CORUÑA.
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CORUÑA.
Imprenta de 4ilereta0


F-


AL CONDE


DE n.) ..1Z E NO9
DIPUTADO QUE FUE DE LAS


CORTES GENERALES T EXTRAORDINARIAS,


Y


ELECTO PARA LAS CORTES ORDINARIAS


DEL A Ñ O DE 1820.


O Y Ce


El ciudadano


DON ANTONIO PACHECO Y VERMUDEZ




BREVE DESCRIPCION


DE LAS SOLEMNES HONRAS FÚNEBRES


QUE SE HICIERON EN LA CORUÑA


AL GENERAL


DON JUAN DIAZ PORLIER.


Si hay un espectáculo digno de la admiracion de
los mortales, lo es ciertamente ver al hombre de bien
luchando impábido con la adversidad ; pero mucho
mas sublime sin duda es la contemplacion de la for-
taleza con que los varones heróicos lidian y perecen
por la Patria que les viví nacer, sin otra ambicion
mas que la de .hacerla feliz. Alzase Porlier, y procla-
ma la Constitucion que habla destruido el fatal decre-


: to de 4 de Mayo de 1814. A los cinco dias clesfalle-
- ce la fuerza , con cuyo auxilio intentó tan bella em-
presa , y sus mismas tropas le venden , haciéndole,
con sus dignos Oficiales, presa de los que deseaban su
ruina. ¡Hora desgraciada! Tá has ,prolongado las
inauditas calamidades de la Nacion española.... Pre-
so, escarnecido , insultado por las inmundas heces de
la sociedad , sube al patíbulo con la serenidad de un
Sócrates ; y sus despojos mortales, son llevados al se-
pulcro sin.el acompañamiento , que ni aun falta á los
mas facinerosos. La conipasion, tan natural en el pecho
humano, tiene que ocultarse por no aparecer criminal
á los ojos del suspicaz despotismo, pues en las disensio-




/22
nes civiles y religiosas, juzga siempre delito el apladat-
se de los desgraciados. ¡Qué horror! Cinco años son
pasados entre angustias y dolores; lanzan los valientes
el grito de la libertad , corre por todo el ámbito de
la 'Península , en diez y siete ellas se consuma la revo-
lucion , y se promulga nuevamente aquel mismo
respetable código de nuestras leyes fundamentales que
habia conducido á Porlier á la horca. Todo cambia,
y este mismo Pueblo que, por Octubre de 1815, opri-
mido , maniatado, sin brazos y sin lengua , no pudo
seguirle, no acertó á libertarle, ni aun tuvo valor
para regar con algunas lágrimas la solitaria tumba
del Héroe ; saca en 1820 las cenizas de este generoso
mártir de la libertad , y las saca en triunfo, honrán-
dolas del modo mas grandioso.


A consecuencia de órden de la Junta Superior de
esta provincia , pasaron al anochecer del dia 8 de
Abril á la exhumacion de los restos del General
-Porlier, el Teniente coronel de Artillería y Coman-
dante de la Milicia Nacional de la Coruña , D. Leon
Gil de Palacio, uno de los bravos del 21 de Febrero,
y sugeto que dirigió toda la funcion fúnebre con aquel
-bello gusto que le es característico; el Sargento mayor
de aquella D. Tomas Gonzalez, el R. P. Guardias de
S. Francisco, y otro religioso del rnismc convento. Asis-
tió d sepulturero que hacia enterrado al malogrado Ge-
neral, para que señalase el parage del cementerio don-
de yacía; y á poco trabajo se descubrió el cadáver. Va-
rios patriotas que habian concurrido alli , ayudaron á
esta tierna operador), y en especial una viuda Mamada
Doña Josefa LopezOliveros, quien, luego que vid al Hé-
roe limpio ya de la tierra , le abrazó por diferentes
veces, tdedieándule sus lagrimas, y colmándole de ben-
diciones.


Conducido el cadáver á una de las oficinas del
parque de Artillería de S. Anh7.1'0, lo colocaron á bre-


1


/ves días en una preciosa urna octagonal con ba-jos-
relieves dorados, sobre fondo de mármoles, dei gusto
mas primoroso ; obra de Pedro Mallo, que siendo un
artesano, en cuya labor se cifra su subsistencia, la des-
empeñó gratuitamente.


La Junta de Gobierno dispuso que el dia
Mayo del corriente año de 182o fuera el destinado
para las exequias ; y con este objeto al anochecer deli3 se reunieron en San Amaro los -Geles, Oficiales éndividuos de la Milicia Nacional , con un crecido
número de patriotas, niugeres y oficiales de la guar-
nicion , que se disputaban el honor de trasladar el
cadáver en hombros, y con un aparato tan respetuoso,
corno tierno. Llevóse á la capilla de S Roque, acom-
pañando la cruz de la parroquia de S. 2Vicolas, con su
vire-Cura y el capellan de S. Roque D. José Varela,
corno tambien el Mayordomo. Estos señores se esme-
raron en el lucimiento de este acto, pareciéndoles
poco todo lo que se hacia ; y alli quedó nuestro He-
roe depositado , con enternecimiento de los concur-
rentes.


Al amanecer pasó á dicha Capilla la guardia cor-
respondiente á Capitan general (honores que declaró
la Junta ) compuesta de la compañia de cazadores
de la Milicia Nacional con su bandera; y en este mo-
mento se dió principio á los honores militares por la
artillería de la plaza , conforme á ordenanza.


A las g ya estaba la tropa sobre las armas y acor-
donada. Presentóse entonces el Comandante general
D. Carlos Espinosa , con cl estado y plana mayor del
egército , y rompió la marcha en esta forma. Prece-
dian cuatro piezas de campaña , soberbiamente dis-
puestas; seguian cuatro caballos enlutados , con plu-
rnagcs negros , jaeces engalanados de oro , borrones y
cifras del difunto : iban conducidos del diestro vor
cuatro Patriotas, elegantemente vestidos á la usanza




goda , de negro y galon de oro. Las Cofradías , las
'Comunidades religiosas, el Cabildo eclesiástico &c.
y detras el Ayuntamient o Constitucional. Seguia un


Patriota á caballo (el Tirolés) ricamente vestido á la an-tigua española , con escudo y lanza, en cuya punta se
vela una banderola azul y verde con esta inscripcion:
D. JUAN DIAZ PORLIER: en el reverso decia:
;HOMBRES SENSIBLES! RESPETAD LAS CENIZAS
DE UN PATRIOTA DESGRACIADO. (a) Este Pa-
triota que figuraba un Rey de armas, fue la 'admira-
cion del público por lo elegante del trage , buen gus-
to en el arnés, y cuanto podia contribuir á la ilusion:
obra de D. Gregorio Vigas , que gratuitamente qui-
so prestarse por su parte al mejor brillo de la fun-
cion. En seguida del Rey de armas iban seis Patrio-
tas á caballo, con trages godos de luto , y espada en
mano. Llevaban, el uno un egernplar de la sabia y


venerable ConstituLion ; los otros los atributos de las
cuatro virtudes: á saber: Prudencia, Fortaleza, Jus-
ticia y Templanza ; y el inmediato al Carro funeral
el caduco de Mercurio. Este carro , muy parecido
en su construccion á los mejores que de la antigua
Roma se conservan en estampas, cubierto de tercio-
pelo negro, con galones, borlas, cordones y otra mul-
titud de adornos de oro.; llevaba en su delantera un
lean, símbolo de nuestra España; dos hemisferios para
significar los dos mundos; y un braserillo de plata con
exquisitos aromas. En el centro se elevaba un cuerpo
de tres varas de alto , bellamente adornado , en el
cual descansaba la urna : en el testero iban dos ni-
ñas de ocho años , vestidas de blanco ; con mantos,'
corona de ciprés, una escalera de horca y el dogal,
abrazando la urna : en la parte superior del carro


