V1EM MAS
}

V1EM MAS
PARA LA HISTORIA


DE LA


REVOLUCION ESPAÑOLA.




TOMO 11.°


00fiet, 4,


PARIS,


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I ST15\
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En la imprenta de M. PLASSAN ‘la


f- 1,,zi"d'AjilAs‘Vaugirard, n.° 17. y
• S ><:•'7


Afio 1814.


l`W
MEMORIÁS


PARA LA HISTORIA


DE LA


REVOLUCION ESPAÑOLA,
t.r) CON
cr)


DOCUMENTOS JUSTIFICATIVOS


RECOGIDAS Y COMPILADAS


POR D. JUAN NET,LERTO.




>4:


PROLOGO.


FACElill EST IN TERRIS QDIDQUID DISCORDIA JE'SSIT.


PETKüN10.


S E anunció en el tomo primero de
É=stas Memorias la pu blicacion de un
segundo , compuesto de documentos
justificativos. Esto bastaria para cum-
plir la promesa sin preparativos. Pero
he considerado conveniente advertir
á los lectores que (aun guando tengan
formada su opinion anticipadamente
sobre el objeto de las questiones his-
tóricas, indicadas en el prólogo del
torno primero ) no dejen de leer éste
segundo, porque hallarán muchas co-
sas dignas de la curiosidad pública,
que el autor de las Memorias ha de-
jado en silencio ; sea por respetos
políticos ( de que debia desentenderse
un historiador para decir la verdad )
sea porque al tiempo de escribir los
capítulos , no haya podido tener pre-


2. a




( 2 )
Las virtudes de V. NI. I. y R., su modera-


clon, su bondad aun con sus mas injustos é
implacables enemigos, todo en fin me hacia
esperar que la exprcsion de estos sentimien-
tos seria recibida como efusion de un cora-
zon lleno de admiracion y de amistad mas
sincera.


El estado en queme-hallo de mucho tiempo
á esta parte , incapaz de ocultarse á la grande
penetracion de V. NI. ha sido hasta hoy
segundo obstáculo que ha contenido mi pluma


preparada siempre á manifestar mis deseos.
Ferd lleno de esperanzas de hallar en la mag-
banimidad de V. NI. y R. la proteccion mas .
poderosa, me determino no solamente á tes-
tificar los sentimientos de mi corazon para
Con su augusta persona,. sino'. depositar mis
secretos mas intimos en. el pecho de V. 111.
.como en el de un tierno ••adre.


Yo soy bien infeliz de hallarme precisado
por circunstancias particulares h ocultar, co-
mo si fuera crimen , una accion tan justa y
tan loable; pero tales suelen ser las conse-
qüencias funestas de un exceso de bondad ,
aun en los mejores reyes.


Lleno de respeto y de amor filial para con
mi padre ( cuyo corazon es el mas recto y
generoso ) no me atreveria á decir sino


( 3 )
V. IVI. • aquello que V. M. conoce mejor que
yo; esto es, que estas mismas calidades sue-
len con freqüencia servir de instruMento it
as personas astutas y malignas para confun-


dir la verdad á los ojos del soberano, por
mas propia que sea esta virtud de caracteres
semejantes al de mi respetable padre.


Si los hombres que le rodean aqui, le deja
sen conocer á fondo el caraeter de V. NI. 1.
como yo lo conozco ¿Con que ansias procuraria
mi padre estrechar los nudos que deben unir
nuestras dos naciones? Y habría medio mal
proporcionado que rogar á V. M. 1. el honor
de que me concediera por esposa una prirr-
cesa de su augusta familia ? Este es el deseo
unánime de todos los vasallos de mi padre °


2
y no dudo que tambien el suyo mismo ( á
pesar de los esfuerzos de un Corto número de
malévolos ) así que sepa las intenciones de
vuestra magestad imperial. Esto es quanto mi
corazon apetece ; pero no sucediendo así ,á
los egoistas pérfidos que rodean á mi padre,
y que pueden sorprenderle por un momento,
estoy lleno de temores en este punto.


Solo el respeto de vuestra magestad impe.
rial pudiera desconcertar sus planes; a briendO
los ojos á mis buenos y amados padres, y
haciendolos felices al mismo tiempo que á lá




( 4 )
Nacion espariola y á mi mismo. El inundo
entero admirará cada dia mas la bondad de
vuestra magestad imperial, quien tendrá en
mi persona. el hijo mas reconocido y afecto.


Imploro pues con la mayor confianza . la
proteccion paternal de vuestra magestad, á
fin de que no solamente se digne concederme




el honor de darme por esposa una princesa
de su familia, sino allanar todas las dificul-
tades y disipar todos los obstáculos que pue-
dan oponer se este único objeto de mis
deseos.


Este esfuerzo de bondad de parte de vuestra
_magestad imperial, es tanto mas necesario
para mi, quanto yo no puedo hacer ninguno
de mi parte, mediante que se interpretaria
insulto á la . autoridad paternal estando
como estoy reducido á solo el arbitrio de
resistir ( y lo haré con invencible constan-
cia) mi casamiento con otra persona, sea la
que fuere, sin el consentimiento- . y aproba-
cion positiva de vuestra magestad, de quien
yo espero únicamente la eleccion de esposa
para mi.


Esta es la felicidad que confio conseguir
de V. M. I. , rogando á Dios que guarde su
preciosa vida muchos años. Escrito y firmado
de mi propia mano y sellado con mi sello en


( 5 )
el Escurial h i z de' octubre de 1807. — De
vuestra magestad imperial y real , su mas
afecto servidor y hermano. — Fernando.


Nota. Traduccion de la carta que se im-
primió en frances en la gaceta ministerial
de París, intitulada el Monitor universal de
Francia de 5 de febrero de 181o.


NUMERO II.


Tratado entre el Emperador Napoleon y el
rey Carlos IV sobre el reyzzo de Portugal
d 27 de octubre de 180:7.


Napoleon por la gracia de Dios y la cons-
titucion , Emperador de los franeeses, rey de
Italia y protector de la Confederacion del Rin.
Habiendo visto y exAminado el tratado con-
cluido , arreglado y firmado enFontaineblcau
el 27


de octubre de 1807, por el general de
division Miguel Duros, gran mariscal de
nuestro palacio , gran cordon de la legion
de honor, etc.,, etc.; en virtud de los plenos
poderes que le hemos conferido á este efecto,
con D. Eugenio Izquierdo de Rivera y Lezaun,.




( 6 )
consejero honorario de estado y de guerra de
S. M. el rey de España,. igualmente autori-
zado con plenos poderes de su soberano; de
cuyo tratado es el tenor siguiente.


Su magestad el emperador de los..Franceses
rey de Italia, y protector la Confede,racion
del Rin, y su magestad católica el rey de Es-
paña, queriendo arreglar de comun acuerdo
los intereses de los dos estados, y determinar
la suerte futura del Portugal de un modo que
concilie la política de los dos paises, han
nombrado por sus ministros plenipotencia-
rios, á saber : Su magestad el amparador de
los franceses rey de Italia y protector de la
Confederacion del Rin, al general de division
Miguel Duroc, gran mariscal de su palacio,
gran cordon de la legion de honor; y S. M.
católica el rey de España á D. Eugenio Iz-
quierdo de Ribera y Lezaun su consejero ho-
norario de Estado y de guerra; los quales
despues de haber cangeado sus plenos po-
deres , se han convenido en lo que sigue.


Artículo 1.° La provincia entre Miño y
Duero, con la ciudad de Oporto, se dará en
toda propiedad y soberania á su magestad el
rey de Etruria, con el titulo de rey de la
Lusitania septentrional.


Art. II. La provincia de Alentejo y el rey-.


( 7 )
no


de los Algarbes se ciaran en toda propie-
dad y soberania al principe de la Paz, para
que las disfrute..con , el titulo de principe de


los Algarbes.
Art. Las provincias de Beira Tras


los montes y la Extremadura portugüe`sa
quedarán en depósito hasta la paz general ,
para disponer de ellas segun las circunstan-
cias, y conforme á lo que se convenga en-
tre las dos altas partes contratantes.,


Art. IV. El reyno de 'la Lusitania M'en-
trional será. poseido por los descendientes
de S. M. el rey de Etruria hereditaria:Mente
y siguiendo las leyes de sucesion que estan
en uso en la familia reynante de S. M. el
rey' de España.


Ad, V. El principado de los _A.lgarves
será poseido' por los descendientes del prin-
cipe de la Paz hereditariamente , y siguiendo
las leyes de sucesion que estan en uso en la
familia reynante de S. M. el rey de España.


Art. VI. En defecto de descendientes, b
herederos legítimos del rey de Lusitania
septentrional, b delprincz'pe de los Algarbes.
estos paises se darán por investidura por S. M.
rey de Epaña, sin que jamas puedan ser reu-
nidos bayo una misma cabeza, ni á la corone.
de España.




( 8 )
Art. El reyno de la Lusitania septen-




trional


y el principado de los Algarves reco-
nocerán por protector á S. M católica el rey
de España ; y en ningun caso los soberanos
de estos paises podrán hacer la paz ni la
guerra sin su intervencion.


Art. En el caso de que las provin-
cias de Eeira, Tras los Montes y la Extrema-
dura portuguesa, tenidas en seqiiestro , fue-
sen devueltas á la paz general h la casa de
i3raganza en cambio de Gibraltar, la Trini-
dad y otras colonias que los ingleses han
conquistado sobre la España y sus aliados,
el nuevo soberano de estas provincias ten-
dría con respecto á S. M. católica el rey de
España los mismos vínculos que el rey de la
Lusitania septentrional y el princípe de los
Algarves, y serian poseidas por aquel baxo
las mismas condiciones.


Art. IX.. S. M. el rey de Etruria cede en
toda propiedad y soberanía el reyno de Etru-
ria h S. M. el emperador de los franceses ,




rey de




Art. X. Quando se efectue la ocupacion
definitiva de las provincias del Portugal, los
diferentes príncipes que deben poseerlas.,
nombrarán de acuerdo comisarios para fixar
sus límites naturales.


9 )
Art. XI. S. M. el emperador de los Fran-


ceses rey de Italia, sale garante á S. M. ca-
el rey de España de la posesion detsóulsi cea,s t


ados del continente de Europa situado
al mediodia de los Pirineos.


Art. XII. Su magestad el emperador de
los franceses rey de Italia, se obliga á reco-
nocer á su magestad católica el rey 'de Es-
paña como emperador de las dos Américas,
guando todo este preparado para que su ma-
gestad pueda tomar este título, lo que podrá
ser, ó bien á la paz general 6 á. mas tardar
dentro de tres años.


Art. XIII. Las altas potencias contratantes
se entenderán para hacer un repartimiento
igual de las islas, colonias y otras propie-
dades ultramarinas del Portugal.


Art. XIV. El presente tratado quedaló.
secreto ; será ratificado ; y las ratificaciones
serán cangeadas en Madrid , veinte Bias
mas tardar despues del cija en que se haya
firmado.


Fecho en Fontainebleau á 2.7 de octubre
de 1607. — Firmado Duroe. — Izquierdo.


Hemos aprobado y aprobamos el prece-
dente tratado en todos y cada uno de los
artículos contenidos en él : declaramos que
está aceptado , ratificado y confirmado; y




o »


prometemos que será observado inviolable.
mente. En fe de lo qull hemos dado la pre-
sente, firmada de mestra mano, refrendada
y sellada con nuestro sello imperial en Fon-
tainebleau á 29 de octubre de 180 7 . —
7-nado Napoleou. — El ministro de relaciones
exteriores. Firmado Champagny. — Por
el emperador, el ministro secretario de Es-
tado. — Firmado Hugo Moret.


Nota. Esta impreso en el apendice de la
Exposicion de los Hechos, publicada por
D. Pedro Cevallos.


NUMERO HL


Convencían secreta relatwa al tratado del
número antecedente, y con la misma Je-
cha .


de 27 de octubre de 1807 . •


Napoleon por la gracia de Dios y 'de la
Constitucion , emperador de los franceses, rey
de Italia, y protector de la confederácion. del
Rin. Habiendo visto y examinado la con-
vencion,concluida, arreglada, y firmada en
Vontainebleau. el .2 7 de octubre de .007


por


( II )
el general de division Duroc , gran maris-
cal de nuestro palacio , gran cordon de la
legion de honor etc., etc.; en virtud de los
plenos poderes que le hemos conferido á este
efecto, con D. Eugenio Izquierdo de Rivera
y Lezaun, consejero honorario de Estado y
de Guerra de, S.M. el rey de España , igual-
mente autorizado con plenos poderes de su
soberano: el tenor de la qual convencion es
como sigue.


Su Magestad el emperador de los fran-
ceses, rey de Italia, y protector de la confe-
deracion del Rin al general de division Mi-
guel Duroc , gran mariscal de su palacio, gran
cordon de la legion de honor; y S. M. C.
rey de España á D. Eugenio Izquierdo de
vera y Lezaun, su consejero honorario de
Estado y de Guerra; los quales despues de
haber caneado sus plenos poderes han con-
venido en lo que sigue.


Artículo primero : Un cuerpo de tropas
imperiales francesas de veinte y cinco mil
hombres de infanteria, y de tres mil de
balleria entrará en España, y marchará en
derechura á. Lisboa. Se reunirá á éste cuer-
po otro de ocho mil hombres de infanteria,
y de tres mil de caballería de tropas espolia!,
las ; con treinta piezas de artillería.




( I2 )
Art. II. Al mismo tiempo una divisiou


de tropas de diez mil hombres tomará po-
sesion de la provincia de Entre-Miño y Due-
ro, y de la ciudad de Oporto , y otra división
de seis mil hombres , compuesta igualmente
de tropas españolas, tomará posesion de Alen-
tejo , y del reyno de los Algarves.


Art. HL Las tropas francesas serán ali-
mentadas y mantenidas por la España y sus
sueldos pagados por la Francia, durante todo
el tiempo de su tránsito por España.


Art. IV. Desde el momento en que las
tropas convinadas hayan entrado en Portu-
gal, las provincias de Boira, Traslosmontes;
y la Extremadura portuguesa ( que deben
quedar seqiiestradas ) serán administradas y
gobernadas por el general comandante de
las tropas francesas, y las contribuciones que
se les impondrán, quedarán h beneficio de la
Francia. Las provincias que deben formar el
reyno de la Lusitania septentrional, y el prin-
cipado de los A I garves serán administradas
por los generales comandantes de las divisio-
nes españolas que entrarán en ellas , y las
contribuciones que se les impondrán, que-
darán á beneficio de la España.


Art. V. El cuerpo del centro estará baxo
las órdenes del comandante de las tropas


)
francesas, y h ¿?,1 estarán sometidas las tropas
españolas queso reunan k aquellas : sin em-1
bargo , si el rey - de España, 6 el príncipe do
la Paz juzgáren conveniente trasladarse h esto
cuerpo de exército , el comandante de las
tropas francesas, y estás mismas estarán baxo
sus órdenes.


Art. VI. Un nuevo cuerpo de quarenta
mil hombres de tropas francesas se reunirá
en Bayona, h mas tardar el 20 de Noviem-
bre próximo, para estar pronto h entrar en
España, para transferirse 5, Portugal en el
caso de que los ingleses enviasen refuerzos
y amenazasen atacarlo. Este nuevo cuerpo
no entrará, sin embargo en España , hasta
que las dos altas potencias contratantes se
hayan puesto de acuerdo á este efecto.


Art. VII. La presente convencion será
ratificada, y el cange de las ratificaciones se
hará al mismo tiempo que el del tratado de
este dia.


Fecho en Fontainebleau á 27 de octubre
de 1807.— Firmado Duroo — E. Izquierdo.


Hemos aprobado y aprobamos la conven-
cion que precede en todos y cada uno de
los artículos contenidos en ella: declaramos
que está aceptada,' ratificada y eonfirmada;' y
prometemos que será observada inviolable-




((
mente. En fe de lo qual •beitios dado la pre-
sente firmada de nuestra mano, refrendada y
sellada con nuestro sello imperial :en Foritai-
nebleau , á 29 de octubre de 180 7 — Firma-
do — Napoleon- El ministro de Relaciones
Exteriores — Firmado — Champagni — Por
el ministro secretario de Estado — Firma-
do — Hugo Mares.


- -Nota. Publicada por Cevallos en el apén-
dice . de su Exposicion de los Hechos.


NUMERO 1V.


Cada del rey de España Carlos Ir al em-
perador de los franceses , fecha a 29 de
octubre de 18°7.


Señor mi hermano en el momento en
que no me ocupaba sino de los mediosde
cooperar h la destrucion de nuestro enemi-
go comun: guando creia que todos los com-
plots de la ex-reyna de Nápoles habian sido
sepultados con la muerte de su hija, veo con
un horror tal que me hace extremecer,


, que
el espíritu de la intriga mas horrible ha pe-


( 15 )
netrado basta el seno de mi familia. Ila! Mi
corazon sufre de nuevo haciendo relacion
de un atentado tan horroroso. Mi hijo mayor,.
el heredero presuntivo de mi trono, 'labia for-
mado la horrible conspiracion de destronar-
me, y se habia precipitado hasta el exceso
de atentar contra la vida de su madre. Un
crimen tan horrendo debe ser castigado con
todo el rigor de las leyes. La que le llama-
ba h la subcesion, debe ser revocada. Uno
de sus hermanos será mas digno de reem-
plazarle en mi corazon y en el trono. Mi oeu..
pacion del momento es averiguar los cóm-
plices para descubrir este plan de la mas
negra iniquidad , y no perderé un solo ins-
tante para instruir de él h V. M. 1. y R., ro-
gándole me auxilie con sus luces y consejos.


Ruego h Dios., mi buen hermano, que se
digne conservar h V. M. 1. y R. en su san-
ta guarda — San Lorenzo 2 9


de octubre de
180 7 .— Carlos.


Nota. Traducion del Monitor de 5 de
brero de 1819.




(lÚ)


NUMERO V.


Decreto del Rey de España nulos IV.
en 3o de octubre de 1807.


Dios que vela sobre todos sus hijos, no«
permite la consumacion de les hechos atro-
pes dirigidos contra víctimas' inocentes..Su
omnipotencia me ha salvado de la catástro,
fe mas horrible. Mís pueblos, mis vasallos,
y todo el mundo conocen mi religion y mi
conducta. Todos me quieren y dan mues-
tras de aquella veneracion que dictan el res-
peto para con su padre, y el amor de los
hijos. Yo vivia tranquilo en medio de mi fa-
milia con la confianza de gozar esta felici-
dad, guando unama.no desconocida me avisa
y descubre el plan mas enorme y mas ines-
perado que se tramaba en mi propio pala-
cio contra mi persona. Mi vida, que tantas
veces ha estado en peligro , era una carga
para mi sucesor, que preocupado, y ciego 1 y
abjurando todos los principios de religion,
que el amor y la solicitud paternal procu-
raron
habia adoptado un plan para


(I7)
destronarme. Yo he querido saber la verdad
del hecho. Habiéndole sorprendido en mi ha-
bitaciou, le he puesto á su vista las cifras de
inteligencia , y papeles qua recibia..de los ma-
lévolos. Llamé yo mismo al gobernador del
consejo. Le mandé asistir con los otros mi-
nistros, para que se tomasen informaciones
con la mayor exactitud. Todo se ha hecho.
Resulta la existencia de varios reos, cuya
prision está ya' decretada. La de mi hijo es
en,su propio quarto. Esta pena ha venido
ahora á aumentar las que ya zne afiigian.
Pero asi como , ella es la mas sensible, así
tambien es la que mas importa purgar. En
su consecuencia, mando que se publique su
resultado. No quiero ocultar á mis vasallos
la verdad de un pesar que se disminuirá
guando esté acompañado de todas las prue-
bas adquiridas. con fidelidad. Os comuni-
co mis intenciones para que hagais circu-
lar la noticia en la forma conveniente. San
Lorenzo, 3o de octubre de 1807 —Yo el rey.—
Al gobernador interino del consejo real de
Castilla


Nota. Traduccion de la copia que se im-
primió en el Monitor de 16 de noviembre
de 1807.


a. a




( 18 )


NUMERO VI.


Cartas de Fernando principe de Asturias,
á los reyes de España Carlos IV y Luisa
de Eorbon , sus padres, en 5 de noviem-
bre de 1807.


A SU PADRE.


Papa mio : Yo he sido culpable contra
V. M.: he faltado á lo que debia á, mi pa-
dre y á mi rey; pero me pesa de ello , y pro-
meto á V. M. la obediencia mas humilde.
No debi hacer nada sin permiso de V. M.;
pero fui sorprendido. He manifestado los
culpables , y ruego á V. M. que me perdone,
y permita que bese vuestros reales pies su
reconocido hijo Fernando. — San Lorenzo, S
de noviembre de 1807.


A SU MADRE.


Marna mia : Yo estoy muy arrepentido
de la grande falta que he cometido contra
mis reyes y padres. Pido á V. M., con la
mayor humildad perdon de ello, y también
del teson con que negué la verdad en la


( 19 )
tarde pasada. Suplico á V. M. con las mayo-
res veras de mi corazon se digne interponer
su poderosa mediacion con mi padre, á fin
de que se sirva permitir que bese los reales
pies de S. Ni. su reconocido hijo. Fernan-
do.— San Lorenzo, 5 de noviembre de 1807.


Nota. Traduccion de las cartas publica-
das en frances en el Monitor de 18 de no-
viembre de 1807.


NUMERO VII.


Decreto del rey de España Carlos Ir en 5
de noviembre de 1807.


La voz de la naturaleza desarma los bra-
zos de la venganza ; y guando la inconside-
racion reclama la piedad, no puede negar
ésta un padre tierno. Mi hijo ha declarado
ya los autores del horrible plan que los ma-
lévolos le habían hecho concebir. Ha decla-
rado todo en forma de derecho ; y todo cons-
ta con la exactitud que la ley requiere para
tales pruebas. Su arrepentimiento y su admi-




( 20 )
racion le han dictado las representaciones .
que me han dirigido del tenor siguiente.


Se insertan las dos cartas del número ante-
rior, y prosigue el decreto.


En consecuencia de estas cartas, y á rue-
gos de la reyna, mi mui amada esposa , per-
dono h mi hijo , quien volverá á mi gracia
guando su conducta me dé pruebas de ver-
dadera enmienda. Y mando que los mismos
jueces que han intervenido en esta causa
desde el principio , continúen en ella , y se
agreguen los ciernas que ellos consideren ne-
cesarios.Les prevengo que guando el proceso
tenga estado, me consulten la sentencia; la
qual deberá ser conforme h la ley, á propor-
cion de la gravedad de los delitos, y la cali-
dad de las personas que los hubieren come-
tido. Deben tornar por base para los capí-
tulos de acusacion las respuestas dadas por
el principe al interrogatorio que se le hizo,
las quales están firmadas y rubricadas de su
mano asi como los papeles encontrados en
sus. papeleras.


Esta resolucion se comunicará á mis con-
sejos y tribunales, y se circulará á mis pue-
blos. para que reconozcan mi piedad y mi


( 2r)
justicia, y se alivie la afliccion recibida por
mi primer decreto guando vieron el peligro
del soberano, y padre que les ama corno
h hijos propios, y de quienes tambien es
amado. San Lorenzo , 5 de noviembre de
1807. — Carlos.


Nota. Traduccion de la que se imprimió
en el Monitor de i8 de noviembre de 1807.


NUMERO VIII.


Carta del rey Carlos IV al emperador Na-
poleon en i8 de marzo de 1808.


Señor mi hermano:' Hacía bastante tiem-
po que el principe de la Paz me habia he-
cho reiteradas instancias para que le admi-
tiese la demision de los encargos de Gene-
ralísimo y de Almirante, y he accedidoln sus
ruegos; pero como no debo poner en olvido
los servicios que me ha hecho , y particular-
mente los de haber cooperado h mis deseos
constantes, i invariables de mantener la alan-
za y amistad íntima que me une h V. M. 1.
y R., yo le conservaré mi gracia.




an )
Persuadido yo de que será muy agrada-


ble á mis vasallos, y muy conveniente para
realizar los importantes designios de nuestra
alianza, encargarme yo mismo del mando de
mis exércitos de tierra y mar, he resuelto
hacerlo asi, y me apresuro á comunicarlo á
V. M. y R., queriendo dar en esto nuevas
pruebas de mi afecto á la persona de V. M.
de mis deseos de conservar las íntimas rela-
ciones que nos unen; y de la fidelidad que
forma mi carácter; del que V. M. I. y R.
tiene repetidos y grandes testimonios.


La continuacion de los dolores reumá-
ticos , que de un tiempo á esta parte me ing_
piden usar de la mano derecha, me priva del
placer de escribir por mi mismo á. V.


y R.
Soy con los sentimientos de la mayor es-


timacion, y del mas sincero afecto — de
V. M. y R. su buen hermano. Carlos.


—Aranjuez 18 de marzo de 18o8.
Nota. Traducción de la copia publicada


en frances en el _Monitor de 5 de febrero
de 181o.


( 23 )


NUMERO IX.


Carta del rey Carlos IV al emperador Na-
poleon, en 20 de marzo de x8o8


Sehor mi hermano. Viendo cada día mas
quebrantada mi salud, he creido necesario
para recuperarla buscar un clima mas tem-
plado que éste, apartándome del manejo de
los negocios de mi reyno. En consecuencia
he juzgado conveniente para la felicidad de
mis pueblos 'abdicar la corona en favor de
mi amado „ hijo el principe de Asturias.


Los vínculos que unen nuestros dos rey-
nos , y la particular estimacion que siempre
he hecho de la persona de V. M. I. y R. me
clan confianza de que V. M. aplaudirá mi re-
solucion ; especialmente atendiendo que los
sentimientos de estimacion y afecto á V. M.
que yo procuré inspirar siempre á mi hijo,
estar'


gravados en su corazon con tanta
profundidad, que yo vivo asegurado de que
él pondrá todo su cuidado en los medios de
estrechar mas y- mas la íntima alianza que
une los dos estados hace ya tiempo.


Yo me apresuro á comunicar todo á
M, I. y R. renovando en esta ocasion. las




( 24 )
seguridades de mi afecto sincero, y de los
votos que no cesaré de hacer por la pros-
peridad de V.M. 1. y R., y de toda su au-
gusta familia. Con estos sentimientos soy de
V. M. 1. y R. su buen hermano. Carlos—
Aranjuez 20 de Marzo de 1808.


Nota. Traduccion de la copia impresa
en el Monitor de 5 de febrero de 1810: pero
no debe olvidarse quan contrario es su con-
texto al de la carta del dia 18; en la qual no
tuvo Carlos IV, mas parte que la de firmar
lo que le mandaban.


NUMERO X.


Pretexta del rey Carlos IV en nr de marzo
de i 8o8 contra la renuncia de la corona
hecha dos dias antes.


Protexto y declaro que mi decreto de 19
de Marzo, por el qual abdiqué la corona en
favor de mi hijo, fue acto verificado contra mi
voluntad por precaver mayores males , y evi-
tar la efuSion de sangre de mis amados vasa-
llos. En su consecuencia debe ser mirado


( 25 )
como nulo. y de ningun valor. Yo el rey


—Aranjuez 2 1 de marzo de 1808.


Nota. Traduccion de la protexta impre-
sa en Trances en el Monitor de 5 de febre-
ro de 1810. Cotejado esto con el conte-
nido de las cartas de 18 y 20 de marzo , se
dexa ver la conformidad con la de r8 , y
su contradicion con la del 20: todo por efec-
to de los sucesos del 19. Carlos 1V dixo en
una carta que habia hecho la protexta el
mismo dia ig ; y t la verdad consta por la
nota de la reyna del número siguiente in-
mediato que su Magestacl tenia dia 2r en su
poder la protexta, y que la quería dar al
gran duque de Berg; pero si Carlos IV es-
cribió su protexta el dia 1 9 , se le puso des-
pues la fecha del dia 21. POP eso algunas co-
pias no tienen fecha, y por eso Escoiquiz
duda y se inclina mas al dia 21.




NUMERO XI.


Nota escrita por la reyna de España para
el gran duque de Rerg , y remitida por
la reyna de Etruria, sin fecha.


El rey mi esposo ( que me hace escribir
por no poderlo hacer, »a causa de los dolores


hinchazon de su mano derecha) desea sa-
ber si el gran duque de Bcrg llevarla á bien.


t,encorvarse de tratar eficazmente con el em-
perador para asegurar la vida del principe
de la Paz, y que fuese asistido de algunos
criados suyos, b de capellanes.


Si el gran duque pudiera ir i librarle, ó
por lo menos darle oigan consuelo , el tiene•
todas sus esperanzas en el gran duque,.
por ser su grande amigo. El espera todo de'
su A.I. y del emperador , á quien siempre
ha sido afecto.


Asimismo, que el gran duque consiga
del emperador que al rey mi esposo , á mí
y al principe de la Paz se dé lo necesario
para poder vivir todos tres juntos en donde
convenga para nuestra salud , sin mando la
intrigas, pues nosotros no las tendremos.


El emperador es generoso, es un héroe;


( 27 )
y ha sostenido siempre á sus fieles aliados,
y aun á los que son perseguidos. Nadie lo es
tanto como nosotros. ?Y por que? porque
hemos sido siempre fieles á la alianza.


De mi hijo no podemos esperar jamas
sino miserias y persecuciones. Han comen-
zado á forjar, y se continuará fingiendo todo
lo que pueda contribuir á que el principe
de la Paz (amigo inocente, y afecto al em-
perador , al gran duque , y á todos los fran-
ceses) parezca criminal á los ojos del públi-
co, y del emperador. Es necesario que no
se crea nada. Los enemigos tienen la fuerza,
y todos los medios de justificar corno verda-
dero, lo que en sí es falso.


El rey desea igualmente que yo, ver y ha-
blar al gran duque y darle por si mismo la
protexta que tiene en su poder. Los dos es-
tamos agradecidos al envio que ha hecho de
tropas suyas , y á todas las pruebas que nos dá
de su amistad. Debe estar S. A. I., bien per-
suadido de la que nosotros le hemos tenido
siempre y conservamos ahora. Nos ponemos
en sus manos y las del emperador ; y confia-
mos que nos concederá lo que le pedimos.
Estos son todos nuestros deseos guando es-




( 28 )
tamos puestos en las manos de tan grande y
generoso Monarca y héroe.


Nota. Traduccion de la copia impresa en
el Monitor de 5 de febrero 1810. Parece.,
que la fecha seria dia. 21 de marzo por lo que
indican los contestos de las cartas que siguen •
pues en 22 se dice no haber sido posible ver
al gran duque, y en 23 se hizo entrega d
la protexta adicionada, con la expresion d
fecha de el 21, en mano del general Monthio
edecan del gran duque de Berg.


NUMERO XII.


Carta de la reyna de Etruria al gran duque
de 13erg, en 22 de marzo de 180, con
una postdata del rey Carlos IV.


Señor mi hermano. Acabo de ver al edecan
comandante, quien me ha entregado vuestra
carta por la qual veo con mucha pena que
mi padre y mi madre no han podido tener
el gusto de veros , aun que lo deseaban , 4'
cazmente, porque toda su confianza tienp


( 29 )
puesta en vos de quien esperan que podreis
contribuir á su tranquilidad.


El pobre príncipe de la Paz, cubierto de
heridas y contusiones, está decaido en la pri-
sion y . no cesa de invocar el terrible mo-
mento de su muerte. No hace recuerdo de
otras personas que de su amigo el gran duque.
de Berg, y dice que éste es el ['mico en quien
confia que le ha de conseguir . su salud.


Mi padre, mi madre y yo hemos hablado
con vuestro edecan comandante. El Os dirá
todo. Yo fio en vuestra amistad , y que
por ella nos salvareis á los tres y al pobre
preso.


No tengo tiempo de deciros mas: confio
en vos. Mi padre añadirá dos lineas á esta
carta : yo soy de corazon vuestra afectísima
hermana y amiga. Maria Luisa. — Aranjuez
22 de marzo de 18o8.


Postdata de Carlos IV.


Señor y muy querido hermano. Habiendo
hablado á vuestro edecan comandante é in-
formádole de todo lo que ha sucedido, yo
os ruego el favor de hacer saber al empera-
dor que le suplico disponga la libertad del
pobre principe de la Paz, quien solo padece




3o )
por haber sido amigo de la Francia ; y asi-
mismo que se nos deje ir al pais que mas
nos convenga llevandonos en nuestra com-:
paria al mismo príncipe. Por ahora vamos k
Badajoz : confío recibir antes vuestra res
puesta, caso de que absolutamente carezcai%
de medios de vernos , pues mi confianza sol()
está en vos y en el emperador. Mientras tantót.
yo soy vuestro muy afecto hermano y amigo
de todo corazon. — Carlos.


1
Nota. Traduccion de las copias impresas'


en el Monitor de 5 de febrero de 181o.


NUMERO XIII.


Carta de la reyna de España al gran duqu
de Berg , en 22 de marzo de i8o8, junta,
con la de su hija , puesta en el número
anterior.


Señor, mi querido hermano. Yo no tengo
mas amigos que á V. A. I. El rey mi amado
esposo os escribe implorando vuestra amis1
tad. En ella está únicamente nuestra espe.,i
ranza. Ambos os pedimos una prueba de que
sois nuestro amigo , y es la de hacer conoeeg.


( 3 ' )
al emperador lo sincero de nuestra amistad ,
y del afecto que siempre hemos profesado á
su persona, á la vuestra, y á la de todos los
franceses.


El pobre príncipe de la Paz que se halla
encarcelado y herido por ser amigo nuestro,
apasionado nuestro, y afecto á toda la Fran-
cia, sufre todo por causa de haber deseado
el arrívo de vuestras tropas, y haber sido el
único amigo nuestro permanente. El hubiera
ido á ver V. A. I. si hubiera tenido libertad;
y ahora mismo no cesa de nombrar á V. A.
y de manifestar deseos de ver al emperador.


Consíganos V. A. I. que podamos acabar
nuestros dias tranquilamente en un pais con-
conveniente á la salud del rey ( la qual está
delicada, como Cambien la mia ), y que sea
esto en compañia de nuestro -¿mico amigo
que tambien lo es de V. A.


Mi hija será mi interprete, si yo no logro la
satisfaccion de poder conocer personalmente
y hablar á vuestra alteza imperial. ¿ Podriais
hacer esfuerzos para vernos, aunque fuera
un solo instante de noche, .6 como quisierais?
El comandante edecan de vuestra alteza im-
perial contará todo lo que hemos dicho.


Espero que vuestra alteza conseguira para
nosotros lo que deseamos, y que perdonará




( 52 )
las faltas y olvidos que haya cometido yo
el tratamiento , pues no sé donde estoy ; y
deveis creer que no habran sido por faltar,
i vuestra alteza ni dejar de darle seguridad
de toda mi amistad.


Ruego á Dios guarde h. V. A. I. mucho:
años. Vuestra mas afecta, Luisa.— Aranjue
_22 marzo de i8o8.


Nota. Traduccion de la carta impresa en ,,
el Monitor de 5 de febrero de 181o.


NUMERO XIV.


Carta del general Monthion al gran duo
de Berg , en 25 de marzo de 1808.


Conforme á las órdenes de V. A.I. vine.'
Aranjuez con la carta do Vuestra alteza parada
la reyna de Etruría. Llegué a, las ocho de la
mañana : la reyna estaba todavía en cama
se levantó inmediatamente : me hizo entrar
le entregué vuestra carta : me rogó esperar
un momento, mientras iba 11. ! leerla con e
rey- y la reyna sus padres : media hora des„
pues entraron todos tres á la sala en que y.,.
rne hallaba.


( )
que daba gracias a Y. A. 1.El rey me dixo


de la parte que tornabais en sus desgracias;
tanto mas grandes quanto era autor ck, ellas
un hijo suyo. El rey me dixo « Que esta re-,
« vol ucion habia sido muy premeditada; que
« para ella se habia distribuido mucho di-


nero , y que los principales personages
« habian sido su hijo, y M. Caballero, minis,,


tro de la Justicia : que S.T.q. hahiasido vio-
« lentado para abdicar la corona por salvar la


vida de la reyna y la suya, pues sabia que


sin esta diligencia, los dos hubieran sido
« asesinados aquella noche : que la conducta


del príncipe de Asturias era tanto mas hor-
« rible, quanto , más prevenido estaba de que
« conociendo el ' rey los deseos que su hijo


tenia de reynar, y estando. su magestad
• proximo á cumplir sesenta años, habia
« convenido en ceder h su hijo la corona
• guando este casara con una príncesa de la


imperial de Francia , como S. M.
deseaba ardientemente. »
El rey ha añadido, que el príncipe de As-


turias quería que su padre se retirase con la
reyna su mugen á Badajoz , frontera de Por.
tugal : que el rey le habia hecho la observa-
cion de que el clima de aquel pais no le con-
venia , y le habia pedido permiso de escoger


2.




( 34 )
otro, por lo cirial el mismo rey Carlos deseaba
obtener del emperador licencia de adquirir
un bien en Francia, y de asegurar allí su .
existencia. La reyna me ha dicho « Que ha-
« bia suplicado 'a su hijo la dilacion del viage-
« 'a Badajoz; pero que no habia conseguido
« nada; por lo que deberia verificarse en el
« proximo lunes.


Al tiempo de despedirme yo de sus ma-
gestados , me dixo el rey : « Yo he escrito al
« emperador poniendo mi suerte en sus 77111-


« nos : quise enviar mi carta por un correo ;
« pero no es posible medio mas seguro que
« el de confiada á vuestro cuidado. » .


El rey pasó entonces á su gabinete , y luego
salió trayendo en su mano la carta adjunta
Me la entregó y dixo estas palabras: « MI.
« situacion es de las mas tristes ; acaban de
« llevarse al príncipe de la Paz, y quiere
« conducirlo á la muerte: no tiene otro de,-
« lito que haber sido muy afecto á mi per-
« sona toda Sil vida. »


Añadió « Que DO rabia modo alguno do
« ruegos que no hubiese ya puesto en prac7
« tica para salvar la vida de su infeliz amigo;;'
« pero labia encontrado sordo á todo cl
« mundo , y dominado del espirao de ven-
« ganza. Que la muerte del príncipe de la


( 35 )
« Paz produciria la suya, pues no podrir
« su magestad sobro vivir á ella. »


B. de Monthion. Aranjuez 23. de marzo
de 1808.


Nota. Traduccion de la copia impresa
en el Monitor de 3 de rru;ya de 1808.


NUMERO XV.


Carta del rey. Carlos Ir al emperador
Napoleon en 23 de marzo




de i 8o8 , citada
en el número anterior.


Señor mi hermano. Vuestra magestad sa-
brá sin duda con pena los sucesos de Aran-
juez y sus resultas; y no-verá con indiferen-
cia it un rey que forzado á renunciar la
corona, acude á ponerse en los brazos de un
grande monarca aliado suyo, subordinándose
totalmente á la disposicion del único que
puede darle su felicidad, la de toda su fa-
milia y las de sus fieles vasallos.


ro no he renunciado en favor de mi hijo
sino por la lifer,ia de las circunstancias
guando el estruendo de las armas y los cla-
mores de una guardia sublevada me hacían




Nota diplomática dirigida desde París, por
D. Eugenio, Izquierdo al príncipe de la
Paz, en 24 de marzo de 1808.


La situacion de las cosas no da lugar para
referir con individualidad las conversaciones
que desde mi vuelta de Madrid he tenido por
disposicion del emperador, tanto con el gran
mariscal del palacio imperial el general Da-
roe, como con el vice-gran elector del impe-
rio el príncipe de Benevento.


Así me ceñiré la explicar los Medios que
se me han comunicado en estos coloquios
para arreglar, y aun para terminar amistosa-
mente los asuntos que existen hoy entre
España y Francia, medios que me han sido
tra


nsmitidos con el fin de ,que ini gobierno


NUMERO XVI.


( 36 )
conocer bastante la necesidad de escoger la
vida ó la muerte; pues esta última se hubiera
seguido ¿espites de la de la reyna.


Yo fui (Orzado á renunciar; pero asegu-
rado ahora con plena confianza en la mag-
nanimidad y el genio del grande hombre que
siempre ha mostrado ser amigo mio, yo he
tomado la resolucion de cofd •marme con
todo lo que éste mismo grande hombre
quiera disponer de nosotros y de mi suerte
la de la reyna y la del príncipe de la Paz.


Dirijo b V. I. y R. una pretexta contra
los sucesos de 4ranjuez y contra Mí abdi-
cacion. Me entrego, y enteramente confio en
el corazon y amistad de V.M. : con lo goal
ruego i. Dios que os conserve en su santa y
digna guarda.


De V. M. 1. y R. su muy afecto hermano:
v amigo. Carlos. — Aranjuez 23 de marzo.-.
de 18o8.


Nota. Traduccion de la copia impresa en1
..Monitor de 5 de febrero de 181o. El con-


texto manifiesta que Carlos IV no se acor-
daba de haber firmado la carta del dia 20 ,
número g de la coleccion y este olvido
parece bastante inverosimil, sino para solo él
caso que de veras sucedió ; esto es el de que


( 37 )
se hizo firmar á Carlos TV dia 20 todas las
cartas que se le presentaron, escritas en la
secretaria de Estado, por disposicion del mi-
l'Afro D. Pedro Cevallos para los soberanos
de Europa con quienes hubiera estilo de dar
aviso en circunstancias análogas.




( 58 )
tome la mas pronta resolucion acerca (le
ellos.


Que existen actualmente varios cuerpos
de tropas francesas en España , es un hecho
constante. Las resultas estan en lo futuro. thl
arreglo hecho entre el gobierno frauces y el
español con reciproca satisfaccion puede de-
tener los eventos y elevarse á solemne tra-
tado y definitivo sobre las bases siguientes.


Primera base. En las Colonias españolas y
francesas comerciarán libremente, el trances
en las españolas como si fuese español, y
reciprocamente el español como si fuese
francos en las francesas, pagando unos y otros
los derechos que se paguen culos respectivos
paises por sus naturales. Esta prerrogativa
sera exclusiva, y ninguna potencia sino la
francesa podrít obtenerla en España; como
en Francia ninguna potencia sino la Es-
pañola.


Segunda base. Portugal está hoy poseido:
por Francia. La comunicacion de Francia,
con Portugal exige una ruta militar, y taus-
bien un paso continuo de tropas por España
para guarnecer aquel pais, y defenderle con-
tra la Inglaterra. Ha de causar multitud de
gastos , obstáculos, y tal vez producir fre-
qiientes motivos de desavenencias. Podria


( 39 )
amistosamente arreglarse este objeto que-
dando todo el Portugal para España, y reci-
biendo un equivalente la Francia en las pro-
vincias de España contiguas á este imperio.


Tercera.. base. Arreglar de una vez la su-
cesion al trono de España.


Quarta base. Hacer un tratado ofensivo y
defensivo de alianza, estipulando el número
de fuerzas con que se han de ayudar recípro-
camente ambas potencias.


Tales deben ser las bases sobre que debe
cimentarse y elevarse á tratado el arreglo
capaz de terminar felizmente la actual crisis
política en que se hallan España y Francia.
En tan altas materias yo debo limitarme á
executar fielmente lo que se me diga. Quando
se trata (le la existencia del Estado, de su.
honor y decoro, y del do su gobierno, las
decisiones deben dimanar únicamente del
soberano, y de su consejo. Sin embargo mi
ardiente amor á la patria me pone en la obli-
gacion de decir que en mis conversaciones
be hecho presente al príncipe (le Benevento
lo que Sigue.


Primero. Que abrir nuestras Americas al
comercio Trances es partirlas entre Espartai • y
el imperio frances ; que abrirlas 'única-
mente para los franceses, es ( dado que




( 40 )
quede de una vez arrollada la arogancia
glesa ) alejar cada (ha mas la paz, y perder
hasta que se firme, nuestras comunicaciones,
y las de los franceses con aquellas regiones.
Be dicho que aun guando se admita el co-
mercio frances, no debe permitirse que se
avecinen vasallos de la Francia en nuestras
Colonias con desprecio de nuestras leyes fun-
damentales.


Segundo. Concerniente á lo de Portugal
he hecho mencion de nuestras estipulaciones
de 2 7 de octubre último. He hecho ver el sa-
crificio del rey de Etruria; lo poco que vale.
Portugal separado de sus Colonias; su nin-
guna utilidad para España; y he hecho una
fiel pintura del horror que causaria los
pueblos cercanos al Pirineo la pérdida de sus
leyes , libertades, fueros y lengua; y sobre
todo el pasar á dominio extrangero. He aña-
dido que no podré yo firmar la entrega de
Navarra por no ser el objeto de exeeracion
de mis compatriotas, como lo seria si constase
que un navarro habia firmado el tratado en
que la entrega de la Navarra á la Francia,
estaba estipulada. Eufin he insinuado que (si
no habia otro remedio) podria erigirse un
nuevo reyno, b virreynato de Iberia, estipu-
lando que éste reyno b virreynato no reci-


( )
biese otras leyes ni otras reglas de adminis-
tracion que las actuales, y que sus naturales
conservasen sus actuales fueros , y exencio-
nes. Este reyno b virreynato podria darse al
rey de Etruria, 6 á. otro Infante de Castilla.


Tercero. Tratandose de finar la sucesion
de España, he manifestado lo que el rey nues-
tro señor me mandó que dixese de su parte ,
y también he hecho de modo que creo que
quedan desvanecidas quantas calumnias (in-
ventadas por los malévolos en ese pais ) han
llegado á inficionar la opinion pública en
éste.


Quarta. Por lo que concierne á la alianza
ofensiva y defensiva, mi zelo patriótico ha
preguntado al príncipe de Benevento si se
pensaba en hacer de España un equivalente
á la Confederacion del Rin, y en obligarla á.
dar un contingente de tropas, cubriendo este
tributo con el decoroso nombre de tratado
ofensivo y defensivo. lie manifestado que
nosotros estando en paz con el imperio fran-
ces , no necesitamos desocorros de Francia
para defender nuestros hogares. Que Canarias,
Ferro', y Buenos-Ayres lo atestiguan : que
Africa es nula, etc., etc.


En nuestras conversaciones ha quedado ya
como negocio terminado el de casamiento.




( 4 2 )
Tendrá efecto, pero será un arreglo parti-
cular de que no se tratará en el convenio de
que se envian las bases.


En quan lo al título de emperadoi• que el rey
nuestro señor debe tomar, no -hay-, ni 'labia.
dificultad alguna. Se me ha encargado que
no se pierda un momento en responder á fin
de precaver las fatales conseqiiencias , á que
puede dar lugar el retardo de un dia en po
nersc de acuerdo.


Se me ha dicho que se evite todo acto
hostil, y todo movimiento que pudiera alejar
el saludable convenio que aun puede ha-
cerse.


Preguntado si el rey nuestro señor debia
irse á Andalucia, he respondido la verdad :.
que nada sabia. Preguntado tambien si cree)
que se hubiese ido, he contestado que no
vista la seguridad en que se hallaban ( con-
cerniente al buen proceder del emperador
tanto los reyes, como V. A.


Iie pedido (pues se medita un convenio)
que interin que vuelve la respuesta se sus-
penda la marcha de los ex6'citos franceses
aria lo interior de la España. He pedido que
las tropas salgan de Castilla. Nada he conse-
guido, pero presumo que si vienen aprobadas
las bases, podrán las tropas francesas recibir


)
órdenes de alejarse de la residencia de sus
maa stades.be


De ahí se ha escrito que se acercan tropas
por Talavera á Madrid, y que vuestra alteza
me despachó un alcance. A todo he satis-
fecho exponiendo con verdad lo que me
constaba.


Segun se presume aqui, vuestra- alteza ha-
bia salido de _Madrid acompañando á los reyes
á. Sevilla ; yo nada se; y asi he dicho al cor-
reo que vaya hasta donde vuestra alteza está.


Las tropas francesas dejarán pasar al cor-
reo,




segun me ha asegurado el gran mariscal
del palacio imperial. Paris 24 de marzo (le
1808. —Serenísimo señor: De vuestra alteza
serenísima, — Eugenio Izquierdo.


Nota. Esta nota está publicada por Escoi-
quiz en el apendice de su obra. Conforme á.
ella debe entenderse, y si es necesario, co-r
regirse lo que dixe en el artículo primero
antes de verla, ni tener noticia de ella.




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noo-eputal vi so onb imed claro munfpe


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oireluaoti tal :tollos




( 46
lonas; enviando tambien algunos de sus cria-
dos, con encargo de decir en su nombre al
pueblo , y á las tropas que se tranquilizasen:
Que tambien baria se volviesen á Madrid
muchas personas que habian concurrido de
alli para aumentar la revolucion y encar-
garia que no viniesen mas.


uando mi hijo habia dacio estas órdenes,
fne descubierto el príncipe de la Paz. El rey
envió á buscar á su hijo , y le mandó salir á
donde estaba el desgraciado príncipe, que ha
sido víctima, por ser amigo nuestro , y de los
franceses, y principalmente del gran duque.,
Mi hijo fue y mandó que no se tocase mas
al príncipe de la Paz, y se le condujese a
quartol de guardias de Corps. Lo mandó e
nombre propio, aunque lo hacia por en


•cargo de su padre ; y como si 61 mismo fue,
se ya rey, dijo al principe de la Paz, Yo te..
perdono la vida.


El príncipe, á pesar de sus grandes he
ridas , le ció gracias , preguntándole si e
ya rey. Esto aludia á que ya se pensaba en
ello, pues el rey, el príncipe de la Paz
yo, terciamos la intencion de hacer la abdica=
oion en favor de Fernando , guando hubie
ramos visto al emperador, y compuesto tdi
dos los asuntos, entre los quales el principá


( 47 )
era el matrimonio. Mi hijo respondió al prín-
cipe de la Paz; No : hasta ahora no soy rey:
pero lo seré bien pronto. Lo cierto es que
mi hijo mandaba todo como si fuese ny;
sin serlo, y sin saber si lo seria. I,as ór-
denes que el rey mi esposo daba, no eran
obedecidas.


Despues debía haber en el cha en que
• se verificó la abdicacion, otro tumulto mas


fuerte que el primero Contra la vida del rey
mi esposo , y la mia , lo que le obligó á to-
mar la resolucion de abdicar.


Desde el momento de la renuncia, mi hijo
trató á su padre con todo el desprecio que
puede tratarlo un rey sin consideracion algu-
na para con sus padres. Al instante hizo lla-
mar á todas las personas complicadas en su
Causa que habian sido desleales á. su padre,
y hecho todo lo que pudiera ocasionarl e l dl pe-
sadumbres. El nos da prisa para que salga-
mos de aqui, señalándonos la ciudad de Ba-
dajoz para


- residencia. Entretanto nos deja
sin c onsideracion alguna, manifestando gran
contento de ser ya rey , y de que nosotros
nos alejemos de aquí.


.En quanta al príncipe de la Paz, no qui-
siera que nadie se acordara de él. Los guar-




NUMERO XVIII.




( 48 )
dias que le custodian , tienen Orden de no.
responder á nada que les pregunte, y lo han
tratado con la masar inhumanidad.


Mi hijo ha hecho esta conspiracion par •,`
destronar al rey su padre: Nuestras vidas hu.
bieran estado en- grande riesgo, y la del po''
bre príncipe de la Paz lo está todavia.


El rey mi esposo, y yo esperamos del gran
duque que hará guante pueda en nuestra
favor, porque nosotros siempre hemos sido
aliados fieles del emperador, grandes amigos
del gran duque , y lo mismo sucede al pobr
príncipe de la Paz. Si el pudiese hablar , da'
ria pruebas; y aun en el estado en que s
halla, no hace otra cosa que exclamar pq
su grande amigo el gran duque.


Nosotros pedirnos al gran duque, que s
ve al príncipe de la Paz, y que salvándon:
á nosotros, nos le dexen siempre h nnestr
lado , para que podamos acabar juntos, tra
quilamente el resto de nuestros días en ti
clima mas dulce, y retirados , sin int rí.,;as
sin mandos; pero con honor. Esto es lo q.
deseamos el rey y yo, igualmente que •
príncipe de la Paz, el qua]. estaria siemp
pronto ir servir á mi hijo en todo. Pero
hijo (que no tiene carácter alguno, y muc


( 49 )
menos el dela sinceridad, jamas ha queri-
do servise de él, y siempre le ha declarado
guerra como al rey su padre, y- á mí.


Su bicion es grande , y mira á sus pa-
dres como sino lo fuesen. ¿Que hará para los
denlas.? Si el gran duque pudiera vernos, ten-
(triamos grande placer, y lo mismo su ami-
go el príncipe de la Paz, que sufre porque lo
ha sido siempre de los franceses, y del em-
perador. Esperamos todo del gran duque,
recomendándole tambien á nuestra pobre
hija Maria Luisa, que no es amada de su
hermano. Con esta esperanza estamos pro-
ximos it verificar nuestro viage. Luisa.


Nota. Traduccion de la copia impresa en
el Monitor de 5 de febrero de ;dio.


Nota de la reyna de España para el gran
duque de Berg en z7de marzo de 18o8.


Mi hijo no sabe nada de lo que tratamos,
y conviene que ignore todos nuestros pasos.
Su carácter es falso: nada le afecta: es in--
sensible, y no inclinado á la clemencia. Está2.


4




( 5o )
dirigido por hombres malos ; y hará todo por
la ambicion que le domina: promete; pero
no siempre cumple sus promesas.


Creo que el gran duque debe tomar me..
didas para impedir que al pobre príncipe de
la Paz se quite la vida, pues los guardias de
Corps han dicho, que primero lo matarian
que entregarlo vivo , aunque lo manden el
emperador , y el gran duque. Estan llenos
de rabia contra él, é inflaman u todos los
pueblos, á. todo el mundo, y aun á mi hijo.
que defiere á ellos en todo. Lo mismo suce
de relativamente al rey mi esposo, y á mi,
Nosotros estamos puestos en manos del gran
duque, y del emperador : le rogamos qu
tenga la complacencia de venir á vernos; de
hacer que el pobre príncipe de la Paz se.
puesto en salvo lo mas pronto posible;
de concedernos todo lo definas que tenemo
suplicado.


El embaxador es todo de mi hijo; lo qu a
me hace temblar; porque mi hijo no quiere
al gran duque, ni al emperador, sino sol
el despotismo. El gran duque debe estar per
suadido que no digo esto por venganza,
resentimiento de los malos tratamientos qu
nos hace sufrir, pues nosotros no deseamo
sino la tranquilidad del gran duque y del


(5r )
emperador. Estamos totalmente puestos ,en
Manos del gran duque, deseando verle para
que conozca todo el valor que damos h su
augusta persona, y ásus tropas, como á todo
lo que le sea relativo.


Nota. Traduccion de la copia impresa en
el Monitor de 5 de febrero de 181o.


NUMERO XIX.


Carta de la reyna de Etruria para el gran
duque de L'erg en 29 de marzo de 1808,
con una nota de la reyna de España su
madre.


Mi señor y querido hermano : mi madre
os escribe ,algunas líneas. Yo os incluyo la
adjunta mia para el emperador, rogandoos
dispongais que llegue prontamente h su des-
tino. Recomendad me á S. M., y prometedme
como os suplico, ir despues de mañana á
Aranjuez. Tomad en mis asuntos el interes
que yo tomo en lo relativo á vuestra perso-
na, y creed que soy de todo mi corazon vues-
tra afecta hermana y amiga. Maria Luisa.Madrid, ,29 de marzo 1808.




( 52 )
Nota de puño y letra de la reyna de España,


No quisieramos . ser importunos al gran
duque. El rey me hace tomar la pluma para
decir que considera útil que el gran duque
escribiese al emperador insinuando que con..
vendria que S. M.1. diese órdenes, sostenidal.
con la fuerza, para que 'ni hijo,, ú el gobier..
no , nos dejen tranquilos al rey , á mi, y al
príncipe de la Paz, hasta tanto que S. M. lle
gue. En fin, el gran duque y el emperador
sabrán tomar las medidas necesarias para qu'
se esperen su arrivo ú órdenes, sin que ant
seamos víctimas. Luisa.


Nota. Traduccion de la copia impresa ea
el Monitor de 5 de febrero de 181o.


NUMERO XX.


Carta de la reyna de Etruria al gran duqu e
de Berg en 3o de marzo de i8o8 , coi
otra de su madre, y un artículo 'escrita
de mano propia de Carlos IV.


Señor y hermano : Os remito una- carta.
que mi madre me ha enviado, y os suplid


( 53 )
que me digaís si vuestra guardia, b vues-
tras tropas han pasado á guardar al prín-
cipe de la Paz. Deseó tam bien saber dual
es el estado de la salud del príncipe; •y que
opina vuestro médico en el asunto. Respon-
dedme al instante porque pienso visitar á mi
madre uno de estos dias , sin detenerme alli
mas que lo preciso para hablar y volver
aqui. ld pronto , pues solo vos podeis ser mí
defensor, y vuelvo á rogaros que n'e res-
pondais sin detencion : entretanto so y de co-
razon vuestra afectísima hermana y amiga.
Maria Luisa. Madrid , 3o (le marzo de i 8o8.


Carta de la reyna de España citada en la
anterior.


Si el gran duque no toma á su cargo quo
el emperador expida prontamente órdenes
de impedir los progresos de las intrigas que
hay contra el rey mi esposo , contra el prín-
cipe de la Paz su amigo , contra mí, y aun
contra mi hija Luisa, ninguno de nosotros
está seguro. Todos los malévolos se reunen
en Madrid al rededor de mi hijo : Este los
cree como á oráculos, y por si mismo no:
es muy inclinado á la magnánimidad , ni kla cl


emencia. Debe temerse de ellos toda




( 54 )
mala resulta. Yo tiemblo, y lo mismo Int
marido, si mi hijo ve al emperador antes que.
éste haya dado sus órdenes; pues él y los.
que le acompaiian , eontará.n á S. M. 1. tan'
las mentiras , que lo pongan por lo me
nos en estado de dudar de la verdad. Por
este motivo rogamos al gran duque consi-
ga del emperador que proceda sobre el su-
puesto de que nosotros estamos absoluta-
mente puestos en sus manos, esperando que
nos dé la tranquilidad para el rey mi esposo,
para mi, y para el príncipe de la Paz , de
quien deseamos que nos lo dexe á pues7
tro lado para acabar nuestros dias tranqui.
lamente en un pais conveniente á nuestr
salud, sin que ninguno de nosotros tres les
hagamos la menor sombra. Rogamos con la
mayor instancia al gran duque que se sir-
va mandar darnos diariamente noticias d
nuestro amigo eomun el príncipe de la Paz,
pues nosotros ignoramos todo absolutamente.


( 55 )


El siguiente artículo está escrito de letra
de Carlos IV.


Yo he hecho la reyna escribir todo lo
que precede , porque no puedo escribir mu-
cho á causa de mis dolores. Carlos.


Sigue escribiendo la reyna.


El rey mi marido ha escrito esta linea y
media, y la ha firmado para que os asegu-
mis de ser él quien os escribe.


Nota. Traduccion de la copia impresa en
el Monitor de 5 de febrero de 1810-


NUIVIER.0 XXI.


Nota de la reyna de España para el gran
duque de Berg, remitida por medio de la
reyna de Etruria sin fecha en 1808.


El rey mi esposo, y yo, no quisieramos
ser i mportunos ^ni enfadosos al gran duque,




( 56 )
que tiene tantas ocupaciones ; pero no te-
pomos otro amigo ni apoyo que él , y el
emperador, en quien estan fundadas todas
esperanzas del rey , las del príncipe de la
yaz, amigo del gran duque, é íntimo nues-
tro , las de mi hija Luisa, y las mias.
hija me escribió ayer por la tarde lo que el.
gran duque le habia dicho, y nos ha pe..
netrado el corazon, dexándonos llenos de..
reconocimiento y de consuelo , esperando
todo bien do las dos sagradas, é ineompa-..
rabies personas del emperador , y del gran.,
duque. Pero no queremos que ignoren
que nosotros sabemos á pesar de que nadie
nos dice nada , ni aun responden á lo que',
preguntamos, por mas necesidad que tenga.:
3130S de respuesta. Sin embargo , miramos
esto con indiferencia, y solo nos interesa la
buena suerte de nuestro único é inocente'
amigo el. príncipe de la .Paz, que tambiert
lo es del gran duque , como él mismo ex
clamaba en su. prision en medio de los heti',
ribles tratos que se le hacian, pues perse-,
vetaba llamando siempre amigo suyo al gran
duque, Io mismo que lo habia hecho antes
de la conspiracion ; y solia decir « si yo tu,i:
viera la fortuna de que el gran duque estu-
viese cerca, y llegase aqui , no tendria


( 57 )
que temer. » El deseaba su arribo á la corte,
y se lisongeaba con la satisfaucion de que
el gran duque quisiese aceptar su casa para
alojamiento: Tenia preparados algunos rega-
los para hacerle; y en fin no pensaba sino
en que llegára el momento , y despuos pre-
sentarse ante el emperador y el gran duque
con todo el afecto imaginable; pero ahora
nosotros estamos siempre temiendo que se
le quite la vida , O se le aprisione mas si
sus enemigos llegan á entender que se trata
de salvarle. ¿No seria posible tomar por
precaucion algunas medidas antes de la re-
solucion difinitiva? El gran duque pudiera
enviar tropas, ,


sin decir á. que; llegar á la
prision del príncipe de la Paz, y separar la
guardia que le custodia, sin darle tiempo
de disparar tina pistola, ni hacer nada con-
tra el príncipe ; pues es de temer que su
guardia lo hiciese , porque todos sus deseos
son de que muera, y tendrán gloria en ma-
tarle. Asi la guardia seria mandada absolu
tamente por las órdenes del gran duque: y
sino, puede estar seguro el gran duque de
que el príncipe de.la, Paz morirá, si prosi-
gue bazo el poder de los traidores




b
indionols


y h las órdenes de mi hijo. Por lo misnj
volvemos á hacer al gran duque la misma




( 58
)


súplica de que haga sacarlo del poder de 1
manos sanguinarias , esto es de los guardias
de Corps de mi hijo , y de sus malos lados ) ,
porque sino, debemos estar siempre temblaaw
do por su vida aunque el gran duque y ei
emperador la. quieran salvar , mediante que'
no lo podrán conseguir. De gracia volvemos'
h pedir al gran duque que tome todas la'
medidas convenientes para el objeto, porqu'
como se pierda tiempo, ya no está segur
la vida, pues es cosa cierta que seria ma'
facil de conservar si el príncipe estuvieá
entre las manos de leónes y de tigres ca
nívoros.


