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il UNA ILUSION MENOS, UN DESENGAÑO ~IAS l!


LA UNION LIBERAL
EN 1861,


P:iR


DON GONZALO CASTANoN.


MADRID:
blPRENTA DE JU!'; A'HONlo GARCíA.-PUEBLA, f9.


1861.






1.


No vamos ¡í rSCl'ibir la historia de la UN[ON LIBERAL; no
vamos tampoco á definirla. El inmenso número de los que in-
tentaron en vano lo primel"O, demostraria, si ya no estuviese
demostrado, que nada hay tan difícil como hacer la historia
de hechos que acaban de ocurrir, que están ocurriendo toda-
via: la infinita variedad de definiciones que hasta ahora se
Ilan querido presentar, y entre las cuales no se hallan dos
acordes, prueba la imposibilidad de encontrar, por el presenk
al menos, Ulla fórmula que clara y csplícitamente determine
lo qm' es ese partido.


Cuando ni los hOlllhrcs que ¡(mnan el ministerio actual y
que dincm ser Jos verdaderos representantes de esta situacion,
ni las capacidades que les apoyan en la tl'ibUlltl Y en la pJ"cn·
sa, ni por fin los que en una y otra les combaten, han acer-
lado ('()n esa ddinicion, y ú marcar la época en que apare-
ci!í en el campo de la polítiea esa nueva idea, seria empresa
vana por lo menos, el que pretendiéramos hacer nosotros lo que
fué superior á su inteligencia y sus esfuerzos, el que quisié-




-4-


ramos historiar lo que no tiene historia y (Ielini¡' lo que e:<
indefinible.


Pero !'ij ('sto no es posible, si nos reconocemos incapaces
de concluir tamaña empresa, creernos ell cambio qU(~ lliHla
hay mas fúcil y sencillo, (1ue e~pliear lo que la naeion hubie-
ra querido que fuese la UNIO'l LIBER.\L, y demostrar qur esta,
tal como hoy se nos presenta, dista mucho de ser lo que (le-
seaban fuera todos los espaiíoles, que agenos ,i las luchas de
los partidos, soñaron con crear uno que los ahaJ'(~as(~ ú todo,:,
restituyendo de este modo la calma y la tranquilidad ú este
pais tan desgl'acia~lo, como digno de la mayor YentUl'a.


Pam hacerlo, cOlltamo~ con dos tan poderosos ausilial'es,
que estamos seguros suplirán ú la debilidad de nuestras fuerz.as,
dispensándonos de demandar ningun apoyo c~traño. Contamos
con nuestra propia conciencia, que enmedio de la agitaeioll
de los combates, y tambien de las intrigas que diariamente
presenciamos, se ha conservado incólume y no ha pospuesto
ni jamás pospone el intü]'('s de la patria A ni ngull otro, por
elevado ó pel'sonalísimo que sea: contamos lamhien COl! las
obsen'aciones que hemos tenillo ocasion (le hacer dentro y
fuera de la atmósfera política, observaciones (llIe han hecho
llaccr la persuasion de (Iue dentro de ella se sahe muy ¡lOCO
lo que fuera se desea, ó si ~e ~abe nadie se cuida de satisfa-
cer esos (lcseos.
~uestra conciencia, pues. y la ('~pcri('ncia que haya-


IllOS podido adquirir. serún lns ,'micns qne munilll nurs[ra
pIUm(l, y po]' lo tanto, aunque (~sICll)!)S. como (·slarerno:;. dis-
puestos siempre ú rectificar cualrluier CJ'l'or que COl1lctillll()~,
por nada ni por nadie borraremos aquello que estemos con-
vencidos de que es cierto.




Esc¡'ibimos sin compromisos, asi como sin temores ni
esperanzas. Esta, cs la garantía que ofrecemos de que solo la
verda,d y la razoll serán las que dicten los rengloncs que va-
mos ít est.ampar.


n.


Nacidos nuestros partidos políticos Cll medio de la rc\o-
luciou de las ideas <[lW h lllllli(¡ al \i('jo y ca,duco absolutismo
eu el abismo illSOl\(lahk (lol1tl('. van ú parar lodas las ideas
euya ('poca ha pasado para !lO reapal:eccr jamús, y de la
guerra civil, (ILle ocupaba (le una manera absoluta y esclLlsi-
va lo~ ánimos de t()(los los españoles, sin escepeion alguna, era
natural cIue aparreieran con innumerahles vicios y defectos
en su propia eOllsLil udon, vicios poco perceptibles al princi-
pio, pero qll(~ (h~sarJ'oll(lI1(lose á la par con psta. les hicieron
dmmaturalizarsc por completo.


No acusaremos por esto á los hombn's qlle sin ieron, por
decirlo así, de núcleo ú los bandos en que desde su aparieion·
se di\it]ió la escncla lihera!. Electo fué úHicamente de las cir-
cunstancias. (JlH' no permitian (t lladi(~ detenerse ;Í meditar
sohre la organizacion mas conveniente {t los partidos, y en
las que hahia un pensamiento (lominantc, fIlie csduia á Lodos
los delllú~, el de vencer al enemigo comun, representado pri-
Illero (~ll la persona (lel mOllar('a~y de sus cortesanos, y luego
(~n los campos (k ha talla por el "ill'CI(~lltlienle ú la corona y sus


V('rdaLl ('8 que al concluir la lucha. cuando la enseña li-
heral se Ie"antó LriunfanLe; cuando sus lllas ellcarnizatlo-:
f~Ill'llligos. tÍ hubn ú escondcr eH estralljel'o suelo su dc I'l'O I a ,
,í se apl'eSmabtlll (¡ rCIlI.lirlc 1'(\";]1etuoso. aunque In 1 vez hip{¡-




-- ()-


crita, homenaje, pudieron muy hien esos pa l'tidos, cuya exis-
tencia ('S lógica, natural y Il~cesaria, IlesprclH1erse de sus
preocupaciones, ellmeIHlar sus defectos y ('orrC) . .!'Í1' f'US "ieiof',
para marchar lle acucrdo y al'll\onía ('n el gobiel'Jl() llel Es-
tallo, ct~(li(~IHI()se 11110 (t 011'0 el pUCf'to a!trl'lwti\'¡UlH'lIi1', ~egllll
lo exigiel'n la siluacioll del país en particular. ~. d mayor Ú
mellO!' (lesar1'ollo tlUe las i(leas tllVi('l'all (~n (~Ir(~sto dI' J¡¡ Eul'o-
pa e11 general.


:\la:'1 (lesgraeiatlamenle no :-itlectliú así, .v hiell flH'I'¡[ porquc
el hombre que pareeia llamado ú desempefíal' !lila misioll taH
bella no fuese capaz de comprenderla, y pl'elil'iú al lloble pa-
pel de conciliador el mucho menos digno de gcJ'e lk un par-
tido, ó que los acontecimientos que anteriormente habian
ocurrido, hubiesen labrado entre progresistas y Illoderad!)s
una profunda diYision, que no hubo (l bnrgacioll bastante para
cubrir, arrojanrto en ella los úrlios y las enemistades persona-
les, el resultado fll(~ que en lugar de (lesapal'ecer el abismo


• que los separaba, ~c hizo cada dia lIla~ profundo, y desde Ctl-
tonees, ya vencido, ya veneedo!'. cada lino de e~tos partido:-i no
volvió á pensar mas que en refluól' á la nulidad ú su con-
trario, sin ocurl'Íl'sele eu lo sucesivo, (le huella f(~ al 1l}('1l0S,
acomodo ó transaccion de ningun g('ncl'O.


Tal fUé, y por desgracia IIOS ('s pf"(~(~iso f~()fl I'CSill', (pie tal e:-;
aun hoy el estarlo r!r la política en Espaiía, Cnda partido. rada
11110 df' ('SO~ (los grandes agrupamicnto~ en que. SI' t'rneriol\ú
prinwranwTlte d parl.Í(lo liheral, SI'. :-iuhdi,i(!iú ú Sil yrZ CII
multitud de pcqueiías banderías, que úyi(las del botin y ro-
1110 si no fuesen ya harto pcr,Íwliciales al pa is las hatallas que
aquello:-; libraban entre sí, tomaron tambicll parte activa en
la lucha . .Y peleando muy amenudo por curnf¡l propia, p1'O-




-7-


dujeroll tal harullo y eoufu:;iou, que hoy e:; altamente difícil
distinguir y cle:;lindar cada UllO de lo:; bandos {\ los mismos
que Jonnan parte (le ellos, y completamente imposihle á los
que se mantienen apartados del estadio político.


Esta eonfusion ha sido y COl1tillúa :;iendo aun la cau:;a de
10 mal determinada y poco conocida (lUC es acplÍ la política,
lo cual ú su vez es el motiyo de que se lane('IJ ú ella en tan
gmIl númcl'o, los q l[C con poca paciencia para aIrallZa!" por
otros mc(lios la fortuna, aClHkll preslIJ"osos Ú tomar parte en
('se juego de azar, Illas inmoral aun (lue lodos los (1'1(' COH
(~se nOlllbre se C0I10lX'lI, .Y en que ha \enido á parar lo que
no dcbió haber dejado nunca de teuer lodas las garalltías y
eondieioncs de ulla eicueia.


111.


y esto tellia fatal y Ilece:;ctl'iamentt' que llegar ú suceder.
La política no fut', hasta ahora por rcgla general mas qur el
medio d(~ prosperar y engrandecerse (lc ciertos hombres, que
contando con regular, it \ctes ron ele .. ada inteligencia, mu-
cha osad¡a, ambieiolJ ilimitida y ulla eonrienria pOrD es_
eru¡llllosa. sr, arrojaban al ardiente y agitado campo de las
1uchas políticas, ansiando oeupar alli tUI plH~sto eunlquiera,
con la P()(~O noble cspenmza (lc suplantar en el suyo n1 que
I('s hubiese preccdido.


Allí los menos consiguieron el objeto que se proponian sin
manchar su ('ollcien('ia y sin que su honra saliera lastimada:
le lograban algunos mas, ú costa de Illln y otra, ~' en tanto
el mayor llÚIlll'l'O perdía en Yano, no solo sus fuerzas y' los ,,'
mejores años de su vida, sino tambien la estimaeion de Im~ /~
persona~ r('ctas, qw' JIllllca la cllIlP('(lcn al qUf' ha cambjadfl~'-' " "


,;i:' r¡




-~-
una yez siquiera lo que de lllas preciosu Liene el homhre, por
un billete de lo (/He con propiedad puede llamarse lotería po-
lítica.


Mas por muy sensibles y dolorosos que estos hechos par-
ticulares sean, lo son aun mudlO mas, ('S infinitamente mas
aterrado!', el contemplar los rúpidos pl'ogl'esos que la pasioll de
la polilie(l helee en la mayor parte de las ('Ias('s (1(' la s()('ic(lad.
y que cual epi(kmia asoladora amcnaza im¡ulirlas todas an-
tes de largo tiempo.


Las causas de e:-lle fenómeno SOIl por demás :-lencillas. Se-
mejante pasion se VL' lodos los (lías halagada por l'I r:;;-
pectáculo (le rortunas incomprensihles para )os que no
estún e11 el secretu de su 1"onl1ae1011, y que estimulados po]'
ellas se arrojall illlpreme<litadarucnte cn la oseura y borrascosa
atmósfcm de que las ,ierou salir, pudiendu comparúrseles
eOIl harta exactitud ú los que abandollall sus hogan's paril
buscar fortuna cn las ardientes reglones tropicales, llada lilas
que pOl'<1uC han ohservado que algunos "\l(~Jvcu de ellas col-
mados de riquezas, y sin (lue baste ¡i disuadirles (le su em-
presa, ni el recuerdo Lie los muchos (llle hall J:lereeirlo al in-
tentarla, Jli el conocimiento de los padeeimientos y tl'ihulacio-
IWS q1H~ tmierOll que sufrir los pocos que rcgresarou {t la
madre patria, eon oro, es cierto, e11 los holsillos, pero con el
cuerpo dél)i!' el corazon gastado y coula inteligencia enferma.