(a) Palabras tornadas del epitafiohecho por él Hj-
roe antes de morir.


ib a otra niña , suntuosamente vestida representando
la Patria, con su escudo guarnecido de rosas , en el
qu e se habia pintado el atributo de la Fraternidad;
cor orlando el todo del Carro una rama de ciprés, ygui rnaldas de laurel : sobre la urna iban el sonibrero
esp ada, faja y baston de general. >


Del carro tiraban Patriotas; y la escolta varios.
de estos , y los cazadores de la Milicia Nacional.


Presidió el acompañamiento frine bre el Sr. Co-
mandante general Espinosa , á quien seguian todos
los Gefes, Oficiales, empleados y muchas señoras,
Pueblo, &c. &c.. pues no solo habia gente de esta
ciudad, sino de Isetanzos, Ferrol y otras partes que
concurrieron de propósito.


Al llegar el carro frente á la horca, que por dis-
posicion superior se habia fijado en el parage de cos-
tumbre, y delante de la cual estaba dispuesta una
grande hoguera , y al pie de ella los dos egecutores
ptíblicos; hizo alto el acompañamien to. La Patria su-
bió al punto mas elevado del carro, y declamó con
energía singular la siguiente octava,


Del hierro al golpe caiga derribado
El detestable y bárbaro instrumento,
En que inocentes tantos ha inmolado
El despotismo con furor sangriento:
Por la libertad santa en el ha dado
El beróieo Porlier su íntimo aliento;
Le produjo el suplicio mayor gloria,
Y nombre eterno en la española historia.


Tcdo el inmenso concurso se llenó de ternura y
muelles de la mas justa indignacion. El infame patí-
bulo, que si habia servido en poder de jueces rectos
para castigo del facineroso, tambien fue muchas ve-
ces tormento de la honradez patriótica , vino al 51.12bentre las repetidas voces de caig a caiga..... y al pun-




Primera inscripcion á Porlier.


No amancillen al justo los cadalsos:
Y acata el tiempo al que inhunt., con sala.


Segunda al mismo.


La Patria en luto y lágrimas imitada,
Concede á tus cenizas el tributo
Que la piedad y la justicia mandan.


Tercera al Generad Lacy.


¿Y del ínclito Lacy nuestro escudo,
Se olvidará el valor y la constancia?


Cuarta á Sinfuriano.


A Sinforiano, víctima primera,
La gratitud retorna hoy alabanzas.


1


1
El catafalco estaba además adornado con ramos


de ciprés, vasos etruscos, multitud de luces &c.
Asistí.-ron todas las Autoridades , la Junta Supe.


dor /a Audiencia territorial, el Ayuntamiento cona-,
2


/2/ (4-1to se vieron salir volando del carro seis blancas pro.
]omitas con tres cintas nacionales, y esta inscripcion:


VIVA EL TRIUNFO DE LA LIBERTAD.


Ardió la horca prontamente, y asi quedaron de-
sagraviados los ilustres manes de Porlier y de otros
muchos que en otras partes fueron víctima del terri-
ble despotismo. No , no es posible pintar con colores
bastante fuertes la sensacion que causó este espectá-
culo en los corazones de los infinitos circunstantes de
todas clases. ¡Ah! no tornes á comparecer entre noso-
tros bárbaro é inhumano instrumento de los siglos
tenebrosos!


Siguió el acompañamiento con gran pausa, solem-
nidad y pompa por las calles señaladas en la órden
de la Plaza (b) hasta llegar á la magnífica iglesia de
1T. Agustinos. En muchas casas se colgaron de negro
los balcones ; de otras se arrojaron impresos en verso
y prosa (c) y en fin, todos dieron muestras nada equí-
vocas del aprecio que les nierecia el desventurado Ge-
neral. Es notable la proclama que al salir el cadaver de
San Roque , pronunció el Comandante de la Mi-
licia Nacional á este distinguido batallon de ciudada-
nos, por su valentía y por las ideas que abraza. (d)


Tomaron posicion las tropas luego que se llegó á
la iglesia. En ella se veia un grandioso túmulo ú ca-
tafalco , de figura octagonal , y cuatro cuerpos en los
lados opuestos, que hacían la vista mas hermosa. So-
bre ellos estaban cuatro vasos flanügeros; y sobre el
cuerpo principal otro de cinco varas de elevacion, en
donde se colocó la urna , depositaria de las reliquias


(b) Véase el apendire mrim.
(c) Apéndice nLon. 2.01 3. o 4. o y $. o
(u) Id. nm. 6:0


del Héroe. Circuía el catafalco tina muy bella galería 4,:?-¿2-"4-
con cuatro pirámides cuadrangulares, truncadas, en
cuya parte superior estaban otros cuatro basos como
los anteriores. Leíanse cuatro inscripciones en grandestargetones, con varios geroglíficos de banderas, ar-
mas &c. notándose en los que contenían las referentes
á Sinforiano y Porlier la pintura del patíbulo en que
dieron la vida por haber sido animosos patriotas.




lo
litucional , Oficiales militares, empleados civiles y
un concurso numeroso; distribuidas las Corporaciones
por el cuerpo del templo con .el mejor arreglo. Ce-
lebrése can decoro y dignidad; y por Ultimo D. yosé
Antonio Escario dijo la . oracion fúnebre con voz sono-
ra y expresiva enterneciéndose y haciendo •enterne-
cer al auditorio con varios pasages , dignos de la plu-
ma de los mejores oradores cristianos. Aunque su ora-
cion se ha mandado imprimir por Orden de la Junta
Suprema., no podernos menos de presentarlos trozos
que nos han parecido mas notables. El orador trabajó
sobre los Modelos mas acreditados y ha dado á su
asunto cuanto realce 'mella , valiéndose de las figuras
retóricas mas• vehementes, de las expresiones mas
vivas 'y escogidas, de la erudicion mas exquisita
sagrada y profana a-y asi no es •milagro•que hubiese
conmovido á cuantos tulaimós la dicha de oirle.


Después de haber proferido un texto del libro 2°.
de los Macabeos ., muy análogo al asunto, y despues
de un patético exordio ; viendo el Orador que en
el Cenotafio estaba escrito en °.letras .grandes el epi-
tafio que Porlier dictó la víspera de su gloriosa muer-
te en la •misma Capilla de la cárcel , enderezándose á
él dijo con el acento mas pausado y doloroso.


