CORONA PONEBRE ...... CORONA FONEBRE BEL 2 DE ~IAYO DE 1808. ...
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CORONA PONEBRE




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CORONA FONEBRE
BEL 2 DE ~IAYO DE 1808.


COLECCION


DE f.O\!I'OSICIO:'lES POi:TICA.S }~~f.mTAS POR VARIOS AUTORES E:'l HONOR
DE I.I)S PRr'IEnoS \1,íRTIRES DE LA LInERTAD É INDEPE:'lDENCIA


¡':<;i'A'\'Ol. A. , PRECEDrnA DE U:"IA RESEÑA ''l1ln¡ímCA,
1lI0f.RcÍFlf.A y BESf.RlPTIVA.


POR


BRAULI O A. RAMIREZ.


l'tIAmUD:-18!~.
Imprrnta de la Viuda de D. R. J. Dominguez,


ralle de JIo1'laleza l11'm. 67.




Esta COROl'\A FUNEBRE, es propiedad del autor de los artÍfmlo5 históricos, y
nadie podrá reimprimirla sin gil consentimiento.




INTRODUCCION.


Ningun suceso de nuestra historia contemporá-
nea lllas digno de ser escrito con caractéres eter-
nos: ningun objeto mas sublime para la lira del
poela espaiiol, que la sangrienta jornada del DOS DE
MAYO DE 1808 á cuyos héroes se dedica esta
CORONA FÚNEBRE.


Admirador entusiasta de las glorias de mi Pa-
tria, siempre me he llenado de orgullo al encon-
trar en su inmenso catálogo aquel ejemplo de he-
roísmo que asombrando 6. la Europa, 'aterró al
genio conquistador del siglo; y si la nacion agrade-
cida ha consagrado un templo para guardar las ce-
nizas de los primeros mártires de su Ü'berlad é In-
dependencia, al parnaso español cumple tambien
canlar sus triunfos y ornar i31l tumba Con una co-
rOlla inmarcesible.


En el momento de emprender esta obra, cruzó
por llLi mente la idea de ofrecer al público una eo-
lcecion dl~ composiciones enteramente nuevas con~
tando con el ausilio de distinguido:o literatos: mas
este disculpable deseo de la novedad, me imposi-
bilitaba de otro mayor cual e!'D el de honrarla con
las suLlimcs poe sias de los Sres. Arriaza, Beiia, y
Gallego, c,,;cl'i(as en la época en que esta13a palpi-
tan(~ el illIllortal suceso. Creyéndolo, pues, so-




brado motivo para hacerme desistir, profori la
insercion de aquellas con otras notables, escritas
posteriormente, y varias inéditas de cuyo mérito
juzgará el público.


Si personas mas hábiles culpasen mi atrevimien-
to: si en la €)lcccion ó coordinacion do composicio-
nes no se advirtiese el mejor tino, invocaré la in-
dulgencia á que me conceptllo acreedClr, por elevar
este pequeño monumento á la veneranda momoria
do las víctimas del DOS DE MAYO.


Orautio 2l. tlamirq.


¡




EL DOS DE MAYO DE 1808.
RESEÑA lIlSTORICA.


El alilJ de 1007 las armas de Napoleon dominaJJan
la mayor pilrte jle la Europa. Cerca de ciento veinte
lllillones de hOJJlhres obedecían á su voluntad, y no sa-
tisfecha su ambicion, pretemlia hacerse dueno del llmn-
llo enlero.


Deslrll yendo y clevallllo tronos en la carrera de sus
triuufos, diú reyes á la Baviera, al 'Vutemberg y ir la
Holanda, arrojó á los BorLones de NÚJloles y ir la casa
,le Lorcna de b lIalia y de la Alemania: humilló el or-
gullo del alLivo Alejandro emperatlor de Husia, y lan-
zando lIllll rapijla ojeada al traves de sus deslum],l'an-
I!~s gloriils snllt"l~ la tle~apcl'cihida Espaüa, yió que tam-
bien esta adquisieiull le ufrecía \lU lluevo trono.


No se ocullú, sill elll hargo, ~l la perspicacia del gTan
políLiw que el carúctcr illdepenrlicllle jle sus naturales
lwria illll'uknte la fllerza de sus hayullclas si CoJl ella
tl'alaha dI) eOlliluislarb, y ellclllor de yer realizado es-
le prescnLilllicnlo le decillió ú esgrimir el arma PO(1eI'O-
sa dI! ~\l astucia, antes flue cOll1promele!" la fama de Sll~
a~llcrrid()" ]¡¡¡!;¡llulles.
~¡iiil;H¡" pOi" 1:1 fortuna ha~La en los SllCCSOS mas iH-
:-;i!~'llilir¡lHles, eJl!~IJ¡ló SllS plalWS de eO!llluisla CiWI111n
el ~lIhjenlO de E';P:IÚil acscansaLa sohre 10:-; yclllsl.os




-s-


hombros de Hn rey pacifico. entregado ú distracciones
frívolas, y de una reina (Iue, apasionada (le llll favo···
rito, tampoco se cuidaba de los negocios púhlicos.


La impaciencia de N apoleon por conta¡' entre sus do-
minios la tí erra vrcdílecla del sol y mas fav(lrncida de
la naturalcza, se ;aumentó al eomprellller qlle no era
{¡rdua empresa la de alucinar i los reyes ni ú ~ll valirlu
D. Manuel Godoy, Príncipc (lc la P"z; y tLln feliz fue
en sus primeras LenlLllivas, fIlIC Cat'lo8 IV Luvo ú mu-
cha homa eoncederle los soltlados espaflOles qne pitliú
para reemplazar la guarnicion framesa de Toscani¡, y
el PrínCIpe de la Paz, cuya ambician no J'etOllocia lí-
mites, le ahrió las arcas de sus inmensos tesoros con
la loca esperanza de que Napolcon le clcHl!'e en gr¡lli-
titud al rango de soberano.


Creycl!llo ~l1Dcicnles c!'1 LIS prlle!J<[s par:l. :lSl'8·urar d
éxito de su grat](le ohra, tl'alú (10 Ikqr];¡ adl'J:lllle COil
mas rapidez. En nu tralado flHe redacló el rri]]t:ipe de
l'alleyrand y fi¡'maron en Fon lainehlean n. Elts'enio
Izquierdo por Ulli\ parle COlIiO elilh¡¡j;lIlu!' ¡le E~paila,
y por otra el general lllll'nc, ST<li1 11l1ri~c,ll ti d p;¡]¡H'¡O
francés, disponía N::qlOleul1 Ú :,u «r]¡j!l'iu lb los ¡les ti-
nos del Portugal y de la llar.:io;¡ de Cal'Ío,. IV.


Con el duble ohjelo de ¡nl'aIEr estos r~~illo~ y e~pl!l­
sar de ellos ú los ilJgleses, S~ aconlú ell arlicnll)s tle ,1i-
cho tralado, que para la ocnpaciull de Por; ll!;i;l ClIli';]-
sen en EspiBia ~~),OOO infanles y :-;,OUO r:¡hallus de
tropas francesas, (f1H~ llircctallli'nle dehial1 ir :'t Lishoa
reunidos con 15,000 e:-:l'Hüoles,l n, ,iD: i Il¡~ illl';]Jllería
y 3,000 de caballería: l}llU ot.ra tliYI;.:ioll e~Faüol;] de
10,000 lJümbrcs tOlll<tSC posesicll de la Provincia rle
entre Duero y Miüo y de la ciudad (le Oporto, desti-


.1




- - ~. -


1li14las ;'t constituir el rcino de lt1 Lusitania; y (Ille olrn
.le (j,O()() homlll'cs, ÍlunhiClI espn"oles, ocupase el
Alclltejo y 10:-; AI"arhc~, ([nI' hahinn (le se!' entrcgados
en pIclla sohel'illlia al validil .le Carlos IV,


Se estilllllaha talllbiell ell el cdelm' coutrato tIc FOIl-
taillel,le;lIl ¡¡ne nll ejt':rciLu tle 10,OOIJ rrallce~e~ perllJil-
¡leeiera rcnlliüo en Bayona, 11\11' si los illglescs trata-
ran de Ílll(lctlir la illYasion dc Portugal: pel'o (pie 110
verificélJ'í,1Il su enlr(ula po!' Espaüa, lllientras (lile lati
dos potell('!;¡:-; conlratantes !lO sc pmiescl1 (le aC1H'l'Llu
slJhl'c este pllJllo,


PO!:O sc ruidaha X'lJlOleoll de frivolos rer¡lIisitos
C\1;lllIlo tan preciosos erall los momPlltos, y a~i es fIlie
110 ronleJllo con qnc el gcncral Jll!lol lllllJicse peJlell'a-
(lu en E~paf¡a el J:1 dc Oei¡¡Jil'U (lL~ i ~;07 par;, ¡r;,~ladar­
se ú Li"IJOil., ya cn ell¡¡r~ ¡]p ,lil:i:'lil!J;'í:, ¡",IC:: ¡lC ¡¡¡te el
gobicrllo e:;paüul tlieso sn ¡i'2E;i¡picn[u ¡d l:,¡~"tlJ (:,~
FOlllainehll'i1Il, hizu tllll~ flll~l'le~; ,l[ y;;.j,,:¡c:: ¡ n; ::,j ¡,,;eil h
PC\l¡llSllla hasta Yel' re,mi,la:, cn eHn r;c'1 ldit h¡1\-IJllC-
(as i'l'il.nt'(·s¡tS (¡ne f:e (lcl'ralllal'on im:,cnsilJlclilcIlle pur
(ollas las provin('ias,


Prevenidos pOI' el ~l'aH Clll [lcl'ilil, 11' lu,; gcrcs e::; Lls
trul'a:-; iHvasol'a~ tll~ f¡ne no cra la fuerza la fll!C r~~:l h~J~j{a
d¡; ilaecl' ~CrWl'(,S !le la Espaúa, ruch':: ]ii'''pi,'¡o rl n,úll:'l!
lit: la fort1lua mi¡:llil'as !lO se apari;¡I'OlI de tan prlllkiitC
C()ll~('.i", "e!'f) :dCl'clOliatlos alllli,,:¡;o lirlllpo é',l i;O r '1"1-
1';]1' 1:Illtlcdios ]1;ll'a ('(lllscC;1lir SIlS fill"~;, Jli:<i"l'l;:I~l' 111i::-
f¡o~ (l;' lI11cslrns piazas f1!¡'I':I::;, Cm~)lc;ij]iln la ;l:;(ll~'i;¡ i1!-
,,'!lllilS YCICS y 1:1 il'iliciul: j;¡:, ll'as. '1';11 wCé'dil') en la
orl:p;¡(~ilJudc la ci:ulallcla Ile P;]mplllllD,tll' T'J !¡¡ll'C:ilil:"
p:t:cnlal' Illcneioll par;l llar lIJla itlea Jigc;':¡ Ill' las 1n-
zaúas COll qnc sc ilicl'Oil Ú cunoce!' ;\ L)~ cci¡nfLJk.;




- 10--


No contento el gener;)l D'Arm;)gnac con quc le alo-
jasen tres hatallones de su division cn Pamplona, I'\'(~­
tenfli6 illtroducir oLros dos de suizos en 1,1 ciuúallcla,
pretesLmlllo no tener confianza en las trtlpas alo.i:ulas
en la ciudad. Se Opl1~O lrt s'uarnieidll Ú ,;clIl('jaIlL(~ soli-
citud, y el general fr;)nees, cnyo orgullo se l'(\';ilílió su-
]¡reIlHlllel'a, resohió !leYílr á callo una cstl'al,l,gellla
que, si hien tenia lllllehu lle cohartl(~, llU dejaba de ser
ingcniof'a y astuta.


Alojado en lIna casa iJlluediata al fuerte ó eil1l1allela,
oL~crvü 111lC :'1 este sitio aelllliall tliill'i,IIllCt][C sus so]¡la-
dus ;'1 proveerse de raciones. La llOl:hc dtl i~) Ile fe-
hrero de 1 BOn, hizo escIlllller en su alojamiento con la
dc1!ida prermlcion y,¡rios grau'Hleros escogidos', y ;'1 b
sis'nienle malwna, saliendo cierto E ¡'¡liJe!'" (le cl¡l)~ :'t
las órdenes del comatlllanle Bolle!'!. con d (li~rl'az dI]
soldado, se Ilirig'iel'oll ni fnnle, [I1I1S elltraron sin (1('-
tenerse á huscar las raciones, y OlrtlS liu!2iellUo espe-
ra!' por sus compa¡')e!'o:5, elllpezaron á jllgar tirúllllosc
pellas (le nieve, A medirla que los soltl;lI1os csp:ltlules
se distraian con los jllesos pueriles de los !2Tanaclerlls.
esros ay;)nzaIJan como al descnido, ya húeia el .mllo],!)
para hacerse duefws de los fllSiks, as! que Bohl'l'I. hi-
ciese la scilal convenifla, ya ¡¡úeia el ¡Illenl.e levadizo
para evitar en caso lIecesario (lile la gnarnicioll le al-
zara y lJuedase cerrada la cnllada del ruerte. Cuan(lo
RoJler! OllSC!'Y¡') que los granatleros e~t:t1latt llil'u 11isll'i-
lmillos, hizo 18. selial, y aparceiellllo ;1 Sil voz los <¡ne
se hallahan oeultos e¡¡ casa del FelHTal, rt~doJ¡l;trOlt
la fuerza de los que se haJlian <ll'JW¡¡Jo, ~. ];¡ p.u;¡j'I!i-
('ion espailOIa ~l r[ \Iien no se al.revj('J'flH ;'1 di';,;;tfiill' 1'/1
Imena ley, Laulos agller!'itlos küalJlIllcs . q!tC(/¡'I/!¡¡I'-




-H-
lada como 1IU pUIlia lílenü~ por esta illraItlo lraIélO 11,


Entro lallto las eSl'isiones de la familia real, se eutn-
plil;ahull estraol'flinéll'!;llIwJ!Le COlJlO ~i la tea Ile la dis-
clJrtlia !tulliera ~illt) lanzalla en llH'(lio 111; ella pOI' el 11"t'i-
mell qnn }Il'!lteg'ia ú Bonapal'ie, El enfaLu,Hb fa\'ol'iln
1¡lIn ;'( tOI]O tranen l'l'OClll';lba i1~i'glll':ll' ,,11 pOI'Hni,' s()lll'l~
bases sMiflas, proponia al prillcilH; F(~t'nmlll() la lllilllO
110 \lna clüüula S1lya con la idea de lleg'ar ú ser hermano
político del rey de ESJlaüa, y el ltcrel!cro del trollo, in-
dig-n,ulo cOlltra la proposicion (lel ,1lUla" valido, arros-
tl',llIa el I]¡~sl'edw (]e la reina ¡¡n e 1101' ill~pil'élcion de Sll
pl'cdileeln amigo, le ltahia acusado (le conspir,ulor COll-
tra la vida dclmollurca,


C0l110 el pl'ineipe Fernando it eOllSCCIlOlwia de esta
awsnciulI, t;e viese maldecido de sm padres y en peli-
STO de ser Ilesheredado, recurrió al amparo (le 1\"apo-
le(ln (lclIl<lml:'tllllole eH matrilllonio nna sO]¡l'illa sny", en
llrncha del acellLlrado :llllOr y re~pelo que le inspiraha
la familia illl]lerial.


Trasluciendo el p1lehlo las encsLiones del real alcá-
zar, y la (' iega. persecucion de que era objeto el prin-
ci¡lI' de Asturias, cuya suerte le interesaha tanto, elll-
pc"ú ú ¡Jat' llluestras de su odiositlall contra Godoy, su-
poniéndole rOIl razon el aulor de lodo; y no p1Hliendo
re~istir ya su reconcentrado enojo, la fillhleY(lcion po-
pular qne se verificó en 1ladrid e11 a de lllarzo de 1. B08,
se repl'o(llljo en el ,¡tio real de Aranjllcz que era dOl1fle
se lwllaba la corte.


En medio de esta exaltaciotl qne puso al trollo en 11n
conflicto, las voces de muerte contra el prilll'ipr (le la
l'élZ, lllezdúba1lSt' con los enlusiaslas "iyas it raYOl' dí'
Fcrnando, y el anciano lllOIl<lt'ca, respetando lLl~ clalllO-




-


- 12-


res del pnehlo , solo por el temor ¡II~ perdcr al favorito,
ahdicó la corona la nodlC IIel 1 f) de marzo en el prín-
cipe de Astnrias • tleslle entonces Fernando YIT .


. Lejos de' ganar con este camhio de pe ¡,sOllas la callsa
de la il1l1ependencia, fue la de Napoleoll la qlle tlió lhl
paso gigaulesco, pues dOlllinado Fernando YU por Sil
antiguo maestro el caw"lligo dOll .Jnall Escoi'¡lliz, qHn
era acólTillJo pal'lirlal'io Ilel nlllpel'a¡lor, facilllwlILe se
eOIli!)\'enlle f}1Ie el trono de Espaita serin bien prontu
del ({ne le cOlliciaha.


La inya:,>ioll de llueva,; tropas rl'ance~as, lJo sr intel'-
rnillpia clltre Lanto. ~OJJlhl'¡lIll) 8'cfc de lo~: IliI'l~I'I~!I1cs
C11f:l'jlllS cou tit1l10 de ln~';¡r tellienlc el S'cllcl'at ~lllr;¡l,
gTitll duque de Hel'g, y Clllb.l!) ,le Napolellll, n'cihió
lJl'(lcn ¡le uCl1par la capilal tle la ltlo!l(\t'qlli;\ CIl11 Illl Iltl-
mel'O,O y hl'illantc ejl'l'ciio, y el'edi'illlH'lIll' así lo Yel'i-
fkó el '2;) de marzo el! ¡¡¡dio di: Illl illdirpl'eilli~llIi) pOI'
parle del pueblo de Mill!ría, qne IlO I],:jú tll) lal'Cl'ill' ~tl
org1l110,


Al ~iglliellte dia hizo (muhicll Sil cnlr~ula Fe1'I1:1I1-
do VII, y el Pllehlo <¡ne en la IUilllana illIlüriOl' jI(lJ'ccia
circular por las calles hajo una Íllllifel'p!l,'la gbeial, COI'-
ria prpsllI'oso:i rccihir al dcscilllo 1ll011arr'n, aht';¡dll-
dose miOS Ú los pies ele S11 I~ahano, y 01 ros lendielldo
SllS rallas por la carrcra para que le sit'vjl'sell ¡[I' al-
fomhra.


Otro soherano huhiese jnriu!u cn estus precioso,.; 1111)_
llJcnlo,: morir mil vcces antes 'lile ser ilJgl'alo con el
aIllor de sus lenlcs vasnllns.
~Inrat. que llllrecia envillinso ¡I(\ las mal'iollcs ((111'


11]\ Pllchlo cntusiasta rendía ,i sn rey, Illtllldú algllllils
d~ sm tropas para flue Illalliohrasen en la ('"lTCr;¡ por
~&Zli




'¡oll,le (lchia dc pasar, 1I0111'naler,iclltlo cn d, la ¡lle"
tic relHlil' hflm(~Il;lgf) illltlnnal'ra, sinu la perversa ¡lIten-
(~iOll ,le incolll'ltlal' al pueblo (lile no le lwhia preparado
iguall'ecihimieJlLo.


Cl'ccicllIlo su andacia á la sombra dc la prol cccioll
(Iue le. di!'pens,\lJan SIlS parLillal'ios cm'ca del trono, uno
de ~u~ llrimcrus acto~ fne al1antlonar el tlisting-uillo alo-
jamiento fIne se le ¡lió en el palacio 4lcl nuen Hctiro, y
Il'aslallal'se al sunlnoso del príncipe de In Paz. 11fó"imo
alrcal aIe;'¡zill', sin dar parle ~\ nadie Ile semejante res 0-
lntioll.


No sali,;[edlO aun Sil desmedido orgullo, fIlliso poner
:'t pl'llelJa el scrvilismo de nuestros cortesanos eligiéndo-
los para ejecnl.orcs de UlI crimcn de lesa nacionalillad.
Hahicl\llo manifestado al ministro Ilon Petlro Cehallos
e11anto l(~ afjradaria poseer la espada ¡le Francisco J, rey
de Francia, IpIe se hallaba deJlositada en la real ~\ rme-
ria, el ministro sometió la dell1allll<l ;'¡ la ¡lecision ¡lel mo-
narca, y F ernall¡] o vn tIue respiraha conlinuamente el
]¡{¡lito !lc los allligos del gran rllll¡Ue, acccdió á ella, ml1-
sinlicnllo filie lIOS al'rehat:iran un precioso 1ll01l11ll1ento
({lIC rer,ol'llaha la ,:loria illmortal que adlPlirieron en Pa-
vía las arIllas cspafwlas.


Alcnlada de esta manera la audacia del general frau-
ces, y dej{tndose llevar fle sus instintos tirúnicos, COI11-
IJlaciaGe, no solo en hacer alarde de Sil numeroso
cuanto brillante ejército en frecuentes y ostentosas re-
vist(]s, sinll que habién(lnse ensayado en mortilicar al
pueblo con importunas evoluciones, el dia que Fernando
VII verificó su entrada ¡:n Madrid, continuó ostigándo-
le del mismo modo, sin imaginarse fJue la venenosa se-
milla del odio que sembraba en el coraZOI1 de los




- 11-


espaflOles habia de fructificar muy en hreyc en daiio de
los suyos.


Colocado de hecho en el gobiemo de Espaüa, y no
quedándole ya nada que deseal', pensó en dar cima al
gran pensamiento de J\apolC'Oll, qne era arrehntar al
rey de "liS estados, para que hncrfanos por los Borho-
nes, fuesen patrocinados por los Bonapartes.


La farsa que inventó .'IImat l)ara realizar su proyec-
to, fue persuadir á Fernando YII de que el emperador
debía Ilegal' de un rIia á otro á Ma¡lrirl, y fIlie con ob-
jeto (le qlle le reconociera por rey, convenia saliese á
cUlllplimentar le.


Consejo fue este que halló mucha resistencia en eljú-
ven 1110nnrca, pero alucinado con las falaces protestas
del frances, apoyadas por el obcecado Escoir]lliz, á quien
en YallO trataha de llisllLltlit' el minislro n. Pedro Ce-
hallos, iba dando muestras de Sil debiliLlall, inclinándo-
se á ahandonar su real alcázar para rcmlir ovaciones
ri¡limlas al temihle emperador, sin re!1exionar que e~­
la percgrinaciolt era IlIas propia de IIn aventurero 'lile
de UIl rey.


El l111eblo de Marlricl¡IUc contemplalta indigJt'Hlo la
prepotluerancia IIue se daba ,1 sus opresores, file lwr-
snadiéndose del tragico Ilescnlnre qne mlly en ltreye ha-
bia de tener esta farsa, en qne ~e hacia represen!ar un
triste pnpel al Jllas qllcri(lo de tOo.os los monarcas.
Apenas pasaba Ull flia ¡:il1 que con sniill(las cOllliClltlaS
demostrase el horror que le in~pirahan, pCI'O el gohier-
noque (le eslas inequívocas l'l'llel);1~¡]e iln'lllirallopatrúl-
tismo, destello fiel del cspil'iln (Id pll(~]¡l(l, ¡1"hiú lomar
ejemplo para derroear la (lominacioll fraw:esa, eOlllinw'J
la vel'gonzosit :sencla 11ue MII)';ll le trilzara, l'J'eparaltll¡¡




- lá-
así las tel'l'ihles escenas que habian de leilir en ~angre
la capital de la lUonat'(luía.


Pretestan(lo Mural que el emperador dehía estar ya
ll1uy cerca tle Burgos, acelero la parlida tle Fernando
VII, y los hahitantes de j\[,ulrid, lilas e~perlos que los
cO!l~ejeros de la corOl1él, trataron de evitar por cuantos
mcdios estahan á su alcance un aconLecimien to que t<lU-
t" les hacia temcl' por la suerte del rey.


Tenazmente acosallo Fernando VIl por la l!'aicion
(le los agentes de Bonapal'le y la estupide¡.; de su men-
1(11' Esroir¡uiz, sucumhió por fin, y tlesprcndiendose (le
los hrazos de sus leales vasallos para po:-:lrarse ú los
pies de sn verdugo, tlejú Cller en ESl1afla la púrpul'a de
los reyes para recihir en Francia la cadena tlel esclavo.
Dcstle este llIomento el eUCOllO tle los de lHatll'id se hizo
mas encarnizado y lIlanifiesto. Los soldados de "Iurat
eran provocarlos con audacia estremada I y hasta ó1
mismo, al alrllvesar el dia 1.0 (le Mayo por la Puer-
ta del Sol á la caheza de sus tropas, fue saludarlo ('on
una grila de silhillos, qne el gran rlnqne, ú pesar de f'1l
arrogancia, (lrjó ]lasa!' tlesapercihida.


Aznzados los únilllos ,1 la sazon con la nolicia fl11C em-
pezó ú cundir de ([l1e para el dja signiente estaha seiiala-
da la pal'tida de tos infanlps. ¡'¡nien vústago qne tplr,t1a1J:¡
de la l'alllilia real, la indiguaeioll Il'ilsjlasaba los lilllites
del sufrimiento, y era inerilahle qlW de 11ll1ll01llenlo Ú
1111'0 rompiese los tli(lues clloncll!c!le la vellganza.


Entrega<los los IIwtlrilciiof' al rrpnso el dia 10 elnk'r-
gallos ron semejante noticia, esla ulisma· i(lc~ los ]lel"")
¡'l la ll1añana signientc ;Í bs j1l1p,rta" MI palacio, ,londe
vieron tres coches de camino que les confirmó SllS sos-
pechas.




