DEL EMPERADOR
}

RETRATO PQLfTICO
DEL EMPERADOR


DE LOS FRANCESES,


'etr CONDUCTA Y LA DE SUS GENERALE'S
EN ESPAÑA, Y LA LEALTAD Y VALOR


E LOS ESPAÑOLES POR SU SOBERANO


FERNA.NDO VII.
O




Ea la historia de las grandes revo-
luciones políticas no se presenta un
monstruo como Bonaparte : es el ma-
yor que ha vomitado la cólera de los
cielos para inundar el mundo de cri-
¡nenes y calamidades. En la serie de
sus acciones ora se tropieza con las
costumbres de Calígula , ora con las
crueldades de Neron.


.


Dotado , no como ciegamente ha
creido la Europa de grandes talentos
militares, sino de un genio sanguina-
rio y feroz y de una osadía é intre-
pidez , de que apenas hay cxemplo, y


i que crecen á medida que se multípli-
can los delitos; la simulacion y el en-
\gario ; la astucia, la perfidia y la ti-
zanía lo elevan del polvo al trono , le
cien Ia diadema, y se sienta en el
solio, queriendo asegurar los derechos


- y la sucesion en su fauailia. R9X 1/134
larga serie de siglos.




2
La Francia , que envuelta en la


sangre, ea el llanto y en la ruina des•
de su funesta y espantosa revulucion
por los vicios y el terrorismo de los
gefes que la gobernaron, había per-
dido todo su antiguo poder y carácter,
tuvo que hacer lugar á este sacrificio.
Exténue , cancerosa y mortal estaba
hidrópica de males, y sus hijos llo-
rando sin cesar el exterminio de la
amada patria no hablan expiado aun
suficientemente los delitos de la gene-
racion anterior.


Bonaparte, destinado para ser el
instrumento del castigo y el azote fa-
tal del género humano, se presenta en
los primeros momentos á la nacion dul-
ce , afable y pacífico predica la paz,
asegura la integridad y conservacion
de todos sus derechos y prerogativas,
promete á sus vasallos mejoras y feli-
cidades incalculables: en fin se gloría
de llamarse turtit—y padre de sus pue-
blos, mientras medita en silencio e/
plan secreto de su ruina, sufoca y ali-
menta en su corazon los poderosos es-
títnulos de la corrupcion , del orgullo
y del despotismo, y abriga en su seno
una alma perversa y criminal. LaIltancia i


Berta de contianza Y de 49-


flor es la primera víctima inmolada á
su furor. L&Francia-,' por último , que
en varios t-tifnatlos, y sobre todo en el
del célebre Luis XIV. se presentaba á"-
la posteridad como un modelo, blaso..
naba del pais mas culto, y era mira-
da con envidia de las naciones extran-'
geras, hoy es solo el objeto de horror
y de espanto, de lástima: y de coa-"
fusion.


¡Dial llenos de turbacion y de error!
Dias en que*el reyno mas hermoso y
&n ido de la tierra es el mas infeliz, eri
donde los hombres de bien que con-
servan en su probidad las reliquias de
aquella edad perdida, huyen á refu-
giarse en otras partes ,"ó viven igno-
rados y oprimidos. ¡Ah! si tendemos la
vista sobre la vasta extensión de aquel
imperio , tendremos que tornar los ojos
para no ver sembrado' en todas partes
el espectro - pavorosode la iniseri t, é
impresa lajmagen de la 'muerte. Abatt.
donada la agricultura, destronadas las
artes, enervado el comercio, veremos
una nacion toda militar , baxo culo
yugo las -ciencias , nacidas en. la/tran-
quilidad y enemigas del tumulto,
yen ó enmudecen; y minores de fa mi-


yrecen andadas etr llanto quaa,




4
do esperaban vivir tranquilas baxo la
proteccion de la ley y de la sociedad:
veremos una nacion sin turing hecha
el escarnio y el oprobione la gran
Bretaña , de consiguiente sin ningun
imperio en los mares : veremos roba-
das las riquezas del sagrado templo
para mantener un exército de tropa di-
soluta y desenfrenada, cuya irreligion
y crueldad tiene la osadía de desafiar
á todo el universo ; cuya impiedad in-
sulta pública y descarad‘mente las lá-
grimas que sin , cesar derrama la Re-
ligion , y cuyos libertades son los efec-
tos terribles del furor, de la ira, del
incendio „del escándalo, de la vio-
lacion, de la ignominia y del oprobio;
solo veremos huérfanos , viudas y an-