"Aqui yacen las cenizas de D. Juan Diaz
General que fuá de los exárcitos españoles: fué.s.L'in-
prc feliz en cuanto emprendió contra los enemigos ex-
ternos .de su .patria .y murió víctima de las disensio-
nes civiles. Honibres sensibles á la gloria! respetad las
cenizas de un patriota desgraciado. ¡"Que mayor elo-
gio! y ¿dónde .hallaré expresiones bastante enéigicas
para pintar tarrtrágico •suceso ; y para ser en esta
gran solemnidad el •eco digno del dolor publico?
¡Tiempos„ . tiempas, quién . pudiera borraros de la cro-
nología de los siglos , para que no supiese la Os-


•teridad. ,nuestros perjurios ,y .nuestrQs _crímenes ! , i De,


peri l sitoi e inoosp acttii ibor rf en
Yr




'


ens
cuántos horrores. provo-


de cuánta sangre
.


paparon
caros la lealtad española , si nuestro buen Dios'
inspirando á nuestro amado Monarca no hubiese
disipado las tempestades políticas. &c.!


Dirige luego una bella. apóstrofe á los héroes de
su patria , diciendo así..


'Oh! vosotros, modelos ilustres del verdadero.
honor: or: magnánimos Curcios , generosos Escevolar
de la edad presente! Oh! vosotros esclarecidos
'Campeones, que tan heróicamente blandisteis los ace.
ros en defensa del pro comunal! Vosotros, Coruiírses
insignes, adruiracion y egemplo de patriotismo y
cordura, hablad por mi, que no me contemplo dig.
no de alzar mi voz delante de un auditorio tan sa-
bio y virtuoso. i Quien sabrá mejor que vosotros ex-
presar los esfuerzos de heroismo, sus utilidades. y pe.
ligrós ? No es dado á las almas vulgares estimarlos,
ni aun conocerlos; y hasta es una especie de' profa.
nacion el que otra mano que la vuestra se acerque
á quemar incienso sobre los sepulcros de los fuertes.
Yo no soy capaz de pulsar el harpa para recitar un
asunto tan grandioso; era menester toda la sublimi-
dad del Cisne de Sion para entonar esta patética
elegif


Que: fuego, qué uncion, qué delicadeza! Recorre
despues los exemplos mas distinguidos que nos ofrecen
los libros santos de verdaderos patriotas, como lo fue-
ron Mitradas, Judas Macábéo, Jonatás y otros: y to-
mando por tema principal las palabras yá citadas del
epitafio de Porlier, se propone desenvolverlas, corno
lo hizo., pasando en revista las acciones de su héroe
desde la infancia hasta el patíbulo. Pero el Sr. Escario,
aunque de familia ilustre, harto despreocupado, hace
poquísimo caudal del nacimiento: . y solo atiende á la
virtud, que es la verdadera nobleza. Tubo sin duda


1




2
lf^presente lo que há muchos siglos cantó el satiricQ


romano.


Stemmata quid faciunt?...
...Nbbditas sola est atque unica virtus.




Sat. 8. (e)
"Antiguos pergaminos y equívocos blasones, dice,


mas fáciles de adquirir que de merecer, no pueden
echarse de menos en la vida de un héroe tan rico
de méritos propios.... ¡ Qué mal se aviene con la des-


. preocupacion , de que nos jactamos, esta triste nece-
sidad; para mí tan repugnante , de suponer incoa],
pl.to el cuadro de tan héroe sino adorna la heráldica
su retrato!"


Desvaneció el orador los rumores que se habian
esparcido antes de ahora de que Porlier era hijo natu-
ral, &c. asegurando que sus padres eran una familia
muy decente de Buenos-Ayres„ enlazada en la Penína
sula con sugetos esclarecidos; que nuestro joven reei-i
bió una educación esmerada bajo. los auspicios de un
eclesiástico en Sevilla y que obtuvo la gracia de Guar-
dia-Marina.


Trasladóse luego el orador á los arios fecundos y-
gloriosos de , nuestra resistencia al injusto invasor Na,
poleon ; y aquí sigue al héroe por todas partes, hacién-
donos una curiosa relacion de sus inmortales acciones
de guerra. Y todo está compendiado en estas breves
palabras: "Reclutó soldados, creó las guerrillas, se,
multiplicaron los partidarios . , tuvo imitadores, venció
á los enemigos, burló su pericia, infuudióles espanto,
y resonó por toda la Península el nombre de Porlier
con mil alabanzas."


Al comenzar la segunda parte del discurso, cuan.


(e) El árbol genealógico qué sirve?
No hay mas nobleza,


Ni puede haber que la virtud. Traduc. de Folguera5.


3
do parecia que hubiese de ir desmayando, es cuando
el Sr. Escario levanta mas su estilo. ¿ce por qué, dice,
no lié de arrojar aqui el pincel, dejando sin acabar un
cuadro, cuyas sombras han de ser horrores y los ma-
tices ingratitud y alevosía"? Hace un vivísimo retr a-
to de lo acaecido desde Mayo de mil ochocientos ca-
torce hasta los últimos singulares acontecimien tos y
sigue la historia del alzamiento de .Po•lier en esta
Ciudad hasta su malogrado fin. Dificil es analizar las
bellezas oratorias de esta parte segunda. Solo copiare-
mos algun trozo. En la capilla de la cárcel nos le pin-
ta resignado, lleno de fortaleza, consolando á su dig-
na esPosa' por medio de una carta la mas tierna y su-
blime (f), dictando el grave epitafio que desea se ponga
sobre su lápida ; y luego -


dice:
"Pero¿,


qué ruido de cajas escucho, á qué se for_
man esas tropas, qué aparato tremendo es el que divi-
san mis ojos? Há llegado yá la hora fatal; son los crue-
les satélites que se acercan para sacrificar la inocente
víctima. Ya se abren las pesadas puertas de la cárcel,
un gentío inmenso cubre las calles.... ¡cómo brillan
las bayonetas! ¡ cómo discurren vigilantes los gafes de
la Plaza! ¡ cuán asombrada le sigue la hez del popula-
cho ¿Quién no dixera, al observar su rostro sere-
no , su acento varonil, sus miradas apacibles, su por-
te magestuoso , que no salía en triunfo y que le esta-
ba aguardando la corona cívica? Pero ¡ ay de mi! que
no son cantares alegres , himnos patrióticos , los que
se entonan , sino los doloridos salmos de los moribun-
dos! ¡ Ay de mi! que ya sube con firme y veloz plan-
ta esa penosa cuesta y lo llevan y llega á su Calvario»


Desci ibe con ternura el despojo que sufrió su hé-
roe de. las insignias militares, adquii idas con tanta
gloria en los campamentos , su serenidad cristiana en


(f) Léase el número 8. ° del Apéndice.