Mi hijo estuvo ayer dcspues de come
con lnfantado , con Escoiquiz , que es u,
clérigo maligno, y con San Carlos, que é'
peor que todos ellos ; y esto nos hace tem'.
blar, porque duró la conferencia secreta des
de la una y media hasta las tres y media.
El gentil-hombre que va con mi hijo Carlos,
es primo de San Carlos ; tiene talento , y bas-
tante instruccion; pero es un A.méricano
ligno, y muy enemigo nuestro , como
primo San Carlos, sin embargo de que to-
do lo que son, lo han recibido del rey mi
marido, á instancias del pobre príncipe d
la Paz de quien ellos decian ser pariente


( 59 )
Todos los que van con mi hijo Carlos, son
incluidos en la misma intriga, y muy pro-
pios para hacer todo el mal posible, y que


sea reputado por verdad lo que es una
grande mentira.


Yo ruego al gran duque que perdone mis
borrones y defectos que cometo guando es-
cribo trances, pues algunas veces me faltan
palabras y frases, mediante hacer ya qua-
renta y dos años que hablo español , desde
que vine á casar en España, á la edad de
trece años y medio, motivo por el qual aun-
que háblo francos, no se hablarlo bien. El
gran duque conocerá. la razon que me asiste;
y disimulará los defectos del idioma en que
yo incurra. Luisa.


Nota. Traduccion de la copia impresa en
el Monitor de 5 de Febrero de 181o.




( 6o )


NUMERO XXII.


Nota de la reyna de España para el gra
duque de .Berg- , por medio de la reyna
Etruria su hija, sin fecha en 1808.


Ayer recibi un papel de un Mahonés qu
queria tener una audiencia secreta conmigo1
despucs que el rey mi marido estaba ya en


01!
cama, dicienclome que me daría grandes luce&
sobre todo lo que sucede actualmente.


El queria que yo le diese por mi mism
seis it ocho millones, diciendo que yo los_
podria pedir á la compañia de Filipinas, y qu.
el baria una contra-revolucion que librase a
príncipe de la Paz, y fuese tambien cont
los franceses.


El rey y yo lo hicimos prender sin permitir.,
le comunicacion y permanecerá preso has-
ta que se averigue la verdad de todo lo que hay •
en este asunto 5 pues creemos que sea un emi-
sario de los ingleses para perdernos; supues-
to que el rey y el príncipe de la Paz siempr


duui han sido únicamente amigos de los franceses
del emperador, y en particular del gran duqu .


( 6z )
sin haberlo sido jamas de los ingleses nues-
tros enemigos naturales. -


Creemos tambien por muy necesario que
-nírppobrealuraraseahdu


ci pe de la Paz que siempre ha sido y es amigo
el gran que gg


del gran duque, de quien asi (corno del empe-
rador) esperaba su asilo en la forma que lo te-
nia escrito por medio de Izquierdo al mismo
gran duque, y aun al emperador mismo, bien
que no se si éstas cartas habrán llegado á sus
manos.


Convendria sacar de las manos de los guar-
dias de corps, y de las tropas de mi hijo al
pobre príncipe de la Paz su amigo 3 pues es
de rezelar que se le quite la vida , ó se le en-
venene, y se diga que ha muerto de sus he-
ridas : y por quanto no tendrá seguridad de
vivir, mientras estén á su lacio algunos de estos
malignos, será forzoso que el gran d u que, d es-
pues de asegurar la persona del príncipe de
la Paz en su poder, tome medidas bien fuertes
para conservarle, pues las intrigas cada dia
crecen contra ese pobre amigo del gran du-
que , y aun contra el rey mi marido, cuya
vida tampoco esta bastante segura.


ieoerreestaE•riastudveíeErsotnadporedseenlatessrlelal
Mi hijo hizo llamar al hijo de Biergol, que es


oficia
e roen ea


sl ltea




( 62 )
sesion Infantado y todos los ministros. .11i-


hijo le pregunto que haba de nuevo en el
sitio, y que hacia el rey mi marido : Biergo
respondió lo que habla de verdad diciendo.
« No hay nada de nuevo: el rey sale muy poco


la
reyna no ha salido : ninguno de los do


no
ha visto 'a nadie : se ocupan en preparar


una habitacion para el caso de que el gran
duque y el emperador vayan »1‘.(li hijo le
dio &den. de volver aqui, y de estar al ser-
vicio de su padre hasta que éste emprend a su


viage, porque es uno que interviene en nues-
tras cuentas como tesorero .


A todos los que
nos siguen, aplican el título de desertores . Yo


recelo que traman alguna grande intriga con-
tra nosotros, y que estarnos en grande riesgo
porque Imantado y los otros son tan malos y


peores que los demas.Ale persuado que el rey y


yo y el pobre príncipe de la Paz estamos muy
expuestos ;por que no manifiestan sino Mala
voluntad contra nosotros y nuestra vida no
está segura sin.o lo remedian el gran duque
y el emperador. Es necesario que tomen a
gunas medidas para contener las abomina
bles intenciones de estos malignos, y pa,
que mi hijo se canse de dedicarse á pensar
todo lo que sea contra su padre y contra c.
príncipe de la Paz. =Nosotros hemos teme:"


( 65 )
esta noticia despues que alió de aquí el cdc-
can. El clérigo Escoíqu iz es tambien de los


mas malos. ----- Luisa.


Nota. Traduccion de la copia impresa
en el Monitor de 5 de febrero de 181o.


NUMERO XXIII..


Carta del rey de España Carlos Ir al gran
duque de Berg , con otra de la reyna
esposa, en 1." de abril de 8o8.


Mi señor y muy querido hermano : A:
I. y R. verá por el escrito adjunto que no-
sotros nos interesamos en la vida del prín-
cipe de la Paz mas que en la nuestra.


Todo lo que se dice en fa gaceta extraordi-
naria sobre el proceso del Escorial, ha sido
compuesto á gusto de los que lo publican sin
decir nada de la declaracion que mi bijo hizo
espontaneamente, la qual habrán mudado
sin duda : ella.


está escrita por un gentil-horn-
bre , y firmada solamente por mi hijo. Si
vuestra alteza imperial y real no hace esfuer-
zos para que el proceso se suspenda hasta la




( 64 )
venida del emperador, temo mucho que qu'
ten antes la vida al. príncipe de la Paz. Ni
sotros contamos con el afecto de vuestra a'
teza imperial y real para nosotros tres, fun,
dados en la alianza y amistad con el empel
rador. :Espero que vuestra alteza imperial
real me dará una respuesta consolatoria qu-
me tranquilice, y comunicará al emperador el
tacada inia con ex presion de que yo descanso
en su amistad y generosidad. Escusadme lo
mal escrita que va esta carta, pues los dolo-
res que padezco son la causa. En este su-
puesto, mi señor y muy querido hermano .
ruego á Dios que os tenga en su santa y k
m. guarda. Mi señor y muy querido hermane
De vuestra alteza imperial y real su mu


' 1
afecto amigo. Carlos. — Aranjuez t.° deabril -
de 1808.


Carta dada reyna.


Señor mi hermano : yo junto mis se
mientos á los del rey mi marido, rogando
vuestra alteza imperial y real la bondad (I,
hacer lo que le pedimos ahora; y esperanid"
que su amistad y humanidad tomará á.
cargo la buena causa de su íntimo y desg
ciado amigo el pobre príncipe de la Paz;


( 65 )
como nuestra propia causa que está unida k


para que asi cese y se suspenda todola suya
que la generosidad y grandeza de almashastain


gual del emperador nos salve h todos tres
y haga que acabemos nuestros dial juntos
tranquilamente y en reposo. No espero me-
nos del emperador y de vuestra alteza impe-
rial y real que nos concederá esta graciao
pues es la única que deseamos. En este su-
puesto ruego á Dios que tenga á vuestra alteza
imperial y real en su santa y digna guarda.
Señor mi hermano : de vuestra alteza impe-
rial y real muy afecta hermana y amiga. —
Luisa.


Nota. Traduccion de la carta impresa en
el Monitor de 5 de febrero de 181o.


NUMERO XXIV.


Nota de /a reyna deEsparia para el gran
duque de Berg, remitida por medio de


reyna de Etruria, en 1° de abril de18o8.


Habiendo visto la gaceta extraordinariaque habla so lamente de haberse encontrado
5




1


1(66 )'
la causa del Escurial entre los papeles del
pobre príncipe de la Paz, vco que está llena
de mentiras. El rey era quien guardaba 1.
causa en la papelera de su mesa, y la confi
al pobre príncipe de la Paz para que la diera
al gran duque , con el fin de que la pre-
sentase al emperador de parte del rey mi ma-
rido. Como esta causa se halla escrita por
ministro de la guerra y de justicia, y firmad'
por mi hijo, éste y aquél mudarán lo qa
quieran como si fuese original verdadero;
lo mismo sucederá en lo que quieran mud
relativo á los lemas comprendidos en la
causa, pues todos estan ahora al rededor de
mi hijo, y harán lo que éste mande y lo qué
quieran ellos mismos.


Si el gran duque no tiene la bondad y hn
manidad de hacer que el emperador mand
prontamente suspender el curso de la cau
del pobre príncipe de la Paz , amigo del mis-
1110 gran duque y del emperador , y (16 los
franceses y del rey y mio, van sus enemigos
á hacerle cortar la cabeza en público, y des-
pues h mi, pues lo desean tambien. Yo temo.
mucho que no den tiempo para que puecl
llegar la respuesta y resolucion del emper
dor; pues precipitarán la execucion paró
guando llegue aquella, no pueda surtir efe


( 67 )
favorable por estar ya decapitado el príncipe.
El rey mi marido y yo no podemos ver coa
indiferencia un atentado tau horrible contra
quien ha sido in timamen te amigo nuestro y del
gran duque. Esta amistad y la (fue ha tenido
en favor del emperador y de los franceses ,
es la causa de todo lo que sufre ; sobre lo
qual no se debe dudar.


Las declaraciones que mi hijo hizo en su cau-
sa no se manifiestan ahora :y caso de que se
publiquen algunas, no serán las que de veras
hizo entonces. Acusan al pobre príncipe de la
Paz de haber atentado contra la vida y trono
de mi hijo; pero esto es falso, y solo es verdad
todo lo contrario. No tratan sino de acriminar
á este inocente príncipe de la Paz, nuestro)
único amigo comun , para inflamar mas al
público, y hacerle creer contra 'él todas las
infamias posibles


Despues harán lo mismo contra mí, pues
tienen la voluntad preparada pera ello. Asi
eonvendra que el gran duque haga decir á


mihijo que se suspenda toda causa y asunto de
papeles hasta que el emperador venga, ó dédisposiciones; y tomar el gran duque baxo
sus órdenes la persona del pobre príncipe de
la Paz .su


amigo , separando los guardias, yPoniendo tropas suyas para impedir que lo.




( 68 )
maten; pues esto es lo que quieren, ademas
de infamarle ,lo que tambien proyectan cn
tra el rey mi marido y contra mí , diciend
que es necesario formarnos causa y haer•,
que demos cuenta de todas nuestras opera,.
clones.


Mi hijo tiene muy mal corazon : su cárac_
ter es cruel : jamas ha tenido amor á su pl..
dre ni h mí: sus consejeros son sanguinarios:
DO se complacen sino en hacer desdichados,
sin exceptuar al padre ni á la madre. Quie-
ren hacernos todo el mal posible; pero el
rey y yo tenemos mayor interes en salvar la
vida y el honor de nuestro inocente amigo
que nuestra Misma vida.


Mi hijo es enemigo de los franceses , aun
que diga lo contrario. No estranaré que co-
rneta un atentado contra ellos. El puebloesta
ganadó con dinero y lo inflamará contra el
príncipe de la Paz , contra el rey mi marido,
y contra mi, porque somos aliados de los
franceses, y dicen que nosotros les hemos
hecho venir.


A la cabeza de todos los enemigos de los
franceses esta mi hijo aun que aparente ahora
lo contrario , y quiera ganar al emperador, al
gran clUque y h los franceses para dar mejor
y mas seguro su golpe.


( 69 )
Ayer tarde diximos nosotros al general


comandante de las tropas del gran duque,


qu •e nosotros siempre permanecemos aliados
de los franceses, y que nuestras tropas estarán
siempre unidas con las suyas. Esto se entiende
de las nuestras que tenemos aqui ; pues de
las otras. no podernos disponer; y aun en
quanto h estas ignoramos las órdenes que mi
hijo habrá dado; pero nosotros nos pondria-
mos á su cabeza para hacerlas obedecer lo
que queremos, que es que sean amigas de
los franceses. Luisa.


Nota. Tracluccion de la copia impresa en
el Monitor de 5 de febrero de 181 o.


NUMERO XXV.


Nota de la reyna de España al gran du-
que de Bei.


g, por medio de- hz reyna
Etruria su hija, en abril de 18438.


Nosotros remitirnos al gran duque lá res-
puesta de mi hijo h la carta que el rey mi
marido le escribió antes de ayer, cuya copia
fue remitida ayer al gran duque. No estamos
contentos eon


.,e1 modo de esplicarse mi hijo,




70 Y
aun con la sustancia cielo que se responde;


pero el gran duque por su amistad con noso.
tros tendra la bondad de componerlo todo


de hacer que el emperador nos salve h to-
dos. tres ; es decir al rey mi marido , al pobre
príncipe de la Paz su amigo, y á mi. El gran
duque debe estar persuadido, y debe per-
suadir al emperador que habiendo puesto
nuestra suerte en sus manos, solo pendemos
de la generosidad, grandeza de alma y amis-
tad qu.e tenga para nosotros tres, que siempre
hemos sido sus buenos y fieles aliados, ami-
gos y afectos, y que sino nuestra suerte será
mui infeliz.


Se nos ha dicho que nuestro hijo Carlos,
va á partir mañana 6 antes para recibir al em-
perador, y que sino lo encuentra, avanzará
hasta Paris. A nosotros se nos oculta esta re-
solucion porque no quieren que la sepamos
el rey ni yo, lo qual nos hace recelar un mal
designio; pues mí hijo Fernando - o se separa
un momento de sus- hermanos, ni de su tio, y
los hace malos con promesas y con los atrac-
tivos que agracian á. los jovenes que no co-
nocen al inundo por esperiencias, etc.


Por esto conviene que el gran duque pro-
cure que el emperador no se deje engañar
por medio de mentiras que lleven las aparierr


ciar de-la verdad, -respecto de que mí hijo
no es afecto á los franceses, sino que ahora
Manifiesta serlo porque cree tener necesidad
desaparentarlo. Yo recelo de todo si el gran
duque , en quien habernos puesto nuestras
esperanzas no hace todos sus esfuerzos para
que el emperador torne nuestra causa como
suya propia. Tampoco dudamos que la amis-
tad del gran duque sostendrá y salvará su
amigo, y nos lo dejará h nuestro lado para
que todos tres juntos acabemos nuestros
tranqu i lamente retirados. Asimismo creemos
que el gran duque. tomará todos los medios:.
para que el pobre príncipe de la Paz, amigo,
suyo, y nuestro sea trasladado h un pueblo
cercano h la Francia, de manera que su vida
no peligre y sea fácil de transportarlo h Fran-
cia, y librarlo de las manos de sus sangui-
narios enemigos.


Desearnos igualmente que el gran duque
envie al emperador alguna persona que le
informe de todo ir fondo para evitar que su
magestad imperial pueda ser preocupada por.
las mentiras que se fraguan aqui de dia y de
noche contra nosotros, y contra el pobre prín-
cipe de la Paz, cuya suerte preferimos a la
misma nuestra, porque estamos temblando
de las dos pistolas que hay cargadas para qui-




( 7?)
tarlo la vida en caso necesario, y sin duda sal
efecto de alguna Orden de mi hijo que hae,
conocer asi qual sea su corazon; y deseo que-
po se verifique jamas un atentado semejante
con ninguno, aun guando cl fuese el mayor
malvado, y vos debéis creer que el príncipe
no lo es.


En fin el gran duque y el emperador son los
Únicos que pueden salvar al príncipe de la
Paz, asi 'como á nosotros, pues si no resulta
salvo, y si no se nos concede su compañia,
moriremos el rey mi marido y yo. Ambos
creemos que sí mi hijo perdona la vida al
príncipe de la Paz, será cerrandvló en alguna
prision cruel donde tenga una muerte civil;
por lo qual rogamos al gran duque y al em-
perador que lo salve enteramente, de manera
que acabe sus dias en nuestra compañia don-
de so disponga.


Conviene saber que se conoce que mi hijo
teme mucho al pueblo ; y los guardias de
corps son siempre sus consejeros y sus tira-
nos. Luisa.


Nota. Traduccion de la copia impresa'
el Monitor de 5 de- febrero de 1810.


( 7 3 )
NUMERO X.X.71.


Carta del rey Carlos IV al gran duque ele
Berg , con otra de la reyiza su esposa en
tres de abril de 18o8.


Mi Señor y mi querido hermano : Te-
niendo que pasar á Madrid D. Joaquin de
Manuel de Villana , gentil-hombre de mi cá-
mara, y muy fiel servidor mio para negocios
particulares suyos , le he encargado presen-
tarse á V. A. T. y R., y asegurarle todo mi
reconocimiento al in Lores que V. A. toma
en mi suerte, y en la del príncipe de la
Paz , que está inocente. Podeis fiaros
hablar con D. Joaquin de Villena, porque
yo aseguro su fidelidad. No hablaré -ya de
mis dolores, y mi esposa os dará en postdata
.razon detallada de los asuntos. Pudiera su-
ceder que Villena no se atreva á entrar en
casa de Y. A.I. y R. , por no hacerse sospecho-
so. En tal caso mi hija dispondrá que recibais
esta carta. Perdonadme tantas importunida-
des, y ruego á Dios que tenga á. V. 4.1. y R.
en su santa y digna guarda. Mi Señor muy


hermano
querido hermano. De Y. A. T. y Ñ' .• afecto. •


ir y amigo. Carlos, Aranjuez, 3 de
Abril de 184.




( 74 )


Carta de la reyna.


Mi Señor y hermano : La partida tal
pronta de mi hijo Carlos que será mañana,
nos hace temblar. Las personas que le acom-
pañan, son malignas. El secreto inviolable
,que se les hace observar para can nosotróg,
nos causa grande inquietud, temiendo que
sea conductor de papeles falsos, cantrabe7
.chos e inventados.


El principe de la Paz no hacia ni escri:
bia nada sin que lo supieramos y viesemos
el rey mi marido y yo; y podemos asegurar
que no ha cometido crimen alguno contra
mi hijo, ni contra nadie ; pero mucho me-
nos contra el gran duque ; contra el empe,
rador, ni contra los franceses. El escribió
de propio puño al gran duque , y al etripe
rador, , pidiendo á éste un asilo, y hablando
-de matrimonio ; pero yo creo que el pícaro
izquierdo no la entregó , y la ha devuelto.
.ELPríneipe de la Paz estaba ya desengaña.
do . .(109á.- mala fe de .Izquierdo, y por lo




.'iiieno$43:tdaha de su sinceridad. Los ene(ni-
-,,o-i,:›s':dePPobre príncipe de la Paz , ami go deo
V. A. J. y R. pintarán con los colores mas
vivos , y apariencias de verdad qualesquie'


( 7 5 )
ra mentiras : Son muy diestros para esto , y
q uantoS ocupan ahora los empleos, son ene-
migos comunes suyos. ¿No podria V.A.I.
y R. enviar alguno que llegase antes que mi
'hijo Carlos á ver al emperador, y prevenir-
le de todo, contándole la verdad, y las im-
posturas de nuestros enemigos?


Mi hijo tiene veinte años, sin experien-
cias ni conocimientos del mundo. Los que
le acompañan, y todos las domas le liabrita
(lado instrucciones á su gusto. Ojalá que
V. A. I. y R. tome todas las medidas nece-
sarias para anticipar noticias al emperador.
Mi hijo hace todo lo posible para que no
veamos al emperador ; pero nosotros que-
remos verle , asi como a, V. A. 1. y R. en
quien hemos depositado nuestra confianza, y
la seguridad de todos tres que esperamos
conceda el emperador.


En este supuesto ruego á Dios que ten-
ga a V. A. I. y R. en su santa y digna guar-
da. Mi Señor y- hermano. De V. A
muy afecta hermana y amiga


'Vota. Traduccion de la eopk.fiPPresA.
eu el - Monitor de 5 de febrero cle


."0,701-;-.•




( 76 )


NUMERO XXVII.


Carta de la reyna de España al gran duque,
de 'erg en 8 de abril de 18o8.


Mi Señor y hermano : El rey no puede
escribir por estar muy incomodado Con la
hincbazon de su mano. Quando ha leido la
carta de V. A.. I. y R. en que le dexa elee-
clon de partir mariana h. otro tila, ha teni-.
do presente ,que todo estaba preparado; que
una parte de sus criados parte hoy , y que


ala (hiacion pocha dar que pensar á tantós in-
térpretes como hay, malignos é impostores;
por lo que se ha decidido á salir mañana á
la una, como tenia ya dicho, esperando que
asi le seria mas facil tambieu ir á ver al
emperador. Tendremos mucho gusto de saber
el arrivo del emperador á . Bayona. Nosotros
lo esperamos con impaciencia, y que V.
y R. nos dirá guando debernos ir. El rey mi
marido y yo, deseamos con vehemencia ver
á V. A. y R. Apetecemos con ansia este
momento , y nos ha servido de gran placer
el recadó de V. A. de que vendria ir vernos
despues de dos días. Repetimos nuestras sú-
plicas, confiando enteramente en su amistan'


( 77 )
y- pido á Dios tenga á V. A. 1. y R. eti su
santa y digna guarda.


Ali Señor y hermano : De V. A. I. y R.
muy afecta hermana y amiga. Luisa. Aran-
juez 8 de abril de 1808.


Nota. Traduccion de la copia impresa
en el Monitor de 5 de Febrero de 181o.


NUMERO XXVIII.


Carta del rey Fernando d su padre en 8 de
abril de 18°8


Padre ario : El general Savary acaba de
separarse de mi compañia. Estoy muy sa-
tisfecho de él, como tam bien de la buena
inteligencia que hay entre el emperador y
mi persona, por la buena fe que me ha ma-
nifestado.


Por este motivo me parece justo que V M.
me dé una carta para el emperador, felici-
tándole de su arrivo, y asegurándole que.
tengo para con él los mismos Sentimientos
que V. M. le ha demostrado.


Si V. NI. considera conveniente, me en-
viará en respuesta dicha carta, porque yo




( 7 8 )
saldré despues cle mañana, y he dado &del,
de que vengan despues los tiros que debiatt..
servir i V. MM.


Vuestro mas sumiso hijo. Fernando. Ma..
dril, 8 de abril de 18o8.


Nota. Tiraduccion de la copia impresa en
el Monitor de 5 de febrero de 18


NUMERO XXIX.


Segunda carta de la reyna de España al graii
duque de Berg , 8 de abril de 18o8.


Mi Señor y hermano : No quisierames
ocupará Y. A; 1. R.; pero no teniendo otro
apoyo, es necesario que, V. A. sepa todo lo
relativo á nuestras personas. Remitimos á
V. A. la carta que el rey ha recibido de su
hijo Fernando, én respuesta de la que su
padre le escribió , diciéndole que partiamos
el lunes.


Las pretensiones de mi hijo me pareceu
fuera de propósito; y siguiendo las mismas
ideas le ha escrito el rey hace un instante,
que nosotros llevamos menos familia., y per--
senas de servidumbre que, plazas habia; que't


( 79 )
dándose aqui algunas: que pasariamos la se-
mana santa en el Eseurial , sin poder decir
varaos chas duraria aquella residencia, y
que en quanto á guardias de Corps, no im-
portaba nada que no fuesen. Quisieramos
no veTlos, y sí, fuera de su poder á nuestro
pobre principo de la Paz. Ayer tarde se me
advirtió que viviesemos con cuidado , por-
que se intentaba hacer alguna cosa secreta,
y que aunque fuese tranquila la noche de
ayer, no lo seria la siguiente. Yo dudo de
todo, y no vemos á los guardias de Corps;
pero es necesario vivir con cautela, por lo
que lo hemos advertido al general VSTatier.
Los guardias son los autores de todo , y
hacen á mi hijo hacer lo que quieren; lo
mismo que los malignos ministros, que son
muy crueles; sobre todo el clérigo Escoiquiz.


Por gracia : V. A. librenos á todos tres,
i igualmente mi pobre hija Luisa , que
padece por la propia razon .que nuestro po-
bre amigo coman , el príncipe de la Paz,
y nosotros; y todo porque somos amigos de
Y. A. y R. , de los franceses , y del empe-
rador. Mi hijo Fernando habló aqui de lastro-
tpzoe


sfrancesas que habia en Madrid con bas-
desprecio , lo qual es prueba de que


no las mira con afecto. N9s han asegurado




( 8o )
que los Carabineros son corno los (lemas; y
que los otros residentes en este sitio, como
el capitan de guardias de Corps, no hacen
sino averiguar todo lo que pueden para ha-
cerlo saber b. mi hijo.


Si el emperador dixera donde quiere que
le veamos, tendriamos en ello mucho gusto,
y rogarnos a V. A. procure que el empera-
dor nos saque de España quanto antes al
rey mi marido, y á nuestro amigo el prínci-
pe de la Paz, i. mi y á mi pobre hija; y so-
bre todo á los tres, lo mas pronto posible;
porque de otro " modo no estamos seguros.
No dude V. A. que nos hallamos en el ma,
yor peligro , y con especialidad nuestro ami,
go , cuya seguridad deseamos antes que la
nuestra ; la que confiamos lograr de V. A.
y del emperador en cuyo supuesto pido á
Dios tenga A. en su santa ydigna guarda.


Mi Señor y hermano: de V. A. 1. y R.
afecta hermana y amiga Luisa. Aranjuez, 8
de Abril de 18o8.


Nota. Tracluecion de la carta impresa en.
el Monitor de 5 de febrero de i8i o.


(8r )
NUMERO XXX.


Carta de la reyna de España al gra n duque
de Berg, C12 9 de abril, de 18o8.


Mi Señor y hermano : El reconocimiento
11, los favores de V. A. J. y R. será eterno,
y le damos un millon de gracias por la se-


ridad que nos anuncia de que su amigobu
y nuestro , el pobre príncipe de la Paz estará
libre dentro de tres Bias. El rey y yo ocul-
taremos con un secreto inviolable tan-nece-
sario la alegria que V. A. y R. nos ha pro-
ducido con una noticia tan deseada. Ella nos
reanima, y nunca hemos dudado de la amis-
tad de V. A. I. y R. , quien tampoco deberá
dudar de la nuestra jamas, pues se la hemos
profesado siempre, como tambien el pobre
amigo de V. A., cuyo crimen es el ser afec-
to al emperador , y á los franceses. No.aSi
mi hijo, pues no lo es, aunque lo aparente.
Su ambleion sin límites le ha hecho seguir
los consejos de todos los infames consejeros
que ha puesto ahora en lós empleos mas
pri ncipales y elevados.


Tenga V. irA.
á laver al


bondad de decirnos guando
deberemos emperador, y en donde,puesilo d eseamos mucho; igualmente que


2. -




( 83 )


NUMERO XXXI.


epaida carta de la repta de Españqüi gran
duque de Beis. , en .y de abril de t8o8..


( 82 )
V. A. no se olvide de mi pobre hija Luisa:


Damos gracias á V. A.. T. y R. de habernos
enviado al general VS- atier , pues se ha con_
ducido perfectamente aqui. Mi marido que.
ria escribir V. A. ; pero es absolutarvente
imposible , pues padece muchos dolores en
la mano derecha , los quales le han quitado
el sueño esta noche pasada.


Nosotros saldremos á la una para el Es,
curial , adonde llegaremos i las ocho de la
tarde. Rogamos á V. A. que disponga que
sus tropas y V. A. libren á su amigo de los
peligros de todos Jos pueblos:y tropas que es-
tan contra él, y contra nosotros ; no sea que
lo maten sino le salva V. A., pues como no
esté asegurado por la guardia de V. A., hay
mucho peligro de que le quiten la vida.


Deseamos mucho ver á V. A. T. y R., pues
somos totalmente suyos ; en cuyo supuesto
pido á Dios que tenga á. V. A. y R. en,
santa y digna guarda


Mi Señor y hermano. De V. A. T. y R.
mui afecta hermana y amiga Luisa. Aran
juez y de abril de 18°8.


Nota. Traduccion de la copia impresko
el Monitor de 5 de febrero de 18 o.


• Mi Señor y hermano : Son las diez, y he-
mos recibido una carta de mi hijo Fernando
que el rey mi marido en via á V. A. par,a . qn e la
vea, y me diga lo que debemos hacer. El
rey y yo no quisierarnos t


hacer lo que nos
pide mi hijo , cuya pretension nos ha sorpren--
dido _infinito , y creemos que no 'nos con-
viene de ningun modo condescender. El rey'
ha encargado decir que ya estaba en: cama,
por lo que no podia responder k la carta.
Esto ha sido pretexto por si quiere de-
cirnos lo que se le haya de responder; en
inteligencia de que mientras tanto suspende-
mos hacerlo ; bien ..que será. forzoso no di-•
lata.rlo mas que hasta mañana por la tarde.


Nos hallamos con la satisláccion de no te-
ner guardias de Corps, ni las de infanteria
en el Escurial , sino solo los Carabineros.
Con vuestras tropas


estamos seguros, y no
con las otras..


'El rey y yo no escribiremos la carta que mihijo pide, sino en el caso de que se nos haga




( 84 )
escribir por fuerza, como sucedió con la
abdicacion , contra la qual hizo por eso la
protexta que envió á V. A. 1. Lo que dice
mi hijo , es falso , y solo es verdadero que
mi. marido y yo tememos que se procure
hacer creer al emperador un millon de mea.
tiras , pintándolas con los mas vivos colores
en agravio nuestro y del pobre príncipe de
la .Paz , amigo de V. A., admirador y afee-
tisimo del emperador bien que nosotros es..
tamos totalmente puestos en manos de S.M.I.
y de V. A. lo qual nos tranquiliza de modo,
que con .tales amigos y protectores, no teme,
mos á nadie. Ruego á Dios que tenga h V. A.
en su santa y digna guarda. Mi Señor y her-
mano. De V. A. T. y R. muy afecta herma-
na y amiga Luisa. Escurial, 9 de abril
de 1808.


Nota. Traduccion de la carta impresa en
el Monitor de 5 de febrero de 181o.


NUMERO XXRCII.


Tercera carta de la reyna de España al gral
duque de Beis', en 9 de Abril de 18o8.


Mi Señor y hermano : Estamos muy agra'


( 85 )
decidos al obsequio de .


V. A. en
• abernos-


enviado sus tropas : que nos han acompañado
con la mayor: a tencion . cuidado; Tarn bien
le damos gracias, por lás que nos ha desti-
nado para- este Sitio. Hemos dicho al gene-
ral Budet:, que cuide de hacer patrullas con-.
so tropas dia y noche, pues hemos .


oaq
eneon-


trad uí' una compaiiiák''gnardias'ESpaño-
las y Walon'as ; lo que -nos ha sorprendido.


A. nos ha dado pruebas completas de
su amistad. Nosotros no. hablamos dudado
jamas, y tanto el rey como yo creernos fir-
memente que 'V. A. nos librará de todo ries-
go igualmente que á. su amigo el príncipe de
la Paz, y -estamos satisfechos de que el em-
perador nos,'protegerá , y :


hará lUices 1.1. to-
dos tres, como aliados, afectos y amigos su-
yos., Esperamos con grande impaciencia la
satisfaccion de ver V. A. y al emperador.
Aqui estamos en mas proporcion de salir al
encuentro de..S.


Nuestro viage ha sido. muy feliz, y no po-
cha dejar de, serlo con tan buena compañia.
Los pueblos por donde hemos pasado., nos
han aclamado mas que antes.


Esperamos con ansia ,
la respuesta de V. A.


a la carta que le escribimos esta mañana, y
n(-) queremos incomodarle mas, ni quitarle




( 86 )
el tiempo precioso que necesita. para tantas
ocupaciones. Ruego á Dios que tenga á V. A,.
en su santa y digna guarda. Mi señor y her-
mano. De V. A. I y R. muy afecta hermana
y• amiga Luisa. Escorial, 9 de abril poi: la
tarde 1808.


Nota.. Traducción de la' carta inipresa en
el Monitor de 5. de febrero de 3.,819..


NUMERO )0(XIIT.


Carta de-la reyna de Esspaisza-:gran-duifué
de Lerg, en io de : ábril de i8o8.


Señor mi hermano : carta , que V. A. T.
y R. nos ha escrito, y he ►nOs recibido hoy
Muy temprano, me ha tranquilizado. Noso-
tros estamos puestos en las manos' .del em-
perador y de V. A. y R. No debemos te-
mer nada el rey mi marido, nuestro amigó
comun , y yo. Lo esperamos todo del empe-
rador que decidirá pronto nuestra suerte.


Tenemos el mayor placer y consuelo en
esperar mariana el momento de ver y p o


-der hablar á Y. A. 1. y R. Será para nosotros


( 87 )
_un


instante bien feliz así cómo el de ver al
emperador. Mientras tanto que esto se veri-
fica, rogarnos de huevo á, V. A. I. y R. que
p roceda de modoo•e Saque al principe de
la Paz su amigo del poder de las horribles
manos que lo tienen ; y lo ponga en segit-
l'ida(' de qué no sé le mate, ni se le haga mal
alguno ; pues los malignos y falsos ministros
a.:tuales harán todo -lo posible por antici-
parse quando llegue el emperador.


Mi hijo habrá partido ya , y procurará en
su viage persuadir al emperador todo lo con-
trario de lo qu'e ha pasado en verdad. El, y
los que, le rodean habrán preparado tales da-
tos y mentiras , aparentándolas como ver-
dades, que el .


emperador, guando menos, en-
traría en dudas ,• sino hubiera sido informa-
do ya de la verdad por V. A. T. y R.


Mi hija hadejado todas sus facultades al in-
- l'ante D. Antonio su tic); el qual tiene muy


ta lent
tá 1


luces


;11 seesr Cijr:18111: é t' rn rl-del reir emi marido v mia, y del príncipe de
la Paz y de mi hija Luisa. Aunque debe pro-
ceder de acuerdo de un consejo que se le ha
no mbrado, éste se compone de toda la fac-


ci°
evlrn iao nuediez atable , cine ha ocasionado todala


actual, y que no está en favor


1




( 88 )
de los franceses mas que mi hijo Fernando
i% pesar de todo lo que se ha dicho en la ga:
ceta de ayer; pues solo el miedo al eninc,
radar , hace hablar asi.


Me atrevo Cambien h decir á V.. A.I.y R.
que el embaxador está totalmente por el par.
ticlo de,mi Lijo , de acuerdo con el maligno
hipócrita , clérigo Escoiquiz , y harán lo que
no es imaginable para ganar á. V. A. I. y R.
y sobre todo al emperador. Prevenid lodo
esto á S. M. antes que lo vea mi hijo ; pues
como éste sale hoy , y el rey mi marido tie-
ne la mano tan hinchada, no ha escrito la
carta que mi. hijo le pedia ; por lo qual éste
no lleva ninguna; y el rey no puede escribir
de su mano á V. A. J. y :R. lo que le es muy
sensible, pues nosotros no tenemos otro ami-
go ; ni confianza sino en V. A. I. y R. , y en
el emperador, de quien esperarnos todo.


Vivid bien persuadido del grande afecto
que tenemos á V. A. 1. y R., asi como con-
fianza y seguridad: en cuyo supuesto ruego á
Dios que tenga á V. A. I. y R. en su santa
guarda. Señor mi hermano : de V. A. 1. y R.
su muy afecta hermana y amiga. Luisa.


Nota. Traduccion de la carta impresa el
el Monitor de 5 de febrero de 181o.


( 89 )


NUMERO XXXIV.


de D. Mariano, Luis de Urquijo alCarta
general D. Gregorio de la Cuesta, en 13
de abril de 18o8.


Mi estimado amigo : Ayer á las doce de
'la mañana recibi la carta que Vmd. me
embió con el propio , despachado el r 1.
Monté h caballo al instante, y he llegado it
esta ciudad á las tres y media de la tarde. El
amigo Mazarredo no ha podido acompañarme
por hallarse en cama con un fuerte ataque de.
gota: y ha sido casi una fortuna para él éste
incidente ; pues, ademas de un viage infruc-
tuoso , habria presenciado escénas suma-
mente desagradables.


Me aseguraba Vmd. en su carta que me
recibirían muy bien , fundandose en lo
que habia oido al rey Fernando y á su co-
mitiva al paso por esa ciudad relativamen-
te á mi persona; y que no dudaba Vmd.
que con mis . peroraciones, y lo que suc-
cesivamente fuese sabiendo , podría impedir


h
la con tinuacion de un viage peligroso. En


3'o no
Primera parte pensó Vmd. muy bien y


pocha. dudarlo ; pues que el rey




( 9 1 )
Espaha, por juzgarla Napoleon incompatible


la suya; que solo habria . diferido esto


( so )
apenas fue colocado en su trono , habia
clarado espontáneamente injusto y arbitrario
(pauto he padecido, haciendo esta declaracion
por medio del mismo Cevallos que habia sido
uno de los ministros que firmaron las órdenes
para quantas tropelias se han hecho con mi
persona durante siete arios. Me he presentado
al instante á su magestad, que habia llegado
media hora antes que yo. Me ha tratado con
la mayor bondad : me ha hecho mil honras;
y . he tenido la de comer con su magestad.
Los de su comitiva me han obsequiado ; par-
ticularmente los duques de San-Carlos y del
infantado 3 y he tenlo tambien el gusto de
ver á mis amigos Muzquiz y Labrador.


La segunda parte es la mas lastimosa. En
ini opinion todos están ciegos, y caminan á
una ruina inevitable. He habladó del modo
con que lbs Monitores ( que parece que ellos
no habian leido bien ) daban cuenta del
alboroto de Aranjuez que motivó la abdice
cion , del rey Carlos' 1V. Les he heého
que el leuguage de aquellas gacetas n
otra cosa que ltt explieacion de las inter '1
nes del emperador. Les he recordado
tacion dirigida en i8o6 á los españoles
cUya época creía yo que estaba decre„
la destruccion de fa dinastía de Borbon


con
hasta encontrar una ocasiona que esta se le
present ó desde las desgraciadas de.savenen
cias de los padres con el hijo en el'Escurial ;
que los proyectos delemperador estaban bien
patentes en el. modo con que ha inundado de
tropas la España apoderandose de las plazas
fuertes, de las fabricas de armas, :de la ca-
pital, etc.; que en esta misma ciudad.de Vi-
toria .. estaban como en una prision con el
general Savary de centinela de vista.9tie la
Plañera, que desde mi entrada en esta
dad•abia observado* yo', de .


como .se hal la ban
colocadas las -tropas, y situados- sus quarte4
les; no dejaba ninguna duda de esta sospe-
cha mia.






• Sobre todo les he preguntado qual era el
objete de su viage ? corno se degradaba al so-1
herano de una. iilonárquia de Espaiiaé indias,
y se le llevaba It reyno-extrangero sin
convite, sin preparativos, sin todaluetiqueta
qu'e en tales casos se observa,. y


.sin .
haber-,


séle aun reconócido , pues se le Ilainá siem-
pre príncipe de Asturias ? qué recordasen el
bni) eor raJbroes 8(1,e la isla de los Faisanes en los Piri-
neos , en donde para una entrevista de los so-


se tomaron tantas precauciones de




( 9 2 )
igual número de tropas á una y otra
del rio Vidasoa 3 igual numero de personas
de los barcos ; pesandose hasta. los harnesu
para que no hubiese nada que recelar, etc.,
etc., etc.


Pasmese amigo Por toda
respuesta se me ha dicho que solo se iba
á contentar la ambicion del emperador con
ciertas concesiones de territorio y comercio,
Al ()irles no he podido menos de contestar
que entonces le diesen la España. Otro ha
hablado de guerra perpetua entre las dos na-
ciones; de poner dos fortalezas inexpugnables
en cada uno dolos dos Pirineos con ciento y
cinquenta niil hombres; y que se yo que mas.
Mi ,contestacion 'se ha reducido a observar
que por la parte de los Pirineos occidentales
la mejor fortaleza era Pamplona; que en el
sentir de los generales mas acxediiados-(y
entre o tros.demi amigo Urrutia i quien, yo se
le-A-labia ciclo repetidas veces) aquello valía
poco Quexio, "labia tales ciento y *cincuenta
mil hombres ples que. se liabian-llevado mu-
chos al Ne'rte con pretexto-de lo estipulado
en el tratado de alianza : Que los exércitos
no se formaban;. ni las plazas fuertes se fa"
bricaban en uñ diá : que la guerra perpetua era
Ukr • clelirio ,-pues las naciones tenían sus rela•


( 95 )
eiones nautrales entre si, y con la Francia
las había muy estrechas : que no se debian
confundir las naciones con los hombres que
se hallaban al frente de ellas momentanea-
mente : y sobre todo que no era la qiiestion
del día, sino en mi sentir la de querer Napo-
leon quitar de España la dinastía de Borbon


iy poner la suya, como hizo Luis XIV, paran qual en mi opinion se iba h convidar al
emperador con el tal viage 'a que consumára
sus planes.


El duque del Infantado ( á quien mi len-
guage ha hecho mas fuerza, y que siente el
peso. de mis reflexiones) me dixo si seria
posible que un héroe •como el emperador ,
yendo el rey Fernando á ponerse en sus ma-
nos tan de buena fe, se manchase con ésta
accion ? Le he respondido que leyese en p i u-
tarco las vidas y los hechos de todos los lla-
mados héroes de Grecia y Roma; y venia
que adquirieron tal renombre y sus altos
puestos, sirviendoles de escalones para subir
á ellos., centenares de miles de cadáveres :Que


eso se olvidaba, h solo se lela sin
a atencion , pon iendose el as omb ro


y r
espeto en los resultados : Que recordaselas c


oronas que habia quitado Carlos V; las
crueldades que había cometido con los *sobe-




( 94 )
ranas prisioneros, hechos unos en la guerra
y otros con perfidia.; y que sin embargo pa;
saba por 111). héroe : Que no olvidásemos lo
que habíamos. hecho con los emperadores


y re-yes de las Indias ; y que si defendíamos
esto socolor de religion ahora se hará, lo
mismo socolor de política : Que examinase
un poco el origen de todas las actuales die


h astías del mundo : Que en nuestra España
.antigua habia exemplos de asesinatos de reyes
por los usurpadores que se habían sentado
en sus tronos ; y en la moderna teníamos el
del bastardo Elenrique II, y el de la exclusion
de la familia de Ilenriqu.e IV , trayendo las
los últimas dinastías el origen de aquellos
crimenes : Que asi no hablase de héroes ni
de beroismos ; y por quinto ha.bia de mas
sagrado, le suplicaba yo no fuera el rey Fer,
liando adelante.


Entonces me dijo Infantado ¿Que motivo
al menos aparente , justificaria la conducta
que yo suponia iba á tener el emperador?
pixel° que por cl lenguage de los Monitores
yeia que no reconocía como rey á Fernando;
que dirá que la abdicacion de su padre, he-
cha entre el estrepito de armas y r,.otines,
era nula : que Carlos IV no dejará de ale'
garlo, y la cosa era delicada; pues sin ha"


( 95 )
llar de lo sucedido'con J uan 7.°7 en tiempo
de los reyes de Castilla , se habian hecho dos
abdicaciones en los reynados de las clinastias
Austriaca y de Borbon por Carlos I. 0 de Es-
paila, V de Alemania, y Felipe V: y no
solo había precedido para ambas la mayor
calma, y una madura determinacion, sino
que :se habia exigido la declaracion de las
personas á quienes debla extenderse la abdi-
cacion en caso de faltar las primeras, á cuyo
favor se abdicaba ; por lo qual Felipe
(que la hizo solo eñ la persona de Luis V')
volvió á. empuñar el cetro h la muerte de éste;
resultando de todo que si el padre alega la
violencia y van todos á Rayona, quedarán
iguales y perderemos b.




todos
Me replicó Infantado , que la Europa y la


Francia misma no lo llevarán h bien, -57 pocha
.temerse á la España ayudarla entonces por
la lliglaterra , y contexté á los tres puntos.
Al de


.
la Europa, que estaba pobre , y sin


medios para e m prender nuevaserras, y des-gu
unida entresí, porque tenia"). mas fuerza los
intereses privados y las miras ambiciosas de
cada gefe de gobierno, y de cada estado , que


sacrificio que todos debian haber hecho, de
wancomun


, para destruir el sistema que la
r'ran dia


Labia adoptado desde su funesta re-




( 96 )
volucion. En prueba de ello , recordé la
conducta de las coaliciones ; sus planes
convinados ; sus deserciones 'intempestivas,
y que las mismas habian acarreado el en:
grandccimiento de la Francia. Que no Veja
sino la Corte de Viena que pudiera ahora
oponerse h los proyectos del emperador, si
hubiese alborotos en Espada. Que lo haría
movida por la Inglaterra; pero que estando
en oposicion directa la Rusia, la Alemania,
y el inundo europeo, no lograria sino nuevos
reveses, y pérdidas de territorio. Que noso-
tros quedariamos sin marina , y la España
convertida por los ingleses en teatro de la
guerra contra la Francia ; guerra en que
nunca estos se expondrian , sino guando tu-
viesen que ganar; pues por si solos no eran
potencia suficiente para contrarrestar por tier.
ra h la Francia ; la que acabariapor una con•
quinta, despues de acarrear nuestra desolacion,


En el segundo punto de llevar h mal la
Francia la agresion del emperador, entré
con Infanta,do difusamente en .explicacioa
sobre el carácter de los Franceses, á quienes
todo lo nuevo y maravilloso encanta. Que
no 'labia en ellos ahora otro espiritu
para obrar que el impulso del gobierno , '''.
por otra parte les• convenia, como caeri"


(97 )
de Nacion para los fines de su comercio, que
fuera una misma la familia reynante. Que
si el emperador se contenia en ciertos lími-
tes político-naturales do engrandecimiento,
y era bastante cuerdo para cimentar la Fran-
cia con buenas instituciones morales , los
franceses le adorarian, le mirarian como á
libertador de la espantosa revolucion en que
se habian sumergido; bendecirian su dinas-
tia ; y mirarian como una gloria el verla ocu-
par otros tronos en Europa; por lo qual eso
no desvanecia mis temores.


Por otra parte no debemos olvidar que
nuestros príncipes se llaman Borbones, y-son
una rama de los de Francia. En esta naciera
es notable el paso de las fortunas por tan-
ta supresion de cuerpos privilegiados, y por
tantas confiscaciones y ventas, porque al fin,
quien mas, quien menos, todos han tenido
alguna parte en los sucesos de la revolucion.
Los posehedores de bienes, les hombres de
letras, los amantes de reformas , los judios y
protextantes, libres de las medidas tomadas
en otros tiempos, constituyen una gran masa.


forzarles
Nuestra ilacion bien gobernada podria un dia


s a tomar un principe iJorbon; y- esta
idea les hará mirar con indiferencia que el
emperador extinga los uuestr os.


2.
7




( 98 )
En el tercer punto de armarse nuestra na-


cion , entré aun en mas explicaciones. Se ob-
servó , que por desgracia, desde Carlos V no
habia Nacion ; pues faltaban cuerpos que
la representasen , é intereses en ella que la
ligasen. Que nuestra España era un edificio
gótico, compuesto de remiendos, con tantos
fueros, privilegios, legislaciones y costum-
bres casi como provincias. Que no Babia es-
pirita público. Que esto impediría la forma-
cion de un gobierno sblídamente constituí-.
do para la reunion de fuerzas, actividad y
movimientos. Que los motines y alborotos
populares duraban poco. Que todo ello po-
dría transcender a las Indias, y aquellos na-
turales desenvolverse de una vez, y sacudir
el yugo que les pesaba desde la conquista.
Q ue la Inglaterra misma les ayudaría en ven-
ganza justa de lo que imprudentemente ayu-
damos , unidos con la 1n' rancia al levan tathien-
to de las colonias inglesas. Que no se olvida
sen los ensayos del gabinete de San James
en Caracas y otros puntos de nuestras Indias.


En fin , amigo mio , he dicho á Infantada
quanto hay que decir sobre lo arriesgado de4
viago, y que sus consecuencias -podrían ser
el exterminio nacional. He hecho mas: le*
he dicho que si el no quiere ir de embaxa-


( 99 )
olor á Bayena, iré yo á pactar con


• el empe-
rador, y concluir este desagradable negocio,
tan mal principiado y conducido : Pero que
entretanto por una de las casas inmediatas á.
la del alojamiento del rey se saque h S. M.
h..media noche, disfrazado; y se le lleve por
de pronto á Aragon; pues el alcalde cle aqui
Urbina , proporcionará la salida de S. ?cL, la
qual, y el ver que puede y sabe obrar por.sí,
sin duda


• decidiría al emperador á mudar de
designios. Nada, y nada he conseguido en mi
conferencia.


Al salir de ella se me ha presentado D. Jo-
sef Hervas , y me ha confirmado en la in-
fausta idea de que se quiere acabar con nues-
tra clinastia, snplicándome que hable


• é in-
terceda para que no se continúe el viage.
Este jóven de talento y de esperanzas , éste
buen español viene enviado desde Paris con
el general Savary : es cuñado del general
Duroc , gran mariscal del palacio del empe-
rador: conoce las tramas de este negocio; me
las ha contado; se me, ha quexado clelmal re-
cibimiento que tuvo en -Madrid, y-de que (lúe-
riendo hablar, no se le escuchó: pedi-
do que le obtenga una audiencia del duque




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oot )




( )
le escribiré allá: entretanto háganle Vmd. el
gusto de decir mil cosas á la sefi ora de. /ni
parte. Estoy bien triáte: Dios. Sabe Vmd.
que es siempre suyo — Urquijo. — Exmo. se-
-
ñor D. Gregorio de la Cuesta — á Burgos.


Nota. Esta carta, con otras dos que se
piarAn mas adelante, se encontraron por ca-
sualidad en Valladolid con varios papeles im-
portantes guando no estaba ya el general Cues-
ta : y componen parte de mi coleccion de ma-
nuscritos.


NUMERO XXXV.


Carta del rey Fernando al emperador; en
14 de abril de 18°8.


Mi señor y hermano: Elevado al trono por
abdicacion Libre y espontanca de mi augusto
padre, no he podido ver sin pesar verdadero
que su alteza imperial el gran duque de
Berg, y el embaxadorde vuestra magestad
pen al y real , hayan omitido felicitartneco
mo á soberano de España guando lo 101'
hecho los de otras cortes, con quienes 110


( ros )
terwo enlaces tan íntimos ni apreciados. NG


pi(liendo atribuirlo sino h falta de órdenes-para ello, vuestra magestad me• perini tira de-
cirle con toda sinceridad que desde los pri-
meros momentos de mi reynado; he dado
continuamente á vuestra magestad imperial
y red testimonios claros y nada equivocos de
ini lealtad -V de mi afecto a su persona que
la primera providencia fue mandar 'quo vol-
viesen á Portugal las tropas mandadas salir
de alli para las cercanias de Madrid : que
mis primeros cuidados fueron la provision
cl alojamiento, y las. subsistencias de las
tropas francesas á pesar de la escasez extrema
en que hallé mi 'real hacienda y de los pocos
recursos de las proviñeias en que se ha-
llaban aquellas : y que kdemas he dado
vuestra magestad la mayor prueba de mi
confianza , mandando .salir de la capital las
tropas mias para colocar en ella las do vuestra
magestad.


ASiitiffid- he procurado en varias cartas
que' tengo esCritas á vuestra magestad, hacerle
ver con claridad los deseos de estrechar nues-
tra ú Mon con un lazo indisoluble it gusto, de
mis vasallos, para eternizar la amistad y
alianza que labia entre vuestra magestad y
mi augusto padre. Con esta misma idea envié




( 104 )
tres grandes de mi reyno que saliesen al en-
cuentro de vuestra magestad en el instante
mismo de haber sabido que vuestra mages-
tad proyectaba entrar en España y por de-
mostrar con mayores pruebas mi alta consi-
dera:ion hcia su augusta persona , hice despues
salir tainbien con igual objeto á mi querido
hermano el infante D. Carlos, el qual ha lle-
gado á Bayona chas ha. No puedo dudar.que
vuestra magestad ha reconocido mis verda-
deros sentimientos en esta conducta.


Despues de esto vuestra magestad llevará
h. bien que yo le manifieste mi pena de no
haber recibido cartas de vuestra magestad
ni aun despues de la respuesta franca y sin-
cera que dí h la pregunta que el general
Savary fue á hacerme en Madrid en nombre
de vuestra magestad. Este general me ase-
guró que los únicos deseos de vuestra magos-
tad erán saber si mi advenimiento al trono
produciria novedades en las relaciones po-
liticas de nuestros estados. Yo le respondí de
palabra. lo mismo que había dicho ya por es-
crito á vuestra =gestad; y aun condescendí
á la invitacion que me hizo de salir al en-
cuentro de vuestra magestad en el camino
por anticiparme la satisfaccion de conocer*
personalmente á vuestra magestad, h. quien


( lo5 )
ya tenia yo manifestada mi intencion en esta
parte. Guardando conseqüencia he venido h.
la ciudad de Vitoria posponiendo los cuida-
dos indispensables de un reynado nuevo qué
dictaba por ahora mi residencia en el punto
central de mis estados.


Ruego pues á vuestra magestad imperial
y real con eficacia que se sirva poner ter-
mino á la situacion congojosa en que me ha
puesto su silencio ; y disipar por medio de
una respuesta favorable las vivas inquietudes
que mis fieles vasallos sufririan con la du-
racion de la incertidumbre. Ruego á Dios
que os tenga en su santa y digna guarda. De
vuestra magestad imperial y real , su buen
hermano : Fernando. — Vitoria 14 cíe abril
(le 1808.


Nota. Tracluccion de la copia impresa
en el Monitor de 5 de febrero de i8o8.




( ro6 )


NUMEB O XXXVI.


Carta de Napoleon a Fernando, en r6 de
abril de 1808.


Hermano mio : Ile recibido la-carta de
vuestra alteza real: ya se habrá convencido
vuestra alteza ( por los papeles que ha visto
del rey su padre) del interés que siempre le
he manifestado : vuestra alteza me permitirá
que en las circunstancias actuales-le habl e con
franqueza y lealtad. Yo esperaba, en llegando
á. *Madrid, inclinar á mi ilustre amigo á qué
hiciese en sus dominios algunas reformas
necesarias , y que diese alguna satisfaccion
á la opinion pública. La separacion del prín:.
cipe de la Paz me parecía una cosa precisa
para su felicidad y la de sus pueblos. Los su-
cesos del norte han retardado mi viage : las
ocurrencias de Aranjuez han sobrevenido.
No me constituyo juez de lo que ha sucedido,


de la conducta del príncipe de la Paz ;
pero sé muy bien que es muy peligroso para
los reyes acostumbrar á. sus vasallos á, derra-
mar la sangre, haciendose justicia por si mis-
mos. Ruego á Dios que vuestra alteza no lo
experimente un dia. No seria conforme al


( 107 )
intereS de la España que se persiguiese á un
lirfncipe que se ha casado con una princesa
de la familia real, y que tanto tiempo ha go--
bernado el reyno. Ya no tiene mas amigos :
vuestra alteza no los tendra tampoco si algun
dia llega á ser desgraciado. Los pueblos se
vengan gustosos de los respetos que nos tri-
butan. Ademas 'corno se podria fhrmar
causa al príncipe de la Paz, sin hacerla Cam-
bien al rey y á la reyna vuestros padres ?
Esta causa fomeutaria el ()dio y las pasiones
sediciosas ; el resultado seria funesto para
vuestra corona: vuestra alteza real no tiene
h ella otros derechos que los que su madre
le ha transmitido : si la causa mancha el honor
de su madre, vuestra alteza destruye sus
propios derechos. No preste vuestra alteza
oidos i consejos débiles y pérfidos. No tiene
vuestra alteza derecho de juzgar al príncipe
de la Paz. Sus delitos, si se le imputan , de-
saparecen en los derechos del tronó. Muchas
Veces he manifestado mi deseo de que se se-
parase de los negocios al príncipe de la Paz
sido he hecho mas instancias, ha sido poi•
un efecto de mi amistad por el rey Carlos,
.apartando la vista de las flaquezas de su afec-
to Oh miserable humanidad r Debilidad


error ; tal es nuestra divisa. Mas todo esto




ro8
'te puede conciliar ; el príncipe de la Paz
sea desterrado de España, y yo le ofrezco un
asilo en Francia.


En quanto á la abdicacion de Carlos TV ,
ella ha tenido efecto en el momento en que
mis cxéreitos ocupaban la España; y á los
ojos de la Europa y de la posteridad podría pa-
recer que yo he enviado todas esas tropas con
el solo objeto de derribar del trono á, mi
aliado y mi amigo. Corno soberano vecino
debo enterarme de lo ocurrido antes de re-
conocer esta abdicaciou. Lo digo 11 vuestra
alteza real, á los españoles , al universo en-
tero. Si la abdicacion del rey Carlos es es-
pontánea, y no ha sido forzado á ella por la
insurreccion y motín sucedido en Aranjuez,
yo no tengo dificultad en admitirla y en re-
conocer á vuestra alteza real como rey de
España. Deseo pues conferenciar con vuestra
alteza real sobre este particular.


La circunspeccion que de un mes 'a esta
parte he guardado en este asunto, debe con-
vencer á vuestra magestad del apoyó que ha-
llará_ en mi, si jamas sucediese que facciones
de qualquiera especie viniesen á inquietarle,.


-


en su trono. Quando el rey Carlos me par-
ticipó los sucesos del mes de octubre pro- -
limo pasado, me causaron el mayor senti-,


( 1 °9 )
rnieuto , y me lison.geo de haber contribuido
por mis insinuaciones al buen exilo del asun-
to del Escurial. Vuestra alteza real tenia
culpa gravisima : basta para prueba la- carta
que me escribió, y que siempre he querido
olvidar. Siendo rey, sabrá quan sagrados son
los derechos del trono : qualquier paso de
un príncipe hereditario cerca do un soberano
extrangero es criminal. El matrimonio de una
princesa francesa con vuestra alteza real, le
juzgo conforme h los intereses de mispueblos;
y sobre todo, como una circunstancia que me
uniría con nuevos vinculos á. una casa, áquien
no tengo sino motivos de alabar desde que
subí al trono. Vuestra alteza real debe rezo-
larse de las conseqüencias de las conmocio-
nes populares. Se podrá cometer algun ase-
sinato sobre mis soldados esparcidos ; pero
no conduciria sino á, la ruina de la España.
Be visto con sentimiento que se han hecho
circular en Madrid unas cartas del capitan
general de Cataluña y que se ha procurado
exasperar les animas. Vuestra alteza real
conoce todo lo interior de mi corazon: obser-
vará que me hallo combatido por varias ideas
que necesitan fijarse ; pero puede estar se-
guro de que en todo caso me conduciré con


persona del mismo modo que lo he hecho




( IIO)
con el rey su padre. Esté vuestra alteza
persuadido de mi deseo de conciliarlo todo,
y de encontrar ocasiones de darle pruebas
de mi afecto y perfecta estimacion. Con lo
que ruego á Dios os tenga, hermano mio,
en su santa y digna guarda. Rayona 16 de
abril de 180. — Napoleon.


Nota. Traduccion de la copia impresa en
el Monitor de 5 de febrero de 18 r o.


NUMERO XXXVII


Carta del rey Carlos Ir al infánte D. An7.
tonio su hermano , en 17 de abril de 18o8. .


Mi querido hermano : Yo di á mi hijo el
dia i9 de marzo último un papel de abdi-
cacion, y en el mismo diá hice una protexta
solemne contra ella , como hecha en medio
de un tumulto , y por la fuerza de circuns-
tancias críticas:


Ahora son distintas porque la tranquilidad
se ha restablecido; mi protexta llegó á. las
manos de mi augusto amigo y fiel aliado el
emperador ole, los franceses , rey de llalla;
y de sus resultas mi hijo no ha podido con-
seguir que S. M. I. le reconociera por rey en.


111 )
virtud de mi decreto protextado. En su con-
secuencia declaro solemnemente que la acta
de abdicacion que yo firmé en 1 9


de marzo
último, fue nula bazo todos aspectos. Por lo
mismo deseo que hagais saber h todos mis pue-
blos que su buen rey lleno de amor h sus
vasallos , quiere dedicar el resto de sus dias
á procurar la felicidad nacional.


Confirmo provisionalmente en sus empleos
á los miembros que componen ahora la junta
de gobierno , y todos los empleados civiles
y militares nombrados desde dicho dia 19
de marzo. Tengo ánimo de ver h mi augusto
aliado el emperador de los franceses, rey de
Italia ; despuesxle lo qual dirigiré á la Jun-
ta mis ultimas órdenes. ro el .Rey. San Lo-
renzo 1 7


de abril de 18o8.