Ademús (le esto, euanto mayor es el número de los qll(,
acuden ti Jigurat' ell la cs(~ella políliea, mayor ($ talllbi('ll la
pcrtudmeioll que eu ella se ocasiona, la eual tieue necesaria-
mente (Iue marearse de ulla manera muy sellsihk eIl to([os)os
negocios, tanto de los individuos, COIllO de la lIaeiOIl en ge-
neraL Los capitales entonces, Ú sr' retiran de la eireulaciol1,




-9-


Ó \lO se lanzan ¡'t ella: la I'iqueza pública, uo solo no se au-
menta, sino (¡tI(' <l(~saparcce: las emprcsas, las espcculacio-
/ws comerciales (¡ induMl'iales, eH wz de dcsarrollarse, dis-
minuycn en uua pl'Ogresion sicmpre' crecieute, á la par con
las pl'Oicsioll(:s artblicas é intelectuales, que se yen rctrihui-
das de una manera lllUy exígua. Cuando este caso llega, la
jll\Cllt.ud, esperanza ~- porveuir de los Estados, se encuentra
entl'f' un horizonte mezquino y limitado, y otro (Iue, aunque
euhierto con den~os /lubarrones, permite vislumbrar alguna
Yez que t:slos se I"¡Hg¡UL llll espacio inmenso y brillantemente
iluminado, que ti(~lle adcmás el ]Jodero~o at1'aeli\-o tle lo des-
eOlloeido. La cleceioll cntOlwes no ('S d\l(losa pal"il los eorazones
jt'J\'eucs, Ú quienes no es eap¡lZ de arrcllrar ningun pcligro.
cuando crcen q uc (lclrús (It: d se encuentra la fortuna; y co-
llIO uo puede Il1CUOS de suce!l(:r, eligeu este último.


])e aquí C~l: círculo fatal, que cn los 1l10me¡l!o" de abati-
miento y de tristeza que 110S causa el cspectúeulo que ()fl'(~c('
nuestra amada patria, tememos que jamás llegue ú romperse,
y que, Hutes por el contrario, se vaya ensanchando cada dia
mas y mas, esterilizando y destruyéndolo todo, hasta convertir
á este país, tan noble como hermoso, en Ulla de esas repú-
blicas de la América del Sur, que casi con rubor nos vemos
precisados á eOllfesar (¡UC son hermanas nuestras.


y sin embargo, para ({ue cse lllal desaparezca, cesanllo
pOI' completo los deplorablcs est/'agos que produce, no es pre-
ei"o acudir ú nillgulI J'emedio est!"(~m() y doloroso: no e~ lle-
c(:sario, seguJl algunos han creido, usar dc la amputacion y
del cauterio, como su<~etle con las llagas y dolores físicos. 1\'0:
la gangrena no se ha apoderado de nuestJ'a sociedad; el cuer-
po social se halla loda\ía sallO por fortuna; su sangre dista


2




-lU-


llludlO de estar viciada aún, y el mal quedal'1i cortado (k
raiz, Ilesde el momento en que con sinceridad y huena fé SI'
quiera hacer cesar por ciertos hombres; d(~sdr el momento,
si no, caso de que estos tarden en haeedo, desde el momento.
no tan lejano como alguno:;; sr, figuran, que la naeion se can-
se ue scr constantemente esplotada pOI' unas cuantas imlivi-
dualidades, y de servil' de juguete ú mezquinas, pero osadas
banderías, que ningwl titulo tienen, no ya ú su agra(lceinÜl~Il­
lo y SIl rC:'lpeto, p;~1'O ni aun ú su rstimacioll siquiera,


Cuando nesrn las apasionadas (~ intcl'esadas luehas á (lile
se entrcgan los partido.~, dando lugar ú los s('rios y elevado;;
tlebatps, que ~01l la esencia y ,i(la del sistemali!Jel.al; ('uando
las distintas frae(;ion(~s el1 f[w' al prcscnte se halla (~stcdi\'idido,
-;e desprcl1flan de sus añejos (~ in\'etcl'allos Mios, f'orrigif'udo
al propio tiempo las exagemeiones de que Ullas y otras aun-
lecen, y s(' prescnten tales cuales ser dcbell en uu estado
eonstitueional ; euantlo esas mismas rl'a(~piolles (Iuiemn con-
vencerse de que su eondueta, poco pi'o\cchosa para ellas, ('S
altamente perjudicial á la naeion, cntoares dejan'[ tl(~ l)]'(~sen­
tarse oswm é incomprensible la polítiea, 110 ofreeel'ú ventajas
sino ú los que eon buena f(~ ó inteligencia se dediquen ú es-
tudiarla, y horrúnclose el espcetClculo diario que hoy ofrece de
mezquinas intrigas, de amaños poen nohl(~s, no hah,'á tampo-
eo como ahora tantas fortunas improvisadas, y tantas reputa-
ciones usurpadas,


Esto qlH~ ;í. pl'im(~ra vista pude [Jarc('er (lineil, ú tal "ez
imposihle, no lo es <le modo alguno pam los que han apren-
dido ell la hisloria de los pueblos. que cualHlo llui(~ra que se ha
-;('lIli(]o una Ill~e(~~.;jda!.l, ha apareei(Jo illllwdiatamenfe ('II11('(lio
ele lIeuarla: que cuando quiera qHe se hizo Ilema"i;Hlo gm\'l'




-11-


el mal I¡He aquejaba á la sociedad, amenazando destruirla, ha
surgido del seno de ese mismo mal un remedio eficaz y de-
cisho.


Los que esto ereian. los Ilue tenian fl~ 1'11 la humanidad y
en las leyes que rigen sus destinos, los que abrigaban una
confianza ilimitalla en la sensatez del pueblo español, se figu-
raron que habia llegado el momento de que ese remedio apa-
reciese, cuando oyeron pronunciar el nombre de la Ul'iIO:>; LI-
BERAL, Y esperaron en ella que satisfaría esa necesidad por
todos sentida y por muchos espresada.


IV,


Nadie. eomo en un principio hemos espuesto, puede mar-
ear con precision el dia, el momento en que la idea de un
partido que abal'(~ase y resumiese it tOllos los demas, para
subdividirse despues Ik haber ]'eorganiza~lo la escuela liberal,
apareció en el palenque político por primera vez,


Nadie tampoco puede vanagloriarse de haber sido el pri-
mero que concibió esa idea.


La lhlON LlBEIIAL, nombre que sintetiza ese pensamiento,
apal'eció, como todas las cosas necesarias, cuando hubo ne-
(~esid¡Hl que apareciesc, En el momento en que la animad ver-
sioll que m(¡fuamente se profesan los partidos, p)"()dujo algull
(~ontlieto perjudicial al sistetn:1 ¡'cpresentativo y dañoso pOI'
nOtlsiguiellte á la nacion, naeiú la. iaca ele hae(~r lIue llesapa-
rccicsctI las causas que moti, aban aquella enemistad,
I~I primero qtH> ohs(~]'vú ese eontlicto, y ljU(> se Ilolió de


los estragos quc causaba, fué tambien el primero á quien se
dehe un proyecto tan útil, como noble y genet'oso,


Esla sl~nr.illa t'f'flfxion, PS sufieient.e P¡U'U eomprclHler In




-12-


imposibilidad de encolll \'al' cn la historia eontemp0l'únea el rHa
en que la U:'iION LIBEHAL vi6 por primera vez la luz, y de co-
nocer el nombrc ele su auto!'. -Segun ¡l(}uel conflicto ha-
ya sido mas ó menos gTayt~; segun el fliverso mo(lo flue
earlíl uno haya tenido de apreciar los muehos que por (lcsgra-
cia han o(\Ul'rido, a "i se asignará un dia diferente al na-
cimiento de af¡uclla idea. y as i s(' k atrihu iní 1ll1a paternidad
distinta.


A la verdad, esto es poco menos que indili'I"('[Ilc por C
'
)II1-


plelo. ¿<JIl(' importa que rl IH'nSaIlli(~l1to (k la l/Ilion liberal
haya apal'(~(',i(lo en una ú otra ('poca, 11 i ([lIe sean Illllehos 10:-;
que se disputen el privilegio de invencion?-Lo que (Y)/l\ i('!le
ante todo examinar, ('s Stl justicia y Sil necesidad; awriguar
drspues si es ó no realizahle, y para ello investigar las eaUS,)g
que hasta a hom k han impedido tr,uluei rse en hecho.


Esto es lanto mas importante y necesario hoy, cuanto (plP
algunos homhre~ se hiln apoderado <le rsa ¡(len, .v rseud;) ndo-
se con ella, rlil'igen en su nombre los neg(wios del Estado, di-
eiéndos(' los llamados ú realizarla. Es tanto mas importante y
neecs<lrio, cuanto que al Iralar de interpretarla se han ('qtti-
\oeado: y (leeimos e~t(), porque asi qurl'emos Cl'f'f'rlO. porctue
sin datos que constituyan una prurha plena. !lO lt-s aCll~an'­
mm: nunca rlr ha ber enga ñano ú la nacion. ll10stl'{\I111olr una
handera y Hn mnhlrma. al ((u(' f~stahan l'r~\lelt()~ ;í. faltar. E~.
por último, (Ir una nrecsidad tanto mas apremiante. cllanto
qlle sr c~trl bastardeando rl pensami(~nto (le la lTnioll lil)(,l"a 1,
Y no se IllW(le lole"a¡' por los qU(~ somos ~incrros y ardirntrs
partidarios suyos, que pasen sin eorreeti\o los hrchos qne hoy
preseneialllos todos, ni debemos tampoco ciar lugar ;í que mil-
fí:ma pueda r!rdl'srlllls POH algunos ilHlicio~ flP r;¡ZOIl:




- 13 --


- "La UNIü'i LIBEIL\L. ('.~{' principio ([nc <lcfendeis, y que
tenei~ tanto empeño en presentar como el único que puede
e\ital' lo~ males que hoy sufrimos, IlO c~ nada mas (Iue uno
dI' tanto,; otros como se han inyorado para hacer la oposicion
al partido dominante . .Y (PI(, lIna vez conseguida la vicloria,
son talsrados Ó I'elt"gauos al olvido. Dueña del mando hemos
ví"to ¡JOco hú la (~nscña hajo l<l cual os agrupais, y cn lugar
rle conciliadora, gencrosa. tolerante y liberal, se noshamos-
trado vivicIHlo de pasados rem'ores, egoista, eschlsiYa, y lo
que pra munllO peor aún, cowlucicndo de la mmlO Ú la reac-
!'ion absolutista . .Y a bri('nrlolc (le par en par las puertas que
conducen al poder.)l


Para evitar (IUC alguna H'Z puedan dccírscnos estas ú pa-
lahras semejante:", es pal'a lo que prote~tamo~ desde ahora
contra una situacion que se hautiza con un nombre que no
le pertene(~e. Para que no Il')~ suceda 11) que ú otros partidos,
á quienes se acrimina po\' hecho~ en (Iue no tuvieron parte, y
solo porque fueron f'jccutados por hombres que Beyaban un
apellldo igual al suyo, es para lo que damos publicidad á es-
te folleto.


v.


La cOllycniencia y la necesidad de que todas las fraccio-
nes que provienen del partido libc:ral se unan, fundiéndose
por algun tiempo en una sola, hasta que purgada esta de to-
dos los \ ieios dr (Iue aquellas adolecen, desapareciendo las
enemistarles que las obligan ú permanecer en llll e~tado de
ronstante lucha. despr(~lldi(;1Il1ose de sus exageraciones y 000-
srnando los prillcipios. base del sistema representativo, que
"nlllO !lO puede menos (le ~lIrcd('r les son comunes. vuelva ú




- 14-


subdi\itlirse en dos grandes grupos, cOllstiluidos y organiza-
dos como deben estarlo en un pais regido constitllcional~
mente, y que se sucedan en el mando como en la Gran Bre-
laña, sin que el pais sufra ninguna (le esas conmociones que
ha sufrido el nuestro y que tUL'bando el ón1cn y la tran(Iuili-
dad, apenas se empezaban á disfrutar sus goces. son el mayor
obstá(mlo al desanollo de la riqueza pública, la necesidad,
volvemos á repetir, de que esto se yeriuque, s(~ halla tan ge-
neralmente reconocida y confesa(la , que muy pocas palahra--
emplearemos para demostrarla,


Si las dimensiones de este opúsculo nos lo permitieran,
ó si no fuesen ya muy conocidas las poderosas razones que en
el Parlamento y en la prcnsa adujeron oradores y publicis-
tas eminentes en favor de esa fusion de los partidos, en (lró
de la U:\'ION LIRERAL que (1cfendemos, telllll'Íamos el mayor
plaeer en estampar aquÍ los discursos pronuncia(los en amhos
cuerpos colegisladores y las ideas vertidas en libros y periódi-
cos, por hombres de tan distintas opiniones como Borrego y
Castelar, como Rios llosas y Rivero. Unos y otros han soste-
nido las ideas de la U:\'ION LIBgfi.U: unos y otros fueron ilus-
tres mantenedores suyos. RiYel'o y Castelar, aquel con su 1'0-
busta y (~onmovedora elo!~lleneia. este ron su fogosa imagina-
don v su brillante estilo. la mostraron tal mml (lchia srr.