,9‘.2• /4 .
" aquellos momentos tan terribles, su agonía y su muer-


te. Hace una breve pausa el Orador, 'y luego exclama:
"Triunfó la iniquidad . : el martirio está consuma-


do: la víctima ilustre ya no exi;te. ¡ Oh tres de Oc-
tubre ! ¡ Oh dia horroroso ! ¡ Oh dia mas sombrío
mil veces que la noche ! Dia de execrable memoria,
¡quién pudiera borrarte del número de nuestros diasl
En vano la tiranía anotará en sus fastos este triunfo;
porque la historia contará á las generaciones futuras,
que la memoria de Porlier es sagrada y venerable;
que nada puede en contra su inocencia y el amor á
la Patria , las horcas ni los patíbulos ; y que el úl-
timo término de su; infortunios es el título mas irre-
cusable de su mérito y de sus virtudes."


Mas en donde , á nuestro juicio, se ha excedido
á sí mismo el Orador , fué en la peroracion, tan digna
de alabanza como la ponderada de Ciceron en su
Miloniana.


"Pero i qt.a. secreto horror turba mi fantasía? Sien-
to agitarse esas frias cenizas, animarse ese yerto ca-
dáver, abrirse la urna y aparecerse aquí la sombra de
Porlier coronada la frente de laurel y encina, tenien-
do en una alano los cordeles y en la otra un ramo de
oliva." "Enjagad las lágrimas Coruii2ses; no Will:lis va-
namsnte, vuestros sufragios reclamo, no vuestros re-
mordimientos. Desde la reglan de la paz vengo á in-
culcarla en vuestros corazones. Acábense los odios y
los resentimientos ; muy nocivos y amargos son sus
frutos: ¡cuán dulces , empero , los de la union y la.
concordia! La ambicion , la hipocresía y el furor de
los partidos causaron mi desgracia: sofocadlos de una
vez , y será la última. Ya teneis la Constitucion desea-
" ; y pues una es la ley , sea una la voluntad y
tan rectas como ella vuestras intenciones. Agenas
son de almas tan sublimes las pasiones ruines y
las intrigas mezquinas. Si habéis derrocado el ido-


1


Io de l despotismo , á qué la odiosidad y la&
pueden levantarlo ? Si mi vida


o.'5Y


fiviefgaZaasleciueieon de heroisrno séale, mejor mi re-
signada muerte. A todos hé perdonado entonces:
¡ Os apartareis de mis consejos? Esta es la postrera
gracia que vengo á pedimos; es digna de corazones
liberales, que deben ser tan valientes como genero-
sos.. "Serás complacido, Vil- n.13SO Porlier; serán cum-
plidos tus votos , oraciones y no mas ofreceremos
á tus ilostre.s manes, y postrados delante de esos al-
tares , d.spues de haber ofrecido por tu alma el sa-
crificio propiciatorio, rogaremos al .Señor nos conce-
da á tí y á la España olvido de nuestras faltas y pe-
renne misericordia. Vuelve , vuelve consolado á la
morada de los justos y de los pacíficos, dónde pia-
.dosamente te creemos: gózate con ellos, pero sin ol-
vidarnos , y alcánzanos del Padre de las luces aque-
lla sobria sabidieria.que necesitamos para que libres
sin licencia , entusiasmados sin destemplanza, religio-
sos sin .fillíttiS1110, deSprWOC, - palos sin impiedad , ce-
losos de nuestros derechos sin demasías , aumentemos
cada dia en Nirtudes, mejorémos nuestras costum-
bres , rectifiquemos nuestia razon , y estimando á
nuestro buen Rey , modelo de Reyes , cesando la di-
vergencia.de opiniones y hasta los nombres que las
perpetúan, y abrazándonos todos cordialmente como
hijos de una madre comun y observando fielmente
las saludables máximas del Evangelio; podamos un
dia , reunidos contigo, darte el ósculo de amor y
de paz en la .casa _de la justicia y del descanso
eterno."
• Así finalizó este modelo de Oraciones fi;nebres,
y no es .entraño que hubiese merecido los aplausos que
le dieron los inteligentes. Un Magistrado del Tribunal
superior de esta-Provincia , amigo del Sr. Escario, y


,el mismo que compuso el romance del 4péndice,,,ná-2,,,,>%-


re) a L


CCUDE DEI1„.0.




mero cuarto, hizo insertar en el Diario Patriótico de
la Coruña , número 68 del 6 de Mayo , la siguiente
octava.


Tu brillante elocuencia me ha inflamado;
Y el verte recorrer gratas memorias
Del bizarro Porlier y en sublimado
Acento referirnos BUS victorias,
Dar esplendor u fin tan desastrado
Y nuevo lustre á sus pasadas glorias;
Te hacen , Escario , digno del asiento
Que á. Elechier y Bossuet dió su talento.


V. V.
Sí ; todo esto y mas merece aquel digno Párroco


gallego , que tan bellamente supo pintar las proezas
de Porlier, su heroísmo , su desgraciado fin y el
pomposo aparato de sus honras funerales. Pero no es
menos hermoso , que los ya copiados.


, el trozo de su
discurso en que, hablando de los intentos que le ins-
piró su grande alma para salvar la nave del Estado
que naufragaba, dixo : « se le ofrecen algunos de los
que me escuchan, algunos de los que están sentados
en esos mismos bancos , y encuentra muchos en esta
Coruña , poyo siempre de las nobles empresas. De
Ferro!, Vigo y Santiago recibz.


avisos ; todo está
combinado ; pero ¡ay de mi! Cuando se acercaba el
venturoso momento, el infeliz Sinforiano, sobrado im-
paciente, deseando coger los primeros laureles , es
sacrificado alevosamente; y espirando en un infame
patíbulo , llena á todos de terror , de espanto y des-
consuelo?'


"2Y no hemos de dar un suspiro siquera á la
memoria de un Patriota tan ilustre ? ¿, Hemos de con-
sentir yazcan en el oprobio y la indigencia sus ino-
centes hijos que en su orfandad tienden las ma-
nos solicitando consuelo y patrocinio? Vosotros los
que fuisteis testigos de la grandeza :de alma con que
l•rostró el suplicio; los que presenciasteis la dignidad


con que arrojó sus divisas (g) y los que habeis es-
cuchado sus enérgicas y memorables palabras; res-
pondedme ahora si fué un corazon grande , si mere-
ce elogios. Fué el primer mártir de la Patria , y
este título solo basta para que la misma Patria
colme de honores á su desventurada familia ; y para
que nosotros reguemos con lágrimas su olvidado se-
pulcro. Si viérais entonces á Porlier, desencajados
los ojos, pálido el rostro, balbuciente la lengua , cor-
rer acá y allá, palpitándole el pecho y exclamar
con vehemencia: ¡Ay infeliz Sinforiano1 tú serás ven-
gado: seguiré tus huellas: la muerte, ó la victoria...,
yo te lo prometo."


Basta ya de citas de una oracion que toda es be-
llezas, y volvamos á nuestro asunto, suplicando á los
Lectores tengan la bondad de perdonar esta digresiori
en gracia de tan excelente Orador ; y háganse cargo
de que para las exequias que describimos, ha sido
aquella una de las mayores honras que se tributaron
en obsequio de Porlier el animoso y el Patriota.