Nota. Traduccion de la copia impresa. ea
el Monitor de 3 de diciembre de 181o. Car-
los IV dice que hizo su protexta en el mis-
mo dia 19 de marzo en que abdicó la coro-


YO lo creó porque ni aun de sus mayo-
res contrarios habrá una persona qué crea que
Carlos IV renunció espontáneamente, como
se dice por ellos con idea particular. Pero
lo cierto es, que f la es del dia


y no, qt fecha 9,
d el zg. No lo es menos que en el .2o, Babia




( 112


firmado la carta comunicando al emperador
Napoleon la renuncia, sin hablar palabra de
protexta contra ella. Convinando estos ex-
tremos con sana crítica, infiero que Car-
los TV no escribió en el dia Ig su protexta,
aunque la tenia hecha en su corazon que
firmó la carta del dia 20 como una de tan-
tas de oficio con la misma fuerza de circuns-
tancias que la renuncia del dia 1g : Que te-
niendo después esperanzas de anular todo
con motivo de la cercania del gran duque
de Berg , escribió y firmó la protexta sin
fecha; y hablando con cl general Monthion,
se la entregó original, y se le puso la fecha
del dia 21.


NUMERO XXXVIII.


Caria de D. N. a D. Juan Eseolquiz , en
de Abril de 18o8.


Amigo querido. El dador de esta será e
amigo D. JosefHervás , acreedor á todo nues-
tro aprecio ; no solo por sus circunstancias
personales , y las de su padre , sino por
lo mucho y bien que nos ha servido tra-
bajando estos dias con el mayor ahinco


( 113 )
para vencer las grandes dificúltades que. he-
wos hallado aqui. Vuelve pues Con el gene-
ral Savary, con los tiros destinados al infan-
te, y. lleva un Correo consigo para lo que se
pueda ofrecer.


Lleva. el general carta dci emperador para
el rey .,.y esperamos sea . satisfactoria. Por ella
verán ustedes que empiezan á mudar las co-.-
523 de semblante, y que puesto que manifiesta
este serior deseo de tener su entrevista con el
nuestro , convendrá mucho se decida á ello
y que vengan ustedes desde luego. hasta To
losa , ele donde podrá proponerle que esco-
ja parage, dia y hora donde haya de ser; Váj.
liendose del mismo general Savary que vol-
verá con, la respuesta.


Remos :
tratado aqui de ello., y :nos parece


podrá convenir sea la primera entre-vista 80-,
bre el puente de Irun , ó en lrun mismo y i3
en la casa de campo del conde de Torre-alta/
que está;


en bella situacion sobre el Bidasoa,
entre Irun y Fuenterrabia.:-


Aunque conviene no:Mostrar desconfiaw-
za, puede insistirse sea acia la parte nuestra
por evitar la inquietud que en la situacion
actual tendrá la Nacion de ver salir á su rey


Espafia á un pais donde no estuviese va
reconocido como tal.


2. 9




( 14 )
Deben ustedes por lo demás no tener des,


confianza alguna por parte del emperador;
pues asi por lo que dijo anoche á Frias, cono
por lo que refieren sus confidentes ; está se-
guramente de buena fe ; y es de esperar que
pues trata á nuestro soberano en su carta como
hermano, concluirá presto (il lo menos des-
pues de la conferencia) con reconocerle co-
mo á rey ; que es lo único que ahora urge.


De lo domas iremos saliendo despues bien,
con el favor de. Dios. Está el amigo


apróbaudo esto que escribe 4 Vilnd.
fiel amigo Bayona 17 deabriA , á , las doa
.de. la tarde. •111*


Nota.. Esta csrta está publicada por Escoi
Ipuiz•. ,era • el apéndice de su obra. Creo que la
escribió Macanaz, y . que el amigo -citado es


Pasqual Vallejo , ambos consejeros parti-
culares delinfante D. Carlos. Creó ambien
que Macanaz tenia razon en sus temores-,
por mas que diga Escoiquiz en la nota que
..puso despues de :la carta.


( 115


1\r UMER O•


Carta de D. N. y D. F. a D. Juan Escoiquiz,
en 18 de abril de 18o8.


Mi mas estimado amigo : Asi como elige á


Vmd. que me parecia 'prudente , éti tViSta de
las esplicaciones misteriosas de los diarios,
y de los• rumores que circulaban aqiiísene-
ralmente, no hiciesen ustedes novedai




•en su
estancia mientras no esperasernos kdescubrir
las miras que hubiese ácia nuestra causa,. asi
desde antes de a yer que empezamos á descu-
brirlas,


dixe á Vmd. , y repito tengo por
dispensable la entre-vista de nuestro rey- con
el emperador.


Parece que éste sehor se ha explicado ex-
trafiando mucho, no solo


•el que no haya ve-
nido ya nuestro amo, sino el que no se ha-
yan adelantado Vmd. é Infantado tratar con
él sobre el grande asunto en disputa.


No me es posible entrar por escrito en por
menor alguno; pero amigo mio , en el dia
de hoy las cosas estan peor quentinea; y el
evita• el naufragio de


• la nave no está segura-
mente 5. nuestros alcances.


Vengan ustedes pues-, y vengan luego Sin




FIG )
perder día, ni momento : y sino se atreven
todos á pasar la raya, vengan ustedes dos, ó
h lo menos usted , con una carta para es-
te señor; y hablele al corazon el lenguage
de la verdad,; que acaso se podrán evitar por
este medio los grandes males que nos ame-
nazan.


Esto ruega á. usted por el bien del rey,
y de su familia toda, S por la salud de la.
patria , su amigo. N. — Bayona, 18 de abril
de 18o8.


P. D. Del/ F. — Amigo mio : repito lo di-
cho ; y afirmo que si no vienen ustedes y el
rey á tener una larga cxplicacion con el em-
perador, en que se ponga en claro la verdad.
de todo lo sucedido , nos perdemos. Asi'opi-
na su mas fino amigo F.


Nota. Escoiquiz ha publicado en su obra
esta carta , que creo escrita por D. Pedro
Macanaz , y D. Pasqual Vallejo , conseje-
ros particulares del infante D. Carlos en
su viage á Bayona. Macanaz , atendiendo 'a
las especies que oia, (y sin conocer que so-
lamente oia lo que se deseaba que oyese)
formó concepto de que si la entre-vista deFer-
nando no evitaba el golpe , declararia el em-
perador por nula la renuncia de Carlos IV.


( 117
)


Esto es por lo que decia que todos quedarían
perdidos. A la verdad no debían esperar gran-
des gracias del nuevo reynado de 'Carlos IV-
Macanaz fue instrumento de Napoleen para
llevar á Fernando Y:1lb, Bayona; bien que no
conoció que lo era.


NUMERO XL.


Carta del rey Fernando al emperador ; en 18
de abril de 1808.


Señor mi hermano : be recibido.con la ma-
yor satisfaccion la carta que V..M. T. y R.
ha tenido á bien dirigirme: con fecha de . .16,
por medio del general: Savary, La-confianza
que V. M. me inspira y mi deseo; de hacer»
ver que la ab.dicacion del rey nll padre á Mi
favor fue efecto de urí puro movimiento suyo,
me han decidido h' pasar inmediatamente k
Bayona. Pienso pues, salir mañana por la /lía-
liana para Irum , y pasar despues de mañana
á la casa de campo de Marrac , en que se
halla V. M. 1. y 11."


Soy con los sentimientos de la mas elevada
estimacion, y de su afecto el mas sincero buen




( t.8 )
hermano , de Y. M. 1. y R. Fernando. Vitó-i.
ria , z 8 de abril de 18,08.


Nota. 'Tradicioti de la carta impresa en
el Monitor de 5 de febrero de 18ro.


( 119 )


NUMERO XLII.


Exposicion de 111. Cizampagny , ministro de
relacioizes exteriores de Francia , al- eM-
Perador , en 24 de atril ale 1808.


NUMERO XLI.


Carta del rey Fernando al emperador, ,en
de abril de 1808.


Señor - mi herniano: En consecléneia de
lo que tuve el honor de escribir ayer á V. M.
1. y R. acabo de llegará Irun , de donde
pienso:salitá las ocho de la mañana ínmedia-


- ta para conseguir la satisfaccion de conocer
personániente -a V. .T11. I. y' R. en lá cada ,de
Marrae con su permiso, como leo deseaba
Timaos tiénipós hace. Soy con los sentimien-
tos de la mas alta estimación y considera-
cion , buen hermano de V. M. L y R. Fer-
nando. Irun, 16 de abril de 18°8.


Nota. Traduccion de la carta impresa en
el Monitor de 5 de Febrero de 181o.


Sire. La seguridad de vuesto imperio, la
consolidacion de su poder, la necesidad de.
emplear todos los medios posibles para
obligara que haga la paz un gobierno que
(haciendo juguete de la sangre de los horno-
bres, y de la violación de todo lo (lúe hay
massagrado : entre ellos) tia establecido corno
principio:la-guerra. perpetua 3 :iniponená V. M.
la obligaeip n de -procurar que se acaben la
anarquia que . -amenaza á la•-Eápaña, y las
disensiones que la destrozan.


La circunstancia es grave; la eleccion del
partido que debe tomarse , es sumamente im-
portante, y merece consideraciones que in-
teresan en el mas alto grado a la Francia, y
i la Europa. De todos los estados de ésta no
hay ninguno cuya suerte se halle mas indis,
pensablemente ligada con la de Francia que
el de la España. Esta es para la Francia ami-
ga útil b enemiga peligrosa. O bien ha de
haber :alianza íntima entre Francia y Espa,




o


( 120 )
ía; b bien enemistad implacable. Por desgra,


cia los zelos y las desconfianzas entre dos
Naciones vecinas han solido hacer que el es,
tado habitual de ellas haya sido el de la ene_
mistad. Asi lo testifican las páginas de la
Historia que rebosan sangre.


La rivalidad de Carlos V, y Francisco 1.0
lo Fue tambien de las clOs naciones, y prosi:
guió en los reynados siguientes. Las .-turbas
ciones de la Ligci fueron. suscitadas y fomen-
tadas por la España: Ella tuvo también par-
te en los desórdenes dé la Fronda , y el poder
de Luis •721_1V no comenzó á ser grande sino
(iando •( despees de haber vencido á la Es-
paña) .formó • con : la casa que reynaba enella
una alianza que posteriormente tralladó su
cetro:á la cabeza de un nieto suyo., Este acto
de prevision politica valió á las dos mcioncsi


sigló de paz ., despees de. tres dé guerra.


.Pero el estado de cosas cesó desde . quo.(101,
de-existir la causa que lo produxo. La revolu-;'
cion francesa rompió el lazo permanente que
un ia i. las dos naciones y al tiempo de la coa-
licion , guando la España -rept...tia' sus prote,
-has de amistad á la Francia, prómetia secre-;
tarnente sus auxilios h las potencias coliga-'
das , como consta de las piezas justificativas
comunicadas al parlamenio de Inglaterra. PM


( 121 )
este motivo el ministerio ingles se absttivo
de empresas contra la América Española,
mirando ya k la España corno aliada suya,
El gobierno español y el ingles pronostica-
ban la derrota de vuestos exéreitos. El exi-
to frustró sus esperanzas, y la España con-
tinuó en el concepto de amiga:


En la (parta coalicion manifestó mas cla-
ramente sus disposiciones hostiles, y violó
.por un acto público, el secreto de SUS empe-
hos contrahidos con la Inglaterra. No se pue-
de olvidar aquella famosa proclama, nueve
Bias anterior á la batalla de Jena, llaman-
do á las armas á. todos los Españoles guando
.ningun enemigo amenazaba á la España; y
los efectos fueron tan prontos, que su exér-
cito llegó á. tener de ciento diez y ocho mil
á ciento qua renta mil hombres. Corria en-
tonces la voz de que el exército de V. M. es-


M
taba cercado; y que el emperador de Aus-


a se iba á declarar contra V. M.; por
lo que la España creyó que porfia también
hacerlo i mpunemente. La victoria de Jena
confundió sus proyectos.


Ha llegado el momento de dará la Fran,
cia una seguridad invariable po el lado de
los Pirineos. Es necesario disponer que la
Francia, si se viere eu nuevos peli o-osb




( 122 )
apio no tenga que recelar de la ESpaña, Sino
que antes bien . reciba socorros suyos ; y los


•exércitos españoles marchen para defender a
-los franceses.


En el estado actual sirve mala la causa
--comun contra la Inglaterra; 6 . por mejor de-
cir, no sirve nada por causa de su mal go-
bien] o. Su marina está Mirada con indiferen-
cia: apenas cuenta siete naViós en sus pues=
-tos ; y esos en el peor estada : sus altilájéé,.
-"ICS estan desprovistos; los trabajadores y m'a-
Tineros sin recibir sus sueldos: en sus puer-
-tos no se hacen acopios , construcciones ni
armamentos: en todos los ramos de adminisi-
tracion reina el desorden mas horrible: t4:Y.
.dos los recursos de la inónatquia estan ago=
Lados: el estado con una deuda enorme, y sin
crédito : :-:lós•:productos de la venta de los bie-
nos del ,degtibaciós á la diminucioude
-la: deuda-nacional se destinan á distintos ob-
jetas: en fiui yla España , abandonando totaf-
rmente surnarina por fa-ha de medios, se ()CI,
ipa sin eYribargo en aumentar- el número de
tropas de tierra. Unos males tan grandes no'
pueden remediarse sino con grandes muta-


- tones.
El objeto principal d e los cuidados de V. M.


bl la guerra contra la gran Bretaña. Esta pul


( r2,3 )
tencia niega sus nidos á toda proposicion de
paz. Las que V. M. ha procurado hacer, hará
sido repelidas b miradas con indiferencia. Sola
la impotencia de continuar la guerra pondrá.
á la Gran Bretaña ' ,en estado •de hacer paz.:
Jamas : habrá exceso de vigor en


•uantos
dios se exerzan contra esta poteneia La Es-
paña -tiene .recursos;inarítimos que por ra
estan perdidos pa:mena y para la:-Francia. Es
eccsari o que, un, Uno; gobierno nuevci


ser, y los mejorepor medio de noaorganiza-
don ingepiosa ,.y que vuestra-magestad los
dirija contra el: enemigo


.çOniuta-para. llegar
por último á la paz que la humanidad •ecia..
ina y que la Europa entera tiene-grande
cesidad. Todo lo qu-e conduce a *e ate ¿Objeto
es legítimo : El interes de la Francia, y -el de
la Europa continernal no permiten á V. M
dejar de aprovechar los únicos mediosdé
proseguir eón ventajas la guerra-


-CdLitra la:
gran Bretaña.
-


La situacion actual de la España compro-
'Dele la seguridad de la Francia y la suerte
de la .guerra;-contra. el ingles. El pais de la
Europa que ofrece mayores medios
anos , es él que -tiene menos.


Señor : La España no será amiga sincera
hel de Francia; ni la guerra contra la Grau




( 124 )
Bretaña podrá proseguirse con esperanzas
de llegar á la paz sino guando un interes
comun enlace las dos naciones reynando en
ellas una misma familia. La dinastía que
gobierna la España, será siempre enemiga
oculta de la Francia por voluntad y por miedo,
y tanto mas pérfida quanto se presenta como
amiga, cediendo todo á la Francia guando la
vea victoriosa, y preparándose para contribuir
h su ruina en el momento en que la fortuna
no favorezca al imperio frances.


Es necesario para el interes de la España
y de la Francia que una mano firme resta--
lalezca el. &den en su administracion , cuyo
desorden ha envilecido h su gobierno ; y pre-
cava la :ruina á que camina con • pasos de gi-
gante. Es necesario que un príncipe amigo
de la Francia por sentimientos, Z?, intereses Y
libre de temores y desconfianzas , consagre
todos los recursos de laSspaña• á su prospe-
ridad interior ; al restablecimiento de su ma-.
rina, y al socorro de la causa que une á la
España Con la Francia y con el continente b
En suma, es necesario renovar la empresa
de 'Luis XlV.


La justicia autorizado que la política dicta:
La España se ha. puesto de veras en guerra con
vuestra magestad. Sus inteligencias con la


( 125 )
Gran Bretaña eran acto hostil : su proclama
de 5 de octubre una verdadera declaracion de
guerra. que hubiese producido agresion , si
vuestra magestad no venciera en Jena. En
tal caso los departamentos de la orilla iz-
quierda del rio Loira, que vuestra magestad
había dejado sin tropas, hubieran sido redu-
cidos á. la necesidad de rechazar por si mis-
mos al nuevo enemigo.


Los comerciantes franceses habian perdido
en España sus antiguos privilegios : las leyes
de las aduanas estaban. dirigidas principal-
mente contra el comercio frances : la arbi-
trariedad, y una variacion continua forma-
ban su carácter; y sus alteraciones se igno-
raban porque no se les daba publicidad al-
guna. Las aduanas mismas eran el parage
donde se sabia que la ley de hoy fuese dis-
tinta de la de ayer. Las mercaderias , confis-
cadas muchas veces sin pretexto, no se resti-
tuian jamas. Las reclamaciones de los fran-
ceses, b de sus interesados, eran desatendidas :
y al mismo tiempo que la España hacia en
esta forma la guerra en detalle á los fran-
ceses, y á su comercio, estaban abiertos al
de los ingleses todos los puertos, y principal-
mente los del golfo de Gascuña. Las leyes
del bloqueo tan promulgadas en España. como




z126 )
en Francia , solo eran medios de favorecer
mas al contrabando de los ingleses, cuyas
mereaderias, se extendían desde la España ah
resto de la Europa.


Vilera de esto las circunstancias actuales
no permiten que vuestra - magestad deje de
intervenir en los negocios de la España. Su
rey ha sido arrojado desu trono. V. M. esta
interpelado como juez entre el padre y el hijo:


Que partido tomará V: ¿Querría sa- .
criticar la causa de los soberanos y permitir


ultraje hecho á, la magestad del trono ?).
¿ Querria dejar que ocupase el solio Español
un príncipe que no podrá. substraerse del
yugo.de los. ingleses, sino conservando-V. M.
en España para siempre un poderoso exér-
cito. ?


Si por el contrario vuestra magestad se
determina á poner en el trono nuevamente t'
Carlos TV, sabe bien que no puede ser esto
sin vencer antes una grande resistencia, ni:
sin hacer que corra la sangre francesa. Esta
sangre, que la nacion prodiga por la defensa,
de sus propios intereses ¿se ha bia cl e derramar
por el interes de un rey extrangero, cuya
suerte nada importa á la Francia.?


¿ En fin, podria vuestra magestad ver con
indiferencia la suerte de la nacion española,


( 127 )
guando ya esta muy agitada por una fermen-
tacion extrema, y guando la Inglatera siem-
bra y fomenta las turbaciones y la anarquía ?
¿ Dejaria vuestra magestad que la Inglaterra
devere tambien esta nueva presa? No es de
creer. V. M. obligado á ocuparse de la rege-
neracion de la España en una forma para,
aquel reyno, y para el imperio frunces, no
debe restablecer á, costa de sangre al rey des-
tronado, ni abandonar la España á su pro,
pio desorden ; pues en ambos casos seria lo
mismo que entregarla it los Ingleses, cuyos
dineros, acompañados de intrigas, han traido
10 ,1 destrozos del pais.


He manifestado á. vuestra magestad la5cir-
cunstancias que le obligan 'a tomar una de-
terminacion fuerte. La politica lo aconseja :
la justicia lo autoriza : Las turbaciones de
España imponen la necesidad. Vuestra ma-
gestad debe proveer á. la seguridad de su
perio y salvar á la Espada de la influencia de
la Inglaterra.


Soy con respeto, Señor, de V.11. I. y.R.
muy humilde servidor, muy afecto y muy fiel
subdito , el ministro de relaciones exteriores.
Piampagny. — Bayona 24 de abril de 18°8_


Nota. Traduccion de la copia impresa en
el Monitor de 7 de septiembre de 181o.





NUMERO XLIV.


Caria de la reyna de España al emperador,
en 25 de abril de r8o8.


( 128 )


NUMERO XLIII.


Carta del rey Carlos IV el emperador, en
25 de abril de 18o8.


Mi señor y hermano : Atormentado por
los dolores reumáticos que sufro en manos y
rodillas , seria completamente infeliz si no
aliviase todos mis males la 'esperanza de ver
á. vuestra magestad dentro de pocos Bias. No
puedo tener la pluma, y pido á V. M. I. mil
perdones de que no le escriba de mano pro-
pia ; pues el dulce placer que siento en diri-
girme, á, gozar sus generosas bondades, me pone
en la necesidad de escribir por medio de un
secretario.


La reyna escribe taminen t M.I. y R. á
quien suplico se sirva aceptar nuestros senti-
mientos comunes de amor y confianza. Su
proteccion es un bálsamo para las heridas de
que mi corazon esta lleno; y me ]isongeo de
que el momento de verme entre los brazos de
vuestra magestad , será uno de los mas felices
de mi vida; como tambien el primero en que
despues de quanto ha pasado , vea yo con clo-
ridad , asegurada mi existencia. Ojala sean
cumplidos mis votos, señor y hermano rulo,


( 29 )
y ruego á Dios tenga á V. M. I. en su santa y
digna guarda. Mí señor y hermano : de V. M.
I, y E.Z. fideliáhño amigo y aliado. Carlos —
manda 25 de abril de 18°8.


Nota. Traduccion de la copia impresa en
el Monitor de 5 de febrero de 1810-


-


Mi señor y hermano: Yo me hubiera apresu-
rado á escribirá V.M.l.y.R. si la mala situa cion
en que habernos emprendido nuestro viage, no
hubiese presentarlo obstáculos. Ahora mismo
acabamos de llegar á Aranda de Duero. El
rey se halla en un estado terrible : los dolores
reumáticos le oprimen la manos y las rodillas;
pero á pesar de todo deseamos con ansia el
momento feliz de ponernos en los brazos de


y R. cuya grandeza y generosidad es
muy superior á todas las expresiones de nues-
tro reconocimiento.


Ya devieramos haber llegado á Bayona ,
9




)
pero por desgracia las disposiciones no cor-
responden hynicstros ardientes deseos porque
el viage de mi hijo nos dejó sin tiros, sin di-
nero, y sin todo lo lemas que neccsitabamos.
°jala, serior y hermano mio , el ciclo nos
conceda„ que el momento de nuestra entre-
vista sea tan interesante para V. M. J. y :R.
como lo será para sus dignos y fieles amigos.
Estamos bien seguros de la- proteccion de
de Y. M. y no hay en el mundo cosa com-
parable con la suma y dulce confianza que
nos conduce á poner nuestra suerte baleo la
poderosisima salvaguardia de Y. M. ; cuya
inmutable equidad es tan grande corno crítica
la situacion de su mas fiel amigo y aliado
desde la época infeliz de los acontecimientos
inauditos de Aranjuez. Si hubiesen llegado
para entonces las tropas de ,V. M. , ellas hu-
bieran protegido la legitimidad de los dere-
chos como su gran capitan se digna hacerlo ;
pero el cielo nos reservaba unas calamidades,
cuyos golpes nos derribaron con la violencia
de un rayo porque no teniamos apoyo, ni me-
dios de sostenernos.


Ignóro el cija que llegaremos á Bayona ;
porque si la .indisposicion del rey lo permite,
tenemos gran deseo de ir á jornadas dobles.
Lo que puedo asegurar : á vuestra magestad


( 151 )
imperial y real ;


es que volaremos 4 sus bra-
zos : Tanta es nuestra ansia de estrechar los
dulces lazos de alianza y amistad : en cuyo
supuesto pido iL Dios que tenga á Y. en su
santa y digna guarda. Mi señor y hermano
De M. y R. afectisima hermana. Luisa.


Aranda 25 de abril de i8o8.


Nota. Traduccion de la carta impresa en
el Monitor de 5 de febrero de 181o.


NUMERO XLV.


Instrucciones dadas a D. Pedro Labrador,
por D. Pedro Cepallos, en , 2 7


de abril
de 1808.


Excmo. serior, V. E. está enterarlo de las
proposiciones hechas por el general Savary
en el clic que llegó el rey á esta ciudad , y
de lo ocurrido en la conferencia en que las
discutí 'con el miniátro de relaciones exte-
riores. Las proposiciones nuevamente hechas
por éste, diferentes en algo , aunque no
menos repugnantes, son del tenor siguiente.


Primera.: Que ha determinado el 'enipe-




( 132 )


rador irrevocablemente que no reyne ya en
España la dinastía de Borbon.


Segunda : Que el rey deberá ceder su de_
recio personal á la corona por sí y por sus
hijos , si los tuviere.


Tercera : Que en caso que convenga en
esto , se le conferirá para si y sus descen-
dientes la corona de Etruria, con la ley
sálica.


(Marta,: Que el Infante D. Carlos hará la
misma renuncia de sus derechos y que los
tendrá á la corona de Etruria, en falta de la
descendencia del rey.


Quinta:: Que el reyno de España será
poseido en adelante por uno de los hermanos
del emperador.


Sexta: Que salo el emperador por garante
deintegridad total dela Espuria y la de todas sus
colonias, sin la segregacion de, una sola aldea.


Septima : Que sale asi mismo por garante
de la conservacion de la religion , de las. pro-
piedades, etc.


Octava: Que si el rey no acepta este tra-
tado, se quedará sin compensacion ; y sil
magestad imperial lo hara executar de grado,


por fuerza.
Nona: Que si su magestad se conviene


y pide enlazarse con su sobrina , se asegu-


( 153 )
rará este enlace inmediatamente que se firme
el do


itio discutido estas proposiciones en
la junta presidida por el rey : expuse en ella
mi modo de pensar , que fue adoptado por
y. E. y denlas señores vocales, y aprobado
por su magestad, que quiere se formen las
instrucciones para V. E. segun su tenor.


V. E. sabe que promesas muy lisongeras
y seguridades las mas satisfactorias, dada;
al rey por el gran duque de Berg, por el
embaxador de Francia, y por el general Sa-
vary de órden del emperador, en quanto
que éste ninguna repugnancia pondria en -re-
conocerle como soberano de las Españas, v
que nada deseaba en perjuicio de la in tegridad
de su rrevno . sacaron h su magestad de Ma-
drid para obsequiar á su íntimo aliado, quien
se suponia ( por las noticias que dieron di-
chos tres sugetos,) dentro de España y en
direceion h Madrid, donde se le hahia pre-
epiadro


por


pararlo undigno alojamiento. Se dilató el
viage del emperador; y su magestad sedu-
imperial nuevas seguridades dadas por el
general Savarv á nombre de su magestad


, continuó el suyo hasta esta ciudad.
Deberá V. E. preguntar á el señor Cham-


Pagny, si el rey se halla en plena libertad;




( 134 )
en cuyo caso su magestad podrá volver á, sus
reynos para oir al plenipotenciario que nom-
bre el emperador. Un caso contrario), V E.
sabe que todo acto es de notoria nulidad 3
y por consiguiente el de que se trata no ten-
dria otro efecto que el de menoscabar la re-
putacion del emperador h vista de todo el
inundo , que tiene fijos los ojos sobre sus ac-
ciones, y á quien consta lo que la España ha
Lecho en favor de la Francia.


He manifestado á V. E. el tratado de 27 de
octubre último, por el dual ha garantid() el
emperador la integridad de las Espacias en su
rey con el titulo de .Emperador de las Amé-
ricas. Ninguna causa ha sobrevenido que
pueda destruir tal tratado; antes bielda Es-
paria ha añadido nuevos títulos al reconoci-
miento de la Francia.


El rey está resuelto a no condescender á
las solicitudes del emperador ; ni su repu-
tacion , ni lo que debe á sus vasallos se lo
permiten : no puede obligar a estos á que re-
conozcan la.dinastía de Napoleon ; ni menos
privarles del derecho que tienen á elegir otra
familia soberana, guando se extinga la que*
actualmente reyna.


No es menos repugnante al rey admitir la
compensacion de la corona de Etruri a 3 pues


( 155 )
(ademas de que ésta tiene su legítimo sobe-
rano , á quien no debe perjudicar) S. M. está
contento con la corona que le ha dado la
providencia ; y no 'quiere separarse de unos
vasallos á quienes ama con ternura de padre,
y de quienes ha recibido las pruebas menos
equivocan del mas respetuoso amor.


Si por esta negativa el emperador se cree
autorizado 'h usar de los medios de la fuerza,
su magestad'espera


que la divina justicia, dis-
pensadora do los tronos, protegerá su buena
causa y la de sus reynos.


Como V. E. está penetrado de estos prin-
cipios, y los ha desplegado con la energia que
da la justicia al hombre de probidad y de zelo
por su rey y por su patria, es Ocioso que yo
me difunda en prolongadas instrucciones mu-
tiles para un ministro de cuyo patriotismo y
amor á los reales intereses está el rey bien
confiado.


Dios guarde á V. E. muchos años.—Bayona
27 de abril de i8o8., — Pedro Cevallos —
Señor ll. Pedro Gomez Labrador.


?S'Oía. Apendice del manifiesto de Cevallos.




( 136 )


NUMERO XLVI.


Carta de Fernando VII al Infante D. An..
i077i0 en 28 de abril de 1808.


Mi querido Antonio: He recibido tu carta
del 24, y leido la copia de la que te escribió
iMurat, y de la respuesta que le diste. Estoy
satisfecho de ésta y nunca he dudado de tu
prudencia, ni de tu afecto á. mi persona;
de modo que no se como recompensarte::


Ignoro como acabarán estos asuntos ; de-
seo que sea pronto y á satisfaccion de todos.
Te prevengo que el emperador tiene una
carta de Maria Luisa segun cuyo contenido
la abdicacionde, mi padre fue forzada. liaz
como que lo ignoras; pero conducete usando
de la noticia, y procura que los malditos fran-
ceses no hagan contra ti alguna de sus mal-
dades. Soy tu hermano afecto, ete,--Fernando.
Bayona 28 de abril de 1808.


Nota. Traduccion de la copia impresa
en el Monitor de 5 de Febrero de 181o.1


( 15 7 )
NUMERO XLVII.


Nota diplomática de 111r. Campagni a D.
Pedro Cevallos, en 2) de abril de 1808.


El ministro de relaciones exteriores ha re-
cibido la nota que el Señor Cevallos le ha
hecho la honra de dirigirle, quexandose del
impedimento que se ha puesto á la partida de
los correos de S. E. Esta medida ha sido mo-
tivada de la notificacion que S. M. le ha
encargado hacerle, de que no reconoce otro
rey sino á Carlos 1V. De esto resulta por con-
secuencia que el ein pe rad or no puede admitir
én su territorio ningun acto Z.) pasaporte dado
en nombre de otro rey ; y por el mismo mo-
tivo, que el ministro no puede visar el nue-
vo pasaporte que le ha enviado el señor Ce-
vallos. Pero se apresura á prevenirle que to-
das las cartas qué llevaba el correo que ha
sido detenido, han sido entregadas á la ad-


. .m mistracion francesa de correos, la qual
drlet iid oacránde que se remitan Burgos y Ma-


estadlb mistia"frlca
.


sar ;ya sea por el correo ordinario, ¿ya por la
están en Francia, España quieran hacer pa-


on todas las que los españoles que
mayor exActitud, y que se hará


ancesa. Todas serán trasladadas a




Nota. Publicada por D. Pedro Cevallos
en el apándice de su obra.


NUMERO XLVIII.


( 158 )
Sus destinos con una escrupulosa puntuali-
dad y exactitud ; y la correspondencia entre
los dos estados, lexos de experimentar el
menor atraso, adquirirá una nueva actividad.


Mr. de Champagni, dirigiendo por este vi-
llete al señor Cevallos este aviso, tiene la hon-
ra de asegurarle de su alfa co»sidexacion.
Bayóna2.9 de abril de 1808.— Champagni.


Carta de Fernando VII iz su padre, en i de.
mayo de 1808.


Venerado padre y señor : V. 1I. ha conve-
nido en que yo no tuve la menor influencia
en los movimientos de Aranjuez, dirigidos
(como es notorio , y á V. M. consta) no á
disgustarle del gobierno del trono , sino á que
se mantuviese en él, y no abandonase la mul-
titud de los que en su existencia dependían
absolutamente del trono mismo. V. NI. me
dijo igualmente que su abdicacion había sido
espontánea; y que aun guando alguno me
asegurase lo contrario, no lo creyese, pues


( 139 )
jamas "labia firmado cosa con mas gusto. Aho-
ra me dice V. que aunque es cierto .


que
hizo laabdicacion con toda libertad, se reser-
vó en su ánimo volver It tomar las riendas
del gobierno guando lo creyese conveniente.
lie preguntado en consecuencia á V. M. si
quena volver á reynar, y V. M. me ha res-
pondido, que no queria reynar, ni menos
volver á .España. No obstante , me manda
Y. NI. que renuncie en su favor la coro-
na que me han dado las leyes fundamenta-
les del reyno, mediante su espontánea abdi-
carian. Aun hijo que siempre se ha distin-
guido por el amor, respecto y obediencia it
sus padres, ninguna prueba que pueda cali-
ficar estas qualidades , es violenta á. su piedad
filial, principalmente guando mis deseos con
V. NI. como hijo suyo, no están en contra-
diccion con las relaciones que como rey me
ligan con mis amados vasallos. Para que ni
estos (que tienen el primer derecho á mis
atenciones) queden ofendidos, ni V. M. des-
contento de mi obediencia estoy pronto
(atendidas las circunstancias en que Me
hallo) á hacer la renuncia de mi corona en
favor de V. M. bazo las siguientes


i 0 0
es.


Primera : Que V. M. vuelva á Madrid,




( 4o )
hasta donde le acompañaré, y serviré yo
como su hijo mas respetuoso. Segunda: Que
en Madrid se reunirán las Cortes , y pues
que V. M. resiste una congregacion tan mi.
merosa, se convocarán al efecto todos los
tribunales y los diputados de los reynos,
Tercera: Que h la vista de esta asamblea se
formalizará mi renuncia, exponiendo los mo.
tivos que me conducen á ella : estos son el
amor que tengo á mis vasallos, y el deseo
que tengo de corresponder al que me pro-
fesan; procurándoles la tranquilidad, y re-
dimiéndoles de los horrores de una guerra ci-
vil, por medio de una renuncia dirigida 'a
que V. M. vuelva á empuñar el cetro , y á
regir unos vasallos dignos de su amor y
proteccion. Quarta : Que V. M. no llevara
'consigo personas que justamente se han con-
citado el odio de la nacion. Quinta : Que si
V. M. (como ha dicho) no quiere reynar, ni
volver á España, en tal caso yo gobernaré en
su real nombre como Lugar-teniente suyo.
Ningun otro puede ser preferido á mí : ten-
go el llamamiento de las leyes, el voto de los
pueblos, el amor de mis vasallos ; y nadie
puede interesarse en su prosperidad con to-
lo zelo , ni con tanta obligacion como yo.
Contraida mi renuncia á estas limitaciones,


( 14 1 )
Compareceré h. los ojos de los españoles como


prueba de que prefiero el interes de su
Couservacion h la gloria de mandarlos , y la
01 opa me juzgará digno de mandar á unos


tpueh cuya tranquilidad he sabido sacri-
ficar (planto hay de mas lisonjero y seductor
entre los hombres. Dios guarde la importan.
te vida de V. M. los muchos y felicisirnos años
que le pide postrado h los reales pies de V. NI.
su mas amante y rendido hijo — Fernando.


—Pedro Cevallos — Rayona, z de mayo de 18o8.


Nota. Esta carta se publicó por D. Pedro
Cevallos en el apéndice de su obra titulada:
Exposicion de los hechos , etc.


En orden á si la revolucion de Aranjuez
fue dirigida b no á poner á CarlOS TV en es-
tado de dis,¿, ustarse del trono, merece memo-
ria particular en la historia un hecho conta-
do por el marques Caballero , ministro de
Gracia y Justicia, que era entonces, y uno
de los confidentes de todos los acaecimien-
tos extraordinarios y reservados de la real.
l


atina. El marques refiere, que verificado
el primer tumulto de Aranjuez en la noche
del dia 1 7


para el 18 de marzo; ignorándose;aun
ríncien la mañana del 1g, donde se hallaba elpríncipe de la Paz, y creyendose que ya se




( 14 2 )
habría salvado con oculta fuga , estuvieron
con dicho marques en la misma mañana del
dia 19 los capitanes de guardias de Corps,
conde de Villariczo , marques de Albudeite,
marques de Ruchena. , y no me acuerdo quien
mas, y manifestaron que en la tarde ú no-
che de aquel mismo dia habría mayor motin
que el primero. El marques Caballero (que
se 'labia -producido, aprobando lo pasado por
evitar 'el' viage de Sevilla, y por apartar del
timo') del gobierno al príncipe ele la Paz)
dixo entonces: «Ola, señores : eso ya es
« otra cosa muy distinta .. ?á que es ese se-
« gundo tumulto ? Eso ya parece ser contra
« los reyes: y sobre eso no hay que hablar.
cc Hasta ahi no llego yo; y si se puede, es for-
« zoco evitarlo. » Los capitanes de guardias
de Corps dixeron. « Quien podrá evitarlo,
« será el príncipe de Asturias. Si el príncipe
« no lo evita, es inevitable, porque las órde-
« nes de lo que se ha de hacer, están dadas. »


El marques fue h verse con los reyes; les
contó la conversacion, aconsejándoles llamar
al príncipe: los reyes lo llamaron; le hicie-
ron presente lo escuchado : el príncipe res-
pondió "que no sabia nada.


La revea en su carta 'de 26 de marzo dixo
coas que deben unirse con esta especie; y


(.143 )
todas las cartas de Carlos IV. y su esposa,Como la relacion del general Monthion , y
otras que hay en la presente coleccion de
documentos justyicativos, contienen noticias
sueltas, que no solo confirman la verdad de
lo que cuenta el marques Caballero, sino
que prestan muchos materiales para el his-
toriador que quiera tornar por su cuenta de-
cir sencillamente lo que se sepa del suceso.


NUMERO XLIX.


Carta de Carlos.
IV d su lujo Fernando,


en 2 de mayo de 18o8.


Dijo mio: los consejos pérfidos de los hom-
bres que os rodean , han conducido la Es-
paña á una situacionerítica : solo el empera-
dor puede salvarla.


Desde la paz de Basilea he conocido que
el primer interes de mis pueblos era insepa-
rable de la conservado ') de buena inteligen-
cia. con Francia. -Ningun sacrificio he omi;
tilo para obtener esta importante mira : aun
q uanti°


la Francia se hallaba dirigida por
gobiernos efímeros, ahogué mis inclinacio-




( 1 44 )
bes particulares para no escuchar sino la Po_
lítica , y el bien de mis vasallos.
(pando el emperador hubo restablecido el
órden en Francia , se disiparon grandes so.
bresaltos, y tuve nuevos motivos para man-
tenerme fiel á mi sistema de alianza. Qua-
do la Inglaterra declaró la guerra á la Fran-
eia,..logré felizmente ser neutro, y conservar
á mis pueblos los beneficios de la paz. Se
apoderó clespues de quatro fragatas mias , y
me hizo la guerra aun antes de babermela
declarado, y entonces me vi precisado a opo-
ner la fuerza á mis vasallos.


La España rodeada de costas, y que debe
una gran parte de sa prosperidad á sus po• •
sesiones ultramarinas, sufrió con la guerra
mas que qualquiera otro estado : la interrup-
don del comercio • y todos los estragos que
acarrea , afligieron á mis vasallos ; y cierti.
número de ellos tuvo la injusticia de atribuir-
los á mis ministros.


Tuve al menos la felicidad de verme tran-
quilo portierra ; y libre de inquietud en quan-
to á la integridad de mis provincias ;siendo el
-único de los reyes de Europa que se sestenia
enmedio de las borrascas de estos últimos
tiempos. Aun gozaria de esta tranquilidad sil'
los consejos que os han desviado del cansino


( 145 )
recto. Os habeis deXado seducir con doma-


por el odio que vuestra pri-siada facilidad
mugen tenia á la Francia, y habíaispii.lealserertianctirnal


i
do irreflexivament


contra
misist os,ios ont m ministros,


l ente de sus injustos


vuestra madre, y contra mí mismo.
Me crei obligado a recordar mis derechos


de padre y de rey : os hice arre s tar, y hallé
en vuestros papeles la prueba cle vuestro de-
lito ; pero al acabar mi carrera, reducido al
dolor de ver perecer 'a mi hijo en un cadalso,
me dejé llevar de mi sensibilidad al ver las
litgrimas de vuestra madre, y os perdoné. No
obstante, mis vasallos estan agitados por las
prevenciones engañosas de la faccion de que
os habeis declarado caudillo. Desde este ins-
tante perdi la tranquilidad de mi vida, y me
vi precisado á unir las .penas que me causa-
ban los males de mis vasallos á los pesares


mili.
Seá los disensiones de mi misma fa-


Se calumniaban mis ministros cerca del
emperador de los franceses, el qual creyen-
do que los españoles se separaban de su alian-
za, y viendo los espíritus agitados (aun en el
seno de mi familia) cubrió, bazo varios pre-
textos, mis estados con- sus tropas. En tanto
q
ue éstas ocupaban la rivera derecha del Ebro,


10




mostraban tener por objeto el Mantener ; ti
comunicacion con Portugal, tuve la esperan-
za de que no abandonada los sentimientos
de aprecio y de amistad que siempre me ha-
bia dispensado; pero al ver que: sus tropas
se encaminaban ácia mi capital, conoci la
urgencia de reunir mi exército cerca de mi
persona, para presentarme á mi augusto alia-
do como conviene al rey de las Esparzas. Hu-
biera: yo aclarado sus dudas , y arreglado mis
Intereses : di Orden á• mis tropas de salir de
Portugal y de Madrid, y las reuni sobre va-
rios puntos de mi monarquia; no para aban-
donar á mis vasallos, sino para sostener dig-
namente la gloria del trono. Ademas mi lar-
ga experiencia me daba á conocer que el em-
perador de los franceses pocha muy bien te-
ner algun deseo conforme á sus intereses y
á la política del vasto sistema del continente,
pero que estuviese en contradicciori con los
intereses de mi casa. ¿Qual ha sido en estas
circunstancias vuestra conducta? El haber
introducido el desorden en mi , palacio , y
amotinado el cuerpo de guardias de Corps
contra mi persona. Vuestro padre ha sido
vuestro prisionero: mi primer ministro, que
liabia yo criado y adoptado en mi familia ,
abierto de sangre, fue conducido dé' un -cala-


T47 )
bozo á otro. Habeis desdorado mis canas , y
las habeis despojado de una corona poseida
con gloria por mis padres, y que "labia con-
servado sin mancha. Os habeis sentado sobré
mi trono , y os pusisteis á la disposicion det
pueblo de Madrid, y de tropas extrange,ras;
que en aquel momento entraban.


Ya la conspiracion del Escurial Babia
tenido sus miras: les actos de mi administra-
clon eran el objeto del desprecio del público.
Anciano, y ágoviado de enfermedades, no he.
podido sobrellevar esta nueva desgracia. Ile
recurrido al emperador de los franceses, no
como un rey al frente de sus tropas , y en me-
dio de la pompa del trolio


- , sino como un rey
infeliz y abandonado. He hallado protecciotí
y refugio en sus reales: le debo la vida , la
de la reyna , y la de mi primer ministro. He
venido en fin hasta Bayona, y habeis celad t.,'
cido . este negocio de manera, oye todo de-
pende de la mediacion y de la proteccion de
este gran príncipe.


El pensar en recurrir á agitacionss popula-
res es arruinar la España , y conducir á las
catástrofes mas horrorosas á vos, á mi reyno,
á mis vasallos , y h mi 'familia. Mi corazon se
ha manifestado abiertamente al emperador:


énoce todos los . ultrages que ha recibido'




(
1 48 )


y las violencias que se me han hecho r me
ha declarado que no os reconocerá jamas
por rey , y que el enemigo de su padre no
podrá nunca inspirar confianza á los extra-
ños. Me ha mostrado ademas cartas de vues-
tra mano, que hacen ver claramente vues-
tro odio á la Francia.


En esta situacion, mis derechos son claros,
y mucho mas mis deberes : No derramar la
sangre de mis vasallos no hacer nada al fin
de mi carrera, que pueda acarrear asolarnicn-
to ¿; incendio á la España, reduciéndola á la
mas horrible miseria. Ciertamente, que si fiel
á vuestras primeras obligaciones, y á los sen-
timientos de la naturaleza, hubierais dese-
chado los consejos pérfidos , y que constan-
temente sentado á mi lado para mi defensa,
hubierais esperado el curso regular de la na_
turalcza que debia señalar vuestro puesto
dentro de pocos años , hubiera yo podido
conciliar la política y el. interes de España
con el de todos. Sin duda lace seis meses
que las circunstancias han sido críticas; pero
por mas que lo hayan sido, aun hubiera ob-
tenido de las disposiciones de mis: vasallos,
de los débiles medíos que aun tenia, y de la
fuerza moral que hubiera adquirido , presen-
tándome dignamente al encuentro de mi alia-


( 149 )
do (á quien nunca diera motivo alguno de
quexa ) un arreglo que hubiera conciliado
los intereses de mis vasallos con los de mi
familia. Empero arraucandome la corona, ha-
beis desecho la vuestra , quitandola quanto
tenia de augusta, y la hacia sagrada á todo el
mundo.


Vuestra conducta conmigo, vuestras car-
tas interceptadas , han puesto una- barrera
de bronce entre vos y el trono de España, y
no es de vuestro interes ni de la píttria el que
pretendaís reynar. Guardaos de encender un
fuego que causaría inevitablemente, vuestra
ruina completa, y la desgracia de España.


YO soy rey por el derecho de mis padres,
mi abdicacion es el resultado de la fuerza,
y de la violencia: no tengo pues, nada que
recibir de vos, ni menos puedo consentir á.
ninguna reunion en junta: nueva y necia
sugestion de los hombres sin experiencia que
os acompañan.


He reynado para la felicidad de mis vasa-
llos, y no quiero dejarles-la guerra civil, los
m otines, las juntas populares y la revolucion.
Todo debe hacerse para el pueblo, y nada
por él : olvidar esta maxima es hacerse cóm-
plice de todos los cielitos que le son consi-
guientes. Me he sacrificado toda mi 'vida




( /5o )
por mis pueblos; y en la edad que
orado no hará nada que esté en oposicion
con su religion, su tranquilidad y su dicha.
Ere reynado para ellos: constantemente MI
ocuparé de ellos: olvidaré todos mis sacri-
ficios , y guando en fin. esté seguro que la
religion de España, la integridad de sus pro.
yincias, su independencia, y sus privilegios
serán conservados, baxaré al sepulcro, per..
perdonándoos la amargura- de mis últimos
años.


Dado en, rayona , en el palacio imperial,
llamado del Gobierno, á 2 de mayo de. 1-808.
Carlos. — •


• Nota. Publicada por D. Pedro Cevallos,
In el apéndice de su obra.


NUMERO L.


Decreto de la Junta SuprÉnza gubernativo
del reyno de España , en 4 de ruar
de 18o8


En este dia 4 de mayo de i8o8, la •uill
ta Suprema del gobierno,. reunida y üoni


(I5)
puesta, por hoy , de los señores D. Francis,
co Gil de Lemos, 11 Miguel Joserde A zan-
711 D.Sebastian Piñuela, y Don Gonzalo
de Ofarril, secretarios de Estado, y minis-
tros y de los señores duque de Granada,
presidente del consejo de Ordenes ; marques
Caballero , gobernador del de Hacienda;
marques de las Amarillas, decano del de
Castilla ; y conde de lVfontareo , corígejeto.
de Estado, con el objeto de oir Ter' una"
carta de S. A. T. y R. el gran duque delerg„
fecha en este misMo cija habiendo to-
mado en consideracion dicha carta én,que.
se digna.


A. 1. proponer que vendrla la
misma .Junta, ésta quedó enterada : y despues
de haber deliberado con madurez en pasen='.
cia de S. A., considerando que se verifican
efectivamente las circunstancias extraordina-
rias citadas en la carta de 5. A. f. Que no se
debe perder un instante para precaver .los
Piales que en el reynó resultarían de la
certidumbre y confusión en las autoridades
con


stituidas civiles y militares : Que la fa-,
milla real está, reunida en Bayona, ele don-
e Se sabrá luego lo .que se haya &termina,


do por la medígeion de 8. M. el emperador
de los franceses, rey de Italia: Y en fin, que
Se ha llegado 4 entender que en'-la presente




( 152 )
sesion no debe anticiparse resolucion alguna
capaz de poder contrariar las que se expedi-
rán de rayona , ha acordado que confiere la
presidencia en la Junta Suprema del gobier.
no á S. A. T. y R. el gran duque de Bcrg.


Tambien ha determinado con unanimidad
que todos los individuos de la Junta se con_
formen con esta resolucion, y concurra cada
uno en su respectivo cargo á la expedicion
franca y leal de todos los negocios de la. mo-
narquía.


Con igual unanimidad ha nombrado por
secretario de la Junta al coronel conde de
Casa -Valencia, quien tendrá y custodiará las
minutas de las deliberaciones de cada.sesion,
y certificará todas sus expediciones — Da-
quin — Frey Francisco Gil, — El conde de
Montare°, — Arias Mon. El marques Ca-
ballero. El_ duque de Granada de Ega. —
Miguel Josef de Azanza.— Sebastian Piime-
la. — El marques de las Amarillas. — Gon-
zalo Ofarril.— Por copia confin-me: El con-
de de Casa-Valencia.


. Nota. .Tracluecion de la copia impresa en
el Monitor de 13 de mayo de 18o8.


( 153 )


NUMERO U.


Carta de Fernando a su padre, en 4 de
mayo de 18°13.


mi querido y venerado padre y señor :
recibido la carta que vuestra magestad se ha
dignado escribirme con fecha de antes de ayer,


trataré de responder á todas los puntos que
abraza con la moderacion y respeto debido á
vuestra magestad.


Trata vuestra magestad en primer lugar de
sincerar su conducta política con respecto á
la Francia desde la paz de Basilea; y en ver-
dad que no creo haya habido en España quien
se haya quejado de ella ; antes bien todos
unánimes han alabado it V. M. por su cons-
tancia y fidelidad en los principios que había
adoptado. Los mios en este particular son en-
teramente idénticos á los de V. M., y he da-
do pruebas irrefragables de ello desde el mo-
mento que V. M. abdicó en mí la corona.


La causa del Escurial, que V. M. da á en-
tender tuviese por origen el odio que mi mu-
germe }labia inspirado contra la Francia, con-
tra los ministros de V. M. contra mi amada
/ladre y contra V.M. mismo, si se hubiese




:54)
seguido por todos los trámites legales, liabrirk
probado evidentemente lo contrario ; y no
obstante que yo no tenia la menor influen..
cia , ni mas libertad que la aparente en VI
estaba guardado á vista por los criados que
Y. M. quiso ponerme , los once consejeros
elegidos por V. M. fueron unahimemente de,
parecer, que no 'habia motivo de acusacion,
y que los supuestos reos eran inocentes.


Vuestra magestad habla de la desconfianza.
que le causaba la entrada de tantas tropas
extrangeras en España, y de que si V. M,
habia llamado las que tenia en Portugal y
Madrid, no era para abandonar á sus vasallós,
sino para sostener la gloria del trono. Per.;
mitame V.M. le haga presente, que no debia
sorprehenderlé la entrada de mas tropas
gas y aliadas, y que baxo este concepto de-
bian inspirar una total confianza. Permitame
V. M. observarle igualmente, que las órdenes
comunicadas por V. M. fueron para su viagey
el de su real familia b. Sevilla : que las tropas
las tenia") para mantener libre aquel camino;
y qua no hubo una sola persona que no es-
tuviese persuadida de que el fiel de quiealó
-dirigía todo, era transportará Y. M. y o
real familia á Arn eriea. M. mismo publicó
un decreto para: aquietar el ánimo de SUS


( 155 )
asaltos sobre éste particular ; pero comq
seguian embargados los carruages y aposta;
los los tiros, y se vejan todas las disposicio-
nes de un proximo-viage á la costa de Anda,-
lucia , la desesperacion se apoderó de los
unirnos y resultó el movimiento de Aranjuez.,
'a parte que yotuve en él, vuestra magestad
sirve que no fue otra que ir por su mandado á,
salvar del furor del pueblo al objeto de su
odio, porque le creia autor del vine.


Pregunte Y. M. al emperador de los fran,
ceses, y su magestad imperial le. dirá sin duda
lo mismo que me dixo h mí en una carta que
me escribió á Vitoria ; á saber que el objeto
riel viage de S. L y R. á Madrid era indu-
cir á V. M. u algunas reformas , y á. que se
parase de su lado al príncipe de la .Paz, cuya
influencia era la causa de todos los males.


El entusiasmo que su arresto produxo en
todá:la nacion , es una-prueba evidente de 10
que dixo el emperador. Por lo denlas Y. AL
o buen testigo cld que en medio de la fer-
:nentacion de Aranjuez no se oyó una sola
Palabra contra vuestra magestad, ni contra
persona alguna de su real familia; antes bien
aplaudieron á vuestra magestad con la mayor
Ilemostracion de júbilo y de fidelidad ácia su
augusta persona. Asi es que la abdicacio4




( 155 )
de la corona que Y. M. hizo en mi favor
sorprchenclió á todos , y á mi mismo, Por.
que nadie esperaba, ni la habia solicitado.
Vuestra magestad mismo comunicó su abdi,
cacion á todos sus ministros, dandome á re.
conocer á ellos por su rey y sefior natural;
lo comunicó verbalmente al cuerpo diplo.
mático que residia cerca de su persona , ma-
nifestándole que su determinacion procedia
de su espontánea voluntad, y que la tenia
tomada de antemano. Esto mismo lo dixo
V. M. á mi muy amado hermano el Infante
D. Carlos , y á mi tio el :Infante D. Antonio,
añadiendole que la firma que V. M.
puesto al decreto de abdicacion era la que
habia hecho con mas satisfaccion en su vida;
y últimamente me dixo vuestra magestad i
mi mismo tres dias despues, que no creyese
que la abdicacion habia sido involuntaria,
como alguno decia, pues habia sido total-
mente libre y espontánea.


Mi supuesto odio contra la arrancia, tan
lejos de aparecer por ningun lado; resultará
de los hechos, que voy á recorrer rapida-
mente , todo lo contrario.


Apenas abdicó vuestra magestad la corona
en mi favor, dirigí varias cartas desde Arao"
juez al emperador de los franceses, las Vales


( 157 )
Son otras tantas pruebas de que mis prin-


con respeto á las relaciones de amistad
y estrecha alianza , que felizmente subsistian
entre ambos estados, eran los mismos que
vuestra magestad me habia inspirado y ha-
bia observado inviolablemente. Mi viage
madrid fue otra de las mayores pruebas qué
pude dar it su magestad imperial y real de la
Confianza ilimitada que me inspiraba , puesto
que habiendo entrado el príncipe Murat el
dia anterior en ;Madrid con una gran parte
de su exército y estando la villa sin guarni-
cion, fue lo mismo que entregarme en sus;Ma-
nos. A los dos dias de mi residencia en la Corte
se me dió cuenta de la correspondencia par-
ticular de vuestra magestad con el emperador
de los franceses,


y hallé que vuestra magestad
le había pedido recientemente una princesa
de su familia para enlazarla conmigo y ase-
gurar mas de e'stc modo la union y estrecha
alianza que reynaba cutre los dos estados.
Conforme enteramente con los principios y
cou la voluntad de vuestra magestad, escribí
una carta al emperador, pidiendo le la princesa
por esposa.


9'


Envié una diputacion á Bayona para que
nP limentase en mi nombre á su magestadlwperial y real hice que partiese poco des-




)
pus Mi muy querido hermano el infánQ
D.. Carlos para que le obsequiase en la froh..
íera ; y no contento con esto, salí yo misind
de Madrid en fuerza de las seguridades que
me hablan dado el embaxador de S. M. T. y%
él gran duque de Berg y el general Savaryi
que acababa de llegar de Paris, y me pidió
una audiencia, para decirme de parte Mein,
perador, que S. M. I. no deseaba saber otra
cosa de mi, sino si mi sistema con respeto á
la Francia seria el mismo que el de V. M.
en cuyo caso el emperador me reconoceria
como rey de España, y Prescindido de todo'
lo ciernas. Lleno de confianza en estas pro,:
mesas y persuadido de encontrar en el camino
á S. M.1. 'Vine hasta esta ciudad ; y en el Mis,
mo dia en que llegué, se hicieron verbal
mente proposiciones á algunos sugetos de
comitiva, tan agenas de lo' que hasta entonces
se habia ;tratado, que ni mi honor, ni mi
conciencia, ni los deberes que me impuse
guando las Cortes me juraron por su prín-
cipe y senior, ni los que me impuse nueva-
mente guando acepté la corona, que V. M.
tuvo á bien abdicar en mi favor, me han per,'
mitido acceder á ellas.


No comprehend.o como puedan hallarse
cartas mias en poder del emperador, O«


x59)
.pruebe n


mi odio contra la Francia después
de tantas pruebas de amistad como-la he ciado,
y no habiendo escrito yo cosa alguna que lo
indique


Po rionnente se me ha manifestado una
copia de la protesta que V. M. hizo al empe-
rador sobre la nulidad de la abdicacion; lue-
go .que Y. M. llegó á esta ciudad, pregun-
tandole yo sobre ello, me dixo V. M. que
Ja abdicacion habia sido libre, aunque' no
para siempre. Le pregunté hsimismo : z Por
que no lo habia dicho qu'anclo la hizo ? y V. M.
me respondió que por que no 'labia querido;
de lo qual se infiere que la abdicacion no
fue violenta, y que yo no pude saber que
-Si . M. pensaba en volver h tomar las riendas
del gobierno. Tambien me dixo V. M., que
ni quería reynar,


, ni volver O España.
A pesar de esto, en la carta que tuve la


honra de poner en manos de V. M., mani-
festaba estar dispuesto á renunciar la corona
en su favor, mediante la reunion de las
Cortes, ó en falta de éstas, de los consejos ydi putados de los reynos; no porque esto lo
creyese necesario para dar valor á la renun-
cia , sino porque lo juzgo muy conveniente,
pa ra evitar la repugnancia de esta novedad
capaz de producir choques y partidos, y




( 160 )
para salvar todas las consideraciones debidas
h la dignidad de V. M. It mi honor y á la
tranquilidad de los reynos.


En el caso de que V. M. no quiera reynar
por sí, reynaré yo en su real nombre, 6 ea
el mio , porque á nadie corresponde sino k
mí el representar su persona, teniendo, co-
mo tengo, en mi favor el voto de las leyes y
de los pueblos, ni es posible que otro alguno
tenga tanto interes corno yo en su prospe-
ridad.


Repito á, V. M. nuevamente que en tales
circunstancias, y baxo dichas condiciones es-
taré pronto á acompañará V. M. á Espada
para hacer alli mi abdicacion en la referida
forma y en quanto á lo que V. M. me ha
dicho de no querer volverá .Es'spa ► a, le pido
con lagrimas en los ojos, y por quanto hay
de mas sagrado en el cielo y en la tierra ,
que en caso de no querer con efecto reynar,
Do dexe un pais ya, conocido, en que podri`i
elegir el clima mas análogo á su quebrantada
salud y en el que le aseguro pódra disfrutar
mayores comodidades y tranquilidad de a ni-


mo que en otro alguno.
Ruego por último á M encarecidamente,


que se penetre de nuestra si tuacion actual. `,"


de que se trata de excluir para siempre


( 161 )
trono de Esparia nuestra dinastía, substitu*
yendo en su lugar la imperial de Francia
que esto no podernos hacerlo sin el expreso
consentimiento de todos los individuos que
tienen y puedan tener derecho h la corona
ni tampoco sin el expreso consentimiento de
la nacion española, reunida en cortes y en
lugar seguro : que ademas de esto, hallando-
nos en un pais extraño , no habria quien se
persuadiese que obramos con libertad, y esta
sola consideracion anularia .quanto hiciese-
mos, y podria producir fatales conseqüen-
cias.


Antes de acabar esta carta permitame
decirle que los consejeros que V. M.11ama
pérfidos, jamas me han aconsejado cosa que
desdiga del respeto, amor y veneracion que
siempre he profesado y profesaré á V M cu ya
importante vida ruego a Dios conserve feli-
ces y dilatados arios.— Bayona 4 de mayo de
18o8. — Señor : A. L. R. P. de V. M. su mas
humilde hijo. — Fernando.


Nota. Publicada por Cevallos en el apen-
dice de su obra. Yo no llamaré como Car-
los IV pérfidos á D. Juan Escoiquiz y al du-q
ue del Infantado; porque tal vez creyeron


compatible su conducta con la fidelidad
XI




( 16,2)
Carlos IV. Pero diré h la faz de todo el Mundo
que el primero que dió nacimiento it las des-
gracias de España fue Escoiquiz con sus
tratos y consejos secretos á un hijo 'sucesor
cicl trono contra la libre autoridad de un
padre que lo poseia. Tan imposible me pa_
rece disculpar estos consejos y sus auxilios
prá ticos para que produxesen efecto , como
dar satisfaccion á los argumentos del empe-
rador Napoleon en su carta de 16 de abril
de i8o8, y á los que hace Carlos IV en la
que da ocasion 'á la presente. Esta es la causa
de todos los padres y de todos los reyes.. La
Miran con indiferencia segun vemos :


les bará'abrir tarde . Z) temprano los ojos,
y ver sus propios riesgos.


