BRETES CONSIDERACIONES
}

BRETES CONSIDERACIONES


UNA PAZ GENERAL,
LA. MAS HONROSA Y CONVENIENTE


A TODO EL PUEBLO ESPAÑOL Y A LOS CARLISTAS DE ESPAÑA,,


ESCRITAS


POE D . JOSJ5 ROMERO MAZZETI,
Abogado del Colegio de Madrid j ex-GobernadoT de Navarra.


MADEID:—1875.
Imprenta de J. Gz-uzaiclo,


Calìe del Peñón, núWro, 7.




¡Estafadores y plagiarios!!! Esta obra es
propiedad de su autor, que perseguirá
ante la ley, al que la reimprima ó tra-
duzca sin su permiso, en España ó en el
extranjero.


O B R A S D E L M I S M O A U T O R


QUE SE VENDEN, Ó Á QUE SE SUSCRIBE EN LA LIBRERÍA DE VLLLAVERDE,


EN MADRID, CALLE DE CARRETAS, NÚM. 4.


Soluciones importantísimas de las cuestiones mas vitales de la época
(opúsculo político.) 2 rs.


Tratado para Jueces de paz. Impresión de 1861 y 65. Dos partes. . . . 10
Completa Dirección de Alcaldes y Ayuntamientos, según la ley


de WO. (Esta obra es propiedad del Señor Villaverde.). 20
Comentario á la ley de Capellanías de 1841 y disposiciones posteriores. 10
Sobre la expropiación y usurpación de bienes del Clero y corporacio-


nes públicas 8


Agotada la edición de estas dos últimas obras, hecha en 1856, están en
prensa con las adiciones sobre Capellanías, Concordato de 1866, etc., se suscri-
be de nuevo á dichos precios.




PRÒLOGO.


Es indubitable la necesidad general, el imperioso mandato de la


patria, de salir inmediatamente de esta guerra fratricida, y de sus


causas, en que los partidos políticos, atentos sólo al egoísmo de


ciertos individuos, y á su mala fé, ó á sus crasísimas ignorancias,


han puesto á la Nación que solo necesita ser alguna época bien go -


bernada, para ser muy pronto una de las primeras del mundo.


Yo; ya escribí en Junio de 1873, un folleto intitulado Soluciones


importantísimas sobre las cuestiones más vitales de la actual época; (1)


entre otros objetos, tuve el de preparar la formación de un gran


partido de todos los hombres de verdadero amor nacional, de honra-


dez sobre todo, con el nombre de Union de verdadera libertad católica.


Odonell, el grande Odonell, conociendo los hombres de partido


y muy bien á algunos, de los que acaudillaba en Madrid, definió la


época, y dijo con toda verdad, «Esto es un presidio suelto.* Se re -


firió en general á todos los partidos políticos de Madrid.'


Por eso atento á la gran verdad que dijo Odonell de todos los


partidos, (2) yo no lie querido ni quiero ser de ningún par1-


tido enxlusivista, yo solo soy del gran partido de la justicia, sobre


todo de la honradez, de los que viven de su trabajo, y más que todo,


inmensamente, del amor á mi Nación.—He dicho.


JOSÉ ROMERO MAZZETI.


(1) Se vende en Madrid, librería de Villaverde, calle de Carretas, á 2 rs,
{i) Hay sus excepciones honrosísimas, pero por desgracia, muy contadas.






CONSIDERACIÓN PRIMERA.


Déficits del Tesoro eliminando de l»f> Ingresos el pro-
ducto de Bienes Nacionales y de emisiones de Deuda.


DÉFICIT.


El año i85o, hecho arreglo general de la Deuda, 14.597,493 rs. (1)
Después fueron subiendo los déficits todos los años.


EN LOS GASTOS EN LOS GASTOS
ORDINARIOS. EXTRAORDINARIOS.


l859 390.005,870. 182.785,643.
[860 76.754,451. 322.090,252.
l86l 87.148,456. 576.156,278.
l862. . . . . . . 258.769,329. 928.555,531.
1863-64. . . . 168.266,955. 560.802,192.
1864-65. . . . 187.029,590. 568.428,03o.
1865-66. . . . 248.680,471. 567.715,853.
1866-67. . . . 138.710,121. 285.410,407.


Déficit deí 68 al 69. . 991.244,696 rs.


