria sean un solo es-.
padol , y esta es la verdadera felicidad.


Para conseguir pues esta union á que todos anhe-
lamos , como que no hay quien ignore que es la
base de nuestra suspirada felicidad , necesitamos pri-
mero , acercarnos á Dios , como origen de todo
bien ; detextar nuestros vicios , renunciar nuestras.
pasiones , y desprendernos de una vez del perverso.
egoismo , que tantos dados nos ocasiona; mirar coi
preferencia .á nuestros peculiares intereses los gene


13
la Nacíon, cuyo maternal cariño acusa nues-


rtaralesinddeolaesmoluolalcíiosn
er,v idresleclhaarpátlraiavcaonial


oitentacion , y anhelar
amor y zelo ,a empleando cada qual sus conocimien-
tos, sus lfaueNrzaacsio, ny, seuvsitziinrtesiu-essersieesrgiossolbsytendeerfeenldleirol-a


nor de
de sus enemigos.


Si asi lo hicíesernos , conformando nuestras ope-
nos podremos prometer elle.xaictiooniensascotlizla. Justicia ,Huirá d e entre nosotros la destruc-


tora discordia , y vendrán nuestros sacrificios á ad-
quirirnos la tranquilidad , y sosiego que es seguida
necesaria del justo proceder del hombre.


Igualmente necesitamos entresacar de la sociedad
una porción de supuestos sabios , y fingidos patrio-
tas , que son en ella un azote, semejante al que
Dios envió en otro tiempo á su pueblo en los fal-
sos profetas.


Ellos siembran entre el incauto pueblo la man-
zana de la discordia; doran la pildora del morti-
fero veneno para asesinar á los que con menos ins-


. truccion oyen sus falaces voces , y leen sus detes-
tables escritos.


Por este medio recaudados los fondos de la Na-
cion , rendirán para sostener debidamente el miem-
bro político y militar, y amparar y socorrer los
establecimientos piadosos. tan decaidos; y por este me-
dio tambien estimulado el pueblo en general , sumi-
nistrará quanto alcancen sus fuerzas para suplir el
deficit que resulte; de este modo por fin lograrémos
principiar á labrar nuestra felicidad, y llegarla á
conseguir , siempre que no desistamos de la unión
nacional , único manantial de donde podemos re-


-eibirla.
La séríe de sucesos que hemos experimentado


de algun ul tiempo
e


iemlpos diversos
iestapamrtem,
miembros deel equili,


s
brío


de la sociedad,




'4
ha producido su total desorganizacion; y este gol;
pe eléctrico, no solo se ha podido sentir en los pue.
bloc ocupados por el enemigo, sino que ha sido trans.,
misible hasta lo mas remoto de los dominios de
reyno. El no ha podido menos de hacer despertar
entre nosotros un cúmulo de ideas todas perjudis'
ciales á nuestra conservacion, porque son entre s'
enteramente diversas , y solo se pueden conformar
en alguna parte, de que resulta por necesidad la diss
cordia , origen de todos los males.


Estos acontecimientos no deben entrañarnos por.:
que son muy propios de la inclinacion natural de.
hombre, cuyas pasiones le conducen á veces al pre
cipicio de desatender los impu:sos de la razon. E
tales casos el orgullo , el amor propio , el deseo d
engrandecimiento, y todas la; demas ideas que pro,',
duce el ánimo acalorado, son el norte de las ope-
raciones del hombre , que degradado de su natural
dignidad se transforma en un ente particular , y
tanto que abomina y se considera superior aun de
aquellos que adoptando sus mismas máximas le so
semejantes , y no puede jamas uniformarse una opi
nion sino en quanto convenga al fin particular d
cada uno.


Estos son los naturales efectos de la rebolucion-I
de un pueblo , en que considerado cada qual en
igual grado que el otro , se niega toda mayoría,.:
se desconoce toda autoridad y se desprecia toda ley,
sin mas razon que el título mal entendido de li-
bertad nacional , dando á esta voz un sentido ge-
neral .para pretextar con ella el absoluto desórden..


No -es pues la libertad nacional una franquicia:
con que interrumpido el órden de gerarquías tan pre-5,1
ciso en la sociedad, se corrompa enteramente ésta y
vivan los hombres á manera de brutos : es si una
prudente legal limitacion del poder despótico; es
un seguro de los derechos de cada individuo ; un.


A


r5
escudo contra la parcialidad, y una arma para de-
fender cada uno su derecho , con la energía que
le corresponda. Es una franquicia para poder ma-
nifestar sus discursos, no con el fin de criticar per-
sonalidades , sino con el de hacer patente la ver-
dad pintada con los vivos colores que la caracteri-
zan, y subministrar sus conocimientos en beneficio de
la pátria.


Tal es la libertad nacional en su verdadero sen-
tido , y siempre que no la conozcamos bajo este
aspecto , no solo nos será mas dificil la union de
vountades , sino que cada dia distaremos mas de
ella. Desconoceremos las autoridades : despreciarémos
las leyes ; y nos separaremos hasta de la Sagrada
Religion que nos transmitieron nuestros mayores, y
en tal caso vendremos á experimentar una servil su-
gecion , y onerosa esclavitud , efectos necesarios de
la inmortalidad de un pueblo.


Huyamos pues de una ilusoria libertad nacional,
y dediquémonos á conocer y adoptar la libertad ver-
dadera , y nos convenceremos que ella nos obliga
á respetar las autoridades , á obedecer las leyes, y á
observar la religion que tenemos heredada ; y logra-
remos, que sostenido el órden de la sociedad, se unan
nuestras voluntades para la debida defensa de la pá-
tria y consecucion de la independencia que debe ser
el fruto de nuestros desvelos.


MADRID : IMPRENTA DE V1LLALPANDO.




1714,


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


Del líales 18 de octubre de 1813.


uanto reflexionamos en el número 2.° acerca de
ser la union nacional el único medio de conse-


guir nuestra felicidad, convence hasta la evidencia que
estarnos aparentemente unidos; y que mientras no se
uniformen las voluntades en realidad con desinterés y
justificacion , no podemos lograr la verdadera feli-
cidad que apetecemos.


Sentado este principio, tratarémos de los dos obje-
tos de primera necesidad que tiene la pátria, á saber:
El aumento y manutencion del exército , y la pura
administracion de las rentas de la Nacion.


Si consideramos el estado de nuestro exército en el
arlo 18o8, conocerémos que es casi sobrenatural la
oposicion que se ha hecho á las fuerzas enemigas , y
advertirémos tambien que aquella efervescencia del
fuego nacional fue disipándose por falta de fomento,
á manera de la llama que levanta la estopa. Bien no-
torias son las diminuciones de nuestro exército en las di-
ferentes desgracias que ha sufrido, las quales sean oca-
sionadas de solo la suerte , ó dimanadas de qualquiera
otros principios ; es necesario combenir en que le han
debilitado , y que sus reemplazos no están realizados,
segun exige la necesidad.


Esta es una verdad que nadie puede contradecir.
Veamos ahora las causas de la decadencia de los


e




I3
exércitos y las de su falta de reemplazo.


El pueblo desde luego que advirtió los designios
del enemigo, declarados en el aciago y venturoso di
dos de mayo, manifestó con bastante energía sus de
seos de salvar á la patria, y vimos correr á las arma
aun á aquellos que casi estaban imposibilitados de ina..
nejarlas. En breve tiempo se formaron exércitos mas
numerosos de lo que podia esperarse en tales circuns-
tancias; pero en vez de aumentarse se puede decir
que han desaparecido. Es cierto que en las varias ac-
ciones que se desgraciaron , se perdió mucha gente
mas tambien lo es que si los reemplazos hubieran si-
do proporcionados á las pérdidas, no se echarian estas
de ver en el dia , á pesar de las rigorosas requisicio-
nes de gente que han hecho en algunos pueblos las parti
das, que no se alcanza porque razon no han reforza
do al exército. De modo que sea por la causa qu
fuere , nuestras fuerzas armadas son en cortisimo nu
mero, respecto de las que debieran, y podian ser,
este objeto tan interesante llama demasiadamente 1
atencion de todo el pueblo, como que es uno de 1
cimientos de su confianza.


A todo Español le es por naturaleza ánaloga
inclinacion al egercicio de las armas, como se com-
prueba en todas las épocas que nos refiere la historia,
y aun la experiencia nos ha acreditado en los prin-
cipios de la presente invasion enemiga. Luego no hay
una razon para que el exército no esté en el . pie mas
brillante por hallarse estimulado el fuego nacional á
la vista del azote que sufre la pátria. Pues quáles son
las causas que motivan esta falta tan dolorosa ? ¿Será
porque el genio nacional se ha modificado y perdido
el belicoso ardor que siempre le fué característico?:
No, porque segun los filósoficos y naturalistas el ries,
go eminente transforma al hombre tímido en valero,
so, y excita al valiente á mayor esfuerzo. Será por,
que la extension de las huestes enemigas ha impedid


:


iciones en los. pueblos?


tqauneipsoecolia: gpaonrelause djAbildPass lugares que va ál trei rans toi cvasailoe 1111 et
han sido ocupados., han
los hombres utiles las partidas , que en esto han des-


' plegado todo su zelo. 1 Será porque. , .. Pero nos mo-
lestemos en vano , buscando unas causas que están
tan evidentemente manifiestas en sus efectos.


Claro es que las desgracias de las varias acciones
han deteriorado nuestro exército , de que son buen
exewplo la batalla de Ocaria , la de Almonacid , y
otras; pero no lo es menor que han podido muy bien
reemplazarse, y aun aumentarse , si se hubiera hecho
la requisicion proporcionada, y recoleccion de los mu-
chos dispersos que se separaron del servicio, cuidan-
do de sobstener sobre todo el entusiasmo que á él les
Babia conducido, y de que les hizo decaer la experien-
cia al verse expuestos , desnudos , hambrientos, fati-
gados, y sin estímulo de premio.


Estas si que han sido las causas de la decadencia
del exército, y de su falta de reemplazar, pues que no
solo han ocasionado su notable debilidad /yar medio
de la desereion , sino que producen la adversion de
muchos que se presentarían voluntarios, y la renuencia
en general de los que por obliga,cion- de suerte deben
incorporarse á él.


Con tal método no solo deberá ser siempre corto
el número de nuestro exército, sino que por necesi-
dad Ellegarías pu es pár e ce ixs toi


nestimular
g u ir s e


. al soldado por dos me-
dios ; el uno la confianza en los gefes que le dirigen,


-n,e
y el otro la seguridad de su manutencion, paga y


u


vestuario.Lo primero consiste en la eleccion de hombres, no
solo peritos en el arte militar , si tambien afortunados
en la suerte de la pelea; y el otro en proporcionar
siempre fondos abundantes , no para que al soldado


imposible en tiempo de
nada le (porque esto esfalte


c 2




ej ua amasaad Tauaj oTansanau sa anb Ol lod °mut
-Tisa otusTua un non sop12auroaduTon SOLUOS ODOdUITU
'opolu otusTui U OP souarsuad TU SOldIDUT.Td SOUI
-5Tui soun soulaual salquiou sor sopor ou OUTOD
'SOSÜD sor sopor no soan2as srar sol nos anb


SOTIVIUT1I -OA sop,-Tios JOUDJ r
soulaapuae D.IcICUOIS Á ' rtnua2


-sexo ns JVAarDstioa anb uoa (maliciar un OUTOD op
liaed pisa uyaT2aia aris;sqns raed solpain ap uenzaa
-VD anb SOII0 °mon Tsr rraiyd rl ap saaosuajap sor
ap oaalunu ja ITTUTn1133a.131; Á ' rpod j n1'ar2sHe as
'Inxisnf saiopurparn2 'saaopaaanr ne2eq as anb y sopra3
soj ainewaq ur2 raZ.T.1P.3 run no alaTnbpn ap oasap
Á uolorinun rl ap sopripxa anbaod sauanof soj
u yelmo ap prpisanau uls 'ainaturmsafioad 011.TOCIT
-ni:, as onb ITOlqUIC.1 ours ‘a[quiadsaa a!d un ua pisa anb
OJOS ou asainlasuon iipod Trnb ja aod olpapxa pp
rtnnaprnap uj aauodaa ap o!paw ODIU11 ja sa pisa


'asilo reTinad
-5O.1 ns ua saaaqap soj auair Tunb upen anb Á 1 epTnal
-sur ras prpurpgo rj anb D.n-1301d as anb SOSTIODSLT
sol va V/3/ ni ap uapa9 oinexa un aparng as anó


-opepios uanq un artuaoj va
OIresau uri oiTsInbal
rulidinsrp rS0.101.1


SVILI tí uo DA.TDSTIOD al as anb aluatuirar
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raed saiouoq Á rpuaisIsqns ns ua OUIOD s.oprplu
-.2!/) Á sopra2 ‘sard sns ua °inri ' oTuiaad ja uoo op
-rinurTisa pisa OTID.IDXD 19 anb ua!quiri auaTeuo3


'orulisap Troltnuiad ja aanadaolua ap upe
-.TTS ojos anb ‘sauolneturpaa Á ST3follb 59 U011AD as
4SOITT11. UY:OS anb SOLIDA0C so' sopor oivaTuirisur ja ua
sopipnaadmon onb VU1.10j ap spnlursap Á rzaand
'ion:1123ex° LIGO uanbunead rj anb sola ns y an2arnua
as saaquiou ap UOIDISIT1b9.1 rj anb GivaTuanuon sa


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anb rard oinaniow un aapazd ap


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-so ou amainIsnoa ap Á ‘sopeur soaisanu urisaad .•


u anb somxnr soj ap opuauaq y Hm sem oj rIp
o ua sa sou 'Irlouasa uri alard oluaturtuar la


01DUNsauatueeE.12oipapxa lap SVTIOSILLI
a aiard ura2 run nanrqmoda srpoi Tia vio
napadxa °pulpa.= auaTi anb somodouom sol aod
nem aqap anb (nana oisnl. Tap °mama ir arsurn
sap yapod ' srpesaaaiuTsop Á saiTly 50I113111 p opinar,


`:ua ‘soTarnisoe Á sanolsTeoadap oprpnin la
•U0101:.1ct


-inaLusap ns aluanaad raed aTarzridluzaa anb UOD
solde soprpios zuraoj


Á 'rÁnaisur as pnbe rispor
rsuajap rj ua raidwa as aisp StilUDITIT anb rard sau
-ororlado ap jap srulapr T.!A.IZSJ ap oliniaxa LTn ariu
‘ao‘T la asara2oi apand 'Tann oso opurparn2 ocusTui oj
od l'sarepu!eoad snj ap OlITOLITTU: 13 311b SOUOUI


ou oilsodoad r sun ja rindsip tris sa 'sumar srj ap
opreaas la raid so2u!nb ap oppalquisa opolpin la


•SOUIDAUD aqap anb rT OUTOD rpuasa
opud run ue2rsuon as anb sulaolaTA 59 tia panal Á `c
soprTir soaisanu uoo araadoon vard pivaLuirn2T ouloo
u-risaa sou une anb saiursaaaim uri soiund Á ‘srzrid


59 arisTnbuonza Á ' sr4uana sezaanj sri arisaarainon
ap zudrn ros anb rpuaisisaa rj aauodo urpand souoTsTe


srÁnn '05ID.19X9 un arzIudao prnsanau ap
•ainTsod oj


ea s01112D.1.10D raed uotono ranuTiad rj ardnno aqap
Tpawaa oÁnn S3IVUI nos aiurisqo ou wad Idicuaua
p so!u2Tsap sol oiaalqnnsop uasamnq as saiur op


.aanno uraarqnq ou anb soinappuT 41.10131W el-ap rsuaj
p rj gipuaadula as anb ua SEIDIMISUYID.TID srnman 59


p SOpTDVII sainapinuT ap OIJOS VITT 15 SO 01 ' solpy,-aa
coliyonuainaturiuTisipuT anb saj32 soj


ounmo2srilej srisa UD amrdino SD ON


noprt\I 9 ap rsuajap rj aod rpTe ns opuo!nodxa
lopaaanr anru as anb Y ojoz p uoo tpualsIxo ns ap
pino as anb ap opiprnsaad ainaineuniuT pisa Á rp
r1(1 as anb SOU3UI oj avej ai anb_ ZUCI OU1S -esirdura


OZ




2 2
milicia esta distincion, para excitar á cada qual, see
gun su respectivo cáraaer , y este es el oficio venla.
dero del tino militar.


Al oficial por el honor de su graduacion , no
privándole de los ascensos que le correspondan. A
soldado por la manutencion, vestuario y buen tra
to ; y á unos y otros por la exactitud en •sus pa..
¡as, porque en esto somos iguales todos los hom •
bres , y no hay uno que guste perder el fruto del.
sudor de su rostro.


Para esto se necesitan fondos , los quales tene-
mos en las rentas de la Nacion , y ademas no nos
faltan otros recursos , como haremos ver en el nn,
mero siguiente.


Si considera •amos los Españoles, sin jactancia, lo
mucho que en todo nos ha favorecido la naturaleza,,
ó por mejor decir la Divina Omnipotencia, cono-.
ceriamos de quanto es subsccptible nuestro natural ca,-
rácter.Tengase presente esta expresion para guando tcH.
quemos otros particulares, y aplicada al punto de que,
tratamos. ¿Qué Nacion en el mundo ha competido :oa
la Española ? ¿ No está suficientemente acreditado su
tino militar, su presencia de espíritu, y su constan-
cia en la pelea , en tantas batallas terrestres , y na-
vales , que forman el timbre de nuestra gloria ? S
heroyca Nacion Española. Las batallas de Sagunto
Numancia y Lepanto , te dan el título de guerrer
en la tierra y en la mar. Ellas entre otras son las,
señaladas no menos que las muchas con que ensal
zaste tu -renombre en la expulsion de los Sarraceno


No es mí ánimo hacer obstentacion de la lectur
de la historia , si solo recordar con datos positivos;
las hazañas memorables de que es susceptible la Na.
cion Española , y testigos las denlas , señaladament
la Flandes, y la Alemania, en los tiempos de F
Upe quinto.


¿ No fuimos nosotros capaces de resistir el poda


2 3
de los Romanos? ¿ No lo fuimos para lanzar á los
Sarracenos; ¿pues por qué no lo hemos de ser ahora
para repeler unas tuerzas


2 Los mismos
sgornai nods esó, no


son mayores que aquellas? de-
bemos ser que entonces, ¿pues • por lasqué


de nuestros
n han de


ser iguales nuestras operaciones á
predecesores? ¿ tenemos la sandez de intentar obscu-
recer la gloria de la Nacion que ellos adquirieron?
No se diga esto : sigamos sus huellas , y excitados
del honor que nos caracteriza , hagamos ver al mun-
do entero que la Nacion Española en nada ha de-
caido del ardor belicoso que la es característico.


¿ Quál de las naciones del mundo cuenta con
un sobrenatural é irresistible auxilio de que puede
blasonar la España ? Ella es una propiedad por adop-
cion de la Madre de Dios , cuyos auxilios han es-
tado siempre en nuestro favor tan manifiestos, ¿pues
qué emprenderemos bajo los auspicios de tan sobe-
rana próteccion , que no consigamos?


Avivese nuestra fe , pongamos de nuestra par-
te lo posible , y confiemos en la Omnipotencia Di-
vina, que ella nos hará triunfar de los perseguido-
res de la Iglesia.


¿Qué objetos mas interesantes pueden ofrecerse
á nuestra vista para excitar el valor aun de los mas z
pusilanimes ?


¡ Eternos sido testigos de la violacion de nues-
tras esposas , la muerte ,


nuestros hermanos , el
desprecio de nuestras leys , la innovacion dei u s-
tras antiguas costumbres, y la sacrílega profanacionde•


nuestros sagrados altares !
¿Qué mas necesitamos si en este hecho nos


ve-mos comprometidos en los dos puntos mas intere-
syanetleisloanlorhgolune lehombre , que es la religion que profesa,


caracteriza ?
En vano pensaremos conservar la gloria del nom-


bre español, si á estos estímulos nos hacemos insensibles!




Estamos pues en el caso de que se comprometa de
conformidad el zelo del gobierno, y el ardor de la Na-
cion; . aquel para atender á las necesidades del exér,
cito , segun exigen sus circunstancias, y ésta para au-
mentar el número 'de los defensores de tan justa
causa. En cuyos términos, uniformes nuestras ideas,
sin perder de vista la sagrada religion , que por for-
tuna profesamos, podemos estar muy seguros de las.,
mas ventajosas resultas.


Hemos experimentado en todo el tiempo de la in-
vasion enemiga la poderosa mano del Omnipotente tan
decidida en nuestro favor, que aun los menos exper,
tos han llegado á conocerla; pues hemos de ser tan
obcecados que nos desentendamos de esta indicacion
de la Divina Providencia, y no sepamos corresponder
á ella, poniendo,de nuestra parte todo quanto al-
cancemos ? docilitémonos á la atoan interna
que nos dirige , y guiados siempre con tan seguro
norte, no dudemos de hacer ilusorias las acechanzas
de nuestros enemigos.
. Parece haber echado mano de lo místico para per-


suadir en lo político ; pero como todo bien solo pue-
de dimanar de un primer origen, creo no criticarán
los sensatos esta digresion , conociendo que termina
á persuadir que la Nacion Española, belicosa por na-
turaleza, bien dirigida en tantas y tan diversas épo-
cas ha sabido dar pruebas del ardor militar que po-
see, como una de sus naturales propiedades , cuya
asercion acreditada por la experiencia, nos hace co-
nocer, que bien dirigida al presente podria hacer lo
mismo que ya tiene hecho en tan. repetidas ocasiones,


MADRID.
.4.NPRENT4 DF, VILLALPANDO.


N.° 4.


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


Del viernes z z de octubre de 1813.


Hemos tratado en el número anterior del uno de
los objetos de primera necesidad que tiene la Nacion,
que es la formacion de un exército bien organizado.
Discurriremos ahora sobre el otro de ellos que es la
pura administracion de las rentas nacionales , sin
perder de vista que este artículo , como hemos indi-
cado, es aun mas interesante que el del exército,
porque proporciona su subsistencia, sin la qual será
nominal y aparente quanto quiera intentarse.


Este punto de rentas de la Nacion es demasiada-
mente especioso é interesante, y por lo mismo nece-
sitaba mucha detencion para tratar de él con la ma-
durez que exige su naturaleza; pero nos concretaremos
á discutir en extracto sobre las reglas generales que
puedan dar una suficiente idea de tan vasta materia.


Es ,constante que los diferentes ramos de una Na-
clon existen en una especie de cadena, con que uni-
dos unos á otros , en reciproca dependencia , forman
el cuerpo de la sociedad, á manera de los miembros
del cuerpo humano. Este órden establecido por la na-
turaleza é incapaz de innovacion, prescribe las obli-gaciones respectivas de cada individuo del cuerpo so-
cial, y las de todos ellos en comun , tanto que aun
las leyes dictadas por los mayores sabios no han po-dido s


epararse de este sólido principio.
Una pues de las obligaciones comunes de todo




2 6
miembro de la sociedad , es contribuir por su parte
con los medios (lie le correspondan , para sob,tener
el honor, integridad , defensa y subsistencia del cuer
po. Tal es el primitivo origen de lo que se llama
rentas de la Nacion, pues aunque se consideren va
jo qualesquiera otros principios , siempre vendremos
á cono,er que todos ellos dependen del que dejanio
sentado , sean quales fuesen las denominaciones coa.
que se exijan y recauden.


La experiencia desde el principio de los siglos h.
indicado sucesivamente el medio y modo de llena
esta sagrada obligacion, imponiendo en varios artículo
los derechos que hagan mas suave y expedita la reu-
nion de los fondos. Y como para ello es necesario
consultar el carácter del hombre en cada Nacion,
las disposiciones locales de ella, está arreglado est
punto en cada una conforme á aquellos principios;


En España se han conocido las rentas del era
rio con diversos títulos divididas en dos clases, uu
retributiva y otra contributiva ; y aunque sobre el;
mecanismo, productos, y vicios de cada una pedi
ran hacerse en particular algunas 'interesantes obser
vaeiones , bastará nos ciñamos á considerarla: en so
so las dos clases de retribucion, y contribucion , pa-
ra venir en conocimiento de si sus productos pue-
den ser sin violencia suficientes á soportar los ga.,tot
del erario en tiempo de paz, y evitar sobrecarg
á la Nacion , y que su decadencia proviene de
novedades con que creyendo aumentar sus . valores,
se las ha destruido enteramente.


Bien sabido es que administradas las rentas de la
Nacion con separacion como estaban establecidas, renj
dian solo las de retribucion, esto es tabaco, sa•
Tinas, polvora , plomo , &c. mas productos que to
das juntas , despees de reunidas , pues ademas
pagar tantas ob'igaciones con que estaban gravad
y las cantidades que cada dia libraba contra ellas
tesoreria mayor , se pasaban á esta semanalinee.
ennnitierahles sumas.


27


9“.: de forma que la experien-aduanas provincial ,:s, e .
Lo mismo acaecía' respecto de las contributivas de


eta al- obligaciones peculiares de cada renta no.pagarse
c
reditó el absurdo de la reunion , guando sin


la entrega en tesoreria ,mayor porpudo igualar
sjense los planes de unole remitía por una sola. Cota. e


los valores de todas , á la cantidad que antes se


cyiootti r. o se verá lo positivo de esta aser-


pero mi discusion termina á formalizar con mayor so-
e m lpieo 'diylatado al parecer 'en este incidente,


lidéz mi argumento.
Reunida pues la administracion de todas las ren-


tas, cuya decadencia podrá proceder de ser incom-
patible la recaudacion de las retributivas , con la
de las contributivas , ó de otro principio que queda
al juicio de los inteligentes, se formalizó el nuevo
sistétna , advirtiéndose en él sobre todo la negligen-
cia con que se miró el punta tan recomendado
de encabezamientos por rentas provinciales, pues en
v.z de invitar á los pueblos, segun estaba preve-
nido, para que concurriesen á formar el convenio
con la • administracion general, se procedió á crear ad-
ministraciones, gravando al erario con sueldos , y á
los pueblos con exórbitantes exacciones; bien que es-
te exceso, era muy propio del tiempo en que solo
se miraba con zelo el interés personal, sin reparar
en los perptien juseie ieos


eunaiol eondiunenret.i-
stabgleeciódelaédecantada


sigu esen
sien-


tas, y aunque se puede decir que por virtud de ella
vinieron á reducirse sin valores á una tercera parte,
al fin enmendando el • ba uso respecto de las provin-
ciales , tenia la Nacion una finca


nca productiva ; pero
alterado el órden en




-pat te por el gobierno &anees
y en nada repuesto hasta ah


•ora , podemos sentar sin
riesgo de equivocacion que..la N


•acton, al presente
no tiene renta alguna -




present ,l propia
opta , y que por lo mismo


se esta en el caso indispensable de proveer'en este
-punto del necesario remedio.


Permítaseme . hablar sin compromiso en el tono




z S
propio del título que me distingue. Ilegal se Ila%
todo lo que es opuesto á Justicia , por aquel axios
ma conocido de los Juristas sun-u-num lux, sfinin3a43
juJtitiarn , y en tal supuesto ¿ no estamos en el ea,
so de echar mano de quantos arbitrios se nos pre,4
senten para soliste= los gastos ordinarios y extraore
dinarios de la Nacion? ¿pues porqué olvidamos la ruaa,
dacioirde las rentas establecidas, sin subrogar otros fon-
dos que indemnicen su pérdida ? la abolicion de
los ramos estancados, la entrega de la recaudacion
de los denlas á manos nuevas, la condescendencia ea
toda clase de exacciones , qué consecuencias puede
traer sino la perniciosa de no haber fondos con que
sobstener el honor de la Nacion, y tener por precision
que apelar á la mendicidad para excitar la burla de
nuestros enemigos? pida limosna en buen hora, dicen lor
teólogos, el que carece de fondos para su subsistencia, y
de medios con que adquirirla ; pero no la podrá pedir
sin escusa de pecado grave, el que no esté en este ca-
lo. ¡Qué impropia cita me dirán algunos! pero el'
bien propia si se atiende á su sentido. Con razoa
podrá lamentarse la Nacion de tan perjudicial indo
lencia, les justa la causa que defendemos? si;' pues:
Cambien será justo proporcionar los medios de 1'
defensa , y será por este principio criminal abathe
donar estos, para que aquella se haga ilusoria; mas
le importa este sistéma á nuestro enemigo que toda_
la fuerza de sus exércitos.
- De estas sencillas reflexiones, se convence hast
la evidencia , que es urgente la necesidad de resta
Mecer las rentas del erario , para cuyo efecto de
be tenerse presente, que un órden establecido y ex
perimentado es preferible á otro nuevo , cuyo re
sultado se ignora y mucho mas en las presentes cir.
cunstancias , en que no estamos para hacer experi
mentos , y si para reunir fondos.


En tal supuesto podrían unicamente las rentas su-
frir sin riesgo la innovacion de restituirse al estae
1:10 en que se hallaban antes de su reunion que se


29


gun /in plan formado en el ailó
de 1789; importá--


ron en el de 1788 , 510, 8 59937 i reales y ma-
aunque baje alguna parte


por qualqu'iedreinccuidyeont‘e'alorque sea, siempre tendremos una


srtainvieadd
iesconsideracion para ocurrir á las necesidades


del estado , y de consiguiente nos escusaremos de
tener por necesidad que gravar al pueblo con nue-
vos tributos, en una ocasion en que está tan dete-


he aqui reducido el problema de que el
p roducto; yde las rentas puede ser suficiente á mante-
ner el decoro de la Nacion , á lo menos en tiempo
de paz, y ser menor el deficit que resulte para el
de guerra, y por consecuencia mas fácil de propor-
cionar.


Para ello no debe perderse de vista que -es de
absoluta necesidad valerse de los sugetos de inteli-
gencia, honor y desinterés, pues vemos claramente
que la ruina de estos establecimientos tuvo principio
por haberse puesto en manos ineptas, y controver-
tido el órden de Justicia , privando del debido pre-
mio á los dependientes beneméritos.


De este modo podrá conseguirse reunir fondos con
que atender á la defensa de la patria , tan urgente,
y se libertará el pueblo de otras extraordinarias exac-
ciones , que indudablemente habrá de sufrir , si se
ha de atender á aquel objeto y de este modo en fin
conocerá la Nacion que si algun gravamen se la im-
pone , es porque no bastan para los gastos necesa-
rios las rentas de propiedad ya establecidas y admi-
nistradas con pureza é inteligencia , y en tal supues-
to sufrirá con menos renuencia qualquiera carga ex-
traordinaria que se la que veaimponga , siempre
los efectos de su inversion


_redundantes en su pro-
pio beneficio. Tal es el método que parece debe adop-
tarse en el órden administrativo, para


r u


de •nuestros


unas seguras favorables


poder espe-ra
orables consecuencias, 'que jamasnos p roducirla el


i
propuesto proyecto de única con-


tribucion, calificado de impracticable la experien,
predecesores, á los quales no pode-





mos decir que excedemos en conocimientos, ni dela
de confesar que en sus experimentos nos llevaron:
notable ventaja de haberlos hecho en tiempo de tran iti-
lidad y abundancia tan diverso del de turbulencia y e
caséz en que nos. hallamos.¿Y si ellos no pudieron vene
los obstáculos que encontraron, como podremos nosotras
superar los montes de dificultades . que se nos presen,
ten ? bien fácil es llevarle á efecto , desatendiendo
todo óbice , pero sus resultas liaran ver que se per -
dió el tiempo sin fruto, y acaso con dados irreine..
diablo, , y nos hallaremos justamente comprendidos
en aquella sentencia de los filósofos que dice : Es te.
merario tudo el que prefiere á lo cierto lo dudoso.


Bien se que algunos modernos que cifran toda
su ciencia en la adopcion de novedades, me dirán
que en otras Naciones se ha seguido distinto sis- ¡
téma de rentas con exitos favorables, y que en to-
das se miran los ramos estancados , como unas tra-
bas de la industria. Esta obcecacion es puntualmen-
te lo que nos perjudica, porque sin considerar el es-
tado , situacion y carácter de otras Naciones , nos
inclinamos á imitar sus maximas , y como la .apli-
cacion en nuestro pais es diversa, no podernos con-
seguir iguales ventajas. Tengo presente el. sistém J. de
rentas establecido en varias potencias extrangeras, peto.:
como no me es desconocido el carácter de cada ut4.
de ellas , advierto, que asi como Espada tienen adopf!
tado respectivamente el método que es mas ánalo0.
.á su carácter y compatible con sus costumbres na-
.cion.ales. Es verdad que el estanco se mira en todas,
como una traba de la industria ; pero es porque en.
cada uno de aquellos paises , la fabricacion y co-
mercio de los artículos aqui estancados, tiene tela'
cion con su respectiva industria , y por lo mismo
ofrece mas dificultad el método de estanco que la exác-
cion de derechos personales en que está subrrogado'
No asi en España, donde por egemp!o en el tabaco
estancado contribuye el pueblo insensiblemente sin re-
nuencia; y si á los mismos que con plena voluntad


3t


impusiese derecho
se exige por este medio el importe de cien reales an-
nuales, se les impu por d o personal una


vinoolent.etormsua peas:
go , porque como el


sum
s


quinta parte, les serlíaeahraáscttaerloE


ltencion esta diferencia deextrangero, no mira con .
peeial especulacion en estos artículos, tanto corno el


•i r que no seamos losmerciando en ellos. No es decir
que no piensa sacar una utilidad, .. fabricando y co-


ros á qualesquiera. especulaciones ; pero sí es con-
Españoles capaces de dedicarnos como los extrange-


vencer de que el sistema adoptado en una Nacion
en el mecanismo de sus rentas , y modo de exigir-
las , no puede absolutamente hablando servir de nor-
ma en otra potencia, sino en quanto tenga analo-
gia con su carácter é inclinaciones.


Para combinar el posible beneficio del pueblo con
el mayor aumento de las rentas del erario , no es
preciso abolir su sistema, sino modificar en la par-
te que sea asequible el exce so ó excesos que se
adviertan , de forma que haciéndose una novedad
beneficiosa al contribuyente, siempre será bien reci-
bida , y producirá en favor del erario mas valores.
La renta del tabaco mas pingüe que ninguna de las
otras y de tan sencilla recaudacion ?con qué podre-
mos sobstituirla ? ¿ Qué exáccion rendirá liquidos en
un año como esta renta mas de 46 millones de
reales , despues de satisfacer tantas cargas con que
estaba gravada ? ¿ y qué derecho podrá cobrarse tan
á poca costa, ni sobre qué artiLulo se impondrá


gnsea de menos necesidad y por consiguiente de ¡u:-
nos- gravamen al pueblo ? esta observacion que nos
ofrece la experiencia de tantos anos


.
dá bien clara-


.-


mente á conocer que no es fácil sobstituir al anti-
guo sist 'tila de rentas otro -alguno:que cubra los gas-
tos de la Nacion con la supe rabundancia que él:
y si le cotejamos en quanto al método, y mecanis-
mo de su gobierno, con. los


,
de las (lemas Naciones


,quedaremos c
onvencidos de que en ninguna han ma-


nejado , ni manejan sus rentas con el fino y exác-




3 2
titud que en Esparla , cuyo órden de cuenta y pa,
zon ea tiempo de las contadurías generales , rodia
servir. de singular norma, porque en él se hallaba re/1_
nida con la sencillez la mas escrupulosa exactitud,
ligados entre sí los respectivos cargos de administra.
cion y de intervencion , en términos que no dejabll
arbitrio á la malver,acion de- los productos. Desea'
gañemonos que qualquiera novedad que quiera inten
tarse en este punto, solo nos produciria la total pera
dida del pingüe patriotismo de la Nacion, cuyos quan-
tiosostendimientos fueron suficientes en otros tiempos
á mantener su descoro y soportar los gastos, (siendo.
asi que solo los de la real casa absorvian una parte de.
mueca consideracion ) proporcionando ademas la sub.,
sistencia de las casas de caridad y correccion tan indis,.
pensables en todo pueblo civilizado; y así es que
desde que por la reunion de rentas se principió á no-
tar su decadencia , se transmitió ésta á los lío Tidos de
Madrid, y S. Fernando, hospitales, expósitos, reclusion
de S. Nicolás, y otros varios establecimientos, que en e
dia están casi arruinados, y cuya reparacion se cc>nse
guiria virtualmente en solo el hecho de restablecer el'
primitivo sistema de rentas.


Podia especialmente hacerse igual refiexion por lo
respectivo á cada una de las rentas, pero por ahora ine„
parece suficiente lo dicho en quanto a la del tabaco, pa;
ra convencer de que no puede eligirse un Orden adlni;
nistrativo mas correcto, ni fijarse en otros artículos-
las rentas del erario con fundada esperanza de lograr,
la mas minima ventaja.


Otras rentas tiene la Nacion establecidas con fi
determinado , de las quales hablaremos en el nálner
siguiente.


MADRID.
IMPRENTA DE VILLALPANDO.


N.° 5.


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


Del lunes 2 5 de octubre de 1813.


ijimos en el anterior número que ademas de las
rentas de que en él tratamos , se conocen otras es-
tablecidas con fin determinado, y estas son las titula-
das de consolidacion, cuya inversion en su estableci-
miento fue concretamente dirigida á extinguir pro-
gresivamente la deuda nacional , y sobstener al mis-
mo tiempo su debido crédito con el pago de los inte-
reses señalados, evitando los daños que la especula-
cion ocasionaba en la reduccion del papel moneda.


Sabido es lo oneroso que ha sido á nuestra Na-
cion la considerable deuda mirada con tanta indife-
rencia y aumentada respectivamente sin calcular sus
perniciosas resultas. Esta consideracion puso al go-
bierno en la indispensable precision de meditar los
arbitrios que con menos gravamen fuesen capaces de
libertar al erario de tan penosa carga. De aquí pro-
cedió la aplicacion y recargo de algunos ramos y
creacion de otros , estableciéndose la caxa de conso-
lidacion , cuyos efectos correspondieron en los prin-
cipios á satisfaccion del pueblo, y sin duda babrian
continuado• y estaria redimida una gran parte de
la deuda, si en el manejo é inversion de caudales no
se hubiera alterado el órden prescripto.


subsEigsuteierioni ,infortunio y las críticas circututancias quehan sido causa de que la Nacion se


33




3 4
halle en el dia con una enorme deuda, tanto mas
gravosa , quanto destituida del crédito que pudiera
en parte suavizarla.


En este supuesto estarnos en el caso de recorro
cer indispensablemente esta deuda ; lo primero por,:.
que en términos de rigorosa Justicia consta como cier_.
ta, y lo segundo porque interesa en sumo grado al
honor de la Nacion , y beneficio de una gran parte
de sus individuos su debida solvencia.


Es decir que dos razones nos deben impulsar .„1
mirar este punto con la mayor atencion ; la una teo-
lógica ó moral , y la otra política ó patr:ótid,


Como para cubrir esta obligacion ha sido y e
parte tan interesante el no retrasar el pago de los
réditos que causa la mayor parte del papel mone
da , debemos mirar como un aumento de la deuda
no de distinta condicion que ella el importe de es
tos mismos réditos , que siempre irán cesando á pr
porcion de la amortízacion del papel que los ocasiona:


Si nos detenemos á examinar uno por uno los ras,
mos establecidos, con el fin de amortizar y conso-
lidar la deuda de la Nacion, hallaremos que están en
ellos combinados los dos extremos recomendables ea,
tales casos , y son el reunir fondos y no gravo
considerablemente al pueblo , pues la mayor par-.
te de los arbitrios de consolidacion son en sí de cor.
ta entidad , fundados en principios sólidos y en la
mayor proporcion, sin que puedan calificarse de des
arreglados ó exórbitantes , de forma que es preci.,
so confesar de buena fé , que su establecimiento fué
el resultado de una detenida meditacion , capaz de.
llenar en todas sus partes el ventajoso plan á que se-
dirigia ; pero eludida la legítima inversion de sus.
quantiosos fondos y controvertido el sistéma de su
ereccion , quedó sin efecto tan importante idea, y_
por consiguiente no solo continuaron los antiguos per-
juicios, sino que se aumentaron enormemente, hacien-


crecido número de interesados,


que
ose qudteanu


privados de su subsistencia y reducidosd
ex nsiv os spriáv


a


á la mendicidad , decayendo hastaIlioasstadifeal
difu ntos que


Idee tDainotso,
y sus santos y sufragios
nos recomienda la piedad cristiana. Testigos son de
esta verdad tantos eclesiásticos incongruos, por la venta
de las fincas de sus capellanías y tantas memorias y obras
pias utilísimas en lo espiritual y temporal extingui-
das por igual causa. Este incidente agrava la nece-
sidad de atender á la restauracion del establecimien-
to de la consolidacion tan util y preciso y á la reunion
de fondos con que cumplir unas obligaciones que son
imprescindibles en el fuero de la conciencia.


Para conseguir este ventajoso fin, no faltarán pro-
yectistas que subministren amplias y ventajosas idéas;
pero sin agraviar sus conocimientos, creo procede,
atendidas las actuales circunstancias, que en vez de
detenernos en el examen y establecimiento de un
nuevo método, cuyos efectos siempre estarán suje-
tos á ensayo y en él no tenernos tan seguro el fe-
liz resultado , como el de experiencia del antiguo ór-
den , que este se siga por ahora sin alterar las ins-
trucciones formadas con tanta meditacion por el con-
sejo, y que en su virtud desde luego se acelere la
cobranza de arbitrios, para principiar á reunir cau-
pdaerledEseircsoreensetlqaue


crédito
co ntener dal e Ndl aae


cs gicurolain.e ia de que acabe de


consolidacion por este
medio tan óbvio , sencillo y breve , produce la ven
taja de excusar el ímprobo trabajo que causará el exa-
men de un nuevo método, (cuyo resultado siempre se-
rá dudoso ) y nos inferirérnos el beneficio de poner
expedito este punto tan interesante sin echar mano
de nuevos recargos que graven al pueblo, y siendo
mal recibidos causen interminables diligencias


Al mismo tiempo de grestablecersea iins o rio.
su cobro , ó acaso


para


en grande el
e 2




30
antiguo método, con calidad de por ahora y siti
perjuicio de enmendar lo que se estime oportuno ton,
viene que desde luego quede suspensa la enagen.acion
de tincas de memorias y capellanías , porque ésta no
solo no es conveniente al fin propuesto, sino que es
gravosa á la Nacion en general , y perjudicialisirria
en particular á muchos miembros de ella. Gravosa
á la Nacion, porque se constituye un censo irredi-,
mible, á cuyo pago está religiosamente obligada, y
este es un gravamen interminable, para cuya solveni
cia nos verémos precisados á señalar fondos, ó bus-
car arbitrios, aun guando se halle enteramente ex
tinguida la deuda; y perjudicial en grado superlativo
á. todos los poseedores de capellanías y fundaciones d:
memorias, reduciéndoles el producto de sus posesio.
nes á un tres por ciento dudoso , respecto de la ex
periencia que les debe tener justamente desconfiados,


Tambien debe suspenderse todo ramo de giro, ne s
gociacion y descuento de vales, porque aunque pu.
dieran ocasionar un aumento de fondos, tiene acre
ditado la experiencia que no redunda el beneficio e
favor del establecimiento con proporcion á su cali
dad, y solo sirve para fomentar la . codicia y cau,
dales particulares, y acaso corromper la buena co'
ducta de los que sin este aliciente se comportari
con la mayor pureza.


Por este medio lograriamos ver restituido el ó r
den en esta parte tan interesante , sin tomar detn a
siada molestia, y se persuadirá el pueblo de que
estaba desatendido el dignísimo objeto de la Deu'
de la Nacion , cuya solvencia hace una no peque"
parte de su felicidad, y en ningun caso como el pr
sente se puede fomentar con mas solidéz, ní llevar
erecto con mayor exactitud, siempre que no incidam
en el vicio de perder de vista el fin propuesto. •


Asi como es cierto que la desordenada codi
cia del hombre se dedica siempre á destruir y de


37
oponga á sus de--


evite en las dispo-
signios ,
acreditar etsot da


indispensablei aq
siciones


tqleuesese


á la sutileza. Por lo' •
terminantes á este punto todo incidente que


deje el mas pequeño resquicio
mismo conviene que en quanto al papel moneda se
zelen los abusos y priven las excesivas grangerías,-
con que acrecentándose los caudales de algunos , se
arruinan los infelices que por desgracia tienen que
sacrificar crecidas sumas para percibir la que quie-
ran darles, con arreglo á la codicia del que recibe
el papel y sin sujecion á otro antecedente que á
la arbitraria expeculacion que acomoda á sus ídéas.
Este abuso es preciso confesar que nace del justo
descrédito del papel, y de consiguiente es claro que
no puede evitarse , sino se trata de restituirle su
debido y antiguo valor , unica oposicion que puede
ofrecerse á tan escandaloso agiotage.


He aqui la vaya fundamental de la redencion
de la deuda de la Nacion , preferible sin disputa y
que puede proporcionarla con la celeridad .


que im-
periosamente exige su actual estado.


Bajo este principio indicarémos en el número
siguiente los puntos interesantes del sistéma que se
debe adoptar en el gobierno de la consolidacion pa-
ra conseguir


muy el apropósito queefecto.S ía que se agregasen á la con-
solidacion todos los efectos y fincas procedentes
de seqiiestros , no para administrarlas por cuen-
ta del establecimiento , sino para proceder á su ve
ta por subhasta de que se podían conseguir dos be-
neficios ; el uno adquirir




n-


en metalico asunas can-
tidades


con que atender á las obligaciones, y el otroreunir en papel para que desde luego se p -otras,cediese á su ai


t o-
nortizacion y acreditar el beneficiogeneral con


•notoria satisfaccion del pueblo.Para esto y con la mira oportuna de


•á los licitadores


na estimular
ta ores , con venia




1
,enia admitir en las subi •


•lastas




38
á lo menos la mitad del valor en vales reales y
cédulas de caxa, cuyo papel se destinase desde lite.
go á la amortizacion , quein Indolo de tiempo
tiempo en la plaza pública con la debida fo rtnali-
dad. , y dando nota en la gazeta de los nurneros
tamo de los vales , como de las cédulas que que,,,
daban faera de circulacion , segun estaba en práctica.,


De este molo se conseguia aprovechar con fru,.
to el valor de los efectos y fincas seqüestrados, qua,
puestos en adin.inistracion no pueden producir utial
lidad comparativamente con el cuidado y dispendios
que ocasionen , y se lograría fundar este interesan-
te establecimiento sobre el sólido principio de la
pública confianza que inspirarian al pueblo aquellas.
disposiciones. Es muy notable que una Nacion
rica como la nuestra haya subsistido tanto tiempo
pasiva en el atendib!e punto de redimir su deuda,
teniendo tantos recursos de que valerse para elloa
pero no debe estrañarnos , si volvemos los ojos á
la inaccioa de nuestro gobierno antiguo , y su fale:
ta de energía, pues habiendo discurso para meditar
el modo, no hubo nervio para llevar á su efecto
la idéa, y solo se logró poner de peor condicion la
buena fé que vimos desde entónces interrumpida. No.
ignoramos las causas , ni debemos olvidar este exemai
plo para activar el crédito que ent,imees decayó y:
restituirle á su primitivo estado, desterrando los e?tia
cesos que de él provienen, transmisibles en general
á- toda la Nacion. 1Quien ignora los vicios auto-
rizados por el descrédito del papel moneda? 1Quan
to no han perjudicado en los contratos públicos
particulares, y quantos daños , litigios y con'-ro
versías no han suscitado ? hasta las corporacione
trua, acreditadas por la solidéz de sus fon los hai
adoptado la práctica de devolver en vales los cap'.
tales que recibieron en moneda metálica, con inerac
clon de cláusula expresa del contrato y notorio per


39
juicio de los capitalistas. Estos y otros procedimien-
dtoi stonodenmenos públicoynblicos é ilegales ocasionan el descre:


especulaciones que le son anexas
fomentando la desordenada codicia tan perjudicial en
la sociedad.


Muchas reflexiones pueden hacerse sobre este pun-
to, pero me parece que las '-producidas son suficien-
tes para demostrar quinto interesa á la causa co-
mun el restablecimiento del crédito público en esta
parte, y por lo mismo lo muy urgente que es aten-
der á redimir tan pesada vejacion, y evitar la mul-
titud de daños en ella contenidos.


De poco nos aprovechará el conocimiento de nues-
tros males, sino tratamos de su remedio; y como el
de la deuda es uno de los mayores de que la Nacion
adolece, no solo por sí mismo , sino por sus inci-
dentes-, nos hallamos en la indispensable precision
de acudir con la .


prontitud que él mismo exige á
contener sus fatales efectos y evitarlos en el todo
sucesivamente.


Esta es una parte de la felicidad de la Nacion
que puede lograrse á poca costa , pues aunque la
redencion absoluta de nuestra deuda no es factible
en mucho tiempo , lo es si la restitucion de su an-
tiguo crédito , que puede conseguirse en breve, como
que no consiste en otra cosa que en proporcionar fon-
dos para el pago de réditos , é inspirar la confianza
pública, á fin de que circule el papel con menos da-
ño y aun sin ninguno, luego que esté conceptuado;
y en este caso ya la deuda nacional mudará de
condicion y será una carga menos pesada, como que
se corrige la circunstancia mas perniciosa que es
su descrédito.


Tales son los principios en que se funda
la opinion de que los arbitrios establecidos , son
preferibles á todo otro nuevo , á lo menos por aho-
ra, y que de ningun otro sistéma reportaremos la





utilidad de poder principiar desde luego á satisf.a..,
cer intereses y dar al papel moneda el valor de
que está destituido , cuidando siempre de que no,
vuelva á renacer la desconfianza del pueblo.


MADRID.
IMPRENTA DE VILLALPANDO,


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


Del viernes 2 9 de octubre de 1813,


R establecido el plan de consolidacion en la forma
que dejarnos propuesto en el número anterior, es ne-
cesario adoptar las reglas y mecanismo de su go-
bierno economico , tan necesarias como que sin ellas
nada se podria conseguir.


Sobre todo se debe encargar el superior conoci-
- miento y direccion á una Junta de cinco Vocales,
(en que á lo ménos haya dos Juristas) y un secre-
tario, eligiendo para ella sugetos que sean no solo
inteligentes, sino tambien de providad y despejo pa-
ra la solucion de quantas dudas ocurran , y decision
hasta en to contencioso privativamente, y con expre-
sa autorida sin restriccion de casos, ni sujecion


• otro gefe ó tribunal que al Supremo Gobierno por
la Secretaría de Hacienda , á imitacion de la junta
Gubernativa que se erigió en la creacion de la caxa.


Esta por supuesto siempre es necesario que re-
puesta en su primitivo pie, solo reciba los caudales
que correspondan al indiado objeto, y pague los ré-
ditos de vales y _memorias , sin que se la mezcle
en otras operaciones que puedan hacer cumuloso y
dificil el desempeño.


Deberá cuidarse de que la contaduría encargada
á un sugeto de conocimientos, conste de un núme-
ro de individuos proporcionado , y del mismo mo-
do la secretaría, eligiendo los que por su aplicacion
y luces puedan prestar mayor utilidad, y cumplir con




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,vo sri apqno rard 0.I 10 uoo oun lelliCiE.T203 ap apena
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-soTanqau sns ap uoprpnroaa Hopj srux
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opuraraa 'anb 01-IVS339U sa ‘srzuraadsa sns 11 Oil


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•ur oi ua Tuct!Jasa.Td rurioj el Da munf ri y uopaç
-ns raripawuT UO3 ‘sourea soaso i ainatpuodsanoa oI
opon Da onprApd oluanuraouoa la -ella ap 3330 OLU
-O aluapualuip: anliroua as VIDU!noid 'qua ua anb
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-ualadwoa Jrzuvyn rard '4ml:ir ay sola2ns unas uan
"wou os anb sopruoTsTwoo sol anb VJSIA ap opuaTpaad
011 lo!paw ao['atu Ta aoaard otusnu oT aod •srzuraqoa
Sns y uapuarar anb 1103 opz aoÁrtu la Jod o2ua!tni5''


liciusa Top orogauaq Da rpunpaa ' rInuil4sa; sol anb.
op.tioad Ta anb oaoadsaa ' uaturAra2 unhiu an2iS as Ott
•1 `Ptppal33 511W 1100 unziTraa ‘rpuataadxa rT oprajpaant•
'llag un2as anb ‘uoiorpnroal ni


ap opepino Á nadaras
'IP Ir olla!' ap asaroipap uapand ' udirlasTp so' anb
511013"artgo s'ello OpUDTUDJ ou anb.Toet 'sopruols!ux
'0O ap oluaiurentuou p alualuaAuoa sem oaSTa anb
111!Vsauoiaanalsui seT ua oppalcirlsa oTuaaad la ofrq Ira
'timad ap srpnyeluoa svi ap uopuaAnlul 1103 1 sor
`M'Iauiad sopeumwoa e 9 4 SVIOUTA0.1d srApoadsal
zrls Da SVI113.1 ap sa.loprilsTunupe so! y ZSIVLIV3119
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.


.q kali apand soialigar sol ap uopepnraaa vi
•soipuads!p somsam


tib/strez sauoiarlop sellan' sopraldtua ap pmpinux t'In
ii tlarztr,i8 uls 4 tpuquadap tl ap oijacluilsap la141




44
taremos de haber perdido el tiempo que se necesitabai
sin conseguir el fin de nuestro anhelo.


Corno en todo establecimiento por mucho que se
cuide de evitar abusos, sobrevienen algunos , .proce"
didos ya de la ignorancia, ó ya á veces de la nrilicial
es necesario preveerlos con anticipacion para eludir
los en quanto se pueda. Uno pues de los vicios qu
contenía el establecimiento de consolidacio11, era 4
guna arbitrariedad en la exáccion en los pueblos, poi
parte de las justicias que hacian las cobranzas ; perol
este daño tiene fácil remedio, cuidando de examinar
las relaciones de efectos contribuyentes que deben pre-
sentar, y oyendo las reclamaciones con imposicion d
penas, en caso de resultar culpa de omision
en los alcaldes y escribanos, cuya responsabilidad en la,
cobranza y remision de los caudales es muy ventajosa,
respecto del corto estipendio que les está señalado.


En el arbitrio de herencias transversales se nota I
disparidad de que tiene un derecho impuesto por lo'
legados á personas extrañas, el qual se exige sol
guando la herencia es transversal, y no en las que de
nen heredero forzoso de ley. Esta dii'erencia priva de
algunos intereses al ramo, y parece que siendo un
derecho impuesto á la transvcrsalidad no está unifor-
mado en esta parte, porque lo mismo son transversa-
les las mandas , y legados hechos á personas extrañas
por un testador que tiene herederos forzosos de ley,
que las que hace el que constituye su herencia en lo
principal á un colateral ó extraigo. Asi que no se-
ría desproporcionado el nivelar este derecho, exigién-
dole por igual , respecto no haber distincion .en
circunstancia que le motiva.


En quanto á los demas por mucho que quiera su-
tilizarse en su razon, no cabe rnodificacion , respecto
ser muy corta la imposicion en los varios artículos
de que constan; pero es necesario atender que á mo-
tivo de las circunstancias, y por la estudiosa negli-.
gencia con que se miraron, á pesar de la vigilancia del,
gobierno frances, quedó en absoluto abandono esta


ionacd , y
solo algun ramo que no era suscepti-


recauble de pretextos con que cohonestar su imposibilidad,
fué el blanco de las exacciones , aunque tan inexactas,


n '
que bien puede considerarse en lo substancial en casi
el.mismo abandono que los otros. De , consiguie te


es
vuelvan


necesario
io estado


la mayor vigilancia ellos




para que . todos
de su primitivo orígeri : y á esto


t


contribuirá mas que todo la confianza del pueblo en el be-
que,le resulta, siempre que ;la experiencia se lo


nelicio
dando luga/ , al mas erninimo rezelo queacredite, no .


recuerde el escarmiento causado- pon el anterior manejo.
Parece que me he detenido demasiadamente en se-


Fialar por menor el método mas adaptable; pero mi
digresion se dirige á persuadir , que el establecimien-
to de la consolidacion en sí es utilísimo, y preferible
sin disputa á otro qualquier . sistéma, y que.los vicios
de que adolecía , pueden con la ,Mayor facilidad cor-
regine en su reposicion , y Jlevar á efecto el designio
que tanto interesa al bien de la pátria , con la segu-
ridad de su infalible consecucion., y sin riesgo de ul-
teriores resultas. .


Fíenlos dicho en el número , primero que para
conseguir una Nacion el estado de gloria que sea
duradera, debe modificar el genio emprendedor , y
limitarse á conseguir por grados una felicidad, fun-
dada en sólidos principios. Cuya proposicion no solo
es aplicable á la idéa de las conquistas , sino tam-
bien á todos los puntos que son capaces de contri-
buir á la consecucion .de la verdadera felicidad de
un Reyno. Por lo mismo no debe perderse de vista
respecto del objeto de redencion de nuestra deuda,
y renunciando por ahora toda novedad, vendremos
á conseguir lo que apetecemos , que es aligerar la
pesada carga que tanto nos oprime.


Paréceme que oigo la multitud de impugnacio-
nes que .


produce un buen zelo mal dirigido de al-
gunos que sin atender á la solidez de nuestros an-
tiguos establecimientos están dominados de la idéa qui-
mérica de sobstituirlos en otros mejores.




46
Yo sé muy bien el mérito que tiene un nuevo pen-


samiento ; pero no puedo prescindir de aquel axioma
de derecho tan generalmente recibido , y es que toda
disposicion para ser jákiosa , necesita ser dictada en
riempO' y feirtna. Por lo mismó-hb ósaré negar el mé-
rito de los 'que dirigidos de un laudable zelo , se es-
meran en meditar nuevos planes , y dando desde
luego que han hallado los medios mas adaptables , y
llegado á lo mas,


eminente de la perfeccion sUá i juicio-
sas ideas, y que-estas están fixas y arregladas hasta
el extremo de no admitir la mas mínima correccion,
confesaré que sus discursos son muy laudables, que
están meditados y dispuestos en forma , pero esto no
acreditará que sea tiempo de ponerlos en práctica.


Esta es la razon porque he dicho que no convie-
nen las novedades, y sin que sea visto que agravio á
mis opositores en este parecer, insisto y repito que
por bien que pruebe un nuevo sistéma administrativo,
y por mas que en su establecimiento se consiga vencer
obstáculos , y -superar dificultades, sin inferir daños
de consideracíon, nunca rendirá de pronto para aten-
der á las necesidades del estado, y nos hallarémos des-
tituidos de medios , faltos de fondos , y lo que es peor
sin el crédito que tanto nos importa restablecer.


Es un hermoso sueño pensar que con la facilidad
que en un papel se forma un plan, ó se pinta un pro-
yecto, pueda ponerse en egecucion. En esta parte me
lisongeo de estar bien despierto, porque se apoyan to-
das mis reflexiones en la larga experiencia de todo el
pueblo; pero sin embargo tengo indicado aunque no
por menor los vicios en cada uno de los artículos que
formaban los fondos- destinados á la consolidacion de
vales, con cuyo establecimiento voy conforme en la
parte beneficiosa , sin persuadirme jamás que pueda
sobstituirse en otro mas expedito , y ménos gravoso.


Creo que todo sensato que mire con imparcialidad
este punto , conocerá sin demasiada molestia quan di-
verso es un plan nuevo de otro acreditado. La dis-
tancia que media entre ellos, que es la misma que hay


entre lo cierto y lo dudoso , persuade el camino que
se debe elegir.


¡ Qué facil es á un hombre gobernar el mundo
en su bufete ! ¡Con qué generalidad demuestra sus
pensamientos.! ¡Qué débiles juzga los obstáculos! ¡Qué
pronta la ejecucion de sus designios! ¡ Qué óbvia la
satisfaccion de sus dudas! ¡Qué beneficiosa la ereccion
de sus novedades! Mas en esto cabe la equivocacion
que nos es propia , porque nos minora nuestro amor
generalmente los defectos en que incidimos. Estamos
equivocadamente persuadidos en que hemos venido á


,un siglo de ilustracion, y por lo mismo sin otro exa-
men , reprobamos las máximas de los antiguos. Acer-
quémonos á examinarlas , y veremos que sus disposi-
ciones solo nos dejaron que corregir lo que únicamen-
te por la vicisitud del tiempo se ha maleficiado. En lo
denlas nada tenemos que enmendar , y seríamos muy


.sábios , si dedicados á seguir la norma que nos inspi-
raron los antiguos , solo cuidasemos de evitar los abu-
sos provenientes de las indispensables incidencias que el
tiempo ha ocasionado , sobreseyendo á lo ménos al
presente , de emprender nuevos proyectos propios so-
lo del tiempo de tranquilidad.


La adopcion de proyectos en un reyno ha sido en
todo tiempo mirada del pueblo con disgusto , porque
siempre es acompañada de novedades no gratas á to-
dos, de que se sigue la dificultad de su establecimiento
por mas zelo con que se mire.¡Quanto tiempo no costó
entablar la recaudacion de varios arbitrios de consoli-
dacion, á pesar de la expedicion con que el Consejo,
y Junta gubernativa allanaba los inconvenientes , y
proveía las mas terminantes disposiciones por punto
general , para obviar dudad , y evitar reclamaciones!
Llegó hasta el extremo de subscitarse competencias en
las audiencias sobre el conocimiento , sin embargo de
estar privatibámente cometido al Consejo y Junta. Es-
ta experiencia nos puede desengañar de lo muy esca-
broso que es poner en práctica un plan nuevo, cuyos
efectos no se experimentan en mucho tiempo por mas


<>Y




48
que se cuide de llevarle á Su perfección con celeridad,
y de remover los obstáculos que se nresenten.Es
ble en todo proyecto por nias que se medite allanar los
inconvenientes que resultan de la'practica; acaso en lo
que parece mas 5 néillo está la mayor dilieúltad, y co-
mo se trata cot-i. Un : pueblo; son imprevisibles las sutile
zas de ingenio, ó cabilosidades con que cada individuo
por su parte se promete eludir el' gravamen que le re-
sulte, y-al menos guando no lo consiga :retrasa lós efec-
tos del establecimiento, y hace dudoso ellVédefibio de
que viene á Originarse su descrédito.


Alguno qUe vea este dictátnen dirá que soy opuesto
á novedades , y cine absolutamente estoy decidido por
las antiguas costumbres, pero es necesario distinguir
mi decision en este punto, para no comprometer mi
dictamen.


La' reforma de los abusos en todo estableci-
miento , no solo es de. utilidad, sino de Justicia, ba-
jo cuyo aspecto no puede reprobarla ningun sensato;
pero no es lo mismo reformar un plan que anularle, y
sobstituirle en otro nuevo. Aquello es corregir defec-
tos y perfeccionar un sistema, y esto es adoptar en el
todo una novedad de dudosas consecuencias, detertni-




nacton que solo cabria guando en el antiguo nada hu-
biese de util , y fue.,e vicioso en su esencia.


Tengo probadocon la experiencia lo muy ventajo-
so del establecimiento de consolidacion he indicado
sus vicios, y él' modo-de corregirlos i p es qué mas cla-
ro puedo manifestar 'Mi deseo 'de la reforma compati-
ble con el 'buen éxito? ;,scría cordura demoler un edilicio
para reparar los deterioros que se advirtiesen en una
parte de él? Pues igual es en todo el establecimiento de
que tratamos. Enmiéndense sus vicios, zelese sobre
su buen manejo, eneargnese á quien eón pureza lo sepa
desempeñar , -y veremos que las consecuencias apo-
yan mi , opinion.


MADRID.
IMPRENTA DE VILLALPANDO.


N.* 7.


LL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA°


Del lunes I.° de noviembre de • i 8 13-


ntre los establecimientos mas útiles de nuestra
Nacion, merece el primer lugar el de los pósitos tan
recomendado en todas las disposiciones del ministerio,
y del Consejo de Castilla que estaba encargado de
su direccion. Todos sabemos el ventajoso objeto á que
se dirigia, y no hay quien ignore su notable decaden-
cia de algunos tiempos á esta parte, y las dolorosas
resultas que ha ocasionado. Sería superfluo referir los
muchos autos acordados y providencias dictadas pa-
ra el buen régimen y gobierno del establecimiento, y
las sabias instrucciones que en él regian, con la mi-
ra de precaver la escasez que pudiese provenir por la
esterilidad de los tiempos y excesivo precio en un
género tan de primera necesidad , y de fomentar la
agricultura, franqueando á los labradores el grano
para sus respectivas siembras, y manutencion en vá-
rias épocas del ario. El abandono con que se miró
este punto desde el tiempo infeliz que experimenta-
mos, precursor de la invasion del enemigo , fue el
principio de su decadencia ; de consiguiente nada hay
que extrañar que la invasion misma haya efectuado
su total ruina, pero si se atiende á la utilidad que
redunda, no puede ni debe mirarse con indiferen-
cia el restablecimiento de este asilo de la humanidad.


Me parece que sin riesgo de equivocacion puede
decirse que acaso la Nacion Española ha sido la pri-
mera, que imitando la prevision de José en Egipto
fundó esta obra tan digna y laudable , porque.


49




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52
éste género para su nia.nutenckn) Ino nos ofrece uta
ameno campo para prevenir nuestras necesidades? Es-
to propiamente se llama morir de hambre con el
pan en la mano. ¿Y quál es la causa de nuestra des-
gracia en esta parte? la perrnision' del libre comer-
cio y extraccion de un artículo tan de primera ne-
cesidad, con que se sacia la avaricia de los mono-
polistas y logreros, á costa de la sangre del infe-
liz pueblo que lo sufre , convinándose con este da-
ño la destruccion de nuestra agricultura. ¡Dónde hay
razon para que se permita especulaciones tan ilega-
les y excesivas sobre un género único de general y
preciso consumo ! Buen exemplo tuvimos en el año
de 1803 de los efectos de nuestra indolencia , y
no menor ha sido el que hemos experimentado
posteriormente en el tiempo de, la do:ninacion del
enemigo , bien que este último no debe extrañarnos
como aquel , respecto la diferencia que le distingue.


Uno de los arbitrios mas interesantes para pro-
porcionar al pueblo el pan á precios cómodos, y de-
jarle én la libertad que debe. disfrutar respecto de es-
te artículo , es la construccion de. hornos de poya,
donde concurra el vecindario á elaborar de su cuen-
ta y riesgo el pan para su consumo, y ésta que es
una finca productiva en favor de los propios , rinde
excesivo, bendcio al comun.


Bien sé que no carecen de él la mayor parte de
los _pueblos de nuestra península, y solo Madrid es
Singular en este punto; ¿ y qué resultas experimen-
tamos? están sujeto todo el vecindario al arbitrio de
los panaderos que le: surtan de este género , fal-
to del peso establecido, mal elaborado, y al precio
que les acomode, alterandolo á su antojo, y excasean-
do el género á medida de su codicia. Qué mas suce-
dería en una Nacion que por la esterilidad de su ter-
reno careciese del grano necesario para su sustento?
no puede verse con indiferencia este escandaloso mo-
nopolio..


Tiene el desórden tan ligados los medios , y tan


53
cerrados los caminos , que no es fácil enmendar este
abuso, porque si se tratase de negar al panadero la
subida del pan dejarla de elaborarlo, y por consi-
guiente se verla el pueblo falto de este artículo, por
la sandez de estar sometidos á los comerciantes en él.


No es pues necesario para corregir el desórden de
los tahoneros, especialmente en Madrid, vigilar sobre
su conducta, ni imponerles penas por sus excesos, con
solo una disposicion muy sencilla queda abatido su or-
gullo, ¿ y quál es ésta ? el establecimiento de hornos
de poya. £1 proporcionará que el vecindario confor-
me á sus facultades elabore el pan de su consumo , y
desimpresionados por este medio los comerciantes del
ramo, tendrán que sujetarse no solo á los precios ar-
reglados, sino tambien á la buena construccion del gé-
nero, y legalidad en su peso, y decaerán de la alta-
neria que los tiene imbuidos en la idéa de ser necesa-
rios. Sus consumos serán menores, y esto les pondrá
en la precision de estar sujetos al- pueblo , en vez
de hallarse corno se halla sujeto el pueblo á ellos.


No sé qué obstáculos racionales se hayan ofrecido
en Madrid, para no poner en práctica el estableci-
miento de los hornos de poya , cuyas beneficio.:a.s
resultas estan acreditadas por la experiencia en los
demas pueblos del reyno. Este medio era el único de
redimir á la capital de la Nacion , de la dura escla-
vitud de estar sujeta á una porcion de hombres, que
convenidos entre sí se han propuesto dar la ley al
vecindario, sin que el gobierno en ningun tiempo ha-
ya podido corregir su desmedida avaricia. Buen testi-
go es de esta verdad el resultado de sus especulacio-
nes pues siempre han sido sus caudales los mas pin-
gües , por las ílicitas grangerias que les proporciona
Su arbitraria comportacion.


No es esta 'una personalidad, es si una impugnacion
contra el exceso, y sea quien fuere el que le corneta,
ello no hay duda que cede en perjuicio del comun;
y por lo mismo debe remediarse.


La libertad de comercio tan util en concepto de




54
algunos, y tan perjudicial en sí misma, ha sido la
Sa de que (haciéndose absolutamente extensiva) se tras-
torne el buen órden que debe regir en esta parte. Trae
consigo aquella libertad la franquicia de vender á pre-
cios convencionales, y por este principio se conside-
ra todo comerciante autorizado á dar á su género el
valor que quiera. Qué daños tan transcendentales trae
consigo esta permision! dígalo la experiencia , y sin
perjuicio de designarlos en su caso , concretémonos
al punto de que -vamos tratando, y verémos quan
enorme es el que ocasiona.


Bien sabernos que la cosecha del año anterior
sino abundante, fué mas que mediana (que es decir
suficiente para el consumo del reyno ) que la del
presente ha sido excesiva, y que para la siembra del
próximo venidero , se nos ha presentado hasta el
dia un tiempo nada contrario á la preparacion de
las tierras , única labor que nos permite la estacion.
Con. estos antecedentes hemos visto bajar excesivamen-
te el precio del grano, pero no experimentamos en pro-
porcion el del pan. ¿ Y por qué ? po,.que el grano
le vende el pobre labrador falto de medios con que
subsistir, y el pan viene á nuestras manos de la del
especulador que comprando con comodidad vende
con usura , y de aqui nace que aquel se acomoda no
solo á las circunstancias del tiempo , sino á la avari-
cia del regaron comprador , y éste á su costa y la
del pueblo hace quantiosos caudales.


Pues conforme á este método ¿qué sería de no-
sotros si por desgracia hubiese fallado la cosecha?
¿quin pondría precio en el pan ? en vano se em-
plearia el zelo del gobierno : inutil sería la voz de
la humanidad : nada bastaria á evitar que fuesemos
víctimas ó despojos de la avaricia.


No es mi carjeter tan descontentadizo que se me
figure excesivo el precio del pan en el dia , si le
cotejo con el que tuvo en el tiempo del gobierno
frances, pero este antecedente no nos debe servir de
norma para. nuestros cálculos , y si el precio del gra.-


55
rio , conforme á él, qual es sin disputa excesivo el
¿el pan , por mas cuentas que quieran echarse, pues
$é bien la inralible en este punto.


Hasta aquí de reflexiones para convencer que sino
se restableciese el plan de pósitos, jamas verémos el
pan á un precio legalmente proporcionado ; y que
mientras se permita el absoluto libre comercio de es-
te género , no se conseguirá la menor ventaja en fa-
vor del comun. Y . respecto de Madrid inrerin no
5e establezca la construccion de molinos harineros, y
hornos de poya , donde el vecindario por sí pueda
elaborar el pan , siempre estarémos sujetos á la ar-
bitrariedad de los tahoneros , mas ó menos gravosa
segun se les contenga , no por otro medio que la pre-
cision de sacar del pósito los granos, y vender el pan
á precio conforme al del trigo.


Creo está bien persuadida la utilidad del estable-
cimiento de los pósitos , y urgencia de su restaura-
cion y fomento , sin el qual nos hallarérnos en la
necesidad de mendigar en reynos extraños el grano
que tanto abunda en el nuestro, y en un solo año de
escasa cosecha sufrirémos el peso insoportable de
la avaricia de los logreros, y el hambre del vecindario.


Poco deberémos á nuestro zelo sino se ocurre opor-
tunamente á prevenir tan fatales consecuencias , y
prohibir el comercio de granos, y sobre todo su ex-
portacion, que no puede ocasionarnos mas que la ge-
neral miseria , aunque quiera cohonestarse con el fo-
mento del comercio que le sirve de pretexto , pues
nunca será racional especulacion desprendernos de un
articulo tan necesario, y constituirnos en la precision
de buscarlo despues , acaso á precios mas subidos de
los que lo enagenamos. Y ésta es la razon porque en
quanto á los géneros de primera necesidad se debe
mirar con tanto cuidado la facultad de exportacion,
á fin de evitar las perjudiciales resultas que por lo
comun se han experimentado.


El abuso en esta parte de lo que se llama li-
bertad de comercio, constituye la escaséz aun en los


IF




e.


6
tiempos de abundancia, de forma que nunca llega el
pueblo á experimentar el beneficio con la proporcior
que era consiguiente; y guando principia á sospechar.
se algun contratiempo, respecto de la cosecha, se ad-
vierte la subida del género en términos ex5rbitantes,
sufriendo el vecindario los efectos de una escaséz
que acaso solo está en la presuncion ó el deseo de
los especuladores.


Por mas que quiera desfigurarse este daño, y
ponderarse el beneficio que resulta en el fomento del
comercio , nunca dejará de estar calificada de perni-
ciosa esta especulacion, porque si ella redunda en fa.
vor de una pequeña parte del pueblo, infiere al res-
to de éste un notorio é irresarcible perjuicio. Nóte-
se la grande diferencia que hay de lo general á lo
particular , y nos convenceremos de esta verdad.


Por último, si en el sentir de los teólogos no es
licito el beneficio ó utilidad adquirida con perjuicio de
tercero ¿ podrá ser conforme á equidad el comercio
del grano guando produce tan malas consecuencias?
¿será arreglado á Justicia • que se almacene el trigo
comprado al pobre cosechero á menos precio, para ven-
derlo despues con ex ► rbitante usura?


Comercie en buen hora todo el que quiera; pero
sea quando ya los pósitos de la Nacion tengan hechos
sus acopios para precaver la escaséz en el panadeo,
porque no mediando esta circunstancia, queda some-
tido todo el pueblo á la arbitrariedad de los comer-
ciantes, y estos hechos sus legisladores en un artículo
que es el principal de primera necesidad.


Creo no haya quien deie de confesar la utilidad y
precision del restablecimiento de los pósitos, asi como
no hay quien ignore las fatales resultas de su decaden-
cia, en cuyo supuesto debemos estar bien seguros de
que sin esta disposicion dé nada aprovecharan quintas
providencias se dicten para remediar los abusos del li-
bre comercio del grano, y no se evitará que cada dia
se aumenten las especulaciones y con ellas el gravá-
men 'del pueblo.


N.° 8.
5 7


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


Del viernes 5 de noviembre de 1813.


../....kdmirables parecen las producciones de la huma-
na naturaleza propias del Divino Autor que la diri-
ge. Pruebas son bien positivas de esta verdad los ele-
vados discursos del entendimiento del hombre, con
q ue previene el daño, proporciona el beneficio, y
entabla el órden tan necesario para vivir en sociedad.
De aquí nacen las sabias disposiciones que sirviendo
de norma á tan general buen régimen terminan, no so-
lo al bien presente, sino que transmitidas al futuro,
forman el oráculo de la veneracion de los sensatos.


Ninguna 'Nacion mejor que la Española puede
gloriarse de poseer tantos , y tan dignos estableci-
mientos ciéntificos , piadosos , nacionales y políticos.


Tales son las muchas universidades en que pro-.
porcionando á la juventud el estudio de las ciencias,
se trataba no ménos que de formar una Nacion sá-
bia. ¡Qué copiosos frutos han redundado á nuestra
pátria de esta tan apreciable siembra!


En efecto en los pasados siglos hemos vito compe-
tir los consumados teólogos con los sobresalientes ju-
ristas : brillar la filosofía, distinguirse la medicina,
señalarse la retórica y oratoria , y llevarse la aten-
eion la poesía , siendo en fin la Nacion Espa-
ñola, sin disputa, el empório de las ciencias, tanto
mas apreciables quanto fundadas en los mas sólidos
P rincipios. Qué lisongera pintura pudiera hacerse re-
firiendo solo los títulos de las sobresalientes obras,


h




58
cuyos autores nos dejaron en ellas eternizada su grata
memoria; pero como no habrá quien ignore quales
han sido, molesta riamos la atencion , formando su
nomenclatura. Bástenos este conocimiento para no du-
dar de que en los Españoles no falta disposicion pa-
ra hacer en las ciencias los mas grandes progresos.


Despues de haberse concluido las ruinosas guer-
ras de sucesion que tanto trastorno ocasionaron, se
trató con alguna meditacion el restablecimiento de las
universidades y seminarios , que llegaron despues á
un eminente grado de perfeccion, pero en los últi-
mos tiempos introducidas ya algunas novedades , y
abandonado el zelo con que antes se miraba la pro-
vision de las cátedras, principió á decaer progresiva-
mente, siendo lástima tener que decir que en el dia
se hallan necesitados de una reforma, que propor-
cione su verdadero restablecimiento, pues de lo con-
trario ó habremos de ir á ilustrarnos fuera del rey-
no , ó renunciar absolutamente los conocimientos de
toda ciencia.


Tan interesante y preciso es este objeto corno
que de él dim3na el formar buenos sacerdotes , ex-
pertos militares , sabios magistrados, juiciosos escri-
tores , y se proporciona en fin la aptitud para to-
das las demas *clases del estado. El disipa en
el hombre las densas nieblas de la ignorancia,
é ilustra su entendimiento, haciéndole subsceptible
de las mas bellas idéas en el comun beneficio. Tal
es el ventajoso resultado del establecimiento de uni-
versidades , donde separados los jóvenes del ócio,
primer origen de su corrupcion , se labra el pre-
cioso diamante de sus talentos , hasta descubrir los
quilates de su inestimable valor.


Yá hace algun tiempo que por una mira de per-
niciosa política se ha procurado (no solo en España)
que el pueblo carezca de la ilustracion de las cien-
cias , y esta fué la primera causa de la decadencia
del estudio de humanidades tan útil á todos. Es pues
ésta una máxima que constituye al hombre en la mas


59
dura esclavitud , privándole de la proporcion de des-
plegar los talentos con que le dotó naturaleza , y
constituyéndo le en la obscura cárcel de la ignoran
cia, con que contenido el esfuerzo de su genio no
pueda ser útil á sí mismo ni) á los demas mima-


-


bros de la Nacion. Por manera que desterrada la
virtud moral que es anexa á la posesion de las cien-
cias , se forma un pueblo estúpido , impolítico ,
entregado absolutamente á sus pasiones , en cuya
triste situacion desconociendo su verdadero bien, no
repara en adoptar todo aquello que no se oponga
á sus vicios , y tienen lugar los errores de una fal-
sa filosofía, desterrándose de su corazon todos los
impulsos de piedad , hasta dejarse llevar del tor-
rente de las maldades.


Tales son las seguidas necesarias de la falta de
ilustracion en un pueblo , respecto de su inte-
rior utilidad; pero aun hay otras no menos aten-
dibles, en quanto se transmiten á la exterior com-
portacion, y seguridad de su independencia.


No' hay una Nacion que carezca .de relaciones
políticas y mercantiles con otras potencias, y que
por lo mismo no esté precisada á emplear el mayor
cuidado para no arruinarse , ó ser víctima de la sa-
gacidad de las demas. Una Nacion que carezca de
los principios que las ciencias suministran ¿cómo po-
drá nivelar sus fuerzas militares con las de otras
potencias, fundar sus especulaciones mercantiles, ni
arreglar con ventaja sus respectivas relaciones?


¿Qua' habria sido la fuerza de las armas de los
Romanos , sino hubiera estado apoyada en los co-
nocimientos de las ciencias, que tan fundamental-
mente poseyeron? nada habrian conseguido sin el ar-
ma poderosa de la sabiduría.


De aquí se deduce que el principal fundamento
de la verdadera felicidad de un pueblo, es el estudio
de las ciencias , sin el qual quanto se intente estará
siempre muy distante del acierto.


Parecenme suficentes estas reflexiones para per-
/1 2




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09




62
de maestros . instruidos y timoratos , aprendan los
niños no solo á leer , escribir y contar sino por
principios la gramática castellana , para estar mas
proporcionados al estudio de la latina , de que se
debe cuidar que haya tambien preceptores á lo me-
nos en los pueblos que sean cabezas de partido,
para que se habiliten fundadamente, y pasen des-
pues á las universidades ó colegios , á emprender
los estudios mayores con aprovechamiento.


Este es el único medio de reparar la ruina de las
ciencias que inndib!emente veriamos realizada, sino se
reponen las universidades, y cuyo perjuicio será mu-
cho mas dificil de enmendar si llegamos á caer en
la desgracia de ver obscurecida la ílustracion de
nuestra Nac ion.


Proporcionada en el cultivo de las ciencias la
verdadera sabiduría, podremos con ella en todo tiem-
po desenvolvernos no solo del desempeño de nues-
tros deberes en el gobierno interior , -sino tambien
conseguiremos conocidas ventajas en nuestras rela-
ciones exteriores con las dernas potencias , y nos
sabremos poner á cubierto de las asechanzas de
nuestros enemigos , y de los ardides de nuestros
amigos.


Sobre todo á benefició de la ilustracion nacio-
nal atenderemos á la rígida observancia de la sa-
grada religion que profesamos, despreciando los er-
rores con que una multitud de ateistas trata de ob-
cecarnos: ejercitaremos reciprócatnente la caridad fra-
terna, formando la verdadera union patriotica: anhe-
larémos todos á un solo fin como guiados por un mis-
mo norte , y vendremos á lograr la dicha de que
desempeñados con conocimiento todos los respecti-
vos cargos que contiene la sociedad, sea ésta la mas
amable , la mas digna, y la mas propia de un
pueblo cristiano.


Lejos de nosotros la ignorancia, y dedicados al
estudio de las ciencias , fundado en el único prin-
cipio de ellas, prevendremos las sutilezas con que los


63
enemigos de la iglesia asestan continuamente á la
católica religion, y radicándonos mas y mas en la
creenc ia de sus soberanos misterios , conscrvarémos
con firmeza la preciosa alhaja de la fé que recibi-
mos en el bautismo , y con las nociones de la sa-
grada teología, fortalecidos nuestros entendimientos,
podr éalos defender la verdadera religion que nos
distingue.


En la posesion de una sana 'filosofía y acerta-
da moral nos comportaremos con la mayor pureza
en nuestra sociedad, nos amaremos como hermanos
unos á otros, á y la patria como á nuestra madre,
sacrificando en su obsequio unanimemente hasta nues-
tra vida si fuese necesario.


El conocimiento del derecho canónico y civil,
nos sujetará á las leyes, dándonos á entender el
respeto que ellas se merecen , y haciéndonos dignos
miembros de una Nacion sabia.


El de las humanidades nos impondrá de la dig-
nidad del hombre por su naturaleza , y guardándo-
nos á nosotros mismos el competente decoro , huire-
mos de todo vicio que pueda degradarnos , y será
el honor nuestro verdadero distintivo , conduciéndo-
nos como superiores á nuestras pasiones.


Finalmente instruidos por las demas ciencias de
los deberes que nos competen en las respectivas cla-
ses del estado, desempeñaremos las obligaciones de ca-
da una con conocimiento; y desterrados los abusos,
constituiremos un pueblo virtuoso é ilustrado. En
este sólido principio podremos fundar la grande obra
de nuestra felicidad nacional, con segura confianza
de llegar á conseguirla. Sostendremos la gloria de
la Nacion Española, tan serialada en la república de
las letras, y dejarémos á la posteridad una .


prueba
de zelo patriótico que eternice nuestra memoria.


Por el contrario, si continuásemos pasivos en el
inte resante punto del cultivo de las ciencias descende-
remos de dia en dia hasta llegar á vernos sumergi-dos e abismo a e


de la estupidez : tendrá lugar la




64
falsedad. de las erradas máximas de una vana filoso ia,
nos resfriaremos en la fe, nos haremos indolentes á la
union patriótica, y adquiriremos todos los demas vi-
cios de un pueblo incivilizado, en cuya triste situa-
cion vendremos á ser el objeto de burla de las de-
mas naciones, y quedaremos sujetos á la dominacion
de la que quiera constituir su señorío sobre nuestra
dura esclavitud.


Destiérrense de entre nosotros las tinieblas de la
obcecacion ; desaparezcan las nubes de la estúpida
ignorancia ; y á la luz del conocimiento , que solo
podemos adquirir versando las ciencias , conocere-
mos nuestro verdadero bien, desechando todo lo que
nos pueda dailar, y eligiendo solo los medios que
conduzcan á la prosperidad de la Nacion y su de-
bida independencia.


Bien claramente experimentámos los funestos efec-
tos del abandono de las ciencias en nuestro pais, pues
que vemos sobstituida la modestia en disolucion , la
piedad cristiana en ateismo, el honor en especulacion,
y por último en su mayor auge el libertinage, siendo
tal la ceguedad que con absoluto desprecio de los ac-
tos de piedad religiosa se burlan de los que en esta
parte aun no han claudicado , dándoles el título de
hipócritas , y queriendo persuadir , y aun sobtener
que es superfluo el dispendio que origina el culto de
Dios, y sus santos, y que seria mas acepto distribuirlo
á los pobres. ¡O qué maximas tan propias de los per-
versos escritores de francia! no puede referirse con se-
renidad tan lamentable desgracia, ni ocultarse que trae
su origen de la falta de su instruccion con que se van
entorpeciendo los entendimientos, y dominando la fa-
nática idea de una ilustracion fundada en erróneos
principios.


MADRID.
IMPRENTA DE VILLALP ANDO.


N.° o. 6-5


EL FISCAL PATRIÓTICO
-141.


DE ESPAÑA.
Del lunes 8 de noviembre de a 8 I 9 °Iirt,'`.-41-24;


-1 •


principal punto de apoyo de una Nacion es sin
disputa la posesion de una verdadera política. Esta cien-
cia que no está comprendida en el número de las demas,
ni por lo mismo tiene cátedras para su enseñanza , las
recopila todas, pudiéndose decir que acaso es la mayor
y de tal elevacion que aun los que mejor la poseen qui-
zá ignoran ya su etimología, O ya parte de sus atribucio-
nes, pues en razon de uno y otro varían en sus dietátne-
nes los mas acreditados estadistas. Unos la hacen depen-
der de la prevision, otros del conocimiento en las hu-
manidades, y otros de una exácta filo.sofia , sin que falte
quien haya dicho que es la política un efecto solo de
la malicia del corazon del hombre; pero dejando en su
lugar á cada uno de estos dictámenes, concluiremos que
la política consiste únicamente en filosofar con propiedad.


Esta ciencia indispensable en toda Nacion proporcio-
na no solo el buen régimen en su interior gobierno, sino
tambien conocidas ventajas en las relacione.; extrangeras,
previendo las máximas con que cada potencia procura
eng randecerse, y evitando los per juicios que recipróca-
mente se infieren en algunos casos.


Como el principal objeto de la política en un revno
es dirigido á conservar su decoro y aumentar su poder,
tiene aplicacion á todas las Naciones, sin que obsten susdi


versas sectas, y diferentes caracteres. Ella es en esta par-te I,
, na ciencia semejante á la medicina , que ejerce en


-“os los hombres, conforme á las distintas enferrneda-




66
des de que adolecen, fibra que los distingue, y humor que
los domina. Es decir que la política que observa una Na_
clon, no puede ser norma para la de otra, y necesita
en cada potescia nivelarse con arreglo á su carácter en
quanto al gobierno interior ; y respecto de la correspou-
dencia exterior, debe ser arreglada á la condicion de la
potencia con quien se trata , y éste es el verdadero
estudio de la política.


Quisiera hacer una definicion mas extensa de esta
ciencia , pero no hallo quien hasta ahora nos haya dado
una idea clara y distinta de sus fundamentos con mas
concisas voces que el Apóstol San Pablo guando dice;
Házte todo con todos. Apliquemos esta máxima apóstoli-
ca, y veremos que tanto mas se adelantará en la políti-
ca , quanto ella esté cifrada en el conocimiento del co-
razon del hombre y arreglada á sus diversos sentimien-
tos; y asi como por este medio tanto facilitó el apóstol
la conversion de los gentiles á la fé de la iglesia, pro-
porciona una Nacion atraer á sus máximas á los que estén
mas distantes de ellas, y consigue el fin á que se dirige.


En España vimos en algunas épocas muy florecien-
te y elevada la política, tanto que se hizo respetable
nuestro gabinete á las demas Naciones ; pero fué tal
despues la decadencia en este punto que vinimos á ser
el blanco de las especulaciones extrangeras , y nos ha-
llamos obligados á sucumbir á quanto quisieron , cons-
tituyéndonos mandatarios de los demas , y comprando á
costa de feudos nuestra momentanéa tranquilidad.


Respecto del interior gobierno se experimentó lo
bastante la decadencia de la política, pues que lejos de
fomentar las ciencias , agricultura , comercio y artes,
'se las fué destruyendo progresivamente hasta el extre-
mo de ser general el abandono, no solo en este punto,
sino tambien en la inobservancia de las leyes , y admi-
nistracion de justicia , de forma que entregado el pue-
blo así propio , principió á perder el civismo, y de to-
do punto hubiera desaparecido de entre nosotros,
las ocurrencias posteriores se hubiesen retardado algun
tiempo.
-


67
Tales son los efectos de la falta de política en unaNaciou


de que como experimentados ho nos podemos desenten-
der, sin necesidad de recurrir á las historias extrange-
ras que tantas pruebas contienen. de esta verdad, y creo
sea suficiente para convencernos de la necesidad que
tiene toda Nacion de observar una buena política; con.
que se conserve en un estado de prosperidad.


Las turbulencias que liemos padecido de algun
yo á esta parte, no solamente han inape'dido que nos de-
diquemos á perfeccionar nuestra pOlítida nacional, sino
que han sido causa de que sin consultarla adoptemos
por necesidad los recursos -que se nos ofrezcan para
remediar un daño presente-, átásó con un riesgo futuro.


Este conocimiento oUé nó le oculta á los sensatos,
nos debe ittipUlsár á la adópeion .


de una política , que
enmendando en lo posible nuestrós anteriores descui-
dos, ponga á la Nacion en.


ún estado respetable, tan
necesario para fomentar su felicidad..


Hemos distinguid la pOlítica eh interior y exterior,
bajo cuyas denominaciones la consideráremos con es-
pecialidad, para persuadir el método Con que debe usarse.


En efecto, exige la buena política en el gobierno in-
terior la mayor meditacion én las providencias y una
grande exáctitúd- en su observancia, porque de lo con-
trario se degrada la : autoridad de la magistratura ,
-ényo decoro tanto se interesa la buena política. Prescri-
be ésta que én la investigación de los delitos , trato y
castigo, de los --delinqüentes se observe la mayor modera-
don, sin faltar en nada al órden de Justicia tan,
compatible con la política misma.


Que se fomente la instruccion de las ciencias,
agricultura, comerció,- industrió- y artes , premiando al
que se señale, y dandd al mérito el licinor que le compete.


Finalmente es efecto de la política Privar en el públi-
co los recreos que por su naturaleza puedan atraer dis-
cordias entre el vecindario, ó causar escándalo y pró-
porcionarle :


las distracciones honestas que sean instruc-
tivas, más ánalogas á su carácter, y menos expuestas á
malas consecuencias, cuidando sobre todo de zelar la


i 2




68
conducta de los vagos , dandóleS ocupacion conforme
á s.us clases, y evitando por este medio que se entreguen
al vicio, y corrompan' la


• conducta de los que sigan su
empleo.


Está y todas las ciernas disposiciones de buen régi-
men , .son propias de la política interior del r, yno.
diearemos ahora quanto .


pertenezca á la exterior en las
relaciones con otras potencias.


• Bien sabido es que la política ha hecho progresos ad,
mira.bles elevando á algunas Naciones á un eminente gra,:
do de superioridad, que sin ella no habrian jamas .


con-
seguido. Testigos son de. esta verdad la Alemania ene
los tiempos de su Emperatriz María Teresa de Austria,


d
la Francia en los de Luis catorce, la Prúsia eh los
e Federico segundo,. la Rusia en los de Pedro el Gran-


de , y otras en diversas épocas , de forma que no solo
adelantaron en las ciencias, industria , comercio y ¿Ir,
tes, sino que se señalaron en las armas , consiguiendo
ampliar sus. dominios, y aumentar su ser:lodo respecti-
vamente , á costa de las que por. falta de polítican
nieron á ser sus tributarios. Este egemplo mas yeeien-
te que otros que pudiéramos citar, nos' ;da á conocer que
sin la política es ilusoria la prosperidad de un reino,.lue-
ficaz la fuerza de sus armas, y absolutamente,


inútiles todos
los esfuerzos: con que intente


• sobstener.-su, independehcia:•
Es .pues necesario conocer el•paracter parlicular de ea-


da potencia, para arreglart con ventaja las respectivas re-
laciones de estado y comercio „ .y sob,tener una amis-
tad compatible con sus, intereses, estando siempre con
el mayor cuidado sobre, ;las disposiciones de cada ga-
binete, no solo . en :


quanto ,á sus .,relaciones exteriores,
.tambien en .lo que. termina á su régimen interiel,


porque aún en éste pueden ocasionar perjuicio al co-
mercio é industria , y. conocido en tiempo, se elude
rfaci!mente , dictando las providencias capaces.. de igua-
lar , ú exceder á 145 de , los, demas gobiernos ,-,t.p.inanclef
de 'ellos mismos. lo que sea adaptable , y modificándo-
lo hasta .


.que venga á estar analizando con el .caráÇ.it-ef
de la Nacían. 'El fomento de la agriculturo 7y, .estable-


69
cimiento de academias y fábricas , es disposicion pecu-
liar de la política interior de un reyno , con que
puede causar decadencia en los demas respecto de su
comercio; pero no sufrirá este dalo la potencia que
acudiendo al remedio, dicte en sus dominios - igua-
les disposiciones procurando aventajar en la perfeccion,
hasta lograr ser superior, en cuyo caso no padece
detrimento su comercio , ni tiene que temer el en-
grandecimiento de la que quiso excederla.


En quanto á lo militar , corno la nivelacion de fuer-
zas consiste principalmente en la igualdad de la po-
blacion , no pueden nunca dejar de diferir ; mas sin
embarga:deben estar en lo posible , arregladas para sobs
tener el equilibrio que proporciona una fundada segu-
ridad causa porque la nacion menos poblador'', nece-
sita ser siempre: mas cuidadosa, á: fin deJsacerse res-
petar de las que la excedan en fuerza.., que con-
seguirá mas fácilmente formando alianza eón • otras, pa-
ra hacer. sus intereses comunes _con ellas, y disfrLtar
de Jos suficientes auxilios en:-. invasion..


En este .puntor de alianzas :necesita-, mas -el uso
de una :buena. política, porque como los gabinetes- -á las
veces :;tienen precision. de abandonar la • buena
ra atender á, susi :intereses peculiares „;-suei.e!la:•alianzá


. perdieron:reyno._
la union; 4e ,dos,ró per medio_ de este
zo no debe induiri,-en -ninguna de ellas.:-mha .absoluta
confianza purqUe.Loorn g . no . .bay una. que deje de;. es-
tar poseida,1 de la :idea de engrandeci . e nt.o sue;-.1.
le o_ivid;.-ir,;parar :conseguirle., .c.onsecuebe.iasicon.,.rque.
esta; scolniprpinetilla , .11114itázmicy un, to;!sie sepa-.


del --çutvesnict: cleda.11411l - bilrladffi-;- Jáu gspulnz» y
trastornado- el pian que ..sPi?se:,11:41.•::st•- illkjanhadado..


Buena .
prueba es . de está; vendad experiendia-i,que


hefri os: ., teni do en varias em¿Ilicinfleis lontra i Fnaneia,-:
‘ 1157,


•as:- rentas , son causa


,las cturbulenciaS .4el coda.
la.Euróga,


".. .


•.


-•


-.En eleckoi en - ning.una . c9sa -se puede -.: );:r ga.
49/na• política mejor que en: la alianza .41tve, -dos'




70
potencias , en el supuesto de que estas se conozcan
fundamentalmente la una á la otra , y cada una á
sí misma , para hacer compatibles sus respectivos in-
tereses y guardarse la armonía á que se comprome-
ten en su contrato,


Por este principio no podemos dudar que en me,
dio de la mas estrecha alianza, debe cuidarse con to-
da atencion de conservar indi .,, idualmeate los intereses
respectivos , sin que tenga lugar el mas mínimo des-
cuido , pues de él pueden resultar perjuicios de mu-
cha .traseendencia , asi como se debe huir de que por
efecto de una indiscreta confianza adquiera un aliado
los conocimientos, .ó proponiones con que despues se
haga temible.


Si nos hubieramos de ampliar como corres,
ponde en estellreedtriendable punto , sería antes rece=
sacio .que considerásemos en particular el respectivo ca-
rácter de cada una de las Naciones, distinguidas en las
quatro partes, del globo , para venir en conocimiento
del especial estudio con que debe .dirigirse la política
respecto de cada ..4ina de ellas. Bástenos saber que difie-
ren en su especial carácter, para estar persuadidos de
la aplicacion qué debemos dar á la política, si co4
fruto:tratarnos-de. ejercitarla, á cuyo fin convendrá (Es,
curra:mos en general .sobre las diferencias del carácter


Naciones , segtursu situacion• local , ;tara venir
en conocimiento de su peculiar política.






En la explicacion que nos hacen los naturalistas
acerca de la fisica humana , se hallan todos contexteS4
en que-siendo una misma la -naturaleza , corriprefiend
varias diferencias , y tanto que-aseguran con unanináíj
dad no estar,- satisfechos de haberlas en el bz• lo descu-
bierto. Endstis repetidos experimentos dirigidos á
nocer las causas dé estas diferencias , no hallaron otra
que - las inmediatas influencias de la zona donde naj
ce el hombre, ayttv que


• respira y alimentol• con que
se nutre , bajo cuyo principio distinguen á cada parte
del globo sus' atribuciones con respecto á hombres; • ani-
males y -plantas ; mas dejando nosotros de referir por


71
menor quanto explican en apoyo de sus investigaciones
nos deberemos reducir en esta discusion á la parte
que en ella influye, y es los distintos caracteres del
hombre, ocasionados de su diverso origen local. Su-
puestos ( dicen) en el hombre necesarios para su con-
servacion , los quatro humores ánalogos á. los elemen-
tos, se halla siempre uno de ellos dominante en ca-
dada individuo , y éste es el que tiene conformidad
con la temperatura del pais de su origen. De aqui de-
riba el genio é inclinaciones que nos distinguen , y
forman el respectivo carácter , segun el goal tienen
mas ó menos lugar los vicios y las virtudes , y es
mayor ó menor la disposicion para las diferentes em-
presas en que compromete al hombre la precisión de
ganar su sustento. 'Hasta aqui los naturalistas , y creo
baste para darnos una regla general respecto del carác-
ter nacional de cada potencia , considerándole siempre
conforme al clima de su orizonte , sin perder de vista
que quanto sea mas estéril el suelo de una Nacion, tan-
to idas industriosos son sus naturales y mas elevada su
política , porque la necesidad les induce á buscar todo
aquello de que carecen , y contribuye á la conservacion
de su exisrencia. Por el contrario un pais fértil y abun-
dante produce en sus naturales la inclinacion al Ocio
mas que á la industria , y su política guando mas se
reduce á solo cuidar de su conservacion , sin deseo de
ascender en el comercio, ni artes , porque la posesion de
su felicidad les constituye en un estado de laxitud ó
inaccion , propio de su natural origen. -


Tales son las reglas infalibles que nos suministran-los
naturalistas y confirman los mas experimentados- en la car-
rera diplomática cuyas observaciones deben servir de
norma en este punto para nivelar cada Nacion su res-
pe,tiva política , con la de las denlas, y hacer compa-
tibles con su independencia los mayores adelantamientós,
y aun conseguir una conocida superioridad.


tan
Parece que uno de los principales medios de lograr


digno fin , es valerse de los (tre-etos que hayan se-
- b


guido la carrera diplomática en las legaciones y emba-




7 2
jadas extrangeras, por -elconocitniento práctico que de...1
ben tener de los diversos caracteres de las Naeioues, y
que a efecto de formar sugetos de instruccion funda-
mental de buena política, se destinen. á cada einbaxada
seis. jóvenes de experimentado talento , y versados en


ciencias al menos .de filosofia, y humanidades , para,.
que soto se empleen en la observacion de las máximas,,
genio y, : oostumbres de las Naciones , y de su pecw...1
liar política, con cuyos antecedentes pueda hacerse una
acertada coinparaeion , y adoptar los medios que con-
duzcan á contener los progresos de las Potencias ex-
trangeras , en . la parte que se opongan á nuestro en-
grandeeintiento , y proporcionarnos éste en la posesion
de una verdadera y sagaz : política , con que asegurada
la independencia nacional, : brillen :las ciencias, norez-,
can ,las artes, ,se acrezca y perfeccione la agricultura„
se amplie el comercio,. y Se fomente la industria para
que gocemos de una verdadera prosperidad , inasequi-.
ble sin este .


En fin debemos persuadirnos de la necesidad dé:
una :fundada politica , á la luz con que la experien-
cia nos tiene acreditado quanro interesa su observan-
Cia y conocimiento , y quan grandes dados ocasiona
su falta , sin que olvidemos que para adoptarla, no
es necesario valerse de l'a falacia , ni usar de una
refinada malicia, ni engañarnos reciprOcamente coas
palabras atentas y diver,as de nuestro proceder, pue
aunque esto se suele tirular política , no lo es ni tie-
nc concxion con ella, porque esta exige la mayor con-;
secuencia, y .


de ninguna manera se opone á el hon-
rado- proceder que inspira una buena moral , y jus-;.
tificada conducta propia de la política misma.