• cianos infelices y desamparados, por-
que así los padres de aquellos como
los hijos de estos fueron robados á la
patria, arrancados por la violencia, el
eogailo y la fuerza de los propos, de
los talleres, de las Universidades,
los claustros y del seno sagrado de
sus familias : en una palabra conscrip-
*o: que es dec=x , traidos con-esposas
y grillos como ovejas al cuchillo para
.derramar su sangre inocente en regio-
ies lejanas, y unir con ella un país


indefenso, y tal vez amigo y aliado.
.¡ Y para qué este sacrificio) Para ali-
mentar la codicia vil y abultar el po-
der de un solo hombre, que conside-
rándose ya en una distancia inmensa
de los dernas , aspira como otro Ale-
xandro á endiosarse sobre la tierra, y
cree haber nacido solo para hacer á sus
semejantes esclavos de sus pasiones des-
enfrenadas y de su sed terrible de glo-
ria por la pasion de reynar exclusiva-
mente en el continente, aspirando á
la monarquía universal, sin que nada
sea capaz de contenerle en la resolu-
cion del impío problema de su ambi-
cion é injusticia.


Para consumar el plan, la guerra
entra en el sistema de su politica co-
mo un elemento necesario de su po-
der, existencia y tiranía: se conjura
con generales de despotismo y de muer-
te para alucinar á los pueblos que in-
vade y ocupa : los revela secretamen-
te para conquistarlos, y si llenos de
sinceridad y buena fe, 6 seducidos y
engafiados acceden á las insurreccio-
nes, que él mismo aconseja v provo-
ca, vendiendo á sus autores, los opri-
me, y hace gemir baxo un trono de
hierro y de acero. De todos modos los




6
divide , debilita , destruye , incendia
y arruina. No conoce otros dereehos
que los de 14 fuerza y de la astucia,
ni otros tributos que la destruccion o
la muerte: acrimina de rebeldes y se-
diciosas las acciones de los paises que
se declaran por su independencia pa-
ra que así perezcan sus defensores. Pro.
cura tener en todas panes hombres asa-
lañados- que obren en su favor y por su
itnpulso, y. la -venalidad es la única vir-
tud pública de su gobierno. Fantasma;
de la religión tan pronto se :presenta
musulmán e pa Egipto , como .preteetor
del judaísmo, y católico en Francia.


La Italia toda , Alemania , Pru-
sia , Holanda, SaXon1a , Baviera, Por-
ttQtal , en cuyos paises desgraciados
ha triunfado la impiedad y la i c en -
cia de sus tropas , que han destrui,
do é incendiado las ciudades, talado
la campaña , entregado los templos
santos al dios Baal ; virgenes inocen-
tes á su torpe lascivia, y al vergon-
zoso tormento de la mendicidad ; en
donde han cometido toda suerte de oí •
nenes y de traiciones, no conocidas en
los rcynos de la tiranía , y cuya tierra
han bañado con la sangre de inocen-
tes- vietinaas


• con la sangre de sus mis-2


7
mos ciudadanos , poniéndoles delante
de su• exército para ir á batirse con sus
compatriotas, ó perecer á la boca del
cation; estas naciones, digo, son tes-
tigos vivos de esta verdad, y que me-
recen toda nuestra compasion.