En tiempo de Amadeo, el déficit subia á la enorme suma de 1200
millones al año. Hoy con la guerra, el déficit llegará según algunos»
(no afirmo nada, porque no están publicados los datos) tal vez á 2.000.
millones, y los verdaderos ingresos á 1.800 millones.


( i ) El autor sabe muy bien que en este déficit hay mocho que advertir, como sobre
toda cuestión de números de Hacienda. Porque no estando incluidos en ese aparente pre-
supuesto los atrasos del 4 y 5 por 100 que se debían de tantos años, no pudo ser exacto j
el gran Bravo Morillo. El autor sabe más que parece, en algunas cuestiones de Hacienda'!'




— 6 —
Todos esos déficits desde i85o,. se han cubierto con los ingresos


de Bienes Nacionales.
El total de ellos, se puede graduar en cerca de DOCE MIL MI-


LLONES.
Los números no tienen partido, ni sofismas, ni engaños. Pero


son ineludibles las siguientes deducciones:
i.* ¿Existe ó no existe un vicio orgánico inmenso, un grande


abuso, una inmensa responsabilidad de cerca de DOCE MIL MI-
LLONES en las Administraciones públicas desde i85o á 1874; todas,
todas, también en ¡as Cortes y especialmente en los diputados que
en vez de castigar los presupuestos, en vez de cortar, de preyeer ese
daño, solo se ocupan en cuestiones de partido, en aumentar las car-
gas, las contribuciones del desgraciado, por ellos!! y mísero pueblo
español?


2." La Union liberal y sus hombres, no son ellos, ellos los verda-
deros responsables en su gestión de Hacienda, y por esas tres guerras
de Méjico, de Santo Domingo, del Perú, de la funesta revolución
del 68, al paso que para conjurar el déficit de sus desaciertos, la más
generosa de las reinas, no hizo cuánto pudo mandando vender su
patrimonio?


3.a Consideración que dirijo á los banqueros, á los grandes em-
pleados de Hacienda que lo sean por su alta inteligencia, no por una
credencial conseguida en una logia ó por favor: ¿Es cierto que para
reconstituir la Hacienda arruinada y perdida, como todo el pobre
pueblo español, se necesitan situaciones políticas, sólidas, que duren
cinco años} ¿Es cierto ésto, ó es imposible que la Hacienda, una de
las entrañas vitales del país sea Hacienda, vuelva á ser; muerta por
esos ciegos partidos? Si se necesitan situaciones estables, para dar
vitalidad á la Nación, responded al que no sabe ni quiere saber.
Responded; ¡fuera mentiras para engañar al desgraciado pueblo!!!
La República no es posible, porque faltan virtudes y costumbres re-
publicanas. La Dictadura, no es posible, porque Dios no ha dado un
Napoleón, ni un Cromwell, sólo miserables ambiciosos ha dado en
castigo al pueblo español.—Sólo queda posible la Monarquía. Pero
divididos en dos opuestas mitades; tradicionales en el Norte, Alfon-
sinos en el Mediodía; ¿no dice Dios por la razón, que se haga la paz
por la unión de los hombres de bien? Respondan los números ante-
riores de la verdad de ser los hombres de la Union, en Hacienda, los




— 7 —


SEGUNDA OBSERVACIÓN MAS ESPECIAL.


Los gastos totales del ejército actual en tiempo de guerra, pasan
de 1.600 millones, incluyendo Carabineros y Guardia Civil. Véase
el presupuesto de 1874-75, y no estará.ínuy errada la suma. El que
dude, que lea los presupuestos del año anterior.


Los gastos del ejército en pié de paz, sólo serían de 5oo á 600
millones al año. Esta apreciación está tomada de los Presupuestos
•del Estado. Pero á los mil millones de diferencia, hay que añadir los
de préstamos del 12 ó 14 por 100.


Los carlistas gastan también, pero por su mayor economía, con
120 millones ó menos, sostienen 40.000 hombres en Navarra y Vas-


fHígadas, y no tengo datos de lo que gasten en Cataluña, Aragori y alenda. Todos, contra esta patria desgraciada.
0''


t\ TERCERA OBSERVACIÓN. .


ilfétaUdud f\e, algunos daños que a l a patr ia cansa n n
¡¡fr sólo mes, de la funesta g u e r r a actual.