MADRID.
IMPRENTA DE VILLALPANDO.


N.° I o. 73


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


Del viernes z 2. de noviembre de 18 13.


4,ntre las varias desgracias que la Nacion Española
ha sufrido de aigun tiempo á esta parte, y no son otra
cosa que un azote de la Divina Justicia para excitarla á
la enmienda de sus muchos desórdenes , debemos mirar
como la mayor y mas transcendental de todas el aban-
dono de nuestra Moral Cristiana tan exáctamente ob-
servada en los pasados siglos , que nos hizo acreedores
al renombre de Católicos.


Este punto tan interesante mirado con tal indiferen-
cia , es sin disputa la causa originaria de nuestros in-
fortunios y tanto que mientras no ocupe nuestra
primera atencion ninguna felicidad podremos esperar.


Sé muy bien que . quantas reflexiones produzca en
este punto mi cortedad no podrán ser mas eficaces que
las muchas con que los ministros del evangelio per-
suaden desde la cátedra del Espíritu Santo la urgencia de
acudir á la correccion de costumbres. Conozco la tibie-
za de mis expresiones , la burla de los libertinos , y la
crítica. de los insensatos ; pero como me he propuesto
en este periódico indicar los vicios de que adolece la
Nacion y los medios de su enmienda, faltaria á la obli-
gacion impuesta. por. el título que me designa, si pa-
sase en silencio la decadencia tan notoria de nuestra
in°ral religiosa, dando margen ,'á que me era
(asi como á. otros) indiferente esta eséACialisima atencion.


N o hay necesidad de detenernos :13' .cl¿ignar el abso-
luto olvido en que se halla la morral cristiana, guando es
notoria la inobservancia de los preceptos del decálogo, dic.




4
tados por el mismo Dios, y de nuestra santa madre
la Iglesia , desmintiéndose en todas nuestras obras la
dignidad de discípulos de Jesuchristo , y siendo nuestra
comportacion enteramente contraria á las máximas de
su grado evangélico. Destituidos estamos de la verda-
dera caridad , faltos del amor al próximo , dispuestos
á sostener con juramento una calumnia , separados de
la legítima santificacion de las fiestas , negados de co-
nocer toda autoridad , proporcionados al homicidio, po-
seidos de la luxuria, entregados al robo , connatura-
lizados con la mentira, y obcecados en la desordena-
da codicia. La concurrencia al templo es ceremonia ex-
terior , la confesion se mira como excusada , la frecuen-
cia de la sagrada comunion se huye aun en tiempo de.
pasqua, el ayuno se considera arbitrario, y los diezmos
de la iglesia se juzgan inútiles gravámenes del pueblo.
Á tal extremo llega la corrupcion de las costumbres, y
la obcecacion en que nos hallamos tan impropia del
carácter de la Nacion Española , cuya puntualidad en
la observancia de la religion cristiana, la colocó en
el mas eminente grado de las Potencias creyentes.


Entiéndense mis expresiones en lo general , sin de-
jar de confesar. la existencia de los justos entre no-
sotros , ni de conocer que sin ella habría sido ya
completa nuestra total ruina.


Nadie podrá sostener la negativa de esta verdad.
Exárninémos ahora en que clases está dividida , y por-
que razon se halla ( digamoslo así) autorizada la in-
moralidad cristiana.


Si nos detenemos á reflexionar en quienes consis 1
• te principalmente el libertinage , hallarémos que -to-..'
da su generalidad se cifra en dos clases de personas,
una sábia. (y está es . la mas perjudicial) y otra estú-
pida que es 1a"- parte lgnora.nte del pueblo , dispues-
ta á adoptar quaksquiera máximas sin entrar en con-
sideracion sobrela:is91-1.11 .4 de sus principios.


Los sábio ga (.qíle:eene este hecho son muy ignoran-
tes) fundan sd. libertInage en la doctrina de Roseau,
Voltaire , y otros muchos que por desgracia han es-
parcido su veneno para inficionar á tantos , sin que.-


71'
dejen de renacer los errores de Lutero , Calvino , y
denlas tizones del infierno , antepuestos por estos ob-
cecados sábios á la irrefragable doctrina de los san-
tos padres.


Los ignorantes sin entrar en discusiones no hacen
otra cosa que seguir el mal egemplo de los que repu-
tan por científicos; y como su equivocada doctrina se
cifra principalmente en la libertad de conciencia , tie-
ne lugar preferente con todos los que deseando
vír con la amplitud que ella persuade , sueltan la rien-
d á sus vicios, y desatienden los éstimulos de su concien-
cia misma ; mas como este es el primitivo origen de
nuestra -perdicion , conviene convencer con sólidas ra-
zones la clásica equívocacion en que unos y otros es-
tán sumergidos.


Aquel gran Dios , á cuya Omnipotencia viene es-
trecho el ámbito de los cielos , y la redondez de la
tierra , que en otro tiempo libertó á su pueblo del
cautiverio de Egipto ; que le adquirió tantas y tan
grandes victorias , y que últimamente descendió del
seno de su Eterno Padre , para satisfacer á su Divina
Justicia por las culpas de los hombres g no es el mis-
mo que reconocernos corno autor de la naturaleza, con-
servador de nuestra existencia , redemptor de nuestras
culpas y decisor privativo' de nuestra causa en el tre-
mendo dia del juicio ? i dudamos del eterno premio
que prepara á los justos en la dulcísima mansion de
la gloria, y el terrible é interminable castigo del in-
fierno , destinado para los pecadores? no podernos de-
sentendernos de este conocimiento , que nos suminis-
tra la fé, dictada por el mismo Jesuchristo , que no
puede engasarse , ni engailarp.,,.1¡:;4*„


Esta misma fe no nos de'Sá'.:44.: iiv .I.4,1.`guda en la
realidad de sus soberanos .tiiisterios‘. 7.-',..". Acacion que


Jcontiene, no solo en los elvl \sisi-:r.:ibn que tan-
tan doctasplumas la han! M'O 1 el' ndo y des-
tru yendo los argumentos dd:,4a fai s' sino tainbien
en la sangre de tantos ma rt,la o tuvieron in-
con veniente en derramarla , á irnita.cion
del mismo Dios, que hecho hombre para plantar entre




76
nosotros esta propia fe, nos díó en su sacratísima san_,
gre el principal apoyo de ella.


Tales y tan sólidos son los infalibles cimientos de:,
nuestra religion sagrada, única verdadera , única
ta , única legítima , y única en . fin conforme con la
revelaeion.


Pues estamos ciertos de esta verdad ¿porqué no han
de despreciarse como merecen los errores de la falsa
filosofia , guando nada tenemos que deducir sobre es-
te punto? Doloroso es por cierto qse tenga en nues-
tros corazones tan pocas raices la religion , hallándose
tan confirmada, y en verdad que de este principio na-
cen todos los absurdos que se cometen.


Éste es el primario origen de nuestra desunion po-
lítica ; éste es el de nuestra corrupeion de costumbres,
y éste el de nuestro egoísmo , que absolutamente nos
pierde , porque ademas de inferirnos el daño de que.
jamas se redima la Nacion , nos conduce á nuestra con-,
denacion eterna , y he aqui compatible nuestro daño;
temporal y espiritual en este mismo hecho.


No ignoro que en nuestra sabia constitucion se pre.-.
viene por primer capítulo que la religion católica se,.
•rá la única adoptada en Espada, ni diré tampoco que
se haya puesto en práctica públicamente la observancia
de ninguna secta , pero esto que importa si venimos
á ser católicos en la apariencia. De poco nos sirve . el
título de católicos, guando nuestros procederes son
tan inconformes al catolicismo.


Testigo es de esta verdad la franqueza con que
desatendiendo los mandatos de la ley que profesamos,
'nos vernos entregados-á toda clase de excesos, sin que
baste á contenernos el zelo infatigable de los ministros
del evangelio, cuyas declamaciones ahora despreciadas,
serán • en el tremendo juicio de Dios otros tantos mé-,
ritos de acusacion contra nuestra indolencia.


¿ Qué mas ' pruebas esperamos de la ira de Dios
tan justamente dirigida contra nosotros ? terremotos,
desavenencias , hambres , inundaciones , pestes , guer-
ras , incendios y todas las denlas miserias que hemos
sufrido,. no nos persuaden todavia de la causa que las


77
motiva? esta ofuscacion de entendimiento es el mayor
idie los castigos que experimentamos, pues guando á imi-
tador' de los Ninivitas debiamos implorar la divina mi-
sericord ia por medio de la penitencia , buscamos como
Faraon el remedio de nuestras plagas en las fuerzas
naturales, aumentando nuestros excesos, y excitando con
ellos mas y mas la justicia del Omnipotente.
e Con tal conducta en vano imploraremos los divinos
auxilios , inútiles serán todos nuestros esfuerzos , fa-


. llídas nuestras esperanzas , superfluo nuestro anclo, yjamas conseguirémos una verdadera • felicidad.Desengañémonos que el principal cuidado del hom-
bre debe dirigirse al exacto cumplimiento de los deberes que
le impone su religion , sin cuyo sólido principio nada
bueno podrá prometerse. Si el santo temor de Dios
no contiene el torrente de las pasiones, todas nuestras
empresas incidirán en vicios, y será siempre ,criminal
nuestra comportacion.


Si nos hacemos sordos á los eficaces llamamientos
del señor , si nos desentendemos de los castigos con que
excita nuestra enmienda , ¿ qué podemos esperar sino
nuestra absoluta ruina ? cuera sobre. nosotros el último
golpe de la divina indignacion, y veremos la fe de Je-
suehristo trasplantada á paises remotos , quedando su-
mergidos en las tinieblas del error , destinados á
morir en nuestra culpa, y destituidos de la esperanza
de poseer el reino de los cielos , que nos adquirió
el Soberano Redentor á costa de su penosísima pasion.


Un cisma que acabe de desarraigar la tibia fe de
nuestros corazones , nos igualará en suerte á otras Po-
tencias, que habiendo sido parte de la Iglesia Roma-
na se hallan separadas de ella con no poco dolor de
tan tierna madre. ¿ Y en este caso qual podrá ser nues-
tra felicidad nacional ? por mas que adelantemos en
nuestros intere'ses temporales; ¿que habrémos consegui-
do , Si perdemos los espirituales y eternos? No es es-
ta Pues la felicidad á que debemos aspirar, es sí una
u es 1-1


•te ,cra q ue inraliblemente sufriremos sino ex-
Piamos nuestros delitos, y vueltos á Dios de todas
veras imploramos su divina gracia , solo con la




73
qual podremos ser efectivamente dichosos.


Con que propiedad pueden aplicarse á nuestra des_
graciada is.tria aquellas palabras del profeta. ¿ Ouorno-
do sedes sola civitas plena popuio ? Bien podernos cono-
cer que las miserias de que se lamentaba , eran seme,
jantes , á las que nos afligen; y si la causa de aquel
castigo que sufria el pueblo de Israel , fué haber lle-
gado sus delitos al grado mas eminente, ¿ qué extra-
lío es que nosotros experime.ntémos todo el rigor de
la Divina Justicia que tenemos tan merecido? ¿ y có-
mo podrémos esperar el alivio de nuestras aflicciones,
sino le imploramos con la correccion de nuestras cos-
tumbres ? nada , nada conseguiremos ínterin la pe,
nitencia no borre las manchas de nuestras culpas, porque
estas, como una densa nube puesta sobre nosotros, im-
piden que lleguen al trono de Dios nuestros clamores.


¿ Podemos dudar de que en nuestro gran Dios re-
conocemos y adoramos un poder único y absoluto,
una Justicia rectísima , y una infinita misericordia? •
no por cierto. La rebelacion y la escritura sagrada
nos convencen de esta irrefragable verdad que la ex-
periencia corrobora. Si consideramos la maravillosa crea-
cion y conservacion del universo, conoceremos el po-
der : si atendernos á los acontecimientos que se nos
figuran naturales , veremos los efectos de la Justicia, y
si volvemos los ojos á nuestra correspondencia, ob-
servaremos los de la misericordia , que conoció muy
bien el profeta guando dixo : Misericorcli£ Domini quia
fl013 sumas consurnpti.


¿En tal supuesto que esperamos? ¿si solo de Dios
podemos obtener el bien, porque no le buscamos don-
de él está? ¿ Si sabemos que sin Dios nada puede con-
seguirse, pues segun el 'evangelista sine ipso fuerzo»
est nihil? ¿por qué no imploramos su divino auxilio.
nuestras rogativas , nuestros sacrificios , y nuestras sú-
plicas no serán aceptas al Señor , mientras no esten
acompañadas de contricion y enmienda de costumbres;
serán solo una ceremonia atentada, porque implorar
la misericordia de Dios , y ofenderle no es otra co-
sa que irritar mas .su Justicia.


79
Sí amados compatriotas míos , sí ínclitos Españo-


les, solo en Dios podremos- hallar el verdadero bien.
Lse gran Dios cuya Justicia nos castiga , nos espera
sin embargo con misericordia, desea nuestra enmienda.


No seamos tan obstinados que perdamos la ocasion
de implorar la divina piedad.


Ninguna Nacíon como la Española está mas com-
prometida á agradecer los singulares beneficios que en
todo tiempo ha recibido de la Divina Omnipoten-
cia y acaso somos nosotros -los mas mal, correspondidos.


Las victorias que hemos conseguido en la presente
invasíon, son buen testimonio del auxilio sobrenatural
de Dios, que enmedio del castigo con que nos fla-
gela,quiere darnos una prueba de su piedad y po-
der intlnito. Este auxilio , y no el humano nos ha
proporcionado las victorias hasta ahora conseguidas, y
él solo y no otros nos podrá hacer triunfar de nues-
tros enemigos. Atendamos de una vez al estímulo de
nuestro propio corazon ; detestemos los vicios , bor-
remos con la contricion nuestros defectos , amemos á
Dios , temamos su Justicia , no olvidemos la memoria
de los Novismos , y lograremos la perfecta felicidad.
Unámonos con verdadero espíritu á la Iglesia nues-
tra madre, y disfrutaremos del asilo y seguridad que
ella goza , sin que las puertas del infierno prevalez-
can contra nosotros.


No me induce á producir estas expresiones , ni
las denlas de mi periódico , el interés que de él me
resulte, ní la obstentacion de mis cortos conocimientos,
me domina sí el deseo de la verdadera felicidad de mi
amada patria; y como ésta estoy persuadido que solo
puede consistir en la exacta observancia de nuestra re-
ligiou sagrada, cuyo abandono vemos con dolor tan ge-
neralizado, no puedo menos de excitar á la correccion


apeteces, Huye


costumbres , en uso de las obligaciones que nos
u? pon e


la caridad fraterna. Si amada patria mia, con-
viértete á tu Dios , y conseguirás toda la felicidad que


Huye de las máximas con que te se intente
P er nladir que las fuerzas naturales pueden defenderte,
Y no olvides aquellas palabras del profeta David; Ni-




go
si Doa-únus dificave • it damos in vanum laboraverunt qui
tedificant eam. Solicita y busca la divina clemencia, ora;
constantemente y recibirás el consuelo de tus afliccio-
nes , y el remedio de tus necesidades. Siempre puesto
el corazon en Dios nada intentarás que no consigas, y
triunfando de tus enemigos, poseeras una paz perma-
nente , y una efectiva prosperidad tanto mas lisonge_
ra y tranquila, quanto dimanada de la divina gracia,
mediante la qual tus hijos despues de disfrutar en es-
ta mortal . vida la dicha de buenos Patriotas de la cató-
lica Espanta , adquirirán - la de pasar á ser ciudadanos
de la celestial patria . de los justos.


Omnipotente y Soberano Dios entre cuyos infinitos •
atributos tanto se obstenta la misericordia, volved los
ojos á esta vuestra Nacion afligida , y abrumada con -
el peso de sus culpas. Miradnos señor rodeados de
calamidades, sin tener quien alivie nuestra desolacion,
eii medio de la horfandad en que nos constituyó el
pecado. Vide Domine et considera quoniarn lacta sum vi-
lis. Y pues en otro tiempo por la existencia de un so-
lo justo habeis suspendido el castigo de todo un pueblo,
no desecheis las súplicas de vuestros siervos; atended á
sus méritos , y olvidad los delitos con que en general
excitamos vuestra justa ira. Aplacaos Señor por vues-
tra infinita clemencia , y no permitais que la Nacion
Española pierda la fe con que fue favorecida. Apar-
tad de nosotros el libertinage y la ofuscacion que tanto nos
perjudica, dirigiendo un rayo de vuestra divina influen-
cia con que ardan nuestros corazones en vuestro amor.


Enviad Señor el angel exterminador que descendió
en otro tiempo al exército de los Asirios , y extinguid
de una vez los enemigos de vuestra religion sagrada; •
no existan mas sobre la tierra para pervertir nuestras
costumbres , y apartarnos de vuestro servicio. Infun-
didnos el don de vuestra divina sabiduría , para que
lleguemos á ser justificados en todas nuestras disposicio-
nes , y nivelándolas con vuestra divina ley , consiga-
mos el acierto ,. y vuestra gracia , única prenda de
nuestra predestinacion.


NIADRID. IMPRENTA DE VILLALPANDO.


N.' / 1 r


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


Del lunes 1 5 de noviembre de 1813.


Urna . de las partes constitutivas de la felicidad de una Na-
cion es el fomento de su comercio, que designan los inteligen-
tes como primera de las venas de la animacion del cuerpo
politic). Este ramo como todos los dunas, ha padecido en
nuestra patria notable detrimento , ocasionado no solo de
las críticas circunstancias actuales, sino tambien de la indo-
lencia con que anteriormente se miró este punto, y excesivo
recargo de los derechos impuestos en algunos artículos, en
términos de arruinar absolutamente al comerciante, ú obli-
garle á adoptar un sistéma ilicito en su comercio.


Este sabemos todos que se divide en interior y exterior,
y que en qualquiera de ambas representaciones, debe ser el
origen de la riqueza de una Nacion, sise cuida de su fomen-
to; pero es necesario conocer que estarnos hasta lo sumo atra-
sados en este particular, pues quanto mas se ha intentado, fo-
mentar el comercio, mayor ha sido su decadencia, reducién-
dose al presente á un mero trato sin equilibrio, sin balanza,
Y mas principios que los que cada uno adopta segun sus
Proporciones ó su codicia, de que venirnos á adquirir no la
riqueza de la Nacion, que es el resultado de un verdadero
comercio, sino la destruccion del pueblo, combinada con la
de los mismos comerciantes, cuyas especulaciones tienen un re-
sultado únicamente personal y en las mas ocasiones fallido.


Para reflexionar con alguna propiedad acerca de las .ven-
tajas de que es subsceptible el comercio tanto interior cómo
ex


terior en una Nacion, exáminarémos con especialidad las
circunstancias que requiere, y son de precisa concurrencia á




teniendo presente que de su exportacion no resulte escaséz al
comun, causa porque debe estar siempre muy restringida.


Es tatnbien parte de la balanza la cbservacion exacta del
estado de comercio en los paises extrangeros, cosechas de sus
producciones y adelanto en sus manufacturas y fabricacion,
cuyo conocimiento hace mas seguras las especulaciones , y
facilita algunas ideas con que progresar en la fabricacion.


o es extraño que en las repetidas ocurrencias que he-
mos experimentado haya decaido nuestro comercio, hasta
el extremo en que le vemos ; pero si es muy raro que guan-
do mas ha exigido la necesidad la atencion en este punto,
hayan contribuido nuestras disposiciones á formalizar su to-
tal decadencia, tanto que se puede decir que en el dia no
hay comercio en España, ni tal debe llamarse el que tenemos.


Todo aquello que está -en opiniones parece comunmente
indeciso, mas acercándose á conocer el fundamento de los
dictámenes, viene á descubrirse el que es de ellos mas racio-
nal. Por desgracia ha prevalecido entre nosotros la errada
opinion de que el fomento del comercio y beneficios del co-
man, podian proporcionarse con la permision absoluta de
vender, y he aqui adoptado el comercio libre como una me-
dida de beneficencia; pero con tal entusiasmo que ha sido gene.
ral en los principios la aceptacion de esta perjudicial dispo-
sicion , y en un momento hemos visto dedicados al comercio
todos los que haciendo falta en otros ramos de la sociedad, tan
escasos de manos, han elegido este modo de vida, para ga-
nar el sustento sin trabajo , y á costa de la decadencia de
las mas acreditadas corporaciones de comercio que debian
ser las columnas del crédito de la Nacion.


fin


:stFie ne el comercio libre muchos apasionados porque .es el


Pretexto con que .quedan cohonestadas muchas maldades Al
asilo de la holgazanería, el seguro de la usura, y acaso el


desórden proporciona que haya respectivamente mu-
chos mas comerciantes que consumidores, y de esta abun-
dancia sacan algunos consecuencias muy ventajosas, pero son
l'anY fallidas. Dicen pues que es muy conducente que haya.


¡2


83
En quanto á los géneros de consumo de primera necesi-


dad en la clase de víveres, quales son trigo, aceytc, vino, &c.
necesita la balanza reducirse al cambio de unos con otros


a
constituir un verdadero comercio, tan necesario en toda so,
eiedad , discurriendo primero sobre su etimología , origen y
diferencias que contiene.


No es otra cosa el comercio en sí que un recipróco can,
bio establecido entre los hombres, para adquirir respectiva..
mente aquello que á cada uno le es necesario, ya para su
manto, ó ya para sus domas necesidades, ó usos de preci,
sion y de luxo, cuyo cambio hecho solo entre géneros, ó con
el numerário, contiene siempre la especulacion de ganancia,
á que lícitamente puede aspirar todo el que cifra su subsisten_
cia en este género de arbitrio. Respecto de los diferentes pai-
ses en que se exerce el comercio, pueden variar las miras de.
sus especulaciones, y rendir mas ó menos beneficios, segun
las circunstancias locales; mas en todas partes viene á ser
siempre en su esencia un solo cambio en la forma que de-
jamos sentado. Veamos ahora quales son sus precisas circuns-
tancias, tanto en el interior como en el exterior.


El comercio pues, ya sea interior ó exterior, necesita de
equilibrarse para que resulte ventajoso, y esto es lo que se
llama balanza de comercio ; mas es la lástima que no nos
hemos nunca dedicado á conocer en sí esta balanza, para
establecerla con un éxito favorable.


No solo consiste la balanza en hacer el comercio entre
géneros de dos paises, sin extraer de uno ni otro el numera-,
rio , sino en que la extraccion de los artículos, sea combina-
da con el fomento de las fábricas. Asi que, estará conforme
la balanza guando las producciones de un pais se cambien
con las de otro, exportando cada uno las sobrantes de sus
fabricaciones, y adquiriendo las que estén mas escasas, ó no
produzca su suelo. Esto es lo que se llama verdadera balan-
za, y no lo que generalmente está entendido, y es el recipró-
co cambio de géneros , sin exportadon del numerario. .4,


Del mismo modo debe entenderse respecto de las manuj
facturas, formando la especulacion de exportar , y adquirir
las que respectivamente abunden -y escaseen, por manera que
balanzeado de esta forma el comercio viene á ser compatible
su fomento con el de las fábricas,- no ménos útil que él , Y
de lo contrario consiste en la decadencia de estas el au-
mento de aquel.




muchos vendedores, porque el comprador tiene donde elegir
y ellos por dar salida á sus géneros , se ven obligados a dar,'
los con equidad, y en fin que por el comercio libre todos ;.os
artículos están siempre con abundancia en las plazas y en los
mercados. Estas y otras razones generales son el apoyo del
Comercio libre ; ¡ ah insensatos! y como no conocen que en esa
misma abundancia está el perjuicio del consumidor , porque
compra el género , despues de haber pasado por tres é
quatro manos, dejando en cada una respectivamente una ons
lidad á su costa, y todo el beneficio que viene á adquirir es
aparente , porque aunque compre á. su parecer á un precio
cómodo , lleva el perjuicio de la falta en el peso ó la anedis
da, ó la adulteracion del género que compra, á cuyos arbitrios
están precisados los comerciantes para adquirir alguna ga-
nancia , y estos medios (ilícitos en el órden legal) se hallan
solemnemente autorizados por el comercio libre , tanto que es
muy extraño guando se halla el peso ó medida justo en quan-
to se compra. Esto en castellano se llama robar , y sea qual
fuere el pretexto con que se cohoneste este desorden.


Es el comercio libre sin disputa ( porque asi lo tiene acre.
ditádo la experiencia) el principio de la destruccion del ver-
dadero comercio, y la causa primaria de la infidelidad en los
contratos , cuyos excesos no tendrán remedio , mientras no
se prohiba el perjudicial comercio libre.


Qué importa que por virtud de él abunden en efecto los
géneros, si aunque se multipliquen los vendedores - como las
estrellas del cielo, no hemos de poder prescindir de que con-
venidos entre sí ( por el beneficio que les resulta) nos den la
ley del precio en venta, usando de la facultad de vender á
precios convenjonales? ¿qué utilidad hallará el comprador,
por mas que toque de unos en otros comerciantes, si ellos es-
tan todos de acuerdo? ó quedará sin el género , ó habrá de
sujetarse á su voluntad , y esto es lo que puntualmente nos
sucede en la actualidad.


Tales son las consecuencias del comercio libre por mas que
sus apasionados quieran decantar otras, que solo dimanan de
su fantasía ; pero aún hay mas , ¿éste comercio libre y no su-
geto á equilibrio , ni balanza, qué ventajas produce á la Na-
cion en general? ninguna por cierto porque entre los infi-


8 5
n que se dedican al comercio, ninguno hace un caudal que
sea de consideracion, y para evidenciarlo cotéjense sus fondos
coo los de las casas de comercio, existentes antes de la per-
nsis ion general, y veremos quan grandees la diferencia, y
esto sin entrar en discusion de los medios y modos nada líci-
tos que por necesidad tienen que adoptar para no perderse.


Contiene el comercio libre ademas otro daño que ya deja-
mos indicado , y es la retraccion de muchas manos útiles pa-
ra la agricultura y oficios á los quales se dedicarían, sino hu-
biese la amplitud de comerciar. ¿Quántos y quantos que ocu-
pados en la venta de los géneros mas frívolos,- invierten el
tiempo paseando las calles, prestarian mucha mas utilidad con.
la lunada , cultivando las tierras, ó con las armas, defen-
diendo la patria, respecto la disposicion natural que en ellos
concurre.? quantas mugeres que con sus descompasados gritos
molestan al vecindario, serían mas útiles hilando en una fá-
brica, donde recogidas, se evitaría al mismo tiempo su per-
version. Desenganemonos que ese comercio libre es la inmuni-
dad de los holgazanes. £1 autoriza á cada uno á vivir á su
modo , y viene á recaer el daño en el comun del pueblo.


Se dice por,
punto general que los letrados son superhuos


quando abundan , porque sutilizan demasiado , y suscitan
qiíestiones. Que los empleados son inútiles, y gravan á la Na-
cion con los sueldos que les están asignados; ¿pues con quan-
ta mas razon se podra afirmar que son onerosos, y en sumo
grado perjudiciales los que se dedican al comercio libre, guan-
do faltando á otros deberes mas Utiles , se cifra su género
de vida sobre el daño de toda la Nacion ?


Desimpresionémonos de una vez que el comercio libre es
una permision dañosa en quanto introduce el desórden , in-
capaz de remediar mientras él subsista , y nos priva del ver-
edn egalind:iotrIsioa ctztecTicoino .


que es de donde puede dimanar la riqueza


En consecuencia de estas reflexiones, cuya realidad te-


brevedad procede que se trate con la mayor.b ac1 de fomentar nuestro comercio ; y oponiéndose,d
se opone á él la franquicia de vender y traficar, se


debe esta desde luego prohibir, restableciendo la restriccion
que_ se contenia en la facultad exclusiva de gremios, y no




86
gravando á estos con exácciones eX6rbliantes para propor
cionar en ellos los licitos progresos que forrnadcen su ver,
dadero fomento; y respecto del comercio exterior debe tratar,
se con todo esmero de establecer la verdadera balanza,
gida á cuidar de la ereccion de fábricas, convinandola coa
el fomento de aquel. Por último estamos en el caso de
bir la exportacion de todo género comestible de primera ne.„
cesidad para precaver la escaséz, y que solamente se comer-
cie en ellos á virtud de facultad expresa, concedida con ple-
no conocimiento de estar asegurado el almacenage en pro.
porcion al consumo del reino por dos años , y en quanto
los denlas artículos se uniforme, y equilibrie el tráfico con la
exáctitud de una bien observada balanza, á cuyo fin los Cón-
sules de comercio , destinados en las- potencias extrangeras,
suministren las noticias oportunas que sirvan de norma en
las especulaciones.


En quanto á la extraccion del Numerario debe cuidarse
por ahora que rigorosamente se observe su absoluta prohi-
bicion ; y para evitar en adelante que en este punto se ha-
gan especulaciones , cuyo resultado nos usurpe el numera-
rio, corno hasta ahora ha sucedido, debemos proporcionar el
nivel de nuestra moneda con la extrangera, en cuya forma
no será tan codiciada.


Por lo que toca al comercio interior se reduce la balanza
á facilitar que las provincias del reyno entre sí se surtan re-
ciprócarnente, de los géneros de su produecion y manufactu-
ras , siempre con atencion á los progresos de estas, y cul-
tivo de la tierra cuyos frutos particulares en algunas, po-
drán hacerse asequibles con generalidad, formando observa-
cion del clima , que es .ánalogo , á cada semilla , ó vegetal,
y aplicando la industria, para suplir con el arte lo que fal-
te en la naturaleza del pais, por la mayor ó menor parte
de germes que contenga el terreno , y mas ó menos grados
de calor que le comunique la annosfera, en que está cifra-..
da la propagacion de la agricultura, como liaremos de-
mostrable en su caso.


La ereccion de bancos de giro tan útil en otras poten•
cias , no lo sería menos en España, si como los extrangeros
nos dedicásemos nosotros á las ventajosas especulaciones que


87
proporcionan estos establecimientos ; pero creo no nós con-
'vie ne por ahora aventurar de nuevo la fe publica , que tan
decaida tiene el. escarmiento , y solo podria intentarse en
tiempo de absoluta tranquilidad en la Europa 1 -para que
las precauciones mercantiles fuesen fundadas con la solidez
que ahora nos es tan dudosa.


Ea razon del tráfico de comestibles no se debe vigilar me-
nas sobre su resultado y mediante que vemos palpablemente el


que ocasiona al publico la libertad en esta parte, segun'
yd afici%eda indicado, es de absoluta necesidad y vigorosa


a qu e
se


Justi—
ci prohiba tal libertad, reduciendo á número determi-
nado, con precisa incorporacion á grémio , todas las tiendas
segun sus clases, y designándolas los géneros á que se concreta
su comercio, é igualmente los puestos y cazones de las plazas
y plazuelas, cuyos vendedores consten de matricula, debién-
dose cuidar de que á este modo de vida solo se dediquen los
que por ancianidad 6 defecto corporal ú de salud, no puedan
ser aptos .


para el cultivo de las tierras, oficios, artes, y denlas
desempeños útiles al estado: todo sin perjuicio de que los tra-
gineros de fuera ya sean (indios ó ya porteadores, vendan al
publico hasta cierta hora determinada en que hagan sus com-
pras los tratantes, sin que se les permita anteponerse al pueblo
en ellas. Tambien deben estar matriculados los vendedores am-
bulantes bajo las mismas reglas que los de plaza , sin que se
consienta ninguno que pueda ser capaz para otro exercicio, en
el supuesto de que unos y otros se arreglen á las posturas que
se les señalen por un capitular semanero, sin que de ningun
modo se venda á precio convencional, sino en la parte que
baje de las posturas, celándose sobre la fidelidad en el peso y
medida, cuyas faltas se castiguen con multas la primera vez,
y en el caso de reincidencias con privacion absoluta de la fa-
cultad de venta , porque si solo se imponen penas pecunarias
Vienen á redundar en perjuicio de los consumidores, á quienes
recargan despues los tratantes para indemnizar sus desembol-
50S, y en vez de enmendarse el. abuso , se acrece y fomentati


omento del comercio verdadero, sino tambien porque apo-




8 3
yando la indolencia de los mal trabajadores , usurpa Mucha:
manos útiles á todos los detnas exercicios que contiene la so,
ciedad con notable decadencia de las fábricas , y desmembra
cion de la poblacion que se advierte en la mayor parte de lo:
lugares de la peuinsula cuyos habitantes emigran á las ea,
pitales y especialmente . á Madrid para dedicarse á vended°,
res, y sin este efugio no abandonarían los pueblos de su na-
turaleza , antes por el contrario , se dedicarían en ellos á la
agricultura ú oficios de que todos excasean, y sería la poblado*
mas bien proporcionada.


MADRID.
IMPRENTA DE VILLALPANDO.


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


el viernes 1 9 de noviembre de 1813.


.ntre las maravillas que se observan en la subsistencia de la
vasta mole del Universo , obra solo propia del infinito poder,
vemos el órden . de la socidad cifrado unicamente en la Justi-
cia. Esta que puede llamarse el único cimiento de aquel, nos
fué dictada principalmente por el mismo Dios , tan inclina-
do á ella , como que es uno de sus infinitos atributos.


Despues del delito del primer hombre, con que quebran-
tando el precepto de su Supremo Hacedor, se vió sujeto á las
miserias de la naturaleza, tuvo necesidad de una luz que le
condugese para dirigir sus operaciones con arreglo á su ver-
dadero bien. El Criador siempre atento á la conservacion y
felicidad del hombre, le proveyó de un norte, con que rec-
tamente conducido , adquiriese mérito y evitase su ruina.
Dióie el don de Justicia, y en él el conocimiento para deci-
dir y enmendar los defectos propios de su natural fragilidad.


Tal es el origen de la Justicia á que se refieren los códi-
digos establecidos en todas las Naciones cultas , sin que na-
die dude los beneficios que de ella redundan, y los muchos
dados ocasionados por su inobservancia.


En efecto la conservacion y felicidad de un reino de-
pende de la Justicia , mas como ésta se distingue en dos cla-
ses, veremos de que modo influye especialmente en cada
Una > y quanto en ambas es necesario para sostener el
orden social.


La una clase en que se conoce la Justicia es bajo el
nombre de vindicativa y la otra con el de distributiva. En
quanto á la primera exige el castigo de los delitos y res-


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asopuotoru Á oIng ir »rail asopuygaazua sosaaload laortr-
Lin0oad oso unlunt ua Á Vinnipaa2a Y lionpui rtqap al
anb ointupso ¡ay Enr.1 Yr Jod pnla¡A yr or_taaappu! PIIDS ap-
m'alzo la E1SE aJottuou ¡a aroop opdtuoo ai anb pp 000.1'


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'Yispnqp5s¡p vi.)9srif 'el ap yo¡Jradsouaut rsaialu!


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otustaa .Á 'prlslutaua ns ‘santuotiap 1Tc:010E2-c:dos rogad


0D.1 131 unnsaa ¡t'Ir Dcr •solyuotor.ul SO1 IIOD UntliOD 3314
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0.6




92
cado todavía el órden de Justicia. Conozco las circunstancias,
No me desentiendo de la crisis en que nos hallarnos ,
culparé á nadie en los defectos que advierto, pero me es dn,
loroso decir que los hay, y que deben corregirse , porque
de lo contrario vendremos á caer en el abismo en que az,
tes nos hallabamos sumergidos.


Si nos detenemos á considerar los acontecimientos huna,
nos , se nos figuran á las veces como un problema, cuya
reduccion suele negarse á nuestro entendimiento, ya por la
cortedad de éste . , ó ya acaso por lo inaccesible de ,


aquel. Tal
parece la administracion de Justicia en algunos casos , pues
guando aplicada con la mayor exactitud egerce contra ciertas
clases de sugetos, quedan impunes los delitos de otros, eu,
ya notoriedad los releva de prueba. Estos acontecimientos
Me recuerdan las palabras del Profeta Elías usquequo clau.
dicatis ?


No me personalizo , y solo trato de los hechos de no-
toriedad. Tampoco intento satirizar con mis, expresiones, pe,.
ro me holgaria que en lo que no alcanzo hubiera quien me
iluminase para no incidir en equivocaciones. Algunas cosas
no me parecen compatibles con el órden de justicia , tal
como yo la entiendo. Por lo mismo quisiera preguntar, con,
cretandonos al caso que estamos ¿ qué oficio tiene la Jus-
ticia ? bien sabemos todos que es dar á cada uno su de-
recho; ¿pues si tratamos de egercitarla, hay mas que cas-
tigar el delito y premiar el mérito?


Hemos visto hasta ahora con extrañeza dirigirse la Jus-
•ticia con una notable desigualdad. Repito que me voy refirien-
do solo á notoriedad, y no trato de comprometer mis ex_
presiones. Sírvanos Madrid de modelo para reflexionar so-
bre el nivel de la administracion de justicia. En todo el
tiempo de la dominacion del exército frances se han visto
los habitantes en la precision de suietarse á sus disposicio'
nes ; y en la obediencia todos han sido iguales , sin que
falte quien por ellos y con ellos haya tenido -excesivos in-
tereses, y formado un regular_ caudal. Tómase la plaza
de Madrid, y al momento se dirige todo el rigor de la


. Justicia á investigar la conducta delinqüente de los vecinos/
_Ipero en quien- descarga el primer golpe del castigo


93
Sin


calificarse el delito? en una sola clase del pueblo. Los
npleados militares y civiles sufren todo el peso insopor-


etbie del deshonor y de la proscripcion , y guando á es-,
la justicia tan rigorosa , se deja á los demasíos se aplica


en el goce de su buena opinion , qualquiera que haya si-
do su conducta, sin que obste la notoriedad de que la mul-
titud de tratantes en ropas , fierro , y otros efectos -ha fo-
men tado el robo del exército frances, comprando el fruto
de sus saqueos, y dándole dinero con que divertirse y aca-
so adquirir armas para herirnos ¿ y esto es Justicia? con-.
es° que no lo entiendo.


Aun hay otra cosa mas reparable. Admitimos la dela-
cion, ¿ pero en caso de resultar falsa, que satisfaccion se
da al delatado , y que pena se impone al falso delator ? nin-
guna hemos visto todavia, porque despues de padecer un
hombre honrado los efectos de la calumnia ; despues de
gemir en una prision , comprometerse su opinion, conster
narse su familia , y gravarse sus intereses , sale libre. ¿Y
qué indenunizacion recibe ? I qvulndo se castiga al vil dela-
tor, que por falsario y suplantiSta atentador del honor de
sus conciudadanos , tiene segun las leyes pena de resarci-
miento de daños y presidio 1 asi vemos la venganza perso-
nal tan cundida ; asi vemos que los que -mas debieran ca-
llar, porque en el tiempo del gobierno frances se compro-
metieron hasta lo sumo, son los que se emplean en el vil
oficio de falsos delatores, porque no se les constituye res-
ponsables segun derecho á las resultas de la delacion , y de
consiguiente se arroian sin riesgo á calumniar, acaso á,
aquellos que les han dispensado mas beneficios. Este sistema
constituye en un eminente riesgo á todo vecino , pues con
razon ó sin ella puede verse delatado y sorprendido , aun-
que seasea tan virtuoso como el Bautista; y he aqui inter-
ru pública seguridad que depende de la Justicia•
vindicativa.


La detencion en las cárceles de los reos ya sentencia
"55 6 ya inconfesos , es otro de los abusos que siempre
hemos tenido en España, y como opuesto á Justicia ; Y.
cor.trario á las leyes , debe enmendarse , por los muchos'.
Perjuicios que ocasiona. Ei reo .es capturado no para .afligir •




9-}
su persona . , ni para exponerle a su desesperacion , ni pa%
ra gravar su hacienda , sino para hacerle espiar sus dee
litos , que confesos y convictos le comprenden en las pe,
nas de la ley. Esta, como arreglada. á Justicia, exige no salo
que el reo. confiese su crítnen , sino que exponga su defete,
sa , hasta el extremo de quedar satisfecho el mismo reo
de que es condenado con Justicia. Tal es la rectitud de la
ley y tal .su atencion á la humanidad , que previene la
mayor brevedad en la toma de declaracion , y despues-
ella permite Al reo aquel alivio que sea compatible con su
seguridad de prision. En este punto bien sabemos la mo-
rosidad que habia , pues se tardaba infinito en tomar las
declaraciones á los reos, y en el ínterin se les tenía pade-
ciendo en un encierro, y causando graves gastos á sus ea.,
sas, ó á los fondos de la cárcel, asi como despues de senten,
dados á los presidios, no se cuidaba de su remision inmedia.
ta á la substanciacion de las causas , de que se originaba
gasto en su manutencion , é impaciencia ó desesperacion en
los reos. Bien impresionados de esto se hallaban nuestros re-
presentantes , guando establecieron en la constitucion que
precisamente á las veinte y quutro horas de capturado el ro se le
reciba su confesion. Esto si se observára es conforme al espí-
ritu de las leyes; pero siempre en las causas ocurren inci,
dentes que detengan al reo inconfeso, y originen su molestia
y dispendios. Mas estos incidentes se deben remover y poner
en curso las causas, de forma que se substancien en el término
mas breve, para que recibiendo el reo la pena de su culpa,
quede satisfecha la Justicia segun ella exige, sin mas gravamen
del procesado que la aplicacion de la ley tal como previene.


En razon de la Justicia distributiva conviene premiar el
mérito segun su clase, y para ello necesitarnos dedicarnos á
conocer el verdadero mérito, porque en esto hay su equivo-
cacion harto clásica, de que dimana la disparidad en la ad-
ministracion de Justicia. Estamos persuadidos que el principal
mérito en la actualidad, respecto del carácter político consis'
te en la etnigracion, y que el mayor delito se cifra en el so'
metimiento á la autoridad del gobierno frances , y por esto
hecho se titula no menos que traydores á los que no apelaron
á la fuga al tiempo de 1a invasion. Este es un error nacida


95golo del egoismo, y si por tal principio hemos de juzgar, de--
-dararemos reos á todos los individuos de la Nacion, porque
ea la mayor parte se halla la circunstancia del sometimien-
to y solo podran quedar libres de esta anatésna , los que
abandonaron sus hogares en la invasion primitiva, que fue-
ran ciertatnente muy pocos. En los demas que poco ó mucho
tiempo estuvieron sometidos, militan iguales circunstancias
que en los que nunca emigraron, pero se les distingue clasi-
camente , porque solo está obligado á purificar su conducta el
que permaneció siempre en su domicilio , y exénto de esta
obligacion el que emigró sea guando fuere. Aqui de la Justi-
cia distributiva. ¿Sera igual el mérito, si le hay, del que en
el principio abandonó su casa, su familia, sus intereses, y
sus proporciones, á el del que permaneció sujeto al gobierno
frunces, hasta que convino á sus idéas elegir la fuga, por ex-
peculacion de adquirir, ó temor de perder? no puede negarse
que hay una gran diferencia. Y en quanto á los que han per-
manecido en sus hogares ¿se dudará que hay un esclarecido
mérito en algunos, al paso que en otros el delito que se su-
pone ? es positivo , mas como no se trata de distinguirlos,
tampoco puede aplicarse el premio que prescribe la Justicia
distributiva, úni . .o aliciente de la virtud , de que resulta una
confusion, no poco dañosa al concepto de muchos buenos
ciudadanos.


Estos acontecimientos no son raros, porque en las críticas
circunstancias en que nos hallamos, no es fácil arreglar en
un todo el plan de tribunales, con la celeridad necesaria, pe-
ro en este punto debemos 'no descuidar un instante, á fin de
que restablecido en todas sus partes el régimen de Justicia se
guarde ésta con la exactitud debida, para obviar los incal-
culables daños que se siguen á un pueblo de su inobservan-
cia , primer origen del trastorno y corrupcion de la sociedad.


El gobierno siempre zeloso por el bien de la patria , y
bien impregnado de estas idéas, tiene aceptados todos los me-
dios de hacer efectiva como es en sí la pura administracion
de fus ticia;mas si sus benéficas disposiciones no producen de proa-
t° los buenos efectos á que se dirigen, es por las circunstancias
ex t.aordmarias que nos agobian, y son causa de que el paeblo
P°' su parte no contribuya á hacer efectiva la buena intencion




9 6 !
de quien le dirige. Los abusos han tornado un grande mere,
mento , y por lo mismo es mas trabajosa su extincion. Todo,
conocemos,


el 'sagrado oficio de la Justicia: todos la venerarnos,
todos la deseamos; pero hay pocos que en médio de este cono,
cimiento, veneracion y deseo contribuyan por sí al órden de
Justicia, tan útil y provechoso; solo en la parte que favorece al
hombre la Justicia, la ama y la implora; al paso que la detexta
y huye quando le es contraria. Esta propension de la humana
miseria se vence solo haciéndose públicos los efectos de la Jus.
ticia, y para ello se necesita administrarla convinada con el ri.
gor y la piedad. Si todos fuesemos justificados amaríamos en
realidad la justicia, y ella exerceria en nosotros siempre con
rectitud; pero como en el hombre es tan propio por su origen
ya cl yerro involuntario, ó ya la meditada deliberacion dirigi-
da por sus pasiones, ofuscan estas su entendimiento , hasta el
extremo de aparentarle justo lo injusto, y hacerle mirar co-
mo virtudes los vicios en que incide, apartándose cada dia
mas del camino de su correccion.


Creo baste lo dicho para convencernos de las utilidades que
produce la Justicia y necesidad de ella para sostener el Orden
social y conservar la integridad de una Nacion, formando la
verdadera union y desterrando los vicios que la impiden. De
aqui se deriba no solamente el establecimiento del buen órden,
sino tambien la pública tranquilidad, tan recomendable, y
perfecciona en todas sus partes la sociedad en la - forma q
corresponde á una Nacion culta. En fin por este medio soló=
mente se puede lograr que eg erciendo la justicia vindicativa y
distributiva sus competentes deberes, se contenga la inclina•
clon al delito, y se excite el anhelo á la virtud, con que llegue
á efectuarse la general correccion de las costumbres. i4


MADRID.
IMPRENTA DE VILLALPANDO.


N." 13. 97


EL FISCAL AT JÓTICO
DE ESPAÑA.


Del lunes 2 .2 de noviembre de 1813.


ntre las propensiones que se conocen en la humana na-
turaleza, es una la de su conservacion, tan .ánaloga á su
origen, que terminan á ella todas sus funciones. En fuerza
de este estímulo se compromete el hombre á sentir los males
de sus semejantes y se inclina á remediarlos 1 siendo tan na-
tural esta mocion , que adquiere justamente el título de in-
humano todo el que de ella vemos desposeido.


Tal es el origen del derecho natural del ,hombre, á cuya
fuerza se hallan sujetos el divino, canónico:.


Este derecho natural es dirigido no solamente á la conser-
vacion del hombre, sino tamblen á la adquisicíon de su pros-.
puidad , tanto mas atendible , quando terminante á su en-
noblecimiento y elevacion.


Si consideramos esta originária propension (como los- N.a-;
turalistas ) generalmente en los hombres, animales y plantas,
observarémos la igual tendencia que en todos concurre con
la conservacion de su respectivo ser; mas distinguido el hom-
bre entre todos ellos con el alma racional que le asemeja al
nacedor supremo, goza de esta propension en el elevado
concepto de derecho natural , siendo la primitilva ley que
reconoce.


Sin embargo la eficáz influencia de las pasiones en el
Hombre, llega al extremo de hacerle quebrantar hasta este
natu ral derecho , degradándose de. su originaria. dignidad , y
haciéndose comun con las bestias, que solo conocen el inv-7
Pulso de este mismo derecho , sin otro raciocinio que el es-
tímulo de su sistéma sensible.




9g
Sería una molesta digresion detenernos á designar en es,


pecial las obligaciones en que constituye al hombre el dere,
cho natural , quando todas ellas están cifradas en una , y
es cuidar de su existencia sin perjuicio de sus semejantes,
máxima que puntualmente observada qual es en sí , contie..
ne la union tan recomendable en la sociedad.


Los vários acontecimientos que ocasionan los vicios
la absoluta dominacion de éstos en el corazon del hombre,
han sido causa de que, enteramente olvidado de su mas sa,
grado deber , proceda con una arbitrariedad , tanto mas
perjudicial quanto excedida de los límites impuestos por la
naturaleza.


El derecho natural pues imprescindible á todo hombre,
tiene su primitiva cátedra dentro del hombre mismo ; y de
consiguiente es comun á Odas su observancia , poi que no
debe de haber uno que pueda desentenderse para guiar sus
acciones de este norte con que fué ennoblecido.


En vano nos detendriamos á examinar los muchos casos
en que se ve- quebrantado este 'derecho , y causas de donde
ditriana su infraccion ; bástes observar por la experiencia
que está tan desconocido, que, sólo existe entre nosotros en
la parte imprescindible de nuestra personalidad , hallándose
absolutamente olvidado en 'quanto á los demas deberes en
que nos =perla.


Se cree con equivocacion que el derecho natural soto
obliga al hombre á cuidar de su existencia y progresos, sin
atencion á los de sus semejantes, y he aqui el egoisino
cubierto con tan sagrado velo. Por tal principio nos vemos
indiv44-nalrnente acometielOS'd-e las idéas de un personal en-
grandecimiento, y se nos figura bajeza la sumision á qual•
quiera aátáridad, cuyo eri-dt ha sido= siempre el principio
Ze' la artarquía..i


La dignidad pues del hombre por la nobleza de su origen,
no le exime del reconocimiento de mayoria en las autorida
des, lini euy-a córiturrencia, no podria existir la sociedad; y
de consigniente es contrario al derecho natural qualesquierO
-acto en que se niegue la legítima autoridad , asi como opttes'
-tu al mismo toda tentativa que- termine á degradar
causar daño al hombre siempre que no esté por stif


-99
arimenes- comprehendido en la proseripcion7 de: las lea es.


En efecto, de este principio nacen todos los males que nos
rodean, pues reducidos el derecho natural á un' egoísmo,
solamen te atiende cada uno á su privativo interés, y olvida


prescinde de los generales , de que resUlta una desunionY Pque hace controvertible quanto se intenta, y elude el bien
ceinun tan neeesa,rio á la pátria.


La verdadera libertad civil, prenda tan apreciable á que
aspirar un pueblo , consiste y está cifrada. solo en eldebe


legítimo conocimiento del derecho natural. -SI ron arreglo á
éste ponemos los medios de conseguir aquella, Ilegarémos á
.se r felices a„pero mientras estemos á nuestro bien parcial,
no será efectiva la libertad de la Nacion.


El principio de la perdicion de la Francia no fué otro que
el olvido del derecho. natural, ó por mejor decir la mala
inteligencia de su:3 efectivos preceptos. Estableciéron la liber-
tad y la igualdad sobre principios . tan ilusorios , que vino
á resultarles la dura esclavitud en que hoy gimen.


Por desgracia hemos 11050tr<>1 seguido en parte aquel
mismo sistéma, y como no se abandone es probable que sufra-
mos igual suerte.


En ninguna ocasiowpodemos..-:conseguir mas fácilmente
nuestra libertad civil , si nos dedicamos á establecerla so-
bre sólidos principios ; y en ninguna ocasion tampoco - pro-
porcionaremos mejor nuestra total ruina., si prescindiendo
de lo que en realidad nos: • interesa invertimos el tiempo
en incidencias inútiles al principal fin que debe llamar t. lieS:7-
tra atencion.




- . • -


-. La Divina Providencia en los raros acontecimientos que
liemos advertido , nos ha abierto un ancho camino para
cobrar nuestra perdida libertad civil. Desapareció de -entre
:nosotros el gobierno despóstico„ sin que sea visto haber el
Pueblo Español atentado contra él , hasta que llega' su
opresion á lo sumo : es decir que hasta haberse agotado su
Sufr imiento' por la clásica altanería del perverso valido


no
conspiró la Nacion á disfrutar el derecho que la compete.
¿ Y ahora quién nos impedirá el goce de este derecho? no-
sotr os mismos , por no dedicarnos á establecer un sistéina
que nos proporcione su po.se.sion.


ti 2.




zbol
Tengo ya dicho me parece que es aparente pues,


tra conformidad de voluntades , y en efecto lo vernos
tan palpablemente , que no habrá ninguno que lo pues
da negar.


Patriotismo, libertad civil 5 independencia .... resuenan
generalmente en nuestros labios , pero no hay tal patriotas,
mo, porque no tenemos union; es ilusoria la independen,
cia , porque jamas la obtendrémos miéntras no nos vale
gamos de los medios de conseguirla ; y es nominal la libere
tad civil , porque no la cimentamos en sólidos principios. :*


Esto en realidad es desconocer nuestro verdadero bien,
Quantos años hace que estamos tratando de conseguir pues.
tra verdadera felicidad, y cada dia nos hallamos mas á los prin.
cipios: el alucinamiento, el entusiasmo , y el perverso egoísmo
nos tiene distraidos hasta el extremo de que nada disponemos
.que tenga un éxito redundante en nuestro beneficio , y
,de aqui nace la .fundada desconfianza pública que nos de.
supe en vez de animarnos , y forma entre nosotros una
guerra civil que absolutamente nos destruye.


Todo lo que no sea dedicarnos á proporcionar nuestra
defensa, y establecer un gobierno fundado en exactos prin-
ecipios de Justicia , es ,una entretenida con que lisonge-
-xamente esperanzados , pasarémos' los dias y los años,
-y guando menos pensemos hallarémos nuestra perdicioa
'donde buscabámos nuestro remedio.


El señorío del pueblo es (conforme al derecho natu-
ral) propio del pueblo mismo, y qualquiera opinion con-
traria se opone á las disposiciones de la naturaleza, y aten-
ta á la autoridad del pueblo; mas como esta maxima se lía-
hla recibida generalmente bajo un aspecto nada conforme
su verdadero espíritu, conviene que nos detengamos algo
tanto para examinarla libre de las equivocaciones que la
tienen ofuscada.


'Entendida la autoridad del hombre en un sentido g e
-lucra' , viene como ya dejo indicado á sugerir el principio


. de la anarquía, tan distante del derecho natural. Por eY
-to he dicho que hemos nosotros seguido el sistema que 10
_franceses en su rebolucion, esto es, que se entienden los pri'
vilegios exclusivos de la humanidad, con una extension 010


02
i mpropia, considerándose cada uno en el grado mas minen-


e '


y haciendo desprecio de las autoridades que se deben
treconocer. Este exceso es propio de la parte inferior del
pueblo cuya falta de instruccion le induce á dar al de-
ocho natural una inteligencia enteramente opuesta á sus
principios.


Para conservar el pueblo el señorío que le compete no
necesi ta engreirse en una vana y obstentosa autoridad cada
individuo, porque este método, léjos de sostenerle en la po-
sesion de su soberanía ale atrae la discordia , y por conse-
cuencia una servil sujecion. Debe dedicarse el pueblo á co-
nocer en sí el fuero que le asiste por el derecho natural,
y no excediéndose de los límites de éste, disfrutará de su
señorío debidamente, haciendo asequible la libertad civil, y
beneficios que de ella son consiguientes. En este punto es ne-
cesario que se procure ilustrar al pueblo, porque de su ob-
cecacion nacen muchos daños. Esta voz libertad necesita estar
descifrada , porque si se entiende' absolutamente en su mate-
rial sonido , ocasiona la total ruina , como tenemos visto en
la Francia. Por lo mismo es indispensable que nos dediquemos
á conocerla en su sentido substancial y verdadero, unifor-
mándola con el derecho natural de donde deriba. , para no-
ocasionar con el abuso un desórden destructor de nuestra
conservacion.


Es conveniente conocer que la libertad en el modo que
algunos la entienden no es dada al hombre en ningun caso,
pues solo la disfrutó nuestro primer padre el corto tiempo
que permaneció en el paraiso , mas lanzado de él por su
culpa, se vio sujeto á establecer la vida social , cuya per-
manencia se cifra en la sumision á las autoridades que la
di rigen ; de forma que sin ellas -faltaria el buen Orden , y
se detruiria enteramente la sociedad.


Parece que me dilato en este punto, pero mi digresion
termina a hacer conocer el legítimo sentido de la libertad, é
igualdad nacional , en que hay por desgracia harta equivo-
cacion, desde que Voltaire en sus obras las designó con los im-
Propios caracteres tan repugnantes á los buenos filósofos, y


pe rniciosos á sus incaetos apasionados.
Si consideramos la representacion del hombre conforme




102
al derecho natural, nos clonvencerémos de su peculiar liber..
tad y de la igualdad que no conoce distincion en su origen;
mas esta libertad é igualdad debe entenderse en términos,
porque no destruye la mayoria de unos á otros seres, ya sea
originaria ya adquirida , de forma que sin perjuicio de ellra
siempre estamos en la obligacion del conocimiento , y sutni-
sion de la mayoria : es decir que el derecho natural concede
al hombre su libertad, combinada con la obediencia á las au,
toridades ya señaladas por la naturaleza, 6 ya constituidas
por el mismo hombre como necesarias al órden social y
su conservacion.


La igualdad en el origen del hombre , y posesion de su
bre alvedrio, le suministran la propension al goce de sus pri-
vilegios ; pero designados éstos por el derecho natural le
imponen los límites de que no puede exceder , sin positiva in.
fraccion de esta ley primitiva , á cuya observancia se halla
estrechamente obligado.. La misma naturaleza en medio de
la igualdad , señala algunos seres superiores á los otros,
dotándolos , no definas 6 menos miembros ni potencias
sino de mayor gracia personal ó intelectual , que no puede
menos de reconocerse , y lograr de la verdadera preferen-.
cía. He aqui la mayoria que el derecho natural nos da á
conocer por la especial designacion de los dotes de la na-
turaleza , cuya teoría pone á nuestra vista un indudable
egcmplo en la construccion de los seres , pues el cuerpo
humano, sin embargo de la proporcional igualdad de sus
miembros , musculos , vasos y visceras , contiene la depen-
dencia de unos de la accion de los otros, en que se cifra
su mayoria é inferioridad respectiva , del mismo modo que
en las raíces y ramos de un árbol: veamos quales otras nos
designa con no menos expresa obligacion de reconocimiento,.


Precisado el hombre á vivir en sociedad para atender
á su conservacion, resulta la urgencia de formar un cuer-
po social , de que son respectivamente miembros sus
viduos. La existencia de este mismo cuerpo consiste en las
autoridades que le dirigen , para cuya eleccion, usando el
hombre de su libertad , contribuye en el nombramiento
aquel 6 aquellos sugetos en quienes se deposita la mayo'
ria , y en ..sol.o : este hecho se somete todo individuo


103
respetar en ellos la autoridad de que por sí mismo los ha
iivestido. Este respeto es tan de derecho natural, co pio que
dice consecuencia con la facultad del libre alvedrio del hom-
bre . , y es el principio de la sumision á los 1 agistrados,
y á todos los domas que egercen jurisdiccion ó dignidad


votacion del pueblo , el qual no puede desentendersepo
de su obediencia sin faltar á las leyes del derecho natural.


Bien podemos decir sin temor de equivocarnos, que de
todo quanto se ha dispuesto en nuestra época nada hay
mas laudable, útil' á la posteridad , y digno de immor-
tal memoria, que el reconocimiento del gobierno monárqui-
co de Espada , en sus sucesiones , y el establecimiento de
la Constitucion Nacional. Esta disposicion es tan arreglada
al derecho natural , que hace compatibles (conforme él )
los derechos de la corona, y la libertad del pueblo español,
que segun sus sabias leyes jamas debió ser gobernado por
monarcas despóticos , y sí constitucionales ; de forma que
la declaracion en esta parte ha sido el rescate de la liber-
tad nacional 9 y freno del despótismo que se 'labia abro-
gado el trono,


Este es el principal origen de la felicidad de una Na-
clon , sin el riesgo de que la destructora anarqu'ía inter-
rumpa los progresos á que aspiramos; mas (as preciso con.
venir, en que la torcida inteligencia que se da al derecho
natural, destruye las buenas idéas de que el pueblo debe es-
tar imbuido , y le sugiere muy erradas máximas; bien 'es
verdad que aun conocido y observado exactamente , siem-
pre suele adolecer en su aplicacion de los vicios propios
de la per s onal idéa de cada uno con que procura dar ex-
ension á sus límites. Esta innovacion que se nota desde el


Principio de los siglos, es propiamente un efecto de la do-
tninacion de las pasiones en el corazon humano , y mas
6 menos nunca dejará de advertirse el exceso en la -apli-
' acion del derecho natural , porque jamas nos veremos age-
los de aquella causa que le motiva , que son las pasiones;


mas que todo el deseo de ascendencia que obra en to-do Hombre.
De todo lo dicho se infiere, que el derecho natural asicor,-


'"" es opuesto al despótismo y usurpacion de la verda-




I o+
dera libertad del hombre , permite ésta en él , con la res.
triccion , capaz de proporcionar su felicidad en la pose,,
sion de una igualdad, compatible con el mismo derecho,
De esta verdad debe convencerse todo ciudadano, para respe.
tar las autoridades constituidas, sin zaherir con parcialidad)
ni ridículas sátiras á los sugetos encargados en la direccion
del gobierno, los quales arreglándose tambien al derecho na,
tural, jamas abusarán de la autoridad que regentan, y con,
tando con la debida sumision del pueblo, podrán formar con
él la respectiva uníon, que es propia de todo cuerpo con su
cabeza , facilitándose por este medio la unidad de volunta-
des , y posesion de la verdadera libertad civil , tan útil
en toda sociedad , y tan conforme al establecimiento del
gobierno , compatible con el disfrute de la igualdad , y
preeminencias que á el hombre corresponden por el dere.
cho natural , como harémos ver en su caso.


Por el contrario, entendida la libertad é igualdad en
la forma que persuaden los libertinos filosóficos como Vol.
taire , y en el modo que la consideran los ignorantes y
obcecados , es errónea , perjudicial y atentátoria contra las
legítimas autoridades constituidas, y por consiguiente opues-
ta al derecho natural del hombre, que se toma por pre-
texto para defender la existencia de aquella libertad ilusoria
y extensiva al desórden político y moral , y á la franca am-
plitud de un proceder arbritário que es en sí mismo cri-
minal y terminante á la desenfrenada disolucion de las cos-
tumbres , y autorizacion en toda clase de excesos.


Esta igualdad pretendida y persuadida de los malvados
para cohoaestar su altanería, es, como he indicado antes, el
principio de la desorganizacion de la sociedad , y el asilo
de un arbitrario proceder , y dominacion absoluta de los
vicios. Finalmente esta igualdad y libertad , en nada
conforme con la legítima y verdadera libertad civil , (111
debe disfrutar un pueblo, con arreglo al derecho natural 41
donde deriva.


MADRID.
IMPRENTA DE VILLALPANDO.


S
.° 14. 1 O 5


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


Del viernes 2 6 de noviembre de 1813.


asta ahora me he concretado en este periódico /á
hablar particularmente de puntos designados , tratando
de aquellos que á mi cortedad parecen de mas precisa
concurrencia al lógro de la felicidad nacional, único
objeto de mi empresa ; mas como á mi título competen
tambien otras obligaciones, de que no me debo desenten-
der , convendrá dirigirme á llenarlas en la .parte que
permita- mi insuficiencia , y siempre bajo la protexta que
llevo hecha en mi número primero.


Separándome de la digresion que pudiera hacerse,
retrotrayendo los deberes del oficio Fiscal, cuya referen,-
cia parecería acaso una intitil ostentacion.., bastará sen,
tar, que siendo su parte la de la Justicia, se halla com-
prometido á impugnar lo que á ésta se• oponga, :


y ad-
herirse á todo lo que con ella parezca conforme, asi
taso á desterrar las equivocaciones con que el entusias-
mo alucina á las veces el entendimiento, y desfigura la
verdadera exencia de la Justicia.


La memorable época de nuestra rebolucion,- los no-
tables acaecimientos de ella, y las especulaciones de las
potencias extrangeras , formadas en su razon , ofrecen á
nuestra vista un objeto, sino agradable , porque en - él
nos ,cabe


y el
la parte pasiva , sí digno de la. mayor aten-


cion, mas propio para deducir oportunas conse-
cuencias;


.¿ pero á dónde camina mi ofuscada imagina-
cien ? ¿ qué razones intento persuadir , ó qué problema
Propongo en éste al parecer metáfisico episódío? grande


o




0.6
es á la verdad la idéa propuesta en mi mente. Ah !---qute
poseyera la eloqUncia de Ciceron para explicar con pió.
piedad el quadro político de la Europa en la época
presente , tal como en un modo extático le veo pintado. .„4


Abortada del infierno la diabólica furia que destinó
la Providencia para subyugar el orgullo de la Francia, ó
(hablando mas claro) entronizado á beneficio de su ame.
bicion el destructor . Buonaparte , despues de haber se.
guido una lid harto desigual las Potenc : as del confinen.
te, se detienen todas , fiando á la observacion el legro
de sus deseados beneficios , ó el remedio de sus previs-
tos daños , y unicamente conserva su enemistad algu
que por su distancia vivía segura de qualquiera ul
rior resulta.'


Por este principio pues fomentado el orgullo del tt
rano:, llega á hacerse temible , y tanto que su osadia
pasa á sugerirle el atentado de constituir sus tributarios
á aquellos reynos que por su inaccion tuvieron parte en
su injusto entronizamiento. Pago es este bien debido de
tan insensata indolencia. Seduce á unos, intimida á otros,
y hace á todos respetar su iniqiia conducta , ¿y á qué
se dirige toda su saña ? á dos puntos harto interesantes,
á saber, el primero robar las riquezas de todas las Na,
-ojones , para saciar su ilimitada codicia ; y segundo em-
brutecerlas y desunir sus ánimos , para mas fácilmente
-subyugarlas : en estos dos polos estriba unicamente el
vasto plan del tirano; pero yo creo que me separo ya de
la pintura que tengo ofrecida, y como no faltará quien
lo note , conviene advertir que mi detencion en esta
parte se dirige á demostrar no el carácter de Napo-
leon , . que ya ha, habido quien nos le detalle con mas
.propiedad que yo pudiera , sino las principales miras
con que se conduce , fundadas , no como se supone,
'en su grande ciencia , sino en la estupidéz ó malicia
de los demas con quien trata.
- .Ocupada mi imaginacion en estas reflexiones y Dcw.


-leido . de: un rapto , me veo arrebatado de un gen!-43
que lile . conduce al liceo de Apolo. Absorto al mirat
en él tantos preciosos monumentos de las artes, llama


107
/D i arenan á un magnifico quadro , que se contie-
nen todas las Potencias de la Europa , segun conocí
por los rótulos con que estlan designadas. Ví pues á
la Rusia ocupada en medir con unas largas cuerdas su ter-
reno, y observé que á cada momento - las a.ñadia. Vi á la Ale-
mania representada en una ninfa, que alternativamente llo-
-raba , y se reía, padeciendo repetidas congojas. La
Prusia con las manos levantadas al cielo , se me figu-
ró á Moysés en la batalla de los Israelitas. La confe-
deracion del Rhin, obscurecida con una densa niebla, ad-
vertí que sus habitantes por efectos de ella se daban
unos con otros; La Italia puesta de rodillas en ademan
de orar se daba golpes en los pechos, y como inquie-
ta volvia á una parte y á otra su cabeza. La Holanda
formaba una especie de contradanza de figuras todas des-
nudas. La Francia no me permitió enterarme de su
verdadera situacion , porque era tal el terremoto que la
agitaba, que no cesaba de moverse. La Inglaterra se
-entretenia solo en dar vueltas á. un pulido torno , en
cuya bien dispuesta rueda , leí los nombres de todas
las Potencias , no solo de la Europa sino de la Asia,
Africa y América. La España se representaba en un
leon echado, á cuyo alrededor circundaban franca-
mente varios animales volatiles y quadrópedos. Otras
Potencias ví que no sé quáles eran, por carecer del ró-
tulo de su distincion , y solo noté que todas tenian un
grande anteojo en la mano. Deseoso de entender con pro-
piedad la significacion del respectivo enigma contenido
en la aptitud con que cada Potencia se veia designada,
Pregunté al genio mi conductor , el qual siguiendo el
Orden, me iba á hacer una indicacion de él, que para
mí era un misterio ; pero yo interrumpiéndole con de-
seo de saciar mi curiosidad preferente respecto de Espa-
Paña , le dige ¿ en qué consiste estar el leon tau
quieto , sin embargo de hallarse rodeado de tantos v
iltil es y quadrópedos que al parecer debian alterar
su reposo? dimana, me contextó, de que está amortecido
co n la terciana y entregado en fuerza.:.'-de su fiebre. áaun
Profundo sueño; mas en despertando .cOne rsolo- un,braluido


0 2




108
confundirá á quantos le circundan. 1 Por qué (le repliie
llora y ríe la Alemania alternativamente ? por estar ba,
lanceada de dos contrarios afectos que producen sus con,
gojas. 1E1 terremoto de la Francia qué denota? su zo,,
zobra y confusion , y la memoria del mal pasado,
y presagios del venidero. ¿El bayle. de la Holanda qué
supone? la pobreza en que la constituyó su suerte, tan,
to en los bienes de fortuna, como en los medios de pro
líticá : ¿y la niebla de la confederacion del Kirin? ésta
es la incertidumbre de su futura suerte, y... aqui lle..
gaba, quando vuelto de mi enagenacion, me ví restitui
do al uso de mis sentidos , y reproduciendo-en la me-
moria aquellas imágenes , principié á filosofar sobre una
representacion tan grata. Viendo que de ella pueden e o
legirse ventajosas deducciones, no me ha parecido opor-
tuno desecharlas, y mucho mas quando á mi corto en-
tender tiene algó de analogia la fantástica pintura , y
'sin mezclarme (porque no alcanzo tanto ) á explicar
lo que no me fué explicado , reflexionaré solo en gran-
de sobre lo que ofrece á la imaginacion esta idea.


Que la Nacion Española haya sido siempre el obje-
to de las especulaciones de las demas , primera observa-
cion que mi éstasis ofrece , ya lo sabemos todos : que
la buena fe del gabinete de España jamas se ha visto,
tal como ella es, correspondida , es tambien inegable; y
que las riquezas de nuestra Nacion siempre han sido pot
diversos modos extensivas á otras, es igualmente ageno
de toda duda. Por consecuencia no podremos desenten-
demos de que la codicia indistintivamente alarma:•'
nuestros enemigos , y excita á nuestros amigos.


Me parece tan propia la designacion de mi
dro , que ya deseo oir el rugido del leon , para
la confusion de los que le rodean. Esta época debe
llegar, si mi rapto no me engaña , y á la verdad q
solo tal esperanza hace lisongera mi pintura. No he d e


-jado de admirar en ella, que qúando todas las potencias
.ma.uifestaban .los afectos de que están poseidas , solo


,:España: clurtniele,. no en ,11 sueño de su reposo, sino o
°dr-letargo. de. su fiebre.. ¡Que sensible adolescencia en.t.


109
critica situacion ! pero mi sentido metáforico no se en-
tienda con una generalidad , que acaso gradúe por su-


rlle
aa mis sencillas reflexiones. Se trata solo de sacar


oportu nas consecuencias, y no de hacer rídiculos paralelos.
Creo que no es necesario fatigarse para cono-


cer las pocas ó ninguna ventaja, que en ningun tiem-
po ha reportado la Nacion Española de las extrangc-
ras y las muchas que estas han conseguido de nuestra
prodigalidad . No es negar la finen,finen,que debemos á la
gran Bretaña, única que se ha señalado en nuestro fa-
vor , es si llamar la atencion , para convencernos de
que aun en el caso de un reciprúco auxilio entre las Na-
ciones , cada una por precision ha de atender con pre-
ferencia á sus peculiares intereses. Que deduccion tan opor-
tuna ofrece mi quadro si nos detenemos en él á obser-
var no tan solamente la causa del 'entronizamiento del
tirano d...; la Europa , sino los efectos que en toda ella
se experimentan. ¿Estariarnos todos con las armas en la
niauo , sino se hubieran antes dejado por especulaciones
de parcial conveniencia ? ¿si hubieran seguido las Na-
ciones el plan que se propusieron en la primitiva liga,
existida en el dia Bounaparte ? no por cierto , ante:.
por el contrario estariarnos ya experimentando los efec-
tos de una paz general , que aún vemos distante ; lue-
go es cierto que la equivocada especulacion de las Na-
ciones fué por sí sola causa del engrandecimiento y
altaueria , que ahora es mas de destruir. En
esto me dirán que incidió tambien la Nacion Españo-
la , pero ella no está comprometida, quando sabernos
que el valido y no la Nacion hizo la indecorosa paz
de Basilea , origen de tan funestas consecuencias.


De todo lo dicho se infiere quan recomendable es
la union entre las Naciones , quando proceden de acuer-
do ; y que para conseguir el fin que se proponen, no
debe perder de vista ninguna de ellas las miras con
que proceden las otras , para obtener cada qual el
beneficio que justamente le quepa por fruto de su anhelo.


Y o quisiera que muchos buenos Españoles renuncia-
ten 2 14 la preocupacion con que suponen en los ex-




1 o
tra.ngeros , una desinteresada adhesion ácia nosotros. z.s,
ta errónea máxima es de muy antiguo el origen
que haya- sido España patria comun de los extrange;
ros, cuyo exceso nos ha originado incalculables daños.
necesario conocer que todo el amor de los extrangero
ácia nosotros , consiste en adquirir lo que les convie,
ne, y enriquecerse á costa de nuestra desnudéz , coing
ha hecho la Francia de muchos años á esta parte.


Para enmendar este abuso , no es necesario romper
con ninguna Potencia, ni faltar á los derechos de bue,
na política y de gentes , sino permitir solo aquella cor,
respondencia social que sea dable , y nivelar la respec,
tina contratacion de unos con otros plises.
• Parece inconexó con el oficio Fiscal todo este rela.
to , pera en extracto se dirige á demostrar la crítica si-
tuacioa en que se halla la Europa , por haberse entre-
.gado los gabinetes á unas especulaciones fundadas en ae.
reos principios ; y que por lo que á nosotros respecta
ltos encontramos en la precision de seguir una lid cons-
tante para recobrar nuestro decoro , y derechos perdi-
dos por la intempestiva paz de Basiléa, que se trató y coa.
-cluyó á efecto de la influencia extrangera en nuestro
gabinete; escarmiento que no debemos olvidar para es
lo sucesivo , y que nos debe desimpresionar de todo
entusiasmo en esta parte.


Finalmente este egemplo debe impulsar nuestro
anhelo para fixar la atencion en nuestro verdadero bien;
en medio de las turbulencias de la Europa , sacaría
de ellas la utilidad á qué justamente podemos aspirar,
y vigilando sobre las operaciones que terminen al ea-
grandecitniento de otra Potencia , sea qual fuere es
quien despues se nos presente un ribal , ó acaso to
-enemigo..


Esta comportacion arreglada á Justicia , y conforme
: al derecho de gentes , es tanto mas útil , quanto capa'
de ponernos á cubierto de una sorpresa, que sigue .ne'
ceariaMente á la demasiada confianza caractéristica dr


: la honradjz y sobriedad española.
Esta generosa Nacion opulenta, industriosa y güera


era por naturaleza , puede sin disputa sobstener la ma-
,r.or ia que le es propia en su continente; y usando por
si de los medios y recursos que posee, jamas necesi-
tará de someterse á los auspicios de otra ninguna Po-
tencia , antes por el contrario se verá de todas respe-
tada, conforme corresponde; y siguiendo un régimen in-
terior, dirigido á fomentar y adquirir la verdadera pros-
peridad nacional , conseguirá la reunion de sus fuer-
zas fisicas y la de las voluntades ; que es el mas se-
guro baluarte de su conservacion.


Este objeto tan imprescindible puede mejor que nunca
consegu irse en la presente época en que estamos com-
prometidos á dar á conocer á la Europa nuestro ca-
rácter nativo , haciendo eterna á la posteridad nuestra
gloria con la humillacion de un enemigo , cuyas fuer,
zas realzan hasta lo sumo los timbres de nuestras vic-
torias.




.01r4E335,ár


MADRID.
IMPRENTA DE VILLALEANDO›




5
(.0.41.1112.152•17,1


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


?el lunes 2 9 de noviembre de 1813.


rara conocer los efectos de la rebolucion de un pueblo
cales son en sí , es necesario reflexionar el carácter de sus


labitantes , y causas de las turbulencias que excitan su agi:-
acion, con cuya idéa se puede acudir al oportuno auxilio,
editando las mas útiles resultas , y evitando las pernicio-
as que son. siempre consiguientes.


No es otra cp_sa.una rebolucion que el trastorno de to-
do- el órden socillojósásionado por diferentes causal; pero
ean ellas qualesgult,th siempre viene á resultar que en-
reidos los ignorantes y los malvados , procuran reportar
ersonales utilidades , á costa de comunes daños. En. tales
cesiones separándose el pueblo de todo raciocinio, solo


busca la posesion de una amplitud que hasta lo sumo le
daña, y renunciando á todainstruccion se entrega abier-
amente al estímulo de sus deseos , constituyéndose en el
estado deplorable de la ignorancia.


Ademas de esto el sistema que , prevalece en tales casos
de apelar á la fuerza, produce alas militares qi.1941ó1ofiosly.
Y Por consecuencia decae el egercicio de las letras.;, ptls
10 solo se abandona el estudio de las ciencias, sino que aun
se olvidan ó desprecian sus conocimientos Ya . .adquiridos,
fundando en las fuerzas materiales el único apoyo de la
razon y desechando el auxilio eficaz del raciocinio, hasta
el extremo de desconocer la influencia de la persuasiba. En
'Vida viene á desmoralizarse el pueblo, y claudicar, en


todo género ' de excesos, sin qne le contenga otra atencion
nt respeto que el que le infunde la presencia de un duro




114.
yugo , sostenido de todo el rigor de la tiranía , cuyo solo
medio le hace buscar el camino de la moral y civismo que
habia abandonado , y reprimir el ímpetu de sus vicios
que vivia. sometido. Esta ha sido siempre la seguida de
reboluciones: no ha habido una en que para recobrar el
pueblo las virtudes de que le desposeyó el entusiasmo, no
haya experimentado los efectos de una subyugacion y dura
esclavitud, precisa en tales casos para restablecer el buel
órden.


Por esta razon debe atenderse con el mayor cuidado et
las combulsiones populares á contener los excesos que pro,
mueven, unos con la sutileza de sus talentos , otros con la
intrepidéz de su ignorancia, y todos por lo comun con sinies.
tros fines, porque pervertido de una vez el incauto pueblo,
es muy dificil desimpresionarle de las vastas idéas sugeridas
por el deseo de lo que juzga mas ventajoso y conforme con
su verdadero bien.


Para evitar estos incidentes tan propios de toda comino-
clon, solo hay un medio y es contener la preocupacion del pue-
blo, y evitar con tiempo que sea dominado de unas máximas
erróneas , cuyo resultado es su total embrutecimiento.


Esta grande obra, de que depende no menos que la efec-
tiva felicidad de un pueblo, es de obligacion de todo ciuda-
dano , que poseyendo algunos conocimientos , se halla capa-
citado para ilustrar á la Nacion'y evitar los efectos de la ig-


, norancia que la son tan perjudiciales.Esta grande obra, vuel-
vo á decir, es propia de los'escritores , cuyos sanos consejos
y meditadas reflexiones no solamente sostienen la moderacion
én el pueblo y evitan que olvidado de sus deberes se entregueá


n , sino tambien le hacen conocer su verdadera
prOsperiáid:y medios mas propios de conseguirla. Tal es el
resultado 'de los papeles públicos , dirigidos por un verda-
dero zelo patriótico y fundados en el laudable deseo del co-
mun beneficio ; mas es la lástima que de este único remedio
de la perdicion de Un puelidO , suele á las veces ocasionarse
el principio de 'su ruina.


Ninguna cosa" puedesalvar á una Nacion, sino la fuer-
za dé sus armas y la aplicácion de sus talentos, bien enteli-
dido, que si por acudir á aquellas, se abandonan estos >


I'5
„ida servirá quanto la fuerza intente ; por ; consecuencia de-


eirémos que un pueblo abandonado á sí" propio, aunque
dos sus individuos esten armados, siempre opondrán


.
á sus


t
odos una fuerza tanto mas débil, quanto falta de la di-
eccion que producen los talentos, y concluirémos que sin es-
os de nada sirven las armas.


Por este principio se- infiere quan estrecha obligacion
tienen los sabios de ilustrar al pueblo para evitar su per-
'ersion y ruina: y quan delinqiiente, y abominable es todo
el que aprovechándose de la confusion en que se halla una
nacion en su crisis , la seduce con sus escritos , esparcien-
do máximas equivocadas, é induciéndole á la adopcion del
liberrinage y desconocimiento de las autoridades, y ultima-
nleate á la desunion y personalidad que es el principio de
su absoluta destruccion.


La franquicia de imprenta tan útil - en quanto propor-
ciona la propagacion de las ideas de los., bien intencionados
sabios, viene á ser por el ahuso de los sediciosos el -origen
de muchos y muy clásicos errores , tanto en lo moral co-
mo en lo político.


Si yo hubiera de hacer una individual descripcion de los
muchos escritos , publicados desde la libre permision de la
imprenta , inclusos los periódicos, quizá incurriria en la
indignacion de sus autores, por lo mismo y habiéndome pro-
puesto no- agraviar á nadie , me dispenso de citarlos, pero
no puedo prescindir segun mi título de decir lo que me pa-
rezca conforme á justicia en este punto.


Bien podemos sentar que en la abundancia de tantos y
tan distintos escritos se ha tratado de todas materias , si
con propiedad ó no, juzguénlo los inteligentes lo, cierto es
que en efecto se ha tratado de todo y aún acaso con mas ex-
tension que la debida en quanto á algunos particulares.


Dividamos pues por clases las obras que se han publi-
cado, no para criticar á sus autores, sino á fin de producir
con particularidad algunas sencillas reflexiones sobre su con-
texto, y considerándolas en los grados de superioridad, me-
dianía , é inferioridad, podemos conocer el beneficio general
clgueiate qut e. sao: susceptibles. Como superiores deben mirarse las


de ilustrar al pueblo , suministrándole las nocio-
P 2




ir/ 6
nes que-necesita, y haciéndole conocer el verdadero
que debe easpirar, , con la hnpugnacion de los excesos, é
cacion del medio mas prudente de remediarlos. En la inedia:,
nia colocaremos á las que con un buen zelo solo compren,
den noticias , y nada tratan de instruccion ; y por ínfimas
juzgarémos á las que prescindiendo de la parte instructiva
se dedican solo á la impugnativa, denigrando á guamo;
comprehende su idéa, y cometiendo en público una detracción
agena de la sagrada Religion que profesamos.


En quanto á las de la primera clase sobre utilísimas al
bien público, son precisas de necesidad, porque no hay co,,
sa mas urgente que ilustrar al pueblo, ni aecion de mayor
mérito que contribuir al general beneficio por un medio tan
digno y de que redundan inegables utilidades, sin compa.
racion mayores que las del exercicio de las armas.


Respecto de la segunda, aunque interese en parte al pue-
blo cornúnicaCion de 'noticias , como estas se le suministran
por parte?, det : gobierno , obligado y encargado de publicar-
las , es , sino inútil á lo menos excusado el trabajo que se
toman sus autores, y aun acaso expuesto á engañar al pue-
blo sin querer, porque si su referencia procede de avisos
particulares suelen ser muy fallidas, y de consiguiente poco
astil su publicacion, pues contribuyendo á las lisongeras ideas
que produce la creencia de un incierto ó ponderado supues-
to , exaspera su resultado , y hace decaer hasta lo sumo la
pública confianza ; cosa que en nada proporciona beneficio


la patria.
:En razón de la tercera, no solo son inutiles tales escritos,


sino en sumo grado perjudiciales al bien coman , en quan-
to persuaden. máximas impropias del patriotismo , siembran
la discordia , é indisponen los ánimos, causando la des-
union , en vez de aconsejar y promover la uniformidad de
voluntades, tan .precisa y conducente para la conservacioa
y prosperidad del -pueblo. Impugnan claramente las opera-
ciones de qualquiera sugeto aunque sea constituido en digni-
dad , sin dispensarse de nombrarle, denigrando en


su opinion y causándoles sino el ódio , á lo menos la
sospecha de toda la racion , y estos á quienes se critica de
un modo tan imprudente se les incita desde luego á la .erie-


1 7 :
//l istad y -ódio'de los que les denigraron , siendo el origen
de la separacion y recíproco aborrecimiento.


So es este pues el método que exigen las circunstancias,
antes por el contrario es un estilo sedicioso, subersivo, y age-
no del patriotismo con que se cohonesta. El compromete al
gobierno con el pueblo , produce en éste la descondanza de
aquel , Y persuade el engreimiento é insubordinacion, prin-
cipio de la verdadera anarquía; de que se sigue que esta cla'
se de obras hacen perder el concepto á los sensatos y
prude ntes autores, porque acostumbrado el pueblo á leer unos
papeles en que lejos de estimularle á la virtud, pintándosela
con los vivos colores que la caracterizan, se le induce á la
adopeion de todo aquello que debla evitar , se le alhaga el
odio con la aprobacion de sus excesos , y se excita su risa
con rídiculas y falaces expresiones para propercionar su
llanto con su perdicion: se retrae de leer los discursos de
quien con juicio le estimula á su correccion , y desprecia
con el dicterio de rídiculo á los sensatos'escritores. Tal mé-
todo- constituye á sus autores verdaderamente reos de
la pública proscripcion , y como causantes de la obce-
cacion del pueblo , incurren en el abominable delito de
traidores políticos de su patria.


No es acriminar la conducta de estos , ni otros escri-
tores , porque acaso no procederán de malicia y si de: ig-
norancia , ó arrebato de un indiscreto zelo , en cuyo ca-
so estarán mas próximos á corregir su estilo , y libertarse
de la justa queja que puede la racion deducir contra ellos.


Nada digo de los que escriben en punto á la religion,
porque respecto de las obras de esta clase en que se vean
estampadas expresiones impías , eréticas ó inductivas á
errores , creo, que los dignos . Prelados eclesiásticos á quié-
nes compete poner remedio á estos excesos , no prescin-
dira n de su celo apostólico tan necesario en la época
presente.


La principal obligacion pues de todo escritor es dedi-
carse á producir la edificacion de sus lectores , y huir de
causar el mas mínimo escándalo, ó inducir unas idéas 4.1 u e
Puedan ocasionar malas consecuencias en general , ó en
Particular atendiendo siempre . a qne sus voces no tengan




TI g
diversos sentidos 9 para que no causen daño con su bit.,
cida inteligencia , poniéndose á cubierto por este medio
de la tergiversacion de sus conceptos, en cuyos términos
merecerán con Justicia el • título; de buenos patriótas , y
el honor de restauradores de la Nacion, y promotores de
.su instruccion , principal cimiento de la verdadera prospe,
ridad.


Convenzámonos de una vez de que todo quanto. no ter,
mine á la ilustracion del pueblo , es ageno de las circuns..
tancias en que nos hallamos. Ellas exigen que olvidados
de parcialidades. , nos unamos para contribuir respectiva.
mente al beneficio general, que á todos nos interesa. Por
este medio conseguirémos, que reprobado el exceso con mo..
destia y sin agraviar á quien le comete , se aprecie nues-
tra doctrina, corno. fundada en sólidos principios, cono,
ciendo el pueblo su verdadero bien y sendas que á él le
conducen, y apartándose como advertido de todo lo que le
puede perjudicar. Por este medio lograrémos que impregna.
do el pueblo de sus respectivos privilegios é imprescindi-
bles deberes, respete corno corresponde á las autoridades
constituidas , uniéndose íntimamente con el gobierno , el
qual auxiliado de las ideas qúe le suministren los sábios,
podrá con mas facilidad acudir al desempefio de sus graves
y cumulosas atenciones, consiguiendo el acierto en quanti}
se determine, y eligiendo los medios mas óbvios de propor•
cionar la prosperidad de la Nacion, á que todos debernos
contribuir con nuestros conocimientos y facultades : y pos
este medio en fin fomentaremos la verdadera felicidad de la
patria, y adquiriremos la gloria, no solo de haber suministra•
do la instruccion á nuestros conciudadanos , sino la de eter-
-nizar nuestra fama, dejando á la posteridad en nuestras
obras el respetable y digno monumento de la mas grao
memoria , y un egemplo y prueba indudable de verdades
ro patriotismo.


El aneto de la enmienda de los defectos en que isici"
de el hombre por la fragilidad de su naturaleza , escas1
de sus talentos, ó dorninacion de su malicia, es no solo
deber de todo miembro de la sociedad, sino un precePtl,
divino por el qual estamos obligados á suministrar


saL


9
'ximo los mejores consejos , y advertirle sus defectos, en


ir°isro de la caridad fraterna , tan recomendada en el evan-
helio. Para conseguir el buen éxito á que terminan aquel


eber y obligacion , es necesario usar del medio mas com-
pat ible y capaz de conseguir la correccion de los excesos
á que termina, ¿ y quál es éste ? el convencimiento del en-
tendimien to del hombre , con sólidas razones , capaces de
hacerle presente su equivocacion , é inspirarle el deseo de
enmendarla.


Esto no se consigue denigrando con una crítica infa-
matoria, ni acriminando los hechos, porque lejos de mover á
su correccion , exasperan el ánimo, y producen la afirma-
tiba del hombre en su opinion , y ademas el ódio contra
sus impugnadores : se logra sí, advirtiendo con modesta efi-
cacia los defectos , y dandoles una atribucion no criminal
ni maliciosa, sino lo mas sencilla que sea posible, para
comprometer á su correccion con la suavidad que exige la
prudencia sin que pueda resentirse el impugnado de ha-
ber juzgado' temerariamente sus operaciones.


Una de las propiedades de la fragilidad humana , es la
ofuscacion con que el amor propio nos desfigura nuestros
defectos , y nos hace sentir la repulsa de los que contra-
dicen nuestra opinion , ó critican nuestra conducta : por es-
to está tan recomendada la dulzura en la reprehension, y
absolutamente proscripta la aspereza y acritud , de que
por experiencia sabemos todos que jamas se consigue el fin
deseado, asi como con la moderacion se ha logrado siem-
pre mas facilmente el remedio de los excesos.


Esta máxima adoptada por los sensatos , es dimanada
no menos que del mismo Jesuchristo , cuya predicacion y
la de sus sagrados apóstoles, fué siempre expuesta con la
mayo r modestia , sin que sus : :eficaces y persuasivas expre-
siones infiriesen jamas el menor agravio.


Juzgo sean suficientes las reflexiones que quedan ex-Puestas, para dar á conocer la obligacion en que todos
'los hallamos de cooperar á la felicidad de la Nacion, ilus-tran2




al pueblo y auxiliando al gobierno , para la adop-
I 'm de las idéas mas ventajosas y útiles al bien general,
eglivenciendo con fundadas razones, excitando con pruden-




I2 0
tes argumentos , é impugnando Con moderacion y sencillez
para lograr los mas felices efectos , en cuya forma iliabre's
mos desempeñado con Justicia y rectitud la obligacion que nos
compete , pudiéndose decir que conducidos de un verla,
dero buen zelo contribuimos por nuestra parte á la saL
vacion de la patria.


Sí sábios escritores : vosotros que electos por la pro,
videncia apóstoles políticos de la Nacion, os hallais ,: cons,
tituidos sus maestros , sus directores y sus consejeros :
vuestras obras enseñando una verdadera doctrina , halla el
pueblo las nociones que necesita, y dirigido por las ree,
tas sendas de la virtud , aprende el camino de su venda.
dero bien, que elegirá. y seguirá constantemente á impul.
sos de los saludables consejos que le suministre vuestra me.
ditada y eloqüente persuasiva. Seguid pues tan laudable y
digna empresa, para que mereciendo el premio de vues.
tras fatigas con el general , concepto , lleveis hasta el se_
pulcro el reconocimiento de la Nacion entera, en quien
sea inmortal el recuerdo de vuestro inestimable sacrificio.


MADRID.
IMPRENTA DE VILLALPANDO.


N.° 16. _ X


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


Del viernes 3 de diciembre de /813.


Q" uando el entendimiento del hombre se halla empeña-do 'en elegir lo mas conducente á evitar su perdicion
experimenta coinunmente en la acumulacion de sus idéas
los 'efectos de su natural fragilidad. Cuanto mayor es el
celo que le anima son acaso mas grandes las oposiciones
que se le presentan, y ésta es la causa de verse decidi-
do por el daño guando aspiraba al mayor beneficio.


La commocion y trastorno que ha sufrido la Nacion
Española, excitó desde el principio en todos sus individuos
un buen deseo, tanto mas laudable, quanto terminante á un
solo fin; mas la diversidad con que cada uno discurre los
medios de conseguirle , es el obstáculo que impide su po-
sesion.


Este mismo deseo no ha podido menos de excitar tan
vastas idéas, que segun su clase y aplicacion, se oponen al
fi a propuesto, no porque en sí dejen de ser útiles , sino
porque el demasiado celo interrumpe su genuino sentido.


Tal es la máxima generalmente adoptada de reformas
que se ha llevado la atencion en términos que acaso he-
mos de intentar reformar á la misma naturaleza.


Quisiera antes de hablar de lo que es reforma pre-
guntar á todos los que la desean, del modo que explican
en qué sentido la entienden. Es muy gracioso el espectá-
culo que se presenta en los parages públicos, guando reu-
nidaen ellos una porcion de gentes gritan algunos en al-
tas v oces reforma en todo, á fuera tribunales, á fuera frayles,


fuera empleados, á fuera.. faltándoles decir, lo princi-




122
pal y es fuera ociosos que sin reflexionar en nada ,
todo quieren decidir.


Yo estoy tan conforme con las reformas que las consi..
dero necesarias, pero entiendo que la primera y mas priu,
cipal es la de las costumbres , porque sin ella serán ¡tu,
sorias todas las demas. Sentado este principio procuraré
hacer ver lo interesante de una reforma, casos en que
conviene , ó es de absoluta precision y modo de ponerla
en práctica conforme á Justicia, sin cuyas circunstancias
viene á transformarse la reforma en destruccion, y léjels
de perfeccionarse lo que se trata de reformar , acaso se
le despoja de lo poco útil que conservaba; y como este re..
sultado , aunque sea efecto de un buen celo, siempre vie-
ne á causar perjuicio, debe mirarse el punto de refor-
mas con mucha atencion, porque para realizarlas juicio-
samente, no basta el buen celo si no está acompañado de
un exacto conocimiento y prudente meditacion sobre el
punto ó puntos que se trate de reformar. La reforma no
es otra cosa que reducir un establecimiento ó disposi-
cion al exacto estado de su origen y aun perfeccionarlo
mas, removiendo los vicios de que adolezca, y reponién-
dole en su rigida y primitiva esencia. Para que la refor-
ma pueda calificarse de juiciosa , necesita adunas de ser
dispuesta con los requisitos de tiempo , caso y lugar, con-
formarse á Justicia, y recaer sobre las circunstancias efec-
tivas de precision ó utilidad ; de lo contrario será ex.
puesta, atentada y perjudicial, ocasionando conocidos
daños y trastornando el órden en lo mismo que se tra-
ta de restablecerle.


Todos sabemos la necesidad que hay de reformar los
establecimientos , tanto por los vicios que han 'adqui ri


-do quanto por los muchos abusos que introdujo de al*
gura tiempo á esta parte el abandono y falta de aten-
cion á que nos hemos visto entregados. Por este pr in


-cipio tambien es constante que exigen reforma todos los
estados y ciases de la sociedad, cuya corrupzion alla-
nada ya de la vicisitud del tiempo, ó ya de qualesq uie-
ra otras causas , habia constituido á la Nacion en un
estado . deplorable é incapaz de subsistir ; mas corn o I


123
oinienda de tan generales abusos no es factible , como
•,ren algunos por una reforma general, nos hallamos en el


c¿iuts L'o de hacerla en todo lo que sea necesaria; empren-
aiéndola por partes esto es, en especial en cada clase


llegar á conseguir un buen efecto , pues de otronald b
',nodo solo se lograria confundir unas con otras, y per-
v-e r t irlas todas en vez de corregir sus excesos.


Me holgaria de que el prurito de las . reformas fue-
se arreglado á estos principios y en tal caso no tendria


eniente de graduarlo de racional ; pero esa gene-irt alclornef,v
refo rma tan apetecida, no puede parecer convenien-


te á ningun sensato , porque ella no es otra cosa mas
que una absoluta abolicion de todo lo que está establecido
y una general adopcion de novedades , todas ellas de
muy dudosas consecuencias.


Ya tengo dicho en mi número guarro, tratando del
punto administrativo , lo suficiente para conocer que
toda novedad necesita estar muy meditada, y guando no,
se expone á malas resultas , y teniendo aquel particular
tanta analogia con el de que voy tratando, no puedo me-
nos de referirme á quanto allí produje en apoyo de mi
opinion.


Antes pues de proceder á la reforma en qualquier
punto ,.se necesita examinar los principios en que se
funda , y reglas que le están impuestas , acercándose á
conocer los vicios ó abusos que contiene, en cuyo ca-
so remediando estos queda efectuada la reforma ; pero
dar por el píe un establecimiento con pretexto de re-
formarlo , es una destruccion y no una correccion, en
cuyo caso ya no resulta tal reforma.


Las fatales y críticas circunstancias en que nos he-
mos visto, deben mover nuestro ánimo á desterrar de
nuestros establecimientos todo lo que les sea inútil ó per-
judicial, z y se logrará esto con la pretendida reforma
general fundada en su absoluto trastorno ? ¿ juzgan aca-
so los que tau fácilmente hablan de reformas , que es-
tas consisten en desechar todo lo establecido y reponer-
1° con novedades? esto en realidad es delirar, es no
entenderlo, y es buscar directamente la perdicion y rui-


q 2




124.
na de todo quanto se intenta mejorar. Yo bien conoz_
co de que en una situacion corno la nuestra, todo el
pueblo se intrusa á entender en todas materias , todos
son estadistas , todos militares , todos filósofos y todos
políticos; en fin todos se atreven á hablar de lo que
no entienden. Asi son tan acertados los proyectos y
tan conformes los discursos.


Es rídiculo. á la verdad el apoyo que se da á esta
ofuscada opinion. Dicen pues los preocupados que en la
ocasion presente estamos mas proporcionados á establecer
una general reforma, porque lo que ahora se hace, queda
hecho para siempre, y por este principio pretenden que
todo sea nuevo ; no haya leyes , no haya establecitnien-
tos , no haya costumbres, no haya nada de quanto dis-
pusieron los antiguos, sea bueno ó sea malo , que es-
to nada importa. Qué error tan clásico; i y quién ha di-
dio que para conseguir en un todo la perreccion que se
solícita, es conveniente anular en general lo establecido?
en verdad que hacemos un buen honor á nuestros pre-
decesores, guando debemos no solo seguir , sino respe-
tar sus disposiciones : dígalo esa recopilacion, efecto de
la sabiduria y monumento de la Justicia, y díganlo tam-
bien las instrucciones que gobernaban peculiarmente en
varios establecimientos , y veremos qué podemos sobs-
tituir á ellas.


Es necesario conocer que este deseo de las reformas suele
tener su procedencia no solo de la falta de conocimien-
to, sino tatnbien del deseo de la novedad, en que sue-
len hallar algunos un interesante partido, y aqui vemos
una de las principales causas de la general opinion.
Por lo mismo no debemos olvidar el reformar ésta pri-
mero que todo , nivelándola con un detenido examen en
la efectiva reforma que necesitamos , y procediendo á
realizarla con el tino y madurez que aseguren su feliz
resultado.


Estas opiniones que lejos de dirigirse al bien efec-
tivo de la Nacion , terminan á su confusion y deca-
dencia , envuelven en sí un espíritu revolucionario Y
deben mirarse con mucha atencion , porque inducen á


.4•


I 2 $
fa adopc i on de novedades, y como su establecimiento no


producir útiles consecuencias , se desacredita el
Puedegobierno y llueven contra él las críticas de los que solo
desean un pretexto para desunirle del pueblo en que
consiste todo el dado y perdicion de la patria.


Nosotros que, usando de la facultad que nos es pro-
pia, hemos depositado el señorío de la Nacion en los su-


getos
que nos ha parecido conveniente,


, no solo estamos
por este hecho obligados á respetar la soberanía de que


hemos investido , sino tambien á suministrarles laslos
máximas que sean mas conformes á Justicia, y terminan-
tes al bien general ; pero si léjos de esto les indicamos
encubiertas con el velo del patriotismo las mas erradas
y perniciosas idéas, seremos reos de su equivocacion, y
les inferiremos una injuria en criticar sus opiniones, de
que sonsos causantes.


La reforma general que se pretende persuadir no es
otra cosa , como ya dexo indicado, que una total con-
fusion, para arruinar á la Nacion , y constituirla a pe-
sar de las proporciones con que la ha dotado la natu-
raleza en un estado de debilidad que la imposibilite pa-
ra la adquisicion de su verdadero bien. Esta idéa, 6 por
mejor decir, esta decision nace de la ignorancia de al-
gunos y refinada malicia de otros , que pueden llamarse


lapatria.
agentes


nuestros enemigos y por lo mismo infieles á


Ya tengo dicho, tratando en particular de algunas
reformas, que es un error clásico el pensar que nosotros .
sabemos mas que nuestros mayores, y por mas que que-
ramos discurrir no les llevaremos ventaja en sus bien
meditadas disposiciones. Si nuestro amor propio nos apa-
renta mas sabios que aquellos, y nos hace suponer ca-
paces de reformar sus producciones , aboliéndolas ente-
ramente, la experiencia nos liará conocer que no alean-
'amos á substituirlas en otras iguales , y entónces nos
c°nvencerémos de que lo que hay que reformar primero que


d


todo es nuestro amor propio, mas es el caso que quan-
0 lleguemos á penetrarnos de este convencimiento , yá
a x-; .
" acion estará :experimentando los funestos efectos de




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•uonndo inloiptgaod ura is ua so 011103 In
112a3rasao!j os v0ra2sap .aodv.twofaÁ




z[)
sencilla descripcion _de los excesos que de notorio s
advierten en todas las clases de la sociedad y estable -
cimientos de la Nacion , é indicarla tainbien el medio
mas óbvio de su útil reforma ; pero bastará con reflexi(S„
nar por punto general el origen de los vicios, para ve,
nir en conocimiento del primer medio de su correcciou,


Desde el principio del mundo sabemos que los vi,
cios de un establecimiento , ó de una comunidad, pue,
blo ó nacion , tienen su origen de la corrupcion de
las costumbres de algunos miembros de estas corpora-
ciones , y de consiguiente reformando cada qual de ellos
sus individuales excesos , vendrán á estar correctos los
establecimientos , comunidades y pueblos que constitu-
yen estos individuos ; `de que se convence , que para
la reforma que tanto necesitamos por los vicios intro-
ducidos en todas las clases de la sociedad, es ante to-
das cosas precisa la individual reforma de _costumbres
de los miembros que las componen , con solo cuyo
principio podrá ser sólida, acertada y practicable la
reforma general.