Anuncióse en el Diario se sirviesen asistir al en-
tierro los Patriotas que gustasen , y con efecto se pre-
sentaron todos los Oficiales é individuos de la Mili-
cia Nacional con antorchas, inclusa la mayor parte
de los Sargentos y Cabos de la guarnicion y un sin-
número de menestrales y jornaleros, llevando las ha-
chas de su cuenta. Rasgo admirable de patriotismo,
pues algunos no tienen mas facultades que su jornal.
Tambien concurrieron las músicas de los Cuerpos,
facilitadas por los respectivos Comandantes. A las
siete de la tarde del 5 salió el cadáver de la Iglesia de


(g) Al despojarse Sinfofiano de sus insignias mi!i-
tares , al pie de_ la horca, dijo: "la Patria inc las dió;
el Rey me las quita"; las arrojó al suelo, y mirándolas,
exclamó ¡vanos trofeos!


3




,1


1{3
(j .S. Agustin, con un grande acompañamiento el mas


lucido y vistoso : los Sres. Curas ecónomos de S. Ni-
colás con doce Sacerdotes y el Capellan de S. Roque,
asistieron de toda ceremonia con Cruz y los Acólitos.
Los Estudiantes de S. Austin hicieron una diputacion
al Comandante de la Milicia Nacional , diciendo que-
rian tener la honra de llevar el féretro supuesto la
habian tenido en verle en su Convento. Presentóse es-
ta corporacion literaria con sus manteos y venias con
ellos quatro Oficiales que habian cooperado á la ma-
lograda empresa de Porlier.


Fué conducido éste en unas magníficas andas
adornadas con profusion y con ramos de ciprés y
coronas cívicas. Próximas al aparato fúnebre iban
las tres niñas que en el dia anterior estaban colo-
cadas en el carro ; llevando la espada, baston, som-
brero y faja del difunto General. No debemos pa-
sar en silencio que la niña que representaba la Pa-
tria y que admiró á todos con la octava que re-
citó frente al patíbulo es de edad de doce años y
se llama Doña Mariquita Grossard y Genella. De-
lante iban dos doncellas de mayor edad , vestidas
con toda elegancia , de blanco, desgreñado el ca-
bello , con velos negros , figurando dos genios que
lloraban la sensible pérdida de nuestro héroe. Al
rededor del carro se advertia una comparsa vestida
á la antigua española ; otra á la romana , y en
seguida los patriotas á la goda. Uno de éstos iba
en el centro con un braserillo , en ademan de ofre-
cer incienso. Tres gefes y el orador Escario lleva-
ban las cintas del atahud. Es de advertir que la
mañana del dia 4 el carro fué tirado por patrio-
tas; y las borlas ó cordones los llevaron el co-
mandante de depósito de artillería , el del cuerpo
de ingenieros , el Teniente de Rey de la plaza y el
Comandante de Aaillería.


19
Siguió este solemne y bígubre acompañamiento


por dif,:rentes calles. No se ha visto jamás tan crecido
número de luces (h) , ni tanto pueblo reunido pues
hasta. niños iban también con sus hachas ó velas
de cera , segun la edad. No se notó el menor desór-
den; reinaba un profundo silencio , interrumpido sola-
mente por las músicas patéticas, y por los cantos do-
loridos de la Iglesia.


Llegó á las diez de la noche el cadáver á la capi-
lla de S. Roque, y se colocó junto al altar mayor. Alli
los aficionados del Salon , á Sociedad filarmónica , que
durante toda la carrera ocuparon el centro, y hablan
entonado varios responsos, repitieron el postrero. El
Sr. Escario dirigió de improviso á su Héroe esta bre-
ve y enérgica oracion.


"A Dios caras cenizas: á Dios ilustres restos...! Ya
estan obJdecidos tus mandatos , cumplida está tu
postrimera voluntad que nos encomendáste en tu
epitafi). Si la tiranía sacrificó tu vida alevosamente,
el patriotismo de una Ciudad heróica , te ofrece es-
tos obsequios y estos sufragios. No se diga que triun-
faste solo de los enemigos externos ; triunfado has
tarnbien de los internos ; y ¡cuántos, cuántos, arre-
pentidos sinceramente, han llorado sobre tu sepul-
cro! Mayor ha sido tu gloria, pues lograste vencer
despues de muerto, arrancando suspiros que confir-
man tu inocencia y virtudes. z Quién no siente hoy
palpitar su pecho al mirar atentamente esa urna? To-
dos se inflaman al contemplar tus venerables huesos,
y pueden tanto en las almas libres , que si alguno
intentase encender otra vez la tea de la discordia;
te sacaríamos por esas calles en hombros de patrio-
tas , para que al ver tu sepulcro , quedasen aterra-
dos los malvados á las voces de: ¡Viva Porlier! ¡Viva


(h) Era de COO á 700, al parecer.




/3, z.)•0la Patria! ¡Viva la Religion! La Religion 'santa que
por boca de sus ministros vá á pedir al Cielo te con-
ceda un reposo feliz y s'.:mpiterno!"


Llenas del mas ardiente amor á las glorias del di-
funto , varias damas y otras mugeres de todas clases,
que se hallaban en la capilla , solicitaron ansiosos la


_gracia de que se las repartiesen los ramos de ciprés,
mirándolos cual una prenda sagrada.


Mientras duró la marcha del entierro, se distribu-
yeron los sonetos, cuyo exemplar copiamos en el
Apendice, núm. 7 0 , produccion de otro Magistrado de
la Audiencia territorial , quien compuso tambien el
señalado con número 2. 0


Los .ilustrados religiosos de S. Agustin„ habiéndo-
seles presentado una diputacion de la Milicia Nacional


tributarles las debidas gracias , se mostraron muy
satisfechos :, con el honor que hablan tenido en haber
coadyuvado á la funcion fúnebre; y no quisieron ab-
solutamente admitir los derechos que les pertenecian.
En fin , todos han concurrido gustosos y llenos de
una respetable oficiosidad á honrar á Porlier: se abrió
despues una suscripcion para erigir un panteon provi-
sional en la referida Capilla de S. Roque.


Tales han sido , aunque compendiadas las solem-
:nes exequias del heróyco imitador de los Padillas y
los Bravos. Reposa en eterna paz , bizarro Patriota;
desagraviada está yá tu memoria con el decreto del
Rey Fernando, y sobre todo con la opinion general:
yá no tiene tu digna esposa que lamentar tu infamia,
y solo llorará tu separaciont la ilustre casa de los
Torenos puede añadir éste á sus antiguos blasones; y
Ja generosa Coruña queda tambien lavada de la man-
cha que habia caldo sobre sus habitantes por no ha-
ber estorbado tu muerte, mas por imposibilidad, que
por falta de buenos deseos. El recuerdo de Porlier gra-
vado está en sus corazones, y hasta en una de sus


FIN.


21


APÉNDICE.
NUMERO °


Orden del 5 al 4 de Mayo de e20.




Para proporoionar al cadáver del héroe benemérito de la Pa-
tria D. Juan Diar. de Porlier (que en paz descansa) los honores fú-
nebres de Capitan general de Egército, ha dispuesto el Sr. Coman-
dante general de la Provincia.