Presenciaron COII in¡]if'~l'enria la nWl'cha ell IIIW de
ellos de la reina ele Etruria, porque no ignorahilll que ha-
l)ia protegido los planes de ",lmal, pero ClU\ll'[O sllpipl'OH
con certeza filie los otros ¡los carrwlges eslahall desti-
nados para los inrantes H. "\nlollio y n. Francise,), y
oyeroll (l los mislllos crj¡ulos de la real ftllllilia qILe estc
últilllo llol'alw alllargameute, ya 110 pudieron contcner
Sil ,[olo!' Y IlrsesperacinJl, AlTas;'\l'On~f' en l:'lgTiI1Hl~ Jo.,
ojos de totlos, :: la presencia en csl o~ 1l101llf',1l0S 11e 11!'.
Aug-usto Legranf;'e, ilynrlanie de í\llll'at, eoincilli¡') (:011
el grito de « I}I/O 110S (liS lIC1'IIi/.' )) lanza([o por Hila imciil-
n<1 qne diarialllente se colocaha en la escalera del pala-
cio para recihir una limosna de la esposa de Carlos IV.


Una csclmnacioll general ile furor r¡lIe r1J(~ ¡'l pcrtlerse
el1 las naves drl regio :1!r,;'IZill', Ilió un <1speclo impOllen-
le Ú :lf[llella Il1llcheunmbre (¡Ile se :1¡.:itaha cllsoberbeci-
da contra el enli's:1rio fraIlces, creyendo I[ue iha ;'1 jll'C-
cipitar la llwrc!¡¡¡ de los iufalltes.


S:1lvúndose lllilagrosamente Jlr. Augusto Lr0:ratl!-\l'
(le la ira populi1r escnda!locll \lit llrineipio eou el cnerpo
(le! oficial de guardias \yalonas D. l\ligllcl Deslllassiercs
y Flol'ez, y auxiliado despnes por IIna patrnlla fl'aJlI'r:-:a,
muy ell bre\e llegó á lloticias dc l\Illr,ll el impoJlente
aspecto fIne llresentaj¡a la pl:1zlwla del l'"lal'io.


Despeeltado CIJIl sCIlIejaIlle nUCYil el (lw¡ne Ile Ikr~,
mandó allá un batalloll COIl {los callones 1[lle ~iil (!'IC pr('-
cediese la Illas lle1lueüa intilllacioll hicieron lIua (Ies-
carga sobre la multitud, y alernlllus los lIladrileüos por
tan inesperada llmia de plomo y de metralla, llllyernn
despavoridos llevando la noticia por tOllos Jos {llIgulos
de la capital, que ú poco rato se vio Icv:1llliHla en lI1:1S<1
y armada con cuantos objetos encontraba, Hellni,lrons/'




-


- n--


principalmente lo~ pai~anos eH la lmerla del Sol y calle s
iumediatas donde murieroJl luuchos franceses. Las tro-
pas de 1\11ll'at reconcentrarOll tmuhiell sns fllerza~ en
los pnlltos donde el combate estaha lilas cmpeüado , y
admirahan COI! asolllbro que;'t pesar tIc sus dc~carg-as
sin tregua y ataques de caballeria, les resistían los
espailOlcs con Hna I enacidad increihle.
Intel'(~sanle espectaculo era ver como unos hombres


sin insLruccioll militar, sin estar acostumbrarlos Ú 1111l-
IJejar un afllla de fuego, volahan freneticos asestando
por (lol{uier seguros tiros ú los franceses que tra laJ!;lII
(le reunirse;'l sus cuerpos; pero mas sublime era to-
davia el ver (lile estos mismos espaiJOles, que con tan
ciego CO[lJO justo fllror rOl1lbatian, pertIonalwn genero-
salllente á los enellligos que ueponicu<lo sus <1rma" :;0-
licilahan pietl,u1. ¡Gellerosidad a¡Imirable, digna del
pnchlo espaüol!


Un momento de calma que se sucedió á esta hon!!,lt:
tormenta, fue inlel'prcla(lo farorahlelllcntc pOi' lus ílU-
drilel'lOs, pero ;'1 poeo:-- illslanles, lus fl'ancr,,('s cpu;
siclllprr; r,;lal!:\lI eH rela aYauzal'on en (:olum¡w:; pOI' L:
ralle ¡le AkaL'l y C"l'l'cl'a (le san GerÚHilllo, (iHe pt'ol'"-
gillas por la artille!';a y guardia imperial, s3mhr,1l'on la
,lesoIaeion pnl' los puntos lilas frecuentnrlos de la Corte,


Encerrada,; las tropas en los cuarteles por orden ¡id
capitan gcnel'alllou Francisco .Javier ;\'egrc[e, el encar-
nizado (~u!l!lnl[; era sostenido "ola¡lIcule por los pai,:¡-
nos. LInos se paraprL,luan en las eSlpinas, y C(lmin:mdo
ue una en otrn, 1l(.u~·:an Hil fuego rnGrl iCero; (dT\~jS ~:;8 :::-_
roj:luan en I111'!lio de bs ¡¡ti.> cnctli¡~as sCg'Il'O:, lID !:J.
lnllcrle" pero cntll~,iílSnl11dos con la idci"'l d{~ re:~cat~x ~a
intlcpenile!lcia ue su p3Ll'ia, y oh'os fFIP en vel ¡le ¡mil' al


C)




-18 -
ver la horrible carnicería flue ante sus ojos se presen-
taba, aguarlhban á pie {irme hasta descubrir por las
insignias un gefe ú oficial francés para asestarle un
gol pe mortal.


Los lanceros polacos y lllalllelucos qne se distinguie-
ron por sn crneldad, forzaron y s¡Hlucaron las ca!'as qlle
h .. ll .. b .. n al lr:'tnsilo; entre ellas la ¡le! (lllqlle de IIijar si-
luada en la Carrera de san (ierunimo, cuyo portero ar-
calJUcearon en medio de la calle. Las del marqut'~s de Vi-
llamejor y cOlJ(le de Talara se libraron (le estos de-
sastres por la in terveneion de sus respeetivos alojados
que conlllhierOll el desenfreno (le la snl(ladcsca.
Vi¡'~l1tlose los habitantes de 1\Ia(lril1 rechaza(los por to-


das parles, tlirigiól'onse los lllas animosos al Par'lue de
Arlilleria, situutlo entonces en el baHio de las :Uaravi-
llas y euslodiado por UO franeese" yH. artillcros esp:l-
iloles al mando del eapilan don Luis Daoiz.


Llegó á la sazon el capilan de la misllla arma don Pe-
tIro Velarde á la cabeza .le :)0 voluntarios del Estado,
única fuerza que á duras penas le facilitó el coronel (lel
cuerpo; se reunió al paisanage, y 110 tardaron en COIl-
seguir que le abriesen las puertas y le pCI'mitieran en-
trar acompaflado del teniente de Voluntarios don Ja-
cinto Huiz.


Dirigiéndose ambos al gefe de la guardia. le intimó
Velarde la ren(licion, y aunque el gefe fnlllcés pensó
resistirse á tan humillante exigencia, no luvo valor para
oponerse ú la finlleza é intrepidez del bravo capitan,
quien al momento le desarmó y con sus soldados le en-
cerro en unas cocheras que habia en el patio.


A vista de estos ejemplos de tan desinteresado patrio-
tismo, luchaba el capitan Daoiz entre el deber de c!5pa M




-19 -


flOl Y el respeto a la disciplina Ilile ac;¡haha dc sé~l'le
rccor,lallo por una órden del capilnn gencral, pero ,.i-
Yamente esciUlilo por algunas espresiones ¡le Velarde,
lanzó lejos de si Lodos los e~crl'I[HlI()s, y csclamando
j riw Fel'1llllldl} VIl! hizo Illcnntlos pedazn:.; la órdcn del
capiLiln general; nWlHló <lbrir las puertas ,lel Parr{1lC;
armó á los paisanos, y con su cOlllpaüero «le armas
juró perecer enlre las ruinas aute5 que un solo fl'ancés
profanase el sagrado recinto que defcndian.


A pesar tle qlle el Parque no era la fortaleza que pOI'
1m Ilombre dehe dedllcirse , pues estaha reduci¡lo Ú ulla
casa grall¡le metida en manzana, sin obt'a alglltla mili-
¡¡ir ni de defensa, bien pronto se convirlió eH un fuerle
respetable por la acertada direccioll de tan hábiles
euanLo resuellos obreros, quienes ausiliados de algunos
paisanos, arrastraron y distribuycron cuatro callones,
cuyo fuego puso en vel'gonzosa fuga á un destacamento
francés que en un principi0 se atrevió á dar vista al
Parque.


Conociendo las tropas de Murat qne en este sitio
era el cOlllhaLe lllas empellarlo, dirigieron allí una di"i-
sion al lIJando de un general con cahallería y artille-
ría, para que Lomando Lodos los Jlaneos hiciese inúliles
los esfuerzos fin ,los valienles que le dcfcndian.


Tres horas duraría es la sangrienta lucha que hizo
iUlllllllel'aJlles estragos en las filas de los franceses, y si
por un momento flaqueó la esperanza en los sitiados Jlor
la escasez que adverliall de municiones, la screllidarl
de V clar¡le inspiró la idea de usar en su defeclo las pie-
!li'as ¡le eliislI<I. Mas apenas Velarde habia dado e~la
y olras rli~plJsiciones pal'a rechazar las lll!me!'o~as fner-
zas que les asediabau, una bala le alrarcsu el pecho,




llemlHlo Ile horror á los que imitando Sil hcroisIlIO,
eran asomln-o ,lc los cstrangcros. El yalicnte Daoiz, ape-
sal' (le hallarse herido en un muslo, alcnfaha con suejcm-
pI,) el yal(lr 111' S1\S compatriolas y sc¡wramcllte qne to-
llas los siliallorcs llllhicran encolllr;uh. nllí:-;1\ tUlllha,
si la I1Cllloslracio!l de pedir parlalllento UIlD ,le Jos gc-
fes franccses no lmhicl'a ltceho sllspeTIllcr 1'1 fuet:0 ,le
los deffmSOl'CS del Pat'i¡ne.
Pl'l~snntúsr, en decLo cl francés, que habia enarIJola-


,lo nn parmelo blanco, al capitan Daoiz; Tllas apemls S(~
hubo accrciHlo, esgrimió Sil espada para asesillarle, y
puso en eVÍllencia qne solo \lna traicion le habia impul-
sado el bnrlar alcvosauwnlc la fe del generoso capilan
español.


En la destreza y valor lle Daniz hnhir:ra encontrado
sin rluIla su merccillo; pero acosluJIlhra(la iliPwlla grey
astula a alcanzar todos SIIS triunfos en España por lllC-
diodelengaüo y la traicion, se :m'ojó fnriosa sobre Daoiz
pOI'la espal,la, acribilláwlole á estocarlas y hayonetazos.


¡Digna accion de los pél'fi(los usurpallol'es, (¡lIe con-
trastaba cun la lIobleza y el nlor ,k n1lestros ht'·rocs! ..


EnLre tanto (¡Ile las calle:'> de lHadritl ~e ¡hall i'"lpi-
calltlo con la saBgre l1e ceutcnares ,le ,ictilll;IS, Mltrat
permanccia en la Il](llllaüa tld Prilwipe Pin, llllly prúxi--
lila á la puerla 4le s;m ric,~nl.e, y presenL'lllllosele (Ion
Gonzalo Ofarril y don :\Iigncl Jose Ile .\zanza, illllivi<llloS
de 1::1 jnnla (lel gobierno espafloi, le ofrecieron apacignar
al pne]J!ú, si él pUl' su pal'le maullaha suspender las hos-
tilidades ú sus soldados. Accedió Murat á la proposicion,
y reuni,los varios consejeros acompaüados ,Iel general
lIarispe, recorrieron las calles de la poblacioll exhortan-
do con feliz éxito á los habitantes de Madrid para (Ine




-~I-


u\lpusicran las armas, confiando en la promcsa forlllal
de que touo sc olviual'ia.


JJescansi.mtlo con esta garantia, dada a nomhrcdel ge-
neral en gefe de los franceses, el pueLlo se apacigllo
cumpletmncnte y á las pocas horas se cutregó á sus
lareas orJinal'ias, circulando por las calles en prueba
tle la Imena fe con que hahi,1Il accplatlo la capitulación.
¡Crcdulilhlll funesta precursora tIc tantas eSClmas deho\'-
ror que ell silencio meditaua la soberuia del gran duque
tic Bergl..


Lleno de ira por la lecelon que H!I pncblo casi intle-
fenso diera á los que eu (1 lros paises hahiau LOIH{uistado
coronas de reyes para trofeos de sus ha yOlletas, hizo pu-
illi'car a pocos instantes la siguiente


OfinEN DEL lHA.


Soldados: la pobladon de Madrid se ha sublevado y
ha llegado hasta el asesinato. S6 que los buellos espaflO-
les han gemido de estos desórdenes: estoy muy lejos de
mezclarlos con aqucllos miserablcs (Iue no desean lilas
que el crimen y el pillaje. Pero la sangre francesa ha
sido derramada, clama por la venganza: ell su conse-
cuencia mando lo siguiente:


Artículo L Q El general Grauchi convocal'a esta 110-
che la comision militar.


Arl. 2. 0 Todos los que han sitIo presos en el al-
boroto y con las armas ell la lllallO, serÚll arLaLu-
ceados.


Art. 3." La junta de estado va a hacer desarmar los
vecinos de Madrid. Todos los hahitantes y estanLes quie-
nes deslJUes de la ejecucion de esta orden se hallaren




armauos ti consenascll armas Sill UlW {Ierlllisioll c:-:po-
cíal, serán arcahur:eadus.


Art. 4. o Todo lugar en qnc sea asesinado un fran-
cés, será quemado.


Art. 5." Toda reuniOIl de mas de ocho personas se-
rá considerada como una junta sediciosa, y deshecha
por la fusilería.


Art. G." Los aIllOS quellarún responsables de sus
criados; los gefes de talleres, obradores y demas, de sus
oficiales; los padres y madres de sus hijos, y los minis-
tros de los conventos de sus religiosos.


Art. 7. 0 Los autores y distribuidores Ile lihelos im-
presos ó manuscritos provocando á la sedieion, serán
eonsideratlos como unos agentes de la Inglaterra, y <11'-
eahuceados.


nado en nuestro cuartel general de Madrid ú '2 de ma-
yo de 180B.=.Toachiu.=1'0l·lIlamlado (le S. A. I. Y B.=
El gefe tlel estado mayor genet'al. =Belliard.


Las [l'opas francesas atendiendo mas á las iustrnc-
ciones de sus geles que á los límites lle tan sanguinario
doculllcnto, cmpczaron á prcntler it cuanlo~ tenian la
(le"tlirkt de se!' des(;IlJ,icrtos po!' SIlS úvit!os (ljOS. Eu
HU principio eran lle\',ulos al snplil:io Jo,; \lai~;lJIos á
quienes encontraban Hila llaVdja, un corta[lllllllas, ó
ill~tnlllleJ\to IIl~ ci I'llgía, no pC1'I10lla1\l1o ni ,lit u:', la
inoeellte llilia qne llevase lllla~ tigeras destinadas pa-
ra las lahol'es (10 Sll sexo; y cuando ya el Húlllero
de los desgTaciados r¡lH~ enc,on[raIJan así, no dalla abas-
to á su rabiosa sell de sangre, hacian prisioneros [¡
todos iudislintamcnle para que pocos illslantes Ilcspuc::l
f\lesen arcabuceados.


A




En la puerta del Sol y en la iglesia de la Soledad, se
sacrificaron con impia fiereza multitud de víctimas, pe-
ro el mayor número pereciú en el Prado y en el Hetiro,
porque alli eran conducidos los infelices que sin pre-
guntarles su nombre, ni mas ley que el capricho,
eran sentenciados por la comision militar establecida en
Correos.


Sacerdotes, ancianos, jóvenes y pasager'os, eran
conducidos atados de dos en dos al ignorallo SUl)licio,
del que por casualillall se salvaba alguno que tenia la
suerte de ser conocillo por su alojado, ó que por ha-
blar el illioIlla frances lograba escitar la compasion del
soldado menos inhumano.


Reunidos en peloton multitud de sentenciarlos, una
descarga de fusilería ahogaba sus últimos gritos. de-
jando á unos desllellazados y ú otros que revoldndose
en su propia sangre, ihau ú lanzar Sil postrer suspiro
dehajo de la tierra, porque era preciso despejar el su.
plicio para sacrificar las nuevas victimas entregallas á
la implacable salia de los verdugos.


Solo el estruendo producido por estas escenas de
horror, inú'lTllmI1ia el sepulcral silcncio de la terrihle
noche del '2 ¡le Mayo, en que se crcyú quedaria satisfe-
eha la sell de sangre de los insaciables franceses, pero
alumbró el sol dcl nuevo dia, y lejos de horrorizarse
del e;;pectáculo que al rasgarse el velo de la noche se
presentó ú sus ojos, continuaron aun sacriticamlo víc-
timas cn la ,1eslwjalla 1l1Ontaüa del Príncipe Pio, micn-
tras que MUl'at se mofaba de la candidcz con que los
de Madrid habían creído en la farsa dc su capitulacion.


Examínese altora la hisLoria de los triunfos consegui-
dos por el cjórcito imperial sobre el pueblo cspaüol, y




- 21--


segut'aIllel1tl~ ¡¡ue nu habrá unu entre nusotrus que nu
be avcrgollz:'tra de llevar el laurel de tal victoria. Sí-
¡;anse Sll~ bnenas dc:,de cIne invadió la Península y se
les ved ent!'()lcger lIna catlena de sllperdwrías, astu-
cias, y traiciunes. Acerílllémonos ú la tumha de lantos
lll:'u'[il'c:, sacrificados pOl' Sil caprir~ho y crueldad, y auu
oircl1los los damore3 de la inoc()nr,ia que demanda el
castigo para sus insal:iab!cs verdugos.


Fugaz como el relúmpago fuó ~ill embargo el sol que
alumhro el triunfo de las tropas imperiales; Lus ecos
cntllsi(l~t;¡s (lue resonaron en las calles de Madrid el '2
tIc :Hayo, reSOBaron la!llhien por Ludo el ;'l/HIJito de la
Pelllnsula, y lcvanL;'llldüse en !l1;¡sa los jl'lveues y los an-
cianos, las lllugeres y los niflOs, el grito llnúnillle de
gucrra y t'Cllg rll1::;rt preparaha por uo tjllier ulla vergon-
zosa tumba para las altivas huestes (Id hijo (le la Cór-
cega; (Iel hom]Jl'c, que, dúndose ú conocer por vez pri-
lllCl'a en el sil io de Tolon, llevó su fama por los ;'u'jdos
flesierlos de la Siria, y deslIe la falda del monle Tabor
á las 11irálllilles ue Egipto; del llumhre ell fin, que so-
ñ1ll1l10 imperios y realizaullo slIeüos; llegú ú sostener en
su mano, no el mezquillo ceLro de un rey no , sino el
globo colosal de un llmlHlo.


Así clucdú cUlllplilb la célebre ~:"Jlrofecia con qne el
profundo politieo PiLL se llallú inspirado el año de H105.
-Conoceuor sin dnda (le) espírilu del pllclJlo espaliol,
ase8"lll'ú que esll: seria el primeru ú ence/lllcr la f.¡Tterl'ü
Illle hahia!le derriklr al coloso del sig"lo, y en efeclo, ú
Jl\le~lra uacion cupo la gloria de humillar su alLivez,
laurel inmarcesihle mil reces mas glorioso que to¡]os
los que ciüeron las sienes del rencellor de Marengo
Austerlilz y Jena.




- '!:, -


Zaragoza, llailen, Talavera, Gerona, y una infinidad
de pueblos, dieron al mundo un ejemplo de heroismo
que vivira. eterno como los siglos, y á la vez que enseita
á las edades futuras que no halla asiento la uSllrpacion
ni la tiranía cuando son combatidas por la firme vol un-
tall de un pueblo indcpeUlliente y libre, les recordará
para gloria de nuestra nacioll, 'lile Espaita fue la primera
en ahatir el orgullo del gran Conquistador, á quien cos-
tó una pl':rdida de GOO,OOO hombres el temerario intento
de dominarla.


i J uslo tributo que la providencia divina destinó cn
holocausto de tantos múrtires espaitoles!


Fallida empero huhiera quedado esta misma ley de
la Providencia si los principales autores de tanta cala-
midad no hubieran hallado el digno castigo al lel'mino
de su carrera; llero infalible siempre, condenó al con-
quistador del mundo á sufrir una muer le lenta en una
roca en medio del Occano, y al sanguinario Mural, gran
duque de llerg, a morir arcabuceado como un handido.


O. A. R.






nermAS SACRIFICADAS El; 2 DE MAYO DE 1808 (1).
Luis Daoiz.


Pedro Velarde.
José Mellllez ViIlamil.
Ft'ancisco Dermudez.
Claudio Lamorena.
Bernardino Gomcz.
José Datres.
Francisco Iglesias.
Eugenio de Aparicio.
Juan Fcrnanrlcz de Chail.
José nodriguez.
Matias Lopcz.
Francisco Teresa.
Donato Archilla.
Francisco Pico.
Valentin de OÜilte y Aparicio.
Julian Tejedor.
Pedro Segundo Iglcsio.s.
Dionisio Santiago Jimencz,
Vicente Camez.
Manuel Alltolin.
José Eusr:bio Martincz.
Félix de Salinas.
Manuel :\'uiiez.
DomiJl!io ~Iendez.
José Gacio.
Angl·l nivacaba.
Manuel Almagro.
Juan José Postigo.
Juliall Duque.
Antonio 'lo.tal'J"UL.
Félix Mango.


l3allusar RttLl.
Santus García .


. José Peligru lIugar.
Miguel de {¡"¡¡go y Vallejo.
Gregario ~Ioreno.
Pascual Lopcz.
Francisco Gallego Dávi!a.
Juan Antonio Perez.
l3artolomé Pccherili.
Teodoro Arroyo.
Francisco Sanchez.
Ramon Peroz Villamil.
José Fumagal.
Francisco Martinez Valenti.
Miguel Gomez de ~lorales.
Manuel García Yalliés.
Lorenzo Daniel.
Miguel Cuhas.
Alfonso García.
José Pedrosa.
Francisco Sanehez Navarro.
Julian Domingucz.
José Dotar.
Gregario Martincz,
Gregario Arias.
Andrés Fernandez.
Gavina Fernandez.
Fnlgenc.io Alvarcz.
Victor Morales.
l\ligud Castaltcrla.
Pedro Sunchez Celemín.
Francisco Antonio Alvarez.


(1) E~ta noticia r~tit lomada con la mayorpreci5ion da los datos que existen en
el archivo del E\nlo. AyuntamiC11to Constitucional de Madrid, y consta de todag
las víctimas eu,·os nOJ1lbr('s han podido i(lentiticarsc.




~8 -


Dernnrdo Moralc&.
Clara del Rey.
José Mamerto Amadur.
Antonio Zambrano.
José de Lonc.
Antonio Villadomar.
Manuela MalasaÍla.
Manuel Oltra.
Pedro Oltra.
Anselmo Arellana.
Antonio García.
Juan Antonio Ali~e9.
Nicolas Rey.
Juan Antonio Martincz del Ajumo.
Pedro Fernunde¿ Alvarez.
Fernando Madrid.
Pedro Alvarez.
José del Cerro.
Antonio Siara.
Alfonso Esperanza.
Antonio Romero.
Antonio Martinez.
Manuel de la Oliva.
Manuel Diaz.
José Peña.
Manuel Gonzalcz.
Manuel García.
Santiagl) Dubignuo.
Angela Villalpando.
Joaquin Rodriguez.
Ramon Iglesias.
Domingo Braña.
Joaquin H.uesga.
Antonio Colomo.
Juan Fernandez.
Juan Toribio Arjona.
Francisco H.equem.
José Fernandez.


Fracisco Escollar J !'dolina.
Diego ~fanso.
Mauuel Amllas.
Gabriel Chuponlcr.
Juan José Garcia.
Manuel Alvarcl..
Puntalcon ~Incnso.
Eugenio Rodriguez.
José Juan Bautista Montcnegro.
PaLIo Polici!rpo Gurda.
Ramon GOIlzalez.
Francisco LOP·Cl.
:\icoJas del Olmo.
De nito AIlligide y Mcndez.
Francisco Lopcz.
Maria Felipa Costo.
Antonio Gomc:l.
Mateo Gonzalez.
Ramon Gonzalez
Manuel Pelaez.
Francisco Doso.
Antonio Melendez.
José Lopez Silva.
Felipe Llorente.
Tomas Alvarez Castrillon.
Vicente pr,I'CZ.
Esteban Rodriguez.
Manuel Gonzalez llecas.
Félix Sanchcz.
José Perca Hernan.
G;¡udioso Calvillo.
Miguel FaCl,nüo Revuelta,
Eusebio Alonso.
Estellan Santirso.
Vicente I;'crnandez
Carlos Nogues.
Tomas Rivas.








DAOIZ y VELARDE.


Do~ LCI" D.lolz nació en Sevilla el G (le fehrero de
067.-Fue hijo (le ~loll Martin Ilaoiz y Quesada y de
tloria Fraucisca Tones POllee de Leon.


Al rUlllplir los quince mios, ent'l'O de earIele en el co-
legio de artillería de Segovia: se distinguió en todos


sus estudios. con especialitlaJ en la clase de esgrima,


yen fl de enero de i 737 salió á subteniente de la misma
arIlla de artillería.


Sirviendo en ella, se halló en la defensa de la plaza


ele Ceuta en i7~O, y al siguiente aiio en la de Oran,
donde tan seüalallos fueron sns servicios, que mereció


las recomcndaciones mas honot'iucas de todos sns geres,


partiCllJarmcnte del brigadier comanrlante de artillc-


ria tIc arIucHa plaza don AmIres Azuar, hacién,lose dio-
nll dd gl'allo de teniente que se le conurió.


El 1 Ü de fehrero de 17\J2 , fue promovitlo llor rigo-
rusa cscala al empleo de tenicnte.-Declarada la guer-


ra á la Francia, pasú al egl~rcito que operaba en Cata-
l\lila y en ,',1 es tubo mandando baterías movíhles y
estallles ,les de el {. o de mayo al 25 de noviembre,
día en que fue hecho prisionero de guerra y tond ucido ú
Tolosa de Fr<1llcia.