. .


aunque juzgándola inealizahle, Borrego con su illtle~ible ló-
gica, se habia ya encargado anteriol'llwnle de demostrar lo
contrario, eOllslgukndolo dc una manera tan completa COLllO
decisiva la clara y clcvatla inteligeneia (le Hios llosas, su in_
disputable autoridad y sobre' t()(lo su irresistible y po(leroso
acento.


'las pomo ;t('ahilIllO~ (le ,lreir. no pw1emos ,Ietenernos ;Í




-¡;)-


e~pOlle\' aquí sus argumentos, y nos \-emos precisados á l'on-
tl~l1tarnos con recordar estas citas, asi como los rliscursos pl'O-
llunciados cn rI Congreso y cl Senado por los di~tinguidos
oradores que sc encargaron de csplic1l1' teórica y práctica-
mente las doctrinas de la [' nion liberal, haci(~nuolo unos en
Fl e\rrada atmósfera de los principios filosóficos, y otro~ rn 1'1
importantísimo terreno ue la política, Pero hay además otra
clase de razones, que no porque hayan sido descuidadas hasta
ahora, dejan fle tplle\' tamhien Ulla importancia relativa, ~­
yamos Ú e~ponerlas ligeramente, pasando por alto, asi las que
t'n un principio drjamo_~ apuntalJas, f'omo las aducidas por
los prriódieo,; quc 1lL'f)f'urarnn ¡,crol'zar las prc:,entadas por
aquello~ hombres.'


\'1.


Los ,i('ios dc qul' nues(I'os partitlos adolecen, y que en
lugar de (]¡'C1'('ref' alimentan eada dia, dando lugar ;í rsernas
bmenlahles ~i('mpre. pero (Jlw lo son aun mucho mas cuanuo
i'n ellas quien SUI'I'C' es la nadon, han produeido un fenómeno
.;ingubl'ísimo ('ll la historia, cual ('S el que no~ ofrcecn la.~
(,~f'llrlas radieales, desal'l'oll(mdose en el seno mismo del sis-
tema liberal de un modo tan notalJle, que si eontinlían ad-
q\lÍl'ie!Hlo fuerza!>: y ,igol' en la rúpicla progresion con que lo
hacen de algun tiempo ú esta parte, es de temcr que mu~'
pl'Onto cmpefiell entre sí el combate que haya de l'esohel' S()~
bl'c su t riullj() dreisi \"o, sin contar absolutamente para llalla
POli los partidos meoios, es decir, eon los partidos constitu-
cionales, que habn'lI1 qucda(Io relrgados al despl'eeio, (¡ por lo
lnenos al ol"i(lo.


Triste. muy tri!>:t/' ('s tener que dceir eslo: pero hasta




- {6 -


echar ulla mirada en derredol', para ton veUCCI':,e de que :,('-
mejantas lemores no !'ion rsccsiyos, ni mucho mello:, 111-
fUIHlados.


El absolutismo, cuya caLeza pareció haLer sido eOl'lad:1
ue miz cuando, (lespues de ,eneido en d krl'(~n() ¡J(~ las ideas,
lo fw! tambien en el campo de batalla. ha cobrado Llesde
entonces nucya y robusta vida, mcrced, 110 á las fallas del
sistema liberal, sino ú las de los hombres quc se dieron ú sí
propios la facultad dc plantearle. La escuela absolutista se ha
aprovechado y sigue aprovcchándose eou sUIIla habilidad tle
lo:, (1csaciertos y torpezas (k esos hombrcs, y m lugar de ir
languideciendo paulatinamente hasta cOI1Yel'tirsr ('n 1111 mo-
numento hi:'túl'ico, se lIlueslra hoy cualrespl'tabh~ parl ido Illi-
litanle, habiendo ICngrosado sus filas COII ulla IlUlllCl'OSa (.
ilush'ada parte r!l' nuestra juyentlHl. Hoy, veinte años (ks-
pues (lile (~s(' partido dehió haller dejado lk existir, desllU(,~
del prog('(~so de las ideas en tOllo el llIuLHlo l~()llocidü, UCSIHH'!,
dc tan larga dominarion de las doctrinas libcrales, deS¡HWS
que lllultilUll de circunstancias, cntre las eua]('s puede figu-
rar en primer término la falta de vaJor l' inteligencia de SlIS
gl'fes, debieron haberle reducido ú la Iluli(la(l, hoy, dcspu('~
de todo esto, se levanta alti\'o y arrogante el quc ~e cwia
muerto absolutismo; cuenta y reorganiza sus hae(~ poco
destrozadas huestes, y se apresta por todos los ule(lios ú una
lucha que eOIl razoll cree próxima.
¿~ece:;ita pruebas este aserto? Ahí eslúll Jos p(~l'i{¡dic()s


francamente absolutistas. ll'le colllhaten ya sin rebozo alguno
el sistema liberal; ahí estún esas otras puhlicaciolles que
apro\'echúndose húbilmcnk (k las arma:, qUf' les proporcio-
han SllS contl'arios, las YUe!YCll C'ouL\'H aquel, d[lvándosela~




-f7-


cn el COl'aZOll sin peligl'O (le ninguna clase, proool'ando aho-
garle con el ridículo unas yeces, y presclltímdolc otras como
contmrio ú nuestra sagrada religion; ahí están esos diarios
que IlamÍlndose liberales, no cesan de pedir mordazas para
el pensamiento y restricciones para la libertad; ahí están,
por último, esos hombres que pululan por las altas regiones
olicíales, y ú los que no nombramos, porque son los que
llucstro pueblo con el huen sentido que lc distingue, ha califi-
cado con el distintivo de neo-católicos, hombres que despues de
haber vcstido todos los colores liberales, preparan ahora con
el mayor afan la entrada del partido que tanto combatieron,
lienen siemprc en sus lábios los principios quc anatematizaban
poco há, y solo aguardan una ocas ion propicia para pasarse
con armas, y sobre todo con bagajes, al campo ocupado por sus
antiguos cnemigos,


Lo mismo quc acabamos de decir del absolutismo, parti-
do del pasado, podemos asegurarlo del partido del porveni r,
la democracia,


Esta escuela, lIue tan rápida como vigorosamente se des-
arrolló allende el Pirinéo, á causa de la opresion intolerable
que, reunidos el trono y la aristocrácia, ejercian sobre las cla-
ses inferiores, no tenia vcrdadera razon de existencia en nues-
tra patria, donde no se conocian aquellos altivos y orgullosos
señores, que rccordaban aúu los antiguos derechos que sus
antecesores disfrutáran; dondc el feudalismo, si llegó alguna
\ez á estahleeel'sP, rué eon tanta suavidad y lentitud, que ape-
nas se hacian sensibles sus efectos, teniendo como tenia
en contra suya los fuCt'os y los pl'i vilegios concedidos por los
monarcas ú las ciudades que arrancaban al poder sarraceno;
uonde por fin asi el trono, que muchas' veces se habia aliado


:3




- 18-


con el pueblo pum resistir á las exigencias de los magnates,
como todas las dcmas instituciones que le rodeaban, tenian un
tinte democrático fuertemente pronunciado, que hacia, no so-
lo innecesaria, sino del todo punto inútil, una rcvolucioll co-
rno la de fines del pasado siglo en la nacion vecina.


Por eso la democracia, á pesar de sus hellas y seductoras
teorías, no hubiera hecho eH España mas quc un corto núme-
ro de prosélitos, ni se hubiera infiltrado en las masas, como es
prcciso r~conocer que lo va haciendo hoy, á no haber dado lu-
gar tí cllo los errores, ó mejor dicho, los escesos cometidos por
los que se llamaban liberales, y que espíritus poco ohservado-
res achacaron al sistema, cuando los únicos culpables eran
los que, sin motivo ni derecho alguno, qucrian pasar por sus
representantes.


Esa es la única causa que ha dado orígen á la brillante
pleyada de jóvenes, que ya en el terreno de la filosofía, ya en
el de la política, difunden las doetrinas demoeráticas, obrando
en esto hasta cierto punto con ruzon y lógica, puesto que la
ciencia les enseña que no pueden esperar de los p['ineipios
absolutistas la felicidad y la grandeza dcl pais, y la esperien-
ria qUe recogen en los hechos que ante su vista pasan, les di-
ce que tampoco la práctica de la idea liberal es capaz de pro-
porcionar esc bienestar y ese poder que ansían alcanzar para
su patria.


De ahi otra nueva fase, y pOI' cierto no menos estraordi-
naria, del fenómeno que dejamos enunciado. en sistema com-
pleto de ensefianza, concebido y planteado por golJierno¡;
lib(~ralcs, produjo en la juventud que sc educaba arreglándose
á sus prescripciones, dos gral1iks grupos de los quc á ninguno
podia aplicltl'sele aquel nombre. ~o viendo uno de ellos mas




-!9-


que los profundísimos t rastol'llOS que trae consigo la revolucion,
y amedrentado ante la idea de una libertad que no podia con-
cebir sino como la licencia y la anarquía, tornó su vista al
pasado y se hizo absolutista. Por el contrario, el ot.ro no cre-
yó vislumbrar fuera del credo deinocrático mas que el prin-
cipio de derecho divino, los privilegios de razas, la desigual-
dad ante la ley, la sel'\;idmubrc de las clases laboriosas, el
dominio de la teocracia, y cerrando este cortejo aborrecido el
terrible tribunal del Santo Ofirio, pOI' lo que huyó espantado
á refugiarse en una escuela que todo esto destruia, formando
desde entonces en las filas de la democrada.


Colocada en tan hrusca alternativa la juventud, hizo lo
(Iue no pudo menos de haber hecho, y los dos bandos opues-
tos y radicales que acahamos de señalar, la absorvieroll casi
en Sil totalidad. Otra fraccion hubo tambien que podemos ca-
lificar de descreída y que solo al heCel'l'O de oro rinde culto,
fmccíon que no fué capaz de resistir tÍ los miasmas deletéreoc;
que dominaron durante largo tiempo en las regiones oficiales;
mas por fortuna el número de los que la componen es muy
corto, y no necesitamos detenernos á hablar de ella, lo cual
,i la verdad nos causaria suma repugnancia.


VIL


(;Hllbicm acontecido esto á haberse desarrollado el sistema
liberal en toda su pUl'eza?-CJ'eemos firmemente que no.


Si los hombres que se arrogaron la facultad de plantear-
le ni) hubieran rlado lugar á tantas decepciones, que con-
dllian por desprestigiarle; si los principios liberales no hu-
bie'\en siélo aflu1tel'ar1o~, ha(~i(>nrlole" '\crvir ;l los interese;:; de




- 20-


un corto número y dañar á los de la nacíon; si las circuns-
tancias y los gobiernos que de ellas se aprovecharon, hubie-
sen permitido que la beneficiosa influencia de la idea liberal
Se estenuiese sin obstáculos, ya que no la impulsiÍran ni si-
(luiera la prestáran su apoyo, toda la robustez que adqui-
rieron l,\s iloctrinas radicales, hubiera ido ú acrecer la ya muy
vigorosa con quc apareció por primera H'Z aqudla.


No simpatizarian entonces los ánimos COIl ninguIlo de los
sistemas es tremas que tan fuertes se muestran al presente: la
coniente de las ideas no se inclinal'ia hruscamente húcia ningu-
no de ellos, antes por el contrario, siguiendo su CUl'SO natural,
se deslizaria apacihlemente lu'tcia el partido medio, que les ofre-
cia las ventajas de ambos sin ninguna de sus exageraciones.
y por lo tanto sin ninguna de sus dcsastrosas cOllsecucneias.


Ese partido medio, huhiera sido, ft no dudarlo, el partido
liberal, partido que concilia de un morlo admirable todos lo::;
estremos; que no presenta ni los abusos del absolutislllo, ni
las turbulencias democráticas; que conserva las instituciones
tradicionales del pais, sin dejar de aprovecharse de los nw'vos
principios que el progreso de las ideas tme consigo; que no
solo las conserva. sino que tenielldo en cuenta sus pasadas
glorias y su necesidad actual, las enaltece mas y mas, po-
niéndolas en armonía con los derechos é intereses de los pue-
blos, y haciendo que estos las consideren como una eondicion
esencial de su existencia.


l\. ese partido, si se le'. mostrúra Lal cual c~, hubieran
corrido tÍ alistarse todas las almas generosas, todos los hom-
hres, en cuyo eoraZOll hay una cuerda que responde vibrando
ftwl'temente, siempre que se la toca en nombre del interé~
nacional, en !lomhre (11: la patria.