MADRID.
IMPRENTA DE VILLALPANDO.


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


Del lunes 6 de diciembre de 18£3


e sentado en los principios de eta obra que el espíritu d e
partido se opone absolutamente á la felicidad de una Nacion;.
y para distinguir esta proposicions, conviene que antes nos.
acerquemos á examinar en sí que cosa es el espíritu de par-
tido tan pernicioso y distinto de lo que se llama variedad de
opiniones, porque aunque ésta no es menos dañosa que aquel'
en quanto contiene la diversidad de pares. eres, varía sin em-
bargo como -haré ver en quanto permitan mis escasos co-
nocim ientos.


No es otra cosa el espíritu de partido de que trato que la
resolucion á.seguir un sistéma con conocimiento de su Mins-
ta procedencia y defenderle y sostenerle contra el torrente
de la razon á que se resiste, negándose á los impulsos de es-
ta y declarando abierta opinion á la Justicia misma; por en-.
yo principio es visto que el espíritu de partido en sí debe mi-
rarse como criminal, detestable y opuesto á la moral cris-
tiana, leyes de nuestro código, y aun al derecho natural,
si n que les quepa á los obcecados en él la disculpa de su
equivocacion, porque uno de los axiomas de su observan-
cia , es huir del conocimiento que pudiera sacarlos del
abismo de su ceguedad.


Como se funda este espíritu en los principios de la
corrupcion de costumbres y libertad de conciencia , está
llegado á reconocer la eficacia de todo precepto y opuesto


la sumision de las dignidades , en términos que puede
r


R 29




'/30
decirse que degeneran los hombres en irracionales , desee,
tendiéndose hasta de los impulsos del raciocinio, y sien,
do tal su obcecacion que aún á sí mismos se aborrecen, sil
conformar jamas sus -dictámenes : de modo que viene
resultar la discordia , como electo preciso de este espíritu
de partido , que solo tiene por objeto desunir las volunta,
des y sembrar la sedicion para enemistar á los hombres'
poniéndolos de mala fe , y alarmándolos unos contra otros
hasta conseguir su recíproco aborrecimiento é incapacidad
de uniformar sus idéas. Tal es lo que con propiedad se
llama espíritu de partido , cuya seguida necesaria es la to.
tal relaxacion del pueblo, su altaneria y entrega á todo
género de excesos , con absoluto desprecio de la Justicia, y
últimamente con la adopcion de una verdadera anarquía,
que le conduce á su total é irreparable ruina.


Son tan insensiblemente eficaces los medios con que se
propaga el espíritu de partido, y con él sus punibles idéas, que sin
conocerlo puede hallarse envuelto en ellas todo el que poco cau-
to se preste á las falaces persuasiones con que se apodera pro-
gresivamente del corazon. humano, hasta el extremo de des-
terrar de él todo sentimiento que tenga analogía con la
Justicia , porque en todos los hombres puede renacer este
erróneo sistétna de distinto principio , tomando su origen
de la idea que es dominante en su opinion , y asi es que
el mas justificado puede caer en el miserable lazo de esta
ofuscacion.


Es tan árnplio y numeroso el cúmulo de títulos ó pre-
textos con que puede cohonestarse el espíritu de partido, que
se hace aplicable á la pasion dominante de cada




hombre,
y aun á la virtud moral , que por su particular carácter le
es mas .ánaloga , por esto se encubre unas veces con el mas
acreditado patriotismo, otras con la filosofia, otras con el
libertinage y otras hasta con el sagrado velo de la Religion.
Pe aqui procede que el espíritu de partido puede producir
la obcecacion en todos los hombres , sin que obste su die
versidad de talentos , genios , clases y estados.


14?.1'


Por este relato se conoce bien claramente quan opuelj.


I 3 I
es el espíritu de partido á la felicidad de una Naciera pues


c onsistiendoonsistiendo ésta principalmente en la uniformidad de voa.
itioades , que impide aquel , como dirigido á la desunion


5:a
recíproco aborrecimiento de los hombres entre ...sí, resala
que sin destruirse el espíritu de partido, no. puede haber


un ioa de voluntades , ni por consecuencia conseguirse la
"clic:ida& de la patria,


No asi debemos considerar la distincion ó variedad de
opiniones , que á las veces suele equivocarse • con el espíritu
de partido, de que ya hemos dicho.a varía notablemente.


Es constante que uno de los e!'ectos de la providad
de la naturaleza es la produccion de tantos seres todos
diferentes, aun ea medio de su semejanza ; y no admite
duda que la misma dificultad que hay de hallar dos hom-
bres absolutamente iguales en sus rosaros , egerce respecto
de sus talentos , y modo de opinar , de que.. resulta la di-
versidad de pareceres en todo punto, que se controvierte
entre vários sugetos, sin que obste .para ella estar poseidos
de un mismo deseo y dirigidos á un propio fin.


En efecto , la diferencia de los pareceressentre los hom-
bres puede proceder de muchas causas y a sencillas é . in-
culpables , como de ignorancia ó de equivocacion invo-
luntaria , ó ya tambien de malicia , en cuyo último caso
incide en lo que se llama espíritu de partido.


Quando la disparidad de dictámenes consiste solo en
la primera de las causas que dejo indicadas, vienen al fin
á uniformarse.al mas arreglado., porque como la• discusion
termina




á buscar el acierto llevando por uorte la Jus-
ticia., aunque cada qual trate de sobstener su parecer, vie-
ne á convencerse con razones de la equivocacion que pa-
decia, y renunciando :.g.ustosb su dictámen , se adhiere al que
ve calificado de mas, justo, siendo por consecuencia acertadas
siempre las decisiones-que recaen sobre este sólido principio.


Esta y no otra :es la ..razon_porque está recibido general-
mente como útil, y mas próximo al acierto el método de
discutir , y proveer por votacion en los puntos mas intere-
santes., de que resulta no solo la completa: instruccion de


7'




32
todos y qualesquiera incidentes de la materia de que se tra,
ta , sino tambien la resolucion mas arreglada á justicia 5
conforme á la mayoría de dictámenes procedente de una de:
tenida meditacion, tanto mas escrupulosa, quanto contro,
vertida con las respectivas oposiciones , dimanadas de la
diversidad de pareceres.


He aqui la diferencia que hay del espíritu de partido y
variedad de opiniones : ésta viene á reducirse á lo justo,
aquel jamas cede á la razon. Por lo mismo guando se tre..
ta de sostener la equivocacion de un parecer, contra
persuasiones de la razon , no es ya variacion de dictamen,
sino declarado espíritu de partido, opuesto como dejo proba-
do á la Justicia , y por lo mismd criminal y pernicioso.


Si nos detuviesemos á examinar los perjuicios que oca,
siona el espíritu de partido, veriamos patentemente que por
él se pueden eludir todos los beneficios que rinde la con-
formidad de muchas opiniones fundadas en Justicia : por él
se imputa á la inocencia los mayores delitos, se acrimina
y persigue á la virtud, y se ensalza la ignorancia, y la
maldad hasta el extremo de hacerla parecer virtud y me-
ritó. De esto y mucho mas es subsceprible el espíritu de par-
tido, cuya influencia es principalmente dirigida , como ya
deio sentado , á efectuar la desunion de los ánimos, diver-
sidad de voluntades , y respectiva enemistad de los hombres.


Asi que debemos mirar éste como el mayor de los daños
que pueden:acaecernos, huyendo con el mayor cuidado de no
vernos comprehendidos en sus erróneas máximas.


Por fortuna creo no haya un buen español que no co-
nozca que toda nuestra prosperidad depende de seguir la
opinión de la Justicia, y como ésta se opone enteramente al
destructor espíritu de partido , es consiguiente que todos nos
señalemos con un mismo y solo distintivo ; y debiendo ser
este arreglado á los principios de la religion que profesa-
mos , parece no se nos puede ofrecer duda en nuestra de-
liberacion.
- No se diga jamas que hay entre nosotros partidos, por-
que no debe haber mas que el de la razon y la Justicia:


3 3
,
obre él varian las idéas, deben nivelarse y conformarse


5 " aquellos principios. La observancia de la Religion cató-
lica, la stanision á nuestras sabias leyes , y la justa inde-


endericia nacional , deben ser solamente el objeto de nues-
pea anhelo , terminando á él todos nuestros esfuerzos , has-
ta llegar á conseguir la prosperidad nacional tan apeteci-
da. Si en este punto discordamos , no será extraño, porque
fixos en un mismo principio, podremos variar en los medios,
segun nuestra peculiar inteligencia ; pero cuidado no dege-
neremos en el espíritu de partido , porque este no puede
atraernos mas que la perdicion.


Dile es tan sensible , y encuentro tan poco decoroso al
honor de la Nacion Española, ver estampado en algunos
papeles la voz de partidos , que á la verdad no puedo leer-
lo sin horror , porque supone una desunion, que ademas
de desacreditarnos , no puede menos de lisongear las idéas
de nuestros enemigos.


Todos somos hijos de una misma madre ; todos somos
igualmente obligados a procuran la felicidad de la patria,
y aunque para ello difieran nuestras opiniones , porque en
la inteligencia particular , ó en el modo varíe cada uno
Segun su entender, siempre que nos conduzcamos á un mis-
mo fin , deberá prevalecer la Justicia, cediendo en honor de
ella todo dictamen que la razon convenza de equivocado.


.No soy un defensor de la corona , ni un abogado del
pueblo, soy y me he propuesto ser un Fiscal de la Na-
clon , absolutamente imparcial , y solo adicto á lo que se
conforme con la Justicia , y termine á la verdadera feli-
cidad de la patria, en cuyo concepto no se deberá atri-
buir quanto reflexione " acerca de ésta á una inclinacion
partidaria 1 . sino á la debida atencion á la Justicia, único
Y principal norte de mis anhelos.


Sin retrotraer las leyes de nuestra recopilacion , que con
l a mayor claridad y conocimiento , tratan del punto á
que yo me dirijo , bastará que nos arreglemos por ahora
a nuestras mismas declaraciones , para quedar convencidos
de lo intempestiva , perjudicial y poco honorífica que nos




X34
es la existencia de ló que se llatrian partidos , cornci que
se opone abiertamente á nuestras deliberaciones, recibidas
y adoptadas por la Nación , y constituidas corno primera
base de sus estatutos.


!Iájf
En efecto despues de haber experimentado las funesta


resultas de un gobierno despótico ; despues de haber pe,
iletrado las idéas de un enemi go poderoso , y á la vista
de sus temibles huestes, hemos °dado una prueba del he,
roismo y justiaeacion española, declarando por nuestro
rey al amable , virtuoso y poco afortunado D. Fernan,
do , cuyas relevantes prendas y notorias desgracias exl,
gen nue s tro amor y nuestra compasion.


Sin entrar en discusiones sobre la legitimidad del de.-
recho de la corona de España , ni sobre la estabilidad
insulkiencia de la declaracion que destituyó de ella á la
casa de Austria, y llamó á la de Borbon (segun se dice),
parece nos debemos concretar al presente á las mas re-
cientes ocurrencias , .considerando como inútil ó de. nin-
guna fuerza. qualesquiera accion al trono , y corno situa-
do el pueblo en la, autoridad que le compete de nombrar
un rey que le gobierne.


En tal supuesta, y usando la Nacion de su libre al-
vedrio nombró eligió y juró por su Rey al Sr. D.
Fernando séptimo, en cuyo augusto nombre por su au-
sencia , y cautividad nos rige , gobierna y manda el


Ilustre Congreso y Suprema Regencia , ¿y esto es tener
un Rey 'reconocido ? ; es comprometerse la Nacion gusto,
sa á su obediencia ? asi lo tiene manifestado y jurado; ¿pues
qué partidos distintos caben despues de esta solemne de-
claracion . que no sean opuestos á ella? ¿ hemos hallado ra-
,zones para elegir , y jurar, por-'nuestro Rey á Fernando
séptimo ? si por cierto, tal le conocerws :como nuestro Mo-
narca pues qué mas hay que deducir sobre este punto?
ó es ó no nuestra eleccion acertada: si lo primero, debernos
sobreseer en todo partido : si lo segundo, buscar otro
quien resplandezcan las esclarecidas, y sobresalientes circuns•
tancias que en nuestro D. Fernando , y confesar abiertamew'


3 5


tn


Que nos equivocamos en haberlo elegido, si es que hay cazo.
e e: leudes para podernos retractar, que yo no las encuentro;
- He dicho ya que ninguna cosa se ha dispuesto ,nras útil,
y terminante al bien de la pátria , que la n declaracion de
las sucesiones á nuestra corona; y distinguiendo ahora esL.
ta asercion , conviene que exáminémos en primer lugar si se
hizo aquella declaracion con espontanéa voluntad del pue-
blo ; en segundo si es ó no útil á sus intereses , y en ter-
cero si hay causa legal para su retracto.


Respecto del primero, sabemos con quanta razon y ter-
nura ama el pueblo español á nuestro Rey D. Fernando, y
por lo mismo la árnplia voluntad y sincero afecto con que
le ha elegido y jurado por su Soberano.


En quanto al segundo, todos los sensatos conocen la dife-
rencia que hay del gobierno monárquico, al anárquico ,. y
qualquiera que tenga juicio, confesará de buena fe que la
Nacion Española no podria subsistir sin un Rey.


Y en razon del tercero , juzgarán los letrados , pero yo
(salvo su dictámen) entiendo que no podemos , conforme
á derecho, intentar el retracto , guando no existen causas
racionales en que poderlo apoyar. ¿Luego es nuestro legí-
timo Rey el Sr. D. Fernando séptimo por efecto de nues-
tra eleccion ? no habrá quien me niegue este supuesta ¿Pues
si ya estamos convenidos en el reconocimiento de un go-
bierno monárquico constitucional , por virtud de la libre y
espontánea eleccion , y comun voto del pueblo , á que ter-
mina la diversidad de opiniones ? ¿será decoroso á la pá-
tria que en público se propalen las voces de partidos , en
una época que ya la Nacion tiene por general voto declarado
el que eligió como mas conveniente á sus intereses , maso ,
conforme á la Religion que .profesa, y mas análogo á sus
deseos y libre deliberacion ? destiérrense de entre nosotros
las capciosas máximas de partidos ; y respecto que la
Nacion tiene la gloria de haberse deliberado con tanto acier-
to- Y Justicia , no pongamos un borron á nuestra fama, de-
sentendiéndonos de lo que tenemos tan solemnemente de-
clarado y jurado.




1 36
La fe de Jesuchristo , la lealtad á nuestro suspirado Mo,


narca , y la independencia nacional , son unicatnente el de,
bido y deseado objeto de la nacion Española. Quanto se
oponga á este licito fin, anelado por todo el pueblo, es con,
trario á su voluntad, diverso de sus deseos , y atentatorio
contra su felicidad.


Huyamos pues de manchar nuestra opinion con una
irracional é injusta diversidad de pareceres , que no es
otra cosa que un espíritu de partido , destructor de nuestra
existencia ; y siguiendo corno cuerdos nuestra acertada de.
cision , lograremos los beneficios que de ella puede pro-
meterse la pátria , fundados en los sólidos cimientos de
la Religion mas verdadera, del Rey mas virtuoso y ama.
ble , y de las leyes y constitucion mas benéficas y sabias,


MADRID.


IMPRENTA DE VILLALPANDO,


b:;.°
8. 137


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA. .74


.,5,
Del viernes to de diciembre de a


S i la felicidad del hombre dependiese solo de la pose-
síon de sus talentos, siempre sería dichoso, porque go-
bernado por las leyes divinas y humanas en su exacta.
observancia , jamas excederia de lo justo , ni tendria
que temer los muchos riesgos de que se ve, combatido
por la interpretacion de las mismas leyes ; pero expues-
to á los efectos de los abusos y vicios introducidos en
su aplicacion é inteligencia , se halla precisado á vi-
gilar con cautela , y meditar con atencion sobre el re-
medio de estos excesos para no ser víctima de sus con-
secuencias.
.. No hay una cosa mas justa, mas arreglada, ni mas
respetable que la ley , aplicada como es en sí ; y no
hay baluarte mas asestado que ella , por los abusos y
vicios dirigidos á debilitar su fuerza y eludir su sa-
grado oficio. El mayor pues de los enemigos de la ley
y de la Justicia, es el tolerantistno , tanto mas perjudi-
cial, quanto encubierto con el velo de la indiscreta pie-
dad, á cuya sombra ocasiona la perdicion de un pueblo.


Siento tener que decir que este vicio en España es
tan de antiguo , que parece característico de la Nacion.
En uso de él hemos visto tan autorizada la maldad en
todo tiempo, tan impune el delito, tan vulnerada la Jus-
ticia, tan arraigada la malversacion en todos los ramos
Y tan admitida la indolencia, que mas vale el no impor-
to de España, que los cerros del Potosí.


¿A dónde vá á parar el Fiscal, dirán algunos, con




138
este exórdio? ¿no sería mejor que nos hablase de as",
tos del dia, ó noticias de nuestros adelantamientos, que
no de rancios abusos? vamos despacio, y hágase justi,
cia al Fiscal. El exceso de que voy á tratar, aunque pa,
rece rancio por su immemorial origen en. España, nos iu,
teresa mucho su remedio ; y en quanto á noticias yo qui,
siera tener medios de comunicarlas , pero no me adap,
ta salir á caza, .teniendo en casa palomar, que tal se,
ría hablar de novedades remotas , debiendo tratar de
correcciones precisas.


No es otra cosa el tolerantismo que la abierta auto,
rizacion del desórden, y la franquicia de la infraccion
de la ley. No puede existir ningun estatuto ni dispo,
sicion en su fuerza , donde existe el tolerantismo. El ha.
ce abandonar las reglas prescriptas para todos los casos,
y produce la total relajacion de los mas rígidos está.
tinos ; no hay disposicion que subsista , no hay magis-
tratura que se reconozca, no hay autoridad que se res-
pete, no hay derecho que se guarde, no hay castigo que
se tema, ni delito que se evite , porque el tolerantismo
autoriza al hombre á vivir á su antojo.


Para conocer los males que ocasiona el tolerantismo
no es necesario que retrotraigamos á la memoria los
egemplos que nos suministran las historias extrangeras,
guando por experiencia somos testigos bien á nuestra
costa de sus funestas resultas.


En efecto, quien sino el tolerantismo de la Nacion
ocasionó que la corona de España obtuviese la calidad
de gobernar despóticamente contra lo dispuesto en nues-
tras sabias leyes? ¿quién fomentó la elevacion de un Go-
doy, de que procede el dalo que sufrimos ? quién. ...
peno en vano referirémos unos hechos que por notoriedad
constan generalmente. Pasemos pues á reflexionar otros
no menores dalos dimanados del mismo principio. ..fy


Introducido el toleranti:ma, no solo en el gobierno lo,
lítico interior y exterior del gabinete español, sino tare*
bien en todos los establecimientos y clases de la s o


-ciedad , vimos 'decaer la observancia de los estatutos ,
reglas hasta el extremo de generalizarse la relajacion,


139
mil el no importa de nuestra indolencia , nada se tra-


aquí procede la provision de dig-;la de remedia r. De


15-1;adr'i'od,:: de aquí la injusta interpretacion de las leyes, de
y empleos en sugetos incapaces de' desempe-


lo la escandalosa vulneracion de la disciplina , y de
aqu í en fin el absoluto trastorno , total desórden y li-
bre perinision de toda clase de excesos.


i Qué consecuencias tan funestas nos ha traido este
vicio! la indiferencia en la religion , la malversacion de
lo (patitiesos fondos nacionales, la destruccion de nuestra
industr ia , la perdicion de nuestro comercio, la decaden-
cia de nuestra agricultura , la disminucion de nuestro
exército y armada, y la indigencia y perversion de la
Nacion, el dominio del vicio y el abandono de la vir-
tud. Todo-en fin se ha maleficiado por el tolerantismo,
y todo se ha pervertido y demudado , consintiéndose por
el n ,) imparta la perdían de la España, tan rica, tan abun-
dante y tan ilustrada que no conoce quien la exceda.


Tales son las resultas que experimentamos , y que
hacia ver con mas extension sino temiera molestar la
atencion de mis lectores con la narrativa de los
muchos excesos, que en todos los establecimientos y cla-
ses de la sociedad introdujo el tolerantismo , hasta el
extremo de fomentar la yelaxacion aun en el sagrado
de la clausura , y trastornar el sistéma de costumbres,
-PresS:ripÑ- por las nias Aptér :as constituciones;: Pástenos
conocer que no puede haber Observancia de ninguna
disposicion ó precepto , mientras no se „destierre el to-
1,:rantinno ; y que donde él exista, son inútiles quantas
medidas de buen .órden se establezcan , porque ningu-
na tendrá .efecto , todas .se harán ilusorias, prevalecien-
do el -vicio y desorden que son efectos de aquel origen.


De todo lo dicho se infiere ; que un pueblo dirigido
con


las mas eficaces . disposiciones y acertadas providen-
cias , viene por el tolerantisrno á estar en la ,clase de


••


"'sin o, y como destituido de toda ley y • estatuto;
Porque no observándose los que están dictados para su
gobierno , viene á ser lo mismo y aun peor que si ca-
reciera de ellos, porque las leyes á virtud de este per-


s 2




140
"de jos° abuso, vienen á quedar reducidas á solo el efeos
to que aquel vicio permita , siendo por este hecho
sujetas á él en el modo de su aplicación , de forma que
sería mejor que- no existiesen leyes, reglas, ni disposL
ciones , que tenerlas vulneradas y sin uso por efecto
del tolerantismo.


He dicho que este es como característico de la Nacion
porque el corazon de los españoles es naturalmente com.
pasivo y se le resiste la imposicion de la pena , aún
en el caso del convencimiento del delito ; pero es nece,
sario impresionarnos de que sin rigor no hay observan,
cía, y faltando ésta de nada sirven las leyes.


Es pues esta piedad una indiscreta indolencia en quan.
to elude la disposicion de las leyes y degrada su auto..
ridad, y la de la magistratura, en que consiste el buen
órden social. No es piedad dispensar la pena de la ley,
al que por sus delitos se halla incurso en ella ; es por
el contrario un rigor con que se vulnera la disposicion de
las leyes , es una abierta infraccion de ellas, y es un
principio de donde dimana la total co.rrupcion de las
costumbres.




¿De qué nos sirve poseer ese inestimable tesoro,
esa preciosa alhaja, ese admirable espejo de la Justicia,
esa Recopilacion de leyes tan arregladas, tan justas, tan
meditadas y tan dignas de ion pueblo sabio? sino he-
mos de observarlas porque el tolerantismo eluda sus efec-
tos , en vano nos lisonjearémos de poseerlas.


El celo de la observancia de la ley rigorosamente
tal como ella previene, es el respeto á la misma ley,
que ella exige de todos los que le están sometidos. Este
celo que obligó á Mosrsés á romper en presencia de los
'Israelitas las tablas de piedra en que habia escrito los
preceptos del decálogo guando en el monte Sinai le
expuso el pueblo algunos inconvenientes á su observa'
clon, es el mismo de que nosotros necesitamos inves-
:timos , para hacer observar rigorosamente las leyes que
líos gobiernan.


La autoridad de las dignidades y de la magist ra-
" tura consiste solamente en el exacto cumplimiento de sus


141
disposiciones. Dictadas estas una vez con 'pleno cono-


e fln
dtcimiento cayi detenida refiexion á ninguno se cebe exi-


rnir
de su exacto cumplimiento. La piedad y la con-


y qualesquiera otro pretexto con que se
cohoneste la mas mínima dispensa, es Un_ perjudicial
tolerantismo.


No quisiera que me graduasen de rigorista ó san-
euinario algunos que, por no entender la fuerza de una
ley dispositiva, no alcanzan los perjuicios que ocasiona
una indiscreta piedad.


Entre los extremos de un rigor sanguinario , y de
un indolente tolerantisrno, existe el medio de la rígida
y recta observancia de la ley que yo busco , desechan-
do ambos extremos. ¿Qué nos dice la ley ? quien L.1 hi-
zo que tal pague ; pues en estos términos exige la apli-
cacion de la pena á la caliticacion del delito. Quanta
conmiseracion se emplee en mitigar la pena que la ley
prescribe , es una infraccion de la misma ley , es una
tácita tolerancia del delito , y es un daño contra todo
el pueblo.


Si yo hubiera de hablar en este punto con la ex-
tension que exige mi título , diría que en este hecho se
desprecia el sagrado de las leyes , se d grada la magis-
tratura , se pervierte al pueblo, y se trans f orma una
nacion ilustrada en un cúmulo de hoteetotes ; esto diría,
pero restringiéndome al conocimiento de la verdadera
causa que motiva estos males, solo diré que la condes-
cendencia y piedad española , mal entendida • y peor
aplicada, ocasiona la transgresion de la ley.


Parece, atendido el desórden que de tanto tiempo á
esta parte ha introducido el toien,ntisw,;, que sera, muy
trabajosa su correccion , pero no hay .cosa . mas senci-
lla si se trata de llevarla á debido efecto , ¿y qudl es
el remedio? la puntual observancia de las leves , tales
cono son en sí , y el cumplimiento exacto de las dr-
clrles que se dieten , sin admitir la mas mínima excep-
clon , llevándolas á efecto con el rigor que prescribe
la Ja3ticia, ó de lo contrario no hay que esperar buen
611t o de guamo se disponga. El castigo solo con-




1 42
tiene el delito , y no hay otra cosa que lo evite.


El mas digno egemplo que nos dieron los Romanos.
entre sus sábiag disposiciones, fue el decoro qae sien,
pre guardaron á las leyes, la ciega obediencia con que
siempre se sometiéron á sus decisiones , y el ardor
energia con que se propusieron sobstenerlas. En uso de
este espíritu legal que resplaudecia en los Romanos, no
reparó Ciceron en exponer su vida por hablar en las
tribunas de su congreso, con el vigor y eficacia á que
le estimulaban su amor á las leyes, y su deseo de la
conservacion del pueblo Romano.


No puedo lisongearme de poseer los talentos de
aquel héroe, pero sí me glorío de estár penetrado de tos
mismos sentimientos que le animaban. No puede COQ.
servarse el pueblo si las leyes no se observan. No Iriy
sin ellas sociedad, no hay civismo, no hay espíritu pa.
triótico , no hay union de voluntades ; pero digámoslo
de una vez nada hay, ni puede haber sin las leyes, y
no hay leyes guando el tolerantisrn g destruye sus efectos.


Si fuera dado á mi tosco lenguage explicar como
son en sí los sentimientos de mi corazon, y los concep-
tos de mi mente, haria ver dos cosas; primera la fuer.
za que en sí tienen las leyes , y segunda la inculpabili-
dad de su aplicacion , impropia por el tolerantismo , en
que no considero á nadie como delinqüente sino corno
demasiado piadoso.


Es tal la fuerza de la ley mediante su sancion, que
no hay uno que pueda desentenderse de su obediencia;
y en el hecho solo de mitigarse por qualquiera razon
que sea, padece infraccion ó detrimento la ley, tan-
to que no solo pierde su eficacia para en a•el caso,
sino que queda debilitada para en lo sucesivo con el
egemplar causado. Por esto es tan atendible la aplica-
cion, y está, tan recomendada la literal observancia de
las leyes, sin que admitan tergiversaciones, por mas que la
sutileza haya querido interpretarlas, pues los respetable;
y sabios comentarios de nuestro código (que me dispe n


-so citar por notoriamente conocidos) nos aclaran bastan-
te bien guamas dudas nos .ocurran.


4 3Exáminada la fuerza de la ley en sí misma, y Con-


si
derada en el caso de su aplicacion, guando se presea_


ta comprobado el delito, y se considera en un reo la
da cargada del castigo á que se hizo acreedor , se


Pesaestremece todo hombre que tenga sensibilidad, porque
echo cargó que en su fallo consiste la existencia de


su semejante, no puede con serenidad aplicarle la pena
de la ley. Esta mocion natural , y tan propia del ge-
neroso corazon de los espaóoles, ocasiona que se sobsti-
t uya en piedad el rigor, y que mitigada la ley venga á que-
dar, sino impune, al menos, sin su debido castigo el delito.


Es necesario pues convencernos de que la Justicia
egerce indistintamente en el premio y el castigo , in-
teresándose tanto en la decapitacion de un reo , corno
en la exáltacion de un benémerito ; y mientras la
toriedad no excite con cl público castigo á la correc-
cion de los excesos , siempre se aumentarán estos , y
desaparecerá enteramente el respeto de las leyes, sien-
do la sociedad corrompida, delinqüente y absolutamen-
te odiosa.


Las mismas circunstancias rigen respecto de todas
las disposiciones gubernativas sean de la clase que fue-
sen, y sobre qualesquiera particulares : si en


- su cum-
plimiento se excepciona la mas mínima parte, tiene fran-
ca entrada el tokrantisyno , y queda no solo eludida la
providencia , sino desayrada y agraviada la autoridad
de que dimanó, y por consiguiente desobedecida en quan-
tas dicte en lo sucesivo.


La Justicia prescribe la mayor rectitud y conside-
tacion en la promulgacion de la ley , y exige el mas
grande celo de su observancia, y el rigor en su exácta
apl icacion : de consiguiente toda condescendencia que mi-
tigue la disposicion de la ley es opuesta á la Justicia, por
lilas que la piedad cohoneste la infraccion de la ley,
Pues esta piedad no es conforme con la Justicia , sino
enteramente opuesta á sus sagrados preceptos.


De todo lo dicho se infiere quan grave y trascen-
dental es el dalo que ocasiona el tolerantismo, y quan
Puesto á los principios de Justicia, y de derecho , con-




44
venciéndose hasta la evidencia, que ínterin el rigor ne
haga observar exáctamente la ley , se estará en el mis,
mo caso que si ésta no existiera ; y ninguna autoridad
constituida liará cumplir sus mandatos ni reconocer
dignidad, si el castigo de la inobediencia no produce
el escarmiento (Único aliciente hasta ahora conocido pa_
ra sostener la debida surnision ): faltando éste jamas se
contenclran los excesos , ni observará el pueblo otras le..
yes que las que le dicten sus pasiones , de que con,
ducido por las erradas sendas de los vicios , vendrá á
caer en el abismo de la estupidéz , en que se cifra 4
absoluta perdicion.


MADRID.
DIPRENTA DE VILLALPANDO.


19.


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


Dei lunes 1 3 de diciembre de 1813.


frígido por el verdadero celo del bien de la pátria,
Y


4 impulsos de mi buen deseo , me he propuesto en la
publícacion de este papel dar una idéa de quanto me
parezca útil á nuestra verdadera prosperidad; pero como
estoy comprometido á desempeñar el delicado oficio Fiscal,
con la restriccion de no agraviar á nadie en mis dis-
cursos, ni dictamen , se me hace mas dificil su desem-
perio. Sin embargo atendiendo á la obligacion en que mi
patriotismo me ha comprometido, no debo omitir quan-
to juzgue Útil y terminante á la efectiva adquisicion de
nuestra prosperidad nacional , único fin de mis taréas.


Qualesquiera que sean las diversas idéas de que nos
veamos combatidos , con solo el anclo de nuestro verda-
dero bien , nunca podrán tener un buen éxito sino pro-
curamos uniformarlas con arreglo á Justicia, y modifi-
car recíprocamente cada qual su opinion en la parte que
no sea conforme á tan sólido principio. Para ello no es
necesario mas que imponerse en el fin á que termina nues-
tro deseo, y conocido efectivamente libre de toda preo-
eucon , podremos elegir los medios mas propios de
llegará conseguirle.


Este punto tan interesante respecto de la felicidad
de la pátria á que termina , es el mas sencillo porque
todos le entienden , y el mas ofuscado é inaccesible por-
que


hay pocos que le conozcan conforme es , de que
resulta la dificultad de los medios propios de su con-
secucion.


1+5




146
En mi número primero pregunté qué fin nos le,1,0


propuesto ? y como para contextar á esta interrogacion
'sea preciso hacer la definicion no solo del fin nos


hemos propuesto, sí tambien del que nos debernos pro,
poner , conviene examinar con alguna atencion este
particular.


Que una Nacion adornada de la religion mas ver_
(ladera auxiliada de las mas sabias leyes , y sostenida
por su natural carácter , qual está la Espada , -pueda
dudar un momento del fin á que debe dirigir sus aneto:
es increible; pero que en una Nacion numerosa , y tan
pervertida deje de haber espíritus malévolos, que por
medio de la ofuscacion intenten trastornar 6 eludir
el fin á que debe dirigirse , no es nada posible. Por
este principio no es nuevo que ocurran á la sutileza,
y á la ignorancia muchas y muy vástas idéas , dirigi-
das no al bien de la patria , sino á su absoluta per.
dicion. Tales son los muchos sofismas con que despues
de harto conocido por la Nacion el verdadero fin á que
debemos dirigirnos , se amplia en los discursos alguna o
algunas de sus incidencias capaces de desfigurarlo.


¿Qué fin pues nos hemos propuesto ? el que nos de-
biatnos proponer , el que en Justicia debe llamar nues-
tra atencion, 2 y quál es éste? la verdadera felicidad de
la patria , reducida á tres puntos. Primero, la conserva-
cion de la sagrada religion católica; segundo, el esta-
blecimiento de un gobierno monárquico constitucional,
compatible con el goce de los derechos de la Nacion;
y tercero, la destruccion del enemigo , ó enemigos 99
conspiren contra nuestra independencia.


He aqui el fin propuesto por la Nacion , al qual au-
la todo el pueblo , sin que ningun buen español sienta
lo contrario. Parece un axioma, ó por mejor decir o
misterio que fixa en este punto la atencion de toda la


, se observe sin embargo alguna disparidad en
las opiniones, no porque ninguno niegue hasta ahora
este supuesto, sino porque en la inteligencia de los tres
puntos ya sentados , nos fixamos en incidentes , y .11495
distraemos de lo principal, 2 y por qué sucede esto ?. 3t0


147


ir diré , y creo que . no me equivoco en mi explicador'.El punto de religion primero contenido en el de que
s
ov


tratando, está tan apoyado, que como dixe en mía
1.pe ro diez, nada nos deja que discutir-, de consiguien-


te


vanto respecto de él se trate, es -no solo perder


él
tiempo sino exponerse á incidir en muchos desatinos,.


de forma que arreglándonos á la sagrada teología .3rs
lerecho canónico, nada tendrémos:que disputar en la,
materia siendo muy sencilla qualesquiera innovacion que:
proceda con arreglo á Justicia , n o en punto á religioni
qUe no 'necesita ninguna, sino en quanto á todo la que;
toque al derecho canónico ó disciplina.


En razon del segundo que hemos dicho ser el res-,
tablecirniento del gobierno monárquico constitucional, con-
vinado con los derechos del pueblo; es el punto en que
mas se claudica, porque como uno de estos derechos
es la libertad de la Nacion, tomada esta absolutamen-
te, no puede convinarse con el gobierno monárquico,
y de aqui nace la diversidad de pareceres ; pera es me-
nester no precipitarnos en una obcecacion : ¿qué cone-
xion tiene el disfrute de la libertad nacional con el go-
bierno monárquico? 2 es compatible la una con el otro?
si por cierto, y tanto que no puede disfrutarse de aquella
sin éste , porque restringido el Monarca á la observan-
cia ,


de los estatutos de la Nacion, jamas podrá coartar-
la el goce -de sus derechos ; pero cifrada la posesion de
estos en la anarquía, nunca viene el pueblo á disfrutar-
los; entónces es' guando resulta el despótismo , y des-
pótismo tanto mas destructor , quanto subdividido en
todos los que por diversos medios se proponen tiranizar
al pueblo , como sucedió á. la Francia en tiempo de su
rebolucion ; de aqui se deduce no solo el acierto con
que la Nacion Española se ha deliberado al restableci-
miento del gobierno monárquico constitucional, y nom-
bramiento de un rey que la gobierne , sino tambien que
este punto como concluido no admite ya discusiones.


En quanto al tercero es reducido no solamente á
defendernos de la invasion de la Francia, sino tambien
á sostener n uestra independencia nacional , sin recono-


t 2




148
cer superioridad en ninguna nacion extrangera, ni y
melarnos á sus auspicios ó decisiones , sobre lo quat
tampoco hay mucho que discurrir.


Si re.lexionamos la S o!i&z de los tres indicados
Aun.


tos que contiene el objeto de nuestro aneto , quedaré..
mos satisfechos de haber conocido el efectivo , y mas
justo fin á que nos debem .,s encaminar , y convencidos de
que para no eludirle, á hacerle cumuloso, es necesario
tener presente tal como e; , cada uno de los citados
puntos que contiene , sin entrar en una confusa investí,
gacion de su verdadera esencia que tenemos tan conocida,


Nada pues tenemos que tratar sobre religion y pot
consecuencia todo lo que sobre ella se escriba es intena.,
pestivo , inútil y perjudicial , siempre que no termine 4
destruir las máximas de los corrompidos filósofos, pro,
pagadas por desgracia mas de lo que debiera.


Lo mismo sucede respecto del gobierno monárquico
constitucional , porque sabemos las vases en que se cifra ►
y nos consta que es el mas conveniente , y el mas apro-
pósito para sostenerse una Nacion en el goce de sus de-
rechos. Entrar en discusiones sobre quales son estos, tara-
bien parece inútil , mediante que los conocemos, sin ofre-
cersenos duda en su realidad. Descifrar la libertad de
la Nacion, es ya superfluo , y aun dafioso , guando se
trata de entenderla fuera de los límites que la circunscri-
ben; de consiguiente quanto sobre este punto se trate,
se discurra y se escriba , complica y ofusca el cono-
cimiento de la verdadera libertad , hasta el extremo de
hacerla consistir en anarquía , que no nos conviene de
ninguna manera , porque ya sabemos sus resultas. Por
lo que mira á la conservacion de la independencia na-
.cional, bien sabemos la precision de resistir con la, fuer-
zas á la invasion del enemigo de la europa, atentados
de nuestra independencia , y no ignóranos que con la


-política necesitamos tambien atender á no sujetar esta
independencia al arbitrio de ninguna Nacion extrangera.


Con tal conocimiento no será inútil quanro quiera
discurrirse acerca de los tres puntos comprendidos ea
ed justo fin á que nos dirigimos? ¿habrá que deducir con


149
sobre todos , ó cada uno de ellos , a lguna cosa


fazaninfluya en su esencia? no están en sí conocidos
que
y patentizados ? l qué mas claramente se han de prestar


nuestro conocimiento?
Desengarümonos que nada hay que tratar sobre nues-


tro rputsto fin , y que quanto se discutiese en su ra-
zo n , no es mas que interrumpirle , dilatarle y aun
quizá eludir su consecucion.


Estamos solo en el caso de buscar y adoptar los me-
díos que sean mas ánalogos y propios de alcanzar el


fin Q ue hemos elegido, cosa que nunca conseguiremos, in-
virtiendo en tratar de éste el tiempo que necesitamos
para meditar aquellos.


Es necesario conocer que las circunstancias en que
se ha visto la Nacion Española , son demasiadamente crí-
ticas, y las mas propias, no solo para fomentar su felicidad,
sino tambien para experimentar los muchos contrastes de
oposicion qve nacen de las circunstancias mismas.


La pérfida astucia de un enerni l o poderoso , la sa-
gaz política y la criminal aspiracion de los vicios, son„
otros tantos enemigos de la prosperidad de la Nacion
á que asestan, no solo por el medio de las armas, sino
por el de la sedicion , haciendo sobresalir todas las má-
ximas que sean capaces de introducir la confusion, é im-
posibilitar con un cúmulo de dificultades lo que en sí
es muy fácil y sencillo.


Grandes han sido , segun la historia nos refiere, los
asestos que ha sufrido en varias ocasiones la Nacion
Española, ya por la ambicion de los Romanos, ya por
la perfidia de los Godos, ya por la irrupcion de los
Sarracenos, y ya en fin por las destructoras guerras de
sucesion ; pero no Rabia sin embargo experimentado un
trastorno tan general y ruinoso , como la invasion de
los franceses , en que se han cifrado todos los males
que podía temer , todas las desgracias de que es subsce p-
tibie la contraria suerte , y todos los infortunios de que
no es capaz el cálculo. De aqui se deduce que nunca
se ha- visto mas empeñada á meditar sobre su defen-
sa, ni mas comprometida á discurrir el SiStélnit que de-




rso


..be • adoptar para sostener su independencia y' foinentzt
¿su felicidad.
• impulsada la Nacion por tales y tan eficaces ésti
mulos, tiene la gloria de haber acertado en elegir el


4-á que debe dirigirle, pero no puede menos de. expri
-mentar el daño que la ocasiona la ofuscacion en la in._
teligencia ó atribuciones de este su fin andado, nacidas
de un cúmulo de idéas con. que se le ofusca, dilatando lit


,aplicacion de los medios que á él deben conducirnos , y
fixando la atencion en sus incidentes, que reducidos al
silogismo , pueden venir á variar su esencia , y con ella
la esperanza que , en él tenemos cifrada. Si estamos vi,
vamente impregnados de los tres puntos que contiene
nuestro propio fin , ¿qué necesidad tenemos de dedicar-
-nos á la especial investigacion de cada uno, y de sus
incidentes? me dirán algunos que es preciso acercarse
conocer bien este fin y las partes que contiene, para apIi.
car con propiedad los medios de su consecucion. En es-
to convengo ; pero como es tau fácil y sencilla la in-
teligencia en este punto, debemos estar ya bien instrui-
dos en él , siendo por lo mismo inútil detenernos en su
eximen. La conservacion de la religion católica no es
otra cosa que su observancia , conforme la hemos pa
seido antes , y sin la perrnision de ninguna secta : el
restablecimiento del gobierno monárquico constitucional,
está cifrado en la eleccion de un rey (que ya tenemos
hecha) y la posesion de los derechos del pueblo, convina-
da con su autoridad , y estando en nuestra sabia legis.
lacion tan extensamente declarados los fueros del pue-,
blo , conforme á las leyes naturales, no :puede ofre-
cerse la menor duda en su sentido : y la independencia
de la Nacion se cifra en no permitir su sumision á las
extrangeras, y sostener con la fuerza de sus armas , Y
su política qualesquiera acto que á ella se oponga. AS
otra cosa el fin que nos hemos propuesto ? Iconsta de otros
requisitos . 6 circunstancias ?- Itiene mas que discerni r SU
genuino y efectivo sentido? creo que no : me parece que
se reduce á la que hemos sentado. ?Pues á quá es acumu-
larlo con reflexiones , si hemos de venir á . la precisioa


r 5 r
simplificarlo para poderlo entender? lá que es inter-


na


tie r stin,
nlosofar sobre ninguno de estos puntos, quan-


A0 estarnos tan inteligenciados en 'en:Os , que su cono-


'.ffi
ie nto nos ha impulsado á .deliberarnos en la. clec-


clonc ! de este fin , corno el mas compatible con nues-
n. felicidad y ánalogo á nuestras circunstancias?


yo no me admiro de que haya quien invierta el
tiempo en tratar de los muchos incidentes que se con-
tienen en nuestro laudable objeto , con la idéa de ade-
benrtaesus discursos en beneficio de la causa comun;
pero no hallo conveniente que nos detengamos en su-
tilizar en esta materia, con el riesgo de incidir en inuy
chas equivocaciones poco útiles, ó por mejor decir muy
perjudiciales á la resolucion á que se dirige nuestro anclo.
De tratar- sobre la religion se puede caer en la impie-
dad á que induce el libertinage y dominacion de las
pasiones. De discurrir sobre la restauracion del gobierno
n:onarquico constitucional , se desciende en el raciocinio
de los derechos del pueblo, y como estos se entienden
conforme á cada uno le parece, unos los restringen, y
otros los amplían , de que resulta la aplicacion de la
libertad en un sentido equivocado y solo confortne con
la anarquía ; y de tratar sobre la independencia, viene
á obcecarse el pueblo, en el concepto de que cada in-
dividuo es independiente , y desconoce la obligacion de
obedecer á la autoridad que le gobierna, con otros di-
versos pensamientos que le asaltan , -nada útiles á la ar-
monía y espíritu fraternal que debe reynar en el co-
razon de todo miembro de la sociedad.


ASi que entiendo que no nos es conveniente detener-
nos á discurrir sobre el juicioso y acertado fin que nos he-


meditar


" proPuesto mediante estár convencidos de ser el mas
legal, el mas prudente, y el mas conforme con nues-'
tro verdadero bien ; y que solo estamos en el caso de


y elegir los medios que sean mas propios pa-
ra l legar á conseguirle , desechando quanto nos impi-
da su .legro , y mirando como terminantes á su impo-
sibilid ad quantas cabilosidades se susciten sobre su espí-
ritu y verdadera esencia.




L 52 N.' 200 153
NOTA.


Sin embargo de haberme prometido en la publicacion
de este periódico desempeñar la obligacion impuesta por 5,1
título , sin mezclarme en cornanicar noticias , ni salir de
los puntos instructivo é impugnativo , inaparcia'rnente
no oponiéndose á este sistema la insercion de qualquiera pa:
pel que se me comunique , desde luego me ofrezco á ha_
cerio de los que para ello se me remitan , poniéndolos en
las librerías donde éste se vende , francos de porte , si
fuesen de fuera de esta Capital , en el supuesto de que no
tengan cosa en contra del gobierno , ni particulares persa,
nas , y que no sean anónimos , corno tambien, si fuesen no.
ticias , que se indique el conducto de su procedencia.


MADRID.
IMPRENTA DE VILLALPANDO.


t


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


Vel viernes 1 7 de diciembre de i813.


res con especialidad lo que en cada unó de los puntos
Despues de haber indicado en mis números anterio-,
interesantes al bien de la Nacion, parece mas convenien-
te á sus felices progresos , refutando aunque brevemente
quanto á estos pueda oponerse 5 no parece que me que-
da mas que hacer que dedicarme de lleno á la parte
impugnativa, respecto haber hecho lo posible para desem-
peñar la instructiva en quanto permiten mis escasas
mees.


¡Qué inmenso caos se presenta á mi hnaginacion, si
reflexiono por una parte los deberes de mi título , y por
otra lo mucho que tiene que exercer en esta parte! vál-
gate Dios por oficio Fiscal en qué duras precisiones em-
peñas. Tan grande es en la que estoy constituido res-
pectivamente , que se me ofrece á la imaginacion aque<
lla visión del Padre San Agustin , guando se le represen-
tó un niño , en aptitud de reducir el mar á una pe-
queiia concabidad , pero estos son silogismos : Manos á
la obra , y vamos impugnando.


Como la primera causa de los desrreglos de una Na-
clon consiste en la peculiar conducta de sus individuos,
me parece que antes de impugnar los efectos de esta
causa misma , conviene combatirla , para que la impi
lacion sea fundada y juiciosa.


El carácter nacional de los Españoles , cotejado con
11 qu e no hace mucho tiempo los distinguía, dzi co-
1°cer bien claramente su notable y lastimosa decaden-


9,




4
cia-, y aunque por , .ahora no . nos mezclemos en inve
tigar las causas que originan esta desgracia, bastará
convencernos de ella, para estar persuadidos que pro,
duce muchos efectos ,• y todos perjudiciales , ' y a.bso,
lutamente opuestos á la prosperidad de la Nacion ¿ por,.
que qué ha de haber donde desapareció el carácter?


Ninguna cosa puede influir mas principalmente en la
prosperidad de un pueblo, que la , union de voluntades,
y esto jamas se -verifica , niientrá degenere el caráce
ter , de que resulta que quanto se hace en beneficio de
la p.ítria , aunque sea con buena intencion , no puede
producir el efecto á que termina , y solo ocasiona una
exásperacion, de que es seguida necesaria la indolencia,
con •la qual se hacen indiferentes los progresos á que de-
bia aspirarse con el mayar ardor, y el espíritu pa..
triático degenera en parcial especulacion , y he aqui
el modo de que todos sean egoistas.


¡.Por este principio quanto encuentra que impugnar
el oficio „Fiscal en todo y en todos se halla materia
bien estensa, Naeion Española, á que situacion has
llegado ! si las cenizas de tus antiguos héroes renacie-
sen de' nuevo Y creo que al mirarte , preferirían las obs-
curas sombras dcl sepulcro donde yacen á la nueva
incorporacion en tu gremio.


Seria una adulacion- hablar en otros términos guan-
do por" notoriedad está tan patentizada nuestra deca-
dencia nacional, y por mas que se diga, por mas que
se suponga, por mas que se abulte el patriotismo, no
le hay entre nosotros , ni se conoce, mas que en cier-
tos rasgos que de tiempo en tiempo remanecen en la
parte mas indigente del pueblo, y no en ninguna otra
clase de personas.


La •eligion reducida á mera ceremonia no contiene
(porque no se observa) el inmenso torrente de los y i


-¿tos, y asi estamos expuestos á constituir una -sociedadcri"
rninal , execrable y vergonzosa para una nacion ilusa
trada. •La. venganza personal, el particular resentimiento,
y el peculiar beneficio , son el norte general de las idéas,
y de aqui proviene que se prescinde del bien genera l, Y


1 5 5
„lo atiende cada uno al suyo particularmente. ¡Qué re-
cultas podemos esperar de semejante coinportacion! esta-
nlos nosotros mismos labrando nuestra infelicidad. Los
eudientes, que son muy pocos, contribuyen en muy cor-
ttr al remedio de las actuales urgencias : los
indigentes tienen amplio ánimo, pero les faltan los me-
dios, y de consiguiente no pueden prestar ningun au-
xilio; y entretanto los benémerítos defensores de la pa-


que por ella están exponiendo su vida, carecen de
Igroi lai r: to es-capaz de sostenerla , y se ven precisados á
mend i gar , en un pueblo zapatos, en otro vestuario,
ea otro. • • • ¿ y quién querrá ser soldado á la vista de
tal egemplo? no se alcanza en realidad que otra causa hay
para que el . exército esté escaso , y este punto tan de
primera atencion , depende de otro, que como ya ten-
go dicho , es de no menor esencia. (


El foffiento de la Nacion tan atendible en estas cir-
cunstancias podia muy bien proporcionar los auxilios á
que 110 alcanzasen las rentas de su propiedad, ¿pero si
este está mas decaido que nunca ? ¿si. no hay arte, ofi-
cio ó modo de vida que rinda al que le • egerce pa-
ra su frugal alimento, como ha de contribuir ninguno
con lo que no puede ? ¿ sino hay - rnas en el dia que
un género de vida que es dedicarse al comercio libe, y
aun los que en él se egercitan , apenas pueden subsis-
tir, porque ya son tantos , que se perjudican los unos
á los otros , adonde hemos de recurrir para remediar
las necesidades de la Nacion d No faltan pudientes g pe-
ro si estos ven que la causa del deficit , es -el aban-
dono de las propiedades de la Nacían , esto es de sus
rentas y contribuciones establecidas , como se han de"


(r) Tengo ya hecha ver que no recatidándose-las ren-
tes de la Nacion con pureza, zelo y actividad , no pue.-
de haber fondos para sostener un exército , cuya asercion
vern os apyada en los repetidos avisos que se han dado
al publico, excitando su ardor patrilítieo, para suministrar


las tropas , lo que con superabundancia pudieran disfru-
ta' si existiesen aquellos fondos,


V 21




estimular á hacer el menor eSftterzo? por el contra.
se lisonjean de que ya nada tienen que pagar , ya II


°hay contribuciones , ya no hay rentas , ya no hay /lins
guna exáccion ; ( z ) y en este concepto cada uno echa
un nudo mas á su bolsillo , y solo el pueblo índigo
es el que esta siempre mas dispuesto á hacer qualquiee
ra sacrificio, mas como carece de medios, siempre tie:
ne que quedar en un buen deseo. El entusiasmo con
que algunos están olsceeados en que nuestra felicidad so.
lo consiste en la expulsion de los franceses de España,
es bastante erróneo , porque necesitamos otras muchas
cosas para ser felices, y estas solo nosotros mismos po.
demos proporcionarlas , (3) siempre que nos impresio.
nemos del modo con que


• lo debemos práticar.
La invasion de los franceses no solo ha empobrecí.


do á la .Nacion Española en quanto al robo de sus cau-
dales, sino que ha causado otro daño mas transcenden-
tal , que es la corrupcion de sus costumbres , y la im-
presion de sus perversas •máximas , y asi es , que lo
primero á que han asestado , ha sido á la 'Iglesia , no
solo para despojarla de sus pertenencias, sino para ha-
cerla decaer del respeto y veneracion con que los Es-
pañoles siempre la habian atendido. He aqui el modo
de quedar los franceses en España, aun despues de ha-
berla evacuado, porque si en los españoles queda im-
pregnado el contagio nunca dejará de renacer el error
que de él dimana. Esto es bien notorio. ¿Quánto no
ha decaido la piedad che'radana , el respeto al sacer-


(2) En efecto nada hay , porque parece que nos heno'
propuesto vivir bajo el voto de la santa pobreza, y en es•
te caso no se necesitan propiedades.


(3) Si la marcha de los franceses se hubiera verlo
• do, llevándose consigo todas sus máximas, podríamos eanii",
victoria , pero es lo malo que no se ha concluido todavd
la observancia de sus ritos , y pasará mucho tiempo ante;
que se extinga el libertinage , y la indiferencia e0.4
religion, que-han dejado tan radicada, y es de donde
mana la, corrupcion de las costumbres.


I Si
; veneracion del templo?' 1Quánto no se ha


coc°10'nado la modestia aun en el bello sex6? 1Quánto
sbuse ha maleficiado la juventud ? pero qué hemos


esne rar de un pueblo. que está tan demoralizado?
haber union , cómo ha de haber espiri-


id:Ift rilóla dticoe, cómo ha de haber caridad fraterna ? •
tu la efecto no puede dudarse que en todo se tras-
tornó el buen órden por la invasion de los enemigos,
y que este trastorno ocasionó los muchos daños , que


notorios no me debo detener á expresar. Este co-
Pilial iento debe impulsarnos á su enmienda ; ¿y de
quéemodo • la conseguirérnos ? restableciendo en todo el
buen órden que se invirtió ; lo qual no podrémos con-
seguir mientras. no se -destierre de entre nosotros quan-
to pueda tener relacion con las disposiciones de los fran-
ceses , porque ellas son fundadas en un principio muy
distante del que nosotros debemos adoptar. Este. resta-
blecimiento del órden que nos es tan necesario , no
puede hacerse sin el rigor , porque los excesos han ro-
¡nado un grande incremento , y estamos en el caso de
estimular con la pena , respecto de no poder conse-
guirlo por otros medios.


Tengo hecho ver hablando del tolerantismo la in-
eficacia '.de toda ley ó disposícion que no se Ile •a á
su debido efecto por medio del rigor, y refiriéndome
á quanto allí manifesté en comprobacion de este aser-
to, no puedo menos de decir que no hallo confor-
me con el decoro de las autoridades constituidas , el
disimulo de la inobediencia á sus preceptos.


No se crea que trato de criticar á nuestro augusto go-
bierno cuyas sabias disposiciones respeto como corres-
ponde,


mas mi impugnacion se dirige contra el abuso
de la piedad, ó condescendencia con que el gobierno tra-
tan do de la felicidad de la Nacion, se ha propuesto ha-
c;ela compatible con la libertad de gravámenes , y per-
juicios del pueblo. Este laudable sistérna de moderacion
que debe excitar el reconocimiento de todo el pueblo
ácia su epoilait doso gobierno , es uno de los lazos mas es-
trechos que pudiera unirse uno con otro ; pero si se




1 5 t
abusa, y lejos de conocer este beneficio, comprometiendo
por él á obedecer mas exactamente á las autorida.de,
desairan estas con la falta de observancia z por


uotro medio se conseguirá .sino con el rigor ?


q e
El cuidado pues del restablecimiento del buen. órl


eladebe llamar nuestra atencion principalmenteaá dos pula,
tos , á saber, la recaudacion de las rentas de la Naeion
hecha con conocimiento y pureza, para reunir fondos con
que cubrir en lo posible los.


inmensos gastos que oeasio_
na el importante objeto de nuestra defensa ; porque si
continua en el estado de decadencia en que . se halla , (4)
de ninguna manera podrá cubrir la vigésima parte de las
obligaciones, y será preciso abanionarlas ó gravar al pues
blo con recargos tanto mas mal recibidos,. quanta clima,
nudos de aquella causa.Y el. del exército, cuya manutencion,
vestuario, armamento y demas , no solo es preciso, é in.
dispensable por acto de humanidad, sino urgente por mi.
ra de política, para precaver la desercion y excitar el va-
lor de los soldados, comprometido por la buena correspon•
dencia de la Nacion, á quien defienden „ evitandose la re-
nuencia de los jóvenes en su incorporacion á la milicia.


Como el primer -punto que llama la atencion á una in).-
pugnacion juiciosa, es el restablecimiento del órden, pa-
rece nos debemos concretar á tratar este punto con prefe.
rencia, para venir en conocimiento de si hay ó no suficien.
te materia para la impugnacion. ( )


El buen órden en todos los ramos de la sociedad no es
otra cosa mas que su verdadero nivel de Justicia confor-.
me á su clase. No se duda que este buen órden aunque en al-
go alterado antes de la invasion . del enemigo, fue por es-
ta destruido enteramente , Zy se ha tratado de restablecer
le? si por cierto, mucho se ha trabajado en este intere-


(4) Veánse los estados mensuales de reraudacion y se
podrá venir en conocimiento del pingíie patrimonio con que
se puede contar para subvenir á las urgencias del estado.


(5) Eta efecto COMO la regeneracion intentada por los
franceses fue á manera de la antigua circuncision parece
ve :


se necesita • algun tiempo para castrar la herida.


r


particu lar , pues como es .que no ha tenido efecto?salde Pa
, t ro buen deseo.Por na-


El Fi,rai disparata z cómo el buen deseo ha de causar
estos efectos? yo me explicaré para hacer ver que sé lo


rne digo.
que El buen deseo que nos anima, ó por mejor decir nos
arrebata á restablecer el buen órden absolutamente cor-
recto nos lleva á meditar con tal escrupulosidad los
medios de su correccion , que viene á dilatarse el fin
principal , y no conseguimos con la brevedad que exi-
gen las circunstancias el restablecimiento del buen órden.


fíe aqui comprobado el modo de que nuestro buen
deseo conspire contra sí mismo. psi que, no encuentro
conform e ninguna novedad con el pronto festablechnien-
to del buen órden que se necesita , y aunque siempre
alabaré el patriótico celo con que nuestros dignos re-
presentantes , desplegando sus ilustrados talentos , se han
propuesto la enmienda , adelantamientos y mejoras de
todos los ramos del estado, no puedo prescindir de lasti-
mar sus penosas tareas , cuyo éxito es muy dilatado.


En fin si se tratase .de hacer impugnacion especial,
diría todo aquello que en cada punto no hallase con-
forme, pero habiendo por ahora de generalizarme, sin
que sea visto que mis expresiones se dirijan á inculcar
á nadie, no tengo inconveniente en sentar que para
conducirnos al interesante objeto de nuestra prosperidad
nacional, se necesita tratar con la mayor prontitud del
restablecimiento del buen órden á que debemos aspirar
como principal cimiento de nuestra independencia, so-
bre lo que mas adelante nos puntualizaremos, segun las,
circunstancias lo permitan.


MADRID.


IMPRENTA DE VILLALPANDO.




1


'N.' 2 162


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


rel lunes zo de diciembre de 18.130


Sja mas digna empresa de una Nacion libre es sin dis-
puta la conservacion de su independencia y conocimien-
to de su libertad. Esta idéa que ocupó toda la atencion
de los Romanos, y posteriormente ha llamado la de otras
Naciones, puede con la mayor facilidad hacerse ilusoria,
como sucedió á unos y otras, por la falta de conoci-
miento en lo que se llama libertad civil.


Yo veo muy dispuestas las voluntades, y muy
enardecidos en los Españoles los deseos de conservar la in-
dependencia de la Nacion; pero no hallo el conocimiento
de la libertad civil, como es en sí necesario, pudiendo por
o mismo temerse muy malas consecuencias, sino nos de-
licamos á reflexionar sobre este verdadero conocimiento.


Ya he indicado me parece lo que es en sí la- efectiva
ibertad civil; por lo mismo creo que solo me resta en
luanto á este punto , impugnar las equivocaciones con
l t1e la malicia y la ignorancia ofuscan la verdadera esen-
ia de esta prerogativa, interpretando el genuino senti-
,0 de la palabra libertad, y estendiéndola -fiera de los
"¡tes que la circunscriben , para lo qual sin . detener-
nos en explicarla tal como ella es, convendrá nos de-
'Pernos á ex :minar en qué términos se entiende, y verémos
atenteinente la equivocacion que yo me prometo probar.


Consideréinos por un momento la combulsion de la
acion Española , y hallarémos en ella una dilatada ina-


tlria Para deducir oportunas consecuencias acerca de es-
'` Punta.




/ 6z
Suscitada la conmocion en el mes de marzo de /808,


que fué principio de la oposicion á la tiranía del valí,
do , vimos en ella resplandecer el honor de la -Nacien.
Española , conspirando soto contra la injusta altaneri;
y conservando (en medio de los fundados resentimientos)
el amor á su Soberano , sin que hubiese una sola voz
que contra el Monarca profiriese el menor agravio. Esto
dá á conocer la honradéz y talento de la Nacion Espa_
fiola , y manifiesta bien claramente que no es capaz por
su caracter de -causar daño aun á aquellos mismos que
se le han 'inferido.


Los acontecimientos sucesivos á la conmocion
sieron al pueblo en una consternacion tanto mas crí-
tica y sorprendente , guando era estratia é inespera-
da, y entre el dolor y la confusion, no dudó una mo-
mento el pueblo español decidirse á la parte de la Jus-
ticia , determinándose constante á sobstener su indepen-
dencia á costa de su sangre , y protextando vengar las
injurias hechas á su honor , y á la augusta persona de
su amado Rey, cuya dolosa prision estimuló el ardor
de los Españoles , á tomar la satisfaccion debida
con el exterminio del tirano ; mas como en este 'caso
el sedicioso artificio de los agentes de éste sembró y
esparció tantas y tan diversas máximas para seducir
y contrastar la constancia española, hemos visto rena-
cer en este ameno campo una multitud de yerbas mor-
tiferas que interrumpen los progresos de su sazonado
fruto.


En efecto las máximas de una equivocada filosofía
se principiaron á propagar haciéndose galardon entre los
preciados por sabios, y difundiéndose á todo el pueblo,
con un notorio perjuicio de su verdadero bien. Reson°.
la palabra libertad, y cifrándose en ella los principios;
de la corrupcion , vino á ser aplicable á los deseos de
cada uno en particular, con abierta oposicion al verd a


-dero patriotismo , con que se procuraba encubrir.
Libertad en general entendida , libertad opuesta á las


leyes divinas, contraria á las de nuestro código, Y
distante en gran manera del derecho natural, libertad el


63
fin perniciUa y perturbadora de la verdadera felicidad,
lia s ido la que se impregnó en la mente de los espa-
Ecus por virtud de la seductora intriga con que sé
1) ,. 0 coró pervertirlos: arma la mas poderosa del pérfido
,,rieinigo de la virtud, y asentador de nuestros derechos.
" Esta libertad impulsó á producir en vez de los es-


fundados en principios de religion, buena moralcritos
verdadero patriotismo, los impios libelos inductivos á


y •la indiferencia de la religion , á la desobediencia de las
¿iutoridades , y al desconocimiento y olvido de los mas
sagrados deberes. A la sombra de esta libertad se ha au-
torizado todo hombre para denigrar á otro , se ha con-
siderado cada qual con facultad áinplia, de proceder á su
antojo, y se han roto en fin los diques de la modera-
cion, hasta el extremo de no conocerse mas ley que la epie á
cada uno le acomoda dictar-para su lid:urja/7 gobierno. (i)


Por este principio se han llegado á desconocer las
obligaciones en que la patria constituye á todos. sus in-
dividuos, parecindo'e al pueblo que por esta libertad
ya á nada está ligado, no hay contribuciones , no hay
suinision , no hay religion , no hay nada que contenga
el amplio deseo de nuestra voluntad.


Con tal sistéma ¿ qué progresos pueden prometerse
en la prosperidad de un pueblo, aunque mas el gobierno se
dedique áfaciiitarla? ¿cómo no han de eludirse los efectos
de su buen deseo y constantes tareas, si falta disposicion
en el pueblo para adoptar sus sabias disposiciones?


Desengañémonos que bajo este sistéma ninguna co-
sa puede conseguirse en beneficio de la patria, y es
menester convenir en que quanto hemos logrado , es
un efecto visible de la divina proteccion, decididamente
declarada en nuestro favor.


( 1 ) Esta libertad tomada en tal sentido es causa 4e que
Cada qua! trate de su bien parcial , como se ve bien clara-


- mente en el modo de -vivir . que cada uno adopta , cifrado
e" reportar su ganancia , y sea del modo que fuere. Alto-
Ya todo es libre , hay libertad, cada uno vive como quie-
re ' i 4h que reato •de consecuencias trae esta equivocaciOri-


x 2




164
Bajo tal supuesto es necesario conocer que hallán,


dose corrompidas las ideas de la Nacion, por efecto
las sediciones del enemigo , se hace indispensable del,
camas á destruir tales errores, con las poderosas ar,
mas de la razon , á fin. de desimpresionar de • nuestra
mente esta equivocada inteligencia de la libertad civil, sin
cuyo sólido principio jamás estará unido el pueblo sol
el gobierno , aunque éste se componga del apostolado.


Si yo hubiera de explicar la causa originaria de esta
perversion, creó me detendría mas de lo regular; bástenos
saber que es una de las armas con que Buonaparte ha
cho sus progresos no solo en España, sino en todas las clo.
mas Potencias, y de consiguiente debemos nosotros mirar
con mucha atencion este punto para no ser victimas de
nuestra ofuscacion.


Que cada uno aplique la libertad á su interes per-
sonal , no es nada estraño, porque en toda rebolucion
sobresale el deseo de ascendencia , y como ésta no sue-
le buscarse por los medios licitos de Justicia, adopta ca-
da uno el camino que juzga mas próximo á conducirle
al lógro de su anclo. De aqui procede la intriga,' y con
ella el abatimiento de la virtud, porque elevado cada
qual sobre sí mismo, y entusiasmado con la lilk-rtad que
adopta , se cree no solo autorizado para no reconocer




ninguna mavoria , sino capacitado para decidir en. todo
punto (aunque no tenga en él la mas mínima nosiba), y
para impugnar todo lo que• se oponga á su opinion, sea
justo ó injusto.


Este sistéma reduce el raciocinio á qüestion , y el
:convencimiento á quimera., sin que haya mas razon que
la fuerza , ni mas mérito que la audacia, de que se signe
la autorizacion de la maldad el desprecio de . 1a btO
moral , con todas las demos consecuencias capaces de
conducir á un pueblo á su total ruina. (2)
- La libertad pues tornada en este equivocado sentido,


(2)• Buen egeMplo de esta verdad tenemos en la Fran'
.cia , cuya errónea . libertad la ha conducido á la mas do'
va esclavittad y despreciable estupidéz.


lo solo resulta del desengafío el beneficio especial de
que I


ueqlos se hallan sumergidos en el abismo de Ja obre-
ocien , sino el general de toda la Nacion, evitando la
p rooagacion del error, y previniendo contra él á los in-
'cautos que serian seducidos, si con la razon no se con-
venciese su entendimiento, y prepararse su ánimo para
despreciar toda máxima fundada en principios tan equivo-
cados , como los que sugiere la siniestra inteligencia de la
libertad.


Esta pues pretendida libertad é igualdad, no solo es
perjudicial en quanto destierra del corazon humano los
sentimientos de la


_lana, moral , y verdadero patriotismo,
sino que es ademas un falaz entusiasmo , con que el hom-
bre se sitáa en el concepto de poseer un derecho que_ ja-
mas llega á disfrutar, pues guando le parece que está mas
próximo su goce , le ve desaparecer como el humo, y se
encuentra precisado á renunciar su fánatica ida, y con-
vencido del error en que vivia.


No quisiera ser molesto con la demasiada detencion en
este punto, pero como le considero sumamente interesante
al bien general , no puedo dispensarme de tratarlo con
alguna amplitud, aunque no tal como la que es ne-
cesaria mediante su importancia.


Principios de la invasion de los enemigos, ya hace algun
tiempo


cien el general y uniforme zelo que se manifestó en los
Convengamos en que si hubiera continuado en la Na-


que estarian arrojados de nuestro suelo; pero aquel
ardor decayó en mucha parte porque empezó á difundir-Se •
el veneno del error , el cisma del enemigo, y puso.


á unos en decidida oposicion al bien de la patria, á otros
en P ersonal especulacion , á otros en tímida indiferencia,
Y acaso á todos en una espectativa dudosanl Y qué dalos


165
puede producir otro efecto que la anarquía, y por


es preciso dedicarse don el mayor cuida
á


lo t'ult°


las erróneas máximas de esta absoluta libertad,iostrair
,a no dar lgar á sus funestas ias.


plh 'Ta ts digna
u


it mpresa es desengañar al
consecuenc


pueblo en este
tA que con onpodían obtener el


d padre
_


de la patrta, los
raz


que en
pod


ella empleen sus
título


talento
e
s, por


s
-




166
hemos sufrido por consecuencia de esta causa? la dilae¡o
en los sucesos de las armas, la ruina de los pueblos oprialL4
dos por el enemigo , la miseria general de los habitas
tes sujetos á su tirano-dominio , y el atraso en nuestro,
progresos políticos, porque desunido el pueblo del g
bierno, nunca logra éste que aquel reciba con satisfaccio4
sus providencias, ni que las obedezca con sinceridad
buen deseo , de que se sigue su desatenzion , quedand o
ilusorio el fin á que se dirigen.


Bien sabe el tirano de la Europa que el primer escalon
de su injusta ascendencia al trono de la Francia fué la
nesta situacion en que constituyó á aquel reyno su preteu,
sa ilusoria libertad é igualdad , á cuyos impulsos se vio
autorizado el absoluto desórden, hasta el extremo de ver..
se precisados los franceses á someterse á la arbitrariedad
de un déspota como„Buonaparte , quien conociendo el
influjo de la desunioñ, trató de subscitarla en todas las
Potencias del continente, para lograr corno en la Francia


--Su entronizamiento. Esta arma y no sus bayonetas , le ha
sobstenido en su elevada é indigna autoridad , y solo el
desengafio podrá contrarrestar el arma poderosa de su in-
triga , y de su exécrable sedicion. En ninguna parte del
mundo ha sido tan reconocido su pérfido carácter, (3) y
en ninguna Potencia se ha contrarrestado como en Es-
pacia, cuya experiencia -nos hace conocer que no ha te-
nido entre nosotros tanto lugar su punible sedicion , co-
mo en las denlas Naciones , pero sin embargo no ha
dejado de esparcirla como en todas partes para conse-
guir nuestra desunion, y por lo mismo es necesario que
nos dediquemos á contrarrestar esta arma que es la mas
poderosa del enemigo, porque de lo contrarío nunca coa-
seguirémos nuestra verdadera felicidad.


(3) Si recordamos la energía, talento y valor de los
Matritenses , manifestado en el dia 2 de Mayo de 18085
quedaremos convencidos de que ha experirnehtado Buonapar'
te en España una resistencia y heroisrno que no pocha ca'
ber en su cálculo , y que debe servir de egemplo á rod°
el mundo.


167
5s preciso destruir las máximas de irreligon , y apo-


rnos en la fe de Jesuchristo , que tenemos transmi-
l.la de nuestros mayores : -conocer la verdadera liber-


tad
y no ampliarla al desordenado disfrute de nues-


ro: vicios: y respetar al Gobierno como corresponde, y
auxiliarle con las nociones que cada uno pueda sumi-
nist rar en- beneficio de la -causa pública ; no porque ig-
nore lo que debe hacer, sino porque nunca dañarán las
notic ias que se funden en el temor de Dios, y en su
verdadero conocimiento sobre cada uno de los muchos
particulares que contribuyen á la felicidad de la patria.


La twion es la que puede salvarnos. Huyamos todo
qua. nto á ella se oponga. Detestemos de esa miserable li-
bertad que solo conspira á nuestra perdicion , y unién-
donos íntimamente con nuestro sabio Gobierno, lograre-
mos á beneficio de sus meditadas disposiciones la pros-
peridad á que aspiramos.


Lastimémonos de los que obcecados .en las erradas
máximas de esa pérfida libertad , caminan en posta á SU__
perdicion eterna, y huyendo de sus falaces discursos,
unámonos con nuestro sabio Gobierno, para que obe-
decidas sus benéficas y acertadas disposiciones, disfrute-
mos de la verdadera felicidad nacional , á que se dirigen.


MADRID.
IMPRENTA DE VILLALPANDO.




.° 2


169


EL FISCAL PATRIÓITCO
DE ESPAÑA. 11*


\sf.'ar


Del viernes 24 de diciembre de 1813.


1 tiempo de pasquas se aproxima', y en él mi _com-
promiso de obsequiar á mis lectores , con alguna produc-
eion digna de su recreo. Quisiera en verdad complacer-
los sin faltar á los deberes de mi título. i Quál podrá
ser el objeto de mi discurso , para convínar ambos ex-
tremos? lde qué trataré con la satisraccion de llenar
en el todo como deseo , el gusto de mis lectores ? solo
podrá sacarme de este empeño el conocimiento - del .ver-,
(ladero objeto del amor de la Nacion, z y_ goal es este?
el ínclito , el virtuoso, el perseguido Fernando Séptimo.


Para conocer la cgemplar justilicacion de la Nacion
Española, basta solo haber visto su acertada decision en
elegir por Monarca á este amado Príncipe, de cuyas vit.,.
tudes y relevantes prendas aunque tan notorias , me pro-
meto ser en este papel panegirista, á fin de hacer ver el
heroísmo de la Nacion Española, acreditado en el hecho
de su eleccion.


Con quién te compararé .insigne Fernando? tu eres
co mo Sonatas el Príncipe que á pesar-del egemplo de su
Padre Sa,ú1 se señaló en las virtudes 'de que él carecía:
0, mejor que Pelayo, te dispusiste, á. sacrificar tus inte-
reses por los de tu Nacion : tú, mas que Rec a redo en-
tregado á la voluntad del Omnipotente, te propusiste
aba ndonar la vida, antes que faltar á. la. fe con que te en-
cuentras ilustrado: tú, como otro LierMenegildo te en-
tregaste á las cadenas- de un tirano, evitar.tu: .Na-,


Y




170
clon mayores males : y tú en fin , supiste imitar á j.
stichristo con .la mayor propiedad ; pues asi como e.'Porla salvacion del mundo se entregó voluntario á los bra
zos de sil falso discípulo , sufriendo amoroso el besa
su traicion, tú te entregaste á la falacia del tirano , pa:
ra evitar los males del pueblo Espafiol.


¡Qué prodigioso egernplo de virtud y de constancia
suministra Fernando Séptimo á la faz de la Europa! gan_
do todos los Monarc-as atienden á su personal seguridad
y abandonan su pueblo 9 para no ser víctimas de la
falacia de Buonaparte e eligiendo la fuga como único
remedio de su riesgo ., .se entrega Fernando ampliamente
abrazando el peligro personal , para impedir el de h
Z racion , á pesar de las insinuaciones con que esta tra.
tó dé contener su .resolueiona pero en nada repara, en
nada se detiene , solo la idéa del bien de sus vasallos le
condice á padecer los males de una prision, y los traba.
jos que son anexos á la constancia de su carácter. ¿En
quién se halla semejante magnanimidad? ¡solo un Fernan.
;do Séptimo .es capaz de tan inaudito arrojo ! ¿pero si este
es .espafiol, que extraño nos puede parecer tan singular
proeedimiento?


Estas pruebas novisimas de la virtud de nuestro ama-
do Monarca nos dan suficiente idéa de las relevantes prea.
das que le caracterizan ; pero interneinonos á conside-
rarle en el goce del principado de las Asturias , ó pri-
mogenitura de Espacia, y verémos resplandecer en su per•
sona desde la cuna aquellas prendas tan recomenda-
bles , que en el aprisco señaláron á David, como Rey
electo por Dios para gobernar el pueblo de Israel. •


Nace Fernando Séptimo como otra santa Bárbara de unos
padres que olvidados de los estímulos de la naturaleza,
se declaran á semejanza de Saúl enemigos de aquel 3
quien dieron el sér , y por este principio antes que el
uso de • razon le ilumine . , empieza á experimenta r 13
Paterna persecucion. ¡ Qué terribles asesto: sufre el ro


-razon de Fernando! la instruccion se le coarta, es'.
píritu se le amilana , la sociedad se le restringe , Y' - `l
mas mínimo impulso de sus sentimientos se le castiga


171


os y r


todo con _el fin de someterle á los auspi-
c
, a áíto rigor,


econocntiento de la ilegítima autoridad de un
,


ervers°


valido atentador de sus sagrados derechos; pero


Dios
° que mirando á la Nacion Españolaola. con la misma




eracion que en otro tiempo á su pueblo de Israel,
C011iTits


as
para éste nombró por Rey a un hombre cor-


a


medida de su corazon, trayéndolo del redil deu
ser ungido por el profeta Samuel ,


b ¡ a elegido á Fernando para Rey de las Espafias , le do-


ts_ dis ocooá bactiloaa


s para.


.del don de su soberana ciencia y de la sobrenatural
fortaleza, para que incontrastable á las iniquas persua-
sione s con que se trató de pervertirle , é inexórable at
rigor con elite le intimidaban , permaneciese_ siempre
constante en el temor de Dios, y cada vez mas atento
á los deberes de un justo Príncipe. -


Tal es el carácter de Fernando, tal es la •solidéz de
su virtud, tal la .resignacion de su voluntad , tal la
firmeza de su religioso espirita, y tal la rectitud de sus
católicos designios , que no nos deja duda de su ver-
dadera justificacion ; pues guando apoyado en el justo
amor del pueblo, pudiera como otro Absalon haber he-
cho uso de la fuerza en favor _de su inocencia, se hit-
minó cada vez mas á la tirania de sus padres, sin que
demudase su constante ánimo la temprana muerte de
una inocente esposa., los declarados asestos contra su
apreciable vida, ni la fulminacion de una escandalosa.
causa con que se intentó vulnerar . su sobresaliente vir-
tud , y su cándida inocencia. Todo lo sufre Fernando, y
á todo supera por la confianza en Dios con que está for--
talec ido ; pide el pueblo su exáltacion ; hace su padre . la
capciosa abdicacion de la corona, y se posesiona en ella
lleno de amor ácia su pueblo, meditando los medíos
que debe adoptar para hacerle feliz; pero aun en este
caso le persigue la contraria suerte , y entre todos los
que elige , encuentra pocos que debidamente desempefien
s u confianza , pues Unos con el velo de la política, 'otros
con de la religion , y otros con el del patriotismo,
"cubren la idéa de su personal seguridad, y se halla
14 Francia abandonado de los -suyos , lo mismo que el


y 2




Í72 )
Salvador de sus'discípulos en el huerto de Getsémaní
nó encuentra inconveniente á itnitacion suya de ofr,2
se solo al sangriento sacrificio de la redencion de la ista:
clon Española.


Oye las injurias y baldones con
padres le denigran en la presencia
asi corno el Salvador en el tribunal
expone en su descargo.


Sufre el golpe de la inconsecuente maldad de su pa.
dre , en que atreviéndose á declarar nula su abdicacion
cornete el atentado de hacerla de nuevo en favor del
tirano, destituyéndole del derecho que miraba como le,
gítiinó ; y últimamente llega á convencerse por la ene.
rienda del dolo y traicion , con que tan de .antemano
se habia tratado de usurparle su corona, coartarle su vch.
lunrad , y separarle de su amada patria. Qual sería la
atliccion de su corazon en estos críticos momentos , no
me atrevo yo á explicarlo , porque acaso no cabe en
la mente la sensacion de tan trágica escena , bástenos
conocer que este desgraciado objeto de ,nuestro amor sé
•vió en un momento descender desde la Suprema eleva-
-don de Rey de un pueblo tan digno como la España, á
cautivo , á prisionero , á subyugado de un pérfido usur-
pador , cuyo vil origen hace mas dura su amarga es-
clavitud. ¿Qué hombre sobreviviria á estos acontecimien-
tos -, sin estar robustecido con un sobrenatural auxilio?
en verdad que parece imposible que el sufrimiento na,
tural no cediese á los terribles impulsos de. tan injusta
y constante persecucion; pero nada arredra á la prel
sencia de espíritu de Fernando, todo lo recibe con la-se-
renidad propia de su sana conciencia , y se constituye
prisionero de un entronizado tirano , renunciando
toso sus conveniencias , su grandeza y la libertad de s°
persona con tal que no se áumente la efusion de san-
gre de sus amantes españoles.


1.
Qué mas puede hacer Fernando Séptimo por la 0.


tria? psi .vemos qúe por ella se niega á sí mismo, que
prescinde, de sus personales intereses , que renuncia so
grandeza s, que expone su vida á tan eminentes riqsr


1.73
osi , que mas ha de hacer para que justatnente le sea-


/II ,» deudores de un eterno reconocimiento? bien manifies-
to es ¿I que la Nacion le profesa ,.y . por lo mismo- no.
creo necesite de mas convencimiento que la notoriedad,


Au-
gus to


que constan los relevantes méritos de nuestro -


gus to
Monarca , capaces de haber estimulado á la Na-


ciou á elegirle por nuestro dignisimo Rey.
Veamos ahora quanto mérito ha adquirido la Na.,,


clon Española en la justa eleccion. de Fernando Séptimo,
quanto ha obstentado en ella la sabiduría que la es


Abandonada la corona de España, y perdida por
este hecho la accion. de sus poseedores , conforme á una


.cara:


ley de nuestra Partida , quedó el -pueblo en la libertad
de elegir un Rey que le gobernase ; pero aquí del tino y
prudencia , Española, ó por mejor decir de la mano de
Dios que nos dirige- (porque es necesario conocer que
todo bien depende de solo un principio.) A quién se
ha elegido por pluralidad de votos por Rey de las Es-
polias sino á Fernando Séptimo? ¿quién ha osado de ci-
tar á otro , ( ) ni quien podrá contrarrestar á la Jus-
ticia y plena voluntad con que todo el pueblo le ha
nombrado?


Como me he propuesto recrear el . ánimo de mis
lectores degeneraría ya de mi resolucion si los molestase
con fastidiosas repeticiones, y por Otra parte como soy
un apasiónado de nuestro Fernando Séptimo acaso podrá


(I) Aunque en el papel titulado el amante de la libertad
civil número tercero , se inserta el capítulo de un periódico
de Londres sentando que en España. se labia convidado
con la corona al General .Wellingtcn , . no es creible se-
mejante aserto , guando la entereza del carácter español
no es capaz de inculcarse en una delinqüente contradiccion;
qua / sería ésta , tenindo ya elegido con tanta Justicia
S " Monarca; ni yo puedo persuadirme que los periódistas In-
gleses incurran en la impolítica -de anunciar semejantes


.


apócrifas aserciones que son poco decorosas al honor de
la N


que sus mismos
de un tirano


, y
de pilatos , nada




174
redarguirse mi voto corno de excepeion , pero sin ecos
bargo de esto, permitáseme por un momento hablar coa
proporcion á los impulsos de tni -corazon , ¿qué Rey
diéramos elegir de mas virtud , de mas mérito , ni de.
mejor disposicion que Fernando Séptimo? ¿si -él ha coro,.
prometido nuestra gratitud, exponiéndo su vida por la.
felicidad de la pátria, no -será en nosotros una estrecha
obligacionBirle por nuestro Mo narea? con ella hemos cuan,
plido justamente, y no deberémos sosegar hasta verle ce,
locado en su trono, asi lo exige la Justicia , asi lo prea
viene la razon, y asi lo prescriben imperiosamente los
deseos de la natión entera , contra los quales piensa
en vano prevalecer la sedicion napoleónica. ( 2 )


Si consideramos la constancia , y virtudes de Fer..
nando Séptimo y _la uniformidad de las voluntades de la
nacion , podrémos deducir oportunas consecuencias. El
sobrevivir aquel á sus muchas desgracias, no es un efec-
to natural, y ser electo por tan general opinion,


-poco es menos estra5o. He aqui la mano del Omnipo-
tente sobre la Nacion Española.


Aquel gran Dios, por cuyo poder infinito reynan
los Reyes como nos dice el texto , que conservó la
vida de David entre tantos riesgos , que auxilió á Sa-
lomón hasta elevarle al mas eminente grado de magni-
ficencia , y que iluminó á los Orientales, para que re-
conociesen y adorasen en el pobre pesebre su infinita
grandeza , conserva , guarda, y proteje la existencia dé
Fernando Séptimo, iluminando al mismo tiempo al pue-
blo Español , para que unánimemente le elija por su
Monarca. ¿Qué mas pruebas querémos para convencer-
nos de que es Fernando Séptimo Rey de España , por
una determinada y visible disposicion del altisiinn?


¿Y quién habrá que atendidos estos antecedentes pue-
da opinar contra la .decision Divina tan espresamente
declarada en este punto ? yo por mi parte no tengo
inconveniente en sentar que quantos dictámenes se ir a-


(2) Tal debe llamarse toda opinion que bajo qualquier preteg'
t'o sea opuesta al Gobierno Monárquico constitucional de Esparla'


175
ifiesten contrarios al Gobierno Monárquico de Espacia


p
n




nuestro amado Rey don Fernando Septimo, son opues-
tos á los decretbs del altisimo bien manifiestos en la- yo-
/untad general de la Nacion, y por lo mismo subversí- -
vos á la adopcion de una destructora anarquía, y ter-
inlaantes á la ruina absoluta de .la pátria.


Memorable , sapientisima , y valerosa Nacion Espa-
ñola , tá que mereciste por un Sobrenatural auxilio acer-
tar en la eleccion de tu Rey, desprecia como me-
recen quantas sediciones se intenten oponer á tu lau-
dable cleterrninacion , y apoyada en la virtud de la per-
severanc ia , confía en , tu Dios amándole , y guardando
sus preceptos , y no decaigas un momento de la leal-
tad á tu idolatrado Fernando el infinito . poder que en-
tre eadenas te le -conserva 9 proporcionará que coloca-
do en su Trono , llene tus amantes deseos , y haga efec-
tiva tu verdadera felicidad.


Parece lectores míos que en quanto cabe á mi cor-
tedad , he desempeñado el objeto que me propuse. No ig-
noro que podia hacerse con mas. elevada retórica , y
con mejor lenguage , pero no poseo otro, y de con-
siguiente tampoco me es posible dar á este papel el
brillo que requiere su interesante concepto ; dispenseme
vuestra prudencia, no dudando que habrá muchos que
me aventajasen en su eloqiiente estilo , pero ninguno
que me exceda en amor á la patria ni lealtad á
austro suspirado Monarca.


MADRID.
/11PRENTA DE VILLALPANDO.




ti


4


/




N® 2 tfl 177


EL FISCAL 'PATRIÓTICO
, ESPAÑA.


Del lunes 2 7 de diciembre de 1813.


inguna cosa sobstiene el equilibrio de una Nación,
ni proporciona los medios de conservar su decoro, 'sino
la -ecalornía política, reducida al verdadero conocimiento
de, su régimen administrativo , sobre el qual tengo dicho
en mi número quarto quanto me parece suficiente ,• y
quanto si se adoptase haria, sin duda una gran parte de
nuestra apetecida felicidad. Por lo mismo me concreta-
taré á tratar sobre •aquella, en quanto sea subsceptible
la corta extension de mis talentos y la de este papel.


Si atendemos k,la superabundancia con que la natu-
raleza, ó mas bien su Omnipotente Autor ha favorecido á
la Nacion Española, dotándola de talentos (x) sobresa-
lientes, de óphnos frutos de todas clases, y de excesivas,


abundantes riquezas no estrañaremos su atraso en
el ramo de economía política, que jamas ha conocido,
Porque absorta en su opulenta prosperidad, no podía
cleros de. ser mas pródiga, que económica; (a) pero ya
estarnos en el caso de sernos precisa la economía, por-
9119 asi lo exigen nuestras críticas circunstancias. Vea-
illos pues que cosa es esta economía.


No es otra cosa pues lo que se llama economía po...
lírica, que el verdadero nivel de los gastos de una Na-


( I ) Oxalá se. em-pleáran servicio de .Díos y de' la
Pátria.


( 2 ) Díganlo las ,naciones ex-troneras que con sus Pilles
mercancías nos han llevado el oro y plata que debieramos
c(Inserv4r para hacernos temibles á ellas mismas.




X 7


cion , con el importe de sus rentas 'propias ; mas esta
asercion en grande, no me parece suficiente en el esta,
do actual en que nos hallarnos para dar una idéa de
la verdadera . economía. (3)


Esta consiste principalmente en la pura y exácta ad_
ministracion de las rentas propias de la Nacion, y en la
adopcion de aquellos medios mas capaces de atender á
sus precisos gastos , sin especial gravamen del comun
del 'puebla: (4)


Este punto tan sencillo está reducido á conocer con
legitimidad, y hacer una comparacion del debe, con el
ha de haber, sin necesidad de inculcarse en otras idéas
que ofusquen su verdadero conocimiento. Si los
gastos de la Nacion ascienden á 000 millones y


eZas rentas de su propiedad á solo yoo resta únicamente
meditar el modo de llenar el deficit , con el menor per.
juicio que sea posible, y para esto no es necesario pro.
vectos „ .ni hacer innovaciones en las pertenencias ya
establecidas, porque esto es perderlo todo.


'Es tambien parte esencial de la economía, el cuida-
do de la, pura administracion de las rentas .del erario, y
la restriccion de los abusos con que puede causarse su
detrimento , y no menos la justa consideracion de suel-
dos en los empleados, . pensiones y definas liberalidades


.(3) El decadente estado en que por desgracia se ha-
lla la recaudacion del pingüe patrimonio nacional, es tal que
no puede dar ni aun idéa de .economía, por mas que se
mediten planes para proporcionarla, porque ellos, sobre compro-
meter al Gobierno, causan excesivos perjuicios á la nacían, de
los quales, corno ya tengo indicado, deberian sus autores
ser responsables, para que aprendiesen á meditar con aten-
cion sus novedades.


(4) Esta máxima es la que no .tiene presente la ma-
yor parte de los proyectistas, pues que solo suelen atender,
á ganar opini n , y acaso reportar intereses personales. -1151
son tan felices las resultas de los proyectos que salo lel
rinden utilidad á sus autores,


1 79,


cn
ha habido exceso en Esparta. (5)


Éclusteo es
siempr


puramente se llama economía , esto
lo que nunca ha habido en Espada, y esto es lo que


esgetualmente necesitamos; pero si he de decir lo que sien-


;"0-
en este punto, estamos muy distantes de conocer lo


que es economía, y no menos de adoptar la que nos
conviene_


e consiste solo la economía en evitar todo gasto
superfluo, y de puro luxo , concret.indose á los' de-ab-
soluta necesidad , sino tambien en elegir- los medios- mas
á propósito de llenar las obligaciones ,. sin que se siga
al pueblo un. exeesiva. gravátnen..


Tengo ya dicha en mi número quarto, tratando del
punto administrativo, quanto corresponde acerca del mé-
todo mas propio, sencillo y útil de recaudar la rentas
de la Nadan , y probado hasta la evidencia que su es-
tablecimiento no puede sobstituirse -en otro tan benefi-
ciosa,.- aunque se ofrezcan á nuestra imaginacion las mas
amplías . y lisongeras. idéas sobre este particular ; y siendo
como dejo sentado uno . de los efectos de la economía,
la eleccion de los. medios mas , óbvíos y . capaces de
cubrir los gastos nacionales con menor gravamen del
pueblo, no puedo menos (aunque sea repeticion) de. re-
producir mis reflexiones acerca de la equivocacion en
que estamos obcecados ,. creyendo lograr ventajosas re-
sultas de la abolicion de las rentas antiguas y estable-
cimiento . de un sistema absolutamente nuevo,


1Quién podrá decir que el plan de única contribucion es
conforme y arreglado á economía? Idónde está el bene-
ficio que reporta el pueblo el aumenta que recibe
el erario de este método impracticable ? pero veamos
con detencion si la.adopcion de este nuevo sistéMa sobs-
tituido al antiguo, puede ó no ser conforme á la economía
que tanto necesitamos..


He dicho que el plan de única contribucion es ím-


(5) Con siderénse las crecidas dotaciones de los emplea-
aos y excesivo número de éstos, y veremos quanto en es-
le Punto se puede economizar.


X 2




x 8o
practicable , porque asi lo tiene acreditado la experien,
cia y en tal supuesto no creo verle jamas realizado
en forma :,esto es sin perjuicio de tercero, porque Ile,
vade á efecto, bien sé yo que no es imposible, siente
pre que no nos detengamos en sus enormes inconveniene
tes , y formalizado de .este modo no destruye mi aser_
cion, porque ella se reduce á sentar sin temor de equi,
vocarme- que la única contribucion no puede rendir tantos
fondos al erario como las antiguas rentas , sin ser
mas gravosa que..estas al pueblo; pero dando, sin con..
cederlo, que igualase , ¿guando estará tan expedita su
recaudacion como la de las rentas antiguas? ¿creemos.
que al momento se ha de cobrar su imporle ? ¡qué dise
parare! reta .mucho para poder realizarlo; ¿ y de aqui
que resulta? que las rentas antiguas corno abolidas
da producen , que el nuevo sistérna como no e,tab!eci,a)
nada rinde y de consiguLnte quedó la Nacion sin reti,
tas, y:sus obligaciones todas en descubierto; ¡buen mol.:
do de prosperares este , bien ageno de


-
\la economía. que;


debemos adoptar ! pero aún hay otra cosa mas , y. es;
el compromiso del fuero interno , en la proporcion que
este sist.'na ofrece, para incurrir en muchas equivo-
caciones , ya de malicia , ó ya. de. ignorancia. ¿
es el supuesto sobre que se funda la decantada únLa
contribucion? muchos hay, y todos -fallidos, veamos qua-
les son estos : las propiedades, los efectos del comer-
cio y los de la industria; ¿hay otro objeto ? me pare-
ce que no; pues esto mismo nos hace conocer la im-
posibilidad del establecimiento de única contribucion, por-
que no existiendo, como no existen, propiedades, co-
mercio , ni industria , falta el supuesto sobre


• que se
podio fundar., y en tal caso nunca, puede ser mas que
un mero repartimiento entre vecinos, ¿ y quién será
que practique éste con exacto arreglo á Justicia ,
ocasional' dado á ninguno en particular ? mucho tinka
se necesita si ha de hacerse como corresponde , y 11%.
poco .tiempo para verlo realizado, sin que se pueda pre


, cindir de que en el modo tenga tanto lugar la arbitra
riedad , pues habiendo de hacerse su recaudacion


x8t
de un repartimiento, ¿quién podrá impedir que,


em él


inca«) influya la parcialidad , la enemiga, el. soborno, y-
das las demos circunstancias • que le califiquen de in-


esos ocurren siempre en los repartimientos, como nos


r
,odrémos desentender de . este antecedente, ni. como duda-
rmas que con tal método viene á exponerse á quan
tos puedan iMluir en él , á que olvidados de los de-
beres de su conciencia pierdan su alma por la próxima
oca..¡on en que se les pone? aunque no hubiera mas in-
conveniente que éste era suficiente para no adoptar tal


sistégle loa. (6) dicho se convence hasta la -evidencia quan
incompatible es con la verdadera economía, todo nuevo
sistélna , cuya formalizacion necesita mucho tiempo , y
quan fácil sería mejorar y llevar hasta el grado mas emi-
nente de perfeccion el sistéma ya establecido, con solo
aplicarle la economía , de que es tan susceptible „pu-
diéndose esperar con fundamento las mas yentajosolre.-,
multas ácia el pueblo, y los mas conocidos aumentos res-
pecto del fondo nacional.


La equivocacion en que vivimos inclinados á la no-
vedad , como . ya tengo dicho , nos es tan perjudicial,
que perdemos de vista quantos óbices ofrece la razon
nuestro ofuscado entendimiento, y de consiguiente mien-
tras no nos resolvamos á reconocer la solidez de lo es-
taitbulierci,i)d. o, ni podremos mejorarlo, ni mucho menos sobs-


Finalmente para dedicarnos á establecer una justa,
y verdadera economía , tan necesaria , es menester hacer
u na juiciosa convinacíon de los extremos que comprende,.
Para conseguir la reunion de los suficientes fondos; el
posible beneficio del pueblo contribuyente , y la justa y
equitativa inversion de los caudales en el religioso de-
sempedo de las obligaciones á que están constituidos.,


( 6), Por este principio creo que hablando en términos
ter) lógicos , no nos podemos excusar de pecado , adoptan-.
a° los medios que induzcan cut causa próxima á pecar


t° ? Si la experiencia•tiene acreditado quantos vi-jo,to.




S 2
cuidándose con el mayor zelo de su exacto , y legal
manejo.


Estamos. en el casa de evitar todo gasto de obste,
tacion y superfluidad,. y aplicar los fondos. de la isia‘
cion al desempeño. de sus. obligaciones. y pago de sus
débitos , en que consiste una parte de su fomento




tamos en el caso de atender al auxilio de la. in.digenoia
'antes que al pomposo estimula de la vanidad ; y ea


tamos, en fin en el caso de hacer uso legítimo- y jai._
eióso de nuestros fondos, y evitar tolo abuso que nos
produzca un aumento de la miseria que debernos reine,
diar; y esto será proporcionar una verdadera eC013G1/71a,
sin la. qual no puede sostenerse el decoro de la Na.,
cion , por mas que se estimule su patriotismo:


Si hubiera yo de explicar los perjuicios que ha exe
perimentado la Nacion Española por su falta de economía,
lia.sria menester- un volumen; mas. extenso- que el de es.
te papel „ y aun acaso no expresaria todos los daños
que produjo-' esta desgracia,. Bástenos. saber por la expe-
riencia , que fueron efectos, de esta. causa los muchos. y
muy reparables absurdos que en tiempo- de Carlos guar-
ro vimos cometer ,. premiando con mano pródiga los. ser-
vicios particulares., en que estaba cifrado. el perjuicio de
la Nación. : proveyendo los empleos de manejo en: su-
getos que abusaban de los. caudales, y disponiendo de
estos á medida. de la arbitrariedad , con que se enri-
quecian. los validos , y se debilitaba el fondo de la. Na-
cion ,. dejando en. descubierto el pago de sus mas sa-
gtá'clas obligaciones. De aqui procede la. eneirme deuda
con que- nos hallamos , á pesar de las. grandes . sumas
que para su redencion se recaudaron ; de aqui pro-
cede la miseria, de- tantas familias ,„ que por no haber
Percibido sus sueldos. y viudedades, han sido víctima s del
hambre, ó des pojos de la proscripcion; y de aquí últi-
mamente procede la decadencia. en que nos hallaMósi
pues si en España se hubiese observada una verdadera
economía , ninguna escaSéz se habria experimentado, sino
Ya que ha producido la invasion del enemigo.


Yo quisiera que mis reflexiones produjesen el corivel.


z$3
c¿rtliento


á que terminan , y ocasionasen el remedio de
j que nos abruman ; pero como no está de mi


los es qirte mas que el exponerlas, habré cumplido con ha-


Ce
11.1. 10 , sin otro aliciente que el amor á mi patria , y
el deseo de su felicidad. i Y cómo podrémos conseguir
ésta, sino nos .dedicamos á buscar los medios .de pro-


P°Ni°1_,a naturaleza se propuso hacernos ricos , y no-
sotros estamos empeñados en eludir sus auxilios, y .cons-
titu irnos en la mayor indigencia.. Puede haber mayor
obcecac ion ? t es posible que en una Nacion fértil, abun-


de proporciones como la España , se
ctisteze' a Ylallenesatrechéz y la pobreia ?- ¿ y qué es esto sino
la falta de econornia? ¿qué 'es sino la dominacion de
un egoísmo , que impide los progresos de una nacion?
¿dónde está •nuestro talento dónde


• nuestra prudencia,
dónde nuestra religion ?


Volvamos sobre nosotros mismos, y consultando des-
apasionadamente el bien de la patria , adoptemos los me-
dios de conseguirle para . que podamos resistir á nues-
tros enemigos y hacernos respetables (como correspon-
de) á toda la Europa , para lo qual no necesitamos
empeñar nuestro crédito con las naciones ,extrangeras,
ni gravar al pueblo con .exórbitantes y extraordinarias
contribuciones, sino administrar y distribuir con econo-
mía las rentas ,establecidas que constituyen el, patrimo-
nio nacional , haciendo buen uso de nuestras riqueiass
con solo las quales podrémos llenar el cumplimiento de
las obligaciones de defensa y subsistencia que deber•
llamar nuestra .atencion.


MADRID.
IMPRENTA DE VILLALPANDO,




\1\7:9 4. 185


EL /FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


Dei viernes 3 1 de diciembre de 1813.


,áxima es moral y mercantil hacer el hombre al
fin de cada año • una recopilacion de los progresos que
en él ha conseguido .respecto de su bien espiritual y tem-
poral, para venir en conocimiento del estado en que se
halla , método que debe adoptar en beneficio de su
subsistencia y desempeño de sus deberes; cuyo examen
solamente puede - coducirleá la atencion de su justa as-
cendencia, y enmienda de sus defectos.