Que en el momento en que mañana se deposite en la capilla de
S. Buque el cadáver del Mariscal de campo de los Egércitos Nacio-
ks D. Juan Diaz Porlier, la batetía de /a Pueita de la torre de
abajo, tire tres cañonazos, y continúe tirando uno en cada media
lora, basta que se le dé sepultura, sin mas intermision que la pre-
cisa para tirar otros tres cañonazos en el momento en que salga el
cadáver de la expresada capilla: otra cuando entre en la iglesia de S-
.Agustin , concluyendo con otra de quince cuando se le dé sepultura.


LaCompañia de cazadores de la Guardia Nacional completa, se
lallará al amanecer del día de mañana en la referida capilla para
•ayer la guardia al cadáver, á cuyo fin llevará la bandera del ba-
tallon con corbata negra y las cajas enlutadas, y en todo lo demaa
lará los honores y servicio correspondiente al mismo cadáver se-
gun previene la ordtnanza.


Los cuerpos de la guarnicion estarán formados en dos alas
las nueve de la Dilatara con toda la tropa franca de servicio en
el órden -siguiente. La Guardia Nacional menos las compaiiiaa
de Granaderos y Cazadores, apoyando su cabeza en la capilla de
S. Roque. Seguirá el regimiento de Castilla, á este el Provincial.
de Betanzos, y á su izquierda Voluntarios de Aragon .estendién-
<lose por las calles de Panaderas, Cordonería y 8. Andres.


Cuatro piezas de campaña con su correspondiente destacamento
ale artilleria, se hallarán mañana .á las nueve inmediatas á lit ex-
presada capilla , las que romperán la marcha del funeral ; á su
Jetaguardia los•caballos enlutados del General difunto; y detras de
•ellos el Sargento mayor de la plaza á caballo; seguirán á este el.
Coronel D. Juan de Dios Algner; y el Teniente coronel D. José
3oaquin de Ay estarán, tambien montados , y los tres con espada en
mano. Marchará á continuacion la colu:nna de Granaderos, detras
ln compania de granaderos de Castilla, y en seguida la de la
Guardia Nacional, á esta seguirán las Comunidades religiosas, Par-
.roctnias y denlas Corporaciones por su Orden, y <letras de ellas el
cadáver ' llevando las borlas del féretro los Coroneles D. Agusfin


1


1




22
Ziarqueli „ Gaspar Valledor D. Antonio Atrel y D. Josl, Diez
de Tejada. Seguirán al féretro el Sr. Comandante general del Egi


.•r-
cito con todo su E. M. y el de la Plaza : detras de estos la guar-
dia del difunto segun ordenanza , y á sn retagnard la los Caballe-
ros convidados y Oficiales no empleados, en el mejor Orden posible.


Los señores oficiales que se hallen formados en las calles, sa-
ludarán al cadáver cuando pase por su frente, y lo mismo egecu-
tarán los al•reees con las banderas; y al llegar la comitiva al
costado de cada cuerpo por donde viene el cadáver, la tropa presen-
tará las armas , y los tambores tocarán marcha.


Las compañías de granaderos de Castilla y la de la Guardia
cional y la columna, formarán en el campo de la Horca inmedia-
tas á las cuatro piezas de artillería para seguir su movimiento.


Estas cuatro piezas que son las que como se ha dicho marcan la
direccion del funeral, marcharán por las calles de Panaderas, Cor-
donería, S. Andres, Ruanneva, calle Real, Riego de Agua, Plazue-
la vieja, y pasarán á situarse en el glasis, con las bocas de las pie-
zas mirando á la mar para hacer tres salvas de quince cañonazos
cada una; la primera cuando entre el cadáver en la iglesia de San
Agustin; la segunda á la elevacion, y la tercera al último responso.


Las compañías de granaderos que siguen al Sargento mayor de
la plaza y la columna se situarán en toda la extension del glasis
formadas en batalla con el frente al mar, descuido un claro á la
compañia de granaderos de la Guardia Nacional para colocarse en
(A la de cazadores que hacia la guardia del cadáver.


Estando situados los granaderos en el glasis segun queda preve-
nido , harán una descarga general al entrar el cadáver en la iglesia,
y la segunda y tercera ellos y la compañia de granaderos y caza-
dores de la Guardia Nacional, que ya se habrá colocado en su pues-
to; para verificarlas precederán las salvas de las cuatro piezas de
artilleria.


Concluida la última descarga, todos los batallones que estaban
en ala, pasarán formados en columna por delante de la iglesia de
S. Agustin, para cuyo acto llevarán las banderas enrolladas , y
3as cajas con sordina, cuyas fcrrnalidades fúnebres, deberán tam-
bien observar cuando marchen á apostarse en las calles desde sus
cuarteles. Estando tendidos los batallones, luego que por delante
de ellos haya pasado el cadáver, formarán en columna por com-
pañia, en cuya situacion esperarán á que un oficial de E M. les
conduzca para situarse de nuevo en otra calle.


Las compañias de la Guardia Nacional que hicieron la salva en
el glasis , y lo mismo la de Castilla se ineorporarán en sus cuerpos
cuando estos vayan á pasar por delante de la iglesia, luego que ha-
yan concluido la tercera descarga; pasará igualmente pos delante de


23
la iglesia la columna de granaderos , y observará en tolo las mis-
mas formalidades fúnebres que los (lemas cuerpos; las cuatro piezas
de artillería irán á retaguardia de ella, y despues de que las tro-
pas hayan desfilado se retirarán á sus respectivos cuarteles.


La batería de la Puerta de la torre hará su -última salva cuan-
do observe la ha hecho las cuatro piezas situadas en el glasis.


Las guardias de la plaza se relevarán despues de concluida la
forinamon.


Los señores gafes y oficiales llevarán luto por tres dias consecu-
tivos, que empezarán el dia de mañana en la misma forma que el
que se concluyó antes de ayer.


De Orden del Sr. Comandante general.


NUMERO a. °


Al Sepulcro de Don Juan Diaz I'orlier.


sollvro.


Ya está vuestra filial piedad contenta
Pueblo virtuoso hasta hoy avergonzado,
Dando á estos Manes el honor sagrado
Que les negaba una faccion sangrienta.
En esta forma triste y macilenta
Tiene la Patria su mejor dechado,
Que á morir con honor nos ha enseñado
No pudiendo vivir sino en la afrenta.
Del despotismo el ídolo tremendo
Cayó con nuestros dulces regocijos.
Trazó la augusta senda de los Reyes,
Y aunque espirando en un cadalso horrendo.....
Gallegos, transmitid á vuestros hijos
Que ha muerto por salvar sus santas leyes.


L.


NU..)1ERO 3. °


A la memoria de D. Juan Diaz Porlier, , General
Egércitos de España.


Llora la España, y con agudo acento
De polo á polo retumbando suena
El nombre del que nuestra vil cadena.
Quiso romper con denudado aliento,


que faj de los


1




24
A la muerte- contento
Corrio, y dejo trazada,
Esta senda ;agrada
Que impávida su Patria siguió un din;
Y hoy que á Pl./RUE': venera en su reposo
La 'Naden, le confiesa que a brioso
La enseñó á derribar la tiranía.


NUMERO 4. °


Al Indico General Podio-.