No regresó á Espait<1 hasta el arlO 179G en que fue
ajustada la paz, y el i O Ile junio del afto siguiente, se le
destiuú á la escuadra del Océano que mandaba Mazar-




- ao-


redo, quien le confió el mando de la tartana caftollcra
núme¡'o fí,


Se halló en la ¡ldensa del hloqueo de Cúdiz: en el ata-
crne de las lanchas caüonel'as contra el uavio ingles El
Poderoso, y en oclubre ¡le 17DB empezó ú senil' en el lla-
yío San lldc/imso que man(laha ¡Ion .Tose Il'ial'le y BOl'ja.
-Así continuó hasta jnnio de HI02 en cnyo tiempo hi-
zo dos viages redondos al cOlltiuente é islas (le Alll(':l'ica,
prestando con su,> conocimientos muy importantes servi-
dos, ya porque alternaha en el de la marina con l()s ollcia-
les del navío, ya porque era el mas apropúsito para p¡lrla-
mentario con los buques estrallgcros por Sil facilid,ul
en hablar las leuguas francesa, inglesa, italiana y latina.


Como teniente mas antiguo, ascendió ú capitan ¡le ar-
tillería el 4 de marzo ¡le HIOO.-Organizado el cncrpo
segun su nue\'a ordenanza, fue declarado capitalll. o del
tercer regimiento en 1. o de julio de 1302, Y con este dcs-
tino se hallaba en Madrid el 2 de mayo!lc 1:303 encar-
gado del detall de la plaza y de la tropa de artilleria des-
tacada en ella.


Una pequeña guardia de artilleros cspailoles al man-
do de Daoi:s, y otra numerosa de franceses cuslotliaban
el Parque en aquel dia.


Las autoridades que veían muy próximo un alza-
miento del pueblo, porque ya habia signilicado Sil opo-
sicion á la parlida de los infa ntes, y deseo de romper las
hostilidades con los cstrallgeros, 10llHIl'on ellcaccs lH'e-
cauciones á fin de resistirle ya que no era posihle evi-
tarle, y don Luis DIlOi:s, con este motivo, recibió una úr-
den del capitan general en que le recordaha el ¡ieher de
la disci plina , y el de contrareslar con la fuerza. caso
necesario, la insurreccion del pueblo.




-- :11 --


No S~ hizo l~Spf:rar el momrnto que se trmia. A con-
SI'l'ul'lIcia 111' lo 11('lIrr:llo en la plazuela del Palal'io, se
.lisemillarOIl los paisanos por todas las rallcs de la capi-
lal, y t1iJ'i~il'~tlllose Hila milI! itud al Parque tIe Artillería,
empczú ;'1 pedir armas y a golpear en las puertas para
(pie se ks fl'iluquPólsen.


La aparieion en cstos momentos del capilan del mis-
lIJO fllCl'l'lI don [Jcdl'l/ rcla/'do {l la caheza de un piquete
de volllllLarios lle! Estallo, les proJlorcionó un caudillo
diglll> ¡]I~ tan arrojada empresa.


!hwi::; , fflle (,,011 el corazoll palpitante oía los clamorcs
del puehlo, y eslrechalla ellla ll1ólnO la tiránica úl'Ilendcl
capitan gelleral, hallúhase en una siluacioIl dificil de es-
}lliear; IH'rn mudó dc aspecto luego qnc su cmnpailCl'o
l'clll/'dc se presentó a sus ojos radiante de cntusiasmo,


Le hizo reparar en que antes que militar era espa-
flOl, Y Duob l¡Ue neccsitaha muy poco para unirse á la
causa del puchlo, rasgó en mil pedazos la orden de su
gefe, y gritando ¡Viva Fcma/lrlo VIII abrió las puertas
;'1 la JIlultitUtl, y se preparó á la lucha que hahia de in-
mortalizar su nombre.


A tales riesgos se esp11so desrle el principio, que á los
poros JIlomentos dc empcl.ar la defensa, fue herido en
un Illuslo. Conlinnú sin cmbargo baliénllnse con in-
Ilec¡hl(~ arrojo, inspirándole lluevo aliento y nueva au-
dacia la irrcparable muerte de su eOlllpaüero de armas
y de heruismo, d ('apitan retarde.
Esp;¡nta(l(,~ los enemi¡:!'fJs de la horrible mortandad


qne los del Parque hahian causado en sus filas, apelaron
;"¡ la astucia p:lra evitar la vergonzosa derrota 'Iue les
amenazaba, y cnarholando un pailllclo blanco en seúal
de parlamento, lograron que Duoiz y sus subordinados




~uspell4lic:::('n el 1'11(';:;1), habi,"llIlules 11I'r,ho ('r(~er-({lll' ihan
;1 esc1Ichar UIla cill'itnlaeioll llOllI'm:¡¡,


Col'lo:-: ill~[alll(~~ dut'l) r~ll' ('Il;!aflil: rOlllo ;1 las l"H' as
palabras (¡Ile 1l1l'IIiarllll l'/llre /ll/oi':, y d !.!"ef(~ fralll'f~s
({11l' h¡lhia pc,lido parlalllclltll, se les vip~(' 1'';!.,'TiIJlir las
esp,Hlas, se (JUSI) el1 1~,jJellci;1 (1'1(' IIHlo h;lhia ,;id'l !lila
far~a para asesillar al que en huclla lill I'l'(!yt'l'nll ill\,(~ll­
cihle.


La astucia (Iel cO]Jimk franees hubiera qnc,lado sin
elllbar¡;o hien castig-¡ula, !lrlftlUC /)((oi:::, !"llarlL'lllllusc las
eSl'alrlas C/JIl Ull cal-lOll, era nllly c;lpaz Ilt~ dl,l't;lltll'r,;c de
CU<llltOS enellliglls (enia delante, pl~rlJ los di!-nJo,; I:Úll\-
plices de la IraicilJIl se arrojaron :-;()hr(~ ¡',¡, r entre Ya-
rios olkiales y g-l'anallcros le cuhrieron Ile l'~t()l';llla~,


Llevrulos los franceses de su pri[]cipal ohjelo Il1w ITa
la tOllla Ilel Pan{1lC, y YÍenllo f¡ne la resislcll('ja Sl'¡';lli;¡
por las hahitacilJnes intel'iore~, ahallllo\1éirlJll el ('lll~r[ll)
de /)I/oí:; , d cllal, vil'I1IIole IIue mlIl respirakl , file ('IIU-
ducillo por al¡;llllOS sllg'ctos ;1 su casa sita en la c;llle (le
la Ternera.


Desesperanzados Ile qlle sohreyiviese, Im~ ([110 1';>lll'a-
ban su lecho lllortuorio, dispusieroll (f1w se le a,[iIli-
nistrnscl1 los Santos Sacramento,;, l' I'l illl,;Il'l' c;lJliLIIl,
después Ile estreclwr cariüllsalllclltc la nr;llIn tld sa('l~r­
dole, bnzú su último suspiro ;'( las cualro llliras lle ha-
her llegado ¡'¡ su casa, conlallllu catllllces I¡ I UI-tus tIe
cdall.


Al anochecer llel mis!I1o dia, y fllllllrlajado con su
mismo uniformc, fue conllueillo ;'¡ la p:tl'l'l!ij!li:¡ di'. ~;1I1
Mal'lin 1](¡lItIe se le tliú sqlUltnril, ]¡;¡hicIJlh IIII~/¡i;:tl"
muy ¡rrillcipallllcnle en c:;los p¡¡lIhsos nlíl'ins, 1;1 IIwri-
torio de raenla y l'(lwn de arLilleria lL ~l;llI,¡,'1 ,\II'¡il':I,








({lIicn a hundan,lo cn los patrióLicos sentimientos de los
illlslres h(~rlJcs, se asoc,il'J á re/urde tle:-:Je Jos primeros
momentos dc la insul't'eccioll.


DON PEDRO VELARDE, l1C!c,iú el :?~) tl(~ octuhre dc
17íD cn el Jlueblo ,lc Murie(las, "alle ,le Call1argo, pro-
"iuci.l (le Salltarulcl'.-Fllcron SHS p,lIll'e" ]l. JOSI~ Vc-
l¡¡r,le Herrera y Iloüa I~lli~a ,le San!ilbn,


lnc,orporauo á los ti (lÜOS de ellall al colegio de aL
tiHeria de Scgovia, tlió scüalaLlas llllles[ras de un ta-
lento Il:llla Cllll1llll, '111e [e adlplil'iú sillgnlares deferen-
cias lle sus profesores.


En el lIliSlllO f:olegio desempeiiú el c,aq:ro de briga-
dier de Ilna cOlllpaüia, ~' ascellilitlo Ú subteniente el 11
de ellero de t7!)!), fue destinado en HIOI 31 ejército
(pie operaba contra PlJrLngal.-EIl esta cspe,lir,ioll le
flleron encomen(la,las graves wmisiulles, slIpliellllo su
talento la falla de e(lad y cal';Ic,Ler (Pli~ requerian, sin
fIlIe el acierto contIue fueron (lcsempelIallas le eOIll¡nis-
tase ott'a l'eCOlllpellsa ¡¡ne un aumento (l(~ eslimaeion y
respeto entre sus gefes.


Asecntlil') por antigüedad al empleo (1(, teniente en
1 ~ tle julio (le 1802 con 11,'s[[110 al ,1. 0 l'eg'imielllo.-
J)os aüos tleSllllcs fue prOlJloritlo, tal!lhien pUl' anligüc-
d,lIl, ;\ c.1pilan scglll1llo del ;-;.0 I'c:,;imielllo, yen LO tIe
agosto ¡Jp 1 BO'í, pasó ,le pr(jfe~ul' ;'¡ la academia (le
SC¡j(JYÍa.-Ell I non, le fue c(lnferida la Secretaria de
la junta superior ewnólIlic;t ¡lp1 cuel'po ,le artilleria es-
Lahlcci(la en 3[:1lIri(l, y este mislllo ellcargo descmpe-
üaha el ~ de ,'layo de iBon.


Era Vel/lrrle unu de los lilas entusiastas allmirauores
Ile los triunfos tIe NapoJenn, creYól1t]lJlc el ,\lcjanlll'o
fIel siglo, mas este entllsiaslIlo que el1celldiel'an en él


::;




-:u-
las famosas victorias del gran caudillo, (legeneró en
odio y rencor al observar S11 pérfida conducta con los
españoles y su rey.-Desde entonces lodos sus desve-
los dirigíansc á meditar planes y á indicar disposicio-
nes para destruir la dominacion francesa.


Noticioso ~Iurat del mérito y patriotismo rlel jóven
capilan, le juzgó desde luego un enemigo telllihle y
su conquista una notable adquisicion para su partirlo.


Por cuantos medios le sugeria su ingenio, trató (le
catequizarle, valiellllose especialmente de Mi'. La-niboi-
siere, edecan (iel general de la artilleria frallcesa, p(~rn
todos estos recursos se estrellahan contra la previsinn
de Velarde.


Sin embargo, temiendo este hacerse demasiado sos-
pechoso ú los perspicaces ojos de los astutos setllldo-
res, aceptó despues de muchas instancias dos eonvitcs
á la mesa uel gran dur[ue. Todo el talento (le 1'elrll'lle
era preciso oponer a las sutilezas qne 1\1urat y sus alle-
gados le tendian: tlisimulu cuanto le fue posible su in-
dignacion al profundizar los planes de aquellos, y lue-
go que se vió liure del ponzoftoso húlito que :;;e respira-
ba en el suntuoso palacio, empezó ;Í discurrir medios
para derribar ú todo trance la dominacion france~:1.


De esle modo se hallahad espíritu de rellmle ('ualHlo
llegó el celehre dia en que habia (le trasmitir ú la pos le-
ridau el sublime ejemplo de su heroislIlU.


Llegó úla hora decoslurnhre ú su secretaría, 'lue se
hallaba en la calle Ancha de San ncrnardo, pt'ofnnda-
men le alterado porque la comnocion popular ya empe-
zaba ú uotarse por las calles. Se sentó á borronear un
papel sohre sn !llesa inmediata á la del comandante ue
artillería D . .J ose ;\avlIl'ro y Falcoll, y levantándose 1'e-




- 35-


penlinamente, c:;clamó lleno de intusiasIllo: dlti coman-
dante .... es prcciso batimos.» Asomhrado el comandante
por tan inesperada proposicion, trató de calmar el
ardor del jóven capitan, pero este, sin atender á rc-
flcxion alguna, repitió con mas énergía. «Vamos, t'allWS
á batirnos; es llreciso morir.»


En estos momentos se oyeronalgnuos disparos, y esto
bastó para electrizar al entusiasmado Velarde. Tomó el
fusil de uno de los ordenanzas, y acompañado de otro
y del escribiente meritorio D. Manuel Almira, se dirigió
al cuartel de Voluntarios del Estado, escitando con sus
patrióticas aclamaciones el entusiasmo del pueblo que le
seguia presuroso.


Despues de una conferencia que tuvo con el coronel
del referido cuerpo, por haberle negado una compañia
que el creia bastar para hacerse dueúo del Par-
que, á duras penas le fueron concedídos treinta ó cua-
renta hombres, con los oficiales D Rafael Goicoeclwa,
D. José Ontorio, D. Jacinto Rui::; y D. Tomas Bur!Jllera.


Se encaminó con esta fuerza al punto proyectado á
cuyas puertas se hallaba un grupo de paisanos: despues
de conseguir que le facilitasen la enlrarla, se dirigió
acompañado del teniente D. Jacinto Ruiz al gefe de la
guardia francesa que se eomponia de 30 homllres, y
habiéndole Ilesarmado. le encerró con sus soldados en
una cochera.


Luego ({ue resolvió JJaoi::; olvidar la disciplina
por la salvar,ion de la Patria, abrir) las puertas del Par-
que al piquete y los paisanos, y armados estos, se pre-
pararon touos á la tenaz resistencia que los franceses
solo pudieron vencer pür medio de la traiciono


Empezaba a escasear la metralla: la serenidad de




-:1(;-
i'clrmle inspirú el recnrso de cargar Jos caiiones COII
piedras de chispa; y como se (Iirigiese al patio rIel Par-
que COIl objeto de saear otro caüon (lne faltaba y reunir
las 1l1ltlüciones que pudiera, le alcanzó una bala y le
alrawsó el pee110,


Conquistó el puesto (le los m;ll'tires con tan gloriosa
muerte ~i. los 2U aflos (le ellafl.-Su cnerpo ell teramen-
te Ilesnllflo, se encontró entre los de mas ca(L'tycres y
envHclto cn una ticnlla tic cCllllpaüa , rué llevado por la
hmle al enterramiento ¡le 1 os Ilüt'tire.~, donlle alltes de
lIarle sepnltllra se presentu una pcrsfll1<l IICSCOlll}('jl!il
fIue le alllOrtajú eOIl liD Itúllilo I't'anóseano.


Por una renl I,rllen de 7 de jnlio de J B 12, naoi::; y
relarde gozalllos honorps de cilpit<Jlles generales y se
incluyen en la esr,ala del cnel'po como los primel'os ('·a-
pitanes de artillería, pasanao revista (le presentes en el
departamento en donJe esU~ el colegio.


Digno de enlazarse á la glol'ia ele ])(/oiz y Ve! arde es
elnolllbre llelleniente /J. Jaci1¡lo Ruiz, patriota insigne
qnr, rivalizando en heroislllo con los bravos capitan0s
de artillería, peleó con indecible valor (leslle los prillle-
ros momentos hasta sueulllbir el últiulO en la defensa ¡Je!
Parqur"


Vellfl'de ya no existia; y Daoiz 1Il0l'lalll1ellte hel'illo
era trasladado á su casa, cuando el illlt'l~pido IIIÚZCOtl-
tinn<lba la tlefensa desde las habitacionns interiores, sin
arredrarle el verse rOlleado pUl' un ej¡':¡'cito ¡k francc-
ses y abrigando aun la generosa esperanza ,le salvar
con un esfucrzo heróico la cansa porque habian pere-
cido sus dignos compafteros,


A instancia del direelor general rle artillería D, Mar-
tin Loygorri, fu(~ asociado Sil nomure al de los ilustres




- 37-


capitanes en la oracion túnebre pronunciada en el ani-
versario de 1!H 7, Y justo es que la po~teridad le haga
partícipe de la gloriosa palma del martirio que va uni-
da ~l los nombres eternos de Daoiz y relarde, honra y
pre!. de EspaCIa y orgullo fIel noble cuerpo de arti-
lIeria.


D. JACINTO RUJI, nació en la plaza de Ceuta de una
farailia ,Jislinguilla, el mismo afIo que retarde, es decir,
elIje L 77!L-neslle sus tiernos aitos manifestó un de-


eidillo entusiaslIlo por la carrera milit.ar, y sus padre~,
dej:¡ndosr; llera!' POI" estas inclinaciones, consiguieron
que entrara:'l servir en el regimiento fijo de dicha plaza
en clase de cadete el 17 de agosto de 17G:í.-A los
Cilli'O aitos deslllles ascendió ú segnndo subLellienLe: el
21 de enero de 1801 pasó ú subteniente de Volunta-
rios del Estado, y eH 12 <le marzn de 1307 obtuvo el
empIco Ile teniente, con el e1lClI se hClllaba en las tristes
escenas ,lel 2 l1e Mayo de U10n.


El capitan D. ltafael Goicoechea, que se halló en la
.lel'wsa del Parqnc, y qne capituló con los franceses
por ~aIVal" su tropa, file tesLigo ocular ¡lel heroismo del
íClli(;nl.e Hui::; 'pien cOllllnci(lo {¡ sn casa heri.Io de
~raH'da(J, se fllgó eon la heritla ahierta' de enyas resul-
las Illllrió :1 los pocos llias en un pueblo de Estrema-
dura,


D. 4. R










MONUMENTO DEL 2 DE MAYO DE 1808 .


. t.rticulo hlstorleo y deserlplh'o.


Don 'Venceslao de Argumosa fué el primero que el
aüo de 1803 promovió la idea de elevar un monumen-
to en honor de las víctimas del '2 de 1\Iayo, y a este
fin entregó veinte doblones} la Academia de san Fer-
nando, destinados á premiar al artista que lll'esentase
mejor diseüo.


Semejante proyecto consiguió, como delJia, ser atem1i-
do por las Corles estraordinarias reunidas en C¡\diz, y
acordada su ejecucion, lo consignaron así en sus decre-
tos fecha 2 de mayo de 13B, y 2G de abril de 1312.


Heuuidas en :\lallritl el aitO 1814, es pidieron otro de-
creto con fecha 24 (le marzo para celebrar de una ma-
nera solemne el proximo aniversario. Con la anticipa-
don debida mandaron exhumar los reslos de las víc-
timas; bendecir y cerrar el local donde fueron sepulta-
das; titular á este, Call1po de la lealtad; erigir en él un
lllOlIllmento á costa de la nacion, y por último, que por
el buril y el pincel se perpetuase en el salol1 .le sus se-
siolles la memoria de UI1 hecho tan glorioso.


Conformes en estos actos la autoridad lllllnicipal y
las Corle~, acordaron respectivamente en 15 de ahril
t¡ne el dia ])OS DE MAYO fuera perpetuamente de luto
rigurGso en toda la monarquía española, y que, IJara ce-
leurar lllas dignamente el primer aniversario, se dota-
sen diez uonccllas, una de cada cuartel, hijas, hcrma-
nas ó parientes de los mártircs sacrificados en aqlIel '




- "10 -


dia: el ayuntamiento cuidó de poner una capilla con al-
tares en el Prado, y á mas de otras disposiciones hi-
zo que se colocase una inscripcion en la tapia del huer-
to de Trinitarios Descalzos y olra en el patio del Buen
Suceso, donde fueron fusilados muchos españoles.


Llegado el primero de mayo, las venerables cenizas
de Daoiz y Velctrde se depositaron en el Parque de ar-
tillería teatro de su heroismo, y al dia siguiente eran
pasearlas en triunfo en nn magniflco carro funebre de
que nos han legado una exácta imúgen el pincel de don
J os6 Rivelles y el huril de don Bias Ametller. Ador-
náhanle varias figuras alegóricas, entre ellas dos bajos
relieves representawlo con notable propiedad el sacri-
ficio de los dos múrtires: una bella matrona, figurando
la religion, sos tenia un libro sagrado en que se leian
estas palabras:


« y no quisiel'On qucbmntar la ley de Dios, y fueron des-
trozados, y rue grande la im contra el pueblo.»
Dirigiéndose al Pru(lo la comitiva, compuesta de la


diputacion (lel Congreso, la mayor parte de los seiwres
diputados, los consejos, Diputacion provincial, autori-
dades (le la corte, cuerpo diplomático y demas perso-
nas notables, recogiel'on las eÜllizas de las (lemas vÍl~ti­
mas que se hallah:m en el Campo ele la [,callad, y coloca-
das en otro earro fúnebre, fueron cOllllucidas tambien á
la iglesia de S:U1 I~idro, en Llolllle se las tenia preparado
un suntuoso lúmulo para que presidiesün la solemne
funcion religiosa.


El clamoreo general de campanas, las descargas que
sin cesar poblaban los vientos, el perfume que se respi-
raba en el templo, y los cánLicos religiosos dirigidos al
Altísimo, presentahan un aspecto de sublimidad que




-u-
embal'galJa las almas en Illl sentimiento de ternura y
entusiasmo imposible de describir.


Peru, i oh cunlrasle (le las cosas humanas! .. Apenas
se habian apagallo las antorchas que alumbraban la
nunca vista sulelll nidad, cuando el ingrato lllOlIarL:J que
habia sido rescalado de su cautiverio ú eosta de la rui-
na de media llacioll y que acababa de eontemplar Jos es-
combros de la inll1o¡'tal Gerona á su regreso de Valen-
cey, privú ú los espalh)les de sus file ros y libertarles, y
eslableeió el mas et'llcl despotismo para el pueblo herói-
co IJlW le hahia lilledado ¡le su vel'gonzosa eselavÍlud
restiluyéndole clltel'O el destrozado trono de san Fer-
nando.


La fiesta ele 1 üf¡'¡ fue, pue;;, la primera y la última
que por entonces se celebró para conmemorar la glo-
riosa jornada, sin que durante los seis aüos que se si-
guieron de absolutismo, se elevase mas monumento que
la cruz conce(lida a los que pelearon el DOS DE MAYO,
llevada por los concejales en represenlacion del pue-
blo.


Aparecida ealü20 la aurora (le libertad, que habia
de cruzar rápida, se celehro Iln aniverilario con la so-
lemnidad dehida, pucs aunque el tiempo era lllUy apre-
miante, el celo y asiduidarl del ayun tamicnto consiguió
elevar para aquel dia un mausoleo en perspectiva en
el Campo ¡le la Lealtad, prollletiéndose tlesdc entonces
llO cesar un momento hasta ver realizados los proyectos
del anlerior gobiertlo constitucional.


El 21 tle ahril de 1321 quedó acordado por la l1lU-
llit~ipalirlad que el día del aniversario inmediato se co-
locase 13 primera piedra rIel monumenlo acordado, y
con este lllotivo solicitaron yarios patriotas la gracia de




-.t~ -
que se les permitiese trabajar en la escavacion ó zanja
sobre que habia de conslruirse.


Protegido por el ayuntamiento este elocuente rasgo ¡le
espaiiolismo, lo otorgó y publicó así el 25 de abril, ad-
virtiendo que los que quisiesen lomar parle en este tra-
bajo se presentasen desde aquel dia al an¡uilecto ma-
yor que dirigia la obra.


Entonces fue cuando el distinguido patricio don Wen-
ceslao de Argumosa constante en su prílpósito de con-
tribuir a la formacion del monumento, entregó a la mu-
nicipalidad dos onzas de oro, inaugurando asi la suscri-
cíon que quedó abierta para lo sucesivo.


Cuatro cientos seLenta y siete ciudadanos de diversas
clases, algunos parient.es de las víctimas, concurrieron
á la formacion de la zanja, y verificada del modo que
dispuso el arquitecto, tuvo efecto en el aniversario ¡le
dicho afto18211a colocacion de la primera piedra del
monumento, asi como una caja de cristal con un ejem-
plar de la Constitucion de lnl2, copia de los decretos de
las Cortes de 2 de mayo de llH 1 Y 24 de marzo de 1814,
lista de los sellores diputados á cortes, diputados de
provincia, individuos del ayuntallliento, periódicos del
dia en que se celebraba esta ceremonia, multitud de
medallas alusivas;l1 objeto y monedas espaüolas desde
un real hasta nn peso duro.


Impaciente el ayuntamiellto por ver concluida J::¡ obra
comenzada, ofreció en 28 de mayo una wedalla de oro
de peso de seis onzas al autor del proyecto ¡le la lJirámi-
de que por su elegancia, hermosura y huen gusto mere-
ciese la primera censura de la Academia de Nobles Ar-
tes de San Fernando, y otra ig'ual y de peso de tres onzas
al que obtuviese la segun(la ó sea el accesit.




-43-
Presentados al público doce modelos y despues al


dictamen de la Academia, mereció el primer premio el
original de don Isic/I'o Vela:::r¡uez arquitecto mayor de
S. 1\1. y el accesit' el de don Antonio Goicoechea.


Encargado el mismo Velazquez de la egecucion de la
obra, en un principio fué sacando todo el partido posi-
ble de los recursos que se ponian á su disposicioll, pero
distraido mas adelante con las 0]1ras del real patrimo-
nio, iba la del monumento quedando en el abandono.
Llegado entI'e t.anto el año fatal de 1.825, en que fue
restablecido el gobierno absoluto, no solo cesaron las
obras, sino que fue preciso á Velazquez presentar una
firma del rey para: que sus honorarios devengados
se considerasen de legal reclamacion.


A medida que avanzaba la época del absolutismo, au-
mentábase el deseo de borrar las huellas que habia de-
jado el gobierno constitucional. El ayuntamiento en 12
de junio de 1.825 acordó estraer los documentos y me-
dallas que existian en la caja que se hallaba junto el la
primera piedra del monumento, y sometida su solicitud
á S. 1\1., en 22 de diciembre del mismo año consiguió
que por real órden de 1:. de marzo de t 821 se le auto-
rizase para llevarlo el erecto.