El duque del 1nfantado es coó:perador
en segundo de todas las desgracias de Es-
paña , (-aunque no pensase causarlas ) por-
que contribuyó á las intrigas de Escoiquiz;
ya presentando lo al embaxador francos -Beau-
harnais ; ya aceptando el nombramiento de
comandante general do todas las armas espa-
i-iolas inclusas las de •Casa real; pero está
exento do toda culpa en los sucesos do Ara n


-juez ; á lo menos yo vivo persuadido de que
no tuvo parte. No es lo mismo acerca del.
viage de Fernando it Bayona. El duque,


( 163 , )
Escoiquiz, y aun San-Carlos y los otros me-
nos metidos en la intriga se creyeron perdi-
dos para siempre si Napolcon declaraba de-
finitivamente por nula Ja renuncia de Car-
los IV, y mandaba que este volviese á em-
puñar el cetro. Confiaron que persuadirian
Napoleon lo contrario en Bayona, condes-
cendiendo en desmembrar las provincias espa-
ñolas de la orilla izquierda del Ebro; en con-
ceder franquezas exorbitantes al comercio
.frances en América ; y en casar con una
_sobrina. Esta confianza es el verdadero mo-
_tivo del viage que hace desgraciadas Sin culpa
ninguna doce mil familias; que tiene converti-
das en escombro algunas poblaciones ; que ha
empobrecido la España para un siglo; y que
ha separado las Américas para siempre. El
deseo de mandar .bazo el nombre de Fer-
nando, y el miedo de ser . castigados si vol-
-viese á reynar Carlos , son los únicos moti-
vos de. , tan infausto y pernicioso, como ne-
cio y mal proyectado viage.




( 164 )


NUMERO LIT.


Tratado entre el rey Carlos IV y el empe-
rador Napoleon, epa Bayona d 3 de mayo
de 18o8.


Nopoleon emperador de los franceses, rey
de Italia, protector de la confederacion del
Rhin; y_ Carlos TV rey de las Españas y de
las Indias, animados de un igual deseo de
poner prontamente un término á la anar-
quia que sufre la España, y de salvar su va-
lerosa nacion de sus agitaciones causadas por
los partidos , queriendo escusar las convul-
siones de una guerra civil y extrangera, y
ponerla sin conmociones en estado que ( segun
las actuales circunstancias extraordinarias)
sea el único capaz de mantener su integridad,
garantir sus Colonias y unir sus fuerzas
la Francia para conseguir una paz maritima,
han resuelto reunir todos sus esfuerzos, y
arreglar en convenio particular tan impor-
tantesintereses. Con este objeto han nombrado
plenipotenciarios S. M. el emperador de los
franceses, rey de Italia, protector de la con-
federacion del Rin al señor general Durqc)
gran mariscal del palacio : y S. M. el rey de


( 165 )
las Españas y de las Indias, á su alteza sere-
nísima el señor D.. Manuel Codoy, príncipe
de la Paz, conde de Evora-Monte : los qua les
( despues de haber cangeados sus poderes) se
han convenido .en los artículos siguientes :


Primero. S. M. el rey Carlos habiendo te-
nido siempre por único objeto la felicidad de
sus vasallos, y estando ahora constante en el
principio de que todos los actos de un sobe-
rano deben dirigirse á este fin, y en el con,
repto de que las circunstancias actuales no
pueden menos de ser origen de discordias ,
tanto mas funestas quanto mas dividida está
en facciones la familia real, ha resuelto ceder
y cede por el presente tratado á S. M. el em-
perador Napoleon todos los derechos que
tiene al trono de las Españas y de las Lidias,
como único soberano capaz de restablecer el
órden, segun el estado á que han llegado las
cosas, entendiendose que la indicada cesion
no ha de sentir efecto sino con la condicion
de que sus vasallos han de gozar las ventajas
siguientes.


Segundo. La integridad del reyno será con-
se


rvada. El príncipe que S. M. el emperador
Napoleon juzgue á proposito colocar en el
trono español, será independiente. Los limitesde la-


Espana no sufrirán alteracion alguna.




( 166 )
La religion católica apostolica romana ser&
única en España. No se tolerará otra
macla, y aun menos la de los infieles no bau..,
tizados conforme á la práctica del dia.


Tercero. Todos los actos verificados desde
la revolucion de Aranjuez contra los vasallos
que han permanecido fieles h S. M. el rey
Carlos TV, son nulos, y de ningun valor. Sus
bienes les serán devueltos.


Quarto.Habiend ose asegurado asi por parte
de su magestad el rey Carlos la prosperidad,
la integridad, la independencia de sus . vasa-
llos; S. M. el emperador promete dar asilo en
sus estados al rey Carlos, á la reyna, h su
familia, al príncipe de la Paz y h los sirvientes
que quieran seguir su suerte , todos los quales
gozaran eh Francia un rango equivalente al
que poseían en España.
. Quinto. El palacio imperial de Compiegue,
los parques y bosques que dependen de él
estará.n h la disposicion del rey Carlos durante
su vida.


^Séxto. Su magestad el emperador dona
fiaran te 'a. S. M. Carlos una lista civil dé traita
millones dé reales que S. M. el empciliaor
Napoleon le hará pagar directainen te tod:
los meses por el tesoro de la corona. MIAMI)


( 16 7
)


el rey Carlos, la reyna gozará por viudedad
dos millones anales.


sep imo. Su m
/t
agestad el emperador Napo-


lean promete conceder h. todos los infantes
de España una renta anual de quatrocientos
mil francos para que la gocen perpetuamente
ellos y sus descendientes con reversion de las
lineas del uno á las del otro en casos de res.
pectiva extincion, conforme á las leyes civi-
les; y h la corona de Francia si todas las lineas
fuesen extinguidas.


Octavo. Su magestad el emperador Napo-
leon se convendrá con el futuro rev de Es-
paña sobre el pago de la citada lista civil y
de las rentas expresadas en el artículo ante-,
riel. : pero sin que S. M. el rey Carlos IV
tenga que entenderse sobre esto mas que con
S. M. el emperador Napoleon.


Nono. S. M. el emperador Napoleon da en
cambio h S. M. Carlos el palacio fortificado
de Chambord con todos los parques, bosques
y tierras de labor dependientes de él para
que las goce como dueño en toda propiedad
y pueedacispdi oner
que le pareciere°imol.


favor de S. S. M. el re y Carlos renuncia en
M. emperador Napoleon todaslas pi opie:-:ades alodialeá y particulares no




( 168 )
pertenecientes 'á la corona que haya gozado
y poseido como dueño de ellas.


Undeeimo. La presente convencion será
ratificada, y las ratificaciones se cangearán
los ocho dias, b antes si fuere posible.


Bayona 5 de mayo de 184. Duroc,
El príncipe de la Paz.


Nota. 'Traduccion de la copia impresa en
los Monitores de 18 de junio de 1808, y 5 de
febrero de 1810.


( 16.9
los de mi comitiva la seguridad de sus


y la
per-


sopas conservacion de sus propio-
dales.


Con esta confianza pido h V.M. que acepte
la seguridad de mi alta consideraeion. De


I. y R. su buen hermano. Fernando.'
Bayona 5 de mayo de 18°8.


Nota. Traduecion de la copia impresa
en el Monitor de 5 de febrero de 181o.


NUMERO LIV.
NUMERO LIJI.


Carta de Fernando VII al enzperador en
5 de mayo de 1808.


Señor mi hermano : Tengo el honor de
'dirigir á V. M. copia de la carta que me pro-
pongo enviar al rey mi augusto padre, por
la qual abdíco la corona en favor de S.
conforme al deseo que hoy ha manifestado
en presencia de V. M. 1. y R.


Ruego á V. M. T. y R. se digne tomar baxo
su proteccion mi persona y la de mi hernian°
el infante D. Carlos, y garantir á todos los


Carta del rey Fernando d su tío el infante
D. Antonio , insertando copia de la que
habla escrito' al rey Carlos su padre, en
6 de


mayo de 18o8.


En este dia he entregado h mi amado pa-
dre una carta concebida en los terminos si-
guientes.


Mi venerado padre y señor : Para dar h
M. una prueba de mi amor, de mi obe-diencia y de mi sumision , y para acceder ál


os deseos que V. M. me ha manifestado rei-
teradas


veces, renuncio mi corona en favor




( 1 7 o )
de V. deseando que V. M. pueda go,


zarla por muchos años.
Recomiendo á V. M. las personas queme


han servicio desde el 1 9 de marzo. Conlio en
las seguridades que Y. M. me ha dado sobre
este particular. Dios guarde á Y. M. felices y
dilatados años.—Señor : A. L. R. P. de 'V.M.
su mas humilde hijo. Fernando. — Bayona
6 de mayo de i8o8.


En virtud de esta renuncia de la corona
que he hecho en favor de mi amado padre ,
revóco los poderes que rabia otorgado á la


j unta de gobierno antes de mi salida de
Madrid , para el despacho de los negocios
graves y urgentes que pudiesen ocurrir du-
rante mi ausencia. La junta obedecerá las
órdenes y mandatos de nuestro muy amado
padre y soberano y las hará executar en los
rey /1 os-


Debo antes de concluir dar gracias á los
individuos de la junta, h las autoridades re-
conocidas y á toda la Nacion, por los servi-
cios que me han prestado ; recotnendandoles
que se reunan de todo corazon á, mi padre
amado el rey D. Carlos y al emperador Na-
poleon , cuyo poder y amistad pueden, mas
que otra cosa alguna, conservar el primer
bien de las Españas , salvar su independencia


( 1 7 1 )
y-la integridad de su territorio. Os recomien-
do tamhien que no os dejeis seducir por las
asechanzas de nuestros eternos enemigos,
sino que antes bien vivais unidos entre vo-
sotros , y con nuestros aliados , y evitéis la
cfusion de sangre, y las deágraéiaS que sin
esto serian el resultado de las actuales cir-
cunstancias actuales , si os dejaseis arrastrar
por el espíritu de alucinamiento y deStinion.
Tendráse entendido en la Junta para los efec-
tos convenientes, y se comunicará á quie-
nes corrJsponcla BayÓua 6 de
mayo de 1808.


Vota. traducciori de la carta iiiip'resá eh
el 14LinitOr ele 11 de mayo de 18o8, y 5 de
febrero de 1810.


1




( 1 7 2 )
NUMERO LV•


Carta que D. Pedro Cevallos dice haber e3,.
crito Fernando VII a Carlos IV en 6 de


mayo de i 8o8 5 pero que no concuerda con
el tenor literal que el mismo Fernando in-


sertó en la carta para su, do
el infante


D. Antonio , y demas individuos de la
Junta de Gobierno.


Venerado padre y señor: el primero del
coi-dente puse en las reales manos de M.
la renuncia de mi corona en su favor. He
creido de mi obligacion modificarla con las
limitaciones convenientes al decoro de V. M.,
á la tranquilidad de mis reynos , y á la cou-
servacion de mi honor y reputacion•


No sin grande sorpresa he visto la indig-
nacion que han producido en el real ánimo
de V. M. unas modificaciones dictadas por la
prudencia , y reclamadas por el amor de que
soy deudor á mis vasallos.


Sin mas motivo que éste ha creido 11
que porfia ultrajarme á la presencia de rni
venerada madre, y del emperador


, con los


títulos mas humillantes; y no contento con
esto exige de mí que formalice larle nuncia


sin limites ni condiciones, sopena quo
-Y°


( 1 7 5 )
y (pillos componen mi comitiva seremol
'tratados como reos de conspiracion. En tal
estado de cosas hago la renuncia que V. M.
me ordena , para que vuelva el gobierno de
ja España al estado en que se hallaba en 1g
de Marzo , en que V. M. hizo Ja abdicacion
espontánea de su corona en mi favor.


Dios guarde la importante vida de V. M.
los muchos años que le desea, postrado Zt.
L. R. P. de V. M. su mas amante y rendido
hijo. Fernando —Pedro Cevallos. Bayona 6
de mayo de 18oS.


Nota. D. Pedro Cevallos imprimió esta
carta en su apendice. Tal vez no se acordó
que Fernando VII babia insertado copia ver-
dadera en la dirigida á su tia D. Antonio , y
aun remitido la minuta en la noche prece-
dente del cha 5 al emperador, el quál ni Car-
los IV no hubieran consentido el tono de
ésta carta , sino el que de veras se usó. De-


e


bien de oficio;


fo 7
e
"o l anterior


bemos reconocer como posible, que Fernando
scribiendo á


separadamente otra carta como la que


su padre la renuncia en los ter-
naiios del , escribiera tam-


bsi


l) ctiiebilliceióalCesv. allos. En tal caso la renuncia era


e


idietdo.
hubiera sucedido asi seria bien


r ícul ,


y a en que se remita , con-
, i


y muy contrario á. las formas di-.•






Pa


ii


ele


fia


q


e


p
Y
el


Cli


du


V


( 474' )
plomalicas , que la carta de oficio en que
Fernando renunciaba, careciese de la eir,
cunstancia de, ser refrendada por su sute_
tario de Estado, y la carta .confidedcial en
que remitiese la de oficio, tuviera la contra,
firma de Pedro .Cevallos.


Este caballero es ministro de Estado de
Fernando Vil segunda vez, b. eous.eqüencia
de la calda del duque de San Carlos , dela
horrible catástrofe de P. Pedro Macanaz,
de la nulidad política de :P. Juan Escoiqu[1,
Yo conozco it D. Pedro Covallos hace niu•
daos arios, y creo que ,por un efecto dela
moderacion de su carácter no dejará de re-
conocer la fuerza de estas reflexiones; ni aun
omitirá. dar satisfaccion 'a ellas. para coser•
var su propia opinion pública , como lo
hecho con la Idea sencilla de Escolquiz:.y
lo ha prometido hacer con la Pejeroa (11


Josef lilartinez de gerpas , publicadapoi
el marquesdeAlnienara,al que ha escritocol


Ja buena educacion que le correspoude,to
..GAciole con ,un .modo. muy noble, 01*
Inas estimado , qnanto mas contrario al dolo'
table con . que le intentó tratar el OP rre


r-


do D. Pedro Gomez Ladrador ; quien
conciliado las ,obligaciones de caballejo
aun las de „botare con las de einbaNOL


( r75 )


NUMERO Da.


Proclama del gran duque .de ajos sol-
dados franceses de su mando en Madrid,
en 6 de mayo .de .1808.


Soldados: el dia 2 de mayo fue necesario
Tic empleaseis vuestras armas para repeler
fuerza con la fuerza. Os conducisteis•bien:


stoy contento, y lo he manifestado al em-
crador. Tres soldados se dejaron desarmar,
ya están declarados indignos de servir en
exército .francos.
Ahora todo está ya en Orden.: L a tranqui-
lad se ha restablecido: los hombres cul-
bles y los seducidos han recibido su cas-
o, ú confesado su error: todo lo pasado
be cubrirse con un velo, y renacer la con-


Soldados volved á vuestros antiguos víu-
los de amistad con los habitantes. La con-


dar masy
debe servir de fundamento para consoli-
cta de las tropas Españolas ha sido loable,


nilehaenubyaionlamas
gencia que reyna entre dichas tropas y lasfrancesas.


arm-


Habitantes de Madrid : Habitantes de la




( 176 )
Espala , tranquilizaos : disipad las alarmas
que la malevolencia ha pretendido extender:
Volved á vuestros antiguos usos y costumbres,
y ciad curso á. vuestros negocios como antes.
No veais en los soldados del gran Napoleon,
protector de las Españas, sino amigos y fie-
les aliados.


Los habitantes de todas las clases y rangos
pueden llevar, como antes , sus capas, sin
que nadie les inquiete ni ponga obstáculo.
Madrid 6 de mayo de 18°8. Joaquin.


Nota. Traduccion de la copia impresa
en el Monitor de 13 de mayo de 1808.


( 177 )


NUMERO INF'.


Cd


ta circular del real consejo de la Inquí,-;
siciOn á los tribunales del santo oficio
en 6 de Mayo de. i8o&


Las consecuencias funestas que produjo en
Madrid, escandalosa del bazo
pueblo contra las tropas del emperador de
los franceses en el cha 2 del presente inesi
ha hecho necesaria la mas activa vigilancia
de todas lás autoridades, y de todos los cuerpo:;
respetables de la Nacion, para evitar la re-
peticion de iguales excesos, y mantener en
todos los pueblo la tranquilidad que su pro-.
pío ioteres dieta, tanto' como la hospitalidad
á unos oficiales y soldados amigos que 1)0
ofenden á_ nadie , y que han dado hasta aho-
ra las mas grandes pruebas del buen órden,
y de la buena disciplina, castigando rigorosa-
mente á los franceses reos de algun exceso,
6 que han maltratado á los españoles en supersonas ó bienes.


Es muy verosiniil que la malignidad ,Oignorancia de
.


algunos hombres fáciles de .ser


revolucionarios,
<lazo sh: hecho cometer desórdenes'


con la 'máscara del patrio-:
a2




( '7 3 )
sismo, y del amor . su soberano. Por con.
siguiente los que se hallan mejor instruidos,
deben desengañarles , y sacarlos de un error
tan peligroso, baciendoles conocer que las
conmociones tumultuosas , lejes de produ.
cir los electos de la lealtad bien dirigida,
sirven únicamente para poner la pátria en
riesgo, rompiendo los lazos de la subordina.
cien que sostienen la fidelidad de los pue.
bicis; solbcando los sentimientos de huma-
nidad , y destruyendo la confianza . que se
debe tener en el gobierno , h quien .pertene-
ce positivamente dirigir con uniformidad
patriotismo, y dar impulso h sus , esfuerzos.


Ninguno podrá inculcar en los espíritus
y corazones estas verdades tan idiportan-
tes mejor que los ministros de la religión de
Jesucristo , la quá solo respira paiy Praterni-
dad entre los hombres con sumisibñ, res-
peto y obediencia h las autoridades„ Y Como
los individuos y ministros del santo oficio
deben ser, y han sido sietripre, VOS Mffiéros
en dar exemplos á los ministres, de la paz,
hemos creido , señores, corresponder nues-
tro ministerio, y llenar nuestros deberes di-


rigiendoos esta carta, para que inStrnidós de
su contenido , y penetrados de la urgente
necesidad podais concurrir unánimemente


79 )
la conservacion de la tranquilidad pública,


Lo liareis así saber h todos los subalternos
vuestros respectivos tribunales, y h losde


comisarios de stá distritos , paraqté todos
y cada uno contribuyan, por su Iskrte h' tan
importante objeto con todo "el
(lad y


prudencia posibles. Lo tendreis enten-
mol y nos avisareis el recibo de ésta carta
circular.• Dios os guarde. Madrid' 6 de mayo
de i8o8.-Es copia conforme al' original:
D. Cristobal Cos y V¿verós,
consejo.


.dota. Traduceion de la carta eirctílar ,
impresa erti el Monitor de 16 de mayo de


NUMERO
LVI-17.


.
Prolar)id del rey Carlos TV, eli , 8 de Map


dé 184..


En las actualds*.circimStancias extraordi,;
n
arias hé-Mos qUeriá6 dar' un uneVo testi-


m
onio de amor á nuestros amados va-,


sanos,
Cu.


ya felicidad ha sido (Inmute tocad
nuestro r


einado, el'objeto perpetuo de nues-:tras solic itudes. Por eso hemos cedido h pues,




( i8o
1rd aliado y amigo el emperador de Ios
ceses todos nuestros derechos 'á reynar en las
Españas , sobre lo qual hemos firmado y ra,
tificado un tratado, estipulando la integridad


independencia de las Españas, y la en:
servacion de nuestra santa religion , no solo
como dominante sino como única permi.,


En . su consecuencia hemos considerado
conveniente escribiros la presente para.que
oseonformeis con el tratado , lo hagais cono-


cer
y pongais todos los medios necesarios


para que se consigan las ideas del emperador
apoleon.. ostral la mas grande union y


amistad con los franceses y sobre todo. di-
rigid vuestros cuidados á- librar el reyno de
toda rebelion,- y de- todo-alboroto.


En la nueva situacion que vamos tener,


fijaréanos continuamente todas nuestras ob-
servaciones sobre. vuestro estado, y seremos
felices si llegarnos á saber que vosotrós ;es•
tais tranquilos y contentos,
Dado en cl palacio de . Bayona, que dicen del


gobierno
8 de mayo de 1808. — Yo elirei.


• Nata.
Traduccion de la, copia impres a. e


Monitor de 15 de mayo de 181 o.


C 181 )


NUMERO LIX.


de D. Mariano Luis de Urquija d D.Carta
Gregorio Carda ele la Cuesta, .capitan
general de Castilla la vieja , en 8 de maya
de 18o8.


Bilbao 8 de Mayo de 18o8. —Mi estimada
amigo: el. golpe fatal se ha dado ya. Recibo
una carta de Perez de, Castro, escrita en Irurs
antes de ayer, que copio á la letra — « Excmo.


Serior : mi antiguo venerado gefe y señor:
« Acabo de llegar de Bayona, y continúo
« mi viaje con priesa á, Madrid , dejando esta
« aqui para que se pase á esa con brevedad,.
« Me detuve pocas horas en Bayona, y en


ellas vi perecer á nuestro amado : merced
« á. la gravedad del. mal, y á la impericia de


los facultativos que le asistieron. Dios nos
saque ahora con bien, y tengamos la for-.


« tuna de impedir b o ro tos y de que no nos
« abismemos por lo que no ha estado en
w ncnoersttersaMuest a m.ano evitar. » Lo demas son frasesd


Me dicen, que el capitan de un barco (lile
llega ahora mismo de Bayona á este puerto,
ksegura que el Rey Carlos IV y sus hijos




(i3 )
han abdicado todos sus derechos en el empe,
s'actor para que los traslade á un hermane,
suyo, que ha de ser rey de Esparia. ¡Que
acontecimientos!


Quando supe que el rey Carlos 1V pasaba
por Vitoria, fui a presentarme á M. y 1.
ver si en medio de quando se mc habia
tratado en su nombre, habia conocido las ar,


con que se habia sorprendido su buena
y juicio para conmigo : Lc debia quantos


honores y dignidades tengo, y la gratitud es
el primor deber de un hombro de bien. Dixe
ir S. M. que en todas partes pocha contar con
mi persona y eterno reconocimiento : le vi
decidido á continuar el viagc á Bayona, y
dudó volver á verlo mas, ni á su familia en
España.


Por el recibimiento que me hizo S.
mc quedó duda do que aun ignoraba hasta
lo que se habia hecho conmigo. ¡Pero valí
mudado le halló ea su persona! conserva un
avrp noble ; pero agoviado por los males:
hasta . su fisico se ha disminuido : esta casi
desconocido , y todo me causó. el mas
-vo dolor: ¡Familia desgraciada!


!Que será ahora do España! Si hubiese
juicio en ella, verificado ya sin remedio este
zoipo fatal que partido no se podría sacar


( 185 )
recibir una nueva dinastía, dictándola leves
y pactos que creasen y asegurasen á. esta Da-
cio/1


su felicidad interior , con instituciones
tales que en breve tiempo ocupase en Euro-
pa el rango á que su situaeion geografica ,
las bellas calidades de su . suelo la convidan ?
pero quando recorro en mi memoria las con-
tinuas, infructuosas y destructoras guerras
con que nos hemos aniquilado durante siglos,
y el carácter nacional de ferocidad y bar-
barie, que por efecto de una vil esclavitud,
y negra supersticion , han hecho formar
los habitantes de Esparta, temo, y temo que
no nos sumerjamos cíe nuevo en otra guerra
exterminadora , y en mil abismos. En fin,
veamos que rumbo toma el emperador ; y
que es lo que hace esta desgraciada nacían
á la que han dejado huertana sus príncipes
que solo un milagro., por decirlo asi, puede
hacer ya volver,


Mi padre, á quien acábo de decir to-
do (en medio de que sabia mis terrores des-
de que volví de Vitoria, y de que su acci-
detate le tiene casi en un estado de insensi-
bilidad) ha quedado con tal estupór que me
pesa haberselo dicho. Sin embargo guando
ha sabido que escribía á Vmd., me ha en-
cargado memorias para nuestro D. Gregorio;b




( 3,84 )
para la seilora. Yo las repito. A Dios á Dios:


Sabe 'Vinci• que es suyo — Urquijo 7- Excmo.
sefior D. Gregorio 'de la Cuesta — á Valla-
dolid.


Nora. Esta carta y las otras dos que se pu,
blican del señor U rquijo , se hallaron en-va,
lladolid con otros papeles importantes, que
forman nade de mi coleceipn de manuscritos.


NUMERO Les.


Tratado entre el rey Fernando V17,y
perador Napoleon en Bayona „ á lo de


mayo de i8o8..


Siz magestad el emperado r de los france,
aes rey de Italia, protector de la confede-
y.acion del Rin , y su A. R. el príncipe de
Asturias, teniendo asuntas que arreglar en-
tre sí, han nombrado plenipotenciarios;
saber: su magestad el emperador de los fraw
peses, rey de Italia, al sefior general de
yision Duroc , gran mariscal del palacio,
su alteza real el_principe de Asturias


Juan Escoiquiz , consejero de Estad9


( i85 )
G.
C:, caballero gran cruz de la Orden


d' e Carlos Hl, los (piales despues de haber
cangeado sus respectivos poderes, han con-
venido en lc;s Artículos siguientes.


Primero : Su A. R. el príncipe de Asturias
adhiere 'a la cesion hecha por el rey Carlos de
SUS derechos al trono de España y de las :in-
(Has, en favor de S. M.'el emperador de los
franceses, rev de Italia, y renuncia en quanto
sea necesario los derechos que á la corona le -
pertenecen como príncipe de Asturias.


Segundo: S. M. el emperador de los frau,
ceses, rey de Italia , concede á S. A. R. el
príncipe de Asturias ; que tenga en Francia
tratamiento de Alteza Real, con todos los
honores y prerrogativas de que gozan los
príncipes de su familia imperial. Los descen-
dientes de S. A. R. el príncipe de Asturias Y
conservarán el título de príncipe , con tra-
tamiento de Alteza Serenísima , y tendrán
en Francia perpetuamente el mismo rango
que los príncipes dignitarios riel imperio.


Tercero : S. el emperador de los fran-
Ceses, 1 -


.ey de Italia, cede y dona por el pre,
sente tratado, en toda propiedad á. S. A. R,
el príncipe (je Asturias y sus descendientes
41 palacios, parques ; y tierras de la bacierl,


t




386 )
da llamada de Navarra, con los bosques de,
pendientes de ella , hasta la concurrencia de
cincuenta mil haranzadas ; todo exento del
gravamen de hipotecas, para que lo goce en
toda propiedad desde la firma del presente
tratado.


Quarto: La referida propiedad pasarál los
hijos y herederos de S. A.. R. el príncipe de
Asturias: en su defecto . á los del infante D.
Carlos, en el suyo á los del infante D. Fran-
cisco, y por último á los del infante D. An-
tonio. Se expedirá título y patente de Prín-
cipe al que heredare-dichos bienes,


Quinto : S. M. el emperador de los france-
ses , y rey de Italia , concede á S. Á. R. el
prineipe de Asturias quinientos mil francos
de renta alimenticia sobre el tesoro de Fran-
cia, pagables por duodecinws partes cada
mes para que la gocen S. A. R. y sus des-
cendientes ; y en falta de su descendencia di-
recta, sea para el infante D. Carlos, sus hijos y
herederos ; y Mando estos , el infante D.
Francisco y los suyos.


Sexto : Con independencia de lo estipula•
do en los artículos precedentes, S. M. el cm'
perador de los franceses , rey de Italia, Oil«
cede á S. A.. R. el príncipe de Asturias .501
renta de seiscientos mil francos sobre el te'


( 18 7 )
soco de Francia para que la goce durante su
vida. La princesa su esposa gozará la mitad
de dicha renta , en caso de sobrevivirle.


Septimo: S. M. el emperador de los
rey


fran-
de Italia, concede y garantiza h.ceses,


los infantes D. Antonio, D. Carlos, y D.
francisco, hermanos de S. A. R. el príncipe
de Asturias : primero el títuladeA/Icza Real,
con todos los honores y prerogativas quo go-
zan los príncipes de •su sangre. Los descen-
dientes de sus altezas reales conservarán el
título de Príncipe, con tratamiento de Al-
teza Serenísima, y tendrán en Francia el
mismo rango que los príncipes dignitarios
de imperio. 2.° El goce de las rentas de to-
das las encomiendas que tenían en España,
para durante su vida. 3.° Una renta alimen-
ticia de quatrocientos mil francos, para que
la gocen ellos y sus herederos en los tiem-
pos futuros perpetuos, con declaraciones de
que si los infantes D. Antonio, D. Carlos,
Y l). Francisco muriesen sin herederos,
posteridad


llegare á extino-irse
e -'-ene-er'




, p L _a
a S. A. R. el príncipe de Asturias


stisdescendientes
yherederos todo con «la con,


dieron de que sus altezas reales D. Carlos,
1(1 1),rU


• Antonio.
tratado


Francisco accedan al




( 188 )
Octavo': Este sera ratificado, y las tafia,


eaciones cangeadas á los ocho Bias 6 antes si
se pudiere. Bayona lo de mayo de 1808. —
Duroc. uan de Eseoiquiz.


Nota. Traduccion de la copia impresa en
el Monitor de 18 de junio de i8o8 y de 5 de
febrero de 181o.


NUMERO LXI.


proclama de Fernando VII, de su hermano.
y de su tio á x2 de mayo de 18o8.


D. Fernando príncipe de Asturias, y los
dos Infantes D. Carlos y D. Antonio, agra-
decidos al amor y á la fidelidad constante que
les han manifestado todos sus esparioles, los
ven con el mayor dolor en el cija sumergidos
en la confusion y amenazados de resulta de
esta , de las mayores calamidades; y cono,
riendo que esto nace en la mayor parte de
ellos de la ignorancia en que estan, así de
las causas de la conducta que' sus 040
han observado hasta ahora, corno de los,
planes que para la felicidad de su Oiría


( 189)
to„ va trazados, no pueden menos de procti
yac darIcs el saludable desengaño, de que'
necesitan, para estorbar su execucion, y al
inismo tiempo el mas claro testimonio del
Ocia que les profesan.


No pueden en conseqiiencia dexar de ma-
nifestarles, que las circunstancias en que el
príncipe, por la abdicacion del rey su padre
tomó las riendas del gobierno ( estando znu-
chas provincias del reyno y todas las plazas
fronterizas ocupadas por un gran número de
tropas francesas y mas de sesenta mil hom-
bres de la nacion , situadas en la Corte y sus
inmediaciones, con muchos datos , que otras
personas no podían tener) les persuadieron
que ._rodeados de-escollos, no tenían mas ar-
bitrio que el de escoger entre varios partidos
el queproduxese menos males ; y eligieron
como tal:el de ir k,Bayona.


Llegados sus altezas á. dicha ciudad , se
encontró impensadamente ele príncipe (en-
.lonces rey) con la novedad de que rey su
padre habia protextado contra su abdicaciou,
pretendiendo no haber sido voluntaria. No
habiendo admitido la corona sino en la buena
te de que lo hubiese sido, apenas se aseguró
de la existencia de dicha protexta, guando
tsu r


espeto filial le hizo devolverla; y poco.




( roo )
despues el rey Su padre la renunel(5 eh gtt
nombre y én el de toda su dinastía á favot
del emperador de los franceses, para que esté
atendiendo al bien de la nacion, eligiese 14
persona y dinastía que hubiese de ocuparla
en adelanté.


En este estado de cosas considerando sus
altezas reales la situacion en que se bah] ,
las criticas cireünstancias en que se véi la
España, y que en ellas iodo es/iierzó de sus
habitantes , en favor dé sus derechos parea
seria no solo .1iho , y que s'olb
servirla para derramar ríos de sangre ;-ale-
gutar la perdida, guando menos, de una. graú
parte de sus provincias g y las. de tOda-S , sus
Colonias ultramarinas; haeirendese cargo
tambien de que será un !üernedio eficaeilhno
par, evitar estos males el adherir calla uno
de sus altezas de por Oen: quanto esté de su
parte á la cesion de sus derechos á aquel tro-
no, hecha ya por el rey su padre ; réfleÑio
pando igualmente, que el elpresade eure-
rador de los franceses se obliga en este Su`
puesto á conservar la absoluta independ en


-cia y • la integridad. dé la mobarqhíái'éti
hola como -de , todas' sus Colonias nitratiitli


-Das:, sin reservarse ni desmembrar la menor
parte- de sus dominiós1; h mantener


791 )
dad de la religion católica; las propiedades ;
las leves y los usos; (lo que asegura para mu-
ches tiempos y de Un modo inconstratable el
poder Y la prosperidad de la nacion española)


us altezas reales dar la mayor muestracreen s
de su generosidad, del amor que la profesan,
y del agradecimiento con que corresponden
al afecto que la han debido, sacrificando en
(junto está de su parte sus intereses propios
y personales en beneficio de los españoles y


-adhiriendo para esto (como han adherido, por
un convenio particular ) 11. la cesion de sus
derechos al trono; absoltiendo cz los españoles
de sus obligaciones eiz esta parte; y exortan-
dales (como lo hacen) h que Miren por los
intereses comunes de la pátria, mantenien-
¿ose tranquilos esperando su _felicidad de las
sabias disposiciones y del poder del empera-
dor Napoleon ; y que prontos h conformarse
Con ellas, crean, que darán a su príncipe y
á ambos linlanies el mayor testimonio de sulealtad,


asi como sus altezas se lo dan de supa
ternal cariño, cediendo todos sus derechos,


(Ylieelhliov7,si da aàinldao-s
que es éliecso, porobjeto :de‘ers'sus deseos


.—Burdeos
de mayo de 18o8.


711(
(,'arios


4ni0771.0.
Nota. Es copia de la qu'e imprimio Escoi-




quiz en el apendice de su obra infituládd
Idea sencilla. Pero el ditipeño que este autor
formó de persuadir que « á los ojos del lector
«


mas lerdo era una protesta contra la vio_
« lencia , y una exortacion para animar. a. los




españoles a la guerra » es el. mas temerá.:
rio que puede caven en el humano entendi..
miento. ¿Qual podria ser el lenguage demi
soberano para exortar á la paz si se indica
.la guerra con el de ésta proclama. Fixese lá
consideracion en la fuerza de las expresiones
designadas con letra bastardilla y diga el
lector mas lerdo (excepto solo Escoiquiz )
si hay cabeza bien organizada, que pueda
conformarse con la explicar ion del autor de
la Idea sencilla. Los hombres sensatos impar-
ciales conocen bien que Escoiquiz no se acor-
dó en Burdeos dia 12 de mayo de i 8o8, de te-
ner semejante intencion , ni de aplicarle tal
sentido, y que si esto fuese posible, resulta•
ria mas ignorante y mas necio por las expre
siones de que se valia. La verdad del hecho
es, que la interpretacion actual de la procla-
ma es discurrida despues ele los grandes
acontecimientos inopinados. Se ha olvidado
Escoiquiz de haber escrito desde Bayona
contrario ? Su carta decia en substanc ia :


asunto Iza acatado mal; Mero por lo 7.012


( 1 93 )
tio a la España, esta puede aun ser feliz
si Se conjOrma con lo que por último se ha


aunque con justo dolor. » Tal vez exis-hecho
tira la carta, y me alegraría tenerla en mi
poder ahora, como la tuve en mis manos para
leerla y la leí por mi mismo en una casa de
la calle del Sacramento el dia 20 de mayo
de 18°8. El tiempo dará tal vez proporciones
de justificar la opinion de Escoiquiz en aquel
tiempo, aun mas claramente que ahora. No
ha de llegar algun día en que la verdad y
la justicia triunfen ?


NUMERO DM.'


Exposicior, de la Junta suprema de gobierno
de España al emperador, en 15 de mayo
de 1808.


Señor : Los que se hallan colocados por la
suerte en lo mas interior del gobierno en cir..
curistancias críticas y que han procedido siem-
Pre corno, buenos y fieles vasallos, pueden ydeben


-manifestar su opinion guando se tratade la felicidad de su nacion.
Con


vencidos nosotros .e que la posicion
2, x 3




( 1 94 )
de España y todos sus intereses se unen
esencialmente con. el sistema político del jrn,
perio que Y. M.1. gobierna con tanta gloria,
creemos que la mas grande prueba de amor
que nuestros soberanos han dado á la Nacion
española, es la de laber fundado sus últimas
determinaciones sobre un principio que es
evidente por si mismo, y confirmado por una
larga serie de acontecimientos políticos.


No haya mas Pirineos. Este ha sido el voto
constante de los buenos españoles ; porque
no puede haber Pirineos guando los intereses
son los mismos , guando la confianza es reci-
proca,y guando cada una de las dos naciones
consigue tener en un mismo grado el respeto
de su independencia y. de su dignidad.


El intervalo de tiempo que debe correr
hasta una epoca tan feliz no podrá ya ser
largo. Y. M.1. que preved todo, executa
tarnbien con la mayor prontitud. Y. M.
querido dejarnos, ni aun ahora con alarmas,
pues ha escogido para el -gobierno provisional
de la España un príncipe preparado . y for-
mado para el arte de reynar en la grande
escuela de Y. M. En medio del choque-de
las pasiones mas violentas, éste príncipe ha
conseguido calmarlas por su moderacion
por la sabiduria de sus providencias. ¿Que


( 1. 95 )
le deberemos esperar de sus virtudes ahora


zque todos los españoles se reunen para tribu-
tarle los homenages de ad miracion á que tiene
Untos derechos, y para contribuir al objeto
de los esfuerzos que el consagra á nuestra


felicidmad?La onarquía española ocupará de nuevo
el rango que le pertenece entre los estados
de la Europa guando se vea unida por nuevo
pacto de familia á su aliado natural , cuyo
poder es tan grande. 9ualquiera príncipe que
V. M. nos destine entre los de vuestra au-
gusta familia, nos traerá con esta sola circuns-
tancia la garantia que necesitamos : pero la
España puede reclamar un privilegio que
ninguno de los paises aliados de Y. M. tiene
derecho á disputarle. El trono de las Españas
se eleva á la mayor altura : las relaciones
con la Francia que le da la reciprocidad de
tantos intereses , son de una importancia
proporcionada t la extension de sus posesio-
nes. Por eso parece que su trono está
mando al mayor de los augustos hermanos de
V. 3.4.1. Por otra parte es un feliz presagio
que el órden establecido por la Nacion se


tan de acuerdo con los sentimientos de
respeto y admiracion que las virtudes del




( 1 96 )
príncipe indicado y la sabiduría de su gobierno
nos tienen ya inspirado.


El,consejo de Castilla ( cuya prudencia
ofrecido 'a estos principios todo el apoyo que
la misma prudencia debía darles) se une al
voto de la Junta suprema de gobierno.


Dios colme de prosperidades á.V.M. I, y R.
Madrid 13 de mayo de i8o8. — El marques
Caballero. —Frey Francisco Gil. — Conzalo
Ofarril. — Miguel Josef de Azanza. —
Arias Mon. — El marques de las Amarillas.
El duque de Granada de Ega. — Sebastian
piñuela. — Bernardo Iriarte. — El conde de
Casa - Valencia.


Nota. Traduccion de la carta impresa en
el Monitor de 18 de junio de 181o.


NUMERO LX.III.


Exposicion de la pilla de Madrid al gran
que de Berg , en 15 de mayo de ,8o8.


Mon señor : La villa de Madrid ha sabido
que sus augustos soberanos han puesto la


'97 )
corona de España en las manos del gran Na-
poleon, y que la Junta suprema de gobierno


congo el consejo de Castilla) ha diri-(
«ido sus votos á S. y R. para la felicidad
de estaynonarquía considerandola como cier-
ta si S.M. I. y R. se digna poner la expresada
corona sobre las sienes de su augusto her-
mano Josef Napoleon, rey de Napoles.


illonsefior : Esta villa distinguida por su
obediencia y amor k sus soberanos, deseando
la felicidad de los pueblos de su distrito, no
puede excusarse de unir su voto k los de la
Junta suprema de gobierno y del consejo deCastilla, suplicando h vuestra alteza tenga la
bondad de hacerlo saber al emperador, si lo
considera conveniente.


La villa aprovecha ésta ocasion para tener
el honor de renovar á, V. A. I. y R. los home-
nages de su respeto y obediencia. Madrid i5
de mayo de 1808. Pedro de Mora y Lomas.El marques de Perales.—Rafael de Reynalte.
Juan Castañeda — Pedro Perez R oldan. —j
uan Xaramillo. — Mariano Buan. — Miguel


Pio Vicente. — Juan Ramon Matute. — Ma-
riano de Blancas.— Fernando' Gomez Lo-
zano . — Manuel Gonzalez Montaos. Ma-tías Bayo. Francisco Fernandez de ..




` Juan de Matia y Satini. — Mateo de Nor-




( 1 98 )
zagarai. — Por la villa de Madrid : Angel
Gonzalez Barreiro.


Nota. 'fraduccion de la copia impresa
en el Monitor de 18 de junio de 18 1 o. ¡ Que
contraste entre esta cxposicion y el renombre
de heroica, dado por Fernando VII Ila
de Madrid ! ()t'al fue la heroicidad ?
del dia 2 de mayo de 1808? El tiempo de..
positario de las verdades , hará conocer guan-
do cese la reaccion de hoy, que Madrid fue
pueblo heroico. porque detestó el necio,
impotente, y pernicioso levantamiento de la
mas intima y viciosa plebe contra unas fuer-
zas inmensamente superiores. Madrid (esto
es, la gente principal, y juiciosa que compo-
nia el verdadero pueblo de Madrid ) fue he-
roico, no solo guando escribio la exposidon
copiada en este número, sino guando despues
hizo cosas mayores del propio genero en di-
ciembre de 1808, enero y febrero de 1809
porque asi salvó sus casas y personas. Iloy
seria menos que Zaragoza en caso contrario.
Los que reputen aquella conducta como pe
heroica, creerán que Madrid necesita de dis-
culpas, y que las tiene &lel justo temor de
mayores males. Sea en hora buena. 1°'
refugiados en Francia no estarán en ígull
caso ?


( 199)


NUMERO LXIV.


Carta de Fernando VII al emperador Na--
poleon , en i8 de mayo de 1808.


Señor mi hermano : Mis amados tio y her-
nianoy yo hemos llegado á las once de la ina-
iiana de hoy felizmente á esta residencia en que
mon señor el príncipe de Benevento, y la prin-
cesa nos han demostrado el mayor deseo de
complacemos.


Yo me apresuro á comunicarlo h V. M. I.
y R. como ho enage muy debido y conforme
totalmente á los sentimientos de mi corazon
para con la persona de V.M. y R. Los in-
fantes, mis amados tio y hermano, experi-
mentan igual sensacion. , y me encargan que
sea yo el organo de comunicacion á V. M.


Yo ruego h V. M. I. y R. que viva bienpersuadido de ésta verdad, y crea que soy
con la mas alta consideracion de V. M. I. y R.
buen hermano. Fernando. — Valencey 18
de mayo de 8o8.


-111:01a. Traduccion de la copia impresa en
el Monitor de 5 de febrero de 1808. Esta y
Otras cartas del rey Fernando VII eran yo-




( 200 )
1untarias , sí atendernos 'a que nadie les pedía
tales actos, equivalentes á ratificaciones desu
tratado del dia. 1o, y de su proclama del
dia 12. D. Juan Escoiquiz añade que el
mismo rey fue quien (por opinion propia y
sin consejo de sus servidores) determinó acce-
der i las cesiones hechas por Carlos IV.No
soy capaz de decir que Fernando VII dejó
de hacer bien. Conozco que tenia razon para
lo que hacia. De lo contrario podio) peligrar
su vida, la de su hermano, y la de su tio.
Pero es injusto , inhumano, y contrario al
derecho natural y divino que se reputen .ino.
rentes los que hicieron cosas mayores ; y cri-
minales los que no llegaron á tanto.. Si aque-
llos tedian á las circunstancias , tambien
estos. Cada uno de los refugiados ha pro-
cedido segun las concurrentes con su per-
sona, y creyendo proceder bien. El exito final
no debe influir en la calificacion.


( 201 )


NUMERO LXV.


Carta del cardenal Borbon, arzobispo de
Toledo al emperador en, 22 de mayo
de 1808.


Señor : La cesion de la corona de España
q ue ha hecho á, V. M. 1.y R. el rey Carlos IV
mi augusto soberano , y que han ratificado
sus altezas el príncipe de Asturias, y los
infltntes D. Carlos y D. Antonio me impone
segun Dios la dulce obligacion de poner á
los pies de V. M. I. y R. los homenages de
mi amor, fidelidad y respeto. Dignese V. M.
de reconocerme por su mas fiel subdito, y
comunicarme sus órdenes soberanas para
experimentar mi sumision cordial y eficaz.


Dios guarde á V. M. 1. y Real muchos
años para bien de la iglesia y del Estado.
Toledo 22 de mayo de 1808. Señor á L. P.
de V. M.I. y R. su mas fiel subdito Luis de
-t


orbon, cardenal de Escala, arzobispo de
Toledo.


Nota. Traduccion
e" el Monitor de 18
aqui Un procedimento


de la Copia impresa
de junio de 1810. He
bien oficioso del car-




1


( 202 )
denal Borbon. Dirán que se lo dictaren y lo
firmó. Sea en hora buena. Los que le gober_
naban , le hicieron decir que Dios le imponía
Za obligacion de someterse al emperador.
cabildo siguió esta doctrina. Se le mandó de.
clarar la vacante de la mitra por renuncia in.
terpretativa en virtud del abandono volun-
tario del arzobispo y su viage á pais enemigo
contra su promesa jurada ; y el cabildo obe-
deció. Se mandó á sus capitulares jurar la
constitucion y al rey Josef, y juraron. Diran
ser sin embargo inocentes habiendo hecho
todo fundados en la opinion de que asi evi-
taban mayores males. Tendran razon : yo
califico de justa su respuesta. Pero porque
no ha de valer tambien á los refugiados? Estos
obraron fundados en esa misma opinion, y
con tan graves fundamentos que h cada paso
la comprobaban evitando grandes daños.
Se podian imprimir, y se itnpritnirán tal vez
algunas cartas en que el cabildo de Toledo
reconoce y confiesa esta verdad, y dá muchas
gracias por ella.


( 203 )


NUMERO LXVI.


Proclama de la Junta Suprema guberna-
tiva del Reyno de España en 3 de junio
de t 8o8.


Españoles : La Junta Suprema de gobier-
no, compuesta hoy de los primeros magis-
trados de la nacion , Os dirige la palabra para
disipar los errores que la malignidad y la
ignorancia procuran acreditar y propagar
entre vosotros; errores funestos y capaces de
producir males incalculables , si la autori-
dad suprema no se esfuerza para destruirlos
en el momento mismo de su nacimiento.


La Junta se promete que los que han es-
cuchado con respeto en todos tiempos y oca-
siones la voz de sus magistrados, no mostra-
rán menor sumision guando se trata de ase-
gurar la felicidad del estado para siempre,
si los ciudadanos se unen h las autoridades ;


de acarrearse ellos mismos la ruina de la
patria si se entregan á las agitaciones en que
los enemigos eternos de la gloria y prospe-
ridad de la naciou española procuran pre-
cipitarles.


&I, el momento en que la España (país




( o4 )
favorecido por la naturaleza, pero empobre.
cido , decaido y aun envilecido á los ojos
de toda la Europa por los vicios y desórdenes e
de su gobierno ) tocaba la epoca de su total
aniquilacion ; guando los esfuerzos mismos
que habian podido hacerse para reanimar las
fuerzas abatidas, no habían conseguido sino
agrabar los males y precipitarla en nuevas
desgracias ; en fin guando no había esperan.
zas, nos ha ofrecido la providencia un medio
capaz, no solo de preservar la paria de su
total ruina, sino aun de elevarla al grado de
felicidad y explendor á que no ha llegado ni
en las epocas mas brillantes de su historia,


Por una de las revoluciones politicas que
solo admiran á quien no observa los aconte-
cimientos que las preparan , la casa de Bor-
bon , desposeida de los tronos que ocupaba
en Europa, acaba de renunciar al de España,
único que poseia.


Despues de haber reducido la Nacion al
ultimo grado de decadencia ; privados los
Borbones del apoyo que hasta entonces les
habian ofrecido las otras ramas de su familia,
é imposibilitados de conservar ]as relaciones
que anteriormente les unían con la Francia/
estaban privados de medios de mantenerse
sobre un trono que todas las mudanzas 50'


( 205 )
brevenidas en el sistema político les ponían


la necesidad de abandonar.
en El príncipe mas poderoso de la Europa ha
recibido la renuncia de los Borbones, no
para incorporar nuestro territorio á. su im-
perio ( que ya es muy extendido ) sino para
fundar sobre nuevas bases la monarquía es-
pañola, haciendo servir su poder irresistible
para que tengan efecto todas las reformas
saludables que hace tantos tiempos estabamos
deseando.


Con este objeto ha llamado cerca de su.
augusta persona los diputados de las ciudades,
de las provincias y de los cuerpos munici-
pales del Estado para consultarles sobre las
leyes fundamentales que deben garantir la
autoridad soberana y la fidelidad de los sub-
ditos. El colocará la diadema de España en
la cabeza de un príncipe generoso que sabrá
conciliarse todos los corazones por la dulzura
de su caracter. El descubrirá medios que nín-
gun otro porfia tener, y reintegrará pronta-
mente it la España en el rango perdido por
sola la debilidad de los príncipes que la han
gobernado hasta ahora.


Quando el aurora de nuestra felicidad
comienza á amanecer seria posible que
-unos hombres, incapaces de medir las alturas




• 206 )


tie los destinos que se nos preparan, los que
aspiran al titulo honroso de verdaderos es,.
pañoles y de amigos sinceros de su patria
procurasen seduciros y entregarnos á todos
los horrores de una guerra civil en el mo-
mento mismo en que el herp e que debe ser
el objeto de nuestras bendiciones presentesy
de la admiracion de los siglos futuros, se
ocupa todo entero en la execucion de los
proyectos que ha concebido para la felicidad
de la España?


Ciertamente la Junta de gobierno no debia
recelar tal extravio de unos españoles tan re-
comendables por su patriotismo ; y sin em-
bargo sufre el dolor de saber hoy que algu-
nas personas conducidas por 1111 zelo indis-
creto y por escrupulos de una fidelidad mal
entendida, inducidas por otras en error acerca
de los verdaderos intereses (y mucho mas por
los agentes secretos de una nacion, enemiga
de la prosperidad del continente por sistema)
han llegado h, extraviar una parte de los bue-
nos habitantes de algunas provincias, y de
sembrar en ellas las semillas de scdicion y
motines.


Valerosos españoles: ¿ Os dejareis seducir
por sus promesas engañosas? ¿ Querria is ve'
nir áser las ictimas de un error tan funesto?


( 207
)


La generosidad de vuestros sentimientos de
que se abusa ¿ debe ser la que produzca
vuestra total perdida y la de vuestros bie-
nes y familia ? ¿No conoceis que los que se
hacen apostoles de la rebelion en circunstan-
cias tan delicadas y os aconsejan la deobe-
diencia á vuestros xefes, son los verdaderos
enemigos de vuestra pátria? ¿ Podrian res-
tablecer h vuestros antiguos monarcas? Estos
se hallan fuera de la España ¿ Que deben
ellos mismos esperar de vuestros impotentes
esfnerzos ? ¿ Quereis defender las leyes de
que pensais depender vuestra felicidad fu-
tura ? ¿ Pero quien piensa destruirlas ? Al
contrario ¿no trata de restituir h. la Nacion
la posesion de su antigua libertad y primitiva
constitucion ; felicidad que pocos Bias hace
no podia esperar ni se le hubiera permitido
pensaren ella? ¿Que pretendéis pues vosotros
habitantes de las provincias por un extravio
del entendimiento ? ¿ Quereis atraer sobre
vosotros todas las calamidades de la guerra,5destrozar vuestros campos, quemar


-1i'
uestras


ci
udades y arrasar vuestras casas ? ¿ Creeis


que un levantamiento tumultuoso de habi-
tantes valientes, pero indisciplinados, sin
r
etes, sin dinero , sin almacenes, sin viveros y


lin municiones podrá resistir i3.. los exércitos
,---------,,,


• 4 Li ( <1,„4(


.•.f.




( 208 )
aguerridos , y h los soldados envejecidos
la costumbre de vencer?


La Junta se lisongea todavia de que rete,
:llenareis sobre las fatales consecuencias que
producirian infaliblemente vuestros primeros
pasos , si por desgracia una obstinacion
sensata os impidiese volver prontamente al
camino de la obediencia y del verdadreo
patriotismo que un momento de error os ha
hecho abandonar.


Para convenceros , que el único deseo de
la Junta es desengailaros, y que el príncipe que
la preside, y el etnperador de los franceses (en
cuyas manos está nuestra suerte) no tienen
otra idea que la de proporcionar vuestra fe-
licidad, quiere la J unta 'laceres saber las in-
tenciones del nuevo soberano que viene á
gobernarnos. Escuchad, y juzgad vosotros
mismos.


Las cortes, éstos antiguos garantes de nues
tras libertades, y de nuestros privilegios, van
á restablecerse con mejor constitucion y ma-
yor poder que tuvieron en tiempo alguno.
Las habrá de tres en tres años por lo menos;
y ademas siempre que las ocurrencias de la
nacion dicten ser necesarias.


El gasto anual de la casa real será redu-
cido á cantidad fija : la que se le asigne 5°'


( 209 )
bre el tesoro real no llegará h la mitad de la
que ha sido y no se autnentará en lo su-


ceiis ,a";eligion católica será exclusiva en Es-,
pana; y no se tolerará ninguna otra.


En fin , la junta de gobierno tiene pode-
rosos motives dq. esperar que .la contribucion
personal impuesta para la presente guerra se
disminuirá notableMente por las mejoras que
el nuevo gobierno se propone hacer en el
modo de percibir, y porque la situacion mi-
litar y politica de la Europa , exigiendo los
mas grandes esfuerzos para aumentar la ma-
rina, permitirá disminuir el exército de tierra.


Agregad á esto que se liarán gradualmente
reformas útiles en todas las partes del go-
bienio: Se restablecerá el crédito público: La
deuda del tesoro será consolidarla y extin-
guida en pocos arios : La ztdministracion
la justicia se hará por reglas inalterables: La
autoridad soberana no podrá suspender el
curso de los procesos : La agricultura se faL
mentará :El comercio y la industria toma-
rán nuevo vigor : La poblacion crecerá : El
exéreito y la marina volveriín á su antiguo


todos
medios de asegurar la fe-


zaecni dio.mr,a3m:: se. emplea
capaces
: rán al asegmismo tiempo


l


14




( 210 )


.Considera d ahora si -será interes vue stroCS ro o
tomar las armas para' destruir la obra que
debe consolidar vuestra Felicidad, y 1.a de vues
troslijos y nietos ; y si los que encienden aho.
ra entre vosotros el fuego de la sedicion , SOR
verdaderos españoles y amigos -de su phtria.
Pues ello es cierto españoles: tal ha de ser
la suerte que se os prepara si conservais la
tranquilidad y el buen órden; si os unís á
vuestro gobierno y á vuestras autoridades
locales. Animados todos del deseo de hacer
el bien , estais -proximos al momento de ser
felices: -pero si despreciais este aviso saluda-
ble de la Junta de gobierno , temed la justa
cólera de un monarca , tan severo guando
castiga la obstinacion inutil y ciega, como
:generoso y pronto á perdonar ún momento
de error.


¿Ignorais que han entrado ya en España
exéreitos franceses muy numerosos? ¿"No sa-
beis que se acercan á nuestras fronteras otros
-no menores? Las provincias que no cresta-


Ilezean al instante el buen órden, serán oco-
.padaS por tropas francesas, y tratada s -coa
todo el rigor de las leyes militares. Ya el Lu-
gar-teniente general del reyno halado órele"
nes de marchar muchas divisiones á castigar
los sublevados ; pero la J unta de gobierno ha


( 211 )
querido substraer de los peligros inevitables,
las provincias en que se ha cometido algun
desórden : ha intercedido por ellas , y- aíre,.
sido en su nombre que reconocerán su error,
V vivirán tranquilas. S. A.I. y R. se ha :dig-
nado acoger con bondad estos ruegos : ha
suspendido el castigo de los culpables; pero
éste será terrible si las insinuaciones pérfi-
das de los malos pudieren mas en el espí-
ritu de los españoles, que la voz paternal
de sus magistrados , de sus ministros , y de
todos sus gefes supremos; militares y civiles.
Madrid de junio de 1808.


D. Sebastian Phi uela , consejero de
.
Esta-


do, ministro de Gracia y Justicia.—D. Gon-
zalo Ofarril, consejero de Estado, ministro
de la-Guerra.— El marques Caballero, con-
sejero de Estado ,jgobernador del consejo de
Hacienda. —.El marques de las Amarillas,
consejero de Estado, decano del consejo de
la Guerra D. Pedro Mendinueta, conseje-


Estado, teniente general de los reales
exércitos.— D. Arias Mon y Velarde, deca-


goblel cloque .1interino
Granada,


teri del consejo do Cas-
presidente


delentrio:I.In'I‘'(.1s :.Tc ejo de Ordenes. — D. Gonzalo Josef de
Vilches, individuo- del consejo y de la Cá-
nlara de Castilla.—D. Josef Navarro y Vi-




( 212 )
dal; individuo del. mismo consejo , con ho.
nores de la Cámara. — D. Francisco xa_
vier Duran , individuo del consejo de Cas-
tilla. — D. Nicolas de Sierra, fiscal del con-
sejo de Castilla. — D. Garcia Gomez xara,
individuo del consejo de Indias. — D. Ma-
nuel Vicente Torres-cons ul , fiscal del con-


sejo de Hacienda. — D. Ignacio de. Alaba,
teniente general de Marina, in(livihuo del
consejo de ella. — D. Joaquin Maria Sotelo,
fiscal del consejo de la Guerra. —D. Pablo
Arribas , fiscal de la sala de alcaldes de Cor-
te. — D. Pedro de Mora y Lomas, corregi-


dor de •Madrid.


Nota. Tradnecion de la copia impresa en
el Monitor de 18 de junio de 1808. A vista
de tales anuncios, hechos de oficio por el go-
bierno del reyno ¿como pueden atribuirs e :t


los refugiados los males de la ? El avi-
so dado en esta proclama se despreció, y
las resultas fueron las que se anunciaban y


no podian ser otras; porque la guerra del
poderoso contra el necio indócil y sobervio


ja mas ha dejado de producir ruinas , incendios,
saqueos y violencias. Y hubieran sido mayo.
res sino por los refugiados


213 )


NUMERO LXVII.


Carta de D. Mariano Luis de Urquijo,
p. Gregorio Garcia de la Cuesta , Capi-
tan general de Castilla la vieja, en 6 de
junio de 1808.


Bavona.5 (le junio de 1808. —Mi estimado
amigo : La fecha de esta carta vá á sorpren-•
der ii Vmd. por ignorar como estoy aquí :
Sepa Vmd. que me han traido , no con pla-
cer mio , sino en virtud de tres mandatos:
He llegado ayer por la maiiana ; y aunque
estoy molido de visitas y conversaciones,
quiero aprovecharme de la ocasion que me
presenta la ida de una persona segura que
pondrá ésta en el correo de Vitoria , para
decir á . Vmd. lo que pasa.


Los reyes Carlos y Pknando , y toda la
familia real !labiau marchado hace dos dias,
para sus respectivos destinos. He visto y
hablado largamente al emperador , It quien
he dicho francamente mi opinion , pregun-
tado por S. M.


de que modo veia yo los ne-
gocios de España : pero ahora va nada tiene
remedio, y él, una vez la cosa hecha, no re-
trocede. Me ha preguntado que sensacion ha--




( 2 I
bia hecho la libertad del príncipe de la paz
y el 2 de Mayo ; le he contestado segun lo citi
yo pocha juzgar por lo que habia visto en
bao, y en la corta travesía hasta ésta


.


ciudad.
He sacado de todo, que S. M.1. se halla muy
mal informado del espíritu de España , y de
las cosas de esta nacion.


1-labia yo ya recibido la que Vmd. me es-
cribió desde Valladolid , y le leí aquellas li-
neas de que « las Castillas estaban tan pró-
« xinias al fuego, que h la menor chispa se.
« encenderia una gran hoguera , y que las
« gentes de corona (particularmente los fray.
« les) eran los mas atizadores. » Le mani-
festé que era de prevecrse por estos aconte-
cimientos una guerra con la Austria, y que
aun la Rusia tomase parte. S. M. trató de
disipar estos temores , y segun lo que yo pude
percibir de expresiones sueltas y aisladas,
me engaño mucho ó creo haber colegido
que ya desde Tilsit estaba acordado con esta
Potencia el destino de los tronos de España
y Portugal á príncipes de la familia imperial.


En quanto á los alborotos de España,me
ha dicho rotundamente que ea el estado en
que se hallaban los negocios se baria su con


-quista, ó particion , sino se conformaba
que su. familia rey pase en -ella :: que así o


.( 215 )
ria feliz; que S. M. no tenia otras miras etc. ,
e tc. La conversacion ha durado cinco horas:
conside re Vmd. quanto habrá hablado.


Sabía S. M. los consejos que di en Vitoria,
los quales no desaprobó; y sin lisongearme
demasiado, creo que entonces, tal vez la
cosa pudiera haberse remediado.