A Sócrates en Atenas
Con cicuta muerte dieron;
Y al gran Ciceron Italia
'Vio cortado el noble cuello.
Los campos de Villalar
'Ven rotos los comuneros
Y al valeroso Padilla
Sufrir la muerte sereno.
Aragón ve de Latuzza
FI inhumano deguello,
Quedando tinta la plaza
Con la sangre del mancebo. (1)
Todos por su patria mueren,
De querer salvarla en premio;
Que el despotismo feroz
Jamás perdono á los buenos.
Galicia vió de Porlier
Los patrióticos anhelos;
El sacudir intentaba
De nuestra cerviz los yerros:
En tal empresa le auxilian
Roinay, M'oil... y el acero
Blandiendo su diestra mano,
Van alegres y contentos.
Viva la Constitticion!
Claman con bizarro aliento
Y á Santiago se dirigen
Los animosos guerreros.
Mas ¡oh dolor! sus soldados
Al caudillo sorprendieron


(i) Tenia 27 años escasos.


Y á los dignos Oficia/el
Que, impávidos y serenos,
Por borrar la esclavitud
De toda Espaha , cayeron.
En lobregos calabozos
Sepultaron su denuedo,
Sin perdonar los insultos,
La miseria y el desprecio.
EL HEROE se consuela
En tan doloroso estremo
Y puesto ya en la capilla
Ordena su testamento.
El epitafio compone,
Sencillo, pero ¡que bello!
Propio de las grandes almas
En los instantes postreros.
Mas advirtiendo prudente
La orfandad , el desconsuelo
De su tiernísima Esposa,
De los Condes de Toreno
Digna hija, allí la escribe,
De la noche en el silencio, (2)
Aquella carta que todos
Con mil lágrimas leyeron:
¡Que elocuencia! ¡Que cspresiones!
¡ Que noble ardor! Que consejos!
Impertórrito en ~paila
Le viera el Francés un tiempo;
Y en vísperas (le morir
Impert:arito le vemos.


(2) A la una de ella.


Degradado y sin honores
Recib io el golpe tremendo,
Con escándalo del mundo,
Compadecido del Cielo.
Ilustre Porlier, tu muerte,
Aunque en patíbnlo horrendo,
Vade tuvo de afrentosa,
Seis-65e tu honor ileso.
¿Que digo? mas acendrado,
Alas limpio, mas claro y terso
Comparece á los Patriotas




En tus últimos momentos
Lauros, guirnaldas traedme,
Su támulo coronemos!


MUMERO 5. °


Habitantes de la Corra7a.


Estos restos, que veis en este carro fánebre, sobre los cuales
tare poco tiempo no era permitido echar una mirada de compa---
&ion; estos restos, que han estado cinco anos debajo de tierra, y
casi entregados al olvido ; estos restos , que errando estuvieron ani-
mados del soplo de la Divinidad „ fueron tan -ludes á la Patria; es-
tos restos, que nos recuerdan hasta donde puede llegar el furor y
la insolencia de los perversos; estos restos, que nos hacen ver tan
elocuentemente en lo que vienen á parar los biestes y los males de
este mundo; estos restos en fin son los que en algun di a com.:
ponian el cuerpo del general D. JUAN DIAZ PORLIER. La per-.
versidad y despues el tiempo han destruido sis cuerpo; pero ni la
perversidad, ni el tiempo podrán destruir la memoria de un ltom,
bre que pereció por salvar á su patria esclavizada, por intentar lo
que tan felizmente han lograt • o los que levantaron este ano el grito
de la libertad en la Isla de San Fernando y en Galicia.


Hombres sensibles, imitad en todas ocasiones su ardiente pa-
triotismo, sin que os acobarde el lamentable .fin de su vida.


0.....,----,,,,„es._


LIOTh.4.4


'IL
o E L


4
•s4,<:....._ . —


Y su agradable memoria
25


No salga de nuestros pechos.
Vive inmortal á la par
De los Laeys y Aceeedos:
Sonsos libres....tá rompiste
Nuestros grillos el primero.
Le Cornisa, agradecida,
Tus cenivas con respeto
Conservará , no lo dudes,
En panteon duradero,
Para afrenta de los malos,
Para cgemplo de los buenos,
Para gloria de tu Esposa,
Para honor de tus esfuerzos.-


Y. y.




sO"SETO.


Carta del General Porlier á su esposa.


¡ Amada mie l El Todopoderoso, que dispone de los hombres segun
su voluntad, se ha dignado llamarme á si, pava darme en la vida eterna
la tranquilidad y descanso que no he gozado en este mundo. Todos esta-
mos sujetos á esta cundicion tan precisa de la naturaleza; y por tanto C3
inútil el afligirse, cuando se presenta este último tiempo. En este su-
puesto, te suplico muy encarecidamente que recibas este último golpe de
las desgracias que nos Izan perseguido, con la misma tranquilidad y
serenidad de ánimo que yo conservo al escribirte esta..--=Nada te
aflija (ni el género de muerte que me den) porque ella no deshonra
sino á los malos; á los buenos los cubre de honor y glaiia.=-_-Vnelvo
a repetirte, que si algun consuelo llevo al mundo de la ve, dad, es el de
persuadirme , á que obedeciéndome en este momento, como lo has
hecho hasta aqui , te consolarás y resignaras con la voluntad de Pies
(que es la Suprema ley de todos los •mortales) 1 y mas adelante te


Llegó por fin el plácido momento
Del desagravio de tu sepultura,
Escena que recuerda á mi ternura
La historia de tu heroico sufrimiento.
Tu muerte aunque afrentosa Aré el portento
De la conformidad y la dulzura,
Dando en tu mismo telliz de amargura
De tu inocencia un digno doenmento.
ACEVEDO y PORLIER! nombres
Que escucharán los siglos admirados!
Detente pasagero, y no te tsombres
Con estos restos todavía animados.
La tierra fné mas justa que los hombres,
Pues conservo despojos tan sagrados


L. C.


ÑUMERO 8. °


NUMERO 7 . °
17 /15-


A la trasladan de las cenizas del Sr. D. luan Diaz Porlier.


a/ 26
NUMERO 6. °


Ciudadanos de la Guardia Nacional.


Luego que Porlier rió que Fernando mal aconsejado habia des-
truido la libertad de la Patria, conoció que la Nacion entregada al
poder arbitrario iba á perder la consideracion á que sus esfuerzos
en la pesada lucha le habian dado tan sobrados derechos , y que
por desgracia esto sucedió asi ; esta alma grande antes que la Na-
cion y el Monarca consumasen su descrédito y ruina, emprendió res-
tablecer la Constitucion que formaron las Cortes en Cadiz , y que
los Reyes de Europa habian reconocido, cuando tuvieron necesidad
de la" España para derrocar á Bonaparte. Vosotros lo visteis á la
cabeza de unos pocos valientes aprisionará Jos Visiris que goberna-
ban este Pueblo con un cetro de hierro. Lo visteis proclamar la
Constitucion en 16 de Setiembre de 1815, y con este Código en
una mano , y con la espada en la otra marchar á Santiago á com-
batir los enemigos de la libertad.