A consecuencia de esto, se deshizo la obra; se estl'a-
geron los documentos de la caja, y en su lugar se colo-
caron otros relativos al enlace del rey con doña Maria
Josefa Amalia de Sajonia; copia certificada del acuerdo
de los gabinetes de Francia, Austria, Prusia y Uusia en
el congreso de Verona para restituir el absolutismo, y
otros muchos documentos tan indignos de un rey que se
habia titulado constitucional, como impropios del lugar
en que se les colocaba,




En los ailos que se siguieron al ue Hl:23, solo se haeia
una especie de conmemoracion religiosa pOI' las almas
de los patriotas que murieron el2 de Mayo, hasta tIlle
en 1335, inaugurada otra epoca mas feliz, tomaron los
llombres gloriosos qne hoy llevan las calles de JJaoi;:; y
Yclarde, de la T/ldepeildencia, de Gerona y de Zu)'{{go;:;a.


En i83G, el ayuntamiento eonstitucional se propuso
continuar la tanlas veces interrurupilla ohra, y efectiva-
mente así lo puso en práctica; mas acercúndose el dia
del aniversario, acorrIó elevar el monumento en lienzo
tal como debia ser en piedra.


De la misma manera se celebraron los <los si¡.;-uientes,
pero anle8 ue que llegara el de 1333, Ú prollllesla de
don Sebaslian 3/alallanll, decidió el ayuntamiento ell 10
de febrero colocar en el centro de la obra una caja con
ciertos documentos mas adecuados que los que se en-
terraron el afio 1824.


Así se verificó el dia ;:; demarzo, depositando en el sar-
cófago una caja que contenía un ejemplar de la Consti-
tucion, otro de la ley elector"l, una ¡ruia de forasteros
y litigantes, lista de los se flOres concejales, nn ejemplar
de calla pCI'iúrlico que se puhlicaba <lieho dia 5, tesli-
monio del acta del 3 de fehrero, un real de la procla-
macion de Isahel JI EH 24 de ocluhre de 1333, un (10-
blon <le cuatro dmos, y UJIa monetla de cada clase des-
de un odlavo hasta un peso duro acuitadas en Ul38.


Continuados los trauajos del monumenlo sill inter_
rupcion, el 25 <le marzo de '1 B:íH á las doce del dia que-
dú coloeada la última piedra de la pirúmide, que era la
obra mas costosa, pero acercandose el aniversario sin
estar eonstrnidas las estátuas y demas oh ras de escul-
tura, se presentaron en yesu por los mismos artistas tIlle




- "-5-
habian de ejecutarlas en piellra; y así es que en este
grandioso aniversario que segun opinion general riva-
lizt'l en concurrencia y patriótico entusiasmo con el cé-
lebre rle 1814, el monumento presenLaba lodo el con-
junto de su belleza, leyendose en los tableros fle los eos-
laaos las dos siguientes inscripciones:


"Jurad sobre esta tumba castellanos
Antes morir qne eonsenti,' tiranos."


,,11 {os qlle mlle/'e/1 dcíndonos ejemplo,
No ('S sepulcro el se¡)//ln'o, sillo templo.»


Llegado el de 11140, estaLa cumpletamente concluido
tal como le veUlOS hoy si se esceptuan las ohras que se
han hecho posteriormente para nivelar el piso y dar
nueva forma á la verja que lo circuye.


COlista en Sil l)lanta de un cuerpo poligonal de ocho
la(los de 20 pies 718 carla uno, el cual sil've (le ])asa-
mento gencl'al. Presenta por el frente cinco hiladas de
piedl'a Lerroqueña y tres por los costados, siendo Sil al-
tura total de 10 pies al frente y (j ú los lados.


Cuatro graderías reclas cunducen al sobre techo de
este cuerpo, cuyos laterales se hallan decorados con
cuatro hermosos flameros. Desde alluí se eleva un gran-
dioso saI'(~M<lgo de planta cuadrada oe 25 pies de linea
en carla 11110 de sus frentes, constando su basamento de
tres hila(las de piedra herroqueña de dos pies de alto,
sohre el fIne se apoya un talo n de piedra blanca de
Colmenar, y sigue el cuerpo principal que es de granito
rojo de las canteras del Hoyo de Manzanares siendo Sil
ancho de 20 pies y 4 dedos y la altura t.olal 22 pies :)




-46-
pulgadas inclusa la base de piedra herroqueña.


En el primer frente está color,ada la urna cineraria
IIue guarda las cenizas de los mártires: sus /limensio-
neS son 3X pies de alto y 3X de largo, y en los muros
que resultan á los lados se ven dos antorchas inversas
como emblema de la l11uerte entre los antiguos.


En el frente opuesto existe un relieve incrustado,
ohra quizá la mas adulterada del modelo de Velazquez,
por D. Jose Tomas, 2: escultor de cámara. Representa
un Leon defendiendo las armas nacionales cuyo escudo
sostiene un genio. El diseño de Velazquez carecía del
genio, y espresaba mejor el pensamiento, pues coloca-
ha las armas entre las garras del Leon. En las jalllLas
laterales van incrustados dos vasos lacrimatorios.


En los tallleros de los otros dos frentes, y en lugar' de
las inscripciones que hemos dicho se leian el año 135D,
se han fijado estas otras:


LAS CENIZAS
DE LAS VlCTDL\S DEL 2 DE ~I.\. YO DE i 303
DESCANSA[\¡ EN ESTE CA)IPO DE LEALTAD


nEGADO CON su SANGRE.
j HO,,"OR ETERNO AL PATRIOTIS)IO!


A LOS M.\RTIRES
DE LA INDEPENDENCIA ESPAÑOLA


LA NACION AGRADECIDA.
CONCLUIDO pon LA M. H. VILLA DE MADRID


EN EL AÑO DE 1840.


En el frente principal y parle superior del sarcófago,
hay una meclalla en bajo relieve con los retratos de




- ",-
Daoi;; y Velarde: en el opuesto las armas de 11adrirl, y en
los laterales coronas de laurel con ramos de cipres y de
roble ejecutado en piedra blanca por don Die/Jo lIermoso.


Sobre la cubierta del sarcófago, continúa otro cuerpo
que consiste en un zócalo octogonal de piedra herrof{ue-
ña tostadiza de 5 X pies de alto por 16 de diámetro, y so-
bre el está colocaclo un pedestal de órdcn dórico en plan-
ta cuadrada, cuyo ancho es de f) X pies por Hi de alto.


Los frentes del perles tal, se hallan decorarlos con cua-
tro estatuas de 9 pies de alto ele piedra blanca ele Col-
menar. Una representa la Constancia, yes obra de don
Fml1cisco Elil/s, primer escultor de cámara y director
de la Academia de San Fernando. Otra el 1'(/[01', ejecu-
lada por don .fose Tomas, segUIlllo esculLor de C:lmal'a y
director tamhien tIe la Academia de San Femanrlo. La
tercera que representa la Virtud, es obra de don Sabino
Jl[edina académico de mérito, y la cnarla que figura el
Palriotismo, de don Francisco Pere;;, tambien académi-
co de mérito, eje culadas todas con arreglo á los modelos
que el afio i 825, hizo el profesor Il:m Esteban de
Agreda.


Sobre el plinto que sigue al 11etlestal, se eleva una
magestnosa pirámide de piedra tostadiza imitando al
grauito oriental á modo de los obeliscos egipcios. Su
planta cuaurangular es ue :5 pies f O dedos por cada la-
do en su base, desde la cual va rlisminuyendo progresi-
vamente hasta 16 pies de altura en que queda reduci-
do á 4- Y X terminando en un bisel de (j pies.


La altura total del monumento, es de 104 X pies por
el frente y 100 X por los demas lados.


La perspectiva de esta obra artistica, egecutada con
muy pocas alteraciones con arreglo al modelo de Velaz-




qucz, presenta un conjunto bello é imponente. Su sen-
cilla composicion, mas que silllples objetos de adorno,
reune alegorias comprendidas y lleva<las á cabo con
admirahle inteligencia, pues, prescinrliendo de que las
est;'ünas representan propiamente las virtndes cívicas
del pueblo del 2 de Jlrtyo, el obelisco por si solo, como
emblema de lo fúnebre y hel'óico, es lo mas digno del
objeto á que se consagra.


Las cantidades invertillas hasta fin de f 843, segun los
documentos oficbles que tenernos a la vista, inclusos los
gastos de nivelacion de terreno, jarrlin y verja I]ue lo
eircllye, ascienden á i .1f)0,702 rs. y 25 mrs. Vil.


La eslraccion de las cenizas de las víctimas, y el depó-
sito en las urnas en que han de reposar para siempre,
se verifico el 1. o de mayo de 1340 en la iglesia de satl Isi-
dro doude yacian desde 1814, y el dia siguiente fueron
traslalladas al suntuoso sarcófago con la:pompa y solem-
nidad que requeria un acto tan religioso.


Con la debida antelacion, los Sres. D. Basilio Sebastian
Castellanos, n. Francisco ncnnltde~ de Sofomayo/', don
1Vicasio Fcmande:; y D. Pedro j}tatc, acuüaron ú sus es-
pensas una medalla en plala y bronce para perpetuar la
memoria fle los hechos que mas honran á la generacion
presente; y aquellos distingnidos palriotas, no conten-
tos con remitir ejemplares á S. 1\1. y al ayuntamiento
para que se depositaran en-la urna cineraria, los remi-
tieron tambien á muchos gabinet.es numismáticos de
Europa, comprendiendo muy acertadamente que 13 au-
reola de tan ilustres ht>roes brilla gloriosa en todas
partes, y qne el universo es la l)atria que los admira.


B. lt. tt.




EL DIA DOS DE MAYO.


FoI.FoGI,," ,


Animw; 1\I\\lllillls~:r' hnt'rd.
l\lf,tuqlH' rdugit.


No¡:,he, lóbrega noche, eterno asilo
Del miserable que esquivando el sueüo
Profundas penas en silencio gime,
~o uesdeües mi voz: letal heleüo


,'tfiG. EN.


Presta {¡ mis sienes, y ~n tu horror sublime
Empapada la ardiente fantasía,
Dá á mi pincel faUdicos colores)
c'on que el TIlE}lE~DO DU
Trace al fulgor de vengadora lea,
y el odio irrite de la patria mia,
y escándalo y terror al orhe sea.


i Día de execracion ! La destructora
Mano del tiempo le arrojó al avrl'no:
)las ¿IIuicuel sempiterno
Clamor con que los ecos importuna
La madre Espaüa, en enlutado arreo,
POIIrá atajar? Junto al sepnlero frio.
Al púlillo lucir de opaca lnna,
Entre ci pl'cces fúnehres la veo:
Tr(~mllh, yerta y IkSccilidn el rntlnto,
Los ojos murihundos
Al ciclo vuelve que le oculta el ihnto,
Hoto y sin hl'illo el cetro de Jos Illullllos
Yace entl'e el polvo, y elleol1 guerrcro
Lanza á sus llies rugillo lastimcro.


j Ay! que cual débil planta
4




-;;0-
Que ngosla en su furor hórrido viento,
ne víctimas sin cuento
Llorb la dcstruccion l\Iántna afligida!
Yo vi, yo YÍ su juventud florilla
Correr inerme al huesped ominoso.
Ma s ¿ r{lH~ su generoso
r~sfuerzo pudo'? El perfielo caudillo
En quien S1l honor y no defensa fia ,
La eOJl(lenó al e1lehillo.
¿, Qnit\n j ay! la alevosía,
La horrible asolacl'lm hahrá que cuente,
OliÓ, hollar.do de amistad los sanlo:;; fueros,
Hizo furioso en la intlefensa ¡:;ente
Ese tropel de tigres carniceros'?
POI' las henchidas calles
Gritando se despeüa
La infame turba que abrigo en su seno,
Huella allá rechinando la CurCflil ,
Ac{\ retumba el espantoso trueno,
Allí eljóven loznno,
El IJlCnrligo illfeliz, el venerahle
Sacerdote pacifico, el anciano
Que con su ni rada faz respeto imprime,
Juntos amarril su dogal l.Ír;1I1o.
En billde, en hallle gime
De los dutos sattilites en torno
La triste madre, la aíligirla esposa,
Con dulienLe damor: la pavorosa
Fatal descarga suena
Qne a luto y llanto eterno las condena.


i Cuanta escena de muerte 1 i Cuanto estrago!
¡Cuantos ayes do quierl Despavorido




- 51-
~Iirad ese infelice
Quejarse al adalid empedernido
De olra cuadrilla I1Lroz. «¡Ah! ¿qué te hiee?"
(Esclama el triste en Ugrimas deshecho)
.Mi pan y mi mansion partí eonl.igo;
aTe abrí mis brazos, te cedí mi lecho,
/femple tu sed, y me llame tu amigo;
«¿Y ahora podrás pagar el hospedage
"Sincero, franco, sin doblez ni engaño,
"Con dura muerte y con indigno ultrage?»
¡Perdido suplicar! ¡inútil ruego!
El monstruo infamc á sus ministros mira,
y con tremenda voz gritando ¡fllego!
Tinto en su sangrc el tlesg¡'aciado espir'L


Yen tanlo ¿do se cSGDlIden,
Do están, ó cara P:lLria, tus soldados
Que a tu clamor de muerte no responllcn?
Presos, encarcelados
Por gefes sin honor, que hacieIHlo alarde
De su perfidia y dolo,
A merced de los vándalos Le dejan,
Como entre hierros elleon, forcejan
Con inútil afano V osoLros solo
Fuerte D,\OIZ, inlrepido VELAnUE,
Que osando resistir el gran torrente,
Dar supisLeis en flor la dulce vida
Con firme pecho y con serena frente;
Si de mi libre )Iusa
.Jamas el ceo adol'1neciu ¡\ tiranos,
Ni vil lisonja emponzoÍló su aliento,
Allá del alto asiento
A quc la accion magnánima os clev:l,




--á~ -
El hilllno oid, qne á vuestro nomhre enlona,
Mientras la fama alígel'a le lleva
Del !llar de hielo á la abras,Hb: zonn.


Mas ¡ay! que en tanto sus funestas alas
Por la opresa Illctl'úpoli tendiendu,
La yerma asolacion sus plaz.ns enbn~;
y al áspero silbar de anliellles ]¡ala~,
y al rouco son de los preúados bl'onccs
Nuevo fragor y estrépito succIlc.
¿Oís COlllO r01llpiendo
He moradores límillos las purrlas,
Caen eslallanllo (le los fnerl.es S'0nee~?
¡Con que espantoso estrnelHlo
los dueúos buscan qne medrosos huyen!
Cuanto encuentran destruyen
Bramando los atroces foragillos
Que cl robo infame y la matanz.a ciegan.
¿No veis cual se despliegan
Penetrando en los bonllos aposelltos
De sangre y oro, y lágrimas sedientos?


Rompen, talau, destrozan
Cuanto se ofrece á su sangriculn espach.
Aquí matando al dueüo se alhol'oz¡lIl.
Hieren allí su esposa acons;ojatla:
La familia asoltlt1a
Yace espiranrlo, y eOIl feroz sOilrisa
SOl'llen voraces el fatal tesol'o.
Snelttl, á otro lado, la madeja dr. ora,
Mustio el dulce carmín de su mejilla,
y en su f['ente marchita la az.ucena,
Con voz turhada y anhelante lloro
De su yerllugo ante los pies se humilla




- ii3-
Tímida virgen, de alllargm'a llena;
Mas con furor ue hiena,
Alzanuo el corbo aUange damasquino,
Hiende Sil cuello el bú rbaro asesino.


¡Horrible atrocidad! ¡ treguas, ú Musa,
Que ya la voz rehusa .
ElIlbargaua en suspiros llli garfwnttl'


• y en ignominia tanta
¿Será que rinda el espaüol bizarro
la indómita cerviz a la eadena'?
No, que ya en torno suena
De Palas fiera el sanguinoso carro,
y el látigo estallante
Los caballos flamigeros ostiga.
Ya el duro peto y el arnés hrillante
Visten los fuertes hijos ue Pelayo.
Fuego arrojo su ruginoso acero:
: Venganza y guerra! resonó en su tumba;
¡Venganza y guerra! repitió Moncayo,
Y al grito heróico que en los aires zumba
1 Venganza y guerra! claman 'l'uria y Duero.
Guadalquivir guerrero
Alza al bélico son la régia frente,
Y del patron valiente
Blandiendo altivo la nUllosa lanza,
Corre, gritamlo, al mar jguerrJ y venganza!
Vosotras, ó infelices
Sombras de aquellos que la infiel cuchilla
Robó á sus lares, yen fugaz gemido
Cruzais los anchos campos tle Castilla;
La heroica EspafIa, en tanto que al ]¡andido,
Que á fuego y sangre de insolencia ciego




-54-
Brindó felicidad, á sangre y fuego
Le retribuye el don, sabrá piadosa
Daros solemne y noble monumento.
Allí en padron cruento
De oprobio y mengua que perpetuo dure,
La vil traicion del déspota se lea:
y alLar elerno sea
Donde todo espafwl al monstruo jure
Rencor de muerte, ({ue en sus venas cunda,
y a cien generaciones se difunda.


Juan l\"leaslo Gallego;
(UlOB.)




EL DIA 2 DE MAYO DE 1808.


EI.EGI¡\.


Silencio y soledad, fuentes ocultas
Dc la meditacion, ¡ con que recnerdos
Volveis;\ contristar en estos dias
Dc un fiel patriota el noble pcnsamiento!
Ahora que el sol á las noctnl'l1as sOlllhras
La posesion del mundo va cediendo;
Que las aves desmayan en sns cantos,
y la humana inquieturl busca el sosicf!:o;
Las mcmorias ilustres de la llatria,
Sus desastrc~. su gloria y sus trofeos
Van precediendo i) 1 carro tic la noche,
Nuestra mente ocupando en el silencio.
Brillantes fastos de la ilustre lbcrirl,
¡Oh cuánto mlorneis el daro templo
De inmortal fama, conserva\Hlo impresa
La actual historia del hispano pllehlo~
En nada ceden los prescntes uias
En amor patrio y lIlemümblcs hechos
~\ los quc vieron con asombro almunllo
Los Pelayos, los Cidcs y'roIcllos.
Testigos sois ¡oh ruinas de Gerona ~
De Zaragoza ¡ó ,'enerablcs resLos ~
Lauros de 'l'alavel'u y ue Arapilcs ,
y palmas lle Bailcn , mas puras que eHos.
Vosotras uurareis, Ilorad"s tahIas
Que en el vasto Oceano dc los tiempos
Librarán delllaufl'ugio á tLlntos hérocs
Que en vuestro" campos con hOllor lIlurieron.
No las sumergid prorundu ohiJo,




- úG-
~ o del tiempo la hoz ... i Pero qlH\ veo!
~o estoy solo ... Las tropas rcunidas
Del trémulo alamhor al ronco eslrucllílo ..
Curiosa multitud ,que en torno llega
A contemplar dos frios llWl1IlDlenlos ...
j Qué dice en el scmhlante del sol41al10
ci'risleza unida al militar silencio t
¡ Que dice el oro pálido en las urnas!
i Que dice el trage lúgubre del puehlo!
IhoIZ y VELAHDE ••• i ó malogrados
En flor de juventud! nohlc" gnel'l'eros
Como Eurialo y Niso en vida unidos,
Como Eurialo y Niso en gloria Illuer/os.
i Cuámlo brilló Illas puro el patriotismo
Que cuando, sin deher y sill precepto,
A inevitable muerte os entregasteis
POI' no ver eh afrenta el patrio suelo!
Mil aceradas puntas requerian
Una sola hajeza á vuestl'os pechos;
Abrieron, sí, mil puertas á la mueI'L(~,
1Ias nada hallaron sino honor en ellos.
Ahora. ú gloriGso poho rerll1cidos ,
i~n esos vasos fúnebl'es os veo,
Donde arrallcais suspiros al soldado,
y el llanto val'onil es vuestro riego.
j Ah ! llH~.ior que en las urnas, vuestros nombres
En el nocturno pahellon del cielo


. Vail á resplandecer, signos tIe gloria,
Siguiendo ell'ayo del planeta hispet'io ...
¡ Mas ay I tambien á vuestra fama unido
Luce aquel dia atroz ... 1Jayo risueño,
l\parla de 61 tus flores: de lameles




- 51-
Cllbrchl !'iOlo, rlde ciprés funesto.


Dia terrible t 11~no de gloria,
Ueno de sangre, lleno de horror,
Nunca te ocultes á la: mcmol'ia
De los que tengan patria y honor!


Este es el dia que con voz tirana,
ya sois esclavos la ambicion gritó;
y el nohle pueblo, que lo oyó indignado,
muertos si, dijo, PC/'O esclavos tlo.


m hueco bronce, asolador del mundo,
Al vil decreto se escuchó tronar:
Mas el puIial, que á los tiranos turba,
Aun mas tremendo comenzó á brillar.


i Ay cómo viste tus alegres calles,
Tus anchas plazas, infeliz .Madrid!
En fuego y humo parecer volcanes t
y hacerse campos de sangrienta lid !


La lealtad y la perfidia armada
Se vió aquel dia con furor luchar;
Volviendo el pueblo generosa guerra
Por la que aleve le asaltó en su hogar.


¿'y á quién afrentas proponeis • tiranos '1
¿A quién al miedo imaginais rendir?
¿ Al fiel DAOIZ, al leal VELARDE,
Que no sUI,ieran sin honor vivir?


El mundo aplaude su respuesta hermosa:
Tender el brazo al tronador metal,
Morir hollando sus contrarios muertos,




-58-


Y ser de gloria á su nacion sefla!.


Temblando vimos al guerrero altivo,
Que en cien batallas no inmuló su faz
De tanto jóven, que sin armas fiero,
Entre las filas se le arroja audaz.


V ¡climas buscan sus airadas manos;
1\las el error les arrancó el puñal;
y ¡ ay I que si el dia fue funeslo y duro,
Aun mas la noche se enluló fatal.


¡Noche terrible, nI angustiado padre
Busr,ando el hijo que en su hogar faltó!
I Noche cruel para la tierna esposa,
Que yermo el lecho de su amor se halló!


¡ Noche fatal en que preguntan todos,
y a todos llanto por respuesta dan 1
Noche en que truena de la Parca el rallo,
y jay! dicen todos, ¡quienes morirán!


Sensibles hijas de la hermosa Iberia,
Pues sois modelos de filial piedad,
Los ojos, llenos de ternura y gracia,
Volved en llanto a la infeliz ciudad.


Ved á la muerte nuestros caros hijos
Entre verdugos el traidor llevar;
y el odio preste á vuestros ojos rayos.
Si de dolor ya no po deis llorar.


Esos que veis, que maniatados llevan
Al bello Prado, que el placer formó,
Son los primeros corazones grandes,




En qUé sU fuego libertud pt~ndió:
Vedlos cuan firmes ida muerte marchan


y el noble ejemplo de morir nos dan;
Sus cuerpos yacen en sangrienta pira,
SIlS almas libres al Empíreo Yun.


Por mil heridas sus abiertos pechos
Oid cual gritan con horrenda voz:
~ Venganza, hermanos; y la madre España
Nunca sea presa de invasor feroz .•


Entre las sombras de tan triste noche
Este gemido se escuchó vagar:
Gozad en paz, j Ó del suplicio gloria!
Que aun brazos quedan que os sabrán vengar.


CORO.
1 Noche terrible, llena de gloria,


Llena de sangre, llena de horror,
Nunca te ocultes á la memoria
De los que tengan patria y honor!


dual) Bautista ..lrrlaza.
(HitO.)






MEMORIA DEL DOS DE MAYO.


CANCION.
Tum vero m3nife~ta nde§, Danallmqlle pateseunt


Insidial... j,QuÍ5 funera fando
Explicet, au! possit lacrymi. lCquare furorem!


VlltGIUCS.


¿ Quién rcprime SI! cnojo y su llanto,
!'ccordwHlo nl/uel fúnebre dia,
qlw la noche con cdrde/lo manto
emp((pado de sangre cubrió;


CUMlIlo Mal1tlla SI/S hiJos t'cil!
oponer á la bárbara gente
la desnuda, la implÍl,¡da {I·ente.
que al tirarlO del odie arroor'á(


Cien falanges de acero cubiertas
avezadas al pérfido halago
no creyeron que frágile~ puertas
abrigasen valor sin igual;


y sedientas de ruina y estrago
de su rostro la múscara tiran,
y las calles frenéticas giran
esgrimiendo el oc\dto puñal.


Mas el pueblo ia trompa guerrera
y el fnsil, im¡Jerterrito escucha,
que sus pechos en súbita hoguera
encendió la feliz libertad.


Donde quiera se traba una lucha;
ni dan ares las vírgenes vanos;
todas arman las cándidas manos,
todas gritan j Valientes, matad!




-G~-
Yace allí el opresor oprimido;


allí el jóven intrépido yace,
que de plomo raudisimo herido
libre pudo y vengado morir:


Muere, si; y en su muerte se place,
cnanllo mira que al vándalo fiero
ni le salva su cota de acero,
ni sus artes le pueden servir.


Se redoblan los golpes y heridas;
mas y mas el estrépito crece,
y allá dejan las Ínclitas vidas
los que en oro su nombre tendrán;


El tronar del cañon ensordece,
r arde el aire con rápido fuego,
r los bronces, aun calidos, luego
lluevas muertes de sí lanzarán.


Todo es sangre y horrores y muerte,
todo es armas y bClico estruendo,
que al cobarde, al invalido, al fuerte
armas puso en la mano el furor.


¿Mas cual ruido percibese horrentl(}
tras flolosa pacífica calma?
¿,Qué gemido tristísimo el alma
va cubriendo de yerto pavor?


Ellos son! Ellos son! ya murieron
desarmada la intrépida diestra;
ellos ¡ay! los que indómitos dieron
alto ejemplo de ilustre teson.


La victol'ia es, ó l'tIartires, vuestra;




-63-
que oyó el beche, y otónita España
se aprestó con magnánima satia,
y arboló de venganza el pendoIL


De su sangre con largo tributo
desde entonces el vándalo paga
llantos, muertes y huérfano luto,
que aquei dia miraba Madrid.