Pero ¿necesitarnos, acaso salir de
'España, de nuestra amada patria pa-
ra convencernos tristemente de seme-
jantes estragos? El atentado exécrable
con que este hombre pérfido ha inju-
riado nuestra buena fe y ha recompen-
sado la generosidad de la nacion es-
pañola , de una nacion llena de honor
¿tiene acaso exemplar en la historia ?
No contento con habernos robado nues-
tro oro para atizar , encender y ali-
mentar la guerra en el continente, fo-
mentar disensiones civiles ú extrange-
ras y hacer tremolar sus estandartes en-
medio de indefensos , dé oprimidos y
de desgraciados; no contento con ha-
bernos arrancado 35D hombres de tro-
pa reglada por la debilidad de un Rey
seducido por el traidor que lo manda-
ba despóticamente ; no contento con
que la España consintiese el paso á sus
tropas para hacer con su auxilio la con-
quita de Portugal, y que un exército
de 8oZ franceses penetrase hasta Ma-


a




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51/A 0-Purtrld*,,S1 9°T-11'Danua
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1




nazándoles con la muerte á que renun-
ciasen sus derechos al trono : tender
su real manto para apadrinar al ma-
yor monstruo que vomitó Extremadu-
ra , cómplice de sus atroces delitos:
ceñirse la corona de las Espafias que
acababa de robar iníqua y vergonzosa-
mente á su legítimo heredero : renun
ciarla luego en favor de su hermano
josef para hacernos felices con el pre-
sente de un príncipe generoso y lleno
de virtudes , guando nadie ignoraba
que habia tenido que huir de Nápo-
les , odiado de sus vasallos , y te-
ner la osadía de autorizar delante de
toda la Europa tamaños desórdenes
por medio de escritos sediciosos é im-
píos, infamando pública y descarada-
mente la opinion de sus hermanos y
amigos Cárlos IV. ,y María Luisa , has-
ta el extremo de llamarlos Reyes ara-
ganes, y á todo buen español ó buen
patriota sedicioso y rebelde; imputar
al virtuoso Fernando VII. el delito
atroz de haber atentado contra la co-
rona y vida de su padre ; asegurar
que no tenia mas derechos á la coro-
na que los que le habla transmitido
su madre , y declarar á todos los Bor-
bones débiles, fátuos é ignorantes, y


TI
de consiguiente indignos de reynar,
suponiendo que Cárlos IV. lo habla si-
do, que es lo mismo que decir, que
porque Neron fué cruel , y lo cs el
mismo Bonaparte , deben serlo todos
sus hermanos , y lo fué toda la raza
de los Cesares : por último cometer ta-
les atentados, inauditos aun en los ana-
les de la guerra, mientras que su cu-
ñado Murat se complacía en ver cor-
rer la sangre inocente de los españo-
les , derramada impunemente el dia z
de Mayo próximo pasado. ¡Ah> dia de
luto y de horror no puedo traerte á
la memoria sin verter lágrimas de do-
lor y de compasion por la perdida de
mís hermanos y conciudadanos! mien-
tras el mismo Murat saqueaba en Ma-
,drid los fondos públicos, y robaba las


..riquezas y preciosidades de nuestros
palacios , gabinetes y laboratorios,
mientras sus pérfidos Generales acon-
sejaban la insurreccion , á fin de que
.sus tropas se cebasen con el pillage y
la rapiña, y luego talasen, incendia-
sen, se arrojasen á cometer toda suer-


? te de excesos para infundir en todas
partes el terror y el espanto y hacer


' por medios tan viles la conquista de
este hermoso reyno : mientras::: ¡Eh,




i2
monstruo! tu mismo aspecto no te-ca'.1-
sa horror ! Corso indigno y cruel, hom-
bre vil y cobarde ¿era tau limitado el
recinto de la Francia que toda su gran-
de extcnsion no bastase rra servir de
teatro á las iniquidades de tu corazon
depravado? ¿No hallaste en las
nes que has ocupado y oprimir ir-
l " entes víctimas para sacrificar .t tu


eligion y crueldad ; quando cierto
político asegura que pasan de quince
millones de almas las que han pere-
'cido por tu causa ? No era bastante el
haber destronado los Reyes de .N'po-
les ,'Etrurla y Portugal,- haber eit'eui, ,--
crito el poder de la Prusia y Alema-
nia, y haberlo intentadó coa el Ftri-
perador de Rusia, pero que no pudis-
te conseguir porque . tus tropas débiles
é indisciplinadas" no' Son cal5aces de
medir sus fuerzas con las de una na-
cion vigorosa que quiere defenderse, y
en donde no hay qué temer ni las fels
intrigas; ni la vil . traiei on , único origen
de las grandes victorias y batallas que
tanto nos. has ponderado y encareci-
do liará' que. convencidos de qué rlis
exércitOs irresistibles llevan en todas
partes el triunfo, dóblasenos la rodilla
á mi arn. bicion Idjitsticia , y --te