^imposible seria calcular la totalidad que llora la patria triste, por
(ffitestad tan deshecha. ¡Quién podrá contar las lágrimas y sangre y
»íjue se derraman en la preciada Cuba! ¡quién los peligros y des-
piertos de los tristes restos que nos quedan de las antes inmensas
piones de Ultramar! ¿quién nuestra perdida influencia, quién la
-,f el gozo que la guerra causa á los enemigos de los españoles?


más funestos para España. Así en lo económico se ha engañado al
pueblo español, siempre, y se echó á D.* Isabel II la responsabilidad
de faltas que sólo eran de los de la Union liberal, de los mismos que
promovieron esas tres fatales é innecesarias guerras, y devoraron en
siete años la mayor parte de los millones que quedan apuntados.


¿Puede haber orden, paz, y dejar de haber guerras y ruinas de la
Nación con esos déficits?


Basta de comentarios.




— 8 —
Antes en el siglo xvi era orgullo llamarse español, hoy para el méjúlf
de los extranjeros que dominaron nuestros esclarecidos padres, sótík
merecemos vergonzosa compasión. Contrayendo la cuestión de datóte;*
de las diminuciones de las siete Compañías de Seguros generales y
otros del Registro de la propiedad; de una evaluación por alto echar
da, según la Estadística de las diversas provincias de la Península,
ésta pierde en producción tres mil millones de reales cada año, sólo
en menor producción, ó sean 25o millones por sólo este concepto,
cada mes. Los males morales de tantas madres, hijos y familias la-
grimosas, de tanta y tanta transacción y esperanzas paralizadas, ¿quién
los numerará?


CUARTA OBSERVACIÓN.


Teoría dé la causa principal eficiente de la guer ra civil.—
Otras concausas ocasionales.


La causa principal de la guerra civil, si á mí el cielo me dio de
ella alguna luz, es haberse quebrantado por el cuerpo social el segun-
do mandamiento del decálogo, que dice «No jurarás en vano, por-
que no quedará sin castigo el que tomare el santo nombre sobre
una cosa vana.» (i) La palabra de Dios es justa y no puede faltar. Isa-
bel II estaba jurada reina de España y su sucesión. Se faltó á Isabel
y i su sucesión. Y está escrito «En sus propias maldades es preso el
que peca, y atado con las ligaduras de sus pecados.» Todos peca-
mos como miembros del cuerpo social; unos trayendo á un Amadeo,
juguete que Idte masones quisieron tener; otros á D. Carlos, mal
doctrinado sobre supuestos derechos. Por eso Dios nos ha man-
dado castigos de aquella falta de haber quebrantado el respetable ju-
ramento de fidelidad á D.a Isabel. Dios se ha servido de los federales
para castigo de los unionistas; de los carlistas para castigos recípro-
cos de todos. Así hasta del mal, saca su justicia bien. Esta es mi teo-
ría. D. Carlos no tiene, en mi apreciación, el derecho que cree al
treno español; ésto lo demostré palpablemente, y los errores del


(1) Df uteronomio, cap. 5, vers. 11; capitulo admirable, sobre todo el versículo39
que en mi apreciou.es el non plus ultra de la ciencia civil y política.




— 9 —
P. Magin, de Aparici y otros en sus opúsculos sobre la cuestión de
legitimidad. Es concausa la equivocación de los carlistas sobre la
cuestión dinástica; por la demás los estimo inmensamente como ca-
tólicos y patriotas.


Pero hay otras concausas. La actual guerra civil es también más
religiosa que política. El masonismo triunfante en España con la re-
volución del 68, atacó los derechos de la religión y del clero, y suce-
dió lo que no podia menos de suceder.


Falseamiento y b a r i a en las elecciones.


i' Célebres son las de Diputados y Senadores en tiempo de la revolu-
.cion para fingir que la voluntad nacional estaba por D. Amadeo. No
jks nuevo ese gran hecho fatal, que tanta influencia tuvo en la guerra
5de Navarra. Después de lo de Oroquieta, se retiraron los Navarros
ty Vascongados más pacíficos á sus casas, y resistían las sugestiones de
Olio, Radicayotros jefes.Pero para legalizarla traída de D. Ama-
ideo, se hicieron unas elecciones generales y se convocó para elegir
^Senadores y Diputados. En Navarra se hizo la siguiente farsa:


Un cunero buscó á un pregonero de Cascante armado de un largo
¡palo, y en el escrutinio de Senadores se puso en Pamplona detrás de
un bombo.. . . . .


Pero los navarros burlados, se extendieron por Navarra clamando
¡venganza! y en tres dias se armaron esos batallones que solo tienen
la falta de hacer, armas contra su patria y defender la causa de Don
Carlos.