Ni una vez encendido se apaga
el volean de esta cólera justa,
y si á esclavos un déspota asusta
teme á un pueblo que corre á la lid.


¿Quién reprime su enojo y su llanto,
recordando ¡aquel funebl'e ,tlia,
que la noche con cárdeno manto
,empapado de sangre cubrió?


(1312.)
Crlstobal de Bella.






:[EL DOS DE MAYO.


Templada está la lira
Que la patria infeliz pone en mis manos:
¿Mas qué pedis que os capte, ciudadanos?
¿El himno del dolor, ó el de la ira?


Mi corazon suspira
Cuando de MAYO el ~IO"'UMENTO advierte,
y al recordar el DOS en mi memoria,
Ni sé entúnar el cantico de gloria,
Ni la triste elegía de la muerte.


Ecos pedid de saña,
y saña y hiel rebosarán mis versos,
~Ialdiciendo los numenes adversos
Que tanto afligen á la triste España.


¿Cuál de la grande hazafia
Que celebramos hoy el fruto ha sido?
Volved los ojos si lo sufre el lloro,
y por vergüenza, si te neis decoro,
Condenareis el DOS á eterno olvido.


Cinco lustros cabales
Transcurridos van ya desde ese dia,
y otros cinco cruel la su~rte impía
Vuestras angustias redobló inmortales.


Cadenas y dogales
El destino os guardaba en sus decretos,
Contra los padres ya sus ojos fijos:
Cadenas y dogalllevall los hijos:
Dogal, cadena llevarán los nielos.


5




-66 -
Lejos, pues, dudadanos,


Lejos de mí la lira malhadada
Que en son de queja y nacional balada
Vibrar qucrian mis fervientes manos.


Mientras dormís insanos
De la cadena al cxicial arrullo,
No menlcis ese DOS con vuesLra lengua,
Que es ya moLivo de baldon y mengua
El que anLes era titulo de orgullo.


Afligido y opreso
MADHID entonces con dolor gemía,
y sin apoyo en su opresion se vía,
y no á sus hríos renunció por eso.


De Guadarrama el peso
Menos oprime la árida campaña
Que el gran guerrero á la infeliz CasLilla,
y se alzó á su pesar la IlERÓIC.\ VILLA,
y arrancó de su asiento la montaña.


Gimiendo el aura zumba
Bajo la inmensa mole alzada en alto,
Pero al vigor sucelle el sohresalto
y vence al fin la colosal balumba.


El monte se derrumha
Por do la fuerza mas cede y flaquea,
y MADHID cae con él estremecido,
y sobre el pueblo mísero caido
El estandarte de la muerte ondea.


Tal el osado intento,
Tal el éxito fue. ¡Dia de gloria,




- 67-
En que atreverse equivalió á victoria,
y á vidoria tambien el vencimiento!


¿Qué importa eliln sangriento
Que coronó la litI con triste modo?
l\I.wnm sucumbe con su· mole encima;
Pero el monte tambien vuelca su cima,
y es todo ruinas y pedazos todo.


Del inaudito alarde
Espantado Murat, mata, aniquila,
y ébrio de sangre, y emulo de Atila,
Le escede en lo cruel yen lo cobarde.


¡Triste y horrible tarde!
¡Noche atroz de perfidia y de demencial
¡ Noche en que el tigre victimas inmola,
y vertiendo feroz sangre española,
A morir como mata se sentencia!


Cruza el aire entretanto
La nueva decatáslrofe tamaña,
y hrama y rnje enfurecida ESPAÑA,
y arroja cl grito de venganza santo.


De amaril1ez y espanto
Los soldados del déspota cubiertos,
Crucemos, dicen, la enriscada sierra:
¿Qué otra eleccion nos cabe en esta tierra
Que huida vivos ó cubrirla muertos?


Huidla, pues, que en vano
Vuestro gefe en rencor la frente arruga:
ESPAÑA dijo «CE1IEI'i'TEnW (\ FUGA,'
Y en vano intenta resistirla insano.




-68-
¿No veis ,lel monte al llano


Las osamentas blanquear pO'Stradas?
Huid, y baste de matanza: el cielo
Llenó los votos del hispano suelo:
LaR VIeTnIAS DE MAYO están veng;1I1a"


La a tónita cohorte
Hnye en efecto al Pirineo ingente,
Y a la tumba que deja en occidente
Sustituye otra tumba allá en el norte.


Justo es que el mal reporte
Quien traer quiso el mal. ESPAÑA en tanto
Libre sera y feliz: ella la tropa
Venció que ansiaba encadenar la Europa:
¡,Quién el fruto cojer merece tanto?


l\las ay! que ella lidiaba,
Y sangre á rios sin cesar vertía,
Y mientras fiera un déspota vencía
El trono de otro déspota elevaba!!!


Generacion esclava
que me escuchas cantar .... nf) haga's ya ahlfjle
De la de MAYO espléndida victoria:
Sufre tu suerte, y horra de tu historia
Los nombres de DAOIZ y de VELARllE,


Bórralos; que son vanos
Tus brios, PCEBLO, cuando opreso gimes,
Y rechazando déspotas sublimes,
Los toleras raquíticos y enanos.


Bórra.Jo!'1; que mis manos
Se cansan H de lastimar la lira.




-G'9 -
y por mas que venciste Napoleones,
Si otro Mason no brilla en tus blasones,
¿Qué es tu ~IA YO Y tu nOS? Mengua y mell tira.


Déjame, pues; que el labio
Voces de rabia y de dolor profiere,
y cuanto mas tus glorias cantar quiere,
mas lu oprollio recuerda y mas te agravio.


CualHlo (le libre y sabio
Aliadas el blason al de aguerrido,
Celebra el triunfo que alcanzar snpiste:
Mas siendo esclavo, miserable y triste,
No hahles de gloria! ¡lánzala al olvido!


ltli;;Uel ,l.gustin Prinelpe.






DOS DE MAYO.


¡Oh! ¡Es el pueblo! ¡Es el pueblo! Cual las olas
Del hondo mar alborotado brama;
Las esplendentes glorias españolas,
Su antigua prez, su independencia clama.


Hombres; mugeres vuelan al combate,
El volcan de sus iras estalló:
Sin armas van, pero en sus pechos late
Un corazon colérico español.


La frente coronada de ;laureles,
Con el botin de la vencida Europa,
Con sangre hasta las cinchas los corceles,
En cien campañas veterana tropa;


Los que el rápido Volga ensangrentaron,
Los que humillaron á sus pies naciones,
y sobre las piramides pasaron
Al galope veloz de sus bridones:


A eterna lucha, á sin igual batalla
Madrid provoca en su encendida ira;
Su pueblo inerme allí entre la metralla
y entre los sables reluchando gira.


Graba en su frente luminosa huella
La lumbre que destella el corazon;
y á parar con sus pechos se atropella




-, .. -


El rayo del mortífero cafion.


¡Oh de sangre y valor glorioso dial
Mis padres cuando niño me contaron
Sus hechos ¡ay! y en la memilria mia
Santo recuerdo de virtud quedaron!!


.Entonces, indignados me decian,
Cayó el cetro español pedazos hecho;
Por precio vil a estraños nos vendian,
Desde el de Carlos profanado !icho.


La corte del monarca disoluta,
Prosternada á las plantas de un privado,
Sobre el seno de impura prostituta,
Al trono de los reyes ensalzado.


Sobre coronas, tronos y tiaras
Su orgullo solo y su capricho ley;
Hordas de sangre y de conquista avaras,
Cada soldado un obsoluto rey;


Fijo en España el ojo centellante,
El Pirene á salvar pronto el bridoll,
Al rey de reyes, al audaz gigante
Ciegos ensalzan, siguen en monlon.


y vosotros ¿qué hicisteis entre LanLo,
Los de espíritu flaco y alta cuna?
Derramar como hembras debíl llanto
O adular bajamente á la fortuna.




-'5 -
Buscar tras la estrangera bayoneta


Seguro á vuestras vidas y muralla,
y siervos viles a la plebe inquieta
Con baja lengua apellidar canalla.


¡ Canallal si, vosotros los traidores,
Los que negais al entusiasmo ardiente
Su gloria, y nunca visteis los fulgores
Con que ilumina la inspirada frente!


¡Canalla! si, los que en la lid, alarde
Hicieron de su infame villanía,
Disfrazando su espíritu cobarde
Con la sana razon segura y frial


¡Ohl La canalla,la canalla en tanlo
Arrojó el grito de venganza y guerra,
y arrebatada en su entusiasmo santo
Quebrantó las eadenas de la tierra.


Del cetro de sus reyes los pedazos
Del suelo ensangrentados recojia,
y un nuevo trono en sus robustos brazos
Levantando á su príncipe ofreCÍa.


Brilla el puñal en la irritada mano,
Huye el cobarde y el traidor se esconde;
Truena el cañon y el grito castellano
De Independencia y Libertad responde.


¡Héroes de Mayo, levantad las frentes!
Sonó la hora y la venganza espera;




-'6-
Id, Y hartad vuestra sed en los torrentes
De sangre de Bailen y Talavera.


Id, saludad los héroes de Gerona,
Alzad con ellos el radiante vuelo,
y ti los de Zaragoza alta corona
Ceñid, que aumente el esplendor del cielo.


Mas, ¡ay! Por qué cuando los ojos brotan
Lágrimas de entusiasmo y alegr¡a,
y el alma atropellados alborotan
Tantos recuerdos de honra y valentia;


Negra nube en el alma se levanta
Que turba y oscurece los sentidos,
Fiero dolor el corazon quebranta
y se ahoga la voz entl'e gemidos!


¡Oh! levantad la frente carcomida,
Mártires de la gloria,
Que aun arde en ella con eterna vida
La luz de la victorial


¡Oh! levantadla del eterno sueño,
y ?on los huecos de los ojos fijos,
Contemplad una vez con torvo ceño
La vergüenza y baldo n de vuestros hijos!


Quizá en vosotros donde el fuego (mIe
Del castellano honor aun sobre vida,
l'ara alentar el corazon cobarde
y abrasar esta tierra envilecida.




-" -
¡Ay! ¿Cut]l fue el galardon de vuestro celo,


De tanla sangre y báruaro quebranto,
De tan heróica lucha y tan lo anhelo
Tanta virtud y sacrificio lanto'?


El trono que erigió vuestra bravllI'a
Sobre huesos de héroes levan lado,
Un re)' ingrato de memoria impura
Con eterno baldo n dejó manchado.


¡Ay! Para hollar la libertad sagrada
El príncipe, borron de nuestra historia,
Llamó en su ausilio la francesa espada
Que segase el laurel de vueslra gloria.


y vuestros hijos de la muerle huyeron
y esa sagrada tumba abandonaron,
Hollarla, ¡oh Dios! a los franceses vieron
y hollarla a los franceses les dejaron.


Como la mar tempestuosa ruge
La losa al choque de los craneos duros,
Tronó y se alzó con indignado empuje
Del galo audaz bajo los pies impuros.


y aun hoy hétas allí que su semblante,
Con hipócrita mascara cubrieron,
y a Luis Felipe en muestra snplicante,
Ambos brazos imbéciles tendieron.


La vil palabra ¡intervencionl gritaron,
y del rey mercader la reclamaban;




-'8 -
De vuestros timbres sin honor mofaron,
Mientras en su impudor se encenagaban.


Hoy esa raza degradada, espuria,
Pobre nncÍon, quc esclavizarle anhela,
Busca tambien por renovar tu injuria
De eslrangeros monarcas la tutela.


Tumba vosotroli sois de nuestra gloria,
De la antigua hidalguía,
Del castellano honor, que la memoria
Solo nos queda hoy dia.


Verled juntando las dolientes manos
Lágrimas ¡ay! que escalden la mejilla,
Mares de eterno 11&nto, castellanos,
No bastan á borrar vuestra mancilla.


Llorad como mugeres, vuestra lengua
No osa lanzar el grito de venganza;
Apáticos vivís en tanta mengua
y os cansa el brazo el peso de la lanza.


¡Oh! en el dolor eterno que me inspira
El pueblo en torno avergonzado calle,
y l'stallando las cuerdas de mí lira
Roto tambien mi corazon estalle.


Jose de Espronceda.
(1342.)




SONETO.
Cual palma orillas del fecundo Nilo,


Arbol de libertad, crece en Espaila;
y con tu pompa tiende en la campaña
Plúcida sombra y bienhechor asilo.


En brazos de los céfiros tranquilo,
No temas, no, del huracan la saña;
Ni qiIe asome blandiendo gente estraña
Contra tu erguido troncó aleve filo.


No! que el pueblo espailol alzado al punto,
A tu defensa volará cual rayo
Del pueblo de otros tiempos fiel trasunto.


Cada altivo español será un Pelayo;
Cada libre ciudad otra Sagunto;
y cada nuevo sol un DOS DE MAYO.


Francisco lWa\'arro ~illoslada.
(t842.)






RECUERDOS DEL DOS DE MAYO.


Allí donde tiene asiento
súbre estériles arenas
el tardío monumento
viejo yaporelcimiento(i),
por la cima juvenil,


Allí fue donde inhumanos
los que dieron ú la Europa
lluevas leyes y tiranos,
contra inermes ciudadanos
asestaron el fusil.


Sangre allí pOI' mano aleve
Ilerramada, formó arroyos
y encerraron anchos hoyos
sacerdotes con la plebe
confundidos á la par.


¿No escuchais esa campana
que se mece en lento jiro?
cada son recuerda un tiro
que una vida castellana
dejó al mundo que llorar.


Fementidos estrangeros
que aguzaban solapados
contra España los aceros,
falsUlllente encaminados


( t) Tle,p"e, de eonstl'llido. los cimiento" rstubo paralizada lIluchos ailo, la
ollra del monumento elevado en el Campo de la Lealtad.


ti




-~S2 -
a talar otra region;


Desnudáronse aquel dia,
que enlutó su verde á mayo,
del disfraz que los cubriD,
y del trono de Pelayo
profanaron el blasono


Genel'oso y nI) prudente,
tuvo el hijo de los Cirles
á sus plantas la serpiente,
y por no t.emer su diente
~ariíioso la halagó:


y á su salvo la traidora
derramó en el seno amigo
la ponzof¡a matadora.
¡Cruda herida que aun se llora
porque el tiempo la enconó!


Sin defensa abandonado
vióse entonces el Ibero:
su monarca deslumbrado,
por escrupulos de aliado
se olvidó de que era rey.


Nos mandaron laslegiones
del isleño codicioso
con la voz de sus cañones,
abatir nuestros pendones,
renegar de patria y ley.


y al insulto ardiendo el(saña,
fulmino Sil rayo Espafia,
y en refriegas pe rtinac.es




-83-
disipáronse las haces
que juntó el gran adalill.


y á las puertas de VitOfla
completóse al fin la gloria
fIne los ciclos prometiel'on
ú los tristes que murieron
en el Prallo de Madrid.


N obles mártires, que ahora
lIueya guerra por Castilla
veis i;nndir asoladora,
que os coulurlJa en vuestra silla
levantada sobre el sol:


V ueslro fin labró la fama
del guerrero esclarecido
que por grande el mundo aclama;
grande, sÍ, porque vencido
tarde fIle del Espaftol.


Su grandeza, donde ú una
con empefto tralJajaron
la ambicion y la fortuna,
fue un altar (Iue consagraron
brazos mil á su intereso


Si del corso estremecieron
las miradas fulminantes
{l los puelllos qne le vieron,
fue porque homhros de gigantes
sustentabanle los pies.


Esa audacia desmeclida
que te alzaba hasta el imperio




-8-1-


devastando un hemisferio,
preparaba tu caida
destructor Napoleon:


Que á cometas refulgentes
como tú, pero fatales,
los decretos celestiales
protectores de inocentes
dan fugaz aparicion.


Tú en el último destierro
solitario te subias
á la cúspide de un cerro;
tú mil veces dirigias
las miradas hacia el mar':


y eon hórrida congoja
convertirse acaso viste
de azulada el agua en roja,
y la sangre conociste
que mandaste derramar.


Asentaron en las olas
mil cadaveres las plantas,
y con voces espanolas
resonaron sus gargantas
que el cuchillo atravesó.


y envidiaste en ese instante,
precursor de horrible fallo,
al peon que palpiLante
bajo el pie de tu caballo
el espíritu rindió.


Tu memoria maldijeron:




-S5-
que entre todas las naciones
tlomlc huellas imprimieron
tus aciagos bataHones
por su mal y mal comun,


Fue la España en quien semilla
prodigaste mas copiosa
de' discordia y de rencilla,
y tu sombra rencorosa
de sus creces cuida aun.


Codiciosos tus paisanos
como tú , de nuestra ruina,
fomentaron entre hermanos
lucha bárbara intestina
t¡lle enflaquezca su valor:


Que aprendieron con vergüenza
eomhatienllo contra España,
que como ella no se venza,
no le es dado á gente estraña
producir su vencedor.


Juan Eugenio "artzellbu~('h.
¡HiJ.: \ ,






(UH;;.)


El DOS DE MAYO.


En Jos pedazos se divide el Orbe.
Dos cabezas audaces lo sustentan.
César, sostiene la opulenla noma;
Nacido bajo el polvo de los tronos,
.'l"apoleon al Occidente doma.


Envuelto con el manto de cicn reyes,
Dellllulldo antiguo sucumbió el tirano.
En una roca por la mar hatida
Bajo un cielo de nubes empaiJado,
El agui1a imperial penliu la vida.


La eternidad cnculJre ambos colosos.
Sobrc las tumbas la venganza calla .....
Enmudezco: La historia no perdona.
En ella todo existe. No hay pasallo,
r hombres, siglos y acciones eslabona.


1I0y tus páginas abre, Pueblo Ibero,
y en sangre tintos tus anales muestra .....
Yo no quiero contar tan lriste historia;
Arranc~lfIí las llores de sus tallos,
y el carro adornaré de tu victoria.


El ltlarques de Torreorgaz.






A LOS MARTIRES DE 1808.


ELEGU ..


N egra es ia noche; encapotando el suelo
paz ostento serena;


duerme allí la ciudad; cubrela un cielo
de' tempe~tad y pena


Solo yo velo en su silencio frio
llanto vertiendo á mares,


qne es cual la noche mi dolor sombrio,
y no han fin mis pesares!


Porque lloro al valor, cuya grandeza
supo domar potente


el desdeñoso orgullo y la aspereza
de la enemiga gente.


Porque lloro al~valor, que en la sangrienta
lid, de su tierra escudo,


al baldon rechazo, borro la frente
que envilecernos pudo!


¡Ay! desde cntonces de la patria mía
cn el semblante [hermoso


grabado esta el dolor ... ¡No hay alegl'ia! ..
¡no hay gloria' ni reposol


¡Oh! ¡sí rompiendo de la fosa el velo,
do tanto honor se anida,




-90-
vos, los que cubre con sn manto el ciclo,


tornáseis á la vida!


Trocáransc mis ayes de amargura
en cánticos de guerra,


que oyera acaso con mortal pavura
la estremecida tierra.


y enjuguIlllo estas lágrimas que vierto
á Espaila gritaria:


"ya tu noble leon está despierto;
levanta, patria mia!.


"Torna á llevar con altivez segura
tu imperio por do quiera;


j no haya nacion do tu sin par bravura
no ensalce tu bandera!"


« La lanza solo al español conviene
y el casco en que el sol arde,


que no es honrado ni espailol quien tiene
el corazon cobarde.»


"Vuelve á ceñir de lauro tu cabeza
j oh España vencedora ! ..


ya, entre las brumas uel dolor, empieza
a despuntar tn aurora!"


Tal diria el poeta, y en sus ojos
brillára un rayo luego,


chispa de ardiente luz;, volean de enojos,
de fe inspirado fuego... '




- 91-


¡Oh! ¡deSIJertad, y la vcreis triunfando,
pese á la suerte impía,


vos, que dormis ... mientras estan lloran do
sus ojos noche y dial


Bogad al Dios que os sublimó á la esfera
que rompa vuestros lazos ...
¡W~rOe5, alzad! .. iY la dareis siquiera


los últimos abrazos!


Como pella del monte desplomada
en ímpetu sonoro,


cayó mi patria al suelo, derribada
(lesde su trono de oro.


Cayó! .. como en la tumba que os encierra
vuestro valor perdido ...


iya no estremece su p,endon la tierra! ..
¡SU canto es un gemido!


i Eso queda de España, amigas sombrasl
no hay HOY, no habra )IAÑANA ...


¡Hojas de nuestros prados las alfombras
están con sangrc hermana!


¡Así aja Espalia su laurel glorioso!..
¡así cl valor sc clllplea! ..


¡oh pena L. ¡oh ceguedad!.. vuestro reposo,
héroes, eterno sca!


¡Oh, si! ¡no desperteis, sombras queridas,




-9~-


po t'que mi pa tria ha muerto!
i Vereis solo un tropel de parricidas


sobre un vaslo desierto!


i Bendita la sangrienta desventura
que os sepultó en la liada!


¡Así no mancha la vergüenza impura
vuestra existencia hollada!


Hoy... derramárais abundoso llanto
que nunca cesaria! ..


exalárais el alma de quebranto
cual yo lanzo la mia! ..


¡Dichosas, somlJras que dormis, dichosas! ..
¡eterna es vuestra palma!


lejos ahí de las mundanas cosas
sonreireis en calma.


Mientras yo en el aran de mis pesares
solo podré deciros


tiernos y melancólicos cantares,
al son de mis suspiros.


Francisco (;ea.
( 1346.)




AL DOS DE MAYO.


OFREND".


Dadme coronas de inmortales flores,
Dadme cantos que alzar ú su memoria!
Bajo esa piedra están los triunfadores
Mártires de la gloria! ...
Volad en derredof de sus cenizas
Espiritus sagrados!
y tú, que de sus manes ensalzados
El recnerdo eternizas,
Santo amor de la patria, no me niegues
El mas alto pisar de tus altares
Hoy que mis patrios lares
Anega por llo quier lago sangriento;
Hoy que en luchas estériles (\ impías
El ibero fUfor ruge sediento.
()e sangre fraternal... vértigo infando,
Sacrílego padron de nuestros dias!
Dadme que aparte los turbados ojos
De ese horrible especLaclllo maldito
Para llevar al túmulo benJito
La ofrenda de mi llanto por despojos! ..


Aquí yacenl .. Sus miembros mutilados
Fueron prenda y seJial de la victoria.
Ese campo de hnesos calcinados
Es el postrer blason de nuestra historia;
De otra mejor edad raza estingnida,




-9"-
Cuando ninguna mano
Se alzaba enrojecida
Con sangre de un hermano
Para esgrimir el hierro parriciJa.
Aquí yacen! los hijos son de aquellos,
Que dieron á sus huestes vencedoras
Dos mundos por recinto;
Dos mundos que los vieron con espanto
Tremolar en sus manos triunfadoras
La })amlera imperial de Carlos Quinto
y el glorioso estandarte de Lepanto.
Son los padres de aquel pueblo de Cides,
Que sus triunfos contando por sus lides,
Aun muestran en la nítida corona
Que cilie su nevada cabellera,
Palmas ele Zaragoza y de la Albuhera,
Laureles de Bailen y de Gerona.
l\Iiradlos! nuestros alios infantiles
Han sentido ellronar de sus caliones,
Bajo sus pies hundirse las murallas;
O alentando sus pechos varoniles,
Dar el grilo de guerra á sus legiones
El númell proteclor de las balallas.
Ellos solos acaso
De los (lue aquí reposan vengadores,
Debieran conducir el grave paso
Par'a verter sohre su tumba flores:
Ellos nunca lraidores,
Ultimo honor de nuestra antigua Iberia;
Ellos que nueslro olvido perdonando,
Sin lemplo y sin hogar, viven regamlo
C;on lópTimas el pan de su miseria.




-95-


No os acerqueis, modernos histriones,
Que mientras yeis sin duelo
Rasgar el pabellon del patrio suelo,
Pisar de vuestros padres los blasones,
y befa ser a la eslrallgera gente,
Os lanzais tras el sórdido torrente
De mezquinas é hipócritas facciones ...
¿Quién sois vosotros, grey degenerada?
Ayer altar y trono
Derroco vuestra lIlano ensangrentada,
y hoy con el mislIlo encono
Armais los brazos en infanda liBoa
Para volcar la liberlall amiga.
Lejos huid, profanos:
Hoyes dia de honor al heroismo,
Venid en torno al ara, veteranos:
Que al menos hoy vuestros c;bellos canos
Hevelen donde están vírgenes siempre
Virtud y religion y patriotismo.
y tú tamhien, nacida en la amargura,
Nueva gene rae ion , sola esperanza
Que albergan nuesLros sellOS:
Talllhien puedes venir: tu ofrenda es pura.
Prenda quizá segura
De un porvenir de gloria y de honanza.
Ven y respira el aire emhalsamado,
Ven á escuchar las voces eternales
Que brotml de esas piedras funerales,
Que no entiende ese puehlo degradado.


Dame un asilo en tu inocente coro




-96-
Nueva generacion, sol de Castilla! ...
Quiero dobla r contigo mi rOllilla,
Quiero enseiJarte con mi amargo lloro.
Quiero decirle al menos,
Si almárgen de esa piedra me preguntas
De los que encierra la sublime historia
«Aquí eslán las cenizas de los buenos;
Aquí con lazo indisoluble juntas
Tiene altar la virtud, culto la gloria .•


( 1046.)
Gavlno Tejado.




DOS DE MAYO.


OD"'.


¿Por qué postrado alpie del monumento
Quc ulmundo anuncia la traicion francesa,
Mndrid con rostro adusto y triste accnto
Dolor, imlignacion, orgullo espresa ?