3
vaotasemos ostatuas por habernos sacado
de. la esclavitud y hecho felices. ¡ mili y
¡qué mal has conocido el carácter de la
uaciou española! Teme, teme su ven-
ganza: teme el castigo que te tiene pre-
parado. Tú_y tus soldados , infelices
prevaricadores que quieren levantar su.
cabeza soberbia sobre las nubes, expe-
rimentareis cLuandu ya sea tardé , que
guando se embravece el Leon de Espa-
ña no halla enemigos que no venza.


Sí: con la misma facilidad que es-
ta nacion que has vilipendiado, ultra-
jado y presentado á la Europa en un es-
tado cadavérico ha disipado tu exerei-
to de Espacia , triunfará y acabará con
quantos refuerzos envies de nuevo, si
es que tengas donde sacarlos, ni me-
dios para mantenerlos. Pero ¡qué digo!
Esto es poco ó nada para nuestra sat is-
faccion y ardimiento. Hemos de entrar
en Fráncia y te hemos de perseguir,
hasta que Tú y tus tropas errantes 'y
dispersas , no eneontreis asilo en nin-
guna parte. Tus armas flacas no abren
corazones de diamante, ni á los es-
pañoles tan dóciles como valientes les
espanta ni tu falsa política, ni tus ame-
nazas , tanto mas débiles


-
y.


desprecia
bles„ quanto mas altaneras, atrevidas




14
é insolentes. Para nada te necesita es-
ta nacion noble , generosa , y la pri-
mera del inundo. De tu gran código con
que has intentado sorprehender á to-
dos los pueblos, lo poco bueno es de nues-
tra antigua y sabia legislacion : la cons•
titucion del estado con que pensabas
alucinarnos tiene mil nulidades y er-
rores , y ninguna garantía en favor de
la nacion : nos quedas dar un Rey
que no tenia mas derecho á la corona
que tu voluntad, y á quien todos los
los españoles hablan jurado no reco-
nocer como á otro qualquiera de tu ra-
za : te habias constituido nuestro liber-
tador, arrancándonos á nuestro legiti-
mo soberano Fernando VIL que la na-
cion toda idolatra , y por quien suspi-
ramos y suspiraremos eternamente has-
ta verlo sentado en el trono de las Es-
parias , en el concepto de que á tu la-
do aparece á nuestros ojos aun mas jus•
t'o é inocente por el contraste de sus
hermosas virtudes con tus iniquida-
des : por último nos quedas regalar
con la felicidad y regeneracion de es-
tos reynos, guando es imposible que
haya paz ni tranquilidad en el Univer-
so mientras tu corrupcion y tiranía es-
ten en pie, y cuya felicidad pronto Itu-


15
bieramos visto convertida en el tósigo
amargo de una esclavitud vergonzosa.
¡Ah insensato! Te parece que no pe-
netramos tus perversos designios de sa-
crificar la Francia y la Europa toda, si
fuese necesario, para coronar á todos
tus hermanos; de robar á la España sus
inmensas riquezas, y luego con su ga-
llarda y valerosa juventud provocar la
guerra en Alemania para acabar con
la casa de Austria, y conquistar luego
el vasto imperio de Rusia , vendiendo
al emperador Alexandro , á quien tie-
nes embobado con la conquista de la
India, y c¿in el plan de la division de la
Europa, en los dos imperios de Medio-
día y del Norte, por convenir así á la
felicidad del continente y á fin de hacer
</adiar el poder colosal y esclusivo del
gabinete de San James.