En la conversacion se extendió mucho
S M. sobre todas nuestras instituciones ; -so-
bre la poca seguridad que porfia darle-
casa de Borbon ; sobre su politica , igual h
la que tuvo Luis XIV, y la conveniencia que
trajo c España admitir el nieto de éste mo-
narca pues (estando antes en guerra perpetua
con Francia) en el siglo que ha durado esta
dinastía, .casi siempre ha estado en paz. No ba
omitido contarme los sacrificios , que desde
mi salida del ministerio ha hecho nuestra
corte, asegurando que los evitarla en ade-
lante, y que sin embargo no le daban aque-
llos seguridad. .11,,L; ha hecho una pintura poco
l isongera del gobierno de Carlos TV, y par-
ticularmente del príncipe de 'la Paz, y ha-
blando de Fernando y de las gentes que le
acompañaban , ha dicho cosas amargas.,


No sabia yo que se habia nombrado á Vmd.
Virrey de México; ni Vmd. podía saber-
lo guando me escribió, pero S. M. rue ha




1
( 216 )


informado de ello , y hablandome de nues-
tras indias « justo es ( me ha repetido varias.
« veces ) que traten con todas las Naciones;
« que sean libres ; y que tengan la unioa
« debida con la metrópoli ; pero que sean
« gobernadas de otro modo.»


Me ha significado que en la Junta que 'la-
bia convocado aqui , se tratará de todo esto:
que S. M. me habia llamado la primera vez
con ánimo de que yo la presidiese; pero que
habiendo venido el señor Azanza, ministro
de Flaci¿mda , nombrado por Fernando, y
con un bureau para presentar el estado de
ella , preferia ahora que fuese él , el presi-
dente, quedando yo de primer secretario ,
Second President de droit. Le he contestado
que para mí todo era igual , pues mis inten-
ciones no eran otras que las de coadyuvar al
bien de la España en lo que pudiese : Que
el señor Azanza era tina de las personas mas
beneméritas y respetables de España: que el
nombramiento de su presidencia agradaria
generalmente; pero que el no tener esta
Junta mision universal y auténtica de la Na-
cion , y celebrarse en pais extrangero era°
dos obstÉtcnlos para que se recibiesen bien
sus decisiones. A esto me ha respondido:
« Que vuestro Rey entre ya ligado con pav


(> 21 7 )
« tos , y despues en vuestras primeras cor-
« tes nacionales podreis extenderlos ¿ mo-


difica rlos. » En seguida me ha leido S. M.
un(Iifilproyecto de constitucion , sobre el que
habiendole hecho varias observaciones, me
ha encargado un trabajo.


Me ha hablado de haber nombrado al ami-
go Mazarredo ministro de Marina ; que con-
taba con que el rey su hermano escogerá para
el ministerio lo mejor que hubiese en Es-
paña. , y que se contaba sobre mí: Vmd. me
conoce, y sabe que no quiero ser nada, can-
sado ya de sufrir, y previendo ciertas cosas;
pero témome que tendré que tomar una parte
activa, vais ,


He visto al duque del Infantado , y casi
con las lágrimas en los ojos me ha confesado
en presencia de Fernaa-Nuñez , que si me
hubiera ereido, no estarían las cosas como
estar: Se me ha quexado amargamente del
modo con que ha sido tratado ; le he dicho
que pues ahora la cosa no tiene remedio, me
manifestase francamente, si él v todos los
de


su clase querian entrar en este órden ,de
Cosas;


quitar todo \pretexto al proyecto decon




quista;
y asegurar con pactos solemneslos d ,


e
reehos del pueblo español con la nueva


D inastía, et cayera; pues quesi no, cada uno




( 31 (J. )
Escribame Vmd. quanto quiera que yo


enserie, y sea para el bien general, y sepa-
radamen te lo que Vinci. crea conducente
para mí. Basta ya de carta. Vmd. concebirá
todo lo denlas que omito : cuidese Vmd.;
mil cosas á. la señora ; y es siempre su yo —
Urquijo. — Excmo. Señor D. Gregorio de la
Cuesta — á Va Ilado I id.


Nota. Estas cartas y las otras dos que se pth.
blican del mismo Urquijo se hallaron en Va-
lladolid con otros papeles importantes van-
do láltci el general Cuesta, y componen par-
te de la coleccion de mis manuscritos.


NUMERO LXVIII.


Declaracion del emperador Napoleon nonz-
brando al rey de .1Vapoles para rey de Es-
paña, en 6 de junio de i8o3.


Napoleon, por la gracia de Dios , empe-
rador de los franceses, rey de Italia, pro-
t
ector de la confederacion del Rin: á todos
los que vean estas letras salud.


Ilab iendonos hecho saber la, Junta de Es-


( 218 )
tomará su partido y se iría, <S baria otra cosa
porque yo con disensiones nada queda: Re
observado que hasta se ha ofendido de mi
duda; y me ha dicho, que sin embargo de
habersele ofrecido permiso para ir á viajar,
se había quedado porque quería servir y ser
iitil: me ha asegurado que todos los de su
clase pensaban lo mismo : y en efecto, un
rato en que fui anoche á visitar al príncipe
de Neuchatel , encontré en su casa al duque
de Hijar, y otros que estaban muy conten-
tos, y todos en animo de servir. Me ha ha-
blado Infantado de bases de constitucion, y
en cosas muy esenciales , estoy de acuerdo
con sus principios. En fin, pasado lo pasado,
yo espero que podrá asegurarse la nación
con buenas instituciones, y que tendrá en lo
sucesivo seguridad y consideracion por la
Francia; que no hará unas exacciones tan
escandalosas ; y que podremos salir menos
mal de una tempestad que ni Vmd. ni yo,
ni otros muchos hemos causado.


Creo que Vmd. debe quedarse por acá,
pues despues.de lo que ha trabajado y sdo--
do, es dura cosa emprender viages
rica. Tal vez el general Alava los baria con
mas gusto , y puede pensar en él el rey, (111°
dicen llegará pronto.




( 120 )
talo, el consejo de Castilla, la villa de Ma-
drid, y otros por medio de sus exposiciones,
que el bien de la España exima poner pron-
tamente fin á su interregno, hemos resuelto
proclamar (como proclamarnos por medio
de las presentes letras) rey de las :Españas
y de las Indias, á nuestro muy amado her-
mano Jose Napeleon , rey actual de Napo-
les y de Sicilia.


Salimos garantes de que el rey de las Es-.
pañas gozará la independenciay la integri-
dad de sus estados en Europa, .A.frica , Asia


América. •
Encargamos al Lugar-teniente general (lel


reyno , á los ministros, y al consejo de Cas-
tilla , hacer expedir.y publicar la presente
proclamacion en la forma acostumbrada, á
fin (le que ninguno pueda alegar ignoran.cía.
Dadas en nuestro palacio imperial de Bayo-
na, á 6 de junio de 1808. — Napoleon.


Nota. Traduccion de la copia impresa en
el Monitor de 18 de junio de 1808.


11,......n•nn•,,••••••••••••n•••• n
•....


( 221 )


NUMERO LXIX.


Arengas hechas al rey .Tosef por 0'1/47-entes
corporaciones españolas , en 7 d junio
de 180.


El duque del..1. 5yrantado en 1ZP107:,p de' los
grandes de España que estaban «z 3ayozza,
dixo lo siguiente. Señor : Presentandones


M., nos hallarnos penetrados.
de los mas


vivos sentimientos de aleo-ria..Los españoles
esperan toda su felicidad del revnado 4e Y. 31.,
La presencia de vuestra real persona en Es-
paiia se desea con ansia para fijar las ideas
conciliar diversos interesen restablecer el
&dm para la restauracion de la patria. Se-


: Los grandes de España en todos tiern-
po3 se han distinguido por su fidelidad para
con su soberano : Y. hallará en ellos la mis-
lila y el mismo afecto á su real persona. Reciba
V. estos testimonios de nuestra lealtad con


•..


aquella bondad de que ha dado tantas prue-
ba s Z.1. sus pueblos de Napoles, y cuya fama
ha llegado á nosotros.


D . orosef Colon, consejero de:Castilla, en
i' ombre de todo el consejo dijo lo que sigue.
El consejo de castilla, conocido por primero




2/2 )


entre los tribunales supremos de la acion
española , y representado por D. Manuel de'
Lardizabal, D. Sebastian de Torres, D.:19.;11,t
cio Martinez de Vilicla , y D. Josef Colon,
Decano .de esta diptitacion, 'tiene hoy el bo,.
nor de saludar i. V. M. manifestándole su
alegria del feliz arribo de V. M. á los brazos


imperio de su augusto ,hermano.
La inmensidad do gloria acumulada en su


persona ha obscurecido la de todos losIeroes
de la antiguedad; y la eleccion que ha hecho
de la augusta -vuestra anuncia, que V. M. está
dotado de las grandes calidades naturales que
sostienen los tronos y consolidan los cetros.


V. es la rama principal de una familia
destinada porel cielo para reynar.Ia la fumado
vuestras distinguidas virtudes pasó los Piri-
neos, y voló rápidamente á. nuestra pátria.
El rey no de Napoles testifica esta verdad , y
-


Suspirará por vos si tiene la desgraciado per-
deros.


Generosos españoles : no temais que vues-
, tra santa religion disminu y a su explendor:


ella será siempre en España la única y la do-
--minante en toda su pureza. La legiSlacion,
`los usos, las costumbres, y 'formas de estilo,
los tribunales , el clero, cuerpos nado:
hales se conservarán y mejorarán con grasa°


( 225 )
utilidad de la iglesia y del Estado. La s dife-
ren tes clases de la sociedad (que son las co-
lunas de toda monarquía en un órden


gerár-
<juico) serán mantenidas con sus:diferentes
privilegios. 1E1 pobre será aliviado del peso
d e


los tributos, y no se alterará la integridad
de los dominios públicos, ni de las propieda-
des particulares.


Si debemos esperar' del coázon 'paternal
de M. estos beneficios Quales habrán de
ser los deseos y votos del consejo de Castilla
en las actuales criticas circunstancias ? Su
falta de autoridad no es obstáculo para:que
forme éstos votos en favor de una nacion
siempre fiel á sus soberanos. Quiera el cielo
que sus deseos surtan efecto, y que V. M.
llegue á ser el mas feliz del universo , como
pedimos á Dios en nombre del supremó tri-
bunal que representamos.


D. Raymundo EtenhardCOnSejer0 de In-
quisicion en nombre de los diputados de los
co


nsejos de la Inquisicion , (le las Indias y de
Ii


acienda dixo lo que sigue. Los individuos
de los consejos de la Inquisicion , de las In-
dias y de Hacienda de España, residentes
ahora en esta ciudad , tienen el honor de ofre-
ber á los pies de V. M. el tributo d0


su res-Peto y veneracion, Felicitando h V, M. por




( 224 )
su arrivo, se felicitan á si 'mismos de ver


- en V. M. al soberano destinado para gober.
liar las dilatadas provincias de España, y se
presentan llenos de sentimientos de fideli_
dad y afecto ., formando votos .para que V. M,
encuentre su dicha en el seno de la pátria
que va it gobernar , produciendo la cl sus
Subditos, y elevando la España al grado de
prosperidad á que no dudamos puede llegar
con los •ausilios del genio y poder de su au-
gusto hermano el gran Napoleon.


El duque del Parque, en nombre del exér-
cito español pronunció el discurso siguiente.
Los generales y oficiales del exército Espa-
ñol que se hallan en Bayona , y componen
la diputacion militar nombrada por la asam-
blea general que va á reunirse, tienen el ho-
nor fde ofrecer á V. M. su respeto; y de ase.
gurarlc que tornan un vivo interes en las
felicidades de V. M. Las virtudes que adornan
su augusta persona, son bien conocidas en
todo el inundo sin necesidad de otro elogio


- que el de tenerlas .. .Nosotros aseguramos á
V. M: que .experimentamos una grande satis-
faccion en poner á sus pies los testimonios
de nuestra .sumision , y en admirar tau de
cerca al digno hermano del heroe de nuestro
tiempo. Damos el parabien á V. -,m,


por su feliz


( 225 )
río esta ciudad, y le deseamos todo genero
de prosperidades.


Nota. Traduccion de las copias impresas
en el Monitor de r8 de junio de 'Sol -


NUMERO LXX.


Proclama de los grandes de España y de
otros reunidos en Rayona, cc los españoles,
en 8 de junio de 1:808.


Amados españoles, dignos compatriotas
Vuestras familias., vuestras fortunas, vues-
tras propiedades, vuestra vida son para , no-
sotros tan estimadas y preciosas como las
mismas nuestras y quisieramos terreros it
la vista para desengañaros.


Nosotros hemos sido tan fieles y afectos h
nuestra dinastía antigua como vosotros, hasta
el térMino fixado por la providencia, señora
absoluta de las coronas y de los cetros. Los
mas grandes estados nos ofrecen mil exemplos1101 i


nfinito poder de la providencia en esta
'Parte; y nuestro pais mismo presenta bas-
tantes en su historia.


a.




( 226 )
Una obligacion irresistible, y un objeto


tan sagrado como el de vuestra felicidadalos
ha hecho dejar maestras casas, y venir á. las.
órdenes del , invencible emperador de los
franceses.


Os lo confesamos el aspecto de su gloria
y la vista de su peder pudo imponernos; pero
veníamos determinados á dirigirle nuestras
súplicas reiteradas para el bien general de
una monarquía, cuya suerte está necesaria-
mente ligada con la nuestra. ¿Mas qual ha
debido ser nuestra sorpresa guando S. M. 1.
y B. se ha anticipado it darnos testimonios
de benevolencia y de humanidad , tanto mas
admirables, quanto mayor es su poder? No
tiene otro deseo que el de nuestra conser-
vacion y felicidad. Si nos da un soberano
para que nos gobierne, no es menos que su
augusto hermano josef, cuyas virtudes ad-
miraban á sus anteriores subditos.


Si se ocupa de modificar y corregir nues-
tra legislacion antigua en algunos puntos,
en que era defectuosa, lo hace para que
nosotros vivamos conforme á la n'oil y


equidad.
Si • quiere que la hacienda pública se admi-


nistre con una organizacion nueva, es para


dar mayor vigbr it nuestra marina y nuestro


( 227
)


ército, de suerte que sean formidables h
nuestros enemigos, evitando gastos super-
finos, cortando los abusos de la administra-
cían , reanimando la industria nacional, des-
truyendo las trabas que paralizaban nuestro
comercio, y aliviando en quanto sea posible
los tributos que hasta ahora nos han estado
oprimiendo, y han destruido nuestra agricul-
tura y todos nuestros ramos.


En fin, conociendo vuestro afecto h la reli-
D'ion, y la lealtad de vuestro carácter nó quiere
encadenar el fervor de vuestro zelo religioso
y os asegura que conservareis, como vues-
tros abuelos, nuestra santa religion católica
en toda su pureza, siendo corno ha sido hasta
hoy la única y la dominante en todos nues-
tros reynos.


Y qual es la recompensa que el gran em-
perador de los franceses exige de vosotros
en circunstancias tan interesantes para toda


Nacion ? Que vivais tranquilos ; que cui-
deis de vuestros negocios, y de vuestras fa




milias; que no os abandoneis ciegamente ílos funestos desórdenes inseparables de lostu
multos é insurrecciánes populares; que


espereis con pacifica confianza las mejorasde v
uestra suerte y fortuna que hará el mo-


%arca virtuoso que nos ha de gobernar con




( 228 )
un afecto paternal inseparable de su bondad
experimentadas ya ,per sus vasallos.


Españoles dignos de mejor ,suerte : evitad
la terrible anarquiá que.os anaenaza refle-
xionad sobre vuestros peligx9s, los de viles_
tras familias, y de vuestros hijos..,¿ Que-fruto
esperais sacar deJas turbaciones fomentadas
por la malignidad y la incpuseqüencia ? Pro-
pietarios ricos que gozaisen paz los bienes y
las ventajas de vuestras familias que habeis
adquirido por los servicios, b por la industria
de vuestros padres— — . Honrados labradores
que remediais las necesidades de vuestras
mugeres y de vuestros hijos con fruto de
vuestro sudor .... Laboriosos , artesanos que
sois felices en vuestras casas guando osveis ro-
deados de las personas de vuestro _afecto ....
Industriosos comerciantes y- :fabricantes que
deseais conserva:re';producto do vuestras vi-
gilias y .economia.....„ Ciudadanos de .todas
clases que vivís tranquilamente con una
mediana, pero suficiente fortuna , devida it
vuestra conducta areglada .... Todos en fin,
considerad en que abismo •os pP.OPi-
tar si Os dejais seducir por .los que ePPitgl
vuestras inquietudes. E 04 , en Higo do
perdelr. todo en 4n momento : ¿Que podéis
esperor capaz de balancear u; os


( 229
)


jan grandes? ¿Que esperanza presentan á
nuestros ojos los que intentan que desobe-
dezeais á las autoridades del gobierno, y sa-
cudais el saludable yugo de las leyes ?


La anarquía es el mayor'de'les azotes que
Dios puede dar á los pueblos : mientras ella
reyna, el libertinage desenfrenado destroza,
abrasa, destruye , y desorganiza, todo : la
personas honradas son por lo coman las víc-
timas mas ciertág


. Un abismo de mates hace
abrir los ojos despues de los desórdenes : ¿ Y
que es lo que entonces se ve? ruinas y hor-
rores : la vista no puede llegar ¿.t. considerar
ni el fondo, ni los limites de este mar de ca-
lamidades.


Nosotros creeriamos faltar al afecto que os
profesamos come individnos de una misma
famillia , al amor de nuestra querida España,
y en fin i nuestras conciencias, sí no os ha-
riamos la triste pintura de los males que


osa
menazan : ella es triste sin duda, pero no


exagerada. ¿ y creeis que tan grandes males
lidad
sean los. únicos á que os exponen la indoci-


y la ins ubordinacion ? Ah ! , por for-tuna v
osotros no conoeeis quales sean loshor


rores de una guerra civil. La España ha
estado libre de este azote durante•ol -un si`


o,3 a pesar del que pa corrido,.no está acabada




( 250 )
de convalecer de las calamidades que sufrir
poi un motivo semejante en los primeros
años del siglo anterior. Ojala viviesen ahora
los que fueron testigos de aquella calamidad,
para que pudiesen hoy por su experiencia
preservaros de la que amenaza! Vosotros
provocais y vais á atraer contra vosotros mis,
mos tan horribles desgracias si no escuchais
la voz del gobierno , y despreciais nuestros
consejos fraternales. ¿ Y como podriais resis-
tir á las terribles fuerzas que se Os opon-
drian ? Ninguno disputa á los españoles su
valor : sabemos que sois capaces de hacer
grandes esfuerzos, de arrostrar los peligros
y de emprender hazañas 'grandiosas; pero
todo sera en vano guando os faltan la di-
rcecion , el órden y la conformidad. Las reu-
niones mas numerosas de tropas desaparecen
á la vista de un exército desciplinado, como
una nube de humo al primer soplo de los
vientos.


No : no os lisongecis de conseguir victoria
en esta lucha : es desigual, sino en quanto
al valor, á lo menos en quanto h los medios.
Tendreis que rendi ros por último; y entonces
todo se habrá perdido. Es necesario que O5
hablemos sin disimulo. La salud del Estad()
es ahora imposible si no nos reunimos todo$


( )
5 sinceramente y de todo corazon. al


:)
gobierno , y sino le ayudamos h la


eracion que prepara para la felicidad
de nuestra pittria.


Es cosa cierta que nosotros hemos llegado
huna situacion bien desgraciada. ¿ Pero quien
nos ha conducido h ella sino un gobierno
caprichoso , indolente 6 injusto h quien he-
mos obedecido por espacio de veinte años ?


y que es lo que nos resta por hacer? con-
formarnos con sumision y contribuir cada
uno en particular á que se organice un go-
bierno nuevo sobre bases sólidas que sean
la salvaguardia de la libertad de los dere-
chos y de las propiedades de cada indiduo.
Esto es lo que desea el invencible Napoleon,
que se ocupa de nuestra felicidad , y quiere
ser benemérito de nuestra pátria, v conser-
var en la posteridad el renombre de rege-
neractor de la España. No pongamos obstá-
culos á esta regeneracion, ni al gran bien
que
contan b


e resultar de nuestra union íntima
poderoso aliado. Tales son los senti-


mientos que han procurado inspiraros S. A.I.
Lugar


-teniente general del Ileyno, la Juntade gobierno y el consejo de Castilla, que sonlas primeras autoridades de la Nacion. Tales
s"


(ambien los que nosotros desearnos im-




( 253 )
el Monitor de 18 de junio de i8o8. A qui se
yé corno pensaban antes de la batalla de
Baylen todos los 'que firman. El mayor mi-
mero de ellos .ffiudó de opinion. No hay que.
culparles por eso. Hicieron . muy bien, si lo'Cl
Creían' útil á. la patria; pero no es justo re-
putar criminales á los que pensaron que la
verdadera utilidad de la patria estaba en con-
servar y sostener las opiniones primeras, y
en no contribuir á los males; que- sepreveiad


que con efecto se verificaron.


NUMERO LXXI.


Carta del marques de la Romana al prín-,
cipe de Pontecorbo , en 17 de junio de
1808.


A su alteza serenisima monseñor príncipe
'Pontecorbo, comandante en xefe del exér-


cito aliado en i.Dinamarca.


Monseñor: Contestando á la cada de V. A
de 14 del coriente ( que he recivido por me-
dio del señor Villemain) tengo el honor de
asegurar á V. A. que el xefe, general en se-


25-2 )


primir en vuestros corazones a fin de que


restituida la tranquilidad y restablecido el
Orden entre vosotros, espereis todo bien de
la poderosa y benéfica mano en que esta
puesta nuestra suerte.


Quiera el cielo que ésta sincera exhorta-
cion inspirada por el mas puro patriotismo
produzca el efecto saludable de reprimir los
esfuerzos de los sediciosos que procuran con-
moveros , y reynen desde hoy entre vosotros
la paz y la confianza . Bayona a


de junio
de i8o8.


El conde de Orgaz. Manuel de Lardi-
zabal. — Vicente Alcala-Galiano.— Sebas-
tian de Torres. — Antonio Romanillos. —
El duque del:lijar. —Elduque del infantado.
— El maques de Santa Cruz. — El conde de
Fernan-Nuñez„ duque de Montcllano, y del
Arco.—E1 duque de Osuna. — JoserColon.
— El conde de Santa Colorna y de Fuenclara.
—Ramon Etenard y Salinas.—Cenon Alonso.


Francisco Amorós. — Pedro Torres . —


Ignacio (le Teja
d


a. — Pedro de Porras . —


Andres de Herrasti. —Cristoval de Gongora.
— Luis Idiaquez. — El duque del Parqug.
— Domingo Cerbirio. — Pedro Cevallos.
Miguel Josef de Azanza.


Nota. Traduccion de la copia impresa.°




( 254 )'
gunido ; • todos los xefes cle cuerpos , los ofi-
ciales y los soldados , el intendente , el audi-
tor, el lugar-teniente de capellan mayor, en
fin todos los individuos pertenecientes h
division de tropas baxo mis órdenes estan de
acuerdo con migo ( segun resulta de la decla-
racion unánime que se conserva original )
para reconocer por rey nuestro y obedecerle
con la mayor fidelidad al príncipe que va á
reynar en España baxo los auspicios pater-
nales de S. M. el emperador dolos franceses
y rey del talia , estando (como todos estamos)
enteramente convencidos de las ventajas que
la España sacará de la nueva constitucion ,
asi como de la nueva dinastía que va 'a go-
ver/lada; por lo que esperarnos con las mas
grandes ansias el feliz momento de esta mu-
tacion.


Ruego á V. A. se digne asegurar h
y R. que en la division española reyna el
mejor espiritu, y la mas exticta disciplina: y
que todos los individuos, desde el primero
basta el último, estarnos dispuestos por ineli-
nacion , amor y respeto á obedecer las órdenes
de S. M. I. y seguir su voluntad en todas
partes y ocasiones , derramando para ello
basta la última gota de nuestra sangre.


Me torno tambien la confianza de suplicar


( 255 )
5 A. se sirva tener la bondad de presentar


M. I. y R. los .,
respetos mas afectuosos


con que todos los individuos de la division
cspajiola se unen.con migo para dar á S. M-
bgracias con el mayor reconocimiento por el,
inter-es que se digna tomar para la felicidad
de la España, y por todas las bondades que
su generosidad nos concede.


Tengo el honor, príncipe mio , de reno-
vares .don la mayor expresion los homenages
de mi sincero y respectuoso afecto. Nye7
bourg en Fionia , 1 7 de junio de 1808 —
El marques de la Romana.*


Nota. Copia sacada de la original que existe
y se conserva con todo cuidado como las
otras dos del mismo marques que se pu-
blicarán. Todo el mundo sabe quándo ,
Cómo , y aun porque motivos , y con que
esperanzas mudó de opiniones el marques
de la Romana.




( 236 )


NUMERO LXXII.


Arenga de la asemblea de españoles rem,
nidos en Rayona , pronunciada por :54
presidente al rey J'ose' . en 18 de junio
de i8o8.


Señor : Todo el mundo sabe qual sea el
importanle objeto para que hemos sido lla-
mados á esta ciudad por el augusto hermano
de V. M. el invencible Napoleon emperador
de los franceses y rey de Palia.


Establecer las bases de una felicidad du-
rable para nuestra amada pátria es el encargo
glorioso que se nos ha hecho. ¿-y- no será
obligacion nuestra presentarnos luego ante
nuestro rey, ?tefe de la Nacion española, cen-
tro de todas sus esperanzas, y protextarle
que en circunstancias tan memorables nos
dedicaremos con zelo sincero y ardor ida,
tigable á la obra que se nos ha confiado ?


Señor : Nosotros sentirnos en sumo grado
las divisiones y alborotos momentaneos que
agitan á algunas de nuestras provincias ; al-
borotos producidos por el error del vulgo,


( 237
)


qu e no reflexiona, y que es digno de com.
pasion guando vuelve de sus extravios.


Nosotros liemos hecho, señor, y liaremos
quanto podamos por restablecer lasiempre


tranquilídad y el buen Orden. Lo que hoy
importa mas, es saber que no se presenta


obstáculo alguno al cumplimiento de los de-
signios benéficos formados en nuestro favor
por el heroe incomparable que quiere grabar
su nombre inmortal en los corazones recono-
cidos de nuestra remota posteridad.


Cooperaremos ,señor, h. la execucion de este
designio y ayudarémos á V.M. con la lealtad,
fidelidad, y afecto que forman sin duda, nues-
tra mas agradable obligacion, guando V. M.
anuncia la gloriosa resolucion de no reynar
sino para hacer feliz la-España; resolucion
bien digna de un monarca, cuya fama hizo
ya que sea conocido en el universo como
modelo de dulzura, y de virtudes por las
quales era la delicia del pueblo que gober-
naba, y ahora es el origen de las alarmas
que sufre viendo que V. M. traslada sus vir-tudes á otro pais.


Tales son, señor, los sentimientos que
11's animan,)r ,s


y que venimos á. manifestar en
euemo


presentando nuestros homenages á




( 238 )
los pies de vuestra magestad. Bayona r8 de
junio de 180,3.


Nota. Traduccion de la copia impresa
en el Monitor de 25 de junio de i81o. To-
dos los individuos de la asamblea, oyeron
leer y aprobaron esta exposicion en junta,
especial, congregada expresamente para ello
antes de pronunciarla ante el rey 3 osef. Na-
die diga pues ahora que no tuvo parte en.
ella.


( 239
)


NUMERO LXXIII.


Nota diplonultica de Mr. Chanzpagni ,
ini-


nistro de Negocios Extrangeros de Fran-
cia , dirigida £1, los emba.xadores france-
ses , residentes en las Cortes de Europa,
en 20 de Junio de z8o8.


Señor 'lijo: Tengo el honor de comuni*
caros los diferentes acontecimientos que han.
precedido inmediatamente á la caida de la
casa de España. Otra dinastía ocupa el tro-
no que la discordia entre las personas de la
familia real había dejado vacante; y el em-
perador ha concedido á la España por rey


Josef Napoleon su hermano. Mas en esta
grande novedad no ha mirado el emperador
s
olamente á los intereses de esta vasta mo-


n
arquia. Su prevision ha tenido designios


mas vastos, como son los de proveer á la se-
guridad de sus estados, y aumentar las fuer-
zas del continente contra sus enemigos. Eraindis


pensable que él principe destinado á re-levar la potencia de la España , q uisiese ha-cerla serv ir
buena fe á la grande causadel e(




Sa DI permite que yo os aclare aqui toda




( 240 )
su política. Quiere que la conozeais , y for.
meis empeño de persuadir la union de sus
ideas con el interes de todas las potencias.


Todas las tentativas para el restableci-
miento de la paz con Inglaterra han sido
Mutiles. Debia suceder asi nuando stis mi


-nistros , anunciando:á wista,de todo el inun-
do sus opiniones personales, y ,erigiendolas
en maximas de estado, han hecho en lis
asambleas,legislativas.profesion 'del principio
de convenir• á la gran. Bretaiia una guerra
per petua.


La corte de Rusia se ha declarado despues
de haber tenido pruebas de la imposibilidad
de conseguir la-paz del continente, sin dejar
caer sobre las ,islas británicas el peso de
la guerra.


Austria estaba . convencida de que Francia
quería la paz marítima; pero que el gabinete
de Londres la -consideraba opuesta a su po-
lítica. Le afectaron sobre manera los peligros
que amenazaban al continente con la perse-
verancia de Jos ingleses en sus maximas hor-
ribles. En ;su consecuencia retiró su .ernbaxa.
dor „y se puso en estado de hostilidades co


n' •


Ira .Inglaterra.




In nn el mismo tiempo la guerra torra "u




nueVg El gabinete de Londres Pu


( 24r )
blicÓ decretos mas contrarios al derecho de
las otras naciones que todos sus anteriores


.,


Estableció en favor de la Inglesa una con-
tribucio n


sobre todas las naciones del cori.4
tinente. Declaró que ninguna embarcacion
pudiese navegar sino• pagando á sus aduanas
inglesas un tanto por ciento del valor de la
carga.. Tan monstruosa pretension debió ex-
citar la imaginacion de todos los gobiernos
y pueblos. Los Americanos prefieren un em-
bargo de sus propias embarcaciones á subs-
cribir con el silencio tan vergonzosas con-
diciones.


La Francia declaró desnaturalizado todo
buque que obedeciera los -decretos de la In-
glaterra , y se constituyera su tributarie
esa forma.


En medio de la generalidad de está
nion solo el príncipe de Portugal se dejó se«,
-decir por los consejos de la Inglaterra, yab


andonó la causa del continente. Prefirió
ab


andonar sus pueblos á perder la .füriesta
proteccion británica.


lin cuerpo de tropas francesas atravesó la
Espada para pasara! Portugal. Lisboa fue o c u-
Palla , y lapérdicla de la casa de I3 ragania vinoahquseelr tronoin


evitable ¿Como se ha de restituir
un príncipe que se entrega en


x6




( )
los brazos del •Ingles despues de rendirle
vasallage?


Todo el. continente.se vi . 5 en guerra con
la gran Bretaña.; es.tade que. los,eeos del
gabi cte. julios habian hecho .general, y que
su política itx.310.(A 4, voluntad de perprz
No habia. cri fin , esperanzas de llegar
paz sino á fuerza de grandes victorias, para
cuyo logro era forzoso el concurso simultá-
neo dp todas las potencias aliadas, particu-
larmente la España.


Pero ? era el estado de este .reyno 5
cuya sduacion y fuerzas marítimas .debian
hacerlo tan formidable á la Inglaterra como
útil <cl objeto eo,ix.iun?. Sin consejos, minis-
tros, direccion ,,esqwydras ni tesoros orrecia
un espectáculo des-conocido en los anales
ele los, pueblos.


La inlinnina del gobierno estaba desorga-
nizada., lá .adrninistraeion envilecida ; lastro-
pas de tierra y mar sin pagar • los arsenales
cerrados , y sin provisiones ; los-sueldos ele
los empleados en la administracion de los
tribunales superiores , y de algunas provin-
cias retrasados en muchas mesadas ; los de
aforina., y las p ensiones de viudedades my


litares v civiles sin pagar desde diez y 00LP


l 'uses antes ; los capitales destinados á
bt'"


( 243 )
cer frente it éstos gastos , provenientes. de,
contribuciones de criados y otras persona-.
les, disipados ; el tesoro público cargado.
de una deuda enorme, y sin crédito ; los vales
reales en inmenso número y circulando con
pérdida. escandalosa ; disipados los bienes de
hospitales, y de las obras pias que se habian
vendido paya la extincion de d,iehos vales;
sin cumplir las. condiciones de los .emprés-
titos; sin confianza las hipotecas que debian
haberlas gobernado:


Los grandes establecimientos de hacienda
no poclian acudir a sostener el estado; los
unos (como el banco nacional) por haber-
sele tomado sus capitales; los otros (como
la compañia de Filipinas, y la de cinco gre-
mios mayores ) porque el tesoro público no.
les habia pagado las inmensas cantidades que
habia recibido prestadas; otros ( como el con-
sulado de .Cádiz) porque habían consumido
sus fondos.en la verificacion ele los emprés-
titos hechos por cuenta dcl gobierno. En fin,
el desorden de la adtninistracion era tal que.
todos los recursos de la España , reservados
a remediar las necesidades extraordinarias-,
1)0 bastaban á las diarias.


,Apenas habia tres navíos en Cádiz, dos
en el y cuatro en Cartagena ;.sin me-


.,




( 244 )
dios de aumentar su número, ni de proveer
lo necesario á los arsenales , ui de pagar los
marinos y trabajadores.


Lo vacilante de sit política , y la incerti-
dumbre de las inclinaciones de su gobierno
habían sido las causas principales de tan mal
estado. Siendo potencia marítima, y estando
en guerra de mar, habla mirado con descui-
do la escuadra; y gozando de paz en el con-
tinente }labia alimentado su exército terres-
tre á costa de inmensos gastos.


Por eso los pocos ,recursos que la debili-
dad de su gobierno, y el desórden de su .ad-
ministracion le hablan dejado, no se emplea-
ban en sostener su Marina ( (mico medio con.
que hubiera podido 'Servir la causa coman
del continente, y conservar inflitia en sus
colonias) sino en aumentar tropas de tierra
para dar á la Francia recelos sobre su pro-
pia seguridad interior , y para precabcr el
peligro que su falsaposicion le hacia proveer.
Por eso, pareciendole poco doce Mit hom-
iores de caballeria, y ochenta mil' de infan-
tería , y seis mil de artilleria , dispuso armar
treinta mil mas, cuyo vestuario causaba gas-
tos tan enormes, que agravaron el 'desórdenlde las rentas del erario , apartandolas. de
destino natural y necesaria,- y aumento»


( 245 )
la escasez de medios para objetos inútiles
de un sistema erroneo.


por eso , en lugar de proponerse la res-
tauracion de su marina para cumplir las
obligaciones contraidas en sus alianzas con-
tinentales, y proteger sus colonias contra la
Inglaterra, Se proponia dirigir sus ideas á solo
el continente, de manera que parecia temer
mas á sus aliados que á sus enemigos.


?Qual era el origen de tan extraña contra-
diccion entre la conducta del gobierno es-
pañol y los intereses políticos de su Nacion?
La España estaba gobernada por una fami-
lia diferente de la Francia; sepia el sistema
de ésta; pero solo por debilidad, y no por
iaclinacion; habiendo sido la familia fra.:
cesa contraria muchas veces k la de España,
ésta terna su resentimiento, y si formó alian-
zas con ella, fue solo por buscar la seguridad
Propia, sin intencion de seguir la guerra con
Vigor contra los enemigos.


El rey de España conocía que el interes
de los españoles exil ia su íntima union con
la Francia , única potencia capaz de prote-
ger sus colonias contra la rapacidad inglesa;
pe


ro al mismo tiempo le agitaban el espíritude inquietud, y el deseo de aumentar lasfuerzas terrestres á. la vista de la Francia , y




( 246 )
de disminuir la influencia del gabinete de,
Paris en el continente. En una palabra, el
tey do Esparia , como rey de las Indias te_
Mia á la Inglaterra ; y como príncipe ,de fá
-ruja difcrenie de la del trono francés estaba
siempre desconfiando y recelando en toda
ocurrencia.


Este estado de sospecha comenzó hiel)
que, la. Francia ( terminada su revolucion, „ y
-dadas unas bases durables á, su prosperidad)
.destruy ó las coaliciones. Durante las dos pri-
meras, la política de la Esparia fue impedir
á la Francia la consolidacion de su gbbier-
no. }lizo la guerra en la primera coalicion;
pero tambien la paz al moínénto de ver su
territorio invadido, y de conocer que la anar-
quia de los consejos franceses quitaba tecla
inquietud acerca de la estabilidad de nues-
tra potencia.


En el
tiempo intermedio de la primera coa-


licion á la tercera, liemos visto al gabinet
de Madrid influir constantemente con todos
los medios posibles en los negocios interio-
res del de Paris; y favorecer guardo estaba
de su parte las disposiciones paces de pvas
peinarpeinar en Francia las disensio


ca nes inteSt


( 247 )
ricas esperaniáS ; pero conservó el espirau.
de desconfianza y de miedo, que no ha ce=
cado de dirigir su conducta desde entonces.
La Európa lea visto en los papeles públicos
ingleses de la tercera coalicion que la Espa


'labia dado h entender accederia gustoso
b. ella, con lo qual evitó que la inglaterra in-
vadiese sus Américas.


En el principio de la quarta coalicion re-
sonó por toda la Europa'el eco de la procla-
ma , y de los á •iiiárnentw de tierra que hizo
la España. No es verosirnil que pensára des--
truir á la Francia; pero que quisiera in-
quietada e impedir la consolidaeion de su
poder continental; no pudiendo fu ndar su
seguridad propia sino sobre la debilidad del
imperio francos.


Estos cálculos eran efecto de la falsa po-
sicion en que se hallaba familia reynante
en Espacia, que acabó de Ser mas crítica por
acaecimientos modernos.


Antes de la guerra de sucesion , Portugal
estaba en alianza con la Francia : después de
ella corriénzó á tenerla con Inglaterra. El
rey no portugues estaba proximo á ser go-
bernado por un príncipe Trances, y restituir
las antiguas alianzas : y la política de Madrid


en contradleion con la de Lisbóa9y los desórdenes populares. .
Debió de renunciar por fui


sus qunne-




( 248 )
hizo mas falsa su posicion, oponiendose al
verdadero interes de la Nacion y del conti.,
mente.


Todo era intrigas , tanto en el gabinete
como en la administracion. Una fermenta.
cion agitaba todas las cabezas, aunque len-
tamente. La division prevalecía aun entre los
individuos de la familia reynante. Y guando
el gobierno debia proponerse por únicas
ideas las de poner en buen Orden la real ha-
cienda para restablecer su marina (cosa im-
posible mientras hubiese cismas en lo inte-
rior) aparecieron shnptomas de una revolu-
cion succesiva , cuya señal debia ser un gol-
pe contrario á la soberanía del rey gober-
nante.


Siendo tan desastrosa la situacion, interior
de la España por efecto de su política erro-
pea ; careciendo de escuadras (únicoauxi-
lio que pudiera tener, útil á la causa comun
del continente ) y aumentando sus fuerzas de
tierra , totalmente inútiles al verdadero inte-
res de la Nacion Española y sus aliados „ era
forzoso buscar medios de poner á. la Espada
en estado de que los intereses del gobierno
estuviesen de acuerdo con los de la Nacion
poniendo grandes escuadras en lugar de gran


-des. exércitos , con sincera y.


( 249 )
h la causa del continente , para conquistar el
restablecimiento de una paz general; en fin en
estarlo de que nada tuviese que temer del ga-
binete cte Paris, ni aun dudar sobre sus ver-
daderos sentimientos.


Para lograr objeto tan importante solo
habia un medio capaz de dar seguridades ,
saber la mutacion de dinastía.


Sin esto la achninistracion de la real ha-
cienda no podia mejorarse ; el estarlo reor-
ganizarse; las aduanas reconstituirse sobre
pie filo, útil á España y Continente; el exér-
cito de tierra disminuirse , y el del mar au-
mentarse ; no ser que reynára un príncipe,
cuyas ideas fuesen uniformes con el gabi-
nete de las Tullerias; y que en lugar de te-
mer á la Francia, se asociase de éorazon,
para que garantido por tan fuerte potencia,
restableciera el.buen úrdete en todos los ra-
mos del gobierno de la vasta mouarquia es-
paitola.


Continuacion d e l a
guerra marítima; el


carácter nuevo que ha tomado; la seguridad
de no llegar á la paz sirio por medio de vic-
torias; la imposibilidad de concurrirá ellas


la
con fuerzas marítimas sin reorganizar antes


nonarquia , imponían al emperador la ley
de colocar á las Naciones Española y Fran.-fuerte ad1Wsiou




( 250 )
cesa en el estado de la confianza recíproca
que hablan tenido en el siglo precedente.


La España tenia tanto l'Iteres como la Fran.
cia en esta rievedad ; porque solamente Fran-
cia podria garantir las ventajas que le produ.
cian sus inmensas posesiones de América.


¿Que utilidad podría la España propo.
nerse de sacrificar la seguridad de sus colo-
nias , constituyentes su verdadera riqueza,


3
por hacer una vana ostentacion del poder cori
tinental? ¿Acaso éste seria capaz ya de pro-
ducir los efectos que durante los reynados
de Carlos V y Felipe II.?


En su epoca. la España rodeaba á la Fran-
cia por parte de las ríos Mosa, y Escalda ; y
por él Milanesado dominaba en Italia. Po-
dia enviara. la Liga subsidios de tropas, no
solo desde el territorio español, sino desde
la Bélgica y la Alemania , para mantener ea
Paris la guerra civil.


Pero ahora, coma España ni otra potencia
del globo, cs capaz de hacer á la Francia
retrogradar á lbs tiempos de Carlos V y Fe-


lipe , es forzoso pensar solo en restaurar
la época de Felipe V, y del Mamá siglo.
no pudiendo la España dominar el contin en-


te, debe Cente u tarso con sensoria, form an


-do causa COM un con él para su defensa , des-


( 251 )
arrolla-ndo de nuevo sus fuerzas marítima7.


Este es el único sistema que puede asegu-
rar la potencia española. Las bases de su
riqueza y prosperidad no se -deben buscar en
Espacia sino en América. Ella y súS indias
Son la rica herencia, que los élpariolé, han
heredado dé sus padres; y no sé ha de con-
servar con grandes exércitos de tierra, ni con
una política que haga pender de las alterna-
tivas del continente la suerte de la Metro-
Poli.


Tales eran las coñsideraciones que se ofre-
cieron al emperador guando se publicó la
discordia de la fatnilia real de Espacia. S. M.
1. y R. !labia querido cortarla. en s i mismo
nacimiento , sacrificando los intereses
ticos h la generosidad de su corazon. Solo ha-
bla podido retardar la catástrofe que casi era
.inevitable; puesto que lá causa priniera esta-
ba en la falsa posicion de la España ; orígen
de intriga y desavenencias.


La indulgencia del padre (lió vigor á las in-
erpresas del hijo. La autoridad real y la pa.-
ernal fueron inenospreciadas; y arrancando


la corona de la cabeza augusta que la con-


j
duela desde muchos años artes, fue despo-
ada de todo quinto ella tenia de sagrado, se-


gulr
del mismo Carlos 1V. Para




( 252 )
esta revolucion se conmovió al pueblo ; las
pasiones se sublevaron; su freno fue rom-
pido; y la anarquía reynó en España.


En estas circunstancias lo que debia el ern-
perador t si mismo, it los españoles, al conti-
nente, á la humanidad entera, para anticipar
el término de la guerra marítima , y garan-
tir la Europa del horrible azote de una se-
gunda revolucion popular, todo en fin dicta-
ba la gran medida que se ha tomado guando
las discordias de la familia real, las turbacio7
nes y desdichas que se veian,. mostraban la
necesidad de poner en otras manos el gobier-
no de las Españas.


El principio de la guerra perpetua que los
ministros del gabinete de Londres adoptaron
(y que no deja otros medios que los de la
guerra misma para llegar á la paz ) habla
ocasionado ya en Europa grandes mutacio-
nes ; y ese mismo ha hecho indispensables
la que se acaba de verificar en España.


El viage del Lord Landerdale desde Paris
á Londres dió la señal de alarma para el ani-
quilamiento de la potencia de Prusia, ver-
dadero aliado geográfico de Inglaterra ; de
la creacion del trono de VVesfalia, fundado
sobre sus ruinas , y de la parte. inseparable
del Hanover.


( 255 )
La reunion de la 13elgica , tan contraria


jas intereses de la gran Bretaña, fue resultado
primera guerra que suscitó á la Francia.de la


El rompimiento del tratado. de Amiens
p•oduxo el establecimiento del trono de Ho-
landa, que quitando á los ingleses sus parti-
darios, ha dado mas energia al gobierno de
este Estado y resultas muy perjudiciales á la
Inglaterra : pues á la existencia indepen-
diente de la Prusia estaba unida la conserva-
cion del Hanover; asi Como la posesion de
este mantenia la influencia de la Inglaterra
sobre los grandes desembocaderos del alba,
del Oder,


, y del Vistula.


Despues de tan grandes efectos, la pérdida
del puerto de Lisboa , la ocupacion del trono
de España y del de Portugal por príncipes fran-
ceses, la regeneracion de dos bellas naciones
degradadas y envilecidas en los últimos
reynados y la creacion de escuadras del Tajo


-


Y de Cadiz , serán el quarto golpe dado 5. la
Potencia de Inglaterra, como resulta inme-
diata de haber reusado la mediacion que
le propuso el emperador de Rusia.


Asi las amenazas hechas h. la Inglaterra
guando quebrantó el tratado de Amicus, es-
tan Ya. realizadas; y (pauto el emperador




( 254 )
anunció al lord Witworth, ha llegado •




- a su


total cumplimiento. Si en la Gran-Bre¡zoa
no prevalecen los dieta:nenes de hombres
prudentes , la Inglaterra se verá expuesta tai
vez á reveses-aun maS funestos.Los va exneri-i.
mentados ( cuya única causa es el sistema de
guerra perpetua) y los que podrán todavía
verificarse, tendrán su direecion y desenlace
de tal suerte, que el poder ingles sea aerro=
talo, y la Inglaterra- retroceda:á los justos
limites Cfne su superioridad Maritima señaló
hasta ahora. 'Las posesiones muy lexanas y


-y las victorias de las escuadras, son veata-jas tan inconstantes como las *las del mar.
1.os territorios contiguos son los . únicos it


quienes pertenece tener influencia y destinos


,pertnaueutes.
Es verdad que la Inglaterra consiguió los


beneficios do un monopolio pasagero , y re-


tardó la prosperidad comercial de otras
po -


tencias; pero ha dado tambien al imperio


frances una
consistencia y duracion de siglos.


Las empresas de la Gran ,Inretaña
le


1
.11z1


atrahido el > odio de las otras .naoiones
y


contradiccion de las fuerzas del continent


La España :misma viene por fin i ru


tamhien contra ella.
El primer efecto de las,circun stlicio......,.


( 255)
ci u c se vé la España, será poner sus rentas y
fuerzas en un estado respetable. En todas


- partes se coustruirán nasios por órden de
: y haciendo la guerra mas dificil y


lenta, la restauracion cíe flotas del continente,
no hará menos estrepitosa. la caida del opre-
sor de los mares.


Las principales fuerzas de la España van á
ser destinadas h la defensa de la causa comun
continental. Todas las potencias interesan en
el restablecimiento de la marina española ;


,porque van it tener un auxiliar de mar contra
el enemigo coman de las naciones marítimas.
Ninguna temerá la riqueza continental de la
España, viendola colocada en lo mas Occi-
dental de la Europa , y casi rodeada do los
mares : y tampoco su prosperidad marítima ,
porque no protege monopolio comercia!.
Todas son interesadas en que la España mul-
tiplique sus fuerzas navales, y las ponga mt
,estado de proteer sus colonias para que no:
caigan en poder de quien invadió la India, y
prohibió los establecimientos en todos los
_mares.


La Inglaterra ha manifestado ya conoc,x
gp Asi funesta le debe ser la mutacion verifi-
cada en España. Su despecho y sus inquie-
tildes se han visto por
t + t. que,„: ,,q1k11:..15/,a qu lag-




( 256 )
practicado en diferentes puntos del reynu
para excitar turbulencias y sediciones. En
guatitas partes hay cruceros suyos , han
sembrado éstos el espirita de revolucion y
anarquía.


La ínfima plebe de algunos pueblos, Vien-
dose libre del yugo que pesaba sobro ellos ,
ir creido haber llegado el momento de entre-
garse h. los excesos que suele ser el objeto
de sus inclinaciones ordinarias. Se ha suble'-
-vado y armado y ha intimidado á los hom-
bres pacíficos, amigos del urden ; ha robado
las caxás públicas ; puesto contribucion h los
ricos ; asesinado algunos gobernadores que
se oponian á sus proyectos , y'á otros hombres
estimables, cuyo único cielito era reprobar
sus atentados ; y marcarlo su reyno con ac-
ciones propias de su ferocidad e ignorancia;
todo efecto triste de la imprudencia de otros
hombres inexpertos que habían puesto
movimiento al populacho para destruir un
poder que antes había sido respetado.


Pero gracias á la mano vigorosa que dirige
la suerte de la España, Serán bien poco du-
rables estos efectos. Con sólo dexarse ver
tropas francesas . , se disipan estas reuniones
"tumultuarias, y cesa la insurreccion, qu e. na


solo carece de objeto determinado, tar-•


25
bien de Motivo. El órden renace, el engaild
se descubre, y la malevolencia se mira im
potente para propagar rumores inciertos.


El interregno va á cesar. El nuevo rey
est il proclamado y pronto dominará ekt
su capital. Llevará una constitucion ben&


por una junta de notables del
firecvan' o.lárostaulvi'ista. Sus 'finalidades apreciables
han ganado el corazon de los españoles qué
le han tratado. La España verá luego su rey;
el respeto á la dignidad real recobrará su
imperio. Ha reconocido la necesidad de ser
gobernada. Experimentará la influencia Pélii
de un gobierno dulce y sabio ; de una admí.,
nistracion vigilante é ilustrada que no ha te-
nido muchos tiempos hace ; y bendecirá ál
soberano, tan grande en generosidad como eti,
poder, que sin buscar ventajas algunas per-
souales suyas, habia conciliado el intereá
del reyno con el de la Francia y de todo e!
continente.


Los pormenores á que he descendido, ()S-
an, Monsieur, la causa y el objeto de la.


grande novedad que acaba de verificÚSe. Ala España
se da existencia independiente y.•


organizacion liberal y fecunda. El adveni-:
miento del nuevo rey al trono restablece loá


2.




258 )
lazos de la España con el continente,


y
ase-


gura h la causa coman un defensor Inas.
Se ha dado á la administracio n del re'Ynn un
movimiento general en el centro mismo de los
desórdenes; y de las ruinas de la administra..
cion pasada, sale la restauracio n de todo. Bien


pronto conocerá la Inglaterra (y aun la Eu-
ropa) quanto influirá la España regenerada
en la balanza de los intereses maritirnos.


Monsieur, el emperador me ha mandado
comunicaras esto para que lo tengais enten-


dido 3 pero no para publicarlo ; como tam-
poco algunas consideraciones políticas que
se han hecho en este papel.


Es necesario que el tiempo, los sucesos y
los intereses de_ la Corte donde residis, la
hayan dispuesto á recibir y apreciar las que
tienen fuerza y exactitud para hacerle cono-
cer quanto peso de razones de estado habrá
en un suceso, cuya determinacion imporla á
la Europa entera. Vos sois ,Monsieur, quien
debe dar origen á tan útil disposicion de ani-


M.O
y aprobarla para extender una luz salu-


dable,' sobre un acontecimiento tan grande,


y
disipar las preocupaciones que podrian na-


cer de una inteligencia equivocada.
Recibid , IVIonsieur la seguridad de 1111-


( 259 )
perfecta consideracion. Champagny —,
Bavona 20 junio de 18o8.


Nota. Traduccion de la copia comunicada
en Trances por quien tenia uno de los origi-
nales firmados.


NUMERO .XXIV.


Carta de Fernando VII al emperador, en
22 de junio de 18o8.


Señor He recibido con sumo gusto la
carta de V. M. 1. y R. de i5 del corriente
y le doy gracias por las expresiones afectuo-
sas con que me honra, y con las quales yo
he contado siempre. Las repito á l.T. M. I. y R.
Por su bondad en favor de la solicitud del
duque de San Carlos, y de D. Pedro Maca-
naz , que tuve el honor de recomendar. Dol
muy sinceramente en mi nombre y de míhermano y tio a V. i1 I. y R. la enhorabuena
de la satistaccion de ver instalado d su que-
rido hermano el rey Josty


.
en el trono de'


EsPaña• Habiendo sido siempre objeto de




( 260 )
todos nuestros deseos la felicidad de la
nevosa nacion que habita su vasto territorio›
no podemos ver a la cabeza de ella un mo_
narra mas digno ni mas propio por sus
virtudes, para asegurarsela , ni dejar de
participar al mismo tiempo el grande con-
suelo que nos da esta circunstancia. Desea-
mos el honor de profesar amistad con S.M.,
y éste aje cto nos ha dictado la carta adjunta
que me atrevo á incluir, rogando 'a V. M.I.
y R. que ( despues de leida ) se digne presen-
tarla á S. M. católica. Una mediacion tan
respetable nos asegura que será recibida con
la cordialidad que deseamos. Sire : Perdonad
una libertad que nos tomarnos, por la con-
fianza sin límites que V. M. I. y R. nos
ha inspirado y asegurado de nuestro afec-
to y respeto permitid que yo renueve los
mas sinceros é invariables sentimientos ,
con los qualcs tengo el honor de ser, Sire, de
V. M. y R. SU muy humilde y muy obe-
diente servidor. Fernando.. Valeneey 22 de


junio de 1808,
Nota. Traduccion de la copia impresa en


el Monitor de 8 de febrero de 181o.Nin90°
de los españoles pudiera decir mas que dio.
Fernando en esta carta. Tanta, era la seguri'


( 26r )
dad con que creía ocupado el


- trono de las
Españas para siempre por Josef Bonaparte.
por lo mismo no debe extrañarse que los
españoles Ibrrnasen.igual concepto, y proce-
dieran conformes á el.


NUMERO LXXV.


Carta de los españoles que serpian d Fer-
nando VIL en Valen coy, al rey Josef,
en 22 (le junio de 18o8.


Señor : Todos los españoles que componen
la comitiva de sus Altezas Reales ( los prin ci-
pes Fernando, Carlos y Antonio) noticiosos
por les.


papeles públicos de la instalacion de la
augusta persona de V. M. C. en el trono de


pátria de los exponentes con el consenti-
miento de toda la Nacion ; p rocediendo con-.seqüentes al voto unánime, manifestado al
emperador y rey en la nota adjunta, de per-
manecer españoles sin sustraerse de sus leyes


1


e
n /nodo alguno , antes bien queriendo sub-


sissienipre sumisos ér ellas, consideran co-
mo


obligacion suya muy urgente la de con-
futinarse con el sistema adoptado por su na-




( 262 )
cien ; y rendir, corno ella, sus mas humildes
bomenages á V. M. C. asegurandole tanzbien
la misma inclizzacion , el mismo respeto y la
Tnigina lealtad que han manifestado al go-
bierno anterior, de la qual hay las pruebas
Mas distinguidas : creyendo que esta misma


fidelidad pasada será la garantia mas segura
de la sinceridad de la ad/zesion que ahora
manifiestan, y jurando obediencia á la nueva
constitucion de su pais , y fidelidad al rey de
España .Tose/ . primero.


La generosidad de V. M. C., su bondad,y
su humanidad, les hacen esperar que ( con-
siderando la necesidad que estos príncipes
tienen de que los exponentes continúen sir-
viendoles en la situacion en que se hallan )
se dignará V. M. C. confirmar el permiso que
hasta ahora han tenido de S. M. y R. para
permanecer aquí : y asi mismo continuarles
( por atencion á los mismos príncipes) con
igual magnanimidad , el goce de los bienes),
empleos que tenian en España, con las otras
gracias que á petición suya les tiene conced i


-das S. M. r y , hermano de V.
constan de la adjunta nota que tienen ellic"
nor de presentar á los pies de v. N. C. con


ta nzas humilde súplica.
Una vez asegurados por éste medio de que


( 263 )
(sirviendo á sus altezas reales ) ser:In consi-
derados corno vasallos fieles de M. C., y
como españoles verdaderos , prontos h obe-
decer ciegamente la voluntad de. V. M. hasta
lo mas minimo, si se les quisiese dar otro
destino , participaran completamente de la
satisjaccion de todos sus compatriotas
quienes debe hacer dichosos para siempre
un monarca tan justo, tan humano y tan
grande en todo sentido, como Y. 111.


Ellos dirigen á Dios los votos mas jervo-
rosos y unánimes, para que se verifiquen es-
tas esperanzas y para que Dios se digne con-
servar por muchos años la preciosa vida de
V. M.C. En fin con lamas profunda humildad
y mas sincero respeto, tienen el honor de po-
nerse, señor, á los pies de V.M. C. sus mas
humildes servidores y fieles vasallos, en nom-
bre de todas las personas de la comitiva
de los príncipes. -- El duque de San Car-
los gr ande de España de primera clase,b
teniente general de los reales exércitos de


M. C., y mayordomo mayor de la casa
de sus altezas reales. — D. Juan Escoiquiz,
limosnero mayor de SS. AA. RR., y conse-jero de Estado de S. M. C. — El marques de
Ayerve, grande de España, y gentil-hombre
de Cardara de S. M. C. El marques de Feria,




( 264 )
teniente coronel de S. M.C., y su gentil_


bombre de camara. — D. Antonio Correa
inariscal de campo de los reales exércitos
gentil - hombre de Carnara de S. M.


Pedro Macanaz , consejero del real y su..
remo de Hacienda y secretario de SS. AA.
Rn. Valencey 22 de junio de 1808,


Nota. Traduecion fiel de la original que se
recibió en Bayona , se mostró á todos los
individuos de la Assamblea, y se copió en-
tonces. El señor Escoiquiz no se reservarla


opia , segun las equivocaciones en que ha
incurrido guando la cita en su obra; pues
aun tratando de corregir su narra. cion en el
fin de su libro , incurrió en la nueva equi-
vocacion de decir que Babia firmado la
carta el marques de Guadalcazar, , lo qual
no es asi corno resulta de la original que se
conserva.


Pero mas debe admirar la valentia con que
asegura que medio los términos de. la carta
eon el mayor cuidado,y que solo 'labia hecho


juramento condicional porque sabia que 1
.10


existia la condicion del unánime consenti-
miento nacional, ni existiria janias. (pando
escribió asi para impugnar á su antagonista
Qstolaza, no le ocurrió la posibilidad de que


( 265 )
. se viera impreso el contesto literal de. la carta.
.Vealo el mundo entero; juzguese ahora si Es-
eoiquiz tenia necesidad de adular con las
expresiones que constan, y saquense cense-
qiien cias del crédito que merezca la narracion
de otras muchas cosas que dixo. su autor des-
pues de la caida de Napoleon, contrarias á
quanto resulta de sus papeles de aquel tiempo,


NUMERO LXXV1.


Carta del marques de la Romana al príncipe
de Pontecorbo, en 24 de junio de 1808.


A Su Alteza serenisima Monseñor prín-
cipe de Pontecorbo, etc., etc. , etc.


Monseñor : He recibido por medio de
Villemain la carta ele vuestra alteza, ele 21


de junio con un paquete de papeles impresos
relativos h los asuntos de España. Me ha ser-
vido de satisfaccion la mas imponderable el
an uncio de oficio que vuestra alteza se digna
com


unicarme de haber sido elevado al trono
español S. M. el señor Don .losef .N.apoleon,
rey de Napoles.




( 266 )
Los votos y sentimientos de todos los indi_


videos de la division , conocidos anticipada_
mente por vuestra alteza, serán ratificados
viendo la suerte feliz que ha cabido á nuestra
pátria baxo los auspicios de un príncipe, fa-
moso ya por alta reputacion de virtud. yo
me apresuro á elevarlos hasta los pies de su
magestad en la exposicion adjunta que ruego
a vuestra alteza se digne dirigirle.


Por lo que 'a. mi toca, príncipe mio , ca-
rezco de expresiones capaces de manifestar
mi alegria y satisfaccion con estas noticias ;
pero basta considerarlas baxo el aspecto de
las relaciones que el nuevo rey de Espaiia
nos da con vuestra alteza c quien yo ruego
se digne admitir los homenages de mi respe-
tuoso,y sincero afecto. Niebourg 24 de junio
de 1808. — El marques de la Romana.


Nota. Copia del original que se -conserva.


( 26 7 )


NUMERO LXXVIL


pposiclon del marques de la Romana al rey
Mei . en 24 de junio de 8o8, en nombre
del exercito español residente en Dina
In arca.


Señor : La division espariola residente en
Dinamarca que tengo el honor de mandar ,
se apresura i manifestar á vuestra magestads
por medio de mi persona la gran satisfeccion
que ha recibido .de saber que ha sido recono-
cido por rey de Espafia un hermano del gran'
Napoleon , heroe incomparable de nuestro
siglo. Su placer ha sido mayor quando ha
sabido que el predilecto para ocupar el trono
espairiol era vuestra magestad, cuyo nombre
basta para significar la reunion de todas las
virtudes.


Sirva se vuestra magestad llevar á bien
que en nombre de toda la division le presente
Yo los hoinenages de nuestra entera sun] ision ,
y de nuestro inviolable afecto á su persona.
Esta es la expresion de nuestros corazones y
particularmente del que se declara ser De
vuestra magestad el mas humilde y mas fiel




1
( 268 )


vasallo , marques de la Romana.— Quartel
general de Nyebourg, en Fionia , 24 de junio
de 1808.