El año de 1813 acaba , y yo creo nos conviene
reflexionar á cerca de los adelantamientos que en él ha


. , lógrado la Nacion Española, para poder dedicarnos en
el entrante, á proporcionar otros mayores, y para co-


. nocer no solo el beneficio adquirido, sing-tambien el que
podíamos haber logrado.


Si yo me hubiera de detener, conforme exige la obli-
gacion de mi titulo, á designar por menor todo lo que
se ha hecho, y todo lo 'i lue se deberia haber practica-
do , acaso faltaria indirectamente al sistéma que me he
propuesto de no ofender á nadie : de consiguiente solo
me concretaré a reflexionar en general sobre este pun-
to, para que podamos deducir las importantes conse-
cuencias que de él deriban.


En erecto, si ,consideramos nuestros adelantamien-
á
)


tos en quinto
ate.ncio


-


n
la mora/ cristiana (primer objeto de


nue t no advertirémos haber logrado bia-
ba() 5 porque en nada se ha .eChad.o de ver la cor-
reCcion de nuestras costumbres siendo necesario obser-


aa




187
lla remediado la general indigencia que fue segui-


se
186
Val- que tanto en este punto como 'en los demas ,
el no adelantar es un grande atraso.


Lo mismo nos sucede en quanto á todos los denla
artículos interesantes á nuestro verdadero bien , y solo
en el de las armas conocemos una notoria ventaja, que(sin degradar el mérito de nuestros dignos defensores
y generosos aliados ) debemós atribuir á el favor de D:03
tan declarado ácia nuestra justa causa, y tan etnpeían
do en excitar nuestra gratitud y correccion á fuerza de
su especial auxilio, cuya incontestable verdad seria una
superflua digresion ,, tratase de probar guando creo un
haya ningu.n sensato que deje de estar convencia
de ella.


¡ Qué lisongera pintura ofrece á nuestra vista el gran
número de victorias conseguidas sobre el enemigo en
este ab, y los muchos- . puntos militares tan interesantes
de que se . le ha desalojado! pero como esto seria repe-
tic lo que todos saben, me dispenso de molestar la aten.
clon con su referencia , para discurrir chsde luego en
el particular que me he propuesto en este periódico.


Sentado este principio , y no perdiendo de vista que
en solo el ramo militar se conoce nuestro adblantamien-
to , veamos si en los demas debiamos haberle logrado
con no menos ventaja.


1Las , victorias conseguidas no estimulan nuestra gra-
titud para reconocer el auxilio del Omnipotente y de-
testar nuestras culpas , haciendo una satisfactoria peni-
tencia, é implorando por médio 'de la divina gracia la
continuacion del favor de Dios? ¿pues cómo léjos de
esto vemos que en vez de unirnos unos á otros en ca-
ridad fraterna , cada dia nos separamos mas, y solo nos
domina la personalidad, el rencor, el particular resen-
timiento y la parcial conveniencia? he aqui nuestro ad e


-lantamiento en quanto 'á la moral cristiana. Exátnine-,
MOS pues en lo que toca á la parte política. ¿De que
modo se •han reparado en las respectivas plazas y pite'
blos • que ha evacuado el enemigo los perjuicios abu-
sos , y trastorno general que produjo su estancia
en ellos ? ¿ se han corregido los excesos que estableció?


da necesaria de sus exacciones , de sus saqueos y desi se ha hecho no, dígalo quien-lo sepa, que


-5
su° -, por


robos ?
mi parte lo ignoro , pero no deja de cons-


r por la general experiencia que ningun remedio tie-
ne aquellos males; mas pasemos adelante que aun nos
;esta, que observar acerca de este punto.


¿ROMOS cuidado de organizar la parte administrati-
va de los caudales de la Nacion, fomentar su comercio,
favorecer la industria, aumentar la agricultura , y


las
acre-


cer fuerzas y medios de nuestra defensa? yo no du-
daré que se ha tratado de todo , pero corno no veo los
efectos, tampoco tengo . _ inconveniente en sentar que na-
da hemos adelantado ; ni habrá quien me niegue que
habiéndonos aprovechado de las ventajas de las arenas;
podiatnos sin dificultad haber proporcionado conocidos
aumentos en todo lo denlas.


Tal es el estado en que nos hallamos, sin que en
realidad pueda decirse otra cosa , por mas que nos que-
ramos lisonjear con la idéa adoptada por algunos en-
rusia:,tas que cifran únicamente la felicidad de la Mi.-
clon en el material vencimiento de las tropas enemigas.


No negaré la dedicacion y constante zeio con que
nuestro sabio Gobierno ha tratado de todos y cada uno
de íos puntos que pueden concurrir á proporcionar la
felicidad de la Nacion, con el-. deseo de lograr los ma-
yores adelantamientos. ; pero la causa porque estos no
se hayan verificado, no me es desconocida _y de consi-
guiente tampoco criticaré jamas las arregladas disposi-
ciones de nuestros dignos representantes , ni los juz-
gare culpables de los efectos que ellas produzcan, por
que sé qué- no está en su mano absolutamente el cum-
plimiento de sus anelos.


' .Es necesario que nos convenzamos de que ademas
del-


-nemigo asentador de nuestra' independencia, tene-.
inos otro de mucha mayor fuerza , á quien no trata-
'nos de combatir; y mientras éste no esté...rendido, de
nada nos aprovecharán. quantos triunfos consigamos so-
bre


a


aa 2




r SS
¿Y qué enemigo es éste tari -poáeroso? la eficaz jrls


fluencia de nuestras pasiones , sin cuyo venchnien1-0
vano intentarémos conseguir nuestra felicidad. Ellas nos


-inducen á adoptar todo aquello que no se oponga
un injusto deseó ; ellas nos sugieren el desprecio de la,
religion , .el olvido de las leyes , el desconocimiento de
la autoridad , la desunion de las voluntades y la adopcion
de la libertad en que está cifrada la anarquía ; zpues
qué enemigo mas. terrible puede asestar el baluarte de
nuestra firmeza? esta es pues la guerra mas sangrienta
que podemos padecer , porque en ella va comprendida
una directa persecucion de la Justicia, sin cuyo exacto
y recto egercicio no puede existir la sociedad. e:


No es extra lo que nada hayamos conseguido Contra
este doméstico enemigo , porque ha estado demasiada-
mente oculto y por consecuencia no ha podido tratar,
se de combatirle, pero no debemos dudar de su existen-
cía , ni de que es la causa originaria de no conseguir
ningun adelantamiento , causa que si subsiste producirá
nuestra total -perdicion.


Yo espero que en el año próximo consigamos en es-
ta parte señaladas ventajas , siendo la primera y pre-
cursora de todas ellas la


• translacion del Supremo Go-
bierno á esta capital de las Esparias, donde no menos
que hasta ahora desplegará su patriótico zelo , y supe-
riores conocimientos para proporcionar la efectiva pros-
peridad de la patria , que indudablemente veremos rea-
lizada, siempre que se destruya la causa que la evita.


Ya hemos visto pues nuestros adelantamientos en el
ab que fina , con cuyo conocimiento podremos adoptar
las medidas necesarias para prosperar mejor en. el si-
guiente, á pesar de quantas oposiciones puedan presen-
tarse por parte de la influencia de nuestras pasiones,
cuyo vencimiento debe ser lo primero de que tratemos
y emprendamos con la mayor energía, porque en él
consiste nuestra mas interesante victoria. (r)


(r) El verdadero modo de que -los franceses se alejen
de nosotros , es proporcionar nuestra union la que pros'


I89
De esté modo podrétnos cínicamente destruir las má-


Ir
hijas que nos perjudican, cuya existencia siempre elu-


á nuestras disposiciones y hará infructuosas, como has-
ta aqui, quantas ideas se promuevan en favor del biengeneral , sin que jamas podamos uniformar nuestras vo-
luntades ni experimentar los efectos de un verdadero.
patriotismo, á que aquellas se oponen.


Quisiera poseer fundamentalmente el arte de la eper-
suasiva para .convencer á la Nación entera de las muchas
venta jas que pudieran resultarnos del verdadero conoci-
miento de nuestras pasiones y abandono de la ofuscacion que
nos ocasionan. (2) 'l'aria. ver los laudables deseos, que
en general nos animan y la absoluta imposibilidad de
verlos realizados: patentizaria el infatigable celo del go-
bierno , y la bien dispuesta voluntad del pueblo y de-
dticiria con legitimidad los muchos beneficios que pudie-
ra reportar la patria por estos antecedentes ; mas no
permitiéndolo mi cortedad, me habré de reducir á con-
siderar este punto con mas generalidad de la que exi-
ge su importancia.


Desde el momento en que se verificó la capciosa in-
vasion del enemigo , penetrando la Nacion sus ocultos
designios , fue excitada de los unánimes deseos de re-;
cobrar su amada libertad, y justa independencia. A
este fin terminó la arriesgada , y beróica accion del
pueblo de Madrid en el memorable dia 2 de Ivlayo de
ilso8 , á este fin se dirigió el entusiasmo , con
que corrieron á las armas todos los Españoles , y á es-
te fin por último se encaminó la eficácia con que to-
das las Provincias del Reyno contribuyeron á la forma-


:a:
e:f.:ol


p siones.


, sino renunciamos de las ideas de Parciali-
dad que nos induce el desgraciado dominio de nuestras


(a) • La • verdadera posesion de la Soberanía Nacional
consiste e ipecialm ente en la dorninacion individual de nues-
tros desoí denados deseos , porque si particularmente coda
"0 es esclavo de sus pasiones vendremos en general ó
ser lo del desenfrenado anel3 que ellas producen.




igo
clon de un gobierno que regentase la autoridad Nacional.


He aqui bien manifiestos los buenos deseos cl2
Nacion entera ; pero mezclados estos con la multitud
de pareceres, é influencia del ánimo acalorado, aunque
todos terminantes al bien de la Nacion, todos son
posibles de realizar.


Adoptado por la Nacion el sistéma que se propuso
seguir como mas justo y compatible con su verdadero
bien, se formaron las Juntas Provinciales , la Central,
y posteriormente el Supremo Congreso, sin que nos que-
de duda de que en unas y otras corporaciones , se ha
trabajado con la mayor constancia y celo para pro-
porcionar la felicidad del Reyno, á que el pueblo ha.
manifestado adicta su voluntad , ofreciendo , y donando
en obsequio de la causa comun los auxilios de que no
es susceptible, mediante la general indigencia en que
se halla ; de que se califica el celo del Gobierno , y
buena disposicion del pueblo. ¿Pues quánto deberiamos
haber adelantado , si aprovechando esta feliz convina-
cion, hubiesemos meditado sobre el modo de ..establecer
el sistema mas conforme á nuestra utilidad ? ¿no hemos -
establecido una constitucion , cifrando en ella el Orden
que hemos de seguir en el Gobierno Nacional , y
ramo legislativo ? ¿ no tenemos un código de leyes
qual ninguna otra potencia ? ¿pues en qué consiste que
no adelantamos proporcionalmente conforme pudiera-
mos en fuerza de tan poderosos auxilios? ¿quién di-
ria que contando con ellos , y el del altisimo tan ex-
presamente declarado en nuestro favor, no hubiesemos
conseguido los mas felices y conocidos aumentos en nues-
tra prosperidad Nacional? en todos los ramos que cons-
tituyen la sociedad, deberiamos experimentar conocidas
mejoras, pero no las vemos realizadas., ¿y porqué? YO
lo diré en breves razones.
' Dos causas son en mi entender las que en esta par-
te producen nuestra desgracia, la una el induxo dom i


-nante de la intriga , y la otra el... natural carácter de
-honradéz y buena fe que nos es tan ánalogo.


Nosotros poseemos las leyes mas ilustradas, nosotros


9 I
"1/105 establecido una constitucion , y adoptado un sis-
,Ina ' que bien observado podrá hacernos respetables , y


ted , consiguien te nada hay que extrañar que para eludir
los buenos efectos que debemos reportar de nuestra de-.
neracion se intrigue , y procure desunir nuestros áni-
mos , dilatando la posesion de nuestro bien que ha ex-
citado la emulacion. De aqui nace nuestra diversidad de
opiniones , y con ella el entorpecimiento de nuestras
u tilidades, y la confusion en nuestros pareceres.


La buena fe que nos es caractéristica no previene
estos incidentes , y- por lo mismo tiene lugar la sedi-
clon con que se separan insensiblemente los dictámenes
y se forma la .oposicion , que acarrea una enemistad,
una destructera guerra civil.


Este es el -motivo de que no adelantemos en nues;-
tra felicidad, y por lo mismo necesitamos dedicarnos á
llevar á electo nuestra acertada decision , removiendo
quantos obstáculos nos ponga la malicia, y destruyendo
toda eposicion que impida el beneficio de la patria, ci-
frado en la observancia de la religion católica , en el
respeto y sumicion á las leyes y autoridades constitui-
das, y en la union de voluntades, y dominacion de las
pasiones.


Ínterin no nos dediquemos á vencer al enemigo, que
mas nos asesta, que es la posesion de las pasiones, en
vano discurriréinos adelantar un paso ácia nuestro bien,
Porque jamas podremos obtenerlo, sino logramos ser in-
dividualmente señores de nosotros mismos, sin que nos
dirija otro norte que el tenor de Dios , y la Justicia,
único principio del acierto.


MADRID.
IMPRENTA DE NILLALPANDO.




N.° 2 5. 193


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


Del lunes 3 de enero de 1814.


Grande complacencia cabe al hombre guando contan-
do en su edad un ala mas de Vida, se halla auxiliado.
de la mejores proporciones de prosperar en el que em-
prende , y no menor puede ser la que sienta la Nacion.
Espailola, , si reconóciendo los recursos que disfruta, se
propone aprovechándolos hacer efectiva su verdadera fe-
licidad.


En mi número anterior recopilando brevemente los
adelantamientos que liemos experimentado en el año pró-
xiino antecedente, manifesté lo bastante acerca del atra-
so que se advierte , é indiqué las causas de que á mi
entender procede; por lo 'mismo no tenga inconvenien-
te en sentar que si ellas no desaparecen , nunca podre-
mos dejar de sufrir sus funestos efectos ; y como quiera
que ninguna cosa puede enmendarse, sin estar bien co-
nocida , entiendo que paria principiar á corregirnos, nos
necesitamos dedicar antes á conocernos , siendo ésta la
ob ra que con primada debe ocupar nuestra atencian,
si hemos de conseguir el acierto , qual habernos menes-
ter , para proporcionar los deseados progresos.


Aqui se me recuerdan aquellas palabras del Apóstol
San Pablo, quando en su epístola á los Hebréos les aconseja
qu e absolutamente se desposeean •de las costumbres del hombre
viejo buscando .los atan dios de Dios , y consultando la rec-
titud coa sinceridad y verdad ; cuya exórtacion aplicada
't nuestra hypotesis , es puntualmente la que puede sa-
carnos del abismo de nuestra obéecacion,


bb




Ya he •-repetido varias veces que estamos muy equi,
vocados en algunos de los puntos que mas influyen


lnuestra feliz eonervacion , y aunque en cada uno de
ellos tengo particularmente manifestado el error que se
padece, no me dispenso de hablar en este periódico g e-
neralmente sobre la misma materia , sin mas olseto que
el 'desvanecer las equivocaciones, porque si entramos ea
el ano con ellas , prosperarémos tanto como en los an,
tenores.


De mucho tiempo á esta parte está admitida con»
incontestable la asercion , de que es siempre acertada
toda decision hecha por pluralidad de votos , y hay
este punto tanta equivocas:ion , corno-que suele ser ab-
solutarnente inversa la resultancia , y en tanto grado
puede variar este punto , que aun en aquello _ que se
llama voz --del pueblo , tenida siempre por conforme a
Justicia, puede y es capaz de estar comprendido quan-
to á ésta se oponga , y esto no de ahora solo , sino
de tiempo inunemorial , porque ya sabemos que la muer-
te del Salvador del inundo , procedió de la voz del pue-
blo , sin embargo de ser tan injusta. _


Yo . creo que sin querer me voy singularizando, por-
que son mis idéas harto opuestas á todo lo que veo;
pero me puedo lisongear de que corno solo atiendo á la


ningun sensato reprobará mi modo de pensar.
Es necesario convenir en que la equivocacion hace


malos los -efectos de una buena causa, y de consiguien-
te debernos atender á no equivocarnos , para nó eludir
las felices resaltas que debemos lograr de nuestras acer-
tadas .disposiciones.


Tengo por muy justo y por muy arreglado que la
representacion de la autoridad nacional se reasuma ea
los sugetos . que dipute la Nacion , y aunque parezca
importuna mi digresion en esta parte , no puedo m e


-nos de indicar las circunstancias que se requieren Pa"
ra obtener este encargo , y los demas que sean co a


-cernientes al bien de la Nacion.
La-experiencia nos tiene acreditado que estamos erial'


vocados en este particular , y es necesario desirnpresi°•


I 9$
Irnos de esta eqüivOcacion ; cuidado con mis expre


-


lones, no se crea que intento criticar á nadie directa
ni indirectamente , solo quiero inspirar las idéas que
n


le parecen mas convenientes á nuestra felicidad.
Considero y confieso de buena fe que qualquiera me-


or que yo sabe las obligaciones que le competen en qual-
guier clase que se halle constituido, pero sin embargo
no me dispenso de hacer, una indicacion de las que de-
be el hombre tener presentes, segun y en la clase en que
he encuentre situado.


Para venir pues en conocirniento de las obligaciones
del hombre situado en sociedad , convendrá que le con-
sideremos en las diferentes representaciones que en ella le
caben, y son á saber: corno ciudadano: como padre


-
-de


la patria, ó depositario de su confianza : como inagis.
trado ó administrador de sus leyes y como celador
sobre sus beneficios.


En la clase de ciudadano exáminarémos las obliga-
ciones de todo hombre ; en la de padre de la patria
ó depositario de la confianza pública , considerarémos
las de aqaellos que mereciéndola, son electos como re-
presentantes de la Nacion ; en la de Magistrados veré-
mos las que comprehende á los encargados en la de Judi-
catura; y como zeladores del beneficio público nos im-
pondremos de las en que están comprometidos los ayun-
tamientos, y -sus caballeros capitulares.


Todo miembro de la sociedad está sin disputa solemne-
mente obligadd'á contribuir por su parte al beneficio del
cuerpo á que pertenece , no solo en quanto á el auxi-
lio de sus necesidades , sino tambien en lo que toca á
los progresos de su felicidad. Por este principio es cla-•:
ro quemo se concreta la obligacion del nombre como
ci udadano á solo tomar las armas en defensa de la pa-
tria, sino que se estiende á manifestar sus codocirnien-
tos , que acaso pueden producir mayor utilidad al bien
páblico, qué su personal empleo en la campa5a , (u)


(1) De esta idéa debe impregnarse iodo el que C011_
verdadero zelo del bien de la pátria se ha propuesto ilus-


bb 2




ojos anb oj draw! aod opuolaInbpr 'apaiqrnsa anb
l


ju.d
-,tuaSo ja ua ou!s 'opadwasop ns ap opow la ua ojos ou
'somnpad soqanul Z2 unuesiaaJd aruotsrao ap rt1 asonj o[
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rood ns ap tur13
naig rciand run urp 'soRys Á= taras onbunn 'otizati
ansa ua anbaod sopraqtuou »S y ura!dsr ras anb
Tnro raalnbirnb .locT 2t11) sollanbr r t'ojal:unan! rj ayina
-Trato anca ua noiarJoeinba rj ap uamturn anard sH


as opon anb ap Á caulonsran as opon anb ap opon' la
sa ansa Zarnlurpr ap rtj al


árib aod '
araldsr ap


ánb aod osara un argadtuasap 0pand ou anb la ? Topon
ap sondeo uos sopor anb ua oprtusr!snnua ama ap
omand la anb Jod? ¿rpurnsunoap rasa anuosaad IDUDJ


-rtI as ou ánbaod sand? •onuaiunoonoo ja sa anb ' ircI:o
-orad 0j yarnirj sal Drilmod 'ourn ua uyadinrj 0s soas
-ap sus souang utas anbunu onaalo aod ou z sajgrao.ng
S023,1? UOD annum) S9I anb o.`13aro ja argodtuasop ne.rp
-od 'soipunsa ap raaaara runInu opmlas urn oup 'cuna'
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soacitua!tu sosaanip sol ap sauopaap srj urpunur as op
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-unj anb ja sruref asar iontnba ap0nd ou anbled tuup
-mes !pon ap na2rao ‘so!G op aovan lop Á ' Traoin prinapn
ajá soprulope uvas, anb Irdpu!ad 01 so anb opTualua
tiam anuaturn9T oiar9adinasap urpond pnirldr ns aod
anb sorfins .U3 SDIVUO'IDIM SDuoryntisaJdax SPA1133dS9I
svi ap osara já VIUDDI anbopon anos asaapualr aqap
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-ora anb ja 133 sa ansa Á 1 rlanyd vi ap prpt.alioj vi aapnad
'ap apond 0puop ap oiciraupd sa .049 : ourprpnio
1Dp otjacrula opraijap srut la ipnp u11 sa 019 i n1D.U103
5/1 os anb ‘y►oilso f ap no:aransiurarpr nj aod rÁ Á -‘aarana
41 as anb otqand Tap opypula ja aod r& 'aaoguoo sat as


anb vát:pt, uoiornuasoadaa tj aod ro!iq
^nd t1 rnisodap as sauarnb ua sona2ns sol ap nopooTa
11"1-1-ed opon ras arp t oproonuoa -tqlrm as opurnb ourprpnp
111 ap osnuoaduion ja ?los iynb? onsandns ansa uH


*V1D1151711103 SDULIOJUODsol(' ap aman onu-és
i/19 oId!Oulad opti9s ja ua soprpunj uvas anb aadtuals


961




198
pudo obtener por espontanea, y libre votacion.


Por fortuna hasta a gora hemos acertado en las vo,
taches , recayendo la eleccion en sugetos sabios y ti-
montos; pero no por esto debemos perder de vista que
se necesita mirar este punto con la mayor atencion 9 por,
que de él depende el acierto , y nunca estaréinos mas
cerca de lograrlo , que guando nos dirija el temor de
Dios, y lit Sabiduría que de él dimanan. (a)


Es pues preciso que guando nos reunimos á dar Dm,
tro voto , conozcamos primero las obligaciones en que se
constituyen los electos segun se.representaron , y las cit,
cuns:a lieías que son precisamente necesarias para el de-
sempefio y de este modo nos convenceremos de que oo
se debe atender á la parcialidad , á la conexion , al pa..
renteeo , al interés, ni al soborno , sino solo á la sufi-
ciewia; sin perder de vista que el que nada solícita y
huye de tener cargos , es el mas digno para su desetn-
pe5o; y por el contrario el que ancla por ser nombra.
do, siempre tiene una idea personal que le degrada aun.
que sus nociones sean las mas vastas. Por último es in-
dispensable que nos impongamos en que se compromete
la conciencia en nuestro voto, y que para darle con acier-
to debemos primero implorar el auxilio de Dios, y huir
de toda parcialidad é intriga.


1-demos visto el deber del hombre corno miembro de
la sociedad, ó individuo de la Nacion. Vamos á cono•
cer el 'que le compete corno representante de la Nacion.


No es otra cosa el supremo Congreso nacional, que
' la regia y soberana autoridad del pueblo , cifrada y de-
positada en sus diputados, quienes en este hecho son sus
verdaderos legisladores. Éste conocimiento es su!'!ciente
Para impresionarnos de la virtud , talento y prudencia
que debea concurrir en todo el que sea electo para tan


(2) á este principio nos hubieramos arreglado, .01-
cho t ie lny hace que seriamos felices ; pero aun no es tarde
para como qua él solo puede hacer efectiva nuestra pros-


si:.npre que uniformes os nuestras ideas con las del
..in9 tan constantemente desvelado en nuestro beneficio'


r 99
delicado y trabajoso encargo , y quanto se empella en él,
o solo el honor , sino la conciencia del hombre, obli-


t,
no á responder de sus operaciones en el rectísimo y
reinendo juicio de Dios , donde todas manifiestas ningun
r
etexto será - b¿tsrante para mitigar la. pena que exijan nues-prete t


culpas.
Del mismo modo se debe considerar el cargo de ca-


pitular de un Ayuntamiento , cuyo cuidado del bien del
pueblo constituye en igual obligacion respectivamente á
los individuos de él , sin mas diferencia que la respon- -
sabilidad de un representante de la Nacion , sea general
con relacion á los progresos de toda ella, y las de un
miembro de . Ayuntamiento particular respecto de los de
la poblacion á quien debe regir. Y en quanto á los en-
cargados de administracion de Justicia en la clase de
Jueces, concreta tambien á la jurisdiccion que regenta,
pero todo bajo el fuero interno.


Creo baste esta indieacion para conocer los deberes-
respectivos del hombre, en sus varias representaciones,
sin considerar necesario expresarlos por menor , porque
no dudo que están bien impuestos en ellos los que tan
dignamente los desernpefian ; pero me dirijo á que el pue-
blo se imponga en el cuidado con que debe proceder en.
sus votaciones, y sepa huir de qualquiera sedicion é
intriga con que acaso se intente fascinarle.


MADRID.
IMPRENTA DE VILLALPAINIDO.




X1.° 26. 201


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


Del viernes 7. de enero de 1814..


La base fundamental de la existencia política de una
nacion se cifra en la efectiva solidéz del sistérna que es-
tablece para su régimen, el qual puede ser mas ó me-
o; útil , conforme es aquel mas ó menos arreglado.


Críticamente nos hallamos nosotros en el' caso in-
dispensable de adoptar un sistema., porque habiéndose
interrumpido el que. nos regia, será imposible subsistir,
mientras no tratemos de reponerle.


Bajo muchas formas , y con diversos aspectos exis-
te el sistéma en nuestra mente , siendo tanto mas difi-
ficil de entablar el que mejor nos conviene , quanto
cumuloso el deseo de la novedad con que se encuentra
ofuscado.


Siento que para hablar de este particular habré de
reproducir algunos conceptos que tengo ya manifestados,
Pero sin que sea molestar á mis lectores , como es es-
te el punto mas interesante, creo que no debo prescin-
dir de tratarle con la extension que -requiere.


Nada hay que estrafiar que procurando lo mejor nos
confundamos hasta el estrcmo de adoptar lo mas per-
nicioso. Por lo mismo es necesario que volviendo sobre
nosotros, nos dediquemos á reformar el desordenado deseo
de la novedad, y confesemos de buena fe que nos he-
'nos equivocado, que es en lo•ique al fin hemos de ve-
ni á parar por precision.


Necesitamos conservar nuestra independencia, defen-
de la integridad de nuestro derecho y dominios , y
'°Portar los gastos que para ello se nos originen.


Es menester formar y organizar un exército que cons•




202
te guando menos de quátrocientos mil hombres,S.-


e°'mo para mantenerlos en campaña se ha de contar
antemano con los suficientes fondos , es primero tra
de estos , que., formar aquel, porque de lo contrario tal
exército que no se puede sobstener , por sí miss/101:
disuelve.


Y quál es el modo de proporcionar fondos con
atender á las urgencias? establecer un sólido sistét
de rentas , cuyo producto sea capaz de llenar, sino e.;
el todo, á lo menos en la mayor parte aquellas ate:
eiones. (s)


Tengo ya dicho en mi número quarto quanto er
este punto me parece conveniente y preciso ; pero
mayor abundamiento tratando de lo que es sistéraa"1
puedo menos de reproducir mis conceptos acerca de este
particular , ni habrá quien me niegue, que sin rentas no
puede subsistir una nacion , ni proporcionar los medie,
de su defensa, ni tampoco podrá haber quien con sé-
líelas razones contradiga que hemos sobstituido á nues-
tras rentas efectivas unas propiedades nominales , que
nada pueden producir por mucho que prosperen res-
pecto de aquellas.


En fuerza de estas razones ( que no admiten con-
tradicion) es precisó confesar que carecernos de un ver-
dadero sistéma , y que con un buen celo creyendo ade-
lantar en la abolicion de las antiguas rentas, liemos atra-
sado enormemente , habiéndonos por este mismo hecho
atado las manos para proporcionar nuestra defensa, por-
que en vano pensaremos aumentar nuestros exércitos, DO
contando antes con la reunion de caudales que son ne-
cesarios para su manutencion.


No faltará-quien diga que yo estoy declarado Por
todo lo antiguo en esta parte , ¿ pero qué he de hacer
si por la experiencia estoy convencido de que es lo 111e"
jor ? si se anula un sistéma sólido , y se sobstituye
otro aéreo , nominal , é impracticable, ¿qué sensato Ira'
brá que no declame contra esta equivocacion ? perinit`i•


(I) Echése mano del nuevo sistéma de contribuciones,
él rendirá pintados en un papel qüantiosos caudales para a tas-
der 4 todo;


hablar- en los términos que exige mi ,
titulo : todoirte


ha terminado á la abolicion antiguo sistéma


de
tanto o


rentas , y adopcion de otro nuevo , es poco favo-
3bie á los intereses del erario y nada beneficioso al


1. bio. Los buenos deseos del Gobierno en nada puedennue
r rled da,rse porque estamos muy bien persuadidos deg ada rse


solo ancla por el bien de la pátria ; pero en esta
' duda se ha sorprendido su soberana penetra-,arte sin


reion con siniestras noticias, porque de otro modo no
pudiera producir tales decisiones.


-1
He dicho que del sistéma de recaudacion del patri-


modo nacional depende su defensa., su decoro y sub-
sistencia, y siendo inegable esta asercion parece excu-
sado que tratemos de otra cosa , mas que del verdade-
ro origen de donde puede depender esta conservacion.
Este es el punto mas interesante , y este por desgra-
cia el en que mas nos equivocamos , llegando á tanto
nuestra obcecacion, qie miramos como gravosas las ren-
tas provinciales, y sin embargo nos adherimos á su cál-
culo , para formar otras que jamas podremos ver re-
caudadas,- y preferimos una pintura lisongera á una real
y efectiva percepcion; despreciamos lo cierto, y adop-
tamos y elegimos lo dudoso. 1 . Pues qué resultas podre-
mos esperar si nuestro ánimo lisongero nos engaña con
allragüeñas , aunque inaccesibles ventajas ?


- Pareceme que tengo á la mano el anteojo de Diógenes,
cuyo fino cristal , me hace ver á Esopo con la luz
en la mano , buscando en medio del dia lo que no en-
contraba; asi creo que hemos de hacer nosotros dentro
de a l gun tiempo. Adherirnos á los antiguos estableci-
miento; para poder con ellos adoptar un racional sisté-
ma , y buscar los hombres que por su inteligencia pue-
dan llevarlo á efecto con solidéz , porque de lo contra-
rio ornnia rerdita sant.


Tengo ya probado quan ventajoso es el método es-
tablecido en lo antiguo para la recaudacion de las ren-
tas nacionales , y la imposibilidad de sostituirle en otro
tan interesante ; pero como estarnos obcecados en la idéa
de que las rentas eran perjudiciales , creo nece-
sarui iovoccoareniboant.ir y desvanecer con razones sólidas estag




2,u4
Perniciosas se suponen las rentas provinciales


5
están cifradas en los artículos de consumo y tráficop; ot


qué
glt.


ve ttpor este principio lo será qualquiera otra exaccion q u '
intente, porque tambien gravará como aquellas al pueb l o y en mucho mayor grado podrá perjudicarle, porque
puede ser repartida con tan exacta y legal proporcioa:1°
de consiguiente es mas expuesta al daño ; pero dando s.Y,
concederlo que haya gravamen en las rentas provinciales,
¿ tendrémos mas que hacer que moderar sus impuestos
exigirlos conforme á el arancel del año de 1785 en que's"
hizo en esta parte un arreglo que no admite reforma?
llaman gravosos los derechos de alcavalas y de cientos, ¿pues
hay mas que moderarlos ? ¿son despreciables mas de cien,
to veinte y dos millones de reales que producian estas
rentas?


11,os . derechos de rentas generales que se graduan de
onerosos al comercio por el crecido exceso de recargo , no
pueden modificarse sin extinguirlos en el todo y perder
ciento sesenta millones que anualmente rendian5 ¿y por
último los ramos estancados que se suponen trabas de la
industria, no pueden subsistir y hacerse con ella compati-
bles ? ¿ Esa renta del tabaco sub,;ceptible de ciento treinta
millones, cifrada sobre un objeto de luxo, y recaudada con
la mayor facilidad, en que puede sobstituirse, ni qué bene-
ficios reporta el comercio, ni la industria por su abolicionl
creo que no sean otros que el traer de Francia y Portugal
el tabaco , y exportar por este medio el numerario que
tanta falta nos hace. ¿Quántas fábricas de tabaco resulta-
rán de la abolicion de su estanco ? quántos plantíos ve-
remos de hoja con que elaborarlo? iválgame Dios cómo nos
engallamos con soñadas ventajas! cada vez vamos perdien-
do mas, y no es eso lo peor sino que estamos imbuidos en
la idéa del . taur, , que nunca abandona la resolucion (le
ganar la capa donde la ha perdido. (a)


Por esta breve indicacion parece nos debemos conven-
cer de la urgente necesidad en que nos hallarnos de esta-
blecer ua siitérna , porque el adoptado sin duda es falli-
do. 1Y quál podremos elegir que por la experiencia sea


(2) El caso es que en este :pelo no hay que esperar que
mude el naype,y por lo mismo el mejor recurso es dexar de jugar'


20 5
das beneficioso, que. el antiguo ? con él se sostenian los
"1-stas Nacion; con él se subrninistraban inmensas


g
á la Francia, á la Italia, y otras partes ; con él se


5:tcgaipraban reynos; con él se saciaba la hidrópica arnbi-
cioa del valido; con él se sobstenian los vicios de la coro-
na; con él se soportaban los excesivos gastos de casa real,


inas


y sin embargo no estaba el pueblo tan gravado como alio-
do


Vivia el hacendado, se mantenia el empleado, trabaja-l
a por el nuevo méto o.


a:1 el artista, exercia el menestra!, y todo en fin se iba solye,
ten
teniendo con un mediano equilibrio, y ahora interrumpi-
do aquel método nadie puede subsistir; ¿ y esto qué nos
hace conocer ? que no hay un sistérna corno el .


antiguo,


y que es preciso si hemos de sobstener el decoro de la na-
cion, reponerle en todas sus partes, sin perjuicio


• de las inno,-
vaciones que le quepan con arreglo á las circunstancias.
De este modo veremos prosperar al pueblo , lograremos
recaudar fondos, y conseguiremos desenvolvernos de nues-
tras obligaciones , bien entendido que para ello se ha de
echar mano de los hombres de integridad y conocimien-
to, que no deja haberlos entre nosotros; por este medio en
fin veremos palpablemente los abundantes recursos de que
es subsceptible el pueblo español, hallaremos en el estan-
co de aguardiente ochenta millones de reales anuales ; re-
portaremos de los propios bien administrados crecidas su-
mas, y podremos tambien . aplicar á los..gastos de la na-
cion los considerables rendimientos de tantas piezas ecle-
siásticas vacantes, tantas encomiendas de las órdenes mi-
litares, y de la de San J clan, y otros arbitrios, que apro-
vechados pueden formar un respetable capital. Prescindir
de todos estos medios, y buscar el de un recargo enorme
al pueblo, ¿ qué es sino exasperarle, y reducirle á la men-
dicidad? En verdad que no sé como se pueden perder de
vista unas reflexiones que son tan claramente manifies-
tas á todo hombre.




Para comprender la absoluta imposibilidad de sustituir
a la s rentas ptovinciales otra alguna contribucion con be-
neficio del pueblo, no 'hay mas que volver los oios á la
"Periencia que tenemos del éxito de iguales em p resas, in-
tentadas en tiempos mu y diversos al Que estamos. Desde
el 40 de 17 5 0 en que se formalizó el czarasto general de




20ó:
los bienes de -las veinte y do.; provincias de Castilla y L con
para subrogar las rentas provinciales, en otra contrib43
cion, se =piaron con la mayor dedicacion los mas huele
gentes y exzactos ministros , hasta el de t 770 en que trae
raudo de hacer el repartimiento, hallaron entre otros obs,
demos el de la enorme desigualdad, entre la cantidad repare
tibie, y objetos sobre que debia recaer, viéndose en la pre„
cision de consultar varias veces á la real persona, para r;
inferir , los daños que resultaban , pues si se tornaba el
medio de repartir en cada pueblo las contribuciones que
pagaba en aquella época, se cometia la injusticia de que á
unos tocaba un seis, diez, quince, y veinte por ciento;
á otros un veinte y cinco , y á algunos hasta treinta y
siete; y si se hacia por igual el dividendo de la total con.
tribucion sobre todos los fondos , quedaban menos carga-
dos los pue.blos mas ricos y numerosos. Pero aunque mas
se meditó sobre el modo 'de vencer estos y otros ineoave-


- nientes, no pudo establecerse la única contribucion, quedando
igualmente ilusorio el proyecto presentado en el año
de 178 4. por don Francisco Cabarrus, cuyas juiciosas im-
pugnaciones hechas demostrativamente por la direccion
general, produgeron el convencimiento de no po3erse es-
tablecer un método tan sencillo como el de las reatas pro-.
.vinciales, ni que sea subsceptible de reunir, segun en él se
convinaron tantos y tan atendibles extremos, como los que
contiene la instruccion de 2 t de setiembre de ( 7 85 for-
mada por consulta de la direccion , y en vista del pro-
yecto ya citado. ate relato es comprobable en_ las diligen-
cias de catrasto , y documentos que deben eXitir en el ar-
chivo general de rentas, y el de la secretaria de hacien-
da; y aunque da márgen á muchas importantes reflexiones,
suspendo producirlas por no ser molesto, y porque queda
bien acrisolado que es la experiencia el norte. de mi
opinion.


Sistérna pues necesitarnos, y es indispensable que ó re
-nunciemos á los impulsos del raciocinio , ó establezcamos


el sistéma antiguo. El nos ofrece sin la menor -duda sobre
sus pingües rendimientos el considerable ahorro de las
muchas sumas, que antes se invertian ea objetos puram en


-te viciosos, y en suministros á otras potencias , las vales
son un aumento del patrimonio mismo, y con-éste tuco'


2O7
gasto podremo s acudir al mayor dispendio que nos oca-
5i-on e. el acrecentamiento de nuestras fuerzas militares.
S-- El último recurso que se debe adoptar es el de un nue-
vo gravámen, y antes deben haberse agotado todos los me-
dios que sean preineditables para evitar nuevos recargos.
Es asi que corno dejo sentado no nos faltan loa. recur-
sos de consiguiente deberemos echar mano de ellos , y
libertar al pueblo en todo lo posible de repetidas exaccio-
nes, pues de lo contrario nunca reuniremos los fondos pre-
cisos, y cada vez será mas escabrosa su recaudacion.


De lo dicho se infiere que no puede haber -Un sistéma
mas arreglado , ni menos trabajoso que el antiguo , sin
que obsten á esta asercion quantas. cabilosidades quieran
oponerse por parte de los noveleros y-proyectistas, porque
sin duda no habrá uno que pueda substituir á aquel sistéma,
otro tan sólido, tan pingüe, tan beneficioso tan




ble en sus efectos.
No se crea que yo intento en esta parte criticar al


Gobierno , cuyas sabias disposiciones me precio de saber
respetar, solo intento hacer ver la P-urente necesidad deo
establecer un sistema administrativo, sin perder de vista
jamas el inestimable celo y constante dedicacion con que
nuestros dignisimos representantes han controvertido este
punto , llevados de la laudable idea de aliviar al pueblo,
el quid bien persuadido de esta verdad les es deudor de
una eterna gratitud.


Nada debe extrañarnos que dedicados á la considera-
cion de nuestro verdadero bien , padezcamos alguna equi-
vocacion en el modo de proporcionarlo , porque este es
efecto de nuestro ardiente deseo, pero convencidos por la




experiencia , deberemos volver sobre nosotros mismos, y
adoptar lo que ella como maestra del acierto nos indi-


.:
efe


iustee'ele:


tivo depende la subsistencia de la Nacion, su decoro, y la
dris


Es pues necesario convenir que del sistéma administra-


a de sus derechos, y que por consecuencia sin un


mas conforme al beneficio que buscamos.


arreglado, es todo lo denlas ilusorio: es preciso re-
flexionar que de- nada sirve imponer una crecida contribu-
cion al pueblo, cuya suma parezca suficienteá la solución de
SusLi gastos, porque no es tan fácil su cobro, como su esta-
ineeituiento, y aunque el vecino reportase en ella un benea-




2ob
cio notorio con respectóá lo que pagaba por las rentas, eQ,,
Ino su exlccion es inmediata, siempre se le hace mucho
mas violenta, y es renuente en su pago: y es en fin indis,
pensable atender á que las rentas antiguas por su natura,
loza y método eran menos sensibles,y por lo minno de mas
óbvía y fácil recaudacion, y que lo principal que necesita-
rnos es reunir fondos con que atender á las perentorias ur,
gencias que nos afligen , cromo ya tengo várías veces in-
dicado. Por lo mismo mientras se establece un nuevo plan,
y se logra que sea recibido del pueblo, pueden reunirse por
el antiguo considerables sumas, que dando el caso de for-
malizarse el nuevo, no puede producir en mucho tiempo,
y las obligaciones en que estamos constituidos no admiten
esta espera.


Lograremos formar un grande7exéreito; pero no te-
niendo al, pronto suficientes caudales para proveerle .de
lo necesario, se desmembrará y disolverá prontamente, sien-
do despues mucho mas dificil organizarlo , y quedando la
Nacion expuesta en el interin á qualquiera ulterior desgra-
cia; y este punto tan interesante depende del sistérna de
administracion y exáccion de las propiedades nacionales,
que solo pueden rendir (sin perjuicio notable del pueblo).
para tan preferente atencion, reponiéndolas ba t o el método
que antes estaban, y encargando su manejo á sugeros de
conocida ciencia y conciencia , en que consiste rambien
buen éxito de su reposiciou.


PUERTA DEL SOL.


- Admirando el esmero con que se ha adornado en esta
Capital la carrera de la entrada del Supremo Gobierno Na-
cional , echan de ver algunos sensatos que en . la Puerta de
Atocha sobre el arco triunfal,. tan dignamente erigido se da
lauro .á la Nacían, á su Soberanía, á. sus defensores, y á la
Constitueion : todo es muy justo, pero lo principal sé ha
suprimido que es dar gloria á Dios origen de todo bien.
Esto será un olvido natural, pero parece poco disculpable
en una Nacion Católica.


MADRID.
IMPRENTA DE VILLALPANDI


N.' 2 7, 209


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


Del lunes lo de enero de 18 14,


Gracias á Dios que el heroico Pueblo de Madrid ha
visto la deseada traslacion de su amante Gobierno á ésta
Capital de las Espalias , centro dignisimo de su augusta
representacion. Así felizmente cumplidas las ardientes an-
sias de e.ta fidelisima poblacion , goza la nacion ente-
ra de la complacencia de ver radicada su soberanía en
en el punto que la es por antonómasia privativo.


La sensillez y estnero'con que este memorable vecin-
dario ha celebrado la traslacion del Gobierno, y sus tier-
nas demo straciones , recordando la ausencia de su aman-
te Monarca le hacen acreedor á un eterno elogio , y si
se combinan estas pruebas de su constante fidelidad, con
las que en el dia dos de mayo dió al mundo entero de
su valor y de su sabia penetracion , conoceremos en él
efectuadas aquellas palabras .del Profeta en el salmo 28. ,
Dominas virtutern populo suodabit , Dominas bJnedicet po-
pulo suo in pace.


La tranquilidad , el sosiego , y el buen orden con
que en tan plausibles festejos se ha conducido el pue-
blo , á pesar de algunas sediciones que en pasquines los
Bias anteriores parece se intentaban esparcir, dan á en-
teuder la generosidad y talento con que desprecia todo
aquello que puede ser perjudicial á su decoro, y la nin-
guna cabida que tiene en sus habitantes la corrupcion,
Pc'r que están cada dia mas constantes en el amor de


dd




210
su ausente Rey, y mas ansioso de su rescate.


En vista pues de estas pruebas nadie dudará de la
sabiduria , religion, valor y pratiotistno que caracterizan
á este vecindario , y le hacen por tan dignas prendas atisa
ble y respetuoso. Por, lo mismo parece inutil refleIonar:
el heróismo de que es subsceptible p)r su .decidida acule'
sion á la Justicia. Y por otra parte como para alabar se,
gula merecen sus relevantes circunstancias,- no faltarán
plumas que mejor que yo posean la necesaria elegancia
me parece seria molestar á mis lectores (si yo me em,',
pefiase en hacerlo ) y no cumplir debidamente tan dig,
na empresa. Así que pasaremos á tratar de otros puntos
demas perentorio interés.


• Habiendo visto en cierto papel periódico un discur-
so sobre 'el exámen de los poderes conferidos por las
provincias del Reyno á sus caballeros. diputados para las
actuales Cortes, advierto, que con mucha razon echa de
menos su autor que antes de cerrarse la seion de 29 de
noviembre no se haya nombrado la comision para el
examen de los poderes, á fin de que pudiese estar expe-
dita esta diligencia para que en la primera del quince
de enero concurriesen todos los Señores .representantes
que componen el Supremo Congreso. Esta dilacion que
sin duda ha originado algun acontecimiento qué no al-
canzamos, parece que no puede ser duradera, respecto
de que en la sension del r5, deberá ser lo primero ye
se trate el nombramiento de la comision , y ésta no de-
ve tardar mucho en el exámen de los -poderes , ni por
consecuencia retrasarse el ingreso de los Señores Diputados.


La presencia de éstos autorizados por sus tespecti-
bas provincias , parece que hace -concluir la repre ,.enta-
Cion dé los que corno suplentes ocupaban su lugar , 'y
por consecuencia es bien claro que -substancialmente ac a


-bó su ceitnetidó en el hecho del nombramiento de los.
propietarios , y como quiera que la diligencia del e gíi-


Voderes es en sí tan • sencilla, no cabe retar
-dátióniT6h .: 11 'ingreso de los nuevos efectivos repres en


-tantes.


/t-.x
Es muy factible que impresionado el supremo Con,:


del amor filial con que el esclarecido pueblo de
ba. deseado su venida, y las finas demostraCio-,


Po A


. 0 n que la ha apladido, no podrá dudar de la dis-
Ile '• cic o n. del mismo pueblo á coadyubar sus acertadas de-e
'c./0es conformes á Junicia, desvaneciendose por este prin-
cipio las subersivas ideas con que los malvados supo-
n" ; mi expuestos al Gobierno , en cuyo hecho solo han in-
ferido- un agravio. á esta leal poblacion.


Ya es tiempo pues de que dejando todo lo que sea inci-
dencias , ó puntos accesorios nos dediquemos á lo prin-
cipal• Es menester que dando .una ligera ojeada sobre nues-
tra situacion moral y política nos impongamos de nues-
tro actual estado ; y por último que en uso de nues7-
tros conocimientos nos dediquemos de lleno á propor-
cionar nuestra felicidad, único fin de los an.lielos de la
Nacion entera.


No se juzgue que trato de...ensefiar á quien mas que
yo sabe , pero habiendo de llenar los deberes de mi tí-
mi° me encuentro ,en la precisa obligacion de indicar
yunto me parezca útil al bien general, sin que sea vis-
to que en ello es ni puede ser mi ánimo inferir el
mas mínimo agravio , ni al ilustrado Gobierno que nos
dirige , ni á ningun otro particular , directa ni indirec-
tamente.


Esto supuesto sin separarnos del conocimiento de
nuestros felices progresos , en que tan patentemente bri-
lla el divino auxilio , es necesario que nos propongamos
aprovecharlos para que llegue á perfeccionarse la grande
'obra de nuestra- verdadera' prosperidad.


Si á la :satisfaccion de nuestras victorias no se sigue
el establecimiento de todos, y cada uno de los puntos
in teresantes á nuestra conservacion no gozaremos ja-
mas el feliz fruto que aquellas nos ofrecen; y podremos
con verdad sentar que hemos nosotros mismos eludido
nuestra, fortuna.


Desengañémonos que es enorme nuestro atraso ; que
es palpable nuestra decadencia y notorio el absoluto tras-


áci 2




2/2
torno en todos tos puntos concernientes á la conserva..
ion de la independencia y decoro nacional. Está muy


tibia la religion , muy cundida la impiedad , y muy
neralizadas las erroneas maxitnas de la vana filósotia: nos
hallarnos sin exército , sín rentas y sin resolucion Para
adoptar los arbitrios que pueden proporcionar unicamen,
te nuestra subsistencia y conservacion. Quanto en cana
trario de esta verdad quiera figurarse, no es otra. cosa
que un hermoso sueño cuyas lisonjeras representaciones
alhagando nuestro ánimo , nos abisman en el letargo
de la inaccion. Ya es pues tiempo de .aprovechar los au_
xilios sobre naturales , y no desperdiciar los que nos
ha proporcionado la naturaleza


Exércitos<numerosos y disciplinados, y fondos quan..
tiosos , y recaudados de pronto , son los dos objetos en
que debe fijarse nuestra atencion , como ya tengo dicho en
otra parte : el proporcionarlo es cosa muy facil y senci-
lla siempre que nos valgamos de los medios mas obvios
y capaces de llegarlo á conseguir con la brevedad que exi-
gen las críticas actuales circunstancias , y en ninguna o-
casion mejor que en la . presente podremos lograrlo, sin
que se comprometa nuestra opinion con la posteridad. He
dicho ya varias veces que nuestro zelo nos arrebata, y en
comprobacion de esta verdad llegamos á experimentar que
el establecimiento de toda novedad dirigida pot nuestro
zelo no nos trae de pronto las felices consecuencias que
nos protnetiamos , ni nos ofrece lograrlas mas adelante; de
consiguiente estamos en el caso de moderar ya este mismo
zelo , para reconocer y adoptar lo que mejor nos conviene.
Quando la voz de la razon y la Jústicia , guando la san-
ta Religion que profesamos , y guando el conociiiiiento
de nuestro verdadero bien llaman imperiosamente nuestra
atencion á inedirar los medios que pueden ser capaces de
salvar la Patria, solo cumpliremos esta sagrada obligacíon,
desechando quanto de ella pueda distraernos, porque de
lo contrario haremos mas penosas nuestras tareas , y olas
remota la consecucion del Cm á que se dirigen.


El cuidado de nuestra defensa dirigido solo á formar


2/3
grande exército que en realidad necesitamos, no puede


tin
Lle


varse á efecto mientras nuestros fondos no se cifren en


t
,rincipíos Olidos , y hé aquí la razon porque tengo di-
caso


ea mi número anterior que no puede haber exército,
mientras no sea repuesto el sistema antiguo de las Rentas
de la Nacion a pero aun hay mas , z el cuidado de nues-
tras colonias, cuya conservacion es una no pequeña parte
de las riquezas nacionales , no exige que se envíen á ellas
las tropas suficientes para contener qualesquiera rebelion
que pueda ocurrir contra la legítima autoridad? ¿Podre-
mos con seguridad contar con aquellas posesiones , si las .
drj anos abandonadas á sí mismas ? Pues si no hemos de
perder de vista esta interesante -parte de la nacion , de
beremos cuidar de conservarla conforme exige el benefi-
cio general que nos produce.


Tanto tenemos adelantado para conseguir el acierto,
como que si queremos está en nosotros mismos su mas ven-
tajoso logro, no ya por cálculo, no por vaticinio, no por
prevision , sino por clara y patente experiencia.


Nadie podrá negar nuestras grandes y penosas tareas
dirigidas á conseguir en el todo la apetecida prosperidad;
ni nadie tampoco podrá dudar que á proporcion de nues-
tro anhelo hemos tenido la desgracia de no ver los efectos,
sin mas razon que el 'acalorado zelo que nos cOnducia,
con el qual adoptando nuevos sistemas , hemos retrasa-.
do las felices resultas que indudablemente habriamos re-
portado de nuestro antiguo método , en cuya consecuen-
cia solo reponiendo éste , enmendaremos nuestros atra-
sos, y daremos á la posteridad una prueba de reflexi-
va docilidad tan egemplar y decorosa, como la que tene-
mos dada de ardiente zelo.


El feliz momento de nuestro desengaño debe llegar muy
Pronto, porque si por de sgracia se retrasase darán en
tierra todas nuestras esperanzas.


No habrá un sensato que no esté poseido de esta idea,
Por lo mismo creo que beilinente podrán conocerse las


du


en,aias -que de ella no, podemos prometer. No h igaa que
dar de los buenos deseos del Gobierno, cuyos dnísi-




214.
mos representantes guiados del santo temor de . Dios , ne
puedan adderirse jam.is á ninguna . :máxima que sea ,:on,
traria á tan .sólido fundatne -7 de su s::biduría ; y de
consiguiente podemos tener la satistael ioa de_que la obser,
vancta de la religion' católica, el amor á, nuestro auspi,
rado Fernando séptimo , y la verdadera prosperidad de
la Patria, son el seguro norte de sus rectas i :leas, en
las quales imbuido el Pueblo (en lo general) consiste el
efectivo patriotismo , y la union reciproca de la Navi0,1
con su sabio Gobierno.


Ningun pueblo mejor que el de Madrid podrá estar
penetrado, no solo del verdadero bien de la Patria, y
efectivos medios de conaeguirle. , sino tarnbien de la faei-
lidad con que inculpableineme puede incidirse ea una
equivocacion aJerca de éste. y quales quiera otro punto.
en .prueba de esta verdad tiene manifestado repetidas
veces su prudencia , su tino y su prevision. Hace mu
cho tiempo que conoce . quanto interesa al bien general
su union con .el Gobierno ; y esta grande obra , prin-
cipio de la conservacion nacional , estaba reser-
vada precisamente para la época en que el Gobierno se
situase en esta capital , donde veremos con satisfaccioa
no haber mas, voz que la de. la Justicia , ni mas opinion
dominante que la de la religion sagrada, y la fidelidad
al cautivo objeto di amor de los espatIales. ral es el sen-
tir del noble pueblo de Madrid , y siendo el alisara sia
duda el de nuestro católico y soberano G•Dbierno, es
consiguiente su reciproca union , y por lo misma indu-
dable la felicidad de la Patria que de ella din-lamí. La
Religion , el Rey y las Leyes son las sólido, principio;
en que se funda; y no padiendose prescindir de ellos
nada hay que temer de adverso.


Exernplar y nobilís i mo pueblo Matritense tú que
tienes demostrado tan repetidas veces tu religioso ze


-lo , tu. ardor.. patriótico , tu sin igual valor y tu in
-imitable prudencia ; tá que en tu comportacion


sido norma del heroismn á la faz del Universo, Y tu
en da que itat manifestado tu decidida, adhesion á la


- 2í5
causa sin que las persecuciones -de las armas enemi-


ta ; ni la persuasion de la sagaz política del Gobier-
g'




'Frances , haya podido demudar tu admirable cons-


lacia ; persevera siempre firme , en tu dignisimo pro-
oósito , y despreciando guamas - máximas sean á él apiles-.
'ras, únete íntiinamente con el ilutrado Gobierno, y /o-
raras tu felicidad. Y supuesto tienes acreditado set in—
°paz de corrupaion , cuida de . no dékarte fascinar porc
las máximas Córruptas de una : vana filosofia, que solo ter-
minan á destruir la Religion sagrada, sin cuyo princi-
pio nada bueno puede esperarse. Y pues por una natural
propeusion te es análoga la devocion á la Madre de Dios,
cavo amparo ha sido en todos tiempos tan manifiesto en
favor de esta Corte, no pierdas jamás de vista este in-
falible y seguro apoyo ; y en quanto dudes invócala
con el Padre S. Bernardo Respice stellom , yuca Mariarn.
Así triunfarás de guatitas asechanzas opongan á tu fir-
meza los enemigos de la Iglesia , y de la fé de Je.
suchristo , ensalzando hasta lo sumó la fama de tu sa-
biduría religion y - patriotismo.


PUERTA DEL SOL.


La repentina llegada á esta Corte del Sr. Duque de
S. Cárlos ha llamado altamente la atencion del Pueblo,
¿qué podrá contener su mision? proposiciones del Em-
perador Napoleon sin duda. Qué ocasion tan lisonjera se
presenta á nuestra Sabiduría , para contrarestar la politi-
ca del - gabinete frances , pero no perdiendo de-- vista la
buena fe que le caracteriza , estaremos á cubierto de
qualquiera sorpresa.


MADRID.
IMPRENTA DE VILLALPANDO.




N.° 2-8. 217


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


Del viernes 14 de enero de 1814.


ace algun tiempo que estoy conteniéndome de ha-
blar sobre un punto harto esencial por no incurrir en
una critica propia de cierto pernicioso entusiasmo que
por desgracia está demasiadamente generalizado ; pero
como mi silencio en esta parte se opone á las obliga-
ciones de mi título, á la verdad no sé que medio eegir
para no hallarme incurso en ninguno de los dos extre-
mos: si callo falto al cumplimiento de mi deber , si hablo
comprometo mi discurso , ¿qué haré pues en tan crítica
precision? hablaré por boca de la Justicia para no que-
dar comprometido.


De muchos puntos he tratado hasta ahora , y solo
de Empleados nada he dicho , y siendo éste de la ma-
yor atencion del pueblo , me encuentro compelido á ha-
blar de él, así como de todos los demas por la analo-
gía que pueda tener con la felicidad de la Nacion,
que terminan mis anhelos.


Así como son indudables los muchos perjuicios que
ha sufrido toda la Nacion por la invasion del enemigo,
es constante, y no,admite la menor duda que todos se


forme en esta Clase del. Estado, que precisamente cons-
lituyen (hablando en general) la parte mas sana del


:::blroe.f.0 -ndido y venido á recaer en el grado mas e


Sería aunque no imposible acaso molesto el hacer
comparacion de la influencia , ya individual, ó ya


ee




2 1 8
general que han tenido los perjuicios de la invasion
con varios sujetos especialmente y con distintas Cor.)0
raciones ,, ademas de la comun de la poblacion;
separandonos : por un momento de esta distincion no p
dremos menos de confesar que todo el cúmulo de i
desgracia vino á recaer de un modo .extraordinario s:
bre los empieados civiles. Hagamos un pequero bosques
jo de su inSeltz suerte , y sin que se me impute par,
cialidad , me prometo presentar en ellos á mis lectores
un digno espejo de Virtud mortal, y un eterno egempio
de la mas terrible persecucion , y laudable tolerancia.


Sin entrar en discusiones sobre la utilidad ó
lidad que produce al comun de la Nacion esta clase de
sus individuos , porque se halla bien calificada por la
experiencia de falsa, y poco juiciosa la opinion de los
que titulan á los empleados como carga inutil de la
-Nacion : bastará con,ideremos que su dependencia
mediata del Estado les constituye (generalmente hablan-
do) en la clase de poco pudientes , respecto que no
contando con otro auxilio que sus asignaciones, ape-
nas pueden sobstener su existencia , y la de sus fami-
lias, con el sistema mas económico y frugal.


Desde el momento de la invasion de los enemigos
fueron el blanco de una particular, y directa persecu•
cion , ya obstigándolos con un especial recono:imiento
del Gobierno , á pretexto de su dependencia del Esta-
do, ya exigiéndoles las noticias que pudiesen suminis-
trar por el conocimiento en sus respectivos ramos, y
ya en fin obligándolos hasta con amenazas al someti-
miento involuntario de su ilegítima, autorilad. Sitos
procedimientos acompaáados con la retencion de sus
pagas , recaente sobre algunos atrasos , con que se
hallaban no fué otra cosa que el asesto de una forta-
leza entregada por hambre á sus enemigos.


De aquí procedió la conrinuacion de unos en sus
destinos con ideas bien_ diversas de las que alguno> po-
co reflexivos arbitrariamente les suponen: de aqu í


se
siguió la cesacion de otros, que juzgando menos III'


21 9
el tiempo de la dominacian , y pudiendo acaso


rad
rconta


o como


con algun particular auxilio, ó no consideran-
d no los otros útil su continuacion, quedaron se-
parados; y de aquí por último la emigracion de otrosduda juzgaron ser mas conveniente su salida
que sin estancia. En quanto á la suerte que ha cabidoque
, un os y a otros , casi ha sido igual , porque si los
°emigrados han sufrido privaciones , fatigas, inteMpé-
ries y atrasos en sus pagas , los estantes en sus destinos
han experimentado persecuciones , amenazas , enormes


percepciones, y han vivida en la mas
terrible


t
o


ag taci e siendo algunos ultiman-lente reduci-
dos a la mendicidad, despues de haber enagenado quan-
a rao s en sus


poseían , de cuya verdad hay por . desgracia variosto
testimonio., al presente en esta Corte.


Tales han sido los asestos de esta parte de la Nacion,
ocasionados por la injusta invasion del enemigo, pero aun
han tenido otro infortunio mayor los empleados, y es
la poca consideraeion con que generalmente se han
mirado sus respectivas determinacioaes , dandoles cada
qual una atribucion análoga á su idea, y acriminando
indecorosamente su comportaeion , sm examinar el fin
con que se dirigieron , ni los medios de que se de-
biaa valer ó con que podían contar- para- haber mu-
dado de rumbo..


De este origen dimana la vergonzosa lucha que se
advierte en las opiniones, hasta el extrema _de indicar-
se por escrito y en papeles públicos que fué una me-
ra expeculacione la fuga ,.. y un delito la permanencia.
No 6neearé que puede haber de uno y de otro , . pero


Aserá particularmente en alguno e . ó algunos suecos' , y
Por consecuencia, no debe intuir en descredita de los
denlas , guando en general consta por publico y. noto-
rio lo contrario, de que se deduce que es tan itnpro-/
pía la denominacion de trashumantes á los emigrados
como injuriosa y desatenta la de afrancesadas álos con-
firmantes en sus destinos.


1 .10 soy un defensor de unos ni de otros , pero
ee z




220
aunque lo fuera mc abstendría 'de romper los diques ¿e
la modera.Jion, para tratar del mérito -que á cada uno
puede corresponder. Es un punto este que no cabe di,„
cutirse con generalidad, sin interir enormes daños por,
que las circunstancias individuales de algunos sujetos
ó corporaciones , pueden únicamente calificar su
to ó su delito. Es necesario no acalorarse, porque de
nada sirve hablar 'Macho , y disparatar infinito. Dis,
turramos por partes para poder con desahogo exaini,
nar la causa de los inocentes empleados (i) sin hacer_
les mas amarga su actual libertad, que lo que lo ,,ftté
su anterior esclavitud.


Si hemos de suponer absolutamente delito en solo
la estancia , y mérito en solo la fuga ( como quieren
algunos ) concluiremos que son cu pado los que se
quedaron , y beneméritos los que emigraron ; pero en
esta decision no podremos menos de infringir la Justicia
distributiba , porque lejos de dar á cada uno lo que
es suyo , como ella previene , les atribuiremos á los
unos y á los otros lo que de ningun modo puede cor-
responderles, siendo por lo mismo irracional y desar-
reglado. nuestro dictamen.


En la permanencia, y en la ernigracion puede ha-
ber un esclarecido mérito , una disimulable t'alta , y un
enorme delito, como veremos palpablemente. Todos
los empleadcH, cuyos destinos eran de precisa inmedia-
clon al Gobierno, debieron seguirle ó buscarle donde
estuviese ; pero el que de ellos no lo hizo por su ab-
soiuta imposibilidad de. medios , concurrencia de acha-
ques , ú otras causas inculpables , no será reo en su
ininovilidad, siempre que haya permanecido fiel á la
Nacion. Los que servian unos destinos puramente loca-
les, ó ceñidos á su Partido ó Provincia, no han te-


(i) Digo inocentes porque no se estiende mi prop5sici0#
á desfigurar ni apoyar qualesquiera delitos , que hayan P e


-dido cometer los empleados, ya en su permanencia ó ya e5
su emigracion.


221
ido aquella obligacion, y por consecuencia tampoco


dclinquente su continuacion 5 siempre que hayan es-
adictos á la justa causa, y si es reelevante su mé-


r itoov si en el desempeño de sus destinos han favorecido
contenido en lo posible los ímpetusímpetusdelI pueblo , y


aGobierno Frances en sus repetidas exácciones de que
hay publicas é irrefragables pruebas.


Los que emigraron en el principio de la invasion
con el laudable objeto de contribuir por su parte á la
defensa de la Patria, tienen un mérito innegable, siem-
pre que esté , acreditada su concurrencia intelectuál ,
personal á tan digno objeto; pero si les condujo la
idea de su ascenso , 6 el deseo de su privatiba utili-
dad nada les debe la Patria, porque se han expuesto .
en ob sequio de sí mismos , y no por otra idea. Y los
que despues de servir al Gobierno ilegítimo se fuga-
ron, ya porque no lograron con él lo qué deseaban.,


ya porque vieron próXiina- su conclusion, de ningu.
na manera pueden ni deben ser considerados como los
primeros ; de que se convence que en los empleadoe
permanentes , y en los emigrados puede haber mérito,
y delito respectivamente , segun la particular compor-
tacion de cada uno, y el objeto de su inaccion ,
fuga , y que es temerario qualquiera juicio que con
generalidad se forme en razon de su conducta. Baste
constar por notoriedad que en esta Capital los emplea-
dos que han continuado en sus destinos (al menos' en
la corporz.leion que mas rozo tuvo con el Pueblo ) se
han comportado con la mas heróica política , y acen-
drado patriotismo : que á ellos debe el Pueblo la liber-
tad de mas de dos terceras partes de las contribuciones
que impuso el Gobierno Frances ; y que ellos sin dis-
puta sobstuvieron una constante lid con aquel ministe-
rio y lograron el señalado triunfo de hacer ilusorias
todas sus disposiciones , pues no hubo una que llevasen
á efecto en todas sus partes conforme en sí prevenia,
Y esto solo por atencion al Pueblo y sin mezclarse ni
el interés , ni la eonexion, ni el valimiento , solo su




222
patriotismo , y su anhelo de eluiir los medios de a,
quisicion al enemigo , fue el estímulo que les eondueig
1Y ésta comportacion podrá -hacerlos- acreedores di:'
terio de afrancesados?


No ignoro la obligacion en que conforme á nueq,
tras Leyes pudo estar incurso todo ciudadano, ni me
es desconocido el espíritu de ellas, y su verdadera apiL
cacion ,•y por lo mismo me dispenso graduar de vicio,
ó virtud en general, ni la permanencia , ni la fuga
solo diré que el que haya hecho en una ií otra ma5s'
servicios á la Patria , sera el mas beneturito 5. acredi-
tándolos en forma.


Por este principio debe mirarse como detestable y
agena. de prudencia toda qiiestion sobre este punto , y
mucho mas guando el Gobierno en uso de su notoria
sabiduría , tiene dispuesto que por medio de la purifi-
cacion particular de cada indiv ido se acredite su conducta
política para juzgarle con. •,..pleno conocimiento , cuya
circunstancia hasta ahora cuarteta á- los empleados con-
firmantes , deberá; ser extensiva tambien á los emigra-
dos para premiar con proporcion sus servicios pues
no es ni puede ser la etnigracion por sí sola un suficien-
te y robusto convencimiento de su patriotismo.


Algunas reflexiones pudiera producir en apoyo de
quanto llevo dicho , pero me parecen Suficientes las in-
dicadas para convencer á todo sensato, y desvanecer las
siniestras inducciones que pueden haberse impresionado
en la pública opinion , por la generalidad con que se
quiere controverter este punto , sin .reparar en que pue-
den originarse excesivos da5os á muchos beneméritos de
la nacion , y sus inocentes familias , con solo la idea de
establecer por . punto general que solo el emigrado es buen
patriota , cuya , asercion es. por á sola absolutamente l'al'
sa, y no- debe darsele asenso,. sino consta por pública
justificacion. Benemérito á la faz de la Patria. solo puede;
serlo el que lo- tenga acreditado con hechos notorio s, °
con una legal justilicacion , y traidor á la Patria rnidill
será aquel á quien en juicio contradictorio se le • reill


22. 3


i ifica do ; todo lo demás es hablar por solo tener bo-tiSt , iuzgar sin principios de religion, ni conocimientos
PUERTA DEL SOL.


Dicese que al salon del Banco le ha sucedido lo que
la novia de Parla. Que se trata de habilitar el coliseo


de los caños para las sesiones : iVálgate Dios por acasos;
hasta en esto nos hemos de equivocar ? Ello es que ya
tenemos ahí un gastito mas, y lo que es peor quiza una
retardacio n en la primera sesion del congreso; bien que
la obra que haya que hacer en el.teatro no puede durar
mucho tiempo, si se activa conforme exigen las circuns-,
tancias.


MADRID.
IMPRENTA DE VILLALPANDO.




r N.° 2 9.
EL FISCAL PATRIÓTICO


DE ESPAÑA.


Del lunes 17 de enero de 1814.


Quando experimenta un pueblo los efectos terribles 'ele.
su general commocion , sea por la causa que fuere , se ve


, absolutamente trastornado todo el Orden, y puesta en mo-
vimiento su máquina política , cuya desorganizacion
ocasiona siempre funestas resultas en *todo los ramos de la.
sociedad , no solo en quanto subsiste interrumpido el (Sr-
¿en, sino tambien respecto de su restablecimiento en que con-
siste la vivicacion del pueblo. En estas ocasiones pues - se
descubren mas que nunca los grandes talentos , acompaña-
os de un genió oirprendedor, , y obcecados en las mas


erradas maXimas , cuya extenlion produce la perversion
de los incáutos , y retrasa el restablecimiento del equilibrio
tan necesario para la subsistencia del pueblo. De aquí se
sigue el abandono de la religion $,- el olvido de la buena
Ilolal , y el desconocimiento de los deberes patrióticos,
Basta quedar el pueblo sumergido en las tinieblas de la
( fuscacion, siendo al fin víctima de sus seductores.


Es tan natural este acontecimiento que con solo recor-
ar las historias, nos convenceremos de esta verdad. Diga-


10 la Francia , exemplo el mas reciente; que podemos ci-
tar. Ella ha perdido sino la fé, á lo menos la piedad chris-
liana; ella se encuentra mas desmoralizada , y mas opri-


.._..


ff




226
mida que estuvo en ningun tiempo ; y ella en fin por


..as
que la lisogeen sus equivocadas esperanzas no puede niu
nos de sufrir un exemplar castigo del cielo. 1Y á quién debe
tales beneficios? A sus sabios, á sus filósofos , que imbit
yendola en perversas ideas de un sonado engrandecí,
miento , la han conducido a su ruina : á su ruina sí , por,
que toda la gloria de la Francia es aparente, es inornentá.
nea , es artificiosa , y es fundada en débiles principios, y
por lo mismo no puede menos de venir á parar en la lila.
yor ignominia.


Las perjudiciales obras pues que produgeron algunos
sabios de la 'Francia, no solo pervirtieron.á sus habitantes,
sino que esparcidas por otras Potencias , han sembrado en
todas ellas su veneno, siendo muy sensible que en algunos
esclarecidos talentos hayan hecho señalados progresos: por
lo mismo no será extraíio que entre nosotros existan algu„
nos imbuidos en su equivocaeion, ni tampoco será inopor.
tuno que impugnemos su equivocada doctrina, previnien.
do á los incáutos contra los mortíferos efectos de esta dul-
ce y dorada píldora.


La primera maxima de su errada filosofia se dirige
no menos que á reponer el inundo en su primitiva situa-
clon. Ellos predican la igualdad, y pretenden á su sombra
ser á todos superiores. Quieren volver al estado de la ino-
cencia, llevando por norte la malicia. Reprueban (con ra-
zon) el despotismo ; pero intentan ser déspotas hasta de
los pensamientos de sus hermanos , porque no reputan de
sensato , sino al que se somete á su falaz doctrina. Con la
libertad llevan en pos de sí í'a todo el que no penetra sus
verdaderos designios, y de este modo se elevan sobre su
iniquidad hasta hacerse oráculos de Satanás.


Estos filósofos son propiamente de los que trata el
Apostol San Pablo guando escribiendo á los Romanos les
dice : T os ruego hermanos míos que no perdais de vista á
aquellos que caulan divisiones , y escándalos contra la dactri"
na que habeis aprendido ;y que os aparteis de ellos.


227
para reducir pues el mundo á'su principio -es necesa-


rio ,intes reducir á los" hombres al estado en que se ha-
llaban en el principio del mundo ; y no siendo esto posi-
ble ,tampoco aquello podrá efectuarse.


En. el Paraiso perdió el hombre la inocencia , y lan-
zad o de él se vió en la precision de establecer el (Seden
social, para lo qual siendo conforme con el estado en que
se bailaba, no- hubo inconveniente por entonces en que
los bienes de los hombres fuesen comunes . (i) Pero pro-
gresivamente aumentada la malicia en el corazon humano,
ya aquel ,,istetna no pudo regir , y fué por necesidad va-
rianciose segun las circunstancias lo exigieron.




La muitiplicacion de los hombres , y su precisa ex-
tension sobre la tierra, les indicó por sí misma el método
que debian elegir, para atender á su conservacion, de que
procedió la designacíon de sus particulares pertenencias,
y la eleccien de mayorías que los gobernase.


Muchos arios estuvo el pueblo dirigido por los Jueces,
hasta que por disposicion suprema se le dió un Rey que
-le gobernase, siendo ungido por los Profetas en virtud de
divina inspiracion. Tal es el origen de la monarquía, que
desconocen absolutamente los obcecados filósofos , auto-
res de la corrupcion de los pueblos ; pero pasemos mas
adelante, y veremos donde llega su error. Para adquirir


•la opinion general del pueblo propalan la voz libertad;
mas no se detienen é designarla, porque tornada en su fi-
retal sentido, intentan persuadir con ella que el hombre
salió al inundo libre, y que en él no está obligado á reco-
nocer superioridad alguna. '


Para probar este error se valen del derecho natural
en la parte que acomoda á sus ideas y se desentienden de
las retricciones que él mismo contiene. Por este principio


(t) Esta es la primera idea con que se conducen los fal-
sos Filósofos , y la que mas llamó la atencion á los Sanca.
loas de Francia.




22$
desconocen toda autoridad, desprecian toda ley,3 supo
nen que cada individuo de la sociedad, es un superior':
ella. Si todos los hombres estuviesen por desgracia


posenhidos de este mismo entusiasmo , no existiría ningun puesblo , porque nos disputariamos la mayoría, y vendriarno,
á ser para sostenerla homicidas recíprocos unos de otros"
En este mismo hecho se prueba la equivocacion de tajos
maximas ; pero aun hay mas. .No tratan de esparcirlas sus
autores, sino en quanto conviene á su injusto engrande,
cimiento, porque impresionado el pueblo en su mayoría
le quieren al mismo tiempo someter á sus ideas , y hacer.
se sus dictadores, no solo en lo político , sino tambien en
lo moral y religioso, hasta reducirle á la mayor igno.
rancia, para lograr mas facilinente su subyugacion


Tales son las ideas de los falsos filosofos ; tal es la
maxima con que se dirigen, y tales los iniqüos medios
de que se valen para su 'negra empresa:


Esta doctrina contraria á la Sagrada Escritura, y San.
tos Padres está por sí misma convencida de errónea y per.
judicial, sin mas que examinar los débiles é inconseqüen-
tes principios en que se funda ; pero como tiene una in-
tima conexion con la libertad de conciencia, y franco
exercicio de todo exceso'', halla en el corazon del hombre
un lugar preferente , siendo á las veces adoptada de los
que mas se precian de sabios, y persuadida por- los mis-
mos que mejor debian en uso de sus talentos detestada.
Estos hombres que viven en la sociedad solo segun la ca.r-
ne , y son de los que dixo el Evangelista, et mundos ea»)
non cognovit , engreidos sobre sí mismos quieren en to-
do fixar su opinion como decisiva, preciados de sa-
bios desprecian quantas racionales reflexiones le opon-
ga la prudencia ; y sordos al raciocinio, se niegan á to-
do convencimiento , haciendo mofa de los que fundan su.
verdadera sabiduría en el santo temor de Dios, -único
principio de ella, siendo en realidad de los que dixo, el
mismo Santo Apóstol en su citada Epístola á los Romanos


2 2.9
los tales no sirven á nuestroSe1or Jesuchristo , sinoA,r4tie


vientre , y con dulces palabras , y con bendiciones en ga-


iGll los corazones de los se;icillos.No ha sido el objeto de esta filosofía dirigido mas
1z á desterrar, del mundo la doctrina del Evangelio, y la


i e nc i a al Vicario de Jesuchristo, haciendo al mismo
tiempo desaparecer los Gobiernos monárquicos, para que
e' todo se introduxese una confusion tal como necesitan
los falsos filósofos , para hacer prevalecer sus detestables


conseguir su elevacion sobre las ruinas delideas ,
pebo.


Si hubieran de referirse una por una todas lás equi-
vocadas maximas que contienen las obras de los falsos fi-
lósofos, para impugnarlas especialmente, necesitaríamos an
gran volumen, y mas tiempo del que permite la peren-
toriedad de éste periódico ; pero sin embargo , en quanto
quepa discutiremos sobre las dos mas principales maximas
que contienen estos libelos, y causan por su esencia el
mayor dmlo.


En la consideracion del hombre segun su natural dig-
nidad desconocen y niegan la mayoría, por cuyo origen
,se han propuesto reducir el mundo á un cúmulo de habi-
tantes, todos en igual grado , á semejanza de un monstruo
que todo su cuerpo se componga de cabezas , sin otro
miembro alguno , y bien claro es que en tal caso sería
absolutamente imposible su existencia.


En lo moral, sin negar abiertamente la fé evangeli-
ca, se separan de ella , y la miran con una criminal in-
diferencia , titulando sofismas las verdades que nos ensefia,
Y graduando de hipocresía su acertada creencia.


Ahora bien : 1Si en estos dos pancipios se funda la
falsa doctrina de esos sabios, que mas habernos menester
Para calificarla de irreligiosa, y anárquica? Necesitaremos
unas convencimientos para concluir que es subersiva con-
tra la moral cristiana , y contra toda ley fundada en tér-
minos de justicia? Creo no habrá sensato despreocupado,




2,31
-23o
que deme de estar convencido de esta verdad. 1Y podre`


• mos sin embargo nosotros con este conocimiento elaudi
car en sus desatinos? No por cierto : si no abandonarnos


fé de nuestros mayores, ,jamastendrá lugar en nuestros
:corazon este cúmulo de delirios. ¡Mas ay del incá


o.¡ay del sabio altanero con qué facilidad pueden ser per,
vertidos!,


Hu yamos pues de tan faláz do2trina., entreguemos al
fuego qUant(ti< libros y papeles la contengan , porque ella
•solo es dirigida al olvido de la fé de Jesuchristo , al des,.
precio de las autoridades „ . 'y á la..adopcion de una anar,
quia tanto mas perjudicial y ruinosa ; quanto incapaz de.
producirnos la igualdad y libertad que lisongera.mente
ofrece. Esta igualdad no es mas que una usurpacion de


-las pertenencias particulares de cada uno; para hacer la
comunidad de bienes, apetecida por los enemigos de la
tranquilidad ; y esa libertad no es otra cosaque una en.
zañadora sombra que'.cada vez está mas distante del que
la sigue : es solo una perturbacion de la paz, una decía.
-rada sedicion, : y una directa guerra del demonio termi-
nante á la desunion de las voluntades.


Parece inconexó con el oficio Fiscal este relato, pero como
me'he propuesto impugnar todo lo que me parezca per-
judicial á la Nac.:ion , y ninguna cosa puede serlo mas
que su obcecacion en las erradas maximas de una


-equi-
vocada filosofía, no puedo menos de prevenir al pueblo,
y declamar contra- ella segun es obligacion de todo buen
católico. Detestemos tales maximas , y el Dios de la paz
como 'dice el Apóstol, quebrante presto á Sotanas, debajo de
nuestros pies. Union del pueblo con su augusto Gobierno
es lo que necesitamos , y para .


realizarlas debemos antes
'detestar las maximas de la vana filosotia , que se ()pollea
:á ella, porque si estas tuviesen por desgracia lugar ea
nuestros corazones, se perderá la Religión y la Patria.


MADRID.
IMPRENTA DE VILLALPANDO,


PUERTA DEL SOL.


Se dice que Buonaparte solicita la paz general , y que
propuesto á nuestro Gabinete sus preliminares. Es


'.:,stant e notable que baya en este hecho reconocido al


jobierno Español, tan poco apreciable para aquel Señor;
,ero esto nos dá á conocer el estado en que él se halla,


por lo mismo la ninguna atencion que merecen sus




N. 3 O. 2 3 3


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA. 91.


Del viernes 21 de enero de 1814.


En mi número anterior hice una indicacion de los
principios en que los falsos filósofos fundan su diabóli-
ca doctrina , para elevar su depotismo sobre las ruinas
del pueblo , y como sus erradas rnaxiina.s francamente
exparcidas no conocen mejor conducto que el de la plu-
ma, para propagarse con la velocidad que apetecen , ha-
llan en el abuso de la libertad de imprenta su deseada
franquicia.


Algo tengo dicho en otra parte sobre los beneficios y
daños de la libertad de imprenta, pero como este punto
debe tratarse con alguna extension , no creo me puedo
dispensar de hacerlo con la que de suyo exige ; y dexan-
do en su buena opinion y fama , á quantos se han pro-
puesto ilustrar al pueblo con sus escritos, siento tener que
decir; que son muy pocos los dirigidos á tan laudable objeto.


Los verdaderos conductos de la ilustracion del pueblo
lean, sido siempre sus escritores , y estos mismos á las
veces han ocasionado su perversion y ruina, ya por la
demasiada sutileza de sus talentos mal aplicada , ó ya por


insuficiendia para el desempeño del deber en que se com-
in.ometen. La Francia. es un buen testigo de esta verdad,
Pues nos consta que sus escritores pusieron en sus perni
ciosas obras el primer asesto contra su conservacion, y de
aquel origen dimanan quantos dafios la han sobrevenido,


a




2 3 4:
y los que debe esperar corno seguida necesaria de su co


rrrupcion. de costumbres , y absoluto abandono de la ve d . 'a,
riera religion que profesaba.


muy grande y séria la empresa de ilustrar al nrue-
blo, y solo podrá dignamente desempeñarse , llevando Por
norte la doctrina del Evangélio. El que de ella se separa_
se en un apice no logrará el laudable fin que se propuso
antes, por el contrario podrá ocasionar involuntariarneme
la ruina espiritual de sus lectores , y el gravamen de su
fuero interno.


Ya en mi número quince tengo dicho acerca de este
particular quanto juzgué oportuno, considerando con ge-
neralidad en tres clases los papeles públicos ; y haciendo
respecto de cada una de ellas las reflexiones que me pare.
cieron convenientes ; pero corno se haya notado en esta
parte alguna falta de exactitud en el desernpeáo de las
obligaciones de mi título, segun se verá en el artículo que
insertaré mas adelante, no puedo menos de ampliarme
sobre él mas de lo que quisiera , bajo las protextas que
tengo hechas en el principio de esta obra.


Mucho tino es necesario para poner el hombre en
venta sus discursos , porque si ellos son fundados en •una
sana doctrina. los critican los libertinos; y si contienen
una corrupta induccion son justamente reparados de los
sensatos , habiendo entre estos dos extremos el medio de
oye por la falta de inteligencia se murmure igualmente
•de lo bueno y de lo malo sin conocerlo, por lo qual son
compasibles los escritores, mediante que no habrá uno qtw
pueda lisongearse de que sus discursos fueran generalme.n•
te aplaudidos, pues que á la mas sobresaliente obra nun-
ca le ha faltado un pero, ó un sinó, que justa ó injusta-
mente la degrade. •


Parece esto una digresion , pero termina á dar á co-
nocer que es la masar empresa que puede el hombre i n


-tentar, la de manifestar al público sus conceptos
De esta verdad no estan todos impresionados, y Par


2 3
Io mismo dexándose llevar de su buen zelo , y seducir de


.se dedican á escribir sin poseer los
co nocimientos
propio,
a 0e ientos que son necesarios , y excitando .


la burla.
de los críticos , hacen con sús escritos despreciables, ó in-
di ferentes los de los demas, perdiendo para sí y para otros


res, que con juicio se dirigen, la opinion en el público.autores
nacion en la crisis en que se llalla , nea...e.,ita mas


que nunca de una instruccion fundada en princ i pios religio-
sos; y á el Gobierno le conviene que con juicio, p rudencia y
conocimiento se le indiquen los medios mas proporciona-
¿os y faciles de conseguir la felicidad de la Na.cion ,
que espiran sus tareas, y por conseqüencia quanto se es-
cribiese debería ser reducido á estos dos puntos. Todo lo
demas no es otra cosa que entretenernos, gastar el tiem-
po en vano y exasperar al pueblo. Este no ha menester
que se le cumuniquen noticias particulares, guando en la
gaceta y diario tiene quantas puede apetecer : no le im-
portan las parciales quejas de unos con otros autores,
porque ellos no producen otro efecto que la decadencia
respectiva de su opinion , y por último no puede menos
de causar escándalo todo-aquello que se estampa en el pa-
pel con voces altisonantes é immoderadas.


La opinion de •la nacían debe fixarse conforme exige
la religion que profesamos , y el código que poseernos, y
por tanto solo debernos aspirar, (si queremos contribuir á
la felicidad nacional) a que se conserve en el pueblo , y se
acreciente mas y mas cada dia la fé de Jesuchristo, el san-
to temor de Dios la lealtad á nuestro


~ente y. amado Rey,
lo debida surnisi,n á las autoridades legítimas , y el absoluto
desprecio de tcda rnaxiina , que directa ó inclireaarneute cons-


.Pre contra (411 rectos é incobtrastables objetos.
De este modo seran apreciados nuestros discursos, de


este modo no nos expondremos á otra crítica que á la des-pre(iabe de los libertinos, y de este modo en fin exerec-
remos•dignamente nuestro político apostolado, adquiriendo
el reconocimiento de la nacion , y el premio eterno con


gg 2






2 .5.
texto al canto que le viene grandLurente , aunque en el
ingreso del discurso nada se halla que convenga con el
tal texto; en fin sabemos que ha leido á Virgilio el serie
Publicista, y nos emboca Por texto aquellas palabras deja
enéida arma dabunt


aflig
De buenas ¿í primeras le emboca al pobre ajé nsor deidos que su iiu,or ente papel provoca á indignacion: que


es un hombre imbuido en inaximas de envikeirnientos y
degradacion , y que se yo que...otras mas frescas le tinboca,


Defehaciendo extensiva la palabra de trashumantes que el talnsor usó al Gobierno, á los generales y á otras muchas
clases de gentes que no puede creerse comprendía su sen.
tido. Esto es para que vea que tambien tiene algo de
sedicio , o. Sigue despues haciendo comparaciones , y sa-
cando consecuencias bien poco legítimas, cita su poquito
de historia en la parte que le acomoda, y refiere


una ley dela partida , y otra del ordenangioito de Alcalá , que antiguo
no soy letrado , me parece que pintan en el ea


,
o tan pro-


piamente como un fandango en un entierro. Aquí de su
oficio de usted señor Fisco!; usted que debe ser letrado (y
sino no haberse metido en lo que no entiende) ¿porqué no
nos ha dicho algo sobre este punto? ¿No le parece á usted
que es un descrédito de la literatura , que se estén tirando
los bonetes de un modo tan grosero, y que se engañe al
público tan solemnemente con insípidos papeles, y se agra-
vie su pudor con unas voces inmoderadas, desatentas, y
agenas del respeto que se debe guardar en un papel pú-
blico? pero todavia es peor lo que se ve en el Publi‘


jifa, por-que de'safia francamente al afensor de los afligidos , decla-rando que es parte interesada en la causa que defiende.
Esta circunstancia le disculpa algun tanto porque se co-
noce que se ha aea!orado ; pero a u-ted !señor l-iscal nadie
podrá disculparle de no impugnar segun corresponde á su
oficio este modo de escribir , y crea usted que en no haber-lo hecho hasta ahora , ha disgustado sobre manera á los
amantes de la literatura, que pensamos verla amparada pos


239
o oficio, y deseamos que en uso de él no nos chasqué en
„lelante. El pueblo necesita , y quiere instruccion , y ad-
ve r tencias para dirigirse por la mejor senda; y así todo la
ve sea chocarrerias, y qiiestiones parciales de unos con
ot ros autores nada le importa.. Si usted mira pasivo todo
lo que se oponga al fin que interesa al pueblo, no hemos
hecho nada con tener Fiscal Patriótico. Duro, duro señor
Fiscal que hay mucho que impugnar , y el pueblo necesita
que le digan claramente lo que es bueno, y lo que es ma-
lo, para adoptar lo uno , y huir de lo otro. A mí no nie
importa que cada uno hable lo que quiera, y como le dé la
gana; pero siento mucho que la nacion pierda su opinion,
porque en qualquiera, nacion extrangera que se vean se-
ineiante s escritos, es preciso que hagan burla de nuestra li-
teratura, y esto interesa á todos los que con buena inten.-
cion desean el engrandecimiento de su patria.


Sirvase usted de insertar este en su periódico , si lo tu-
viese á bien, y mande al tanto á su seguro servidor--
El amante de la literatura.


MADRID.
IMPRENTA DE VILLALPANDO.




IN.° 3 n 241


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


Del lunes 24 de enero de 181+


mguna prueba hay mas clara de la proscripcion del
hombre , que su negativa á escuchar los convencimientos
de la verdad, y ninguna desgracia puede ser mayor para
un pueblo que situarse en tan deplorable estado. La ver-
dad que depende no menos que del mismo Dios , verdad
iifalible, es desechada de los hombres hasta el extremo de
aborrecerse á los que la profesan , pero la verdad a pesar
de este 'desprecio no puede menos de confesarse, que es el
distintivo de los justos , ni dudarse que ha de permanecer
contra todo el artificio de la iniquidad, véritas Domini
manet ira eterr2t4m.


En la triste y memorable época del pérfido Valido su-
frió la Nacion Española 'la desgracia de ver desterrada
la verdad, y considerado como delinqüente al que la pro-
fesaba, siendo resultas de esta causa los infortunios que la
subsiguieron ; pero destruido su injusto entronizamiento,
Y Puesto en posesion el. pueblo de oir sin rebozo la verdad,
debemos experimentar los efectos de su incontextable per-
suasiba , si es que á nosotros mismos no no, ofende la ver-
dad, porque en este caso estaremos incursos en la desgra...
eia de no poder ser desengaííados.


Bien sé que la verdad so:o puede ser conocida y apre-
ciada ,




guando el corazon del hombre está sencillamente




242
dispuesto á conocerla, causa porque_no contextó el Salvador
del mundo á aquella pregunta de Pilatos 1/mis e,t er.tta,?Empero nosotros á beneficio de la sagrada religion


qprofesamos , no podemos menos de conocer la etiteteiaZ
la verdad, ní dejar de profesarla , si hemos de ser verija
deros discípulos de Jesuchristo, y efeetivatnerre católico:


Qué amplia materia ofrece á mi título este breve aun:
que .- confuso epi .eódio! i Quánto pudiera decir en apoyo de


virdadl Pero habiendo dicho que dimana del mismo Di0s
'nada creo que me resta ; mas como entre nosotros no po„


de menos de haber algunos que obcecados en su opiniuu,
dirigidos por su interes, prefieran las tinieblas á la luz,


y se declaren indolentes á los impulsos de la verdad, con,
vendrá que los conozcamos como perseguidores de ella , é
instrumentos con que Satanás padre de Ja merati.ra se pro.,
pone no menos que á separar de su Grey á las sencillas ove,
jas del rebaño del Señor.


En ningun tiempo mejor que ahora estamos precisa-
dos á velar sobre nosotros mismos, para no hallarnos cm-
bueltos en un error moral y político, que ocasione nuestra
perdidon. Si nos separamos del altar y del trono , será se-
gura nuestra ruina, y sino sabemos combatir quintas ma-


. ximas conspiren contra nuestra verdadera felicidad, mi
dominará el error , y vendremos á ser victimas de sus fa-
tales consecuencias.


No es estriño que en una colab lsion general sobresal-
'maximas axi as equivocadas, y se den a luz pabli.:a los impicis


escritos, que produce el orgulloso fanatismo de los obce-
cados sabios, y por tanto en ninguna ocasion se -necesita
mejor advertir a los incautos, para que no caigan en el


-miserable lazo que los prepara la artificiosa malicia.
¿Qué nacion mas católica que la Espada? ¿Qué ala'


clon mas leal á sus Soberanos ? ¿Teniendo tan arraigada la
fé de fesuchriito , y tan impreso en los corazones de los
leales Españoles el amor filial á su augusto Fernando Vi,
no se hallará bien robustecida para despreciar qualesq uie-


. ra ideas de libertinage é impiedad, en que intenten col'


243los falsos fildsofos? 1No es dudable la ruina de es-lona
P'gloria de la nacion, apoyada en la sagrada reli-.
os Y a


l
católica , , y justa z-tclhesion á su Rey. Si esta maxiina se


re' s-t- r i lese en nuestros corazones, en vano intentaremos pros-
Nras desgracias se bgirán un á otras, y


rert-íiendo la
uest su


luminosa antorcha de
se


la
u


fé, y laa is nestimable
Pprend a




nuestro Monarca, nos subyugará el despótico
ren


e l y se propagará entre nosotros el jacobinismo,.bertinag
lo apostara , y quintos errores nos suministren los obee-


il
Lsasabios.


ditacion del corazon del hombre á recibir las
eadooe


impresio nes de la verdad, es el único escudo que puede
ponerle á cubierto del error en sus decisiones, y de la cor-
rucio n de sus maximas ; pero como la verdad suele hacer-
se aparente con la falacia para triunfar de la poca caute-
la con que algunos olvidan, que el Demonio se transforiaadá,
veces en ángel de luz, es necesario distinguir la ve rdad,
para adoptarla solo guando sea real y efectiva, esto es,
la dimanada del infalible principio que es Dios.


¡Qué critica época experimentamos , y que necesario
es por lo mismo nuestra dedicacion á escuchar la verdad,
y profesarla conforme nos previene el Evangelio, y se-
gun nos impelen las obligaciones que hemos contraido en
el santo Bautismo.


Absolutamente imposible es que podamos ser buenos
Españoles, sino somos perfectos católicos, y de consiguien-
te lo primero á que debemos atender es á evitar que se
resfrie en nuestros corazones el zelo religioso que tenemos
heredado , porque de otro modo daremos franca entrada al
error, y cerraremos los oidos á la verdad, constituyendo-
»os en el esta o miserable de una .invencible ignorancia,
con la qual adoptando quanto áos peiju dique, vendremos
á ser homicidas de nosotros mismos.


Qualquiera cosa que el hombre intente sin llevar por
norte de sus ideas el servicio de Dios, no puede llegar á
una efectiva perfeccion. Todo es fallido sin este solido
P rincipio, y quintas aparentes felicidades - se consigan


LL




244
sin él , -son momentáneas, ilusorias y seguidas de funestas
consecuencias, porque desapareciendo como el humo de,
jan al. que las poseia el remordimiento de su conciencii
y el desconsuelo de su responsabilidad en el tremendo jui'
cio de. Dios, de-que no puede excusarse.


Formado- el hombre del limo de la tierra, y adornado
de un alma racional que le asemeja á su supremo Hacedor
fué en éste hecho distinguido de todos los denlas seres anei."
males y vegetales, y este mismo ennoblecimiento y distin,
cion le empeñó en los sagrados deberes de que no puede
prescindir sin hacerse acreedor á su eterno castigo. Ador,
nado con las patencias y dotado del libre alvedrio, se vió
en el caso de adquirir por sí mismo el mérito, ó hacerse con
conocimiento acreedor á la pena, si abusando de. los dotes
que le concedió el Criador, infringiese sus divinas leyes.
Feliz permaneció el hombre en el Paraiso, hasta que abrien.
do incautamente sus oídos á la mentira, fué inducido por
ella á cometer un pecado transmisible á todos sus ascen-
dientes, para cuya satisfaccion fué necesario que derrama-
se su preciosísitna sangre el inocente cordero, tomando
carne humana y haciendose pasiblc , con el -


fin de instruir-
nos con su exemplo en sus divinos preceptos , y borrar las
manchas de nuestra iniquidad.


Tales son las resultas que desde el principio del mundo
ha tenido la adhesion á la falaz mentira, oculta con las apa•
ciencias de lisongera verdad, y acompaliada. ;de las premi-
sas de un engrandecimiento. De aquí se convence hasta la
evidencia, que quantas felicidades se presenten á nuestra
imaginacion son falaces é inasequibles , sino están apoya-
das en la efectiva verdad, que procede del Evangelio.


Para acreditar la gravedad que en sí contiene la muta-
clon de la moral religiosa, bastenos saber que no ha conocido
e► mundo mas que una que fué la de sobstítuirse el antiguo tes-
lamento en la ley de gracia; pero veamos el establecimie nto
de aquel y de ésta.


Para proveer el Supremo Hacedor de leyes á su pueblos
convoca á Moysés 7 y en la cima del Monte Sinay le dicta


24
- i ismo, y hace escribir en marmoles los preceptos der sí a
P° soberano! Decálogo inspirarídole al mismo tiempo los ri-
' uts a, que el pueblo debe sugetarse. Por ellos se gobiernan
tos israelitas , y habiendo de cesar el antiguo testamento.


eltablieerse la ley de gracia; desciende el Divino Verbo del
)e de su Eterno Padre á. enseflarnos por sí mismo la doc.
t
srirm de su Evangelio, dejando encomendada á los Após-
toles su extension por todas quatro partes del globo. Esta


ifundada en la verdad, es de la que nos separamosdoctrna
criminalmente quando negados á los impulsos de la verdad


Ymisma, olvidados de nuestros deberes religiosos , 'nos pres-i
ramos á las alhagiierias y seductoras persuasiones de la
me n t ira, que encubierta con el falaz velo de la ficcion•
excita nuestras esperanzas, para conseguir nuestra cor-


ruPeiOn.No hay pues felicidad donde no hay fe, y no existe
ésta donde falta el temor santo de Dios. Todo depende de
un solo origen sin el qual nada puede el hombre prome-
terse.


Sería acaso molesto retrotraer los perjuicios que en
todo tiempo se han seguido al hombre, por no querer
prestar sus oidor á la verdad, y las felices consecuencias
que han logrado los que dóciles á su influencia, han hecho
ostentaeion de su convencimiento. Buen exemplo es de esta
asercion el funesto fin del impio Faraon , y las felices resul-
tas que experimentaron los Ninibitas , consiguiendo el per-
dón de sus delitos, de que se deduce que no hay mayor
desgracia que negarse el hombre á la verdad-


. Algunas reflexiones pudieran producirse en apoyo de
esta proposicion , pero me parecen suficientes las indicadas
Para persuadir , que el real y -efectivo acierto de las deci-
siones del hombre, consiste únicamente en atender con pre-
fe rencia al servicio de Dios , nivelandolas con su santísima
19, y oyendo la verdad con animo sencillo , y dispuesto á
Prestarse á sus convencimientos. Todo quanto se hiciese sin
tan rectas ideas , no puede ser agradable á Dios , ni benefi-
cios () al hombre, y éste por el mísmo hecho se constituirá




246
en la delinqüencla , que es seguida necesaria de la inrrac‘
clon de las divinas leyes.


CORTES.


Como algunos Periódicos insertan literalmente con
expresíon de dias las discursiones y acuerdos del supremo
Congreso, me parece inoportuno repetir en éste las noticias
que otros comunican ; pero no me dispensaré de referir en
extracto lo que parezca mas notable, para producir en
su consecuencia las reflexiones que crea convenientes, bien
ent,ndido que no es mi animo hacer una crítica, ni agra.
viar la suprema sabiduría del augusto Congreso, y si-solo ex..
poner mi dictamen con la imparcialidad que exige mi título.


Desde el dia quince hasta el diez y nueve, en las dife-
rentes materias controvertidas , se ha manifestado lo bas-
tante el zelo con que el Congreso se dedica á los dos puntos
mas interesantes, quales son hacienda y guerra, aunque
insistiendose sobre la contribucion directa. (1)


Se propuso por un señor Diputado la eleccion de un,
competente número de literatos (2) que publiquen un pe-
riódico, cuyo fin sea ilustrar la opinion publica, y comba-
tir las maximas contrarias al sistema constitucional ;
timamente, habiendóse tratado el punto de empleados pú-
blicos, brilló la enérgica justificacion de los señores Ganga,
.Argüelles ; láZorzagaray , y Ostolaza cuyas fundadas pro-
posiciones (3) al Congreso, no produxeron resolucion , sus-
pendiendose hasta que se despache el asunto en general.


(i) De la grial es probable no se experimenten las espera-
das resultas, segur; tengo hecho ver en algunos de mis números
anteriores.


(2) Si para ello se eligen sugetos de conocida virtud , y
4e,arraigada rdigion,podrá ser esta disposicion muy conveniente.


( 3 ) Gracias á Dios que hay en el Congreso quien vuelvo
nr la causa_ de la indigencia.


147


Articulo comunicado.


Señor Edictor del Fiscal Patriótico : en vista del extra-
no de la noche del 20 de este mes y del modo
coa que en cierto papel Periódico se anuncia por primer


..1 10 del dia. 21 , no puedo menos de excitar el oficio deata, .
usted, cuyo dictamen no debe faltar al pueblo, para su
verdadero conocimiento en esta parte.


Elio no fue otra cosa que dar musica á algunos sugetos,
.0 en medio de ella se conmovió al pueblo sin necesidad,pel -


y Como aquí no estamos en Andalucia , no ha pegado la
ventosa. Usted señor Fiscal si ha de exercer bien su oficio,
deberá ponernos una acusacion formal contra todo el que
trate de inquietar al vecindario ; esto me huele á revolu-
cion , y si empezamos con viva la libertad , se lo va á lle-
var todo el denznio.
• Lo cierto es que esas fiestas no sientan bien al estóma-


go de los Madrileños ; porque acá no somos Andaluces , y
si estos señores juzgan que en Madrid se hila estopa , se
equivocan, porque ya no nos engaña á nosotros el jaleo;
digo esto porque ha venido mucha gente , y las músicas
no iban acompañadas de Madrileños.