- 21-


y esta crecncia no se apoya en esperanzas vanas: se fun-
da en hechos de todos conocidos, que constituycn il'recusa-
bIes pruebas. Testigos nuestros padres, cuyo entusiasmo por
las ideas constitucionales rayaha en el delirio, á pesar de que
ohraban bajo el fascinador influjo democrático de la revolucion
francesa: testigos las hazañas, los hcrúicos hechos á que dió
lugilr su entusiasmo y que con los de la titánica gucrra de la
independencia, forman las páginas mas brillantes quc de al-
gunos siglos al presente ofrece nuestra historia: testigos los
sublimes sacrificios que consumaron en aras dc esa idea, la
santa abnegacion eon que jnmolaron sus intereses personales
mas queridos pal'a dar á las doctrinas liberales la fuerza y la
importancia que da á cualquier creencia la sangre que por ella
se derrama, sobre todo la sangre de sus mitrtires.


¿Por qué ha desapareeido ese entusiasmo? ¿Por qué los
principios constitucionales no escitan hoy esos arranques ge-
nero~os?-¿Será tal H'Z porque en el corto tiempo trascurrido
desde aquella ú la presente époea, se hayan descubierto prin-
cipios nuevos que sean mas aceptables, ó qw' hayan perdido
las ideas liberales al realizarse la aureola que las hacia apa-
recer tan bellas? ¿O consistirá por ventura en que la juventud
haya degenerado y que su eorazon se encuentre corrom-
pido?


No, nada de esto es por fortuna cierto. La escuela liheral
no ha cedido la supremacía á otra ninguna, ni tampoco eran
ilusorias y mentil1as sus ofertas. Una mirada que se eche so-
hre Emopa, bastará para (1emostrar que los sistemas de go-
hierno que ella funda, tienen cada dia mas porlerosas raices.-
Francia, la ardiente (~ inconstante Francia, ha sufrido la dic-
tadul'a por rlo!-\ \'rrcs en lo r¡up va (le siglo, ha inrlin;¡oo olra,;:


\ '




- 22-


tantas su cabeza ante el soplo destructol' de la revolucion, ha
ensayado todos los principios, ha pedido su felicidad á to-
dos los' sistemas, y sin embargo hoy vuelve con amor sus
ojos hácia el gobierno representativo, y aunque dueño del
poder mas absoluto el hombre que rige sus destinos, comienza
á hacer concesiones cn cste sentido, no pudiendo permanecer
sordo por mas tiempo á los clamores tímidos, pero unánimes,
que en favor de las ideas liberales se elevan dcsdc todas las
partes de su imperio.-La prudente Inglaterra no abandona
ninguna de las conquistas que sucesiva y paulatinamente hizo
deso(' que arrancó la Carta Magna á Juan Sin Tierm, y
procura robustecerlas, con las nuevas que realiza en cada un;l
de sus Iegislaturas.-Los imperios austriaco y moscovita,
que, corno los egipcios mausoleos guardan las mómias que les
han ~ido confiadas ,parecian encargados de conservar incó-
lumes los antiguos principiofl, se ven precisados á abrir las
puertas ú la acdon vivificadora de las doctrinas modernas, en
las que busca su salvacíon :cJ uno, y el otro un aumento de
poder y fuerza.-Las demas naciones, solo tienen motivo par1\
felicitarse de haberlas admitido; y ahora rni!'imo estarnos vien-
do á Italia, á esa bella península, que tantos puntos de seme-
janza tiene con la nuestra, levantars(' de una vrz y como un
solo homlwe, consumar los mayores !'acriticio5, s0brelIevar
con la sonrisa en Jos lábios los golpes mas rwlos y las IlIas
dolorosas pérdidas, para I'Omper la~ cadenas con que estaba
aherreojada, para destruir los poderes absolutos que la ahoga-
han, estableciendo en el puesto que estos dejan una monar-
quía constitucional, única salvacion y solo remedio que halla
para evitar en adelante las desventuras que hasta ahora ha
pac1rcido,




- 23-


No, tampoco es ycrdad que la generacion actual se Cll-
l'l1elltre corrompida, ni que ha ya degenerado de la que le dió
el ser, -No busqueis á esa juventud, para juzgarla, en las
antesalas de los ministerios, ni entre la turba que rodea á los
poderosos, porque aunque allí podrian encontrarse algunos no-
bles corazones que solo cediendo á la dura é imperiosa ley de
la necesidad prescindeu momentáneamente de su inilependen-
cía y sus creencias, pertenece el mayor número á la clase de
los escépticos y descreidos, de los de cuerpo jóven, pero de al-
ma decrépita y gastada, de que ni antes hemos querido, ni
;·¡JlOraquermnos ocupamos, Buscadla, sí, en las Universidades,
:\cademias Y,:~teneos; buscadla en las provincias, donde la cor-
J'upciotl no pudo hacer tantos estragos como en la córte ha
hecho; buscadla fuera de la insalubre atmósfera que se forma
en deneGor del poder, cualquiera que este sea, y la hallareis
en masas formidables, llena dc fé en las ideas generosas y rira
de esperanzas en el porvenir, lanzándose á la yida al(~¡.w~~
mente, porque llingun remordimiento turba su conciencia, y
dispuesta siemprr {¡ combatir con entusiasmo y p-on valor por
el triunfo de los principios que haya aceptado, y sobre todo
por la causa de la humanidad en general, y particularmente
por la de su amada patria,


¿Sabeis por qué obra de este modo1-Porque se siente ar-
rastrada por su naturaleza vírgen, en la que no pudieron ha-
cer aun mella las pasiones del intel'és y el egoismo; porque
la obligan á ello los ejemplos vi vos todavía de hombres, que
unos con su palabra, otros con sus escritos, todos con su~
obras, le enseñaron ú sacrificarlo todo en bien de los princi-
pios; porque teme, en fin, que si asino 10 hiciese, se levantaran ~,,¡f;~"'L.
sus padres de la tumba. pidiéndole terrible cuenta de la ban'f~~';':':


#:7-. ti;;'; ,
~I~
~ ,


~\- \




- 24-


llera que con tanto t!'abajo cuarbolaron, de la 'preciosa h('-
rencia que le legaron á costa de su sangre.


Que los que cncuentren la digrcsion que acabamos de ha-
cer estemporánea ó demasiado larga, nos perdonell. Somos jú-
venes, somos liberales, y no hemos podido resistir al deseo de
yolver aquí por nuestros compañeros y por nuestros princi-
pios, tan desconocidos, cuando no tan calumniados. POI' regla
general, las individualidades quc representan los partidos, han
olvidado en el poder á las ideas que les sirvieron de escabel ó
apoyo, y menospreciado ú la juventud, que debiera ser su
sosten mas firme, ¡Que no se quejen, pucs, <mando en nom-
bre de aquellas se les exija estrecha cuenta de sus actos, ni se
lamenten tampoco de que, pagando esta su ingl'lltitud, les
yueha las espaldas cuando mas la necesiten!


YIII.


Como en un principio dejamos apuntado, todos los males
espuestos y otros muchos que no pasarún desapercibidos al
buen juicio de nuestros lectores, por lo que, yen obsequio de
la breyedad los omitimos, provienen de la defectuosa organi-
zacion que á los partidos políticos se ha dado.


Deseúrtese del IJfogresista el espíritu revolueionarío que
indudablemente le distingue; suprima con mano fuerte el mo-
derado sus tendcnrias hácia la reaccion absolutista, y tendre-
mos dos grandes fmcciones que, no iguales, porque esto ade-
más de imposible, seria ilógico y hasta peligroso cn un país
rcgido constitucionalmente, pero sí dos partidos que se com-
batirían en el buen sentido, en el sentido constitucional de
esta palabra. y que se apoyarían sin embargo mútuamente.




- 25-


succdiéndosc en plazos, en ('pocas que las circunstancias in-
teriores y esl(\rioJ'e~ marcarian. en el poder supremo del
Estado.


No se veria elltollce~. romo hasta ahora hemos \:i810 re-
pdidas veces. mOllopolizar el malHlo por largo tiempo rl par-
[ido moderado, sin-i('llrlo](> de pr<'lcsto. ya que las i(kas con-
,,(~rvadoras triunfa hall (\Il EUl'Opa, y era ¡¡repiso guardar ar-
monía 1"0]1 ellas, ~'a que la rcvo] ueioll iba tomando (1emasiado
\1wlo ('Il las yceinas naciones. hae1cmlo lI('eesaria una fuerte
harrera quc illlpidiesc su entl'ada en nuestra patria, y una
en('r¡.da sulif'it'ntc Ú (;Oll1prilllir aquí sus espallsiolH:S,


:\0 se yeria tampoco al partido progresista eseitar ú la,;
masas it la rebelioll, cre~-éndose relegado it un perpNuo os-
tracismo, y flgul'úndose que solo soplando el vienlo aterrador
de las n:voluciones, llegaria ú conseguir el man(lo.


Pero eslo, ú la yerdad, no era de ningun 1I10do fúcil, y
nosotros lo creemos imposible en la eonslitucion actual de los
partidos, porque ninguuo (le ellos querria sel' el primero á des-
l1I'elH]erse de su carácter peculiar, lo cuaL pl'eriso es confesar-
lo, le priyaba de su fuerza, cllLrcgún(lole inerme á la yolun-
tad de un rontrario qUf' la esperiencia halJia mostra(]o como
mUY}loeo gellcroso.


Por eso, sq:~un lluestra opinion, era preciso (j1w los dos,
tle UlHl manera ('spolllúnca, s'l!l cOilceioll (k ningllll género, y
COllY('llCidos de que prestaban un gran servieio ú su pais, se
uni('sell ,\ l'ulIlliesen 1I1011lentúncilmcnte, como antes hemos
dicho, en UllO solo. tliseutil'scu sus [Jrincipios fuudamcutales,
haciC'nr!ose mútllas concesiones. se eOl!ociesen, en /in, si así
podemos e~[l]'csarllos, y (le esle conocimiento resultaria, ú uo
Ilndado, la íntima, la profunda pel'Sllil¡;iol1 de (Iue las rliferell-


4




- 26-


cias que ahora los separa 11 son puramente de fOl'ma, líO de
esencia, pudiendo prescindir de ellas, por lo tauto, sin vender
por eso su bandera y sin incomen1eute para volver tI ocupar
mas tarde sus respectivas tiel1llas.


En una palabra, que progresistas y m()deraclo~, aunaran
sus esfuerzos, olvidando por aIgull tiempo sus (ti ,'erso:,; ape-
llidos, para establecer Ull punto constitucional y fijo (le parti-
da, uua situaeioll Ji beral y duradera, (lue pudiera (kspues
(]csenvohrl'Sc e11 ulla progresioll ma~ () lllellO:'; rúpida. )1rro
que sCI'\'1l'ia aun mas de lo qu(' la imaginacion cOllcibe, para
l'Ontrarcslal' las il1\'<lsiollCS (le la" eseuelas ra(li('ale~, y ]1:1ra
devolver al pais su tranquilidad p('l'dida, !ll'rmilil"ndoJp desar-
rollar los irmun1(')'aJ)k~ gél'ltJ('I](~S de' riqlH'W que en la :iclll:1Ji-
dall "e hallan dormidos.


EnlJUcllltol'iI qtW ('kspu('s (k ['(~alizad() ('slo, t'('conWtlZaSCll
nuevamente los (khates entre los (los partidos, ;'; (Illr trahaja-
sen ambos por lo~ medios legale~, para em¡miíal' las ricllllas
del poder. ;\osolros IlO d('scalllo~, ni p()d(~mos (lesear. (Jlw lkjc
d(~ existil' ninguno de ellos, ant('s por el eontl'i1rio, Ú 10 que as-
pil'illll()~ rs á que mrrigie!1clo UIlO y otl'O sus (kl'edos '! ('on~wr­
vando S1I:-; buenas cualida(les. siclldo, dicho sea de una wz.
Yi'l'lladcros pal'ti(lo~ conslitucionale~. ocupen por tlll'110 las J'(~­
giollcs del gohierno, C'cdi6ndose en ellas altel'llatiramcnle el
¡meslo, ~ill ,¡oleudas ni lraslol'llos, y cuando asi lo r')..ijau
los verdaderos y permanentes intereses de! pa is; que siguil'l"lll.
Pll fiJl, el (1cmplo (le la uacioll Illaeslm de todas las (lelllas en
eonslil ueiotl¡:¡Jismo, ('l1 la cual se succ(\('n w ighs y lol'ys en el
manflo, SiB que el Eslallo sufra conmocioll de ningwl g{>¡H~­
ro, y easi diriamos que sin eOlloeer!o, si !lO fuera por Jos he-
nefieios que eslos tranquilos camhio,: le p]'odlle(~Jl.