Nota. Copia de la original que se conser-
va , y es la citada en la carta del número an_
terior. La conducta posterior del marques
no acreditó la fidelidad española en el cum-
plimiento de las promesas. Si el mudó de
opiniones , no pongo esta carta para pintar
como criminal á su autor , sino para hacer
ver que fueron perjuros con causa justa ó
sin ella todos tos militares dela division que
siguieron á la Romana, y no se quedaron con
el general Eindelan , segundo gefe de ella.


( 269 )
NUMERO LXX


juramento del consejo de .Eslado en julio
de 1808.


Señor : El consejo de Estado está pron-.
to á prestar el juramento que ordena


a V. ?fi en su decreto de 12 del corriente;
,( pero estando proxima la venida de V. M.


espera que manteniéndole en las altas pror-
a rogativas de que siempre ha gozado, se dig-
« nará V. M. permitirle que lo preste en sus
« reales manos. Madrid r9 de julio de 18o8. »
Ud rubricado el original por todos los se-
ñores del márgen. —Los anotados al mar-
gen por el secretario Pizarro, como asisten-
tes á la sesion del consejo, fueron el marques
de Bajamar , conde de Colomera ; duque de
Ja Roca; marques de las flortyazas; conde
de Campo de Alange ; marques Caballero;
D. Francisco Gil de Lemos ; D. Sebastian


; D. Gonzalo Olarrii ; D. josef Ma-
zarredo; y conde de Cabarrus. — Nota pues-
la por el secretario Pizarro en su continzua-
Clon. «S. M. recibió el juramento en sus ma-
« nos, y los ausentes lo remitieron por es-
« » —Rcmision de la consulta al mi-




( 270 )


nistr0 secretario de Estado. « Excmo. selor.
« Para dar cumplimiento al real decreto que
« me dirige V. E. por copia firmada para que
« el consejo de Estado preste el juramento
« que previene la Constitucion, se ha reo.
« nido ho y , y ha. acordado lo que expresa la
« consulta adjunta ; Tie no dando lugar la
« penuria del tiempo, por la próxima veni-
« da de S. M , he extendido en el mismo acto
« para que los señores pudieran rubricarla
« y despacharse por el extraordinario que
« va por la secretaria de guerra: Lo aviso á
« V. E. para que asi lo haga presente á S.M.
« y que no ha habido tiempo para hacerla
« con mas esmero. Dios guarde á V. E. m'u•
« chos años. Palacio, 1 9 de julio de 184.
« Josef Pizarro. — Señor D. Mariano Luis
« de Urquijo.


Juramento del consejero Cordoba. Se-
ñor : D. Antonio de Cordoba y Heredia, ca-
ballero de la órden de San Juan, gentil hom-
bre de Cámara de V. M. con exercicio, te-
niente general de sus reales exércitos, y con-
sejero de Estado, juro fidelidad y obedien-
cia z V. M., á la Constitucion , y á las leyes.
Dios guarde la importante vida de \r•-


muchos años. Madrid de julio de 3 808 ' Se'
ñor á los reales pies de V. M.---- Antonio de


( 2 7 1 )
cordoba y Heredia. — Juramento del con-
sejero Pacheco: Señor : D. Juan Pacheco
consejero de Estado (que por sus achaques
130 puede tener la honra de presentarse per-
sonalmente á -V. M.) puesto á sus reales pies
jura fidelidad y obediencia á V. M., á la Coas-
titacio u y á las Leyes. Y lo firmo en Madrid
á 25 de julio de 18o8. —Señor. — D. Juan
Pacheco.


Nota. Copia del original. D. Josef
tarro se habria olvidado de esto guando es-
tuvo en Paris este año, segun la conducta que
tuvo con los españoles refugiados. Si el ha
tenido causa justa para ser perjuro, no debe
culpar á los que creyeron que no la habia
para hacer otro tanto.


NUMERO LXXIX.


Jur
amento del consejo supremo de Indias,


en 20 de julio de 18o8.


- D. Antonio Porcel , caballero de la real
Y distinguida Orden de Carlos 1111, secreta-
rio del rey nuestro señor, con exercicio




( 2, 2 )
de decretos , y secretario del consejo y
mara de Indias , por lo perteneciente á Nue,
va-España : Certifico, que en cumplimiento
del real decreto comunicado á éste tribunal
desde Vitoria , con fecha de 1 2 del corriente;
y de la real órden que con la de ayer se le
ha comunicado igualmente por medio de su
gobernador, ha procedido el tribunal ir prac-
ticar el juramento prescripto en el artícu-
lo Vil de la Constilucion del reyno, fecha
en Bayona á 6 del propio mes, habiendolo exe-
cutado dicho señor gobernador en mis manos
y todos los (lemas ministros en las de éste, á
excepcion del conde de Torre-Muzquiz, que
se excuse> á repetirlo, por tenerlo ya oxeen-
tado en Bayona con los domas diputados de
la asamblea celebrada allí para el arreglo y
aceptacion de la misma constitucion; que-
dando yo encargado do pasar oficios á los
lemas señores ministros , que por ausentes
b enfermos no han podido concurrir hoy al
tribunal, para que por escrito, y bazo su fir-
ma hagan igual juramento y lo remitan á
mis manos para elevarlo á noticia de S. M.
siendo yo uno de los que han executado dicho


juramento- Y para que conste firriao ésta, eóndichos señores, en Madrid á 23 de julio de .10:
El marques de Bajamar — Miguel Calixto de


( 2 7 3 )
Acedo — Pedro Aparici—Josef Antonio de
Trizar — Fulgencio de Riva,Aguero— Ea-
mon de Posada— Ignacio 'Omulryan
sef Pablo Valiente — Josef de Roxas— An-
tojo de Gamiz — Tadeo de Galisteo y Man-
•ique — Francisco Saavedra — Benito de la
Mata Linares — Zenon Alonso —El Baron
de Casa Davalillo Cayetano de Urbina-
Francisco Amorós — Francisco Lopez Lis-
perguer — Miguel de Lardizabal y Uribe-
josef de Gorbea — Antonio Porcel. —


Nota. Copia del original.


NUMERO LXXX.


Juramento del consejo supremo de hacienda,
en 25 de julio de x8o8.,


Josef de Llano , del consejo de S.M.,
su secretario y oficial mayor de la secretaria
del supremo consejo de Ilacienda, que come
tal estoy exerciendo las funciones de secreta-.
rio de él , certifico; que en cumplimiento del
real decreto comunicado It este tribunal des-


2, 8




( 274 )
de Vitoria con fecha de 12 del corriente, y
de las demás órdenes que en su cons


• cenen_
cía se han eXpedidó l


ha procedido el tribunal
á practicar el jurarnetito preScripto en el arti•
culo VII dé la Constitucion del teyno , fecha
en Bayona á 6 del propio mes, en presencia
del Excmo. serios marques Caballero, gober-
nador de él, qUiefi no juró en este acto ,
tampoco los señores ministros D. Vicente
Alcalá Galiano D. Antonio Ranz.Roma,
pillos, porque S. E. lo tiene ya hecho como
consejero de Estado, y dichos señores lo han
prestado en la asamblea de Bayona; habiendo-
se excusado á executarlo el señor D. Sancho
de Llamas , y los tres señores fiscales; y ha-
biendo quedado S.E. encargado de pasar ofi-
cios á los domas señores ministros que no han
podido asistir ál extraordinario de este dia por
ausentes b enfermos, para que por escrito, y
bazo de su firma hagan igual juramento. Los
señores D. Manuel Sixto Espinosa, y D. Pe-
dro Nicolas del Valle, han jurado en los tér-
minos prevenidos , come se acredita por los
deeilnientos que acoinpañan p¿9-c)
haft é. nado asi los sekoYes D. Tomas
Sáez de Édráy'»d 6, y D. Manuel de Eche'


piji. lo que exponen en los papeles
que iaMbien .acOmpañan; y siendo Y o L100


( 27 5 )
de los individuos que han practicado dicha
j uramento ,para que conste firmo con dichos
señores en Madrid h 25 de julio de 18o8


marques Caballero —Manuel de Valen-
zuela — Josef Perez Caballero — Berna.rdo
Febrer — El conde de Lerena —Juan Mor,
zo—Luis Gazel---,Victor Rascon---JosefMar-,.
tinez de Bustos


—Francisco Eugenio Carras-
co—Felipe de Cordoba— Juan Duro y
lavo — Rodrigo Zorrilla y Monroy — Pedro
Florez Quevedo —Josef de Llano.


Nota. Es copia sacada del original. ,A qui
tenemos varios que no quisieron jurar. Si
esta era su opio ion, hicieron bien. La firme-
za de estos les da honor; pero hace con-
traste muy perjudicial á los perjuros; pues
prueba en ellos mutacion de opiniones,
fiecion y doblez al tiempo de jurar:


NUMERO LXXX


Caria de remando VII al einperador,
26 de julio de i 8o8.


S
eñor: He recibido con mucha gratitud lac


arta de V. M. 1. y 11. de 20 de este mes, en
qual se digna asegurarme de la pronta ex-




( 276 )
pedicion de sus órdenes para mis negocios.


Mi tio y mi hermano han celebrado tanto
como yo la noticia de la marcha de V. -DI


y R. á.Paris , que nos acerca h su persona;
y pues que (sea qual fuere el camino que
Y. M. siga) de todos modos debe pasar cer -
ca de aqui, mirariamos como una grande
satisfaccion que Y. M. 1. tuviese la bondad
de permitirnos salirle al encuentro , y de re-
novarle personalmente nuestros homenages
en el parage que designase, siempre que no
le incomode.


V. AMI, y R. disimulará este deseo insepara-
hiede' sincero afecto, y del respeto con que
tengo el honor de ser de Y. M. 1. y R. el mas
humilde y apasionado servidor— Fernando.
Yalencey , 29 de julio 'de iSo8.


111-ota. Traduccion de la copia impresa
en el Monitor.


( 277 )


NUMERO LXXX1I.


Proclama de la princesa del Brasil, infanta
de España ., regenta de Portugal, en 19
de agosto de i8o8,


Hago saber á los leales y fieles vasallos
el rey católico de las Españas é Indias, ii los


Kefcs y tribunales, á los cabildos seculares
y eclesiásticos , y h las denlas personas en
cuya fidelidad se halla depositada toda la au-
oridad y administracion de la monarquía,
y confiados los derechos de mi real casa y
familia, como el emperador de los franceses,
despues de haber exaurido á. España de hom-


b res y de caudales, que baxo el pretesto de
u na falsa y capciosa alianza la exigia de con-
tinuo para sustentar las guerras que prome-
'ia su ilimitada ambicion y egoismo) quiere
por último realizar el sistema de la mollar-
quia universal-


Este proyecto (grande únicamente por las
grandes atrocidades, robos y asesinatos que
deben precederle) le ha sugerido la idea de
asegurar primeramente en sí y su familia el
tr
ono, que la sanguinaria revolucion usurpó
la primera linea de mi real familia, y de-




( )
posit6 en poder de este hombre hasta enton_
ces desconocido. Para eso pretende extermi,
ruar y acabar mi real familia, considerando
que en ella residen los lcgitimos derechos
que retiene usurpados y ambiciona justificar,
teniendolos en su poder.-


Intentó primeramente por medio de la mas
falsa política apoderarse de nuestra persona


,


y de la cte nuestros muy caros esposo , e hijos
baxo el especioso y seductivo principio de
proteccion contra la nacion británica, de
quien hemos recibido las mayores pruebas
de amistad y alianza ; pero frustrados sus de-
signios con nuestra retirada á esto conti-
nente , mitigó su ira y sed insaciable con el
general saquéo que mandó practicar por Ju-
not en todo el reyno ele Portugal, sin respetar
cosa alguna, llegando el caso de manchar
sus manos en los vasos del santuario.


Suscitada poco después una sublevacion ,
O tumulto popular en la Corte de Madrid
contra mi augusto padre y señor el rey D.
:Carlos 1V, para obligarle á abdicar b renun-
ciar- el trono h favor de mi hermano el prín-
cipe de Asturias, quiso luego intervenir en
estas agitaciones domésticas para lograr el
fin abominable de convidados á pasar al ter-
ritorio de su imperio, protestando la rnaYor


( 279 )
seguridad de sus personas, siendo su :ubico
objeto tenerlas en aptitud de poder con ellas
realizar el iniquo plan de sus proyectos.


Lleva y arastra á mi augusto padre con
todos los denlas individuos de mí real familia


Rayona de Francia, y allí los violenta y
obliga á firmar un apto de abdicacion 6 re-
nuncia ( por si mismo nulo) baxo los :espe,
ciosos y fantásticos motivos de conservar la
integridad de la España ( que solo el quiere
violar) y de conservar la religion católica
(que el solo ultraja y detesta ) acto por el
qual todos los derechos de mi real familia á
la corona de España e imperio de Indias que-
darian cedidos á favor de este xefe ambi-
cioso, si en tiempo no reclamasemos de la
violencia injusta é , concebida y exe-
cutada contra el derecho natural, y positivo;
contra el derecho divino y humano; contra
el general de gentes ; y desconocida por las
naciones mas bárbaras..


Estando de esta suerte mis Muy amados
padres, hermanos, y ciernas individuos de mi
real familia de España , privados de su na-
tural libertad, sin poder exercer su autoridad,
U amenos atender á la defensa y conservacion
de sus derechos ;á la di reccion y gobierno de
sus fieles y amados vasallos : y considerando




( 28o )
'por otra parte la perniciosa influencia que pile-
de tener semejante acto en los ánimos]malos v
dispuestos á propagar el sistema de insuborrii.
nacion y anarquía tan perjudiciales ála.socie_
dad y álos miembros que la componen, por tan-
to considerándome suficientemente autoriza-
da y obligada á exercer las veces de mi augur.
to padre y real familia de. España existentesen
Enropa, como la mas proxima representante
suya en este continente de _América para con
sus fieles y amados vasallos, me ha parecido
conveniente y oportuno dirigiros .este mi
manifiesto; por el qual declaro por nula la
abdicacion ó renuncia que mi señor padre el.
rey O. Carlos IV, y (lemas individuos de mi
'real familia de España tienen hecha á favor
del emperador ú xefe de los franceses ; á
cuya declaracion deben adherir todos los
fieles y leales vasallos de mi augusto padre
en qüanto no se hallen libres O indepen-
dientes los representantes de mi real familia,
"que tienen mejor derecho que yo de exer-
cerlos; pues que no me considero mas que
una depositaria y defensora de estos derechos
que quiero conservar ilesos ?3 inmunes de la
perversidad de los franceses para restituirlos
al real representante de la misma augusta


familia, que exista ó pueda existir indepen-


( 281 )
diente en la epoca de la paz general. Tgual-
mente os ruego y encargo encarecidamente
que prosigais corno hasta aquí en la recta
adtninistracion.de justicia, con arreglo á las
ley es, las que cuidareis y celareis se man-
tengan ilesas y en su vigor y observancia ,
cuidando muy particularmente de la tran
quilidad pública y defensa. de estos dominios,
hasta que mi muy amado primo el infante,
D. Pedro Carlos, ir otra persona llegue entre
vosotros para arreglar los asuntos del go-
bierno de esos dominios, durante la desgra-
ciada. situacion de mis muy amados padres,
hermanos y tio , sin que mis nuevas pro-vi-
ciencias alteren en In mas mínimo lo dispuesto
y previsto por mis augustos antecesores.


Esta declaracion (que va por mi signada y
refrendada por quien sirve de mi secretario)
os la remito para que la guardeis, ctunplais
y hagais guardar y cumplir á todos los sub-
ditos de vuestra jurisdiccion,
del modo y forma que hasta aqui se han cir-
culado las órdenes de mi augusto padre
fin de que conste á todos no solo quales son
mis derechos, sino Cambien la firme resolu-
cion en que me hallo de mantenerlos invio-
lables, certificando igualmente que como de-
Positaria , no es ni será jamas mi real inten




c 282 )
cion alterar las leyes fundamentales de Es„
paña, ni violar privilegios , honras y exen.
ciones del clero, nobleza y pueblo de la mo-
narquía : que todos y todas, reconozco aqui
y delante del Ser Supremo, que bendecirá.
ésta solemne y tan justa como fundada pro_
testa:


Dada en el palacio de nuestra real habi.
tacion del Rio-Janeyro , &laxo de nuestro
real sello h los 19 de agosto de 18o8.—
princesa Doña Carlota Joaquina deBorbon.


D. Fernando Josef de Portugal.


Nota. Esta proclama, impresa primero en
_America , se reimprimió en Londres, día x5
de abril de 181o, en el suplemento al mi-
mero 5.° del periódico que allí se publica.
en idioma español con titulo del Colom-


biano.


NUMERO ',XXXIII.


Exposicion de Ar. Champgny,ministro de
relaciones exteriores del imperio _trances


.117ápoleon, en 1.0 de setiembre de 8o8.


Señor : Tengo el honor de proponer, it
M. que se sirva comunicar al Senado los


dos tratados que pusieron la corona de Es-
paña en manos de V. M. y la constitucion,
que bazo sus auspicios ,y con el ausilio de su
iinstracion, adoptó la Junta congregada en
Rayona despees de maduras y libres delibe-
raciones para la gloria del nombre español
y la prosperidad del reyno de las Españas
y de sus colonias.


Si en las disposiciones de V. M.,:su prin-
cipal cuidado ha sido la seguridad de la Fran-


, tambien ha mirado con amor el interes
de la España : y uniendo los dos estados por
medio de la mas intima alianza, se ha pro-
puesto por objeto comuu la prosperidad y la
gloria de ellos. I .as turbaciones que habla en
España, excitaban mucho la so licitud-deV. M,
quien temiendo los progresos, preveia sus fu-
nestas conseqiiuencias y quería.


precaverlas
Por los medios de la persuasion y los de una
.sabia y humana política.




( 284 )


les
ao:: lnt


hallaban
bal isael


d s'Seri.) s (In). e isn tdeervleonsiaespañoles co I in


por un lado l anarquía de que s
amenazados, y por otro los preparat ivos
la Inglaterra para aprovecharse de aquellas
discordias, sacando de ellas todo el 'Partido
posible á su favor. Les indicaba V. AL el
puerto que debia salvarles de los dos poli-
gros, qual sería una constitucion sabia ,
tracia , y propia para remediar todas las ne-
cesidades ; pues en ella se conciliaban las
ideas liberales con las instituciones antiguas
que la España desea conservar.


Las esperanzas de V. M. han salido fallidas
en ésta parte. Los intereses particulares , las
intrigas de los ex trangeros y su oro corrup-
tor han prevalecido. Es posible que sea tan
5teil conducir los pueblos á su ruina con solo
dejarles libro el curso de sus pasiones ? En
otra cxposicion anterior hice presente á V.M.
la influencia que los ingleses adquirian en
España ; el numeroso partido que habian Ibr-
mado 3 los amigos que }rabian adquirido en los
puertos de comercio con las apariencias de un
ventajoso restablecimiento de las relaciones
mercantiles. Yo habia hecho ver á V.M . que
ellos erám lo s autores del motinque trastornó
el trono de Carlos l V, y fautores de los de-


( 285 )
sórdenes populares que se le subsiguieron.
Ellos habian roto el freno saludable que tiene
al pueblo. en sumision por su propio alteres.
El populacho español habiendo sacudido


el
yugo de las autoridades , aspiró á gobernar..
El arte de los ingleses , las intrigas de los
agentes de la Inquisicion (que teinian perder
su imperio) y la influenciia de los fray les (que
son muchísimos en España, y . preveian una
reforma )lian ocasionado en los momentos
de crisis la insurreccion de muchas provin-
cias españolas ; en las quales la voz de los
hombres sabios ha sido desconocida y sofo-
cada hasta el extremo de que muchos han
sido víctima de su valerosa oposicion á los
desordenes populares, resultando la mas es-
pantosa anarquía en gran parte de la España.
¿Permitirá Y. M. que la Inglaterra pueda
decir : « La España Os una do mis pro vin-
«


cc


Bias : mi pavellon arrojado del Baltico , de
los mares del Norte y del Levante, y aun de


cc


las orillas de Persia, domina en los puertos
españoles? » No señor : Jamas. Para preca-


ver tal deshonor, y las desgracias que se
1e


liabian de subseguir estan preparados ( si es
nee


eSario ) á pasar los Pirineos dos millonesde ,Valerosos soldados; y los ingleses serán
arrojados de la peninsula.


1




( 286 )
Si los franceses combaten por la libertad


de los mares, es forzoso para conquistar
comenzar quitando la España de la influen,
cia del tirano de los mares. Si combaten
por la pai no la pueden conseguir hasta que
arredren del territorio español los enemigos
de la paz. Si V. M. 5 abrazando en sus ideaslo
futuro tanto como lo presente, aspira al no,
ble objeto de dejar á sus sucesores tranquilo
su imperio, quieto y rodeado de potencias
amigas debe comenzar por la permanencia
del iulluxo frances en las Españas.


En fin, si el honor es el primer sentimiento
de los franceses, asi como es cl primero de sus
bienes, es preciso que V. M..tome pronta-
mente venganza de los ultrajes que se han
hecho al nombre &anees, y de las atrocida-
des executadas con un crecido número de
nuestros compatriotas que han sido victimas
del furor. Algunos franceses establecidos en
España mas ha de quarenta años, que exer-
cian pacificamcnte su industria útil, y mira,.
ban á. la España casi como patria suya,
sido asesinados ; las propiedades france-
sas violadas en todas partes : los consules
de V. M. tratados con una fiereza que' jamas
hubieran recelado en lospaises mas barbaras,


Que est imacion , ni que consideraeion tea
-


( 28 7 )
(iría en Europa el nombre frances si queda-
sen sin castigo unas injurias tan atroces, tan
públicas y verificadas en un país tan proxi-
in o zi


la Francia ? Deben ser vengadas ; pero
seánlo como corresponde la los franceses; esto
es por medio de la victoria.


No es pequeña ventaja la probabilidad de
encontrar por fin á los ingleses de manera
que se les haga la guerra cuerpo á cuerpo,
y que sufran los males, cuyos peligros igno-
ran, á causa de no haber guerreado hasta
ahora sino con su astucia. Los ingleses serán
batidos, destruidos y dispersados, á no ser
que huyan precipitadamente como en Tolon,
Helder, Dunquerque, Suecia, y todas las de-
mas partes en que losexércitos franceses han
podido 'verlos ; pero su expulsion de la Es-
paña será la ruina de su causa. Este ultimo
golpe consuinirá sus medidas de hacer la
guerra, aniquilando sus últimas esperanzas, y
será probable que la paz se verifique.


Toda la Europa está en favor dé los ;fran-
ceses acerca de esta disiluta. La Francia yla Rusia hacen causa comu o contra la Ingla-
terra.


Dinamarca sostiene con honor una
.


que ha sido provocada. Suecia vendida
aba


ndonada por la Inglaterra (á que lahabía sacrificado' un gabinete insensato) tic-


1




( 288-)
nc perdidas ya sus mas importantes provin.
cias ; y camina ácia su ruina : efecto -inevita
ble de la alianza y amistad de la Inglaterra.


Tal será la suerte de los insurgentesb _ _ espa_
Quando la guerra haya comenzado se-


rian-len te , los ingleses abandonarán lá Espa.
despues de haberles hecho el funesto re-


galo de la guerra civil, de la extrangera , y aun
de la anarquía; calamidad la mas cruel de to-
das. Entonces solo la sabiduria , y la benefi-
cencia de V. M. podrán reparar los males que
los ingleses habrán causado.


La corte de Viena ha testificado constan-
temente ut V. M. las intenciones mas amisto-
sas. Indignada de la política de Inglaterra, ha
querido separar de Londres á su ministro, y
despedir al plenipotenciario ingles, residente
en Viena; cerrar sus puertos á la Inglaterra
y ponerse con ella en estado de hostilidad.
Acaba de añadir á sus providencias anterio-
res la de que no se admitan en sus puertos
los baxeles que baxo ele pabellon neutral son
conductores de géneros y mercaderias ingle-
sas. V. M. ha cultivado estas disposiciones de
benevolencia, manifestando a la corte de
Viena amistad y confianza ; haciendole, cono-
cer que la Francia torra un Verdadero ¡va•
res en la prosperidad del imperio austriaco


( 289 )
sin` embargo, esta potencia ha aumentado su
exército en los últimos tiempos : sus fuerzas.
inilifares exceden á la debida proporcion y


al
estado de su poblacion y- rentas. Vuestros mi-
nistros, señor, no presentan esta observacion
s ino para hacer conocer á, V. M. la necesi-
dad de aumentar tambien sus fuerzas á fin de
que asi se conserve la superioridad relativa
que hay entre el poder y la poblacion delos dos imperios.


En Constantinopla se ha verificado nueva.
revolucion. El Sultan Mustafa ha sido de-,-
puesto.


Los Americanos (este pueblo que ponia
su fortuna, su prosperidad, y casi su existen-
cia en el comercio) han dado el exemplo
de un sacrificio grande y vigoroso. Ellos-
mismos se han prohibido por un embargo
general, todo


. comercio, y toda navegacion
sino lo pudieren hacer sin someterse al ver-
gonzoso tributo que los ingleses pretendeni
mponer á los navegantes de todas las naciones.


landa
1,a Alemania, la Italia, la Suiza, y la Elo-


niaritima para entregarse toda su industria.
eesta r,pacificas, y solo esperan la paz


Todo el mundo suspira por esta paz: Sola laInglaterra
se opone á, ella y resulta ser laeuerniga del mundo.


19




( 290 )
La nacion francesa, la Europa entera y


todos saben los esfuerzos que V. M. hace
_ por


esta paz, y que sus empresas son
-


el resul
tado inmediato de la inutilidad con que y. M.
ha hecho tentativas para conseguir la misma
paz.


El afecto del pueblo francos no tiene lími-
tes ; y en las circunstancias actuales en que
interesa tan esencialmente el honor y la se-
guridad de la Francia , manifestará con es-
pecialidad sus sentimientos , mostrándose
digno de percivir la herencia de gloria y de
felicidad que Y. M. le prepara.


Soy con respeto, Sire , de Y. M. 1. y R.
muy humilde servidor, muy afecto, y muy
fiel subdito. Champagni. Paris 1 de septiem-
bre de 1808.


Nota. Traduccion de la copia impresa
en el Monitor de 7 de septiembre de 18o8.


( 29 1 )


NUMERO LXXXIV.


arta de los C777pC7VC101*CS de Francia y Rtl-
sia al Rey de Inglaterra , en 12 de oc-
tubre de 1808.


Sire : Las circunstancias actuales de la
Europa nos han reunido en Erfurth. Nues.'
ti o primer pensamiento ha sido ceder á los
votos y necesidades de todos los pueblos, y
asear por medio de una pronta paz con
. M. el remedio mas eficaz de las desgra-
as que afligen á todas las Naciones. Noso-
os hacemos conocer á V. M. por esta carta
uestro deseo sincero de conseguirlo.
La guerra larga y sangrienta, que ha des-


edazado al continente , ha tenido ya su fin,
rezelo de ser renovada. La Europa ha


visto grandes novedades : muchos estados han
dejado de existir. La causa está en las agi-
taciones y desgracias originadas de la cesa-
clon del comercio marítimo de grandes pue-
Lios. Aun pueden verificarse mayores no-


' vedades , y tales que sean contrarias á la po-
llea de la Nacion inglesa. Esta interesa en
1 paz, acaso tanto como los pueblos del con-


tinente.


C


ti


n




( 292
Nosotros nos hemos reunido para rogar It
M. que escuche la voz de la humanidad


haciendo cesar la de las pasiones, y procuran.:
do con sincera intencion conciliar todos los
intereses; garantir de este modo todas las
potencias que ahora existen, y asegurar la
felicidad de la Europa y de todos los vivien-
tes, á cuya cabeza nos ha colocado la provi -
dencia. Erfurth , r2 de octubre de 1808,
Napoleon. — Alexandro.


Nota. Traduccion de la copia impresa
en el Monitor de 15 de diciembre de 18to.


NUMERO LXXXV.


Fracmento de la nota diplomática, comuni-
cada por IVIr. Canning , minisrro de rela-
ciones exteriores de Inglaterra, a Bp-
manzoff, que lo era de Rusia en 28 de
octubre de 18e8.


El rey ha declarado siempre que deseaba
la paz ; y que estaba pronto á entrar en ne-
gociaciones para concluir una paz


general


en los términos que fuesen conformes a lo


( 291 )
que exigen el honor de su corona su fi-
delidad á los empeños contraidos , y la
esperanza de una seguridad permanente de
la Europa. S. M. repite esta misma decla-
racion.


S. M. no está ligado hasta ahora cona Es-
paña por ningun acto formal ; pero ha con-
traido con esta nacion á la faz del universo
unos empeños no menos sagrados, que se-
gun la opinion de S. M., le ligan tanto como
los tratados mas solemnes.


Supone, pues, S. M. que guando se le pro-
ponen negociaciones de paz general , 'labran
sido tenidas en consideracion las relaciones
que hay entre el rey de la gran Bretaña, y
la monarquía española; y por consiguiente
que el gobierno español que obra en, el nom-
bre de Fernando VII será urna de las par-
tes que hayan de intervenir en las negocia-
ciones propuestas á S. M. Londres, 28 de oc-
tubre de 18o8.


Nota, Traduccion. de la copia impresa en
el "Monitor de r5cle diciembre de 18 1 o. Se cita
un gobierno español que obraba en nombre
de Fernando VII. Pero ¿qual era? ¿ Quien
10 haba formado? Entonces comenzaba la
'//qua central á decir que gobernaba. Le ha-




( 294 )
bia dado poderes la Nacion? ¿Fue otra co_
sa que usurpacion de autoridad la insta-
lacion de la Junta ? El gabinete británico
interesaba en honrar á una tropa de sedi-
ciosos usurpadores , con el título de gobier_
no español. i Y que gobierno ! Diganlo esas
mismas provincias de que se decian dipu_
tados. ¿Era eso lo mandado por Carlos IV,
y Fernando VII.? ¿Podía haber gobierno le.
gitímo , distinto del establecido por estos se-
ñores, y jurado por la Nacion?


NUMERO LXXX VI.


Nota diplomatica del señor de Romanzoff,
ministro de Negocios Extrangeros de Ru-
sia, al señor de Canning - , que lo era en
Inglaterra, en 28 de noviembre de 1808.


El infrascripto ministro de Negocios Ex-
trangeros de S. M: el emperador de Rusia,
tiene el honor de responder á la nota de 23
de octubre firmada por el señor de Canning,
Secretario 'de Estado de S. M. el rey de la
Sran Bretaña dirigida por S. E. al señor 01'


( 295 )
baxador de Rusia, residente én Paris que


admision de los reyes aliados de la Ingla-
terra al congreso no puede ser objeto que
presente dificultad alguna , y que la Rusia
y la Francia consienten. desde luego.


Pero este principio de ningun modo pro-
duce la necesidad de admitir plenipotencia-
rios de los insurgentes españoles. El empera-
dor de Rusia no puede consentirlo; su im-
perio ha sido siempre fiel á esta macima en
circunstancias análogas, y la Inglaterra mis-
ma se acordará de un caso particular.


Ademas el emperador de Rusia ha reco-
nocido • al rey Josef Napoleon, como rey de
España , y tiene dicho al de Inglaterra estar
unido con el emperador de los franceses,
tanto para la paz, como para la guerra ;
qual repite ahora mismo. Está resuelto á no
separar sus intereses dolos del monarca Tran-
ces. Este y aquel estar prontos á concluir
una paz justa, honrosa y util á todos los par-
tidos.


El infrascripto ministro observa con pla-
cer que en la oposicion de opiniones acerca
de los Españoles , no se presenta obstáculo
Capaz de impedir ni de retardar la apertura
cfe


un congreso. Lo infiere de la confesión
'le


se hace por parte de S. M. Británica á




( 296 )
los dos emperadores de no estar ligada toda_
via eu empeño alguno positivo con los que
han tornado las armas en España.


Despues de quince años de guerra, la Eu-
ropa tiene derecho de reclamar la paz. El in_
teres de todas las potencias, inclusa la Ingla-
terra, exige que la paz sea general. La bu-
inanidad lo manda; y un voto de esta natu-
raleza no puede menos de ser conforme al
de S. M. Británica; porque ¿como seria po,i.
sible que solo el rey de la gran Bretaña tu-
viera designios contrarios , y reúsase dar fin
a los males que sufre la humanidad?


El infrascrito renueva consiguientemente
en el o ombredel cm perad or, su amo, la propo-
sicion ya hecha de enviar plenipotenciarios
á la ciudad continental que quiera escoger
el rey de la gran Bretaña ; y de admitir en
el congreso los plenipotenciarios de los re-
yes aliados de la Inglaterra, tratar sobre la
base del uti possidetis , y la del poder res-
pectivo de las partes beligerantes ; y aceptar
toda base que tenga por objeto el concluir
una paz en que todas las partes encuentren
honor, justicia, é igualdad.


El infrascripto tiene el honor , etc. — Con'


( 297 )
de N. de Romanvy1.— Paris 28 de noviem-
bre, de 1868.


• Nota. - Traduccion de la copia impresa 'en
el. Monitor de x5 de diciembre de 181o. El
emperador de Rusia titulaba insurgentes á
los españoles que usurpaban el nombre y la
soberanía de Fernando VII. El gabinete in-
gles quería que se les diera el título de Na-
cion, pero ¿con que fundamento ? con el de
fomentar los intereses propios de su isla. Por
eso los ingleses estando en guerra con Es-
paña se hicieron de repente amigos, sin tra-
tado precedente de paces, arritnandose á los
puertos , y encendiendo el fuego de la dis-
cordia que no hubiera existido, si ellos no la
hubieran inspirado desde que vieron á Mu-


. rat en Madrid.




( 298 )


( 299 )


NUMERO ',XXXVII.


Noticia del juramento prestado por los habi-
tantes de Madrid en diciembre de 1808.


Esta Corte ofrece'un espectáculo extraor-
dinario. Se habian abierto registros en las es-
cribariias de las sesenta y quatro alcaldias de
barrio. Treinta mil padres de familia se han
presentado en tropel, y firmado un memo-
rial en que piden al emperador que ponga
fin á sus calamidades, concediendoles por
rey á su augusto hermano Josef. Fi Santí-
simo Sacramento ha estado expuesto en to-
das las iglesias ; los sacerdotes asistian al al-
tar, y todos los hombres de bien ( inclusos
los de la a ima clase ) ilustrados por las des-
gracias que la falta de gobierno les ha hecho
sufrir, concurrian con empeño á prestar ju-
ramento de fidelidad á su nuevo rey. Madrid
4 de diciembre de 1808.


Nota. Traduccion del capitulo del Moni-
tor de 5 de enero de i8o9; tomado de las ga-
cetas y cartas de Madrid.


NUMERO 'XXXVIII.


Noticia del juramento de varias ciudades
de España al rey Josef en diciembre de
1808.


Las ciudades de Valladolid , Palencia -
Segovia, Avila, Astorga, Leo!), etc., envian
numerosas diputaciones al rey. La fuga del
exército ingles; la clispersion del resto de los
exércitos de la Romana y de Extremadura, y
los males que las tropas de los diferentes
exércitos hacen sufrir al pais, han reunido
las provincias ' á favor de la autoridad.


La villa de Madrid se ha distinguido con
particularidad: los procesos verbales acredi-
tan que veinte y ocho mil y setecientos pa-
d res de familia prestaron su juramento en
presencia del Santisimo Sacramento ; cuyos
testimonios se han presentado originales al
emperador. Los ciudadanos de Madrid han
prometido á S. Al. I. que si coloca en el trono
e
spañol á su hermano el rey Josef, le auxi-


liarán
con todas sus fuerzas, y emplearán




1
( 30o , )


todos sus arbitrios en defenderle. --- Valla-
dolid 9 de Enero de 1809.


Nota. Traduccion del capitulo de Espada
en el Monitor de 18 de enero de 1809, to-
mado (le la gaceta y cartas de Valladolid.


NUMERO LXXXIX.


Exposicion de la dudad de Valladolid al
emperador Napoleon, en ir de enero de
1808.


Senor Todas las corporaciones que repre-
sentan á la ciudad de Valladolid, tienen el
honor de exponer á Y. M. que ( despues de
haber sido convocadas con la anticipacion de
un (ha) se reunieron. en las casas consisto-
riales el ' o de este mes, presididas por el al-
calde mayor á fin de manifestar su reconoc i


-miento á la clemencia con que Y. M. 1. Y B.
se ha dignado tratar á ésta ciudad ( clemen-
cia conocida ya en otros paises, y modern a


-mente demostrada con la villa de Madrid) y
resolvieron unánimemente presontarse cada


( 3o )
una de las c orporaciones en la iglesia peni-
tencial de Jesus Nazareno. D. Francisco
Granizo y D. josef Gomez Villabon comi-
sionados elegidos por el venerable cabildo
de la santa Iglesia- Catedral, admitieron el
encargo que el alcalde mayor les hizo de re-
cibir el juramento sobre los Santos Evange-
lios en parage conveniente al objeto. Estando
expuesto el Santísimo Sacramento de la Euca-
rístia en el altar bien iluminado, juraron los
referidos presbíteros', el uno en las manos
del otro; y luego hicieron igual juramento
todos y cada uno de los concurrentes, di-
ciendo que juraban sin restriceion alguna
obediencia y fidelidad á su senior y rey D. o-
sef Napoleon. I. 0


, hermano de V. M. R, ypronmetian bazo la obliga.cion de dicho jura-
mento exortar á todos, y cada uno de los ha-bitantes á la misma obediencia y fidelidad.
Tain bien se acordó en la Junta dar comision
'a sus diputados para que instruyesen á V. M.de todo esto, y le manifestasen quan pene-
trada está la ciudad de Valladolid (le la gran-
deza de alma (le V. M. I. v B., (le su clemen-
cia y de la bondad con que ha tratado á loshabitantes


• y suplicasen á vuestra magestadque
se digne continuarla como una de tan-


tas pr
uebas de su generosidad natural. —


1




( 3o2 )
D. Fermin Maria Milla, etc. — Valladolid


de enero de 184.


Nota. •Traduecion de la copia impresa en
el Monitor de 21 de enero de 1809.


NUMERO XC.


Exposition de diferentes diputaciones de
Madrid hecha en Valladolid al empera,
dor en 16 de enero de 1808.


Exposicion de los diputados del consejo
de Estado. Señor : el consejo de Estado se
tiene por feliz de presentarse á V. M.1. y R.
y .de poder darle personalmente grandes ac-
ciones de gracias por la generosa clemencia
con que se ha dignado proceder. De quanto
reconocimiento no será deudor el consejo su-
premo de la monarquía por haber libertado V.
M. á la España de la influencia de los funestos
consejos que le habían preparado cincuenta
arios de desgracias ? ¿Y por haberla desem-
barazado de los exércitos ingleses que ame-
nazaban fijar dentro de su territorio el teatro
de la guerra continental: y hacerle exT


eri-


3o3 )
¡notar los desórdenes y calamidades que
por lo eom un se le subsiguen ? Reconocido
el consejo de Estado á estos beneficios se
atreve tambieh á hacer una súplica á V. 1VI.
Dignaos, señor, de colocar á nuestro rey y
señor en el trono español, baxo la salvaguar-
dia de nuestra lealtad. Entre, señor, vuestro
augusto hermano en Madrid : tome las rien-ug
das del gobierno : nuestra monarquía viuda
y desconsolada encuentre un padre en el
mejor de los reyes baxo la autoridad benéfica
de un augusto príncipe, cuya dulzura, sa-
biduría y justicia son conocidas de toda la
Europa. Nosotros hemos jurado obedecerle,
señor: le hemos hecho homenage de nuestra
fidelidad; cumpliremos nuestros juramentos,
y V. no tendrá que arrepentirse de la con-
fianza que se digne hacernos, ni de la ele-
Juncia que ha usado con nosotros.


Exposicion de los diputados del consejo de
Indias. Señor : El consejo de las Indias tiene
el honor de presentarse á V. M. y E. para
ofr


ecerle el homenage de su profundo respeto,
Suplicando que se digne concederle su sobe-


proteccion. El consejo está enteramente
Su miso á las órdenes de V. M. y á las de s u1118usto hermano el rey nuestro señor, que


1




( 3o4 )
debe hacer la felicidad de la España, tanto
por su sabiduria y reunion de sus altas vir-
tudes, como por el poderoso apoyo del héroe
de la Europa ; .en el qual el consejo de las




Indias funda la esperanza que tiene de for-
tificar la union que debe siempre haber entre
las posesiones de América y la Metrópoli.


Exposicion del consejo de Hacienda
Señor: El consejo de Hacienda tiene el ho-
nor de ofrecer á V. M. I. y R. el homenage
de su profundo respeto. Reuniendo sus votos
á los de la villa de Madrid, suplica á V. M.
I. y R. se digne conceder la gracia de que
se vea pronto en Madrid al augusto y que-
rido hermano de V. M. El consejo espera que
éste favor produzca la felicidad y la tranqui-
lidad del reyno , cuya. esperanza es la mas
dulce para el consejo.


Exposicion del marques de las Amarillas
en nombre del consejo de Guerra. Señor:
El consejo supremo de la Guerra ha obtenido
con grande reconocimiento el honor que
habia solicitado de ofrecer á los pies de V.M•
I. y R. sus respetuosos homenages, y las mas
humildes acciones de gracias por la cleme n


-cia con que V. M. ha tratado á la -villa do


( 5o5 )
Madrid; h la súplica de cuyos representántes4
agrega el consejo la suya para que Y. M.
por un efecto de su augusta beneficencízt
haga feliz la Corte y su distrito, aiieedien
dole la- presencia de su rey Josef I.`)áfin de
que baxo su gobierno gocemos la tranquili.1
dad y denlas ventajas que esperamos , y de
que la • Nacion española tiene urgente ne,
cesidad) én las circunstancias actuales.


Exposicion del consejo de Marina. Señor
cl consejo de la Marina tiene


. -él. hónor de
presentar .


h Y. M. y R.' el homenáge de
su profundo respeto. Une sus votos á:los del
consejo de Estado y demas• q ti e le han pre-
cedido á los de la villa de Madrid ; su,
pficando y á. Y. M. que para la felicidad de
la patria se , digne conceder la gracia de
que su augusto hermano rcyne en España
para el reposo y la tranquilidad dé todo
el rey-no .. El consejo desea que el zelo del
cuerpo de la Marina y sus trabajos en el
servicio de la patria puedan conti'ibuir baxo
de leyes sabias á la libertad de lüs mares, y


consolidar los antiguos y legítimos vinew
los que unen á los dos mundbs.


Exposicion del tribunal de los alcaldes
2.




3o6 )
de Corte. Señor : Los alcaldes de la Real
Casa y Corte tienen el honor de presentar
Y. M. J y R. los respetos y el bomenage de
su tribunal.. Están encargados de of•eceros
las mas humildes acciones de gracias por la
clemencia con que habiendo vencido h Ma-
drid, os habeis dignado de tratarle , y os su_
plican la.hondad; de olvidar sus er rores.


-Vivá-
M. asegurado: de la fidelidad con que:ésta


villa servirá. á su augusto hermano , de Cuya
promesa se constituyen reenes todos los ha-
bitantes; para que V. M. se sirva acceder á
las hurnáldcs suplicas de que su augusto her-
manOJellionreoon su presencia, y torne las
riendas del gobierno. El tribunal no omitirá.
nada de manto penda de sus facultades para
confirmar al pueblo en los sentimientos de
que ya está animado, para lo .qual le purifi-
cará. , separando á los malignos que quieran
seducirle 3 y mirará. :P)1110 felicidad . el tener
ocasiones de dar Y. M. y .R,.--nuevas
pruebas de afecto á. su augusta 'persona y h
la del soberano benefico que espera recibir
de su mano.


Exposicion de la villa de Madrid, repre-
sentada por diputados de su ayuntamiento
del euerpe de la noblez,a , del estado Ec ie-


( 50 7
)


siastieo , de los Gremios mayores de lbs
nienores, de los habitantes por parroquias;
r del C0172,U72 de vecinos por quarteles,
seor : la villa de Madrid toda entera ha
concurrido á los templos. Su primer senti-
!D iento ha sido el de dar gracias al cielo por
la clemencia que V. M. usó con la capital
del reyno, y con nosotros, que debernos á


M. el estar libres de las calamidades
que nos amenazaban, El segundo senti-
miento ha sido el de jurar obediencia y fi-'
delidad al rey Josef. Nosotros tenemos ahora
el honor de presentar a V. M. I. y R. el
Bistro que contiene veinte y siete mil y qui,
nientas firmas de todos - los padres de familia
y de todos los xefes de casa establecidos en
la capital. La villa de Mach-id Será fiel a sir
rey. Nos ha encargado asegurarlo asi á V. M.
y prometer en su nombre no mudar jamas
de modos de pensar. Un príncipe, que reune
todas las grandes calidades con que se distin-
gue nuestro rey; que por su alianza con
V. M. nos asegura la paz perpetua de nuestro
continente que está lleno de sentimientos
generosos, y posee los principios de una
buena administrador' , es el único que nos
puede asegurar la felicidad de la España,
y restablecer la prosperidad del Estado. La




1


5o8 )
villa de Madrid toda entera Os suplica, seur
la gracia de que le confieis la persona del
rey; la dicha de la España comenzará guando
se consigan estos votos de sus vasallos. solo
llegando este cija concebirá la España fun_
dadas esperanzas de estar para siempre libre
de las desgracias causadas por las fac_
clones, los desórdenes , y las lenta_
tiras criminales de los malos ciudadanos.


Exposicion de la Junta de comercio y
moneda. Señor : La junta general de .


co-
mercio , penetrada del mas -profundo respeto
h la augusta persona de V. M. J. y R., y de
la mas grande admiracion por sus gloriosas
hazañas , une sus votos á los de los habi-
tantes y autoridades de la -villa de Madrid ,
y suplica respetuosamente á -V. M. que se
digne acceder á sus humildes ruegos , con-
cediendo la satisfaccion y felicidad de que
Madrid posea en su centro la persona del
augusto rey y digno hermano de M. Asi
veremos asegurada para siempre la felicidad
de la España, por medio de una constituciou
que destruyendo todos los obstáculos que se
oponian hasta hoy á los progresos de la agri°
cultura, comercio, industria y navcgacion ,
lijará en adelante la fortuna pública bazo


( 3o9 )
los auspicios y la influencia del genio crea-
dor y regenerador de 'V. M.


Nota. Traduccion de las copias impresas
en el Monitor de 25 de enero de i8og. —
Fijes° bien la consideracion en el lenguage
y expresiones de la villa de Madrid ; traí-
g ase á conseqüencia lo que resulta de otros
documentos antes copiados, y de los que
aun se pueden acumular ; y juzgue la Eu-
ropa si habieudose dado i. Madrid el renom-
bre de heroica merecen el de traidores los
que salieron de su patria huyendo de las des-
gracias


ias causadas por las facciones, los de-
sórdenes civiles ,y las tentativas criminales
de los malos ciudadanos. Estos querrian
tal vez hacer con los refugiados en Francia
lo que habian hecho con el marques de Pe-
rales y otros.




5 )


NUMERO XCI.


Descripclon de la entrada pública del rey
Josef en Madrid, erg 23 de enero de 18o9,
segun capitulo de la gaceta de Madrid.


La entrada pública del rey nuestro sobe-
rano en esta villa fue anunciada ayer por la
mañana con salva de de cien tiros de canon.
A las ocho de ésta mañana una parte de la
guarnicion de Madrid puesta sobre las armas,
se colocó en filas desde la puerta de Atocha
basta la de la iglesia de San Isidro, y de alli
hasta el palacio ; y'otra parte de dicha guar-
nicion en las diferentes plazas de la Corte por
grandes destacamentos. La guardia estaba
cerca de la citada iglesia. La caballeria salió
á las nueve 1). recibirá su magestad, y se de-
tuvo en la plaza de las Delicias. Quando
llegó el rey, la caballeria marchó delante
dejando solo un esquadron para venir detras
de la guardia de S. M.


En la plaza de las Delicias el rey montó h
caballo en medio de las aclamaciones del
pueblo, y el cortejo le acompañó en el órden
siguiente : Caballeria de la guarnícion: Un


( 511 )
esquadron de la guardia : Servicio de honor
de S. h saber: edecanes, secretarios de
gabinete; ma yordomos , gen t i les-hombres dé
cámara; escuderos; su perintenden teL'geiieral
de la casa real ; gran maestre de cerenibbias;
camarero mayor ; mayordomo


mayol.
; el


mayor general , y el mortero mayor: el rey
nuestro soberano : el capibn general de las
guardias de servicio : el escudero mayor : el
eapitan general de las guardias que no estan
ele servicio; el edecan de servicio :el escuder o
de servicio, y el gentil-hombre de cámara de
servicio : los ministros y los grandes de Es-
paña que no fuesen g entiles-hombres de cá-
mara.


Todos los personages citados acompaña.,
ball á 8. M. á caballo, y con unifbrme de
bala: luego se -seouia un escuadrón


.
de ca.-o


ballena de la guardia.
En coche asistieron los consejeros de Es-


tado: el consejo de la Guerra, el de la Mari-
na , el de las Indias, el de las Ordenes, y elde Hacienda; el decano del


. tribunal de losalcaldes de Corte, con otro alcalde, repre-
s
entando ambos su tribunal. Un esquadron


de c
aballeria de la .guarnicion cerraba la


m
archa. El gobernador de la plaza eJn su es-


tado mayor, y el corregidor de Madrid esta-




1( 312 )
lían colocados en la puerta de Atocha para
presentar á su magestad las llaves de la


,


Despues. de esta ceremonia el gobernador
se. puso á la cabeza de la caballería de la
guarniciona y el ayuntamiento de la villa
(letras del esquadron de la guardia real, te-
niendo el servicio de honor de 5u niagesiad.


La entrada del rey en Madrid fue anun-
ciada por una salva do cien tiros de ,a4on
y por el repique general de todas las cam-
panas , lo que se repitió muchas veces du-
rante el clia.


Entrando S. M. por la puerta de Atocha,
atravesó el Prado , y continuó su marcha por
la calle . de Alcala , puerta del Sol , calle de
Carretas, plaza del Angel, calle de Atocha,
calle Imperial, y calle de Toledo , hasta la
iglesia de San Isidro. En todas partes habil
gran concurso de gentes, y manifestaba su
alegria en continuas aclamaciones.


El obispo auxiliar, revestido de pontifical,
los canónigos de San Isidro, los curas y he-
neficiados•de las parroquias, los generales y
denlas prelados de las órdenes religiosas reci-
bieron á S. M..en la puerta, y los seis canón i


-gos mas antiguos le acompañaron hasta el
trono en que se colocó S. M. baxo el dosel.


( 3 3 )
El obispo auxiliar dirigió á S. M. un dis-


curso noble, digno de su carácter , y muy
propio del clia, del sitio, y de las circunstan-
cias.


S. M. habló en los términos siguientes:
Antes de dar gracias al Supremo árbitro
de los destinos por mi regreso á la capital
del reyno , confiado á mis cuidados, quie-


« ro corresponder al recibimiento afectuoso
que me hacen sus habitantes declarándo-


« les mis mas. secretos pensamientos á los
pies del mismo Dios vivo que recibió vires-


« tros juramentos de fidelidad á mi persona.
cc Delante de Dios que ve los corazones de
« todos, protesto que solamente mi obliga-
« cion y mi conciencia me conducen al trono
« y no pasion alguna particular. Estoy pronto
• á. sacrificar mi felicidad, porque pienso que


para la vuestra necesitais de ini persona. La
« unidad de nuestra santa religion , la inde-
« pendencia de la monarquia, la integridad
« de su territorio, y la libertad de sus con-
« ciudadanos son las condiciones del jura-
« mento que presté al tiempo de recibir la
« corona. Ella no resultará enibilecicla po r
« estar sobre mis síenes; y si los subditos
« coadyuvan los esfuerzos de su rey, como
« yo no dudo que lo harán, segun los de-




( 314 )
seos manifestados por la Nacion yo no


« tardare a. ser el mas dichoso de todos, por-
« que lo sereis todos vosotros.»


Estas palabras conmovieron sumammeanttd.
los corazones del concurso, segun se
l'estaba por todas partes ; y habiendose sen-
tado el rey en el trono, se colocó el corte-
jo de la manera siguiente.


A la derecha del rey, y (letras de S. M. es-
taba cle pies en la tercera grada del trono el
capitan general de las guardias de servicio.


A la misma derecha del rey el camarero
mayor, y detras de éste los gentiles-hombres
de la cámara.


A la derecha del camarero mayor los mi-
nistros; á la derecha de éstos los consejeros
de estado.


A la izquierda del trono el mayordomo
mayor , y el escudero mayor. A la izquierda
de éste el capitan general de la guardia sin
servicio , y el mayor general, teniendo á su
izquierda al superintendente general.


Detras del capitan general de la guardia
sin servicio, los edecanes del rey. Detras del


del escudero mayor los escuderos. letras
mayordomo mayor los mayordomos; y


Un poco adelante, y á la izquierda de la
áltima grada del trono se colocó el gran ruaes-


( 315 )
tro de ceremonias. Los capellanes de honor
y toda la capilla real asistieron á la misa que
se, celebró con todas las ceremonias acos-


ttl Em dil: rla ia.nave de la iglesia habia dos filas de
asientos á. cada lado: en los de la derecha
estaban los individuos de los consejos y de
la sala de alcaldes de Corte , segun su respec-
tiva precedencia: en los de la izquierda los
miembros del ayuntamiento, los titulados y
Otros caballeros de distineion.


El gobernador de Madrid ;
los oficiales ge-


nerales y superiores del estado mayor del
exéreito y de la plaza en actual servicio fue-
ron colocados frente del trono con los oficia-
les generales no retirados los otros ofi-
ciales asistieron en seguida de los magis-
trados de la villa entre las personas tituladas
y distinguidas.


Despu es de la m isa se cantó el Tedeum con
grande solemnidad; v posteriormente los seis.
canónigos mas antiguos conduxeron al rey
)axo el palio hasta la puerta de la iglesia.
.El cabildo y el clero se colocaron como


elles ; y la comitiva acompañó á S, M. basta
el palacio por la calle de Toledo, plaza ma-.
'or, calle de la Almudena, y arco de palacio :


Sudó á éste y recibió á la corte en el salen




1


( 5x6 )
de los embaladores ; anunciando la entrada
una salva de cien tiros de canon.


Todas las casas de vecinos particulares
,
y


los ciernas edificios de toda la carrera por
donde pasó el rey, estaban adornadas con
ricas y magnificas colgaduras.


De trecho en trecho , habia orquestas de
música , dirigidas por los mejores profesores,
desde donde dejó el rey su coche para mon-
tar á. caballo hasta el palacio real; y en toda
la carrera no hubo ventana ni balcon que
no estuviesen llenos de personas de ambos se-
xós .ecle todas clases y condiciones, manifes-
tando grande alegria de poseer por fin en la
capital del Reyno al soberano que la provi-
dencia les habia dacio para curar nuestros ma-
les políticos , y para dar h la España la pros-
peridad y el esplendor que en otro tiempo
habian hecho ilustre el nombre Español.


Por la noche hubo iluminacion general que
debe continuarse en las dos noches siguien-
tes. Madrid 23 de enero de 1809.


Nota. Traduccion de la copia francesa im-
presa en el Monitor de 4 de Febrero de 'Soy,
capitulo de Madrid que suena tomado de su
gaceta.


( 51 7
)


NUMERO XLII.


Decreto del rey Josci en 20 de febrero
de 1809.


El rey ha hecho publicar un decreto pro-
vellido en ro del presente mes, que tiene las
disposiciones siguientes:


Articulo 1. Todos los magistrados del
reyno; todos los empleados en las admi-
nistraciones de qualquiera naturaleza que
sean, que no tengan prestado ya su. juramento
de obediencia y fidelidad á nuestra persona,


1


ida Constitucion y h las .leyes; lo harán por
escrito en el termino de tres clias contados
desde la publicacion del presente decreto en
los pueblos de la residencia de cada uno.


Articulo H. Los gefes principales de cada
ramo remitirán al ministro de quien respec-
tivamente dependan, las c ertificaciones de
los juramentos que se hayan prestado, y ladel suyo propio.


Articulo Los que no hicieren el in-
dicado juramento, se interpretará que hau
ren unciado sus empleos.


Articulo
Todos nuestros ministros


quedan encargados de la execucion del pre-


A




( 5i8 ' ) ,
sente decreto ; cada uno en el ramo de
ministerio.— Madrid 20 de febrero de '809,


Nota. Traduccion del capitulo de Madrid
copiado en frances en el monitor de 3 de
marzo de 1809.


NUMERO XCIll.


Exposicion de la Junta de Aragon al rey
Josel . en II de marzo de 1809.


Señor: La Junta Suprema de gobierno de
la ciudad da Zaragoza y del reyno de Ara-
gon , penetrada: del mas profundo respeto
tiene el honor de exponer á los pies de Y. M.
que, habiendo sido creada en 18 de febrero
último y tomado inmediatamente conoci-
miento del estado de la guerra, opinó que
debia darse fin lt ella, y prestar . ,11 M. j u


-ramento de obediencia y fidelidad. En su
-conseqüencia pidió al eapitan general que so-
láeitase suspension de hostilidades. .No ha


-biendo sido concedida ésta , la solicitó la
Junta en su propio nombre,.y presentandose
al mariscal duque de Montebello se pactó la


( 519 )
renclicion de la plaza. Desde aquel momento,
regando la guerra, cesaron tambien los odios


el espiral/ de venganza. La obediencia y
el amor a la persona de Y. M, han sucedido
¡i los horrores del sitio; y reyna la mejor ar-


' mona entre los habitantes y las tropas fran-
cesas.


Tal es, señor, el carácter de los Arago-
neses : En .el último siglo sostubieron con
tenacidad la dinastía austriaca qae hasta
entonces Labia reynado ; pero luego que
Aragon reconoció los derechos de la nueva
dinastía, los respeto con la misma tenacidad;
pues ocurrida la questíon de mudar otra vez
de soberanos, ha defendido la casa que rey-
naba en España hasta el extremo que se ha
visto sin lunites


Si, Señor : La defensa de Zaragoza ha sido
superior á quanto se puede imaginar : la


.


ciudad ha hecho esfuerzos increíbles de va-
lor : Pero ¿ que podiamos nosotros hacer era
Contra posicion del talento , habilidad y valorde las tropas imperiales y reales ?


En fin, Señor, Y. M. ha sido reconocido
como rey de las Españas y de las Indias. LaJ
unta, el clero, y todas las autoridades han


Prestado con. gusto el juramento de obedien-(il Y de fidelidad. Las tropas victoriosas han




( J2O )
sido recibidas con una fraternidad Poro
coman.


La junta antes de felicitar á Y. M. ha que-
rido hacerle presentes tan importantes
Jades para que Y. M. pueda juzgar de lo
futuro por lo pasado. Los aragoneses siempre
consiguientes en sus opiniones cumpli4i
desde hoy el juramento prestado á V. M. con
el mismo caracter de constancia que siempre
han tenido encumplir hasta el 151tinio extremo
los otros juramentos que hablan prestado
las casas que reynaron sobre ellos: y V. M.
puede estar asegurado, aSi como sus sucesores,
de que ninguna provincia igualará á la de
Aragon en fidelidad y en amor.


La Junta tiene el honor de ofrecerá vuestra
magestad su felieitacfon por su :advenimiento
al trono , y felicita también i la Naeion por
la prosperidad que vuestro reynado le pre-
para.


Habiendo la Junta nombrado por diputa-
dos suyos al señor D. Mariano Dowinguez
intendente general del exército y del reyno
de_ Aragon y al marques de Fuente-Olivar,
individuos de ella para presentarse person al


-mente á los pies del trono, renuevan estos
comisarios con todo respeto la expresion de
los sentimientos de todos los aragoneses; Y


( 321 )
u seguridad de que la obstinacion dela guerra
pasada es una prueba de la que tendrán-tara-bien para defender el trono de V.M.


suplicarnos á V. M. se digne llevarlo á
bien y dar las órdenes necesarias para quo
los diputados puedan llegar basta la presencia
real de vuestra sagrada persona : y mientras
tanto rogamos á Dios que conceda á V. M.
tnr reynado feliz y tan largo corno lo desean
sus fieles vasallos. Zaragoza I z de marza
de 1809.


Señor : á los pies de V. M. — Pedro Maria
Eje, presidente.— Mariano Dominguez. —
Pedro dtanasio Pardo.— Vicente Goser y
Carellar.—Pedro Simon Herranat.— Manuel
Yraneta. Cbristoval Lopez de Guerra.—
El marques de Fuente Oil ar— FelipeSomelemente. — Antonio Rafael Herranat.
Minan Villar Foya. — Miguel Doz.


/S'oía. Traduceion de la copia impresa en
elAlonitor de 26 de marzo de 1809.




( 322 )


NUMERO XCIV.


Carla de Fernando VII al emperador, en
6 de agosto de 18og.


Señor : el placer que he tenido, viendo en
los papeles publieos las victorias con que la
Providencia corona nuevamente la augusta
frente de vuestra magestad. imperial y real ,y
el grande interes que tomarnos, mi hermano,
mi tío y yo en la satisfaceion de V. M. y R.
nos estimulan á felicitarle con el respeto, el
amor, la sinceridad y el reconocimiento ea
que vivirnos baxo la proteceion de vuestra
magestad imperial y real.


Vi hermano y mi tio me encargan que
ofrezca á vuestra magestad su respetuoso ho-
menage y se unen al que tiene el honor de
ser con la mas alta y respetuosa considera-
don, señor, de vuestra magestad imperial y


real, el mas humilde y mas obediente servi-
dor. — Fernando. —Valencey 6 de agosto


de i8o9.