Sirvase usted señor Fiscal fiscalizar este punto segun
las leyes, y con la energía que corresponde á su título,
porque de lo contrario habremos de sospechar del elemen-
to á que pertenece ; y ya sabe usted ó debe saber que en
Madrid queremos las cosas puras y no gustamos de chao-
zas, - porque Murat con tantos soldados y cañones no se rió
de nosotros corno pensaba.


Encargo á usted se sirva insertar éste en su periódico
mas inmediato , para satisfaccion por ahora del susodi-
cho, que el dia 2 se dió tanta priesa á honrarnos con
sus alabanzas: y mande á su seguro servidor ---
El Madrileño . rancio




Y


PUERTA DEL SOL.


Se dice que Buonaparte ha devuelto la corona de t si3a
ría á nuestro legítimo y amado Rey Don Fernando MI
si esto fuese cierto nos daría á conocer, no solo el estado
deplorable de aquel mallos° tirano , sino los inescrutables
juicios de la divino providencia, que guardando la aprecia,
ble vida de su siervo Fernando, humilla á los pies de su vit..
tud el orgullo del ambicioso usurpador de sus derechos.
Estos acontecimientos podrán ser producidos por la política,


qualesquiera otra causa natural, segun el parecer -de ab.
gunos; pero si los consideramos con alguna atencion reli-
giosa , conoceremos en ellos la mano del omnipotente tan
expresamente manifiesta en favor de la Nacion Española
repetidas veces,. durante la invasion enemiga, y podremos
deducir sin equivocacion que el mayor valuarte en que
puede apoyarse nuestra felicidad, es la virtud del Rey que
hemos elegido, cuyas persecuciones, trabajos y constancia,
Yo.0 Puedelí menos de hacerle ante Dios justificado.


MADRID.
nIPRENTA DE VILLALPANDO.


N. 32. 249


EL FISCAL PATRIÓTIC
DE ESPAÑA.


Del viernes 2 8 de enero de 1814.


uando principié esta obra me propuse en quanto mis
escasos conocimientos lo permitan tsuministrar la, posible
instrucc i o n ., y hacer inpugnacion de todo lo que no fuese
arreglado al objeto de la felicidad nacional, que es el ver-
dadero estímulo de mi dedicacion ; pero baxo la protesta
de no intentar el agravio de nadie ., ni suscitar justas que-
jas. Este sistema que he procurado seguir sin interrupcion,
no me escuna empero de algunas criticas . particulares, en
que ya anónimamente , ó ya con designacion se me acusa
de falta de cumplimiento del Oficio Fiscal á que me he de-
dicado, como si éste exigiese que de todo , y de todos se
criticase con una designacion escandalosa , ó con una sin-
gular denominacion que degradase al oficio y al que lo
exerce. Para inspirar la buena doctrina y oponerse á la
equivocada , á nadie se necesita zaherir , á no ser que sea
de suyo el error público, y deba serlo tambien el desen-
gaño. Por lo mismo, én vano intenta quien anónimamente
me critique excitar en mí otros sentimientos que los que
me animan, ni. hacerme adoptar distinto método que el
que me he propuesto.


Sin embargo , debiendo satisfacer el gusto del público,
n° me dispensaré de hablar en este periódico del punto


re se me previno en el artículo comunicado que inserté
el anterior, debiendose , ante todo observar que no


Pctrecta
teneze jous, tileliiap. uedo pertenecer á otro elemento que al de1a


ii




25c;
Cada' uno de los acontecimientos ,' ocurridos en la


°ciedad, dan á conocer al nombre redexivo , quanta aten,'
cion es necesaria para no inculeátse ya en un temera rio
juicio, ó ya en ton criminal preceder. - -


Que sencilla demostracion parece la de la noche del 2
si la consideramos tedlicida. á un licitó festejo; • p .e b 0)9, 7 e azo
quantos aspectos podrá haber sido considerada? Laudable
accion dirian unos : intempestivo ruido dirán otro;; y guío
zá no faltará quien juzgue como atentada é irnprudent
tal _deopostracion., sino por sí, á lo menos _por su.s circuí:.
tancias ; mas para adherirnos nosotros coa connirnienro
á la que sea liza de estas 'opiniones, debernos antes'exe,
minar . inaduramenre la naturaleza del punto que se criri•
ca, y sus incidencias, de que nos resultará el sólido-co.
nocimientó que pueda hacer nuestro dictamen arreglado
á Justicia.


Toda accion que pueda alarmar al pueblo, sea del•
clase que fuese, es expuesta á malas consecuencias , y por
lo mismo se cOnsidera como atentatoria y subersiba, aun.
que una buena intencion conduzca á las públicas demos-
traciones , no dexará de ser responsable su autor á las fu-
nestas resultas de que pueda ser seguida, y de consiguien.
re debe evitarse todo lo que de suyo produzca desgracias,


.Po'r mas que quiera simplificarse la commocion de la
noche del 20 de este mes, no podremos calificarla de jui.
ciosa , ni desentendernos del arrojado y estrepitoso nido
con que se hizo sospechosa. Para cumplimentar en particu-
lar ó en general á los dignisimos representantes del- pue-
blo , lío es necesario interrumpir la tranquilidad de éste
con desentonadas voces , llamando la atencion aun de lo;
mas pasivos y suscitando la alteracion en el vecindario.


Este procedimiento no solo es criminal , y atentado
contra la pública tranquilidad, revolucionario, y suversi'
bo ál desurden, sino insultante al Gobierno en general/l
mas particuiarmette á los mismos señores á quienes se 3111'
rentó .el festejo de una música, pues no fué otra cosa que
hacerlos el pretesto de una rebolucion, siendo así q ue °o
debemos dudar que les fuese desagradable semejante albor09"


5
viva la libertad „pronuncian á grandes voces como si


iesernos en Francia. Esto solo basta para conocer el
al°tii,ai




v•ra revolucionario de los autores de este atentado.


-n>,, é libertad se aplaude? ¡ Ah quanta maiicia,puede , com-
prender esta voz! Libertad en sí tomada es la perdicion:
del pueblo. No lo dudemos, es el ateísmo y la anarquía en


%


que se comprende la abolicion de la religion católica, y el,
metimiento al despotismo , de los que con la engalosa


sbertad quieren hacerse nuestros soberanos ; al sistema digo
de los falsos filósofos , cuya seductora doctrina- tiene por
principios fundamentales el desprecio de la religion cató-
lica, y el desconocimiento de la monarquía.
...Por este principio es facil de conocer el delito que enti-


bo:1 5,e en sí el estruendo del ao de este mes. Es un atenta-
do contra la tranquilidad pública, es un tumultuario in-
centileo , y es . Otimamente un miserable recurso para con-
seguir por medros furtidos é ilícitos lo que no es asequi-
ble por los de la razono, qual es la desunion del pueblo con


demos, á los antecedentes de esta tumultuaria
l go rtieo.s bi i e


hendemos,


n


empresa, veremos mas palpable la criminalidad que en sí
contiene. No es el fin festejar con músicas á los sugetos á
que se dirigian , es otro muy diverso.


Los Poderes del R. Obispo de Pamplona se revisaron
pot la comisiono encargada de este negocio ; resultaron in-
convenientes en su- aprobacion con referencia al articua
lo o t o de la Constitucion; y controvertido este punto tomó
asiento el mismo R. Obispo por mayoría de votos.


Este negocio es puramente de las Córtes, y el pueblo
1 0 tiene necesidad de mezclarse en él , guando cada pro-
vincia por medio de sus Diputados suministra su voto ea
aquella corporacion ; y de consiguiente ó es nulo el voto
de estos, ó el pueblo nada tiene que decir.


Si la Constitucion se infringió, ó se observó en la admf.
-Sion del R. Obispo de Pamplona, no pertenece al pueblo'exá-
ll' in arlo, ni sobstenerlo,quando tiene en el Congreso á sus
Dipu tados con suficiente poder para defender sus derechos.


De aquí se infiere la necedad del pretesto que se tomó
il 2




252
para una commoclon qual fué el de aplaudir la Consta,
tucion , y á los Señores que la sobstenian , porque ea este`l
hecho se dá á entender . que el Congreso -mismo quebrautao
ba. la Constitucion.


Para.esto es menester que entendamos la ConstitueiGh
en su sentido material y subtancial ; pero sin entrar


'estas discusiones, porque es punto mas largo de lo que per:
mire este periódico, bastará que nos ciñamos solo al de que
se trata.


Toda commocion popular produce siempre malas re,
sultás , porque degenera en venganzas personales , en ase_
sinatos, robos , y todos los demas excesos que de suyo trae
consigo la confusion. Por lo mismo es tan criminal confoa
me á nuestras leyes todo hecho que directa ó indirecta.
mente suscite alborotos en el pueblo. En vista de estas
reflexiones , y otras-muchas que produce el hecho, ¿quién
podrá desfigurar el intempestivo alboroto de la noche del
20 de este mes? ¿con qué se cohonestará una accion que
pudo traer tan malas consecuencias? Pero el sabio Gobierno
que conoce muy bien quanto importa sobstener la pública
tranquilidad, no perderá momento en dictar las providen-
cias que convengan , para evitar que bajo ningun pretes-
to se trate de interrumpirla.


Es á la verdad quanto puede intentarse que el objeto
del mayor respeto de la nacion , qual es la Constitucion,
se tome por un sedicioso pretexto para inquietar los ánimos,
y fomentar una rebelion'so color del ardiente zelo de la
observancia de la Constitucion misma, que se dice infrin-
gida. Este zelo indiscreto se llamará patriotismo , pero se
conoce muy poco que sea patriota el que esté poseido de
tales ideas, y se conoce Mucho menos la sutileza de su in-
genio ; 1. donde hay una ley divina, humana , canónica ni
civil que sea aplicable á todos los casos en sir sentido a b


-solutamente material ? Toda ley ó disposicion está sujeta'
las variaciones del tiempo, caso y lugar ; y aunque el lite•


' ral contexto de la ley sea uno mismo , siempre su ap li
-cacion puede variar, sin ser visto que se cometa la infrac'


don de la ley. Así que para sentar que el artículo 11 0 de


2 53
co ristituclon fué infringido , es necesario á mes ene


resen-
re si la Constitucion en un código que varía de todosp


as en esta parte , y que no puede ser aplicable maslos domas
segun su sonido ; y enténces podremos


-que
rie.colui r que son sus leyes las únicas que no admiten ex-


"e.
pc iones , cosa que nadie podrá sobstener.
puede mirarse como una ofensa del decoro del suprea


n10 Congreso nacional, que sin considerar con la debida re-
flexión sus decisiones , se diga determinadamente que se


que •
brsntan los inviolables preceptos de la Constitucion, por-


que no podemos dudar.de la detencion con que se procede.
en las discursiones, siendo el público un testigo presencial á
los plintos que se controvierten, y por lo mismo no cabe
que en esta parte se increpe al . supremo Congreso por la
siniestra. inteligencia de sus acuerdos






. Es pues necesario desimpresionar al pueblo de las equi-
vocaciones que en esta parte le sugiera la poca reflexion
su falta de inteligencia, porque de lo contrario decae la-
opinion del soberano Congreso, depósito de la pública con
fianza. El artículo r 1 o de ls Constitucion que se dice que-
brantado en la aprobacion de los poderes presentados por
el R. Obispo de Pamplona, dice literalmente: los diputados
no podrán volver á ser elegidos sino mediando otra diputacion:
En el supuesto de haber sido d•putado en las Córtes ex-
traordinarias el R. Obispo, no admite duda que no podía
serlo en las ordinarias inmediatas , conforme á aquel artí-
culo; pero como no se verifico que material ni sustancial-
mente fuese tal diputado ni que hiciese. uso directo ni in-
directo de sus poderes; tampoco parece que puede estar
en el caso de la ley dispositiva que contiene el articulo,
Porque no podemos considerarle estensivo á los que nomi-
nalmente hubiesen sido diputados , como lo fué el R. °bis-
Po, sino á los que en realidad exercieron sus funciones, pues
esta sola puede ser la legítima aplicacion de la palabra di-
patados. Por otra parte ni en el mismo artículo, ni en
ningun otro de la Constitucion , tenemos la mas, mínima
indicacion que nos contradiga. ¿Qual es el objeto de la
disposicion del artículo i lo segun su verdadero espíritu?




2 54Que no. se verifique la representacion de un Mistrioauget
en el Congreso dos veces sin intermision. resulta así respj
to del R. Obispo de Pamplona? No por cierto: nadie probar-,
que concurrió a las cortes extraordinarias, sino que fué


"para ellas. Luego no resulta quebrantada la ley en sí espí
ritu y esencia, y ni aun tampoco en su literal senti(1 0; por
que tratando de excluir á los diputados, se entiende los que
exercieroa sus funciones, y fueron tales diputados efectivos;
pero no podrá compre tender por la tácita á los que solole
fueron nominales, ántes en la tácita misma seran excluido
mediante no haber expresioa que los cornprehenda.
mas reflexiones podian producirse ea éste punto , pero bas..
tan las indicadas para conocer que es necesario antes de
criticar las operaciones del Gobierno, exáminar con despa-
cio la razon ea que pueden fundarse , porque de lo contra_
rio sería agraviar su sabiduría , dedicacion que . nos es
tan respetable. Queda dicho en ésta parte lo que alcanzo
á mi corto entender, sin que sea visto que en ello inten-
to agraviar la .opinion de ninguno que con mas sólido fun-
damento sienta lo contrario.


CORTES.


Desde el din 20 hasta el 23 en los varios puntos pro-
puestos y discutidos en el Congreso, no 1.2a recaido una ab.
Soluta'resolucion sino en el del examen de los poderes del Sr.
Obispo de Pamplona, que por mayoría de votos fueron.
aprobados, quedando pendiente la votadon respecto de los
de los sectores diputados de Galicia.


Artículo remitido.


Selor Edictor del Fiscal. Ea el número 22 de su pe'
riódico de usted del 2 4. de diciembre en que se propuso
darnos por obsequio de pasquas un discurso sobre él me-
rito, virtudes y reelevantes prendas de nuestro augusto y aa"m


do Rey e! Señor D311 Fernando VII. se lee el párrafo sigui
en


-te-- Abandonada la emona de España, y perdida por éste
he-


2 55la accion de sus poseedores , conforme á una ley de unes-
C;,,


cla partida , quedó el pueblo en la libertad de elegir un Rey,


'l
'"je le gobernase ; pero aquí del tino y prudencia espalola , ó


por
mejor decir de la rrigno de Dios que nos dirige porque' es


lieresario conocer que todo bien depende dé solo un principio.


E


quién se ha elegido por pluralidad de votos por Rey de las
spa5as , sino á Fernando VII.? z quien ha osado de citar á


otro, ni quien podrá contrarrestar á la justicia , y plena vo-
luntad con que todo el pueblo le ha nombrado.


Parece por este dictamen que pudo el Rey perder
por su marcha el derecho de la corona , y que de no haber
sido electo no podría reclamarla. Esto ó yo no lo entiendo,
ó me parece que no puede ser , porque las leyesen éste pun-
to, aunque traten de la pérdida del derecho por la ausen.,
cía, siempre tendrán alguna distincion de casos, porque
parece que siendo inculpable el abandono de la nacion .por
el Rey, no deberá incurrir éste en la pena que solo puede
recaer sobre el delito. Esto es lo que yo entiendo sin ser
letrado, y por si me equivoco, quisiera deber á usted la fl.-
neza de que sobre este punto nos declarase el concepto de
aquel artículo , y satisfaciese mis dudas porqué soy un
apasionado del Rey Don Fernando, y no me sienta á la ver-
dad que se crea que le regalamos lo que es suyo ; y aun-
que este no sea el sentido con que usted hablase, podrá ha-
ber acaso quien se lo interprete.


Sírvase usted insertar éste en su periódico; y satisfacer
mis deseos, y Mande usted á S. S. S.--El apasionado de Fer-
nando VII,


MADRID.
L',iPRENTA DE VILLALPANDO,




1
N° 33. 257


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


Del lunes 31 de enero de 3:814.


n mi número anterior inserté un artículo comunicado
en que se me pide explicacion sobre el párrafo de mi nú-
mero 2a, publicado el 2 4 de diciembre Ultimo , sin duda,
porque se ha creído que yo daba por sentada una propo-
sicion que solo -indiqué, como mero supuesto , para cor-
roborar cocí ella el amor que á nuestro augusto Rey Dolí
Fernando VII. profesa toda la nacion-Española. Antes de ex-
plicar el genuino sentido de mi proposicion , conviene que
sepa el selix aposionado de Fernando VII. , que yo me precio
de serlo tanto como el que mas, y que aun sin esta cir-
cunstancia tratando de su derecho , nunca prescindiria de
la Justicia que. representa el ohcicio fiscal.


He aquí las palabras literales de mi indicado artículo.
Abandonada la corona de España , y perdida por este hecho
la accion de sus poseedores , conforme á una ley de nues-
tra partida , quedó _el pueblo en la libertad de elegir un Rey
que le gobernase ; pero aquí del tino y prudencia española , ó
Por mejor decir de la mano de Dios que nos dirige ; porque es
necesario conocer que todo bien depende de solo un principio.
1 4 quién se ha elegido por pluralidad de votos por Rey de las
13palas sino á Fernando VII.? ¿ quien ha osado de citar á
Otro, ni quien podrá contrarrestar á la justicia y plena yo-
/untad con que todo el pu blo le ha nombrado.




I


Quiere pues decir que dado caso que pudiera mirarse




2 5 8
como abandono de la corona la ausencia del Rey D01.3
pando, y por consecuencia estar dudoso su derecho,


per


luego la nacion se le habia puesto expedito por laopinavs'oe
Juntad en su nueva eleccion , con cuyo aserto secompruh
ba la general adhesion de los Españoles á aquel "aügust


°Principe pues aunque hubiera sido necesario reabilitar.s4
legítima accion , ya lo estaba en toda forma. Bien s¿
que este caso meramente supuesto no existe ; respecto &
que nuestro amado R?y no perdió ni pudo perde el efectivo
derecho que le asistia por razon de _la ausencia , guando
en ella no resulta el abandono de la corona, como liare..
mos ver en quanto permita mi cortedad, y la de este pe.
riódico.


Desde el momento en que á peticion del pueblo se hizo
por el Rey Don Carlos IV. la abdicacion de la corona de
Espaáa en su primogénito, inmediato sucesor de ella, y
como tal jurado Priocipe de las Asturias , fue'. efectivamen-
te legitimo Rey de Espata ; sin que para ello obste la ca-
bilosidad con que se quiso pretextar después ser nulala
abdicacion , por haberse hecho á consecnencia de una re.
bolucion , porque éste malicioso obice está por sí mismo
desvanecido , guando todos sabemos que al Rey Don Car-
los no le hizo el pueblo la rnas mínima violencia ni aserto,
directa ni indirectamente contra su voluntad, y de con-
siguiente no dexa de ser libre y expontanea para aquello
resolucion.


Posesionado legítimamente en el trono que de dere-
cho le pertenecia , y admitido por el pueblo con el aplau-
so, de Tic no hay exemplo , nadie pudo ni podrá dudar
de su efecitiva posesion , como ni tampoco de que o
ausencia que no fué un abandono de la corona, ni un de'
sestimiento de su posesion , sino un acto su buen deseo,
y el resultado del engaáo coa que 1..rfidamente se le es'
trajo de su pátria ; para obligarle coo violencia á haca
una ce.sion ó renuncia de su corona-, que fué por toda s sus,
circunstancias de ningun valor, por las nuli ia.les legal°
que en ella concurrieron , y son bien notorias.


La crítica coastelacion. en que se hallaba la nacio n es'


2 5 9.
par ola' por las anteriores tramas del gabinete de las tulle-


. la introduccion del numeroso exercito enemigo . que
s'as


rfidome nte ocupaba las principales fortalezas de Es-
va Pe y la conmocion de toda la nacin ocasionada por tan


:i


P;tcafíos sucesos , no pudo menos dedo upar toda la aten-
on! del señor Rey D. Fernando, y excitar en su magnánimo


coraion el mas eficaz anhelo para poner remedio a los mu-
chos males que podian preveerse y para dar á sus vasa-
llos las pruebas mas irrefragables de su amor paternal, en
retribucio n del que todos los Esparioles le tenian mani-
festado.


Tales son las causas que motivaron la ausencia de mues-
tro ninrnitisimo Rey , que lejos de poder hacer el menor per-
juicio á su incontextable accion al trono , se la robustecen
en un grado superlativo , haciendole ademas acreedor de
rigorosa Justicia al reconocimiento de la nacion, por cuyo
beneficio expuso. su persona á las penalidades y amargu-
ras que eran seguida necesaria á la peroecucion fraguada
tan de antemano contra su virtud y constancia.


No abandonó pues el - invicto Fernando á su pueblo
porque guiado del engaño , no pudo creer guando salió de
su corte , que se dirigia fuera de su reyno ; mas guando
yola experiencia le hizo ver el dolo con que era conduci-
do, aun en medio de la sorpresa que agitaría su noble co-
razon , no se olvidó de sis


• -amantes vasallos , proveyen-
dolos de una regencia que los gobernase, en cuyo solo
acto conservó ikso el derecho con que había sido exáltado
al trono de sus 'mayores , y dió á sus vasallos la .


prueba
Inas evidente de. que preferia el beneficio de su pueblo
a la seguidad de -su augusta persona. Por estas razones
Y otras muchas que omito por no hacer molesta mi di-
gresion con notoriedades, es visto el espíritu del párra-fo•
.de Int periódico de 2 - de diciembre, dirigido solo á ha-


cer ver que aunque se hubiese verificado la pérdida delderecho del Rey Dcn Fernando VII. á la corona de Es.pafia,es t.


ea


aba de nuevo robustecido con la plena voluntad de la
aso
ci°11; pero no estando ni aun por presuntiva en aquel


puesto que lejos de perder su derecho en la ausencia.




2 6o
le afirmó mas por las causas que la motivaron , y p or 1
acertada, prudente y virtuosa comportacion de nues tro h:
róico Monarca, como dejamos ya indicado , creo no podrá
ocurrir nueva duda sobre el supuesto de mi citado periá,
dico , y me parece quedará en esta parte satisfecho el de,
seo del señor apasionado de Fernando VII. y de quantos hae
yan podido dudar del concepto de aquel párrafo.


CORTES.


Desde cl 24 al 26 del corriente: en los varios puntos
discutidos , no ha recaido una decision positiva, sn . ts que
ser remitidas algunas proposiciones á las respectivas comi_
siones que pertenecen , siendo una de ellas la de generan.
zar la idea de extiucion de peritos. (o)


En el dia 26 se recibió á votos la proposicion de si
eran ó no nulas las elecciones de Galicia en lo general , co-
mo opinaba la comision de poderes; y por ochenta y un
votos contra cincuenta y quatro , se decretó no ser nulas
las citadas elecciones , dejando la segunda parte del dic.
tatnen de la misma comision , para el siguiente dia.


Ea la misma sesion se leyó por primera vez el preli-
minar que antecedia á la proposicion del señor Abargües
expresado en aquel , que convendria para beneficio de la his-
toria, y conocimientos de nuestra revolucion contra el fanatismo
religioso , se eligiesen del seno de las Córtes , sabios , sudivi-
duos que entablasen un periódico que dirija el verdadero punto


prosperidad nacional combatiendo toda opinion religiosa
política que la impidiese. (2)


(r) Véase quanto sobre este interesante punto tengo dicho
en mi número septimo.


(2) Estas palabras fanatismo religioso , y opinion .religio'
sa que impiden la prosperidad nacional, tienen bastant e q0.1
entender , con'prehenden tambien alguna, contt :ariedad;. Per°
no es creible que sean producidas por otro estímulo que un arre'
batalló zelo del bien público.


a 6 r
Esta proposicion llamó la atencion de todo el católico


c gres() , oyenciose en todo el salon_de Córtes los cristianos
sentimientos que animan á los señores Diputados, diciencio;
agur somos cristianos católicos , no se deben oir semejan-
tes proposiciones. El señor Ostalaza con el apostólico zelo


;


que le es caracteristico pidió- se votase la proposicion y que
lose nominal : lo apoyaron varios señores y sin embargo
que otro señor Diputado reclamó el órden diciendo que era
rinsy justo oir la declaracion del acta se aprobó la proposicion
de dicho señor Ostalaza. Vista por el señor AbargUes la
commocion que habla causado su propuesta , la enmendó
diciendo : y política ó extraviada del espíritu del cristianismo:
aun con esta aclaracion hubo repetidas y acaloradas instan-
cias sobre la repugnancia á entrar en qüestion en un asun...
to que contenia en sí (expresion del señor Rengifo) envuelto
un veneno (aplauso extraordinario.) inmediatamente el autor
quitó de su proposicion la última parte de su contesto; Mas
el señor Obispo de Urgel decidió la controversia, haciendo
ver que no hay necesidad de periódicos que dirijan la
opinion, guando la libertad de imprenta permite á todos
que puedan escribir y dirigirla. Convencidos los señores que
defendian la proposicion del señor Abargües no se opusie-
ron mas, dejando que la retirase, siendo notable que á pe-
sar de estar llenas las tribunas de un numeroso concurso, no
se oyó la mas mínima voz que auxiliase el contenido de la
proposicion, de que se convence con evidencia que este me-
morable y sabio pueblo no es menos distinguido en el res-
peto, y natural adhesion á la religion que adora, que en la
fidelidad y constante amor á su ausente y suspirado Rey
Don Fernando VII, (3)


Sobre este punto sin que sea visto agraviar directa ni
indi rectamente ninguna opinion, trataremos en el número
siguiente , porque siendo necesario fixar la opinion pública
00 podrá causar perjuicio al bien de la nacion, que reflexio-
nemos con alguna detencion sobre tan importante materia.


(3) El pueblo de Madrid tiene acreditada su religiosidad
Y P rudencia, y de consiguiente no es extraña esta conducta.




2,J2
Ya en algunos de mis números anteriores tengo dicho quali.
to interesa sostener en el pueblo los estímulos de religion
patriotismo , que son la única base de la -felicidad naciorij
sobre cuyo supuesto no puede dudarse que hay maximas que
combatir como haremos ver en su caso ; mas sin extra,


fiar ningun distinto dictamen , deveremos confesar de buena
fé que el principio del acierto en las deliberaciones, es el
respeto y atencion á la religion cristiana ; y que sin este
fundamento no pueden menos de ser equivocadas quantas.
ideas nos asalten.


Artículo remitido.


Señor Fiscal Patriótico : he visto en el número 22 del
apéndice del Procurador general de la nacion y del Rey, que
los protectores dela Regencia de Blahc , que es la que hoy
tenemos (á excepcion de S. Em. Presidente) la qual nos hizo
el inestimable bien de perdernos las plazas de Tortosa, Tar-
ragona, Sagunto, Pefiíseola, y casi toda la Provincia de Va-
lencia, como la de Estremadura, con Badajoz y Olivencia;
fueron los mismos que protegieron al célebre Canel de Ace-
bedo , el qual hizo la propuesta á las Córtes de que se permi-
tiese el concubinato, que estos mismos fueron la causa de que
en ISti no se concediese al heroe VVellington el - mando de
los exércitos de las provincias limítrofes al Portugal, y que
con este motivo dijo uno de estos venerables , que mejor en-
g regaria su provincia á Soult, que al Lord Wellington.


Si esto es cierto como lo creo , pues está firmado
de uno de los señores que deben saberlo ¿ corno es que se
llaman patriotas estos que se dan el -nombre de liberales?
si se observa que estos mismos han protegido á Galladro y
sti dicionario , condenado por toda la Iglesia de España, Y
que han impedido la reunion de tanto religioso sacrificado
por el tiranol ¿Se podrán llamar católicos, y merecer este
nombre? Y no siendolo podrán ser buenos y castizos Espa-
ñoles? Saquesne vm. de estas dudas, porque comienz o a
sospechar que muchos afrancesados y judios se acogen á la
sombra de ciertas voces campanudas, para atontar á los


263


lasc
incautos y seducirlos con el nombre de una felicidad que


an solo para sí , y fuera del camino de la virtud. •
Asistiendo á la sesion de Córtes el dia i 5 del presente


oi que el seiior 'Martínez de la Rosa, criticaba al señor Osta-
laza , porque Babia en su concepto invocado en vano el
nombre de la Constitucion. Pregunto ahora ¿el nombre de
la


Constitucion está en la misma linea queel santo nombre de
Dios que se nos prohibe invocar en vano? Esto que será?
blasfem ia 6 supersticion política?


Contextando vm. á estas preguntas entraremos en ma-
teria , y entretanto mande vm. á su seguro servidor--- El
empecinado.


PUERTA DEL SOL.


Se dice que en el mismo dia que se trató en el Congre-
so sobre las-providencias que se debian dictar para la ex-
tincion de malhechores , -y escarmiento de los muchos robos
que se cometen , guando se intentó persuadir no haber ne-
cesidad de providencia 5 robaron á un sugeto del concur-
so quatro villetes de la loteria nacional , el pañuelo y seis
duros que era todo lo que llevaba. Esto es porque no hay
ladrones ¿que sería si los hubiera?


LITERATURA.


Historia cierta de la secta de los Franc-masones , su
origen , doctrina y maximas : se hallará en la libreria de
Rodriguez calle de las Carretas, su precio 4 rs.


MADRID.
IMPRENT A DE VILLALPANDOQ




(6 varío. ) N. 3 4.


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA_


Del viernes 4 de Febrero de 1 8 14.


a mi número anterior ofrecí tratar de la necesidad
que hay de dirigir el punto de la verdadera felicidad de
Ja nacion española conforme á los deberes en que la em-
peña su deseo para poder llegar á conseguirla removiendo
los obstáculos que lo impidan. Para ello nos podrá ser-
vir de norma la proposicion del señor diputado Abargiles
hecha al Supremo Congreso sobre esta materia, bien enten-
dido que solo nos atendremos:á ella en quanto contiene
la necesidad de dirigir el punto de prosperidad que debe
apetecer' la nacion, y urgencia de combatir los inconve-
nientes que á ella se oponen.


No habrá un buen español que desconozca el punto
en que consiste la felicidad de la patria , ni que dude por
lo mismo de que no'puede conseguirse, sino por medio de
la observancia de la religion , y de las :leyes. Quanto se
intente persuadir contra este sólido principio es un sofis-
ma destructor de la propia felicidad, cuya posesion di-
lata hasta el extremo de hacerla ilusoria; pero por desgra-
cia tampoco faltan incautos que seducidos con las perver-
'as máximas del libertinage , miren con poco aprecio el
Sagrado de la religion, y desconozcan los deberes de ca-
tólicos y españoles. A estos, pues es necesario combatir conL


Salgan
armas poderosas de la razon , para que desegaílados


doy
I de.las tinieblas del error en que se hallan sumergió


Estos son en realidad los que profesan . un fanatis-




266


rno religioso , porque blasonando de cristianos
nada ob8erban la doctrina del evangelio , y . de
sin duda quiso tratar el señor diputado Abr.,1,,,,'.11i
guando dixo Contra el fanotismo . religtoso , porque
en un católico que se refiriese esta voz á la religion
tiana , en cuyo caso seria irapia , herética, y nada cris,Pro.pia de su preponerte , al que se debe hacer la




i
justic.


de darle el sentido que es de creer contiene el espirit:
de su proposieion•


En efecto con mucha razon opina en esta parte • F.
• _s no


solo conveniente , sino necesario dirigir' el verdadero puth.
to de prosperidad nacional , combatiendo las ideas ¡re,
ligiosas que la impiden. (o) Es urgente contradecir las qui,
:vocadas maximas que los filosofos ofuscadós, han expar.
•cidcL por todo el mundo. Y es en fin indispensable . sa.
Jir á la defensa de la doctrina evangélica ultrajada
la impiedad de aquellos discípulos de Voltaire , promul,
gadores de su fanática doctrina. ¡Ah! miserables, corno ca,
minais en posta á vuestra eterna perdicion1 pero veamos
las ideas .U




opiniones que. hay que combatir , como. im•
pedimentos de nuestra prosperidad nacional.


A Se opone á ella la observancia de los preceptos eran.
Bélicos? Blasfemia seria decir que si a guando sabemos,
y no podemos negar , que solo de Dios puede depender
Ja verdadera prosperidad , y que no hay dicha. ni bici
alguno que iguale á la Gracia Divina , concedida solo al
que 'guarda exátamente los preceptos de Dios. Se opo-
ne á ella el culto dado al Supremo Hacedor, el respeto á sus
ministros , la subordinacion á su Vicario , llsomeely
timientó á la Iglesia católica? Impiedad seria esta ates-




tacion ¿Pues si la religion católica en nada se opone á la
«Prosperidad nacional , donde está el fanatismo religtoo.


(t) Ninguna idea verdaderamente religiosa puede oponer"
se á la prosperidad de la nacion , porque si ésta ha .(11
ser efectiva y no aparente ( como quieren los libertino s ) s°1°
puede proceder de aquel origen.


167
,fies serán las opiniones religiosas que haya qne las
las de los .faisos filósofos , las de los hipócritas , las de...


;Ilire' ita s• únicamente puede dirigirse con propiedad aquella
ropo :icion.


P . ,1}; pretenden persuadir pues los que adoptando un
,,tilo y ponderativo, y afectando una sabiduria
de ve carecen , se proponen atraer á sí á los incautos?
oh l una felicidad sin igual. Todos serian poderosos si si-


su doctrina. Igualdad , libertad, amplitud para
gtt
todo. Pero estas lisongeras y falaces promesas á quién son
extensibas? á ellos solos, porque ningun otro llega jamas á
disfrutar las , de que se convence lo engañoso y pérfido de
su doctrina. Solo ellos , .y sus hechuras les son adaptables,
todo lo demás se les opone , y lo miran con un cri-
míual


Ya es tiempo de que corriendo el velo del engaño,
se llegue á conocer clara y patentemente la maldad, y se
convenza de una vez la nacion española de que sus do-
mésticos .enemigos la han hecho una .guerra mas destructo-
ra, mas terrible y mas. ruinosa que las huestes de Napoleom
Para convencernos de esta verdad no necesitamos . mas que
recorrer la historia de nueStra• gloriosa' revolucion.• Ella o-
frece á nuestra -vista el espectáculo: mas admirable, brillan-
do sobre todo el Divino auxilio , y el triunfo de la Reli-
gion christiana contra los asestos de la herética pravedad,
miremonos . en este espejo y nos persuadiremos de si hay


no máximas que combatir.
Desde el momento en que conocidos por la nacion ( á


impulsos del valor y patriotismo del pueblo de Madrid )


Justa causa?
tropas, A no se alarmó to.la la nacion en defensa de su
los designios de Buonaparte en la introduccion de sus


no fueron extraordinarios los esfuerzos de
,odas las provincias del reino, no solo á tan digno ob-
•eto , sino tarnbien al establecimiento de un Gobierno
que


.nos dirigiera , z y desde el tiempo en que este seinsta!'
, o , no podiamos haber logrado las mas. conocidas


.


ntalas en .lo militar , y en lo político? si por: cierto




2 6 8
si hubierarnos caminado á una , estaríamos mucho 11,


sí 'Sadelantados , y acaso nos habríamos hecho temibles nuel,
tras enemigos , pero lejos de adelantar como debiarto
hemos, (permítaseme decirlo) atrasado enormemente -5,
quien ha eludido los felices efectos que debiant/el..
portar de la -dedicacion del Gobierno? Quién ha des
gurado las victorias conseguidas á costa de 'la sangre


elos españoles? quien ha malogrado las ventajosas resol
tas del auxilio de nuestros aliados? la desunion política,
la diversidad de opiniones , y digámoslo de una vez el
Liberalismo.


Esta nueva secta que no varía de la de los Jaco,
binas de Francia mas que en el nombre , ha sido la
causa de nuestros atrasos, y la de que no lleguemos á
lograr la verdadera prosperidad nacional , á que se di.
rigen nuestros anhelos , y de consiguiente éste será el
obstáculo que mas tenemos que combatir.


De aqui nacen las máximas de libertad , é igualdad,
f5 por mejor decir de anarquía con que alucinados, va-
mos olvidando el respeto que de suyo exige la legítima
autoridad , descendiendo este error político en otro mas
trascedental y pernicioso , qual es el mora/ , con que se
mira indiferentemente la religion , se tiene por excusada
la piedad christiana , y se desatienden los consejos del
evangelio , teniéndolos por ridículos axiomas, respecto de
que se gradúa de hipocresia toda máxima que á ellos se
conforma.


He aquí el entusiasmo religioso que se debe combatir:
veamos las opiniones políticas que estan en el mismo
rango. No puede haber un sensato que dude del ve r


-dadero fin á que la nacion se dirige, y de consiguien
-te solo habrá que contrarrestar la opinion de los aluci-


nados, que atendiendo á su bien parcial, y deseando col"
seguir personales utilidades á costa de generales daños,
ofuscan la idea del fin propuesto, resultando la dila"
don en su consecucion.


Comprometida la nacion española en una lid de re"


269


ea


irewn y de
politica -; no pudo proponerse otro fin que la


eiservacion de la fe que profesa , y de su indepen-
-encía mas no como quiera una independencia aliar-


l1144 republicana y destructora que quieren persua-ir los seductores , sino una independencia conforme con
Su


o ierno monárquico , y con la posesion del tronog
en su augusto rey D. Fernando VII conforme á la Cons-
titucion establecida y jurada. Así que la estension de
la palabra independencia de estos límites prescriptos , no
es otra cosa que una sedieion con que ofuscado el pue-
bid seria conducida la nacion á su toial ruina.


La agromeracion de ideas con que sobre tan débi-
les principios se funda el prurito ,de toda novedad, y
el desestirniento de toda práctica es por sí solo un cla-
ro testimonio , de que el desorden general , viene a'ser
siempre el apoyo de tan punibles deseos. Quanto sea
capaz de restablecer el arden , se opone á estos anhe-
los , y jamás viene á decidirse , sino á fuerza de una
resistencia, aquello que mas perentoriamente exige la
necesidad. De aquí el atraso en lo que mas interesa,
de aquí la confusion , y de aqui en fin la inconfor-
midad en quanta se controvierte.


Por .este principio es bien facil conocer la necesidad
de combatir las ideas que nos perjudican, guando la ex-
periencia nos acredita que han sido causa de una des-
union que ha producido el entorpecimiento de los mu7-
ellos y señalados progresos que debieramos experimen-
tar en beneficio de la nacion. Destierrense de entre.
nosotros las ideas de libertad , igualdad Y demas que
produce el fanatismo de los obcecados. Busquemos la verte


-¿ladera libertad que- nos conviene , y desenga5érrianos
de una vez que de otro modo solo conseguiremos ser
esclavos del error. Que habremos conseguido con des-
truir el absoluto despotismo de un Godoy , si adop-
tando la ilusoria libertad, entronizamos por ella á cuan-
tos nos la persuaden ? No líenlas visto el resultado de
la libertad de la Francia? Pues este- mismo vendremos




270
nosotros á experimentar , si por desgracia nos adhirie,
sernos á las máximas con que el jac.)vini,o3•3 pervirtió
al pueblo francos, y el /ib¿raIisen9 intenta seducir 11
español. Las in:eximas de esta son únicamente el fana_
tisrno.. que hay que combatir , y mediante que ( seguti,
acertadamente opinó el ilustrísimo señor obispo de Urge'
en la sesion de- . Cortes del día 26) la libertad de invren,
ta da permiso á todos para dirigir esta opinion , deberemos
declicarnos á tan digno .objeto con preferencia para con.;
trarestar los asestos de la errada doctrina, y afirmar
en el pueblo los nobles sentimientos de catolicismo, fi_
delidad al Rey , y deseo de. su justa y debida indepens
dencia que hace el blanco de sus lícitos deseos , para
que despreciando las ideas de la ilícita libertad y anár-
quica igualdad , se corrobore cada dia mas en sus reli-
giosos y leales propósitos para conseguir la verdadera pros.
peridad que apetece.


CORTES.
Desde el dia 2 7 al 2 9 del corriente se ha tratado de


varios puntos, siendo uno el credito nacional. (i) Se apro-
baron por 7 9 votos contra 5 las elecciones de los sefio-
res. diputados de Lugo, y por 9 2 (2) contra 32 las de la
provincia de Orense , sin otra ocurrencia especial.


Articulo comunicado,.
Señor Fiscal Patriótieo : la sesion- de Cortes del .11,3y


28 de este mes tratando de la solicitud del señor diputa.
do "4briategui , advertí el espíritu , rectitud y serenidad
del. señor Ostolaza , siendome hasta lo sumo agradable
como- á todos los demas concurrentes sensatos, la presea-
cia de, espíritu con que sobstuvo que se hallaba ( en su
concepto ) infringida la Constitucion , pues se ven los des--


(I) Véase quanto tengo dicho en este particular en mis .na-
meros 5 y 6.


(2) Ta parece que se conoce en la balanza el peso de
razon.


2 7.1
tinosde Gefes políticos , y otros de mayor graduacion,
encargados á varios señores diputados de las Cortes extra-
ordinar ias ; pero no pude menos de notar con admira,
cío- ri que Se instase por otros . siefiores sobre, la rectificacion
de esta proposiclon , porque la notoriedad reeleva de to-
da prueba , digo , si yo no me engafío. Coteje Vtn. seriar
Fiscal este acontecimiento con la cuestion sobre infraceion
del capítulo 11 o respecto de la aprobacion de los poderes
del R. Obispo de Pamplona -, y dígame lo que sienta en
este punto.


Yo quisiera señor Fiscal que vm. nos descifrara este
problema. ¿La material infraccion del artículo z ro que
es todo quanto se puede conceder en esta parte , respec-
to de los poderes del R. Obispo de Pamplona , será mas
notable que la substancial de. los artículos 12 9 y 13o rack:,
orada con tanta razon por el sefior Ostolaza ? Aqui de los.
defensores de ese sagrado libro. Pero yo veo que aunque
hemos tratado mudar de- costumbres no falla aquel adagio
castellano allá van leyes donde quieren reyes , y si esto suce-
de con la Constitucion, no puede resultarnos ningun be-
neficio. Vm. Sr. Fiscal que nos ha hecho ver que el capí-
tulo Izo no se infringió , podia decirnos algo acerca del
129 y 1 3 o , porque si debe observarse el uno deberán
tambien observarse los otros.


Tenga Vm. la bondad de satisfacer á mis dudas en es-
te punto , y mande á su seguro servidor. = El despre-
ocupado.


PUERTA DEL SOL.


La venida del Sr. Palafox ha llamado la atencion del
Pueblo , dándole cada uno las atribuciones que alcanza,


• o que le acomodan. Dicen que vendrá pronto el Rey , san-
ta Palabra para - los verdaderos patriotas ; pero esto nece-
sita una sancion que nos la dará el tiempo , sin perjui-
cio de la qual bien podemos esperar en Dios que se rea-
i!zará la venida de nuestro legítimo Rey, y con ella la efec-
tiva felicidad de la Nacion española , y destruccion de la




( 6 oars" ) 273


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


Del lunes 7 de febrero de 1814,


27 2
maldad que intente interru ►npirla. Ello es que Fernando 7.11
vuelve á su corona, y reviente á quien le pese. Que con.:
lento quedará Jose 1. con esta mutacion de la escena, que
muera por Dios como morirán otros.


MADRID.
IMPRENTA DE VILLALPANDO.


AL SUPREMO CONGRESO.


Se hallará' en la Librería de Barco carrera de san Gerónimo,
y en las de Matute y Perez calle de las Carretas.


ignisimos y sabios representantes de la Nacion Espa-
bla: ya llegó el feliz y deseado dia en que trasladados á
la capital del reyno , centro el mas propio de la resi-
dencia de su soberanía, de vuestra ciencia patriótica un
exemplo al inundo entero de la providad , religion y amor
al rey que os caracterizan. Ya estamos en el crítico caso
de triunfar de la intriga, y dedicarnos de Heno á pro-
porcionar la felicidad de la pátria tan anclada y nece-
saria: ya estamos en el de desechar quanto distraiga
nuestra atencion del fin propuesto ; y ya por último en
el de adoptar con enérgia y resolucion quanto :conven-
ga al bien general de la pátria.


Si soberano Congreso español: la principal idea que -
ocupa la mente del pueblo y que debe prevalecer es la
religion católica , y el amor al legitimo rey de Esparza Fernan-
d° V1I . En estos dos incontrastables polos estriva la fe-
licidad de la pátria : en ellos se cifra todo su bien; y
Ir` ellos listan fundadas las esperanzas de la Nacion.


ti Fiscal de la Nacion , Señor , en cumplimiento de,
deberes de su oficio no puede prescindir de exponer


á v• M. con la imparcialidad que exige su título , quan-to Cre
a conveniente á los intereses de la Nacicn mis-




/75ma á quien representa, y en tal supuesto %e propone
ucer ver la situa..:ion del reyno , y la necesidad de ha,


acti,dir con prontitud á los males que nos rodean.
Ya en mi námero 2+ trando de los adelantartefent.


que ha logrado la Nacion en el año proxirno pasad o s, cru.
quanto me pareció oportuno en este punto ; pero


'ebiendo cumplir al presente mi dictamen en curnplitnie
to del oficio que exerzo , no me puedo dispensar de 11a'
mar la superior atencion de V. M., para excitar su zeí
en favor de la causa pública único objeto de sus ince°
santes tareas. .


Nuestra desgracia señor cifrada en la desunion de ea.
luntades, ó por mejor decir en un declarado espírititde
partido opuesto á las leyes divinas y humanas , ha pues-
to á la Nacion en la mas indigente situacion , y cuida,
dosa espectatilea. Con desconsuelo ha visto el pueblo espa.
ñol invertir en frívolas disputas el precioso tiempo ne.
cesario para resolver los mas interesantes puntos , y con
fundamento ha esperado el dichoso dia en que con la
traslacion. del Congreso á esta capital deben tener fin 1a3
inacciones'con que en Cádiz se ha entorpecido el curso
de las deliberaciones en que consiste el bien de la patria.


No es mi intento criticar las operaciones del Gobier-
no á quien respeto , es si hacer ver la perentoriedad,
con que las actuales circunstacias exigen un pronto re-
medio , y las equivocaciones en que consiste su dilacion.


De todo se ha tratado y sobre todo se ha discuti-
do sin que se haya visto el exito feliz á que terminan los
constantes desvelos de V. M. , y que tan hnperiosaine n


-te exigen nuestras actuales circunstancias. Acaloradas
qiiestiones , dilatados discursos y paleatibas providencias
han sido el único resultado de las penosas y no inter-
rumpidas fatigas , sin haberse evitado por ellas la de s


-nudez del soldado , ni la mendicidad del ciudadano. T0"
da se ha hecho, Señor, menos lo que mas se necesitaba'
de todo se ha tratado vuelvo á decir para remediarla
todo y todo se ha trastornado,.


Quatelo mas necesario, mas preciso y - mas urgente ha


Dos
aair á la defensa de nuestros derechos y reunir-


-c • hace r frente á los eminentes rie-os que nos




. ata. s
helnos apartado la atencion de este preferibledoba n




r,) hilándola en incidencias , que lejos de contribuirb.eto
nuestro verdadero bien , nos conducen en posta á


5,
,,,tra absoluta ruina.
La dominante prepotencia de los sediciosos novelistas


hl introdu cido sus fantasticas y seductoras•ideas para abo-
li quanto estaba establecido y empreiid'er sus nuevos
prOY


celos en que está cifrada la destruccion del trono y


del
altar.


Ya es tiempo, Se flor , ya es tiempo de que tengan fin
los terribles daños que ha- ocasionado el espírtu de partido,
Sin rentas el erario , sin auxilios el exército y la pa-
t ria sin defensa, ¿qué podremos esperar sino ser esclavos
de nuestros enemigos, ó victimas de nuestra miseria ? Bas-
ta, Señor, de desolacion, ya es tiempo de que se ponga fin
á las aflicciones que nos rodean. Así lo espera el pue-
blo todo, de la sabiduria del. Congreso, üasladado á esta
capital.


En ella experimentará V. M., los nobles sentimientos
de los matritenses , cuyo respeto á la religion católica , y
lealtad á su amado rey el señor don Fernando VII., ensal-
1:0


con


su renombreá competencia con el valor , y juicio
que les caracterizan. No se _ oirá el escandaloso .mormu-


que en Cádiz han turbado, y afligido algunas
veces á diputados virtuosos, los viles instrumentos de la
sed ;ion. , pues confusos á la vista de la prudente cotn-
9ePuc iretrailion


de este heroyco pueblo , habran de sofocar en
su conizon las perversas ideas de que estan imbuidos , sino


experimentar la repulsa que les haga convencersede su crimen. Triunfará la virtud, y V. M. , verá con
Placer que en torno del agusto trono de la soberanía nc,ci¿nal,,
;°. lotos de todos los pueblos sok) trataran de unirse in-
Linamente con su shit: Gobierno , y de contribuir con quan-ti) alc


ancen al bien general que nos es tan necesario. -




T
276


Repela V. M. 'quantas maxitnas puedan contrib
al entorpecimiento de sus sabias decisiones , d eseo/ r1:11
do como inútiles y delatorias las pomposas y: varias 11"
gresiones con que se busca solo ¿llagar el oido de l co


li'curso y llamar sin provecho su atencion , en. vez


de


-


definir el punto á que se refieren , ofuscando por este
medio la inteligencia aun de lo mas sencillo. Nu estros ma
les necesitan pronto remedio , y jamas podrán tenerle, si.
no se ocurre 'á ellos con la celeridad que de suyo exi
gen y con el conocimiento que es propio de tan sabio;
representantes , derogando y anulando por contrario bu.
perio quantas disposiciones incidan en la mas minitnaequi_
vocacion , que involuntariamente se haya padecido. Asi
espera toda la Nacion del paternal celo del supremo Congreso,


CORTES.


En íos días 3o y 31 de enero último se han puesto en
discusion varios puntos que con distincion detalla el Pro-
curador Gen: ral , á quien nos referimos en esta parte, sin
otra cosa notable que la representacion del señor ‘Freyre
sobre la miseria que padece el exército de su mando, pues
que en cinco meses solo ha recibido tres millones de reales,
debiendo percibir cada mes doce millones. Con este mo-
tivo hablaron varios señores diputados con oportunidad y
acierto sobre los medios prontos_ que deberían adoptarse
para ocurrir á la atencion de unos héroes que en me-
dio de la nieve, y en un pais tan frío como los . Piri-
neos andan vagueando por los caseríos, 'para adquirir
un poco de maiz con que aliviar su necesidad. El señor
Ostolaza , dijo con la claridad y solidez que acostin u


-bra , que tantos males no eran provenidos de la !01
de un sistema de Hacienda , sino de la ineptitud , y Din'
guna puridad de los intnnerables y nuevos empleado s de
ella. ( Despues se trataron otros puntos ;-siendo el 111•


(r) Tiene mil razones el señor Ostolaza: esto es l o qt1
se adelanta. con la separación de. los antiguos beneméritos


1 1•


277
tullo el de aprobación de los poderes de Galicia y al fin
It jiespnes de alguna controversia se aprobaron los de Santia-
go, por 68 votos contra _55.


Articulo comunicado.


Señor Fiscal Patriótico : en vista de lo que vmd.
nos. tiene dicho acerca del punto de contribuciones , dan-
do una prueba de la imposibilidad de establecer otras que
como las antiguas puedan soportar los gastos de la Na-
cion, y hecho cargo de un recurso dirigido al supremo Con-
greso, por el intendente de Cuadalaxara , conozco la razotr
con que vmd. sentó su proposicion , y veo claramente que
aunque mas se quiera persuadir , es vano el proyecto que
se intenta ; pero como estamos en el caso de llevarlo ade-
lante, y -surta ó. no los erectos que se pintar, quisiera
yo que vmd. insistiese algun tanto sobre este punto ; por-
que á la verdad ya •la experiencia acredita (planto vmd.
tiene vaticinado y es preciso desengañarse, ó no tener
sensibilidad. El intendente de CuadalaXara , hace ver de-
mostrablemente los perjuicios que contiene en sí el nuevo
sistema , y la imposibilidad de llevarlo á efecto , indi-
cando un plan bastante racional que sin duda produci-
ría buenos efectos si se adoptase. A pesar de esto vemos
en las esquinas puestos los planes de la contribucion , que
si.bien se considera su contexto , ellos mismos dan la prue-


empleados en real Hacienda , y su sobstitucion en otros nue-
vos que no son capaces para el desempeño de sus encargos.
Mucho podio d¿Tirse en este punto ; pero baste saber que su
cornportacion. hoce buenos --á los antiguos, injustamente infa-
mados y gravados con el cast,go del delito que no han pénsa-'.)
do. cometer , porque si lo es el haber servido en tiempo del
Gobierno intruso, están comprehendidos los actuales y?..yespecto
de que serán muy pocos los que no le sirvielon, y .


algunos.
empleo habian tenido antes de la vtnida de los france-


ses, y por ellos fueron nuevamente agraciados.




278
ba de la imposibilidad que contiene este metorlo. beles
unos las consideraciones que ofrece cada uno de su.


ar.
tientos , y detengamonos. solamente en el de proei


e..dades.
Se emplaza á los propietarios para que acudan á


pagar un tres por ciento del liquido á las casas de un
sin número de comisionados que se nombran. Aquí de
su lisealizacion de vind. Este tres por cielito de líquido
cómo se debe entender 1 No lo sabemos porque la voz
es genérica. ¿ Y en esta duda quántos • acudirán á pagar?
¿Y quién será el que desconozca el perjuicio que resulta
aun en el caso de pagar todos ? El ingreso se invertirá
en cobradores , porque lo que antes hacia uno, ahora hay
ciento. Con que para ellos será el beneficio, y en el finte.
rin el soldado muerto de hambre, y el ciudadano sacri-
ficado. ¿Con qué para quien es'esta fiesta? para los que ten-
gan menejo , que su tanto por ciento no les puede faltar,
y viva la patria. ¡ Eíá señor Fiscal ! Ya veo yo que vind,
no fiscaliza , porque estas cosas son demasiadamente no.
tables , y ofrecen un campo muy ameno para la fisca-
lizacion. Diganos vmd. algo sobre este punto , y mande
á su servidor el Obseruatiuo.


Ya sobre este punto tengo .dicho quanto me parece
suqciente para persuadir con evidencia que no hay un
sistema tan útil corno el de las antiguas rentas 9 y que es
absolutamente impracticable el que se trata de sobAituir
en su lugar. (1) Ele visto la representacion del intendente
de Guadalaxara, que cita el señor Obiervariva, y me parece
arreglado su discurso, adiccionando algunas circunstancias,
pero como no ha dado el nuevo plan todavia Lis pruebas
generales de su imposibilidad porque no está en viera'
establecido , aun no es tiempo de reproducir mis rellexib
nes , no -ya como anticípalo vaticinio segun lo tengo he-
cho, sino como fundada observacion del resultado de una
novedad tan incapaz de producir los electos que se pr o-


(t) Veanse los números 4. i 6. 26.y 28. de este periódico,


279
ete r




Luego que estemos en este caso ( que es infalible)
e
illxpondré lo que entienda y quedará satisfecho el señor


wervativo , de que no ignoro guando, y como corres-
ponde Fiscal hablar con fruto.


PUERTA DEL SOL.


Se habla con mucha variedad acerca del punto que en
el dia llama mas la atencion del pueblo , que es la ve-
nida del señor Palafox , todos dicen que viene el rey,
algunos opinan que á su entrada en España debe jurar
la Constitucion. Esto es un disparate porque no corre tan-;
ta priesa este juramento ; la jurará en la Corte despues
de haberse enterado de su contesto , porque lo demas se-
rá jurar á ciegas, y á esto nadie le puede invitar. La re-
ligion del juramento exige en sentido teológico, el pleno
conocimiento de lo que se jura , y siendo Fernando Vil. ,
tan católico, nunca se expondria á jurar sin saber lo que
juraba , ni el supremo Congrew olvidaria que para interpo-
ner un hombre la religion del juramento necesita antes
saber lo que jura ; pero esto es propiamente conversa-
don de Puerta del Sol.


MADRID.
IMPRENTA DE VILLALPANDO,


Se kallard en la Librer fa de Barco carrera de son Gerdnirno,
y en las de Matute y Perez calle de las Carretas,






z'2
Respecto de la segunda, no hay otra razon que


setlos señores provistos de la misma opinion que los 1,
rentes defensores constitucionales ; y corno el señor
laza que con razon la defendió no pertenecepertene , ni puede
pertenecer , á tal Grey , no tuvo música de aplauso , e


nicreo le haga falta para apoyar la incontestable ra
zonde su proposicion.


Es necesario que se desengañe el pueblo de que elque mas chilla por la observancia de la Constitucion,
es el que mas la infringe , porque los señores liberales
se han puesto en el pie de hacerla como la ley del era:
budo tomando lo ancho para sí , y aplicando lo estrecho
á los denlas. Este sistema es bien claro por mas que trae
te de desfigurarse, atontando al pueblo con las voces de
sagrado Libro, y con el escrúpulo de no invocarse enva-
no la Constitucion ; todo esto es pamema , porque para
observar lo que se previeno en sus artículos, no es ne.
cesarió 'denominarla con unas voces que solo correspon.
den á la Divina Escritura y obras de los santos Padres, que
son los únicos libros sagrados- que se conocen.


Así que el verdadero defensor de la Constitucion con
justicia é imparcialidad es y será solo el que como el señor
Ostolaza , declame oportunamente por su observancia,
y sin disputa , los destructores de la Constitucion misma,
todos los que aparentando un zelo propiamente farisai-
co , solo reclaman su observancia guando acomoda á
sus ideas


Creo contestado el ,artículo del señor Despreocupado,
y satisfechas las dudas que en él propone..


Artículo comunicado..


Señor Fiscal Patriótico días pasados vi inserta una
carta en el Redactor General firmada por el Zapatero. libe-
ral, cuyo contesto me llenó de indigna.cion 5 pues al Pa"
so de ser dirigido á ensalzar determinadamente á algu-
nos sugetos, proferia las mas clásicas insolencias contra


283
os. Fere modo tan notable de hacer partido , solo es


otros, de quien teniendo poca razon, quiere llevar ade-
P,rit-e, sus ideas. Todo viene á parar en alabar el partí«
1' Liberal , é infamar á el que titulan Servil ; estas ar-
do


c las que han valido en Cádiz y por lo mismoon
usan en Madrid , pero con menos fruto , gracias áos us


Dios.Todo el fin es alucinar al pueblo para sostenerse;
-s1 bien se observa esta conducta , con ella mismap;ro


se degradan hasta lo sumo , los que piensan engrande-
cerse. Al paso que por todos medios tratan estos hombres
de-hacerse los Eneas , denigrando á los otros , dan es-
ros


una prueba de su prudencia , ya sea por despre-
cio de tan notable altanería, ya sea por la plena sa-
t isfaccio n de la Justicia en que se apoyan. No se ha
visto á los que se llaman Serviles producir contra los
Lilmrales ninguna de las soeces expresiones que con-
tiene la carta del Zapatero , siendo así que si hubie-
ran de ponerse á hablar algo les podian decir y
con mas motivo.


Yo creo que el tal que se firma el Zapatero , diciendo
que no ha estudiado mas que grarnatica , sabe lo bastante
en el arte de la insolencia , si es que . no ha tenido ase-
sor ; pero siendo denigrativo al gremio este modo de pro-
ducirse , y la franqueza de firmarse liberal, no debe que-
dar el pueblo en esta duda. Sépase que los zapateros no
somos Liberales , como quieren que seamos , y si algu-
cnoonblua Costa. nuestro gremio le ecliariamos de él á palos


Sirvase vmd. de insertar ésta en su Periódico , y man-
de á su servidor. = El Zapatero Católico.


OTRO.


Señor Fiscal Patriótico: en un artículo comunicado
en el Redactor General firmado por J. C. del 7 de
e este mes he visto la ímpugnacion que se hace á la




`Ir
284
cancion patriótica publicada en elogio de nuestro arm


an,4tisitno rey el señor don Fernando Vil. , y con el título dela Cachucha , y.á la verdad que no encuentro mérito
"een 1,


tal cancion para que se acrimine su contexto de
rttco,do tan escandaloso.


Yó quería esperar al inmediato periódico de Nand
para ver si algo nos decia acerca de esta impugnacio


npero no pudiendo sufrir mi paciencia que se dilate mas
tiempo sí acaao no lo hace,, le dirijo esta indicacianí
fin de que con preferencia á todo otro punto nos mas
nifieste su dictamen fiscal , con vista de la irnpunaeion
y reflexiones siguientes.


El tal J. C. con insolente lenguaje titulando de picata;
ó ignorantes copleros al autor ó autores de dicho papel
dice , que no parece sino compuesto expresamente para estra-
viar y corromper la opinion del pueblo sencillo: y prescindien.
do de la ignorancia ó malicia que se trasluce en casi todas
sus estrofas, se limita, á llamar la atencion del Redactor sobre
la estrofa siguiente.


"Vamonos, porque conviene
Tener una Autoridad,
Que por sí sola domina
La voluntad general."


Primera reflexion: ¿ el decirse qué conviene tener en-
tre nosotros la autoridad del rey, que domina la voluntad
general, es decir que el rey sea un tirano usurpador de
los derechos de la Nacion? ¿Nos tiene Fernando VII., in-
dicada alguna prueba de su tiranía ;. y tiene el pueblo da'
das pruebas de que le ama con la mayor ternura? /Pie;
por qué ha de ser suversiba esta proposicion si ella solo
termina al amor de los españoles á su rey Fernando? 7 quia
negará que la autoridad de éste en razon del cariño que
les merece , tiene una dominacion en el corazon de su'
vasallos ?


Segunda Teflexion : continua el señor J. C. diciendo
¿ qué tal señor Redactor ? si la autoridad del rey domina


28 5.
lrrratad general del soberano pueblo Español, ¿para qué que.:r l


o no,r
Cowtttocion ni leyes ? Seamos carneros , y que nos es_


iilenó clegsuellen guando al rey le dé la gana.No puede oir con indiferencia el hombre mas pasivo
ta n crimina l es como atentadas expresiones , ¿ con qué el


si llegase á venir será un tirano que nos desuelle
,re y 5


a le nos esquile y quenos devore •Ç Es esta toda la opinion
que tiene entre nosotros Fernando Vil.? es este vil mo-
-19 de pensar conforme con la voluntad general de la Na.
clon, tan publicamente manifiesta desde los principios de
nuestra revolucion? Solo una lengua viperina, solo un
anarquista produciria semejantes expresiones , cuya res-
puesta debla mejor encargarse á una onza de plomo, que
á una cortada pluma.


Por último concluye pidiendo al Redactor general que
se sirva insertar en su Periódico sus reflexiones , que
quita contribuiran á que el pueblo conozca que sus ene-
migos se ocultan á veces hasta bajo la capa de despre-
ciables copleros. Este seductor lenguage , es el mayor ene-
migo del pueblo , pues que dando á una sencilla com-
posicion las atribuciones que son propias de su malicia,
inculca en ellas un agravio al rey , que merece el res-
peto y amor de todos los españoles : ofende á la Cons-
titucion establecida , tocando en el honor del monarca que
ella reconoce; y hace un insulto á la Nacion entera
hablando de aquello que mas ama Señor Fis-
cal yo me acaloro , siento molestar á vm. , y por últi-
mo le pido me haga el gusto en honor de la Nacion,
y de nuestro amado rey Fernando , de insertar esta
en su periódico del dia t r , en el supuesto que bien
de madrugada estaré á buscarle , para ver su dic-
tamen que espero en seguida , y mande á su servi-
hr.r-a-EI Realista.


DICTAMEN.


El Fiscal en vista de estas reflexiones y del artículo




286
inserto en el Redactor general de y de este mes, y Con
senda de la obra poétLa á que se retire, dice Pre'qae


'coinposicion poética en sí no parece otra cosa que un in
cente desahogo del cariño de la Nacion justamen te os.r°:
cido por nuestro suspirado monarca ,. tanto mas 40-
quanto conforme con la Constitucion que nos gobierna'
en la qual se le declarará como legítimo rey, dando una
prueba del amor de la Nacion.


La estrofa que especialmente se critica , en nada pa_
rece que puede agraviar á la autoridad de la Nacion guau..
do el dominio del monarca se halla suficientemente designado
Por lo mismo qualesquiera torcida, inteligencia que intent e
dársele no será otra cosa que una intempestiba
nacion poco dril, y que produzca el acaloramiento de
algunos espíritus que exaltados, como se advierte en el
anterior artículo, no puedan contener los impulsos del
amor que profesan á nuestro dignisitno rey.


La impugnacion pues que contiene el artículo inserto
en el señor Redactor , es en efecto poco decorosa al ho-
nor del rey, y nada conforme con la Constitucioa que
nos gobierna, porque esta ya tiene prescriptos los
tes del trono, y aquel no es capaz de tiranizarnos, segun
parece que supone la itnpugnacion , por lo tanto encuen-
tra el Fiscal en ésta mas criminalidad , que en la--poesia
á que se dirige. El pueblo sin embargo juzgará con su jus-
tificacion lo que crea mas conforme.


CORTES.


Desde el dia r.° al 5 del corriente no ofrecen las
discusiones del Congreso, cosa que notar con especialidad,
mas que haberse tratado de formar causa al señor dipu-
tado Reyna, sobre el contexto de las expresiones con que
se produjo en la sesion del dia 3 , y el decreto que trata
de la entrada de nuestro augusto monarca, y modo de su
recepcion.


En el dia 5 se dió cuenta por el señor ministro de


287
r Justicia (á consecuencia de una propocion del


Resi na ) de varios señores ex- diputados que se
a agraciados por el Gcblerno con difba erentes empleos.—,,„


"


s e
(l oe Cepdro , opinó que pasase á la comision de le-


El - o n para su informe, añadiendo tener entendido sino se
gislac'


-jaba que , se Labia concedido pension al señor Osa
enb señor aitc/aza , dijo que era extraño que el
rola"'
seil o t Cepero , afectase no haber oido lo que resultaba
de l parte de la Regencia , á saber que no habia dicho-
,efio r pretendido pension , ni empleo alguno ( especie que
propagaron calumniosamente los venerables Li
cidiz) y que la asignacion de doce mil reales anuales fué
como parte del sueldo, que en cumplimiento de los Decre-
tos de las Cortes sobre los que no estuviesen en exerci-
cio de sus empleos le correspondia á este señor , como á
tapellan y confesor del aniantisirno Fernando, quien le honró
con este título en los documentos que trajo desde Valen-
rey , y en que éste perseguido Monarca , aprovechando
la primera ocasion que se le presentó en su prision, pro-
testó de la fuerza con que se le obligó por Buonaparte,
á subscribir á tratados que detestaba en su interior. (Na-
die creerá otra cosa de la virtud y heroísmo de un Fer-
nando VII. , digno objeto de la gratitud y amor de la
Nacion Española.) Concluyó diciendo que ni por sueldo
ni por dieta }labia recibido nada desde el año de 81 o has-
ta el de 813, y apoyando se pasase á una comision para
que sean conocidos los hombres bajos y los hombres de
bien, con lo qual convenció de su integridad, buena fé
!?sti.dveisritnut


virtud patriótica.


, no solamente á todo el Congreso, sino tam-
bien al publico expectádor , que no pudo menos de elogiar


PUERTA DEL SOL.


Se habla con alguna diversidad sobre la deseada venida de
Illes tto augusto monarca, y aun hay quien recele si será ó
II° un ardid de los muchos que son propios de Napoleon..




28 3
Sin embargo la mayor parte del pueblo tiene la espera


retan
za en Dios, de ver realizado el regreso de S. M r, •
él cumplidas sus ardientes ansias. Es general el disgusto
al ver la inaccion en que estamos , el abandono de los
exércitos , y la poca armonia con el inmortal vvo
llington, á quien á fuerza de desayres se le ha obligado
decir con espíritu , que sino se socorren las


'


necesidade,
del exército , se retirará con el suyo á Portugal , en cuy
caso no podremos menos de volver á ser visitados del ex¿.
cito Frances aunque no fuera mas que por via de paseo-
militar. Por esto parece que se trata de acuerdo con los
deseos de todas las provincias, de variar de Regencia,
riendo una que Lustre las esperanzas de los sediciosos Na,
poleonistas , que solo desean hacernos romper con maes-
tros aliados los Ingleses , para que seamos esclavos de la
Francia ; pero Dios que no puede menos de oir los votos
de los católicos espafioles, confundirá en los abismos á los
Robespierres, que persiguiendo á su saeta religion , quie-
ren pervertir á la Nacion española para hacerse sus dés-
potas.


AVIS O.


Apesar de las diligencias practicadas para...satisfacer
los deseos de los señorea subscritores al Sermon patriáti•
co-moral , que en 25 de julio de 18 lo , digo el doctor
don Blas de Ostolaza , diputado en Cortes , confesor de
S. M. el señor dota Fernando VII. , y su capellan de ho-
nor , no ha podido hasta ahora verificarse su impresion
por falta de operarios ; pero estando ya en prensa , 'se da-
rá á dichos señores á la mayor brevedad, anunciandoloP1
el Diario, y carteles.


MADRID.
IMPRENTA DE VILLALP ANDO.


Se hallará en la Librería de Barco carrera de san Gerjohll'
y en las de Matute y Perez calle de las Carretas.


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


Del lunes 1 4 de febrero de 181+


ARTÍCULO COMUNICADO.


efior Fiscal Patriótico : muy señor mío ; creo que á
ningun otro mejor que á vmd. corresponde comunicar dos
pensamientos de que me hallo combatido, á saber: I.° Fer-
nando VI!., en su advenimiento al trono libre fué jurado
por toda la Nacion segun costumbre y con un entusias-
mo sin exemplo.


Posteriormente las Cortés formaron la sábia-Constitu-
d013 que nos rige, y en la sesion del dos del presenté mes
han decretado que Fernando, no pueda reynar en España
sino despues de haberla jurado. Esta Constitución destru-
ye aquel juramento, ¿ y quién me absuelve de él , y á. la
Nadal? ¿El rey jurándola antes de reelevar á la Nacion
misma de aquel juramento , con T 'al de- los dos podrá
contar ? con el primero prestado á .su real persona


., ó
con el segundo prestado á la Constitucion ?


¿La Nacion , guando juró á Fernando libre, sabia por
notoriedad lo' que juraba y guando juró la Constitu-
don supo ló que juró ? ¿Estaba enterada en su contenido?
Se puede asegurar que en el momento que la juraban ante
S. D .


, nada menos que nueve á diez millones de al-


6 quartos.




290
mas solo algunos miles la habrian leído , y pocos cen.
tenares la habrian meditado con la detencion que
exige tor do aquello en que se interpone la religion d el
juramento.


II .° Pensainiento : todo el mundo civilizado subsiste en
sociedad por contrato sea escrito, pactado, ó tácito-. Todos
los gobiernos monarquicos , republicanos. ó mixtos con,
tratan con sus vasallos ó ciudadanos , y estos entre si,
respectivamente. Contrata el amo con el criada , el rico
eon el pobre, el mayor con el menor &e. Las almas mis-
mas están en contrato con su Criador. Las dice Dios, ama,
me , honrame y tendras la gloria ; y el dichoso que
así lo haga , ¿no reclamará con derecho positivo : señor
venga la gloria-, pues os he amado , os he honrado, y
he cumplido con vuestros santos Mandamientos?


Si las naciones y todos los individuos que las com-
ponen, subsistirnos en armonia á virtud de contratos ge-
nerales ó particulares, escritos ó tacitos , y sino puede
haber contrata válida sin el acuerdo de las partes contra-
tantes , z nuestra nueva Constitucion aunque sábia y jus-
tisinia , podrá tener toda su fuerza, sin que antes sea en-
tregada á S. M. ( que por su cautiverio no estuvo presente
á su publicazion , ni al decreto del 2 que le manda ju-
rarla) para que enterado en ella ( como parte que es in-
teresante, ó contratante ) exponga si se Ie ofrece alguh re-
paro justo y de mejora ? ló aprobándola la .sancione , y
absuelva y rceleve á la Nacion del primer juramento he-
dio á su real persona libre ?


Señor Fiscal, le pido por Dios que me instruya so-
bre ambos pensamientos , que me distraen demasiado, y
afligen mi corazon , pues separado de -todos los partidos
de que oigo hablar: , solo sigo el de Dios, el de la justicia
y cl de la verdadera felicidad de nuestra España. Deseo que
acertemos en toda , que no nos acaloremos , y que las na-
ciones todas y los siglos solo tengan motivo para elogiar-
J105 yen manera alguna de escandalizarse, ó criticarnos.


29t
Ea fin le ruego que me ilumine y me tranquilice, °Fre-


1


ícadotne á su disposicion como su mas atento servidor
2. S . M. B.=.17, S.


- DICTAMEN FISCAL.


Los dos antecedentes pensamientos son á la verdad
mas propios para una decision teológica, que para un
dictamen legal. Es bastante escrupuloso el modo de ex-
ponerlos , y aunque el Fiscal parece que no está rigoro-
samente obligado por su oficio á dar solucion á puntos
de conciencia , sin embargo por satisfacer el :gusto del
señor á pesar de carecer de las nociones necesarias
en el punto, no se dispensa de darle la contestacion ea
quanto alcance su iinuliciencia.


El ingreso al trono del señor rey don Fernando, corno
que en aquella época no se habla formado la Corrnitu-
don ., fue sin las circunstancias que en ella se contienen,
v por consecuencia el juramento hecho á S. M tampo-
co pudo estar arreglado á ella.


Formada posteriormente por las Cortes, con la cir-
cunstancia , y calidad de reynar el señor d ,n Fernando,
y ser por S. M. reconocida y jurada , es conforme con ella
el decreto de 2 de este mes , en que se declara que no
pueda entrar á reynar hasta despues de haberla jurado.


Es cierto que el juramento hecho á la Constitucion es
enteramente distinto al que antes de ella se ly.,bie . e he- -
°no al rey , y que la absolucion de éste consiste en solo
el sometimiento del monarca á la Constitucion, baja de otro
juramento , cuya formalidad da por nulo el primero ; de
Consiguiente en el fuero de la conciencia estará absolu-
tamente exenta de toda obligacion la Nacion respecto del
primer juramento , y obligada soloal segundo, luego que
el rey- la haya eximido jurando la Constitucion.


En quanto al pleno conocimiento del contexto de • la
r-onstitucio , casi era imposible que todo el pueblo padie-




292
se estar impuesto fundamentalmente en ella al tiempo
jurarla, pero en esta parte el pueblo estuvo á la bu. e
fé de las decisiones de su Gobierno , en quien tiene ci:"111


.po.airada su confianza.
En razon á la inteligencia del monarca, en Ios art.


gue comprehende la Constitucion, ya el mismo del'
creto previene que le sea entregado un exemplar de é‘t
para su debido conocimiento. Así que el juramento de S. A
á la Constitucion , recayendo sobre tal antecedente,
tará sin duda a la Nacion de qualesquiera otro que le ten,
ga hecho á su real persona.


Como es este un punto que toca el señor F. S. en tenc,
moral, y por lo mismo de una solucion puramente teó..
gira,- cree el Fiscal haber expuesto en su razon quanto al.
canza su cortedad , sín exceder los límites de su oficio,
ceñido solo á poder prestar su dictamen en lo jurídico
y politico.


Articulo remitido.


Señor Fiscal Patriótico : el acaecimiento del dia 7 del
corriente en la calle de Latoneros, parece que tiebe llamar
la atencion de vmd. como Fiscal, para hacer las refle-
xiones oportunas , acerca de su origen, y suministrar las
ideas necesarias , y capaces de evitar la repeticion de es-
tos desastres.


El desestanco de la polvora (que es tan útil co-
mo todos los denlas) nada tiene que




ver con las
precauciones de seguridad que deben tomarse para evitar
los desastres que traen tantas consecuencias como el que
hemos, visto. Así va bueno todo , viviendo sin precau-
cion luego se ven las resultas. Quantos almacenistas de
polvora habrá en Madrid con motivo de la franquicia,


y guatitas explosiones podremos esperar sino se toma pro'
videncia ? Que se viera esto en otra parte pase , .P ere
en España, y en una época en que estamos tan civili-
zados,. parece i mposible sino lo vieratnos. Esto nos hace


293


r"


la prevision y el discurso con que procedemos, así


f


c eer, buedo , así va mejor que nunca , esto entra en el plan


1:1


reformas , y por lo mismo es muy ,útil : aunque la p-
se vuele una noche es efecto de casualidad , y


15 1,
s


dalos de nada importan , todo se indemniza con el
los del desestanco. Señor Fiscal , señor Fiscal, fis-
cal ice vmd. con mil demonios este punto , á ver si quie-
rc Dios que se desengañen una vez los novelistas , de
que sus novedades traen la perdicion de la Nacion , por
activa , por pasiva , por diestra , por siniestra, por ar-
riva , por abajo y por todo al rededor, para que así
no extrañen que eternamente se maldiga a las noveda-
des , y á sus autores , con transcendencia hasta su quin-
ta generacion. No extrañe vmd. este lenguage señor Fis.!.
cal , porque si -á vmd. se le hubieran sacrificado 'en la ca-
Wrole algunos inmediatos deudos con todos sus pocos
ú muchos bienes sin mas razon que la de tener un ve-
cino colateral , almacenada la polvora en uso del mal-
dito umercio libre , vería vmd. lo que decia de estas
permisiones, y venia vmd. sino chillaba como yo con
tanta y tan justa razon , y mucho- mas guando á vis-
ta de tan horrendo suceso se ha tomado una provi-
dencia que no será bastante para evitar otros iguales, pues
sabe Dios , como se observará.


Esto me obliga á excitar el celo de vmd. esperan-
do se sirva indicar los medios que en este punto deben
adoptarse para que á lo menos tengamos el gusto de
que sino se ponen en planta no sea por ignorarlos.


Dispense vmd, esta molestia, y mande á su servi-
Amolte de la seguridad del Pueblo.


Es bastante extraño que al tiempo de declararse la
franquicia de comercio en el ramo de la 'polvora no
le haya designado como era necesario , el sitio ó sitios
ext ramuros, donde unicamente se aimacenase con abso-
luta prohibicion de tener repuestos dentro de poblado;
P ro al fin ya- no se ha hecho , y el acontecimiento del




29$
7 de este mes , ha dado á conocer los efectos del
cuido en esta parre, y por lo mismo exige la buerla''''
licía que inmediatamente se provea de remedio á 014'
semejantes catástofres que podr¿n sin duda ocurrir


,
tr°'


pecto de que no seria solo en Madrid el ah-nacen
se ha volado. Prescindiendo de . que este genero , cogu`
los denlas que estaban. estancados , no trae ningun L,„̀1,°
necio al pueblo, ni al erario en su• libre tranco ,
nao tengo probado en mi número guarro ; es este


teasque todos perjudicial , puesto ea libJrtad por su das!
y muno mas guando no se ha restringido el alinacen;,.
ge como debiera, de que resultará que cada dia


vere-
mos iguales explosiones á la que ha ocurrido. Por la
mismo. la mas pronta y expedita providencia que se
puede dictar por anoria es estancar la polvora como
antes estaba , y prohibir absolutamente el comercio ea
ella, observándose en su almacenage las precaucione,
que estaban en practica , que es el único medio de en.
tar tan desgraciados acontecimientos.


CORTES.


Desde el dia 6 al q en los diferentes puntos que se
han controvertido, como no ha recaido una resolucion po-
sitiba , nos referimos en un todo al Procaracbr Ge-
neral.


PUERTA DEL SOL.


Con bastante disgusto han visto los sensatos que
concluidas las Cortes en el miercoles último , tórnase el
pueblo representado entonces por fora,terós que no pe r


-tenecen a su numero una parte en los a.caloramientós
fiel Congreso , proeedieddo hasta insultar á alguno de so
diputados. Esto no lo hace el pueblo de Madrid , es'
to lo hacen los que intentan desacreditarle.


• Ojo allr-


2 9 5
, que no se busca otra cosa que baceros


l',er el mérito , y despojaros de la opinion de pru-
tes y


valerosos , que teneis 'tan justamente adqui-
-13 Aprended á despreciar como habeis hecho los es-
11.]:us sediciosos , y no os envilezcais mezclandoos con los
.:ere


s de la ínsurreccion;, en que quieren comprende-
nara sacar ellos la parte que les interesa 7 á cos-


'lbde vuestra opinion , y de vuestra sangre.


MADRID.
IMPRENTA DE VILLALPANDO.


hallará en la Librería de Barco carrera de san Gerónirno
Y en las t e Matute y Lerez calle de las Carretas.




ir
( 6 Illart's.)
N: 38. 2 97


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


Lel viernes z 8 de febrero de z 8 4.


ARTICULO COMUNICADO.


Oellor Fiscal Patriótico de España : muy -seriar mio:
al ver el apendice número 3 del Procurador General pu-
blicado en lo de este mes , me sorprendí en gran ma-
nera considerando él eminente riesgo en que está la pá-
tria expuesta á su pérdicion por los efectos de la intri-
ga; pero al mismo tiempo se dilató mi espirito con la
reflexion del auxilio divino cada dia mas patente en nues-
tro favor , pues no puede atribuirse á otro principio el
descubrimiento de estos lazos , para que tomando las de-
bidas precauciones sepamos huir de las tramas sedicio-
sas, y conocer á los malvados que buscan nuestra ruina,
con el pretexto de la libertad.


bien,
les una especie de contnocion , que no me pareció nada


En la tarde del mismo dia adverti en-varios para-


porque se trataba del apendice con variedad , no
faltando declamadores que, digesen ser apócrifo ó inven-
tado el contexto de aquel papel , al puso que otros mas
reflexibos sentian que. no puede creerse que se die-
se al publico una noticia de esta clase por mero supues-
'°: en fin cada uno pensaba á su modo y yo me con-




2.9
ven


8
cí de que habla _idea en- valancear el juicio del


blico a.:eraa de este punto. No dudo que entre 10,13"
así opinaban habria quiza algunos agentes de la coginle
sion de Oudinot , que oliéndoles el peseuezo . a l•


o'la cosa se clarifica, no puede gustarles que se desa ur siraQ
estos . líos; pero• sín embargo, suspendo el juicio en todo
y para calmarmiinquietud , espero ver el parecer de
usted ( que corno corresponde á su oficio nos le deber dar)
acerca de este interesante punto, en que está fin
aten.cion de todo el pueblo, y mucho mas en vista del
artículo que el dia t r inserta el mismo Preicurador ge.
neral firmado por don Agustín ArgUelles.


Usted se3or Fiscal , que se condice con toda la
parcialidad que le corresponde, manifestará su dictalua
al público que. ciertamente lo desea , para salir del caos
en _que se halla á vista de un suceso tan atendible coma
el' que presenta el apendice , y de los obvices con que
se . pone en duda su contenido ; para que con algun
fundamento se pueda decidir !a opinion en este inciden-
te de tanta entidad para todos.


Queda de usted sd iras afecto servidor.= A. G.


Dictamen Fiscal.


El Fiscal ha visto el apendice del Procurador gene-
y-al u:linero tercero, y enterado , de su contexto, no en-
cuentra la menor violencia en que pueda ser cierto el
atentado que manifiesta: lo primero porque. Napoleol Y
su Senado son ' capaces de esta y qualesquiera otras mal'
dudes; y lo segundo porque - hace algun tiempo que la
experiencia nos tiene convencidos de -que está entre na'
sarros- demasiadamente propagado el espíritu de -parti'
do , y acaso e> este el origen de donde dimana. •


. Antes de entrar en rettaxIones sobre el contenido del
apeadice, conviene investigar su certeza , porque enla


du-


299
be que se intente redargilirlo. El Fiscal no tiene un


ca
donTi„ento que califique la identidad del apendice; y por


lo
nlisnt o solo se limitará .1.' hablar en .supuesto, exámi-


nando antes al que puede con mas propiedad referirse


en el
`dictamen 'que se le pide.


Ningun sensato podrá ignorar -que para dar al pd-
oco su apendice estará antes bien asegurado el Froeu-
rdor general -de su certeza porque de lo contrario se
,pondría no solo á una justa reconvencion, sino tan-


1-bien á perder su opinion en el publico, donde está jus-
ránente recibido como "un periódisra de buena fé. Este
convencim iento es suficiente para que demos por supuelto
que el cotttenido del apendice sea cierto , en cuya inteli-
cenda podremos filosolar en su razon.


¡Qué oportunas deducciones ofrece el manifiesto de
ion Luis Oudinot , y que desengaño suministra para co-
nocer el verdadero t'orne; de nuestros atrasos , de nuestra
desunion , y de la persecucion de toda idea terminante
al bien de la patria! En efecto la prision de este Emi-
sario, ha corrido el velo para _que de una vez conoz•
ca la Naden los maliciosos ardides con que se trataba
de envolverla en una destructora anarquia, para some-
terla al mas tirano yugo. Desimpresionarla de sus ideas
religiosas , separarla de Dios, embrutecerla con las maxi-
Inas de una errada filosofía, para que no pudiera des-
pues desenvolverse" de la tiránica dominacion : y queda-
se sujeta á las duras cadenas del Usurpador de la Europa,
;Ah pueblo Español! deseng4ate de una vez del dolo. con que
te se intenta persuadir la libertad, y no dudes que es
sediciosa y falaz toda promesa que en ella se funde 5 y
tslutts


infernales
e esfedimaensaed


emi sarios.
En


Napoleon , y por boca de


vista del manifiesto Ipodremos estra gar el -despre-
cio que han sufrido en Cádiz los mas v.i-rtuosos
"os del Congreso 1\acional ¿nos adíairaremos. de la opo-
skl °11 á la venida á la Capital, ni de que en ella se haya




300
intentado por todos medios seguir aquel mismo sistema?


- Nada debe admirarnos guando to -tos estos aconteei'
niientos tienen una intima rela.:ion con - la trama que
se descubre en el manifiesto , propagada y sostenida
por una porcion de malvados vendidos á la perfidia
del enemigo.


Ya hace algun tiempo que sin descubrirse esta do,
losa intriga hemos visto unos efectos que no podian
nos de emanar de tan perversa causa, porque las alá„
ximas exparcidas ya por escrito , ya de palabra, indican_
do la. absoluta libertad ,Ide donde podrian proceder sine
de aquel origen , y que objeto podian tener mas que
el olvido de la religion , y la adopcion de la anarquía
á que claramente terminan? He aquí patentizada la reas
Edad del manifiesto por un cotejo que no nos deja la me-
nor duda.


Seria molesto detenernos á producir .las muchas re-
flexiones que ofrece este acontecimiento, bastenos cono-
cer que dirigiéndose expresamente á la destruccion del
trono y del altar , lleva en sí comprehendida la ruina
de la Nacion EspaSola. , y la eterna esclavitud de sus
individuos. ¡ Ha memorables víctimas del 2 de mayo, que
poco fruto habría sacado en este caso la patria de la efu-
sion de vuestra inocente sangre!


Por último el manifiesto del general frances, llama de-
masiadamente la atencion para calificar de reos (al me-
nos presuntibos ) de alta traicion á quintos sugetos ten-
gan con él relacion , que por la complicidad deben ser
asegurados , evacuándose las citas, y recogiendo los pa-
peles , sin perjuicio de que formada la causa por el
órden legal , se les oiga sus descargos con plena justia-
cacion , para que recaiga la condigna pena en los ve r


-daderamente culpados y la in.demniza.cion de los•queJus-
tifiquen su inocencia , debiéndose dar de todo un, ma-
nifiesto para la debida inteligencia del páblico , tan inte-
resada en este punto. Sobre todo el sabio Gobierno Pr°-


30 E


,lenciará con la justificacion y rectitud que le caracte-


r


izan quanta convenga á la pronta formacion y substan-


c
iae¡on de la causa é imposicion de las debidas
los que resulten culpados conforme á las leyes.


CORTES.


En los dias to y t r se han tratado varios partír,
colares, que pasaron á sus respectivas comisiones, y por
último discutido el punto sobre haber ó no lugar á for-
mar causa al marques de Palacio, se votó nominalmen-
te, declarando haber lugar á ella por 68 votos contra 58.
Se recordó por el señor Presidente que el dia i z debe
celebrarse la cleccion de Diputacion permanente , para
lo qual se reunir, el Congreso á las 9 del citado dia ; sin
que haya ocurrido otra cosa notable.


Entre las reflexiones que ocupan la mente de los ver-
daderos patriotas españoles, es una el reconocimiento de
los muchos beneficios que debernos á la Nacion Británica,
no solo por su generosidad en suministrarnos tantos au-
xilios de todas clases , sino por su constancia en coad-
yubar nuestra defensa, tomando en ella una parte acti-
va, y haciendo causa cornun con la Nacion Española con-
tra los asesros de un enemigo, cuyas fuerzas no podia re-
sistir por si sola. z Qué hubiera sido de nosotros sin este
auxilio ? Bien podernos afirmar que si el héroe Wellington,
hubiera retirado sus fuerzas , sin duda seriamos ya vic-
timas de la saña del enemigo del .genero humano , pero la
magnanimidad de aquel Marte Británico, superior á quan-
tos acontecimientos ha experimentado , sabe manifestarse
en los momentos que criticatnente es mas necesario. Por
lo mismo no se separará de nosotros hasta dejar feliz-
mente concluida la grande obra que le condujo á Es-
Pafía : siempre sabe que puede contar con la gratitud
de los buenos españoles , y por tanto está comprometi-


penas




302
do su valor, su tino 'y su ciencia en darles la in
prueba de su amor. No lo dudemos : la Gran-B bmayor


_reta
por medio del sabio General que nos ha enviado ,


-
de proporcionar nuestra felicidad , y la de la Francia
misma hasta ahora oprimida en la esclavitud de su entroni
zado usurpador. Así que , cada dia debemos estar mas
unidos á nuestros insignes aliados; mas reconocidos á la
franquez'a con que prodigan por nosotros sus intereses,
sus armas y hasta su misma sangre; y iras esperanzados
de que sus .exfuerzos han de poner fin á nuestros males.


Quanto_ en contrario intenten persuadir los sedieio.
sos , es solo un efecto de la intriga con que el pérfido
enemigo solicita nuestra desunion para lograr sus tirá.
nicos proyectos. Ese inmortal (en la fama) ínclito y nun-
ca bien ponderado Wellington es la invencible espada del
rnacabeo que Dios ha destinado 'para la defensa de la
Nacion Espoilola: Ese ha de ser el que colocando al
amantísimo Fernando VII. en su trono , ponga en los co.
razones de los españoles la dulce y dorada cadena de
voluntaria esclavitud y eterno reconocimiento á tan miles-
timáble beneficio.... Oh , gran Dios ! 1 Quándo llegará
tan feliz y deseado dia? No corteis , señor el debil tolo
de mi fragil existencia hasta que llegue á gozar -ele la
amable vista de tan digno como suspirado objeto de mi
amor. Bañe señor aquellas reales plantas con lágrimas
de regocijo , el que tanto ha regado la tierra con las de
dolor de su triste ausencia , y despues imitando á vues-
tro siervo Simeon reproducideré con_ toda mi alma sus
mismas palabras : moic dimitis serrung tuurn Domine se-
cundara verbum tuna in pace.


PUERTA DEL SOL.


Se dice que la insurreccion de París ha tomado un
grande incremento habiendose propagado á. otras 11111-


303
has provincias de la Francia : que los exércitos


adelantan con celeridad hacia la capital , y que es
niu y general la desconfianza del pueblo trances , á con-
¡N'acucia de no saberse positibamente donde se halla su
Emperado r. He aquí la seguida necesaria de la•libertad
tic los franceses ,. por eso se buscaba otra igual en Es-
Palfla para acabarnos de perder ; pero Dios , que hasta
ahora tanto nos ha favorecido , no podrá desampa-
ramos en adelante, y comunicando sus soberanas luces


los miserables obcecados en la libertad , les hará co-
nocer el error en que _Viven , y el reato de miserias é
infortu nios , que son erectos precisos de su equivoca-
da opinion.


MADRID.
IMPRENTA DE VILLALP ANDO.


& hallará ene, la Librerfa de Barco carrera de-. san Gerónimo,
Y en las de Matute y Perez calle de las Carretes.




quartos. N.° 3 305


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


Del lunes 21 de febrero de z 8 14.


ARTÍCULO COMUNICADO.


Señor Fiscal Patriótico: desde el principio de nuestra glorio,
sa insurreccion estamos continuamente anunciando en quan-
tos papeles se han expendido al público , y en no pocos de
oficicio un arreglo general del ramo de Hacienda nacional,
que corrigiendo y enmendando los vicios del anterior siste-
ma debe establecer uno capaz, sin duda, de cubrir comple-
tamente las grandes atenciones de, . la Nacion ; mas por
nuestra desgracia va quedando esta grande obra en con-
versaciones y proyecto , y mientras tanto. los males no
solo subsisten , sino que se aumentan.


He visto decantados por tanta especie de .gentes y
aun por no pocos de los' señores Diputados en Cortes
medios de' corregir los defectos , mas tambien he visto, -
que hasta ahora solo . se ha sabido hablar, pues no ten-
go noticia de que se hayan presentado planes funda-
mentales , sobre que haya de reglarse una materia tan
interesante.


Confesaré de buena fé , que si la reforma de los vi-
cios y la solidacion de dicho ramo depende de llenar de
dicterios á los individuos de toda clase, que tienen la des-
gracia de servir en él , debemos esperar. muy pronto la
l'eriaeacion de una regeneracion tan deseada ;la completa




306
asistencia de los exército3 , y la abundancia y brilaht
de la Nacion; pero como ya hemos visto , que todas


tez
ridículas extravagancias , que se han dado al pább15
contra Napoleon y sus exércitos, no han sido bastante:
para destruirlos como necesitabamos ekbemos pensar
prudentemente que no surta mejor efecto la una ad0p,
cion que la otra, y jamas me detendré .en asegurar que
el medio de cubrir de infamia por solo capricho á todo
una clase en que el Gobierno depositó su confianza, y en
que existen tantos hombres de honor y de pureza, como
puede -incluir qualquier otro ramo ó corporacion, jamas
será el que remedie los vicios que se ponderan al tiempo
mismo que no se toca , ni aun indirectamente el verdadero
metodo que podria conseguirlo.


Convengamos señor Fiscal , en que hasta ahora no se
ha hecho otra cosa que pegar palos al ayre, como su-
cede á infinitos de los que van con los ojos vendadosá
.matar gallos en tiempo de carnabal.


El señor secretario de Estado y del despacho univer-
sal de la Guerra don Juan O-Donojú, en oficio del 16
de diciembre último., tuvo á bien dispensar el mayor ho•
por á todos Ios empleados en el ramo de la Hacienda pú-
blica , circulando un papel que dice haberle sido .dirigido
por un Magistrado de alto caracter , pero incógnito, por-
que no nos ha dado á conocer á este caballero por su
nombre.


Dicho señor Ministro hubiera hecho la felicidad de
la Nacion , si hubiese impetrado de la Regencia para el
tal magistrado la intendencia general de España , pues stis
conocimientos y pureza (sin perjuicio de la direccion de
la Hacienda pública , ni de las atribuciones de los sello-
res Gefes Políticos , Jueces de primera instancia y Alcal-
des constitucionales ) hubieran exterminado la rapacidad
de una familia despreciable y perjudicial , y proporcio'
nado á la Nacion las inmensas sumas , que absorve esta
maldita raza ; mas no ha tenido á bien, y he alai PI
consecuencia á la Nacion privada de los beneficio;


-807
iá hubiera proporcionado el Magistrado incógnito.


que
_Acabo de ver en- el Universal numero 31 , que al-
s de los" señores Diputados nuevos han afirmado en


guil°congreso Supremo : que existe sistema en el ramo de
H acienda pública ; y que las escaseces de que todos somos
victimas proceden de estar entregada la Administracion á
leerl os impuras de empleados ineptos.


Digo á esto , que en la primera- parte tienen razon,
porque el sistema se halla establecido -muchos anos ha-
ce por _lo respectivo á la segunda, no puedo menos
de darles las gracias por los distinguidos honores , que
dispensan á unos empleados , que sirven á voluntad de
los infinitos que los .manda segun el método recién es-
tablec ido en la Nación , é inconforme á su situacion.


Si pudiese serme permitido preguntar .( sin infraccion
de la Constitucion ) i de donde , y con». han adquirido di-
chos señores semejantes conocimientos ? Estoy seguro de
que no recibiria contestacion , y en tal caso pediria á
S. M„ que se dignase conferir á cada uno de los ru-
tinarios extendedores de proposiones en dicha materia,
una Intendencia , suplicándole., que comparase despues sus
dichos con los resultados de sus obras.


Convengamos;`, amigo mio, en que es mas facil hablar,
que executar , y en que hasta el dia no ha habido quien
haya atinado . (ó quien haya querido atinar ) ni con el
verdadero origen de los males, ni con los medios seguros
de remediarlos.


Esperabamos no sin razon, que el nuevo Congreso
compuesto de hombres intruidos en los efectos , que han
producido las resoluciones del anterior , hubiera adapta-
do unas medidas enteramente diferentes ; pero hasta ano-,
ra no lo vemos -y vamos contentándonos con la espe.
ranza de que así sucederá , si Dios quisiere.


mo toco,
dos los de la Nacion gentes viciosas , mas debe supo-
nerse


El ramo de la Hacienda pública in luirá-


por caridad (si hay religion) que puede incluir
también hombres de tanto honor, y de tanta integri-




neftrnos claros, señor Fiscal, los defectos y las des-
• s que sufrimos vieneríe.de muy-arriba , pero se tra-


aracia /
de cubrirlo de un modo extravagante , que cornien


ser conocido del público.
La


a
1- " a Nacion de nada tiene menos necesidad , que de
conversaciones y papeles inútiles. Planes solidas y jui-
dosos la .hubieran salvado ; pero jamas se ha pensado
en ellos.


Dinero es necesario ; y esto solo es lo que ocupa
la atenc io n en general, sin detenerse en los medios rea-
les y eficaces de deducirlo , sin perjuicio ó con el me-
nor vejamen por lo menos , de los que han de sumi-
nistrarlo.


Los pedidos son continuos; está negado (perdoneme
la institucion de las oficinas del eredita público ) el re-
sarcimiento .liso, laso y sencillo de los españoles, que á
fuer de verdaderos patriotas , han quedado reducidos á
la miseria y desolacion ; mas esto importa poco, influ-
ye en menos', para que los individuos del ramo de la.
Hacienda pública dejen de ser ladrones, porque no co-
bran lo que no pueden dar los pueblos por los medios
con que se les pide , y que tal vez entregarian gusto-
sos y apresudaros , si se hubiesen buscado, ó procura-
do indagar , los que son mas convenientes á nuestra
s:tuacion.


Yo aun que nada soy , ni quiero ser , no puedo ol-
vidarme de que nací Español , y corno tal me duelen mu-
cho las desgracias de la madre Patria. Por lo tanto qui-
skra deber a vmd. la fineza de que bien por sí , ó por
medio de algunos amigos, solicitase de S. A. la gracia
de que á qualquiera de los que hablan de materia de
Hacienda pública y de sus empleados, y sin presentar
Flanes, ó proyectos realizables en beneficio de la Nacion,5;';
le S comisione para el desempeño de alguna Intenden-


cia por el tiempo de cuatro meses ( que es la mas lar-


3
r convertidos en otras tantas plantas fructíferas en be-.e-.


'e ' • de la Nacion?


T'Y
3o3


tn
.


dad como qualquíe.r otro. ¿Por qué, pues , ha de se
tratado solo este de rapaz, ó inepto con tanta
vergiieza?


No pretendo conducir á los' hombres , que han adap.
tado este metodo de acreditarse de verdaderos españoles
á recorrer la memoria de tiempos muy añejos; pero sí
quisiera, que á lo menos se hubiesen llegado á la épica
del señor don Carlos HL; para que se cerciorasen deque en aquel tiempo prodacia la Hacienda. pública
tanto ó mas , que lo que anora se trata de exigir á la
Nacion.


Ello es, que á pesar de los inmensos gastos de la
casa real , de los sueldos de infantes de Espada , que se
declaraban en el momento de nacer á todo el de la
dinastía, de los devengos de los tribunales supremos' de
Justicia y de todos los vicios y extravaSiones , que aleo.
ra sábiamente se quieren remediar , daba la cosa para
todo , pues se hicieron las expediciones de 'Argel y Gi-
liraltar , sin que faltase dinero en las Tesorerias , ni de-
xascn de percibir sus sueldos las tropas , ni los emplea-
dos de toda clase ; y esto sin que se atacase directamen.
te á ningun individuo.


Podrá ser tal vez , que los empleados en el ramo de
Hacienda pública no fuesen entonces del mismo jaez, ni
tan ladrones , como los del dia, mas á los que sabemos,
que nació el vicio con el hombre, no es dificil persua-
dirnos, á que la metamórfosis general haya tenido taro
bien una absoluta influencia en esto.


Supongamos, que se manda
• por el Gobierno exigir


á una provincia aniquilarla y destruida por las circuns-
tancias de la guerra, una contribucion que.no puede cu-
brir. ¿ Será culpa, ni deberá atribuirse á rapacidad de
los empleados de Hacienda pública este defecto?


¿ Lo será tampoco el que hasta ahora no se haya
pensado en reponer ni auxiliar á una inumerable pordion
de españoles, á quienes los' efectos de la guerra, han
reducido á la mendicidad , -y que podHan y deberían




310
ga duracion . , que puede tener en un punto semejan
autoridad , segun nuestro sistema. actual ) á fin de gile cite
este modo puedan tomar una tintura de la disposiei
de los pueblos , y de lo que sufren semejantes
que estau continuamente sujetos á compromisos, responsa,
bilidades personales , privaciones de empleos &c. &e ,


'


Hágalo vmd. por Dios, para que tengamos el gusto
admirar desde nuestros miserables rincones los adelanta,
mientos, que hacen en beneficio de la Nacion unos hom-bres empeñados en adquirir el título de dictadores, y
cuyas proposiciones nos tienen convencidos á los de
poco saber de todo el fondo de su einbidiable eientiá
económica.