-- 27 -


No falta quien ~(' imagine (Iue lo eom eniente y basta ne-
cesario ::;cria la I~Jl'Ina('i()1l (le un tercer partido, q lIe partien-
do del sistema liberaL fuera, por decirlo así, d justo medio
entre los Illa~ l"\.aIlados progresistas y los esagel'adamenle
cOllsenad()re~ de e~ta ('~ellda, (¡ lo,; ellalc~ pudicra senil' co-
mo (le punto de fusioll y enl" ('l'. Pero esto, adcllHl~ de pel'j wli-
tial. [Jor<¡IH' wll!lria;í aumelltar el IlÚ!11CI'O, \a haí'ln cOll:;i-
derahle, de (li\Í:,iolle~ sul'rillas en el partirlo cOIl:-;tiluciunal.
IlOS parece perfcctamcLlte inútil.


y la razon cs obvia. O los handos Jlrogre"j:;ta y InIHlel'ado
traspasall con la e\.ageracioll (le su:-; pl'ineipio,; ~us llatLll'alc~
límite::;, en (myo caso. ni dehen, ni pueden liglll'ar (,Ol\lO le-
gales, y queda :-;010 ese tc]'('crparlido, lo cualllo (':'; admisible,
lí no los ll'aSpa:-;all. ~illo quc ohl'all (1cntro d(' f'll()~, Y elilollee~
pierde esle su razoll de S(,l', no pudiendo ('0Il1111'C'Il(lersc su
('\ iSl('IWia, ni ('OlUO oposicion. haei('Il(\ola altcl'l1atiYfllllcult' Ú
aquellos. Jli talllp000 (~Olll() podl'l'. siendo l'omlJatido por él 111-
l)Os CH nombrc dl' doelriua:-; diallletralllH'1I1 e optu'sl as.
L/J~ ([lIe juzguen ¡¡H'nturadas ú de:-\prmistas dc apo.)u


nueslras aSl'l'eioll(,:-;, <[Uf' (~sludien (~()Il detcnimi('nto la OI'Bitlli-
zaeioll polílica de lo~ (k'lllas Estados ellyo gohiernu (':-;. COllH1
el IllH'~I['(). rqn'(':-;(m!¡\liyo, y nos ('onle,;tell ltwp:o si encuentrall
l'll (']10:-; algo <¡ltl' si([I1il'l'a se aS('llH'j(' ;í e,,(' t('I'C'('l' parlido que
::;ollrt' bas/'.:-; lija,.: (. inmlllalJ!es t1rsean (~stnhlc('cr ('ll llne:';!I',l
¡Jalria.
~(' nos <ll'giiil'ú qlliz:1 eOll Ir¡ (IIIC hoy slI('cde. y se llUS


1Il0Sll'ilr;'\ al ¡¡dunl !-iohicl'llo at;lC'ado por do::; fucrte:-; y (~(mfl'a­
ria:-; ()Jlosicionc~. Pcro aUílqlle el argulllento parece á primenl
\ isla condu!'cntc, sin l~Jl1bJrgu. :-'11 drbilidad es bien llotOl'lfl,
~ien(l/l ~/lhl'(,lI\n llera rúei 1 dClllllsl !'ill' 1I tl(" PI 1't';:('ÍllF'll ~c los




- 28-


principios (111(' hoy dominan, eOIl esclusion de lodos los dClllllS,
son pura y sencillamente lllol!Prallos, con lo cual no hay difi-
cultad ningllfla en COml)f(~lll1c1' la ojlosicion (PW s(~ les hace
invocando las doctrinas progresistas: y Jlor Jo que respecta ú
la cOllservadora, 110 lenemo" Illas que recordar para esplical'-
la, la cllcarniza(la é idJ'ullsigen[l' guerra que (Ics(ll' UHi'i
á lH51 Y desde lHGG ú1838. sostlniet'Otl efltre sí las frae-
cioll('s jloll, Pida]' Narvaez, Brayo l\!urillo, Sarlorills, \oee-
dal y algunas otras, gllerra (f1w Hlli(los varios dc SIIS Illielll-
hros, han (kelal'iulo hoy (\ la rr(1(~(,j()n Posarla Hl'rrCril.


Tenemos, pues, que solo por un período llla,; Ú llH'nOs
largo, pero siemprc limitado. lHIed(' wriHe;lI's(~ la uniOll de
dos pal'liLlos , acto (Ille se asemejaria ú la opent(;joll q uÍmi-
ca de lIlezelal' dos cuerpo,; dislintos, (1'1(' presentaran por al-
gUIl tiempo unos mismos caraetél'cs eSle1'io\'('s, pcro que aea-
barian po!' separarse, c1espl/c:-; de ha ber perdido ilmbo:-; SIl'
malas cualidade::\. y mejorado las que les haeiall ser úliles ~
aprcciahles.


E.sta situacion 1ll0mentúlIea y tran~itf)l'ia, si asi fjlliel'c lla-
múrsela, pero beneficiosa Ú!lO dudarlo CII alto grado, es Ll
que c:-;lwrúhamos (¡tu' la U.'iIO'\ LlBEIL\L realizasc al vcrifical'sr
Jlor segulIda V(~Z su adv(,rtillli(~lIto :1 la eskra (Id po(\('r.


IX.


Todo:.; h¡s e}tlc recuerdell las ('in'll/lslallcia:; ('11 (IlIe tUYO
IlIgar esle, l'e(;OIlOCeI'Úll el P()dCI'I)~f) t'1I1l\[;U1Wlilo. l'(Ihu-;l('('j¡]o
por hecho,; poslcl'iol'e:;. ('L! !JI/\' SI' apIJ,vab;¡1l lluc'slr;ls espc-
ranzas.


XillglllW epoca ~f.' halli,) pr('';('lltado lllit" jll'OpH'Ja para




- 29-


lIe\(u' ú cabo [an elevado lH'llsillllienlo, IkslHlc:-; de uu período
intranquilo yagilado, fruto ll¡ltural y lógico de los acollt('cÍ-
mientos que ]lromo\'i(')'on la revo!twioJ\ de 1H3'Í, hahia soIJre-
\('lIi(10, ('Oll 111] in[('nalo lIluy ('orto, otro qw' haci¡l con ar¡urI
d cOllLra~t(' Illa~ \'i~ibk, y e1\ rl que (kspkgü la I'eac('ioll llll
luir¡ Inl (11' I'('pn'sioll (, il\[nlcr<llll'ia, que no pal'(~('ia sillo <[Ut'
Il'atah¡1 d(' jllstifi(',lL' 1(J~ 11I',.:aci('I'to,; cometidos (Imau[e los dos
años al\[(\l'iore~. <¡U(' ('1\ su (ksal('ll!¡u1o al'¡1ll pOI' r<'lruceder,
quiso bOl'rar Ikl libro d(' la hi,.;torii1.


Entoll('('S, Citando. In ('1Ie1'l1a Si' hallalm t;l1l tirante (IlIC
¡llllClHlzaha 1'01ll1wl'se (le 111\ mOllH'nto ¡í otro: cUillH1n ü()Il\Cll-
zaban ú pcrcihil'se Cll la atmósfera esos síntollla~ atcrradores
pOI' SlllllislIlil yaglH'(I¡ul , (jire pl'('(~e(kll siplIlpl'e Ú las rc\ olu-
ciol\es, fué (~llalHl(J, cual íris de paz ~. de bonanza. apaj'l'('iú la
bandera de la UNIO:\ 1.1111-:11.\1 .. ¡alomada ('Oll PI esp[ri[u de to-
leraucia (le l[11e f:1l ·1 H;')(i hahia lwcho galn. ~. Illa~ ;weptahle
!odayía ú la fliwioll<¡ue entonees. porque wnia ;Í [,(,lnediar ma-
yorc~ males, y IllJl'lflW ofrceia lo que 1()(1o-: d(~SealJall. ónlen y
libertad jlilra el pOJ'\f:Jlir, y para el pasatlo el manlo (lel oh ido.


lnangura(la hajo auspicins tall ldie('~ n!jwJla situncion, VJ
podia Jnf:1l0S de ~er bien ['('('ibida por In illllwl\sa mayoría del
pais, (,lI~Ta cOllfianza creció de pUllto al ohsl'n<lr l¡tll' -:ll pri-
/llera 1lIl'11idn rll(~ la dI' rpstabl('('('I' 1'1 prestigio ~. Jos tlel'eehos
dd (~llerpO dl'dol'a.l. ordellando la ]'('eti1ieaeio]) (le lisIas, Los
litismos partidos, tan enconados ('n sus luehas IllOIl1Clltm; autes,
dl'pusi(~r(JIL ('omo de ('IIIllUil (l('IH'rdu, "ll aelitlld hostil, J para
\al(,l'lIl)~ de Lt propia ('~pr('sillll de UIlO de lo:; lllas autorizados
úl'gauos dd hando progresis[a, dguanlm'ulL ('011 el arma al ~.,.
hrazo. ú que COI!l('llzara la nue\ a. era. (Iue pro!llctia tituta ('s-.t:Z:;;:;¡¡$:


:"-';#'"-,";.. . .


pausion :v t()l(~ra lH'ia. f;' r'
"";\'::;




- 30-


Como si e~lo !lO ruc~e ~ulieicnlc .. V CI)IllO si la P1'I)\ itklleia
misma quisiera faYoreeet' el (lr~:o;al']'()Il() de la lJ 'iIOi\ LIBfo;ltAl..
dotándola con cuantos elementos pudi('riln r,ontrilntir ú hacer
que J'ue:o;c l1la~ \igol'OSO y rúpi(lo, los he chus qlle (lcstle l'lltOIl-
c,,~ oeIllTi(~]'on hubieran s('ni(lo illlmirahll'lI}(,llte para dar
fuerza y prcstigio úla situacioll , ~i csta hulli('s(' sabido apro-
yedHlJ'S(' (1" ellos, -Sul'giú prillH'rO un t'onflielo el1 d fpl(~ se
hallaba illtere~ada la hOllra nacional. nomhre ante. el cual 1m
callallo y callar;', Si(~lllpl'e eJl E:o;pafía la voz (le los parlid()~, y
que hizo flue la naeioll unúnilllc. sin (li,;lineioll (le idea,; ni
opiniOlH's. :0;(' ofwciera al gohie!'Ilo. para (ple obtnyi(~s('. C!)1l10
cf ectiYtlll1elltc obtmo. l'eparaeioll cumplida de la ofensa que
habian illf('rido ú nuestras arlllas las Il'ibu~ marroq1líes. La
cOllspirtlcioll ('a t%;ta ahortada en San Cúrlos de la Húpila, sir-
\ ió, ó debió sen-ir, para quC' los dementos liberales se uniesen
y 1,~tr'('thasC'll entre ~L uemosll'úll(loles que la exa¡.rcracla CO/l-
fianza (,li que ,ivian era ~()hremnllera ]Jeligl'O~a, y <¡!le el ene-
migo COllHlll. Ú lllliclI juzga han nmerto. acerba ha t['¡¡idor una
ocasion ell que (k~quitar,;(' de :o;us graH'~, pero !lO decisivas
derrotas. POI' lin. el cstndo ('n que la Europa ~e encontraba y
se P[H'W'llll'il loda, ía. Lt illlralHluilidad que por todas partes
reina. ('sa alarma quP por lo mi:O;!Ho !jUl' 110 1'C'COllore una eau-
sa (letel'nlill(l(la. t'S mas sell~ihk. y pal'(~C(~ tm~rll\'"ol'a (le tra,;-
tO!'llOS ll1U~' pl'Ofundo~, to(11) dehia mntl'ihuil' Ú robustecer la
acríoll (kl gobi('l'no. <Iúndo!r llw(lios para "ae{lr Ú salvo la
ll~\\e (lel Esli"1I1n, ('ual(',;qui<'ra f{IH' fuesen las evpllluali(lrlllcs
que (,[H'(,I'J'(lS(~ el POl·H'IÚI'.