Nota. Traduccion de la copia impresa eo
el Monitor de 5 de febrero de 181 o.


323 )


NUMERO XCV.


Carta de Fernando VII al emperador, en
i de diciembre de z809.


Señor : Mi respetuoso reconocimiento á
las bondades de vuestra magestad imperial y
real es bien sincero para que yo pueda de-
ferir un solo momento la respuesta á la carta
de 16 de este mes con que me honra.


Doy gracias á vuestra magestad imperial y
real por el interes y amor paternal que su
augusta persona toma en mi favor y con el
qual cuento siempre.


Mi afecto á vuestra magestad imperial y
real y mi conducta no desmentirá jamas los
sentimientos y la ciega obediencia á las ór-
denes v it los deseos de vuestra magestad
imperial y real.


Señor: yo deposito en el seno de vuestra
m


agestad imperial y real los votos ardientes
por la prosperidad de su reynado y los sen-timientos de mi adhesion mas respetuosa y
mas absoluta á su augusta persona. Señor,
de vuestra. magestad imperial y real el mas




( 324 )
humilde y obediente servidor — Fernando.
Valencey 21 de diciembre de i8og.


Nota. Traduccion de la copia impresa en
el Monitor de 5 de febrero 1810.


NUMERO XCVI.


Narracion de la gaceta ministerial de Paris,
titulada el Monitor, en 31 de enero de
181o.


El emperador estando en Fontainebleau
recibió en octubre de 1807 una carta del
príncipe de Asturias ( de quien casi no sa-
bia la existencia.) No habian precedido ante.
cedentes algunos ; y su magestad imperial
entrevió que se quería hacer servir su nom-
bre para dar á los negocios de España una
direecion opuesta á. los intereses imperiales,
pues las personas que persuadian al príncipe
de Asturias escribir aquella carta, sabian
bien que el emperador no tenia princesa al-
guna que dar por esposa. Es verdad que su
magestad habia adoptado una princesa para


( 325 )
que se casase con el gran duque de Barde ;
pero tambien lo es haber declarado entonces
que no hacia mas adopciones.


Aun estaba su magestad en su primera
sorpresa guando el príncipe Maserano em-
balador de España , le entregó una carta
del rey Carlos, que se imprimirá en seguida
de esta narracion asi como la citada del
príncipe de Asturias.


El emperador no pudo ya dudar de que
habia intrigas peligrosas y reconoció las tra-
mas inglesas á pesar d ela obscuridad con que
se procuraban ocultar.


Inmediatamente se decidió á. mandar que
pasasen tropas á España para estar preparado
It todo acontecimiento y sostener al exército
que habia en Portugal.. Quarenta mil hom-
bres entraron en aquel reyno; y la preeau-
cion fue útil, pues á los tres meses se veri-
ficaron los movimientos de Aranjuez, y el
emperador recibió las cartas y papeles que
tambien se imprimen en esta gaceta.


Nota. Traduccion del capitulo del Moni-
tor de 5 de febrero de 1810, en el qual se
publicaron tambien las cartas y papeles que
se citan en la relacion antecedente, y quedan
im presas en la presente obra cada documento




( 326 )
donde le ha correspondido por el órden cro-
nológico de sus fechas.


Al tiempo de imprimir esta narracion he
adquirido algunos documentos preciosos que
aclaran mucho los sucesos encadenados con
5a carta del príncipe de Asturias citada en
esta relacion oficial, y con las conseqüen_
cias que se fueron deribando de ella. Esos
documentos y otros relativos al objeto de
estas Memorias, formarán un tomo tercero
digno de la luz pública por lo que conviene
k la historia.


( 3 2 7 )


NUMERO XCVII.


Carta de 111. .1-3erthemy gobernador de Va-
lencey al ministro de la policía de Faris,
en 2 de ubril de 1810.


Monseñor : Tengo el honor de participar
h V. E. que el 25 de marzo último SS. AA.
BY. los príncipes de España me hicieron sa7
ber por medio de M. Amezaga su primer
escudero, unas notas en que SS. AA. mani-
festaban tener cordiales deseos de publicar
la alegria verdadera y sencilla que sentian
en sus corazones por el matrimonio de su
magestad el .emperador y rey con su alteza
imperial v real madama Maria Luisa, archi-
duquesa de Austria; y de dar en esta oca-
sion testimonios visibles del perfecto amor y
afecto que profesan á la augusta persona del
grande Napoleon.


Habiendo querido sus altezas reales mani-
festarme de viva voz los sentimientos que
habian mostrado por escrito, me entendí con
el primer escudero de sus altezas para arre-
glar la augusta ceremonia y preparar el sitio
capaz de llenar el objeto.


Dia 5 de abril á las seis de la mañana una




1
( 528 )


descarga de artilleria hizo el anuncio de la
solemnidad. A las ocho hubo parada militar
en el primer patio del palacio : yo quedé con-
tento de la firme permanencia'de las tropas.
A las diez fui á la iglesia de esta ciudad con.
el primer escudero de sus altezas y las au-
toridades civiles de Valencey en tres coches
magnificos. Los habitantes concurrieron á
porfia. La guarnicion formaba dos filas desde
el atrio hasta el altar. Se celebró una misa
solemne y se cantó él Te-Deu,m en agradable
musita con permiso del arzobispo del depar-
tamento del Indre. Estuvo expuesto el San-
tisimo Sacramento ; y al fin del oficio divino
se cantaron oraciones por sus magestades im-
periales y reales. Al tiempo en que yo pasaba
á la iglesia, y aun en esta misma, no cesaron
las exclamaciones de viva el emperador;
viva la emperatriz ; todo con el mayor
entusiasmo.


La comitiva fue desde la iglesia de Valen-
cey á la capilla del palacio donde las autori-
dades y la tropa se colocaron en filas desde
la habitacion de sus altezas hasta el altar.
Yo fui con el primer escudero al gran salon
y habiendo encontrado allí á los príncipes ,
tuve el honor de conducirlos á los sitios que
so les habian preparado. La artillería hizo


( 329 )
salvas que se repetian de hora en hora.


A medio dia el capellan de sus altezas ofició
un Te-Deztm cantado en musita , y acabó la
ceremonia con oraciones por la felicidad de
sus magestades imperiales y reales.


Antes de salir de la capilla volvió el rostro
vicia los concurrentes el príncipe Fernando,
y exclamó dicien do á gritos, muchas veces :
Viva el emperador; viva la emperatriz. Los
(lemas le imitamos repitiendolo varias veces
con alegria y entusiasmo.


A la una y inedia-mandé executar algunas
maniobras militares á presencia de sus altezas.
La infanteria hizo fuego con grande habili-
dad. La caballeria necesita exercitarse para
saber mejor las evoluciones.


I)espues tuve el honor de presentar á SS.
AA. al señor prefecto del departamento de los
ríos Loira y Cher, que habia sido convidado
por sus altezas, y á los señores Lefebure reci-
bidor general del mismo departamento, Go-
deán de Entraigues presidente del eanton ; al
mor y al adjunto de Valencey, al juez de paz
del can ton , y á los señores oficiales de la
guarnicion, á, quienes sus altezas se dignaron
manifestar que habian tenido grande satisfac-
eion en ver las evoluciones.


A las quatro fui con el señor prefecto al




1


( 7:30 )
primer salon por que habíamos sido convicta_
dos á comer con sus altezas. Hubo en la
mesa los brindis siguientes.
. El príncipe Fernando dixó asi : A nuestros


augustos soberanos el grande Napoleon y
Maria Luisa su augusta esposa.


El príncipe Carlos hizo éste brindis : A las
dos ja millas imperiales y reales de Francia
y de Austria.


El príncipe Antonio brindó de este modo :
3 la feliz union de Napoleon el grande y
de Mirla "Misa.


A las cinco tuvimos el honor de despe-
dirnos de sus altezas. El señor .A.mezaga su
primer escudero ha ofrecido de su parte á
cada uno de los oficiales de la guarnicionan
relox de . repeticion. Los sargentos han reci-
bido seis francos como gratificacion ; y lós
soldados tres francos. Ademas el príncipe
Fernando ha dado seis cientos francos para
dote de la soltera mas virtuosa y mas pobre
del canton. Sus altezas han mandado tambien
hacer vestidos de. su cuenta t ocho chicos, y
ocho niñas para guando reciban su primera
comunion ea la proxima pasqual.


A las seis hubo banquete de los oficiales
de la casa presidido por el señor primer es-
cudero , y asistieron convidadas las auto-


33r )
ridades civiles y otras personas de distiii-
cion.


A las siete los príncipes me hicieron lla-
mar para acompañarles á la sala del banquete.
'Bu yo brindis en presencia de sus altezas,
quienes los aplaudieron con mucho entu-
siasmo. Solo dire á V. E: el del primer escu-
dero, señor de A mezaga, que fué de este
modo : A Napoleon el grande y á Maria
Luisa „q-loria y delicia de Francia y de Ale-
mania : quiera la Providencia divina conce-
derles larga y dichosa pida. En esta sala
estaba el retrato del emperador y rey rica
y elegantemente adornado.


A las ocho tuve el honor de acompañar
it sus altezas para ver las iluminaciones. To-
do el palacio, el parque y los tres patiOs es-
taban ilumínados con tres mil lamparas, po-
cas mas 6 menos , que hacian bella vista. El
pueblo no cesaba de gritar; 2,iva el empe-
rador : viva laemperatriz.


A las ocho y media sus altezas fueron á la
pequeña galeria en que les esperaban las
personas convidadas. Hubo fuegos de artifi-
cio muy hermosos, que lucieron mucho por
que no llovia.


El pueblo se introduxo hasta el segundo
patio del palacio, sobre cuya puerta se leía




1


1


( 352 )
una inscripcion iluminada que decía así.
A su magestad el emperador de los fr. an_
ceses rey de Italia. A su augusta esposa
Maria Luisa de Austria ; los príncipes de
España Fernando , Carlos y Antonio.


Continuaba el pueblo exclamando, pipa
el emperador, viva la emperatriz, y se re-,
tiraron sus altezas á su habitaciou donde
hubo un excelente concierto bien execu-
tado , al que asistieron las personas del ban-
quete.


A las once sus altezas fiteron á su gabinete,
y con esto cesó, Monseñor, la fiesta del dia.


Yo os ruego, Monseñor, que acepteis el
homenage de mis respetuosos sentimientos.


Soy , Monseñor, con profundo respeto,
muy humilde y muy respetuoso servidor de
V. E. — Bertheiny. — TV-alencey 2 de abril
de 181o.


Nota. Tracluccion de la copia impresa en
el Monitor de 26 de abril de 1 81 o.


( 3'53 )
NUMERO XCVIIJ.


Carta de Fernando VII la Mr. Berthenty en
4 de abril de z 8zo.


Valencey de abril: — Deseando tener una
larga conversacion con vos sobre varios asun-
tos que han ocupado mi atencion por mucho
tiempo , os pido que vengais á la habitacion
de mi primer caballerizo Amezaga, it las tres
de ésta tarde. Solo este sugeto goza de ini en-
tera confianza, habiendola justamente mere-
cido por su excelente conducta en todos mis
asuntos , y que ha dirigido siempre muy á. ini
satisfaccion y provecho.


Al. de Amezaga, que tuvo el honor de ha-
blaron por mi parte sobre las materias á que
aludo, y otros asuntos mios , me dice que ya
estais impuesto en ellos. Nuestra conversa-
cion será por consiguiente breve , y no se
mezclará con negocios vuestros.


Lo que ahora ocupa mi atencion es para
mi un objeto del mayor interes. Mi mayor
deseo es ser hijo adoptivo de S. M. el empe-
rador , nuestro soberano. Yo me creo merece-
dor de esta adopcion , que verdaderamente
baria
felicidad de mi vida, tanto por mi




( "4 )
amor v afecto á, la sagrada persona de S. M.
como por mí sumision y entera obediencia
'a sus intenciones y deseos. Ademas ansío
por salir de Valencey, porque esta habita-
cion , que por todos lados se nos presenta
desagradable , por ningun título nos es cor-
respondiente.


Me complazco en confiar en la magna-
nimidad de conducta, y en la generosa be-
neficencia que distingue 'a S. M. T. y R., y
en creer que mi mas ardiente deseo se verá
pronto cumplido. B ccibid, etc.— Fernando.
Valencey, 4 de abril de T8io.


Nota: El Monitor de Paris publicó esta
carta en francos, y D. Juan Maria Blanco lo
hizo en castellano en su periódico titulado
el Español tom. pag• 118.


( 335 )


NUMERO XCIX.


Carta del gobernador de Valencey alminis-
tro de la Policia de Francia, en 6 de abrilde 181o.


Monseñor : Tengo el honor de informar
h V. E. por medio de un correo extraordina-
rio de un suceso que acaba de verificarse en
Valencey.


El señor de Arrezaga , intendente de la
casa de los príncipes .Espanoles acaba de
prevenirme de parte de S. A. el príncipe Fer_
pando, que un emisario ingles se Babia in-
troducido en el palacio. inmediatamentefui
á estar con S. A.: Lo hallé sumamente alte-
rado, y roe dixo lo siguiente : « los ingleses
« han hecho mucho mal a la nacion españo-
« la tomando mi 770777bre : ahora 7721.571W es-
« tan haciendo correr la sangre. El minin-
a terio ingles falsamente persuadido que yo
« estoy caqui detenido ,orjuerza , me hace
« proponer medios de jitga , pues me ha
« enviado un emisario , que bazo el pretexto
« de venderme objetos curiosos debla darme
« un recado de S. Al. el rey de Inglaterra_ »


Sin pérdida de tiempo he sorprendido y




1


( 556 )
arrestado al emisario , quien ha ddeclarn


- lo)


r ser


ti
el liaron de , Mandes, • ministro de
S. M. el rey de Inglaterra, enviado al •
cipe Fernando. Sin dilacion he dispuesto


_ que
sea conducido ante V. E. en posta con los
muchos papeles que se le han hallado.


Yo no dudo que los interrogatorios que se
le harán en ese ministerio den á conocer los
detalles de sus proyectos, y los cómplices, si
los hubiere. Segun los primeros informes que
yo he podido tomar aqui, el ha venido solo,
sin tener persona conocida.


Creo , Monseñor, deben aprovechar esta
ocasion para repetir iL V. E. lo que ya he te-
nido el honor de manifestarle : á saber, que
el príncipe Fernando está animado del mejor
espiran , y persuadido intimamente de que
solo S. M. el emperador es su apoyo y me-
jor protector. Un profundo reconocimiento,
un deseo, y una esperanza de ser declarado
hijo adoptivo de S. M. 1. son los sentimientos
que llenan el corazon de S. A. : Y en éstas
circunstancias, al tImpo mismo en que el
príncipe celebraba con b eillantes fiestas el ma-
trimonio de sus magestades, y reunía en el
palacio de Valencey para la festividad las
personas mas distinguidas da la provincia,
ha venido el baron de holli á traernos sus


337 )
funestos y ridiculos mensages. Nada era mas
facil de preveer que el exilo de su empresa.


Ruego á V. E. se sirva avisarme el recibo
de todos, y cada uno de los diferentes obje-
tos.,::que le dirijo. Tengo el honor de ser, con
respeto vuestro muy- humilde servidor: Ber-
therny— Valencey, 6 de abril de 18i o.


Nota. Traduccion de la copia impresa
en


el Monitor de 26.de Abril de 181o.


NUMERO C.


Carta del rey de España Carlos , escrita
en latin al rey de Inglaterra Jorge Tu,
hallada entre los papeles del haron de
Kolli , citados en la carta del número an-
terior. En seguida se pone la trucluccio 3 ,
castellana.


Carolus, Dei gratiá., Ilispaniarum , utriu::.;-
que Sicilize Ilierusalen , Incliarum , etc.
rex archidux :Austrim , dux Burgundiie et
Mediolani, etc., serenissirno et potentissi-
wo principi, et domino Georgio III, Magna?.
Ilritanize regi, etc., fratri et consanguineo


2. 22




C 338 )
postro charissimo salu.tem et utratnque [bu_
citatem,


Faustissimum hoclierul die ad Nos dela-
tum est nuntium Neapoli die xxv mensis
augusti , rife initum peractumque fuisse ma-
trimoniun charissimi filii nostri Ferdinandi ›:
Asturiarum principis„ cum clarissimá priu-
cipo Mariat. Antoniá , fratris nostri admodutu
dilecti utriusque Sicilia regis filió.


Quantum ,inde gaudiurn, quantamque per,
ceperimus lEetitiam frustró majestati vestra;
describere connaremur : id solum asserimus
nullam aliunde el posse accessionem fieri
nisi ex testimonio quoci nobis reddatur even-
tum huno majestati vestrze gro tum extitisse.


Id cert;.: sperarc nos faca majestatis„Vestre
in Nos perpetuus amor, firmaque (in quá ma-
jestatern vestram esse vc.)lumus) opinio , nihil
fortunatum majestati vestra 3 accidere posse)
quod voluptati nobis non sit futurum.


Czeterum Daus opt, max. majestatem • ves
-tram quan diutissimm¿-; servet incolumen.—


Dabantur in oppido de Igualada ; dio nona
septembris anno millesimo octingentesimo
secundo,


blajestatis vestne frater amantissim us• —
CAno LUS.


Screnissimo et potentissimo princípi


( 339
)


domino Georgio
Magnwe Britannize


fratri et consanguineo nostro charissimo.


En el reverso de la carta latina estaba es-,
crito de letra del marques Wellesley lo que
sigue.


El infrascripto secretario principal de es-
lado de S. M. Britanica, por lo respectivo al
departamento de los negocios extrangeros
certifica, que esta carta es verdaderamente
la misma que S. M. C el rey Carlos IV di-
rigió á S. M. Británica el rey Jorge III, dán-
dole noticia del matrimonio del príncipe
de Asturias, ahora rey Fernando VIL Esta
pieza auténtica. se confia á las personas que
tendrán el honor de mostrar la original á
S. M. C. Fernando VII para verificar su co-
mision.ldellesley, Dornning St. 26 de fe-brero de 181o.


Traduccion tic' la carta.


Carlos por la gracia de Dios, rey de InEspahas , de las dos Sieilías, de . jerusalen,
de las Indias, etc.— Archiduque de Austria,
duque de Borgoña, de Milan, cte. Al sereni-


' sillo
y muy poderoso principe y señor Jo


1




( 540 )
ge III , rey de la gran Bretaiia, etc. nuestra
hermano y pariente carisimo salud y felici-
dad espiritual y temporal.


Hoy hemos recibido la faustisima noticia
de que se celebró legitimamente en la ciu-
dad de -Nápoles. , á 25 de agosto el matrimo-
nio de nuestro hijo carisimo Fernando, prin_
cipe de Asturias, con la Ilustrisima prince-
sa Maria Antonia , bija del rey de las .dos
Sieilias , nuestro muy amado hermano.


No es posible manifestar i V. M. quanto
gozo , quanta alegria nos ha prbducido esta
noticia : Nos contentamos con asegurar que
no puede ser mayor sino por los nuevos gra-
dos que le dará el. que este matrimonio ha
sido tambien grato á V. M. Asi lo esperamos
del afecto que siempre ha manifestado V. M.
á nuestra persona; y de la firme persuasion
en que deseamos que viva V. M. de que no
puede esperimentar felicidad alguna que no
sea tambien muy agradable á, nuestro corazon.


Dios obtimo maximo conserve á V. M. por
dilatados tiempos siempre feliz. Dada en la
villa de Igualada á. 9 de setiembre de enoja
De M. hermano amantisimo Carlos.— Al


t' 3/4 i )'
serenísimo y muy poderoso príncipe y señor
Jorge 1.11, rey de la gran Bretaña, nuestro
hermano y pariente carisimo.


Nota. Copia y traduccion de lo impreso en
el Monitor de 26 de abril de 181o.


NUMERO CT.


Credenciales dadas en /atin por el rey de
Inglaterra en favor de Ilenrique We-
ilesley , como ernbaxador,


, cz Fernando
VII, para residir en Cadiz, con la tra-
duccion. castellana ; las quales credencia-
les fueron sorprendidas entre los pape-
les del baron de Kol , citados en el
número 99.


Georgius tertius , Dei gratiá, Britanniartuu
rex, ficlei defensor, dux Brunsvieensis , et
Luneburgensis , et princeps elector, etc., se-
renissimo et potentissimo principi ac domino
Ferdinando septimo , adem grata , llispa-
n iarum, utriusque Sicilia et Indiarum regí,
catbolico , etc. Fratri et consanguineo postro
charissimo , saluteni.


Se
.renissinae et potentissin2e princeps, fra-




( 342 )
ter et consanguirice ebarissime. Cnrn 1 . 1


- u
nobis magis cordi atque cur¿e si t, quam ut
tiquam illam inter coronas nostrasamicitiain
jam feliciter restitutam, omni modo susten.
temus atque augeamus; et solitam islam in.
tersubciitos nostros consuetudinem et comer-
tium, ex quibus in omni tempore utrique
genti utilitates quam maxinue extiterunt ,
mutuis ofrciis iternm florere faciamus; quin
etiarn , et ut mutua ope et auxilio bellum


5


quod adversas communem hostem gerimus ,
adfaustum exitum perducarnus, visum ali-
quem idoncum nostrá ex parte in majestatis
a ulam vestrx visum est legare, qui tan nobi-
litate generis quam anima dotibus insignis,
propensam , insuper quoad in nobis est, erg'i
majestatem vestram voluntatem patán ma-
nifestaret.


laune igitur in finen per (luan] fidelem
et dilectum consiliarium nostrum Henricum
Wellesley, armigerum , ex nobile stirpe na-
tur seleximus ; atque oblegati nostri ex-
traordinarii et ministri plenipotentiarii ad
majestatem vestram dignitate ornaviinus ;
confisi non nisi gratam mejestati vestrx fu-
turam esse talen electionem..


9tiod superest majestatem vestram preca"
mur ut hunc oblcgaturn nostrum extraor di-


(. 3/1 3 )
riaritun et ministrum pienipotentiarium pro-
pitio animo accipiat riegue quidquarn el
magis impense mandatum credat quarn ut
omrribus inodis studiuin et arnicitiam nostram
ergh majestatem vestram exhibeat.


Denique divini numinis tutelar majestatem
vestram doinuinque suam reglar commen-
damus,et ut sospitem incolumem que ab orn-
nibus periculis conservet enixé ex animo
precam r.


Dabantur in castello nostro regali Wind-
soriw, die tertio mensis januarii , anuo do-
mini millesimo octingentesimo decimo, rJ-
gniquenostri quinquagesimo.


Majestatis vestra3 frater amantissirrus.
GEORGES R. — Verá copia.— Wellesley.


Traduccion.


Jorge HL' por la gracia de Dios , rey
de las Bretañas , defensor de la fe, duque de


.13runswick y de Luneburgo , principe elec-
tor, etc. Al serenissimo y muy poderoso
príncipe y señor Fernando VII por la gracia
de Dios, rev católico de las Españas, de las
dos Sicitias y de las Indias, nuestro carishno
hermano y pariente, salud.




( 344 )
screnisimo y muy poderoso príncipe, cari_


simo hermano y pariente : Siendo nuestro
mayor deseo y cuidado el conservar y au_
mentar de todos modos la antigua amistad
que habia entre nuestras coronas y por fe-
licidad se ha restablecido ; restaurar y hacer
que florezca el trato y comercio entre nues-
tros respectivos subditos que en todos tiem-
pos recivieron mutuas y grandes utilidades y
procurar que con reciprocos auxilios y con-
sejos tenga feliz exito la guerra que segui-
mos contra el enemigo comun , hemos con-
eiderado oportuno embiar i la corte de V.M.
pa:a manifestar claramente nuestra voluntad
y alefq.o un baron idoneo y digno de repre-
presemu nuestra persona tanto por la no-
bleza de su linage como por los dotes de
animo.


Para este fin hemos elegido á nuestro muy
fiel y amado consejero lienrique Welesley ,
caballero de noble linage; y le hemos con-
decorado con la dignidad de nuestro legado
extraordinario y ministro plenipotenciario
dirigido á V. M.; confiando que le serágrata
esta eleccion.


Rogarnos pues á V. M. que reciba coa
benevolencia b. este nuestro legado extrao r


-dinario y ministro plenipotenciario, creyendo


( 545 )
que no lleba encargo alguno de mayor con-
sideracion que el de'manifestar quanto amor
-5, amistad profesamos h. V. M.


Finalmente encomendarnos h la protec-
cion divina la persona de V. M. y su real
casa, rogando muy de veras que conserve
k V. M. libre de todos los peligros.


Dada en nuestro castillo real de Windsor
h 6 de enero de 181o, ano quinquagesimo
de nuestro reynado. — De V. M. amantisimo
hermano Jorge rey.


Es verdadera esta copia. — Welesley.


Nota. Copia y traduccion de la carta im-
presa en el Monitor de 26 de abril de 181o.




( 346 )


NUMERO CIL


Carta del rey de Inglaterra a Fernando ru
hallada eiz poder del baron de . en
6 de abril de 181o.


Señor mi hermano : Por mucho tiempo
lie deseado una ocasion de mandar á V.M.
una carta firmada de mi mano , en que ma-
Difestestára el vivo interes y profundo senti-
miento que he tenido desde que V. M. fue
arrancado de su reyno y de sus leales vasa-
llos. No obstante la violencia y crueldad con
que el usurpador del trono de España oprime
aquella nacion, debe ser de mucho consuelo
para V. M. el saber que vuestro pueblo con-
serva su lealtad y amor á la persona de su
legitimo soberano y que España hace conti-
nuos esfuerzos para sostener los derechos de
V. M. y restablecer los derechos de la mo-
narquia. Los recursos de mi reyno, mis es-
quadras y exércitos se emplearán en ayudar
á los vasallos de V. M. en esta gran causa,
y mi aliado el príncipe regente de Portugal
ha contribuido tambien á ella con todo el
ze.h.) y perseverencia de su fiel amigo.


Solo falta á los fieles vasallos de V. 111


( 147 )
igualmente que á sus aliados la presencia de
V. M. en España, donde inspirará una nueva


eae'rgr tantolo nto exijo de V. M. con toda la fran-
queza de alianza y amistad que me une á sus
intereses, que piense los medios mas prudentes
y eficaces de escapar de las indignidades que
experimenta , y de presentarse en medio de


n pueblo unánime en sus deseos de la gloria
dicha de vuestra magestad.
Incluyo una copia de las credenciales que


mi ministro en España ha de presentar it la
Junta central que alli gobierna en nombre
y por la autoridad de vuestra magestad.


Ruego á vuestra magestad que esté seguro
do mi sincera amistad. y del verdadero afecto
con que soy : En el palacio de la reyna.
Londres 51 de enero 181o. — Señor mi her-
mano.—Vuestro digno hermano.—Jorge
Por mandado del Rey. — Prellesley.


Nota. El Monitor de Paris publica en
frances esta carta, y ciespues D.Juan Maria
Blanco en castellano en su periódico, titu-
lado el Español que sale a luz en Londres ,
lomo I.° pag. 130.




4


( 548 )


NUMERO CIII.


Carta. de Fernando a 111r. Barthemy , gober-
nador del Castillo de Valencey en 6 de
abril de 181o.


abiendose introducido aqui una persona
desconocida, con pretexto de trabajar de
tornero, se ha atrevido en seguida á propo-
ner al Señor Amezaga, nuestro primer ca-
ballerizo é intendente, sacarme de Valencey,
entregarme algunas cartas que trae; en una
palabra llevan á cabo el proyecto y plan
de esta horrible empresa.


Nuestro honor , nuestro reposo , la buena
opinion debida á nuestros principios, todo
se hubiera visto comprometido , si el señor
de amezaga no se hallara al frente de nues-
tra servidumbre, y sirio hubiera dado en esta
ocasion peligrosa, una nueva prueba de su
fidelidad ácia su magestad el emperador y
rey , y ácia mi. Este oficial, cuyo primer
paso fue informaros al momento del proyec-
to dicho , me dib cuenta inmediatamente
despues.


Deseo vivamente informaros por mi mis-
mo de que estoy impuesto en el asunto, y


( 349 )
tener ésta ocasion de manifestar de nuevo
mi inviolable fidelidad al emperador Napo-
leon, y el horror que siento, respecto á este
infernal proyecto , cuyos autores y fautores
deseo que sean castigados segun merecen.


Recibid los sentimientos de vuestro afec-
to. — El principe Fernando.


Nota. Esta carta esth publicada en fran.
ces en el Monitor, y la publicó en castellano
D. Juan Maria Blanco, en el periódico titu-
lado el Español, que da á luz en Londres ,
tom. i pag. i r 1.


NUMERO CIV.


interrogatorio y declaracion del baron do
Kolly en 8 de abril de 181o.


En 8 de abril de 1810 fue conducido al mi-
nistro general de policia un hombre arrestado
en Valencey en 6 de dicho mes , que fue
preguntado como sigue :


P. z Qual es vuestro nombre , apellido
edad, patria, profesion y domicilio ?


R. Carlos Leopoldo, baron de Kolly, de




1


( 350 )
edad de- 32 años , nacido en Irlanda,




stro de S. M. el Rey Jorge , al prill ipe
de Asturias Fernando VII.


P.? A quien os dirigisteis en Londres para
proponer y hacer admitir el proyecto que os
ha traiclo h Francia?


R. A su A. R. el duque de Kent, quien
lo puso en noticia del rey su padre. Todo lo
ciernas fue dirigido por el marques de we..
llesley.


P. ?Que medios se pusieron á vuestra dis-
posicion para executar la empresa?


R. Se 111C olió : primero , una carta creden-
cial para quitar toda duda , respecto de mi
persona y mi mision al príncipe Fernando :
2.° Dos cartas del rey de Inglaterra al prín-
cipe , que se han hallado entre mis papeles.
3.0 pasaportes fingidos itinerarios, órdenes
de los ministros de marina y de guerra, es-
tampillas , sellos, firmas de los oficiales del
departamento de la secretaria de estado; apren-
dido todo ello al tiempo de prenderme : lo


.qual llevaba conmigo para convencer al prín-
cipe de los medios que estaban á mi disposi-
cion. 4.0 Por lo que hace h los fondos nece-
sarios para la empresa tenia como doscientos
mil francos, y por lo que pudiera Ofrecerse
una letra abierta sobra la casa de Maensof f y


( 351 )
cianoy , de Londres : finalmente los navios
q ue fuesen necesarios; h saber: el Inicompa-
rabie, de 74 cañones, la Dedaigneuse- de 5o,
la picota Picante, y un bergantiu. Esta es-
cuadra con provisiones para cinco meses, es-
pera mi vuelta sobre la costa de Quiberon.


Habilitado de esta manera , despues de ha-
berme despedido del rey y de su ministro en
24 de enero , sa i de Londres el 26 para Ply-
mut con el conmodoro Dock4rn; á quien


-


se habia confiado el mando de la escuadra.
gr. Alberto de St. Bonneli , ii quien habia
comunicado mi plan , se quedb en Londres
para recoger los pasaportes, itinerarios, es-
tampillas , sellos , etc. que se le habian man-
dado entregar. La salida de Mr. de St. Bonnell
se detuvo por indisposicion del marques de
.Wellesley ; no se me reunió hasta fines de
febrero, y nos hicimos h. la vela algunos Bias
despues. Yo desembarqué en Quiberon el 9
de marzo en la noche.


P. ¿Que precauciones tomasteis al saltar
en tierra para ocultar los documentos con-
cernientes al objeto de vuestro viage?


R. Meti en mi baston la credencial de que
he hablado : las dos cartas de S. M. el rey de
Inglaterra venian ocultas en el forro de
casaca; parte de los diamantes estaban cosi-




( 552 )
dos en el cuello de mi sobretodo, y en la
pretina de mis calzones: Mr. de St. Bonnell
trajo lo demas oculto del mismo modo y
tambien en su corbata.


P. ¿Teniais alguna comunicacion estable-
cida en Valencey antes de vuestra salida de
Inglaterra para Francia ?


R. Ninguna.
P. ¿ Adonde os dirigisteis despues de des.


embarcar ?
R. A Paris. Caminé con el. auxilio de


uno de los itenerarios que me habían dado
en Inglaterra, y el qua" llené yo mismo.


P. ¿Estuvisteis mucho tiempo en Paris?
R. Me detuve en vender los diamantes que


me dió el marques de Wellesley, y compré
un caballo y un calesín á Mr. de Convert,
que vive en el Hotel d'Angleterre , en la
calle de Filies de St.Thonzas. Mr. de St. Bon-
nell compró dos caballos a personas de cuyos
nombres no me acuerdo : Debía comprar uno
de Franconia, y otro de la Princesa de Ca-
rignan , despues que yo sali para Valencey.


P. ¿Como lograsteis entrada en el castillo
de Valencey ?


R. Con pretexto de vender algunas cosas
curiosas. Esperaba lograr ocasion
modo de entregar al príncipe las cartas que


de éste


( 353 )
Se me habían confiado, manifestarle mi plan
y obtener su consentimiento. Solo pude ha-
blar con el infante D. Antonio. El príncipe
Fernando rehusó verme y oirme. En verdad
que por el modo extraordinario con que se
recibieron mis proposiciones , tengo razon
para creer que dió parte al gobernador del
castillo, 'y en consecuencia de esto fui preso.
P. Que medios teníais preparados para


conducir al príncipe Fernando á. la costa en
caso que consintiera en ello ?


El objeto de mi primer viage h Valen-
cey era imponer al príncipe en mi. plan, y
si lo admilia determinar con él guando habia
de volver á sacarlo. Despues de esto debía
irá. la costa á. avisar al comandante de mi
escuadra del dia convenido. De alli hubiera
vuelto á Paris á. disponer los hombres y ca-
ballos necesarios para los apostaderos en el
camino. En la noche del dia señalado, el
principe debía escapar de su quarto, y' con
el auxilio de los tiros apostados, hubiera es-
tado muy lejos de Valencey antes de que
pudieran echarle de menos.


A donde pensabais llevar al príncipe
despues de estar á. bordo ?


R. La intencion del marques de Wellesley
era que fuese á España. El duque de Rent


1




( 35,í )
estaba porque se llevara á Gibraltar. Pero
este plan roe disgustaba, porque en verdad
era mandarlo preso. Yo pensaba proponerle
que eligiese, y llevarlo á donde fuera su gus-
to , porque sabia yo que el capitan Cockbutn
tenía órden de seguir las miar.


P. ¿Que personas pensabais emplear?
R. Mr. de St. Bonnell era el único que sa-


bia mis designios. No -quise buscar á nadie
para ayudarme en la execucion , hasta saber
la dcterminacion del. príncipe. Siempre hu-
biera empleado á muy pocos.


P. ¿Cónoceis las cercanias de Valencey, y
el pais que teniais quo atravesar?


R. Nada absolutamente ; pero compré al-
gunos excelentes mapas quanclo llegué ii Pa-
iris, los qualcs me hubieran dirigido sin di-
ficultad.


Y . ¿Q ue os movió I>, formar este proyecto?
R. El parecerme muy honroso.


- P. ¿Conoceis este paquete ?
R. Lo conozco. Contiene los documentos,


estampillas, sellos y denlas cosas que he di-
cho , y que se me hallaron al tiempo de -pren
&rine. — FirmadO


Nota. Este interrogatorio se imprimió en el
Monitor, y la presente traduccion es la que


35 )
D. Juan Maria Blanco publicó en su Perió-.
dico del Español, que cá á luz en Londres,
tomo, 1.° pag, 112.


NUMERO CV.-


Exposicion del ministro de la Policia de
it'rancia al emperador sobre el suceso del
baron de Kol I y , en 8 de abril de 181o.


• He hecho saber á V. M. que el señor B.
themy, oficial del estado mayor ,-cornatidant
te del palacio de Valencey, asignado á la c.:04
moya del príncipe Fernando, me instruyó
por medio de un correo extraordinario de
haberse introducido en el palacio un baron
de Kolb. , que se dice ministro de Inglaterra,
enviado al príncipe Fernando , como rey de
España. Habiendo sido conducido el baron
al ministerio de mi cargo, remito á V. M. las
piezas siguientes. Primero : la carta del señor
Berthemy, que anuncia el arresto y conducio u
del que se nombra Kolli. Copiadela car-
ta del príncipe Fernando al señor Berthernv
relativa al arrivo de dicho Kolli. 3.° Copia
del interrogatorio, y respuestas del mismo


5.°, y 6.°, copia de tres cartas sor„




( 356 )
prendidas al suso dicho. Dos de estas car-
tas, son dirigidas por el rey Jorge al prínci-
pe Fernando. Una de ellas es -en latin: y fi..
nahnente una carta del señor Berthemi, y
otra del príncipe Fernando, que yo agrego
con los nhincros VII y VIII.


He hecho arrestar al que se nombra Ron
Está. detenido en el castillo de Vincennes
secretamente , y espero las órdenes de V. M.
en este punto.


Los diamantes y otros efectos encontrados
en poder de Kolli se han pasado al ministe-
rio de la policia general. — Fouche— Paris
8 de abril de 181o.


Nota. Traduccion de la copia impresa en
el Monitor de 26 de abril de 181o.


( 5 57 )


NUMERO CVI.


Capitulo de una obra impresa, relativo al su-
ceso del Baron de Kolli.


El baron de Kolli fue detenido en el cas-
tillo de Vincennes, por haber venido de in-
&aterra á Francia con el designio de procu-
rar la evasion del píncipe de Asturias, que
estaba en Valencey. Habiendo sido descu-
bierto el proyecto por el gobierno frunces,
fueron arrestados los principales agentes peco
despues de su desembarco ; pero el suceso
dió lugar á una tentativa, y á cierto género
de perfidia para con -los príncipes españoles,
muy singular y .demasiado poco sabida,
para que la dexe yo en silencio. Se buscó
y encontró un hombre del todo semejante
al baron de Kolli , y se le hizo encargarse de
ir- á Valeneey , y hacer el papel de liberta-
dor de Fernando.


¿No era esto probar los modos de pensar
del príncipe Fernando ? ¿Se buscaba tal vez
algun pretexto para perderle? El suceso no
nos presenta mas datos para que pudieramm
conocer la idea; pero sin calumniar al ene-
migo de los reyes se puede creer á lo me-




( 558 )
Dos que el de España se libró entonces de


n lazo muy peligroso. Su buena fortuna le
dictñ repeler las proposiciones del fingido


: el mismo principe las descubrió á las
que velaban su conducta, y destruyó asi una
ma.quinacion odiosa, tal vez sin querer, y
aun sin saverto. • •


Aun se ignora si le salvó su prudencia y su
resignacion á la suerte ; 6 , bien si algun indi-
cio.secreto le hizo entrar en sospechas , y des_
teuir las asechanzas. Sea .lo que se fuere de
éeto , el verdadero Kolli • sufrió su detencion
eco Vincennes basta que llegaron los -exlrei-,


aliados. El fue uno• de los trasladados ace,
eradamente ácia Angers y Saumur. Al tiem-


po:de swetraslaCion, supo por un posadero el
verdadero motivo del actual viáge , y el 'tér-
mino feliz que iban á tener ]as victorias •de
los aliados.


'Sant-Bonnell , joven y valiente militar ha-
bia ofrecido sus servicios al general Kolli,
para la libertad de los príncipes de España,
detenidos eirét palaciode Valencey. Habién-
dose .frustrado.la empresa , , 5 - tuvo . la . Suerte del
generoso Majá dWre:que fue cerradwen la turr e
delBoinenár ven •una sala aislada que
1.1e;inas dolorosa-enfe~dad ;colmó sus des-
diChas, Sain Bo mien separado dez:Koll i fue


( 359 )
cerrado secretamente en un calabozo subterrá-
neo , no menos espantoso que los de la anti-
gua Pastilla. A los diez y nueve meses fue
trasladado á la prision de num donde á pe-
sar de la sombra de libertad que gozaba, con-
certó mi proyecto de fuga con el romano
Sorbi, que le habia precedido en esta mora-
da antigua del despotismo.


Un dia de invierno, en los principios de una
noche obscura, estando ya preparados de una
-cuerda larga que habian hecho con hilos do
tela, fueron á la muralla del castillo, y favore-
cidos por una lluvia que impela el paseo de
los otros prisioneros, aseguraron la cuerda
Con un clavo entre dos piedras del parapeto.
La altura de la muralla era de cincuenta pies;
y el fbso poco distante de los cimientos estaba
lleno de agua cenagosa : Los dos prisioneros
echaronsuertes sobre quien habia de ser el pri_
mero que bajase. Correspondió al italiano,
quien llegó á. tierra 'fácilmente: pero Saint
Bonnell , colgando de la cuerda algunos pies
del borde, observó queso rompia en sus mis-
Inas manos 3ey cayó de manera, que. dándose
un golpe su cabeza con su rodilla, se rompió
los clientes , y se cortó la lengua. Aturdido
con su caida , y cubierta de sangre toda su
cara, tuvo aun valor de. atravesar nadando




1


( 36o )
con su compailero el cenagoso y largo [soso.
subir una cuesta escarpada baxo los tiros cl¿
fusil de las centinelas , y llegar á un peque_
fio bosque, en que pasaron la noche sobre
la hierva; aunque la lluvia caía tan abundan-
te, que parecia formar torrentes.


Despues do haber experimentado otros
peligros, cuya relacion detallada seria de-
masiado prolixa , llegaron h Compiegne ; to-
maron la diligencia; fueron á Paris; se re-
fugiaron en casa de una señorita joven, ami-
ga de Saint Bonnell, que los tuvo bien hos-
pedados durante un mes : pero este infeliz
servidor de reyes desgraciados fue arrestado
en los brazos del amor, por haber sido vic-
tima de una perfidia ultramontana, y con-
ducido nuevamente h Vincennes, donde su-
frió las cadenas de la urania, cuyo sangrien-
to trono fue destrozado en las acciones mi-
litares del dia. 3o de marzo.


Nota. Esta relacion está copiada de la
página xo6 y siguientes de la Historia gene-
ral de las prisiones baxo el reynado de Bzio-
naparte , Con anecdotas curiosas , impresa
en octavo sin nombre de autor ; por el li
brero .Alexo Eymerv , en la imprenta de
Imbert , de Paris, despues de la caida del
emperador Napoleon.


( 36x )
No se necesita mucha critica para despre-


ciar la novela del fingido Se confiesa
que el verdadero fue conducido h Vincennes,
donde ha estado hasta la mitad de marzo
de 1814. En este supuesto ¿Como pudo el
fingido Rolli satisfacer al interrogatorio he-
cho en la policia de Paris? ¿ Donde está el
hombre tan perfectamente parecido al ver-
dadero Rolli, que lo pudo encontrar la po-
licia tan pronto como imaginaba las preten-
didas asechanzas? ¿Y quien es este hombre
que despues de caido Napoleon no es nom-
brado, ni se le señala pátria , domicilio, pro-
fesion estado, ni otra seña por donde se
pueda indagar la verdad? Yo creo firmemen-
te que si ahora fuere preguntado en Inglaterra
el Baron de Rolli , responderá asegurando
que estuvo en Valcncey, como lo afirmó en
su interrogatorio ; pues asi me lo hace.creer
la honradez rfranqueza con que respondió
á la pregunta del motivo de haberse encar-
gado de semejante comision , dicieud con
valentia y entereza inglesa, que loi-habia
cho porque le parcela comision inny honrosa.
Un caballero que no reusaba declararse asi
en el estado de arresto que sufría, baxo el
poder de Napoleon, tampoco :reusarít hoy
.decir la verdad, que no disminu y e su gloria




( 332 )
Yo no se porque los escritores de historias
como la que ocasiona esta nota, creen ha-
cer obsequio a los reyes con la invenciou
de- tales novelas, que ni aumentan ni dismi-
nuyen el poder régi ° , y degradan al autor
que habla contra los caidos guando éstos no
pueden responder.


NUMERO CVII.


Carta escrita en Venezuela. en 29 de junio
de 18ro, publicada en Londres en . 5 de
setiembre del mismo año.


La América ha reconocido á la Junta Cen-
tral, por no aumentar las desgracias de la Es-
paña, y porque creyó corno ella ser el único
medio de salvar el pais. La Junta Central solo
ha tenido representacion preVineial,,si mas
autoridad:gire de un poder exectitivo, ceñido
'alas funciones de su primera instancia]. La
convocacion de las Cortes, y la defensa del
estado son las condiciones eón que los•espa


-ñoles de los dos emisferios han tolerado y
reconocido un gobierno que ni ellos ,crea ► un
legalmente, ni ha podido ser conservado salo


( 563 )
por la necesidad, por el peligro, y por la im-
posibilidad de formar otro gobierno mas eón-
forme á las leyes fundamentales de la mo-
norquia.


Apenas fue reconocida la Junta, tuvo la
España justo motivo de temer que sus espe-
ranzas resultasen fallidas: y la América no
lo tuvo menor de proveer que su sacrificio
de libertad.; y los peligros á: que éste mismo
sacrificio exponia la seguridad. interior , le
Foeurarian muy débiles compensaciones de
su afecto y fidelidad.


Este funesto presagio nació de la eleccion
de personas que la J unta envió k Venezue-
la para- sancionar con un modo tiranico la in-
justicia con que se rabia decidido suerte
de Amé rica , y la diversidad y lentitud de
las medidas, empleadas para apagar el entu-
siasmo de los españoles, y perpetuar la ilu-
sion de los americanos.


Cada decreto de, la Junta no era sino una
promesa insignificante : el carácter m ismo de
sus agentes no porfia inspirar confianza , y
manifestaba quan poco debian esperar los


méricanos 6 establecidos en América, ceno
si la influencia del sol ,


pudiese dar derecho
Para oprimir á o tres.


Los españoles de Venezuela se sujetaron




( 364 )
h grandes sacrificios durante un ario entero;
gracias á las violencias cle, sus señores: au-
mentaban por generosidad la miseria que ya
sufrian , suavizando ellos mismos el rigor de
su posicion, por medio de la idea de las vic-
torias que sucesivamente se contaban obte-
nidas por sus hermanos ; victorias que mien-
tras no resultaban desmentidas daban grados
de atrevimiento i la impunidad de los repre-
sentantes de un gobierno que la América no
habia reconocido sino por un espiritu de fi..
delidad.


En medio de éstas intrigas domésticas la
América ve cada día mas claro desvanecer-
se la esperanza que habia concebido sobre la
suerte de España. La América se lamenta de
ver como la España se precipita r de una ca-
lamidad en otra: ignora en que se emplean
sus tesoros : ve desembarcar hombres elegi-
dos para estar 'a la cabeza del poder supre-
mo , al mismo tiempo que se hallan acusa-
dos de perfidia ; que están manchados con el
vicio dela venalidad ; que son ignorantes y
despotas, detractores de los mismos que les
nombran, y tan perversos, que guando se
les pregunta sobre la suerte de la España, no
hablan jamas una palabra que sea en favor
del pueblo que han ido á representar.


( 365 )
En tan triste situacion llegó bien pronto


basta nosotros el grito de indignacion que se
dió en España contra la Junta central. En
despique del espantoso aparato de inquisi-
CiOn politica establecida en nuestro pais por
los gobernadores que había enviado la Jun-
ta, la voz de la verdad penetró las tinieblas
de la tirania; y llegando hasta nosotros en
toda su pureza, nos hizo ver la/verdadera si-
tuacion de la España, y conocer las funes-
tas consecuencias que podian subseguirse
para la América.


Por la parte de afuera no vemos sino opre-
sion; y por la de adentro facciones , exér-
citos dispersados ó destruidos, una falta gene-
ral de confianza, y en fin un gobierno pu--
blicamente detestado : y guando los france-
ses ocupaban toda la Andalucia se nos pe-
dia que reconociesetnos un gobierno nue-
vo, formado con tan preciosos elementos en
la isla de Leon, y compuesto de cien perso-
nas, entre las quales no habia ni una sola
que fuese natural de América; no pudiendo
ningun americano ocupar una plaza, ni aun
Para dar un consentimiento tácito de la
fina América.


Nuestro carácter de sumision nos hubiera
conducido, tal vez, á reconocer la Regencia


1




1
( 566 )


formada con elementos tan extraordinarios,
y c'ontraria á todas las leyes fundaméntales
de nuestra constitucion si hubieramos podi-
do alcanzar á descubrir una sombra de la
esperanza que la Junta nos 'labia dado re-
lativa á la suerte de nuestro pais.


Si nos remontamos hasta el origen d& los
que nombraron la Regencia, vernos que no
han dejado mas memoria de sus personas,
que el. odio , los ultrajes, y la violencia con
que segun dicen ellos mismos se les quitó el
poder que exercian (L ) . Y dirigiendo la vis-
ta á la instalacion del consejo de Regencia,
se ve quesi se ha concedido algo á los ameri-
canos solo fue por aparentar cumplimiento
de las promesas hechas anteriormente; por
completar mas publicamente su esclavitud;
y por obstentar que ofrecía libertad; pero
esta era ilusoria, y debía desbanecerse guando.
se descendiese á. los detalles á que la repre-
sentacion americana deberia someterse (2).


La provincia de Caracas hubiera manci-
llado cobardemente el carácter español que


(i) Manifiesto de la Junta en la isla de Leon en 29
de enero de 1131o.


(2) El consejo de Regencia á los Améxicanos.


( 567 )
desea vivamente conservar , si hubiera so-
metido por mas tiempo la suerte del estado
al capricho arbitrario de los representantes
de una nueva olígarqui


• , cuyo origen no
solo es defectuoso sino que habiendo sido
formado sin consentimiento de Caracas, es
incapaz de salvar la España , y de adminis-
trar justicia á los habitantes de esta pro-
vincia, contra la soberania despótica que se
han arrogado los gobernadores de ella. Las
leyes no tienen ya protector mas que á no-
sotros mismos , y la necesidad que alguna
vez hay do refrenarles es á nuestros ojos
muy diferente de aquella necesidad en que
el pueblo de Cadiz se hallaba de tolerar
toda especie de gobierno.


La provincia de Caracas presentó al públi-
co en 1 9


de abril el quadro de su situacion,
y preguntó á los pueblos del continente Amé-
ricano, que no habian renunciado su digni-
dad poletica si creian merecer la estimacion
de sus contemporáneos , y el reconocimien-
to de la posteridad, sometiendose ciegamente
á los que usurpaban el poder soberano, sin
consentimiento de la América, reconocida
como parte integrante del imperio que que-
ria obtener por fuerza una sumision servil
á la sombra del poder á que habian acostum-




( 368 )
brado obedecer, y prometiendo ventajas muy
superiores á sus facultades.


Nola. Traduccion de la copia impresa ea
el Monitor de i8 de septiembre de 181o. Se
pone aqui este papel para hacer ver el con-
cepto que se formó en América sobre la le-
gitimidad de la Junta Central , del consejo
de Regencia , y de las cortes de Cadiz. Si
los que habian seguido en el principio aquel
partido llegaron á conocer la ilegitimidad y
el desorden de semejante gobierno, en cuya
consecuencia se separaron para siempre. Que
podrian hacer los españoles residentes en la
peninsula, que veian de cerca eso mismo, y
mucho mas sobre la anarquia prevaleciente?
¿Habiendo prometido obediencia y fidelidad
con juramento á la Constitueion de Bayona,
y rey Josef, baxo cuyo gobierno todo iba
regular, podrian abandonar éste sin ser reos,
y cómplices de aquel desorden , y de los
crimenes de la anarquia?


( 569 )


NUMERO CVIIL


Exposicion 177inisterial de la conducta de
los ingleses en España y Portugal , publi-
cada en Paris i 15 de septiembre de 181o.


Primera época: El general Moore con
veinte y cinco mil hombres de buenas tro-
pas, no hizo cosa alguna en favor de los es-
pañoles en el mes de noviembre de 1808. La
España tenia sin embargo, trescientos mil
hombres con las armas en la mano , y todas
sus tropas de lírica..


El quartel general francos estaba en Vi-
toria. Bilbao se hallaba ocupado por el exér-
cito español de Galicia, compuesto de mas
de ochenta mil hombres. El de Extremadu-
ra con treinta mil, poseia x Burgos. Noven-
ta mil mandados por Castaños, á Tudela de
Navarra. Todo esto ora independiente de los
exércitos que dcfendian los pasos de Somo-
sierra, y de Guadarrama, sin que tratemos
de lo que habia en Cataluña.


El general Moore , habiendo llegado á Sa-
lamanca en septiembre, permaneció en Mac-
cica espectador ocioso de la destruccion de
los exércitos españoles de primera linea en


24




( 37 o )
las batallas de Espinosa, Burgos, y Tudelm
El exército francos abaliza hasta Valladolid
y Aranda de Duero , el generar ingles pro-
sigue imperturbable, dejando forzar el paso
de Somosierra, y tomar á Madrid sin dar un
paso.


Ocho dias despues que supo que Madrid
estaba tomado , que los exércitos españoles
se hallaban destruidos y que sus reliquias
se retiraban á Andalucia, el general Moore
salió de Salamanca, é hizo movimimientos,
cómo quien amenaza al cuerpo del exército
del duque de Dalmacia; pero bien pronto co-
nociendo el peligro en que se habil', metido
se retira precipitado, y embarca en la Coru-
ñ bergonzosamento los pocos hombres que
le habian quedado, despues de haber aban-
donado su artillería, trenes, municiones y
hospitales . So pocha creer no haber venido it
España sino para tomar testimonio de la des-
truccion de los exércitos españoles de pri-
mera y segunda linea.


Si el general Moore hubiese acudido it
Espinosa para sostener al general Blake,


á
Burgos para auxiliar al exército de Extre-


madura, ó á Tudela para apoyar á Castaños
vencedor ó vencido, hubiera cumplido sus.
obligacione s de amigo, ó de aliado.


371 )
despees hubiese ido hSomosierra ó Gua;


darrama; cubierto á Madrid, y- ciado tiempo>
de organizar la defensa de la capital , hu-
biera reunido los despojos de los exércitos
españoles , y venciendo, b siendo vencido,
hubiera tentado á, la fortuna con honor; los
insurgentes deberian estar reconocidos á los
ingleses, y no tendrian el justo motivo que
tienen para vivir quejosos de elles.


Pero es una fatalidad inerente á los exér-
eitos ingleses , pues ellos no son útiles á. sus
aliados para nada. El general Moore no fue
mas útil entonces á la causa española, que lo
Babia sido á la de Suecia guando vió tomar
en presencia suya las islas de Alaud , Svvea,
berg, y toda la Finlandia. El 'labia asistido
1 la ruina de los exércitos Suecos, y vino
España para presenciar la de los españoles.
He aqui lo que la posteridad contará de esta
grande expedicioa inglesa.


Segunda época: La guerra de la quinta
coalicion se enciende en el continente. Este
momento parecia favorable para hacer la
guerra de España con actividad :El gabinete
balices lo previó tanto, que por eso se atre-
vió á presentarse en la otra guerra sin sacar
de España hombres algunos, excepto la guar-
dia imperial. Esto destruyó la esperanza de




1


( 5 7 2 )
los ingleses; pero sin embargo si habia de
haber tiempo en que pudiesen esperar ven-
tajas no podia ser otro que aquel.


Lord Welington vino á Lisboa. El duque
de Dalmacia, que podia salirle al encuentro
conoció la imposibilidad de luchar con diez
y seis mil franceses contra veinte y quatro
mil ingleses, contra la insurreccion portu-
guesa , y contra las validas esparcidas de la
española , pues los exércitos franceses esta-
ban en España aislados sin direccion , y no
aprovechaban las ventajas de su disciplina y
experiencia , ni se socorrían unos á otros,
permaneciendo enniaccion.


El portugal fue evacuado sin batalla ni
combate. Babia • desproporcion excesiva en
el número de fuerzas. La Europa esperaba
que los ingleses se presentarían con honor, y de
una manera imponente al teatro de la guerra
continental. Que treinta ó treinta y cinco
mil hombres enviados desde inglaterra se
juntarian con los veinte y cinco mil de
lington y formarian un exército de cin-
cuenta, ó sesenta mil hombres que so supo-
nia poder presentar la Inglaterra en batalla;
los que reunidos á las reliquias de los exér-
citos portugueses, y á los insurgentes espa-
loles, sostenidos por el oro de México , ¿ del


( 3 7 3 )
Peru formarían una masa de fuerzas formi-
dables.


Los ingleses, fieles á su sistema, no en-
viaron refuerzos h Lord Welington , quien
despues de mas operaciones emprendidas con
la mayor ligereza sin cálculo, y con perfecta
ignorancia de las fuerzas de su enemigo evi-
tó como por milagro su entera destruccion
despues de la batalla de Talavera, perdien-
do sus hospitales , y regresando h Lisboa para
reorganizar su exército ; y habiendo visto.
destruir la mitad del exército español que
habia combatido en su compañia, evacuó la
España precipitadamente con tau poca refie-
xion como habia entrado.


Durante este tiempo otros treinta mil in-
gleses vinieron 11. perecer en los lodos de
VValcherou. Asi es que en esta segunda época
de la guerra de España los ingleses evitaron
constantemente todo lo que podia compro-
meterles, y solo hicieron lo necesario para
conmover los pueblos, y fomentar la guerra
civil. Si se comprometieron una vez, solo fue
por ligereza y vergonzosa ignorancia de la
guerra terrestre.


Poro tiempo despues fueron ocupadas Se-
villa, y todas las Andalucias : la Junta Cen-
tral, aliada tau querida del rey de Inglaterra




( 374 )
fue arrojada i la fortaleza de Cádiz, sin que
ese terrible general Welington hiciese movi-
miento alguno para socorrer las Andalucias,
Di aun para hacer una diversion en favor de
Sevilla', última esperanza de la insurrec,
cion.


Tercera época: En esta tercera época de
la guerra de España, estaba tranquilo el con-
tinente por la paz de Viena. Todos los hom-,
bres sensatos y amigos de la humanidad es-
peraban, que no habiendo sabido la Ingla-
terra aprovecharse de la guerra de la quinta
coalicion por haber conocido mal la posicion
de los negocios , y enviado treinta mil hom-
bres á morir en los lodazales de NTalcheron,
en lugar de destinarlos á la España para la
expulsan de los franceses, conoceria por fin,
que su interes bien. entendido estaba en
retirarse del teatro , y en dejar de ser por
mas tiempo culpable del derramamiento de
sangre que causaba, y de los. horrores que
cometia; y que se inclinaria á, conservar la
integridad de la España por medio de alguna
negociacion , pues ella interesaba mucho en
esta integridad.


Por desgracia entró 'a ser ministro enton•
ees Lord Welesley. Este hombre ignorando
los negocios de la. Europa, y no juzgándolos.


( 375 )
sino por los principios de la política que ha-
bía practicado en la india con los Navales,
hizo al rey de Inglaterra formar empertode
sostener 'á los insurgentes de España , y de
reconocerles , y de hacer lo que el general
Moore no 'labia podido en la epoca de la.
fuerza y mayor poder de la insurreccion , y lo
que el Lord Wcliegton tampoco 'labia logra-
do guando los exércitos franceses estaban en
Viena , y en Ungria.


Se creyó á, lo menos que la Inglaterra ba-
ria grandes esfuerzos; que tendria, en Portu-
gal un exército considerable, y que apoyán-
dose sobre las plazas de Ciudad Rodrigo y
de Almeida, y que aprovechando las cir-
ctínstancias en que los franceses se hallaban
Por los dos sitios , les daria una batalla; pero
sucedió todo lo contrario. El exército ingles
solo recibió débiles refuerzos , y se contener
tó con publicar jactancias y bravatas en lu-
gar de acciones militares. _


Ciudad Rodrigo fue sitiada: el marques de-
la Romana, y los coroneles españoles, cor-
riendo desde la Extremadura, se postraron Ze
los pies del Lord Welington con las lágri-
mas en los ojos , y le conjuraron para qu.e
socorriese 5, la valerosa guarnicion española
de Ciudad Rodrigo, donde se hallaban cer.




1


( 376 ).
cados ocho mil hombres escogidos. Lord
Welington que habia hecho mil promesas
al tiempo de entrar en la plaza estas tropas,
se retractó al tiempo critico de obrar, v pu es-
to en el último apuro mostró en consejo ple!.
no una carta del rey de Inglaterra , que le
prchibia aventurar accion alguna. La plaza
de Ciudad Rodrigo fue tomada por los fran-
ceses; y los ocho mil españoles escogidos
quedaron prisioneros.


Al recibir esta noticia dixeron los ingleses
que no seria lo mismo en la plaza de Almei-
da , y persuadieron h los portugueses que se
cerrasen en ella. Estos decian que todo era
¡nata teniendo los franceses equipage de si-
tios. Si vosotros (proseguían diciendo) no
quereis dar batalla, haced minar la plaza : y si
la quereis socorrer por que no habeis dacio
exemplo de ello en Ciudad Rodrigo ? El caso
es diferente respondia el Lord Welingtonz Yo
tenia ordenes contrarias en lo respectivo á
España, pero no las tengo para lo de Por-
tugal. Por otra parte yo no podia lbrmar em-
peño en las llanuras de Ciudad Rodrigo, con-
tra una caballeria cinco veces mas numerosa,
mejor y mas diestra en las evoluciones que
la mia. Almeida es un pais cortado por mon-
tañas : guando la plaza esté sitiada, y los frau?


( 3 77 )
ceses cansados de hacer el sitio , yo lo haré le-
vantar.


La guarnicion consintió, se cerró en la
plaza. El general Cranfurd destruyó los re-
gimientos de. su division por una maniobra
sumamente necia. Se abrió una zanja delan-
te de Almeida : los ingleses veían el fuego
desde su campo : los portugueses acudieron
al Lord Welington, y le pidieron el cumpli-
miento de sus promesas para librar á sus
compatriotas; y el respondió : Yo no puedo
nada: -Tengo órdenes contrarias; y Almeida
fue tomada pocos (Has despues.