Así lo ruego á vmd. quedando su mas atento ser..
oidor. Q. S. M. B.=El Entretenido.


P. D. Ruego á vmd. ademas , que se sirva insertar en
su Periódico este papel ( si así lo estima conveniente)
para que pueda ver el público, que un Miserable Entre-
tenido, ha sido capaz de extender lo que no ha conce-
bido ninguno de los intendentes de la Nacion , á quie-
nes por razon de su autoridad tocaba mas inmediata-
mente esta gestion.


Sobre el contexto de este artículo tiene ya el Fiscal
expuesto su dictamen en sus números . 4 . 16- 26. y 28.
á que se refiere en todo, reproduciendo su opin.ioa.


CORTES.


Desde el 11 al 1 4 de este mes se han discutido va
-ríos puntos y pasado á sus respectivas comisiones: salie


-ron electos para la diputacion permanente por maY°'
rias de votos los señores Oliér , Blanes y Pastor .ffartioia.
no por la Península , y los señores Gárcia Coronel, SO
Martín y Garete , pór la América. La suerte que se
echó entre el señor Caraballo 2 de la Península, y el. 500


11^


arigüez Olmedo de ultramar , decidió por el segundo.


r


sup:entes salieron el señor Moyano por la Peninsu-
por el seño r Pantigas por la América.
13 'se dio cuenta de que el señor diputado Reyna , faltaba


te su ca ,ta desde el dia i i .Se trató sobre el dictamen de la comision de Ha-
cienda , aprobándose algunos artículos sobre que nos am-
lijaremos, luego que rectificado el dictamen Se presente•
31 Congreso.


No ha ocurrido otra cosa digna de "fletarse.


MADRID.
IMPRENTA DE VILLALPANDO.


Sa hallará en la Librería de Barco carrera de san Gerónimo,
Y en las de Matute y Perez calle de las Carretas.




6 varios. ) N.° 40. 313


EL FISCAL PATRI() O
DE ESPAÑA.


Del viernes 2 5 de febrero de t 814,


ARTICULO COMUNICADO.


Señor Fiscal Patriótico : dos cosas llaman en el dia con
especialidad la aten clon del pueblo : primera, el expe-
diente de Oudinot, y segunda el insulto del señor conde
de Vigo. Sobre la primera nos ha dicho usted algo ; pero
nada sobre la segunda que es tan propia de su oficio,
como que en ella se advierten muchas infracciones. Yo
creo que no será necesario indicar á usted quales son,
porque las debe saber ; solo si espero que con antelacion


otro asunto tratará de éste, y se ampliará sobre aquel,
para que veamos su ooinion imparcial, y no estemos á lo
qu nos pinten por otros lados. Queda de usted su ser-
vidor.. El Patriota.


Dictamen Fiscal.


Para hablar con propiedad de los dos puntos que indi-
ca el artículo anterior necesitamos antes meditar sobre
sil esencia con serenidad y docilitarnos á la razon , sin
l ' irar particulares atenciones , desnuLndonos • de toda
Idliesion y examinando los hechos con la ímparcia-




314
Edad que haga arreglada á justicia la opinion.


Ya en el núm. 38 tiene el Fiscal indicado su sentir aee
de la manifestacion del general Oudinot , sobre


l
rCa


se refiere • en todo al dictamen del señor Fiscal del gull
stlapremo tribunal de Justicia , donde parece se halla o


expediente.
La omision en el examen de los delitos : el descuido


en la pronta evacuacion de las citas de un reo, es tan
perjudicial que acaso elude la averiguacion de los hechos
y el descubrimiento de los cómplices.


No puede presentarse :una causa mas atendible_ que
la de Oudinot, mediante el horrendo atentado que en ella
se inicia contra toda la Nacion , y de consiguiente exi-
ge el mas grande celo y la mayor actividad y precatte
cion para adquirir quantas noticias sean capaces de ilus-
trar el expediente y acreditar la trama que motiva su
fo rmacion.


La impunidad en esta clase de delitos trae unas con.
secuencias muy funestas y por lo mismo es necesario
no despreciar la mas minima indicacion , porque lo que
parece en los procesos criminales un incidente de poca
entidad , suele ser el mas esencial convenciinientó del
hecho principal de la delinqüencia. •


No se trata, ni se debe tratar, de acriminar ó in-
demnizar personalmente á nadie , sino de descubrir el
hecho principal que motiva la causa , y -para ello es ne-•
eesario evacuar cuantas citas hleiese el primer captura-
do, porque de lo contrario no seria legal la substan-
ciacion del proceso. Na _a obsta qu, nu se haya hallado á
cuerpo del delito, porque- la indicacion de su paradero
sureini ,.tre las laces su:icientes de adquirirle y unirle á
los autos. Quál es pues. el cufp. , del delito en esta cau-
sa? odo .


-, los papeles relatibos en la comision , y los
caudales pertenecieates á ella, ¿ y estos se hallarán,, ni
podain producir la ilustracion de los autos , sino se
recojen de las manos donde el primer reo d:ce qu e se
hallan? no habrá- ni podrá haber cuerpo de delito, si Se


1:3


`le pos r
comp


esta
lices
razon urge tanto la brevedad en las cau-


as:i 0.: tlói ‘„5 ,0 y


la


lugar


5 criminales
dos , ea


y en
un


la
mismo o


que
punto


se trata
, recogiendo,


sino se
sus
reunen


pa-


inculca
tes, oyendo sus declaraciones particulares , y carean-


gar á su oculta. cion y á premeditar la negativa


quintas veces fuese necesario para calificar su res:,
convencimiento , resultarán inocentes por preci-


oa


aun habrá que darles una satisfaccion.


3"


El supremo tribunal que no puede perder de vista
cuanto interesa la brevedad en este punto, y guano
debe llamar la atencion de todo el pueblo la califica-
clon de un atentado que asesta á la seguridad de la pá-
tría , es de esperar que desplegando su zelo , proporcio-
ne la satisfaecioa de la vindicta pnblica , segun y come
exigen las circunstancias del caso.


Sobre el segundo punto que indica el seáor Patriota
tratará el .Fiscal en su numero siguiente.


Artículo remitido.


Señor edictor del Fiscal Patriótico de España : muy
señor mio. Hace muy pocos dias que llegué á esta Cor-.
te, y deseosa de ver y saludar con mis lágrimas, y afec-
tos los sitios señalados con el valor y la sangre de sus
ilustres hijos , he recorrido varias veces las calles y pa-
seos donde fueron representadas unas escenas tan tris-
tes como heroycas. No me es posible explicar á vmd.
la conmocion que . siento en mi pecho cada vez que
la vista de estos lugares renuevan en mi memoria con
la mayor viveza el . sangriento catástofre del z de mayo,
para siempre memorable. De una parte llama mi. ten-
clon el valor , la constancia , la heroycidad de los ilus-
tres Madrileños , . de otra la fiereza , el terror de los init-
tnan.os franceses : aquí miro multitud -de cadáveres espa-
ñoles cubiertos de sangre y de gloria : allá me parece
ver columnas enteras de enemigos tendidos en el suelta,




63
y cubiertos del espeso humo de nuestra art i llería, v del
oprobio de sus delitos. En mis oidos resuenan las vo ces


g,Viva la religion, viva Fernando, viva España, y entre los
ayes de los moribundos y heridos aquel heroico entusiasmo
de vencer ó morir que por todas partes se escuchaba , -


Uno de estos dias no pudiendo mi corazon sensible
resistir tanta agitacion de afectos é ideas , quise distraer
me de ellas variando el paseo por la plazuela de Santo
Domingo y Caños , del Peral, en cayo sitio me detuve
un breve momento, considerándole respetuosamente, co.
mo un lugar que sin duda alguna debe ser el solio , y
asiento de nuestra felicidad. Casi sin querer fixé la vis.
ta en el suelo, y viendo un papel doblado , lo levanté
movida de la curiosidad ; por su contenido juzgo será al_
gua proyecto de decreto , ó proposición que tal. vez se
le caeria á algún señor Diputado y á fin de que la in.
serte vind. •, en su apreciable Periódico; y sirva al inte-
resado de gobierno la siguiente copia, quedando para
servirle su mas atenta servidora Q. B. S. M.=--La Es-
pa.


en la Corte. Madrid 17 de febrero de 1814.


COPI O.


Las Cortes
• ordinarias &c. deseando obrar en todo,


coi-Corme al voto general de la Nacion á quien repre,
sentan , y cuyos poderes han reeibido , y á fin de que
tenga el mas debido cumplimiento el ,artículo 12 de la
Constitucion política de nuestra rnonarquia, , han decre-
tado y decretan lo siguiente.


Artículo I.° No podra ser Ciudadano Español el que
no sea Católico Apostólico Romano.


Artículo H.°. Para obtener el título ó 'carta de Ciu-
dadano deberá, ademas de las circunstancias que 13:
Constitucion previene , acreditar con informacion del
parroco y tres eclesiásticos de ciencia y virtud, qu e está
suficientemente instruido en nuestra santa relágion : que
nunca ha vacilado en los' Misterios de ella a y que 1°


317
, escrito cosa alguna directa ni indirectamente contra-
ri á la suprema autoridad de la iglesia , su disciplina


Artículo III.° El „título y derechos de Ciudadano de-
berá perderse primero por :.apóstata de la fé: segundo
por escribir contra la potestad y decisiones de la igle-
rsia y concilios &c.


Artículo IV.° El anterior deberá entenderse cumpli-
do en el primero y segundo punto , guando la perso-
na en quien haya de recaer esté excomulgado anate-
matizado ó declarado herege ó impio por su obispo,
vicario &c.


Artículo V.°. El que pierda por estos motivos los de-
rechos de ciudadano, será excluido de la representacion
nacional, de todo empleo honorífico y aun de la sociedad
misma.


Artículo VI.° Para volver al goce de los derechos de
ciudadano , será necesario: primero una pública retracta-
cion de los errores : segundo el ser absuelto de la exco-cs
munion y levantado el anatema ; tercero lía' pública en-
mienda de las costumbres y vicios.


Aios señores de la junta del café de la Esperanza 'de la Coru-
ña, instalada baxo los auspicios y akrobacion del ex-gefe polí-
tico don Darnian Lasanta, con el piadoso objeto. de velar so-
bre la observancia de lo Constitticion, y acusar á los infrac-
tores de ella.


En medio del general desórden y confusion que se ob-
serva en todas las clases del Estado, y en todos los negocios
`Y ministerios de esta n-íon a rquia , me equivoco, de esta gran
república, procedido todo de la ausencia y cautividad de nues•
t' o gefe , no parece pueda hallarse otro remedio á tantos ma-
les , que restituir á su prístino vigor y fuerza las leyes fun-
cianientales de la nacion, que á pesar de que no pueden
Contar teas de dos años-de antigüedad, las miramos ya, gra.-•
cias al amor que los Yranceses nos han inspirado Por la no,




318
vedad, corno si se hubieran escrito en tiempo de don Alonso
ó como sí fueran contemporáneas del Fuero Juzgo. ¡Oh ! 'Es,
to no se puede tolerar. Bien haya mil veces el, primero d,
los mortales, á quien ocurrió la extraña y caballeresca al,"
de desfacer tales tuertos , instituyendo esa santa herinandal
del café de la Esperanza, flor y nata de todas las herinancla_
des que hubo en el mundo, y que habra en los futuros siglos;
ya-se considere la santidad del lugar donde se reunen


,os
Venerables hermanos á disciplinarse, y denlas piadosos caer.
ciclos ; va la sabiduría, virtud y pureza de costumbres de
los -cofrades a ya la autoridad inquisitorial que. les ha coal.
rido el. enemigo de Lasanta; y por último los altos é inca.
crutables fines que este hermano mayor y toda la turba multa
cofraderil se ha propuesto en la ereccion de ese inaudito, es.
tupcndo, formidable y horrendo tribunal, el tirnebont gentes
de los gallegos, como lo es de los franceses la furibunda es.
pada de los militares individuos de esa respetable ;unta.


Deseando yo pues ser contado algun dia ea el m'slero
de los cine componen tan alegre, tan ardiente, y tan atolon-
drada sosiedad, no quiero meterme en ella de inogollon, si.
no en virtud de los méritos•que hiciere, y que desde luego
sujeto al juicio imparcial y despreocupado de la santísima.
hermandad. Pero vamos claros : ¿de que se trata? ¿Cual es
vuestro destino? ¿Cual vuestro oficio ? ¡Cual es vuestra mi-
Sion? No pregunto que rey ó que papa ha aprobado ó con-
firmado ese establecimiento público, ó sea corporacion. Ea
esto no hallo dificultad , porque ya sé que un prefecto de un
departamento, ó un gefe político puede mas en el dia que un


:rey en los tiempos de mayor despotismo. Lo que deseo sa-
ber es ¿ qué infracciones de constitucion son las que esto
sujetas á vuestra jurisdiccion? Pórque á mí me parece que
vuestro instituto no es perseguirá un frayle, á un menes-
tral ó á un alcalde de nioaterilla, que infrinjan las leyes.
Para contener á estos y hacerles entrar en el órden, basta
que un cualquiera represente á la superioridad sin necesitar
para esto • ni en todo ni en parte de los cuantiosas folia°
que-ha reunido esa junta ¡•ili del lleno de luces que gozas


519
is individuos.. No : mayor teatro debe ser adonde salgan


5tiucir vuestros talentos, y para mayores empresas estan re-
5erva das los inmensos caudales que con tanto afan y trabajo
habeis recogido. Vuestro objeto es poner un freno al Go-
bierno y á las Cortes para lo sucesivo, y hacer que se cas-
t iguen al presente las infracciones de Constitucion, de que
po r




desgracia tantos exemplos nos han dado hasta aquí.
Per , amiento grande por cierto, y digno de vuestro va-


lor, a t revitnimiento, y patriotismo. Acusando á las Cortes y
Gobierno, corno los primeros infractores de la Constitucion,
se os presenta la mas- bella ocasion de desplegar toda vues-
tra elocuencia, que empleareis en ponderar y exórnar aque-
lla tan célebre como añeja sentencia: si.el guardian juega á los
naypes qué harán los frayles? Mas como no hay ante quien
acusar á unos reos de tan.alta categoría, como no sea ante-
el t ribunal divino, cuya existencia dudais , ó por lo menos
os reís de él diciendo :asi para allá me las aguardas; habeis
discurrido , si no me engaño, el arbitrio de levantar un
exl.rjto de doscientos mil liberales, para-cuya manutencion
serán suficientes voestros fondos ; y cuando no alcancen,
lraí está lo poco ó mucho que vuestros hermanos los franceses
y afrancesados han dexado á las. , iglesias y conventos. Con
estas fuerzas podreis obligar al Gobierno y á las Cortes á
que observen la Constitucion, y vosotros quebrantarla Im-
punemente como habeis hecho hasta ahora.


Este es el pian en parte vuestro, y en parte mio. Por la
parte que me toca, creo haber contraido algun mérito para
con esa sociedad. Pero , no me contento con esto. Tened pa-
ciencia, que yo os iré presentando poco á poco tantas in-
fracciones de Constitucion, cometidas por la Regencia
Cortes , que no os deis manos á leerlas , y hacer de ellas el
uso conveniente á vuestro instituto. ( Estafeta número 8i.)


CORTES.


En los dias. r 5 y t 6 se han tratado varios asuntos , y
rasado á sus respectivas comisiones. =Se dió cuenta de la
l'huna de decreto sobre empleados, mereciendo general




3 2 O
aplauso del pueblobs discursos que sobre este punto prolu


ti.ciaron los se5ores Oitolaza , y Mozo Rosales: se aprobaron
los artLu-los r. y 2. y quedó pendiente. la discursos ,obre


sdemas.. Se procedió á eleccion de olidos, recayendo lade
PrbSidtnte en el : seilor Paren déla Puebla, la de Vice-pre_
sidente en el s'eh 1119,aiio, y la .de secretario en. el señor
Mendiola: sin otra ocurrencia especial.


PUERTA DEL SOL.


Se dice que la •forrnacion ó revista del I 7
fué dirigida


á examinar el estado en que se halla el armamento, y
vestuario de las tropas de esta guarnicion especialmente
la infantería , en cuya consecuencia parece


• que .
dentro de


breves dias se les darán'imiformes , zapatos , y todo lo de..
mas que necesitan.


ANECDOTA.


En Zaragoza cierto empleado de real Hacienda muy co-
nocido , y muy sabidas sus inteligencias muy brillan-
te y de todo punto á la fraikesa con sus herraduras de
plata, y espuelas de oro. Como fué uno de los comisiona-
dos para la recoleccion de la plata de las iglesias un ami-
go le encontró en la calle, y se paró á hablarle. Todo el
tiempo que duró la conversacion estuvo el tal con el som-
brero en la mano, sín cubrirse ; lo que advertido por el de
las espuelas de oro, y herraduras de plata., preguntó ¿por
que hacia aquello , y para que eran unas muestras de res-
peto que no debla haber entre los dos? A lo que le res-
pondió el picante aragones : respeto y reverencio solamen-
te los ealices y patenas que llevais encima. (Estafeta n.° Si.)


MADRID.
IMPRENTA DE VILLALPANDO.


Se bailará en la Librería de Barco carrera de san Gerbtirno,
y en las des' Matute y Perez calle de las Carretas.


(6 qaartos.)


N. 41. 2


EL.1- 1,L2 FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


Del lunes 28 de- febrero de 1814..


n el número anterior quedó pendiente hablar sobre
el segundo punto comprehendido en el artículo del señor
patriota, que fue el insulto cometido contra la persona
del señor conde .de Vigo.


En razon de este acontecimiento no puede menos de
estra5arse la falta de una providencia , capaz de sobste-
ner el decoro del Supremo Congreso , y eseartnenzar la in-
solencia de los autores de tan punible atentado. En él está
comprehendida la vulneracion 'del 'respeto de la sobera-
nía Nacional : en él se halla cifrada la cornmocion tu-
multuaria, y la interrupcion de la tranquilidad pública,
y en él últimamente se ve calificado el escandaloso
criminal quanto publico y arrojado asesto contra la per«::
sopa de un ciudadano y representante del pueblo.


No es dado que en justicia se pueda mirar este. acon-
tecimiento con indiferencia, y tnaxiine guando 'atodidos.
sus antecedentes, y subseqiieneias presenta tantas- y tan
claras deduciones.


La falta de respeto al Congreso de la Nacion (que es
un enorme delito ) trae su origen de muy antiguo , pues
sabemos la audaz inmoderacion con que en Cadiz se ha
Comportado el pueblo expectador y el ningun de coro con
que ha sido mirado el solio de la soberanía, profanan.,
do con voces y dicterios el lugar -qué como centro de la.
dignidad de toda la Nacion i:gs,,t4n respetable.




/oliA ap amo anuas re °Tan °lima! Jap saaoanv sol
voTorn2Taant -elaapaooad ap ostaaad oso ID ua rasa as
Vippf0( vsoao3Ta ap sounuaál ua anb apuapua ivasTA la


° • saloprAaosqo sol ap ouniunpuaaua Ir
.-t!srtuop rascad as ou pnpazA rT


y anb tuilTua un uoiga2,1
savasq z voinIcy J925 'la santIOluD °aloa ú'!4
opUO3 la OMiltiOD Tal) oagulattu un optandiu un so oN? 11)
-Tro,:aad oso oloadsaa opow ouisim pp apazoad as ou
ouTo ? 'opualpuolua vaso os unr srpuakp srÁna Tia c sal
-uarbunap sol ap tio-rovnliazAt VI vard srpuappoad arp Á
'uoptungoax ns inpurauoaui aio raid 'osaiung pi? non
-mar el aluaturasnr oumil op apuo jr orlan olins
-u! 'la ua uoaapannuoa anb svi anb svputasunaap salare
-raer souacu Á stsaomp Ánul uoo) 'uonziuy anuas lap ruos
-.Tad vi val-1.1w zipyp ua vpiaanoo vgadop vi is i olualuipz1
-uoor Pasa r!auaaappul uoa,osat JIM apand oulop -tzurore
ou' rlllA rasa ap oatioiluraunÁv ansniflap uoprauosoadzi
rj aauoTpuodsaaaoa lo oppans vÁrg 000durea anb autug
anb ap : °loop un3anu opionpoad u-eÁrg. ou Ü>111 9p pino,
aovas pi) sauoTorauasaadaa sop svi anb vasisuoa pub ua


aj anb sallos;'; O 0210SD1 T° aod ouisaod
-opvciumalap srJ apip uoinb osafitio5 la ou Á 'OMDIld
lo ras anb aaaalqvaso aDaaatii ounigoo p anb OlDdsGJ 11
JOVDDP opuaintu Á 'uoiarN vi y anularle rard oalsodoadv
vetar soipaw soun -ap asaaren apand ou '
la av2vdóad Á sopraunioA slg aiunsap r opurupuaal anb
-aod, lanbv op zauapaaalur sa tasa ./oraptio ap IJOISItu°1
rf 000 oluoTunazauoar pasa ap uotaviaa vi inbv
sns aod vlvd;-2. ua vpraloqv Á ' tsoPiodtw ap 23t190


rr ua vpigaauoa viowedsg uolarNr aina:bs•z-sP
vapl vi ap Á uoinipos I op v9iaaui vi ap oloV (>1°5
‘oigand p souu2ir aod raincpaar as anb otpag pasa


1S'930a salv1 dliajOld 9P V!"11711,1
uoao!Ana anb sol sopoldv39p vip optin52; ivsOS9'11


–u9t44r41Vrpattini Uvas OtiVIP1112t V.19tittf D:11-1W os 4.97'1°3f
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.0./Jon os ott Inlytb X ? zmil, us 9pIlfas4nb ua o2sa!.1 Top
alariaagll VIVd ( sosinooa .sns • ap. Aolancrin tris) aluna-fa-as
.padaa oulip alsa p opeasaad cuí as arab, owne un2u!ti
jelopisuw jr oan2as -earidwalcuoa as uoTnb?¿o2TA ap op
.000 .1090S Ir. °plano°oi ap viauzsaad [loa sosoiaani SOr y
rinal


ou anb Ta yacs u:Tal)? 1.4‘'Apazoad,Á oinsp.
_Tivzsa alsa ap rasan j uourido ns DiS99!U\nlf pn3i9III;u0.1
anb Ogrti opvandn •uraainb owon opurnb «na3C11
.-
.atur Á uaainsuI soi unv Á sosanasna sns uudiunanauT anb
sosowavf ap uoplod run ap tpuzasIse vi aod sóptuaroa
Tiran as solidum uos saaapod sus opurnb solurauas
-aidaa soApaadsaa sns aauaturauvaj sopta-mqvu ap sandsap
anb uoiorN vT y osoaoaapu! sa


•soTaalaip sns arauatupadxa
iiaqapolgand pp .s-ezurciriv sIJ ap uvaisaaau ou osaa3
.nop otualdns ja uauoduloo anb soptandip saaoyas soq


•sriauanbasuoa sepas si:al srl .1DV.11'1 apand
puppindun vinooaliap Á U01.31101V uoo souiruTuarxa
aJ Is Áai rj ap tratuipao vuad rj a2ixa anb alsa sa oaTi
'DICI • • • Ipeasa2rpq rj ap oaodsza jr ararej uts uopa9 uanq
Ja aiduannalui mond p apand ouaalap anb uoo sand?
•sauo!snos!p sns ap aoptaaadxa °azul un ojos sa oigand


`rTurlogos aluaturugaai aaaaxa osaa2uoD la anb
Vlsa oarip i saloisas sus y aauaaanauoa oigand ja sa of 9
`0I'•.a,1 Top srlau!Aold srj sepol ap sopraapodu sol ap oa -s
andwoo osaálop p sa o-1 i ouraagos la sand sa uanló




osal5troj otua.zdns Top prppoant vI op ITATIO sa
IrZ '11111ZnA0.11u0D as anb soaund vaombsairnb ua VAL;


;51 tiopnauasoadaa Á iruosaad timan ns rpol oprinunuai (
eltrelqos ns sopa tia oprnaispraunioA vourauod
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'II 13 noloa.nssOprillulnlZp sosco l 1.10p3p1SDI


.rzurglion ns zauaturuald saluratiasaadaa sns9aTsod
saaapodsoaso ap vaupua olgond ja anbur:mos


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snippod sol
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1 DI) vuralcios pep►oane rj anb vpnp anuipu oN
zrE




324
y en su persona á -todo el Soberano Congreso , daná este y aquel una satisfaccion tan pública corno iot,"
el atentado, cuyo castigo sirva de exemplar á qaan"


te
k


sediciosos intenten en vista de la impunidad repetir-s
lo sucesivo tan insolente escena : y que para evitar del
todo punto el exceso en esta parte, se pongan edictos pro.e
hibiendo bajo las mas rigorosas penas que en las gaierr
del salon de Cortes se alce la voz del concurso paras
aplaudir á ningun representante de la Nacion , y much:
menos para impugnarle, duplicando las centinelas , y dáa,
dales la &den de que como interruptor prendan y con_
luzcan á la cárcel á qualesquiera que falte al sil encio y
moderacion debida : por cuyo medio se conseguirá hacer
ilusoria la sedicion y se podrá garantir la seguridad per_
sonal de los señores diputados y general del supremo Con-.
preso, patentizándose al mismo tiempo quien óquienes son
los verdaderos autores del orgullo y altanería que se
puta al pueblo. Así lo juzga el Fiscal ( omitiendo indi.
car los muchos incidentes de enorme criminalidad que con-
tiene este hecho, porque no cree 'precisa su explicacion.)
Sin embargo el sabio Gobíerno dictará en su razon las pro.
videncias que sean mas conformes.


VARIEDADES.


Sabemos con satisfaccion que la Regencia del reyno
ha tomado las medidas mas activas para conservar la tran-
quilidad del Pueblo en Madrid , y mantener el respeto
debido al augusto Congreso Nacional en la libertad de
sus deliberaciones. Esta providencia era tanto mas ur-
gente, quanto entraba en los votos del Ayuntamiento
Constitucional de aquella capital, el qual con fecha 2I del
pasado la reclamó de S. M. las Cortes ; y no podria re


-tardase mucho tiempo sin exponer las provincias á dudar
de la seguridad en la opinion y personas de sus dSno s ch"
putados , encargados por ellas de representar su voluntacl
en el Congreso.


325
sea qual fuere el valoró importancia que la opinion


,uiera dar al fallo de las galerías del Congreso, las pro-


`.1
4 . ncias no otorgaron sus poderes para que sus diputados
obren con dependencia de aquel impulso , sino para que


leyes sabias y justas en la plenitud de la soberanía é in-
atengan libre el caracrer de sus .comitentes , y dicten


dependencia nacional. Si el grito de pasiones encontra-
das y opuestas enmudece á unos , alienta á otros y tur-
ba en todos la paz y serenidad con que deben proceder
los reguladores de nuestros destinos, nuestra confianza
habrá sido vana , nuestras elecciones mutiles „ y nuestra
suerte será la misma que la de una nave combatida por
una fuerte tormenta. Y es justo qué así sea ? no: ni Ara-
gon , ni las denlas provincias de Espada han combatido
heroicamente contra todo el poder del universo para so-


. meter sus triunfos al despreciable imperio de unos par-
tidos dornesticose que digo? á la vil dictadura de unos
facciosos ; han derramado, si , su sangre por la conser-
-vacion de sus derechos, y por el libre uso de su pruden-
te libertad. Ya es tiempo que la España comparezca á
los Qjos del universo con aquel caracter de magestad y
grandeza que la distiguen entre todas las naciones de la
cuita y valiente Europa ; ya es tiempo que la severidad
de las leyes 'exterminen esos emponzoñados elementos de
discordia esparcidos á manos llenas al rededor de la au-
toridad soberana , y salpicados en algunas provincias por
los ocultos enemigos de nuestro bien; sus frutos Mas amar-
gos que la muerte deben estremecernos. Pero á quién ha-
blamos? Padres de la pátria , la nacion lo espera todo de vo-
sotros: responded con firmeza á su generosa confianza y te-
med el fallo de la posteridad. (Gazeír. extraordiparia de Zarapp.
20 de 17 de febrero dei 814.)


CORTES.


Sesion del 17 de febrero : despues de leerse el acta del
dia anterior excitó el señor Dolarea , la atencion del Con-
greso con una representacion del reyno de Navarra pi-




326
diendo se leyese', á lo que se opuso el señor seeretariol.
raes, diciendo haberse recibido un oficio con dos
se leyó éste que era una representacion del general ik.°is'


,campa, sobre la acusacion de don Mariano Gárrido, acoin.
fiando seis documentos que tatnb.en se leyeron. El
Ostolaza; propuso pasase a la comision que entiende en/1 a
queja del citado Garrido, pero algunos J &lores se opesi


ea
ron.= El señor obispo de Pamplona, manifestó el
estado en que se halla el reyno de Navarra. e-- El
Cepero, expuso que el Congreso, no tenia libertad ni -segurir
dad mediante lo que resultaba de los documentos reini.
tidos por el general Villacampa , y concluyó diciendo
debla llamar a uno ó todos los ministros, ó á la Kegea,
cia misma para que informase si las Cortes estaban se_
guras. = A peticion de los señores Falcó é Isturiz , se de


-


claró, por votacion nominal sesion permanente.=Se vol_
vieron ií leer los documentos , y combocó al secretario in-
terino de Gracia y Justicia , el qual preguntado por 'el
.señor Presidente , manifestó que el general Villucampa ,
bia hecho las prisiones del presbítero don José Gonzalez
y don Juan Garrido, por árdea del Gobierno. Que á las
catorce horas los 'labia puesto á disposieion de sus , jue.•
ces ; y que por consiguiente no habla infringuido la Coas-
titueion : que dos artilleros habian presentado á dicho ge•
peral un sugeto, de quien recibian una peseta diaria, pan
y aguardiente , porque acudiesen á gritar a las galenas,
y que este misma-segeto !labia dicho reeíbia doscientos reales
diarios para repartirlos : que tenia oido, aunque con du-
da, que hebia. unas 60D personas pagadas , y que bajo la
misma duda le dijo que personas de dentro del angreso
auxiliaban esta empresa : que el partido Servil (a) ha-


(I) Con poca suerte esparcen su dinero los Serviles , Va li-
do no produce sus aplausos.- ¿Tiién creerá que estos pagan pot
sostener su opinion , guando venos que en las galerías solo se
apoya la de . los Liberales, con tal enapel9 que ni aun se deja
hablar á los Serviles? Esta experiencia qué nos enseñal


327
bia enviado emisarios á los pueblos para traer gente.—EI


Calder6n pidió informase el secretario del despacho
s bi.e la representacion del Ayuntamiento de Madrid , y
Ince ocurrido al señor conde-de Vigo , á que contextó que
todo lo ignoraba. =El señor Cepero , le preguntó igual-
note sobe si se hablan preso en la noche anterior algunas
personas, á que contextó que á las once y media de la no-
elle le hablan dado parte de haber preparadas algunas per-


gritar en el Congreso viva Fernando VII., fuera
la


sopas pa"
Regencia , 'y caigan de una vez los Liberales. Esta noticia


produjo la idea presentada por el señor Cepero, reducida
que el Congreso declare no admitirá indicacion ni pro-


posicion para mudanza de Gobierno, sino en Sesion ph-
blica, y así se aprobó. Los señores Osto/aza , Dolarea y
Mojono, hicieron oportunas refleXiones acerca de la se-
dicion que produce la falta de respeto al Congreso , nia.-
nifestando la presicion de que este tome unas medidas
enérgicas.=El señor Marés 5 trató se preguntase al secre-
tario del despacho si el Congreso, estaba seguro, á lo que
contestó ei-ue en opinión del Gobierno lo estaba.


Sesion : -del 18. Discutido el punto de írifraCcion.
Constitucion era la prision de Gariidó,- se declaró no res11(1
lar tal infraccion. El señor OstOlaza , presentó una pro-
posícion sobre que se exija responsabilidad del Ministro de
Gracia y Justicia por haber infringido la Constitucion
en la órden de prision de Garrido.


Sesion del : (z p. Sé; aprobarán los poderes del señor Di-
putado por Nueva-España, entró á jurar , y tomó asiera=
ro. La comision encargada del manifiesto á la Nacion so-
bre el memorable decreto del 3 del corriente le presentó.
Por mano del señor Manrique, y, leido mereció el ina-
:'or aplauso. En seguida á peticion del señor secretario Diaz
d' / Moral, se leyó el acta secreta de 31 de enero, y se


1Laraniente se puede inferir por quien iran pagados. No se
a ma) que ésta refiexion para conocer el diÇimulo con


Itie
se ,rata de .echar el muerto á la puerta del vecino.




N.° 42°


FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


Del viernes 4 de marzo de 18 14.


(6 partos.) 329323
decretó su impresion con los lemas docutnentos, enea


"gando de ello a la misma com (Aision. Se leyó un ..o r•t'de/
secretario interino I: Guerra en que daba parte del totalde nuestras fuerzas disponibles á - saber 62+6


• geles.132 43 2. soldados, y 12.1) . 54. caballos : cuyo to tal as,'
dende á 19o9. honibi.es : que la Regencia opina no des
ben seguir las quintas por ahora por no deber Pasa r
exército de t 599. hombres (t) LA dual pasó á las eo,
misiones de Hacienda y Guerra unidas =El selor,Sanc.liez


'
hizo algunas reilexiones sobre este punto, y del mismo
modo Do/area , Laynez y Muyann. Se discutió
el di,:tanen de la comision militar , y se aprobaron los
artículos . 2. 3. 4 . 5 . 6. 8. 9 . lo. I I. 12. 13. y 1 .7. Se
suspendieron el 7. y 16. Se suprimió el e+. y se declaró
no haber lugar á votar sobre el 15. Se aprobo la indi.
cacion acerca de la cornision encargada de formar la Cons.
titucion militar. El señor Mozo Rosales , indicó se pidiese
informe al Lord Wellington sobre el oficio del secretario de
Guerra, á lo que el sel,)r Isturiz , hizo oposicion. El señor
Larrazabal, pidió se declarase concluida la. sesionperinamen.
te, y así se acordó, y leida el acta del dia• levantó el señor
Presidente la sesion con un discurso análogo al caso.•


PUERF A DEL SOL.
Se asegura que el supremo tribunal de Justicia en una


enérgica consulta ha hecho presente á la Regencia , la . ne-
cesidad de conducir á esta Capital al reo Ondinot ; pero
parece que no obstante haber pasado algunos días, aun no
ha recaido resolucion.


(a) Mucha con Lanza debemos tener en la decadencia 40
nuestros enemigos, (pando en vez de aumentar los exercitos,
tratamos de disminuirlos.


MADRID.
IMPRENTA DE VILLALPANDO.


Se hillará en la Libreria de Barcó carrera de san Gerónialo,
y en los de Matute y Perez calle de las Carretas.


ARTICULO REMITIDO.


ellor Fiscal Patriótico : muy sellor mio : las .Cortes
han concluido sus sesiones , ó dado punto á ellas en el
día 19 de febrero , y yo echo de ver que ea todo el
tiempo de su estancia en esta capital, donde esperaba-
ros ver muchos adelantamientos nada se ha experi-
mentado.


¿En qué consiste esto ? Es posible que se ha de gas-
tar el tiempo tan inutilinente ? No hay exército.,, no hay
erario , no hay .... nada, y se entretiene.al pueblo en
expeetacion,„sin que nada se resuelva. La Nacion e,tá ca-
da dia mas deteriorada , y guando mas bien fundadas
parece que ten.iarrios nuestras esperanzas, en solo la ve-
nida de las Cortes á Madrid, nos hemos llevado un gran
chasco.


¡Qué confusion es en la que estamos señor Fiscal ! to-
dos esperando , todos pereciendo y todos rabiando! ¿En
qué se va 'el dinero ? Los empleados dicen que no cobran,
los soldados estan muertos de hambre y desnudos , las .viu-
das pidiendo limosna, los antiguos dependientes de real
Hacienda. pereciendo , y los pueblos agoviados con una
eontribueion tres veces doble de la que pagaban. De Amé-
rica envian algunos caudales y todo se consume sin re-
lzediarse nada. Dicen que en el exército ; pero es falso


orcjue estan los soldados en la última miseria y no hay




3 30
los que se dice , sino muchos menos , y estos harto
caldos.


iValgame Dios , qué abismo de males nos rodea' .v
en qué consiste nuestra desgracia, sino en el egoisn10 Y en


- el espíritu de division que nos dcbora ? Mientras
que po


haya union nada conseguiremos, porque lo que unos ado
tan otros desechan , sin mas razon que la cont rariedad..tede sus opiniones y de este modo todo se entorpece, na
da se resuelve, y cada día estamos mas aniquila.dos.


Qué suerte. podrá la Nacion Española prometerse
en L terininacion. . de esta guerra ? la que quieran las
demos Potencias , porque en el estado en que estamos
no podemos sostener nuestros derechos, mas que con pa,
labras que de nada sirven ; y si el tiempo que se gasta inu.
tilrnente se empleara en formar un exército respetable ,


y
cuidar de su. manutencion , podriatnos esperar lo que no
alcanzaremos que es no ser sometidos á nadie, sino real.
menre independientes.


Esta es la independencia que debemos apetecer; y
la que no podemos lograr sinó tomamos otro método.
. Es una. vergüenza, señor Fiscal, que estemos tan atra-
sados en lo- que mas debieramos adelantar, i qué indepen-
dencia hemos de conseguir si estamos como el perro de!
tio Alegria? una Nacion deteriorada por los vicios del
antiguo Gobierno , desbastada por la invasion del ene-
migo , y. arruinada por nuestra idolente inaccíon , y ab-
soluta apatia ,. como ha de sostener su independencia?


Amigo mio, estamos muy distantes de conocer nues-
tras neeesidades , y mucho mas de acudir á su remedio:
á voces no se componen estas cosas : menos hablar, y
mas disponer : de este podo la independencia es una qui-
mera es. un entusiasmo y es un engaño de que saldre-
mos guando, la experiencia á nuestra costa nos haga ver
todo lo contrario de lo que nos ofrece una lisongera pero
nada fundada esperanza.. -


pareceVamos claros, señor , el pueblo naunque
que se las mama , tiene el tragadero algo angosto 1 y


33t
la nariz : no se deja llevar de loquacida-


,., corta
P. al graho dice que la paja se la lleva el ayre..
I'vainos viendo que quanto mas se-. charla, menos se


hace
, y así lo que se desea es punto en boca y manos


k; labor. Hablar poquito y con fundamento, y vamos.
iidelantando en lo principal, porque sino se muda de siste--


;a s
e pasaran años , como se ha pasado él- mes sin cono-


.erse ningun beneficio.
Fuera Partidos, uno solo es el fin que nos debe con-


aucir, y si así no se hace se llevó el diablo la inde-
podenca.


Sirvase vmd. insertar en. su apreciable Periódico y
mande á su servidor. = El Español Rancio.


VARIEDADES.


Entre los varios objetos que han ocupado nuestra aten-
don desde el principio de la memorable y gloriosa revo-.
lueion Española, es uno el de establecer la reforma general
en todas las clases , y ramos del Estado.. Este pensamiento
vastísimo , y sin duda nacido de un buen zelo habria con-
seguido la general correccion de los vicios, si se hubie-
sen puesto en práctica metodicamente, y bajo la direccion
de un examen prolijo , y un exácto conocimiento ; pero
tomada la idea por el todo no solo no puede producir
un buen efecto, sino que por necesidad ha de ser se-
guida de un general trastorno y absoluto desorden. (t)


Prescindiendo de la utilidad ó inutilidad de las refor-
rims segun el tiempo en que se intenten ( porque ya so-
bre este punto tengo dicho quanto me parece oportuno)
005 concretaremos á exáminar si el ardor con que se acon-
leian y -la eficacia con que se persuade es dirigida de uta
buen celo, ó de ún prurito indiscreto por la novedad en
11,1 cabe tanta equivocacion , y de que se deriban tan-
tos daños.




( 1 ) Vease el número 16 del Fiscal.




33 2
Clamar porque se proscriba el regimen arbitrci•0


ner ccn franqueza las sanciones de la soberan.'aas,?ste-
ilustrar al pueblo sobre sus derechos , clamar por ei",°/)
en la adng i istracion <1.9"c




Todo es muy conveniente
si esta declainacion fuese tan sencilla corno se aparentarSeñores novelistas, para dictar reformas , es necesario ej.
tar muy reformados los dictadores.


Desengañémonos de una vez de que el dese o de l
anovedad solo puede dominar á los que con ella y r


a1)
ella pretenden reportar sus intereses personales. E^:oi
hombres que no. menos quieren remediar todos los .los


u_
sos de un golpe ¿qué medios ponen para conseguirlo
qué conducta es la suya tan irreprensible que pueda jos:
pirar la correccion en los domas ? quieren proscribir el
regirnen arbitrario., esto es muy bueno, quieren muy bien ea
esta parte, ¿pero qué" entienden por regirnen arbitrario?


fpor cierto que guando les toca á cada qual de estos re-ormadores, les acomoda hacer lo que quieren ; bien ár-
bitros son para insolentarse contra los que con razon
se les oponen ; bien se incomodan guando ven se cono-
ce su verdadero espíritu re:ormador ; bien se puede con-
fesar mas que de buena fé que asombra , horroriza y pas-
ma la desfachatez é impiedad con que algunos aparen-
tando interes por el bien de la Nacion, se proponen ob-
cecarla , y se declaran abiertamente por las reformas, sin
entender lo que es reforma , ni buscar en ellas otra cola
que el bien personal que pueda resultarles.


Así no reparan en mezclarse en lo que de ninguna
manera debían tocar, afectando un celo indiscreto, todo
quieren reformarlo , y no saben reformarse asimismos, lle


-gando á tal extremo su loca altaneria que quieren am
reformar la disciplina de la iglesia, trayendo para ello
tergiversada á su modo la memoria del siglo XVI.


En este punto, señores reformadores, nada pueden us-
tedes hablar. La autoridad civil ninguna accion tiene
puede- tener en el derecho canónico , y por lo rilism°e.n
guano á lo eclesiástico mientras no se junte un concilio


r
acional con arreglo al derecho canónico , nada puede
aciv


;1 atarse que tenga. la verdadera fuerza legal , ni deje
1,re estlI r expuesto á la infraccion de los sagrados cano-
4 y acompañado de la nulidad que es consiguiente.ases


necesario distinguir en efecto al malvado, del
que expone su sentir conforme á juiticia ; perohornbre


piribien es menester saber lo que es justicia para pro-
ceder con arreglo á ella. Todos aquellos en cuya boca se
oh la justicia, y en su corazon la iniquidad•no hallan.-
¡conveniente en cubrir con tan sagrado nombre sus -
ideas. Asuntos hay de que no es licito hablar sino
para mostrarles veneracion , y tal es en efecto la sagra-
da reli»un católica .que profesamos: tomarla en boca para
atacar á lus que en negocios políticos piensan de diverso
nodo que los .apoderados del antiguo desconcierto, se di-
ce es el colmo de la estupidez , o de la iniquidad , ¿pero
estos á quienes se ataca , tocan á la re ligion ó no tocan


ella? los negocios de politica. qué tienen que ver COri
o eclesiastico?


ja
1 - Ha zelosos reformadores como se os conoce, ¿sois vo-sotros los que pretendeis hacer feliz á la Nacion? no de-


ria de serlo si se guiase por vuestras ideas. Virtud es
declamar contra los abusos , pero tambien es vicio , y
de notable delinqüencia infringir los derechos cuya ob-
servancia nos obliga, y su reforma no nos compete.
Dejéniono.s señores nfoymadores de enmendar el mun-
do, enmendémonos á nosotros mismos primero, y ha-
bremos hecho, lo bastante. Algo mas podría decirse
sobre este punto, pero lo re,ervo para su caso. Baste
Por ahora para que la Nacion sepa conocer, el espí-
ritu de sus reformadores, y los deteste como debe.




CACHUCHA.


33+


Tuve yo con mi cachucha
gran conversacion un dia,
y como es tan patriota
de esta suerte me


Vamunos , chalo del alma,
vámonos á preparar
que está muy cerca ya el dia
de nuestra felicidad.


Vámonos.


Dime, dime cachuchita
cuéntame tu mucho de eso.'
pins ya sabes que Fernando
es mi encanto y mi embeleso.


Vamos , sigue resalada,
y mira que no me engates;
dime todo guamo sepas
de un monarca tan amable.


Vá monos.


Q
Qué hay de nuevo, cachuchita?


Ah chusco! como te agradan


Q
ué es lo que me anuncias tú?


las nuevas de tu cachucha;
ué ha de ser? Que á Bonaparte . pues oye y las seguiré


se lo llevó Belcebú.
toda la vez que te gustan,


Vámonos , remono mio
Vámonos , pestifierillb,


vámonos y lo veras;
vámonos á estar aquí,


ya rebentóese Demonio,
hasta que sepas mil cosas


que nos hizo tanto mal.
que te tengo que decir.


Vámonos, Vámonos.


Ese soberbio orgulloso
que no cabia en el inundo>
se ha quedado tamañito
que cabe aquí en este puño.


Será cierto , cachuchita?
Moneina tnia , es verda d ?
Quando yo te lo aseguro
no lo debes tú dudar.


Vámonos.


Con que entonces, cachuchita
vendrá` nuestro rey Fernando?
Ah ! si mis ojos lo vieran
corno lo estan deseando !


Pues vámonos, chulo mio
veme conmigo á Madrid;
y veras á tu Fernando_
que muy pronto llega allí.


Vá monos.


Me preguntó mi cachucha
en un tono muy gachon a
por que tendrá tanto empeño
por Fernando la Nacion?


Vámodos, preguntonsilla,
que te lo voi á acertar ;
porque nuestros corazones
se los llevó por afila.


Vámonos.


Ya vas á ver satisfechos
los vótos de tantos años;
ya vas á coger el fruto
de tus inmensos trabajos.


Vámonos cachucha mía,
vámonos á descansar
en los brazos de un Monarca,
que nos liará prosperar.


Vámonos.


Quando vean á. remando
,


331
oyes cachuc n viniendo hacer su felicidad,


„est ro a


ha, e
eorado Fernando


bien haya nuestra constancia
ose se premiará n los buenos


i' castigarán los malos? los Españoles dirán.
chicorrotillo, Vámonos, encantadora,Ilítinels-lor 1:107; iol


lic


yas ,idahdádlovevs


n y felidad. cm
eeronos.


entonces
váos que me electrizas;
me


m


de
on


svivo , y desbarato
Pues tan alegres noticias.oi6Vámonos.


Bendita sea tu boca,
e tal anuncio me dió !


que aciertes en todo •
lo que has dicho y lo que no;


Vámonos , eliaeluta tina,
vámonos al Pirineo;
que hasta ver á int Fernando
no tendrá paz ni sosiego.


Vámonos.


3. M. D. R..


CO,RTES,


Junta preparatoria de 2 5 de febrero : leida el acta an-
terior se procedió á las elecciones, saliendo en ellas Pre-
sidente el señor Albillos diputado por Salamanca; Vice-
presidente el star 011ér, diputado pot- Cataluña:Secretario
primero el señor Aldecocz , diputado por Burgos: segundo
el señor 0A-olaza diputado por el Perú : tercero el señor
Sincliez de la Turre diputado por Burgos ; y quarto el
uh'or Garate , diputado por el -Perú..


Concluido este acto se acordó pasar da á la Regen-
cia , comunicándola hallarse instaladas las Cortes y
levantó la Sesion..


PUERTA DEL SOL„


Se asegura que' la consulta hecha á la Regencia poi
tl


Su premo tribunal de Justicia sobre la causa de Oudinot,


Vivan nuestros aliados,
que se han llenado de gloria!
Y viva aca entre nosotros
el genio de la victoria!


Vámonos que ya te entiendo
lo que me quieres decir;
no me hablas tu , caemuchital
del heroe Wellignton 1 Si.


Vámonos.




3 36
se pasa por el ministerio de Gracia y Justicia al con
sejo Estado , el qual en su vista ha representali
al Gobierno , refiriéndose y conrorinUndose con la, cita
da consulta. Es de esperar una pronta resolueion sobre
esté punto.


AVIS O.


Testamento de Napoleon : Capricho en verso por un
amante d.: dicho difunto : se vende en las mismas libre-


tas que este Pe.riódico. Su precio seis quartos, puede
ir en. carta.


MADRID.
IMPRENTA DE VILLALPANDO.


Se hallará era las Librerías de Barco carrera de san Gerónini°1
en la de Matute calle de las Carretas : deVilia Plazuela fl
Santo Domingo: y de Minutria calle de Toledo.


6 quartos. ) N.° 43° 337


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


Del lunes 7 de inctrzo de I 8 '141


ARTÍCULO REMITIDO.


señor Fiscal Patriótico de Espalda : despues de haber—
os hablado el Procurador general sobre el asunto de
Oticlinet , en que no cabe ya duda, liemos visto insertas
en el mismo dos representaciones de sugetos citados por el
preso, que son don Agustin Argüelles , y la condesa viuda
do Tilly, en cuya insercion el Procurador da una prue-
ba de su buena fé ; pero vamos claros, vmd. es Fiscal,
no es Fiscal? No puede ocurrir un lance mas propio del
oficio que Vmd. exerce. Las representaciones de estos
dos citados expresamente ¿podrán indemnizarles de la no.
ta en que los comprehende el reo ? ¿ Será bastante, satis—.
faccion , su exposicion para considerarlos inocentes ó no
inculcados en la causa? A mi me parece , siendo lego , que
lo que uno dice por sí solo , no puede valer en juicio si
no lo justifica. ¿ Y vmd. como Fiscal, que dice á esto ? Si
hemos de estar á lo que cada uno diga de sí mismo se-
rán tan tontos que se condenen por su boca? Por esta
regla todos los dias tendremos recursos en los,,papeles pó-
rticos, y si creemos á cada uno en buena fé todos se-
rán inocentes.


Cumplamos, seilor Fiscal , cada uno con su obiigaciorL
El P rocurador ya manifiesta lo suficiente : inserta docu-
lilentos ; pero no le toca como Procurador discernir su
cal idad ni exponer la fuerza legal que rentan a porque




338
eso es propio de vmd. como Fiscal. Desempeñe vmd su
obligacion , sino quiere que le consideren como


'sivo en un asunto tan grave, y mande á su servidor.
El Ingenuo.


DICTAMEN FISCAL.


El Fiscal ha visto las representaciones de don Agustín
Árgüelles y de la señora condesa viuda de Tilly , insertas en
los números 27 y 4 4 del Procurador general, y hécho car-
go de su contesto , dice, que ellas solo parecen dirigidas
á la justa solicitud de que se averigüen y aclaren las citas
contenidas en el manifiesto ó deelaracion del preso que
se denomina Audinot , para la debida -vindicación de la
buena fama de ambos citados. En tal supuesto nada pue.
de el « Fiscal exponer acerca de este punto hasta que prac.
ticadas las competentes diligencias se vea su resultado;
pero tampoco puede omitir que la principal de ellas debe
ser el careo personal con el .reo citante, y la ratificacion
de este en sus anteriores citas.


La exposicion de las partes por sí sola , es claro,
que no puede calificar de falsa la cita ( ó sea calumnia)
del reo ; pero es suficiente para prevenir la defensa de
los citados á quienes se debe tener por parte en el ex-
pediente , bajo la calidad de estar al resultado de las
diligencias y con la competente reserva de su derecho con-
tra el reo , caso de resultar falsa la cita, y acreditarse
con documentos y atestaciones en debida forma su ino-
cencia.


Sabido es que en lo legal no se da (ni puede darse)
por justificado ningun estreno por solo buena fe sino
por la informacion de testigos 6 prueba instrumental que
hagan las partes, pero como los escritos presentados por don
Agustín Argiielles y señora condesa viuda de Tílly, no terminan
mas que á solicitar ser oidos.en justicia no deben mi"


rarse como una indemnizacion ( porque no pueden por
si solos producirla) sino como una preparatoria diligew


339para exponer en juicio lo crtzt a
eís su derecho sea con-
sieniente.


En esta inteligencia, y mediante hallarse la causa (se-.


lun se dice ) en el supremo . tribunal de justicia , entien.ie el Fiscal ,que á él, deben haberse remitido las dos re-
presentaciones para que unidas á los. autos obren en ellos
los efectos necesarios. Es quanto por ahora puede ex-
poner el Fiscal , sobre este punto , sin que por su silen.
cío pueda hasta ahora , haber incurrido en la nota de
pasivo con que se le apercibe, pues debe reservar su opi-
nion hasta el caso en que el estado de la Causa subrni-
aistre las noticias suficientes para manifestarla con pleno
conocimiento y sin el riesgo de incidir en un. error
involuntario.


NOTICIA S.


Después que hemos visto en estos quatro meses
. lo


que no se ha visto en quatro siglos : despees de haber
oido de la boca de Buonaparte , acostumbrada á decre-
tar la destruccion del género-.


humano , y ahora á con-
fesar su propia ruina, podremos preguntar (ciertos_ de
que aun hay quien nos, responda) 'y 'á-donde está aquel
genio de Buonaparte, aquel genio creador , regenerador,
emprendedor , preveedor , y finalmente aquel genio exál_
tado que prefiriendo á los altos designios de la grande
Nacion , parecía, por sus elevados proyectos querer mu-
dar la faz de la tierra y la suerte de los hombres ? No
sabemos explicar como desapareció del todo; ahora que
le era tan necesario este genio, no para crear sino para
conservarse á sí mismo ; ahora que los exércitos alia-
dos están por momentos para alojarse sobre la monta-
da de Monnnatre , montaña sobre que aun se le oyó ef.
año pasado decir , que 11. mismo jamas consentiría la
desunion de la Francia, aun guando los aliados llega-
sen allí; ahora que era necesario demostrarlo con toda
su grandeza, es guando justamente, ni aun aparecen se-




340
dales de ello ! Nada somos en este mundo, /7.


.


j
hubo quien mejor que Napoleon , experimentase esta per."
dad : i ojala que tantos y tan varios Bonapartinos (Ya s
usa de esta palabra en Portugal ) como cada dia s e v
por el mundo, escarmentasen con este exeinplo , y e?
rigiesen su vida 1 No podemos aventurar con:-
turas sobre como y guando se acabará esta gran trae
día. Los aliados tienen determinado no oir á Buonapar,
te hasta su llegada á París. Si á estas lloras llegasen , 6
estén á las puertas , es probable escuchen al pueblo


, y
no á , Buonaparte : si aquel pidiese liorbones claro está
que la tragedia acabará con la muerte de Buonapar te , si
no : : : nada diremos por ahora. Si ya no es , pues , Buo,
paparte aquel genio grande de los destinos de Francia,
tendrá al menos el genio de darse á sí mismo la muerte
juzgamos que no ; r que siguiendo el exemplo de su
antecesor Roberspierres se dejaria antes coger que come.
ter algun atentado contra sí mismo si el pueblo se su-
blevase. Hemos llegado á la grande crisis , hemos entra-
do . en la mayor época del inundo, y vamos á ser con-
temporaneos de un suceso que siete años ha parecía im-
posible , dudoso hace cinco , y casi cierto hace uno: esto
es : la Francia reducida á sus verdaderos límites , sea quien
fuere el que la gobernare á lo futuro. ( Teleg. portug. )
( Sensato número 128. )


Las ( noticias) que corren en resumen son : avances
de los exércitos aliados y apuros del Corso. Aquellos
siguen estrechándole por todos lados y se hallan muy
cercanos á París ; van; cayendo en sus manos algunas
plazas que se dejaban fortificadas para entretener sus rá-
pidas marchas ; pero estas pequeñas conquistas no las
impiden pues son gestiones de la retaguardia que exe-
cuta al paso y con la misma facilidad que si se bebiera
un vaso de agua. S. M. Corsa proclamea sin cesar; pero
sin fruto : los franceses le han conocido ya., y segun los
últimos anuncios creemos que en la actualidad anda á som-
bra de tejado discurriendo arbitrios para escapar de las


341
uñas de los mismos que se llamaban sus vasallos. Su fin
esta proximo : él lo conoce, y á prevencion tiene ya otor-
gado su testamento , que hemos visto , y corre por esos
mundos de Dios. Ha hecho muy bien en prepararse,
pues la revolucion suscitada en París, de que no se duda
quiza le habrá quitado ya de enmedio , si él no se ha
anticipado á hacerlo, como es presumible , de sus apu-
radas circunstancias. (Exacto Correo número 52.)


"La gaceta de Murcia de r de febrero dice lo que
sigue. ... El que no quiera ser robado que se encierre
en su casa al toque de oraciones !! !! Y al que ya en-
cerrado quieran robarle z qué debera hacer ? Ello dirá....
Por lo visto todo el mundo es pais y todo está lleno de
felicidad. Gracias á los Gefes Políticos que ocupados en co-
sas mayores , han descuidado hasta aquí de unos asuntos de
tan poca importancia." (Estaf. número 88.)


Arrepentimiento del Liberalon N.. en la hora de su muerte,


DÉCIMAS.


Gran Dios! yo muero, hay de mi!
que vas a residenciarrne,
y estrecha cuenta a tomarme
del mal que hice contra ti:
ciego en mi opinion viví
desprecié tu santa ley
fui enemigo del Rey;
prediqué la irreligion


, y aspiré á la destruccion
de la católica Grey.


Mis miras he dirigido
contra el Trono y el Altar.
con ambos pensé acabar,
pero tú me has confundido:


todo á un tiempo lo he perdido,
y al dar de mi vida cuenta,
tu justicia me amedrenta,
mi iniquidad me acobarda,
y el castigo que me aguarda
me horroriza y atormenta.


Al sacerdote ultrajé;
desprecié el catolicismo,
le apellidé fanatismo
y del dogma me burlé:
llamé ilusion á la fé,
y mi doctrina infernal
hizo propagar el mal
tanto que hoy es reputado
corno ruina del estado
el orden sacerdotal.




IV. VIL


Mas ahora, en este momento,
que á la luz de la verdad
descubro la falsedad
de mi doctrina , y me siento
capaz de arrepentimiento;
quiero, _Dios mio, expiar
mis culpas y confesar
mi impiedad y mi demencia
confiado en tu clemencia
y en que roe has de perdonar


Maldigo el liberalismo,
que ofuscó mi entendimiento,
y maldigo aquel momento
que abracé el Jacobinistno:
yo me detesto á mí mismo,
detesto á los liberales,
enemigos capitales
de Dios y la Religion,
que por su vil ambicion
han causado tantos males.


V. VIII.


Yo confieso que tu ley
es inefable y sagrada;
que por tí fué revelada
para dirigir tu Grey:
tambien confieso que el Rey
reyna por tí y no por di,
y que todo pueblo fiel
que siga tu religion
contrae la obligacion
de obedecerte á ti en di.


Conozcalos la Nacioa
y sépalos despreciar;
sepa cambien sofocar,
su infame maquinacion,
vea que la irraligion
es el norte que los gula,
y que su filosofía,
si se llega á propagar,
serán el trono y altar
victimas de la anarquía.


VI.


Que los sacerdotes son
ministros de tu poder,
y por et llegan á ser
instrumentos de perdon:
que nuestra veneracion
á su cdracter sagrado
es deber que está fundado
en la razón y justicia
y solo la vil malicia
su desprecio ha procurado.


Dios ruin ! tened piedad


de mí, indigno pecador;
por vuestro divino amor
mi confesion aceptad:
confundid en su impiedad
á todo 'el liberalismo:
sepultado en el abismo;
triunfe vuestra Religion;
dad su Rey á mi Nacion,
y muera el ygeobinismo.


( Tio tfem. número 40. )


Dia
ciones que
tes. = Coa


CORTES.


de marzo. Se dió quenta de varias felicita-,.
se mandaron insertar en el diario de C o 1--
motivo -de concluir la última con la clansula


342
343


de á L. R. de V. M., expuso el señor Castillo era ne-
cesario mandar se hablase al Congreso con mas propie-
dad pues no representaba al Rey sino á la Nacion , y
que se usase de las expresiones mas conformes al espiri-
tu de la Constítucion. El señor Presidente advirtió se es-
cribiese esta idea para discutirla, y el señor Castillo, ofre-
ció formalizarla por escrito para el dia siguiente=En-
traron á jurar y tomaron asiento quatro señores dipu-
t acios.=se pasaron varias representaciones á la comision
de legislacion para su informe.=Se leyó el oficio en que
participa á la Regencia el mariscal de campo Baron
de Eroles , haberse entregado las plazas de Lerida,11/lon-
zon y Mequinenza.=EI señor García Zamora, pidió se
diesen gracias á dicho Baron 1 y _demas oficiales , cuya
indicacion fue apoyada y declarada proposicion.=Se dis-
cutió una indicacion del señor Plandolit , y no fué ad-
initida.=Se leyeron quatro indicaciones del señor Ros, á
saber: . primera : Que se den á Dios gracias por la toma
de las plazas y demas victorias conseguidas: segunda : Que
se recomiende á la Regencia al Baron de Eroles y á los
oficiales y soldados de su division : tercera: Que se de-
clare á dicho Baron benemerito de la Patria ; y guarra:
Que se rehabilite y reponga en su empleo á un digno
Español que ha cóntribuido al feliz exilo de la conquista.
Todas las citadas indicaciones fueron aprobadas. Dándo-
se cuenta del expediente sobre un proyecto de ley para
iVlayorazgos; el señor Niartinez de la Rosa se opuso á que
pasase á informe de la Regencia y consejo de Estado,
como previene el reglamento ; pero puesta en vota-
tacion la indicacion del señor Rosa , se desechó por o r
votos contra 44 aprobando que pase á informe al con-
sejo de Estado. En conseqiiencia hizo otra indicacion
terminante á que en el termino de 15 días presente el
gobierno su dictamen y se señale por el señor Presiden-
te dia para su discusion la qual fué aprobada.= Se
señaló la una del día de mañana á la Regencia , para fe-
licitar á S. M. =Se resolvió se cante el Te Deum se
hagan tres días de rogatiba en todas las iglesias del Rey-




344.
no. = El señor Canga 1 > leyó un recurso del coronel del
regimiento de España ofreciendo derramar [a ultima gota
de sangre en defensa de la Constítucion y nuevas iwtitu,


= Se concedió permiso para la enagenacion de va,
rias fincas vinculadas : y se declararon indicaciones dos
ideas del señor 011er sobre el modo ea que se ha de hacer
la eleccion de individuos del tribunal de Cortes se pa_
saron á la comision de legislacion. = El señor Moyano,
en un enérgico discurso hizo ver el beneficio que resul.
rana de oír a...los cuerpos constitucionales con respecto á los
proyectos de ley , proOniendo se pasen ála Regencia los
expedientes comprehendidos en la lista anteriormente lei-
da para que oyendo al consejo de Estado presente su dic-
tamen. Se admitió á discusion. =A propuesta del señor
Robles, se mandó imprimir el informe sobre la confir-
macion de señores Obispos ; encargando el señor Presiden-
te la observancia del reglamento en quanto á la asisten..
cia. al Congreso. Se levantó la Sesion.


Dia z. Se discutió y aprobó el dictamen de la comi-
sion de legislacion sobre nombramiento de jueces para el
tribunal de Cortes. =Se aprobó tambien el de la comisioa
militar sobre el expediente del general Areizaga. =Entró
la Regencia, y pronunciado el discurso á que contestó el
señor Presidente se despidió y continuó la Sesion.= El
señor Rengifo , hizo un enérgico discurso sobre varios
excesos y arbitrariedades que han ocurrido en la provin-
cia de Avila, (i) presentó. tres proposiciones, cuya resolu-
cion quedó para el dia siguiente. = Pasó á la comision mi-
litar la proposicion del señor Dolarea sobre aceleracion
de causas de los' oficiales generales=Se empezó á leer el
expediente sobre causas seguidas bajo el gobierno intruso,
y suspendiendo la lectura el señor Presidente para maña-
na levantó la sesion en este dia , previniendo que á las 7 de
la noche habria extraordinaria para la eleceion. de Diputa-
dos que han de componer el tribunal dé Cortes.


(r) Verse el Procurador general número 47.
MADRID.


IMPRENTA DE VILLALPANDO.


6 quartos.)


Er FISCAL PA.TRiuTICO
DE ESPAÑA.


rd viernes I I de marzo de I 8 I4,


ARTICULO COMUNICADO.


Lueñor Fiscal Patriótico de España : no'sé de que me
aprovecha haber seguido una carrera de estudios , y
estar graduado en la jurisprudeneia guando no hallo so-
lucion en mi entendimiento á las dudas y estrañezas que
me ocurren en vista de algunos acontecimientos , que si
bien serán en sí muy arreglados , yo por mas vueltas
que les doy en mi itnaginacion, no atino con su con-
secuencia ; de forma que ya harto de quebrarme los cas-
cos, me he ;decidido á creer que ó á mí se me han
olvidado los principios fundamentales del derecho , ó no
se procede segun ellos en los puntos que excitan mis
dudas, pero teniendo un Fiscal que puede y debe dar-
nos la solucion en lo que no alcancemos , me persuado
que no hay inconveniente en proponerle mis atascos , á
ver si me saca de ellos ó estamos todos con!'undidos.


Tengo oido que se ha deducido cierta queja contra
el Procurador general sobre haber sentado en su Mune-
ro 2 1 , que varios señores Diputados fueron de opi-
nion de que las cortes no viniesen á Madrid, conforme
previene la constitucion ; se dice que uno de los seño-
res Diputados (el señor Calatiava ) se ha ofendido de que
el procurador siente tal proposicion , y es la primera de
mis dudas , en qué, ú como ha agraviado á este señor
el Procurador.


145




3+6
No me sorprende menos la censura del nútne.,


ro 26 del mismo Procurador , y su apendice , á que se
les da la calificion de sediciosos , alarmantes , calumniado


-


res , é inguriosos ( segun el mismo Procurador sienta en
su número 1.7. ): y ultimamente me confunde mas que
en la discusion del Supremo Congreso del 3 del corrien,
te, tratando sobre la causa de Audinot se haga referencia
de los periódico., especialmente del mismo Procurador, y
que se le pinte en público con los denigrativos colores d e
cómplice en ella sin una razon de convencimiento ni
prueba Legal que lo acredite.. . . Yo me vuelvo tarum-
ba coa estas cosas : hago mil calendarios , y vengo al
fin á sacar en consecuencia que estarnos todos atortola-
dos ; y nos vamos por las ramas, teniendo tan á la trua
no el tronco. Por fin , señor Fiscal, ruego á vmd. enea_.
recidameate por mí, y por toda la Nacion que se sir-
va descifrarnos estos enigmas para conjeturar en quien
está la verdad, porque al mismo tiempo que vemos que
al Procurador se le desmiente ( sin acreditar sus propo-
siciones de falsas) leemos, y escuchamos otras contra-
rias que no se impugnan , ni á nadie parece que re-
sienten, y observamos que se dirigen á destigurar el asun-
to de Audinot : Vemos. . . . Vaya este asunto es solo
de la imparcial decision de vmd. á quien se ofrece su
afecto servidor. Licenciado D. Y. S. T.


Dictamen Fiscal,.


El Fiscal ha visto los números 21 y 26 del Procu-
rador general , apendice de este último, y actas de las
Cortes del dia 3 del pre,ente mes de marzo ; y entera-
do de todo, así como del relato del artículo anterior
halla en éste tres puntos á que extender su dictamen con
referencia á los citado; antecedentes , y son á saber : pri-
mero , si el Procurador general pudo , ó no ser culpa-
ble en sentar en su número 21 el voto de los señores
Diputados que opinaron contra la translacion del Sopre-


47
too Cong,reso A esta Corte , denominándolos segundo, si


calilicable de . falso , sedicioso, subersivo &c. el con-
testo de su número 26 y apendice que le acompaña ; y
tercero , si es presumible que el Procurador general esté
complicado en la causa de Audinot , y si la publicacion
de su apendice que de ella trata, puede. haber impedi-
da la practica de las diligencias correspondientes para la
averiguacion del hecho , sus incidencias y coinplices. -


En quanto al primero no hay necesidad de fatigarse
mucho para conocer que no cabe culpabilidad en la re-
ferencia de un hecho que no es por si un delito. Tal fue


opinion de los señores Diputados en quanto á no es-•
timar conveniente dar su voto por la venida del su-
premo Congreso á Madrid , porque juzgarian ser esto
lo mas útil al beneficio general. En este concepto no pue-
de resultar agravio á ninguno de los señores Diputados
ea recordarse: su dictamen, y mucho menos guando por
haber sido nominal la votacion, consta por notoriedad
el parecer de cada uno. Ademas de esto: el Procura-
dor general, ó por mejor decir el artículo inserto en
su nutnero 21, retrotrae este acontecimiento corno un
egemplo de; que nuestra sábia. Constitucion es y puede
ser susceptible de las aplicaciones prudentes que exi-
jan las circunstancias sin que por ello sea infringida, pa-
ra probar que asi como hubo quien se persuadiese que
en el artículo que trata de la residencia del Congreso ea.
Madrid sabia variacion., esto es, podia dilatarse su ob-
servancia conforme á las circunstancias , no es de extra-
ñar que pueda entenderse del mismo modo en todos
los denlas artículos y disposiciones de ella en el mismo
concepto, sin :que !resulte quebrantarse este re •petable
Codigo. Este parece el sentido del número 21 del Pro-
curador general , y como quiera que en la referencia
de la votacion no ha publicado ninguna cosa oculta, tam-
poco se alcanza que pueda haber delinqiiencia, ni cau-
sa de queja , á no ser que se funde en algun otro
incidente.




341
Respecto del segundo punto reducido á si es ealifiel_


ble de falso, subersivo &c. el numero 26 y apendice
mero 3 que le acompafia, debe tenerse presente arare
todo que no hay hasta ahora publicado documen to aj
guno que acredite la falsedad del apendice, porque aua_
que en varios papeles se haya trotado de redarguirle,
ninguno ha producido contra él una justificacion capaz"
de convencer su incertaiumbre , y de consiguiente , has,
ta ahora se está á solo dichos que por sí no hacen flia.,
guna fe ; pego con la diferencia de que el del Procaz,
radar tiene en su favor la calificacion de haber sido cier
ta la prision y que hay causa formada, segun es de
ver en la sesion del soberano Congreso del dia 3 del
presente mes ; y respecto de la manifesracion tiene en
su apoyo la presuntiva de cierta en solo el hecho de
no haberse acreditado lo contrario. Que el preso sea un
general frances ó un particular : que su manire.tacion
sea un cúmulo de falsedades ó un atestado de verdad,
nada intluve contra el Procurador general , porque á
sü publicacion le basta para no ser, por su parre, fal-
sa , el que no se le pruebe, que en todo ni en parte
es efecto de su invencion , y mientras no se verifique
esta prueba no puede calificarse de sedicioso, subersivo &c.
el apendice ; y en tal caso, haciendo tan notorio como
el apendice mismo el documento 6 documentos justifica-
tivos de su apócrifa procedencia, ó invencion maliciosa
del Procurador , seria este acreedor á las penas de suplan-
tista , que deberian iinponersele para satisfacion del pú-
blico a quien habia intentado engaFiar ; pero hasta tan-
to que no esté formalizada esta prueba , no puede ser
infamado el Procurador con una nota denigrativa con-
tra su pública opinion , y de consiguiente tampoco es
creible se haya calitiutdo en la censura conforme se di-
ce, antes por el contrario la recoleccion del apendice da
bien á entender, que para procedk,r á su caliticacion se tra-
ta de instruir el expediente conforme á derecho ,
cuya vista se dicte con la rectitud que exige la justicia.


349
pasta este caso no puede el Fiscal extender su dic-tamen en este punto con el conocimiento necesario.


En razon del tercer punto sobre si es presumible el
Procurador de complicidad en la causa de Audinot , y si
la publ icacion de su papel puede haber producido en-
torpecimiento en las diligencias de ella, se advierte á pri-
mera vista estar por sí misma esta expresion convenci-
da de ilusoria, cavilosa y destituida de racional funda-
mento. Quanto ha hablado el Procurador general á cer-
ca de este punto , ha sido terminante á la investigacion
de los hechos y descubrimiento de los cómplices : luego si
él fuese uno de estos vendria á delatarse á sí mismo;
cosa que se resiste hasta lo sumo , y aun toca en lo im-
posible , que ningun hombre (el mas insensato ) haga de
promotor contra sí en una causa , y solo podia tener
lugar esta presuncion guando el Procurador general di-
recta ó indirectamente hubiese tratado de ocultar ó des-
figurar la noticia que con tanta claridad ha -publicado.
Así que parece que en esta primera parte no está ni
aun por remota presuntiva comprometida la opinion del
Procurador.


En' la segunda, que es si la publicacion que hizo ha
podido entorpecer ó eludir las diligencias , no necesi-
tamos mas que cotejar la fecha de la prision , con la
del }apendice : aquella se verificó en el mes de diciem-
bre de 1813 , y éste no fué publicado hasta el diez de
fe[ rero de este afio: por manera que en mas de un mes
que medió , podian haber estado practicadas todas las di-
ligencias de recoleccion de papeles 'y evacuacion de citas,
y aun la. causa ya en estado de alegacion. De este prin-
cipio constante se deducen dos legitimas conseqüencias:
primera, que el Procurador se detuvo con prudencia en
publicar este hecho para no causar con su notoriedad el
atraso ( que se le imputa ) en las diligencias ; y segun-
da, que no puede haberle causado respecto haber trans-
currido suficiente tiempo para su evacuacion. En esta
inteligencia no encuentra el Fiscal méritos para que a!




3 lo
Procurador general se le pueda atribuir ni la eolnpu


."cidad ni el entorpecimiento. Pero habicadose acordado eti
el psuremo Congreso que cada dos dias se le dá cuens•
ta de-


lo que en esta causa sc adelante , reserva el Fi;
cal ampliarse sobre este particular con vista de los par
tes que se diesen al supremo Congreso ( respecto que s;
leeran en


• Sesion pública ), los quales le sumi nistrarán las
luces necesarias para_no aventurar su opinion.


NOTICIAS.


Italia. Ancona 4. de enero = Es gracioso sin duda el
siguiente trozo de u:,a proclama de este Prefecto : parece que
habla con algunos desertores y les dice: ¡ Quando un «ár-
ea° de el.og. hombres está marchando del reyno-de Na.
potes, guando nuestro gran Rey Napoleon está para entrar
en Italia con toog


hombres. ( ¡Ola! ¿qué tan poco tiene que ha.
eer en Francia ?) Quando todos nos aseguran que los golpes
dedos elementos y los de la perfidia serán vengados, ¿qué
italiano podrá escuchar las propuestas de los malévolos,
de los fanáticos , de los enemigos de sus semejantes, y
no concurrirá contra esos medios á la defensa de la cau-
sa pública ? (Algo le duele al Prefecto guando se queja. No
es nada, si se necesitan 1 4.o9. hombres




El tiempo
lo dirá.)


Vich 19. de febrero.=-
.Noticias de la frontera.= Avi-


san de Perpi5an que
.5. !4- . Santidad .


ha sido tras l adado de
Fontainebleau de don.le salió con un acompasamiento
de seis coches : no se sabe de positivo el punto á don-
de se le conduce , unos dicen ciee Avi ion , y los mas
á una ciudad del medio dia. Se decía en aquella ciudad
si la Emperatriz iba tambien á salir de París. Cada dia
se reciben noticias en Perpiñan de que los aliados ade-
lantan sobre manera con direccion á París. ( Redat. gen.
de Catalu5a. )


Irun I I de febrero.= Los franceses han abandona-
do la linea, se dice que ha sido por haberse sublevado


351


iS


parís contra el tirano Napoleon ; en Bayona han de-
do una cata guarmcion ; hoy empiezan los ingleses
bombearla y á echar camisas embreadas para incen-


"-diar ia ; de manera que no puede tardar en entregarse.:
Inas de tres mil familias se han salido de allí huyen-
do de la guerra : de Burdeos tambien se van escapan-
do los habitantes , de manera que estan perdidos. El
cu


artel general nuestro no tardará en salir de esta para
nJuan de Luz : las tropas que estan á retaguardia se


dice vienen para el mes que viene. Morillo está á la
derecha de Ba.y ona cinco leguas. Los ingleses van en se-
guimiento de los franceses. ( Postill. numero 5 1. )


Santiago 25 de febrero.e-eNo. se engeflaba.n los fernan-
dinos , cuando decían que los que debilitaban la manuten-
cion , disciplina , y direccion de nuestros exércitos , y go-
bierno de las provincias, eran agentes de Bonaparte, .y que
Ja rabiosa y sistemática ojeriza contra los ingleses no
podía venir sino de Francia , ni recibir sino de allí su in:.
fluxo. No podíamos creer que nuestra salud pudiese ye-
nir de personas sin costumbres y de sugetos que sin for-
tuna no les recomendaba una muy probada -virtud. Los
mas se habían prcstituido á Godoy infamemente, y al-
gunos si no habian servido con descaro á los frances, no
habian sonado en nuestra heroyca insurreccion , y todos
usaban del mismo lenguage de los jacobinos , y aun de sus
mismas frases, y de Sus propias y monstruosas contradic-
ciones : filantropia y sangre, propiedad y rapiña, liber-
tad y despotismo , rey y democracia , religion y reformas
profanas , odio , calumnias , vexaciones , y persecucion de
sus ministros. En una palabra , seguían maquinalmente
los mismos pasos de los filósofos y jansenistas , que tras-
tornaron la .Francia. ¡ O cuantos tiros contra la pasa-
da Regencia! ¡Cuanto furor contra la Carlota ! ¡ Cuan-
tas diligencias para la prorroga de las Cortes! ¡Cuantos
pretextos para no salir de Cádiz! Hablóse de millones,
indieóse la intervencion de los judios , y se traslució
el proyecto de los que se hablan reunido en Chiclana. Cre-




35'2
ció el olio contra nuestros alialos y libertalor es


e
frenesí tanto mas desenfrena lo , cuanto mas crecía„,


ennuestro favor sus gloriosas conquistas. Puede es ta sol".
señal dexar la menor duda, de que no es la l ibertad /in:
nos procuran los ingleses, la libertad que los filósofos
solicitan? 1Quién tiene el oído tan torpe, que no dis,
tingue la sintaxis , la frase , y el acento frances , con
que á los españoles todos hablan unos pocos.espa.5oles
generados 1 y prostuidos al tirano , el cual viendo pe„
ligrar su. trono, y desconcertados sus planes con una re,
sistencia que no esperaba, recurre á ganarlos por la 'Irds,,
ma libertad que le oponen, ofreciéndoles una licencia
que necesariamente debe llevarlos á la esclavitud? Este
gran -proyecto es descubierto por uno .


de aquellos me_
dios extraordinarios, con que la paternal Providencia vela
sobre la España. El Corifeo de los liberales, sábio, filón,
tropo , divino , inmortal , aquel , é quien como á Go.
doy se dedicó la suscripcion de una estampa con indi-
cacion de una estatua, es el que suena agente de la tna•
rala. No anticiparemos nuestro juicio; solo iremos co-
municando lo mas notable, que sobre este importante
asunto se vaya escribiendo. (Estítr número go. )


:C O RT ES.


'Desde el día tres al siete de marzo se han discu-
tido varios puntos -que con distincion expresa el Poen-
dor general á quien nos referimos.


MADRID.
IMPRENTA DE VILLALPANDO*


Se hallará en las Librer fas de Barco carrera de san GerónimN
en la de Matute calle de las Carretas : deVilla Plazuela 11$
Santo Domingo: y de Minutria calle de Toledo.


(6 vados. ) 1V 41. 353


EL FISCAL IATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


Del lunes. 1 4 de marzo de 1814.


V 4RzEDADE S.


J,. o hay objeto mas atendible para una Nacion que
la seguridad de su independencia, y por lo mismo todo
ateutado contra ella , aun en el caso de solo indicacion
es el de mayor gravedad que puede presentarse. Por
desgracia la diversidad de pareceres en estos casos , sue-
le causar incalculables perjuicios , porque retrasando ó
eludiendo la averiguacion de los hechos proporciona su.
impunidad y la pública desconfianza que es su segui-
da necesaria.


La ruidosa causa de Audinot , que tan justamente
ha llamado la atencion de toda la Nacion , es uno de
los exempla,res que por experiencia nos hace conocer
quaalto dalia la contrariedad de opiniones, sostenidas con
el teson de una personalidad sin que produzca mas fru-
to que la confusion é incertidumbre, balanceando el
concepto del pueblo, y arraigando en él una absoluta
desconfianza en ("llanto se presente á su vista. Esta ca.u-
sa no es ya otra cosa que una especie de lucha entre
los escritores, negando unos lo que los otros afirman, y por
último valiéndose de este pretexto para criticarse recí-
procamente , de que resulta invertir sin utilidad el tiempo
que debla emplearse en suministrar al pueblo las Rocín-
nes que le fuesen mas convenientes.




354
Es hasta lo sumo indecoroso y ageno de la cirenns_


peccion , prudencia y patriotismo del caracter Español
que guando se ha suscitado la indicaci .on de un acelitel
cimiento , sobre el qual todos con igual - interes debe_
mos de,ear que se indague guamo pueda contribuir á
la clasilicacion del hecho , y sus incidencias , para que case
tigados los reos desaparezca el riesgo de la Nacion; vea.
mos por el contrario con la 7 mayor sorpresa que lelos
de animarnos á todos un mismo' celo , haya quien se
esmere , y dedique en desvanecer en papeles públicos
descubrimiento de este atentado , injuriando al Procura.
dor general „ y aun queriéndole atribuir un delito en el
hecho de haberlo publicado.


Entre los muchos escritos que pudieran citarse ,"ilas
concretaremos al capítulo de la gazeta provincial de Va_
lencia inserto en el número 5 7 del Redactor general de
Cataluña , que tratando de este punto dice : " los enemi-
gos de la libertal nacional, -y los interesados en nues-
tra desorganizacion , y en la anarquía, han publicado
por medio del editor del Procurador general de la Nacion
y del rey, un apendice de la manifestweion voluntaria,
que se dice haber hecho un tal don Luis Audinot, ge-
neral frances, preso en Baza, en cuyo impreso incen-
diario (r) se procura complicar á -patriotas muy respe-
tables por las repetidas pruebas de su decision , y la an-i
toridad de sus principios (2).. Opinamos en esta. ..parté
que el citar en él -al señor diputado de das Cortes gene-'
cales y extraordinarias don Águstirs Al-Odies , es una em-
boscada torpemente dirigida por una faccion Napoleo-
nica , y no cesaremos de insistir en que aun en el caso
de ser auténtica esta manifestación', se .


entiende dada y
presentada por el sujeto que' se • dice ar-seflor coman-
dante general de Granada , no hay tal don Luis Audi-


. (r) Parece que le- escuece al editor de la gazeta
le había chamuscado la declaracion• : de Audinot ?


(2) 2'a nos manifestó personalidad el -señor editor,


355


ot ni tal general frances , y que este es sin duda uno
'id;; los muchos agitadores enviados por el Corso, que trae.
rian escrita Su declaracion desde París para el caso de
se r presos, confiado:, sin duda en que mientras se eva-
cuan las citas , se firmaria la paz , y serian reclamados
por su Gobierno.


Advertimos , que habiéndose presentado al señor
comandante general de Granada en 24 de enero , se pú-
blica en ro de febrero por apendice al Procurador ge-
neral ; siendo así que un asunto de " tanta gravedad de-
bia ser un sereto del Gobierno para descubrir los


; pero tal vez se habrá publicado para calumniar
doblemente á, patriotas respetables, engallando la credu-
lidad de los poco cautos ó poco instruidos, y alegar
que por haberse publicado esto, ocultaron ó extraviaron
á propósito sus papeles. El señor don Agustin Argüelles
ha acudido á la Regencia del reyno , y la atrocidad -de
esta calumnia comparecerá sin duda por un manifiesto
del Gobierno mismo (1). Estas son las nobles armas de
Napoleon y sus agentes para hundirnos en la division
-y la anarquia."


¿Puede verse semejante modo de delirar? ¿Por don-
de como cabe la suposicion de que el Procurador ge-
neral haya publicado su apendice á instancia de los ene-
migos de la Nacion , guando es terminante al descrubri-
miento de un atentado tan atroz contra la Nacion mis-
4na, ?. Que en el manifiesto esten complicados suj,tos de
crinocida providad ; qué influye contra el Procurador ? es
él autor del manifiesto ?


Ademas de esto si la declaracion del reo resulta fal-
sa en las diligencias que se practiquen no quedará sa-


(r) Qué mas manifiesto que el resultado de la cama?
Seguda esta conforme á derecho resultaran los culpado y
los inocentes
y con el castigo de aquella y la satisfac-


cion de estos quedará clasificada la opinion pública de
unor y otros.




3 56
tisfecha con su castigo la opinion de los qúe ha cota,
plicado!


Todo lo que sea intentar prematuras indemnizaeio,
/1
es se hace sospechoso por mas apoyo que se les ded


sutilezas y cabilocidades agenas de la buena fé con que
todo hombre sensato debe conducirse.




g


Para persuadir la duda ó imposibilidad de esté
inculcado alguno ó algunos sugetos , se acrimina y pre,
tende inculcar al Procurador. Buen modo es este de dls.,
currir ! por cierto que parece que no hemos visto cau.
sas criminales y casos en que por la malicia de un reo
se han hallado injustamente complicados hombres que
ninguna parte tenían en sus delitos ; pero por esto no
se dejaba de evacuar la cita del reo y estar los citados
á las resultas de la causa que sustanciada y vista pro-
ducia la sentencia segun su resultado , castigando á los
culpados y dando por libres á los que probaron su
inocencia.


Ningun hombre el mas justificado puede mirarse
exento de ser inculcado en una causa criminal por la cita
de un reo que intente causarle la vejacion de ser mira-
do corno cómplice en sus delitos : de consiguiente sea
quien fuese el sugeto citado por un reo su publica opi-
nion, no le exime de la precision de indemnizarse, ni
puede influir para sobreseer en la causa.


El editor de la gazeta provincial de Valencia para
acriminar al Procurador y hacerle causante de las re-
sultas ( que no serán extrafial en la tal causa) de ocul-
tacion de papeles, dice que el 2 4


de enero se presen-
tó al sector comandante de Granada, y que en ro de
febrero publicó el apendice el Procurador, pero no es
esta la comparacion que hay que hacer. Busquemos la
que es mas propia : desde el mes de diciembre que es-
taba preso el tal Audinot , y hasta el io de febrero hubo
tiempo muy sobrado para evaquar las citas y recojer
los papeles. De aquí se deduce que es sofistico y sedi-
cioso el argumento que se hace en esta parte contra el


3 57
procurado r y una preventiva maliciosa para culparle del
,Itravio de papeles que ya debian y podian estar ye-
‘cOo.idos guando él publicó el apendice.


Querer fijar la opinion pública por un medio tan cri-
min al , tan subersivo , y tan ilegal , no es mas que tratar
de obcecar á la Nacion , y ofuscar el entendimiento de
los incautos con sofismas y razones- infundadas.


El señor • Argiielles ni ningún otro citado en la cau-
sa no pueden mirar con indiferencia que en los papeles
público s se les injurie con una indemnizacion intempes-
tiba y prematura, que por sí sola arguye malicia: este
seño r así como la condesa viuda de Tilly , en uso del
hono r que les caracteriza han solicitado que se averi-
güe con la mayor escrupulosidad la cita del reo, para
vindicar su opinion , y luego que se verifique y resulte
calificada -su innocencia ( como es creible ) quedarán con
el honor que les compete en la vindicta pública , y Audi-
not ó el 'que sea autor de la manifestacion deberá res-
ponder de la calumnia que les ha infundido , y no el
Procurador, que no parece tiene parte activa en este punto,
por mas que quiera inculcársele , pues no siendo autor
de la manifestacion , seria ridículo hacerle responsable
de ella.


Si el Fiscal , tuviese á la vista la causa formada, ha-
blaria con propiedad ; pero no obstante sin mas datos
que el dicer e no puede menos de impugnar lo que le
parezca inconforme y adherirse á lo que encuentre ar-
reglado.


Pleyto es este entre el Procurador , y otros perla -
'J'e distas , sobre la legitimidad ó ilegitimidad del manifies-


to• Ninguno hasta ahora ha hecho su probanza, y por
lo mismo no está este negocio en estado de recaer un
terminante dictamen Fiscal ; pero como tampoco pue-
de mirarse con indiferencia quanto se ha hablado en
pro y en contra , con el fin sin duda de hacer vacilan-
te la opinion que debe • hacerse fixa , se halla el
en la precision de producir su dictamen .de oficio 9 si.




351
no fun.dalo en el resultado de la causa , al menos re_
lativo á las públicas exposiciones sobre la misma.


En efecto el Procurador general despues de publi
cada en su apendice la manifestacion, ha insistido
en este punto ; pero no hay una razoa para supc_
ner que sea dirigido al siniestro fin dé infamar á nadie
y sí al laudable objeto de llamar la antencion del G-0',
tierno para la investigacion de los hechos, y descubrir-ajen,
ti:1 de los cómplices. En esto á nadie. resulta perjucio,
-porque aun los mismos , que son expresamente citados,
desearán que la causa se active, para que vista su moren_
cia , quede acrisolada su opinion , y enteramente desva...,
mecida la sospecha que pudiera producir la cita. Los
que se han propuesto desfigurar este acaecimiento , y
desmentir en todo la manirestacion , podrán estar para
ello impulsados de un buen celo ; pero al menos es mal
dirigido, porque terminando á figurar el aconte,:írniento
corno una in.vencion despreciable, parece que pretenden
persuadir que no hay méritos para seguir la causa con
el ardor y celeridad que el Procurador excita , y de con--
siguiente no solo se separan en esta parte del zelo con
que todo miembro de la sociedad debe mirar quanto
ceda en favor de ella, sino que acriminando el del Pro-
curador general , le dan una inteligencia ofensiva á su
decoro , con la qual se hacen á sí mismos muy poco
favor por el decidido empeño que manifiestan en este


- punto.
Es pues sensible que los escritores públicos se mó,


lesten tratando un asunto de que na.la podemos hablar
con .


conocimiento hasta la conclusion de la causa. Lo
que conviene es , que ésta se active y substancie con la
brevedad posible , y el castigo del delito sirva de satis-
faccion á la vindicta pública , y de escarmiento para
que no se intenten en lo sucesivo tan horrorosas , y pa-
nibles tramas como la que en él parece se inicia , ha-
ciendo este asunto de la mayor atencion y cuidado.


Tal es. la.. apinion del Fiscal , que reliriendose por


359
ahora á su número anterior, reserva ampliarse sobre es-
te punto ( segun tiene prometido ) si lo considerase con-
;1/oliente.


Diarios americanos. -Washington 7 de enero. = El pre,
sidente de los Estados-Unidos de America ha dirigido á
las dos Caiñaras del Congreso el mensage siguiente y docu-
oentos que le acompañan.
. "Incluyo, para que el Congreso se informe, copia
de una carta del secretario de Estado de Negocios extran-
pros de Inglaterra al de los Estados-Unidos.


”Sin despreciar la proposícion de la Gran Bretaña para
entablar negociaciones de paz , debe el Congreso no perder
de vista , que los preparativos de guerra no pueden opo-
nerse al resultado favorable de la negociacion; mientras
que el descuido en estos preparativos podria acarrearnos las
mas funestas consecuencias , si nuestros votos relativos á
la paz saliesen por desgracia fallidos, James Madison 6 de
enero de 1814."


Carta de lord Castlereagli al secratario de Estado.
Señor : tengo el honor de dirigieos , para que presenteis


al presidente de los Estados-Unidos la adjunta copia de la
nota que el embaxador de S. M. B. en la corte de St. Peters-
burg , ha tenido órden de presentar al Gobierno de Rusia,
luego que . S. ;.A.,11. el Príncipe Regente supo que el Gobier-
no americana ,habia nombrado plenipotenciarios para ne-
gociar la paz con la Gran Bretaña baxo la mediacion de
S. M. 1.. -


Habiéndome informado su señoría por el último correo
llegado del cetartel general imperial , que los comisiarios
americanos existentes en St. Petersburgo hablan declarado
la ausencia de todo obstáculo para que la negociacion se si-
guiese en Londres, y desearian 5 como el Gobierno britá-
nico , que este negocio no se mezclase con los del *continen-
te de Europa ; pero que los poderes estuviesen limitados á
negociar baxo la mediacion de la Rusia. En estas circuns-


Noticias extrangeras.




36o
tancias, y para no prolongar sin necidad las calatniciaae
de la guerra , el Priacipe Regente me ha mandalo
gir por un parlamento al puerto americano mas próximo
al Gobierno la noticia oficial arriba mencionada. paras que
el presidente, si está dispuesto á entrar ea negociaciones
para restablecer la paz entre los dos estados , pueda ea
su consecuencia dar las órdenes correspondientes. Os ase_
guro que el Gobierno británico está dispuesto á entrar ea
discusion con el americano pira ajustar amigablemente las
diferencias que subsisten entre ambos estados , con el sin,
cero deseo de terminarlas bato los principios mas reeí...
procos , que sean compatibles con las m:iximas estableci.
das de lá ley pública , y con los derechos marítimos del
imperio británico.


El almirante que manda la estacion inglesa recibirá
las instrucciones competentes para prestar toda la pro.
teceioa necesaria á las personas que el Gobierno de los
Estados-Unidos enviare á Europa con ocasion de esta
abertura , ó facilitar la transmision de las órdenes que el
Gobierno americano tenga que dar al objeto á sus comi.
barios en Petersburgo. (alitto correo número 5 5.)


CORTE S.


Desde el dia 8 al 13 del corriente se han contra-
vertido varios asuntos, que con distincion expresa el
Procurador general , á quien nos referimos.


MADRID.
EMPRENTA DE VILLALPANDO.


Se hallará en las Librerías de Barco carrera de san Gerónirao,
en la de Matute calle de las Carretas: de Villa Plazuela de
Santo Domingo: y de Militara calle de Toledo.


(6 partos.)


N.° 46. 36r


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


Del viernes i 8 de marzo de r 8 1+


ARTICULO COMUNICADO.


efior Editor del Fiscal : estoy tan loco y tan confuso
coa la plausible noticia de la venida de nuestro aman-
lisimo y : suspirado Fernundo, que no sé lo que me suce-
de... Vaya, si me parece que ya le veo entrar en su Corte
rodeado del deseoso" y amante pueblo , cuyas lágrimas de
regocijo le dan un testimonio de su inmutable lealtad;
ya veo. . . . ¿pero á donde vas afecto filio? juzgas aca-
so que estás ya en la dichosa posesion del objeto ama-
do? ah! reflexiona , reflexiona con detencion sobre la
posibilidad de conseguir lo que una lisorsera idea te
ofrece de contado. No una ligera credu:idad te preci-
pite, haciéndote despues desmayar con sos vanos efec-
tos, y causando la decadencia de tu bien funda e-pe-
unza. Medita , conviva y detente á filosofar para no sen-
tir el dolor de tu ligereza , con las resultas de tu equi-
vocacion.


En estas cabilaciones:, señor Fiscal , paso los dias y
las noches sin poder descansar un momento ; porque de
una parte la publicación de la noticia me lisongea de
su posibilidad, y de otra la incertidumbre en T.e está
concebido el parte de donde dimana , me hace dudosa


-su realidad. Entre estos dos fuertes combates, y el de
tlli ardiente deseo de ver restituido á su trono al ido-


: latrado rey , en quien consiste la felicidad de la .pátría,,


lt




3 6 1 .(
ya me hubiera decidido á creer su pronta llegada, pero
meditando sobre las circunstancias del continente, la situa_
clon de -Francia y todo lo demas que debe tener
presente todo sen,ato antes de decidirse á-' creer 6 no
creer esta feliz noticia , me veo muy valanceado y ha.
11 0


muchos obvices para la creencia.
• Confuso en unís


ideas y perplejo en las razones que se me ofrecen en
pro y en_ contra , he resuelto consultar á vmd. suplí_
candole se sirva dar á mis dudas - la solucion que de_
seo para mi tranquilidad , en cuyo supuesto paso á
proponerselas.


Que Napoleon enviase al rey de España á posesio-
narse en su trono , por un efecto de sus intrigas, no es
est.railo; pero que invadida la .


Francia , y ocupada en
-mucha parte por las tropas de .sus enemigos, se pueda
-hacer esto sin anuencia de las Potencias coligadas, es
algo
• Que el estado de decadencia en que se halla el Cor-
7so exija de su parte cuantos ardides sean imaginables
-para sostenerse engañando -á las Potencias . que le, tie-
-nen deci .arada la guerra „ es muy propio ; pero que los
aliados ( especialmente la Gran Bretaña se dejen sedu-
cir de su maliciosa política , es imposible, y de comí-


-riente lo es Cambien que él consiga. detener los efectos
de la guerra, don- el- pretexto de colocar a Fernando ea


-su. trono.
-• For otra -parte , las tropas aliadas no se dice hayan
-entrado en donde estaba el rey don Fernando , y por
lo mismo tampoco se puede presumir que le hayan res-
orado .de su . prision-: Zrpues bajo-qué 'aspecto , por qué


t:átedio , ó de- que.Anodo :puede ser. cierta la-Are-mida de
S. -M. á su reyno? O yo _no . lb T entiendo O esto no es
facil.


Ademas-, en la inteligencia de que -el rey don Fernando,
•no ha sido rescatado por las- tropas ;qué pru e


---bá si pase por ToloSa para
• ser-cierta su di-reccion iá


--Perpiñan 1 , y de allí á España? Y _dos términos en que


363
está concebido el aviso z qué seguridad suministran para
estar por la afirmativa ? No sera mas propio «juzgar que
el pérfido tirano, reicloso de que las tropas aliadas se
internen más en Francia , le haya mandado remover (así
co mo al Santo Padre) á 'un punto donde -esté alas dis-
tante de ser_ -rescatado?


Si hemos de estar á la afirmativa que contiene
noticia no hallando en ella mas apoyo que se dice, va-
na será nuestra confianza Yo que estoy escarmentado
-desde que el memorable dia de Santa- Ana del año de
. 1 Soo. guando con tan seguras • apariencias se nos figu-
ró positiva la venida de nuestras tropas á esta Corte,
¡ tanto que no hubo casi quien dudara de la certeza, nos
hallamos coa el chasco mas solemne, - de cuy .5 resultas de-
cayó hasta lo sumo el ánimo de algunos, llegando ajuigar
remota' la época deseada de la toma de esta capital , me
detengo mucho en creer noticias, porque. no .quiero que.
me suceda como entonces que pagué con muchos dias
de amargura . y pesar el breve momento que tuve de
alegria y regocijo.


Estas son señor Fiscal las causas principales que pro-
ducen en mí la duda , pero- contra ellas `fallo en fa-
vor de la afirmativa que guando . el Gobierno ha ;publi-
cado la noticia , y dictad-o las • disposiciones convenien-
tes, sin duda le da algun asenso , y en esto mismo se au-
-toriza de -cierta, aunque no proceda de oficio. Esta
reflexion podrá ser tambien un efecto -del- :deseo-.que
-tengo de la certeza , pero cabe en la posibilidad, y per
lo mismo no es despreciable. Por fin yo entre tantos y
tan diversos argumentos, como me ocurren no me atre-
vo á resolver si será , ó no será cierta la pronta ve-
nida de nuesro monarca : y como no dudo que habrá otros
muchos que estera en el mismo caso que yo be re uel-
to molestar á vmd. esperando nos dé su dt,..ta.inen, so-
bre este particular. para fixar nuestra idea vacilante , lo
'que le agradecerá su afectisirrio servidor Q. S. !Vi. 13.=


Madrileño.




364


DICTAMEN.


' Para satisfacer las dudas que propone el senior Ma,
drilefio en razon de la noticia que se ha pub licado de
la venida de nuestro owantisimo monarca es- necesario_arlo


• tener presente el primario origen de donde dimana
, ylos terminos en que esta concebida , con cuyo cona


cimiento se le podrá dar el asenso que merece.
El acendrado amor de los Españoles ( y en espe,


cial de los Matritenses ) á su digni,irra9 monarca , es eaii„
sa sin duda de que alagados de su pasion , se inclinen
con faeilidad á la crencia de su pronta venida , pero las
reUxiones del Madrile5o que quedan insertas, son su,
ficientemente fundadas , y de ellas no puede el Fiscal
prescindir en su dictamen,


Las razones qae alega por la afirmativa reducidas á
que habiendose publicado por el Gobierno, se dá á la
noticia un aire de posibilidad , necesitan tambien
minarse con la debida detencion


El Gobierno bien persuadido del amor que toda la
-Nacion profesa al monarca , ha creido conveniente su-
ministrar esta grata noticia , tal como ella es, y de
,consiguiente queda al discurso del pueblo entregarse


- no á su absoluta creencia.
Las medidas tomadas por el Gobierno : las dispo-


siciones dictadas para el caso de la venida , y todo lo
demas acordado sobre este punto , es solo una juiciosa
preventiba , pero no -una califieacion de la certeza.


No es esto dudar ni por inLidencia de la venida del
rey , pues que debemos confiar en Dios que


. se verificará
infaliblemente : es si discurrir que por el Orden regular
no parece pueda realizarse con la brevedad que indica
la noticia, cuya certeza ( referente solo á se .dice) es
:poco fixa para fundar en ella seguras esperanzas.


La venida, pues, de nuestra amantisimo rey solo p ue
-de depender del resultado de la guerra , y hasta tau"


56




que ésta no acabe de decidir la presente. qiiestion
(que la mutacion de dinastia en el trono de fran-
e'la) no es verosimil el regreso del monarca de España.