¡:Se ha 11 apl'o\cehado cual lll('l'eeia n tan pre(~ioso~ CkllWfl-
tos. haei('mlnle~ senil' pan realiz:tr el pensamiento fIne pl't'-
"idió (¡ la 1")l'llliwilJll dI' h l'.\I():'; L1IlEHAI.:)--EI ('slallll ('11 qllf'




-jj-


se ('IWllcntl'a ('sta, es la mejor eOlltestacioll que pudiéramos
¡];:u' ú la anterior prcgunta. Si esos elcmentos que, con dolor
profullllo lo decimos, es SUlllamente difíeil (Iue vuelvan Ú (llk-
garse, hubieran sido apreciados en todo su valor, y por lo
tanto cuirladosamente mnsenados; si se hubiese ltedlO uso !le
('lIos para ,-eriticar la tau desearla unillll de los partirlos,
Iltilizúndolos el! r¡lYill' (le las ideas. 110 (le los indiyiduos. ni
tampoco para alargar ulla siluacion única y eselusivamelltc
personaL la U",!o'\ l.I13bllAL seria hoy un hecho, y no, como
suced!' por desgracia, una palabra yana.


\Tn queremos recordar ahora la 8(\rie de r'·1'l'ores y faltas
cot1wtir]n" (~n los dos aitos fIne araban (k pa;;;al': y C[U(' comen·
z:lI1(ln con In famosa eireular sohr(~ elecciones. que proyoeó la
flll'maeion del llamarlo partirlo progresista pllra, rondlly(~ con
lo,; proyectos dI' le,Ye:-> administrativas que adual tllellte se cs-
l{lll discuti('IIr1o en el Congreso, y que han estado ya {I punto
de pl'onwar ulIa profunda (livisioll etl el S('I\O de la mayoría.
¿A f[lJ(" condllril'Ía Ullalllil'ada retrospectiva sobre todos ycarJil
uno de eso,.; hechus, que se prescntaJl eiertatllcn! e COtllO poco
g('¡1\CS r'uillHlo se ks (''\amina aislados, pero qm' aparcren. ~­
('11 efecto lo SOIl Illuelto, si se les considera en conjul110 y so-
bre lodo si s(' ap]'ceia el rspÍL'itu y las (cndencias quc ha.van
pmlido [ll'Oduei dos!


¿,\easo ú rl('Jl)o'Jlrar (PI(' los aduales gobel'll<lntes se han
f'qlÜ' oca((o, rlue no han sahido (,()lllpl'(~Jl(lcr la misioll que pa-
recían Halllados ú llcnar!- Pues para esto no es pl'e(:iso d(··
tenCl':,:e en los detalles, y sí solo oiJservar rl resultado: y cuan·
do este ]lO hay uadil' que deje de eueontmrle exíguo, al
compararle con las promesas solemnelllente heehas y con los
medios que para cumplirlas hubo; <'uando yelllOS l(ue la;;: pa-




- 32 .'-


~jones políticas, en lugar de (1ecJ'cecJ', han re<loblado su \iolcn-
cia; (Iue los paL'lidos comhaten con igual él Illayo\' encarniza-
mien[,o que otras \'eces; que si continúan separados los pro-
grcsislas y moderados de las oposiejOlH's, 110 lo ('st¡'lll 1IH'110S
los que fo\'man esta situaeioll, po\' mas f[w' SlIS 1l0l1lbrr's apa-
)'pzcall uni(lo~ (~n las ,"otaciones.1e amhas CúmaJ'as: (1'le si h
nacioH ha ganarlo en lranquilillall, no til~nc garantía alguna
tll' quc no la 1)('1'(le\'ú lllañana: qUE' si la reaccioll HO ocupa 11O~'
el poder, se consenan sin embargo sus o1Jl'as con ('uiltado,
para que si, lo que es Illlly f{¡cjl, ]¡~ recobra, !lO Icnga p)'('('i-
sioll de hacerlas llUeYa!i: que si se ha favorecido algo á los
indi"iduos, no se ha hccho concesion ninguna ft las ¡rleas:
('uando se obs('rva, en iln, que el ministerio solo [rala lIt·
ir sortf'ando las di!ieultades para ganar un dia mas, di('im-
110 «Ilespuf's dc mí el diluyio,)) no hay nceesidad de volve)'
la vista húeia el pa~ado, bastando para juzgad!' lo que nos
dice acerca de (01 todo lo que actualmente se ofrcce {¡ llupslra
,ista,


¿Se exige quizú algun otro !lato'! ¿son nccesarias tal \'e1
mas concluyentes pruebas 11<' que el gobicl'llo actual ha rles-
conoeirlo su mision, ha faltado á compromisos contraídos ú
la faz de la nacion, ha dejado sin cumplimiento lo~ ddlel'('S
que le imponia el nombre con que le pIngo apelli(lal'se? Pues >,
fácil, muy [(LCil cs hallarlas,


No hay necesidad !le recurrir ú las lll'omcsas mil n'ce,;
hechas, ya de palabra, ya por ('s('rito, dc que tOllas las refor-
mas que se hiciesen serian en scuti(lo lilwl'ill: no la ha,' tam-
poco de recordar el discurso pronunciado ell la a Ita C¡'llnara
pOI' n. Leopo!tlo O' Donncll, cuando hadil la o]losicion I'n
nombl'e dI" la l:nioll liberal, y en d quc llesal'rollú los prinri-




pÍos de esta d(~ Ull modo opuesto y contrario pOI' completo al
'¡Ile lo haee hoy que se halla en el pOlkl': llO la hay, por fin.
dI' citar las palabras que en nOlllbl'e de la misma, y acepta-
das asi por ('1 gohicl'llo como [lOI' la mayoría (le 1 Congl'eso,
dirigió Ú UIIO y otra el Sr. Hios Ho~a~ al disrutirs(' el proyec-
to de contestacioll al disclll"sO (le la Corona: no. hay otra
[H'IWIHl mas (kcisiva alÍn.


Léase el acta adidollal ú la COllslilucioll de HH:í, llll-
blícalla en l~;)G; e\.amínese ton (~ui(la(l() ese importantísimo
documento, escrito pOl' l'I gefe de estr gabinete; aprohado por
los mismos que le apoyall. y en d eual se hallan formuladas
tOllas ú casi todas las aspiraciones ([lw entonces abrigaba la
lTNJOi> LIIII-:n.\L: medítese sobre el notabilísimo preámbulo que
le aeoIllpafía, estúdiese su espíritu y su letra, yeomparando
llespue,;; sus preseripeiolles con lo que ha hecho este ministe-
rio en los tl'(~,; afios que lleva de mando, tlígaseno,;; si desde
aquella (~poea hemos illlelall(¡Hlo {¡ atrasado. si marchamos
h:¡eia la lihertad {, hilcia la reaceioll. si pueden llevar un
mi!'\Illo nombre la siluadoll entonee~ dominante, que rcdaeta-
ha rl Acta Ildicional, precisamente r:uando tualquirr medida
r('presiva hubiera [JOl1i(lo diseulpars(' eomo necesaria para
oponer tl/lllique {¡ la revolw\ioll, y la que al presente domina.
qw' eOll~el'Va In Rf/imna constitucional. cuando dehe tenwrse
mm; (¡ue IIUI1('a la entmda en el poder ll(~ los hOlllhl'e~ que la
hi('i('!'oll.


x,


I)e las consideraciones que pl'eertlen, y en las que abri-
gamos el cOll\cneimicllto de que no nos hemos s('parado de la
mas l'i¡rOJ'osfl exaetitllll. surge llí\tul'almelll(' esta pregunta:


5




- 3i-


(;Cómo Ulla situacion (lllC no s'lbc cumplir ~us CDtllIH'omiso:"
y que dista mUe1lO de l'cspollller ú los ¡\{oseos dd pai:,;. puede
sostcnel'~e durante lanto tiempo, justamente lu!uí, ([otllll'
acostumbraba ú conlarse por tlía:,; la \ida de los anterior\':,;
mini:,;tcl'ios¿


Dil'ClllO,":' eH primer lugar, y para que HU se de:,;ltiltlll'ali('('
nuestro pensamienlo, n(~y(,lId() ljU(' no:-; /llueve un ciego y
si:,;lcmfttico espíritu de oposicioll, que si e~ ciedo q\le el go-
hi('rIlo actual llO llena, ni mucho llWllO~. tOlla~ la:,; Jlcee~iJade~
qlW S(~ hicil'l'oll y ('oHI ¡[lúan Iw('i('lIrlo~(' senlir. e:,;. :,;ill ('IIl!J¡II'-
¡.ro. mejor y lIla~ aceptahle qU(' h llln~'ol' parte (le sus prclle-
r~es()re~. Domina, es \~el'(lad, l'Oll los principios del parl itltí
ll1olkrado, pero es en su aplieacion llla~ to]cr,lIl!e y los illl]lO-
nI' coa mellO, restricciones que los gahinete~ de aquel parti-
110, ll,widos despllcs (le la ],(~\o]llcioll (le 18iS: mantiene la
rel'ol'Jlla que una exagerada I'l'uceion pretrndi(¡ hu¡;tl' I'n la J¡,y
fundamental. pero no la pone en prúctica: no contl'ibl1~'t;
('OH sus medi(las ¿l facilitar d d(~:,;al'l'ollo de lil riqucza pú-
hlica, pero tampoeo se complace I~n pl'e:,;cllta1'll' ohst¡wll]()~:
!lO of['(;(;e garanlías á la s('guridm] ¡IHli, iduaL pero no infrin-
ge 1Ill (lel'echn en tantas o('asiOl}(,~ yulnerado: no adminislra
bien, no fomcnta nuc:,;lro crédito, 110 aticLHlc ú todas li1~ re-
clamaeiones (li[(~ ~e k dirigen, ni pone los medios pum c\i-
lar que ~e dé lugar {t ella:,;, p('ro administra :-;in ,¡o]eucia, ~~
s~)hr(' tOllo, no se 1(· ¡)nl:Sil (le iIlIllIH'alida(l, lo eual, trist(; es
(keil'lo, pero ya se ('ollsidcra eOlllO Illla \irlUlllÍ po]' lo nH'Il()~
('OIl'lO tlll ¡n('rito: contrilmyc en gran 1ll,lTlCJ';l al de~pl'('stigin
del sistema re¡n'(;scuiati, o, haciendo diputados de:,;r!e ~us oli-
I'inas, (; imponi('IHlo ú lo~ distrito,; candidat()~ que ¡¡'s :';Oll dr~­
('tllloeido~ pUl' ('ulllpkto. pero no I'Otn[H' n\¡i('l'tamenlf' ('Oli In




- 35-


reprc:-;rllladoll niH'iOl\il 1. y si(¡uicl'a ('U apariencia la respda:
no deroga la ky !le imprenta que ellcontr<Í establecida, pero


. .


no ohliga ft los escritol'e~ ¡í sujetar;;e estrictamente á sus dra-
conianas pl'escrilwiolles, y presenta otra, (~n la (lllC, dicho S{';]
de paso, la comision encargada ,lr examinarla ha intl'Odueido
relorrnas, IjIW di~tall IIlIH'.ho ;'1 la y{']'(lad de 10 ([ltC ,le sus
miemhros se ('speraba. y (PI(' rll YCZ (le lilH'ralizill'lu, la hncen
ser reaccionaria: intransigente. en lhl, eOIl las i(leas, es (lui:!.,!
con los homhres sobrado rontcmporiza(lo¡" ,\' ('.:)11 tal que se le
sil'va, \lO pn'gunta ;t niHli(, por su pasado, ni se ('uitla de las
opiniones que al presente ahriga.