¿Por qué á impulsos de un odio gcncroso
Contra el yugo cstrangero,
Acude presuroso
Al campo de leallad un pnehlo cnlcro?
Para ventura nucstra y mengua cstrafta
Apcsar dc la hárhara violcncia
Quc quiso comertir la altiva Espaüa
En vil esclava, en mÍscro instrumento
De estrangera influencia,
Aun vive el sentimicnto
lJe honor, de lealtad, de independencia.


i Oh patria! Voz suhlime, numen santo
Qnc el noble pecho dc cntusiasmo enciende,
Tu milgico poder, tu escelso encanto
Qlli¡'~n osar{t negar. Si altivo esliendc
El l"e1'reo cetro usurpaclor guerrero
E intenta esclavizarte, oh, patria tierra,
¿Quién no el1lpuüando el vengador acero
Volúra á tn defensa
Al campo del honor y de la guerra?
¿Quién al oir tus glorias no se siente
El alma cnagenar, yal ver tus males
No inclina trisle la enlutada frente
'frocanclo el gozo en ecos fnuernles?


7




-98-
Tu voz, tu influjo, tu poder oculto


Son los que inspiran hoy todas las almas;
Los que avivan la fe, dicLan el culto,
Hacen brotar las inmortales palmas,
y entretegen los lauros victoriosos
Que el pueblo ofrece entre entusiasmo y llllo
Como justo tributo
En honor de tus mártires gloriosos.
Tú infundiste el esfuerzo sobrehumano
De Daoiz y Velarde; tú la llama
Del heroismo ardicnte •
Que cundiendo cn el pecho castellano,
Como incendio voraz que todo inflama,
Humilló del frances la altiva frente.


Dirige, ilustra, enseña, regenera
A la gran multitud que al Dos de Mayo
Lleva con fe su adoracion sincera.
Levanta si, de lo pasado el velo,
Para que en medio de su asombro y saña,
Cuando se posLre al pie del monumento
Donde escribió su independencia Espafta,
A parezca á sus ojos
Al vivo el espectáculo sangriento
De aquel terrible dia
De muerte y salvacion, de luto y gloria.
Grabado para siempre en la memoria
Como un dia de triunfo y de agonia.


Muestra tu la traicion bajo la oliva
Ocultando sus pérfidos intentos,
y esgrimienclo la espada vengativa
En nombre del mas fuerte I
Al francés invasor sembrar la muerte.




-99-
Reproduce las trágicas escenas
De pillage y maldad, de honor y fama.
Que cual horrible drama
Ofreció de repente
El pueblo de Madrid, cuando atrevido,
Al gran conquistador osó hacer frente
Indefenso, sin armas y vendido.


Cual primero en los aires aparece
Uelámpago fugaz que nace y muere;
y al punto la tormenta estalla, crece,
y el rayo cae, incendia, tala y hiere:
De esta suerte furioso
El madrileño osado,
Al verse escarnecido y maltratado
Por huesped alevoso,
Se indigna, alza la voz, corre, se agit.a:
Luego en vivo delirio arrebatado
Al bárbaro agresor se precipita:
Ansiosos de venganza
Unos de espada y lanza
Arman el brazo fuerte;
Otros de hacha, puñal, piedras, cuchillo:
y desprecian la muerte
Sin órden, sin soldados, sin caudillo.


Cada calle es un campo de batalla;
Cada plaza parece un campamento;
y con el fuego, el hierro y la metralla
El aire brama y tiembla el pavimento.
y entre el horror y estrago
Corre de sangre un lago
Que al frances amedrenta;
Pero en el español de ella sedienlo,




-100-


Esa sangre acre cien la
Su heroica furia y genel'oso aliento.


1 Rendios! clama la fr:ll1cesa hueste
De su traicion haciendo indigno alarde,
A DalJiz , á relarde,
(;ontra quien el caüon y el hierro asestan:
l\1as los dos heroes , euyo invicto brazo
De la patria el pendon guia y tremola,
Impávidos contestan:
«No se rindió jamas alma espailOla .•
y con el lienzo del peIlllon envuellos
A perecer resueltos
De combalir no cesan,
y cnando el plomo y el traidor acero
Su corazon mngnanimo atraviesan,
y el alienLo les quitan:
¡ Viva la patria! moribundos grUan.


Inútil fne el valor ... presos. atados,
Formando grupos de indefensa gen le,
Fueron asesinados
Cobarde y atrozmente
A favor de una noche de amargura,
Cual turba inmunda de daíiinos seres,
Niños, ancianos, jóvenes, mugeres,
Sin respetar la edad ni la hermosura.


Sangre inundó Madrid ... era un ahismo:
Sangre á raudales donde quier cOrI'ia,
Mas la sangre de Mayo fue el bautismo
Que al espaíiol regenerar debia.
¡Venganza I si; venganza tomó Espafia:
Ejércitos brotaron de su suelo,
y eon duros reveses




-101-


Castigar quiso el cielo
El crimen de los pérfidos franceses.
En llailen, en Gerona, en Zarngoza,
En Almansa , en Albuera,
San lHarcial, Talavera,
Nuestra cnchilla al invasor destroza:
y como nuestro brio no se abate,
Cada derrota anuncia otro combate.
En esa lucha permanente es fama
Que al frances ya cobarde,
De Daoiz y Velarde
La sombra donde quiera aparecía,
Que encendiendo los bronces destructores,
Terrible repetia
Con espantosa voz ¡ temblad traidores!


El pueblo supo engrandecer su nombre,
Conquistar los derechos
Que Dios concedió al hombre
Contra la usuq1acion de los tiranos;
y aprender entre ejércitos deshechos
Cómo se hacen y quitan soberanos:
En aquel prorligioso desafio
Que un ejército solo de paisanos
Soslubo audaz contra aguerrida tropa,
HlilUilló la arrogancia
])el Coloso que (lió ley á la Europa;
Hizo temblar las aguilas de Francia.
y al encontrar un trono hecho pedazos
Con desprecio profundo
Fabricar le vio el mundo
Otro mejor con sus robustos brazos.
El Dos de Mayo fue la voz de alarma




-IO~-
Que rompió de los pueblos la cadena;
El glorioso estandarte
Que arrojó sin corona á Bonaparte
Sobre el triste peñon de Santa Elena.
Al cabo de una lid grande, fecunda
En ejemplos de honor y patriotismo,
De constancia y firmeza,
Con rugido guerrero y noble saña
Levantó la cabeza
Entre laureles el Leon de España.


Sombras del Dos de Mayo,
l'tIártires de la patria;
Decid al pueblo que en silencio asista
Al fúnebre homenage
De gratitud, dolor y reverencia,
Como un pueblo conquista
Su honor, su libertad, su independencia.


Fernando Corradl.
(1847.)




EL DOS DE MAYO.


Truena el cañon L. ¡\ su robusto acenlo
Retiembla el Guadarrama estremecido!


y al repetirlo el vienlo
Lo confunde violento


Con el de un pueblo atronador quejido.


Truena el canonl ... de su letargo odioso
Despierta el soberano del desierlo;


y altivo y poderoso
Se lanza valeroso


La garra abriendo hacia el marcial concierto.


A su vigor impetuoso, osado,
El águila imperial paró su vuelo ...


y roto y destrozado
Miró el laurel, y hollado,


Que altiva pretendió llevar al cielo.


~ I Sus I granaderos! cual sangrienta fiera
Griló Murat que su vergüenza vía ...


1 Sus! granaderos! .. , hiera.
De la nadon ibera


Vuestra cuchilla la soberbia impia. "


.Sus! ... repitió ... y libertad ó muerte
A su tiempo ~Iadrid tambien clamaba;


y allí la dura suerte
Para probar al fuerte




- 10<1-


Duro com}Jate y desiglltl trababa.


¡Dejidlos combatir!. .. el Corso vea
Cuanto pueden los hijos de la Espafla;


y el charco, que ya humea,
Contemple en la pelea


Cuillos destellos de su gloria empalia.


¡ DE' j ádlos comba tirlo .. son castellan os ;
Indómita y leal es su arrogancia;


y sepan los tiranos
Que, si hay nuevos romanos,


Será Madrid tambien nueva Numancia.


Anima, Emperador, tus escuadrones;
Con tu voz infernal el campo llena,


O á que se pierda espolles
Tu fama, y los pendones


Que conquistáras en Marengo y Jena.


Aguija tu corcel!. .. audáz galopa
Nuevo ardor inspirando á tus guerreros;


Que mas que toda Europa,
Sino aguerrida tropa


Madrid tiene valor y lH::chos fieros.


No de la csl.cnsa y sin igual muralla
Tienes que derrull1bar robuslas moles;


Admiten tu IJalalla
Desnudos de la malla


y del duro espaldar, los cSllafloles.




- 10:;-
Solo tienen valor •. mas su energia


Nunca se acaba, ni se rinde al miedo;
O dígalo Pavía
Que absorta todavía


Admira y canta el espaJiol denuedo.


Digalo San Quintin, donde al arrojo
Del soberbio leon, huyó la lfrancia


Dejando el campo rojo
El águila, despojo


Entonces de la ibériea arrogancia.


Dígalo el vil temor que á ,tus vasallos,
A los que hicieron de Austerlizt escombros,


Aterra hasta obligallos
A huir con sus caballos


Llevando }lor laurel miedo y asombros.


y los venciste tú? .. de sus reveses
Jamas la gloria sonará en tu canto;


Pues nunca los franceses
lIollaron los arneses


Del pueblo ilustre que venció en Lepanto.


Jamas en franca lid rindiera España
A tu poder su insuperable brío;


Solo la astuta maíia,
Traicion fatal, estraña


Pudiera doblegar su poderío.




-106-
La traidon inferIlal! ... solo esa harpía


Hija mimada del impuro Sena,
Logró con mano impia
En tenebroso dia


Labrar al español dura cadena ...


Asi, Madrid, los que jamas pudieron
Humillar tu allivez con noble arte.


Tu arrojo combatieron ...
I Oh ! ... dignas armas fueron


Del noble Emperador ... de Bonaparte.


Mas por el duelo de tan triste historia,
No hiera tu valor mortal desmayo,


Que eterna es tu memoria
Cual lo será la gloria


Que alcanzaste, Madrid, EL DOS DE ~IAYO •


(1347.) .Jose Joaquln "manue"".




DOS DE MAYO.


¡Oh libertad 1 tu soberana frente
En sucio polvo revolcada vimos,
y luego levantarse refulgente
Lavada con la sangre que vertimos.


El que dió al sol su resplandor divino
Te dió su ser, su esencia indefinida;
Caer y levantarle es tu destino,
Sin que puedas morir en la caida.


No morirás aunque mil veces caigas,
Nunca naufragarás en la tormenta;
Cuanto mas combatida mas te arraigas,
Mas en los pueblos tu poder aumenta.


¿Qué importa que batallen sin fortuna
y que perezcan mártires sin cuento?
Pronto su tumba se convierte en cuna;
Del apóstol que muere nacen ciento.


y mientras lleva en apartada orilla
El espatriado su destino incierto,
Va próvida esparciendo su semilla
Por los remotos yermos del desierto.


A ti desde su negro calabozo
Invoca el triste con perenne grito;
Doro. tu imágen, derramando gozo,




-108-


La osperanza del mísero proscrito.


y cuando de la cárcel sale el preso
A quien robaron el comun ambiente,
De sus hierros olvida el torpe peso
y á (lefenderte vuelve mas valiente.


Con el martirio mas y mas te afianzas;
Del corazon del bueno no te borras;
Sigues siempre adelante, siempre avanzas,
Los potros despreciando y las mazmorras.


No a Cristo con los clavos y el madero
y la diadema irónica de espinas
Retroceder hicieran del sendero
Que á los hombres trazaron sus doctrinas.


Siguiendo entre borrascas su derrota,
Por tí verter toda su sangre quiso,
Su sangre que estraida gota á gota
Las rosas coloró del paraiso.


No morirás ¡oh libertad querida!
Mil riesgos correra.s á un tiempo mismo,
Mas tú sabrás, cual águila atrevida,
Sin caer avanzar sOllre un abismo.


¿No fuiste tú á Daoiz y Velarde
Quien inspiró resolucion tan fuerte,
Que de su llUtriotismo haciendo alarde,
Vida inmortal pidieron á la muerte?




-109 -
Cuando el ogro de Córcega sangriento


Coronó ~on sus águilas Moncayo
¿No fuiste tú quien á lUadrid dió aliento
y á la epopeya patria un DOS DE MUO?


¡l\ladrid! ¡Madrid! tu brusca sacudilla
Para salir de infame cautiverio
Al águila imperial abrió una herida
Por do se desangró todo el imperio.


¡Gloria á ti, villa heroical la primera
Tú fuisle en sacudir el torpe yugo;
Tu llevaste del libre la band.era,
Tú convertiste en víctima al verdugo.


Hermoso fue tu Mayo: fué la aurora
De un apagado sol que ya no brilla;
Siguió España tu huella triunfadora,
Siguió Europa la estela de tu quilla.


Que al ver la tiranía ensangrentada,
La rompiste cual ídolo de yeso;
De las glorias de Mayo coronada,
Marchaste á la cabeza del progre!,o.


Cien pueblos á tu pueblo se juntaron;
Cien naciones y cien te sucedieron,
y en \Vaterloo las luces que brillaron
Un reverbero de tu l\layo fueron.


¡Gloria á tí, pues 1 tú fuiste la primera
Que sacudiste el esLrangero yugo;




-110-
Tú llevaste del libre la bandera,
Tú convertiste en víctima al verdugo.


'\utoolo Rlbot y Footseré.
( 1343.)




ANIVERSARIO AL 2 DE MAYO DE 1808.


La voz de las ·sombras.


Zumba la voz del trueno tempestuoso:
Nubes de fuego el horizonte inflaman,
y en giro presuroso
Del enlutado cielo misterioso
Por la bóveda inmensa se derraman.


Su flamigera antorcha enciende el rayo
y entre la densa lobreguez fulgura
Con pálido desmayo;
Lámpara cuya luz baña insegura
El ara funeral del DOS DE ~IA YO.


Sueltan su voz los huracanes rudos,
De su dolor al lamentarse roncos;
y en los bl:mcos escudos,
Y en los sepulcros lúgubres y mudos
Se desgarran las alas, y en los troncos!


Estalla en sus furores la tormenta;
Y entre el confuso y lamentable estruendo,
Una sombra sangrienta,
Al pie del ara santa apat'eciendo,
Su cetro de oro y su diadema ostenta.


La tempestad aborta de repente
Otro espectro marcial, digno y severo;




-II~ -
Su augusto continente
Muestra flue es rey el lúgubre guerrero,
y que elfantasma Rey, era un valiente.


Ni manto de oro ni imperial corona
Ciüe su frenle ó rueua por su espalda;
Su dignidad le abona;
y aunque teflida en sangre, le alwisiona
La sien, de mil laureles la guirnahla.


Las sombras se contemplan con tristeza:
Cada espectl'o, por si, mudo vacila;
Yel uno con fiereza
y el otro con magnánima grandeza
Se clavan la pupila en la pupila.


Convulsos se estremecen; y lanzando
Sordos lamentos; su congoja estrafla,
Rompen al fin, clamando:
-Tú aqui?-Túaquí?-Y gimienrlo?-Ypor Espafla!
Tll eres Napoleon?-Tú. el Rey Fernando.


Tú. imbecil !ley de la espailOla gente;
¿ Qué buscas en la tumba solitaria
De ese pueblo valiente?
¿ Vienes ante su pira cineraria,
A profanar su sueflo, irreverente?


-y tú, que buscas lriunfauor en Jena
Yen Austerlitz y en el Egipto un dia,
y esclavo en Santa Elena!
Quieres el polvo de la palria mia




-113-


Heducir a otra bát'bara cadena'?


-Aunque no le comprendas por lo osado,
Yo te revelaré mi pensamiento;
Corso nací y soldado:
Si me ha perdido de la fama el viento,
Yo al menos eon sus alas he volado!


Yo he crecido entre el pueblo generoso
Que de los Galos heredó ]a alteza:
Mi espíritu animoso,
Mi corazon altivo y hclicoso
Del pueblo se Ilutriü con la pobreza,


Por el puehlo infeliz he batallado!
Con el pueblo leal siempre he vencido!
Por él lidié soldado;
Si á ser su Emperador me he levantado,
En los hombros del pueblo alli he subido,


Como a imágen de Dios; si, no te asombre
Que en él pienso ha de estar representado
Su poder y su nombre,
Adoro yo á mi pueblo afortunado
eomo debe adorar á Dios el hombre.


-¿ y eres tu el que proclama la grandeza
De esa clase plebeya en que viviste;
Tu, que por ruin flaqueza,
Tus hambrientas legiones conduciste
A 1 hurto, al sacrilegio, á)a torpeza?


8


. / .
I




-11<.1-


Que has sido tú? Qué?. Un déspota bizarro,
Cuya ciega ambicion loca en deseos,
Idolo al fin de harro;
Arrastró encadenada cntrc trofeos
La Francia entera á su triunfanle carro!


Yo al menos en la España victoriosa,
Los desvelados ojos siempre fijos
Busqué una tregua honrosa,
y pensando en mis pueblos, di á mis hijos
No infanda guerra sino paz dichosa.


-Tú padre de tus pueblos! .. No; mancilla
Nombre tan grande y celestial tu lengua:
Oye, Rey de Castilla;
Ni aun de tu labio he de sufrir mi mengua,
Aunque tu lahio ofende mas no humilla.


Yo he dicho á Francia un dia: "Alza y despierta,
"Tú puedes ser del mundo la señora!
«Tu egército concierta,
« y clavaré su enseña triunfadora
.Del mismo sol en la dorada puerta. ~


y la patria me oyó; yen un momento
Sus escuadras cruzaron arrogantes
El ancho mar sangriento,
y el Tiber y el Tabor y las gigantes
Pirámides de Egipto el turbulento.


A mis águilas negras imperiales
Nido ofreció la Europa, con asombro;




-115 -
y mis huestes marciales,
Del viejo mundo sobre el roto escombro
Entonar'on sus himnos iumortales!


Con el rico botin tle mil naciones
Volaban mis egércilos cargados,
Detras de mis pendones;
Con palmas y tesoros, arrancarlos
Del munuo á las incógnitas regiones.


Asi llevó la Francia el lirio de oro
En su bandera tricolor, triunfante,
Desde do habita el moro
Hasta las playas que fecunda Adlante
y baila el mar de América, sonoro.


Así la hice yo grantle y poderosa:
y esclavos suyos la rendí cien Reyes;
y á mi patria amorosa,
Legué el cótligo sanlo tle sus leyes
Para que fuese en paz tambien dichosa.


Do quier dirijas los turbados ojos
Hallarás de mis glorias monumentos,
y verás con enojos
Que afirmé de mi trono los cimientos
Del orbe en los magniflcos despojos.


Enlazado al de Francia victoriosa
Soñé fuese mi nombre perdurable:
~o era ambicion odiosa
La del que hizo á la Europa miserable




-116 -
Por hacer á ~u patria venturosa.


-Avaro usurpador, déspota ufano,
Crimen es son las quP, soñaste hazañas;
Tu úrgullo falso y vano:
En tu gloriosa exaltacion te engañas;
Si algo has sido en el mundo es ... su tirano.


Tus egércitos mil de caballeros
Muertos dejaste al recorrer la Europa;
Manadas de corderos,
A degollar á tan gallarda tropa
La llevaste á los climas estrangeros.


Si es rico tu pais, justos baldones
Su fausto al fin merecerá á la historia:
Saqueando á otras naciones
Diste á la Francia su riqueza y gloria,
En desdoro pardiez de tus legiones.


-Qué dices insensato?-Que se goza
Mi corazon, pensando en tu miseria:
Que el alma se alboroza!
Olvidas donde estas?-Esta es la Iberia!
-La patria en donde existe Zaragoza.


Zaragoza, la audaz, que altiva y fuerte
Dejó sin vuelo al águila de Francia:
Alli ignominia y muerte
Encontraron tu orgullo y tu arrogancia;
Sus mugeres bastaron á vencerte!




-117 -
De Bailen en el campo, aun se pregona


Mi triunfo y tu derrota lastimera:
y tu imperial corona
Quebrantada en la antigua Talavera,
Rota saltó en los muros de Gerona.


y aquí en la insigne y coronada villa
Donde se alzó esla pira al DOS DE MAYO,
Padron de tu mancilla;
Te hirió de muerte de la guerra el rayo:
Mi pueblo fiel te anonadó en Castilla.


En esto tus egércitos guerreros
Vinieron á parar, y tanta hazaña,
y tantos caballeros!..
Nombres, gloria, poder; .... se hundió en Españat
Fama os quedó ... mas fue de aventureros,


-Ira de Dios!.. l\Hs viejos veteranos,
Los héroes de san Luis .. De Godofredo,
Los varones cristianos;
Los de Bayardo, el infanzon sin miedo,
Dignos hijos; los llamas tú ... villanos?


y quien se atreve á mancillar su historia?
Él, que nació de torpe soberana,
Que en mengua de su gloria,
De un privado á la intriga cortesana
Sacrificó de un trono la memoria?


Sino fuese ceniza vana y fria
La que mi forma material mantiene,




-liS -


Mi aliento te ahogaria:
Siempre fue grande y fiel la Francia mia:
Yo soy quien de su error la culpa tiene!


Yo que soñé abarcar al mundo entero
Para estirpar en él el yiejo encono
Del despotismo austero:
y des pues de alcanzar trono por trono,
Sus gradas derribar de un golpe fiero.


Y en un lazo comUlI, indivisible,
Enlazando a naciones con naciones
Decir: « Ved si es posible!
Yo los plleblos l/ni y SIlS cOI'll:;ones:
Uno es nuestro poder é indivüible.


F1'Ille1'llidad v union! Todos herma/lOs
Los hijos son qlte el universo crea;
Los ¡meblos SobemHos:
La humanidad nuestra bandera sea;
Sed libres y dichosos, Ciudadanos!»


Este mi sueño fue. Ruda cadena
Vino á üherrojar mis prepotentes brazos;
Y al fin yí en santa Elena
Que en mí la libel'lad hecha pedazos,
De Dios volaba a la mansion serena!.


Quiso seguir, mas retemhló el cimiento
Del ara sacra: y rápida centella
Brotó dcI monumento!
y una deidad atribulada y bella




-119 -
Entre la llama azul columpió el viento.


La sombra de Fernando de repente
Se hundió en la arena al retumbar de un trueno;
Napoleon la frente
Alzó, hácia el rostro candido y sereno
Del arcangel de luz resplandeciente.


-« Y o soy la Libertad, el genio esclama:
Ji'ernando huyó porque le inspira espanto
lUi deslumbrante llama;
Mas vuelo á agradecerte el noble llanto
Que en esta pira tu dolor derrama.


Madre leal te alimenté en mi seno;
Mas tú, hijo ingrato, el corazon me heriste:
Por eso te condeno
A que vagues errante y siempre triste
Hasta que al fin mi sol luzca sereno!


Quiza cercanos se hallaran los dias.
Tal vez la Prancia realice ciertas
De Dios las profecías;
Entonces de los pueblos yo el Mesías,
Á los tiranos cerrare las puertas.


Los crímenes de nn pueblo y sus errores,
Cl'Ímenes son de sus avaros reyes:
Sin déspotas señores,
Grandes seran los hombres y sus leyes
y la virtud les cubrirá de flores.




-I~O-
A Dios! No vuchas á la Espafla mia;


Inspira con tu sombra á tus par~iales
Para el solemne día:
Yo duermo aquí, en la santa compañía
De estos múrtires (liguas y leales.


Yo haré que olviden tu traidora afrenta,
y escllsaré el esa Francia generosa:
Que tu sombra consienta
Que el balUon de este altar quede á tu cuenta,
Pues le forjó tu obcecacion gloriosa.


A Dios, á Dios! Para calmar tu espanto,
Yo al español inspiraré respeto
lín dia, á tu quebranto;
y aun quc admire tu nombre te prometo,
y aun coloearle yo en mi alcázar santo. ~


Calla el állgel : la somhra desparece
},anzando un sordo y lúgubre quejirlo;
y el alba que amanece,
Sobre mi rostro pálido y dormido
En su rocío lágrimas me oft'ece.


Doblé entonces humilde la rodilla
y esclamé con dolor en mi desmayo;
Gloria, Gloria á Castilla!
En el ara inmortal del Dos de Jlayo,
Oculto el ángel de los librcs brilla.


Gregorio Romero I .. arraiaaga.
(i848.:




A LAS VI CTlMAS DEL DOS DE MAYO.


"Qué ero, dccidme, la nacion que un di.
J\"ina del mnndo proclamó pi destino,
la que á touas las 1.onas estcndia
Su cetro de oro y su blason diyino~


QUlNTUA.


Salud ilustres manes! Vuestros gritos
Aun resuenan de España en la memoria:
llIenguados sean y de Dios malditos
Los que admirar no sepan vuestra gloria!
Si infames renegados
En la avaricia impúdi~a anegados
Vuestras sombras insultan, el castigo
Sufran de su insolencia.
Vivan ricos, contentos y halagados,
Hecojan de los déspotas la herencia;
l\ledren de sus afrentas al abrigo
llIas no ohtengan jamas vuestra clemencia.
-No!-Ya lo sé, que alzando vuestra losa
Oigo de indignacion hermanos mios
Un rumor ú la idea ignominiosa
De otorgar el perdon á los impios!
Conmueven se los héroes en la tumba
Recordando la barba ra matanza
y los gritos de muerte y de venganza
Derramando doquier, el viento zumba.
De independencia y libertad sediento
Estas palabras la memoria mía
Grabara que con hélica armonia
Vuestro heroísmo, en inspirado acento




- If!f! -


A la nadan aletargada envia:
-« La gloria es justo premio á los leales;
LLl tllmbLl es de los héroes digno templo:
ImitLld el valor de los mortales
Que ú Europa dimos de firmeza ejemplo.
Si otro !\Inrat el porvenir reserva
Que alar C{niera con hierros vuestras manos,
Un grito solo os basta castellanos
Para humillar á la servil caterva:
"iLinles morit' que consentir f¡:ranos:.
A este grito los buenos ciudadanos
Volarúu al combate, los Jlendones
Tremolando con ira, en patrio fuego
Inflamados sus buenos corazones.
Con ímpetu guerrero
Correrán á la muerte ó la victoria:
No habrá entonces segundo ni primero;
Igual será el ardor, comun la gloria;
Yel tierno niuo y el inerte nnciano,
Prorumpiendo en acentos de venganza,
Sabrán á un tiempo con potente mano
Blandir el sable y manejar la lanza.
Entonces los contrarios insolentes,
Que humillar pretendieran vuestras frentes
Pregonando la muerte y el despojo,
Verán, lanzando de la guerra el rayo,
Cuanto puede en su cólera y enojo
La soberbia nacion del Dos de ¡rlayo!
Si, ciudadanos, sí la aciaga suerte
Quiere imponernos la fatal sentencia,
Triunfad ó sucumbid con pecho fuerte:
No os alTedre la muerte




-193 -
Lidiando por la santa independencia.
Recordad en el campo de la gloria
Los héroes mil de la sin par Castilla:
Pronunciad, de entusiasmo el alma llena
Los nombres de Juan Bravo y de Padilla
y contened el ímpetu tremendo
Del Cid que á España con los ojos fijos
Quizas maldice, en su furor, creyendo
Llenos de afrenta á sus cobardes hijos .....•
-No mas ilustres sombras! ¡ay! dichoso
Quien sepa interpretar con hüblguía
Vuestro acento sublime y belicoso.
Descansad, que si el dia
l,lega horrible y tremendo,
Los espafloles tÍ la lid corriendo,
y odiando á los cobardes; y traidores,
Sabrán, el pecho rebosando safla,
Con Quintana decir: "La heróica España
De entre el estrago universal y horrores
Levanta la cabe::;a ensallgl'entada,
y t'encedora de su mal destino
Vuelve á dar á la tierra amedrentada
Su cetro de oro y su blason divino .•


oJuau ltlartlnez Villergali,
('1343.)