Finalmente es este un problema, cuya reduccion acaso
tiene encargada la Providencia al incomparable Welling-
ton. Entre tanto el tiempo que se - invierte en estas refle-
xiones, le deberemos ocupar en rogar á Dios que quan-
ro


antes nos restituya esta amable prenda no dudando


jamas de su Divina misericordia el logro de nuestras an-
sias, siempre que se dirijan con pura intencion á la
honra de su santa fé y verdadera prosperidad de la pa-
tria, Si en tan sólidos principios estrivan nuestras espe-
ranzas , podremos lisonjearnos de lograr su cumplimien-
to, y nos libertaremos de la confusion que en nuestra
mente puedan producir las diversas ideas representadas
_por las varias ocurrencias tan propias del turbulento tiem-
po en que por desgracia existimos. Avívese nuestra fé
y desechando los falibles medíos que caben en lo huma-
no , confiemos solo en la Divina Omnipotencia tenien-
do presente que ésta, habiendo entre tantos riesgos guarda-
do la vida de Fernando, le reserva sin duda para que
en su trono haga efectiva la prosperidad de la católica
Nacion Española.


V ARIEDADES.


En un comunicado inserto en el Redactor número 104,
donde su autor refiere la conducta del señor Tenreyro en
la sesíon del y hace varias preguntas, las cuales manifiestan
á vista de o'. os el espíritu revolucionario , y sedicioso de
los Redactores y sus concolegas. Pregunta pues.


Un diputado en cortes está autorizado para amena-
zar é insultar al soberano pueblo desde su asiento? Es de ad-
vertir que esta pregunta se hace con motivo de haber di-
cho el señor Tenreyro, que los alborotadores de las galerías
eran unas facciosos pagados 9 segun se cuenta en el mismo




.36-6
numero del Redactar. Vainas pues á cuentas señore s


e
• municador y Redactor : en la dicha pregunta se da por eje
to el insulto hecho por el señor Tenreyro al pueblo sobe.
'rano, y solo se trata de si estaba no autorizado para tul:
Luego los sugetos que fueron insultados por el señor Ten:
rey ro , son el pueblo soberano. ¿Qué hay que decir de esta


-consecuencia< Vaya otra : luego el pueblo soberano español
está reducido al corto numero de expectadores asistentes ea
las galerías de Cortes, y de estos no todos sino preei,a*
mente aquellos , que debiendo callar , levantaron la
voz por confesion vuestra contra el diputado Tenreyro
¿Qué decís á ésto , miserables papelucheras ? ¿ Dccis que
sí ? Enhorabuena: sabemos• que. e.n España no hay mas
soberanía , que la que reside en los aventureros ve_
nidos de Cádiz , y unos poros mas que estos han atrai•
del en Madrid á su partido ¿Decís qué .


no ? ¿ Pues con
qué cara osais decir que el señor Tenreyro insultó al pue-
blo soberano, no habiendo hablado sino contra un corto
número de vagabundos y malsines compañeros vuestros,
que adiestrados y pagados por vosotros quieren dar la
ley y el tono desde las galerías ? Pobres demonios i que
el ser sansculotes é ignorantes no quita que seais peore.s que
el mismo demonio ) ¿como 'os ciega tanto vuestra ra
biosa pasion ? ¿ No veis , mentecatos , que si bien os coa-
graciais con esos tunantes , viles executores de vuestros
pérfidos planes , os indisponeis con millones y miliones
de españoles á quienes privais de la parte que les cabe
'de la soberanía nacional ? Aquí no hay por donde eva-
dirse. Una sóla cosa podeis reponer, y es que no ha-
beis querido decir que el señor Tenreyro insultó á toda
la soberanía del pueblo, sino á una minhna partecita de'
ella. Pero en este caso no sabeis lo que os pescais. ¡.Que


•impropiedad llamar pueblo soberano á secas á una frac-
- cion tan mínima y despreciable! Mas si esta no es un'-
propiedad , tampoco lo será llamar soberano al señor Tea-
reyro, y le llamaremos así con tanta mas razon, cuanto este
-señor , ademas de la parte que le toca como español


,3:67
‘alada no , representa la de la intay respetable- provincia


, cuando esos 'vuestros soberanos solo repre-de
senta n la de unos picaros, sediciosos , y alborotadores,
porque sólo se representan á si mismos. Baste ya de res-
puesta á la primera preguntas . pasemos á la


Segunda. Si no lo está ( autorizado ) ¿cual deberá ser
¡a conducta del Pueblo en caso semejante si las Cortes mis-
Inas no lo toman en crnsideracion? La respuesta á esta
pregunta es obvia. Que . ese pueblo soberano dexe las ga-
lerías y tome asiento en el salon de Cortes ;Tomo previe-
ne la Constitucion , mande ahorcar Al diputado que lo
insultó, y forme causa á las Cortes porque no tornaron en
consideracion aquel insulto. He aquí un medio fácil y muy
constitucional. Evacuada esta diligencia continuara el di-
cho pueblo soberano. sus sesiones ; pero coa la precau-
don de no permitir que nadie asista á las galerías, por-
que podria suceder que algun otro pueblo soberano mas
numeroso hiciese con el soberanillo del salon lo que éste con
los diputados. Si este medio no acomoda, hay otro ; y
es el de cortar la cabeza . á todos los diputados , cuyas opi-
niones no sean a.nálogas.á las del Redactor , y de su pue-
blo soberano. Despues se dirige una circular á las provin-


.clas para que elijan otros, en la inteligencia que los nue-
vamente electos , y otros. y todos sufrirán la suerte de
los primeros , siempre que sus ideas no se conformen
con las del pueblo soberano residente en los palcos de
los Carlos del Peral. ¿No es esta señor Redactor la respues-
la que vmd. deseaba se diese á su segunda pregunta? ¿Y
no es [a misma que vmd. daría si hablase con franqueza?
Sí por cierto. Pues de otro modo seria muy impertinente,
puesto que sabe vmd. que á excepcion de los pocos sedi-
ciosos que piensan como vmd. , todos los demas. respon-
derán : Que „siendo la soberanía propiedad no de este pueblo,
ni del otro, sino de toda la nacían , y estando esta represen-


, Lada por los diputados de Cortes , nadie puede proceder con-
-tra estos sin ser reo de lesa nacion,


Tercera pregunta.. ¿Que esperanzas podemos prometer-




369
#/01 de todos aquellos se gares sentados en el Congreso á fuer.


"za de bien publicadas infracciones de Constituc4on?---- vnict.
señor mio , supone esas infra.Jciones, pero el sobera4


°Congreso pensó de otro modo. i Quién es el que debe de.
eidir ? De todos modos la pregunta es muy necia. No l


oseria tanto , si se preguntase l qué esperanzas deb iatnos te
ner no de los admitidos, sino de los que los admitieron?


Cuarta pregunta. ¿T cuales podrán prometer los seloret
diputados que votaron en contra del magestuoso decreto de 2
del corriente ? Quinta...1 Estos son ó ro los verd.ideros Ca,
tilinas? Díganos el preguntador qué razones alegaron en
contra , y despues le responderemos á la cuarta pregun,
ta intuir). decimos á la quinta que el Redactor general,
e1 Universal , la Abeja, el Conciso , el Ciudadano por
la Constitucion , los tunantes de Cádiz traídos á Madrid,


:y todos los cómplices de Audinot son los verdaderos Cati-
finas , revoltosos , incendiarios , enemigos de la Religion




V de la Patria , que corno tales deben ser rigurosamente
castigados para escarmiento de los casquilucios , é incau-
tos que se dexan conducir sin saber á donde por estos
malvados. La prueba de esto son sus mismos papeles ; y
sin ir mas lexos, las preguntas que hemos copiado dan
el testimonio mas claro y convincente de esta verdad. (Estaf.
número 9 1.


CORTES.


Desde el día r4 al 17 de este mes se han discutido
varios puntos que literalmente expresa el Procurador ge-
neral, á quien nos referimos.


MADRID.
IMPRENTA DE VILLALPANDO.


Se hallará en las Librerías de Barco carrera de san Gerónímo,
en la de Matute calle de las Carretas: de Villa Plazuela de
Santo Domingo: y de Miantria calle de Toledo.


'6 varios. ) N
.° 47.
169


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


Del lunes 2 I de marzo de 1814.


ARTÍCULO COMUNICADO.


tudior Fiscal Patriótico de España, muy señor mio : guan-
do con la translacion del Congreso Nacional creiamos
se acabasen las extrañas ocurrencias que desde Cádiz nos
tenían tan incomodados , hemos v"jsto que en Madrid
se han repetido en algunos dias y e-h especial en el 1 2
del corriente , con escándalo y admiracion de todo el
pueblo , y con desprecio y profanacion de la soberanía
de la Nacion representada por el Congreso. Vamos cla-
ros: este misterio ya 'está descubierto : ya vemos el em-
pello que hay en la causa de Audinot, y en esto mismo
no podemos dejar de conocer quanto conviene que se
siga el descubrimiento hasta ponerse tan claro que lo
entiendan todos.


Yo no solo presencié el desacato que se hizo al Con-
greso , sino tambien ví otras muchas cosas que me lle-
naron de indignacion. Quisiera poderwe explicar cono
corresponde para referir á vaid_ el lance , porque es mas
pesado de lo que parece, y tiene mucho que entender.
Olí se vió claramente que e.1 Congreso está sujeto á las
tribunas , á lo que llaman pueblo , y no es en realidad
el pueblo, sino los que van á chillar mas que á oir : vi-
mos que no sirve de nada la guardia , porque la atrope-
llan l a hacen burla ; y que el 1'1es/dente no hace lúa=




1370
gun papel , porque aunque levante la sesion le
que la vuelva á abrir ; y que no hay igualdad en e l 'el
blo , como se quiere decir, porque entran allí losilues
eiosos con parcialidad conocida ; y en fin yo n oté le'
cosas tan irregulares y que me incomodaron tanto
hize voto de no volver , y dije: si en -esto cons' queiste la


371
y si no hay nada sepámoslo , pero sin tantos mis-lít, 5


rios, Ya veo yo que se hace en esto burla del pue--
e 'tbl por quatro malvados que van á chillar á las Cortes;
Peo si piensan quitar la opinion á los Madrileños ena
tienden




muy mal , porque ya sabe todo el mundo quien
clsill a , y es insufrible que nos echen la culpa de lo
que otros hacen. Mire vmd. si la cose estaba compues-
ta, que despues de salir de la sesion piesencié yo mis-
mo que iban en reunion los alborotadores conmovien-
do, y á qualquiera que preguntaba se detenían y. le des
cían con mucha ponderacion, esto es que se ataca la so-
beranía del pueblo : que . . .. y en fin mil patrañas para-
hacer lo tinto blanco y lo blanco tinto. Yo que lo ha-
bla visto todo no pude menos de decir sí, se ataca la
soberanía y la seguridad del pueblo, se ataca el ho-
por de los vecinos de Madrid; sí, se ataca quanto hay
que atacar ,. porque se forma . empefio en no descubrir
lo que está encubierto, porque se intenta desfigurar lo
que tanto importa al bien de la Nacion, y porque una
porcion de tunantes , vagos, insolentes acuden á las ga-
lerías á quitar la buena fama al pueblo de Madrid. Esto
no se puede ya aguantar, es demasiado , porque se pue-
de decir que no hay Congreso si se consiente que esté
sujeto á las galerías. Este es el mal que había en Cádiz,
y este es el motivo de que no adelantemos nada ; y si
sigue esto en Madrid será siempre lo mismo. Es una
lastima que se consienta tal desórden.


Esta carta la habia escrito para el Procurador, pero
me han aconse;ado que se la remita á vmd. porque
le toca mejor fiscalizar sobre el extraño suceso del día
12. Mire -mei- como lo hace , porque estamos algunos á
la vista, y si no cumple con su obligacion sabremos to-
marle cuentas porque el pueblo quiere que le hablen
claro el pan pan y el vino vino.


Encargo á vmd. inserte esta .en su periódico mas pro-
con su dictamen claro y distinto , quedando para ser-


virle su afecto. El Patriota.7.-_Madrid 13 de marzo de 1814,


felicidad de la Nacion se lo llevó todo el demonio, por..
qué como dijo el otro de casa es quien la casa quema:
nosotros mismos nos estamos perdiendo y esto es lo
que quiere Napoleon para reírse de que si no nos ha con,
quistado, á lo menos nos ha infernado, y basta para que
se alegre,


Mil cosas pasaron ; hubo un alboroto extraordinario,
y al fin luego que se sosegó un poco la bolina , levan-
tada ya la sesion por el señor Presidente, le hicieron+
que volviera á abrirla (aunque se habian marchado una
porcion considerable de diputados) y se acordó por los
pocos que quedaron, reservar algunas cosas de la cau-
sa. Ola ! dije yo , con que hay asuntos reservados ? ;pues'
que los diputados de la comision no son de confianza?
No es soberana la Nacion ? por qué se ha de reservar
nada ? y este acuerdo de la menor parte del Congreso
puede variar lo resuelto por el Congreso un momento
antes, estando todos los diputados ? Es esto formalidad?
Y el señor Presidente pudo volver á abrir la sesioñ des-
Pues de levantada, sin mas motivo que el alboroto? No
señor, á tni no me pareció esto bien, porque habiéndose reti-
rado la mayor parte de los vocales , pudo el señor Pre-
sidente, solo con este motivo negarse á la peticion.


A la Nacion no se debe reservar nada. El pueblo si
es el soberano, debe saberlo todo. Esta reserva no da buena
espina , sea quien fuese el reo y sus paniaguados que
los ahorquen , y quedará la Nacion satisfecha : lo de-
mas cs andar en melindres • todos los que no quieren
que se descubra dan que recelar : muera el que tenga cul-
pa , y sepamos todos en quien está el delito , sin an-
dar en respetos ni en delicadezas: el que la hizo que la p a-




372
Dictamen Fiscal.


El Fiscal, en. vista del fogoso artículo anterior, y
J


i
Conpresencia de lo ocurrido en la sesion de Cortes dei


1'12, de este mes, dice: que nterin no se dicten las 1;
eficaces providencias, conforme propuso en su numero
41 , á que se rLfiere , no solo no podran evitarses
atentados contra la autoridad del Congreso , sin o °-


queacaso se repetiran con mas frecuencia y ma yor esfuer_
• 2o, siendo seguidos de las mas fatales resultas.


La ocurrencia del dia i 2 de este mes , presenta el
quadro mas horroroso que puede ofrecerse á nuestra
vista : presagia los mas transcendentales daños ; y acredi-
ta el deplorable estado de desunion é infraternidad , prin_
cipio infalible de la ruina de una Nacion. Sensible le
es al Fiscal, hablar sobre este punto ; pero á fin de com.
placer al servir Patriota , pasa á manifestar su dictamen.


Muchas deduciones ofrece el acontecimiento de que
se trata ; mas limitándonos solo á las que indica el ar-
tículo inserto , entraremos en su examen para arreglar á
ellas el dictamen que se solicita.


Es la primera la profanacion del sólo de la sobe-
ranía de la Nacion : segunda, el interes en que no se
descubra en todas sus partes la causa de Audinot : ter-
cera, el descrédito que se infiere al pueblo de Madrid
con los alborotos en las galerías de que acaso le haran
causante en las denlas provincias del rey no y naciones
extrangeras ; y gitana., la ilegitimidad ó validacion de
lo acordado en la sesion despues de haberse ido una
parte considerable de los individuos del Congreso.


En quanto á la primera no hay la mas minima
da que se ha faltado al respeto de la soberanía nacio-
nal, y que s on reos lese Maj,statis quantos directa ó in-
directamente hayan contribuido, bajo qualquier pretesto
que sea , a tal atentado.


Por lo que hace á la segunda está bien indicado al-
gun empeño en la tal causa, bien que, acaso, Puede


ser excitado de un indiscreto celo , mas que de una cul-373


r„pable idea ; pero de todos modos es necesario satisfa-
cer plenamente á toda la Nacion que está interesada
en este asunto , y no llamar su atencion á maliciosas con-
geturas. Quanto mas se aclare este expediente menos se
compromete el concepto de quantos entiendan en su subs-
tanclacion y mejor se adquieren la confianza y gratitud
del pueblo expectador de sus operaciones.


Respecto de la tercera , no hay duda que al pueblo
¿e Madrid tan acreditado por su moderada y valerosa
conducta , de que tiene dadas varias pruebas , y con sin-
gularidad en el memorable dia 2 de mayo de 18o8; le es
poco decoroso que se insulte en su seno á la soberanía
nacional , faltando al respeto que se merece : por lo
mismo debe tener el pueblo matritense un especial in-
temes en la correccion de semejantes excesos, cuya atri-
bucion puede obscurecer la gloria que tiene adquirida,
y manchar injustamente su notoria relevante fama.


En razon de la guarra , es publico que la sesion se
levantó despues de pasadas mas de quatro horas de la
entrada , y ¿espites de declarado por suficientemente dis-
cutido el asunto que se trataba y votado por 74 votos
contra 68 , que pasase todo el expediente de Audinot á la
comision de Lcgislacion , de que se deduce que la se-
sion fué concluida .y legitimamente levantada ; pero co-
rno las instancias que se hicieron al señor Presidente,
le obligasen á volver á abrirla ó á continuarla, no pite-


decirse que en esto se excedió , sino que dió una
prueba de su prudencia cediendo á las instancias ; mas
como una gran parte de los señores diputados se ha-
bia salido , por estar levantada la sesion, parece se los
debió convocar para la contini acion, pues de lo contra-


rteio


stagbIla.hluier acuerdo , adiccion al punto discutido
hecha en su ausencia_ puede ser por su parte pro-


En punto á las reservas de que habla el señor Pa-
triota es menester hacer distincion para no equivocarnos:




374.
Al pueblo (dice.) no se debe reservar nada.=EI pueblo el
el soberano y debe saberlo todo 1..9> c Vamos despacio :
pueblo es soberano ; pero tiene depositada su soberanía
en el Congreso que le representa , y de cons iguiente al
pueblo puede reservársele todo aquello que no conviene
publicar, aunque siempre haciendoselo saber á su debi-
do tiempo , porque de publicarse antes quiza se puede
seguir un perjuicio. Al Congreso nacional es si á quien
nada puede reservarse, porque habiendo merecido sus
individuos la plena confianza, de la Nacion , seria fal_
.tar á ella qualquiera reserva que se hiciese , por esto
es necesario entender que las reservas de que se ha ha-
blado solo se estenderán á que de los puntos que deban
conservarse en sigilo, se trate en sesion reservada para
que su publicacion no produzca una preventiva ó entor-
pecimiento en los progresos de la causa : Y tomada en
este sentido la adiccion hecha en la continuacion de la


* sesion , desaparecen las causales de protesta en los au-
sentes, respecto no haberse hecho una declaracion con-
traria al sentido substancial de la mayoría de votos.


Tal es el parecer del Fiscal en este punto.


VAR IEDADE S.


Reflexiones , sobre el extradrdinario suceso de flúdinÓt saca-
das del Diario de Zaragoza del 18 de febrero.


El tal don Luis Audinot , fué aprendido en habito cle
frayle de la trapa , trasladado á Granada bajo la custodia
del comandante de armas don Pedro Cortés. Manifestó des-
de luego los caudales que tenia derramados en diferentes
paragesde la Península , y luego ha declarado el objeto
de su mision y el modo con que ésta ha sido conducida
hasta el presente.


Antes que el Periódico llamado Procurador General
de la Nación y del Rey, publicase la declaracion del men-
cionado Audinot, el Conciso, habia prevenido la oPy


375
ion diciendo, que aquel frances era un borracho, y esta


mis ma


prevencion excitó la curiosidad de saber quanto
antes el resultado del suceso.


No tenemos dificultad en creer que Audinot será,
un borracho, esto es, que á exemplo de sus paisanos los
franceses beberá mucho %ino y se embriagará con fre-
cuencia ; mas no es posible persuadirnos que guando
hizo la narracion que antecede estuviera privado dei


, puesto que en ella brillan el Orden , el método, el
estilo y cierta presencia de ánimo incompatible con el
que tiene embargado el , uso de la razon.


Si la declaracion se hizo en sano juicio , importa exá-
minar la certeza de los hechos ; la verdad ó mentira de
las citas. Yo quiero suponer que todo sea falso, y en
este caso pregunto , ¿qué objeto rae ional excita á Au-
dinot para urdir semejante patraña? no advierte que com-
probada al golpe la falsedad ésta debe refluir sobre su
cabeza, como sobre un impostor, un calumniador, un sedi-
cioso ? i no conoce qué lejos de mancharse la opinion
de las personas que cita como implicadas en la trama,
brillará por este medio con mayor -lustre y esplen-
dor? . ¿ó habrá creido por ventura que en España
somos tan exáltables que al simple anuncio de una de-
claracion de esta calaña habíamos de gritar á diestro y
á siniestro trayd,ires traydores , matarnos como chinos
y causar un trastorno universal? .. Rara credulidad
fuera esta en un oficial frances de la elevada gerarquia
de Audinot , escogido por el astuto •Buonaparte para
una obra tan ardua y delicada en el centro de.


la Es-
paña. Seria la última prueba de que Napoleon , el Se-
nado , y sus agentes han (elido en un error quiza increi-
bie en la historia. Posible es , guando el tirano y sus
agentes deliran. Mas si los hechos resultasen ciertos, si
C omprobadas las citas no hubiese la menor duda en una
conspiracion tan análoga á las novedades en que se fi-
gura quería fundarse ¿ qué otra cosa nos quedaria que
hacer. despues de ver las leyes satisfechas, sino de-




176
piorar la suerte de la infeliz Esparta , combatida desa_
piadadarne.nte por podero,os enemigos domésticos y ex_
traños , y alabar una y fnil veces aquel braz naznipo!ente
que se ha diznado valuarla de tantos peligroJ? (Redact. gen. h
Cataluña núm. 58.)


CORTE S.


roDesde el dia 18 al zo se han discutido varios ama.,
tos que expresa el Procurador general, á quien nos refe.
rimos.


AVISOS.


Tiernos afectos que nuestro católico monarca el señor
don Fernando VII. , dirige a todos los leales espaioles y
en particular á los de esta provincia de Madrid donde
n-,ció S. M.: se hallará en la libreria de Matute, calle
de Carretas : es apropósito para cantar á fortepiano
vibucht= puede ir en carta.


Sermon Patriótico-moral que en 2 5 de Julio de iSto,
dijo el Dr. D. Blas de Ostolaza, Diputado en Cortes, Ca-
pellan de honor y Confesor de S. Ni. C. el señor don Fer-
nando VII. Se hallará en la Librería de IViatute calle de
Carretas , á 4. reales en rústica. Es sexta Ediccion , y stz
producto se destina para las necesidades del Exército.


MADRID.
IMPRENTA DE VILLALPANBO.


Se hallará en las Librerías de Barco carrera de san Gerónirne,
en la de Matute calle de las Carretas: de Villa Plazuela de
Santo Domingo: y de Minutria calle de Toledo.


N.° 49, 177


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


Del viernes 2 5 de marzo de 18x4.


ARTÍCULO COMUNICADO.


Señor Fiscal Patriótico 'de 'España : aborrezco tanto
voces, conceptos é ideas que tienen ó pueden tener co-
nexion ó parentesco , (Sea por linea transversal , recta ó
adoctiva ) con las máximas y doctrina francesa, desde el
punto que aquel desgraciado rey no ( de la Francia) pro-
nunciando con entusiasmo . las voces de libertad , igual-
dad é independencia rompió el freno de - la ley ; quitó
la vida á sus monarcas ; asesinó su clero y su nobleza,
destruyó sus altares ; robó sus Templos ; regó sus pla-
zas Ny calles con la sangre de sus ilustres ciudadanos,
y se abandonó miserablemente á los desórdenes y ex-
cesos de la impiedad mas frenética: que cada vez que
las oigo ó Veo estampadas en el papel me extremezco,
tiemblo y no sé donde ocultarme para huir dejas horribles
escenas que mi itnaginacion me representa , como repe-
tidas ó próximas á repetirse en nuestro suelo. Entre las,
veces que llevo experimentado estas sensaciones ha sido la -
mas terrible la que sentí con la lectura del Procura--
dor • general número 58, extracto de la sesion del 13
de este mes , en la que habiendo pedido eLseñor "tvla•
tes que se borrase en la primera exposicion del plan 'de
be neficencia militar, la expresion de árbol de la libertad
P o r ser francesa ; dijo el señor Sargas :=" esta expresion


(6quartos.)




7
378.
es un rasgo_ szie elocuencia y se debe conservar é •
mir el árbol de la libertad fué de Atenas , de R oma,
ha sido de todo pueblo libre y lo es y será de. E.-


spa,ña." Confieso á vmd. señor Fiscal que las palabras dei
señor Bargas ( á quien no tengo el honor de conocer )
han --sorprehendido y atemorizado sobre manera poi. las


as
observaciones que yo misma hago y que comunico a
vmd. para que me tranquilice con su dictamen.


‘.1. Dice el Señor Bargas , que es un rasgo de elo.
cuencia. s.. Yo no dudo que lo es , pues--árbol sea',1 y
verdadero de la libertad no le hay, ó por lo menos
ignoro qué selva ó bosque ha podido producirlo , por
consiguiente la dicha expresion solo puede ser una fign„
ra de las que usa la retórica para -explicar con mas
gravedad , elegancia y ornato un concepto que se le quie-
re dar mas extension en la idea , y mayor- interes en
el oido : z pero es posible que los señores autores del
citado plan de beneficencia no encontraron en la retó-
rica española otra figura, que_ distando mas de una fra-
se ó gerolífico que usaron los franceses dessle el prin-
cipio de su espantosa revolucion , y que ha sido verdadera-
mente el árbol , á cuya sombra han egecutado los mas
horrorosos crímetks , y de cuyas funestas raices provie-
nen nuestros males y desgracias , pudiesen expresar sus
ideas? "les posible que no hallaron mas propia alegoría
para significar las producciones de su mente que la reno-
vacion de una tan fatal memoria Abundante nuestro
idioma en voces nue-tra retórica en frases y con-,
eeptos , es muy extraño hayan dichos señores, men-
digado sutilezas y rasgos de elocuencia de paises extrange-
ros , pues no deja de ser mengua propia, el presentar
nuestras ideas con adornos agenos , Mayormente los filó•
soros ilustrados, cuya sabiduría-excede á la de los pasados
siglos. Pero vamos á la segunda observación, sobre la
qual debe recaer particularmente el dictamen de vmd•
pues carezco de la instruccion que necesito.


El árbol de la libertad ( continua el señor -ear'"


379
oas.) fué de Atenas , de Roma , Jo Ira sido- de todo pue-


a libre , y lo es y será de España! ! 1De España se-
flo• Fiscal .? Desde , quando disfrutamos este árbol desco-
nocido < Y tiene tambien su copa coronada con el gor-
ro ó virrete encarnado para que le sirva de divisa ? V
aanzará. vind• ó danzaremos en torno de él al son de la
aaramañola y otras canciones priotisasculotinas ? 'Qué se-
rá ver entre nosotros una cosa .tan bonita! Pero no es me-
nos graciosa y sutil la ingeniosa travesura con que di-


. cho .señor Diputado . se desentiende de la proposicion
del señor Mares ., que dice es francesa la expreion del
áibol de la libertad. No lo niega : y cómo ha de negar-
lo? Ni lo concede : mas como ha de concederlo ? Sino
_que dice= el árbol de la liberted fué de Roma y Ate-
nas &c. Ya se ve , este es el mejor medio de salir del
embarazó. Así lo hizo un señor de notoria probíbad (de otro
tiempo (t). porque no pare perjuicio á alguno de este),.
que preguntado si el Pontífice era cabeza de la Iglesia,
xespondio con gran humildad , sin concederlo ni negar-
-10=in cabeza de da Iglesia es jesucristo.: No negaré yo
tampoco la proposicion del señor Bargas , de que el
árbol de la :libertad lo fué de Atenas y Roma : pero
qaárido lo fué y con que motivo? En esta es bien sa-
bido que -tuvo su origen en el de la Kfpzjblica , estable-
cid.t sobre las ruinas del trono de Roinulo .. y Pompilio:
carezco de noticias históricas de aquella, pero infiero se-
ria lo thiSmo. En Francia, si, señor Bargs ; en Frau-
cia se plantó, se enarboló el árbol de la libertad sobre
los ensangrentados -escombros del trono y las ruinas del
Santuario : á su sombra se estableció la República mas
impia.; pero por altos juicios , del Dios que vela aun
guando aparece dormido , fue', regado su tronco y. sus
raices con la sangre de los mismos que cavando el hoyo


• para plantarlo , habrieron el de su precipicio.


(i) Herbas , historia de la rebolucion de Francia..




38o
• Mas en España , en España el árbol de la l'b


er taclime estremezco solo de escribirlo. Si esto se ver ifica
r-l


si fuera cierto, nada teniamos que dudar de los plan:':'
de Napoleori que Audinot ha descubierto , pues susis-
tiendo efectivamente el árbol de la libertad entre no:
sotros va podíamos contar convertida en República tales_
tra inonarquia , como consecuencia forzosa de aquel su_
puesto. 1Y entonces españoles ? Y entonces heroicos ala-
drileños , puedierais blasonar de vuestro amor al desgra,
ciado Fernando? Al ídolo de vuestros corazones? y vo-
sotros soldados valientes y sufridos , que batallando con-
tinuamente ( y aun mas con el hambre , la desnudez y
los trabajos, que con el enemigo ) habeis derramado vuestra
sangre y expuesto vuestras vidas en defensa de viles_
tra religion y de vuestro Fernando, z quedariais bastante
satisfechos con ver vuestros premios colgados en el árbol de
la libertad


• , trasplantado del pais de vuestra desolacioii?
Protesto que no es mi ánimo ofender á dicho señor


Diputado, que tiene la honra de representar á este be-
royco pueblo : quisiera disculpar su intencion , pero co-
rno no me es posible atribuirlo á ignorancia sin hacer-
le un notable agravio, me persuado serian sus expresio-
nes producidas sin la reflexion que exigia un asunto de
tanta transcendencia, por el resultado que debe temer-
se, en un tiempo en que el extravio de tantas opinio-
nes republicanas esparcidas por los autores de papeles
sacrílegos, infamantes de la religion y sus ministros, de
la tiara y la corona pueden causar en el estado gran-
des co 111 bulsiones.


Ojala que el señor Bargas , y todos sus dignos com-
pañeros tomasen con empeño la prohibicion de unos
escritos , que con escándalo de la parte católica de la
Nacion, corren á la vista de sus cortes y gobierno:
pero este , señor Fiscal , es un punto largo y delicado:
sírvase vmd. si gusta de dar su dictamen á lo que ex-
pongo y mandar á su afecta servidora. Q. B. 5. 1\1.--14
Española e: la Corte:


381
Dicutmen Fiscal.


Para manifestar su dictamen el Fiscal sobre el con-


testo del artículo anterior , tiene presente el número 58¿el Procurador general que cita , y en vista de uno y
ot ro dice : que la palabra árbol de la libertad , no solo
debia borrarse de todo escrito, y de nuestra memoria, sino
considerarse al que la profiera como imitador de los
reboltosos de Francia ; como propagador de las abomi-
nables maximas que ocasionaron la perdicion de aquel
reyno ; y como un entusiasta poseido de la perniciosa
doctrina de que ella dimana pero acaso el Fiscal,
se equivoca. Ese árbol tendrá tuna tan sencilla alegoría
como el de Garnica, y en tal supuesto será muy ino-
cente su denominacion : será un rasgo de elocuencia : será
una suposicion poética , como el Ave-fenix : será una .
mas sea lo que fuere , es una frase copiada de la re-
pública francesa , y esto basta para estar entre nosotros
proscripta.


Mucho podia ampliarse el Fiscal -en este punto ; pe-
ro concretándonos á las dos observaciones que quedan
insertas, ve-mos reducida la primera , a que siendo el ár-
1)4r de la libertad , para este caso , una mera figura
ornato retórico , sino nabria otras frases en nuestro idio-
ma con que expresar elegantemente- el mismo sentido.


Con mucho juicio observa en esta parte la señora Es-
pañola, porque no solo hay en nuestro afluente idioma
sobradas voces con que explicar aquel sentido sin nece-
sidad de reproducir las que usaron los franceses en el
tiempo de su horrorosa conmocion , sino que aun guan-
do no las hubiese de ningun modo debían usarse aque-
llas , por varias razones y la principal de l eas, porque
la revolucion francesa fué criminal en todas sus partes,
y la adopcion de su libertad se fundó en la anarquia,
á que precedió la injusta destruccion de su trono ; y la
conmocion de España ha tenido una procedencia entera-
mente diversa, pues se ha dirigido solo á la defensa de




3
la Religion y del Rey , en cuya consecuencia la liben"


- que ha buscado no estriba en la abolicion de la mouara
quia, si no que es con ella conforme.. Por inanel'a que
habiendo tan notable d-Uerencia entre nuestra libertad
la de los franceses , no es de;ignahle con una misja
frase.- Esto basta para calificar de impropia tal expre.
sima ; pero aun es ademas disonante, subersiva , y coa_
traria al espíritu de la Constitucion que tenemos jurad


a,
como haremos ver en la solucion de la


Rel-ledota segunda : el árbol de la libertad fué de "le_
usas , de Roana,- lo ha :id .) de toda el mundo , y lo será de
España. Negado es este •supuesto en todas sus partes: lo


- primero porque ni en la história de Atenas ni en lada
Rorna -consta que se haya usado del árbol de la liber-


- ta4 (i) y lo segundo porque aunque hubiesen tenido
este distintivo de ella, no es aquella libertad igual á
la nuestra, y por lo mismo tampoco puede ser de Espa_
ña cuya libertad en nada se asemeja á la de los atenien-
ses, romanos ni franceses, -á no ser que como ellos tratase-
mos de establecer una república (conforme el plan que se
dijo de Audinot) para venir á experimentar su misma suerte.


De aqui se deduce evidentemente, que no siendo co-
mo de ninguna manera es igual la libertad adoptada-por
la Nacion espadola á la que eligieron Atenas, Roma y
Francia, tampoco debe figurarse en el árbol que esta


-última Potencia eligió por símbolo de aquella per,-
niciosa franquicia para alucinar al incauto pueblo y su-
megirlo en el abismo de la ignorancia , sujetándole por
tan capcioso medio al mas extremado despotismo. He
avi otra prueba de la impropiedad y perjuicio de tal frase:


(r) Sin duda el señor Burgas hallaría estas noticias (has-
ta ahora ignoradas y por lo mismo peregrinas para noso-
Iras) entre los docuinsntos que tendría á la vista la junta
-de instruccion pública creada por el rey José en su daTe-
•to- de 2 de febrero de 1811 de que fué nombrado
•dividuo.


333
El árbol plantado en la desgraciada Francia por los


déspotas jacobinos , para significar la pérfida libertad que
detestó toda Europa , fué la piedra del escándalo de las
demas naciones que miraron con horror los execrables


'e imientos de los franceses. No hubo una Potencia.pro,
que no abominase de ellos guando despues de manchar
sus manos con la sangre de su inocente rey cifraron en
el árbol el signo de una indepedencia, que como injusta-
mente l'adquirida les duró tan poco tiempo. Y con este
exemplo tan reciente z habrá sensato á quien no le di-
suene y aun le escandalice que se nombre el árbol de la
libertad? Y deberá citarse en España con- referencia
nuestra libertad? Solo adoptando la misma significacion
que allí tuvo , seria aplicable ; peró no en el sistema de
Gobierno monárquico que tenemos declarado , y de aquí
se comprueba de disonante y aun escandalosa esta fra-
se anarquica.


El árbol , como queda dicho , no fué otra cosa que
un signo con que se trató de seducir al pueblo fi-an-
ees , prometiéndole la absoluta libertad para mejor sub-
yugarle; y en qualquiera Potencia que se reprodugese
no podia causar mejores efectos que los experimenta-
dos en Francia , y de consiguiente así como el árbol en
aquel pais desgraciado fué movil del engaño del pueblo,
seria la repeticion de su infausto plantío en muestro cató-
lico suelo un subersivo y alarmante estímulo de la obce-
eacion y un seguro principio de nuestra ruina.


Por último: si los franceses adoptaron el árbol de la
libertad, fué declarando no reconocer la autoridad del tro-
no, y constituyendo el reyno en república, así como lo
hicieron los romanos y atenienses , sin el materialismo del
árbol ; pero en España guando hemos establecido y jua
cado una Constitucion en que se declara legitimo rey
nuestro invicto Fernando VII. , porque medio podremos
a doptar aquella misma libertad republicana sin faltar á
nuestro juramento? en qué árbol figuraremos nuestra ver-
dadera libertad mejor que en el que hemos elegido para


8 2.




384
que nos proporcione sin el riesgo de nuestra perdi
clon ? Fernando 'es -el árbol que hemos designado ; y Cuya;
rayces profundizadas en los corazones de sus amantes
españoles , y regadas con las lágrimas que ocasiona su
ausencia., hacen imposible que se fine su atencion e‘a
otro objeto.


Cree el Fiscal suficientes las razones indicadas para.
conocer las causas que tenemos los espaloles de abor.
Mecer la significacion del árbol de la libertad , y des,.
terrar de entre nosotros una voz que es tan contraria
á los 'sentimientos que nos animan ; y aunque pudieran
producirse otras muchas ea apoyo de esta verdad, las
omite por ahora con protesta de exponerlas en adelan-
te si- lo considerase necesario. ; tal es su dictamen respecto
de la exposicion de la se lora Espabla.


PUERTA DEL SOL.
Hablando dos sugetos en el correo sobre la causa de


Audinot , decía cl uno, es ct• eible que no hayamos de po-
der sacar la pa-á este trompo? en qué consiste que esta
mentira ó esta verdad no se aclare ? á lo que el otro le
contextó , amigo, consiste en que los serviles son tan ton-
tos que tiran piedras á su tejado : ellos están mezclados
en la causa , y sin embargo de que les perjudica el de.-
cubrimiento están erre que erre insistiendo en que se
aclare y no -conocen el favor que reciben de los libe-
rales, que por solo evitarles las resultas , y por un efec-
to de caridad cristiana, son de parecer que la cosa se sua.-
vise para que los serviles no sufran las resultas que su
tontería les acarreará. Vea vmd. en lo que consiste to-
da la tardanza. Yo aseguro qUe en un caso contrario no se-
rian los serviles tan caritativos , ni los liberales tan
incautos, porque ... á esto le interrumpió el otro dicien-
do : cierto que la solucion me convence... Agur que
r,S tarde.


MADRID.
IMPRENTA DE VILLALPANDO.


(6 guarros.


EL FISCAL PATRIÓTICO„.-----7,7;,,
;


.DE ESPAÑA.


1 1


Del lunes 2. 8 de marzo de 18 14.


ARTICULO COMUNICADO.


Señor Fiscal de España.: en el número 5 *9 del Procu-
rador general se inserta un artículo de A. M. cuyo
tenor es el siguiente. = Se5or Procurador general : por
lo que he leido estos dias en los papeles , parece v ,a. á
tratarse en las Cortes del punto de la contirmacion -de
los obispos. Yo no soy canonista ni teologo , y creo que
para tratar un punto de tanta gravedad se necesita sa-
ber mucho de disciplina eclesiástica ; pero como simple
ciudadano y muy amante de la religion C. A. R. hago
á vmd. estas dos preguntitas.


¿Será prudente alterar la disciplina de la' Iglesia
guando está próximo el dia que nuestro amado Santo
Padre goce de plena libertad y pueda usar de los dere-
dios que la Iglesia universal y todos los príncipes y na-
ciones christianas tienen reconocidos ?


No habiéndose determinado -Napoleon , sin em-
bargo de las libertades de la Iglesia Galicana,:y de su
ningun respeto á la santa Sede resolver por si sobre el
punto de la confirmacion de los obispos , y habiendo
mandado celebrar para este efecto un Concilio Nacio-
nal , el que se disolvió sin -determinar cosa alguna , ¿se
atreverán nuestros diputados á determinarlo ?


Espero que'vmd. me conteste pues deseo quedar sastis
fecho, porque_ en el ínterin en mi juicio , ó somos may


385




n1111111,


3 86
tontos que no conocernos las conseqiiencias(.5


5 mas osasdos en materias eclesiásticas que Napoleon


de


, y y0 no Quisiera que en la Europa lograramos tal concepto
Yo he reflexionado sobre el contenido de este


lo , y advierto que es muy delieado, porque trata de 1.1-
punto canónico , sobre el qual es necesario mucho eQuildado para deliberar y aun para discurrir : y como el
Procurador solo lo inserta, sin dictamen, ruegoá vr tid. se
sirva como Fiscal manifestar el suyo con el juicio y de.
teucion que acostumbra, explicándonos de qué modo se


P o-veeran de prelados las igle .,ias , sin que se dude de su
legitimidad , con lo denlas que le parezca , mandando áS. S. S. A. S.


DICTAMEN FISCAL.


El Artículo que queda inserto , parece se refiere
á las indicaciones hechas sobre confirmacion de obispos
y necesidad de proveer las sillas vacantes.


Antes. de sentar el Fiscal su dictamen , sobre este de
licado punto , es necesario tener presente á quien compe-
te por derecho canónico la provision de los Obispados:
qué circunstancias deben concurrir en ella ; y que re-
quisitos son necesarios para su validacion ó legitimidad
en casos extraordinarios.


Es constante que la provision de las sillas episcopa-
les pertenece privativamente á la santa Sede , y que la
autoridad real disfruta la facultad de presentacion sujeta
á la aprobacion pontificia, y,de consiguiente no hallan-
(lose el santo Padre en libertad no puede hacerse la pre-
sentacion ni recaer la aprobacion necesaria en que con.
siste la legitimidad de la representacion episcopa l ; rus
como los casas extraordinarios exigen extraordinarias me-
ditas , es preciso consultar el derecho canóni co para
adoptarlas siempre que se consideren de absoluta necesidad
y no en otro caso.


La Congresoautoridad real está representada por el


387


1
de


pre,ientacion ; sin perder de vista lo que se ha hecho en


Nacion y Regencia del rey no nombrada por -él,
¿cesta en ausencia del monarca podrá tener la facultad


tiempo de otras Regencias. ;Pero á quien ha de hacerse
; el Pontífice no existe en su silla ? Nombrar absoluta-


i" ente el Congreso ni la Regencia en uso de la real au-


t
gel ridad que egerce , no es posible, porque ella solo po-
ee la faculta d de presentacion;Ipues qué medio podrá
"elegirse? Dejémoslo á los canónistas, interin examinamos,
e1 artículo que motiva esta discusion para poder deducir
quanto convenga á la ilustracion del punto que se trata.


Dos preguntas contiene: primera, si será prudente ale-
terar la disciplina de la Iglesia estando proxima la li-
bertad del santo Padre; y segunda, sino liabié-ndase atre-
vido Napoleon á resolver sobre este punto , sin embargo
de su ningun respeto á la santa Sede , se atreverá nues-
tro Congreso á determinarlo.


A la primera todo sensato contestará que no seria
prudente, y si muy expuesto alterar la discipline de la
Iglesia, no solo estando proxima la libertad del santo
Padre, sino aun guando se,nirase remota, porque es ne-
cesaria para esta alteracion la concurrencia d-e • eircutista.n-
cias que la llagan precisa, y válida : y á la segunda
dirá qualquiera hombre reflexivo que es negado el su-
puesto de que el Congreso , en el hecho de haber oido
alguna mocion sobre este punto , esté dispuesto á resol-
verle sin la convocacion de un Concilio nacional, en don-
de se trate y concluya conforme al derecho canónico,


en su defecto por comision á los RR. cabildos en .quan-
to á la provision de sillas episcopales vacantes en sus
iglesias.


Seria una molesta digresion detenernos á expresar las
casos de absoluta precision y de mera utilidad en que
es indispensable la convocacion de Concilios , ya ge.ace
l'ales ya nacionlales , y ya . provinciales. Bastenos Sa=-
ber que , al menos, estos últimos deben celebrarse cada
quatro años segun está repetidamente recomendado,




3813
por lo mismo parece deberia adoptarse este medio que
la experiencia tan de antigiío tiene acreditado de tanta
utilidad ; mas dado caso que así no se hiciese por evi,
tar ciertas controversias que han solido ocurrir entre
el fuero eclesiástico , y la representacion Real , y que
fuese urgente la provision de las mitras vacantes ,
drá hacerse por eleccion de sus respectivos cabildos, (con
anuencia del Metropolitano , el que- no lo fuese ), proce-
diendo á la consagracion de los electos sin palio ni cruz
con la condicion de implorar de su santidad uno y otro
con su aprobacion por medio de las preces corres..
pondientes.


Este es el único medio legal de que se provean las
sillas espiscopales vacantes, sin convocación de Conci-
lio; bien entendido que para valerse de él ha de con-
currir Ja circunstancia de absoluta precision ó necesi,
dad, sin la qual será invalida qualquiera determinacion.
Así lo . entiende el Fiscal con arreglo al derecho ca-
iónico.


VARIEDADES.
Fábula.=EI águila triste , solitaria y feroz, saliera de los


hórridos peñascos de Córcega á desvastar la tierra. Ni los
ocultos nidos, -ni las cuevas mas escondidas se libran de su
rapacidad: así sorprende , y-se arroja sobre las aves altane-
ras, como sobre los incautos é indefensos animales; sobre la
bestia salvage, como sobre la armada fiera: todo lo destroza,
y hace nadar en sangre , nada se resiste á su orgullo; furor
y sed inextinguible. Crece su osadía, y se atreve al mismo


Jeon. Su aspecto noble y amenazador , lo sorbo y flexible-de
su frente , las movibles cejas y melena, los dientes y uñas de


Jalerro , y. toda su figura modelo de agilidad y fuerza , su
,misma cola y erizada lengua le hacen temblar, como al la-
.dron el bien armado caminante. Toma mil precauciones, le
_acecha dando mil giros, espera á que duerma, y con estré-
pito hor rendo de sus largas ala.


s se le arroja sobre la cabeza
y lomo con su corbo pico y uñas aceradas. Despierta dese


5 ores esfuerzos , el ave no suelta la presa. El honor y la ra-
'b ia le hace . sacar recursos desesperados con los que ya pue-
de levantarse, -y revolverse. Tres veces laakaroja de sí; cu-
bierto empero de heridas . , y de fuerzas -exhausto, ynetl,ve ., y
torna el monstruo á recobrar la presa. Mirabanla lucha des-
igual las fieras habitadoras de las selvas con.la:esti.Tidezque
un rebaño de ovejas mira sin moverse los destrozos ha-


.


ce un lobo en sus semejantes. No hay remedio: afué ya, el
rey de los animales: sus muchas y horrendas heridas., la p.5V-.
dida de su sangre, su fatiga y extrema debilidad,no detall
ya esperanza. Esto excita la rebeldía é insolencia de los mas
viles animales: el inquieto mono atolondrado, lascivo, y pe-
tulante, se le atreve: la zorra, que venia en acecho arras-
trando, dexa la hurnillacionhipóerita; y hasta le. desprecian,
insultan, y llegan ásaltar por encima , y aun le mordiscan
no solo las martas, garduñas, y hediondos, sino las coma-
drejas, ratas, topos, y musarañas. La noche ofrece al águi-
la rapaz un socorro de buhos , que salen de sus tabernas
con el aparato de un plurnon sin solidez espeso, y con
gritos espantosos á los tempestuosos vientos semejantes. Los -
mochuelos pantomimos y. torreros , y las agoreras lechu-
zas se arrojan desde sus hendiduras y ruinas , y princi-
palmente de los mechinales y.cainpanarios de las iglesias.


.Hasta á los papamoscas murciélagos diabliformes lleva la
sed de sangre con' su volteo incierto rastrero y tortuoso al
partido de las aves. Solo la tIrsa, desde su alturainaccesi-


.ble no cesa de gritar á. los nobles animales del Peligro , que
les amenaza , y señalarles la ruta para evitarlo ; pero su
indolencia, terror, pérfida infame , y engaño a atencion
á los despojos , su celo inutilizan. No importa -a ella so-
la basta :- envia al ligero y, terrible leopardo al socorro del
leon , otro tiempo Sj amigo : le guita, é inflama el bri-


llante Arturo : llega, y le auxilió con tanta oportúnidad


y constancia , que á pesar de su lastimoso estado , y á
. costa de su propia sangre llevan al ave feroz mas allá
de los Pirineos.


.,• ,


Desde lo mas alto del cielo miraban la cruda batalla los


3g9
pavorido el animal generoso ; ruge, y en vano nace los má-




391


Concion á la venida de nuestro augusto y deseada Rey
don Fernando VIL


ESTRIVILLO,


Todo júbilo sea
La Española Nacion,
Al ver que ya estan libres
Su Padre y su Pastor..


Jerá cierto, ó Dios mio,
Todo lo que he escuchado!
que al fin te has apiadado
De esta tu fiel Nación!


Las olas encrespadas
Hanse ya disipado,
En las que ha fluctuado •
Mi Patria. y Religion


Tronchaste de tu enojo,
La vara, ó Dios Eterno!
Pasó el funesto invierno
De la tribulacion!


En su gracioso pico
La paloma festiva
Trae la verde áliva
Que alegra el corazon!


Los grillos ominosos
Que puso á mi Fernando
El hombre mas nefando,
El vil Napoleon,


Hanse ya dividido.
En mil y mit pedazos,
Y vuelve á nuestros brazos
De su dura prisioni


Mis ojos no se cierren
Sin ver tan fausto dial
Respire el alma mia.
De tan larga opresión!


Momentos venturosos,
Venid, y no os tardeis!
No mas le retardéis
Tal gozo al corazon!


Religion pura y santa
De mis antepasados!
En Bias mal hadados
Te han querido manchar


Errores é impiedades
Costumbres relaxadas,
Doctrinas condenadas,
Y libertad de obrar.


Errantes é indigentes.
Las tropas auxiliares;
Deshechos loa altares
Que erigió la piedad!


Los templos demolidos,
(Yo los vi) y profanados;
El rito y fé llamados
Necia credulidad!


39° •
no indiferentes dioses: - No podia disimular Neptuno su pa.


-sien é inquietud. Apolo, Minerva, Cibeles, Ceras y Diana
"arrimado se habian á su bando ; mas el negro Pla tol
-Saturno antropófago , Marre hechas las paces con Vuleatij
como = la Celbsa Juno con Venus;' y Hércules , Hércules
quién lo creyera ? Hércules protegia descaradamente


la ave sanginaria. Puestos tenian todos en e! supremo Júpiter
los ojos , que parecia inclinarse á su ave favorita , cuando
entra la inexórable Nemesis , y exclama con--- aquella se_
.Vericiad respetable á los mismos inmortales : cuan.


- do , Rector del mundo, tendreis ocioso el rayo resonante
y abrasador, y mirareis con indolencia las atroces desvas_
raciones de ese monstruo , que vomitó el Orco ? No es
vuestra ave no , es una villana é inmunda harpia salida
para turbar la paz , trastornar , y llevar el terror y es-
panto por toda la tierra. ¿ Te has olvidado ya de tu ama-
da Europa, por quien mugiste amoroso? ¿Tienes yataa
en poco las coronas , dádiva preciosa de tu mano divina,
que las ves rodar, y pisar por los brutos t-ns laman-
dos? .=Sosigate virgen , dixo el Tonante con agrado,
esa ave solo puede alucinar á tos mas estúpidos y atónitos
animales , y no debieras creer que dispensase yz.-, mi so-
berana proteccion á un monstruo impío, que desprecia á
los dioses. Pero el leen se habia envilecido , y degradado,
cotno el mas bajo de los animales ; era preciso darle una
fuerte lección , que lo excitase, y que le restituya su va-
lor antiguo, su gloria 1," ,a á superar á todas sus glorias-pa-
sadas ; pero el bello Arturo adquiere un tan brillante ex-
plendor, , quede tengo preparado en el cielo un lugar muy
distinguido , para norma y direccion de toda la tierra. El
agrado con que al soberano Jove_hablá á la diosa, y el ex-
dresivo tnovitniento de su voluntad que hizo á uno y otro
lado, difundió de su celeste cabellera' el olor de ambrosia
por las etéreas moradas. El sol mismo duplicó su resplandor
radiente , á cuya benelica influencia brotó la tierra el verde
mas animado que bordó una infinidad de las flores mas vis-
tosas. ( .Estaf. número 9 a. )




392.
Sin Pastor y sin Padre,


De una bárbara fiera
Ambos cautivos, era
Nuestra suerte fatal,!


Nos dais en tal'<tortgoja,
Santo Jehová , consuelo:
Baxa del almo cielo
Remedio á tanto mal.


Torna á tu honor y lustre,
O amada pátria inia!
Alcance tu alegria
A dó llegó el pesar.


Tus votos se han cumplido;
Tu voz penetra el cielo;
Y In tanto desconsuelo
Te va ya á consolare


Veo al jóveta-Monarea
Ora alegre y risueño;
Ora con duro ceño
Premiar y .castigare


Alli á los mas piadosos,
Constantes y leales:
Aqui á los desleales
Obradores del mal.


La Iglesia protegida;
Sus Ministros honrados;
Sus bienes respetado-;
Sus fueros sin pasar.


De esta suerte, ó Dios mio,
Nuestra fé habeis premiado:
Sea tu amor loado
Por siglos sin cesar.


(Fió Tremenda núm. 53.)


AVISO.


Mañana martes , 29 del corriente en la Iglesia de San.
Antonio de los Portugueses, se celebra fiesta solemne para
implorar de la Divina piedad la feliz Pegada de S. M. á
esta Corte.


Estará patente el Santísimo Sacramento , y predicará
el R. P. Fr. Justo de Madrid , Misionero Apostolico
su Convento de PP. Capuchinos del Prado.


MADRID.
IlIPRENTA DE VILL'ALPANDO.


Se hallará en las Librerías de Barco carrera de san Gerónimo,
en la de Matute calle de las Carretas: de Villa Plazuela de
Santo Dómino: y . 11. Minutria calle de Toledo.


EL FISCAL, A LA NACION.Invictos Matritenses ; amados compatriotas ; espaliole•
todos , oid una vez á vuestro Fiscal.


Desde el primer acontecimiento de nuestra revolu-
clon , hemos experimentado en todos lo periodos de ella
el brazo de la omnipotencia en nuestro favor , y la mal-
dad humana en nuestra oposicion , tanto que parece inda,'
dable haberse los hombres dedicado expresamente á elu-
dir las ventajas proporcionadas por el divino auxilio.
Dad una ligera ojeada por nuestra historia 5 y os conven-
eereis de esta verdad. Retrotraed á la memoria los hechos
de que hemos sido testigos, y os enterareis del lasti-
moso estado en que. ela Nacion se halla. Atended . pero
de poco sirve , reflexionar y sacar legitimas deduc-
ciones , sino se acude al remedio del daño que las
motiva.


Las continuas turbulencias propias del tiempo de re-
volucion , han sido hasta ahora (digámoslo así) el predi
texto que en parte ha podido cohonestar el enórme atra-
so en ,


nuestros progresos , y la absoluta desorganizacim
de nuestro sistema moral y politico ; mas al presente li-
bre ya ( por especial favor divino ) casi todo nuestra.
suelo de enemigos , y trasladado el Congreso de la Na-
clon á su capital , han cesado las causas á que podía
nuestra, inaccion ser atribuida y nos vemos en et


(6 vados.)


N.° so. 39.3


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


Del viernes I.° de abril de 1814.




394
so, no solo de atender con desahogo y eficacia-a a fe
licidad de la Patria., sino de anular quantas disposie b. • -paes
sean opuestas á tan digno objeto.


El heroísmo de la Nacion exemplar al universo e
la historia de nuestro siglo , habria , sin duda bo as_
tante para proporcionar su verdadera felicidad; pero
una pequeña porcion de Entusiastas entregados á su
cenciosa conciencia , dirigidos por su avaricia ó foinen,
tados por nuestros enemigos ; es la cansa de que, á pe-
sar de las fatigas y buen celo del Gobierno , perora.
nezca la pátria en el estado mas deplorable. De este prin_
.ripio pro-cede el indiscreto espíritu reformador, que no
menos se . dirige que á la absoluta innovacion de quan,
tos estatutos formaban en. todos los ramos. el Orden
mas correcto y beneficioso que se conocia : de él se ori•
gina la diversidad de opiniones y guerra civil, capaz por
sí sola de destruir el reyno mas floreciente : de él di-
mana la adopcion de una libertad anárquica-y contraria
á la sagrada.. religion que profesamos : de él se deriba el
poco aprecio 'del catolicismo y del Trono que inspiran los
malvados con sus discursos y con sus pérfidas plumas,
dirigidas á propagar su equivocada doctrina , y obce-
car al pueblo en sus errores para hacerle vietima de su.
despótica libertad: de él... mas ya basta de referencia, guan-
do la notoriedad nos patentiza mas de los que pudie-
ra expresarse.


Si españoles : la madre Pátria gime en su desamparo,
perseguida de la iniquidad de sus enemigos y desaten.,.
dida por la apatía de sus verdaderos hijos. Hasta .quan-
do, españoles., habeis de ver con indolencia! tantosana-
les ? Unid vuestros sentimientos á los del sábio Congre-
so , en quien teneis depositada toda vuestra confianza?
Ayudadle á repeler los malvados que interrumpiendo


, los progresos de nuestra felicidad intentan engreírse y
constituiros ( por medio. de la pérfida,libertad ) sus ver-
daderos esclavos. Detestad de todo- córazon las maximas


:de republiCanismo con que. se os' engaña para des190"


IV ,- . . 30 S'
s de la . fé de Jesucristo , y del amor .al iüicto«aro


?Ferna ndo. Jurad la extincion del jacobinismo . , y n6 sea `vis=


dia y puesto un borron eterno 'á vuestra antigiia • lit-
to que habeis caidei en el engaiioso lazo de la •pérfi.:


tuortal fuina.
Matritenses : á vosotros ''cri especial rifle dirijo. Ha-


beis sido el asombro de la Eürópa: liabeiS sido el exem---'
1,10 de toda' la Nacion española : habeis sitió '1°S- prime-
ros que tocaron al arma para la défensa de 'la patria,


Y
hoy sois . expectadores de vuestra infarnacion y tes-


tigos oculares del mas punible y delinqiiente asesto con-
tra vuestro honor. El Congreso , y en él toda- la Na-


1
cion, ha sido - en vuestro seno insultado varias veces


por una faceion 1 . que llamandose pueblo os Infiere el
descrédito á que no sois acreedores. La Nacion toda en
vista de las irrefragables pruebas que . tencis dadas de
tino , valor y resolucion , esperaba ( fundadamente ) que
no se reprodujesen- en la Corte las escenas que en Cá-
diz tanto llamaron la atencion , y excitaron el pesar
de los buenos espaiioies ; pero ha experimentado con do-
lor que en. Madrid se han renovado los insultos á los
dignos representantes del pueblo , que se han interrum-
pido . los discursos, y en ;fin-que se ha escandalizado con
lamayor audacia por los facciosos de las tribunas. 1 Quién
oira estos acontecimientos , y cotejándolos con d del dia
dos de mayo de 1808 no se asombrara de la inaccion
de los Matritenses? Un pueblo que no temió á un exérei-
to números° y bien 'ordenado , permite ser infamado por
una-pequeña y debil porcion de malvados que en las ga-
lerías del Congreso faltando . á su respeto comprometen
la opinion de los cortesanos ? Ah ! volved sobre voso-
t ros mismos : corresponded á . las esperanzas de toda la
Nacion • auxiliad á los representantes de -ella, y perse-
guid hasta su total exterminio a los sediciosos que ten-
gan la osadia de interrumpir el (Seden del Congreso. No
se diga que el generoso y esforzado pueblo de Madrid,
habiendose resuelto sin armas en el dos de mayo á pre-




396
sentar resistencia á un exéreito aguerrido , no ha te_.
nido espíritu para oponerse á la insolencia de una ga_
villa de malévolos que intentan vulnerar su ilesa n




nion. Ocupad las tribunas, y no permitais que los repre_
sentantes de la Nacion sean interrumpidos en sus sesio..
nes como hasta aquí por los facciosos. Vuestra pre_
sencia sola será suficiente para inspirarles el respeto
moderacion que deben observar en el templo de las le".
yes, y evitareis que se os considere autores de los ex_
cesos que no sois capaces de cometer , ensalzando has_
ta lo sumo la gloria de vuestro nombre con este ser-
vicio tan uta á la patria como el que hicisteis en el dos
de Mayo , pues si este fué efecto de vuestro valor, aquel
debe ser obra de vuestra prudencia de vuestra religion y
de vuestro patriotico celo.


VARIEDADES.


%Si habrá algun ambicioso disimulado que quiera
anticiparse á Fernando VII. , y ocupar su lugar , no co-
mo á éste se le prepara, sino con la autoridad á que anhe-
la todo tirano?" Pregunta es ésta que me ha hecho mu-
chas veces mi imaginacion al considerar los pasos del
Gobierno, y de mucha parte del Congreso. Notaba yo
en el mes de octubre mucho fuego en los discursos, cla-
mando, y con razon , por el aumento de nuestros exér-
citos, y porque se completasen en su fuerza , hasta el
grado que pudiesen sostener nuestros recursos ; con el
doble objeto de resistir á los exércitos del tirano, ha-
cernos respetar de los aliados, y tener una represen-
tacion qual merece esta Nacion magnánima, al tiempo
que las denlas Ponencias quisieran poner fin á esta con-
tienda ; pues no estando así preparados, deberia ser nues-
tra suerte en la reparticion la mas debil.


Notaba tambien que se hacian proposiciones llenas
al parecer de buena fé , y de- fuego . patriótico para que
se atendiese á cubrir las baxas, á asistir á los exérel-
tos , y á velar sobre la certeza de las quejas de éstos, Y


397
ale las próvidencias del Gobierno acercó de ellas. Leí
en las memorias de los secretarios del despacho , espe-
cialmente el de Guerra, que toda la fuerza de nuestros
exércitos consistia en 1639 hombres, poco mas ó menos,
de todas armas, y que se quejaba de que á caso po-
drian faltar recursos para su subsistencia.


Desde esta época , situados nuestros exércitos en el
Pirineo, ha transcurrido un invierno cruel ; se han dado
muchas acciones de guerra ; y ha habido mucha deser-
cion causada de escaseces que padecian las tropas:
y en los hospitales ha sido poca , ó ninguna la asisten-
cia que han teñido los enfermos y los heridos. Este con-
junto de causas , que al paso que son notorias en toda
España , necesariamente producen unas bajas conside-
rables en los exércitos ; han sido , segun vemos por las
memorias últimamente presentadas, de virtud tan extraor-
dinaria y maravillosas , que no solo no han disminui-
do la fuerza de los exércitos , sino que la han aumen-,
tado á lo menos en 409- hombres, sin que en todo este
tiempo se haya sorteado uno en las Provincias libres, ni
sepamos que se hayan venido á reunir los desertores, ni
resucitado los muertos.


Mas no es esto lo que únicamente eme llama la aten-
clon. Llámala sí y mucho , el ver que algunos de aque-
llos Mismos sugetos que, en el mes de octubre manifesta-
ban tanto celo por el aumento de la fuerza armada,
pretenden y apoyan ahora que se suspenda toda extrae-
cion de gentes para completar las bajas que debian su-
ponerse en los exércitos por las causas indicadas ; á pre-
texto -únicamente de la relacion inex:Icta del Ministro,
contraria á la memoria presentada en octubre, y en que
asienta no solo la existencia de zoo' combatientes, sino
que en el 49 exército ha habido un aumento de 209
sin saberse de donde han entrado. z Podrá llevarse en esto
alguna mira tortuosa con la que se intente disminuir
nuestra milicia, hacer que acaben los exércitos por inani-
cion, ó se disuelvan á fuerza de las calamidades y miserias á.






4oD
les insultos 'á su notorio pundonor, por el perjuicio que
ocasionan al buen concepto público que se ha merecí-
do , y debe minorarse si el pueblo se persuade que ne-
cesita el divino Argüelles de tales panegiristas y defenso-
res quando en la activa y escrupulosa prosecucion de
la causa resultará mas bien su inocencia que de todos los
papelistas declamadores : resentido, vuelvo á repetir de
estas cosas , trata de pedir al Gobierno que imponga per-
petuo silencio en el asunto á tales periódicos, aunque
al 'efecto haya que ponerles alguna mordaza, ó apretar-
les el pescuezo para impedir el paso del aire y la for-
macion de la voz. Itern se dice, que para mejor paten-
tizar su irrepreensible conducta , quiere fixar carteles ea
tória la península,- y aun en Londres , en que desatia,
reta y conjura á todos y cada uno á que digan si han
visto ú oido que jamás haya sido agente del Corso, te-
nido con él ó su hermano Pepe inteligencias secretas, ser-.
vido á Godoy de consejero, conservador de sus caudales.'
robados á la Nacion , ó cosa semejante ; y en. fin, sis
pueden acreditar y convencerle de haber pecado contra
la Pátria por pensaMiento, palabra ni obra , corno se
ha visto y palpado en otros indignos del nombre español.


Si es. cierto , seguramente dará en ello el señor Ar,
glielles una prueba. nada• equívoca de la tranquilidad de
su conciencia , y ningun escrúpulo que le remuerde , como
así lo creemos y es de esperar de su notorio. patriotismo,
( Fjxt, Correo número 64. )


MADRID.
IMPRENTA DE VILLADPANDO.


Se bailará en las Librerías de Barco carrera de san Gerónimo,
e; la de Matute calle de las Carretas: de Villa Plazuela
Santo Domingo: de llNlinutria calle de Toledo : y deNovillo calle de la Concercion Gerónirna.


N.' si. 401,


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


Del lunes 4 de abril de 181+


ESPAÑOLES.


hemos recibido el consuelo de tantas penalidades. Si,
) racias á Dios que despues de seis años de amargura,


compatriotas mios : el regreso de nuestro amantisimo so-
berano, indemniza todas las angustias , fatigas y priva-
ciones padecidas en su ausencia. Ya llegó el feliz mo-
mento de que en la posesion de la prenda mas amada,
logremos la felicidad que el omnipotente ha puesto en las
manos del invicto Fernando, para que la derrame sobre
su pueblo. Naciorfzi incomparable ! ya has principiado á
recibir el premio de tu constancia y puedes con pro-
piedad repetir aquellas palabras del Profeta : CUY» joyo-
carera exaudivit me Deus justitize mece in tribulatione dila-
tasti rnihi.


Así como es inexplicable nuestro júbilo, qual lo era
nuestro ardiente deseo , del mismo modo se halla en su-
mo grado empeñada nuestra gratitud á los favores del
cielo coronados en el regreso del augusto é idolatrado
Fernando al trono de su propiedad. Este feliz acon-
tecimiento y los infortunios que la Nacion ha sufrido
por las invasiones del enemigo , deben llamar nuestra
atencion para reportar los beneficios á que son dirigi-
dos , no por un acaso ni por las naturales vicisitudes,
sino por expresa disposicion de la divina providencia.


Muchas y muy importantes deducciones nos ofrece


(6 quartos. )




401
la meditacion de nuestra trágica historia desde el año
de 1308 ; pero concretándonos á las mas principales
(por evitar prolixidad) las reduciremos á quatro. prime'
ra ; el miserable estado á que habiarnos llegado por la eo;'
rupcion de costumbres :que movió- la ira del cielo á un
castigo tan exetriplar : segunda , la piedad con cine mies,
tro gran Dios en medio de su justo enojo, ha manifesta_
do con njiatavillas propias de su infinito poder la so,
becaria proteccion que nos dispensa : tercera, la solida
virtud y manifiesta predistinacion que resplandece en ese
jóven monarca , dignisimo objeto de nuestro amor , ele-
gido por Dios , como otro Moyses , para regir el pue-
blo español , y hacerle ver por su medio la grandeza de
su poder ; y guarra , la pública designacion de los bue=
nos españoles , y de los hijos es.pureos de la Pátria.


En efecto : nuestros públicos y generales delitos ha-
blan llegado al trono de Dios y excitado el rigor de su
justicia hasta caer sobre nosotros su terrible espada vién-
donos rodeados de calamidades ; pero sin embargo en
el tiempo de nuestra tribulacion liemos visto la mise-
ricordia divina tan. declarada en nuevtro favor, que ni
los asestos de nuestros enemigos han logrado nuestra sub-
yugacion , ni la perfidia de nuestros seductores ha con-
seguido desarraigar de nuestros corazones la religion ca-
tólica , y la fidelidad al mas digno monarca. Este des-
pues de tantos trabajos padecidos con la mas exemplar
constancia por nuestro amor , vuelve á nosotros lleno
de gloria como el Redentor el dia del juicio.. Tal es el
premio con que Dios galardona á los justos aun en esta
mortal vida, como se vid en David, Mardoqueo y otros;
Si , ;españoles, Fernando vuelve á su trono, no solo triun-
fante de su: enemigo como Saul .de los Fitistcos , s¡1.19
conStítuido Juez de los perseguidores de la Religion ca.T
tólica , y de su soberanía.


Por fortuna constan de público y notorio y nadie
ignora quienes son los autores de las obras impías Y
anárquicas y de las expresiones disonantes y dern.c>"


403
cráticas con que se ha intentado alucinamos , como
Cambien las persecuciones, y desprecios que han sufri-
do , los que contra ellas han procurado sostener .el de-
coro del altar, y la autoridad del trono. He .aquí ina-
rdieStos los buenos patriotas -y los hijos expureos de la
sacioa. Estos llevarán siempre en pos de sí la pública
exécracion , y aunque mas intenten aparentar su arre-
pentimiento , el liberalismo que los ha distinguido les-
tie-ne calificados de" enemigos de la Patria. .Pero .11 .


tiem-
po de tanto gozó no debemos mezclar la considéracion
funesta de tales fehónienos.. -


Regocigémonos en el Señor y unamónos
.en fraterna


caridad para tributarle gracias por el triunfo de
• nues-


tra religion y de nuestro rey. Juremos eterna guerra á
los enemigos de la iglesia y del invicto Fernando : viva
la religion católica : viva nuestro adorado nunarca : viva
la Pátria. Mueran los impíos: mueran los anarquistas.


VARIEDADES.


. Diálogo , Renovales. = Leal.


R. Anda, pícaro servil. =L. Espero que lo seais mas,
cuando por parte de tarde os pongais á aprender oficio,
que no será muy lucroso ; porque os coge ya talludo. = R.
¡ Como oficio 1 ¿ Pues qué necesidad tengo yo de oficio.
para vivir con esplendor ?= L. Cuando lleguen á rea-
lizarse los planes liberales , ya no se pagarán mas ren-
tas y tendreis entonces necesidad de saberlo , 6- de
arrimaron á una esquina con un cordel por banda , para
hacer mandados y llevar cargas como palanquin.=R.
Crees pues , maligno ignorante que se trata de ata-


car el sagrado derecho de propiedad ?=L. Creo que de
los mismos principios seguirse han las mismas conse-
cuencias , y esto no es mera conje tura ; claritamente se
ha dicho ya á los grandes por esos reformadores, que
traten de aprender oficios y no sean bobos: ¿Qué sig-
nifica esto ? ? Qué necesidad tiene de oficio el que . vi-ve




404
de los réditos de sus propiedades, sino porque el


1


Plan
es dexarle sin ellas ?=R. Mas ¿cómo es posible que si
delito se quite á nadie lo que tiene, especialmen te :1
que es declarado patriota liberal , y partidario de las sa,
ludables reformas? = Una de ellas será la de quitar
las rentas, para que se verifique la igualdad; pues nun_
ca los que sudan en los campos serán iguales á los que
os paseais frescos por los pueblos, comiendo lo que ellos
trabajan.=R. Ellos pagan los réditos de mí principal ¿de
qué modo podrá exitnirseles de una deuda de rigurosa
justicia ?= L- ¿Cómo ? Oid sin interrumpirme , y os de_
senvolveré todo el plan , que para haceros traycion os
ocultan vuestros amigotes. Arbitrio 19 Abolir toda ren-
ta, á la cual pueda dársele el nombre de señorío, como
son los que en Galicia llaman servicios , y tras de las
gallinas , corderos &c. se irá extendiendo esta cualifica-
clon á los granos , y cuando se extingan los diezmos,
allá van vuestras sincuras y mas derechos. 29 Nadie
pida sin presentar título. Mi archivo, dirá uno , ha sido
arruinado , pero tengo una antigiia y pacifica posesion.
Esta es usurpacion , le responden , nada vale. Mis ma-
yores compraron, aquí estan las escrituras. ¿Y quién
se lo habia dado á esos vendedores ; le replican ? Usur-
pacion , usurpacion : suspéndase la paga , mientras no
presentais el título primordial , y dure el pleyto. ¡ Ta ta
tal ese vuestro causante fué clérigo , y abusó de los
sagrados bienes de la iglesia y patrimonio de los po-
bres. ¡ Ah ! que el dominio es de un monasterio , y son
bienes nacionales, que llevas usurpados por la intriga de
algun abad. Ese Mendo Leyes Gavilan era escribano


cómo pudo adquirir tanto , sino asolando á la tierra?
Fuera, fuera, todo abaxo. 3• Cualquiera que pague ren-
ta pueda redimirla ( así se hizo en Francia ). Direis que
no quereis vender ; pero se depositará el precio , y que-
dareis sin tierra y sin dinero, y el mayor favor será
que este parezca , y no os presenten vales , que ten-
dreis que tomar rabiando. Guardadlos hasta que con 101


405
asignados, que con este fin se crearán, llegue un dia
que se anulen todos, como en Francia. 49 Se suscita un
alboroto por los predicadores de la igualdad y libertad,
y los colonos incitados del deseo de librarse de vos, da-
/nan : al aristocrata , al aristocrata : saquean vuestra casa,
os queman el archivo, sino os cuelgan del balcon. Con
esto vais cayendo del asno , y quereis arrimaros á los
serviles ; se os acusa de traidor , y os expatrian ó lle-
van á la guillotina, ó como se llame, y vuestros bie-
nes se declaran nacionales. Cualquiera pretexto basta: un
golpe dado á un provocativo , la acogida de un ami-
go ó pariente , un acto de devocion R. Basta hom-
bre, que si te doy tela me echas toda la revolucion fran-
cesa encima. Esas son alharacas, con que te aturden
esos servilones.=_-L. Pues cierra los oidos , y atente á las
maximas de aquel bribon y rufian purchinela , tahur,
gloton , estafador, concusario y traidor. Si te fias de Ro-
mero , ya verás el paradero. (Estaf. núm. 96.)


Preliminares de transaccion entre liberales y serviles.


Luego que don Lucas, y don Teodoro hubieron can-
geado sus plenos poderes en debida forma, aquel apodera-
do por el liberalismo, y éste por los amantes de su re-
ligion y su rey ; he aqui las actas de la conferencia á
que dió principio.


Don Teodoro , diciendo: fuera pesadumbres y entri-
pados , seriar don Lucas : el tiempo está de buena cara:
fuera sustos. No hay que pensar ya en repúblicas Iberia-
nas , Ligurianas , Indianas , ni cosa que lo valga. Audi-
pot , ese Audinot.... Ime entiende vind.=Entiendo en-
tiendo. Me alegro que nos entendamos : y nuestros co-
mitentes tambien lo entienden. El rey de las Espafias
ya viene: lo entiende vmd. ?= Demasiado. =¿Qué quie-
re , pues , que hagamos á esto? = Paces. = Válgame
Dios : ¡ por que razon hemos tenido guerra! = por lo
errado de los cálculos. Napoleon pos engañó y Aueli.„




--...111111111r


406
pot nos perdió.=Visto se estaba. Los liberales no hube
ran errado sus cálculos , sino hubieran hecho o t ros -'
los que hizo la masa de la Nacion. Creyeron que ic.\z1
palean era omnipotente, y era tan impotente par a 7-
generar, como lo es. para engendrar. Si los compañeros
.deavmd. hubieran seguido -las máximas que'la
pira, hubieran conocido que todo el negocio de
_paña, era conducido . desde los primeros principios dell;
modo muy especial por la mana del verdadero Onl."-•
tente : y si sus corazones no hubiesen estada" ya corloni.
pidos.aun en .las , ideas pilitieas no habríais erradn'Gs
cálculos. Seguisteis la política peculiar de Bonapa.tte'


'1y
no atendisteis á la de toda la Nacion Española. Ahora
os sucede lo que á los infelices afrancesados, que se
vieron obligados á abandonar su patria, porque ésta no
podia sufrirlos; vosotros quedasteis ocultos en su seno:
teniais dispuesto el perderla.... comerciabais con Napo.
leona.. errasteis el golpe.... Audinot publicó vuestros pla-
nes: toda la Nacion os abomina.... El Rey os mira como
conjurados.... Ahora i qué quereis Volver á su gracia,
y á la de la Nacion.... transigir.= Bueno es hacer aun de la
necesidad virtud. Mas un reo de alta traicion no debe
ser . oido. Audinot no da lugar á la indulgencia : voso-
tros aun estais con las armas en la mano. Entra ea alian-
za con nosotros, dixeron los Galaaditas al rey Natas,
habeto nos fcederatos ( r . Reg. t r. ) ,,La alianza que yo
,,haré con vosotros , les contestó , será sacaras á todos
,,el ojo derecho , y hacer que sexis el oprobio de todo
”Israel." Vuestros méritos son mas relevantes.... vuestra
conjuracion necesita de mas fuertes conjuros. Nunca el
medio concluyó pacto que fuese. duradero. Obrar de pu-
ro miedo es eso que vosotros llamais servilismo. No obs-
tante, él hace prodigios : y el miedo. suele dar prm"
cípio , aun en los sacramentos , la ` ljustificacion del hom-
bre. 1Se hallan los finos liberales en este caso ? 1La tran-
saccion para que está vmd. apoderado, tiene *de ac"1
su origen ? señor don Lucas.—Yo no lo sé. Es cierto,


407
¡ que aquí traigo del commtente liberalismo las bases


sobre que debe fundarse nuestra transaccion, sea alian-
—Produzcalas vind.=za.


Iriorclidc s l )o


Art. r. La Nacion será reconocida por las partes
contratantes por Soberana in fieri , et ut quo. Art. 2. Ut
q et facto esse. ( esa fórmula, don Lucas ( y cómoc


no parece de transaccion , sino de capitulacion;
p


mismo d.,1) estará en quien mas rázon tenga.
A r t . 3 . Se guardara uh praFurido y perpetuo silencio por
ambas partes en órden a la muerte eterna de' la lnquisi-
clon , obra de nuestros PP. de la Patria. Art. at . A la
Cónstitucion ningun servil deberá tocar : solo á los li-
berales estará reservado el derecho de interpre • arla á su
modo, y aun les servirá de escalan para hacer mil tra-


-
vesuras. Art. 5. Puesto que no se ha podido evitar que
'tengamos rey y que este sea Fernando VIL , ambos par-
tidos guardarán silencio acerca de qualesquiera rumo-
res que se hayan divulgado. Art. 6. Aunque algunos,
ni saben ni han querido saber 'si un tal Audinot es un
animal de' las Indias, ó un verdura enviado de Napa-
leon , debe ante toda averiguadon , ser reputado por un
impostor , y un malvado. Arta 7 . Los serviles , no vol-
verán á chistar sobre este particular, porque ademas de
incomodar á los liberales en gran manera, esta manera
los llena de sustos, y compromete su patriotismo en
perjuicio de la patria. Estas son , señor don Teodoro las
principales bases por donde deberembs entrar á ne-
gociar la transaccion : qualquier otro punto sera facil
de decidir.=


Es decir , señor don Lucas ( ¡y corno,alas cucas! ) •
que las ovejas transijan con los lobos. Desde luego os
intimo de parte de los serviles , y por vos á toda la ca-
nalla que representais , que,1as condiciones de paz son
desechadas casi en toda. su. generalidad. Cuenta Herodo-
to , qu


.e habiendo el rey ;Caro ofrecido á los Jimios mili




decentes condiciones dea ello- - r n




p. 3, 51.1 C, no fqono,:e o
sus ventajas , las desecharon ; mas viéndole luego des-




1


408
pues triunfante , le rogaron que IeS concediese la
con las mismas condiciones de antes. Contextóles dr-0z
con el siguiente apólogo del músico. Pretendia éste ha-
cer bailar á los peces al son de la música que les daba
á la orilla del rio; enfadose mucho viendo que ellos
hacían el sordo, y dexándose de música , echa las re.,
des , y sacando gran multitud de aquellos sordos, viera.
do que se rebullian en seco sobre la arena, les dixo: 6
tontos animales , no espereis ahora que estais cogidos,
que yo os permita baylar : pues no quisisteis saltar quatie-
do os lo rogaba con música. Mui conforme á esto de,
cía T. C. á los endurecidos judíos : cecininius vobis, et
non saltastis. Echó Audinot la red , y sacó los peces á
seco, ¡ y quiere don Lucas que los serviles les permi-
tan saltar , y aun recibir de ellos capitulacion., entre-
gándose á discrecion! Retirémonos, don Lucas , y en se-
sion secreta despues de manifestar lo insultante de las
bases liberales , vereis las de los serviles mis comitentes,
y poderdantes. (Postillon núm. 63.)


MADRID.
IMPRENTA DE VILLALPANDO.


So'hallará en las Librerías de Barco carrera de san Gen441161
en la de Matute calle de las Carretas: de Villa Plazuela de
Santo Domingo: de Minutria calle de Toledo : y de
Novillo calle de la Concepcion Gerónitna.


6 tiart0S.)


N.° 52.


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


Del viernes 8 de abril de i814..


ARTICULO COMUNICADO.


Sefior Fiscal Patriótico en el número setenta del Pro,
curador general de la Nacion y del Rey, se inserta un
artículo del presbítero don Francisco Gonzalez, fecha en
Herrera á r z de marzo último , en que propone varias


'dudas reducidas á tres puntos , las quales hace algun
tiempo que á mí tambien me habian ocurrido, y así es
que me alegré luego que vi la conformidad de su modo
de pensar con el mio ; pero como el principal fin del
que propone una duda es hallar la solucion, yo ruego
á vmd. se sirva manifestar lsu dictamen para mi satisfac-
cion y la del mismo sefior Gonzalez que creo apreciar,
tá , como éste su mas afecto servidor que S. M. B. J. D.


DICTAMEN.


En. el artículo que cita el anterior , se , advierte á
primera vista el sólido fundamento que sirve de apoyo
á las dudas en él contenidas , y los nada vulgares co-
nocimientos de que se halla adornado su proponente;
'-las no sc atreverá el Fiscal á decidir si en los puntos
á que se refiere hay que dudar ó que admirar.


En tal supuesto , es claro é innegable que siendo an-
tes y despues de la Constitucion la religion de la Nacion es-
ParlDla la católica apostólica Romaua; está solemnemente




4ib
glado todo español á prestar obediencia al Sumo pon
tifice Vicario de Tesuchristo , y cabeza visible de su igiel
sia , y que qualquiera que en este punto forme la
minima controversia debe ser considerado corno




finas
un ver,


dadero protestante.
Igualmente es indisputable que el monarca espan


-oi
delinquiria , dando. de mano á los decretos pontificios'
determinaciones




de los concilios , y mucho mas estando
estas sancionadas con expresa concurrencia del fuero ci-
vil representado por los embajadores asistentes á ellos.
de consig.dente qualesquiera disposiciones que directa j
indirectamente se excediesen del acuerdo de los concilios
<S de las concesiones de la santa Sede, serian un acto
formal de inobediencia al Vicario de Jesuchristo y un
atentado contra los sagrados cánones. Es necesario tener
presente que al monarca como legislador en sus dominios,
le compete la proteccion del derecho canónico, y en cali-
dad de tal protector no tiene facultad de alterarle en lo
mas minimo , sino de atender á su exáta observancia.


Por este principio se convence que los bienes per-
tenecientes al estado eclesiastico no pueden ser gravn
dos baxo ningun pretexto sin el competente permiso, y
que qualesquiera carga que les fuese impuesta debe es-
tar precedida del breve . pontificio en que con vista de
causales resulte una efectiva concesion previa audiencia de
los diocesanos.


En quanto á los insultos hechos al clero superior
-


é inferior y á otros miembros del Estado , no solamen-
te no son compatibles con la observancia de la religion
católica sino opuestos enteramente á ella ; pero el
abuso de la libertad de imprenta , ocasiona que los itu-
-pio, siembren su perjudicial doctrina para pervertir al
pueblo y acarrearle su perdiciori; como sucedió en la
Francia, cu yo exemplo han seguido por desgracia algu-
nos e,critores de nuestros dias-


Re,pecto de la sexta pregunta : es facil que un re-
bala sea custodiado sin exposicion de lobos , careciendo de paf


41!
Lores y perros." Es bien notorio que no pude menos de ser
víctima el rebaño abandonado , mas el Dios que vela
sobre nuestra felicidad proveerá en breve de remedio á
jos males que amenazaban á su grey.


El primer punto parece está absuelto , : pasemos aF
segundo. Su primera y , segunda pregunta reducida ; á si
Rabia en el Congreso, guando se discutió sobre 1 4 liber-
tad de comercio , algun Ministro del consejo .de los que
existian en el... aló de , en que se econced.ió . igual li-
bertad , y si se tuvieron presentes las reales provisiones de.
2 de setiembre de 68- , y Ir de mayo, de 72. en que
se derogó lo acordado en el de 67 ; estan ea sí Mis-
mas contestadas: lo primero porque si hubiese concur-
rido á la discusion del congreso algun Ministro del
consejo de los que en el año de 67, acordaron esta liber-
tad, habria hecho presente las resultas de aquella dis-
posicion; y lo segundo porque si se hubiesen tenido á
la vista las dos reales provisiones que quedan citadas no
podia haberse resuelto la libertad de comercio tan ,acre-
ditada de perjudicial por. 'experiencia : bien que la
nworiedad , excusa, de ignorancia en . caso , y por
lo mismo no cabe que sin pleno conocimiento de las
reales provisiones y causas que las motivaron, se haya
dictado esta resolucion ; mas sea de ello lo que fuere,
es lo cierto que de ella no pueden seguirse las ventajas á
que es dirigida , y si gravisitnos perjuiciOs , (segun tie-
ne el Fiscal probado en algunos de su ndmeros (1). )
queda contextada la pregunta tercera del segundo ,puLbT,
to para pasar al tercero.


Es la primera pregunta de él. ? Continuando el actual
sistema llegarás; los pueblos á ponerse en el estado en que
se hallaban antes de la invasion enemiga? Tan lejos está
esto de la posibilidad como tocar con la mano en el
Cielo. El actual sistema es incapaz de hacer efectivo el
'aporte de las rentas establecidas en lo antiguo y a.de-


( 1 ) Ucase el número 1 r del Fiscal.




gr 2
mas ocasiona al pueblo un enorme grávatnen tan no,
toriamente conocido, que en poco tiempo que se con,
titule se verá por precision abandonada la industria


Yla agricultura, porque una y otra llegarán á tener Inas
'repartimiento de contribucion que el principal li quido que
puedan producir. Tambien sobre este punto tiene el Fiscal
expuesto su dictamen (r) convenciendo hasta la eyiden_
cia lo impracticable y dañoso que es el nuevo sistema;
pero c9rno quiera que se haya de llevar á efecto, /1,1)
obstante . :las poderosas razones que obran en contrario
es preciso esperar á que la experiencia desvanezca la
ofuscacion que padecemos en esta parte, ó por mejor de_
cir el empeño que hemos formado en destruirnos por
adoptar unas novedades que jamas han tenido felices
resultas. Así que , los ayuntamientos por mas que se les
constituya responsables , nunca podran vencer el imposi-
ble que en sí contiene el nuevo sistema , porque care-
cen de los recursos con que antes , sin gravamen de
los pueblos , cubrian la qüota de sus contribuciones.


Eti razon de la ultima pregunta: si podrá suspen-
aerse el derecho de ciudadanía á los que no supkren
escribir por falta de maestros en sus pueblos ; parece
que solo puede obrar esta suspension como un estímu-
lo para la dedicacion de la juventud, y un castigo de
la indolencia con respecto á los pueblos !donde haya
habido maestros, pues en los que no los hubo , no hay
delito en los vecinos, ni de consiguiente deben sufrir
ésta pena. Queda contestado el señor J. D. sin perjui-
cio de ampliar las reflexiones que convenga en su caso,
ademas de las que el Fiscal tiene producidas á que se
refiere.


VARIEDADES.


La aplicacion de la palabra Locura , que hace el
exácto correo de la Coruña en su número 65 1 es tan


(I) Vease el número 4.


413
exácta como él mismo , por lo tanto la Insertamos á
la letra.


Hemos dicho en el número 57 alguna cosa del vo-
cablo Razcn, y ahora diremos otro poco de la Lccurii.
Este vocablo es curiosísimo, y á caso el , único que en
ambas lenguas ha conservado su verdadero significado.
Basta aqui vamos bien : pero ¿y en la aplicacion? -No hay
remedio ; siempre se hace en sentido opuesto : cosa que no
debe maravillarnos, porque ¿que milagro es, que un lo-
co tenga por Sin juicio al que esta en toda su razon?
¿ Es esto quizá cosa del otro jueves ? Luego no nos de-
be asombrar que haya republicanos que tengan por lo-
cos, y llamen así a los cuerdos y racionales : pongo por
caso ; un Audinot siempre será uu loco , aun guando
esté rematado el que así le trate. Cosa rara! El que
está en su sano juicio aun no conoce bien la locura del que
está loco • y 1 Pero vamos: muchos pretenden que
un Ateo , un Deista , un Democratico , &c. &c. puede
muy bien ser un maligno , y aun si se quiere un ca.
lavera ; pero no un loco. Mas (aunque sea con dolor
mio ) me opongo á ello. Para discurrir bien de la ma-
lignidad 1 , es necesario hacerlo por el estilo con que
juzgarnos de la fiebre. Esto no conduce al delirio y fre-
nesí , sino guando es en un grado muy avanzado. La
malignidad es una verdadera calentura del alma, que
guando es excesiva conduce sin remedio al delirio, y á
la furia.' Buen modelo es aquel que llamado antes Saulo
y despues Pablo , caminaba llerm de furia , y traspi-
rando ponzoña por todo su cuerpo. Supuestas estas dos
verdades ; pregunta chota mi curiosidad ; ¿puede darse
mayor malicia que la de -un republicano Iberiano , ó un
liberal español ? ¿No es la iras solemne locura, con-
denar por loco á un sugeto , tal corno Auctnot, sin ja-
mas haberle visto, ni conocido , ni haber hecho sobre su
locura , é imposturas la menor diligencia , ni averigua-
don ? Luego estos honrados personages son locos rena-
tados con imprescriptibles a hilltélablet derechos , mas




4T4.
seguros que los de don Quixote á las jaulas. Que la zote_
ra ande algunas veces á caza de grillos , pase , pero que
los que andan en dos pies tambien se diviertan así , vaya,
locura , es. Lo gracioso está , en que la locura de Audi
not no deba de reducirse á prueba , y no haya de ad-
mitirse con ella la de otros. Ergo. Crece la locura guau_
do se tiene tambien por locos , y se persigue á aque-
llos que dicen y quieren que se pruebe la locura á reas
lignidad del tal Audinot; y que en caso de que no sea
maligno y esté cuerdo, se disponga una buena reinesa
de cuerdas. No puede verse paso mas gracioso que guan-
do muchos locos las tornan , unos con otros.


Yo bien sé , que un loco es capaz de hacer un cien-
to , mas no es facil que esto suceda , guando la locura
llegó á declararse con síntomas de frenesí , porque en
este caso todos huyen de él. Hay cierta especie de de-
mencia , que aunque no se declare en la substancia de
la cosa , se dexa ver bastantemente en el modo , quos
ultra , citraque , nequit consi.7tere la cordura. Y vamos,
claros. Yo supongo que la Constitucion es buena, y par-
to de la refiexion. Hasta ageí llegan los serviles con los
liberales, ( ¡Qué no hemos de acabar de entendernos sien-
do todos españoles, con sola una arenita de sal !) Pero
cate vmd. que viene uno de éstos , y á voces ( como si
yo fuera sordo) me dice , si osas rasgar una santa pá-
gina de esa Constitucion , primero la has de empapar
en mi sangre. Ola, señor inio , y de este libro que me
costó mi dinero no podre yo disponer como quiera? Si
vmd. es tan pródigo de su sangre y la quiere vender-
tan barata e


con su pan se lo coma : yo solo prodiga-


C
ré -la mia , guando vmd. me quisiese arrancar esta otra


onstitucion de que solo Dios es el autor, mi fé, ¡ni
religion, porque yo solo á este libro tengo por sano;
y ningun otro que sea de puros hombres. Ahora; I quál
de los dos es el loco ?


Otro, viene, y me acomete, diciendo, mira que la
Constitucion es
terror de Napoleon , &e. &c. Hotneit i


6 'diablo , I cómo puede ser el terror de NapO-
Icon , ni tampoco de un soldado raso? ¿ Cree vmd.
en encantamientos y hechicerías ? Apunte vmd. á Napo-
leon con un canon , y le verá echar á correr : dígale
vmd. no te asomes, que aqui 'tengo tres mil Constitu-


- ciones ; y verá vmd. cerro se acerca. Y ahora ¿qua' de
los dos es el loco? Otro se me arrima, y me dice, es
preciso levantar cátedras de Constitucion en todos los
pueblos , y que todos los artesanos y jornaleros concur-
ran al toque de oraciones á la -Iglesia , para que se les
enseñe á fonda la Constitucion. Ola , y no seria bastan-
te, que cada uno la estudie de memoria en su casa, aun-
que sea echando á un lado el Astetc? 1Por ventura es
la Constitucion un libro lleno de misterios y enigmas,
que necesite de Doctores ni Catedráticos que lo desen-
vuelvan? Yo la respeto por tan clara, tan perceptible
laun para los artesanos , que esto mismo cede en el ma-
yor elogio de sus autores. Y ahora Igual de los dos es
el loco ? Viene otro y me dice , la sagrada la sacrosanta,
la divina Constitucion , mirra de oro montaña inucceiibte,
1..Tc. &c. ella sola puede hacer feliz á la España. Pues
yo, visto lo visto, digo que no. Ninguna Constitucion,
aunque sea el mismo Evangelio , á quien con exclusion
llamo sacrosanto y divino , puede hacer feliz á nadie, si no
se observa : la Constitucion se infringe á las claras por
sus mismos autores, y á cada paso por los que tanto la
elogian : luego tantos - .elogios proceden de algun frenisí.
Y á fe mia , que siendo tantas las transgresiones como
los encomios, claro está , que guando así, y por tales
medios se pretende entusiasmar á los pueblos para que
amen la Constitucion , es trabajar por echarla á perder;
porque viendo éstos tantas infracciones en la gente de--
copete , por otra tantas promesas de felicidad que no ex-
pernil( ntan aun , lo tomaron á cosa de mogiglnga, y
cada vez se enfriarán mas en el amor de la Constitu-
cion ; y podrán decir , que qui probar , mil pro-
ba:. Si esto no ven los liberales, son fatuos : y si lo ven,




14,-T
IN.


53
4.17416 -


y no lo remedian por otros medios .. vaya leo
quisimos , y de los que ya no tienen remedio. Basta
por ahora y concluyamos como hemos empezado , que
este vocablo Locura, se conserva ea el dia en su na-
tivo significado. (Ex4r. Correo número 65.)


En efecto el vocablo locura se conserva actualmente en
su nativo significado siendo la unica cosa que por una,
especie de milagro no ha l'entrado en el plan de refor-
mas in totum que tanto influye en nuestra regeneracion;
pero ya querrá Dios que le toque su remedio , el qua!
solo podrá verificarse aplicando el antídoto con que en
los hospitales se ha conseguido si no curar la locura,
á lo menos contener sus efectos.


PUERTA DEL SOL.


Dicen que en uno de los dias de rogativas estaba en
la iglesia una simple vieja ; y al oir repetir Liberanos
Doi,ine, se volvió acia un chusco que tenia inmediato y
le preguntó : Idiga vmd. señor esta rogativa es por los li-
berales? á lo que el hombre la contextó : si señora es
porque Dis nos libre de ellos. ¡ Buenos Señores! ¡Excla-
mó la anciana , si dicen que


-
quieren lo mejor ! Si se-


ñora la repuso ; pero lo quieren para sí solos y si vmd.
no es de su congregacion baylará . el pelado eternamente.
Esta vmd. enterada abuela?


MADRID.
IMPRENTA D.F. VILLALPANDO.


Ss hallara' en las Libreras de Barco carrera de san Gerónirno,
en la de Matute calle de las Carretas: de Villa Plazuela de
Santo Domingo: de Minutria calle de Toled®: y de
Novillo calle de la Concepcion Gerónirna.


quartos. )•L


EL FISCAL PATRIÓTIL
DE ESPAÑA.


Del lunes i i de abril de 8 x


ARTICULO COMUNICADO.


e5or Fiscal Patriótico de Espah , muy señor mío:
con el mayor gusto he leydo en la Atalaya de dos del_
corriente _ una carta de la Española , tratando de la pro-
posicion del señor Sanchez y _llamando sobre ella 1941
atencion de los militares. Yo aunque retirado por mi
senectud y achaques, no puedo menos de volver por mi justa
causa y agradeciendo la buena intencion de aquella se-
ñora , suplicar á vmd. se moleste en dar su dictamen,
como le toca sobre la poca justicia con que se denigra al
exéreito en general llamándole mercenario , y considerán-
dole indigno de la confianza de la nacion , porque e n
mas de cincuenta y un años que hace que- sirvo, no
he oido un dicterio mas indecoroso al honor militar , ni
líe visto que -, das tropas españolas se hayan hecho acree-
doras á la desconfianza ó recelo de la Nacion.


Tambien vi ..en la sesion de Cortes del mismo dia
2 el interes con que se trató sobre la formacion de las
Milicias Urbanas , en cuyo asunto tomaron tanta parte
las galerías , que se acabó:de. conocer el espíritu que en
ellas domina... El señor Larrumbide,, fue con las Besen
tonadas v altaneras voces insultadó-hasta el caso de
no permitirsele hablar , y el señor Presidente desaten-
dido por mas que llamó al órden. Todos los concurren-
tes:de juicio se escandalizaron „ . por último yo no




418
quiero detenerme á contar á vmd. lo que allí pasóo por_
que como publico ya lo sabrá; pero si me parece °por_
tuno participarle mis reflexiones sobre aquel punto, para
que igualmente tenga la bondad de extender -á ellas su
dictamen.


Primera reflexion : en la crítica ocasion de estar
_ l os


exércitos desnudos, hambrientos y sumamente atrasados en
sus pagas, Z será mas propio armar á los paisanos que
socorrer las necesidades de las tropas veteranas en calo_
paáa ?


Segunda : en el caso de estar el exército tan de te-
riorado y disminuido por los muchos muertos, prisio_
neros , enfermos, extraviados y desertores , será mas
prudente armar al pasainage que reemplazar los regi-
mientos incompletos?


Tercera : no permitiendo la escasez de los tiempos
que .las tropas (en activo exercicio) estén equipada, de
vestuario y surtidas de viveres como corresponde, ¿será
propio hacer gastos en el armamento y habilitacion de
la milicia , pudiendose con su importe socorrer la mi-
seria de las tropas que se hallan al frente del ene-
migo?


Quarta : guando los enemigos han evacuado casi
todo nuestro suelo , y guando ( se dice ) sobran tropas. en
en el exército, ¿que necesidad puede haber de formar las
milicias ? qué riesgos nos amenazan para tomar esta de-
terminacion ? Y dado caso que hubiese algun riesgo ¿no se-
ria mas ventajoso aumentar el exército que l'armar la
milicia ? podrá esta defender la patria como aquel?


En fin , señor Fiscal , si yo hubiera de proponer á
vmd. todas las dudas que mc ocurren en este asunto,
llenaria muchos .pliegos ; pero no .lo hago por no mo-
lestarle y abra-sal-=de su- paciencia en la extension de su
dictamen, que aguardó sobre el contenido de esta, ofre-
citaadoine á su disposicion, y deseando mande á su mas
atento servidor. El Militar Re:iiatio. Madrid 3 de abril.
de 181 4..


DICTAMEN FISCAL,
419


A dos puntos está reducido en su esencia el artí-
culo anterior : primero, el agravio que se supone al
exército : y segundo, el exceso cometido contra el Con-
greso en la sesion del dos , y por incidencia la necesi-
dad de la formacion ó establecimiento de las Milicias
Urbanas ó Nacionales.


En quanto al primero, es cierto que tomada la ex-
presion en su literal sentido no infiere ningun favor al.
exército , y mucho menos si se entiende con la adiccion
de desconfianza que en sí contiene ; pero no e..; pre-
sumible que las palabras del señor Sanchez, se dirigie-
sen con expresa intencion contra el exército , guando no
puede ignorar el mérito que le distingue, y mucho mas
en la actualidad que ha dado tantas y tan reperidas prue-
bas de su valor en las acciones , y de su incompara-
ble constancia y firmeza en los trabajos , penalidades y
fatigas de la campaña. Así que , el señor Militar Reti-
.rado , dando á la expresion este sentido , podrá mitigar
su queja con la consideracion de no ser facil que ella
se produgese con determinada intencion de agraviar , por
las circunstancias que concurren en el exército , y las-
que adornan al señor Diputado.


Respecto del segundo , ya en otras ocasiones tiene
el Fiscal expuesto lo conveniente ( aunque sin fruto ), y
por lo mismo le es poco grato hablar sobre este par-
ticular. Sin embargo en vista de lo ocurrido en la se-
sion del dia dos , no puede menos de reproducir quan-
ta manifestó en su número 4 1, añadiendo á mayor abun-
da.miento , que si el supremo Congreso no toma una sé-
ria providencia para contener la inmodestia y altanería
de las tribunas, no serán extrañas qualesquiera Ulte-
riores consecuencias , y entre ellas la desobediencia á sus
resoluciones, porque estando pronunciadas entre la gri-
ta y alboroto de los asistentes sin permitirse hablar á
lo; representantes de la Nacion con la libertad que les




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'ar¡nlaa Sa Oft103 lanb 'plapr:ATe -114 opurnt tad- oaasanu op
-r2on aaqvtj uoioruiletur ri


ua nuodns aw os oplwaop op
-rpanb awaaqrq ap soluatuow s000d i aTpour alsoar aut.
"rip °atm tara ap r!doad 'UOIDV103 roard run ap sandsaa


-opuailua ou anb t?ouutx
run -ptua p alarluoo y .ion wad opraua,aadaa urq aw
as srsoo setionw -ounfir aod °Tonal


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luo!2!laa rj ap sosn SOallUr so! opipaad Gif ou ouToo
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alurasrq raas ownszad
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rua r2rajnru js anb Á


ZAVU sa danta rl anb 17c1OS
jOyedsa opon anb oaainb
-asarannaxa apand Aotj anb


rurtjrw y aiap as ou Á
'aiqrp sa oaurnb atioan.cmdv as


oduTara osoioaad la anb oaa!bb
-apara uaorq o anb sonanbr
ur!tuald lu IIT:21JSr3 ru sand


'saltes oluvrib rC tíazq anbilde as
oBrasro Á owizad ja anb oaainZ)




.ap.wn.I as opOi anb oaa!nb
'oprpurtn ap sandsap oa-ad


f apural as are anb oaaunad
oviantu Irania as anb (main?)