Por esto. habifuada como lo está la nacion ú otros gobicr-
nos que !lO sahia c(¡mo ni por r¡u(~ se hahian fOl'lllado, y que
n') debit\nrloIr ú ella su e"isfenria, se cuidaban muy poco ó
nada de guardarla los ¡,c"petos y las (:ollsi(kraeiollcs, ni aun
de ¡¡mna, flue obscl'Y¡¡ PI mi nislel'io actnal: convencida il(le-
m(tS de que lUlO d(' sus Il1ft~'(JI'CS males era la instabili,la(l mi-
nisterial lInatla lwsfa su últil\la l'Sprt:SiOll, .' can-:a(la tle los
trastol'llOS que tollos los cambios de sitnaciolles ]1l)líti(~as tl'(lr'll
ro pos de sí, prestó ¡í ('"la su apoyo, ya qur llO SllS "illlpa-
tías, por la siguiente razon (J.llC hemos oi(h repetir en in!ini-
ta" oellsio!les.- i' Este gohierno no nos gusta; ,,11 ltla rclt a ('slú
kjos (k salÍsr(lc,(:r lluest!'os (ks('o~, jl('ro ('S mCllos Illtl lo (111('
<)Iros. y (:qui('1l s,lhe el (jUl' vendrá tra~ (,]:J.,


El t('mor qlW f'llciI'L'J'iln e~tas últ.imas palauras. sr' enear-
gan de justilkal'lo las oposieiolles. qur no ('mnprr!l(!i('Jl(10 sus
\('nla(]Pros inkl'<'sr:s, ('(Iuivoeiímlose rll l()~ llIl'dil)s r¡ nc dehie-
ran emplear, hitll deelarado al gohicl'!I[) lllla gU(,l'l'il injusta.
pOI' lo qu!' tielle de sistellliíf.ica: han dcsn;¡lilralizado SIIS prill-
"ipi()~, ;\dllpl<lllfln J¡\ pl'ogl'('si:-:t¡¡ !lnit ¡(('tilnll 1'(~SI)l'('to al ll'OII(¡




- 36-


que la illlposibilita para PI matula, y haeicl1l\o una brusca
evalucion la moderada, en sentido del Illas exaltado libera-
lismo, evolucioll en cuya sinceridad no cree nadie, y 1111e
(~()ntrihuye á Sil descrédito: han incuITido, en fin, (~n una
multitud (k cxagcraciolH's, afirmando en absoluto que esta
siluaclon es lilas reaCCi0:11 ria y mas inmoral qw' (mantas hu-
bo antes dr ahora, lo cual obliga á estahlee!'r (~()lllpat'aeiolles,
de las que resulta, como no puede menos de suceder, fa vo-
recida la qlle hoy se encuentra al frent(' lle los nf'g'ocio:o\ del
rais .


Hay ,Hlellla~ otra raZUlt muy podcl'Osa para compren de"
la larga yi!la de que estE' ministerio goza. ena dolol'Osísimll
esperiencia habia hecho apt'endel' á la n<lcion q Ut' no tlchia
depositar su confianza en las l'erOl'lna~ llevadas ú cabo por
hombre~ que apenas empuña hall la~ ricndils del Estarlo, que-
dan trastornarlo lodo, ohligando á este {¡ eamhi,u' de rumbo,
sin causa alguna eonoeirla y ~olo pi)!' har'el' ensayos siempre
peligrosos, ú por no seguir el camino trazarlo por sus Ilntp-
ceso res , El general O '])otltlell ofre(' i<') c.ie(~lltar Cil balrncllte
lo eonLral'io; empezó en efecto cumplienrlo su promesa, y esto
solo bastó para que ~(~ le ac.ogiese eon agr<1do. y para fiue
ltlngull género dp obstáculo se 0Jlusiera ú la marcha lihre
y desembarazada (1(~ su gohierno: 1'\ pai~ (l'wl'ia tra Ill(ui\i-
dad, y este se la proporcionaba: rlesea ba disfrutar dp Ull
período de des('<lnso <JUI' le ]H't'lllitiürtt n'cu¡)(·l'at· sus fuerza~
perdidas en las pasalla:- (·.0111110(~ione~ políticas, y ('1 ministe-
rio le ofrecia los medio::; de satisfacer csr~ deseo: p('rlia una
trégua en las enconadas luchas de los partirlos, y ('1 gahi-
Iletr~ se apresuraba ú (~!)Jl('ellr'l'sela, brilH1<'tlHlos(' ('011 alar-
garla por todo p) ti(~Il1]lo que qllisieran p:"tns. Vr'i'([¡II\ c:, (\][('




- 37-


esa tranqtüli(l¡ul y ('SI' (bl<'llnSU !lO era ('1 p(jdel' quien los pru.
ptH'ciollaba, sino el estado dc Iaxitwl Cll que el ¡mis se halla~
!Ji]; Y(~\'(lall que esa tregua ú nallil' fa vOl'ecia lllas ([U(' á aquel,
pero b mayoría de la naeloll Uf) veía, como suele suceder
JIIuy illnenudo, milS que los erectos: las eilllsns [wl'llIallecian
(~s('ondida~, y juz;..;'an(lo sola lllf'nte por aquellos, se ('rcia del!'
(Ium dd go\¡i('l'Ilo, pOI' IwrH'fi('ios en (IHe ('str' solo Icnia lIIl~
l)('queüa pa 1'1<'.


,ras e1'¡1 p]'(~('iso <¡\le ll(~gal'a tUI día en que esto concluye-
se, y ese (Ija llegó. El primer período del mando de la lIallla·
(la Cllioll lil>praL (~ll que. ('1m):) ya lWllIos visto, 1\0 hizo na(la,
pcriOllo de llC'gaeioll. segun la ft'li7. espl'esion de un distillgui.
do hombre político. iba siendo ya sobrarlo largo, y a¡wnns ha~
bja nadie qtll' no (lnsiasp su 1('l'llIiuo, para [¡tI(' COIlll'IlZa-
~e el segundo, que podl'iamos llamar (le afinnaeioll, l'1l el que
prcs('ntara (~l gahirwl e los tra bajos que huhiese elaborado (lu-
rante Sil tranc¡ui lo y prolon¡.rado mando. fijase' su [losieio!l po-
lítica, espusiese los proyeetos que ahrigalm pal'a el pOl'\('lIir,
y el plan que habia ilrlopta(lo para Sil mejor y lilas pronto
desarrollo. Al ver que taJl justos (k~('()s !lO ('rilll ~;¡lisfecho,\
cmuenzaron d descontento. las (k~(~()nfiallzas, los 1'll1ll()!'('S:
S(' jlrineipiaroJl ¡'t esruehn]' amargas quejas. ('il \07. haja pri-
mero, algo Illas alta luego, ~- Illle 11(';':nlron por ¡in;í resonar
CJI el sr no dd Parlalllcllto naeiolln L pll('..;las Cl\ IDs IrtllÍos tld
~i'. Pcrmallyer, digno diputado barceloll('s. qUl~ eOB rlldo, P('I'u
allli~tf)so ([('cuto, sr' hizo inl/~I'prel(' de ('~a (!es('oll(ianza, y a('O!l~
:;cjó .tl gohierno. rOl11o amigo lcal. aunque sen'ro.


Sus esfucrzos, inútile" por el mOl1lcnto, dcjaron sin clllbar-
go, al Ill'seuhierlo UII ::;'('l'lllrn de ojlosieioll ea
rlf'l COllgn'so. (111(' l\Ilhi(,l'a dad!) ya ~1l~ t'l'Illo;. :11


-




- 38-


discutirse las le.,'e~ adlllillis!l'llti, as, ~lll ('1 h;ílJil Y suprelllo
esfuerzo hecho por ('\ gcl'r (Irl gahinete pam ('Illlsnvar suje-
ta la alhol'otiHla grey.
~() es esta la oca "ioa, ni este LlIlltl:):::l d IlIga l' Iljlorl tlWJ


de juzgal' aquellas leyes: ú su e.4udio y ú 1m (:llllll'tltarios tÍ
(ItlC se prestan detlieat'('lIlo-: <juiz(t muy pl"O!llo otl'O trabajo de
csla elase. _\n[i('iparell1os, sin (~mbal'g;). unas i(kas que se [\0"
OClll'l'cn en c:-;t(~ ll)l)!ncnfo aerrea (le 10-: ('['('dos <¡tI(' hasta
ahora oeasiOlHtl'Oll. y ({l11' pUed('ll s('nil' pam a pl'('(;iarlils,
Hall eaus(l(llJ una profunda y tal \ ez ineltl'abho escisio:¡ Cll
el sello (le la lllayoría; SOll cotllbati(h" (~'lt1l() PO(~O li IlI'l'a-
les, no solo [lor la oposieion pl'Of-tTcsista, si!lo [alllbien por la
ultra-moderada: obligan Ú SIlS autol'(~S iÍ trallsigir con las nll-
merosas ellllli('lldas que se han prcsentado: pe!'o lo hacCII de
tilla manera tan incompleta, qlW sin varia r su fondo, van á
condllir pUl' dejarlas inintpligihles: po!' Últilllo, mientras que
inspiran cn ('ontra su~ a diselll'so~ elocuentes Ú y)\,CllCS ayc!'
deseoIlOeirlr)s, llill¡..!'una YOZ autorizalla SI' levanta cn su favo!',
á !lO se!' la de Ct'wr)\'us del Castillo, el orndol' fogoso y eleva-
do (]e olras veces, que 110 cotlsigue cautivar la a!el1eioll aho-
ra, sillo spparúllllose del as tinto para ellsalzar (¡ los inmorta-
les !rgisladol'l's (le C,'¡diz y gloritiear los principios libel'i1l(~~;
y la del JIIinistro (le la Gobernaóol1, lILle 1l('(:('Si!il pam 110
ser ¡]cITotn¡]o_ cdlar llIano (1(, su arsenal inagotabl(' de soli~­
nlilS, rlt- su pOllcrosa llialf'etiea, ~' de la vasta instruceioll (IlIe
le ha heeho Irillllrar en tantas orilsiOlH's.


Xl.


DI' hIlen !.!'rar1o mnduiria!llo:-í iu[uí l1ue~tro ! rabajo: pero
nos (~s ]lI'('('[SII tratar alltes 111li! cur"tjrll1 tan cnojusiI, que d('s·




- 39-


(I<~ un prineipio \ elltamos evitándola, y solo aho!'a (l'1(' ya 110
!l0(kmos pasar por otro punto, es euamlo IIOS decidimos ú to-
carla.
~()s rrterimos á la cuestioll ([p personas, ~' yamos Ú Sl~l'
i~1l {'lIa lo mas parcos que posible sea.


La prilllel'a i(ka que lIatU\"illnH'llf(' ';(' IWIH'I"(' al Hegar :l
('sta materia, es la (le a\urignar, cómo este ministerio. que
llO sabe, uo puelll', Ú no quierE' ofrecer ningun sistema fijo,
y ('ntl'!' cuyos miembros los hay quc inspiran muy popas sim-
patía,; ~. esrasa eonfianza ú los mislllos [lUl' les l'O¡]pall. acier-
ta ú ('onscnar la mayoría con qw' ellenta en ambas Cúnw-
ras. los ('s('["ilon's lllle le apoyan ('n la prellsa . \' los hombres
liotahll'S que 1(' pn'stan su inflm'Jwia y sus senicios cn ¡mes-
tos ofieiale,; de imporla ll(~ia.


L('jo,;, Illuy I(~j()s ¡[(' nosotros d 1)(~lIsamicnlo de qUf' su apo-
~'o no sea sincero. y que SlJlo le inspircn mezquinos illtr'rrSI'"
!lersollaks. Antes 111' (',;tampar snspl'e]¡a SCll1e.iallÍl', si rs qw'
IJll(rll~ramos Ilegal' ú concphirla. l'()mJlcríamo~ mil vpres nues-
Ira pluma, aullCl'H' no ]¡1I1lit'~ral1\os 111- yo!\er ti (',wribir jam:'ls
pa labra algulla,


Xo, Ballie tiene Ikrccho ú ¡igul'al'se que homlm:s tan illl~>
tres como lo SOll rnuehos (It- los !]ll(' forman en (lerredoJ' dpl
ministerio actual, han "cllilido ~u honra y su bam1era por
un puíia(lo l1<- oro. lIi sa(:rif1eado su rcligion política por
una Illiserahk sombra de poder. llabl'ú tal vez algunas es-
eq)('iOlICs: quizú si se escudriíia con (millado se encOlltradlll
pntrc los sosteuer!o]'('s ¡Jo la sitllaeion (letllal algunos qw'
('olllel'l'iell con SllS i¡[('as y non Sil (;OIlSeellcneia política; P(~ro
('stos rqmgllillltes casos de corruJlcioll, no son de ahora: los
ha habido y IlIs ha!Jrú l'oIlstantemcnlt en todos los partidos.




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hasta que sujetándose estos ú una Ilepuracion l'sel'Upulosa.
tlnojen de su s(~no la escoria cIue hoy encierran y que PUedf' '
llega!' á ocasionarles gravísimo:-; perjuicios.