Dicese que un general portugues dixo en-
tonces al general Welington: si no podcis
defendernos ¿Por qué nos excitais 'a la re-
sistencia, y á cubrir de ruinas y de sangre
nuestra infeliz patria? Si teneis fuerzas , dad
una balalla : sino las teneis, y no podcis ha-
cer que se os envien refuerzos considerables,
retiraos y dejadnos en disposicion de que nos
compongamos con los vencedores. La res-
puesta del Lord Welington fue mandar la
retirada, y disponer por una barbárie des-
conocida entre las naciones civilizadas, que
los molinos , las casas de campo, y otros edi-
ficios fuesen arrasados, y los campos que-
mados; de modo que un vasto desierto de




( 378 )
muchas marchas separase del exército &an-
ees al ingles. Esta conducta es atroz, y sin
exemplo en los anales modernos, de Inane-
ra que solamente lo hacen asi los turcos, y
los tártaros.


Si las potencias curopéas adoptasen estos


principios, todo seria debastado en el conti-
nente : las provincias de Prusia, y de Austria
serian desiertos: las llamas y la debastacion
hubieran dacio fin á todo. Los franceses, pru-
sianos, austriacos y rusos no han hecho ja-
mas tales atrocidades en paises enemigos.
¿Será posible disculpar al general que en un
pais amigo de que se llama protector, y que
debe serle tan sagrado como el suyo propio,
abrasa, destruye y arrasa todo el territorio
que no puede conservar?


Pues tal ha sido la conducta de una nacion
para la qual nada hay sagrado , y cuya fero-
cidad se hace sentir en todas partes mientras
ella exerce su poder. Asi es que los ingleses
han hecho perecer en la india millares de
Indios; han despojado pérfidamente á los prin-
cipes ele ella; les han quitado la vida con ve-
neno, y se han apoderado de sus propieda-
des particulares.


Véase la diferencia de carácter que hay
entre la Francia y Inglaterra. Donde la Fran-


379 )
cia tiene poder preponderante, prevalecen
los sentimientos nobles y generosos; En las
provincias en que dominan los franceses se
respetan las fortunas y posesiones particula-
res. Los almacenes de mercaderias quedan
salvos en poder de sus propietarios. Los
franceses no hacen guerra sino á los domi-
nios del soberano : Las tiendas, las ferias, y
los mercados estan abiertas corno en tiempo
de plena paz. Si la Inglaterra tuviera en el
continente la influencia de la Francia, con-
fiscaria las mercaderias y propiedades de los
particulares ; retrocedería á los tiempos an-
tiguos de la barbárie, esclavizada la pobla-
cion , se llevaria las familias , y las enea-
denaria en sus navios.


Quando la Francia llegue á. dominar en
los mares , sus leyes darán testimonio de la
generosidad de su carácter. La liberalidad. de
principios será en los mares misma que
exerce en el continente. Los mercaderes no
serán hechos prisioneros sino estan armados:
Todo barco será cubierto por su pavellon.


Concluimos pues, que los ingleses pudie-
ron en la primera expedicion ser útiles á los
españoles; pero que no lo fueron por causa
de su ignorancia y de egoismo : Que en la
segunda se conclugerou sin saber con quien




( 38o )
trataban, y abandonaron inexórablemente
sus aliados .al ver la seria lucha en que se
habian empeñado : Que en la tercera siguie-
ron iguales principios, no haciendo otra cosa
que acreditarse con livelos y calumnias, pro.
pagando en la peninsula el veneno, y atizan-
do el fuego de la discordia y de la guerra ci-
vil : En fin, que no respetan de modo algu-
no el derecho de gentes: Que nada es sagrado
para ellos: Que si fueran en su continente
tan. poderosos como ignorantes, y tuviesen
una sombra del poder de la Francia, el con-
tinente seria tan esclavo cargado de cadenas
corno lo es el pueblo de la India. El derecho
de gentes y la liberalidad del código con-
tinental son debidos . á la Francia , pero la
barbarie del Marítimo, á la influencia de la
Inglaterra.


Nota. Traduccion de la copia publicada
en el Monitor del 14 de septiembre de 181o,
y se pone aqui para que se conozca el esta-
do do la guerra de España, y las esperanzas
que el partido de los insurgentes podia formar
entonces, y es ciertisimo que lo mismo pue-
de asegurarse por lo respectivo al año 1811,
y los meses del 12, que precedieron h la ba-
talla de Salamanca , cuya victoria inglesa,
bija del acaso, y de circunstancias particu-


( 381 )
lares que no pertenecen á esta obra , formó
époa para mudarse la opinion pública en
quanto al exilo final de la suerte de España.


NUMERO CIX.


Exposicion del ministro de relaciones ex-
strangeras de Francia al emperador en 8
de diciembre de 181 o.


Señor : V. M. ha elevado la Francia al mas
alto grado de grandeza. Las victorias conse-
guidas contra cinco coaliciones subcesivas,
fomentadas todas por la Inglaterra, han pro-
ducido estos resultados, y se puede decir que
á la Inglaterra misma debemos la gloria y
el poder del grande imperio.


En todas las ocasiones V. M. ofreció la
paz, porque sin examinar si seria ó no mas
ventajosa que la guerra, no pensabais, señor,
sino en la felicidad de la generacion presen-
te , rnostrandoos preparado siempre á sacri-
ficar en favor de la paz la; novedades mas
favorables que pudiesen sobrevenir.


Esta es la razon de haber concluido pri-
mero la paz de Campo-fortmo, la de Lune-




1
( 582 )


Ov ille , y la de Amiens , y posteriormenteld
de Presbourg, de Tilsit, y de Viena. Este es
el. motivo de haber sacrificado V. M. cinco
veces en las indicadas paces la mayor parte
de sus conquistas. V. M. mas celoso de ilus-
trar su reynado por medio do la felicidad pú-
blica que de extender la dorninacion de su
imperio, ponia límites á su grandeza, al mis-
mo tiempo que la • inglaterra encendiendo
continuamente las antorchas de la guerra, pa-
recia conspirar contra sus aliados, y aun con-
tra ella misma para formar un imperio ma-
yor que quantos han existido de veinte si-
glos á esta parle.


Al tiempo de la paz de 1785 el poder de
la Francia se consideraba fuerte con el pacto
de familias que unía con estrechos lazos á su
propia política las monarquias do España y
do Nápoles.


En la época de la paz de Amiens tres gran,
des potencias habian aumentado sus respec-
tivas fuerzas con doce millones de habitantes
de la Polonia. Las casas rcynz.mtes de Fran-
cia y España eran esencialmente enemigas
entre sí , y los pueblos de éstos dos estados
tenian una oposicion de costumbres rilayor
que en tiempos algunos. Una de las grandes
potencias continentales habia perdido fuerzas


( 383 )
por la reunion de la Bélgica h la Francia; pero
la pérdida fue menor que lo que habia adqui-
rido por la posesion de Venecia: y su poder
creció todavia por las secularizaciones del
cuerpo Germánico. Asi es que la Francia;
despues del tratado de Amiens tenia menos
fuerzas que al tiempo de la paz de 17 83 , si
se miran comparativamente ; y eran suma-
mente inferiores á las que tenia derecho do
pretender por las victorias conseguidas en las
guerras de las dos primeras coaliciones.


Sin embargo , apenas se concluyó el tratad
do de .Amien.s , comenzó la Inglaterra á ma-
nifestar grandes zelos. Le alarmaron la rique-
za y la prosperidad de la Francia que cada clia
iba en aumento, y formó esperanzas de que
una tercera coalicion arrancara de vuestra
corona la Bélgica, las provincias del Rin, y
la Italia. La paz de Amiens fue violada : se
formó tercera coalicion; pero tres meses des-
pues se disolvió por el tratado de Presbourg.
La Inglaterra vió perdidas todas sus esperan-
zas. Venecia, la Dahna.cia , la Istria , todas
las costas del Adriático, y las del reuno de
-Nápoles pasan al dominio de Francia. El cuer-
po Germánico establecido sobre principios
contrarios á los que han servido de vase al
imperio frances, dejó de existir, y el sistema




( 384 )
de la confederacion del Rin, convirtió en alia-
dos íntimos y necesarios h los mismos pue-
blos que habian militado en las dos primeras
coaliciones contra la Francia qual se urde-
ron indisolublemente por ultrages comunes.


La paz de Amicus fue entonces en Ingla-
terra el objeto de los pesares de todos los
hombres de estado. Las nuevas adquisicio-
nes de la Francia que ya no se esperaba dis-
minuir', hicieron mas sensible la falta que
se habia cometido , y demostraron toda la
extension de sus malas consecuencias.


Un hombre ilustrado que habia venido ii Pa-
ris , conocido á Y. Al., y el estado de laFran-
cia en el corto intervalo de la paz de Amiens
fue elevado al ministerio principal de Ingla-
terra. Este grande hombre comprendió bien
la situacion de los dos paises, y -vió que no


. era ya posible hacer que la Francia retro-
gradase, y que la verdadera política consis-
tia en detener el curso de sus ventajas. Co-
noció que la question antigua habia •dejado
de existir pos las victorias conseguidas con-
tra la tercera coa licion ; que no se debla pen-
sar ya en disputar h la Francia la posicion
de lo adquirido, sino en evitar por medio de
una paz pronta los nuevos engra.ndecimien-.
tos que la con tinuacion de la guerra produ-


( 385 )
siria inevitablemente. Este ministro no dis-
sim ulaba ventajas algunas de las que la Fran-
cia 'labia conseguido por la falsa politica de
la Inglaterra, y solo fijaba su consideracion
sobre las que pocha en adelante aumentar.
Crcia que la Inglaterra ganaria mucho con
solo conseguir que ninguna de las potencias
continentales prosiguiese perdiendo. El ob-
jeto de su politica era desarmar la Francia,
y formar una confederacion del norte de
Alemania, en oposicion á. la del Hin. Pre-
vela que la Prusia no pocha conservar su
existencia sino por medio de la paz ; y que de
la suerte de esta potencia dependia el siste-
ma de la Saxonia , de Bese, del FIa.nover,
de las embocaduras de los ries Ems, Jada,
Weser , Elva, Oder y Vistu la , necesarias ab-
solutamente al comercio ingles. Fox, como
hombre grande no se entregó á pesares inú-
tiles de la infraccion del tratado de Amiens,
y de las pérdidas que ya eran irreparables.
Su intencion principal era precaver otras mas
grandes , y con esta idea envió á. Paris al
Lord Lauderda Ie.


Las negociaciones se entablaron , y todo
anunciaba el exilo mas feliz, guando hubo
la desgracia de morir Fox. Desde entonces
las negociaciones comenzaron h ser lá.ligui-!


25


1




( 386 )
das. Tos ministros no estaban bastante ilus-
trados , ni tenian la sangre fria que convenia
para conocer la necesidad de la paz. La Ru-
sia , dejándose llevar del espiritu que la In.
glaterra inspiraba en toda la Europa 7 puso
sus tropas en marcha. La guardia imperial
tuvo órden de partir. Lord Lauderdale pare-
ció rezeloso de las consequencias de los nue-
vos acontecimientos que se preparaban. Es-
tando para firmar el tratado .quiso que se
comprendiera en él it la Prusia , y que se re-
conociese la confederacion del Norte de Ale-
mania. V. M. consintió en ello por el espiri-
tu de moderacion de que ha dado á la Eu-
ropa tan frecuentes exemplos. La partida de
la guardia imperial fue suspendida por al-
gunos dias. Lord Lauderdale dudó entonces
sobre lo que deberia hacer : despachó un
correo á su Corte, y ésta le dió orden de
retirarse.


Pocos dias despues ya no existia la Prusia
como potencia preponderante. La posteridad
designará esta época como una de las mas
decisivas de la historia de Inglaterra y Fran-
cia. El tratado dé Tilsit dió fin á la quarta
coal ic ion.


Dos grandes soberanos, que antes habian
sido enemigos se reunieron para ofrecer la


( 387
)


paz ti la Inglaterra ; pero esta potencia que
pesar de todas sus previsiones no había


podido determinarse 'a firmar condiciones
que dejaban la Francia en posicion mas ven-
tajosa que la deri bada del tratado de Amiens,
no quiso admitir negociaciones, cuyo inevi-
table resultado deberia poner it la Francia en
otra posicion aun mas ventajosa. Hemos reit-
sado (se decía en Inglaterra ) un tratado que
conservaba independiente de la Francia todo
el Norte de Alemania , la Rusia la Saxo-
nia , el Hesse, el Hannover,


, y que garantia
todas las embocaduras da /os ríos de nuestro
comercio ¿Como podriamos consentir hoy
una paz'. con el emperador de los franceses,
guando acaba de extender la confederacion
del Rin hasta el Norte de Alemania, y de
crear un trono francos á las orillas del Elva,
guando en tales circunstancias qualesquiera
que fuesen las estipulaciones se quedarian
siempre baxo la influencia francesa el Han-
nover y todas- las desembocaduras del Norte,
que son las principales arterias de nuestro
comercio ?


Los hombres que consideraban á sangre
fria el estado de ia Inglaterra decían clon
coaliciones, cada una de las quales debia durar




( 388 )
diez arios, han sido vencidas en pocos meses


Las nuevas ventajas adquiridas por la Fran:
cia son consecuencias de estos sucesos ; y la
Inglaterra no puede ya oponerse á ellas.
No hubiera sido necesario violar el tratado de
Amiens. Hubiera sido mas útil adaptar la poli-
tica de Fox. Aprovechemos hoy por lo menos
las lecciones de la experiencia, y eviternos
una tercera falta. En lugar de atender á lo ya
sucedido, consideremos lo futuro: la península
esta todavía entera, y dirigida por gobiernos
enemigos ocultos de la Francia. Hasta hoy
la devilidad de los ministros españoles , y los
.sentimientos personales del viejo monarca
han conservado á la España en el sistema de
la Francia. Un reynado nuevo desenvolverá
los gérmenes del odio entre las dos naciones.
El pacto de familias ha sido aniquilado, y
una de las ventajas que la revolucion ha
procurado á la Inglaterra, es esta. La Holan-
da, aunque gobernada por un principe tran-
ces goza de su independencia. Su interés la
dicta ser mediadora entre nuestro comercio,
y el continente, y favorecernos para partici-
par de nuestras ventajas : Y sobre tales su-
puestos si la guerra continúa ¿No debere-
mos recelar que la Francia establezca su iu-


( 389
)


(luxo sobre la peninsula, y sobre las aduanas
de Holanda ?


Tal era el lenguage de los hombres que
sabían penetrar los secretos de lo por venir.
Vieron con dolor censar la paz propuesta por
la Rusia. No dudaron que la Inglaterra per-
deria pronto todos los puertos del continente,
y que se estableceria en España, y en Holan-
da un nuevo orden de cosas que hubiera con-
venido evitar.


Durante todas estas ocurrencias la In-
glaterra exigió de la casa de Braganza que
abandonase la península, y se refugiase al
Brasil. Los partidarios del ministerio ingles
sembraron la discordia entre los principes
de la casa real de España. La dinastia en-
tonces reinante fue alejada del trono para
siempre ; y en consecuencia de las dispo-
siciones tornadas en Bayona fue llamado
para gobernar á la España un nuevo so-
berano , cuyo poder y origen era comun á la
Francia.


La entrevista de Elfurt dió lugar h. nue-
vas proposiciones de paz : Tambien fueron
desechadas : El espíritu mismo que habia
hecho romper las negociaciones del Lord
Lauderdale dirigía los negocios de Inglaterra.


Se publicó la quinta coalicion, y los nue-




5o)
vos acontecimientos produxeron todabia nue-
vas ventajas á la Francia. Los únicos puer-
tos en que la Inglaterra conservaba comtb,
nicacion con el continente pasaron al .po..
.der de V. M., con las provincias iliricas por
-el tratado de Viena, y los aliados del imperio
vieron crecer su poder.


Los decretos del consejo Británico Fabian
trastornado las leyes del comercio del mun-
do. La Inglaterra, cuya existencia pende
toda entera del comercio, echaba de esta
manera el desorden en el comercio de las na-
ciones. Había quebrantado ya todos los pri-
vilegios de ellas , y los decretos de Bodin, y
de Milan destruyeron estas novedades mons-
truosas.


La Holanda se halla en una posicion di-
ficil : su gobierno no tenia energia : susadua-
nas ofrecian poca seguridad para que éste cen-
tro del comercio del continente perseverase
mas largo tiempo separado de la Francia.
V. M. por el interés de sus pueblos , y por
asegurar la execucion del. sistema contrario
á las tiranias de Inglaterra, se vió forzado á
mudar la suerte de la Holanda. Sin embargo
V. M. constante en su sistema ,yen su deseo
de la paz , hizo entender á la Inglaterra que
no podria su gabinete salvar la indeppnden-


( 39 1 )
cía de la Holanda sino revocando los decre-
tos de su consejo, ú adoptando medios de
una paz.


Los ministros de una nacion comerciante
trataron con ligereza la negociacion de un
interés tan grande para su comercio. Dixeron
que la Inglatera no podia nada relativamen.
te á la suerte de la Holanda. En las ilusio-
nes de su orgullo desconocieron los motivos
de la solicitud. Fingieron ver en ella una
confesion (le la eficacia de los decretos del
consejo Británico, y la Holanda fue reuni-
da. Supuesto , señor, que lo quisieron ellos,
yo creo ahora útil consolidar esta reunion
por medio de las formas constitucionales de
un senado consulto , y asi lo propongo á
vuestra magestad.


La reunion de las ciudades Anseáticas, las
del Lademburgo , y la de todas las costas des-
de el Elba hasta el Emes, está mandada por
las circunstancias. Todo este territorrio se
halla dominado por Y. M.


Los inmensos almacenes de Hidigolan ame-
nazaban descargarse en el continente, si el
comercio ingles quedaba abierto en un solo.
punto de las costas del mar del norte , y sino
se le cerraban para siempre las bocas del
Jado , del Weser y del Elba.




( 392 )
Los decretos del consejo Británico han des,


truido totalmente los privilegios de la nave-
gacion de los neutrales ; y V. M. no puede
proveer sus arsenales , ni tener camino se-
guro para el comercio con el norte sino por
medio de una navegacion interior. La repa-
racion v el engrandecimiento del canal que
hay entre Hamburgo y Lubek, :y la cons-
trucion de un canal nuevo que junte al Elba
con el Weser ; y á. éste con el Ems , cuyas
obras no exigen sino trabajos de quatro
cinco años, y gastos de quince á veinte mi-
llones en un pais en que la naturaleza no
ofrece obstáculos abrirán á los comerciantes
franceses un camino económico,
facil , y exénto de todo riesgo. Vuestro im-
perio podrá comerciar en todos tiempos con
el mar Báltico, enviar al norte los productos
del suelo , y manufacturas de Francia , y
traer á ella las producciones necesarias para
la marina imperial.


Los pavellones de Hamburgo, de Brema'
y de Lubek, que andan hoy errantes por los
mares , y están desnacionalizados por el de-
creto del consejo Británico, participarán de
la suerte del pavellon frances , y concurri-
rán con el al restablecimiento de la libertad
de los mares.


( 393 )
La paz ha de llegar por fin ; pues farde


b temprano los grandes intereses de los pue-
blos, de la justicia y de la humanidad ven-
cen á las pasiones y al odio; pero la expe-
riencia de sesenta años nos ha enseñado que
la paz con Inglaterra no puede jamas dar
al comercio seguridad que no sea enga-
ñosa.


En 1 7 56, en febrero de 1 793, en 18o i por
lo respectivo á España, como en mayo de
8o3 violando el tratado de Amiens, la In-


glaterra comenzó sus hostilidades antes de
declarar guerra. Varias embarcaciones que
navegaban en fe de la paz, fueron sorpren-
didas; el comercio fue saqueado; los ciuda-
danos pacificos perdieron su libertad; y los
puertos de la Inglaterra se llenaron de yer-
gonzosost rofeos.


Si semejantes exemplos volviesen á repe-
tirse, los viageros y negociantes ingleses, sus
propiedades y personas conducidas á nues-
tros puertos desde el mar Báltico hasta el
golfo Adriatico responderian de tales aten"
tallos; y si el gobierno ingles por hacer al
pueblo de Londres olvidar la injusticia de
la guerra le diese todavia el espectáculo de
las presas hechas con desprecio del derecho
de las naciones 1 se verla precisado á MOS-.




( 394
trarle tambien el de las pérdidas originadas
de su conducta.


Por lo mismo señor, mi ntras tanto que
la Inglaterra persista en llevar adelante los
decretos de su consejo , persistirá V. M. en
los suyos. Pondrá al continente en estado de
bloqueo en contradiccion del que la Ingla-
terra hace á las costas ; y opondrá V. M. con-
tra el pillage que hace aquella Momia en
los mares la confiscacion de las mercaderias
inglesas en el continente.


Considero corno obligacion mia decirlo asi;
V. M. no puede esperar ya atraer á sus ene-
migos á ideas mas moderadas sino perseve-
rando en el sistema indicado. Con él la Ingla-
terra debe venir á tan mal estado que reco-
nozca sin remedio por fin quan incompati-
ble es violar los derechos de las naciones neu-
trales en el mar, y reclamar al mismo tiem-
po su proteccion en el continente. Reconoce-
rá que el -único origen de sus desgracias está
en los decretos de su consejo ; y que el en-
grandecimiento de la Francia, objeto perma-
nente de sus zelos, y de su despecho es debi-
do á las ciegas pasiones de los que violando
el tratado de Amiens, rompiendo la negocia-
cion de Paris, desechando las proposiciones
de Tilsit, y de Elfurt , y desdeñando las pro°


( 595 )
-puestas hechas antes de la union de la Ho-
landa dieron el último golpe á su comercio
-v á su poder, y conduxeron vuestro impe-
rio al cumplimiento de sus altos destinos.


Soy, señor, con respeto muy fiel, y muy
adicto servidor y subdito de V. M. 1. y 1.1.—
Champagni , duque de Cadora.— Paris 8 de
diciembre de 181o.


¿Vota. Traduccion de la copia impresa en
el Monitor de 15 de diciembre de 181o.


NUMERO CX.


Carta del emperador Napoleon a Fernan-
do VII en 12 de noviembre de 1813.


Primo mio : las circunstancias actuales en
que se halla mi imperio , y mi politica; me
hacen desear acabar de una vez con los ne-
gocios de España. La Inglaterra fomenta en
ella la anarquia y el Jacobinismo, ti procura
aniquilar la monarquia. , y destruir la no-
bleza para establecer una república. No pue-
do menos de sentir en sumo grado la des-




( 596 )
fruccion de una nacion tan vecina mis es-
tados, y con la que tengo tantos intereses
marítimos comunes.


Deseo, pues, quitar k la influencia inglesa
qualquier pretexto, y establecer los vinculos
de amistad y de buenos vecinos que tanto
tiempo han existido entre las dos naciones.


Envio á V. A. R. al conde de la Forest con
un nombre fingido ; y puede V. A. dar asen-
so k todo lo que le diga. Deseo que V. A. esté
persuadido de los sentimientos de amor y es.
timacion que le profeso.


No teniendo mas fin ésta carta , ruego á
Dios guarde k V. A., primo in io, muchos años.
Saint-Cloud 12 de noviembre de 1813 —
:Vuestro primo — Napoleon.


Nota. Copia de la carta impresa por Es°
coiquiz en su obra de la Idea sencilla.


597 )


NUMERO CXI.


Carta de Fernando VII al emperador Na-
poleon en 21 de noviembre de 1813.


Señor el conde de Laforcst me ha entre-
gado la carta que V. M. L me ha hecho la
honra de escri birme , fecha 12 del corriente:


igualmente estoy muy reconocido á la honra
que V. M. L me hace de querer tratar con-
migo para obtener el fin que desea, de po-
ner un término á los negocios de España.


V. M. dice en su carta que la Inglaterra
fomenta en ella la anarquía, el Jacobinismo,
y procura aniquilar la monarquía española.
No puedo menos de sentir en sumo g ./y(1z) la
destruccion de una nacion tan vecina mis
estados, y con la que tengo tantos intereses
marítimos comunes. Deseo quitar (prosigue
V. M.) a la influencia inglesa qualquier
pretexto, y restablecerlos vinculos de amis-
tad, y de buenos vecinos, que tanto tiempo
han existido entre las dos naciones.


A estas proposiciones, señor, respondo lo
mismo que i las que me ha hecho de pala-
bra de parte de V. M.1. y R. el señor con-
de de Laforest ; que yo estoy pronto, baxo,




( 398 )
la proteccion de V. M. y que siempre le
profeso el mismo amor y respeto, de lo
que tiene tantas pruebas V. M. 1.; pero no
puedo hacer ni tratar nada sin el consenti-
miento de la nacion española , y por consi-
guien te de la Junta. V. M. L me ha traido á,
Valencey; y si quiere colocarme de nuevnen
el trono .


de España, puede V. M. hacerlo,
pues tiene medios para tratar con la Junta,
que yo no tengo si V. M. quiere abso-
lutamente tratar conmigo (y no teniendo yo
aqui en Francia ninguno de mi confianza )
necesito que vengan aqui, con anuencia de
V. M.I. diputados de la Junta para enterar-
me de los negocios de España ; ver los me-
dios de hacerla verdaderamente feliz , y para
que sea válido en España todo lo que yo tra-
te con V. M. y R. (1).


Si la politica de V. M., y las circunstancias
actuales de su imperio no le permiten con-
formarse con estas condiciones, entonces que-
daré quieto, y muy gustoso en Valencey,
donde he pasado ya cinco años y medio , y
donde permaneceré toda mi vida, si Dios lo
dispone asi.


(i) A causa , como he dicho en mi ilota anterior, -
de ignorar todo lo que pasaba en España.


( 399 )
Siento mucho, señor hablar,


de éste modo
h V. M.; pero mi conciencia me obl iga á ello.
Tanto interés tengo por los ingleses, como
por los franceses; pero sin embargo, debo
preferir á todo los intereses y felicidad de mi:
nacion. Espero que V. M. I. y R. no verá
en esto mismo mas que una nueva prueba,
de mi ingenua sinceridad , y del amor y ca-
riño que tengo u V. NI. Si prometiese yo algo
ci V. N., y que despues estuviese obligado (i
hacer todo lo contrario ¿que pensarla V. 111
de mi .2 Diria que era un inconstante , y se
burlada de mi , y ademas me deslionraria
para con. toda la Europa.


Estoy muy satisfecho , señor, del señor
conde Laforest , que ha manifestado mucho
zelo y ahinco por los intereses de V. M., y
ha tenido muchas consideraciones para con
migo.


Mi hermano y mi tia me encargan les pon-
ga á la clisposicion de V. M. I. y R.


Pido, señor, á Dios conserve á V. M. mu-
chos años. — Valencey 21 de noviembre de
18 15. — Fernando.


Nota. Esta carta manifiesta un tono bien
diferente al de todas las escritas en tiempos
anteriores.- La gestion del emperador, con-




( 400 )
vina.da con lo que las gacetas perrnitian dis-
currir, pudieron poner á Fernando en esta-
do de conocer que Napoleon no era ya tan
formidable como antes. Pero para el objeto
de las presentes Memorias basta saber que
Fernando VII conociera que se le deshonra-
ria en toda la Europa , sino cumpliese lo
que prometiera.


NUMERO CXII.


Tratado entre el emperador Napoleon y el rey
Fernando va en II de diciembre de 1813.


Napoleon, emperador de los franceses, rey
de Italia, protector de la confederacion del
Rin, mediador de la con Eederacion Suiza, etc.
A todos los que las presentes vieren salud.
Deseando hacer que cesen las hostilidades, y
concurrir al restablecimiento de una paz só-
lida y durable entre la Francia y la España,
y teniendo entera confianza en la fidelidad
del conde de la Forest individuo de nues-
tro consejo de Estado , gran oficial. de la le-
gion de honor, ect. le damos poder pleno y


( 401 )
absoluto, 'comision y mandamiento especial
para conferenciar, acordar, concluir y firmar
con el plenipotenciario que á esté fin noni-
bráre S. A. R el príncipe de Asturias , y con-
forme á las instrucciones que Se le han dádó
los tratados; árticulos, con vencion


eS y denlasque juzgare k proposito; y prometemos etini-plir y executar pun tualniente' todo lo que
nuestro plenipotenciario prometa y firmé`en
virtud del


-'presen te poder, y . hace.' expedir
las letras de ratificación en fbrrna para que
sean cangeadas en el término que se acor-
dare. En fe de lo qual ciamos las presentes,
firmadas, refrendadas y selladas con nuestro
sello. Palacio de las Tullerias 1.9de
bre de 1813.


—NápOleon. Por el emperador
el ministro de Relacióheá Exteriores, Caul¿n-Cour , duque de FiCC11.ta.


Duque de San Carlos primo': deseando ha-
cer cesar las hostilidades, y concurrir al res-
tablecimiento de una paz sólida y durableentre la España y la Francia ,


y en consequencia de las proposiciones de paz que se
lile han hecho por el emperador de los fran-
ceses rey de Italia , teniendo entera confian
za en vuestra fidelidad os doy poder pleno
Y absoluto , y encargo expreso de tratar en
n
uestro nombre, concluir y firmar con el


2.
26




( )
plenipotenciario nombrado i este efecto por
el emperador de los franceses, rey de Italia
los tratados , articulos , convenciones , y de,
mas que juzgareis conveniente ; y promete-
mos cumplir y executar puntualmente todo
lo que en concepto de plenipotenciario pro-
metiereis y firmáreis en virtud del presente
poder , y hacer expedir las letras de ratifica-.
cion.en forma para que sean cangeadas en el
término que se pactare. Valen coy á 4 de di-
ciembre de 1 815., ,Fprizando . Al duque de
San Carlos.


S. M. C. y S. M. el emperador de los fran-
ceses, rey de Italia , protector de la confede-
racion del Rhin , mediador de la confede-
racion suiza, animados igualmente del deseo
de que cesen las hostilidades , y queriendo
hacer un tratado de paz definitivo entre las
dos potencias , han nombrado plenipotencia-
rios para este efecto , á saber:


Su magestad D. Fernando á. D. Josef
Miguel de Carvajal , duque de San Carlos,
conde del puerto , gran. señor -hereditario
de los correos de Indias , grande de Es-
paña de la primera - clase, mayordomo ma-
yor de S. M. C. , teniente general de los rea-
les exércitos , gentil-hombre de cámara can
excrcicio, gran cruz y comendador de dife-


( 403 )
rentes Ordenes, ect. y S. M. el emperadory
rey el señor Antonio Renato , Carlos Ma-
thurin , conde de la Forest , consejero de Es-
tado , gran oficial de la legion de honor, gran
cruz de la Orden imperial de la reunion , ect.
Los quales despues de cangeados sus plenos
poderes respectivos han convenido en los ar-
ticulos siguientes.


Art. I.° Desde la ratificacion del presente
tratado en adelante habrá paz y amistad en,-
tre S. M. el rey Fernando VII y sus sucesores,
y S. M. , el emperador y rey y los suyos.


11-. Cesarán todas las hostilidades de tierra
y mar entre las dos naciones desde el rango
de las ratificaciones de este tratado en la
tierra, y á los quince dias en los mares que
bañan sus costas de Europa y Africa, en la
parte de acá del equador; y á los quarenta
en los paises y mares de África y América,
mas allá del equador ; y á los tres meses en
los paises y mares sitiados al oriente del cabo
de Buena Esperanza.


S. M. el emperador de los franceses , rey
de Italia, reconoce á Fernando y h sus suce-
sores conforme al orden de suceder por las
leyes fundamentales del estado, como reyes
de España ¿3 Indias.


IV. S. M. el emperador y rey reconoce la




( • 404 )
integridad del territorio de España, tal como
existía antes de la actual guerra.


V. Las provincias y plazas, actualmente
ocupadas por las tropas francesas serán en-
tregadas á los gobernadores 6 tropas espa-
ñolas del ,rey en el estado que tuvieren al
tiempo de su devolucion.


VI. S. M. el rey Fernando , promete por
su parte conservar la integridad del territo-
rio español, y do sus islas, plazas y presi-
dios adyacentes, especialmente los de Malion
y Ceuta y hacer que los gobernadores y
exéreitos británicos evacuen las provincias,
plazas y territorios españoles que ocupen.


V1I. Se concluirá una convencion mili-
tar entre un comisario frances y otro espa-
ñol para que se verifique al mismo tiem-
po la evacuacion de las provincias españo-
las por los franceses que por los ingleses.


VIII. S M. C., y S. _M. el emperador y
rey p rometen reciprocamente mantener la
independencia de sus derechos marítimos,
conforme al tratado de Utrecht , y el esta-
do que las domas naciones tuvieron has-
ta 1762.


IX. Todos los españoles que han recono-
cido al rey Josef, y servicio empleos civiles,
politicos y militares, ó Geguidole personal-


t 4o5).
mente volverán b. gozar los honores, 'derechos
y prerogativas de que gozaban. Se les resti-
tuirán los bienes de que se les hubiere pri-
vado. Los que quisieren permanecer fue-
ya de España , tendrán el termino de dos
años para vender sus bienes, y tomar las
medidas necesarias á su nuevo estableci-
miento. Conservarán el derecho que tuvie-
ren á sucesiones, y podrán gozar de sus bie-
nes y disponer de ellos sin estar sujetos al
derecho de Azibaina, diminucion , ú otro
alguno.


X. Los franceses é italianos que tuvieren
en España propiedades de bienes muebles,
ó inmuebles, las conservarán en la forma que
las gozaban antes de la guerra. Lo mismo
será en 'Italia y Francia, con las propiedades
de los españoles. Se nombrarán comisarios
por una y otra parte para resolver las dudas
contenciosas que ocurran entre franceses é
italianos sobre intereses, bien estuvieren sus-
citadas antes de la guerra, bien hayan sobre-
venido despues.


XI. Se hará de parte á parte restitucion
de prisioneros , bien se hallen en depositos,
bien en otra qualquiera parte, aun guando
hayan tomado servicio, excepto aquellos que
despues de la paz declaren ante un cornisa-




406 )
rio de su nacion tener voluntad libre de pro,
seguir sirviendo.o •


XII. Los prisioneros de la guarnícion de
Pamplona, los de la Coruña, islas del medi-
terraneo , y otro qualquiera deposito que ha-
yan sido entregados á los ingleses serán igual-
mente restituidos, bien se hallen en España,
bien en América ó Inglaterra.


XIII. S. M. Fernando VII promete ha-
cer pagar al rey Carlos IV, y á la reyna su
esposa treinta millones de reales por año en
plazos de quarta parte, de tres en tres meses.
Si la reyna sobreviviere, se le darán por viu-
dedad dos millones anuales de francos. To-
dos los españoles empleados en su servicio
estan autorizados á residir fuera de España
en qualquiera parte que sus magestades con-
sideren conveniente.


XIV. Se celebrará. un tratado de comer-
cio entre las dos potencias, hasta cuyo tiem-
po estarán las relaciones mercantiles confor-
me se hallaban antes de la guerra en 1792•


XV. Las ratificaciones del presente tra-
tado se cantearán en Paris en el término de
un mes , el antes si fuere posible. Hecho y fir-
mado en Valencey á 2 2 de Diciembre de mil
ochocientos trece. — El Duque de San Car-
los. — El conde de la Forest.


( 407 )
Nosotros los infrascritos, plenipotenciarios


nombrados respectivamente para el efecto de
negociar y firmar un tratado de paz entre la
España y Francia formamos el presente re-
gistro de nuestra última conferencia tenida
en el momento de firmar el tratado para que
conste que nos hallamos de acuerdo en lo
siguien te.


L° Que el pleno poder dado al plenipo-
tenciario Español , en forma de carta auto-
grafa , en defecto de cancillería ha sido presen-
tado con la reserva de substituir otro sellado
al tiempo de cangear las ratificaciones si hu-
biere medios de extender otros poderes con
las formalidades acostumbradas en España.


II.0 Que si el término de treinta dias es-
tipulado en el art. 15 del tratado para el can-
ge de las ratíficaciones se pasare por causa
de algun im pedimento real y verdadero, que-
da reservado el cangearlas en los I 5 dias pri-
meros siguientes, 6 antes si fuere posible.


Hecho y firmado en Valencey, á. 2 i de di-
ciembre de 1813. —El duque de San Ca 7".•


— El conde de la Forest.
Nota. Traduccion de la copia impresa en


frances en la obra francesa, traducida del
español con el titulo de « Ultimos esji¿erzo4
« de la politica de Napclecn.1*




( /08 )
Escoiquiz dijo que este tratado fue condi,


cional , porque se había otorgado bazo la
condicion de que la Regencia de España lo
ratificase, la que no llegó á verificarse; pero
no es necesario gran talento para conocer
que habiendo surtido efecto los articulos
principales del tratado sin la ratilicacion, por
DUCV0 convenio posterior confesado por Es-
coiquiz, no solo no se disminuyó la obliga-
cion del rey Fernando , sino que se anmen-
tó por el hecho mismo que cita Escoiquiz de
haberse propuesto al emperador fiarse de la
honradez de Fernando, y haber condescen-
dido aquel á la propuesta. Con efecto , Fer-
nando recobró el trono en virtud de la con-
fianza de Napoleon y de las promesas he-
chas por Fernando con palabra de honor. Los
que han aconsejado faltar á su cumplimien-
to, no aman como deben la honra del rey,
ni el ;bien del reyno.


NUMERO CX11I.


Carta del rey Fernando VII a la Regencia
de España en 18 de diciembre de 1813.


La divina providencia ( qne por uno de sus


( /1 09 )
inexcrulables beneficios permitió fuese yo
transportado 'desde el palacio de Madrid al
de Valencey) se dignó concederme la salud
y fuerzas necesarias, y el consuelo de haber
tenido en mi compañia siempre al infante I3
Antonio, mi muy querido tío, y al infante
D. Carlos, mi mas amado hermano.


Nosotros hemos encontrado en este pala-
cio una hospitalidad noble. Nuestra residen-
cia nos ha sido tan agradable como podia per-
mitir mi Situacion , y desde los principios he
empleado el tiempo en la forma mas análo-
loga á mi nuevo estado.


No he tenido noticias de mi querida Espa-
fia sino por medio de las gacetas francesas.
Por ellas he adquirido algun conocimiento de.
sus sacrificios en mi favor, de la generosa
é, inalterable constancia de mis fieles vasa-
llos, de la perseverante asistencia de la In.
glaterra , de la admirable conducta del gene-
ral en gefb Lord Welington , y del nombre
de los generales españoles, y generales alia.,
dos que se han distinguido.


El ministerio ingles en sus comunicaciones
de 23 de abril del año anterior, había decla_
rado auténticamente qne la Inglaterra estaba
dispuesta á escuchar proposiciones de paz,
cuyos preliminares fuesen reconocerme por.




( 4 10 )
rey : no obstante lo qual duran todavia los
males de mi reuno.


La España permanecia en estado de ob-
servacion pasiva, pero vigilante guando el
emperador de los franceses, rey de Italia
dispuso espontáneamente que se me hiciesen
por medio de su embaxador , conde La Fo-
rest proposiciones de paz fundadas sobre mi
restablecimiento al trono., y á la integridad


independencia de mis dominios sin condi,
don alguna que no fizese cozzfornie al honor
a la gloria , y al interes de la nacion es-
pañola.


Creyendo yo que la España no podia con,
seguir una paz mas ventajosa aun despues de
muchas y no interrumpidas victorias, auto-
ricé al duque de San Carlos para tratar en
mi nombre con el conde de la Forest , ple-
nipotenciario destinado por el emperador Na-.
poleon para este efecto.


Concluido con felicidad el tratado , lie es-
cogido al duque para que lo lleve á le Regen-
cia, á la qual , en testimonio de la confianza
que tengo en sus individuos , la dirijo para que
haga las ratificaciones conforme á estilo, y me
lo devuelva sin pérdida de tiempo con la ex-
presada solemnidad.


Quanta satisfaccion me resulta de hacer


( I I )
que en fin cese la efusion de sangre, y ver el
tSrmino de tantos males! ¡y como suspiro por
el momento feliz de hallarme en medio de
mi nacion que acaba de dar al universo el
exemplo (le la mas pura lealtad, y mas noble
y mas generoso carácter! Valencey 18 de di-
ciembre de 1813. Fernando.


Nota. Traduccion de la que se halla im-
presa en la o bratra.ducida al &anees intitulada:
Ultinzos esfuerzos luz politica de Napoleon.


NUMERO CXI


Carta del rey Fernando VII ez la Regencia
de España, en 23 de diciembre de 1813.


Estando yo persuadido de que la Regen-
cia se habrá penetrado de los motivos que
me determinaron á enviar al duque de San
Carlos, y que este me traera , sin perdida de
tiempo, conforme á mis ardientes deseos la
ratificacion del tratado, continuando en ciar
al zelo y amor de la Regencia para con mi
real persona nuevos testimonios de confianza,
envio con a Josef Palafox y Mel cy , teniente
general de mis reales exércitos, comendador




( 412 )
de Montanchuelos , del órden de Calatraba
( de cuya fidelidad y prudencia estoy plena-
mente satisfecho ) la nota que acaba de co-
municarme el conde de la Forest parada
execucion del tratado.


Con esta ocasion he hecho entregar al mis-
mo D. Josef Palafox una copia literal del
tratado, cuyo primer exemplar llevó el duque
de San Carlos, á fin de que si por casos impre-
vistos no hubiese llegado á Madrid, ni podido
informar del asunto 1..4 la regencia, pueda suplir
la falta -y contribuir en lo necesario al cum-
plimiento del tratado, como tambien para
que si el duque hubiere ya salido ?.) estuviere
proximo u salir, la Regencia tenga en Palafox
un conducto seguro de comunicarme todo
lo que interese al real servicio. —Valencey
23 de diciembre de 1813. Fernando.


Nota. Traduccion de la carta impresa en
la obra intitulada (Mimos esfuerzos de la po-
lítica de Napoleon, pu blicada en idioma Eran- -
ces, que sirve de original-á falta de la obra
publicada en España.


( 4 z 3 )


NUMERO CXV.


Instruccion dada por el rey Fernando VII
ci 1). Josef PalajOx , en 23 de diciembre
de x813, de la qual se hace 77ZeliCiOn en la
carta del numero anterior.


La copia adjunta de la instruccion dada al
duque de San Carlos os hará conocer clara-
mente el objeto de su comision, á cuyo feliz
exilo debeis contribuir obrando de concierto
con él en todo lo que sea necesaria vuestra
asistencia sin apartaros de su opinion en nada
por que asi lo exige el interes de unidad en
el negocio de que se trata , y por que el du-,
que de San Carlos tiene mis poder-lis.


Despues que él salió de Valencey han
sobrevenido algunas incidencias, favorables
acerca de las disposiciones preparatorias de
la execucion del tratado como se puede co-
nocer por la nota que tambien acompa ►ta ,
comunicada en 18 de diciembre por el ple-
nipotenciario conde de la Forest.


Haced presente que apenas se ratifique el
tratado puede la Regencia dar órdenes para
la suspensiou general de hostilidades, y que
los señores mariscales, comandantes en xele






( 416 )
garlar h Napoleon bazo el supuesto de que
tam bien el era perfilo, no puede ser rigoro-
samente verdadera; y si lo fuese, iinpondria
la infamia mas horrible sobre el nombre de
la sagrada persona del rey Fernando VII.


Todo el mundo debe creer que este so-
berano procedió de buena fe como indi-
can el mismo tratado y las cartas del rey.
Quanto se ha dicho y se quiera decir en
contrario, es tan opuesto al honor del rey
y á la rectitud de su conciencia, como á la
verdad historica. Es una iuvencion de un ta-
lento desgraciado y Muy posterior, no solo
. la caida de Napoleon, sino á la resolucion
de proscribir a .los españoles refugiados en
Francia; pensando cubrir con este vil y mi-
serable discurso la iniquidad Con que los
malos é iniquos consejeros han abusado de
la bondad del rey para persuadirle la mentira
como verdad, la crueldad como justicia, y la
infidelidad á las promesas reales como
tica compatible con el cristianismo.


FIN DEL TOMO SEGUNDO.


417 )


TABLA


DE LAS PIEZAS


CONTENIDAS EN ÉSTE TOMO.


PROLOGO PÁG.
NUMERO PRIMERO. Carta del principe de Asturias Fer-


nando al emperador Napoleon , en II de octubre
de 1807.


Num. II. Tratado entre el emperador Napoleon , y el
rey Carlos IV sobre el reyno de Portugal á 2 7 de
octubre de 1807.


Num. III. Convencion secreta relativa al tratador del nu-
mero. antecedente , y con la misma fecha de 2 7 de
octubre de 1807. I 0


Ñum. IV. Carta del rey de España Carlos IV al emperador
de los franceses , fecha á 2 9 de octubre de 180 7 . 14


Núm. V. Decreto del rey de España Carlos J' en 3o de
octubre de 180 7 . 1G


Num. VI. Cartas de Fernando principe de Asturias, á los
reyes dé España Carlos IV y Luisa de Borbon. , sus
padres , en 5 de noviembre de i8o7. 18


NUM. VII. Decreto del rey de España Carlos IV en 5 de
noviembre de 1807 . 19


Kum. VIII. Carta del rey Carlos IV. al emperador Tila:..
37




( 4 18 )
poleon en 18 de marzo de de 1808.


21
Num. IX. Carta del rey Carlos IV al emperador Napo-


leon en 20 de marzo de 1808 •
23


Num. X. Protexta del rey Carlos IV en 21 de marzo de
1808 contra la renuncia de la corona hecha dos dias
antes.
24


"NUM. XI. Nota escrita por la reyna de España para el
gran duque-- de Berg , y remitida por la reyna de
Etruria , sin fecha. 26


Num. XII, Carta de la reyna de Etruria al gran duque
de Berg en 22 de marzo de 1808, con una postdata
del rey Carlos 1V. 28


Num. XIII. Carta de la reyna de España al gran duque
de Berg en 22 de marzo de x808, junta con la de su
hija puesta en el flamero anterior. 3o


Nru. Carta del general Monthion al gran duque
de Berg en 23 de marzo de 1808. 3a


N u Yr. XV. Carta del rey Carlos IV al emperador Napo-
leon en 23 de marzo de 1808, citada en el nú-
mero anterior. 35


Num. XVI. Nota diplomática dirigida desde Paris por
D. Eugenio Izquierdo al principe de la Paz en 24 de
marzo de 1808. 37


Num. XVII. Carta de la reyna de Etruria , incluyendo
otra de su madre reyna de España . para el gran du-
que de Berg en 26 de marzo de .1808. 44


Nuivx. XVIII. Nota de la reyna de•España para el gran
duque de Berg en 2 7 de marzo de 1808.


49
Num. XIX. Carta de la reyna de Etruria para el gran


duque de Berg en 2 9 de marzo de 1808, con una nota.
–a-401Teyna de España su madre.




5x


11:1*,'-ljk4701-1 de la reyna de Etruria al gran duque


419 )
de Berg en S o de marzo de 18o8, con otra de su
madre, y un articulo escrito de mano propia de Car-
los IV.


• 52
Num. XXI. Nota de la reyna de España para el gran


duque de Berg , remitida por medio de la reyna de
Etruria sin fecha en 1808.




55
Num. XXII. Nota de la reyna de España para él gran


duque de Berg , por medio de la reyna de Etruria
su hija , sin fecha en 1808. • Go


Num. XXIII. Carta del rey de España Carlos IV al gran
duque de. Berg , con otra de la reyna su esposa en
1 de abril de 1803. 63


Num. XXIV. Nota de la reyna de España para el gran du-
que de Berg, remitida por medio de la x•eynade Etru-
ria en r de abril de 184.


NtTM. XXV. Nota de la reyna de España al gran duque
de Berg , por medio de la reyna de Etruria su hija,
en abril dél8o8. • 69


NUM. XXVI. Carta del rey Carlos IV al gran duque de
Berg, con otra de la reyna su esposa en 3 de abril
de 1808. 73


Núm. XXVII. Carta de la reyna de España al gran duque
de Berg en 8 de Abril de 1808. 76


Num. XXVIII. Carta del -rey Fernando ásu padre en .8
de abril de 1808. 77


N1/111. XXIX. Segunda carta de la reyna de España al
gran duque d Berg en 8 de abril de 1808.


1


71
Num. XXX.. Carta de la reyna de España al gran duque


cie Berg en 9 de abril de 1808. 8z
NUDI. XXXI. Segunda carta de la reyna de España al


gran duque de Berg , en g de abril de 1'308.


83.
NUM. XXXII. Tercera carta de la reyna de EspA t


1 '1!




( 420 )
gran duque de Berg en 9 de abril de 1808.


84
ÑT:S/1. XXXIII Carta de la reyna de Espada al gran du-


que de Berg en io de abril de 1808.
86


XXXIV. Carta de 1). Mariano Luis de lirquijo a l
general D. Gregorio de la Cuesta en 13 de abril de
38o8.


Num. XXXV. Carta del rey Fernando al emperador en
3.4 de abril de 3808.


Num. XXIVI. Carta de Napolcon á Fernando en 16
de abril de 1808.


NUM. XXXVII. Carta del rey Carlos IV al infante D.
Antonio su hermano en 1 7 de abril de 184. 1 in


Num. XXXVIII Carta de D. N. á D. Juan Escoiquiz en
1 7 de abril de 1808,
112


Num. XXXIX. Carta de D. N. y D. F. á D. Juan Es-
coiquiz en 18 de abril de 18o8.


115
Num. X.L. Carta del rey Fernando al emperador en 18'


de abril de 1808. 117
Num. XLI. Carta del reyFernando al emperador en 19


de abril de 18o8. 138.
Num. XLII. Expo,icion de Mr. Champagny , ministro


de relaciones exteriores en Francia , al emperador
en 2. 4 de abril de 1808.


119
Num. XLIII. Carta del rey Carlos IV al emperador en-
. 25 de abril de 18o8.
128


Num. XLIV Carta de la reyna de España al emperador
en 25 de abril de aog. 121


NUM. XLV. Instrucciones dadas a D. Pedro Labrador,
por D. Pedro Cevallos en 2 7 de abril de 1808 131


Num. XLVI. Carta de Fernando VII al infante D.
Antonio en 28 de abril de 18o8.


136
Num. XLVII. Nota diplomatica de Me, Champary


D. Pedro Cevallos en 2 9
de abril de 11108,
137


Mum. XLVIII. Carta de Fernando VII á. su padre en
de mayo de 184.
A 38


:Num. XLIX. Carta de Carlos IV á su hijo Fernando' en
2 de mayo de 18o8.
143


Num. L. Decreto de la Junte Suprema gubernativa de
Esparta en 4 de mayo de 1808.


15o
Num. I.I. Carta de Fernando á su padre en -4 de mayo


de 184.
153


NUM. LII. Tratado entre el rey Carlos IV y el empera,
dor Napoleon en Bayon a á 5 de mayo de 8o8. 164


Num. LIII. Carta de Fernando VII. al emperador en
5 de mayo de iba.
168


Num. uy. Carta del rey Fernando A su ti() el infante
D. Antonio, insertando copia de la que !labia escrito
al rey Carlos su padre en 6 de mayo de 18 08. 169


Nuca. LV. Carta que D, Pedro Cevalios dice haber escri,
to Fernando VII á Carlos IV en 6 de mayo de 1808.
pero que no concuerda con el tenor literal. que el
mismo Fernando insertO en la carta para su ti0


el in-
fante D. Antonio , y denlas individuos de la Junta de
Gobierno. 172


Num. LVI. Proclama del gran duque de Berg á los sol-
dad s franceses de su mando en Madrid en 6 de mayo
de 1808.


175
Nuca. LVIT, Carta circular del real consejo de la Inqui-


sicion a los tribunales del santo oficio en 6 de mayo
de 1898. 177


Num. Proclama del rey Carlos IV ep. 8 de mayo
de 18o8. 179


:Num. LIX. Carta de D. Mariano Luis de Urquijo á D.
'Gregorio García de la Cuesta , capitan general de


lo6




( 422 )
Castilla la vieja , en 8 de mayo de 1808


181
LX. 'n'atajo entre el rey Fernando VIL y el , m-


perador Napoleon en Bayona , á io de mayo de
1808. 184


LXI. Proclama de Fernando vi, de sil. hermano
i:de 12 de mayo de 18o8. 188


1t m.LXII. Exposicion de la Junta, suprema de gobierno
de España al emperador en 15 de mayo de 1808. 193


qt/m.
Exposicion de la villa de Madrid al gran


duqu'e' doléis/ en 15 de mayo de 1808.
196


Vu131. Cák.á de Pei;iiando VII al emperador en
den:14,o de '1'808. 1 99


Vüm. LXV. Carta del cardenal Barbon , arzobispo de
Toledo nál emperador en 22 de mayo de 1808. 20/


LX:VÉ. Pku.jarn a de la Junta Suprema gubernativa
del reynOde'España 'en 3 de junio de 18o8.


203
11 mr. LXVII. 'Carta de D. Mariano Luis de Urquijo ,


D. Gregorio Garcia de la Cuesta, Capita '', general de
CaStiba la vieja en 6 de junio de 40' 8. 21 3


LXVTIL Declaracion del -eniperador 1‘7pOleon
nonibrando al rey de \: apeles l s para rey de España,
en 6 de junio de 1808. 219


(:um. LXIX. Arengas hechas al rtn r
.Tosef por dieren=


tes corporaciones españolas en 7 de junio de 1808. 221
Ñvm. LXX. Proclama de los grandes de España y de


otros reunidos ea Bayona , A los españoles en 13 .de
j unio de 1898. " -225


'7um, LXXI. Carta del marques de la Romana Al prin-..
cipe de Pontecorbo en 1 7 de junio de 1808. 233


lum. LXXII. Arenga de la asamblea de españoles reu-
nidos/ en Bayona, pronunciada por su presidente al
yé.y .Josef en a8 do junio de 1808.




256


/i23 )
NT.711. LXXIII. Nota diplomática de Mr. Champagni,


ministro de Negocios Extrangeros de Francia, diri-
gida á los embaxadores franceses , residentes en las-.
cortes de Europa en 2 0 de junio de 1808. 259


Num. LXXIV. Carta de Fernando VII al emperador en
22 de junio de 1808. 259


Num. -LXXV. Carta de los españoles que servian á Fer-
nandO VII en Valence'y al rey Josef en 22 de junio
de 1808. 261


Num.LXXVI. Carta del. marques dela Romana al prin-
cipe de Pontecorbo en 24 de junio de 184. 265


;Num. LXXVII. Exposicion del marques de la Romana
al. rey iósef en 2.4 de junio de 1808 , en nombre del
exército español' residente en Dinamarca.


Num. 1.:xxvnt . Juramento del consejo de Estado enn,.
juliode i 808. 269


LXXIX. Juramento del consejo supremo de Iu-
dina




en 20 de julio de 1808. 2^ /
•/


NUM.' LXXX. Juramento del consejo supremo de Ha-
cienda en 25 de julio de 18o8. 275.


N-031. LXXXI. Carta de FernandO VIL al emperador
en 26 de julio de 18o84273


Num. LXXXII. Proclama de la princesa del Brasil ,


l'anta de España , regenta de Portugal en 1 9 de agos-
to de 1 808. 277


Num. LXXXIII. Exposicion Champagny',
nistro de Relaciones Exteriores del imperio trances
á Napoleyn en 1 de setiembre de 18o8. 283


Num. LXXXIV. Carta de los emperadores- de Francia
y Rusia al -rey de Inglaterra en 12 de octubre de
3808. 291


Num.LXXXV. Fracmento de la nota diplomática, co -.




( 42'4
municacla por 151r. Caning, ministro de Relaciones
Exteriores de Inglaterra , á Mr. Romanzoff, que lo
era de Rusia en 28 de octubre de 1808.


292
Num. LXXXVI. Nota diplomatica (lel seiíor de Roman-


zoff,
, ministro de Negocios Extrangeros de Rusia ,


al seíaor de Caning , que lo era en Inglaterra en
28 de noviembre de 184 294


qum. LXXXVII. Noticia del juramento prestado por
los habitantes de Madrid en diciembre de 1808. 298


LXXXVIII Noticia del juramento de varias ciu-
dades de EsPaiía al rey Josef en diciembre de


x808. 299
LXXXIX. Exposicion de la ciudad de Valladolid


al emperador Napoleon en r r de enero de 18og 3oo
Exposicion de diferentes diputacionesde


drid , hecha en Valladolid al emperador en 16 de
enero de 1809.
302


'XCI. Descripcion de la entrada pública del rey
Josef en Madrid, en 23 de enero de 18o 9 , segun
capitulo de la gaceta de Madrid. 3 I o
um XLII. Decreto del Rey en 20 de febrero de
1809.
3r7


um. Exposicion de la Junta de Aragon al rey
Josef' en II de marzo de 180 9 . 318
cm. XCIV. Carta de Fernando VII al Emperador en
6 de agosto de 180 9. 322
um. XC V. Carta de Fernando 'VII al emperador en 22
de diciembre de 180 9 . 323


XCVI.Narracion de la gaceta ministerial de Paris,
titulada el Monitor en 3r de enero de aro. 324


XCVII. Carta de Mr. Berthemy gobernador de
Valencey al ministro de la policia de Paris en 2 de.


( 4 25 )
-"abril de . 18. ro. 327


Num. XLVIII. Carta de Fernando VII Mr. Berthemy
en 4 de abril de 18ro. 333


Num. XCIX. Carta del gobernador de Valencey al mi-
nistro de la policia de Francia en g de abril de


335
Num C. Carta del rey de España Carlos IV escrita en


latin al rey de Inglaterra Jorge ni , hallada entre
los papeles del liaron de Kolli , citados en la carta
del numero anterior. En seguida se pone la traduc-
cion castellana. 337


Num. CI. Credenciales dadas en latin por el rey de In-
glaterra en favor de Henrique Wellesley , como em-
baxador Fernando VII , para residir en Cadiz,
con la traduccion castellana ; las quales credencia-
les fueron sorprendidas entre los papeles del barón
de Kolli , citados en elnumero 99 . 341


Num. CIT. Carta del rey de Inglaterra á Fernando VII
hallada en poder del bacon de Kolli, en 6 de abril
de 18io. 346


Num. CM. Carta de Fernando t Mr. Berthemy , go-
bernador del castillo de Valencey en 6 de abril de
1810. 348


Num. CIV. Interrogatorio y declaracion del liaron de
Kolly en 8 de abril de 181o. 349


NUM. CV. Exposicion del ministro dela Policia deFran-
cia al emperador sobre el suceso del liaron de Kolly


- -


en 8 de abril de 181o. 353("-Num. CVI. Capitulo de una obra impresa , relativo al su-
ceso del liaron de Kolli. 357


Num. CVII Carta escrita en Venezuela en 20 de junio
de 18ro , publicada en Londres en -5 de setiembre.


1810.




( 1,2 .7 )


ERRATAS.


PÁG. LINEA. D 'D1113E DECIR.


Id. vi. lin.
Id. 8. lin.
Id. 17. lin.
Id. 49. lin.
Id. 57. lin.
Id. 6 7 . lin.
Id. 99. lin.
Id. loo. lin.
Id 114. lin.
Id. 120. lin.
Id. 121. lin.
Id. 121. lin.
Id.. 121. Un.
Id. 128. lin.
Id. 129. lin.
Id. 137. lin.
Id. 14.0. lin.
Id. 147. lin.
Id. 208. lin.
Id. 229. lin.
Id. 229. lin.
Id. 236. lin.
Id. 280. lin.


2. autorizado... autolizado.
2. principado.... principado.
5. qua. que.
2. servise servirse.


carta.
que.


vuestros.
por.


peligros
al.




las .
2. Campagni... Clampagni.


27. tanlo tanto.
23. agitacionss... agitaciones.
8. verdadreo.... verdadero.
8. la las .


18. ,
6. importarle... importante.•
9. Europa Europa.


15. csrt'l
20. qUO
5. vuestos


26. PO


28. peligos
2. el


16. la


nna


pera
presentado... presentado .
psesentado... presentado.


18.
21.
15.


71J.


una.




para.


( 426 )
del mismo arlo. 362


Nuar. MIL Exposicion ministerial de la la conducta
de los ingleses en Esparta y Portugal , publicada en
Paris A x3 de setiembre de 18i o.


369
Num. CIX..E>Tosicion del ministro de Relaciones.Ex-


trangeras de Francia al emperador en 8 de diciem-
bre de 181o.
381


Num. CC-Carta del emperador Napoleon á Fernan-
do VII en 12 de Noviembre de 1813.


395
Num. CX.I: Carta de Fernando VII al emperador Napo-


Icen en 21 de noviembre de 1813. 397
Num. CXII. Tratado entre el emperador Napoleon y el


rey Fernando VII en 11 de diciembre de 1813. 400
Num. CXIII. Carta del rey Fernando VII ir la Regencia


de Espía en 18 de diciembre de 1817,.
4o8


Nnm. CXIV. Carta del rey Fernando VII á la Regencia
de España en a3 de diciembre de 1813. 4rr


Nana. CXV. Instruccion dada por el rey Fernando
-. VII


á D. JoserPalaróx en 23 de diciembrede x813 , dela
dual se hace meneion en la carta del numero an te-
rior. 413




4.71a. \-.3«..›Y




( 428 )
[d. -287. lin. 28. hahia - •


izabia.•
[d. 29o. lin. 10. Faucia




Francia.
[d •


3oo. lin. 9. 1808


1809.
rd. 302. lin. 8. 2.808


1809.
[d. 57 2. lin. 14. crinaccion.. ciz inaccion.