Llora España triste, tantas víctimas, tantas sangres, tantos incen-
dios, tantos millones como te cuesta aquel funesto suceso del falsea-
miento de las elecciones, para suponer que España quería á Don
Amadeo:




— 10 —


Otra g rande cansa de la gue r r a


La ignorancia, que á todos nos tocó, como castigo de aquella
primera funesta culpa de Adán; pero que estudiando puede y debe
vencerse; esa hizo que el Padre Magin escribiese un opúsculo á fa-
vor de los pretendidos derechos de D. Carlos. Y esa misma ignoran-
cia hizo que el célebre Aparici y Guijarro, espribiese otro célebre
folleto al que dio nombre, pero al que coadyuvó D. Miguel Sanz de
la Fuente, Director de la Gaceta de Oñate, en que vertió aquél sin
reflexión y debido detenimiento todas las equivocaciones posibles
para atraer sobre la cuestión dinástica á los sencillos Vascongados
y Navarros, y á los Aragoneses y Catalanes. Grandes males.se nos
han venido por no haber estudiado bien el punto de derecho de la
legitimidad de la corona, que solo por derecho.de las antiguas leyes
•corresponde á D. Alfonso.


A favor de D. Carlos se alega que en i83o no se podían alterar
los derechos, porque le perjudicaban los suyos; cuando esa doctrina
no procede en las leyes políticas, que siempre tienen efecto retroactivo.
Se alegan otros errores sobre los poderes de las Cortes de 1789, que
se desvanecen con sólo leer mi folleto Soluciones importantísimas.


Navarra, Vascongadas y carácter de sns habitantes.


Es el suelo de Navarra el más rico de España, y así la agricultura
es allí la principal ocupación. Los navarros son muy cristianos, since-
ros, comen de su trabajo, duros, tercos, valientes como leones, por
tradición y por temperamento, y tienen un rico tesoro en sus buenas
costumbres. A los leones de Navarra se les gobierna con una hebra de
lana, si se les hace justicia... pero si se les roba, se les insulta como
ha sucedido por algún revolucionario, se vuelven, fieros, como leones.
Su clero calumniado, es muy labarioso en enseñar á tos niños, en pre-
dicar elocuentemente, en llenar cada cual su misión cristiana: así los
templos están leños de fieles, y allí el cristianismo, es verdad. Ojalá
que el clero de Andalucía, y otras partes predicara y enseñara como
el de Navarra y Vascongadas. Les pedí en nombre de la caridad, pa-
ra socorrer sus pobres, y hubo en Pamplona quien me mandó mil




— 11 —
reales sin querer decir su nombre, y me sobró y se lo devolví. Digo
que el ser navarro ó vascongado, por sus costumbres y valor, es, y
será siempre para mi grandísima recomendación. En el idioma pro-
pio vascuence, no hay una palabra para expresar cosa de obsceni-
dad. Hay que acudir á otros dialectos. Esto dice mucho sobre las cos-
tumbres antiguas de los vascongados.


Trabajos actuales del earbonarismo y masonismo.


' El primero qué organizado en provincias, ocasionó los sucesos
de Loja, hoy está confuso por sus derrotas cantonales de 1873. El
segundo, apafece que duerme en el idioma masónico. Pero no duer-
me, no. Desde la fracción Castelar, todos los grupos masónicos, ab-
jurados los errores de cantonales, federales, se han unido y trabajan
en el ejército y con sus elementos de Andalucía, Cataluña, Valencia
y Aragón, tienen la loca osadía y pretensión de traer este año por
Cónsul al Jefe de cortos alcances y de segunda fila, que está en París
y cuyo talento, es como el de su segundo apellido. Esta, esta es la
conspiración masónica actual, mientras aquí más vale callar


Entre otros muchísimos hechos, para demostrar la maldad del
masonismo político español, y de todos sus diversos grupos ú Orien-
tes, y su complicidad con los extranjeros enemigos de España, con-
tra todo lo que es católico y contra las tres testas coronadas, voy
á descubrir dos importantísimos secretos que me constan, no porque
sea, ni jamás haya sido masón; sino porque ellos mismos no guardan
sus secretos.