EL DOS DE MAYO.


No mas naciones ya, Francia es Europa!
Grita NAPOLEON, y la ancha tierra
Audaz inunda apellidando guerra
Su veterana tropa.


Desplegados los fieros estandartes
El águila imperial por todas partes,
Surcando incendios, vuela enfurecida
y muestra á la indignada muchedumbre
En sus garras de lumbre
Las coronas desechas en que anida.


Ciego en su enojo se alza el continente
De la ofensa y baldon avergonzado
y ti las armas en cerco atropellado
Se lanza toda sente.


En desigual pelea envuelto el mundo
Crece luchando el ímpetu iracundo
Del gran conquistador, y ante su gloria
Las glorias que á cien pueblos vida dieron
Tibias estrellas fueron
En el cielo del sol de la victoria.


Estrecho el mundo al triunfador gigante
Vió que en los horizontes europeos
Faltaba por trofeo a sus trofeos
Nuestra enseña arrogante.


y no calmando el fuego de su frente




-136-
La palmera que brola al sol de oriente
N i las rosas de Italia, ni las olas
Del a(lriático mar, rey peregrino
Con sus legiones vino
A darles las bunderas espaflOlas.


y EL, siempre vencedor, EL viva afrenta
De Alejandros y Cesares, su espada
Por España escondió, ya decretada
Su esclavitud violenta:


y asi el héroe con artes de traiciones
De Castilla aherrojaba los leones
Su muerle meditando en llOra impía
Cuando al lucir la daga del tirano
I~a sorprendió en su mano
La patria del valor, la patria mía.


Mural estaba en Madrid, su hueste fiera,
Del pueblo y de su honor cobarde insulto,
De muerte armada provocó el tumulto
Por herir la primera.


De hirviente sangre á los vapores rojos
La inerme turba fuerte en sus enojos
A las filas francesas se abalanza,
y ciega del furor que la atosiga
Solo el arma enemiga
Es el arma mejor de su venganza.


Al tronar de los cóncavos metales
Guerral! .. y España! .. por do quier retumha
y lauros y cadáveres por tumba
encuentran los leales.




-127 -
En medio á los espesos batallones


Los niños y muge res , sus prisiones
Rompen, hijos bizarros de los Cides:
El patriótico ardor guia su diestra
y en la noble palestra
Son niños y mugeres adalides.


La céntuple muralla y acerada
Por volcanes de balas defendida
Traspasa entre metralla confundida
La espaílola mesnada:


y lanzas arrebata y bayonetas
Por los soldados de Austerlitz sujetas:
Dáflase en sangre, de entusiasmo arde
y se goza al ceIiírse en su delirio
El laurel del martirio
Muriendo con DAOIZ y con VEURDE.


El sol de Ml\YO y las tempranas flores
De los bravos corona y sepultura
Con los vientos llevaron á la altura
Los bélicos clamores.


Hepitieron el llano y la montaña
La voz de gllerra! y libertad! y Esp(l1ia
y rayo vengador de sus inj11l'ias
Madre d e la cristiana monarquía
Cantó de )fA YO el día
y como en Covadonga alzose Asturias.


De l\Iurat las falanges irritadas
Le obedecen, moviéndose en la sombra
y á su caballo dan sangrienta alfombra




-1~8 -
Con descargas cerradas.


Mas al son del morLifero redoble
Que pregona en Madrid la hazaña innoble
Del asesino que su nombre infama
Responde en la Calabria voz cruenta
Que le demanda cuenta
y á vil cadalso por traidor le llama.


La enseña de Pizarros y Colones
Frente al águila altiva alzó su lema
y ya no quiso la imperial diadema
Castillos y leones.


Ah! quien miraba en su tajante acero
El árbitro feliz del orbe entero
Perdió sus esperanzas en Castilla,
y sofió vislumbrar su mente loca
Del destierro la roca
fiel Arlanza gentil desde la orilla.


Francia es Europa, dijo, el mundo Europa
y Francia yo lambien ... y la ancha tierra
Hizo cubrir, apellidando guerra
A su indomable tropa.


y su alto pensamiento que a porfia
Tronos quemaba, reinos destruia,
Por España sintió letal desmayo
y mártir de si mismo en Santa Elena
Vió el primer eslabon de su cadena
En la accion inmortal del DOS DE MAYO •


.José lUaria de ~lbuerue.
(Abril 12 de HI49.)




EL DOS DE MAYO.
Ante la egrégia tumba de los héroes


Honra y prez de Castilla,
Hoy se ahoga el rencor de los partidos:
Corred todos unidos
A doblar, ,españoles, la rodilla.


Co'rred en torno del sepulcro santo
A celebrar la hazafla
Con que al caudillo audaz la noble España
Fue la primera que cubri':'. de espanto.


l\las no, no débil llanto
Derrameis en sus aras por tributo:
N o de fúnebre luto
Vistais el dia de mejor victoria,
Que si en páginas de oro está en la historia
Grabado con cinceles,
No lagrimas merece su memoria
Sino flores, coronas y laureles.


(16 d,· .\bri! dé lR~9.


9






DOS DH MAYO.


Tiemble el tirano a( pueblo á quien oprime,
Aunque sin fuerzas ni valor le crea:
Tiemble apurar feroz su sufrimiento,
Su fé violando con atroz injuria
y ahogando entre la sangre su lamento.
Que por débil que sea
Cuanto existe y respira,
De quien le ultraja y en su mal se goza
Solo vengarse anhela;
y contra el torpe y execrable abuso
Del poder y la fuerza se revela.


Los pueblos son como elleon vencido
Por la traicion del hombre, cuando al sueño
Se entrega al cabo de luchar rendido:
Sufre sin resistencia el duro hierro
Que su poder y magestad desdora;
Le sufre, humilde su dolor devora
y ni aun su triste porvenir le inquieta
Mientras su cauto dueño:
No turba su reposo y le respeta.
Mas si su furia escita, si le oprime,
Si al mirarle indefenso le amenaza
E imprudente su planta osada imprime
En su frente real, se alza pujante;
Rompe cual leve arista la cadena,
y con feroz rugido
Que ronco el valle atruena,




-132-


Sacudiendo su yugo
Clava su garra fuerte y vengadora
En el seno traidor de su verdugo.


Se vengan, si, los pueblos generosos
Del déspota insolente
Que en su loca ambicio n y ciego orgullo
El imperio del crimen creyó eterno;
Que cuando en patrio amor su pecho encienden
Se tornan invencibles,
y con sublime abnegacion y arrojo
Su in"dependencia y libertad defienden.
Las soberbias armadas, las legiones
De Xerges ¿ qué pudieron
Contra la Grecia herúica y admirada
Que á un adema n de su potente mano
Contemplar esperó rendida, opresa,
Al carro ne sn triunfo encadenada?
En vano intimidada se propuso
Cubriendo el Helesponlo de navíos
y el Asia de guerreros; la alentaba
Su sed de gloria y su entusiasmo ardiente;
El pecho de sus hijos la escudaba;
y cual se estrella el mar contra las rocas
Que su furor enfrenan y osadía,
Sus esfuerzos violentos se estrellaron
En su noble constancia y valentía.
Despues, alzóse de la tumba fria
Para lanzarse audaz en la pelea,
y aunque dehil, ahogó la tiranía
En torrentes de sangre, que aun humea.
Luchó, sufrió, pero venció, y pujante




-133 -


Eclipsando sus glorias de otros dias,
De triunfantes laureles coronada
Alzar pudo la frente
A la faz de la Europa aun admirada,
y libre respirar é independiente.
Mas ... de olros pueblos de nacion esLraüa
¿A qué me esfuerzo en recordar la gloria,
Cuando un ejemplo nos presenta Espai:ia
Hoy, de fuerte constancia y de heroismo,
Tal, que en sus fastos la moderna historia
Otro mas grande consignar no puede
Ni mas bella ni espléndida victoria?


Hoy fue ¡grata memoria!
Hoy fue cuando rompieron
Como feroz torrente
Que el dique arrolla y que la selva atruena,
Los grandes hijos de la noble España
La bArbara cadena
Que al cuello de su patria suspendieron
Los traidores y déspotas del Sena.
El grito valeroso
Que al espirar sus labios pronunciaron,
Estremeció á la Europa adormecida
y armó su fuerte mano
Contra el comun tirano,
Que allá en las rocas áridas y solas
Que abortó el Oceano,
Para librar del peso de su tumba
A la tierra que muda, estremecida,
A sus plantas gimió, débil, vencido,
Fue expiando sus crimenes horrendos




- 13·.-
A espirar solitario y maldecido.


Hoy fué: la patria que salvo su arrojo
y su noble heroismo,
Como bajel sin brújula ni vela,
"~lota en un mar de eternas tempestades
Amenazando hundirse en el abismo.
Secos estan los ojos
De llorar su miseria y desventura.
Hendidos ya los brazos de sus hijos
De la guerra crüel y fratricida
Que destrozo su seno, yestinguida
En todos los Iberos corazones
La fe y el patriotismo,
Alma, foco de vida,
y suprema virtud de las naciones.


Mas ¿ quién que correr sienta por sus vellas
Sangre pura espaiiola, hoy no se inflama
En santo ardor, y al recordar su injmia
Lleno de imlignacion y ardiendo en ira
" ¡ Venganza 1» aún, sobre su tumba clama '!


¿ Quien al oir el lúgubre lamento
De funeral campana,
Del bronce atronador el ronco acento
Que á lo lejos retumba,
y COIl dolientes ecos
Llama á Espafw a llorar sobre su tUlJIba,
No cree mirar el horroroso cuadro
Que con rasgos de sangre nuestra historia,
Muestra para escarmiento de tiranos,
y los hechos grandiosos sobrehumanos,




-135-
Que con asombro admirará la tierra
Aun cuando ya no existan castellanos '!


Miradlos ... ellos son ..... DAolz, VELARDE:
Al contemplaros i héroes generosos!
Se llena el corazon de mudo pasmo.
Los sigue un pueblo entero, armado solo
De su justo furor y su entusiasmo:
Corre con frente impávida á la muerte,
y contra inmensas huestes aguerridas
Lucha con tal ardor y tanto arrojo,
Que al esgrimir sus hierros homicidas
Tiemblan de espanto ya sus' opresores.
Las anchas calles de l\Iadrid se tornan
En un inmenso ca1,!lpo de pelea:
Las debiles muge res,
Animando á sus fuertes defensores,
Combaten y sucumben á su lado.
Crece el estrago: al pie de sus hogares
Silenciosos pel'ecen á millares
Los que osados y hravos
Quieren mejor morir que ser esclavos.
Corre la sangre á arroyos, y el gemido
De los tristes que espiran,
Bajo el forrado casco polvoroso
De los brutos normandos, se reune
Al clamor espantoso
De los que inermes en la noche mueren
Gritando con acento doloroso
• Salvau la patria ó pereceu, heruulJlmd»
Aun despues de sentir eIl sus entraflas
El plomo abrasador de sus tiranos.




- 136-


¡Aplauso eterno al héroe generoso
Que por su patria muere!
Gloria .. l I Gloria sin fin á los valientes
Que la España aun lamenta,
y hoy unidos, intrépidos y ardientes
Murieron por vengar su horrible afrenta!
¡Dadme para esparcir sobre su tumba
Como débil tributo en este dia,
De ardiente alllor y gratitud eterna,
Los lauros de Lepanto y de Pavia;
Las palmas qne ciñel'on
La frente audaz del fuerte Empecinado;
Las que bellas protegen
El sepulcro de 3Iina:, y cn sus hojas
Que inmarcesible s duran,
Al soplo de los vienLos
Independenci1l y Libertad lllurmuran!


Hija del cielo! Libertad divina
A quien adora por instinto el hombre!
i Ventura de los pW-1blos
Que aclamando tu nomhre,
Marchan lirmes y uniclos
Pieles siempre á tu voz y a tu bandera!
Triste de la nacion que no te adore
E inerte, envilecida no prefiera
Perecer, sepultarse en las rninas,
En sus templos y hogares,
Antes que ver hollar sus patrios lares
y soportar humilde los furores
ne esLraugcros malvados y opresores!




-137 -
¡Baldon eterno á la naCÍon cobarde


que al yugo incline la soberbia frente!
¡Loor al pueblo intrépido y valiente
Que cifre solo su espt:)ranza y gloria
En ser libre, temido, independiente!
Mientras Roma lo fue, y entre sus hij os
Pudo contar los Curcios y Escipiones
Los destinos del mundo dirigía:
A su acento temblaban las naciones;
Acataban sus leyes.
y el carro y la corona de los reyes
De juguete á sus águilas servía.
Pero flejó de serlo, y en un día
Fatal para su historia,
El orbe contempló de asombro lleno
Destrozado su seno
y trocada en oprobio su alta gloria.


l\'Ias grande, mas felizOy poderosa
Que la antigua Metrópoli del mundo
Tambien España fue, cuando sus hijos
Como á madre la amaban,
y ahogando su ambicio n y sus rencillas,
Celosos solo de su nombre y gloria,
Por dilatar su imperio peleaban.
Señora de ambos mundos, sus guerreros
La tierra dominaban
Sus sabios la ilustraban;
y su temido pabellon, triunfante,
Sobre soherhias flotas se mecía
Desde el mar de Colon al mar de Atlante.


Ora sobre la tumha de sus hijos ...




-138 -


l\las mi labio enmudece al contemplarla ...
Hiega mi faz el llanto,
Mi voz se niega á proseguir el canto,
y de mis manos trémulas, la lira
Se escalJa sollozante y destemplada.


Oh funesta memoria! oh triste dial
Verla yerta, espirante,
Sola y abandonada,
y no poder con esforzado alienlo
Blandir ]a lanza ni empuñar la espada;
Ni con tronante voz reproduciendo
Los ecos varoniles
Del poela guerrero de la Grecia,
O del sin par cantor del gTande Aquiles,
Heanimar su valor y su esperanza
y su planta alejar del hondo abismo
Donde ciega se lanza! ¡Oh patria mia!
Nadie de ti se duele.
Tus héroes duermen en la tumba fria,
¡Oh funesta memoria! oh triste dial


¡Ahl Si la España aún entre sus hijo ...
Esos sublimes mártires conlára!
Si ellos vivieran, su dolor cesára,
Mas ¿qué digo? ¡Ay de mi! ¿}lueren los héroes
Por veniura jamás? ¿No fueron ellos
Los que luchando al par de sus hermanos,
La suerte del combate (lecidieron,
y á sus fren tes ciñeron
El espléndido lauro de la glol'ia




- .139-


En Bailen, en Albuera,
y en los sangrientos campos de Vitoria?
Débales, si es así, la triste Espaila
Dos veces su salud: turbe su sueño
El fUnebre y tristísimo lamento,
Que fatigando el viento,
Un pueblo entero arrodillado eleva
En torno de las tumbas respetadas
Que guarda ese glorioso monumento.


Héroes de Mayo alzaos: la herida frente
Del polvo levantad noble y severa:
Vuelva á lucir en v-uesLras fuertes manos
Al aire desplegada, la bandera
Que hace temhlar de espanto á los tiranos.
El grito poderoso,
Que cual rayo lanzado
Por la terrible mano del destino,
Hizo polvo al coloso
Que bajo el carro de su triunfo impío
Gemir hiciera al mundo esclavizado,
A resonar en vuestI'os labios vuelva:
Dilátese en el viento
Cual presagio de gloria y de alegría
Como en el tiempo aquel, en que tronando
El hondo valle y la lejana selva,
En entusiasmo férvido encendía.
Quizás al escucharle, al contemplar08
Espaila se despierLe: por sus venas
Reanimador circule
Ese divino, irresistihle fuego
Que la animára un dia;




- 140-
Y su poder y fuerza recobrando,
La antigna gloria y magestall mostrando
Que aun en su frente ensangrentada brilla
Con rasgos indelebles y profundos,
A ser torne Castilla
La respetada Reina de ambos mundos.


~paro Lopez del Baiio.


(20 de Abril de 1849.)




IMPROVISACION


tlelante tld .monumento tld


DOS DE MAYO.


A yes de amor con lágrimas de ira
Lanza mi corazon, cuando contemplo
Vuelta en altar vuestra mortuoria pira,
Vuestro sepulcro trasformado en templo!
¡Cuanta veneracion al alma inspira,
Manes sagrados, vuestro ilustre ejemplo!
Salve! Tres veces salve á la memoria
De tanta lealtad y tanta gloria!


Víctimas al honor sacrificadas
Del acero invasor al cruento filo,
Sobre el polvo do fuisteis inmoladas
España os alza panteon tranquilo.
Sin venganza yaceis, mas no olvidadas:
Vuestra memoria, al recibir asilo
En sus pechos, dejó á los Castellanos
Ira en el corazon , hierro en las manos .


.José Zorrllla.
(Abril 22 de 18.\9.)






ANIVERSARIO DEL DOS DE MAYO.


¡,Qne resta ya pal'a mi humilde canto
Vales sublimes 4le la patria mia,
Si en lira de oro celebrais el día
Orgullo nuestro y del frances esp¡mto?.


Dejad que cona el abundoso llanto
Que hoy á mis ojos el dolor envía;
Hoy que al recuerdo de traicion impía
l\Iadricl se agolpa almonumellto santo.


Canlad, cantad: el Universo aplaude
Vuestros himnos de muer le y de victoria,
Vuestros ecos de saúa y patriot.isll1o.


Ese túmulo honrad, y yo en su laude
Esculpiré para elernalmcmoria
« AQH TIICNF. Sil TE~IPLO EL HEROIS)IO .•


IDtaulio 2l. RamiteJ.






Paginas.


IntroLlllccíon. 5
El 2 de Mayo de 1808. (Reseña J¡i.~lórira.) 7
Víctimas sacrificadas el 2 de Mayo. :1.7
Daoiz y Vclarde. (Noticias biográficas). 2!l
Monumento del 2 de ~Iayo. (el rtíwlo hi.~tórico y
descriplÍl'o :1!l


OOMPOSICIONES POÉTICAS


Por el Excmo. Sr. n . .luan ~ícasio Galle~o. '1.9
Sr. D. Juan Bautista Arriaza. 55
Sr. D. Cristobal de Beña. 61
Sr. D. -:\liguel Agustin Príncipe. 65
Señora D.a Gertrudis Gomez de Avellaneda. 71
Sr. D. José de Espronceda. 73
Sr. D. Francisco Navarro VilIoslada. 79
Sr. D. Juan Eugenio Hartzenlmsch. 81
Sr. Marqués de TOl'l'eorgaz. 87
Sr. D. Francisco Cea. 89
Sr. D. Gavino Tejado. 93
Sr. D. Fernando Corradi. 95
Sr. D. José Joaquin Villanue\a 103
Sr. D. Antonio l{ibot y }<'ontseré 107


10




11


Sr. D. Gregorio Homero Larrailaga
Sr. D. Juan Martinez VilIcrgas
Sr. D. José María de Albuernc
( **")
Señorita D.a Amparo Lopez del Raño
Sr. D . .losé Zorrilla .
Sr. D. BrauJio A. Ramircz


111
121
125
B!l
l:H
Vd
1'13




LlsrrA DlJ LOS SI~~ORBS SUSCRITORES.


Excmo. Sr. n. Francisco Jayírr CastaliOS, n\!(¡ur rk
Bailen.


Excmo. Sr. D. Prudrncio (]{o frllarlalfajara, nllqnr
de Castroterreíio.


Excmo. Sr. Marqués de Santa CrlJZ, .\Icalor Corr('-
gidur de esta;\1. H. Y.


Excmo. Sr. D. Francisco Jayirr oc A/piroz, nir('f'-
tor General de Artillería.


Sr. D. Antonio Moscnsn, Brígadipr COI'011('1 ,Id mis-
mo cuerpo.


Sr. D . .luan Yigil dp QlIilíorws. Urigarlicr Cflrmlt'1
de id.


Sr. n. Narciso Gomez, Teniente Coronel de íd.
Sr. D . .losé lírbina, Teniente Coronel (le id.
Sr. D . .losó :\Torono, Intendente Comisario dp id.
Sr. n . .JuJian Ydarrk, hermano del D. PEnRO YEUR-


HE vietima PI1 pI 2 dI' 'Javo ('11m' 2 rjellll'/nrr.<


Sr. D. Adolfo Yercruy~se ue Iriart.
Sr. D. Agustin de Francisr:o.
Sr. D. Agustin Garaizahal.
Sr. D. Agustín Gomez de b Mata.
Sr, D. Agustín Lopez Hermoso.
Excmo. Sr. D. Alberto de Valdric, 'Iarqués oc Ya]gonl'ra.
Sr. D. Alejandro Lopez (pOI' 2 ejemplares).




Sr. D. Alejandro Paz.
Sr. n. Alipio Pio de la Riya.
Sr. D. Alonso GlIllon.
Excmo. Sr. D. Alvaro Gomel Becerril
Sra. D.a Amalia Navarro de :\Iesa.
Sr. D. Anacleto ::\Iartinez Toro.
Sr. D. Andrés Estefanía.
Sr. D. Andrés Gabarron.
Sr. D. Andrés l)erez Lilm¡¡gorla.
Sr. D. Angel Alvarez.
Sr. n. .\ngcl Berant.
Sr. D. Angel Cuesta y Sanrhez.
Sr. D. Angel Franco.
Sr. D. Angel Juan Alvarez.
Sr. D. Angel María V('la.
Sr. D. Anselmo Casado.
Sr. D. Antolin l\Jartinez.
Señorita D.a Antonia Bañares.
Sra. D. a Antonia Ham: de Lopcz Uhon.
Sr. D. Antonio Ballesteros.
Sr. D. Antonio de Mendoza.
Sr. D. Antonio de Vega.
Sr. D.\lltonio Diaz de Cañabatr
Sr. D. Antonio Flores.
Sr. D. Antonio Gamborino.
Sr. D. Antonio r'imenez.
Sr. D.Anlonio Giron.
Sr. D. Antonio Labra y Sanchez.
Sr. D. Antonio María Morete.
Sr. D. Antonio ~Iaría Perez de Carrasc¡ued¡"
Sr. D. Antonio l\Iartinez.
Sr. D. Antonio Nicolás Perona.
Sr. D. Antonio Sanchez.
Sr. D, Antonio TabernilIa.
Excmo. Sr. D. Antonio Van-Halen, Conde de Peracamps.




~r. D .. \.tanasio LanJeta.
Sr. D. Aureliano ~Iartinez.
Sr. D. Baltasar AIlJuaga y Espinosa.
Sr. D. Basilio Sebastian Castellanos.
Sr. D. Benito Gacio.
Sr. D. Benito Lozano.
Sr. D. Benito Pombo.
Sr. D. Bernardo Cano.
Sr. D. Bemallé Garda.
Sr. D. Bernabé Rodriguez.
Sr. D. Bla~ Ortiz y Laredo.
Señorita D. a Bonifacia Moliucr.
Sr. n. BuenaH'ntura Nieto.
Sr. D. Camilo Rodriguez.
Sr. D. Cárlos Conrote.
Sr. D. Cárlos Contreras.
Sr. D. Cárlos Félix de Susa.
Sr. D. Cárlos Ferrad.
Sr. D. Cárlos María Lopez.
Sr. n. Cárlos VilIaamil.
Sra. n.· Cármen Hamirez Arias-üagu.
Scuorita D. a Carolina Lara.
Sr. n. Cecilio Galvez.
Sr. D. Cipriano de Hivas.
Sr. D. Cipriano Segundo :\lontesinos.
Sr. D. Claudia Moyana.
Sr. n. ClalHlio Santo8 Herranz.
Sr. D. Clemente Camellas.
Señorita D. a Concepcion Ramirez I)ovedano.
Excmo. Sr. Conde de Santa OIaIla.
Sr. n. Diego Gomcz.
Excma. Sra. n. a nolor('s ue I)alafóx, Marquesa, inda ele Bél-


gida.
Sr. H. Domingo Prado.
Sr. D. DOll1ingo Sierra.