Pero sabido es quc las ('scepciones 110 constituyen, no jlIH'-
,len ronstiluir jatnú,.;, la rC'gla general, y aunque Sl' ofrecil'sea
ell númC'J'() lIluy eOllsiclcra hlc. no autorizarían it na(lil' para
asegurar que la mayoría de la situaeioll aetual se l'ntllnntra
corrompida, Ili para lallzal' sohre dla un deshonroso sanhc'-
nito. A tOllo lo que en lIul'stra' Upillio!l puedl'1l bs ¡~Sel'llCi()­
IH'S llar motiyo, es (l dolerse de que esa mayoría ¡<ol1sienla ('[l
lener ú su lado ú indiyidllalidacles que la !lañan 1~1I vez de
f¡1\'()rceerla, ~' Ú lamel1 tal' que el gobierno sea tan poco eS(,],Il-
puloso en la l'leceion <In sus amigos. Todo lo clemas seria ín-
justo y propio únicamente de los que resueltos (¡ hacer la ojlo-
"icion ú toda cosLa, no vaeilan en ae(~ptal' cuantos 1\Il'(1'IOS se
ks presentall para realizar su ohjeto.


Htmos dicho antes ~ yolvemos it rcpetir ahora. que el
ministerio que representa esta situacion es pura ~' ('~elll­
-:ivalllente moderado; fIue en las csnasas obras <IIlP hasta ahora
ha ejccutado, ha obedecido las máximas moderadas: que sus
proyectos, comD lo demuestran los (Iue al presenle se discu-
ten, están redactados con al'l'eglo [l principios mas Illoderados
aun que los que dominaban en 1815: que es, en fill, rnocle-
rado hasLl (~n sus numerosas negaciones, porque todas IÍ easi
todas ellas se l'el1crcn iÍ. no harer na (la para destruir los lraha-
jos de una fmccion cxageJ'tl(lamente mo(lcrada. No dehe cstra-
ñarse por lo tanto qll(~ le apoyen y sostengan lo~ rniemhms
¡le este pal'Lido, cuyas aspil'aeiones se \'(~n hoy realizarlas. y
solo se les puede acriminar porque se <listinguen ('on un
nombre que no 1e~ perteneCE' ." porque l'eCI)IJOe.iI~l1dos(' (lcma-




- il-


.. iado débiles, han acudido en demanda de auxilio ú sus anti-
guos enemigos. no vacilando pOI' lograrlo 1'1\ celehrar un p(lelo
que por su parte no piensan cumplir.


Pero entonces se pl'eguntarú, (~cómo hay progresistas que
eontl'ibu,valL al sostenimiento de ulla situaeion perfectamente
moderada! i~halL ahllie:lllo aeaso sus principios? ¡,han renega-
do de unas doctrinas por cuya lleJ'ensa akauzaron tantas glo-
rias? ¿Illel'ee(~n por ventUl'a el ignominioso epíteto con que
les distinguen, no solo las oposiciones, sino muchos de los
mismos con quien aetualmenle (\stún unidos y que \lO son CIl-
pílces de apreciar los Ill(¡vilcs que dirigen su conducla?


No. nada de eso; los progresistas han ofrecido su apoyo
al gabinete actual y siguen jll'estúndoselo sincera y desintere-
sadamente, porque creen que en ello hacen un gran sel'Yieio
~l :m pai~. Los embates lllas rudos cada día lIue el partido li-
bcml sufre (Ir' las eseuelas radicales, han hedlO que se agl'U-
pen al rededor de aquel lodo~ sus partidarios, sin distincion
de ideas, oblig{mdo!es ú cobijarse hajo la primer bandera
que se les presentó con este lema: « :\IonanIuía eonstitucio-
nal. 1) Podr{l scrles mas Ú mellOS agradahle el color de esa
hamlem, les ínspírarúu mas ó menos confianza los que la
pnarholall, pero no pOI' eso dcjarún de serie fieles, mientras
crcan en peligro las institll(~iolle~ que repl'esentan aquellas
(los palabras. Lo:;; que esto hacen, los que olvidando sus in-
terese:;;, su amhicion personal, llefiellllen esta situacion porque
no encuelltl'all medio dc constituir otl':1 mejor, los que ante
el ri(\sgo en {fU(' veían :;;us principios mas queridos, han te-
n irlo la abnegaeioll de sacriftcar, siquiera sea momentánea-
menlc. Ia~ ídras que siempre sostuvieron, los que para ase-
.~·lIl'a!' aqurllos IlO han v:H'ilado en al'l'ostral' el desden de sus


6




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nuevos amigos y las injurias que los antiguos les dirigen, HC,
deben llevar el nombre de traidores, no puede aplicárseles el
apodo con que quieren algunos distinguirles, y aunque sus
esperanzas sean lmrlac1as, ;lumlue no lleguen á conseguir Sil
noble objetu, aune¡ uc se les engañe haciéndoles servil' de apo-
yo iÍ una fraecíon conserva dora que no cra hastante fuerte
por sí sola pam sostenerse en el po(Icr, no por ('SO se deLe],;'l
anatematizarles; lo tIue harún tOtlas las porsona:- justas é
impal'eiales, serú compadecerles.


He ahí cómo se esplica el mí,slerio en t¡UC aparece ú pri-
mera vista envuelto el auxilio (Iue los antiguos progresistas
dispensaron al goLiel'llo, ó mejor dicho, al general O'Donnell,
porque ya e:-i harto sahi(lo <¡ue (:J es á su vez el que sostienr
ú los dcmús ministros.


No discutiremos ahol'a si este hace bicn Ó Illal I~n obrar
(le semejante modo, pero sí diremo~ r¡ uc cuando lIegup el
momento de su caida 110 (kJ)('!'ú culpar Ú Iladip, porque scrú
c~du~ivalllentc ~u'ya.


Xadie ha tenido mejores ('I('melltos que ¡,·I para or¡!anizal'
\lila ~ituaeioll política (JlI(' :-;a[i"l'acicl'a la:-; n('cesidal!es (kl
país: nadie tamJlI)('() ú quien la:,; eil'Cllll:-itancias ha~'aJl sido
mas fa\ orabks para lkv<lr Ú cabo la gralHliosa pmpresa de
¡]cyoher al sistellla liberal toda su pureza, fundiendo los an-
liguos partidos, y obligúmloles Ú uonstiluirsc Iluevamente.
Ante la reaiizacioll de tan e!c\ado ¡H'llsCllllicnto ~e hubieran
horrado po]' completo sus pasadas falLa:-; y desaparecerían sus
(,ITOI'l'~. no quedando mas que la brillante ímúgen de los be-
m'licios que la naeion l'eportaría. ~ clllonces podria psdamar
con fn'Jllp l'l'~lliLla y COl'azon sercno: ~ Ahí lt'neis mi obra:
!'rmdenútlnw s.i os alrr\f'i~,·




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Hoy creemos que (\S tipmilo t()(laüt: mañana quizú SC(I ya
tarde,


Si se espera ti (l'IP las oposiciones, convencidas rle que {\
nadie pel'jlHlica mas qlle ;Í ellas la exageracioll con r¡ur nOlll-
baten IIlUcllll~ w~rp~ aJ gohie\'Jlo, ~(' consagren [¡ ganar [l()¡'
JIlBdio de (~()Ileesiotlrs ;ímplias, sin por eso dejar d(' srr [ll'll-
dentes. ;Í la mayoría (l<~ lag Cúmltras; <Í si s(' agua rda Ú
(jI/e ('sta Pllcuentre lo que Jr' falta hoy, HU 11lP(lio (Ir separarse
del gohierno sin riesgo (]e- que avalleen aún m;1~ los pal'tid()~
l'adiealrs, aumCl¡(.¡'lIHlose las pl'Ohahili(l:ules (le sn trinnfo, y
un hombre de importancia ve\'(la(lel'a y flf~ antecedentes que
nu den lugar ¡í eoncrhir sospecha algnlla, que s::' ponga á su
frente, proponiéndose ser el regenerador de IUl pellsamieuto
tan desPoJ\lwido ú mal int(\rpl'(~tarlo por lo~ qur' hasta ahora lo
illteutal'on; si se (~spera ú esto. repetimos. enlonces uo :-:crú ,Ya
¡¡(~mp(). y el gabinete actual ('¡U'¡'/¡ para IlO \o]y(~\, :l I(,\;llllar-
se, porque hahrú demostrarlo Sil impotenein.


Para nosotl'Os. la eucstiou !lO pucc]e ('~tar l\1a~ da l'iI
1lI Illtls sellcillamcnte plantrarla. O se :-:igur' go!wl"Ilallllo
51)10 por el plaeef (le gO!lPl'lIaJ', ~- por ocupal' uu rlia ma s el
puesto (le lIlini~tl'O, v clltOl1('eS r'¡'('r'mos rll1(' la opinioll dd I)(\i:,
llO tardar;l m1H~ho ti(~llIpo ('11 manifestarse contra Itll ('gois-
1110 qlll' lIingulI hClH'fieio le produce: (¡ sr' Imj(l rln cllmplil'
promesas so!rmnrf1)cntr hcehas. y Sr' pl'es('II1;1 1I1l Yl'r(la-
(Iero sistcTIlil liberal, 1111 plan fijo .v hi(~ll d('t('l'llIillado de go-
hiemu. des<llTol1únrlolo ('011 elltereza ~.- sill ('ullsi(lC'I'[leioll de
ninpllllil ('sp(~('if'. (~U cuyo ('¡¡SI) la llilCioll agradn'itla presl,II';í
sus simpatías y su apoyo ;í los que le ha~-¡¡n ('oJ\('chido .v plall-
I (~illl(),


Esto 1'5 lo qut' uosot('os dl'SPillllOS, QIIf-' J\(I SI' (~()1I-




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tinúe eontcmporizanclo por lllas tiempo con la l'eaecion,
y que se ahordr con franqucza la cucstion Il(~ reforma
cOllstitucional. no creando ohstácnlos ;'1 las aspiraciones re-
petidas yccc:) manifestadas de la mayoría, ni illt('rponicll-
do un incalificahk yeto ú los (lrbates (l'W 1[11 ieran enta-
blar las minorías: que ('11 lo." pl'Oyeclo~ (lr leyes :1(lmi nistrali-
vas se intr0l1uzean las \'ariaciolles ,lr eSr[l('iil r[U(' f'splíeita-
m(~llte exigió esa misma mayoría, ~' no los (le pm:t forma que
se admiten por una mez(pIina transa('cioll. y rpw eH lugar de
mejorarlos, contrihuyell mas hiel! Ú osct!recerlos: que se pre-
sentr y se discuta pronto ulla ley !le impn'llta. arreglada ú
las necesidades lle la ('poca, y que no sea, eOlllO la que hoy
rige, una espada d(~ Damoeks, suspendida constantemcnte
sobrc la emision <Irl pensamiento: que totlas las (~llesliones es-
lel'íores se resurlvan atendiendo ú los principios uominantes
hoy, y que asi en Italia mmo en América. como en toda:,:
partes, no reprcsente España el palwl dr' h rf'aceion (~ontJ'il
la lihertad: que se coneeda en el interior mas espansioIl al
elcmento lihpral: que no se afecte desprcciark: <¡ue se tengan
con él siquiera las cOllsideradolles lJUl' se ticnen con elretró-
gl'arlo, Ú quien lanto al parecc)' SI' lellle: que se I\wrlile (~Il que
óI es quien sostiene 1;1 situaeiOIl aelnal. '! que lJllede cansarse
de un instante ú otro. si SI' pl'()sig\l(~ des(]efiúndo]e ,í pro\oc[\l1-
(lole ahiertamenk, C0l110 [loro I iempo hil (o(l;nía que lo hizo
lino (le los miemhros (lrl gobierno: qUf' no se Irate 11(' autllCII-
tal'. antes por el contrario, :-le ¡Jl'oc1ll'r llacr'r (PW desaparezca la
desconfianza y clrecelu con que se nbsen au los dos distintos
bandos que forlllan la sit uaeioll aetual: que. en una pala brll.
se avel'igiie con cuidado cuú!cs ::;on los deseo,: del pais. para
gobcl'II<ll' ('011 sujc('ioll ;1 r\l[)s . .\ ('1 ,¡tI(' ""lo hil¡2"a, lliÍJlw"e




-4¡¡ -


como quiera que se llame, serú el yenladcro fundador de la
U!'"ION LIBt::RAL, Y rl público no dirá entonecs como ahora !fue
esta es «una ilusion menos y un desengaiío mas,» sino, por
el contrario, que ha satisfecho una necesidad mgente, y rea-
lizado una patriótica y noble aspil'acion.


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~\.r\ .. A.P..:..r,;/'J1.JI.:J~·"""""""': .".1.,., ,!~~t


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