-aaumapr riatrap ri
run i sopoa sand sonreí).


'soaprd soaasanu uoaafip sou
oDurq la ara!nb 9 avala o


-asar/loar sa ou!s anbaod
'osrd /roa ja oluoad arsrd ap


parla as anb Á SUIZA ap
vÁrq ri anb oaalnb rana Árq s


-saarisip souatu sotuaam Á
M'U ns ua soaso uaicirq


ns uaqrs sourAr
`opon aqrs o! otin2uN
-anw aaonj oi ou anb la Á


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426
su periódico de 26 de marzo? Y el Conciso sobre el


-


mo punto de la venida de su Magestad , ¿de qué express
siones usa en su número 7o ?


v̀rziya , señor Fiscal, que yo me he asombrado de Ver
que haya quien de tal modo se dedique á esparcir uno,
pensamientos que tantó desacreditan a. la Nacion Espa-
ñola , siendo lo mas reparable que apoyados en la Cons:
titucion tiran y rajan contra todo lo que no es confor-
me á sus máximas , teniendo la, debilidad de decir que nada
tern,n, nada les arredra: la muerte que han arrostrado tan...
:as veces (t) en los campos de batalla en seis años de una
guerra desoladora, no es capaz de sellar su labio en una
crisis de laqual pende tal vez , la salud del pueblo
pailf.1, (2 j sintiéndose con valor para subir á un .cadahai_
3p. ( 3 ) ¿Y en qué viene á parar todo este cúmulo de
fanrarronadas ? en interpretar la carta escrita por nues-
tro iddatrado R:1 , y querer pintar su venida como sos-
pechosa, hasta reparar en las expresiones de vasallos y
aprohacion que contiene , persuadiendo ser contrarias á.
la Constitucion. Este es señor Fiscal , el Bus illis del ne-
gocio, y aquí busco yo el parecer de vmd. con especia-
lidad , porque no alcanzo por mas vueltas que_ le doy en
mi imaginacion , qué fundamento haya para criticar el
contenido de aquella carta. Es verdad que he visto la
impugnacion. hecha por el Procurador general de la Na-
cion y del Rey en su número So ; pero no obstante como
yo saco, á fuerza de cavilar , muchas consegiíencias infa-
libles, me he resuelto á remitir á vmd. este escrito con la
súplica de que se sirva insertarle en su apreciable periódico,


(i) ¿No se sabe en que acciones se habran hallado estos
serzor•év,para atribuirse vi galardon que obstentan. Esta jac-
tancia es como- la de la- mosca q«ando dijo arámos.


(2) Póbre pueblo EspaloUsi tu salud ha de ser adqui-
T'ida -"por tales conductosl


(3) -12nTo parece que. e muy segura la conciencia del
que :,rat ..2 Wtieina.


427
inanifestando en seguida su dictamen fiscal , así como lo
ha hecho á cerca de otros particulares ; para que el


. /),,eblo sepa huir del engañoso lazo que le preparan to-
dos los que intentan alucinarle con unas voces sofisti-
_cas y artificiosas, sin otro fin que desarraygar de nues-
tros corazones la lealtad y amor que con tanta razon
profesamos al virtuoso -Fernando.


Queda de vmd. su mas afecto servidor.=.M. S.


DICTAMEN FISCAL.


La principal causa de la extrañeza ó sorpresa en
el hombre es comuntnente su falta de conocimiento del
con,lucto ó conductos por donde pueden provenir sus
daño; ó sus beneficios : de aquí nace que no se pon-
ga á cubierto de aquellos, ni se apreste á recibir es-
tos. Tal es el caso en que se halla , sin duda, el se-
ñor M. S. guando extraña las expresiones insertas en los
papeles públicos que refiere ; pues si considerase el mé-
to io y estilo que les es característico ( porque siempre
lo han observado ) no le harina novedad las frases de
que se valen- para tratar de la venida del nvmarca y
regocijos generales que ha motivado , y mucho menos
qae con razon ó sin ella (aunque nunca puede haber-
la para la detraccion ) se atrevan á insertar produccio-
nes farsas y denigrativas contra personas y corporacio-
nes determinadas. Todo es muy propio : Nada es age-
no de quien siempre ha dado á conocer el fin con que
se conduce.


Sin embargo ., habiendo de satisfacer al señor M. S .
debe decir el Fiscal : que respecto de la denigracion pú-
blica contenida contra los empleados y contra •el Real .Cuer-
po de Guardias de Corps ea la Abeja , (6 artículós'en
ella insertos ) parece deben ser sus editores responsa-
bles á la satisfaccion que una y otra corporacion les
exija , si lo tuviese por conveniente : . y en quanto al
modo y forma con que se explica sobre la venida de S. M.




-".1111r


428
y contesto ..de 1a carta que dirigió á la Regencia


5 nCtpuede este autor escusarse de culpabilidad ( como igual-
mente el Conciso por las expresiones que usa en su /In,
mero 70 ) si se atiende á las juiciosas reflexiones hechas
por el Procurador general de la Nacion del Rey en
su número 8o, y otras no menos obvias que brevemen-
te se deducirán.


El único fin á que pueden dirigirse las expresiones
sentadas en la Abeja contra los empleados, es poner su
opinion en duda en el concepto publico por un interes
particular del autor ó autores del artículo que inserta-
ron los editores de la Abeja en su número 5 5 , no ha-
ciéndolo de la contestacion que les dirigieron. Este ac-
to notorio de parcialidad, acreditado en el manifiesto in.
serto por suplemento en el diario de Madrid de 31 de
marzo último , donde se refiere la comportacion_ de tos
citados editores , es un verdadero testimonio de su
caracter , y no menos le demuestran en el capcioso quan•
to grosero estilo con que intentan afear la accion del
ilustre y leal Cuerpo de Reales Guardias de Corps, pro-
pias de su acendrado amor al mas digno de los reyes
y acreedor á eternos elogios. Las voces insultantes de
que se vale para impugnar el regocijo del Real Cuerpo
de Guardias y de todo el pueblo de Madrid diciendo.
ser una escena reas propia de los cáfres que de los espa-
ñoles, inculcan un agravio notorio ai mismo Real Cuer-
po, á todos los dignisimos militares que contribuyeron
á tan dignas demostraciones, y al distinguido vecinda-
rio de esta Capital , calumniando á unos y otros como,
autores de un desorden, que solo consta en este perió-
dico infamatorio; pero cotejemo las insultantes voces
con que ( faltando a la verdad ) pinta un licito rego-
cij , con las que usó en SU numero 6 , para alabar el
intumrestivo alboroto de las músicas dirigidas á conmo-
ver al pueblo, á Pretesto de aplaudir á algunos señores
diputados -por haber defendido la Constitucion, gua n


-do se trató de los poderes del Reverendo Obispo de


429
ifampIona , y veremos palpablemente-:ex espíritu de
;este escrito y. su intencion bien manifiesta en la ala.
banza de una conmocion de facciosos, y el vituperio
de un festejo patriótico el mas licitt 5 'y : en que no se ad-
virtió desorden alguno.


Si en esta parte es el citado periódico inveraz , y pan,
ciar, no es ménos delinqüente en el modo con que tra-
ta de la carta de nuestro amantisitno Soberano. Las -15-a-
.labras'-que usa S. M. y han querido interpretarse en la
Ab,ja , no solamente son propias en su esencial senti,
do sino tambien análogas á la dignidad real y en nada
opuestas á la Constitucion, con la qual indirectamente in-
tenta el tal periódico persuadir que son incomPaiibles,
El Rey en su prision no puede estar enterado de una
Constitucion formada en su ausencia, y de consiguiente
tampoco seria extraño que su carta no fuese arreglada
al contexto de esta ley , que le es desconocida ; pero aun
dando el caso de que tuviese en la memoria todas sus
páginas y á la vista el decreto de las Cortes de dos de
febrero , no podia decirse que la carta , escrita con este
pleno conocimiento , se oponia á una ni á otro. La Cons-
titucion reconoce al señor don Fernando VII. por .legítimo
Rey de las Espalas , y en este hecho comprende ,á toT
dos los españoles en la clase de sus vasallos (1);
qué impropio puede parecer que así los titule en su car,
ta ? La Constitucion reconociendo como Rey al señor don
Fernando, pone á su cargo el poder executivo que ha
exercido la Regencia en su ausencia , y en tal, supuesto
estará sugeto a su aprobacion todo lo que sea :compre-
hendido en su autoridad ; g pues qué extrañeza puede cau-
sar que diga en su carta que merecerá su aprobacion to-
do lo que cediese en beneficio de la Patria? He aquí des,
vanecidas las capciosas interpretaciones con que se agra-


(1) La palabra vasallo en rateitro idioma es diversa de
da de esclavo edra que intentan los anarquistas igualarla;
Vease el diccionario castellano, y se convencerá de esta verdad,




430
vid la ilesa tápinion de un Rey tan justo y tan amado
de sus pueblos , para hacer á estos vacilar en, la lealtadque le profesan.


. Mucho mas p.odia decirse• ell comproba.eion(dela poca jiu.
ticia y sobrada audacia con que se na tratad) esta nu;,
terca por pai'te.'del citado perijil,co , faltando.. al respeto
del monarca ; pero basta por ahora para dar á cono-
cer las 1)M-idas m.ixiinas de los autores de tales expre_
,siones rigida$ á persuadir el repubdeanisino , sin per,.
juicio ck:expOrwr ea, su _Caso lo que parezca conveniente,


Artículo remitido.
Se1or Fiscal Patriótico de Espala , muy Selor tnio:


la experiencia que he Adquirido en las provincias y
timan-veinte en. esta Corte , desde la ausencia de los Fran-


, hecho concebir los:.adjuatos pensamientos,
que remito; áliVand...suplicandole tenga la bondad de ither.
tario:s ea suiáltreciable pe:riodico,aun.p


necesite un apendi-
ce , pues me con sta que no serán mal recibidos del pueblo
sano y eIafiol , que por la verdad satisfará gustoso el
aumentó del -papel , que por separado no puede costear
su afvdtísintto Q. M. B.=C.- A.
Descripcion de lar co- nocid.ts de patriotismo ., y fide la


actual , nan:a bien alubia ; felicidad.
Son tres clases conocidas


las del dia en pati-iuismot:
una sOli;es .ver.dadert,
las denlas son :elOsmo.


Hay pratriotilfgo . pies,
patriotismo de 4inriga.,
y hay otro de 9razoitn Y á qáales de estos patriotas
oye pcirqüe te 'lbs diga.
son los 'que premiados ves?


Los
EiéTroii -1 Cádiz 1 Verás ' 4á-los dos prinlil7rOS.


por el miedo del Trances
porque el mundo anda al rems.


manifiestan que twrieion-
; oo 4 . tá.-tos otros ,perseguidos


el .patriotisni.)
de pies. .arruinados y deshechos: '


Los que. á buscar sus ascensos mañana será otro dia
fueron allá ea esta danza,


guando el mando ande al derecho.


431
F ELICIDAD.


Felicidad decantada ¿ Esta es la felicidad?lb Si se les llama pancistas.n boca del libera
es la que ha causado el mal porque hablan de la racion,


pregunto 2 los liberalesá la Francia alucinada:
son como el carnaleon? . ..


•Esta Nacion ofuscada
que no conoció su engaito: ¿Pues si son como epicuros
fue mas esclava en su dafio: comen con bestialidad,
y que á pesar de experiencias y 'no quiren que otros coman.-
no han de dar las evidencias ¿Esta es la felicidad? (bienio.
el mas vivo desen1;afio l. Que aun muchos • que del go-


España lo cxperitnenta con órdenes estuvieron
sirviendo á la justa causaya muy bien á su pesar,


pues felicidad no ve y qve se vida expusieron,
si no partidos y azar: todos entran en el grupo


No pues nos alucinemos de perder su propiedad :
y exáininese en verdad 2 esto se ve ni en los turcos?
si segun están las cosas ¿Esta es la felicidad?
Esta es la felicidad. Que ven que se purifica


Muchos miles de Españoles todo el que llenó la bolsa
que sufrieron al francos,, hizo la causa francesa,
porque tener no y luego su empleo goza,
el patriotismo de píes; • y que: el bueno padéciendO
y guando el bien esperaban está. en . su necesidad,
hallan mayor crueldad; Idime liberal escuela
dicen . . liberal escuela esta es la felicidad ?
¿ Esta es la felicidad? Que se estimen patriotas


qrviefido . en sus empleos muchos que huyendo se fueron,
no sirvteron al tirano, y lo hicieron por tentar
si siguiron el destino de lo que antes exercieron,
que solo estaba en su mano, y el miedo de su pescuezo
pues solo á la patria sirve era solo su lealtad,
el que no obra la maldad, ¿éste es el que ha de emplearse?
y hoy se ven abandonados, ¿ Esta es la felicidad?
¿ Esta es la felicidad ? Que solo son patriotas
1 Que en el cha de mas gloria los que fueron á buscar
se gozan en su quietud,
y poco despues se ven
que les quitan la salud
quitándoles el comer
que




es la mayor crueldad:
claman ... liberal escuela.;


manifiestan que tuvieron
el pa:4otiving de panza.


Mas-'1 os' 'que en anviio -del fitegti
Itmoiívutfi~i sic tosan
acreát aran Uncri0
pega,lio .en c.arizzOn.


solamente que cerner
por no poderlo aquí hallar,
ó tener deudos que alivien
allá su necesidad,
-¿ éstos si solo se emplean?
¿Esta es la felicidad?




43 2


usufructo y propiedad


y las tropas sin comer -
del tirano á todo el pueblo


tu y tus hijos iián•perdido


dite la guerra es declarada


y que si el empleo es
cosa que en los tuyos tienes,


y están pidiendo limosna,


y , como se sabe , en cueros:


y proyectando decretos


no se confisquen los bienes,


pues nunca falta un pretexto:
no se observa lo mandado


al em p leo de entidad,dime 'liberal escuela.


Que hoy se sacó'irtas que en tietn,


Esta es la felicidad.


Esta es la felicidad?
(Po


Que han pasado muchos meses


Que diga el Codigo sacro




Esta la felicidad?


ven y advettirás al punto


9ue esta es la felicidad.


Esta es la felicidad.


porque ansiosos anhelamos:
en tí hallaremos justicia


en quien está la lealtad,


por materias y por ramos ,


sin faltar á la verdad
que esto es bueno ni que sla


¿ cómo ha de decir ninguno


y entonces si que dtreinol


si todos viéndolo estamos?
Ruina de las naciones


y nadie podrá decir


tu enmendarás tanto daño,


fué siempre esta libertad,


mas á qué he de molestar


¡ Ah! Fernando suspirado!


Mucho pudiera decirse


AVIS O.
Entre los papeles que han obtenido de la autoridad


censo'ria la calificacion de suversion &c. siendo por ta-
les mandados recoger , merece particular atencion el ti-
tulado afectuosos gemidos de los esp.iI9l?s su arnantísi-
mo Rey el señor don Fernando VIL Publicado en Cadiz
en 14 de octubre de 1813, y detenido con arreglo á la
primera,


y segünda, calificacion de la Junta censoria de
dicha Ciudad.


,La respuesta que dió su autorci á la primera : se vende
en las librerias de Matute calle de las carretas y de
Villa Plazuela de Santo Domingo.


MADRID.


IMPRENTA DE VILLALP ANDO.


Se bailará en las Librerías de Barco carrera de san Geronnno,
en la de Matute calle de las Carretas: de Villa Pia.zulici de
Santo Domingo : de l'ilinutria calle de Toledo


y
Novillolél , de la Concepcion Gerónirna.


( 6 quartos. ) 433


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


Del lunes 18 de abril de 1814.


:os males que ha sufrido la Nacion española por la
influencia del enemigo, esparcida en toda ella con la.
mayor tenacidad, empeño y audacia, han puesto a este
hermoso Reyno en la mas grande miseria ; pero en me-
dio de tantos daños, hemos recibido el singular bene-
ficio de conocer indudablemente á los agentes de nuestra
perdicion , con cuya noticia ( si sabemos aprovecharla )
la podremos evitar y no ser de nuevo engañados por
los que hasta ahora nos han predicado la felicidad
para hacer efectiva nuestra esclavitud, y aunque- va-
riando su lenguage se nos aparenten arrepentidos ó de-
mudados , jamas deberemos mirarlos como amigos y si
siempre como sospechosos. -


Probó el pérfido Napoleon sus fuerzas para conquis-
tar á España , y no pudiendo conseguirlo , echó mano
de sus ardides , introduciendo entre nosotros la secta de los
Jacobinos, y formando en los liberales , un exército de re-
serva que sostuviese sus designios. Esta verdad la tene-
rnos comprobada sin mas que ver que las máximas de
estos son en todo conformes con las de aquel , y esta
experiencia no nos deja la menor duda de que la eva- .
cuacion de las tropas enemigas en nada influiria en be-
neficio de la Nacion, mientras permaneciese entre no-
sotros el liberalismo porque él solo es Inas destructor y
ruinoso que todos los exércitOs de Buonaparte.




434
En efecto , si nos detenemos á exátninar los enormes


daños, los irreparables perjuicios que ha irrogado el
liberalismo en la Nacion , veremos en ellos copiada la
horrorosa pintura que pocos años hace constituyó á La
Francia ignominiosa y lastimable á la faz del universo.
¿Qué hicieron allí los jacobinos que no hayan intentado
imitar aquí los liberales ? Aquellos miraron con despre_
do la religion : estos la han abandonado y desatendido.
Aquellos escribieron contra ella : estos han reproducido sus
impías ideas. Aquellos persuadieron el republicanismo:
esto) han intentado hacerle adaptable con las voces de
libertad , igualdad y denlas que causaron la perdicion de
los franceses. Aquellos acumularon a su inocente Rey los
delitos que no fué capaz de cometer : estos han acri-
minado la heroyca conducta de nuestro virtuoso Fernando,
y tratado de hacer decaer al pueblo del amor que le
profesa. Aquellos pusieron en un cadáhalso al de,gra-
dado Luis XVI.: estos formaron capitulacion al cauti-
vo Fernando, en el café de Apolo. Aquellos elevaron so-
bre, un palo la cabeza de su rey Luis: estos no han te-
nicWreparo en decir que si convenia sacrificar al heroyco
Fer'nai'zdo por el pueblo , seria bien sacrificado, imitando
á la profecía de Cayfas, oportet horno moriar pro populo.
Aquellos trastornaron todo el Orden de la (rancia : estos
han destruido todo el sistema de la España. Aquellos... .
pe ro


r o basta'»;-:. basta de comparacion , porque si con-
tinuamos , hemos de venir á parar á el conocimiento de
que exceden' en maldad nuestros liberales á los jacobi-
nos de la Francia, y aun son peores que los ángeles
reprobos complicas de la sublevacion de Luzbél.


Estos pues , que por la experiencia se tian dado sí
conocer como enemigos de la patria , perseguidores de
la religion católica , y adversarios del invicto no,oarcal
á quien la Nacion ama con tantas y tan-justas causas,
son aborrecibles, odiosos y execrables á la Nacion. Ern.
pero son nuestros progimos y como tales debemos amar-
los en Jesucristo, sin perjuicio de abominar de sus tná-


435.
ximase Por tanto estamos obligados á rogar al Omnip0-.
tente que les conceda un verdadero arrepentimiento, para,
que convertidos de buena fé, eviten su eterna perdicion;
mas teniendo siempre presente que su existencia en la
sociedad puede ser perjudicialisima. , y- que por lo mis-
nio deben ser separados de ella como la mala yerba del
t rigo. Játnas creamos en su arrepentimiento -para de--
jarlos en donde puedan infestar con sus máximas al in-
cauto pueblo , pues no evitaremos la perversion de las
costumbres , si la equivocada filosofia no se extingue de
todo punto. En esto consiste el triunfo de la relígion,
la seguridad del trono , y la verdadera- felicidad del
pueblo.


La inesperada venida del augusto y deseado Fernando,
producirá en algunos un aparente y fingido arrepen
timiento; pero no deben ser ereidos, antes mirados con
mayor cautela. El Liberalismo , los ha, designado ; no pue-
den ser verdaderos afectos al trono: Los principales que
tanto han manifestado su fingido celo por la patria; 6
por Mejor decir , su empello en republicanizarnos, fue-
ron aduladores del favorito. Unos le lisongearon con sus
poesías: otros le presentaron sus producciones para ob-
tener su favor, y .otros lograron con él de una cono-
cida predilcecion. ¿Qué mucho será que estos mismos in-
tenten ahora acercarse al Monarca, á quien tanto han
agraviado? ¿Qué mucho que los escritos que pocos días
hace interpretaban maliciosamente las expresiones conte-
nidas en la carta del Rey , ahora le denominen amable y
virtuoso? ¡He aquí el caracter voluble de estos egoistas !
Ellos acuden al sol naciente ; eti prueba de que solo
anhelan á sus intereses personales. ¡ Ah! invicta Nacion
Española ! ¡con qué propiedad puedes repetir aquellas pa-
labras del profeta : insurrexerunt in .me testes iniqui <15"
pero pues has logrado el feliz regreso del padre que tanto
amas , todo puedes decir que lo has conseguido. Go-
zan; en esta imponderable felicidad , principio de las que
has de conseguir por .premio de tu valor, lealtad y cotas-




43 6
rancia.Regocijate en el Señor, y ríndele las debidas gra.,'
cías por tan señalado beneficio. Lgtetur Is rael in eo qus
eCit eutn: es filii Sion exultent in Rege sato.


T7 ARIED4DES.


»1 la secta Liberal para que la Nacían Española
el fin que desean conseguir sus alumnos.


no ignore


437


DECIMA


Esta libertad fingida
con que á la España se engaña,
esta vívora que darla
á toda inocente vida,
es la maxima seguida
por todos los liberales;
que bajo el nombre de tales
quiere su infame ficcion
inundarte ( ¡ ó gran nacion!)
en un diluvio de males.


Niegan al sumo Pastor
la potestad que hubo dado
el mismo Dios humanado
á Pedro y al sucesor :
extiendese su furor
á quitar las pátrias leyes,
hacer odiosos los reyes
y que como en Sinaí
el católico de aquí
adore (no á Dios ) á bueyes.


Dice esta indigna gavilla
( que' sin ley quiere vivir )
el hombre no ha de servir
la magestad por el brilla,
es soberano en su silla,
sobre él no hay otro no


y á estos les pregunto yo ,
siendo todos soberanos


qual de vosotros ( tiranos!)
á la España libertó?


Todos quantos profesais
la secta liberalisma
ver un &anees os abisma,
y en el punto os ocultais:
solo la espada sacaís
guando el enemigo huyó,
y ahora que Dios nos libró
en igual de gracias darle,
¿teneis valor de ultrajarle
la ley- y al Rey que os dejó-


Pero tened entendido
que guando menos penseisl
sobre vosotros viereis
el castigo merecido:
seguid haciendo partido
y altar y trono se amague
mientras la suerte os alague
y loca pasion os ciegue;
que no hay plazo que no llegue
ni deuda que no se pague.


A Francia volved los ojos,
y ved lo que ha conseguido
con el empello seguido,
de sus furiosos arrojos :
de la cólera despojos
hizo al Rey y Religion,
y qué logró esa Nacion?


su heroyca sangre verter,
y por último ceder
á la tirana opresion.


Sigue frenético vando
aquellas huellas fatales
&mirando como rivales




439
al .lusto Pio y Fernando:
sigue el órden trastornando,
y no se apague tu. safia
hasta completar la hazaña,
y liarás con tatnalia, empresa
liberal á la francesa
la servil Nacion de España.


(Exdcto Correo número 68


ARTICULO REMITIDO.


No tenemos para Pan y compraremos Mona?:


Así respondió. un padre á sus hijos, que habiendo
visto en un balcon , una cuyas habilidades divertian á
quantos pasaban por -.la calle , le instaban que les com-
prase un animalejo semejante al qne ellos habían visto; y
desde entonces quedó en Espada por refran su dicho, para
significar la equivocacion . de aquellos que no teniendo
para satisfacer sus gastos precisos y ordinarios , se em-
pellan por sostener los ridículos y lujusos con dispendio
de sus familias y detrimento de criados y menestrales. Esta
gran verdad económico-infalible que debe gobernar en
cada familia de guatitas componen la sociedad; ¿con quán-
ta mas razon no deberá regir en la sociedad toda? Digo
esto señor Fiscal Patriótic:), para excitar á vmd. al cum-
plimiento de su empleo de Fiscal , y para que á las
pocas reflexiones que yo exponga , junte las que su gran
talento le suministre.


Es evidente que las rentas de la Nacion no alcan-
zan en el dia para los gastos 'que son precisos é indis,
pensables en el estado en que nos hallamos. Así lo acre-
ditan las disposiciones de nuestro gobierno , Viéndose pre-
cisado á aumentar las contribuciones que ya se pagaban
en el tiempo que se dice del despotismo, á pedir con
anticipacion los tercios de la contribucion directa , exi-
giéndola con la fuerza atinada en los pueblos que pa-


439
recen algo morosos : no pagando viudedades, no dando
un cuarto á los antiguos empleados , -ni aun á muchos
de los modernos , disfrutando los bienes del estado mo-
nastíco , y aumentando ademas á las iglesias sobre las
inmensas antiguas contribuciones un treinta y tres por
ciento en virtud de las novisimas disposiciones. Esto mis-
mo comprueban las lastimas que de nuestros exércítos
nos han llorado las gazetas y otros papeles : esto las que-
jas dolorosas de sus gefes en que hacen presente la_ in-
feliz situacion del hambriento y desnudo soldado ; y esto
la Ultima del doce en la que se nos dice la laceria que
sufre la intrépida division del Empecinado, que en el
sitio de Tortosa acaba de rechazar al enemigo cubrién-
dose de gloria.


Pues, ámigo mio , en esa misma gazeta se nos anuncia
que la Nacion va á comprar una mona: qué tal? no va
bien la cosa? ¡ato si que está en el órden !Ciento cincuen-
ta cinco mil reales cuesta á la Nacion la mona anualmen.
te , y esto sin contar la cadena , el collar y los demas
apatuscos monales. Y luego vmds. los serviles dirán cre-
pantibus buccis , que nada hemos adelantado en la eco-
nómia política. No conocen vmds. z qué si no se impri-
me un diario de Cortes , la Nacion perece ? Pues hijo
mio á ello, cómprese la mona, y cueste lo que costare.
Que el exército esté miserable , y el pueblo gravado,.
nada importa con tal que la mona se compre. Yo no
disputaré la útilidad del tal diario , convendré en que
será grandísima ; pero no podria imprimirse con me-
nos di-pendio en la imprenta Ex-Real ? Si solo el pi-
co del importe se adelantase á dicha imprenta , quantos
diarios no podrian imprimirse? Si á qualquíera de los
impresores de Madrid se le diese la mitad, no llena-
ria el mundo de diarios ? Contemplo que me dirán y
en tal caso como se habian de acomodar grandiosa-
mente nueve individuos ? Es verdad, . .. Soy un tardo
no lo habia reflexionado. Non omnes possunws omnia. Ben-
ditas madres que paristeis hijos para regentes de a,




(6 guanos.) No' 5 69 4 4.1


EL FISCAL PATR ()TICO
DE ESPAÑA.


Del viernes 22 de abril de 1814,


440
prenta , en cuyo oficio ganen al alío 3O9 reales : dicho-
sas las que los paristeis para redactores y ganar 269: afana_
tunadas las de los taquigrafos para obtener 1 7 , ó


'y felices las que produgisteis porteritos para di frutar 49
Desgraciadas las que los paristeis para soldados y aun
oficiales de los exércitos , porque ellos nunca saldrán de
miseria : infelices las que los disteis á luz para emplea-
dos, pues ellos se comeran los codos de hambre : des-
graciadas las que paristeis hijas para viudas de militares
y empleados civiles-, pues ellas morirán de necesidad en
el rincon de una guardilla ; y mas desdichadas que to-
das las que paristeis hijos para frailes , pues ellos des-
pues de envilecidos , denigrados y perseguidos serán vic-
tima del hambre y la laceria. Mas todo esto que jiu-
parta. si la mona se compra? No es mi ánimo criti-
car, sino manifestar á vmd. mis dudas para oir su dic-
tamen , y que mande á su afecto servidor. P. G-. L. -


PUERTA DEL SOL.


Hablando de la nueva Milicia Nacional dijo un Oda%
saben vmds. que se asegura estar agraciado in pectore
con la condecoracion de comandante el Cojo de Malaga,
y con la de .eapellan un tal Ireneo? Hombre ,' le con-
testó otro , vmd. se chulea. 1Corno se habia de contentar
con una capellanía de regimiento todo un presumpto
obispo ? En quanto al comandante , pase : porque justo
es premiarle sus distinguidos méritos, y buen desempeño
en la direccion del exército galeriante ; pero hará una
graciosa perspectiva en la formacion el dia que haya
de recibirse á todo un Fernando VIL, ver al comandan


-te coa la espada en una mano y la muleta en la otra. Este
solo distintivo podrá hacer conocerá la Milicia como un
nuevo cuerpo (franco) de invalidas.


MADRID.
IMPRENT/1 DE VILtALPANDO.


ARTICULO COMUNICADO.


e5or editor del Fiscal Patriótico : diferentes veces he
oído lamentarse á varios sujetos que se precian de no
ser ni liberales ni serviles , de que la division de opi-
niones y partidos son la causa de nuestra ruina. Yo no
creo que atendidas en general sus expresiones , pueda
haber quien se lasI contradiga ; pero si se examinan de
cerca , ó por mejor decir , si ellos las aclaran y exr
plican hallaremos lo primero, que obran de mala fé en
lo que proponen ; y lo segndo que es falsa la neutra-
lidad que aparentan. Diversidad de opiniones llaman , no
á las de los liberales , cuyo partido sino le defienden
le disculpan, sino á las de los pacíficos católicos , que
inalterables en sus principios de religion , sus máximas
y costumbres 5 aborreced la volubilidad de los novatoresp
que á pretexto de reformarlo todo , todo lo destruyen.
.Los que se dicen 'neutrales , aunque en la realidad . no
4o son ni pueden serio , quisieran que todos siguiesen
-á una voz el impulso de las novedades, para no her-
-tar el cálculo de. ,su egoistno , y perder la fortuna que
no saben si va delante ó queda detras de ellos (I). De,
aquí es . mas antes voy apresentar á vivid. la idea
que tengo fórinada de los serviles y liberales con arre-


(t) En, .1a ,invasion de los franceses se hgra perdido Ta
llos hombres de talento con sus ,desgraciadas , familias , por-




1
442
gio á los escritos de unos y otros; presentada esta, ere
poder deducir que los llamados neutrales -6 tienen ucj,
muy culpable ignorancia , ó una refinada malicia pu
así como no puede haber medio entre Dios . y Belia/
entre la virtud y el vicio , del mismo modo no puede
haberlo entre serviles y liberales, entendiendolos en su
Sentido verdadero.


Quando rodeada esta Corte de las huestes enemigas,
y ocupadas nuestras plazas fronterizas por las legiones
„del tirano fueron quebradas las cadenas con que nosm peroen-
tendia esclavizar : guando con un noble estreecimien:.
to , y sacudiendo las rizadas melenas , rompió el L
las fuertes ligaduras que empezaban á oprimirle; quan-
-do en fin, el heroyco , leal y amante pueblo de Ma_
drid , dio en el memorable dos de mayo la voz que
-conmovió toda la Península 5 no se conoció otro parti,
¿O, que el que dirigido por tres diferentes afectos re-
ciprocamente unidos de la religion , el Rey y la patria,
enarboló desde la cumbre de los Pirineos hasta las; co-
lumnas de Hércules , el estandarte de la heroicidad-Sin
armas para defendernos , sin gobierna para dirigirnos,
sin planes ,- soldados ni. dinero, pelearnos y vencimos,
porque suplia lo mucho que nos faltaba nuestra fe, nues-


itra union , nuestra cónstancia , nuestro valor y el odio
-al tirano. Entre los multiplicados gobiernos que la ne-
cesidad hubo erigido , se suscitaron competencias ,
raciones y- disgustos de las providencias, disposiciones,
organizacion de exércitos &c. resultaron quejas, desa-


enríes y resentimientos ; siendo lo mas sensible que aun
•rn las operaciones de la guerra hemos visto por estas
causas -grandes ' desaciertos , hasta- que la union del man


-'do en'una sola y digna cabeza ha puesto el remedio. PgrO
aliVsi fuera fácil descubrir la causa de todas nuestras


nu sin consultar á su religion, su honor y deberes: salo lung'
saron en sus intereses temporales y particular fortuna: her


-raron el cálculo , mas -no son menos los que en est° de ser-
viles y libeilles lo yerran. láz


I- 3
interiores desavenencias y desgracias quiza ... mas no;
echemo s por ahora un velo hasta que llegue el feliz dio
que puede descubrirse todo con acierto.


Al paso que alternaban nuestros sucesos ya favora-
bles , ya contrarios se descubrian entre nosotros parti-
darios de los franceses, y traidores que si bien eran abor-
recidos y abominados de los buenos espafioles „ eran al
mismo tiempo favorecidos de una mano oculta ., cine eue
briendo sus- delitos los protegia en sus intereses..


Instálanse las Cortes generales' y .extraordinarias,: cura-
piense en está parte las órdenes del Monarca cautivo,
cuyos derechos juraron conservar y 'defender .... y la
Nacion -cree que en el momento van á desaparecer los_
enemigos ; mas no , el augusto Congreso no fué con
este fin reunido , corno -lo elijo ea el salan. de Cortes -un
sector Diputado (i). Los franceses se. hallan bien ,en el
territorio espaSiol , y parece que estan en observacion
de los vastos proyectos de aquellos hombres escogidos.


Declarada la Nacion soberana , y representada
ésta por sus Diputados , los primeros pasos que dió
-fueron , el quitar las trovas al -entendimiento y las ca-
denas al discurso (2). dando en la libertad de impren-
ta quanta es susceptible á las ideas y al •ensamiepto.
El reglamento que ; le 'acompaña , parece sefialar los lí-
mites hasta donde debe estenderse, apero quando'on ca7-
bailo furioso y •Iózano, que de repente se halla sin fre-
-no , puede contener su desbocada ,carrera ? Así pues las
-plumas mas insolentes, mas infames se han atrevido
profanar impugnemente todo quanta en -cielo y tierra
hay de mas sagrado. ¡Ah! seria confundir h. --mia en, una


(t) El señor Megia:., dijo el .Congreso •-»o -se ha-req-
-nido para echar los franceses sino para -reanimar el epl,-
-ritti público pues para •aquello bástaria haber ' ;.aumentado Os
-'exércitos. (Diarios de Cortes.)


(2) Arribos quedaron libres ,- desencadenados d desen-
4renados , qíte es lo Mismo .ptiér t417,es el resultado :que
-vernos.




-11
4-44
esfera inmensa de ideas y falsos principios , si para pro.
bar lo que expongo hubiese de tocar ligeramen te lis
máximas y doctrinas perversas que se han escrito. Base
te decir, que dirigiendo incesantemente sus tiros á los
dos puntos mas elevados , es decir 9 la tiara y la coro_
na , el altar y el trono , el báculo y el cerro , era
preciso que fuesen objeto y blanco de sus miras todo
quinto les pertenece ó depende de ellos.


Las plumas mas soeces é indecentes se han alanza..
do á quitar y enmendar abusos , ó mas bien diré, han
hecho que aparezcan como tales en la iglesia de *lema_
cristo, en sus practicas, en su disciplina y gobierno:
han derramado la infamia é ignominia en los ministros
de la religion , en los prelados de la iglesia, y en el su-
cesor de san Pedro ! ! Otras mejor diré, las mismas han
procurado deslucir el resplandor del trono, pintando!o con
los mas negros coloridos : los tribunales , los consejos,
magistrados, autoridades, ministros, todos han recibid()o
sus pinceladas infamantes. Las costumbres antiguas Mas
laudables , las leyes mas sabias y religiosas, las practi-
cas mas prudentes , las ceremonias mas sagradas , los es-
tablecimientos mas útiles, las acciones mas heroycas, todo,
todo lo que nos han presentado mas grande los siglos,
todo ha sido vulnerado , todo mojado , interpretado y
zaerido.


En vista de estos resultados de la libertad de impren•
aa , por su enorme abuso , los católicos españoles asus-
tados por los lamentables progresos que debían temer-
se de la impiedad y rebeldía , se alarman , y unos des-




de la cátedra del evangelio, otros en conversaciones fa-
iniliares , otros con la pluma , imitando a los Pablos, los


'Agustinos , Tertulianos &c. , salen á la defensa de su re-
a ligion , de su Rey y del honor de sus leyes , tribuna-
"'nales y magisterio. No desconocen que hay faltas y abu-
sos en el método y prácticas ( relajadas con el trans-




curso de los siglos) entre los ministros del santuario;
pero sobre no ser las faltas y abusos verdaderos sobre
lo que recaen las declamaciones a dirigidas mas bien con.-


445
t ra las virtudes que contra los vicios , quisieran fuesen
corregidos estos por la autoridad legítima que instituyó
el Legislador supremo , confiesan de buena té , que ha
habido en muchos príncipes despotismos, crueldades y ti-
ranias , dimanadas ya de la fogosidad de su caracter,
ya de la . perversidad de sus costumbres, ya (y acaso
las mas veces ) de la malicia y ambicion de sus conse-


o.jeros validos; pero niegan constantemente que estos
vicios sean inseparables del trono callao nos quieren ha-
cer creer sus contrarios. No aprueban, no lisongéan el
despotismo y pasiones en sus reyes, como falsamente se
les atribuye , pero detestan las perniciosas é ¡rupias má-
xi,has que autorizan á la Nacion á rebelarse contra sus
gobiernos 9 y juzgar y castigar á sus monarcas quando
los conceptuan tiramos : las ideas contrarias á estas, no
son inventadas por los católicos , son sacadas de su do4.-
trina y evangelio, declaradas por los concilios , y es-
tablecidas por las leyes , que el mismo Dios dictó á su
pueblo. Tampoco niegan que en sus tribunales (com-
puestos de hombres flacos y misirables como los que
ahora ocupan los altos puestos de la Nacion ) haya ar-
vitrariedades y vicios , pero no consienten que sean to-
dos sus beneméritos niagistrados envueltos y confundidos
en ellos. No se oponen á las n-.ejoras prudentes de sus
costumbres antiguas , pero no quieren sean ultrajadas ni'
abatidas, hasta el extremo de llamar por ellas á sus
antepasados irracionales y brutos. (1). Desean que sus


(z) Son dignas de notarse las exclamaciones que los aman-
les de las instituciones nuevas hacen pasa ensalzarlas sobre
las ritmo- ; mas si huiveramcs de creer sus expresiones, ten--
driarnos que despreciar lo que intentan adoremos. /Lada
paso nos dicen qi-e estafamos cubiertos de tinieblas é igno-
rancia; que eramos unos salpajes , hotentotes- ,0 brut s, hasta
que con las nuevas instituciones. , y sobre todo-, con la aho-
licion del santo Tri h urial hemos sido ilustrados , regenerados
y elevados á la clase y dignidad de himi res , que antrs sin
duda no teniamos. Pero


acia entes extraordinarios;




446'
nionircas es. "teti sujetos á la observancia de la ley no
á bs caprichos • del pueblo : que no sean duelos de la
Nácion, pero si c'tbeza del Reyno : que estea ligaios para
nó' •1abriticar á su antojo y por su gusto sus vasallos;
pesrb Sí que tenga toda la amplitud necesaria én su au-
torítiái y fdcaltade.s para la felicidad de ellos. No pre-
tenden los católízos elevar á la clase de Dioses á sus Reyes,
ni usar el incensario pero si les tributan el mas profun-
do y religioso respetó.


pues ha sido siempre su proceder y conducta,
V de ella han dado los nilis elaróS exe:iiplos Los es=
crítores insolentes río pudi'áido sufrir lá firmeza. de sus
contrarios les presentan ilaCV() combate>, con armas
propias de noveles caballeros. A la Sátira , la burla , el
ridículó . y sareasmó, acOMPalan la mordacidad , el in-
sultó y la calum iia Más llós'era : no solo renuevan St:is
plumas -atrevidas los dieterlós á dictados con que pre-
tendian infamar los gentiles á los primitivos criStianos•,
.sino que inventan otros nuevas. Sediciosós y alborota-
dores eran entonces llamados , porque con sus exsmylos
y dese ffina córitrariaban los excesos y desordenes de los
págáttós y alborotadores ; y sediciosos son llamados aho'
'Va Or"¿Ilt -síeseubren las máximas y doctrinas itnpiás
tle !OS 'repübliCanos ateos. Esclavos y serviles eran -11a=
orados en los primeros siglos por la sujecion á sus aUl


Sittuisibtidá las leyes y observancia del evart-
serViles- -son llamados ahora porque aman,


quieren , respetan su religion, sus templos y sacerdotes;
SU-Rey 5 Sil-g leyeSy .sus cotutubres antiguas y todo lo
que por •5i i' bondad y justicia ha sido apreciado en tó-
-dos tiempós. Son llamados serviles , si , porque aborre-
cen la• libertad,";proclamatta 'en Fráücia , y entre no-


'1 no existí tes eras institileiones nue-
vas ? ¿ No erais ~bien 'Cons'atáttos los densas salvajes y brd-
tos? i pues siendo brutos y salvaj¿s l bsvs que tal hicisteis ., qtie
ütntracio'n podeis darnos con- vuestras obras? z Qué apre't-
ceo rnerkeen , •estai- isiendo . de. Éalvajei ly Irrutli?


447
sotros reproducida : una libertad- desoladora que solo la
disfruta el vicioso , el infame , el asesino , la prostituta,
el ateo , el sectario y el írnpio. (i) Una libertad que
abre la puerta al desenfreno y corrupcion de costutnbres7.-
mas escandalosa, que se atreve á- profanar el santuario;
que no tiene límites ni sujecion en las leyes , y que
si se atiende á los tristes efectos que experimentamos,
halla la proteccion á la sombra de ellas. Una libertad,
tia opuesta á nuestra tan contraria á nuestra retil
gion , tan enemiga de nuestro evangelio , que parece
ha sido inventada para trastornar y destruir esta misma
fé , evangelio y religion.


Los liberales (denominados así por ellos) vocean y
levantan el: feroz grito, diciendo que los serviles (en me,
jor lenguaje católicos) aman la esclavitud ,,apetecen las
cadenas, desean los yerros, y todo por su egoismo, por
su interes y por su rnamancia. ¡Qué contradicion tan
absurda como manifiesta! Quién ha visto que un es-
clavo se esfuerce en sostener con placer los yerros y
944enas que le oprimen ? Muy dulces deben de ser,
grandes ventajas les resultan de su peso, guando le abra-
zan y estrechan en vez de sacudirlo : pero ah, sí , los
serviles se complacen ( son palabras .de sus enemigos )


(I) . NO negaré que en todos tiempos ha habido des-
órdenes y vicios; pero_ no me parece 1201 llegado á tanto
extremo como ahora, -7' que providencias toma el go-
bierno para remediarlo ? ¿Qué freno tiene en la ley ú
en la execucion de ella el jugador y el lrhertino? 2Qué
dique reconoce ;el *religioso . gteista , que codo mal,
da y . peor aplicada libertad -de. J04prenta halla un vasto can".
po donde desahoga toda su impiedaa y rnalici .a? Ot.i,é
ligas se han executado con los infames autores de tantos
escritos declarados heréticos? al contrario vemos- con dolor
obispos desterrrados , cabildos oprimidos, embajadores apos-
tólicos ultrajados, sacerdotes encarcelados,- porque no tienen
libertad para escribir essi-gw.sa Prjf ni para obrar conforme
á su -




( 6 guarros.) N.' 5 7. 449
EL FISCAL PATRIÓTICO


DE ESPAÑA.
Del lunes 2 5 de abril de 1814.


rneurg Jerusaleng : quia venit /um tPlien tü et gloriaS illuu,inare
Domini super té orta est. (1-saix 6o. )


Inexcrutables son los juicios de la Divina Providencia
quanto maravillosas las disposiciones del infinito poder
de Dios dirigidas siempre al bien de sus criaturas. , Al
paso que con el castigo excita nuestra correccion , em-
peña con el. beneficionuestra gratitud. Ipse percusit , et
sanabit nos.


Todos y cada uno de los acontecimientos que ex-
perimentamos en este valle de miserias nos ofrecen•un tes-
timonio de la omnipotencia , de la justicia y de la mi-
sericordia de aquel :Supremo hacedor , á quien debemos
el sér y de quien pende nuestra conservacion;
con especialidad resplandecen estos soberanos atributos
entre nosotros los españoles , que claramente estamos ex-
perimentando el sobrenatural y prodigioso modo con que
hemos sido libres de nuestros enemigos y reintegrados
en la posesion de la prenda mas amada nue g tro auguk.
to Monarca el señor don Fernando Vil.


En efecto, por mas que se quieran atribuir á la fuerza,.
á la • suerte, ó al acaso los extraordinarios sucesos ~-
peros y adversos que han ocurrido á la Nacion Españo.-
la de seis años á esta parte , no es posible dejar de co-
nocer el motivo que los_ha dirigido para empeñar nues,
tra correspondencia y elstiur nuestros delitos.i4os,,,,,


4+8
en mirar las cadenas que oprimen al género humano
que degradan al hombre y cubren de ignominia la p.a..'
turaleza , mientras ellos se engrosan con el sudor del po-
bre , del abatido , del miserable ; mas los liberales , esos
seres justos y benéficos , estan dedicados desde su ori-
gen al rescate de la humanidad afligida (á quien no en-
canta este tono ) , al exterminio de todos los tiranos , á
destruir el despotismo , á extinguir la superticion, á re-
generar, á . mas quien puede delinear todas las em-
presas que los liberales se han propuesto ? ¿Y quién re-
flexionando sus pomposas palabras y escritos , no cono-
cerá que ellos son todo orgullo , altivez y viento .? Yo
fío se señor edito, si habré desempeñado exactamente lo
que prometí sobre el origen de los nombres de servi-
les y liberales que meten tanto ruido: me parece no ha-
berme equivocado , en -las ideas que he • formado de unos
y otros como se equivocan. muchos , con notable per-.
juicio de la religion y del estado ; mas por lo que hace
.á los neutrales ó indiferentes diré, que sentado elprinci-,
pio de que • los liberales son unos verdaderos libertinos,
viciosos , irnpios , frenéticos, irreligiosos, anarquicos y re,.
bolucionarios ; y al contrario los serviles catolicos ,
derados , piadosos , constantes, religiosos, sumisos á las
leyes y gobierno amantes de su Rey, quietos y pacífi-
cos ; ú es muclia la ignorancia de dichos neutrales que
no comprehenden una distancia tan inmensa ; ó es gran-
de su Malicia que aparentan guardar un medio no solo
imposible sino abominable.


Espero que si vmd. considera útil este e g rito lo in-
serte en su apreciable periodico , y que man.L. • á su ma-
yor ser • vidora...7.-La Espolia en -la-Corte. = Madrid 13 de
abril de 1814.


ti


IVIADRiP.-
ZMPRENTA DE VILLALPK.NDC›,




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0.11SárIV5 v3sa anb


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FERNANDO VIL EN ESPAÑA,


SEGUNDA PARTE,


L O.


Nueva aurora brili
refulgente y clara
imperando el Justo
Fert3amio en España,


452
Al fiero tormento


suceda la calma,
demos al olvido
deshecha borrasca:


Cogemos ya el fruto
de nuestra constancia,
pues vemos al rey
Fernando en España.


Pisamos erguidos
la cerviz ufana
del horrible monstruo
en 'lucha tamaña:


Pues ya nuestro suelo
su pie no profana,
y vernos al rey
Fernando en España.


Triunfa la inocencia
y la virtud alma:
estan ya cumplidas
nuestras esperanzas:


Un plácido gozo
el corazon baña,
Viendo á nuestro rey
Fernando en España.


Huye pavarosa
la perfidia ingrata,
el rigor temiendo
de justa venganza.


El - hórrido Marte
enfrena su. saña
al ver nuestro rey
Fernando en España.


La verdad se muestra
vestida de gala;
huye la mentira
cubierta de infamia.


Se encontrará el hilo


de fuzesta trama,
estando ya el rey
Fernando en España


El bueno gozoso
su pecho dilata,
al malo amedrenta
conciencia manchada.


Aquel se complace;
este ruge y brama
al ver nuestro rey
Fernando en España


La divina Astréa
del Empireo baza,
trayendo en su mano
la justa balanza.


Todo, iodo anuncia
utia gran bonanza,
que está nuestro rey
Fernando en España.


Sea todo alborozo,
festejos y danzas,
despues de haber dado
al Eterno gracias.


Reyne la alegría
en. calles y plazas,
que está nuestro rey
Fernando en España.


Del licor de Baco
la copa sagrada
alegre los pechos
con medida y tasa.


Brindemos al héroe,
que la fama ensalza,
pues vemos al rey
Fernando en España,


Fernando publica
la nacion Hispana:


Fernando nos dicen
naciones extrañas.


Fernando repiten
con voz variada
el ave, la fiera,
el reptil que arrastra.


Fernando repiten
el árbol, la planta,
y aun:los mismos seres
que no tienen alma:


Ei leño, la piedra
que al centro -fiel baja;
el dulce susurro
de fuente sagrada.


De anchuroso rio


De necios partidos
cese la algazara,
apodos, baldones,
calumnias bastardas:


Haya paz, union
y concordia santa,
bienes porque anhela
Religion y Patria.


Nueva aurora brillas.
Tronche el despotismo


su cetro de .


453
la corriente mansa;
el monte escarpado;
la llanura vasta:


El alto palacio,
la humilde cabaña,
repiten : Fernando,
Fernando en España,


Hemos arrastrado
cadenas pesadas;
nuestro heroyco esfuerzo
logró quebrantarlas:


Y libre ya de ellas
tambien el Monarca,
griten todos.: Viva
Fernando en España.


y huya presuroso
á tierras lejanas:


Del error funesto
las sombras opacas
disipen , las luces
de doctrina sana.


Nueva aurora brilla. et.Tc.
Quememos incienso


en las aras sacras,
pidiendo al Eterno
dé acierto al Monarca:




.'Y tu , cancion mía,
si digna te hallara,
á los pies del Trono
tu pasos guiara


Do Marte guerrero
y Minerva sabia
obequios tributan,
respetos consagran.


Letrillas que cantaba un Liberal.


&c.


454-
Cumplamos sus votos


llenos de esperanza,
pues que solo anhela
el bien de la pátria.


Nueva aurora brilla &c.
Celébrese el triunfo


de la piedad santa,
que el barbaro impío
hollar intentara::


Sea nuestra divisa
la cruz, y la espada
que asegure al rey
su diadema sacra.


Nueva aurora brilla &c.
Persiga la pena


intencion dañada;
perdone clemencia
del error las faltas.


No es siempre malicia
la que al hombre arrastra,
la intencion mas recta
á veces se engaña.


Nueva aurora brilla &c.
La industria florece,


la tierra se labra,
el comercio gira,
reyna la abundandia:


Los campos florecen,
los ganados pastan,
todo ya recobra
nueva vida y alma.


Nueva aurora brilla &c.


Las artes prosperan,
la educacion cambia,
no se ven ya , no,
desiertas las aulas.


No estan tan reñidos


duro Marte y Palas,
si tiene las riendas


_


una mano sabia,
Nueva aurora brilla
Cesa el desenfreno


de plumas osadas,


á que erroneamente
libertad llamaban:


El lugar ocupa*
de loquaz falacia
sólida doctrina,
caridad cristiana.


Nueva aurora brilla.
Todos esns bines


conquistó la E, pa la,
domando del Galo
la fiera arrogancia:


Venciendo á la astucia
del Corso y falacia,
y arrancando al rey
de sus fieras garras.


Nueva aurora brilla &c.
Verá con asombro


la edad mas lejana
nobles sacrificios,
heroicas hazatlas,


Transmita á los siglos
la lealtad Hispana
el marmol , el bronce,
la trompa, la fama.


Nueva aurora brilla &e.
El rey amaestrado


por la suerte infausta
odia la mentira,
la verdad le encanta.


Padre de su pueblo
la Nacion le aclama,


este timbre solo
su gloria realza.


Nueva aurora trilla. &c.
Finaron los ayes,


cesó la borrasca,
el Sol ya descubre.-


455
sus trenzas .


doradas.
Nueva muera brilla


refulgente y clara,
imperando el justo
Ferriant4 en España.


J. A.


Cierta tecla meneando
un liberal Sefloron,
á sus compases camába:
que perezca la Ngeiop.


Con tal que mi Pepa diga
mucho te quiero Simon,
Maldita la cosa importa
que perezca la Nacion.


Como tenga yo pesetas
para saciar tu ambicion,
con tal que viva la pepa
que perezca la Nacion.


Como yo entone á menudo
pepa mia esta cancion,
mas que no venga Fernando;
que perezca la Naricita:


No. haya Frayles que en el coro
canten el kirieleison,
que si yo corma° esta solfa




MADRID.
IMPRENTA DE VILLÁLPANDO.


456
que perezed. la Nadan.


Que la Santa Iglesia venga
á triste desolacion,
si la pepa triunfa y gasta,
que perezca la Nacion.


Menudeaba los compases
repetia su cancion,
la daba un beso y decía
que perezca la NaCion.


AtiSvabale uh servil,
por cierto gran. socarron,
y con sonrisa le grita
no . 1E9 perece la Mxion.


Ast.utóle el , liberal,
quiso alzrátle et:(pantálon,
y no acertando , clamaba:
¡ ah! - ¡maldito servilon!


Avergonzose la pepa
sorprendida en tal ..aceion,
quiso cubrirse y no pudo :
tal era su: turbacion....


Desde entonces estos tunos,
guando entonan. su cancion
la interrumpen exclamando:
¡ay! ¡qué viene el servilon! 1'. G. L.


yr


?YERTA DEL SOL.


Dicen que una chusca del barrio de las Maravill-s, preguntó
á otra de la calle de la Paloma, han io ya por tu ba rio los seno-
res á conviaros con panderos paa la entraa del R. y? A lo que
contestó : que 'Yo sepa , toadia no han paecio 5 pero los esta-
mos aguardando paa darles por su liberalill un taba:o que en
su su via lo han de haber Luna° tan ¡Lurte. vria tu que enrreo
selorres si paran tonta á la gente de los barrios bajos porque
secaos probes.


( 6 cuartos.)


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


Del viernes 2 9 de abril de 1814.


ue alagiieñas imágenes se ofrecen á la mente del hom-
bre guando en la larga y obscura noche de sus pena-
lidades , divisa los opusculos de la aurora , cuyo res-
plandor le ofrece el consuelo y alivio de la fatiga que
le agita y atormenta! Así la Nacion española des-
pues de una serie de no interrumpidas desgracias, des-
pues de haber sufrido el peso insoportable de la ira de
Dios , y despues de experimentar las conseqiiencias de
su triste horfandad , ve renacer la hermosa aurora , el
sol resplandeciente, de cuyas iniluencias pende toda su
dicha. El regreso del inclito Fernando , que demuestra
haber el Señor suspendido el castigo., así como en otro
tiempo le fué indicado á Noe , por medio de la palo-
ma, presagia indudablemente á la valerosa y católica Es-
paña el disfrute y posesion segura de una sólida y tran-
quila felicidad.


¡Ah! ¡Quántas consideraciones produce este acon-
tecimiento ! Exatninémoslas, aunque brevemente, para
saber conocer y apreciar nuestra próspera suerte. Tres
son las mas principales. Primera , la misericordia divina:
segunda , la heroyca virtud del Monarca ; y tercera, la
exemplar constancia y lealtad de los españo!es.


En quanto á la primera tenemos expuesto lo bas-
tante en los números anteriores , y por lo mismo pa-
saremos á la segunda.


457




Para hablar con propiedad en este punto era ne-
cesario invertir mucho tiempo ; pero no pertnitiéndo
lo la cortedad de este Periódico, bastará nos citamos
á retrotraer los hechos de notoriedad que acreditan mas
que plenamente la singular humildad , la envidiable re-
ligiosidad, é incomparable sufrimiento de nuestro aman..
tisirno Rey. Sabido, es con que paciencia y fortaleza de
espíritu se condujo en las persecuciones que le fueron
declaradas desde su infancia : con,tante es la generosi-
dad con que exaltado al trono , lejos de engreírse ó de-
jarse llevar de las ideas que á todo hombre sugiere su
elevacion y aplauso, se dedicó desde luego á meditar
sobre la felicidad de su pueblo ; y no admite duda
la resignacion con que para evitar á la Nacion ma-
yores males, se entregó al tirano deseando y adoptan--
do ( á imitacion del Salvador (I) ) para sí solo los tra-
bajos y penalidades, y para los suyos todo el alivio de
sus desdichas.


Pasemos en silencio el por menor de los muchos con-
trastes que sufrió en la injusta comparecencia ante el ti-
rano de la Europa en la junta de Ba.yona , donle se
vulneró su inocencia con recuerdos de una impostura,
se agravió su autoridad con capciosos pretextos , y se
le despojó de la corona que de derecho le pertenecía,
constituyéndole en la clase de prisionero. ¿ Y quál fué
la conducta de Fernando en este caso ? . . . Responda
la fama, y oiremos que cediendo á la violencia hizo re-
nuncia del trono en su Padre , y se sujetó a la volun-
tad de su usurpador , que ya como árbitro de su suer-
te, le hizo conducir á una prision ! ! ! pero veamosle
en ella , y nos dará mas que admirar.


Retirado á Valencey bajo la custodia del mayor con-
fidente del tirano, solo trató éste de distraer sus Ideas
y corromper su candidez , presentlndole ( á pretexto de
diversion) objetos atractivos, danzas de mugeres poco ino-


(1) Si ergo me qweritis , sinite hos abire. „baria, cap. a 14


459
¿estas, mÚsieas profanas, canciones impías y todos los
incentivos capaces de asestar su virtud; hasta adornar
el palacio (6 mas bien cartel) de su estancia con
pinturas nada honestas y sin una efigie de nuestro se-
ñor Jesucristo , su santisima Madre, ni santo alguno ; pe
ro Fernanda, fortalecido con el divino auxilio y siem-
pre superior á la artiliciosa maldad con que era trata-
do , ea nada depuso de su piedad cristiana y modera.
das costumbres que le son caracteristicas. Indiferente á
los atractivos objetos que se le presentaban, era toda su
dedicacion á la lectura de libros místicos , oracion y
exercicios de piedad , dando exernplo de devocion en la
frecuencia de Sacramentos , asistencia al santo sacrificio
de la Misa , y atencion al culto divino, en que inver-
tió todo quanto le fué posible para proveer de vasos
sagrados y deinas ornato de que carecia aquel templo.


Si fué exemplar en su piedad, no lo fué menos en
su firmeza , guando convidado con el trono de Etru-
ria contestó al tirano , que nada apetecia , sino lo que
de justicia le correspondiese : palabras que dieron á co-
nocer al usurpador l3uonaparte la sólida, é incontras-
table virtud de Fernando , y la ineficacia de sus per-
suaciones para demudar su heroyca resolucion , y sin-
gular firmeza.


Mucho mas pudiera decirse si tratasemos de hacer
una enumeracion de los hechos que comprueban el he-
roismo y singulares prendas cristianas y políticas que
adornan á nuestro augusto .Monarca, y han sido !a ad-
miracion de la Europa ; pero pues habrá doctas plu-
mas que con la debida elocuencia lo verifiquen , baste lo in-
dicado por nuestra parte para probar la segunda consi-
deracion propuesta, y prescindiendo por ahora de las
deducciones nue ofrece pasar ála tercera.


Es esta la constancia y lealtad de los españoles:
cuya clara y evidente manifestacion en nuestra gloriosa lu-
cha , le hace innegable y notoria á la faz del Universo.


Como quiera que todos los hechos . ( segun un, axil.




4 6o
ma legal ) pueden ser mas ó menos meritorios , ú mas
ó menos criminales conforme al tiempo , caso y lugar
en que se realizan ; no necesitamos mas que adherir-
nos á este incontestable principio , para conocer el mé.
rito , de la Nacion española. Sin exéreito , sin armas,
sin fondos, sin direccion , y aun sin espíritu de union'
( pues no hubo suficiente tiempo para excitarla ) luego
que se vió amenazada de un daño , que aun no se ha-
bia en el todo manifestado , ñxa su atencion la ausen-
ci¿-1 de su amantísimo Rey, y observa la conducta del
pérfido tirano. Llega el caso de extraer de la corte,
con artificiosos pretextos al señor infante don Antonio,
y no pudiendo ya sufrir tan declarada hostilidad, se
opone el pueblo de Madrid sin armas , á un exérei-
to nnimroso en el memorable dia dos de mayo , resul-
tando la alarma no solo de toda la Nacion, sino de
la europa entera, que en vista de este acontecimiento
conoció la mala fé con que Napoleon habla procedido,
y se dispuso á coadyubar á su exterminio para pro-
porcionar la tranquilidad del continente. Desde este mo-
mento se enardeció el espíritu de todos los españoles:
se formaron exéreitos ; y se opuso al usurpador una
resistencia que hizo ilusorios sus tiranicos proyectos- Ni
les rebeses de la suerte , ni las maquinaciones de Buo-
naparte, ni el terror que infundia la presencia de sus
tropas, fueron bastante para hacer decaer el ánimo de
los Españoles. A todo superó el celo que los animaba
por la defensa de su Religion y de su Rey. Hasta de
los pueblos que dominaba el enemigo, se subministraban
vestuarios , monturas , armas y hombres para los exér-
citos españoles , á pesar de la rigorosa y vigilante po-
licía establecida para impedirlo, y de los terribles casti-
gos que sufrieron algunos desgraciados que cayeron en
sus manos. Ni sus proclamas , ni sus persuaciones , ni
sus amenazas fueron capaces de seducir ni de intimidar
el ardor español. Todos sus esfuerzos se hicieron in-
utiles en: la mayor parte tanto que no pudieron liso a-


'46
gearse las tropas francesas de haber estado un n'ornen-
fo seguras del asesto , pues que hasta dentro de los pue-
blos mismos se les presentaba.


He aquí las pruebas evidentes de la lealtad y cons-
tancia española , y el palpable convencimiento que arro-
jan las tres consideraciones propuestas.


Mucho mas pudiera exponerse en su razon ; pero
baste lo indicado para producir las reflexiones útiles de
que son subceptibles los buenos patriotas.


VARIEDADES.


Extracto de la obra titulada la monarquía.


Es mas verosímil que sean muchos virtuosos, que uno
solo. De este principio deduce Platon la flaqueza y des-
órden á que está expuesta aquella administracion sobe-
rana, que admite muchos ciudadanos autorizados con un
mismo poder. ,,La dominacion de uno, dice , organiza-
da con buenas leyes , es la mejor de todas : la de pocos
es mediana , pero la de muchos es por todas partes dé-
bil y enferma (t)."


Desmóstenes hizo sensible esta verdad, en medio de
una asamblea popular, ingrata y veleidosa , que por sus
vicios se forjaba á sí misma la cadena de la servidumbre.


La lectura de sus arengas inimitables dan á conocer
la suma facilidad con que pierde una república entera el
amor de las virtudes, por entregarse fogosamente á pla-
ceres y delirios , que se contrarian á las máximas mas ri-•
gidas de su constitucion. Los esfuerzos de este orador,
cuya divina elocuencia daba la paz , ó la guerra,- ni con,
tuvieron el desórden general , ni los peligros en que fluc-
tuaba la libertad de la patria, ni inclinacion impetuosa
á las diversiones frívolas que distraian su celo , y que mo-
tivaron imponer pena de muerte á los que destinaseu


(i) Polít. ácia el medio.




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+66
introduxo sus exércitos en España , y la cautela con que
extrajo de su reyno á nuestro amantísimo Rey , el señor
don Fernando VIL impidió por entónces que llegase la N-a,
cion á so•;pechar su int.mcion siniestra, ni á precaver sus
perjudiciales resultas ; pero descubierto el objeto de sus
ideas en el dia de la terrible conmocion de Madrid, ya
nadie dudó de la maldad que el usurpador abrigaba en
su corazon, y todos se aprestaron á resistir su invasion
como de un enemigo declarado. Este golpe eléctrico da_
do en la Corte , se transmitió con la mayor celeridad no
solo á las provincias de España, sino tambien á las poten_
cias . extrangeras , despertando á todas del letargo en que
yacían hasta entónces , dándolas á costa de la vida de
los Matritenses un claro testimonio de la perfidia de Bo-.
naparte , y enseñándolas la confianza que podian tener en
su amistad. ¡oh providencia divina! ¡ por qué raros me-
dios proporcionas el castigo de los malvados! ¡y con qué
extraños modos avisas del peligro á los incautos que no
lo habian previsto! la accion del dos de Mayo, ha sido el
origen de la decadencia del tirano , cuyas tramas se des-
cubrieron en ella , y el principio de la alarma de la Na-
cion Española para resistir y oponerse á su injusta do-
minacion ; y de consiguiente la sangre de los valerosos
cortesanos , fué tambien la primera que se derramó por
la defensa de la Religion Católica , del augusto y ornan-
tisimo: Fernando , y de la independencia de la Nacion
Española.


En efecto : nadie les podrá con razon, disputar esta
gloria á los nobles hijos y habitantes de esta coronada
villa y corte. Sí, españoles , los herdicos Matritenses, son
de justicia acreedores del eterno reconocimiento de la
Nacion , y de la grata memoria de las potencias todas.
¡Ah! huerfános desamparados, madres afligidas , viudas
desconsolaclas....goza.os en la gloria que adquirieron vues-
tros invictos padres, hijos y esposos , sacrificados en la
mas justa lid. Enjugad vuestras lágrimas con el consuelo
del agradecimiento que tributa la Nacion á los heroes


467
cuya falta llora vuestro amor. Y vosotras frias y respe-
tables cenizas de tan inocentes víctimas recibid nuestra
eterna gratitud , y no dudeis que aunque meemos que
vuestras nobles almas esten disfrutando el premio del mas
justo remunerador , no cesaremos de ofrecer al Señor
nuestras oraciones por -vuestro descanso diciendo con la
iglesia r'equiescant in pace.


VARIEDADES.


Precipitada caída de Buonapar te.


TEXTO.


Aprended aves de mí,
-Lo que vá de ayer á hoy:
Ayer gran aguila fui,
Hoy ann lechuza no soy.


GLOSA.


DECIMA I.


Con plumas de gorriork
presumí en mi vanidad.
ser aguila, y en verdad,
fué vana mi pretension,
de las aves con traiciort
el dominio conseguí;
pero engañada me Vi,
en mi loca fantasía,
guando menos lo creía;
aprended, aves, de mí.


En francia ya coronada
con la diadema imperial




468
mí vanidad sin igual
fué de todos respetada,
ya mi soberbia postrada,
si mucho t'uf, nada soy;
reyné ayer, pero ya estoy
puesta en agonías graves;
de mí pues aprended aves
lo que va de ayer á hoy.


Yo la Italia conquisté,
del Rhin percibí tributo,
llené á Westfalia de luto
y en la Holanda dominé;
en Francia me coroné,
muchos monarcas vencí,
llena de gloria me ví,
y á la España alucinando,
y á sus Reyes engallando
ayer gran águila fui.


IV.
El español despertó
de su funesto letargo,
y un aviso muy amargo,
á mi soberbia le dió:
la Rusia se levantó,
Prusia, Alemania
ya voy


mi orgullo perdiendo : estoy
de mi imperio derrocada,
si fui águila encumbrada,
Loy lechuza aun no soy.


El expatriado barcelones.


469 .


Continúa el extracto de la obra titulada


LA MONAR,QUIA.


Por otra parte : ¿qué república opulenta pensó jamás
en corregir 1.os vicios que la destruyen ? La prosperidad
inspira cierta confianza de ser siempre feliz , que no solo
enflaquece los movimientos del ánimo, sino que hace des-
cansar al hombre tranquilamente en los brazos del ócio,
y en el descuido que le impide mirar lo venidero. Scipion
deprimió la soberbia de Cartago; porque, fiada en su opu-
lencia 1 abandonó los desvelos de su conservacion. Roma
vino á disolverse; porque embriagada con su mismo or-
gullo, se aplicó mas á gozar ociosa el deleite de sus triun-
fos y los despojos de sus conquistas, que á merecer con sus
virtudes nuevos laureles , ni á conservar los adquiridos.
Luego que Atenas fué poderosa y dominó los mares, lloró
su servidumbre : fué vencida por sus vecinos.


La historia de las antiguas repúblicas , que nos ofrece
estos principios, nos prepara el juicio que hemos de ha-
cer de las modernas. Es arrojo osar conocer lo venidero;
pero los sucesos pasados nos previenen el conocimiento de
lag cosas humanas que han de suceder.


Por esto, políticos muy sabios presienten ya la suer-
te que acabará con las repúblicas mas admirables de Eu-
ropa: su presagio no es un suefío, es un temor cierto que
la Holanda, cuanto mas rica, está mas expuesta á per-
derse, porque la extension misma en que corre su comer-
cio, debilita los principios de su sistema : sus posesiones
vastas en las Américas y en el Asia , la imposibilitan de
evitar guerras continuas, tan perniciosas á un gobierno
popular; y por consiguiente no pudiendo limitar la auto-
ridad de un general, se vé forzada á coronar la dignidad
de Statuder. Quien reflexione sobre los sucesos que origi-
naron su creacion, juzgará del mismo modo.


Separadas las provincias de la dowinacion de España,




1


4.


470
conocieron su debilidad : la necesidad eligió un gefe
litar,


y concedió al príncipe de Orange, que aceptó hie
tereses tan peligrosos, una autoridad que hubiera llegado á
ser absoluta, si la muerte no cortara sus progresos.


Desde entónces hasta Cárlos Enrique anduvo errante
esta dignidad : la constitucion . militar gemia sin leves
xas , y la libertad estaba sin defensa La desunion de las
provincias entre sí puso á Holanda ea la situacion tnise-
rabie que decia Tácito de la suya: Non aliud discordan-
tes patrile . remedium fulsse qualn ut ab uno regeretur (r). En
efecto , el valor de otra nacion llenó de susto la Flandes
holandesa; la que no, halló otro recurso para salvar la patria,
que convenir con las lágrimas de otras que pedian se diese
toda la autoridad á Guillermo IV.


¿Podrá 14 Holaada evitar circunstancias todavia mas
extremas ? Los reinos vecinos ¿ no son muy poderosos?
¿No la hemos visto bien afligida pocos arios hace , y de-
safiada por otro rei ofendido? La novedad de opinion, y
mil causas morales y físicas ¿ no podrian concurrir á tur-•
bar la posesion de tan vastos dominios?


Por estas causas hemos de sentar en que el gobierno
popular podrá ser durable en toda nacion sujeta á tres
condiciones singulares y precisas. 1. Que sea poco nume-
roso y pequeño su territorio. Que sea pobre, y por tan-
to precisada á mantener una simplicidad grande de cos-
tumbres. 3. Que esté apartada de emprender conquistas,
porque debilitarían su poder.


Roma mientras fue moderada, y se sujetó á estos prin-
cipios, se llamó feliz ; pero luego que se extendió, que-
dó extenuada; porque las leyes dadas para gobernar una
ciudad, no eran suficientes para regir al universo. El ardor
de sus conquistas formó tiranos de 5113 generales, y sus mis-
mas riquezas enerváron su zelo y patriotísmo.


La grandeza primitiva de Roma dependió de sus virtu-
des ; su observancia contuvo la decadencia del itupe-


(f) Hist. 1.


471
rio , á pesar de otros males que interiormente disponian
su ruina, y que al fin acabaron con ella , como ponzaia'
que apoderándose lentamente de la masa de la sangre,
quita la vida al cuerpo , porque sofoca la accion general
de su movimiento. Estas virtudes no fueron durables por
dos razones poderosas. La primera , porque sin la reve-
lacion divina no tiene el corazon del hombre vigor para
conservarlas en su pureza , y ha de fallecer bajo la re-
beldía y alagos de los sentidos , que le dominan como
delirio á e)afertno débil que no conoce su dolencia. La se-
gunda, porque la calidad natural de aquellas mismas vir-
tudes á que noma debió los dias de su prosperidad, no
son permanentes en estado popular. Reiiexionaré sobre
ellas , segun el órden que celebra. la Sagrada Escritura.


En el libro de los Macabeos hallarnos estas excelentes
y hermosas expresiones (i). Primeramente, que los roma-
vos sujetaron á España con las minas de oro y plata de
que abundaban , por niedio de su constio y paciencia. Es de-
cir , que estas dos virtudes , mas que el valor, sujetaron
les provincias mas ricas á su dominacion : que el consejo
y la tolerancia en la adversidad fueron el arma poderosa
de sus conquistas; y que por medio de ellas hicieron me•
morable su nombre con susto y humillacion de otras na-
ciones.


Estas virtudes, aunque naturales , son poco perma-
nentes en un pueblo engreído y soberbio con la sobera-
nía : La aceleracion ó la l'ogoidad influyen en los conse-
jos de un pueblo , cuya multitud no k xerce con pulso y
serenidad las operaciones mas esenciales y críticas. Sus
resoluciones , dice Cicerón , son ami prontas , pero . cie-
gas ; porque en su impetuosidad no •cenoce los peligros á
que se expone : el pueblo , cuando es dominador , no es
paciente; pues como el trabajo actual es el mas sensible
y el que mas mortifica , procura con el poder que reside
en sus manos , evitarlo por aquel momento , sin pre-


(x) Machab. 8. 4.




472
venir que ser:i mayores sus desgracias venideras.


.Asi observa la Sagrada Escritura que los romanos pa-
ra ordenar sus movimientos y operaciones , tenian con-
sejos todos los dias. Pero ¿qué espíritu vivificaba aquellas
grandes uniones del pueblo virtuoso? 'Tenian consejos'
dice, para hacer cosas dignas de ellos; pero sin divisiou,
sin zelos , sin envidia , atentos únicamente al bien co-
mun (1)." Una armonía sencilla y concertada con lazos
tan fuertes, ¿será permanente en la convencion de mu-
chos hombres zelosos entre si , de diversas opiniones , de
opuestos caracteres, de temperamento y condicion poco
conforines , poco unidos, poco íntegros, ó poco bien edu-
cados? La historia del género humano no abunda mucho.
de estos exemplos singulares..


Segunda: Dice la Sagrada Escritura, que en los tiem-
pos prósperos de la república romana, y en medio de tan-
tas grandezas , se conservaba la igualdad y modestia con-
veniente á un estado popular ; pero una igualdad trans-
cendente á todas sus obligaciones : ninguno intentaba , ni
quería tener dominio sobre sus conciudadanos : ninguno
se engrandecía con vestido de púrpura, adorno de diade-
ma , ni se fortificaba con título faustoso.


. (1) Machab. I 5. t 6,


MADRID.
IMPRENTA DE VILLALPANDO.


Se hallará en las Librerías de Barco carrera de san Gerónimo,
en la de Matute calle de las Carretas: de Villa Plazuela de
Santo Domingo: de Minutria calle de Toledo , y de
Novillo calle de la Concepcion Gerónima.


(6 quartos.) N,' 6o 4.71


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


I '11
Del viernes 6 de mayo de 1814.


t


rcSO.70.e.


Para averiguar verdades, el tiempo el mejor testigo.


LA o hay duda en la seguridad de este proverbio espa-
ñol ! El tiempo es solo quien nos aclara y manifiesta pa-
tentemente hasta las mas recónditas ideas del hombre, y
nos hace ver en el resultado de sus operaciones el obje-
to con que en ellas se conducia. De aquí se sigue el de-
sengaño de los incautos que obcecados con la falacia del
malvado , ó abatidos con el poder del altanero , juzga-
ban*.sábio y bien intencionado al mas pérfido seductor,
y valeroso é invencible al mas cobarde é impotent-e. •


En todos los acaecimientos de la vida social nos
ocurren á cada paso los desengaños que solo el tiempo
nos hace experimentar, y sin él no alcanza nuestra filo-
sofia á prevenirlos ; mas si reflexionamos á cerca de los
actuales acontecimientos , hallaremos con especialidad
manifiesto que el tiempo en el discurso de seis años
nos ha hecho ver quanto no era posible que presagiase
nuestro discurso. Napoleon entronizado en la franca:
sus tropas esparcidas por varias potencias : nuestra pe-
nínsula invadida y ocupada por sus numerosas huestes:
su hermano intrusado en el trono de España : nuestro
amantfsimo Rey constituido su prisionero : los exércitos
españoles debilitados por la anticipada desmeinbracion que
con cautela hablan 'Isufrido; y. pero es inutil dete-




nernos á referir el por menor de 'las circunstaneí
que hacian increible conclusion de esa escena :s
mucho t iempo , porque son notorias , y no lo es me,n
nos que la potencia de aquel. monstruo y la sagacidad
que le era caracteristica , hizo aprender á algunos que
nadie podria vencerle.


Tal fué la opinion de sus parciales y adictos -
• , y


aunque otros muchos observando con detencion su con-
ducta tuvieron por infalible su precipítaCion por la in-
justicia de sus operaciones, y falta de temor de Dios
y de sana moral que manifestaba en todas ellas, nin-
guno vaticinó tan cercana su decadencia, mas el tiem-
po , testigo infalible , nos ha reducido este problema
y hecho expectadores de un acontecimiento que ase=
gura. la tranquilidad de la Europa. ¿Qué podrán de-
cir en su vista los que suponian á Napoleon omni-
potente? ¿Qué juzgarán los que le miraban como in-
vencible ? ¿Que opinion será la de aquellos que fia-
dos en su proteccion le denominaban árbitro de las
coronas ? tendrán , (á su despecho ) que confesar que
el reformador de la Europa , ha sido reformado : Que
el regenerador. .del Universo ha dejado sin concluir (co-
mo era probable ) su vasta empresa : que el designa-
dor de la suerte de las potencias , ha tenido que adop-
tar- la que éstas le han designado; por último, que el
tirano .de nuestro siglo ha tenido el fin que podia se-
guir á sus principios y á sus medios y aun algo me-
jor de lo que debia esperar , y que se equivocaron en
considerarle omnipotente,. sabio , invencible y superior
á los demas hombres en atributos y fortuna, ¡ Ah! tiem-
po , ;tiempo tn eres el. solo desengañador de los mor-
tales !.


He aquí un exemplo que nos dá á conocer-. la infa-
libilidad de nuestro proverbio : para averiguar verdades,
el tiempo. el mejor testigo.. Así que en quanto á todo lemaslo
concerniente á nuestra prosperidad, cuyos principios ve-
mos efectuados en el. regreso de nuestro. arnantisimo


475
,,arca el iercol. don Fernando VIL y én la separacion del
perseguidor de la europa Napoleon , debemos esperar-
á que el tiempo nos subministre las nociones que no
alcance nuestro cálculo; sin agitarnos en filosofar acer-
ca de la feliz conclusión de una obra tan magna co-
mo prodigiosa, en que ha resplandecido desde el prin-
cipio el poder de un Dios infinitamente sabio, justí
simo premiador de la -virtud, y severo juez de la
quidad. Este gran Dios, cuyo invencible brazo nos ha:
favorecido hasta ahora con maravillas propias de su
mirado poder, concluirá nuestra redencion, y haciendo'
triunfar la fé de su Evangelio, brillará entre nosotras
la gloria de su santísimo nombre.


Fixemos pues nuestra esperanza solo en Dios , y
auxiliados de su Omnipotencia, consegUiremos la mayor
felicidad nivelando nuestros deseos con su divina ley;
y podremos repetir aquellas palabras del Profeta : (i) sed
et ua atea tota die meditabitur justitiam tuatal : clon cón-
fusi et reventé fuerint qui qmerunt mala mihi.


¿Y estos desengaños que efectos deberán producir en
nosotros? ¿bastará que nos inspiren una precaucion pa-
ra filosofar con propiedad ? No por cierto.... esta sería
una mera especulacion natural nada suficiente, como su-
geta á error. Debernos adelantar mas nuestro discurso,
y aprovechar las lecciones que nos presenta el tiempo,
en la parte moral que en sí contienen , para adquirir
con ellas una ilustracion sólida é infalible.


El caso que se ha propuesto en este breve discurso,
es la prueba mas evidente del fin que tiene todo hom-
bre que procediendo contra justicia , y olvidándole del.
santo temor de Dios, se entrega al dominio de sus pa-
siones hasta adoptar el plan de subyugar á sus seinea
jantes y elevarse á un grado que no puede pertenecer-
les sino por los medios ilícitos de la usurpación. De
estos habló el Salvador guando dijo (2) omnes enim qui


(i) Salas. 70. v. 26.
(2) Mattl.z. c. 2 6. y 27.




477


¡O bella Primavera!
¿qué hermosa te apareces?......bien venida:
mi alma agradecida
( i sí !a. ) te saluda en tu edad primera:
tu rostro placentero,
á todo el orbe entero
znil bienes , mil delicias le predica,
y tu venida á esto se dedica.


• O' seas bien venida:
tu precioso rocío , puro , inocente
ofrece hoy al viviente
de la dulce Arnbrosza la bebida.
la copa ponzoñosa:
has quebrantado ayrosa;


y tu rocío santo y valeroso
no pisará jamás el ambicioso.


Mi labio enardecido
tu rostro besa.... ¡y todo lo besable I
¿tu condicion amable
á quién no rendirá? Nos has traido
mil delicias y bienes:
y dejando desdenes
tu rostro se aparece tan hermoso
que aquel que logre verte ya es dichoso,


Por fin has ya llegado
qual ninguna de penas tan ao-ena
que al verte se enagena
mi corazon amante entusiasmado:
te sigue la abundancia
y de inmortal substancia
llena tu copa, y con tal desvelo
que no cabiendo en ella riega el suelo.


¡O campos de Gerona'
¡ ó campos !.... ¡ ó felices mil veces!
el Cielo vuestras preces
oyó benigno al paso que os corona:
el fruto deseado
ya veis, y coronado
de mirtos y laureles que á porfia
guardabais para él en este dia.


El influxo benigno
de esta hermosa y querida Primavera
os revistió sincera
de hermosas flores que nacen de comino;
mas ¡ay que aunque son bellas
veo salir entre ellas
otra flor tan brillante y deseada
que ha seis años yacía sepultada,


Vedla con cuello erguido,
alegrar esos campos enlutados,
que no en vano regados


47()
acceperint gladiurn , gladio peribunt. De aquí se deduce que
nunca podrán tener buen exito las ideas del hombre,
ni realizarse sus designios, sino fuesen conformes con
la justicia y nivelados con el santo temor de Dios, y
que en quanto se separe de este sólido principio ,
liará siempre su ruina, donde buscaba su en grandeci-
miento: será herido por los mismos filos con que hirió:
serán momentáneas sus prosperidades y desaparecerán co-
rno el humo , defecerunt sicut fumus dices nsei ; y no le
quedará de ellas , mas que el remordimiento y confu-
sion de su injusto proceder , por que nisi donsinus cedi-
ficaverit dornum: ita vanurn lavoraverunt qui cedilicant earn.


VARIEDADES.


Cancio) á la dichosa Primavera de este presente ah de z 8 r4.
por habernos traido'lá nuestro tnuy amado Rey Fernando VII,
despees de estar cautivo 6 años en el tirano poder del mons-
truo universal Napoleon , Emperador de los franceses
(que fué)




47 S 479
Ven , ven y presurosa:


verás desvanecerse estos collados,
que de nieve formados
hacen la situacion tan rigurosa:
solo con tu presencia
una nueva influencia
por seis años de nos desccnocida
dará á nuestra existencia nueva vida.


Ven, y verás el Prado
teñido en sangre aun del dos de mayó,
triste y primer ensayo.
del español leal; donde ha jurado
el ser fiel y constante
hasta el último instante—.
y hasta apurar el cáliz por entero
que un monstruo le presenta duro y fiero.


Solo con tu llegada,
aquel Prado inmortal .memorable
la flor tan deleitable,
tan bella , tan hermosa y deseada
producirá abündante;
y el pérfido cortante
jamás se atreverá troncharla ufano,
qual se atrevió, al salir, su fiera mano.


En hora buena vengas;
y danos bondadosa ese tesoro,
que envuelto en nubes de oro
á la España nos traes... no te detengas::
tu presuroso vuela
fertilice este suelo,
donde una paz eterna y duradera
memorable te haga ¡ ó primaveral


Cancion qtie dedicada
vas á la primavera de este año,.
¿guando de honor tamaño
juzgaste nunca ir acompañada?
en paz camilla... parte,,


fueron con sangre...».1frutó‘-riteredidO"
de la constancia ! ¡ sí....
,¿ y aun mas deseas?.... Idí?
cle que ya mas desees no lo creo.
¿no cifrabas aquí todo el deseo ?


Felices 'habitantes !...
;feliz el tiesto que en su suelo Hispana
depósito fué ufano
por la primera vez de sus radiantes
y preciosos colores!
al grande Dios loores
tributad Geroneses , y vuestra alma
recobre con su vista antigua calma.


Mas ¡ay! ¡ qué yo envidioso
por el bien que gozais estoy ceñudo!
de condicion no mudo
si no dejais de ser tan ambiciosos:


no advertis nuestro anhelo
por ver un DON que el Cielo
á la España regala ? ¿y qué, su cuna
acaso desmerece esta fortuna ?


1-0 tú rica estacio:
que te has dejado ver tan lisonjera!
abrevia tu carrera
y tus tesoros vea la Nacion:
tú te has dexado ver
segun nuestro querer:
pero esa flor de Madrid el Prado
aún por desgracia nuestra no ha brotado.


Ven que la nieve fria
intenta entorpecer nuestros sentidos,
.cómo serán huidos
sus rigores al verte r ¡á bello dial
¿y por qué tanto tardas?
¿por qué así nos retardas
un placer por seis años deseado?
¿sabes lo que es Madrid ? ven de Contado.




+lo
y dila de mi parte
que esa FLOR que nos trajo bondadoso, '
mil arios así vea tan hermosa.


(Por D. Nicolás Florentino Nulez.)


Continúa el extracto de la obra titulada


LB MONAROUM.


Pero un pueblo puede ser por largo tiempo modera-
do, creyéndose opulento y legislador ? el poder que le
concede la Constitucion ¿no declinará á la parte de los
placeres que disipen la fuerza de su carácter le hagan
amable la prolusion, ó tal vez le despierten la ambicion
de conquistar? No se cree autorizado para deponer 6 co-
locar sus gefes , .siempre que la prudencia de estos le ir-
rite , queriendo contener la voluntad general baxo la so-
briedad 'y Orden de las leyes? Una multitud deslumbrada
con la falsa idea de sus derechos, que no comprehende
¿no será intrepida , sediciosa y facil de conducirse por
máximas inciertas? Los romanos llegaron • á familiarizarse
con el horror; á no conmoverse viendo derramada la san-
gre humana de miserables víctimas : hallaron delicia en
las proscripciones , contento en los espectáculos abomi-
nables , y grandeza en los juegos mas desnaturales y
bárbaros. (Diario de la tarde, de Cádiz núm. +64.)


MADRID.
IMPRENTA DE VILLALPANDO.


Se hallará en las Librerías de Barco carrera de san Gerónirno,
en la de Matute calle de las Carretas: de Villa Plazuela de
Santo Domingo: de Minutria calle de Toledo , y de
Novillo calle de la Concepcion Gerónima.


(6 (partos.) N. 6£ 48!


EL FISCAL PATRIÓTICO
DE ESPAÑA.


Del lunes 9 de mayo de 1814.


J .)la mas grande y digna obra del hombre instruido,
es fijar la opinion del pueblo al verdadero punto que
proporcione su felicidad ; pero como para hacerlo con
buen exilo necesita ser no solo sabio sino tambien vir-
tuoso , y no siempre se hallan unid as estas dos precisas
qualidades en unos mismos Sugetos ; resulta que de las
fuentes ó manantiales donde el pueblo habia de recibir la
sana doctrina y con ella su verdadera ilustracion, se le
comunique el mortífero veneno impregnándole las máxi-
mas de una equivocada filosofia que le conducen á su
eterna perdicion, y haciéndole concebir en lo político
unas ideas enteramente opuestas á su efectiva prosperi-.
ridad , con las quales deseando acertar , adopta lo que
le perjudica, y huye de lo que mejor le conviene.


En • ningun tiempo hemos tenido necesidad de atender
á este importante objeto , mejor que en el presente, ni
en ningun tiempo hemos logrado ocasion de hacerlo con
la ingenuidad y franqueza que ofrece la libertad de im-
prenta, y por lo, mismo en ningun tiempo tampoco po-
drá el talento de los sabios adquirir mayor merito , ni
cometer mayor crimen segun respectivamente usase ó




48.2
abusase de la ocasion de subministrar sus Iuces y con-
tribuir al bien general de la Nacion ; pero si en .vez de
uniformar sus pareceres varían y se contrarían las ideas
de unos y otros literatos , no solo no logrará ninguno
de ellos el fin de fijar la opinion del pueblo, sitio que es,
partirán division resultando diferentes partidos, y con
ellos la recíproca enemistad que es consiguiente : y en
tal caso mas (se puede decir), se ha pervertido al pue-
blo que se le ha ilustrado.


A dos puntos está reducido el indefectible principio
de la felicidad de un pueblo, á saber : la exacta ob-
servancia de la Religion que profesa, y el rígido y pun-
tual cumplimiento de las leyes que tiene e s tablecidas. To-
dos los denlas incidentes estan comprendidos en aque-
llos dos puntos , y quanto de ellos nos separemos no se-
rá ilustrar al pueblo , sino distraerle y pervertirle. En
esto cabe la equivocacion involuntaria, la clásica ig-
norancia, y la positiba malicia ; pero ninguno de estos
pretextos excusa al hombre de la responsabilidad de su
doctrina. Infeliz aquel que causó la ruina de sus herma-
nos, desdichado el que pervirtió á su proximo , porque
en el tremendo juicio de Dios le será hecho cargo de
quantas culpas se cometiesen por su induccion. ¡Ah si se
tuviese presente esta verdad! si no se olvidase aquel ter-
rible dia en que hemos de presentarnos ante el mas jus-
to Juez, ¡ qué arreglada sería nuestra comportacion! que
edificante nuestra doctrina , ¡ y qué grata á la posteri-
dad nuestra memoria.


- Gran Dios , «maja tibi posibilia sunt , ilustradnos
con vuestra divina influencia para que llevando por prin-
icipal norte vuestro -santo servicio , inspiremos á nues-
tros hermanos la detestacion de los vicios , el amor á
la virtud y la sana moral propia de los hijos del Evan-
gelio , con la qual se consiga la verdadera felicidad del
pueblo y la -salvacion de nuestras almas.


483


VARIEDADES.


Articulo inserto en el diario de Cádiz: ululado de la
Tarde. Nutn. 505.


Senior diarista de la Tarde._No extrañe V. tener sus-
critores en parages desconocidos , porque tratan de ha-
cerlo incógnito.


Pasando uno de estos dias por Rio-tinto encontré uno
de los apasionados á su periódico de V., dando mil car--
cajadas de risa , y acercándome lo vi mofándose de los
artículos que inserta el Redactor, que solo lo toman algu-
nos para compadecer á la Nacion, y burlarse de él


Ea este papelucho estaba admirando el extracto que
hace de. otro igual , titulado Duende de los cafees n. 255,
sobr.2 el artículo inserto en el del núm. 249, y decia : Los
Censores tienen razon en decir que no está incluido en el
art. IV. del decreto de Libertad de imprenta ; porque el
dicho indecente artículo (hablando directamente) no es in-
famatorio , ni calumnioso; ni subversivo de las leyes fun-
damentales de la 'monarquía, ni licencioso, ni•contrario
la decencia pública y buenas costumbres.


Entónces le dixe yo que tenia razon, porque á fuerza
de quererlo ser todo se ha reducido á nada; pues el cita-
do artículo, baxo el nombre de Miguel Cabrera, ha pro-
puesto una cosa que absolutamente no hay, cual es poder-
se dar en un reino Rey sin vasallos, ó súbditos, que en
el Diccionario, espaliol casi, .¿> sin casi, es una Misma co-
sa; y yo hubiera dexado correr la tanda para ver en qué
paraba la, imaginaelon excesivamente exaltada de este ar-
ticulista , que niega todo lo actuado por las Córtes ; pues
declarada .nula la cesion en Rayona , continuada la nao-
narquia en Fernando VII, no habiendo declaracion con-
traria si continúa la manarquia continúa el valallage; y
si ántes los espailoles eran. vasallos del Rey, ahora 20 se-




484
rá español el que no sea vasallo 6 súbdito ; 6 se niega al
Rey el juramento hecho.


Esto no será subversivo de las leyes de la mornaroui •
pero lo es de las leyes de la naturaleza , que desde lq;_t'a
el mundo ha tenido reyes, los moradores del reinoors¿
llamado vasallos ; y no se advierte, como se quiera


< 5 que
los moradores de un pueblo estén sujetos á las autorida-
des , y estas sean independientes ; pues entónees el despea
tisrno , que sin fundamento se censura á los monarcas,-sé
ria peor, resultando una division anárquica gobernándose
cada pueblo de por sí : é insensiblemente venimos á parar
en que se contradice la Constitucion, que en el dia es ley
fundamental de la monarquía.


Nuestro deseado Monarca cuando fué á Bayona, fué
no solamente jurado, sino proclamado Rey de las Espa-
íías : las Córtes declarando nula la cesion, como se ha
dicho, han declarado continuada la proclarnacion : luego
nuestro deseado Fernando es Rey como entónces, y la
Constitucion no dice una palabra que contradiga esta ver-
dad; porque en tal caso era menester que hubiesen anu-
lado las Córtes su primera sesion, y z.° punto aprobado
de la minuta de decreto que consta en la pag. 6 del pri-


, mer tomo del Diario de sus sesiones; y se esperan las ra-
zones que tenga el señor Duende, ó su articulista y si
apretare un poco mas la dificultad , se le probará que to-
do lo que quieren introducir es contrario á la Sagrada'
Escritura , donde están perfectamente declaradas las atri-
buciones de los reyes contra las infames interpretaciones
que le dan los enemigos de la Constitucion y de la verda-
dera libertad española , que no la quieren mas que para
ellos , y manejar al pueblo como una finca suya , esclavi-.
zándolo en la opiníon muy contraria á la verdadera y le-
gítitna : y en queriendo, vuelvo á decir, serán satisfechos
todos estos asertos, si proponen razones , y no desver-
güenzas.


Para que sepan estos extraviadores lo que es el Rey
absoluto, es el que conforme á las leyes tiene toda la pie-


485
nitud de su poder para gobernar conforme á ellas, y ha-
cerlas observar; y esto es lo que juraron los diputados el
2 4 de setiembre de 181 o en el tercer punto, .entre otros,
baxo cuyo juramento fueron reconocidos é instalados ; y
no hay un decreto en todas las sesiones, ni aún en la mis-
ma Constitucion que haga irrito y nulo tan solemne jura-
mento y pacto, ni bs creible se siga el sistema perverso
de Flores Estrada, que dixo de que en lo político no obli-
ga el juramento ; pues entónces era perder la confianza de
la Nacion, y es principio de despotismo cruel ofrecer á
la Nacion para recibir su confianza, y engafiarla despues
negando el pacto: lo cual no es creible haya cabido jamás
en las Córtes, como en las cabezas de tales escritores.


El Rey déspota es un Tirano; y por eso nuestras sábias
leyes tienen dispuesto el in2prrio mixto en las que se di-
cen moderadas como esta de España, donde el pueblo,
delegada la soberanía, conserva en sí la cuasi democracia:
de forma, que establecido legitimamente el reino como
debe estar , jamás puede darse ocasion de que llegue el
Monarca á ser déspota ; y la ignorancia de estos princi-
pios fundamentales , es la que hace vacilar el mismo es-
tablecimiento del reino ; porque ningun escritor , de los
malos, que son los que quieren ser déspotas, quiere Io
que escribe, sino preparar el sistema para sus fines par-
ticulares. Nada de esto puede ni debe esperarse de nues-
tro deseado Monarca ; pues desde el principio se ha mos-
trado con intenciones de padre , y nada contrario á la na-
den que lo adora. Esta quiere á Fernando, y le ha dado
pruebas heróicas de que sabe sin villanías ni filosofia , co-
rno en Francia, enfrenar el despotismo, y salvarlo corno
lo hizo en el memorable dia 1 9 de marzo de 18o8.


Este feliz y dichoso pueblo, esto es , Yuan pobre y
soldado, dignos de eterna memoria, son los que ban


afianzado la corona en las sienes del Monarca. ) Y cuin-
do ? Cuando ni el citado Cabrera, ni D. Juan Jacinto Lo-
pez, autores del Duende ; ni el baron de la Bruyere, dia-
rista mercantil, ni D. Pedro Daza, con todos los de sus




4.96
Senderos, autores ,


del Redactor ; ni un Oxirando , con su
compaUro Alvarez Guerra, y otros en el Conciso; ni un
D. Manuel Pardo y Andrade , con su periódico el Boletia
en Galicia con sus 49 del pico, encargado ea celar la opi-
nion (que no ha sucedido otro tanto en ningun gobierno;;
ni un Flores Estrada, y compaeros en el Tribuno; ni un
D. Juan Madrid Dávila : ni un Valentin Foronda ; ni los
autores del ridículo papcl de la Tertulia, y del Revisor;
ni el articulista Canga Arglielles; ni afín yo mismo ea
estas soledades, hicimos nada; y seguramente ninguno de
estos movió la eXaltacion excesiva que tuvo el pueblo ; y
tal vez algunos estarían esperando el nuevo sistema : cua-
lidad propia de todos los que predican libertad para bus-
car donde piensen que han de estar mas bien , como su-
cede al Redactor, que habiéndonos apestado con los rea-
les , queriendo desterrar hasta el nombre , ahora tiene la
camisa vuelta : para esto sí se necesita la CALMA que él
critica. Solo yo he seguido desde el principio, corno V.,
la voz del pueblo; porque lo hallé mul á propósito en sus
apuradas •circunstancias.


Por fin, señor editor : concluyo con las mistna.s vo-
ces Duendinas, ó Cabrerinas : que mas vale impedir que
se cl¿ la herida, que no tener que curarla. En esta aten-
clon , procure V. advertir al pueblo que los que tratan de
herirlo son los que le dicen de boca que se guarde; y ya
sabe V. que el ladrón llama ladron al que asalta para ro-
barlo , y que con la voz de Coustitucion son los primeros
infractores de ella , igualmente que de los decretos de las
Córtes ; y queda de V. ---El paseante de Rio - tinto.


CATÓ EL TIRANO.
SONETO.


El olimpo tronó : Jobe irritado
desplomó con furor enardecido
su rayo, contra el corso fementido,


487
cuya barbárie al orbe ha consternado. -


Del vil tirano terminó el reinado:-
al sólio de un Luis esclarecido
sube ya el sucesor apetecido,
hermano de aquel Luis tan desgraciado.


Nace la dulce paz, y deja el luto
llena de gozo la infelice Francia:


España, patria mia, este es el fruto
de tu fidelidad y tu constancia:
el trono derribar del corso fiero
y dar la paz al universo entero!


El Expatriado Barcelonés,


Continúa el extracto de la obra titulada


LA MQNAROUIA.
No solo Roma fue cruel todavia.me horroriza la in-


gratitud de la república de Cartago, guando considero á
Bornilcar clavado en una cruz , detestando la perfidia de
su patria , llamándola ingrata , y horrorizando sus oídos
con el recuerdo de los fieles y animosos generales , cuyos
servicios y triunfos 'labia recompensado con la ignominia
de un suplicio (i).


Observando otros principios , veremos que la Suiza,
cerrada dentro de sus montafias , como en los extremos
del mundo, que la defienden de los ataques por defuera,
y la apagan los ardores de conquistar paises que no ha
visto.... la Suiza, que ama la inocencia y simplicidad de
costumbres , como la riqueza mas preiiosa de su consti-
tucion , y está rodeada de montes inaccesibles, que la
cercan como murallas que fixó.alli la naturaleza para abri-
garla y defenderla.... la Suiza, digo me parece que será
república mientras duren los siglos 5 á menos que no cai-
ga baxo el yugo de un canton solo ; porque el de Berna,


(I) yustin, lib. 22.




48
mas poderoso que los denlas, y que está gobernado úni-
camente por algunas•familias , puede absorverse el domi-
nio de los trece. Este cantora de Berna, segun la opinion
de políticos juiciosos, es el enemigo verdadero de la li-
bertad helvética.


Zaragoza 9 de abril.


Delante de la procesion del Corpus de Zaragoza lleva
un hombre una grande asta, que de un lado de la punta
tiene un hacha ó segur , y por otro una hoz, como pa-
ra cortar los estorbo. que se encuentran en la carrera. La
parroquia de S. Pablo pre)entó al Rey N. S. el siguiente
terJeto , coa el dicho gaucho pintado.


Vais Fernando á Madrid, y vais al Trono:
El camino mirad, si es bueno y ancho,
Que sino, ira delante nuestro gancho.


RENTA DE VILLALPANDO.


Se hallará en las Librerlas de Barco carrera de san Gerónírno,
en la de Matute calle de las Carretas: de Villa Plazuela de
Santo Domingo: de Minutria calle de Toledo, y do
Novillo calle de la Conc.-epcion Gerónima.