'6"1
~r. U. Douato Primo.
Exnllo. Sr. Duque de Abrautes.
Exemo. Sr. Duque de Fria~.
Excmo. Sr. Duque de Sessa.
~lr. D. E. A. Ortega de Garcia
Sr. D. Eduardo lle la Loma.
Sr. D. Eduardo Garrigós.
Sr. D. Eduardo ~lartill de la Cámara.
Sr. D. Eduardo Ramos.
Sr. O. Eduardo Sampelayo.
Sr. D. Enrique Diaz Otero.
Sr. D. ~Erifani() José Lopez.
Sr. D. Ernesto Fernandez de A!I~úlo.
Sr. D. Estanislao Pariza.
Sr. D. Esteban Lujan.
Sr. D. Esteban Bey.
Excmo. Sr. D. Evaristo San Miguel.
Sr. D. Eusebio Perez.
Excmo. Sr. D. Facundo Infante.
Señorita n.a Faustina Anton Hamirez.
Sr. D. Federico Fernalldez San Human.
Sr. D. Federico Olvés.
Sr. D. Federico Hodrígllez Ibaii('z.
Sr. D. Felipe Abascal,
Sr. n. Felipe ¡\cuña Solís.
Sr. D. Felipe Cantos.
Sr. D. Felipe Acevedo y Hamirez,
Sr. D. Felipe Diez Bobledo.
Sr. n. Felipe Mingo.
Sr. n. Félix Fernandez Herroll.
Sr. D. Fermin Elio.
IIlmo. Sr. D. Fernando Alvarez.
Sr. D. Fernando dc Ahumada.
Sr. D. Fernando Gonzalez.
Sr. D. Fernamlo Begidor Flores.




"11
~r. D. Fidel del Pozo.
~r. D .. Francisco Alonso Gnizan.
Sr. D Francisco Balboa.
Sr. D., Francisco Borray.
Sr. D. Francisco Cedrun.
Sr. D .. Francisco de Asis Dil'.
Sr. D. Francisco de la Puente.
Sr, D. Francisco de las ]<'uentes.
Sr. D.:Franciscode la Vega Godoy.
Sr. D. Francisco Diaz de la Granja.
Sr. D. Francisco Elias.
Sr. D Francisco Fernandez Ruiz.
Sr. D. Francisco Galvez y Fernandez.
Sr. D. Francisco Garcia.
Sr. D. Francisco IJagullo y Renovalles.
Sr. D. :Francisco Matarraz.
Excmo. Sr. D. Francisco Ossurio (por 2 ejemplares).
Sr. D. Francisco Perez Casariego.
Sr. D. Francisco Rodríguez de la Vega.
Sr. D. Francisco Ruiz.
Sr. D. Francisco Salmeron y Alunso.
Sr. D. Francisco Tejada.
Sr. D. Francisco Tejero y Cano.
Sr. D. Francisco Torregrosa.
Sr. D. don Frutos ~Iartinez.
Sr. D. Frutos Mazon.
Sr. D. G. A. R.
Sr. D. Gabriel Seco de Cáceres.
Sr. D. Gerardo Busot.
Sr. D. Gerónimo Gallardo y Guzman.
Sr. D. Ginés Quesada.
Sr. D. Gregorio Delgado.
Sr. D. Gregorio Villacorta.
Sr. D. Guillermo Laso de la Yega.
Sr. D. Guillermo Valero y Guzman,




VIII
Sr. D. Guillermo Velez.
Sr. D. Hermenegildo Alo:1s0 dc Torrcs.
Sr. D. Hipólito Azcurra.
Sr. D. Ignacio Desiria.
Sr. D. Ignacio Egllileor.
Sr. D. Ignacio Reigon.
Sr. D. Ignacio Urrntia.
Sr. D. Inoccnciodela Parra.
Sr. D. Inocente Pcrez.
Sr. D. Isidro Eleuterio de Alcalá.
Sr. D. Jacobo Colombo (riOr '2 ejernp{(lre.~).
Sr. D. Jaime Obio!.
Sra. D." Javiera Arambarri de Ruetc.
Sra. D." Joaquina ~Iarco de Carnicero.
Sra. D." Joaquina Vidal y Pozuelo.
Sr. D. Joaquin Botija.
Sr. D. Joaquin Bueno.
Sr. D. Joaquin de la Mar.
Sr. C. Joaquin de la :Moneda.
Excmo. Sr. D. Joaquin Gomez dc la Cortina (por 2 ejemplares).
Excmo. Sr. D. Joaquin Gomcl tIc Liaño.
Sr. D. Joaquin Montero.
Sr. D. Joaquín Murga.
Sr. D. Joaquin Perez de Ledesma.
Sr. D. Joaquin Hamirez.
Sr. D. Joaquín Rey.
Sr. D. Jorge Hcboles.
Sr. D. José Abasca!.
Sr. D . .losé Almira Victoria,
Excmo. Sr. D. José Alonso.
Sr. D. José AIYarez.
Sr. D . .losé Bernardo Muüoz.
Sr. D . .losé CaJisto Serrano.
Sr. D. José de Cossio y Coso
Sr. D. José dp, Hazas.


in' tu.., ti ¡ WOU:Gu,"Q¡




IX
SI'. D. José oel Acebo.
Sr. D. José de ~Iesa y Cardero.
Sr. n. José de Videa.
Sr. D. José Diaz.
Sr. D. José Diaz de Paz y Altamirano.
Sr. D. José Dicenta.
Sr. D. José Echevarria.
Sr. D. José ·Eustaquio ~Ioreno.
Sr. D. José Fernandez de Quesada.
Sr. D. José Garda de Santiago.
Sr. D. José Garda Jove.
Sr. D. José Genér.
Sr. D. José Gonzalez de Tejada.
Sr. D. José Gutierrez de la Vega.
Sr. D. José Jares.
Sr. n. José Lequerit:a.
Sr. n . .José Lopez Ubon.
Sr. D. José Llorty Ruiz.
Sr. n. José Manuel Carreuca.
Sr. D. José Marco Sanchis.
Sr. D. José María Abad y Melchol'.
Sr. n. Jasó María Ayust.
~r. D. José María Róurnas.
Sr. D. José l\lafÍa Sanchez.
Sr. D. José María Velluti.
Sr. D. José Martin de Leon.
Sr. D. José l\lartinez.
Sr. D. José Maura.
Sr. n . .losé Mut.
Sr. n. Josél\1rres.
Sr. TI. José Perez Tejada
Sr. n. José Polo.
¡';r. n. Josó Puig.
Sr. n. José Puigdulles.
~r. D. José Hamirez.




X
Sr. n. José Ramirez de .\rellano.
Sr. D. José Hamircz de Arcllano.
Sr. D. José Uegalado.
Sr. D. José Hodriguez.
Sr. n. José Hoxas y Senra.
Sr. D. José Huiz de Queyeuo.
Sr. D. José Sanchez Gutierrcz.
Sr. D. José SatrusLegui.
Sr. D. José Villanueva.
Sr, D. Juan Antonio Ralin.
Sr. D. Juan Antonio Sulse.
Excmo. Sr. D. Juan Alyarez )' :\lenuizahal,
Sr. n . .luan Bautista BaJá.
Sr. D . .luan Bautista Somoji.
Sr. D. Juan Fernandez Crausquin.
Sr. D. Juan José de lo~ Santos.
Sr. D. Juan Leon Picaza.
Sr. D. Juan Lopez Inglt;s.
Sr. D. Juan Manuel Perez.
Sr, D. Juan l\larLinez.
Excmo. Sr. D. Juan Ncpomuceno Fernamlez San Miguel.
Sr. D . .Juan Pelayo LOJlcz.
Sr. D. Juan I)erez Lauuza.
Sr. D. Juan Hamon Va del\.
Sr. D. Juan Sotona.
Sr. D. Juan Valero Padroll.
Sr. D. JUli:lll Cerro Sallchez.
Sr. D. Julian de Huelvrs.
Sr. D. J!Jlian Gornez.
Sr. D. Julian Gomez Inguanzo.
Sr. D, Julian Pelaez del Pozo.
Sr. D. Justo . .\ 1'gos.
Sr. D. Justo de Serrano.
Sr. n. Lorenzo Cabrera.
Sr. D. J.orenzo Fernandez de Villavicencio.




XI
Sr. D. Lorenzo Gonzalez }lprabeles.
Sr. D. Lorenzo Herrero.
Sr. D. Lorenzo Somera.
Sr. D. Lncas Saenz.
Sr. D. tnciano ,tarin.
Sr. D. Luis Acemar.
Sr. D. Luis Amorús Angel.
Sra. D.a Luisa Tarnayo de Uegido!".
Sr. D. Luis Franeo .\IOIlSO.
Sr. D. :\1. A. F. ),1.
Sr. D. l\lamerto Diez.
Señorita D. a Manuela Anton Hamircz.
Señorita n. a :\Ianncla Nirolasa Valcarcel y Abreu, :\iarquesa


de :\Iedina.
Seliorita D.a ~1anuela Pelaez.
Sr. D. l\lanuel Abascal.
Sr. D. Manuel Alonso.
Sr. D. ::\Iannel Alonso.
Sr. D. Manuel Alonso ::\Icndaña.
Sr. D. )'Ianuel Agl]ado.
Sr. D. Manuel Amador.
Sr. D. Manllel Apezteguia.
Sr. D. Manuel Calatravello.
Sr. D. 'Manuel Campello.
Sr. D. ::\Ianuel de Lara.
Sr. n. )Ianuel del Palacio.
Sr. D Manuel Fernandez de C\l\'(lova.
Sr. D. 'Ianuel Fornells.
Sr. D. Maullel Gonzalez Crespo.
Sr. n .. Mannd Guardia.
Sr. D. Manuel Loreuzana.
Sr. D. Manuel :\laría Humos.
Sr. D. :\lanuel '\Iarflnez.
Sr. D. Manuel 'Ierino.
Sr. D. l\Iaullel NUll('Z y Soto.




XII
Sr. n. Manuel Ruiz de Quevedo.
Sr. D. :\Ianucl Safont.
Sr. D. Manuel Scrantes.
~r. D. Manuel Ugarte.
Sr. D. Manuel Villero.
Sr. D. :\Ianucl Zabala
Excmo. Sr. D. :\Iarcelino de Oráa.
Sr. D. Marcelino San ~Iar tin.
Sr. D. ~Iarcos Garcia.
Sr. D. Marcos Sanz y Melendez.
Sra. D.a María Agustina García Varela, ,iuda de Fl'rndlontacs.
Sra. D. a ~Iaría del Carmen Romero uc Huiz.
Sra. D. a María Francisca García de Cordero.
Sra. D.a María Joaqllina 'lami.
Sra. D." Maria Ana Perl'l, V. de D. n. J. Domingu,'z.
Sr. D. Mariano Carrascal.
Sr. D. Mariano Fcrnalldez.
Sr. D. Mariano García.
Sr. D. Mariano Santisleban.
Sr. D. Mariano Valls.
Excmo. 5r. ~Iarqués de Alcaiiices.
Excmo. Sr. Marqués ue Bcnalua.
Sr. ~Iarquós oc la Regalía
Excmo. Sr. Marqués de ~Ialpica.
Sr. D. Martin Atienza.
Sr. D. :!\1artin GimenE'z.
Sr. D. Mateo Calleja.
Sr. D. Mateo l"ernandcz.
Sr. D. Mauricio Ganau.
Sr. D. Maximino Garda.
Sr. D. ~1aximiIlo JS:icolás.
Sellorita D.' l\1icaela Gil Sanlibai"lcz.
Sr. D. Miguel Castro.
SI'. D. Miguel Chacon.
Excmo. Sr. D. Miguel Lopez Ballos (por 2 ejemplal'c$).




XIII
Sr. D. Miguel :\Iorote y García.
Sr. D. Mi~nd Trias.
Sr. D. Narciso Aparicio.
Sr. n. Narciso Dop:;ue.
Sr. D. Nicasio Miranda.
~r. n. Nicolris Cabañas.
Sr. D. Nicolás de la Hllerga.
Sr. n. Nic()l{¡~ Ibarra.
l'\r. n. Nicolás Lezo.
Sr. D. Nieolás Rojas.
Sr. n. Pahlo Abejon y Calvo.
Sr: n. Pal,lo Cabrero y Martinez.
Sr. D. Pablo Cabrero Lueza.
Sr. D. Pablo Otone! y Moreno.
Sr. D. Pablo YilIasera.
Rr. D. Pablo Villota.
Sra. D.a Pascuala Polo de Dominguez.
Sr. D. Pascual Fernandez Baeza.
Sr. D. Pascual Madoz.
Sr. D. Pedro Antonio Albeniz.
Sr. D. Pedro Balaca.
Sr. D. Pedro Breton.
Sr. D. Pedro Coromin.
Sr. D. Pedro de Torre YSllnza.
Sr. D. Pedro Fernandez.
Sr. D. Pedro Fernandez Soba.
Sr. D. Pedro Garda Loza.
Sr. D. Pedro Guio.
Sr. D. Pedro Iruleta de Alba.
Sr. D. Pedro Mateo Sagasta.
Sr. D. P. M. Balboa.
Sr. D. Pedro Olaiz.
Sr. D. Pedro Pinillos.
Sr. D. Pedro Romero (a) el Habanero.
Sr. D. Pedro Sanchez de Ocaña.




xn'
Sr. D. Pedro Sanz.
Sr. D. Prudencio Hegoyos.
Sr. D. Rafael Alvarez y)Iendizabal.
Sr. D. Rafael Bernardino de Mesa,
Sr. D. Hafaellllazquez y Lamo.
Sr. D. Rafael Cuadrillero.
Sr. D. Hafael del Bosque.
Sr. D. Rafael Martinez.
Sr. D. Rafael Palomera y Garrido.
Sr. D. Rafael Ramirez de Arellano (por '2 rjcmplarc.<I.
Sr. D. Raimundo Perez de la nracia.
Sr. D. Ramon Abad.
Sr. D. Ramon Barriuso.
Sr. D. Ramon Chichano.
Sr. D. Hamon Lorente.
Sr. D. Ramon María Delgado.
Sr. D. Hamon Torres l\Iuñoz y Luna.
Sr. D. Ricardo Almagro.
Sr. D. Rodrigo Ramirez.
Sr. D. Roque Gonzalez de Bedia.
Sr. D. Rosario Nadall\lay de Andrades.
Sr. D. Salvador de Reina Rodriguez.
Sr. D. Salustio Gonzalez Hegueral.
Sr. D. Santiago Alonso Cordero.
Sr. D. Santiago Brieva.
Sro D. Santiago Domingllez.
Sr. D. Santiago Rodero.
Sr. D. Sebastian Rodríguez.
Sra. D.a Segunda Eusebia Hilera.
Sr. D. Segundo SíerraPambley (por 2 ejemplares).
Sr. D. Silverio Carmena.
Sr. n. Tadeo Monge.
Señorita n.a Teodora Anton Ramirez.
Sr. D. Tomas Argüello y Martinez.
Sr. D. Tomas del Valle.




Sr. D. Tomas Pereda.
Sr. D. Toribio Alonso.
Sr. D. Toribio Noriegas.
Sr. D. Valentín Arcado Diez.
Sr. D. Valentin Diez.
Sr. n. Valentin Goyti.
Sr. D. Valentill Masuchi.
Sr. D. Vicente Espinosa.
Sr. D. Vicente Santa Coloma,
Sr. n. Vicente Suarez Inclan.
Sr. D. Victor Uceda.
Sr. \"izolldl' (\l' Villandrando.


ARADÍA (Cricrre.5f


Sr. n. Mariano NaYf1s.
Sra. n. a Vicent.f1 Villalohos.


ALRACETE.


Sr. D. Rllmon Cuartero (por G ejemplares).


ALMAI>E;-'¡ (CiHdrul Real J.


Sr. n. Julian Sanchez Tirado.
Sr. D. Félix Qlliroga (por!t. eje1J!plare.~).
Sr. D. Francisco Muñoz.


Sr. D. Joaquín Paredas.
Sr. D. José Espada.


ALMERIA.


Sr. D. José Padilla IribanH'.
Sr. D. Mariano Alvarez.
SS. Vergara y CompallÍu.




¡\RANJUEZ (j}fadrid).


Sr. D. Formerío Barrenengo<l.
Sr. D. José l\Iollinedo.
Sr. D. Lub Burgoll.
Sr. D. Luis Castillon.


BADAJOZ.


Sr. O. Fernando .10sé Fernandez.
Sr. D. José Sedo.
Sr. D. Hamon Crespo.


BAÑOS (Cáceres).


Sr. D. Pascasio Gomez.
Sr. n. Ramon Alvarez.


BILBAO (Vizcaya).


Sr. D. Federico Ballesteros.


HOYOS (Cáceres).


Sr. D. Agustín Arías y Camíson.
Sr. D. Marcclino Rodriguez.


LEON.


Sr. D. Antonio Chalanzon, menor.
Sr. D. Casiano Alvarez Puelles.
Sr. D. Cayetano Rodriguez.
Sr. D; Felipe Fernandez L1amazarcs.
Sr. D. Francisco Chalanzon.




XWII
Sr. D. Juan Genaro de Dios.
Sr. D. Ovidio Chalanzon.
Sr. D. Pablo Blanco de Robles.
Sr. D. Pablo Florez.
Sr. D. Salvador Llamas.
Sr. D. Sotero Rico."
Sr. D. Tomas Nieto Imaz.


LOGROÑO.


Excmo. Sr. D. Baldomero Espartero, Duque de la Victoria y
de MoreHa.


Sr. D. Domingo Ruiz.
Sr. D. Luciano Murrieta.
Sr. D. Mamerto V dasco.


LUCEN A (Ca,~tellon de la Plana).


Sr. D. José María Roldan,


MÁLAGA.


Sr. D. Emilio Garcia r Mosé.
Sr. D. Enrique Bodenave.


MECO (Madrid),


Sr, D, Enspbio de }.ncas,


Sr. D. Francisco l)az,
Sr. D. Juan Canizo.
Sr. D, Juan de Igneson.
Sr. D. Manuel Gonzalez.


OlmNSE,


H




xwnl
Sr. D. Pablo Gonzalez Rivera.
Sr. D. Raimundo Taboada.
Sr. D. Ramon Redoya.
Sr. D. Tomas Vazquez.


PALMA DE MALLORCA.


Sr. D. Cristobal Gomilla y Morante.
Sr. D. Juan María Villaverde.
Sr. D. Lorenzo Hermilla.
Sres. Bullan, hermanos.


PONFERRADA (Leo",),


Sr. D. Antonio Doti.
Sr. D. Camilo Gavilanes.
Sr. D. Dictino Alonso.
Sr. D. Diego Gonzalez.
Sr. D. Eustaquio la Serna.
Sr. D. Felipe Fernandez.
Sr. D. Francisco Agustín Valgoma ..
Sr. D. Isidro Rueda.
Señorita D.a Joaquina Vazquez.
Sr. D. José Perez Castro.
Sr. D. Juan Bautista Matinol.
Sr. D. Juan Fernandez.
Sr. D. Juan ValcarcclMartinez.
Sr. D. Leonardo Blanco.
Sr. D. Lorenzo Fuentes.
Sr. D. Manuel Gonzalez del Valle.
Sr. D. Mateo Garza.
Sr. D. Nemesio Gonzalez Lopez.
Sr. D. Pascual Santin.
Sr. D. Pedro Pombriego.
Sr. D. Ramon Valcarce Armesto.




XIX
Sr. D. Ramon Vazquez.
Sra. D.· Yicenta de Castro y Railina.
Sr. D. Victoriano Garza.


RlOSECO ( Valladolid).


Sr. D. Antonio Yañez.
Sr. D. Benito Castañeda.
Sr. D. José Alvarez.
Sr. D. Patricio José Rodriguez.
Sr. D. Ventura Garcia Escobar.


SAHAGUN (Leo1l /.


Sr. D. Domingo Franco.
Sr. D. Elias Nuilez :.\lendiela.
Sr. D. Eugenio Condc.
Sr. D. Francisco Quintero.
Sr. D. José Chacel.
Sr. D. Juan Antonio del Corral.
Sr. D. Lorenzo Florez.
Sr. D. Manuel Guaza Mateo.
Sr. D. Niceto Nuñez Mendieta.
Sr, D. Rafael Garcia Benitez.
Sr. D. Valentin Rlliz.


SALAMANCA.


Sr. D. Antonio Arteaga.
Sr. D. Diego Vazquez.
Sr. D. Felipe del Puerto.
Sr. D Ildefonso Pesquero.
Sr. D. Juan Alonso de Torres (por 6 ejemplare$).
Sr. D. Juan José de Meilhon.
Sra. D.a María Sabas de Gimenez.




xx


SAN SEBASTIAN (Guiptízcoa).


Sr. D. Ambrosio Martincz.
Sr. n. Antonio Lopez.


SAN FELIPE DE JÁTIVA (Valencia).


Sr. D. Bernabé Garc{a.
Sr. D. Bias Bellver.


SANTANDER.


Sr. n. Adrian Gasis.
Sr. D. Agustin Gonzalez.
Sr. D. Alejandro Valle Gutierrez.
Sr. D. Benito Otero Rosillo.
Sr. D. Cándido Somo.
Sr. D. Ceferino Gonzalez Arce.
Sr. D. Clemente María Riesgo (por 6 ejemplares).
Sr. D. Elías Ortiz.
Sr. D. Escolástico Gerner.
Sr. D Francisco Aya.
Sr. D. Francisco Gutierrez.
Sr. D. Francisco Laparte.
Sr. D. Francisco Trlleva Higuera.
Sr. D. Francisco Javier Aldecoa.
Sr. D. Genaro Mier y Teran.
Sr. D. Gregorio Bohigas.
Sr. D. Guillermo Gonzalcz Rivera.
Sr. D. Hípólito Babé.
Sr. D. Joaquín Patrono
Sr. D. José Francisco "Iolino.
Sr. D. José García.
Sr. D. José R. Doriga.




XXI
Sr. D. luan Bautista Cuesta.
Sr. D. Juan Casado.
Sr. D. Juan del Castillo.
Sr. D. Juan Gutierrez Sara.
Sr. D. Juan Orbe.
Sr. D. Juan Pablo Aguirre.
Sr. D. Juan Rebilla.
Sr. D. Justo Colongues.
Sr. D. Manuel Fernandez Pellon.
Sr. D. Manuel Fernandez Regatillo.
Sr. D. Manuel Perez Molino.
Sr. D. l\1arcelíno Cavada.
Sr. D. Nicasio Casuso.
Sr. D. Norberto Uria.
Sr. D. Pedro García.
Sr. D. Pedro Peredo.
Sr. D. Pedro Salazar.
Sr. D. Pedro Vega.
Sr. D. l)olicarpo Castillo.
Sr. D. Poli carpo Diez.
Sr. D. Bafael Cereceda.
Sr. D. Rafael Echegaray.
Sr. D. Uaimundo Heras.
Sr. D. Haimundo Varangort.
Sr. D. Ricardo Puebla.
Sr. D. Romualdo Soto.
Sr. D. Sinforiano Huerta.
Sr. D. Torcuato Gonzalez.
Sr. D. Venancio Ochiozola.
Sr. D. Vicente Gutierrez.
Sr. D. Vicente Martinez.
Sr. D. Victor S~tien.
Sr. D. Victor Soburno.




XXI.


SANTIAGO.


Sr. D. Adolfo Iglesias.
Sr. D. Andres T. Bouza Figueroa.
Sr. D. Angel Martinez de la Riva.
Sr. D. Antonio Costoya.
Sr. D. Antonio García Fernandez.
Sr. D. Antonio Samper.
Sr. D. Antonio Sanehez Seijas.
Sr. D. Benito Alvarez Lago.
Sr. D. Cándido Martinez Pastur.
Sr. D. Cándido Sanchez.
Sr. D. Cesareo Cortés.
Sr. D. Diego de Andres Gareía.
Sr. D. Domingo Antonio Taboada.
Sr. D. Domingo Ubiña.
Sr. D. Felicísimo Dominguez Hervella.
Sr. D. Félix Padin.
Sr. D. Francisco Ca amaño y PoI.
Sr. D. Francisco Rodriguez.
Sr. D. Gumersindo Banante.
Sr. D. Ignacio García Moreno.
Sr. D. Ignacio Silva.
Sr. D. Javier García Gutierrez.
Sr. D. Joaquin Banzas.
Sr. D. Joaquin de la :Fnente.
Sr. D. José Botana.
Sr. D. José Freire.
Sr. D. José Gareía Montenegro.
Sr. D. José Lira y Malvar.
Sr. D. José :\1aría AIYarcz.
Sr. D. José María I,ago.
Sr. D. José María Lastra.
Sr. D. José Perez Cedrón.




Sr. D. José Sierra.
Sr. D. Juan Diaz Rocha.
Sr. D. Juan José Cancela.


xxn.


Sr. D. Juan María Devesa y Rey.
Sr. D. Leandro Pita.
Sr. D. Luis Gonzalez.
Sr. D. Manuel Baraja.
Sr. D. Manuel Cariñanos.
Sr. D. Manuel Diaz Freijo.
Sr. D. Manuel Felipe Gonzalez.
Sr. D. Manuel Pintado.
Sr. D. Manuel Rodriguez Cobian.
Sra. D.a María Josefa Leis.
Sr. Marqués de Astariz.
Sr. D. Miguel Sobrino.
Sr. D. Pascual Silveiro.
Sr. D. Patricio de A. Moreno.
Sr. D. Paulino de Casado.
Sr. D. Ramon Cándido Caamaño.
Sr. D. Salllstiano Perez.
Sr. D. Venanciu Montenegro.
Sr. D. Vicente Coperí PalIares.


VALENCIA.


Sr. D, Francisco Mateu y Garin (por 3 ejemplares).


VILLANUEVA DE LA SERENA (Badaiozl.


Sr. D. Bruno María Perez.
Sr. D. Felipe Parejo.
Sr. D. Francisco de Paula Muñoz.
Sr. D. Juan Becerra.
Sr. D. Manuel Becerra.
Sr. D. Narciso Velver.




XXIV
Sr. D. Sebastian Bermejo.
Sr. D. Tomas Malfeito.


YEBRA (Gllada/ajara).


Sr. D. Juan Tejada y Ramiro.


ZAMORA.


Sr. D. Luís María Montero.
Sr. D. Rafael Diez.


ZARAGOZA.


Sr. D. Joaquín María de Urgelles.
Sr. D. Manuel Lasala.


NOTA. No se incluyen varios suscritores • as; de ~Iadrid romo de ProvincIas,
por no baber hecbo sus pedidos en tiempo oportuno.


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