Es preciso que te avergiienzes y con-
fieses que ninguna nacion te ha cono-
cido, ni ha burlado tus intrigas, tu am-
bicion y tu poder como la España. Tus
insignes y pertcrritos generales, que yo
!jamaré sin faltar á la augusta verdad
asesinos y ladrones militares que se des-
deña'nan de pelear con quadrillas de
rebeldes y sediciosos, pues así trataban
á los buenos españoles , han sido arro-




wok


t 6
Vados y vencidos, obligados á una fu.,
ga vergonzosa , y otros muertos , heri-
nos 6 prisioneros. Digánlo Veckl , Le-
Lvre , Frece , Bessiers , Moncey , r el
tad decantado Dupont, y quantos han
Liteutado invadir y ocupar nuestras pro-
vincias. Solo han entrado en pueblos
inermes é indefensos, ó que han sido en.
tregados por traicion 6 por sorpresa, co-
mo Madrid, Cuenca, Segovia, Vallado.
lid, Santander y otros ranchos que lue-
go han sido saqueados é incendiados en
pago de su docilidad , y so el color de
castigar á ciertos culpados , despues de
haber sido provocados por los mismos
franceses, y puestos en la necesidad de
vengar su honor, la violacion de los tra-
tados y la de su territorio. ¡Qué delitos
/labia cometido la desgraciada ciudad
de Cuenca, sino el de haber recibido
la division del mariscal Moncey con
una hospitalidad generosa y propia del
carácter espafiol , para que el ladron é
incendiario Collincourd fuese á aque-
lla ciudad desde Madrid , de intento y
de acuerdo con el cruel y pérfido Saya-
ri , á quien acaso convienen aun con
mas propiedad aquellos atributos, so-
lo con el objeto de saquearla, corno se
verificó desde la choza mas infeliz has-


ta la Iglesia Catedral, pasando á cu-
chillo al pobre anciano que apenas po-
dia sostener el baston con la tremula
y debil mano , al niño inocente , y al
impedido que yacia postrado en el le-
cho del dolor y de la angustia, obligan-
do á toda la poblacion á refugiarse en
los montes y en las cuevas, procuran-
do hallar entre las fieras de los desier-
tos el asilo que cn vano buscaria en-
tre los de su especie misma! ¡ que deli-
tos 'labia cometido Rioseco, y mas de
doscientos pueblos de Castilla que han
sufrido la misma suerte! La desolacion
y el horror, robos sacrilegos y reproba-
dos en todo sistéma do guerra , liberta-
des de una tropa disoluta y desenfre-
nada , furor , ira , incendios, tales son
los funestos desastres que han experi-
mentado todos los pueblos de Espafia
que han tenido la desgracia de caer en
manos de esos enemigos de la religion
y de la sociedad. Por último , á qué
mas puede llegar su ferocidad y bar-
barie, que al atentado horrendo y ex8-
crable de llevar los niños en la pun-
ta de las bayonetas como en triunfo?
¡Ah! La posteridad no se convencerá
fácihnente de semejante conducta. Pe-
ro la nacion española , que en nada ha




r8
degenerado de su antiguo valor y pa-
triotismo , y que es hoy la misma que
fué en tiempo de los Hunos, Wandalos,
Godos, Sarracenos y Romanos , ha sa-
bido tomarse una venganza justa y cris-


' tiana. A los soldados del gran Napo-
leon , grande por sus calamidades, los
hemos tenido de rodillas delante de no-
sotros, buscando en un pais extraño la
quietud y el consuelo: les hemos vis-
to derramar lágrimas de compasion,
que nos hemos apresurado á enjugar:
les hemos oido publicar imperiosamen-
te sus intrigas é iniquidades : por úl-
timo, hemos visto despojarse de sus
uniformes , y hacerlos mil pedazos,
afrentándose de servir á semejante
monstruo: hemos reportado tantas vie-


'roñas como batallas, y las célebres y
decantadas de Marengo , Austerliz,
Freiland y Jena deben borrarse ya de
los fastos de la historia , comparadas
con las de Aragon, Valencia y Anda-
lucía. Mas de 84 franceses han pe-
recido en estos tres revnos en menos
de dos meses , guando pueblos ape-
nas habian tenido tienyo para orga-
nizarse , v hallándose 'casi sin pertre-
chos y municiones de guerra han sido
sOrprehendidos y atacados. Pero todo se