El primero es, que los masones de la Isla de Cuba y Puerto-
Rico, tienen comprada la Isla de Cuba, á ciertos masones de Madrid,
que solo esperan coger el poder, para acabar de perder la preciosa Isla,
y coger ellos los ochavos. Este es el secreto principal de esa funesta
guerra de Cuba, que cuesta la vida á tantos valientes soldados del
ejército español esa venta de masonismo á masonismo, es el se-
creto de aquellas elecciones de diputados anti-españoles, de esos
decretos escandalosos de 1873 de esas fortunas de algunos
que han cogido el poder desde la revolución de 1868. Recuérdense
ciertas especies de ciertas proposiciones Este es principal secreta
de aquella guerra.




' — 12 i-
Segundo secreto. Para la final consumación de la revolución deL


68, para desacreditar y desterrar áD." IsabelII como una etapa contra,
•el catolicismo, y el Papa, tan odiados por el masonismo y protestan-
tismo, coadyubócon dinero, no lo hizo todo, una sociedad, una mano
extranjera que con su oro y manos secretas trae revuelta á toda Eu-
ropa y en especial á Alemania. La cuestión de religión, es una pri-
mera cuestión, en Alemania, en Italia, en España, por etapas, á des-
truir totalmente la religión del Crucificado Es objeto principal,
secreto, del masonismo, anti-católico, anti-espaíiol. Esto y la venta
de Cuba, pintan lo anti-patriótico del masonismo español y de las
•cavernas (llamados templos) que tiene en Madrid. España no conoció
que al desterrar á una reina generosa, modelo de reinas y madres,,
en generosidad, á la que el oro extranjero de los enemigos de España,
los masones desacreditaba, era la señal de esa guerra de Cuba, de la
de toda Europa, obra ds uno de los mayores políticos masones de
esta edad.


Lo dicho no es la millonésima parte de lo que sabe.el autor; pero
CON ENSEÑAR UNA UÑA, basta. Vá á acabar sobre la pa\ honrosa, j
más conveniente, en su apreciación. No planteo cuestión, sino ani-
mado del deseo de hacer un bien á mi Nación, solo diré una pobre
palabra.


El autor que es monárquico, cristiano, católico-romano, como
lo es el pueblo español, quiere una paz en que domine inmensa-
mente el amor de esa patria perdida, arruinada hoy, por los dispara-
tés déla masonería y de la revolución. Quiere una Monarquía sólida.
robusta, no raquítica, como algunos, para medrar á costa del pue-
blo, quieren aquí. Quiere Rey y familia real libre, para que sean
libres todos los españoles. Quiere la paz que cantaban los ángeles
al nacer Jesucristo; la «pa>¡ á todos los hombres de buena volun-
tad » No es esta la paz de los impíos, (i) Los impíos como el demo-
nio, jamás pueden tener paz, porque profesan la guerra á Dios, á su
patria, y hasta á sus familias á las que desmoralizan. Hay que amar-
los, que compadecerlos, que enseñarlos, sacarlos de sus errores y
máximas disparatadas. Una paz, si es posibles, que comience arri-


( I ) Impío, según el Diccionario español, es «fallí) de piedad, virtud que enseña á re-
verenciar, honrar y servirá Dio», á los padres y á la patria.' El implo malo para Dios,
*'S perverso para íu patria, para su familia, hasta para s( mismo. Y desgraciadamente
desde que se irguieron las ideas masónicas francesas, sólo hay impiedad en España.




— 13 —
ha, bmy arriba, en la familia real de ambas ramas, donde siempre
debió haber pa% en que la patria inmensamente gane', y cada
particular también Hay solución buena para España y para todos.


¡Paz honrosa! ¡Paz para la patria y por la patria desgraciada! en ,
guerra en Cuba, minada en España minada en pero nada
de Judas para ningún español!!!


En Navarra hay muchos carlistas que quieren una paz honrosa..',
que sea paz estable y no tregua, ( i )


En Madrid, la antigua serpiente, origen de tanto mal, no quiere
paz honrosa, sólida, cristiana; sino la guerra sin necesidad, para
ella medrar en rio revuelto y vender á Cuba, y traer por primer
Cónsul al hombre de pocos alcances que tiene por segundo apellido
un diminutivo de animal de larga y pestífera cola.


Madrid 10 de Mayo de 1875.


Siempre animado del deseo del bien, el antiguo periodista. Abo-
gado del Colegio de Madrid y ex-Gobernador de Navarra,


JOSÉ ROMERO MAZZETI.


(1) La única esperanza de los carlistas es, que los que armaron la revolución del 68,
armen alguna otra y venga D. Carlos como castigo, de todos los liberales.