Cuando pensabais; que coronado de laureles, tornaria á esta ciu-
dad á establecer un gobierno civil, que 'labia de restaurar la, liber-
tad Nacional, quedasteis asombrados, viéndole en las garras de los
enernigiis del bien público : la traicion mas inaudita de unos pocos
de los suyos detuvo la carrera brillante de este héroe, segundo Pa–.
dilla de su Nacion. Un afrentoso cadalso fue el premio de su he-
róica virtud. ¡Qué de males, ó ilustre varon , ha Bufido la Patria
por tu muerte! ¡ Ah! si te hubiéramos seguido todos, no veriatnos
los graves males que nos rodean


Grande en tus virtudes, hijo primogénito de la libertad, y mas
grande aun en tus infortunios, te tributamos con las lágrimas en los
ojos los honores que te son debidos. L'evaremos tus restos mortales
al panteon de los héroes de la libertad. Tus cenizas estarán siem-
pre presentes á nuestra memoria, y en ella veremos la suerte que
ríos espera si por desgracia pudióramos ser vencidos por la fac-
don enemiga, que te ha conducido al cadalso. ¿De qué no es capaz
esa ¡lidia impía que se alimenta de hiel y de serpientes ? Manes
de Lacy y de Vidal : Ilustres compañeros de los mártires de la
tria cine 'aun vivís, publicad los tormentos inauditos que haheis
sufrido para que vuestros contemporáneos vean la suerte que les
p•e•ara el despotismo, si por nuestro descuido vuelve á restablecer
su imperio sobre las ruinas de la Patria y de la libertad.


Ciudadanos: Viva la Necion; viva nuestro Rey constitucional , los
valientes Militares y el Pueblo de la Coruña.----:Leona Gil de Palacio.




28
entregarán mi última disposicion, 14 que procurarás cumplir en
cuanto sea posíble.=E1 Pudre Sanchez, religioso de N. P. S. Agus-
tin , te enterará verbalmente de otras cosas que le encargo bajo con-
fesion..-:-.--Vueleo á encargarte la conformidad ; pues de lo contrario,
sobre perjudicar tu salud, no te será provechoso para el bien de tu
alma.=A Dios ; recibe el corazon de tu espo,o Jaan.=Cupilla do la
cárcel de la Coruña 2 de Octubre de 11115 (á la tina de la noche).


Testamento y última disposicion del Mariscal de campo
D. Juan L3iuz Porlier.


En el nombre de Dios, Todopoderoso, amen. Sea publico y no-
torio á todos los que la presente carta demanda, testamento, últi-
jua y postrera voluntad vieren, como yo D. Juan Diaz Porlier, Ge-
neral de los Eg&citos españoles, digo: Que todo cuanto pueda per-
tenecerme con cualquiera derecho o motivo, sin excepcion de nada
Jo trasmito en absoluta posesion sin restriccion alguna, á mi espo-
sa Dolía Josefiz Que; po de Llano, hija de los Senores Condes de Toren°,
la que precederá en el orden de sucosion (á. cuya falta) segun las
instrucciones que en carta cerrada por mi confesor le será entregada
despues de mi muerte; dejando asimismo á su arbitrio, y fiado del
acendrado amor que siempre me ha acreditado, el que haga por mi alma
los sufragios y plegarias, que tuviere por conveniente =Asimismo lo
encargo que , cuando las circunstancias se lo permitan, extraiga mis
cenizas del garage donde se encuentren , al -que fuere mas de su
agrado ; y que depositadas en un panteon sencillo, haga grabar la
siguiente inscriprion:


"Aqui yacen las cenizas de D. Juan Dia% Porlier, General que
a fue de los EgArcitos españoles. Fue siempre feliz en cuanto empren-


dió contra los enemigos externos de su patria; y nimio ~tima de
sibil discusiones civile . ¡Hombres sensibles á la gloria


respetad
alas cenizas de un patriota desgraciado!».7_---En seguida el dia y año
de la muerte.


Para que tenga efecto esta mi áltima y (mira disposicion, dejó encaras
gado á. D. fo.s; Miranda, Teniente coronel y Comandante del regir
miento infantería de Navarra, el quo cumpla cuanto contiene la pre-
sente carta , y que egecutada la justicia,' disponga que mi cuerpo
sea colocado en una caja cerrada con llave, cubierta de negro, y
que despues do cerrada, y dado tierra á mi cadáver, la entregue
it mi mugar Doña Josefa Qucipo de Llano; y si sus ocupaciones mili,-
tares se lo impidieren, lo remita todo por persona de su confianza,
el que le presentará recibo.s----Con lo que doy por concluido mi testa,-
mento, que dictó por mí mismo , y que firmo y otorgo por auto
PI presente escribaeo recetov.


de luan de Padilla á su muges. DaCia M'aria Pacheco. el


' Señora : si vuestra pena no mo lastimara mas que mi muerte,
yo me tuviera por enteramente bie n aventurado, oye siendo á. tu-
eins toa cierta, señalado bien hace Dios al que la dá tal , aunque s
de mochos llorada , si ella recibe en algun servicio. Quisiera te-


ner usas espacio del que tengo para escribiros a 'guitas cosas de vues-
tro c••isnelo; pero ni á mi me le dan, ni yo querria mas dilacion
en recibir la corona que espero. Vos Señora, como curtida, llorad
vuestra desdicha y no mi muerte, que siendo ella tan justa, de na-
die debe ser llorada. Mi ánima, pues ya otra cosa no tengo, dejo
en vuestras manos. Vos, Señora, hacedlo con ella como con la cosa
quo mas os quiso. A Pedro Lopez, Señor, no escribo, porque
no une atrevo, que aunque fui su hijo en osar perder la vida , no
fui su heredero en la ventura. No In e quiero dilatar mas ; por no
dar pena al verdugo que tne espera , y por no• dar sospecha á que
por alargar la vida alargo la carta. Mi criado Sosa . como testigo
de vista y celo secreto da mi voluntad, os dirá lo densas que aqui falta;
y as ' quedo dejando esta pena esperando el cuchillo de vuestro
dolor y de mi descanso.


(*) La insertamos para que se vea ton cuanta razon Leo
Gil de Palacio Ila•a45 ú Porlicr segundo Padilla de su ¡Vacila?. ; fbé la
misma ta carrera politica de los dos héroes de los siglos 16 y 20 , y
hasta su desgraciada muerte; pero no lo serán sus resultados. La ilus-
lracion de maestra edad, hoce imposible le retrogyadia ion al despotis-
mo político, y religioso que su ciaron los hombres desde el establecimien-
to de la lnquisicion, ,san cuales juescn tus vicisitudes que rueda te-
ner la lucha actual.


CARTA.


1




l f`- 30
.NOTA.


El Autor da licencia para reimprimir
este escrito litera de esta Provincia.


Sería de desear que los autores de papeles
y de memorias de poco volúmen, diesen igual
facultad. La ilustracion pública ganaría infi-
nito; pues en el dia se ven privados de leer
muchas produciones ingeniosas la mayor
parte de los pueblos, que apenas tienen co-
.muniCacion con la Corte y con las capitales
de las Provincias.


1- 131. OTECAt a L.
COi:DE DE I rjr°