19
ha vencido, y nada ha sido capaz de
detener el valor de los españoles : de
una nacion á quien los obstáculos avi-
van, encienden, inflaman : de una na-
cion, por último, que adquiere nue-
va firmeza en derredor del riesgo mas
inminente. Intrépidos y valerosos los
Españoles arremeten contra el exérci-
tu impenetrable é irresistible del ene-
migo: rompen sus filas, las pon..n en
desórden, las destruyen, ahuyen-
tan y triunfan. El honor de la lucha
queda para nuestras armas; y de un
exército de 2ooJ franceses. que entró
en Espaila solo se conservan los débiles
y miserables despojos, que huyen arre-
drados y confundidos de nuestra pre-.
senda, errantes y perseguidos por ests
caminos con la probabilidad de que ni
uno llegue á la frontera sin que ex-
perimente nuestra venganza, tan ter-
rible corno justa , siendo digno de ad-
vertir en este lugar que aquel Rey
intruso , hijo de la mentira y de la
traicion , que el dia 25 de Julio
tentó proclamar en esta Villa y Corte
él escándalo, la ambicion y la fuerza,
huido y escapado vergonzosamente, se.
ha visto' ya en la necesidad de haetr
noche en un infeliz y miserable pajar.




20
¡Gloria inmortal para la nacions


gloria inmortal para los insignes kilo.
ridablancas , Saavedras , l'alafoxes,
Castaños , Cuestas, Cervellós , Urbi.
nas, y otros tantos políticos consuma-
dos , como generales insignes, cuyos
nombres solo son nuestra gloria, y que
habiendo librado á la patria del yugo
mas vergonzoso, añaden nuevos timbres
al blason de sus antepasados, hacen
glorioso su sepulcro y su memoria
siempre grata y apacible. •


Amados Compatriotas, gozémonos
una y mil veces Pero S-upuesto que
nuestra satisfaccion no puede ser com.
plata hasta que llevando encima de
nuestros hombros á nuestro amado Fer
nando VIL , nuestro padre , Rey y Se
flor, tengamos la gloria de sentarlo en
el trono y ceñirle la diadema , no olni
tamos medio alguno para conseguirlo
Avergonzétnonos si tenemos honores
haciendas é hijos y no lo emplean:tu
todo en su servicio. Confúndase á unes
tra vista el conciudadano tímido, co
barde y criminal. Sean unos MISLOu:
nuestros intereses y una misma pues
tra voluntad con la del gobierno. Ha
gátnonos superiores á toda etiqueta
convegicid,9s de ritke. ciLlam4914_1?-all1j


21
Laos llama para su defensa corno hijos
quc le pertenecemos, todos somos igua-
les .> y que la verdadera nobleza solo
se cifra en la virtud y en el valor. Y
resueltos á vencer ó morir, contemos
con la proteccion del cielo que ha.
obrado ya un milagro tan patente en-
tre nosotros, y que decidido por la jus-
ticia de nuestra causa, asegura á nues-
tra acendrada lealtad el gozo de ver
cumplidos nuestros comunes votos por
la Religion , por Fernando VII. y por
la patria. Millares de familias arrui-
nadas, y reducidas á sufrir La dura ley
de la necesidad nos dirigen sus lágri-
mas sinceras y ayes dolorosísimos; las
dolientes voces de la viuda desampa-
rada, del huérfano abandonado, de
la doncella entregada á los estragos
de la indigencia , del débil y trému-
lo anciano nos llaman por todas par-
tes, y ven eta cada uno de nosotros su
libertador , y en nuestra magnanimi-
dad libran la salvación de la pacida:
por último las almas ¿le las víctimas
Inocentes del dia 2 de Mayo que al-
zan del hondo del sepulcro un grito
atrevido y memorable , y la persecu-
cion y las desgracias de nuestro amado
Fernando VII. claman venganza > ven-
ganza.